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Desarrollo conceptual para un diorama representativo del Cretácico Inferior de la Formación Paja en la región del Alto Ricaurte

Karoll Valentina Yomayuza Herrera

Director: Leslie Francis Noè Co-directora: Marcela Gómez Pérez

Universidad de los Facultad de Ciencias Departamento de Geociencias Bogotá D.C., 2018

Tabla de contenido

TABLA DE CONTENIDO...... 1 AGRADECIMIENTOS ...... 2 PALABRAS CLAVE ...... 2 RESUMEN...... 2 ABSTRACT ...... 3 INTRODUCCIÓN...... 4 PASOS METODOLÓGICOS ...... 5

MUSEOGRAFÍA ...... 5 ANTECEDENTES PALEONTOLÓGICOS ...... 8 Descripción de las especies ...... 10 PROPUESTA ...... 18

TÍTULO ...... 18 INTRODUCCIÓN ...... 18 DIORAMA ...... 19 Escenario ...... 19 Escena ...... 19 Personaje principal ...... 19 Personajes adicionales ...... 19 TIEMPO GEOLÓGICO ...... 20 UBICACIÓN PALEOGEOGRÁFICA ...... 21 DESCRIPCIÓN DE LA ESPECIES EN INFOGRAFÍA Y TAXONOMÍA SISTEMÁTICA ...... 21 RESULTADOS ...... 25 DISCUSIÓN ...... 26

INFOGRAFÍA ...... 26 Título ...... 27 Introducción ...... 28 Diorama ...... 28 Tiempo geológico ...... 30 Ubicación paleogeográfica ...... 30 Descripción de las especies ...... 31 CONCLUSIONES ...... 31 REFERENCIAS ...... 32

1 Agradecimientos He realizado este trabajo gracias al apoyo, consejos y amor de toda mi familia. Mi mamá, mis papacitos, mis primos y cada angelito que me acompañó desde el principio en este proceso, han sido mi motivación. Especialmente a mi diseñador, consejero y profesor. Muchas gracias a mi director Leslie Noè por ser mi guía, a mi co-directora Marcela Gómez y Claudia Molano, por ayudarme a construir cada día un mejor trabajo al exigirme y presentarme nuevos retos. Finalmente, a cada persona que he conocido a lo largo de mi carrera por enseñarme y convertirme en una mejor profesional íntegra.

Palabras clave Alto Ricaurte, Cretácico Inferior, diorama digital, Formación Paja, museografía, Museo José Royo y Gómez del Servicio Geológico Colombiano, marinos, , visitante.

Resumen Se desarrolla un modelo museográfico que representa un instante en el tiempo geológico del mar epicontinental que existió en la región del Alto Ricaurte, principalmente en los municipios de Villa de Leyva, Sáchica y Sutamarchán del departamento de Boyacá. Este concepto de diorama surge a partir de la consulta bibliográfica sobre la interpretación geológica y paleobiológica de la Formación Paja, uno de los yacimientos fosilíferos de vertebrados más importantes de , y de relevancia internacional, al ser uno de los pocos Lagerstätte de reptiles marinos del Cretácico Inferior. El objetivo es transmitir el conocimiento científico de una manera atractiva visualmente y teniendo en cuenta los distintos tipos de espectadores que visitan el Museo José Royo y Gómez del Servicio Geológico Colombiano, se realiza el concepto de un diorama digital que combina escenas simultáneas recreando este periodo geológico en la provincia del Alto Ricaurte. Para combinar esta pieza gráfica con elementos textuales, se elaboró una infografía que amplía las ideas plasmadas en el modelo bidimensional, donde se encuentra desde una entrada que ubica al público temporal y geográficamente, hasta la descripción de las especies que se encuentran en el diorama junto a su correspondiente clasificación taxonómica. La infografía está compuesta por título, introduccción,

2 concepto de diorama, tiempo geológico, ubicación paleogeográfica, descripción de las especies y taxonomía sistemática, elementos que están organizados por niveles de información que marcan un recorrido para que los visitantes sigan. Cada detalle en la infografía, los colores, el lenguaje empleado, el número de palabras, la tipografía, el tamaño de la letra, la alineación y orientación del texto, ha sido usado estratégicamente para garantizar que cada espectador logre entender el tema de la exhibición.

Abstract A museographic model is developed to represent an instant in the geological time of the epicontinental sea that existed in the Alto Ricaurte region, mainly in the municipalities of Villa de Leyva, Sáchica and Sutamarchán in the department of Boyacá. The concept of diorama comes from a bibliographic search on geological and paleobiological interpretations of the , one of the most important fossiliferous deposits of vertebrates in Colombia and of international relevance since it is one of the few Lagerstätte of marine reptiles of the Lower . The main objective of this project is to transmit scientific knowledge in a visually attractive way, considering the different types of spectators that visit the José Royo y Gómez Museum of the Colombian Geological Survey. The concept of a digital diorama that combines simultaneous scenes recreating this in the province of Alto Ricaurte is created. To combine this graphic piece with textual elements, an infographic was developed in order to broaden the ideas embodied in the two-dimensional model, which includes information from an opening that locates the audience temporarily and geographically, to the description of the found in the diorama together with its corresponding taxonomic classification. The infographic has the following structure: title, introduction, concept of diorama, geological time, paleogeographic location, description of the species and systematic , elements that are organized by levels of information that mark a route for visitors to follow. Every detail in the infographic, such as the colors, the language used, the number of words, the typography, the font size, the alignment and orientation of the text, has been used strategically and thoroughly to ensure that each viewer can understand the theme of the exhibition.

3 Introducción

Dentro del contexto internacional, de acuerdo con el informe del Sistema Nacional de Cultura, Colombia cuenta con 362 museos, distribuidos en 24 de los 32 departamentos del país (Organización de Estados Iberoamericanos, s.f.), uno de estos museos es el Museo Geológico José Royo y Gómez del Servicio Geológico Colombiano (SGC) que desde su fundación ha sido el encargado de la divulgación de la información geológica al público, con conocimiento de índole científico y no científico (Acevedo-Díaz, 2004). Los museos en el siglo XXI se encuentran en una posición crucial (Chicone y Kissel, 2016), al ser entidades de transmisión masiva del conocimiento (Conn, 1998). Son los museos quienes transforman el tiempo libre de la sociedad, al crear espacios donde se fomenta el estudio y la educación, ya que pone al servicio de la comunidad, sus exhibiciones e investigaciones según su interés. Además, los museos tienen la responsabilidad de brindarle a los visitantes, herramientas para analizar de manera crítica las situaciones actuales, y el poder de decidir cómo y qué información transmitir según los intereses del museo (Chicone y Kissel, 2016). La enseñanza científica es cada día más importante, así que los museos han incorporado la investigación en el aprendizaje de la ciencia (National Research Council, 1996), y aprovechan toda clase objetos y estrategias para presentarla (Chicone y Kissel, 2016). Se ha demostrado que los seres humanos aprenden por medio de las experiencias, de los sentidos, sobre todo por la vista (Trollinger, 2016), es por esto que los museos usan las emociones, actitudes y valores que generan sus exhibiciones (Chicone y Kissel, 2016) para buscar el formato que más produzca reacciones en el público. Es importente resaltar el papel de los artistas, quienes se encargan de ayudarle a los científicos a lograr una mayor comprensión del contenido a través del uso de las imágenes (Asma, 2001). Los museos en las exposiciones, con colaboración de un equipo de profesionales de varias ramas del conocimiento, usan diferentes formatos, desde paneles de texto didáctico hasta teatros elaborados (Chicone y Kissel, 2016). Sin embargo, una de las maneras de divulgación usada mundialmente son las presentaciones gráficas, tanto bidimensionales como tridimensionales, debido a que son visualmente atractivas, y llegan a un amplio público (Asma, 2001, Harrison, 2005). Entre estas presentaciones se encuentran los modelos a escala o dioramas (Tunnicliffe y Scheersoi, 2015).

