<<

Book Chapter

Crisis bancarias en la historia. Del Antiguo Régimen a los orígenes del capitalismo moderno

MARTÍN-ACEÑA, P., NOGUES-MARCO, Pilar

Reference

MARTÍN-ACEÑA, P., NOGUES-MARCO, Pilar. Crisis bancarias en la historia. Del Antiguo Régimen a los orígenes del capitalismo moderno. In: F. Comín & M. Hernández. Las crisis económicas en España, 1300-2012. Lecciones de la Historia. : Alianza Editorial, 2013. p. 141-167

Available at: http://archive-ouverte.unige.ch/unige:77451

Disclaimer: layout of this document may differ from the published version.

1 / 1 FRANCISCO COMíl)l MAURO HERNÁNDEZ (EDS.)

CRISIS ECONÓMICAS EN ESPAÑA

1300-2012

LECCIONES DE LA HISTORIA

ALIANZA EDITORIAL Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra está protegido por la Ley, que establece penas de prisión y/o multas, además de las correspondientes indemnizaciones por daños y perjuicios, para quienes reprodujeren, plagiaren, distribuyeren o comunicaren públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la preceptiva autorización.

© de los respectivos capítulos: Hilario Casado Alonso, Juan Castañeda Fernández, Jordi Catalan Vidal, Fernando Collantes Cutiérrez, Francisco Comín Comín, Mauro Hernández Benítez, Ricardo Hernández Carda, Pablo Martín-Aceña, Elena Martínez-Ruiz, Pilar Nogues-Marco, Vicente Pérez Moreda, Vicente Pinilla Navarro, Alex Sánchez Suárez, Antonio Tena-Junguito, Rafael Vallejo Pousada, 2013 © Alianza Editorial, S. A., Madrid, 2013 Calle Juan Ignacio Luca de Tena, 15; 28027 Madrid: teléf. 91 393 88 88 www:alianzaeditorial.es ISBN: 978-84-206-7447-6 Depósito legal: M.1.018-2013 Printed in

SI QUIERE RECIBIR INFORMACIÓN PERIÓDICA SOBRE LAS NOVEDADES DE ALIANZA EDITORIAL, ENVÍE UN CORREO ELECTRÓNICO A LA DIRECCIÓN: [email protected] ÍNDICE

LISTADO DE AUTORES ...... 15

INTRODUCCIÓN. LAS CRISIS ECONÓMICAS EN ESPAÑA: UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA, 1300-2012, Francisco Comín y Mauro Hernández...... 17

1. CRISIS DEMOGRÁFICAS DEL PASADO Y PROBLEMAS DE­ MOGRÁFICOS DEL PRESENTE, Vicente Pérez Moreda y Fernando Collantes ...... 27 ¿Qué es una crisis demográfica? ...... 27 Las crisis de mortalidad en la España del Antiguo Régimen...... 28 Crisis y problemas demográficos en la España contemporánea ...... 41 Los procesos de despoblación rural...... 42 El envejecimiento de la población...... 49 Conclusión ...... 53

2. DEL HAMBRE A LA ABUNDANCIA: LAS CRISIS AGRARIAS, Ricardo Hernández y Vicente Pinilla ...... 55 Introducción. ¿Qué es una crisis agraria? ...... 55 Las crisis agrarias en una economía de Antiguo Régimen ...... 57 Peculiaridades de las crisis agrarias antiguas ...... 57 Las crisis agrarias coyunturales...... 57 La crisis del siglo XlV. ¿Crisis o mito importado por la historiogra- fía europea?...... 58 10 CRISIS ECONÓMICAS EN ESPAÑA, 1300-2012

El gigante con pies de barro o la crisis del siglo XVII español...... 60 Las crisis agrarias en una economía capitalista...... 64 Una visión de largo plazo de las crisis agrarias en los siglos XIX y xx...... 64 La crisis de la agricultura del Antiguo Régimen y la reforma agraria liberal pendular...... 67 La persistencia de las crisis de subsistencia...... 68 La integración de los mercados mundiales de productos agrarios. La depresión finisecular...... 70 Una crisis agraria estructural y social...... 73 Autarquía, mercado negro y el retroceso tecnológico del primer franquismo. ¿La agricultura tradicional en crisis o una crisis de modernización? ...... 74 La crisis final de la agricultura tradicionaL...... 76 La sostenibilidad de la agricultura moderna. ¿Una crisis medioam- biental? ...... 78 Conclusiones ...... 79

3. CINCO CISNES NEGROS. GRANDES DEPRESIONES EN LA INDUSTRIALIZACIÓN MODERNA Y CONTEMPORÁNEA, 1500-2012,jordi Catalan y Alex Sdnchez ...... 83 Dos cisnes negros de la edad moderna. Las crisis industriales antes de 1850...... 84 La gran depresión del Seiscientos, 1580-1690...... 85 La crisis del Antiguo Régimen, 1790-1830...... 89 Tres cisnes negros de la edad contemporánea. Las crisis industriales des- pués de 1850...... 93 La gran crisis de la primera globalización, 1884-1890...... 95 La mayor depresión contemporánea, 1931-1951...... 100 La gran depresión del euro, 2001-2012...... 105 Conclusiones...... 110

4. ¿CRISIS COMERCIALES EN LA HISTORIA DE ESPAÑA? ¿QUÉ CRISIS?, Hilario Casado Alonso y Antonio Tena-junguito ...... 113 Introducción...... 113 Las crisis comerciales en la España preindustrial...... 116 La crisis del comercio catalán en el siglo XV ...... 117 La crisis del comercio exterior castellano con Europa a finales del siglo XVI...... 118 La crisis de la carrera de Indias en el siglo XVII...... 121 ÍNDICE 11

La crisis de los intercambios coloniales con América a finales del siglo XVIII...... 124 Las crisis comerciales en la España contemporánea ...... 125 Dinamismo exportador en los siglos XIX y xx...... 125 Crisis comerciales y desintegración en los siglos XJX y XX ...... 128 Crisis comerciales y desplazamiento geográfico de las exportaciones 133 Conclusiones ...... 137

5. CRISIS BANCARIAS EN LA HISTORIA DE ESPAÑA. DEL AN­ TIGUO RÉGIMEN A LOS ORÍGENES DEL CAPITALISMO MODERNO, Pablo Martín-Aceña y Pilar Nogues-Marco...... 141 Introducción...... 141 En el Antiguo Régimen. Las quiebras de la banca pública sevillana en el siglo XVI ...... 143 Las quiebras de los primitivos bancos de depósito y la ausencia de un banco central de giro ...... 143 La banca pública en Castilla en el siglo XVI ...... 144 Las quiebras de la banca pública sevillana en el siglo XVI ...... 147 En los orígenes del capitalismo español. La crisis bancaria de 1866 ...... 151 Cambios legislativos, expansión bancaria y crisis...... 151 Las raíces de la crisis...... 155 La primera crisis bancaria del capitalismo españoL...... 163 Conclusiones ...... 164

6. APUROS, AHOGOS, ARREGLOS Y BANCARROTAS. LAS CRI- SIS DE LA DEUDA PÚBLICA, 1504-2012, Francisco Comín...... 169 Introducción...... 169 Los remedios ortodoxos a las crisis de la deuda pública...... 171 Las reformas tributarias ...... 171 La privatización del patrimonio público ...... 172 La irresponsabilidad en la gestión de la deuda pública...... 173 La leyenda negra de las bancarrotas...... 173 El abuso de los juros: la eutanasia del rentista castellano ...... 177 Los arreglos de la deuda ...... 178 Los crecimientos de juros: la reducción del tipo de interés ...... 178 Las conversiones del siglo XJX ...... 181 Los impuestos sobre los intereses de la deuda: los valimientos ...... 182 Los impagos encubiertos...... 183 El impuesto inflacionista ...... 183 La represión financiera...... 185 12 CRISIS ECON6MICAS EN ESPAÑA, 1300-2012

Los déficits presupuestarios en el origen de las crisis...... 186 Las montañas de deuda y su estructura ...... 188 Unos niveles insostenibles de deuda...... 189 El riesgo de la deuda exterior y la flotante ...... 192 Las causas de la insostenibilidad: la trampa de la deuda...... 194 Los altos costes financieros llevaban al impago...... 194 La irresponsabilidad fiscal depreciaba la deuda (y aumentaba sus costes financieros)...... 198 Conclusiones ...... 199

7. PAPEL MOJADO. CRISIS INFLACIONARIAS, Elena Martínez- Ruiz...... 203 Introducción...... 203 La inflación en España en perspectiva secular...... 206 La revolución de los precios y la inflación del vellón...... 211 Inflación y guerra en la España contemporánea...... 215 La Guerra de la Independencia...... 215 La Primera Guerra Mundial ...... 217 La Guerra Civil española ...... 219 ¿Una inflación diferente? La evolución de los precios en la España fran- quista ...... 222 Conclusiones ...... 224

8. DINERO FÁCIL. ESPECULACI6N, EXPECTATIVAS y BUR­ BUJAS EN PERSPECTIVA HIST6RICA, Juan E. Castañeda Fer- nández y Mauro Hernández...... 227 Introducción...... 227 Burbuja y especulación, ¿conceptos útiles? ...... 228 Burbujas en la historia económica española...... 235 Burbujas en la bolsa...... 235 La burbuja de la vivienda del siglo XXI ...... 241 ¿Burbujas en el mercado de oficios en la Castilla del siglo XVII? ...... 246 Consideraciones optimistas ...... 251

9. LAS CATASTR6FICAS SECUELAS DE LAS GUERRAS EN LOS SIGLOS XIX Y XX, Rafael Vallejo Po usada ...... 253 Introducción...... 253 Las catástrofes bélicas en la España contemporánea...... 254 Costes directos y consecuencias de las guerras ...... 265 Costes y consecuencias de dos guerras contemporáneas...... 267 ÍNDICE 13

La Guerra de la Independencia...... 267 La Guerra Civil...... 271 Conclusiones ...... 276

CONCLUSIONES. LAS CRISIS ECONÓMICAS EN ESPAÑA: LEC­ CIONES DE LA HISTORIA, Francisco Comín y Mauro Hernández. 279 Introducción...... 279 Las crisis económicas en la historia de España: una visión gráfica...... 282 Las crisis en la España preindustrial (1300-1815)...... 293 La gran depresión del siglo XIV...... 293 La crisis del siglo XVI!...... 295 La quiebra del Antiguo Régimen ...... 299 Las depresiones de una economía emergente (1864-1961) ...... 300 La crisis de 1864-1874 ...... 300 La gran depresión de la primera globalización (1882-1897)...... 301 La recesión económica durante la Segunda República...... 302 La gran depresión de la posguerra civil: los errores de la política económica...... 304 Las crisis de una economía industrial (1975-2012) ...... 307 La crisis del petróleo yel ocaso de la dictadura ...... 307 La gran recesión de la segunda globalización (2008-2012) ...... 309

BIBLIOGRAFÍA...... 321

ÍNDICE ANALÍTICO ...... 349

ÍNDICE ONOMÁSTICO ...... 355 CAPÍTULO 5

CRISIS BANCARIAS EN LA HISTORIA DE ESPAÑA. DEL ANTIGUO RÉGIMEN A LOS ORÍGENES DEL CAPITALISMO MODERNO*

Pablo Martín-Aceña y Pilar Nogues-Marco

Introducción

Las causas de las crisis son complejas y la mayoría de ellas ha tenido raíces múltiples. Reinhart y Rogoff en su reciente libro, This time is difJerent, mantienen que todas las crisis históricas que han estudiado presentan rasgos comunes. Un primer rasgo es que casi todas las crisis bancarias han ido precedidas por fuertes importaciones de capital, medidas como porcentaje del PIB. Un segundo rasgo es que esas fases de bonanza de la inversión extranjera han ido acompa­ ñadas de fuertes expansiones del crédito bancario. La probabilidad de que la crisis ocurra es mayor cuando las entradas de capital y el incremento rápido del crédito disponible van de la mano. Asimis­ mo, los datos desde la Segunda Guerra Mundial sugieren que las

* Este trabajo ha contado con la ayuda financiera dd Ministerio de Ciencia e Innovación. Proyecto EC02009-08791: Crisis financieras. Pasado, presente y fu­ turo. España y la economía internacional. ¿Qué hemos aprendido? 142 CRISIS ECONÓMICAS EN ESPAÑA, 1300-2012

crisis bancarias aparecen tras un periodo de aumento acelerado de los precios de las viviendas; de hecho, aquéllas comienzan cuando los precios de los inmuebles se detienen o caen. Esa misma evidencia sugiere que las cotizaciones bursátiles alcanzan un máximo antes de cada crisis bancaria, por lo general un año antes, y luego descienden durante los dos o tres ejercicios siguientes. Otros estudios recientes han puesto de relieve, además, que existe un estrecho vínculo entre crisis y periodos de liberalización financiera. Kaminsky y Reinhart (I999) prueban que, en el periodo posterior a 1970, la mayoría de las crisis bancarias, tanto en países desarrollados como en los emer­ gentes, han sucedido como media cinco años después de la libe­ ralización de sus sistemas financieros. Sostienen que la probabili­ dad de ocurrencia de una crisis bancaria es mucho mayor tras una desregulación que en ausencia de una liberalización del sistema. Demirgü<;:-Kunt y Detragiache (1998) Y Caprio y Klingebiel (1996) llegan a idéntica conclusión: que las liberalizaciones bancarias han tenido un efecto negativo e independiente sobre la estabilidad del sistema financiero. Para Calomiris (2010) las crisis bancarias van asociadas a cambios regulatorios que conducen a la asunción de . . nesgas exceSIVOS. España no ha quedado al margen de los desastres financieros: su historia está plagada de acontecimientos en los cuales la caída de una institución de crédito ha arrastrado a la suspensión de pagos y quie­ bra de otras, que juntas han puesto en peligro la estabilidad del sis­ tema. ¿Qué sabemos de las crisis bancarias en la historia española? ¿Cuántas podemos contabilizar? ¿Qué lecciones podemos extraer de su estudio? Este trabajo aborda estos interrogantes a partir de dos graves crisis bancarias, distantes en el tiempo, que tuvieron una incidencia pro­ funda en la estructura y en el desarrollo del sistema financiero. En la primera parte se estudia la quiebra de la banca pública sevillana a finales del siglo XVI y sus efectos sobre la estabilidad del sistema de pagos. Las casas de depósito andaluzas desempeñaban funciones esenciales en el comercio peninsular y atlántico y su debacle afectó sobremanera a la estabilidad del entramado financiero de la econo- CRISIS BANCARIAS EN LA HISTORIA DE ESPAÑA... 143

mía sevillana. La segunda parte examina la crisis de 1866, una de las más severas sufridas por la economía española contemporánea, en la que desapareció la mitad de las entidades existentes y cuyos efectos se dejaron sentir hasta finales de la centuria. El texto se cierra con unas breves conclusiones en las que se comparan ambos episodios y se extraen algunas lecciones históricas.

