Pdf Historia De Los Heterodoxos Españoles. Apéndice II: España
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Historia de los heterodoxos españoles. Apédice II: España antes del cristianismo Índice: PROLEGÓM ENOS.— CUADRO GENERAL DE LA VIDA RELIGIOSA EN LA PENÍNSULA ANTES DE LA PREDICACIÓN DEL CRISTIANISMO I.— PREHISTORIA.— CREENCIAS, RITOS Y SUPERSTICIONES DE LA ESPAÑA PREHISTÓRICA.—ANTIGUA CONFUSIÓN DE LOS MONUMENTOS PREHISTÓRICOS CON LOS CÉLTICOS.—INDICIOS DE LA RELIGIOSID AD DEL HOMBRE CUATERNARIO.—ESCULTURAS Y PINTUR AS DE LA ÉPOC A PALEOLÍTICA: LA CUEVA DE ALTAMIRA Y OTRAS.—CONJETURAS SOBRE EL SIMBOLISMO DE LAS PINTURAS RUPESTRES.—EL FETICHISMO Y EL TOTEMISMO.—INDICIOS DE NECROLATRÍA: ESQUELETOS DEL VALLE DEL TAJO.—EL CULTO DE LOS MUERTOS EN LA EDAD NEOLÍTICA.—DIVERSOS MODOS DE SEPULTURAS.—CAVERNAS NATURALES Y ARTIFICIALES.— SIGNOS (VULGARMENTE LETREROS) DE LAS CUEVAS DE CARCHENA, FUENCALIENTE Y VÉLEZ BLANCO.—OTRAS ANÁLOGAS DE PORTUGAL.— SEPULTURAS EN CUEVAS NATURALES (ALBUÑOL, ALHAMA DE GRANADA Y OTRAS DE ANDALUCÍA Y PORTUGAL).—SEPULTURAS EN GRUTAS ARTI FICI ALES (P ALMELL A Y OTR AS).—CRIPT AS MEG ALÍ TIC AS.—SU CLASIFIC ACIÓN.—DÓL MENES.—ZONA GEOGR ÁFICA QUE ABARC AN: DIVERSOS NOMBRES QUE RECIBEN.— ANTAS DE PORTUGAL.— CAVIDADES ARTIFICIALES EN ALGUNOS MONUMENTOS MEGALÍTICOS: PIEDRAS DE CAZOLETAS: COVINHAS.—SUPERSTICIONES QUE CON ELLAS SE ENLAZAN.—CONJETURAS SOBRE UNA ESCRITURA SIMBÓLICA.—ARCAS DE EXTREMADURA Y OTROS MONUMENTOS PREHISTÓRICOS DE LA MISMA REGIÓN.— PREHISTORIA DE GALICIA.—SU RIQUEZA.—TRADICIONES DE CIUDADES LACUSTRES.—SUPERSTICIONES RELATIVAS A LAS PIEDRAS OSCILANTES: LA LITOLATRÍA.—MENHIRES, CROMLECHS Y ALINE AMIENT OS.—C ASTROS Y MÁMO AS .—DÓLMENES DE ASTURI AS, C ANT ABRI A Y ÁL AVA.—PREHISTORI A C ASTELL ANA.— TREPANACIÓN PREHISTÓRICA Y PERFORACIONES CRANIANAS.— MONUMENTOS MEGALÍTICOS DE ANDALUCÍA.—TUMBAS DE ANTEQUER A.— PREHISTORIA DEL VALLE DEL GUADALQUIVIR.— NECRÓPOLIS DE CARMONA.—PREHISTORIA DE CATALUÑA.—PINTURAS RUPESTRES DE COGUL.—DÓLMENES.—EDAD DE LOS METALES.— PRIMITIVA CIVILIZACIÓN DEL SUDESTE DE LA PENÍNSULA.— SUS RITOS FÚNEBRES.—SU ARTE.—MONUMENTOS DE TRANSICIÓN: LAS CITANIAS.—EL ÍDOLO NEOLÍTICO.—L AS RAZAS PRIMITIVAS DE ESPAÑ A DESDE EL PUNTO DE VISTA ANTROPOLÓGICO.—PREHISTORIA DE L AS ISLAS BALEARES.—TALAYOTS Y NAVETAS DE MENORCA.—PREHISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.— RITOS FÚNEBRES: EMBALSAMAMIENTOS.— LOS GUANCHES DESDE EL PUNTO DE VISTA ANTROPOLÓGICO Y ETNOGRÁFICO II.— HISTORIA.— CREENCIAS, RITOS Y SUPERSTICIONES DE LAS TRIBUS IBÉRICAS.—TESTIMONIOS DE LOS HISTORIADORES Y GEÓGR AFOS CLÁSICOS.—INSCRIPCIONES.—MONED AS—MONUMENTOS FIGURADOS.—TEMPLOS.—CLASIFICACIÓN DE LAS DIVINIDADES INDÍGENAS.—POLITEÍSMO GRECO-ROMANO. CULTOS Y MISTERIOS ORIENTALES.—COLONIAS JUDÍAS file:///D|/Revisar/Menéndez_Pelayo/029145/01.HTM HISTORIA DE LOS HETERODOXOS ESPAÑOLES — VIII : APÉNDICE II: ESPAÑA ANTES DEL CRISTIANISMO PROLEGÓMENOS.—CUADRO GENERAL DE LA VIDA RELIGIOSA EN LA PENÍNSULA ANTES DE LA PREDICACIÓN DEL CRISTIANISMO [1] [p. 7] I.—PREHISTORIA.—CREENCIAS, RITOS Y SUPERSTICIONES DE LA ESPAÑA PREHISTÓRICA.—ANTIGUA CONFUSIÓN DE LOS MONUMENTOS PREHISTÓRICOS CON LOS CÉLTICOS.—INDICIOS DE LA RELIGIOSIDAD DEL HOMBRE CUATERNARIO. —ESCULTURAS Y PINTURAS DE LA ÉPOCA PALEOLÍTICA: LA CUEVA DE ALTAMIRA Y OTRAS.