4 El Museo Geológico José Royo y Gómez aloja una gran colección de fósiles provenientes de la Formación Paja en la región del Alto Ricaurte. En general las evidencias fósiles de la Formación incluyen reptiles marinos, peces y cefalópodos. Esta Formación es un depósito con importancia internacional (Gómez-Pérez y Noè, 2017), debido a que es considerado uno de los pocos Lagerstätte de este periodo. La Formación Paja está compuesta por secuencias de lodolitas ricas en materia orgánica y yeso, depósitos característicos de un mar epicontinental. El mar Paja de Villa de Leyva se encontraba sobre plataforma continental y se vio afectado por los eventos anóxicos que se presentaban en los mares del Cretácico (Schlanger y Jenkyns, 1976), los cuales fueron propicios para el desarrollo de fauna pelágica, y permitieron una excelente conservación de los fósiles.

Pasos metodológicos

Museografía

Después de realizar las lecturas acerca de la Formación Paja, los organismos hallados en esta, y los artículos referentes a museología, esta investigación propone el diorama de acuerdo con las necesidades y normativas dictadas por la museología, lo que permitirá tener una línea de visión directa y realista hacia el ambiente del Cretácico Inferior en la región del Alto Ricaurte, al mostrar la interacción entre las diferentes especies con su entorno marino. Dentro del contexto, que determina que los dioramas representan escenas con el mayor realismo, se aplicarán varias técnicas para crear la ilusión de un gran panorama en un limitado espacio, y se manejará un formato de exhibición, que inicialmente se implementó en los museos a finales del siglo XIX, como una nueva forma de exponer la ciencia (Chicone y Kissel, 2016). Es así, como se evidenció que Olof Gylling fue quién utilizó por primera vez la palabra “diorama” para referirse a la descripción de los hábitats de Suecia y Estados Unidos (Hoyle, 2008). Pero fueron Daguerre y Charles Marie Bouton quienes expusieron uno por primera vez en Londres en 1823 (Espacio Visual Europa, 2013), lo que conllevó a la introducción del concepto de educación científica por medio de la experiencia estética (Henning, 2006). Lo anterior, se tuvo en cuenta para la construcción del diorama propuesto, aunado a que se consideró que varios museos alrededor del mundo habían empezado a implementar dioramas con

5 el fin de cambiar sus estáticas exposiciones de taxidermia sin un contexto ambiental, por nuevos grupos de hábitats que narraban una historia natural en un lugar y tiempo determinado. Además, se evidenció que para la realización de estos dioramas, los artistas y especialistas viajaron a los lugares que estaban representando para dibujar bocetos del primer plano y recoger materiales in situ, tenían en cuenta tres elementos principalmente: los animales, la pintura de fondo y la vegetación, rocas y suelo. Más tarde se pudo establecer que con ayuda de la tecnología se fueron adicionando detalles que contribuyeron a presentar la escena de manera incluyente (Espacio Visual Europa, 2013). La historia demuestra que el diorama ha experimentado muchos cambios en su proceso de realización y posterior exposición, sin embargo, sigue conservando su objetivo de llevar información científica de manera atractiva, para cautivar la atención de distintos tipos de visitantes (Harrison, 2005). Desde el siglo XX, la educación se fortaleció con la exhibición al explorar la mejor forma de involucrar al público en la transmisión de conocimiento, de modo que se empezó a buscar la manera de equilibrar la educación con la ciencia, tanto en el ámbito académico como en el informal, en todo caso, a través de exposiciones para estimular la investigación, la curiosidad, y la respuesta del espectador en el aprendizaje del conocimiento previo (Chicone y Kissel, 2016) y la creación de uno nuevo (Moser, 2010, Shelton, 2006). Esta metodología busca en una sola exposición transmitir varios mensajes (Tunnicliffe y Scheersoi, 2015), por ende el diseño del diorama, se puso especial cuidado en la construcción minuciosa en cada elemento que va a ser expuesto, es decir, desde la cantidad de especímenes, sus respectivas posiciones e interacciones, hasta el fondo escénico (Reiss y Tunnicliffe, 2011), dado que, son los elementos los que van a contar la historia de la manera más apegada a la realidad, a fin de crear una narrativa clara y fácil de seguir (Chicone y Kissel, 2016), en especial, porque el formato ofrecerá a los visitantes del museo, realizar una primera observación y plantear posteriores reflexiones (Tunnicliffe y Scheersoi, 2015), con las cuales la exposición toma distintas interpretaciones. El diorama del Cretácico Inferior en la región del Alto Ricaurte, reconstruirá el ambiente sedimentario y la paleobiología que existió en ese lugar y resaltará la diversidad de organismos al tener en cuenta que los pequeños suelen ser más abundantes y forman una biomasa mayor que los organismos más grandes en los ecosistemas marinos (Noè et al., 2017). En la representación bidimensional gráfica del diorama, se utilizó un ángulo inclinado con corte recto vertical, para construir una superficie plana e incorporar detalles a escala con falsas perspectivas al modificar su