En el Antiguo Régimen. Las quiebras de la banca pública sevillana en el siglo XVI

Las quiebras de los primitivos bancos de depósito y la ausencia de un banco central de giro

La primitiva banca de depósito de finales de la época medieval y principios de la moderna cumplía no sólo las funciones de depósito y giro, sino también la de crédito. La contabilidad de los banqueros particulares no permitía conocer con exactitud su situación patri­ monial, ni el volumen de sus obligaciones frente a terceros. No fue infrecuente la excesiva concentración de riesgos ni la falta de ca­ pitales para hacer frente a los fallidos de los deudores y a la desva­ lorización de los activos. No existía un banco central que pudiese actuar como prestamista de última instancia en caso de crisis ban­ carias, así que la suspensión de pagos de una entidad o simplemen­ te los rumores o sospechas de insolvencia provocaban rápidamente los pánicos que derivaban en quiebras en cadena, que fueron re­ currentes. Las dificultades sistemáticas de la banca europea del siglo XVI impulsaron la demanda de regulación (De Roover, 1948). La estabi­ lidad se logró con la centralización del sistema de pagos en institu­ ciones monopolistas con respaldo oficial. Los bancos de Ámsterdam (Amsterdamsche Wisselbank, 1607), Hamburgo (Hamburger Bank, 1619) y Venecia (Banco della Piazza di Rialto, 1587, y Banco del Giro, 1619) eran a principios del siglo XVII los descendientes directos de los primitivos bancos de depósito nacidos en la época medieval 144 CRISIS ECONÓMICAS EN ESPAÑA, 1300-2012

(De Roover, 1948; Luzzatto, 1934; Van Dillen, 1934). Estas insti­ tuciones heredaron las funciones de depósito y giro que aseguraron la estabilidad del sistema de pagos, pero fueron privadas de la fun­ ción de crédito, que sólo se pudo desarrollar gracias a la aparición de nuevos instrumentos negociables, como el endoso de la letra de cam­ bio (Usher, 1934). La corona de Castilla tuvo un sistema avanzado de primitiva ban­ ca de depósito en el siglo XVI (Otte, 1978; Domínguez Ortiz, 1991; Tinaco, 1991; Bernal, 2000, Martínez Ruiz, 2004). Como en el resto de Europa, estos bancos estuvieron sometidos a fuerte inesta­ bilidad y recurrentes quiebras. Las crisis de la banca sevillana en el siglo XVI desembocaron en quiebras en cadena y originaron la pér­ dida de confianza del público, lo que provocó la aprobación de normas que bloquearon el desarrollo de la banca en España. La ex­ periencia no sirvió para que surgiera un banco central de giro como en otros lugares de Europa, que hubiese dotado de estabilidad al sistema de pagos (Quin n y Roberds, 2007). A pesar del importante desarrollo de la banca castellana en el siglo XVI, la ausencia de una regulación efectiva retrasó dos siglos la creación de una entidad central de giro, el Banco de San Carlos, fundado a finales siglo XVIII (Tedde, 1988).

La banca pública en Castilla en el siglo XVI

La primitiva banca de depósito se denominó en la legislación espa­ ñola banca pública porque la aceptación de depósitos exigía autori­ zación pública y presentación de garantías personales y avales de terceros como prueba de solvencia. Al igual que en Europa, en España los términos cambista y banquero se usaron indistintamente. Por ello en la legislación castellana se empleaba tanto el término cambista público como banquero público. En el siglo XVI ya se comenzó a dis­ tinguir en Sevilla a los banqueros públicos (también llamados cam­ biadores-banqueros) de los cambistas, denominados cambiadores de trueque (Tinaco, 1988). En realidad, los banqueros públicos caste- CRISIS BANCARIAS EN LA HISTORIA DE ESPAÑA... 145

llanos eran banqueros privados, pero sus libros contables eran docu­ mentos públicos, lo que los convertía en datarios de fe de pagos y contratos sin necesidad de escriturar (Tinoco, 1979). Por ello la primitiva banca de depósito se llamó en Castilla Banco y Cambio de libro Público o, abreviadamente, banco público. El estudio de la Novisima Recopilación permite conocer los perio­ dos de liberalización y restricción de la banca pública. La legislación de mediados del siglo XV abrió un periodo de liberalización con el fin de evitar los tipos de cambio abusivos que imponía la restricción bancaria previa (Ruiz Martín, 1970). La pragmática promulgada por Juan 1I en 1435 y ratificada por Enrique IV en 1455 favorecía la competencia en el negocio cambiario al prohibir que se fijasen lími• tes al número de cambistas públicos y exigir que se realizase «tal oficio sin arte, sin engaño y sin colusión alguna» (Novísima Recopila­ ción, Tomo IV, Libro IX, Título IlI, Ley 1). Cualquiera que lo de­ seara, siempre que no fuese extranjero, podía ser banquero público, previa realización de los trámites y escritura de las fianzas en los ayuntamientos. La intermediación desarrollada por los banqueros públicos se ejerció al margen de la legalidad. Para atraer depósitos, los que ope­ raban en la Sevilla del siglo XVI pagaban a sus impositores un 7-7,5% anual sin comisión por servicios. Los intereses se pagaban recatada­ mente para evitar complicaciones con las censuras canónicas (Ruiz Martín, 1970). El tipo de interés máximo permitido para los présta­ mos por las leyes de la usura fue del 10% anual en Castilla entre 1534 y 1548. Para impedir créditos ilícitos que superasen ese máxi­ mo, la pragmática de Felipe 1I de 1552 prohibía cambiar letras con interés, ni pública ni secretamente, ya fuese de feria a feria o de una plaza financiera a otra. Prohibición que se burlaba fácilmente simu­ lando operaciones de cambio entre centros financieros. Las actas de protesto de los protocolos notariales de Sevilla muestran que la ban­ ca pública de la ciudad en el siglo XVI practicó habitualmente las operaciones de cambio y recambio de letras para encubrir préstamos con intereses superiores a los máximos permitidos por las leyes de la usura (Carande, 1965,1,318-319). 146 CRISIS ECONÓMICAS EN ESPAÑA, 1300-2012

En España, los bancos primitivos de depósito tuvieron un notable desarrollo entre los siglos XIII y XV en la corona de Aragón. En el si­ glo XV ya había banca pública en Castilla, que proliferó en el siglo XVI, gracias a las remesas de metales preciosos de América (Sánchez Sarta, 1934; Ruiz Martín, 1970). La banca pública sevillana fue la más importante. Realizaba operaciones de cambio, giro, depósito y cré­ dito, y contó con clientes con negocios importantes. Sevilla tuvo más depositantes que otros lugares de España, por las variadas acti­ vidades económicas ejercidas: factores y agentes de firmas extranje­ ras, grandes cargadores de Indias, compradores de oro y plata, arren­ datarios de ingresos de la Corona, asentistas de negros y mercaderes de esclavos, grandes terratenientes y nobles interesados en los nego­ cios, oficiales y regidores de la ciudad. La actividad de crédito se basó en operaciones de cambio y recambio y descubiertos bancarios a sus depositantes con garantías personales o prendarias. También realizó préstamos a la agricultura a cambio de censos sobre las propiedades de los agricultores (Carande, 1965; Tinaco, 1979). Asimismo, otorgó préstamos a la Corona, en asientos de operaciones de crédito abierto a la Hacienda con resguardo de juros, y crédito a los compradores de oro y plata en la Casa de Contratación, que luego vendían con ga­ nancia a la Casa de la Moneda. Los compradores de oro y plata pa­ gaban a plazos a través de los bancos públicos las remesas de metales preciosos que tuvieran que acuñarse de particulares o de la Corona. Los bancos tenían depositadas en la Casa de la Moneda las partidas que abonaban en cuenta de los compradores de oro y plata a medida que la moneda se acuñaba (Carande, 1965,1,321-323; Hamilton, 1934). Además, la banca pública sevillana participó en la financia­ ción de actividades comerciales y financieras: aprovisionamiento de subsistencias para la ciudad (trigo especialmente) y en operaciones vinculadas al tráfico de Indias. La actividad crediticia de la banca sevillana estuvo más diversificada que en otras ciudades pero realizó operaciones de alto riesgo. Simon Ruiz, banquero público coetáneo de Medina del Campo, afirmaba que «en cincuenta años he conoci­ do a muchos [banqueros públicos de Sevilla], pero a ninguno que haya evitado la quiebra» (Ruiz Martín, 1970). A finales del siglo XVI CRISIS BANCARIAS EN LA HISTORIA DE ESPAÑA... 147

se había desmantelado el sistema de bancos públicos porque todos habían quebrado (Ruiz Martín, 1970; Tinoco, 1988).

Las quiebras de la banca pública sevillana en el siglo XVI

Las quiebras de la banca pública sevillana en el siglo XVI estuvieron ligadas a la coyuntura económica. Hubo una primera etapa de ex­ pansión y consolidación bancaria en la primera mitad del siglo XVI, gracias a la legislación liberalizadora de la constitución de bancos públicos. El aumento del número de entidades se vio truncado por la crisis de mediados de la década de 1550, que provocó la quiebra de al menos tres de los más importantes bancos públicos: Juan Leardo (1552), Domingo de Lizarrazas y Cattaneo (1553) y Juan Iñiguez y Octaviano de Negrón (1554). Las causas de las dificultades banca­ rias se derivan de la crisis económica, que originó una elevada moro­ sidad en la devolución de los créditos. Los expedientes de la quiebra de Domingo Lizarrazas explican cómo el carácter estacional de la actividad bancaria en un contexto de crisis económica derivó en un problema de iliquidez, desconfianza del público y dificultades para el banco. Los problemas de morosidad se vieron acrecentados por la demora en la llegada de la flota de América, que generó la escasez de efectivo a corto plazo para la devolución de las deudas. Los acreedo­ res genoveses solicitaron el reintegro de una suma muy importante de dinero para su depósito en la feria de Medina del Campo, reinte­ gro que Lizarrazas no pudo atender por falta de fondos. Ello provocó sospechas sobre su solvencia, lo que llevó a algunos depositantes a so­ licitar reintegros de importantes cantidades que precipitaron el cierre de la casa bancaria ante la imposibilidad de hacer frente al pago (Ca­ rande, 1965). Se acusó entonces a los bancos de asumir grandes riesgos y entor­ pecer la disposición de fondos de sus clientes, de modo que la prag­ mática de 6 de junio de 1554 exigió a los banqueros públicos que no se comprometiesen en riesgos mercantiles o industriales, prohibién­ doles expresamente dar crédito con fondos ajenos y limitando el 148 CRISIS ECON6MICAS EN ESPAÑA, 1300-2012

