El Cielo Y Sus Maravillas Y El Infierno De Cosas Oídas Y Vistas Por Emanuel Swedenborg Traducido Por Jørgen Anderson Índice De La Obra
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
El Cielo y sus maravillas y el Infierno de cosas oídas y vistas Por Emanuel Swedenborg Traducido por Jørgen Anderson Índice de la obra. §1 [Prólogo del Autor] El Cielo [1] §§ 2—6 El Dios del Cielo es el Señor [2] §§ 7—12 La Divinidad del Señor hace el Cielo [3] §§ 13—19 En el Cielo la Divinidad del Señor es el amor a Él y la caridad hacia el prójimo [4] §§ 20—28 El Cielo está dividido en dos reinos [5] §§ 29—40 Hay tres cielos [6] §§ 41—50 Los cielos se componen de innumerables sociedades [7] §§ 51—58 Cada sociedad es un Cielo en la más pequeña forma, y cada ángel en la más pequeña forma, constituye un Cielo [8] §§ 59—67 Todo Cielo en su conjunto, refleja a un sólo hombre [9] §§ 68—72 Cada sociedad en el Cielo refleja a un sólo hombre [10] §§ 73—77 Todo Ángel está en el Cielo en forma completamente humana [11] §§ 78—86 De la Divina Humanidad del Señor es de donde el Cielo, como un todo y una parte, se refleja en el hombre [12] §§ 87—102 Hay una correspondencia de todas las cosas del Cielo con todas las cosas del hombre [13] §§ 103—115 Hay una correspondencia del Cielo con todas las cosas de la Tierra [14] §§ 116—125 El sol en el Cielo [15] §§ 126—140 La luz y el calor en el Cielo [16] §§ 141—153 Las cuatro partes del Cielo o los cuatro puntos cardinales [17] §§ 154—161 Cambios de estado de los ángeles en el Cielo [18] §§ 162—169 El tiempo en el Cielo [19] §§ 170—176 Las representaciones y las apariencias en el Cielo [20] §§ 177—182 Los vestidos con que los ángeles aparecen ataviados [21] §§ 183—190 Las moradas de los ángeles [22] §§ 191—199 El espacio en el Cielo [23] §§ 200—212 La Forma del Cielo y de cómo ésta determina las afiliaciones y las comunicaciones allá [24] §§ 213—220 Los gobiernos en el Cielo [25] §§ 221—227 El culto Divino en el Cielo [26] §§ 228—233 El poder de los ángeles en el Cielo [27] §§ 234—245 El habla de los ángeles [28] §§ 246—257 El habla de los ángeles con el hombre [29] §§ 258—264 La escritura en el Cielo [30] §§ 265—275 La sabiduría de los ángeles del Cielo [31] §§ 276—283 El estado de inocencia de los ángeles en el Cielo 1 EL CIELO Y EL INFIERNO [32] §§ 284—290 El estado de paz en el Cielo [33] §§ 291—302 La unión del Cielo con la especie humana [34] §§ 303—310 La unión del Cielo con el hombre a través de la palabra [35] §§ 311—317 El Cielo y el Infierno son propios de la especie humana [36] §§ 318—328 Situación de los no cristianos o de los que están fuera de la Iglesia, en el Cielo [37] §§ 329—345 Los niños en el Cielo [38] §§ 346—356 Los sabios y los sencillos en el Cielo [39] §§ 357—365 Los ricos y los pobres en el Cielo [40] §§ 366—386 Los matrimonios en el Cielo [41] §§ 387—394 Los empleos de los ángeles en el Cielo [42] §§ 395—414 La alegría y la felicidad en el Cielo [43] §§ 415—420 La inmensidad del Cielo El Mundo de los Espíritus [44] §§ 421—431 De lo que es el mundo de los espíritus [45] §§ 432—444 Con respecto a su interioridad, todo hombre es un espíritu [46] §§ 445—452 La resurrección y la entrada a la vida eterna [47] §§ 453—460 El hombre después de la muerte está en completa forma humana [48] §§ 461—469 Después de la muerte el hombre posee todos los sentidos, toda la memoria, pensamiento y afección que tuvo en el mundo, no dejando nada tras de si, sino su cuerpo terrenal [49] §§ 470—484 El hombre después de la muerte es tal como lo fue en su vida en el mundo [50] §§ 485—490 Las delicias de la vida de cada cual, se transforman, después de la muerte, en las delicias correspondientes [51] §§ 491—498 El primer estado del hombre después de la muerte [52] §§ 499—511 El segundo estado del hombre después de la muerte [53] §§ 512—520 El tercer estado del hombre después de la muerte: estado de instrucción para aquellos que entran al Cielo [54] §§ 521—527 Nadie entra al Cielo por mera misericordia sin los medios necesarios para ello [55] §§ 528—535 No es tan difícil vivir la vida que conduce al Cielo como muchos creen El Infierno [56] §§ 536—544 El Señor gobierna los infiernos [57] §§ 545—550 Ninguno es arrojado al Infierno por el Señor, esto lo hace el espíritu de cada cual [58] §§ 551—565 Todos los que están en los infiernos están en los males y en los errores que hay en ellos, derivados del amor al yo (egoísmo) y al mundo [59] §§ 566—575 Lo que es el fuego del Infierno y el crujir de dientes [60] §§ 576—581 La malicia y los artificios de los espíritus infernales [61] §§ 582—588 La aparente situación y número de los infiernos [62] §§ 589—596 El equilibrio entre el Cielo y el Infierno [63] §§ 597—603 Por medio del equilibrio entre el Cielo y el Infierno, el hombre tiene libertad 2 PRÓLOGO. 