6 tamaño dependiendo de la cercanía (Espacio Visual Europa, 2013), asimismo, se cuidó que su color marcará la profundidad en la que se encuentran y que de esta manera se pudieran incluir desde pequeños detalles hasta los más grandes reptiles. Sin embargo, hay que tener en cuenta ¿cuáles elementos son los más llamativos para los espectadores?, y ¿quienes prestan mayor atención a los animales grandes o raros? (Tunnicliffe y Scheersoi, 2015). La investigación garantizará que el diorama sea accesible al público, tanto física como intelectualmente, dado que toda la narrativa de la exhibición se construyó con base en los conocimientos previos del público (Chicone y Kisssel, 2016), porque son importantes sus intereses, además son quienes se encuentran en un lugar privilegiado donde pueden observar cada detalle y tomar un papel vital en el desarrollo de la exposición (Henning, 2006). Por ende, se hizo necesario escoger apropiadamente la profundidad del tema en la presentación, razón por la cual en el proceso de elaboración del diorama se contó con el valioso concurso de varios especialistas (Chicone y Kissel, 2016), lo que asegura que el contenido sea real, y los elementos usados en la exposición sean óptimos para transmitir el mensaje deseado, de tal manera que se cree una historia atractiva (Isble, 2010). El diorama estará acompañado por una infografía, que explicará su esencia científica, con cortas pero certeras explicaciones entendibles para el público acerca del ambiente del Alto Ricaurte en el Cretácico Inferior y la fauna más representativa de la región, de ahí que cada detalle se cuidó a fin de hacer que la historia sea fácil de entender. Así que, fue necesario el uso de diversas herramientas propias del diseño con el objetivo de conseguir lo planeado. Otro tópico que se tuvo en cuenta en el contenido gráfico, que debe ser legible, fue: el uso de tipografía serif mínimo de 18 puntos (Chicone y Kissel, 2016); márgenes derechos irregulares e izquierdos regulares, evitando que existan palabras cortadas entre líneas y palabras sueltas al final de un párrafo, con el propósito de crear un texto con espacios uniformes; párrafos cortos; y en cada línea un máximo de 50 caracteres; en el contraste entre el fondo y las imágenes o texto, se procuró un 70%, usando letra oscura sobre un fondo claro (Majewski, 1996, Trench, 2009). Dada las características de los espectadores, se tuvo en cuenta su contexto para organizar el contenido en la infografía con unos niveles de información, que estén acordes al conocimiento previo y a la cantidad de información adicional que deseen recibir. Las primeras clasificaciones son realizadas por Falk (2006, 2008, 2009) respecto al conocimiento del tema que tenga el visitante, los divide en facilitadores, exploradores y profesionales. En primer lugar, están los facilitadores:

7 asisten al museo como guías y acompañantes, de modo que su función es satisfacer las necesidades de otros, estos visitantes leen sólo los puntos clave de la exposición. En segundo lugar, están los exploradores: visitan el museo por iniciativa propia y los mueve la curiosidad, en consecuencia, llegan a un nivel medio al leer las generalidades y algunas de las particularidades en los objetos de la exposición. Por último, se encuentran los profesionales y aficionados: además de tener un conocimiento previo en el tema, ven y analizan los pequeños detalles y la información más específica. Parman et al. (2017) hace otra clasificación dependiendo del tiempo en el que pasa el visitante viendo la exposición, los divide en streakers, cochecitos y estudiosos: los streakers se caracterizan por trasladarse rápidamente por todo el museo, buscando puntos de interés particular, ponen poca atención a los detalles y se quedan con una idea general de la exposición; después se encuentran los cochecitos, que se mueven más lento, prestando atención a las exhibiciones que más les llamen la atención, se quedan con mensajes básicos y algunos detalles; finalmente, están los estudiosos que leen y ven a consciencia cada contenido, y participan en todas las actividades propuestas. Finalmente, en la infografía se establece una jerarquía de las etiquetas, estas deben: exponer una sola idea y estar escritas de tal forma que sean atractivas; llevar un hilo conductor a lo largo de la exposición; y complementar la narrativa (Chicone y Kissel, 2016), siempre manteniendo un equilibrio entre lo simple y lo complejo (Serrell, 2015). Primero se encuentra el título, en donde se identifica el nombre de la exposición, el cual es llamativo para generar expectativas en el público; en segundo lugar, está el área de introducciones, con una breve explicación de los conceptos básicos; le siguen las etiquetas temáticas con una introducción a los temas más relevantes y; por último, se encuentran las etiquetas de enfoque, donde se muestra información adicional no vital para el desarrollo de la historia en exposición (Chicone y Kissel, 2016).

Antecedentes paleontológicos

La Formación Paja (Morales et al., 1958) es una formación geológica del periodo Cretácico Inferior que comprende edades desde el Hauteriviano hasta el Aptiano temprano, está ubicada en la Cordillera Oriental de Colombia, en los departamentos de Santander y Boyacá. La Formación Paja la compone una secuencia sedimentaria con intercalaciones de lodolitas laminadas ricas en carbono, que presentan un alto contenido fósil, razón por la cual es considerada un Lagerstätte de reptiles marinos (Noè y Gómez-Pérez, en prensa).

8 La Formación Paja en la base se encuentra en contacto con las limolitas de la Formación Ritoque y en el techo con la Formación San Gil Inferior (Etayo-Serna, 1968a). Está conformada por tres miembros: las Lulitas Negras Inferiores, las Arcillolitas Abigarradas y las Arcillolitas con Nódulos Huecos (Etayo-Serna, 1968a). La sedimentación en la provincia del Alto Ricaurte ocurre en una cuenca de retro arco extensional con un ambiente que representa una circulación lenta y restringida (Etayo-Serna, 1968a), creada por las fallas normales que se generaron tras el proceso de subducción de la placa de Farallón debajo de la placa Suramericana y controlada en el este por el escudo de Guyana y en el oeste por el arco magmático. El Mar Paja de Villa de Leyva se desarrolló sobre plataforma continental, por lo tanto, se estima que alcanzó una profundidad aproximada de 100 metros, lo cual permitió la formación de fauna pelágica (Noè y Gómez-Pérez, en prensa), era alimentado por aguas del mar Tetis, que entraban desde el norte. En general, la sedimentación en los mares del Cretácico fue controlada por los eventos anóxicos que se presentaron debido principalmente al clima global uniforme que no permitió el constante flujo e intercambio de aguas, los cuales crearon una capa con restricción de oxígeno (Schlanger y Jenkyns, 1976). Sin embargo, la anoxia no se produce en agua superficiales y normalmente ocurre por debajo de los 60 metros (Tyson y Pearson, 1991). Debido a estas condiciones, la fauna pelágica que pudo desarrollarse fácilmente en la superficie se conservó. Asimismo, el mar exhibe alta productividad primaria y elevadas tasas de fotosíntesis marina (Caplan y Bustin, 1999), que llevaron al desarrollo de vegetación. Las Arcillolitas Abigarradas constituyen el segundo miembro de la Formación Paja, está divido en cinco segmentos, separados según el contenido de interestratificaciones calcáreas, de yeso y de fósiles. En general, su color es relativamente claro con respecto a los otros dos miembros de la Formación Paja y está meteorizado (Etayo-Serna, 1968a). Las Arcillolitas Abigarradas muestran un aumento gradual del contenido de yeso, en este miembro se encuentran nódulos calcáreos fosilíferos y es posible encontrar foraminíferos en ellos o en algunos estratos de biomicrita, fragmentos de troncos, ramillas, hojas y estralobítos, la mayoría correspondientes del Barremiano al Aptiano (Patarroyo, 2009).