ámbito operativo a las actividades de depósito y giro. Además, se ordenó que cada banco público tuviese más de un titular, con obli­ gación de pago in solidum, con el fin de fortalecer las garantías de las entidades. Pero el ayuntamiento de Sevilla solicitó al rey que la ban­ ca pública sevillana pudiese continuar concediendo crédito con fon­ dos ajenos, por los grandes beneficios que la función de intermedia­ ción bancaria suponían para la actividad económica (Tinoco, 1979). La segunda mitad del siglo XVI fue un periodo de reducción del número de instituciones financieras en Sevilla debido a las quiebras de 1552-1554, las fusiones por la obligación legal de constituir ban­ cos con más de un titular, las reticencias del cabildo (ayuntamiento) a la concesión de licencias a nuevas entidades y el cierre impuesto en 1562 por el cabildo de cuatro casas de banca, de modo que a la altu­ ra de 1570 sólo permanecían operativas dos instituciones de crédito: el banco de Pedro de Morga y Compañía y el banco de los Espinosa. Pero también estos dos quebraron en 1576 (Carande, 1965; Ruiz Martín, 1970; Tinoco, 1988). El banco de Pedro de Morga funcionó durante veintitrés años, entre 1553 y 1576, yel de los Espinosa, durante cincuenta y uno, entre 1525 y 1576. La suspensión de pagos de Felipe II de 1575 arruinó a las entidades sevillanas y supuso la destrucción del sistema de banca pública en la ciudad (véase capítulo 6). Los bancos de Morga y Espi­ nosa tenían su actividad vinculada a los créditos a la Corona y a la compra y acuñación de las remesas de metales preciosos americanos, por lo que el colapso de la Hacienda real en 1575 hundió tanto a Morga como a Espinosa. Y la desaparición de estas dos grandes casas bancarias propició la quiebra de numerosos mercaderes sevillanos. La caída de aquellos dos grandes banqueros, últimos supervivientes de las instituciones de crédito que operaban desde el reinado de Carlos V, conmovió al mercado y cuestionó la solidez del modelo de banca pública (Ulloa, 1977; Lorenzo Sanz, 1979; Tinoco, 1979; Carande, 1965). La banca pública sevillana operó en régimen de monopolio tras las quiebras de Morga y Espinosa. En este periodo es el rey y no el cabildo el que concede las licencias a la banca pública, en régimen de CRISIS BANCARIAS EN LA HISTORIA DE ESPAÑA... 149

monopolio, a aquellos banqueros dispuestos a proporcionar ayudas económicas a la monarquía. Se fueron sucediendo bancos que quebra­ ban aproximadamente cada cinco años. Tras la quiebra de Morga y Espinosa no hubo un nuevo banco público en Sevilla hasta 1581, cuando se creó una sucursal de un banco de la corte de Madrid, Juan Ortega de la Torre y Compañía, que tuvo sucursales también en , Amberes y Medina del Campo. En 1582 fue creado también el banco de Diego de Alburquerque y Miguel Ángel Lam­ bias. Estos dos operaron hasta 1586-1587 y en 1587 el de Diego de Alburquerque, Baltasar Gómez del Águila y Alonso Pérez de Salazar consiguió la licencia real en exclusiva. Se trataba de un monopolio sin tutela del municipio, debía tener al menos dos responsables y presentar elevadas fianzas, y tenía prohibida la compraventa de oro y plata y la participación en actividades de alto riesgo. Quebró en 1592 y desde ese año hasta 1595 operó en Sevilla el banco de Gon­ zalo de Salazar y Juan de Carmona, sucursal del banco de Madrid, que liquidó en 1595. Finalmente, entre 1595 y 1601 operó el banco de Adán de Vivaldi, Juan Castellanos de Espinosa, Pedro de la Torre Espinosa, Jacome Mortedo con licencia en exclusiva por diez años prorrogables, licencia que obtuvo como recompensa por un socorro al rey de 300.000 ducados. Desapareció en 1601, de modo que la banca pública de la ciudad de Sevilla quedó desmantelada a finales de siglo. Los bancos públicos sevillanos fueron muy vulnerables a las crisis porque operaban con depósitos a muy corto plazo y créditos a largo plazo (Ruiz Martín, 1970; Lorenzo Sanz, 1979; Tinoco, 1979). Como han destacado Reinhart y Rogoff (2009), la tarea de transfor­ mar los vencimientos hace a la banca especialmente vulnerable a los pánicos. Además, la fragilidad del sistema bancario se agravaba por­ que el crédito estaba muy concentrado en la actividad comercial con las colonias americanas. Las quiebras eran recurrentes porque el co­ mercio con América tenía problemas frecuentes: retrasos de la flota que impedía a los mercaderes pagar los créditos en plazo, escasez de los retornos ya fuese por malas ventas en América o por la pérdida de alguna nao, incautaciones de las remesas, falta de previsión en la actividad comercial que podía generar pérdidas o, simplemente, una 150 CRISIS ECON6MICAS EN ESPAÑA, 1300-2012

mala coyuntura económica. Cuando el comercio con América daba problemas, los créditos no se reembolsaban, lo que dificultaba el reintegro de los depósitos y los problemas de liquidez generaban pánicos, retiradas masivas de depósitos y quiebra de bancos. Reinhart y Rogoff (2009) sostienen que es posible evitar los páni­ cos bancarios mediante un seguro de depósitos, aunque éste puede inducir a la banca a correr demasiados riesgos si no hay una regula­ ción eficaz. La banca pública sevillana disponía de un seguro de depó• sitos: las fianzas que se declaraban en el cabildo para obtener o reno­ var la licencia para el ejercicio de la actividad de banquero público. Sin embargo, esta fórmula no sirvió para evitar las quiebras, porque las fianzas sólo podían ejecutarse una vez que la insolvencia se había declarado oficialmente. Las fianzas se escrituraban en el cabildo, pero el dinero lo guardaban los propios fiadores, por lo que había que es­ perar a la declaración de quiebra para iniciar el concurso de acreedo­ res. Los fiadores eran personas de solvencia y estaban obligados a sa­ tisfacer las cantidades escrituradas cuando las liquidaciones de las entidades exigían la ejecución de las fianzas. Pero los fiadores trataban por todos los medios de evitar la ejecución y, en caso de ocurrir, po­ dían presentar su propia declaración de insolvencia. Las sucesivas quiebras de la banca sevillana llevaron a plantear la creación de un banco público de carácter municipal. Esta iniciativa, sin embargo, no se materializó y hubo que esperar casi dos siglos para la creación de un banco central de giro en Castilla, primero el Real Giro en 1752 y, luego, el Banco de San Carlos en 1782 (Tedde, 1988). El fin de la banca pública sevillana a finales del siglo XVI conllevó la desaparición de entidades de giro encargadas de las transferencias de fondos y compensación de pagos. También se perdió la función de intermediación que desempeñaban los bancos públicos, si bien ésta fue suplida por banqueros privados que admitían ahorros, hacían préstamos y tomaban dinero a crédito. Sin embargo, no se creó un organismo de giro, como sí se hizo en otros lugares de Europa, pese a barajarse distintos proyectos. Hubo fuerte oposición a la funda­ ción de un banco central de giro porque se consideró que un régi­ men de monopolio generaría numerosos problemas en la exporta- CRISIS BANCARIAS EN LA HISTORIA DE ESPAÑA... 151

ción de metales, en el control de capitales que conduciría al control del tráfico mercantil, en la manipulación del crédito a clientes al te­ ner acceso a información privilegiada de todos los negocios de la plaza; de igual manera, el monopolio podría alterar la circulación de letras y su cotización, y llegar a dominar el mercado de títulos de deuda pública, pagando los réditos de los juros y realizando agiotaje con los mismos (Tinoco, 1988). La pragmática de 1602, reiterada en 1607, 1632 Y 1642, prohibió la constitución de un banco públi­ co en régimen de monopolio, obligando a que hubiese dos o más. Además, se centralizó en el Consejo de Castilla la tramitación de las licencias para abrir bancos públicos y se restringió la concesión de las licencias porque

[ ... ] ha habido y hay algunos [bancos públicos], que sin haber dado fianzas bastantes, los han usado y tienen, a cuya causa se han hecho muy grandes quiebras, así en esta Corte como en las ciudades de Sevilla, Toledo y , de que han resultado notables daños y pérdidas.

Asimismo, prohibió nuevamente a la banca pública dar crédito y reiteró la prohibición a los extranjeros de establecer cambio o banco público (Novísima Recopilación, Tomo IV, Libro IX, Título lII, Ley V). Las consecuencias fueron perniciosas, ya que la ausencia de banca de giro significó una notable pérdida de eficiencia del sistema financie­ ro castellano que se prolongó durante más de una centuria (Sánchez Sarto, 1934).

En los orígenes del capitalismo español. La crisis bancaria de 1866

Cambios legislativos, expansión bancaria y crisis

La historia moderna de la banca española comienza en 1856, cuan­ do las Cortes del Bienio Progresista sancionaron la Ley de Bancos de Emisión y la Ley de Sociedades de Crédito, dos normas diseñadas

CRISIS BANCARIAS EN LA HISTORIA DE ESPAÑA... 153

Con la segunda norma, la Ley de Sociedades de Crédito, surgie­ ron una serie de instituciones capaces de desplegar un amplio espec­ tro de actividades, desde el descuento y el crédito comercial a corto plazo hasta el préstamo a largo plazo y la inversión en acciones y obli­ gaciones industriales. Puesto que apenas puso trabas para la cons­ titución de estas sociedades, la euforia mercantil vivida durante aquellos tiempos condujo a una proliferación de entidades de cré­ dito. En poco más de una década su número saltó de ninguna en 1855 a seis en 1856 y a 32 en 1866. En Madrid se fundaron, con la colaboración de capital francés, tres de las sociedades anónimas más grandes del país: los hermanos Péreire levantaron la Sociedad de Crédito Mobiliario Español en 1856; los Rothschild auspiciaron la creación de la Sociedad Española Mercantil e Industrial y el finan­ ciero Prost con los hermanos Guilhou promovieron la Compañía General de Crédito. No fueron las únicas, sino que en todas las regio­ nes surgieron bancos de negocios. Los hombres de empresa fueron particularmente activos en Cataluña y Valencia, y allí nacieron tres de los establecimientos más destacados: la Sociedad Catalana Gene­ ral de Crédito, el Crédito Barcelonés y la Sociedad Valenciana de Fomento. La dedicación prioritaria de todas ellas fue la financiación del ferrocarril, el proyecto económico por antonomasia de media­ dos del siglo XIX. Bancos y sociedades de crédito progresaron rápida­ mente: incrementaron sus activos y movilizaron importantes sumas de capital. El periodo fue también activo en fundación de cajas de ahorros (Titos, 1991; Tedde, 1991). Éstas se crearon a impulsos de los libe­ rales exiliados durante el reinado de Fernando VII, quienes al regre­ sar a España se trajeron las ideas que sobre el ahorro se fraguaban en Inglaterra y Francia. Pensaban que estas instituciones contribuirían a transformar la economía del país y a reducir las desigualdades; también servirían para enseñar a las clases trabajadoras a socorrerse a sí mismas, sin tener que depender de la caridad. La primera norma oficial sobre cajas de ahorro fue la real orden de 3 de abril de 1835. Fruto de esta disposición se constituyó la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid en ese mismo año; luego, para dar un nuevo impul- 154 CRISIS ECONÓMICAS EN ESPAÑA, 1300-2012

so al movimiento del ahorro se publicó otra real orden en 1839, que supuso un verdadero llamamiento gubernamental instando a las auto­ ridades provinciales a la creación de cajas de ahorros. Como conse­ cuencia de esta norma se fundaron once entidades: Granada en 1839; Sagunto y Valladolid en 1841; Sevilla, Santander, La Coruña y Valen­ cia en 1842; en 1844; Burgos y Cádiz en 1845, y Vitoria en 1850. Yal amparo de un posterior real decreto de 1853 regulando de forma minuciosa el funcionamiento y la organización de las cajas, se registró una nueva oleada de fundaciones: en 1859, Sabadell; en 1863, Mataró, Málaga, Jerez y Jaén; y en 1865, Manresa. La expansión financiera de mediados del siglo XIX, descrita hasta aquí, llegó a su fin en 1866. Como consecuencia de una crisis econó• mica iniciada a mediados de la década, exacerbada por un compor­ tamiento mediocre de los ferrocarriles, cuyos ingresos y rendimientos no cumplieron las expectativas, las sociedades de crédito y los bancos de emisión se vieron superados por problemas de liquidez y solven­ cia que fueron incapaces de resolver (Sardá, 1948; Sánchez Albornoz, 1962, 1966 Y 1967; Tortella, 1973; Blasco y Sudria, 2007; Navas y Sudria, 2010; Nuño, Tedde y Moro, 2011). La crisis fue terrible, una de las más graves sufrida por el sistema financiero español. En pocos años, 25 entidades suspendieron pagos, se disolvieron o que­ braron. Se redujo de forma drástica la circulación de billetes y des­ cendieron el volumen de depósitos y el conjunto de los activos de bancos y cajas de ahorros. El pánico se inició en Barcelona, la ciudad donde los efectos de la crisis fueron más aparatosos: suspendieron pagos la Catalana General de Crédito yel Crédito Mobiliario Barce­ lonés, dejando tocado al resto del sistema catalán. Al mismo tiempo se produjo un verdadero colapso en la bolsa de valores (véase capí• tulo 8). De la ciudad condal la crisis se extendió hacia el resto de las plazas mercantiles de la península: en Madrid cerraron nueve entida­ des y dos en ; en regiones como Andalucía (con quiebras en Cádiz y Sevilla) o Castilla (con quiebras en Burgos, León, Palencia y Valladolid) la estructura de crédito quedó prácticamente desarbola­ da. En conjunto, de las 37 sociedades fundadas desde 1856, queda­ ron en pie tan sólo 22 y de ellas algunas con muy precaria salud. El CRISIS BANCARIAS EN LA HISTORIA DE ESPAÑA... 155

golpe fue tan tremendo que el sistema financiero de la Restauración tardó más de un cuarto de siglo en recuperarse (Tedde, 1974). De hecho, las únicas novedades a reseñar durante el periodo fueron la constitución del Banco Hipotecario de España, en 1873, y el decre­ to de 19 de marzo de 1874 por el cual se otorgó al Banco de España el monopolio de emisión. A los antiguos emisores (15 en total) se les dio a elegir entre integrarse en el de España o seguir como enti­ dades independientes de descuento y crédito. Casi todos optaron por la fusión, pero cuatro de ellos, entre los que se encontraban el de Bilbao y el de Santander, prefirieron continuar su propio camino (Anes, 1974). A continuación se analizan las causas que estuvieron en el origen de la debacle financiera de 1866, que coinciden con las que, según Reinhart y Rogoff (2009), se encuentran siempre las crisis bancarias acaecidas en los últimos ocho siglos: la liberalización financiera, los movimientos de capital, la inflación de los precios de los activos in­ mobiliarios, las burbujas bursátiles y la desmesurada expansión del crédito.