—CONJETURAS SOBRE EL SIMBOLISMO DE LAS PINTURAS RUPESTRES. —EL FETICHISMO Y EL TOTEMISMO.—INDICIOS DE NECROLATRÍA: ESQUELETOS DEL VALLE DEL TAJO.—EL CULTO DE LOS MUERTOS EN LA EDAD NEOLÍTICA.— DIVERSOS MODOS DE SEPULTURAS.—CAVERNAS NATURALES Y ARTIFICIALES.— SIGNOS (VULGARMENTE LETREROS) DE LAS CUEVAS DE CARCHENA, FUENCALIENTE Y VÉLEZ BLANCO.—OTRAS ANÁLOGAS DE PORTUGAL.— SEPULTURAS EN CUEVAS NATURALES (ALBUÑOL, ALHAMA DE GRANADA Y OTRAS DE ANDALUCÍA Y PORTUGAL).—SEPULTURAS EN GRUTAS ARTIFICIALES (PALMELLA Y OTRAS).—CRIPTAS MEGALÍTICAS.—SU CLASIFICACIÓN.—DÓLMENES. —ZONA GEOGRÁFICA QUE ABARCAN: DIVERSOS NOMBRES QUE RECIBEN.— ANTAS DE PORTUGAL.—CAVIDADES ARTIFICIALES EN ALGUNOS MONUMENTOS MEGALÍTICOS: PIEDRAS DE CAZOLETAS: COVINHAS.—SUPERSTICIONES QUE CON ELLAS SE ENLAZAN.—CONJETURAS SOBRE UNA ESCRITURA SIMBÓLICA.—ARCAS DE EXTREMADURA Y OTROS MONUMENTOS PREHISTÓRICOS DE LA MISMA REGIÓN.— PREHISTORIA DE GALICIA.—SU RIQUEZA.—TRADICIONES DE CIUDADES LACUSTRES.—SUPERSTICIONES RELATIVAS A LAS PIEDRAS OSCILANTES: LA LITOLATRÍA.—MENHIRES, CROMLECHS Y ALINEAMIENTOS.—CASTROS Y MÁMOAS. —DÓLMENES DE ASTURIAS, CANTABRIA Y ÁLAVA.—PREHISTORIA CASTELLANA.— TREPANACIÓN PREHISTÓRICA Y PERFORACIONES CRANIANAS.—MONUMENTOS MEGALÍTICOS DE ANDALUCÍA.—TUMBAS DE ANTEQUERA.— PREHISTORIA DEL VALLE DEL GUADALQUIVIR.—NECRÓPOLIS DE CARMONA.—PREHISTORIA DE CATALUÑA.—PINTURAS RUPESTRES DE COGUL.—DÓLMENES.—EDAD DE LOS METALES.—PRIMITIVA CIVILIZACIÓN DEL SUDESTE DE LA PENÍNSULA.— SUS RITOS FÚNEBRES.—SU ARTE.—MONUMENTOS DE TRANSICIÓN: LAS CITANIAS.— EL ÍDOLO NEOLÍTICO.—LAS RAZAS PRIMITIVAS DE ESPAÑA DESDE EL PUNTO DE VISTA ANTROPOLÓGICO.—PREHISTORIA DE LAS ISLAS BALEARES.—TALAYOTS Y NAVETAS DE MENORCA.—PREHISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.— RITOS FÚNEBRES: EMBALSAMAMIENTOS.—LOS GUANCHES DESDE EL PUNTO DE VISTA ANTROPOLÓGICO Y ETNOGRÁFICO. [p. 8] La historia de las creencias religiosas profesadas en España antes del Cristianismo, es preliminar indispensable a la historia de los heterodoxos españoles. En esos cultos primitivos, indígenas o importados, está acaso la explicación de algunos fenómenos que, durante el curso de los siglos, se repiten en nuestras sectas heréticas, y son o pueden ser una prolongación atávica. Algo de file:///D|/Revisar/Menéndez_Pelayo/029145/01.HTM (1 de 147)22/04/2008 12:50:10 file:///D|/Revisar/Menéndez_Pelayo/029145/01.HTM ibérico ha de encontrarse en el fondo oscuro de las supersticiones populares, y algo también del paganismo oriental y clásico se refleja en ellas. Aquilatar el influjo y persistencia de estos elementos no es materia ajena del historiador eclesiástico, pero no cae de lleno en su jurisdicción, y exige tratados especiales que en España apenas existen, salvo dos o tres brillantes excepciones, [p. 9] como las obras de Costa y Leite de Vasconcellos. Esta materia que anda dispersa y no clasificada aún científicamente, puede dar ocupación provechosa a la vida de un hombre, y exige un cúmulo de conocimientos especiales, puesto que sus fuentes no pueden ser más diversas; monumentos de arqueología prehistórica, ibérica e hispano-romana, monedas e inscripciones, textos de historiadores y geógrafos griegos y latinos. Mucho