9 Descripción de las especies

Muiscasaurus catheti El ictiosaurio Muiscasaurus catheti se estima que tendría un tamaño promedio de 4 m de largo, aunque en su edad adulta podía alcanzar hasta los 5 m. Además, poseía una cola ancha la cual usaba para desplazarse moviendola lateralmente, pequeñas aletas posteriores y grandes aletas delanteras que lo direccionaban, y una aleta dorsal que le ayudaba a mantener el equilibrio y permanecer en línea recta. Su cuerpo hidrodinámico le permitía alcanzar altas velocidades al nadar. Se caracterizaba por su cráneo delgado que llegaba a medir 650 mm, apertura narial externa completamente dividida en dos cavidades, región postorbital angosta, grandes ojos que ocupaban la mayoría de su cráneo protegidos por anillos escleróticos que medían aproximadamente 300 mm, pico delgado con mandíbulas finas, las cuales contenían dos filas de dientes cónicos y puntiagudos. Su respiración era pulmonar, así que debía salir a la superficie. Sin embargo, debido a sus rasgos podían comer en aguas profundas o con poca iluminación (Maxwell et al., 2015). Al ser animales gregarios, los especímenes jóvenes y adultos cazaban en grupos, se alimentaba de cefalópodos y peces pequeños (Stinnesbeck et al., 2012).

Figura 1. Reeconstrucción Muiscasaurus catheti (Dick, 2015).

10 Desmatochelys padillai La tortuga marina Desmatochelys padillai habitaba los océanos tropicales y subtropicales, se caracterizaba por su cuerpo plano y caparazón ovalado con un margen anterior convexo, alcanzaban a medir alrededor de los 2 m de longitud. En cuanto a su cráneo, la parte superior era ligeramente globular, sus huesos nasales variaban de forma triangular a cuadrada, contaban con una apertura nasal relativamente grande y una gran apertura ocular ontogenéticamente conservativa. Contaba con una serie de cuatro a ocho vértebras cervicales, las cuales le otorgaban un relativo amplio movimiento de la cabeza. Tenía aletas frontales más grandes que las traseras. Eran omnívoras, a pesar de no contar con dientes, poseían un fuerte y cortante pico. (Cadena y Parham, 2015). Se puede distinguir entre sus depredadores a los pliosaurios, debido a las dos marcas de mordida circular y profundas encontradas en el caparazón de una de las tortugas (Noè y Gómez-Pérez, en prensa).

Figura 2. Resconstrucción Desmatochelys padillai en una playa en el Cretácico Inferior por el artista Jorge Blanco, Argentina. (Cadena y Parham, 2015).

11 colombiensis El plesiosaurio Callawayasaurus colombiensis alcanzaba una longitud total de 7,4 a 8 m (Welles, 1962), con un largo cuello y una cola corta y terminada en punta, más pequeña que el tronco (Williston, 1914). Tenía un cuerpo ancho y relativamente plano dorsalmente (Llompart et al., 1997), además poseía gastralia entrelazada y costillas que derivaron en un cuerpo rígido (Williston, 1914, Bakker 1993) y con poca flexibilidad para realizar movimientos ondulatorios al nadar (Robinson, 1977, Massare 1988). Sin embargo, su cuerpo era hidrodinámico y era propulsado por sus cuatro extremidades, las cuales presentaban aletas con hiperfalangia (Carpenter et al., 2010), las extremidades anteriores eran más grandes y largas que las posteriores (O'Keefe, 2002). Para poder nadar movía sus cuatro extremidades y mantenía su cuello rígido y aproximadamente en línea recta. Su largo cuello, medía cerca de 3 m de largo y estaba compuesto por 56 vértebras cervicales, (Welles, 1962), cortas en comparación con otros elasmosauridos, lo cual restringía sus movimientos. Callawayasaurus colombiensis se adaptó para la flexión ventral, con movimientos limitados dorsal, lateral y rotacionalmente (Noè et al., 2017); el dorsal fue lo suficiente para poder tomar aire en superficie. Su cráneo fue de forma triangular tan sólo medía 350 mm de largo. A 130 mm de la punta anterior se encontraban sus órbitas oculares con 150 mm de diámetro de forma casi plana orientadas hacia arriba, debajo de estas tenía sus alargadas fosas nasales ubicadas sobre el maxilar superior, la mandíbula inferior sobresalía 10 mm más que la superior. Sus dientes entrelazados eran alargados y delgados de forma y posición irregular sobresalían del cráneo, los más grandes de 65 mm, están espaciados cerca de 10 mm en promedio (Welles, 1962). Sin embargo, su mandíbula era incapaz de triturar (Jaimes y Parra, 2001), por lo que se concluye que la forma puntiaguda de sus dientes era ideal solamente para cazar, el tamaño de la presa estaba directamente limitado por el tamaño de su garganta (Massare, 1988). Callawayasaurus colombiensis era un carnívoro, su dieta se basaba en peces y cefalópodos con caparazón (Sato y Tanabe, 1998) de pequeño tamaño que se encontraran dentro de la columna de agua, cerca del fondo marino o enterrados en los sedimentos blandos (Noè et al., 2017). Las dimensiones de su presa debían ser aproximadas de 10 a 200 mm, lo suficientemente grande para que no se escapara, pero lo suficientemente pequeña para poder entrar entre las articulaciones de su mandíbula (Brown, 1981, Massare, 1987). En el proceso de alimentación también ingería pequeñas piedras de sedimento marino, llamadas gastrolitos, con el objetivo de facilitar el

12 procesamiento de la comida (Everhart, 2000) y les servía como un sistema de flotabilidad general (Noé et al., 2017). A pesar de su tamaño, era depredado por pliosaurios más grandes.

Figura 3. Reeconstrucción de . (Kuether, 2013)

Stenorhynchosaurus munozi El pliosaurio Stenorhynchosaurus munozi tenía una longitud cercana a los 4 m. Se caracterizaba por su cabeza grande con 1,36 m de largo por 0,58 m de ancho, hocico alargado y angosto con lados rectos con narinas internas y un cuello corto compuesto por 17 vértebras cervicales. En sus mandíbulas contenía filosos dientes de forma cónica, que sobresalían de tal forma que las puntas lograban superar los márgenes laterales de los maxilares (Páramo-Fonseca et al., 2016). Su cuerpo era ancho y robusto. Tenía una cola corta y cuatro extremidades, las anteriores de menor tamaño que las posteriores, que le permitían desplazarse en la columna de agua de forma eficiente (O'Keefe, 2002). Sus características le permitían alimentarse desde amonitas, hasta otros reptiles de la mitad de su tamaño (Foffa et al., 2014).