Las raíces de la crisis

La crisis de 1866 estuvo precedida por una significativa liberalización del sistema financiero. La Ley de Sociedades por Acciones de 1848 impuso fuertes restricciones a la fundación de bancos de emisión y prohibido la creación, sin autorización gubernamental, de sociedades por acciones, con lo que también vetaba el establecimiento de enti­ dades de crédito que tuviesen esa forma jurídica. La ley de 1848 cerró el periodo relativamente liberal abierto por el Código de Co­ mercio de 1829. El código apenas ponía cortapisas a la fundación de instituciones financieras, exigiendo tan sólo la correspondiente apro­ bación del Tribunal de Comercio. Los efectos perjudiciales de esta legislación fueron estudiados hace años por Tortella (1%8). Tras comprobar que al amparo del Código de Comercio se produjo en la década de 1840 una rápida multiplicación de entidades de crédito, 156 CRISIS ECONÓMICAS EN ESPAÑA, 1300-2012

concluyó que la disposición aprobada en 1848 frenó totalmente el desarrollo bancario español por más de un lustro. En esos años la emisión de billetes yel mercado de crédito quedó monopolizado por tres instituciones: el Banco Español de San Fernando, el Banco de Barcelona y el Banco de Cádiz. Junto a ellos, un sinfín de banqueros particulares, agrupados a efectos tributarios en un gremio oficial ti­ tulado Comerciantes Capitalistas, y que atendían las necesidades del crédito local (Bernal Llorens, 2004; Sánchez-Ballesta y Bernal Llo­ rens, 2010). En 1856 el panorama cambió al promulgarse las dos mencio­ nadas leyes de bancos de emisión y de sociedades de crédito. Aun­ que exigían una autorización gubernamental previa para la apertura de bancos, eran en todo lo demás bastante liberales, especialmente por lo que se refiere a la clase de operaciones mercantiles que po­ dían desarrollar y en cuanto a la fiscalización y control de las en­ tidades. La Ley de Bancos de Emisión limitaba a uno los estable­ cimientos de este tipo que podían establecerse en cada plaza y exigía que todo el capital fuese efectivo, pero no imponía límite alguno al volumen de emisión, y facultaba a los bancos a «des­ contar, girar, prestar, llevar cuentas corrientes, ejecutar cobranzas, recibir depósitos y contratar con el Gobierno»; sólo prohibía que hiciesen préstamos con garantía de sus propias acciones, quedar en descubierto o negociar en efectos públicos. La Ley de Socie­ dades de Crédito era mucho más abierta aún: autorizaba todo tipo de operaciones bancarias, las cuales enumeraba exhaustivamente en su artículo cuarto. Por lo demás, no establecía fondo de reser­ vas mínimo y, lo que es más importante, no determinaba ningún tipo de coeficiente de caja o de cualquier otra modalidad. Los responsables de las entidades de crédito eran, pues, libres de adoptar la política de liquidez y de inversiones que más les convi­ nIera. No parece que haya dudas acerca de la bonanza de capitales exteriores recibidos por la economía española desde mediados de los años cincuenta y sobre todo desde 1860. Sardá (1948) sostiene que las entradas de capital extranjero permitieron saldar no sólo los CRISIS BANCARIAS EN LA HISTORIA DE ESPAÑA... 157

desequilibrios de la balanza comercial de aquellos años, sino tam­ bién que ingresaran en el país notables cantidades de metal (oro y plata). Las inversiones procedentes del exterior se canalizaron prin­ cipalmente hacia el sector bancario, el ferroviario y el minero, aunque hubo otros que también se beneficiaron del ahorro extran­ jero, inglés, francés y belga. El flujo de capital fue constante y sustancial y cesó justo antes de la crisis de 1866 (Anes, 1970; Tor­ tella, 2008). Dos textos muy recientes nos permiten disponer de estimaciones independientes de las importaciones de capital extranjero (véase fi­ gura 5.2). Prados de la Escosura (2010a) ha llevado a cabo una meritoria reconstrucción de la posición exterior española entre 1850 y 1913. Sus cifras, aunque como él mismo señala deben em­ plearse con cautela, son muy verosímiles, amén de contundentes acerca de la avalancha de recursos que procedieron del exterior. En 1850 España recibió 91,4 millones de pesetas; en 1857, tras la libe­ ralización financiera, la cantidad se elevó a 139,2 millones y en 1864 alcanzó un máximo de 428,7 millones de pesetas. En conjun­ to, en la década 1855-1864 las entradas netas de capital ascendie­ ron a 2.126 millones de pesetas. Conforme a los cálculos de este autor, en varios años las importaciones de capital representaron porcentajes sobre el PIB superiores a los cuatro puntos, yen 1863 y 1864 llegaron hasta el 5,3 y el 6,5%, respectivamente. En los años siguientes el flujo de entrada continuó, pero en cantidades mucho menores. Nuño, Tedde y Moro (2011) también proporcionan una estima­ ción de entradas netas de capital desde 1856 hasta 1873. A partir de una reconstrucción detallada de las inversiones extranjeras en ferro­ carriles, minería, bancos y deuda pública exterior obtienen que las importaciones en 1856 rondaron los 71,0 millones de pesetas, au­ mentando después de manera continua hasta alcanzar un máximo de 138,3 millones de pesetas en 1863. Aunque sus cifras están por debajo de las calculadas por Prados de la Escosura, el perfil de ambas series es el mismo.

CRISIS BAt'lCARIAS EN LA HISTORIA DE ESPAÑA... 163

La primera crisis bancaria del capitalismo español

La crisis bancaria de 1866 ha sido hasta la fecha una de las más pro­ fundas de la moderna historia financiera española, en la que prácti­ camente desaparecieron la mitad de las entidades que habían sido creadas diez años antes. En este trabajo hemos mostrado que la crisis vino precedida por una amplia liberalización del sistema bancario que fue, por otra parte, lo que permitió la constitución de multitud de sociedades de crédito y bancos de emisión. La mayoría nació con escasos capitales y gestores inexpertos que llevaron a cabo inversio­ nes arriesgadas tomando recursos a corto plazo (cuentas corrientes) e inmovilizándolos en activos de larga maduración (acciones y obli­ gaciones de empresas ferroviarias, mineras y de infraestructura). . La crisis de 1866 se produjo, asimismo, tras un periodo de bo­ nanza de capitales exteriores; un flujo constante y sustancial que condujo a un aumento excesivo del endeudamiento del Estado y de las empresas, y que también estimuló la creación de crédito. El final del ciclo de la construcción (vivienda y ferrocarriles) es otro de los rasgos que caracteriza la etapa anterior a la crisis. De igual manera el año 1866 estuvo precedido por un boom bursátil de notable inten­ sidad; los valores españoles en las bolsas de Madrid y París registra­ ron subidas notables durante un sexenio, hasta 1863. Por último, el crédito bancario experimentó una notable expansión, fruto de una demanda sostenida por parte de empresarios y consumidores, y de una oferta amplia de capitales internos y externos. Nuestros resulta­ dos para este episodio concreto, 1866, replican los obtenidos por Reinhart y Rogoff para la amplísima muestra de países y periodos que ellos estudian. Los antecedentes de la crisis bancaria de 1866 se ajustan a lo que parece haber sido desde hace ocho siglos un patrón universal. Por último, y aunque el asunto queda fuera de estas páginas, sí conviene señalar que ante las quiebras bancarias de 1866, el Banco de España adoptó una postura pasiva, a diferencia de la bien cono­ cida actitud tomada por el Banco de Inglaterra para evitar que el colapso de Overand & Gurney contagiase al resto de los bancos y 164 CRISIS ECONÓMICAS EN ESPAÑA, 1300-2012

sociedades de crédito (Nuño, Tedde y Moro, 2011). El Banco de España no intervino, se mantuvo al margen y no puso en marcha ningún tipo de rescate. Las actas de su consejo de administración revelan, más bien, que los problemas de las entidades en peligro no eran de su incumbencia. Se preocupó tan sólo de sus propias dificul­ tades. Tampoco los emisores de provincia ayudaron a los bancos y sociedades de crédito de su entorno geográfico, en parte porque ellos mismos afrontaron graves problema.<; de liquidez y solvencia. Sólo el Banco Barcelona, una de las entidades financieras más antiguas e importantes del país, desempeñó un papel activo evitando que el pánico en la ciudad de Barcelona fuese incluso más grave de lo que fue. De hecho, el banco catalán rescató a dos entidades, reforzó su situación patrimonial y recuperó su privilegiada posición en el con­ junto del sistema financiero español (Blasco y Sudria, 2010).

Conclusiones

Estamos inmersos en una profunda crisis económica con raíces fi­ nancieras en la que millones de personas han perdido sus empleos en todo y cientos de miles de familias han sufrido un descen­ so de sus ingresos y una reducción en el valor de sus patrimonios. Se trata de un fenómeno global, la primera crisis del siglo XXI: la gran recesión, cuyo origen cabe retrotraer a la primavera de 2007, cuan­ do comenzó la serie de desastres financieros (Northern Rack, Bear Stearns, Lehman Brothers) que a la postre han conducido a la eco­ nomía mundial a detenerse bruscamente. No es la primera vez que entidades bancarias grandes y pequeñas quiebran y con ello arrastran a la totalidad del sistema financiero. La historia española está plagada de desastres financieros: bancarrotas de instituciones de crédito que han provocado pánicos y quiebras que han sacudido los cimientos del sistema. Las crisis de la banca sevilla­ na en el siglo XVI y la crisis bancaria de 1866, aunque distintas en el tiempo, presentan elementos comunes de los cuales se pueden obte­ ner algunas lecciones históricas. La primera, por supuesto, es que al CRISIS BANCARIAS EN LA HISTORIA DE ESPAÑA... 165

igual que en otras partes del mundo las crisis bancarias no han estado ausentes en la península ibérica, ni son un fenómeno reciente. Ade­ más, sus causas y sus consecuencias son más parecidas de lo que en ocasiones se piensa. Y cualesquiera que sean unas y otras, lo que una crisis siempre ha generado son pérdidas financieras y desconfianza generalizada en el futuro. Los agentes económicos tardan en recupe­ rarse y la recomposición de la confianza de depositantes no suele ser tarea fácil. En el origen de los problemas de la banca pública sevilla­ na aparecen rasgos que resultan familiares en todo tipo de crisis: negocios con escasa capitalización, exceso y concentración de ries­ gos, en parte vinculados a créditos a la Corona, cuya capacidad de pago dependía del monto y periodicidad del tráfico atlántico. Cuan­ do la plata no llegaba a tiempo, los banqueros y casas de banca no sólo se encontraban faltos de liquidez, sino que también, faltos de recursos propios, se veían forzados a declararse insolventes. La no provisión de dineros frente a la morosidad o para cubrir fallidos de­ nota una gestión descuidada y poco profesional. Asimismo, cuando se desató la crisis 1886 y muchas entidades se fueron a pique, los estudiosos han encontrado multitud de fallos de gestión: sociedades de créditos mal capitalizadas, bancos de emisión sin la suficiente cobertura metálica, concentración excesiva de créditos en un único sector, el ferrocarril. En el siglo XV1 fallaron las remesas de plata ame­ ricana y en el siglo XIX fallaron los ingresos de unas compañías sin apenas tráfico que transportar. Pero incluso cuando los banqueros son responsables, las quiebras no desaparecen. El carácter pro-cíclico de la actividad financiera es una causa que se encuentra asimismo en muchas de las crisis histó• ricas, también en las estudiadas en este trabajo. En épocas de bonan­ za la banca pública sevillana prestó con largueza, al igual que lo hizo la banca nacida al socaire de las leyes liberalizado ras de mediados del XIX. Coyunturas favorables llevaron a la proliferación de banque­ ros, casas de banca y sociedades de crédito. Cuando concluye el ciclo alcista, la actividad económica se resiente y casi de manera automá­ tica repercute en los balances bancarios y en sus cuentas de resulta­ dos. Las ganancias se resienten y los depósitos se contraen. Los ban- 166 CRISIS ECON6MICAS EN ESPAÑA, 1300-2012

cos entonces cometen la torpeza de contraer el volumen de crédito incluso a sus buenos clientes, lo que ahonda la recesión, hace que se incremente la morosidad y con ello el peligro de bancarrotas en ca­ dena. Las consecuencias de la crisis de la banca pública sevillana y de los bancos españoles en 1866 ofrecen asimismo rasgos compartidos. La desaparición de la primera desarticuló la organización crediticia _ de la región y trajo consigo una grave desintermediación en el tráfi­ co atlántico. Más grave si cabe fue la reacción prohibitiva que las bancarrotas provocaron y las cortapisas que las autoridades pusie­ ron en práctica para la erección de nuevas entidades. Incluso más: las quiebras de la banca pública sevillana alejaron la posibilidad de creación de un banco central de giro, como los establecidos en Ámsterdam, Hamburgo o Venecia. Por su lado, la crisis de 1866 se llevó por delante a la mitad del sistema bancario y éste tardó varias décadas en reconstruirse. En este caso la reacción de las autoridades fue la contraria: la crisis fue seguida de una liberalización del marco jurídico, decretando la libre creación de sociedades de crédito; y sólo los apuros financieros del Tesoro condujeron a otorgar al Ban­ co de España el monopolio de emisión de billetes para todo el terri­ torio nacional. Para finales del siglo XIX, España presentaba uno de los coeficientes de intermediación más bajos de Europa occidental. Un subdesarrollo bancario que sin duda dificultó una más rápida industrialización. Reinhart y Rogoff luego de su estudio de ocho siglos de crisis concluyen que ningún país ha logrado hasta la fecha «graduarse» por lo que se refiere a las de carácter financiero. Pese a su repetición y pese a la experiencia acumulada, las crisis bancarias son recurrentes, toman por sorpresa a los agentes económicos y causan verdaderos estragos. No hay manera de evitarlas, ni de curarse de ellas, como prueba la actual crisis que a la altura de finales de 2012 no parece haber terminado. Lo que estos autores sostienen es que la memoria de los actores, prestamistas y prestatarios, es corta y que los aconte­ cimientos que provocan las crisis bancarias, casi siempre los mismos, tienden a olvidarse cuando se recupera la normalidad. Tenemos una CRISIS BANCARIAS EN LA HISTORIA DE ESPAÑA.. . 167

memoria olvidadiza y por eso se incurre en los mismos errores. Del estudio del pasado se puede aprender, pero eso no significa ni mu­ cho menos que aprendida la lección seamos capaces de tomar las medidas necesarias para evitar nuevas crisis. Se aprende y se olvidan los errores casi al mismo tiempo. Por eso acertó Kindleberger (1978) con el título del primer capítulo de su libro: «Financial crisis: a hardy perennial». BIBLIOGRAFÍA