1. Cuando el Señor, ante Sus discípulos, habla de la consumación del siglo, por lo cual se entiende el último período de la vida de la iglesia, al final de la predicción acerca de los sucesivos estados de la misma con respecto al amor y a la fe, dice así: Luego... después de la aflicción de aquellos días el sol se oscurecerá y la luna no dará su lumbre, y las estrellas caerán del cielo y las potencias del cielo serán conmovidas, y entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre venir en las nubes del cielo con potencia y grande gloria, y enviará sus ángeles con trompeta y magna voz, y juntará sus escogidos de los cuatro vientos, del extremo de los cielos hasta el extremo de ellos (Maleo 24 29-31). Él que toma estas palabras en el sentido literal cree que todo cuanto expresan según la descripción en ese sentido se verificará en el postrer tiempo llamado el último juicio, es decir, no solamente que el sol y la luna se oscurecerán y que las estrellas caerán del cielo, así como que la señal del Señor aparecerá en el cielos y que verán a Él en las nubes y también a los ángeles con trompetas, sino que también según la predicción en otro lugar, el mundo visible entero perecerá y que luego aparecerá un nuevo cielo con una nueva tierra. En esta creencia está hoy día la mayor parte en la iglesia. Pero los que así creen no conocen los arcanos que están ocultos en cada detalle del Verbo; porque en cada detalle del Verbo hay un sentido interior, el cual no expresa cosas naturales y mundanas como las que se hallan en el sentido literal, sino espirituales y celestiales, y esto no tan sólo con respecto a la significación de una pluralidad de palabras, sino también con respecto a cada palabra en particular, porque el Verbo es compuesto de puras correspondencias, a fin de que haya sentido interior en cada detalle. La índole de este sentido se puede conocer por todo cuanto con respecto al mismo se ha dicho y manifestado en "Arcana Coelestia," lo cual también puede verse en compendio en la explicación de "El Caballo Blanco," del cual se habla en el Apocalipsis. Según este sentido deben entenderse las cosas que en el lugar arriba indicado dijo el Señor acerca de Su venida en las nubes del cielo. Allí, el "sol" que se oscurecerá significa el Señor con respecto al amor, la "luna" el Señor con respecto a la fe, las "estrellas" los conocimientos del bien y de la verdad o sea del amor y de la fe la "señal del Hijo del Hombre en el cielo" la aparición de la Divina verdad; las "tribus de la tierra," que lamentarán, todo cuanto pertenece a la verdad y al bien o sea a la fe y al amor; " la venida del Señor en las nubes del cielo con potencia y gloria," Su presencia en el Verbo y la revelación; por "nubes" se significa el sentido literal del Verbo, y por "gloria" el sentido interior del Verbo; por "ángeles con trompeta y potente voz" se significa el cielo de donde procede la Divina verdad. Por esto es evidente que por aquellas palabras del Señor se entiende que al final de la iglesia, cuando ya no quede amor alguno y por ello tampoco fe alguna, abrirá el Señor Su Verbo con respecto a su sentido interior, y revelará los arcanos del cielo. Los arcanos que en lo siguiente serán revelados se refieren al cielo y al infierno así como a la vida del hombre después de la muerte. El hombre de la iglesia hoy día apenas sabe cosa alguna acerca del cielo y del infierno, ni de su vida después de la muerte, por más que todas estas cosas se hallan consignadas en el Verbo; hasta hay muchos, nacidos dentro de la iglesia, que las niegan, diciendo en su corazón: "¿Quién ha venido de allí y las ha contado?" Con el fin, pues, de que semejante negación, la cual reina principalmente entre aquellos que tienen mucho de 3 EL CIELO Y EL INFIERNO la sabiduría del mundo, no contamine y corrompa también a los de sencillo corazón y de sencilla fe, me ha sido otorgado estar con los ángeles, y hablar con ellos como hombre con hombre y así como ver las cosas que hay en el cielo y también las que hay en el infierno, y esto por espacio de trece años, siéndome ahora permitido referirlas por oídas y vistas, esperando que así la ignorancia será iluminada y la incredulidad disipada.