Acostasaurus pavachoquensis El pliosaurio Acostasaurus pavachoquensis tenía un cuerpo robusto, cuatro extremidades y una pequeña cola. Su cráneo era más alargado en comparación con otros pliosaurios, con un maxilar

13 escalonado que se ponía en contacto con la parte media nasal y la mitad de las vertebras (Gómez- Pérez y Noé, 2017). En su edad adulta, podía alcanzar un tamaño mayor que Stenorhynchosaurus munozi, pero menor que el boyacensis. Se alimentaba de presas menores que el tamaño de su cabeza, así que su dieta incluía peces, moluscos y reptiles.

Kronosaurus boyacensis El pliosaurio Kronosaururs boyacensis tenía un gran cuerpo robusto, en su edad adulta alcanzaba a tener una longitud de 9 m, aunque el representante de la especie es un joven cuya longitud del craneo es de 2,3 m, poseía un cráneo grande pero afilado podí llegar a medir entre 2,7 y 3 m, sobresalían de su mandíbula dientes cónicos de forma irregular que medían alrededor de 70 mm (Hampe, 1992). Sus características lo convirtieron en la especie más grande del Mar Paja y un feroz depredador que consumía desde peces hasta reptiles de menor tamaño (Foffa et al., 2014), como los plesiosaurios y otras especies de pliosaurios.

Figura 4. Reconstrucción de Kronosaurus. (Anónimo, s.f.).

Vinctifer El pez Vinctifer tenía un cuerpo alargado que medía 0,6 m en promedio. Su rostro era alargado y delgado con una longitud aproximada de 150 mm, contaba con aleta anal y aletas dorsales opuestas. El hueso predentario era más corto que el premaxilar, tenía pequeños dientes finos. Sus escamas

14 eran ganoides, con tonos brillantes debido al contenido de ganoína y estaban unidas mediante articulaciones. Las escamas estaban organizadas de forma recta en tres filas a lo largo del pez, de tal modo que las superiores ocupaban más de la mitad de la altura total del pez (Polck et al., 2015, p.34).

Figura 5. Reeconstrucción Vinctifer (Polck et al., 2015, p.34).

Ammonitida Las amonitas eran cefalópodos con concha, la cual se dividía en dos cámaras con distinta funcionalidad: fragmacono y abierta (Ritterbush, 2014). El manto es la pared del cuerpo que cubre y protege los órganos internos de la amonita, a la vez formaba aragonito (carbonato de calcio) para formar septos que dividían el fragmacono (Mutvei, 1964) con el fin de darle soporte y fuerza a la estructura completa (Ritterbush, 2014). La relación entre el espacio vacío y el cuerpo de animal, le permitía tener un eficiente sistema de flotación. Sin embargo, se podían mover mediante la manipulación de gas y fluidos a través de una estructura que funcionaba como conexión entre las cámaras del fragmacono, llamada sifón (Tanabe et al., 2000). Debido al poco espacio en la cámara abierta, los tentáculos eran cortos (Landman et al., 2012), sin embargo podían haber variado dependiendo de la especie (Westermann, 1996). Las amonitas contaban con mandíbulas y una rádula con diminutos dientes hechos de quitina (Nixon, 1996), por lo tanto se alimentaban principalmente de zooplancton, pero no les impedía cazar pequeños peces (Kruta et al., 2011), no obstante, eran depredadas por reptiles de mayor tamaño (Sato y Tanabe, 1998). Existen diferentes formas de enrollamiento, el más común es el enrollamiento planiespiral, sin embargo hay otras especies “heteromorfas” que no se enrollan completamente e incluso llegan a desarrollar conchas totalmente rectas (Ritterbush, 2014). La amonita Crioceratites medía alrededor de los 300 mm, su espiral evoluto variaba de forma subcircular en el centro a subrectagular en la parte exterior. Las costillas en la parte dorsal eran muy altas a comparación de la parte central. Poseía tubérculos que disminuían, pero aumentaban su tamaño hacia el exterior (Kakabadze y Hoedemaeker, 1997).

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Figura 6. Crioceratites leivaensis sp. Nov. a, vista lateral. b, vista ventral. (Kakabadze y Hoedemaeker, 1997).

La amonita Cheloniceras tenía un gran rango de tamaños, entre los 20 hasta los 250 mm, su espiral semi evoluto era redondeado y a medida que avanzaba aumentaba en alto y ancho, por una parte, el centro era bastante ancho, escalonado y profundo, y por la otra, el borde exterior de la concha era ancho y ligeramente aplanado. Tenía entre 32 y 48 gruesas costillas por espiral, que se dividían en ramas. Además, presentaba tubérculos que en ocasiones llegaban a convertirse en espinas por su tamaño y forma radial (Sharikadze et al., 2004).

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Figura 7. Cheloniceras kiliani obesum. a, vista lateral. c, vista ventral. (Sharikadze, Kakabadze, y Hoedemaeker, 2004).

La amonita Pseudohaploceras alcanzaba un tamaño de 25 a 50 mm, tenía un espiral involuto que se desarrollaba aumentando más su altura que su ancho. Contaba con aproximadamente 14 costillas simples o bifurcadas por espiral. Los flancos convexos descendían suavemente hacia el centro, donde se presentaban pequeños tubérculos (Etayo-Serna, 1968b).

17 PROPUESTA

Infografía que combine elementos gráficos y textuales, compuesta por seis principales partes organizadas jerarquicamente según la profundidad de la información que contiene: título, introducción, concepto de diorama, tiempo geológico, ubicación paleogeográfica y descripción de las especies. Con el objetivo de lograr transmitir de manera idónea, la infografía propuesta debe estar en concordancia con la información geológica y paeontológica de la región del Alto Ricaurte en el Cretácico Inferior, y además seguir las pautas que dicta la museografía para su diseño, las cuales tienen en cuenta el manejo del contenido científico y de los detalles de las piezas gráficas para llegar a los diferentes tipos de visitantes. La infografía tiene unas dimensiones de 700 x 350 mm, su fondo es un dregrade que muestra una transición del amarillo al rojo con una opacidad del 20%.

Título

Figura 8. Representación gráfica del título con tipografía Myriad Pro de 90 puntos.

Introducción

El texto de 48 palabras que compone la introducción está escrito en Palatino de 21 puntos, alineado al margen izquierdo: Durante el Cretácico Inferior, Colombia fue dividida por un gran mar que se alimentaba del Mar Tetis. En el área de la provincia de Alto Ricaurte habitaron desde grandes reptiles, hasta pequeños peces y moluscos, en mantos de aguas profundas caracterizadas por aguas superficiales cálidas y bien iluminadas.

18 Diorama

Escenario

La región de Villa de Leyva.

Escena

● Mar epicontinental de 100 m de profundidad. ● Es posible ver la línea de costa a lo lejos aproximadamente 15 km. ● Sobre la superficie del mar se encuentran trozos de madera de distintos tamaños.

Personaje principal

● El plesiosaurio Callawayasaurus colombiensis.