Acemoglu, D., D. Canto ni, S. Johnson y]' A. Robinson (2011): «The Conse­ quences of Radical Reform: The French Revolution», American Economic Review, 101 (7), pp. 3286-3307. -, S. Johnson y]. A. Robinson (2005): «Institutions as the Fundamental Cau­ se ofLong-Run Economic Growth», en P. Aghion y S. Durlauf (eds.), Hand­ book 01 Economic Growth, Amsterdam, Elsevier North Holland, vol. lA, pp. 385-472. Aguirre, J. A. YJ. Castañeda (2012): Una crisis económica sorprendente, 2007-2012, Madrid, Aosta. Alcaide Inchausti,]. (2008): «Las secuelas demográficas del conflicto», en E. Fuen­ tes Quintana (dir.) y F. ComÍn (coord.), pp. 365-384. Alonso Álvarez, L. (1986): Comercio colonialy crisis delAntiguo Régimen en (1778-1818), A Coruña, . Álvarez Nogal, C. (1997): El crédito de la Monarquía Hispánica durante el reinado de Felipe IV, Valladolid, Junta de Castilla y León. (2001): «Los problemas del vellón en el siglo XVII. ¿Se consiguió abaratar la negociación del crédito imponiendo precios máximos a la plata?», Revista de Historia Económica, 19 (1),pp.17-36. (2009a): Ofirta y demanda de deuda pública en Castilla. Juros de Alcabalas (1540-1740), Madrid, Banco de España. 322 CRISIS ECONOMICAS EN ESPAÑA, 1300-2012

(2009b): "Los genoveses y la incautación del interés de los juros de Castilla en 1634», en M. Herrero et al. (coords.), Génova y la Monarquía Hispánica (1528-1713), Génova, Atti de la Sociedl Ligure di Storia Patria, 2 vols., pp. 775-799. Y C. Chamley (2011): Debt policy under constraints between Phillip 11, the Cortes and Genoese bankers, Working Paper, 1106, Universidad Carlos III. y L. Prados de la Escosura (2012): "The Rise and Fall of Spain (1270-1850),>, The Economic HistoryReview, 65 (4), 001: 1O.111/j.1468-0289. 2012.00656.x. Andrés Ucendo,]. 1. (1999): La fiscalidad en Castilla en el siglo XVII: los servicios de millones, Bilbao, Universidad del País Vasco-EHU. (2012): Ingresos de la Corona en el siglo XVII (inédito). y R. Lanza (2008): "Estructura y evolución de los ingresos de la Real Hacien­ da de Castilla en el siglo XVII», Studia Storica, 30, pp. 147-190. Anes, G. (1970): Las crisis agrarias en la España moderna, Madrid, Taurus. Anes Álvarez, R. (1970): "Las inversiones extranjeras en España de 1855 a 1880», en Banco de España, Ensayos sobre la economía española a mediados del siglo XIX, Madrid, Banco de España, pp. 187-202. (1974): «El Banco de España (1874-1914): Un banco nacionah, en G. Tor­ tella (dir.), La banca española en la Restauración, Madrid, Banco de España. Aparicio, G., V. Pinilla y R. Serrano (2009): « and the International Agricul­ tural and Food Trade, 1870-2000», en P. Lains y V. Pinilla (eds.), pp. 52-75. Appleby, A. B. (1973): «Disease or famine? Mortality in Cumberland and West­ morland, 1580-1640», Economic History Review, 26 (3), pp. 403-32. - (1978): Famine in Tudor and Stuart England, Stanford, Stanford University Press. Arias, X. C. y A. Costas Comesaña (2011): La torre de la arrogancia. Políticas y mercados después de la tormenta, Barcelona, Ariel. Artola, M. (1982): La Hacienda del Antiguo Régimen, Madrid, Alianza Editorial. (1986): La Hacienda del siglo XiX. Progresistas y moderados, Madrid, Alianza Editorial. (ed.) (1978): Los ferrocarriles en España, 1844-1943, Madrid, Tecnos. Ayuda, M. 1., V. Pinilla y L. A. Sáez (2003): "La despoblación en Aragón: análisis y políticas», en F. García Pascual (coord.), La lucha contra la despoblación toda­ vía necesaria: políticas y estrategias sobre la despoblación de las áreas rurales en el siglo XXI, , CEO DAR, pp. 43-104. Banco de España (1997): La política monetaria y la inflación en España, Madrid, Banco de España-Alianza Editorial. -, Dstat, online (2012): Boletín Estadístico. 18. Estadísticas de Aduanas. Barciela, C. (1986): "Inttoducción», en R. Garrabou, C. Barciela y 1. ]iménez Blanco (eds.), Historia Agraria de la España contemporánea. 3. Elfin de la agricultura tra­ dicional (1900-1960), Barcelona, Crítica, pp. 383-454. BIBLIOGRAFfA 323

(I989): «La España del estraperlo», en]. L. García Delgado (ed.), El primer ftanquismo. España durante la Segunda Guerra Mundial, Madrid, Siglo XXI, pp. 105-122. (1996): «La contrarreforma agraria y la política de colonización del primer franquismo, 1936-1959», en Á. García Sanz y]. Sanz (coords.), Reformas y políticas agrarias en la historia de España (de la Ilustración al primer ftanquis­ mo), Madrid, Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, pp. 351- 398. (ed.) (2003): Autarquía y mercado negro. El fracaso económico del primer ftan­ quismo, Barcelona, Crítica. Barquín, R. (2003): «El comercio exterior de trigo y harina y las crisis de subsis­ tencias en España», Transportes, servicios y comunicaciones, 5, pp. 127-148. Barraclough, G. (1959): La historia desde el mundo actual, Madrid, Revista de Occidente. Barreiro, B. (1990): «Producto agrario y evolución de la población en Asturias, siglos XVI al XIX», Boletín del Instituto de Estudios Asturianos, 133, pp. 73-95. Barreiro Fernández, X. R. (2003): Historia de la Universidad de Santiago, vol. II, El siglo XIX, Santiago de Compostela, Universidad de Santiago. Benaul, J. M. YA. Sánchez, (2004): «El legado industrial del Antiguo Régimen», en E. Llopis (ed.), El legado económico del Antiguo Régimen en España, Barce­ lona, Crítica, pp. 187-228. Berna!, A. M. (1992): Lafinanciación de la Carrera de Indias (1492-1824). Dinero y crédito en el comercio colonial español con América, Sevilla, Fundación El Monte. (2000): «Banca, remesas, moneda, compradores de oro y plata y comercio colonial», en A. M. Berna! (ed.), Dinero, moneda y crédito en la Monarquía Hispánica, Madrid, Marcial Pons. (2005): España, proyecto inacabado: los costes/beneficios del Imperio, Madrid, Marcia! Pons. Betrán, c., P. Martín-Aceña y M. A. Pons (2011): «Financial Crises in Spain: Lessons from the Last 150 Years», Comunicación presentada al X Congreso de la AEHE, Carmona. Betrán, J. L. (1996): La peste en la Barcelona de los Austrias, Lleida, Milenio. Biraben, J. N. (1975): Les hommes et la peste en France et dans les pays européens et méditerranéens, vol. I, La peste dans l'histoire, París-La Haya, Mouton. Blanchard, 0.]. y M. W Watson (1982): Bubbles, rational expectations andfinan­ cial markets, NBER Working Paper 945. Blasco, Y. y C. Sudria, (2010): El Banco de Barcelona, 1844-1874. Historia de un banco emisor, Madrid, LID. Borrero, M. (2007): «El mundo rural y la crisis del siglo XIV. Un tema historiográ­ fico en proceso de revisión», Edad Media. Revista de Historia, 8, pp. 37-58. 324 CRISIS ECONÓMICAS EN ESPAÑA, 1300-2012

Broder, A. (2000): Historia económica de la España contemporánea, Madrid, Alian­ za Editorial. Calomiris, Ch. W (2010): «Banking crises yesterday and today)), Financial His­ toryReview, 17 (1), pp. 3-12. Camarero, L. (1993): Del éxodo rural y el éxodo urbano: ocaso y renacimiento de los asenta­ mientos rurales en España, Madrid, Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. - (coord.) (2009): La población rural de España: de los desequilibrios a la sosteni­ bilidad social, Barcelona, Fundación La Caixa. Camerer, C. (1989): «Bubbles and fads in asset prices)), Journal 01 Economic Sur­ veys, 3 (1), pp. 3-4l. Canal, J. (2004): «Guerra civil y contrarrevolución en la Europa del SUD), Ayer, 55, Las guerras civiles en la España contempordnea, pp. 37-60. - Y E. González Calleja (eds.) (2012): Guerras civiles: una clave para entender la Europa de los siglos XIX y xx, Madrid, Casa de Velázquez. Caprio, G. yO. Klingebiel (1996): «Bank 1nsolvency: Bad Luck, Bad Policy, or Bad Banking?)), en B. Pleskovic y J. Stiglitz (eds.), Annual World Bank Confe­ rence on Developments Economics, Washington OC, World Bank, pp. 79-104. Carmona Badía, J. (2003): «La minería española del wolframio, 1936-1954: los años de la fiebre», en G. Sánchez Recio (coord.), Los empresarios de Franco: política y economía en España, 1936-1957, Barcelona, Crítica, pp. 261-280. Carreras, A. (1990): Industrializaci6n española: Estudios de historia cuantitativa, Madrid, Espasa Calpe. y X. Tafunell (2003): Historia económica de la España contempordnea, Barce­ lona, Crítica. y X. Tafunell (coords.) (2005): Estadísticas Históricas de España, Bilbao, Fun­ dación BBVA, 3 vols. -, L. Prados de la Escosura y J. R Rosés (2005): «Renta y riqueza)), en A. Carre­ ras y X. Tafunell (coords.), pp. 1297-1376. Casado Alonso, H. (1994): «El comercio internacional burgalés en los siglos XV y XV1», en Actas del V Centenario del Comulado de Burgos, Burgos, Dipuración Provincial de Burgos, vol. 1, pp. 175-247. (2002): «La economía en las Españas medievales (c. 1000-c. 1450»)), en F. Co­ mín, M. Hernández y E. Llopis (eds.), pp. 13-50. (2003): El triunfo de Mercurio. La presencia castellana en Europa (siglos XV y XVI), Burgos, Caja Círculo. (2009): «¿Existió la crisis del siglo XIV? Consideraciones a partir de los datos de la contabilidad de la catedral de Burgos», en M.a 1. del Val y P. Martínez (dirs.), Castilla y el mundo feudal Homenaje al profesor Julio Valdeón, vol. IlI, Valladolid, Junta de Castilla y León, pp. 9-25. Case, K. E. Y R. J. Shiller (2003): ,,1s There a Bubble in the Housing Market?)), Brookings Papers on Economic Activity, 2003 (2), pp. 299-342. BIBLIOGRAFÍA 325