deseamos que algún erudito de buena escuela, seriamente educado en disciplinas tan varias, y libre de la presunción de construir una teoría, hoy imposible, sobre los pueblos de la Iberia primitiva, se decida a recoger sistemáticamente el material que poseemos, y a interpretar los hechos conforme a los positivos resultados que va logrando (merced a los progresos de la lingüística y de la arqueología) la Ciencia de las Religiones o Mitología comparada, tan digna de respeto cuando se sujeta a las condiciones de las ciencias históricas, y no intenta penetrar en el campo de la Teología especulativa. Yo, que por mis aficiones y estudios soy bastante forastero en las nuevas y dificilísimas ramas del saber que tienen por campo las edades remotas del género humano, sólo intento aquí, movido por exigencias de mi asunto, agrupar con cierto método las principales noticias que conozco acerca de las manifestaciones de la vida religiosa en nuestra Península antes de la predicación de la doctrina evangélica. Mi propósito no puede ser más modesto, puesto que habré de apoyarme casi siempre en investigaciones ajenas, excepto en lo relativo a los textos históricos de la antigüedad, que leo e interpreto por mi cuenta. Pero aún circunscrita así mi tarea, es de ardua ejecución, por lo cual solicito la mayor indulgencia de quien leyere estos apuntes, que sólo pueden tener un valor provisional. El orden que adopto en la exposición va impuesto por la materia misma. Comienzo por la Prehistoria, incluyendo en ella, no sólo los periodos paleolítico y neolítico, sino las primeras edades del metal, que llaman algunos Protohistoria, sin razón a mi juicio, porque no puede existir verdadero conocimiento histórico cuando no existe cronología ni sabemos siquiera el nombre de las gentes a quien corresponden los restos antropológicos y arqueológicos que estudiamos. Las denominaciones que hoy se les dan son puramente convencionales, suelen estar tomadas de la [p. 10] geografía moderna y carecen de todo valor etnográfico. Puede admitirse que esas razas hayan dado origen a las poblaciones que luego vemos aparecer en la historia con los nombres de Ligures, Iberos, Tartesios, Libios, Celtas, etc., o se hayan mezclado con ellas, pero hasta ahora los hombres de la España primitiva continúan siendo anónimos para nosotros. La ciencia de las antigüedades prehistóricas se detiene donde empiezan los documentos históricos más antiguos. Sus límites no pueden ser los mismos para cada región. En Egipto, la época de las grandes dinastías, que pertenece ya a la historia positiva, se remonta, según opinión común, a más de cuatro mil años antes de nuestra era. De España y de las Galias, apenas comenzamos a tener datos seguros en escritores griegos del siglo VI, y aún éstos son muy cortos y muy vagos. Hoy mismo hay pueblos cazadores, de África (como los bosquimanos), de América (como los botocudos y los habitantes de la tierra del Fuego), de Oceanía (como algunas tribus australianas), que viven en pleno prehistorismo, y cuyos rudimentos de arte e industria sirven a los antropólogos para explicar por comparación la pictografía y los vestigios industriales del hombre de la edad del reno o rengífero, que habitó las cavernas de la Europa occidental en el período