Personajes adicionales

1. Ictiosaurio Muiscasaurus catheti nada cerca de la superficie y se encuentra en un plano de poca profundidad, por lo que tendrá un tamaño más grande que los otros dos ictiosaurios, que se ven más lejos sacando sus cabezas del agua. 2. Plesiosaurio Callawayasaurus colombiensis se alimenta de los sedimentos del fondo marino, un segundo espécimen saca un poco su cabeza del agua con su cuello relativamente recto. 3. Pliosaurio Stenorhynchosaurus munozi nada a una profundidad media. 4. Pliosaurio Acostasaurus pavachoquensis persigue a una tortuga Desmatochelys padillai. 5. Pliosaurio Kronosaurus boyacensis caza a un segundo espécimen de Callawayasaurus colombiensis. 6. Un tercer espécimen de la tortuga marina Desmatochelys padillai nada en superficie cerca de la costa para depositar sus huevos, se encuentra en un plano de mayor profundidad en la imagen, por lo tanto, será de menor tamaño que el otro ejemplar. 7. Grupo de amonitas, agrupadas según las especies, flotando a una profundidad media. En el caso de Cheloniceras y Pseudohaploceras, se pretende crear una sensación de cercanía al plano visual, debido a su pequeño tamaño a comparación de los vertebrados de la escena. 8. Conchas de amonitas en el fondo marino completas y fragmentadas.

19 9. Banco de peces Vinctifer, con distintos tamaños para mostrar diversas etapas de crecimiento.

Figura 9. Concepto de diorama que representa las 9 escenas, donde interactuan las diferentes especies.

Tiempo geológico

Periodo Cretácico Inferior de la Era Mesozoica.

Figura 10. Representación gráfica del tiempo geológico, que muestra las eras y periodos en forma espiral. Adaptado de “Reloj geológico” (Llompart et al., 1997).

20 Ubicación paleogeográfica

Figura 11. Reconstrucción geográfica de la posición de Colombia en el Cretácico Inferior, donde se señala Villa de Leyva y el mar Tetis del norte. Adaptado de "Mesozoic: 120 Ma Moll_E-Cret" (Blakey, 2016).

Descripción de la especies en infografía y taxonomía sistemática

Todas las descripciones usan tipografía Palatino de 13 puntos y cuentan con una extensión de 21 a 56 palabras, el texto está alineado hacia el margen izquierdo. En el caso de la clasificación taxonómica, utiliza tipografía Baskerville de 12 puntos.

1. Icthyosauria. Es un reptil marino, con forma de pez, que al ser buen nadador alcanzaba altas velocidades. Se impulsaba con su cola y con ayuda de sus aletas fijaba su dirección. Para respirar se acercaba a la superficie. Por sus grandes ojos y afilados dientes podía cazar peces y moluscos navegando desde la profundidad hasta la superficie.

Filo: Chordata (Bateson, 1885). Clase: (Goodrich, 1916). Orden: Icthyosauria (de Blainville, 1835). Familia: Ophthalmosauridae (Baur, 1887). Género: Muiscasaurus (Maxwell et al., 2015).

21 Especie: Muiscasaurus catheti (Maxwell et al., 2015).

2. Testudines. La gran tortuga de 2 m poseía un fuerte caparazón que la protegía de sus depredadores como el pliosaurio. Nadaba muy bien con sus patas que usaban como remos para desplazarse.

Filo: Chordata (Bateson, 1885). Clase: Sauropsida (Goorich, 1916). Orden: Testudines (Batsch, 1788). Familia: Protostegidae (Cope, 1872). Género: Desmatochelys (Williston, 1894). Especie: Desmatochelys padillai (Cadena y Parham, 2015).

3. . Con su larguísimo cuello y filosos dientes atrapaba pequeños peces y amonitas. A pesar de sus 8 m era un gran nadador, lo que le facilitaba recorrer desde el fondo marino para su alimentación y llegar a la superficie para lograr respirar.

Filo: Chordata (Bateson, 1885). Clase: Sauropterigia (Owen, 1860). Orden: (de Blainville, 1835). Familia: Elasmosauridae (Cope, 1869). Género: Callawayasaurus (Carpenter, 1999). Especie: Callawayasaurus colombiensis (Welles, 1962).

4. . Los mayores depredadores del mar de Villa de Leyva. Dependiendo de la especie podían alcanzar hasta 9 m de largo. Estaban dotados de filosos dientes y aletas que les permitían desplazarse en el agua como si estuvieran volando.

22 Filo: Chordata (Bateson, 1885). Clase: Sauropterigia (Owen, 1860). Orden: Plesiosauria (de Blainville, 1835). Familia: Pliosauridae (Seeley, 1874). Género: Stenorhynchosaurus (Páramo-Fonseca et al., 2016). Especie: Stenorhynchosaurus munozi (Páramo-Fonseca et al., 2016).

Filo: Chordata (Bateson, 1885). Clase: Sauropterigia (Owen, 1860). Orden: Plesiosauria (de Blainville, 1835). Familia: Pliosauridae (Seeley, 1874). Género: Acostasaurus (Gómez-Pérez y Noè, 2017). Especie: Acostasaurus pavachoquensis (Gómez-Pérez y Noè, 2017).

Filo: Chordata (Bateson, 1885). Clase: Sauropterigia (Owen, 1860). Orden: Plesiosauria (de Blainville, 1835). Familia: Pliosauridae (Seeley, 1874). Género: Kronosaurus (Longman, 1924). Especie: Kronosaurus boyacensis (Hampe, 1992).

5. Ammonitida. Este molusco extinto alguna vez habitó en todos los mares del planeta, lo que permite a los paleontólogos hoy en día situar a los fósiles en un periodo de la historia de la tierra. Su concha se encontraba dividida para facilitar el movimiento, mediante un sistema de manejo de aire y agua.

Filo: Mollusca (Linnaeus, 1758). Clase: Cephalopoda (Cuvier, 1795). Orden: Ammonitida (Hyatt, 1889). Familia: Crioceratitidae (Wright, 1952).

23 Género: Crioceratites (Lévillé, 1837).

Filo: Mollusca (Linnaeus, 1758). Clase: Cephalopoda (Cuvier, 1797). Orden: Ammonitida (Hyatt, 1889). Familia: Douvilleiceratidae (Parona y Bonarelli, 1897). Género: Cheloniceras (Hyatt, 1903).

Filo: Mollusca (Linnaeus, 1758). Clase: Cephalopoda (Cuvier, 1797). Orden: Ammonitida (Hyatt, 1889). Familia: Desmoceratidae (Zittel, 1895). Género: Pseudohaploceras (Hyatt, 1889).

6. Pez óseo. Así como el actual pez aguja, delicado y fino, Vinctifer era delgado, contaba con brillantes escamas, y finos y diminutos dientes.

Filo: Chordata (Bateson, 1885). Clase: Actinopterygii (Klein, 1885). Orden: Aspidorhynchiformes (Bleeker, 1859). Familia: Aspidorhynchidae (Bleeker, 1859). Género: Vinctifer (Jordan, 1919).