Casey, J. (1983): El reino de Valencia en el siglo XVII, Madrid, Siglo XXI. Castañeda, J. E. Y P. Schwartz (2011): «The Great Depression Years in Spain (1929-1935): A non event?» (pendiente de publicación). Presentado en Eco­ nomics and International Studies Seminar, University of Buckingham. Catalan,]. (1995): La economía española y la Segunda Guerra Mundial, Barcelona, Arie!. (2002): «Costes y beneficios del euro en la Europa periférica: España versus Suecia», Gaceta Numismdtica, 145, pp. 17-34. (2012a): «Francoist Spain under Nazi Economic Hegemony, 1936-45», en C. Buchheim y M. Boldorf (eds.), Europaische Volkswirschaften unter Deuts­ cher Hegemonie 1938-45, Munich, Oldenbourg, pp. 229-266. (2012b): «Orígenes de la Gran Depresión del siglo XXI: una perspectiva de historia industrial», Revista de Economía Crítica, 13, pp. 1-7. Christiansen, T. (2012): The reason why. The post civil-war agrarian crisis in Spain, Zaragoza, Prensas Universitarias de Zaragoza/SEHA. Ciar, E. (2008): «Más allá de 1936: la crisis de la agricultura tradicional española en perspectiva» (1900-1975»>, Ager. Revista de Estudios sobre Despoblación y Desarrollo Rural, 7, pp. 111-150. Y V Pinilla (2009): «The Contribution of Agriculture to Spanish Economic Development, 1870-19173», en P. Lains y V Pinilla (eds.), pp. 311-332. Claret, ]. (2008): «La destrucción de capital humano. El caso de la universidad española», en E. Fuentes (dir.) y F. Comín (coord.), vo!. II, pp. 411-434. Clausewitz, K. von (1994): De la Guerra, Barcelona, Labor. Clavera, ]. et al. (1978): Capitalismo español: de la autarquía a la estabilización (1939-1959), Madrid, Edicusa, 2 vols. Coggan, P. (2012): Paper promises. Debt, Money and the New World Order, Nueva York, PublicAffairs. Collantes, F. (2004): El declive demogrdfico de la montaña española (1850-2000): ¿un drama rural?, Madrid, Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. (2012): El consumo de productos ldcteos en España, 1950-2010, Sociedad Espa­ ñola de Historia Agraria, Documento de Trabajo 1204. y V Pinilla (2003): «La evolución a largo plazo de la población española, 1860-2000: tipología provincial y análisis del caso aragonés», en V Pinilla y L. A. Sáez Pérez (coords.), Políticas demogrdficas y de población, Zaragoza, Gobierno de Aragón, pp. 41-70. Y - (2011): Peaceful surrender: the Depopulation ofRrural Spain in the Twen­ tieth Century, Newcastle, Cambridge Scholars Publishing. Comín, F. (1988): Hacienda y economía en la España contempordnea, 1800-1936, Madrid, Instituto de Estudios Fiscales-Ministerio de Hacienda. (1990): Las Cuentas de la Hacienda preliberal en España (1800-1855), Ma­ drid, Banco de España. 326 CRISIS ECONÓMICAS EN ESPAÑA, 1300-2012

(1992): «Una reconstrucción económica diferente en la España de la pos­ guerra», Estudis d'Historia Economica, 2, pp. 63-78. (1995): «La Deuda pública y la formación del Sistema Bancario en España durante los siglos XIX y XX», en P. Tedde y C. Marichal (eds.), La formación de los bancos centrales en España y América Latina (siglos XIX y xx), vol. 1, Espa­ ña y México, Madrid, Banco de España, pp. 49-79. (1996): Historia de la Hacienda Pública. España (1808-1995), Barcelona, Crítica. (1999): «La reforma en la Hacienda de Fernández Villaverde», en P. Tedde (ed.), Economia y Colonias en la España del 98, Madrid, Síntesis, pp. 235-260. (2002): «El periodo de entreguerras (1914-1936»>, en F. Comín, M. Hernán­ dez y E. Llopis (eds.), pp. 285-329. (2004): «La metamorfosis de la Hacienda (1808-1874»>, en J. Torras (ed.),Josep Fontana. Historia y proyecto social, Barcelona, Crítica, pp. 31-10 l. (2008): «Las finanzas de la Monarquía Hispánica en los siglos XVI y XVII. La valiosa aportación de don Felipe Ruiz Martín», en P. Tedde (coord.), Las finanzas de Castilla y la Monarquía Hispdnica (s. XVI-XVII). Homenaje a Feli­ pe Ruiz Martin, Valladolid, Universidad de Valladolid-Banco de España, pp. 49-124. (20 lOa): «Public Finance and the Rise of the Liberal State in Spain, 1808- 1914», en J. L. Cardoso y P. Lains (eds.), Payingfor the Liberal State. The Rise of the Public Finance in Nineteenth-Century Europe, Cambridge, Cambridge University Press, pp. 214-250. (201Ob): «La crisis internacional de 1929 y la economía española durante la Segunda República», en A. Furió Diego, et al., pp. 97-154. (2011 a): Historia Económica Mundial. De los orígenes a la actualidad, Madrid, Alianza Editorial. (2011b): «Política y economía: los factores determinantes de la crisis econó• mica durante la Segunda República (1931-1936»>, Historia y política: ideas, procesos y movimientos sociales, 26, pp. 47-79. (2012a): Defoult, Rescheduling and Inflation. Public Debt Crisis in Spain du­ ring the 19th and 20th Centuries, Universidad Carlos III, Working Paper 12-06. (2012b): «El dilema histórico de Europa: integración frente a conflicto», Ga­ ceta Sindical, 18, pp. 36-68. Y D. Díaz Fuentes (2005): «Sector Público administrativo y Estado del bienes­ tan>, en A. Carreras y X. Tafunell (coords.), pp. 873-965. Y S. López (2008): «La Hacienda del gobierno de la República española (1936-1939»>, en E. Fuentes (dir.) y F. Comín (coord.), vol. I1, pp. 851-899. Y R. Vallejo (2002): Alejandro Mon y Menéndez (1801-1882). Pensamiento y Reforma de la Hacienda, Madrid, Instituto de Estudios Fiscales. BIBLIOGRAFÍA 327

P. Martín Aceña, M. Muñoz Rubio y J. Vidal Olivares (1998): 150 años de historia de los flrrocarriles españoles, Madrid, Anaya-Fundación de los Ferro­ carriles Españoles, 2 vols. M. Hernández y E. Llopis (eds.) (2002): Historia econ6mica de España, si­ glos x-xx, Barcelona, Crítica. Cubel, A. y]. Palafox (1997): "El stock de capital de la economía española, 1900- 1958», Revista de Historia Industrial, 12, pp. 113-146. Cuenca-Esteban,]. (2008): ,,5tatistics of 5pain's Colonial Trade. 1747-1820: New estimates and comparisons with Great Britain», Revista de Historia Econ6mica­ JournalofIberian and LatinAmerican Economic History, 26 (3), pp. 323-354. Cuevas,]. (2001): "Una primera estimación histórica del índice bursátil de Valen­ cia, 1887-1936», comunicación presentada al VII Congreso de la Asociaci6n de Historia Económica, Zaragoza. (2011): "Las crisis bursátiles en la historia de España. Una visión a largo pla­ zo», comunicación presentada al X Congreso de la Asociaci6n Española de His­ toria Económica, Carmona. De la Guardia, C. (2007): «Los discursos de la diferencia. Género y ciudadanía», en M. Pérez Ledesma (dir.), De súbditos a ciudadanos. Una historia de la ciu­ dadanía en España, Madrid, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, pp. 593-625. De Riquer, B. (2010): La dictadura de Franco, Barcelona, Crítica-Marcial Pons. De la Torre,]. (1998): «Guerra, economía y violencia, 1808-1823», Vasconia, 26, pp. 15-22. De Malynes, G. (1601): A Treatise on the Canker of England's Commonwealth, Londres. De Roover, R. (1944): «What is Dry Exchange? A Contribution to the 5tudy of English Mercantilism»,journal ofPolitical Economy, 52 (3), pp. 250-266. (1948): Money, Banking and Credit in Mediaeval Bruges, Cambridge (Mass.), The Mediaeval Academy of America. (1968): The Bruges Money Market around 1400, Bruselas, Paleis der Academien. (1976): «New interpretations of the history of banking», en R. de Roover, Business, Banking and Economic Thought in Late Medieval and Early Modern Europe, Chicago, University of Chicago Press. Del Val, M: 1. y P. Martínez (dirs.) (2009): Castilla y el mundo feudal Homenaje al profosor Julio Valdeón, Valladolid, Junta de Castilla y León. Delgado Ribas, J. M. (2007): Dinámicas imperiales (J 650-1796). España, América y Europa en el cambio institucional del sistema colonial español, Barcelona, Be­ llaterra. Demirgü¡,;-Kunt, A. y E. Detragiache (1998): «The Determinants of Banking Crises in Developing and Developed Countries», IMF Staff Papers, 45, pp. 81-109. 328 CRISIS ECON6MICAS EN ESPAÑA, l300-2012

Díaz Blanco, J. M. (2012): Así trocaste tu gloria. Guerra y comercio colonial en la España del siglo XVII, Madrid, Marcial Pons. Díez Nicolás, J. (1985): «La mortalidad en la Guerra Civil española», Boletín de la Asociación de Demografia Histórica, 3 (1), pp. 41-55. Domenech, J. (2012): «Rurallabour markets and rural conflict in Spain before theCivilWar (1931-6)>>, EconomicHistoryReview, DOI: 10.1111/j.1468-0289. 2011.00655.x. Domínguez Ortiz, A. (1960): Política y HacientÚl de Felipe IV, Madrid, Editorial de Derecho Financiero. - (1991): Orto y ocaso de Sevilla, Sevilla, Universidad de Sevilla. Drelichman, M. y H. J. Voth (2010): «The Sustainable Debts of Philip II: Re­ construction of Spain's Fiscal Position, 1560-1598», Journal 01 Economic History, 70 (4), pp. 814-843. Y H. J. Voth, (2011): «Serial Defaults, Serial Profits: Returns ro Sovereign Lending in , 1566-1600», Explorations in Economic History, 48 (1), pp. 1-19. Dupaquier, J. (1989): «Demographic crises and subsistence crises in France, 1650- 1725», en J. Walter y R. Schofield (eds.), Famine, disease and the social order in early modern society, Cambridge, Cambridge University Press, pp. 189-199. Echeverri, B. (1993): La gripe española: la pandemia de 1918-1919, Madrid, Cen­ tro de Investigaciones Sociológicas-Siglo XXI. Eichengreen, B. (1996): Globalizing Capital. A History olthe InternationalMone­ tary System, Princeton, Princeton University Press. Erdozáin, P y F. Mikelarena (1996): «Algunas consideraciones acerca de la evo­ lución de la población rural en España en el siglo XIX», Historia Agraria, 12, pp. 91-118. Escudero, A. y H. Simón (2003): «El bienestar en España: una perspectiva de largo plazo, 1850-1991», Revista de Historia Económica, 21 (3), pp. 525-565. Federico, G. (2004): «The Growth of World Agricultural Production 1800- 1938», Research in Economic History, 22, pp. 125-182. (2005): Feeding the World: an Economic History 01 Agriculture, 1800-2000, Princeton, Princeton University Press. (2012): «The Corn Laws in continental perspective», European Review 01 Economic History, 16 (2), pp. 166-187. Y A. Tena-Junguito (2012): «New Series ofWorld Trade 1820-1938» (mate­ rial del proyecto nacional MCI: EC02011-25713 «Globalización y crecimien­ to en los países de la periferia europea y latinoamericana entre 1820 y 1940»). Feiger, G. (1976): «What is speculation?», The Quarterly Journal 01 Economics, 90 (4), pp. 677-687. Feliu, G. (2004): «La crisis catalana de la Baja Edad Media: estado de la cuestión», , 217, pp. 435-466. BIBLIOGRAFÍA 329

Ferguson, A. (1984): Cuando muere el dinero, Madrid, Alianza Editorial. Ferguson, N. (2007): «The Second World War as an Economic Disastef», en M. J. Oliver y D. H. Aldcroft (eds.), Economic Disasters ofthe Twentieth Cen­ tury, Cheltenham, Edward Elgar, pp. 83-132. Fernández Albaladejo, P. (1977): «El decreto de suspensión de pagos de 1739: análisis e implicaciones», Moneda y Crédito, 142, pp. 51-85. Fernández García, E. (2008): «Las políticas redistributivas de la España no demo­ crática: del objetivo industrializador al sostenimiento de los ingresos de los agricultores (1950-1975»>, Investigaciones de Historia Económica, 12, pp. 11-42. Fernández Prieto, L. (2007): El apagón tecnológico del ftanquismo. Estado e innoz;ación en la agricultura española del siglo xx, Valencia, Tirant Lo Blanch. Findlay, R. y K. H. O'Rourke, (2007): Power and Plenty. Trade, TIíár, and the World Economy in the Second Millennium, Princeton, Princeton University Press. Fisher, D. (1989): «The Price Revolution: A Monetary Interpretatioll», The Jour­ nal ofEconomic History, 49 (4), pp. 883-902. Fisher, ]. R. (1992): Trade, TIíár, and Revolution. Exports ftom Spain to Spanish America, 1797-1820, Liverpool, University of Liverpool. Flandreau, M., C. Galimard, C. Jobst y P. Nogues-Marco, (2009): «The Bell Jar: Commercial In terest Rates between T wo Revol utÍons, 1688-1789», en]. Atack y L. Neal (eds.), The Origins and Development ofFinancial Markets and Insti­ iutions. From the Seventeenth Century to the Present, Cambridge, Cambridge University Press, pp. 161-208. Flinn, M. W (1974): «The Stabilisation of Mortality in Pre-industrial Western Europe»,journal ofEuropean Economic History, 3 (2), pp. 285-318. - (1981): TheEuropeanDemographicSystem, 1500-1820, Baltimore, TheJohns Hopkins University Press. Fontana,]. (1971): La quiebra de la monarquía absoluta (1814-1820). La crisis del Antiguo Régimen en España, Barcelona, Ariel. (I 973): Hacienda y Estado en la crisis final del Antiguo Régimen español, 1823- 1833, Madrid, Instituto de Estudios Fiscales. (1977): La Revolución Liberal (Política y Hacienda, 1833-1845), Madrid, Instituto de Estudios Fiscales. (I 979): La crisis del Antiguo Régimen, 1808-1833, Barcelona, Crítica. (I 981): «La financiación de la Guerra de la Independencia», Hacienda Públi­ ca Española, 69, pp. 209-217. (I 984): «La crisis del Antiguo Régimen en España», Papeles de Economía, 20, pp. 49-61. (2007): La época del liberalismo, Barcelona, Crítica-Marcial Pons. y R. Garrabou (1986): Guerra y Hacienda. La Hacienda del gobierno central en los años de la Guerra de la Independencia (1808-1814), Alicante, Instituto Juan Gil-Albert-Diputación Provincial. 330 CRISIS ECONÓMICAS EN ESPAÑA, 1300-2012

Fortea, J. 1. (1990): Monarquía y Cortes en la Corona de Castilla. Las ciudades ante la política fiscal de Felipe 11, , Cortes de Castilla y León. Friedman, M. (1%3): Inflation: Causes and Consequences, Bombay, Asia Publis­ hing House. Fuentes, J. F. (1999): «Seis años de guerra y revolución», en ]. F. Fuentes y R. Vallejo (com.), pp. 21-52. (2002): «Imagen del exilio y del exiliado en la España del siglo XIX», Ayer, 47, Los exilios en la España contempordnea, pp. 35-56. Y R. Vallejo (comisarios) (1999): Ciudades en guerra, 1808-1814. Vigo en la Guerra de la Independencia, Madrid, Ministerio de Cultura- SECC. Fuentes Quintana, E. (1995): El modelo de economía abierta y el modelo castizo en el desarrollo económico de los años 90, Zaragoza, Prensas Universitarias de Zaragoza. (dir.) y F. Comín (coord.) (2008): Economía y economistas españoles en la guerra civil, Barcelona, Real Academia de Ciencias Morales y Políticas y Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores, 2 vols. Furió Diego, A. (2010): «La crisis de la Edad Media: una revisión)), en A. Furió Diego et al, pp. 13-45. - et al. (2010): Las crisis a lo largo de la historia, Valladolid, Universidad de Valladolid-Instituto Simancas. Gadea, M. D., M. Sabatéy J. M. Serrano Sanz (2004): «Structural Breaks and their Trace in the Memory: Inflation Rate Series in the Long-Run»,journal ofInter­ national Financial Markets, Institutions and Money, 14 (2), pp. 117-134. Gálvez, L. y J. Torres (2010): Desiguales. Mujeres y hombres en la crisis financiera, Barcelona, Icaria. Gallego, D. (2003): «Los aranceles, la política de comercio exterior y la estabilidad de la agricultura española (1870-1914»>, Revista de Estudios Agrosociales, 198, pp. 9-74. (2004): «La formación de los precios del trigo en España (1820-1869): el contexto internacionah, HistoriaAgraria, 34, pp. 61-102. (2005): «La formación de los precios del trigo en España (1820-1869): el mercado interion), HistoriaAgraria, 36, pp. 263-285. (2001a): «Sociedad, naturaleza y mercado: un análisis regional de los condi­ cionantes de la producción agraria española (1800-1936»>, Historia Agraria, 24, pp. 11-57. (2001b): «Historia de un desarrollo pausado: integración mercantil y trans­ formaciones productivas de la agricultura española (1800-1936)), en]. Pujol et al. (eds.), El pozo de todos los males. Sobre el atraso en la agricultura española contempordnea, Crítica, Barcelona, pp. 147-214. YV Pinilla (19%): «Del librecambio matizado al proteccionismo selectivo: el comercio exterior de productos agrarios en España entre 1850 y 1935)), Revis­ ta de Historia Económica, 14 (2) Y (3), pp. 371-420/619-639. BIBLIOGRAFÍA 331

-, 1. Iriarte y J. M. Lana (2010): «Las Españas rurales yel Estado (1800-1931)), en R. Robledo (ed.), Sombras del progreso. Las huellas de la historia agraria, Barcelona, Crítica, pp. 85-116. Garber, P. M. (2000): Famous First Bubbles. The fondamentals 01 early manias, Cambridge (Mass.), MIT Press. Garda-Baquero González, A. (1983): «Andaluda y los problemas de la Carrera de Indias en el siglo XVII», en Actas de los 11 Coloquios de Historia de Andalucía Moderna, Córdoba, Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba, vol. 1, pp. 533-552. (1986): Andalucía y la Carrera de Indias (1492-1824), Sevilla, Ediciones An­ daluzas Unidas. (2003): El comercio colonial en la época del absolutismo ilustrado: problemas y debates, Granada, Universidad de Granada. Garda de Paso,]' 1. (2000): «La estabilización monetaria en Castilla bajo Carlos 11», Revista de Historia Económica, 18 (1), pp. 49-78. Garda Delgado, J. L. y]. M. Serrano (dirs.): Del real al euro, Barcelona, La Caixa. Garda Guerra, E. (1993): «Las mutaciones monetarias en el siglo XVII. Conside­ raciones en torno a su estudio», Cuadernos de Historia Moderna, 14, pp. 243- 254. (2003): Moneda y arbitrios. Consideraciones del siglo XVII, Madrid, CSIC. (2006) «La Moneda en España durante los siglos XVI-XVIII», en A. Alvar Ezquerra (dir.), La economía en la España Moderna, vol. 14, Madrid, Akal, pp. 201-240. Garda Sanz, Á. (1977): Desarrollo y crisis del Antiguo Régimen en Castilla la Vieja. Economía y sociedad en tierras de Segovia de 1500 a 1814, Madrid, Akal. (1985): «Introducción. Crisis de la agricultura tradicional y revolución liberal (1800-1850»>, en Á. Garda Sanz, R. Garrabou y]. Sanz Fernández (eds.), Historia agraria de la España contempordnea, t. 1, Barcelona, Crítica, pp. 7-99. (1991a): «Repercusiones de la fiscalidad sobre la economía castellana en los siglos XVI y XVI!», Hacienda Pública Española. Historia de la Hacienda en Espa­ ña (siglos XVI-XX): Homenaje a Don Felipe Ruiz, pp. 15-24. (1991 b): «Desarrollo del capitalismo agrario en Castilla y León en el siglo XIX. Algunos testimonios, algunas reflexiones y un epílogo», en B. Yun (coord.), Estudios sobre capitalismo agrario, crédito e industria en Castilla (siglos XIX y XX), Valladolid, Junta de Castilla y León, pp. 19-46. (coord.) (1986): Historia de Castilla y León. La época de la decadencia (siglo XVII), vol. 7, Valladolid, Ámbito. Garrabou, R. (ed.) (1988): La crisis agraria de fines del siglo XIX, Barcelona, Crítica. GEHR (1994): «Más allá de la 'propiedad perfecta'. El proceso de privatización de los montes públicos españoles (1859-1926»>, Historia Agraria, 8, pp. 99- 152. 332 CRISIS ECON6MICAS EN ESPAÑA, 1300-2012

Gelabert González, J. E. (1997): La bolsa del rey. Rey, reino y fisco en Castilla (1598- 1648), Barcelona, Crítica. (2004): "Guerra, fiscalismo y actividad económica en la España del siglo XVII», en F. J. Aranda Pérez (coard.), La declinación de la monarquía hispánica en el siglo XVII: actas de la VII Reunión Científica de la Fundación Española de His­ toria Moderna, Cuenca, Universidad de Castilla-La Mancha, vol. 1, pp. 333- 356. González, M. J. (1979): La economía política delfranquismo (1940-1970). Dirigis­ mo, mercado y planificación, Madrid, Tecnos. Goubert, P. (1952): "En Beauvaisis: problemes démographiques du XVIle siecle», Annales ESe, 7 (4), pp. 453-468. - (1%0): Beauvais et le Beauvaisis de 1600 a 1730. Contribution a l'histoire so- ciale de la France au XVII siecle, París, SEVPEN. Graever, D. (2011): Debt. The first 5, 000 Years, Nueva York, MelvilleHouse. Grigg, D. (1992): The transformation 01 agriculture in the Wést, Oxford, Black:well. Guzmán, G. 1. Y M. González de Molina (2006): "Sobre las posibilidades de cre- cimiento agrario en los siglos XVIII, XIX Y xx. Un estudio de caso desde la perspectiva energética», Historia Agraria, 40, pp. 437-470. Hamilton, E. J. (1934): American Treasure and the Price Revolution in Spain, 1501- 1650, Octagon Books, Nueva York ledo cast.: El Tesoro americano y la revolu­ ción de los precios en España, 1501-1650, Barcelona, Ariel, 1975]. (1936): Money, Prices and W'ilges in Valencia, and , 1351-1500, Cambridge (Mass.), Harvard University Press. (1947): WÍlr and Prices in Spain, 1651-1800, Cambridge (Mass.), Harvard University Press. (1949): El florecimiento del capitalismo y otros ensayos de historia económica, Madrid, Revista de Occidente. Han, O. D. (1977): "On the Profitability of Speculatioll», The Quarterfy Journal olEconomics, 91 (4), pp. 579-597. Hayes, R. (1777): The Negociator Magazine 01 Monies and Exchanges, Londres, G. Keith (1l.a ed.). Hernández, M. (2007): "Venalidad de oficios municipales en la Castilla del siglo XVIII: un ensayo de cuantificacióll», Chronica Nova, 33, pp. 95-129. Hernández Sánchez-Barba, M. (2001): "La independencia de la América española (1810-1825»>, en Historia de España Menéndez Pidal Tomo XXXII. La España de Fernando VII, vol. II, La posición europea y la emancipación americana, Madrid, Espasa Calpe, pp. 151-190. Herr, R. (1991): La Hacienda real y los cambios rurales en la España de finales del Antiguo Régimen, Madrid, Instituto de Estudios Fiscales. Houpt, S. y J. C. Rojo Cagigal (2010): "Capital market integration in Spain? In­ troducing the Bilbao Stock Exchange, 1891-1936», Revista de Historia Econó- BIBLIOGRAFÍA 333

mica / }ournal ofIberian and Latin American Economic History, 28, pp. 535- 573. Hoyo, A. (2001): «La evolución de la Bolsa y las fluctuaciones de la economía española en el siglo XIX», en C. Sudriil y D. A. Tirado (eds.), Comercio exterior, moneda y crecimiento económico en la España de la Restauración, Barcelona, Universitat de Barcelona, pp. 261-280. (2007): Economía y mercado de valores en la España contemporánea. La evolu­ ción de la bolsa antes del big bangespañol, 1831-1988, Santander, Universidad de . Hume, David (1752): Political Discourses, Edimburgo, R. Flemming. Igual Luis, D. (2007): «¿Crisis? ¿Qué crisis? El comercio internacional en los Rei­ nos Hispánicos de la Baja Edad Media», Edad Media. Revista de Historia, 8, pp. 203-223. INE: Estimaciones de población actual (2002-2012), Madrid. -: Estimaciones intercensales de población (1971-2001), Madrid. -: Índice de Producción IndustriaL Base 2005 CNAE-09, Madrid. - (2009): Proyecciones de población a largo plazo: 2009-2049 (www.ine.es). INEBase (2012): Comercio Exterior. Principales resultados del Comercio Exterior y Cuentas Nacionales (www.ine.es). Jiménez Blanco, 1. (1986): «Introducción», en R. Garrabou, C. Barciela y 1. Jimé­ nez Blanco (eds.), Historia Agraria de la España contemporánea. 3. El fin de la agricultura tradicional (1900-1960), Barcelona, Crítica, pp. 9-141. Jordana, ]. y C. Ramió (2005): «Gobierno y Administración», en A. Carreras y X. Tafunell (coords.), pp. 973-1026. Jorge Juan (2011): Nada es gratis, Barcelona, Destino. Jover, J. M. (1974): «Edad contemporánea», en W.AA., Introducción a la Historia de España, Barcelona, Vicens Vives, pp. 509-927. (1999): España en la política internacional. Siglos XVIII-XX, Madrid, Marcial Pons. -, G. Gómez-Ferrer y]. P. Fusi (2000): España: sociedad, política y civilización (siglos XIX-XX), Madrid, Debate. Juliá, S. (coord.) (1999): Víctimas de la guerra civil, Madrid, Temas de Hoy. - (ed.) (2000): Violencia y política en la España del siglo XX, Madrid, Taurus. Kaldor, N. (1939): «Speculation and economic stability», The Review ofEconomic Studies, 7, pp. 1-27. Kaminsky, G. L. y C. M. Reinhart (1999): «The Twin Crises: the Causes ofBan­ king and Balance-of-Payments Problems», American Economic Review, 89 (3), pp. 473-500. Kindleberger, Ch. P. (1978): Manias, Panics, and Crashes: A History ofFinancial Crises, Nueva York, Basic Books. Kuznets, S. (1966): Modern Economic Growth: Rate, Structure and Spread, New Haven y Londres, Yale University Press. 334 CRISIS ECONÓMICAS EN ESPAÑA, 1300-2012