24 Resultados

25 Figura 12. Infografía del Cretácico Inferior de la provincia del Alto Ricaurte, compuesta por título, introduccción, concepto de diorama que muestra escenas simultáneas donde interactuan diferentes especies, tiempo geológico, ubicación paleogeográfica, descripción de las especies y taxonomía sistemática.

Discusión

Infografía La infografía se realiza de forma rectangular, para que el diorama resalte y sea el elemento principal de la exposición. Se usaron colores tenues cálidos, amarillo y rojo, para el fondo con el objetivo de dar la sensación de un ambiente con temperaturas altas. No sólo porque el diorama es una representación de un mar tropical, sino porque en general el Cretácico se caracterizó por altas temperaturas a nivel global y por lo tanto un alto nivel de los oceános (Hay, 2008). Además hay una sutil transición entre los colores de derecha a izquierda, como guía para la lectura de la infografía de acuerdo a los niveles de información. Para lograr un contraste armónico se emplearon colores fríos (Corellano, 1993) para los elementos, con el fin de combinar cada uno de ellos, poniendo como principal color el azul en varias tonalidades al ser el color que representa el mar, tanto en el diorama como en la recostrucción paleogeográfica. En todos los textos se usaron estrategias para facilitar la lectura. La tipografía que debe ser utilizada es serif (Chicone y Kissel, 2016), debido a que este tipo de letra crea la ilusión de una línea inferior que ayudan a llevar una secuencia en la lectura (Rosado, 2018). En la infografía se usaron las fuentes tipográficas palatino y baskerville, de mínimo 12 y 14 puntos respectivamente, en los textos más largos y de información más especializada.

26

Figura 13. Elementos principales de la infografía con flechas rojas que indican el camino que el público debe seguir según los niveles de profundidad en la información: título, introducción, diorama, descripción de las especies, tiempo geológico, ubicación paleogeográfica y descripción de las especies.

Título

El título es el primer nivel de información, está diseñado para visitantes catalogados como facilitadores y streakers. Las palabras escogidas son los temas principales de la exposición, ubica al espectador geográfica (Villa de Leyva) y temporalmente (120 millones de años). Al exponer el tema de exposición las personas pueden leerlo y dependiendo de su interés ver más información. En cuanto a la zona, Villa de Leyva es una de las principales ciudades del departamento de Boyacá, por lo tanto es un lugar que los visitantes fácilmente pueden ubicar; y en cuanto al tiempo, aunque el miembro Arcillolitas Abrigarradas de la Formación Paja se depositó en un limitado tiempo geológico que comprende desde los 130 hasta los 112 millones de años (Cohen et al., 2013), se usó un número múltiplo de 10 que correspondiera aproximadamente a la mitad de este periodo. Para el título se formuló una pregunta, debido a que esta es una de las formas eficientes para llamar la atención del espectador y lo invita a comenzar un proceso de investigación (Chicone y Kissel, 2016). Cuenta con diez palabras, tres más del máximo propuesto por Chicone y Kissel (2016), sin embargo se debe al que la zona geográfica está compuesta por tres palabras. En la infografía, el título se encuentra de forma vertical hacia el margen izquierdo para facilitar el recorrido en los niveles de información y con 72 puntos para que sea el primer elemento leído por el público.

27 Introducción

La introducción corresponde al segundo nivel de información. Es óptima para los visitantes exploradores y cochecitos, quienes hacen un recorrido rápido por el museo y leen una breve explicación de cada una de las exposiciones. La introducción responde de manera general la pregunta propuesta como título y presenta el concepto de un mundo cambiante, por lo tanto, en esta sección se explican las principales diferencias entre el ambiente del Alto Ricaurte en el Cretácico Inferior y el actual. Para Chicone y Kissel (2016) una introducción debe constar de 20 a 300 palabras, y para Trench (2009) de un máximo de 100 palabras, en este caso cuenta con 48 palabras, que aunque sean pocas, son suficientes para lograr describir el ambiente y algunos de los animales que allí habitaban.

Diorama

La investigación realizada se expone de manera visual y textual, es por este motivo, que cada figura en el diorama, sus acciones, posición, tamaño e interacción con los otros, transmite un mensaje. La escala vertical usada en esta representación gráfica es menor que la horizontal, con el objetivo de mostrar una gran cantidad de escenas simultáneas. La mayor actividad e interacción entre los animales se encuentra en los primeros metros del mar, por lo que el 40% de la columna de agua se expone poco habitada, solamente es usada para mostrar la capacidad que tenían varias especies de desplazarse desde el fondo hasta la superficie, dependiendo de la actividad que desarrollaran. Debido a que la profundidad del mar es cercana a los 100 metros (Noè y Gómez-Pérez, en prensa), la costa debe estar lo suficientemente alejada. Por este motivo se restringe la superficie como escenario para mostrar un parte del ciclo de vida de la tortuga: la reproducción. La tortuga marina Desmatochelys padillai nada en superficie cerca de la costa para depositar sus huevos, debido a que se han encontrado objetos esféricos de 50, 61 y 64 mm de diámetro que se han interpretado como huevos fosilizados de tortugas (Etayo-Serna et al., 2015, Páramo-Fonseca, 2015). El ictiosaurio Muiscasaurus catheti nada a una profundidad media para demostrar que podía vivir a diferentes profundidades en la columna de agua, por sus características como grandes ojos y cola ancha (Maxwell et al., 2015). Sin embargo, como se ve en los otros dos miembros de la especie a una mayor distancia, al ser un reptil con respiración pulmonar en ocasiones debía nadar cerca de la superficie para tomar aire. Además demuestran que los ictiosaurios eran vertebrados que vivían y

28 cazaban en grupos (Stinnesbeck et al., 2012), por lo tanto entre ambos difieren en tamaño con el objetivo de representar un espécimen adulto y otro joven. Uno de los plesiosaurios Callawayasaurus colombiensis se encuentra en el fondo marino debido a que su dieta se basaba en peces y cefalópodos con caparazón de pequeño tamaño (Sato y Tanabe, 1998), para lo cual el cuello se curva hacia abajo (Noè y Gómez-Pérez, en prensa). Aunque por la forma y estructura de sus dientes cónicos y afilados era capaz de cazar gran variedad de animales, su restricción para alimentarse estaba dada por el tamaño de su cabeza (Sato y Tanabe, 1998), es decir 350 mm (Welles, 1962). Como su respiración era pulmonar, el segundo espécimen se encuentra cerca de la superficie, con la cabeza por fuera y su cuello relativamente recto con sutiles curvas. En esta especie, es importante la forma en la que se encuentra el cuello, debido a que sus movimientos eran bastante restringidos (Noé et al., 2017). Este plesiosaurio tenía aletas que le permitían desplazarse de manera óptima por la columna de agua (Carpenter et al., 2010). Stenorhynchosaurus munozi es el menor de los pliosaurios con respecto a su tamaño, aproximadamente 4 m de largo, por doblarle el tamaño persigue a una tortuga Desmatochelys padillai, en virtud a que en el cráneo de esta se han encontrado hoyos con una sección circular que han sido interpretados como la mordida de un pliosaurio (Noè et al., 2017). El pliosaurio Acostasaurus pavachoquensis está a una profundidad media, exponiendo sus aletas y haciendo referencia a la forma de nadar. El pliosaurio Kronosaurus boyacensis al ser el pliosaurio más grande representado en el diorama era capaz de cazar a los animales de mayor tamaño como el plesiosaurio Callawayasaurus colombiensis. Además se han encontrado dientes pertenecientes al género Kronosaurus en el cráneo de plesiosaurios (Thulborn y Turner, 1993). Las amonitas están distribuidas a variadas profundidas, pero sobre todo cerca de la superficie del agua por encima de los 60 metros, ya que a partir de allí hasta el fondo marino el mar se encontraba en condiciones anóxicas y los cefalopodos no podían sobrevivir en esas condiciones (Noè y Gómez-Pérez, en prensa), lo que no permitía que las amonitas se desarrollarán a grandes profundidades. Por este motivo en el fondo del mar, sólo se observan conchas de amonitas. Cabe resaltar, que tenían diferentes tamaños entre especies, e incluso, entre miembros de las mismas especies. En primer lugar Pseudohaploceras es la amonita de menor tamaño, con una longitud máxima de 25 mm a 50 mm (Etayo-Serna, 1968b), esta especie se encuentra cerca para poder observar sus detalles a pesar de su tamaño. En segundo lugar la Cheloniceras tenía un gran rango, podía medir desde 20 a 250 mm (Sharikadze et al., 2004), por lo tanto en el diorama se observan

29 un grupo con miembros de esta especie con distintos tamaños. En último lugar Crioceratites es la amonita de mayor tamaño, con 300 mm de largo, y forma un poco diferente por su espiral evoluto y con costillas más gruesas al final (Kakabadze y Hoedemaeker, 1997).

Tiempo geológico

A partir de este punto, la información va dirigida hacia los visitantes clasificados como estudiosos y profesionales con interés hacia el tema de la exposición o conocimientos previos. Sin embargo, cada etiqueta está escrita de manera que la mayor cantidad de público lo pueda entender. El tiempo geológico está representado en forma de un espiral circular evocando la forma de una amonita, debido a que son fósiles abundantes en la Formación Paja (Etayo-Serna, 1968b) y a que su estructura geométrica evita crear una monotonía en las formas de los elementos del diorama, ha sido adaptado del trabajo de Llompart et al. (1997). Se usó para todos los periodos geológicos una escala de grises, excepto para el Cretácico, el cual se distingue con un color amarillo como fondo para crear un contraste con la letra oscura, a fin de llamar la atención (Chicone y Kissel, 2016) hacia el tiempo en el que se desarrolla la historia del diorama.

Ubicación paleogeográfica

Para continuar con la jerarquía de la información, la ubicación paleogeográfica de Villa de Leyva se encuentra debajo del tiempo geológico para reconocer qué ambientes habían en la actual localización de Colombia. Debido a que la forma del país era diferente en el Cretácico, puede ser extraña para algunos visitantes, así que se ubica la región del Alto Ricaurte dentro del mapa global vigente. Además el mapa ayuda a entender la provenencia de la fauna, animales que podían haber llegado desde las aguas que ingresaban por el norte, del mar Tetis o del Proto pacífico (Scotese, 2006). Es importante resaltar que los colores y elementos que se usaron para la reconstrucción y adaptación de la paleogeografía, tiene como marco un esquema global en el uso de colores (Corellano, 1993). De esta manera se elegió el verde para representar el continente, haciendo referencia a la vegetación (San Antonio Gómez et al., 2008), y el azul para el color del mar, debido a que ha sido usado por transmitir la sensación de humedad (Corellano, 1993), en este caso se usaron dos tonalidades para diferenciar las profundidades, especialmente al tener el cuenta que el diorama se desarrolla en un mar epicontinental, un mar somero que se extiende sobre plataforma

30 continental y de poca profundidad (Fregenal et al., 2000), dominado por lodo siliclástico y sedimentos de alto contenido orgánico.

Descripción de las especies

La descripción de los animales del diorama contiene dos niveles de información, el primero explica generalidades, características morfológicas o formas de vida llamativas, usando lenguaje sencillo y asociado a conocimientos previos, con el fin de aprovechar el conocimiento previo del público (Chicone y Kissel, 2016). El número de palabras óptimo para esta sección es de máximo 150 (Trench, 2009, Chicone y Kissel, 2016), en la infografía las descripciones varían de 21 a 56 palabras, un número limitado sobretodo por el espacio. El segundo nivel está hecho para los visitantes que estén interesados por los detalles científicos, está compuesto por la taxonomía sistemática de la especie, desde el orden, con el fin de distinguir de manera más fácil las diferencias entre los organismos sin entrar a clasificaciones generales. Además, cada espacio se identifica por el uso de distintos colores fríos de fondo, poniendo el tono más oscuro para los animales de más grandes y aclarandolo a medida que el organismo disminuye de tamaño. Con el fin de evitar una exposición estática la organización de las descripciones y las ilustraciones se intercaló.

Conclusiones

● El diorama es una herramienta usada a partir el siglo XIX y desde entonces ha sido utilizada como herramienta para la transmisión y educación en la ciencia. Entre sus ventajas está la capacidad de atraer distintas clases de visitantes debido a la combinación de elementos gráficos. Sin embargo uno de los retos que enfrenta el diorama es adaptarse a la tecnología, es ahí donde los dioramas digitales toman protagonismo, ya que estos permiten presentar una exposición fuera de un lugar cerrado y romper con antiguos esquemas sobre la divulgación de la ciencia.

● Aunque el diorama sólo muestra parte de la fauna del Cretácico Inferior en la provincia del Alto Ricaurte, logró exponer la diversidad de organismos, y sus diferencias en tamaños y formas de vida, como las condiciones de profundidad y luz que necesitaban de acuerdo al acceso del alimento.

31

● En el diorama se puede transmitir mucha información gracias a que permite ilustrar escenas simultáneas, además complementandolo con la infografía se alcanza a ampliar el contenido científico que se pretende transmitir. Para su elaboración fue necesario tener en cuenta las pautas que dicta la museografía y de diseño, siempre teniendo presente el objetivo de los elementos visuales y textuales porque cada uno de ellos envía un mensaje, y el lenguaje debe ser el apropiado para cada nivel de información.

● Debido a que al Museo José Royo y Gómez llegan distintos tipo de visitantes, fue necesario que la infografía tuviera en cuenta a cada uno de ellos y manejar de manera cuidadosa la información, de acuerdo a los conocimientos previos y al nivel de educación e intereses del público.

Referencias

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