Labrousse, E. (1944): La crise de l'économie franfaise a la fin de l'Ancien Régime et au début de la Révolution, París, PUF ledo cast.: Fluctuaciones econdmicas e historia social, Madrid, Tecnos, 1962]. Ladero, M. A. (1993): Fiscalidad y poder real en Castilla (1252-1369), Madrid, Editorial Complutense. Lains, P. y V. Pinilla (eds.) (2009): Agriculture and Economic Development in Euro­ pe since 1870, Londres, Routledge. Lanza García, R. (1991): La poblacidn y el crecimiento econdmico de Cantabria en el Antiguo Régimen, Madrid, Universidad Autónoma de Madrid-Universidad de Cantabria. (2010): Miseria, cambio y progreso en el Antiguo Régimen: Cantabria, siglos XVI­ XVIII, Santander, Universidad de Cantabria. Lapeyre, H. (1955): Une Famille de marchands: Les Ruiz. Contribution a l'étude du commerce entre la France et L'Espagne au temps de Philippe JI, París, École Des Hautes Etudes en Sciences. Laslett, P. (1987): «¿Se morían realmente de hambre los campesinos?», en P. Las­ lett, El mundo que hemos perdido, Madrid, Alianza Editorial, pp. 150-185. Lee, R. D. (1981): «Short-term variation: vital rates, prices and weathep>, en E. A. Wrigley y R. S. Schofield, The population history of England, 1541- 1871: a reconstruction, Londres, Edward Arnold, pp. 356-401. Lind, H. (2009): «Price bubbles in housing markets: Concept, theory and indica­ tors», Internationaljournal ofHousing Markets andAnalysis, 2 (1), pp. 78-90. Linz, J. J., J. R. Montero yA. M.a Ruiz (2005): «Elecciones y Política», en A. Carre­ rasyx. Tafunell (coords.), pp. 1027-1154. Livi Bacci, M. (1978): La société italienne devant les crises de mortalité, Florencia, Dipartimento Statistico. (1988): Ensayo sobre la historia demogrdfica europea. Poblacidn y alimentacidn en Europa, Barcelona, Arie!. (1998): «Abundancia y escasez: las poblaciones europeas en el cambio de milenio», Revista de Occidente, 200, pp. 43-72. Llopis Agelán, E. (2002a): «La crisis del Antiguo Régimen y la revolución libe­ ral (1790-1840»>, en F. Comín, M. Hernández y E. Llopis (eds.), pp. 165- 202. (2002b): «Expansión, reformismo y obstáculos al crecimiento (1715-1789»>, en F. Comín, M. Hernández y E. Llopis (eds.), pp. 121-202. (2010): «La crisis económica en la España del siglo XVII: la decadencia de Castilla», en A. Furió Diego et al., pp. 47-96. YJ. A. Sebastián Amarilla (2009): «Impulso económico e inestabilidad: Espa­ ña, 1808-1850», en E. Llopis y C. Marichal (coords.), Latinoamérica y Es­ paña, 1800-1850: un crecimiento econdmico nada excepcional, Madrid, Instituto Mora-Marcial Pons, pp. 161-209. BIBLIOGRAFÍA 335

-, M. Jerez, A. Álvaro y E. Fernández (2000): «Índices de precios de la zona noroccidental de Castilla y León, 1518-1650», Revista de Historia Económica, 18 (3), pp. 665-684. -, A. García-Hiernaux, H. García Montero, M. González Mariscal y R. Her­ nández García (2008): «Índices de precios de tres ciudades españolas, 1680- 1800», América Latina en la Historia Económica, 32, pp. 29-80. Lorenzo Sanz, E. (1979): Comercio de España con América en la época de Felipe 11, Valladolid, Instituto Cultural Simancas. Lunn, P. G. (1991): «Nutrition, immunity and infection», en R. Schofield, D. S. Reher y A. Bideau (eds.), The decline ofmortality in Europe, Oxford, Cla­ rendon Press, pp. 131-145. Luzzatto, G. (1934): «Les Banques Públiques de Venise (siecles XVI-XVIII»>, en J. G. Van Dillen (ed.), History ofthe Principal Public Banks, La Haya, Marti­ nus Nijhoff, pp. 39-78. Maddison, A. (2008): Historical Statistics ofthe World Economy: 1-2008 AD (www. ggdc.net/MADDISON/oriindex.htm). Malefakis, E. (1976): Reforma agraria y revolución campesina en la España del si­ glo xx, Barcelona, Arie!. Malpezzi, S. y S. M. Wachter (2002): The role of speculation in real state cycles, Working Paper 401, Samuel Zell and Robert Lurie Real Estate Center Whar­ ton, University of Pennsylvania. Maluquer de Motes, J. (1999): España en la crisis de 1998, Barcelona, Península. (2002): «Crisis y recuperación económica en la Restauración (1882-1913»>, en F. Comín, M. Hernández y E. Llopis (eds.), pp. 243-284. (2006): «"La paradisíaca estabilidad de la anteguerra". Elaboración de un índice de precios al consumo en España, 1830-1936», Revista de Historia Económica-Journal ofIberian and Latin American Economic History, 24 (2), pp. 333-382. (2007): «La incidencia de la Gran Depresión y de la Guerra Civil en la po­ blación de España (1931-1940»>, Revista de Demografía Histórica, 25 (2), pp. 131-166. y M. Llonch (2005): «Trabajo y relaciones laborales», en A. Carreras y X. Ta­ funell (coords.), pp. 1155-1245. Marcos, A. (1985): Economía, Sociedad, Pobreza en Castilla: Palencia, 1500-1814, Palencia, Diputación Provincial. (2000): España en los siglos XVI, XVII Y XVIII, Barcelona, Crítica. (2006): «Deuda pública, fiscalidad y arbitrios en la Corona de Castilla duran­ te los siglos XV1 y XV11», en C. Sanz Ayán y B. J. Garda (eds.), Banca, Crédito y Capital. La Monarquía Hispánica y los antiguos Países Bajos (J 505-1700), Madrid, Fundación Carlos de Amberes, pp. 345-375. 336 CRISIS ECONÓMICAS EN ESPAÑA, 1300-2012

Marichal, C. (1997): «Beneficios y costes fiscales del colonialismo: las remesas americanas a España, 1760-1814, Revista de Historia Económica, 15 (3), pp. 475-505. Martín-Aceña, P. (1985a): La cantidad de dinero en España, 1900-1935, Madrid, Banco de España. (1985b): «Desarrollo y modernización del sistema financiero, 1844-1935», en N. Sánchez Albornoz (ed.), La modernización económica de España, 1830- 1930, Madrid, Alianza Editorial, pp. 121-146. (1992): «Los precios en Europa durante los siglos XVI y XVII: estudio compa­ rativo», Revista de Historia Económica, 10 (3), pp. 359-395. (2005): «La conformación histórica de la industria bancaria española», Medi­ terráneo Económico, 8, pp. 21-44. (2006): «La economía de la Guerra Civil: perspectiva general y comparada», en P. Martín-Aceña y E. Martínez (eds.), pp. 13-5I. (2008): «El oro del Banco de España y la guerra civiL, en E. Fuentes Quinta­ na (dir.) y F. Comín (coord.), vol. 1, pp. 1079-1120. (ed.) (2012): Pasado y presente: de la gran depresión del siglo XX a la gran recesión del siglo XXI, Bilbao, Fundación BBVA. y E. Martínez Ruiz (eds.) (2006): La economía de la guerra civil, Madrid, Marcial Pons. y M. A. Pons (2005): «Sistema monetario y financiero», en A. Carreras y X. Tafunell (coords.), pp. 645-706. Y M. Titos Martínez (eds.) (1999): El sistema financiero español. Una síntesis histórica, Granada, Universidad de Granada. E. Martínez-Ruiz y P. Nogues-Marco (2011): «Floating against the Tide: Spanish Monetary Policy, 1870-1931», en A. Ogren y L. F. 0ksendal (eds.), The Gold Standard Peripheries: Monetary Policy, Adjustment and Flexibility in a Global Setting, Basingstoke, Palgrave Macmillan, pp. 145-173. -, - y M. A. Pons (2012): «War and economics: Finances revisited», European Review ofEconomic History, 16 (2), pp. 144-165. Martínez Pagés, J. y L. A. Maza (2003): Análisis del precio de la vivienda en España, Banco de España, Documento de Trabajo 307. Martínez-Ruiz, E. (2006): «El campo en guerra: organización y producción agra­ ria», en P. Martín-Aceña y E. Martínez (eds.), pp. 107-159. - (2008): «Las consecuencias de la guerra civil en el sector exteriof», en E. Fuentes (dir.) y F. Comín (coord.), vol. II, pp. 521-554. Martínez Ruiz, J. 1. (2008): Mercaderes ingleses en Alicante en el siglo XVII. Estudio y edición de la correspondencia comercial de Richard Houncell & Co., Alicante, Universidad de Alicante. Martínez Ruiz, J. J. (2004): «The credit market and profits from letters of exchan­ ge. "Ricorsa" Exchange operations between Seville and the "Besan¡;:on" inter- BIBLIOGRAFÍA 337

natÍonal fairs (1589-1621»>, Journal 01 European Economic History, 33 (2), pp. 331-355. Martín-Retortillo, M. y V Pinilla (2012a): «Why did Agricultural Labor Produc­ tivity not Converge in Europe from 1950 to 2006?», comunicación presenta­ da en la Economic History Annual Conforence, University of Oxford. y - (2012b): «European Agriculture following World War Two: Pattems and Causes of Growrh, 1950-2005», comunicación presentada en la Social Science History Conforence, University of Glasgow. Martorell Linares, M. (2011): «"No fue aquello solamente una guerra. Fue una revolución". España y la primera guerra mundial», Historia y Política, 26, pp. 17-45. Y F. ComÍn (2008): «La Hacienda de guerra franquista», en E. Fuentes (dir.) y F. ComÍn (coord.), vol. I1, pp. 901-938. Menant, F. (2007): «Crisis de subsistencia y crisis agrarias en la Edad Media: algu­ nas reflexiones previas», en H. R. Oliva y P. Benito (eds.), Crisis de subsistencia y crisis agrarias en la Edad Media, Sevilla, Universidad de Sevilla, pp. 17-60. Mendiola Gonzalo, F. (2012): «El impacto de los trabajos forzados en la econo­ mía vasco (1937-1945»>, Investigaciones de Historia Económica, 8 (2), pp. 104-116. Meuvret, J. (1946): «Les crises de subsistances et la démographie de la France d'Ancien Régime», Population, 1 (4), pp. 643-650. Millán, J. (1993): «Poderes locales, conflictividad y cambio social en la España agraria. Del Antiguo Régimen a la sociedad burguesa», Historia Agraria, 6, pp. 25-36. (2000): «Los poderes locales en la sociedad agraria: una propuesta de balan­ ce», Historia Agraria, 22, pp. 97-110. Ministerio de Hacienda (1940): Resumen provisional sobre la evolución de la Ha­ cienda desde el 18 de julio de 1936 hasta el presente, Madrid. Motomura, A. (1994): «The Best and Worst of Currencies: Seigniorage and Currency Policy in Spain, 1597-1650»,]ournal olEconomic History, 54 (1), pp. 104-127. Mueller, R. C. (1977): The Procuratori di San Marco and the Venetian Credit Mar­ ket, Nueva York, Amo Press. - (1979): «The Role ofBank Money in Venice 1300-1500», Studi Venezia­ ni, nI, pp. 47-96. Muñoz Abeledo, L. (2010): Género, trabajo y niveles de vida en la industria conser­ vera de Galicia, 1870-1970, Barcelona, Icaria-Universidad de Barcelona. Nada!' J. (1959) «La revolución de los precios españoles en el siglo XVI», Hispa­ nia, 19, pp. 503-528. (1975): El fracaso de la revolución industrial en España, 1814-1913, Barcelona, Arie!. (1992): Bautismos, desposorios y entierros, Barcelona, Arie!. 338 CRISIS ECONÓMICAS EN ESPAÑA, 1300-2012

- (2001): España en su cenit (1516-1598). Un ensayo de interpretación, Barcelo­ na, Crítica. Naredo, ]. M. (1996a): La burbuja inmobiliariojinanciera en la coyuntura econó• mica reciente 1985-1995, Madrid, Siglo XXI. - (1996b): La evolución de la agricultura en España (1940-1990), Granada, Universidad de Granada. Navarro, V, ]. Torres y A. Garzón (2012): Lo que España necesita, Barcelona, . Navas, M. y C. Sudriil (2007): «La crisi financera de 1866 a Catalunya: una revi­ sió», Recerques, 55, pp. 35-72. Nicolau, R. (2005): «Población, salud y actividad», en A. Carreras y X. Tafunell (coords.), pp. 77-154. Nogues-Marco, P. (2005): «Análisis de la deflación española de la primera mitad del siglo XIX: Una comparación internacional», Revista de Historia Económica, 23 (2), pp. 372-405. (2011): Tipos de cambio y tipos de interés en Cádiz en el siglo XVIII (1729-1788), Madrid, Banco de España. Novísima Recopilación de las Leyes de España (1805), Madrid, Imprenta de Sancha. Núñez, C. E. (2005): «Educación», en A. Carreras y X. Tafunell (coords.), pp. 157-244. Nuño, G., P. Tedde y A. Moro (2011): Money Dynamics with Multiple Banks 01 Issue: Evidence from Spain, 1856-1874, Banco de España, Documento de Trabajo 1119. Oliva, H. R. Y P. Benito (eds.) (2007): Crisis de subsistencia y crisis agrarias en la Edad Media, Sevilla, Universidad de Sevilla. Oliva Melgar, J. M. (2004): El monopolio de Indias en el siglo XVII y la economía andaluza. La oportunidad que nunca existió, Huelva, Universidad de Huelva. Olson, W (1990): «The concept of Small Wars», SmalfWars and Imurgencies, 1 (1), pp. 39-46. O'Rourke, K. O. (1997): «The European Grain Invasion, 1870-1913»,journal 01 Economic History, 57 (4), pp. 775-80l. - Y J. G. Williamson (1999): Globalization and History: The Evolution ola Ni­ neteenth-CenturyAtlantic Economy, Cambridge (Mass.), MIT Press. Ortega, ]. A. y]. Silvestre (2006): «Las consecuencias demográficas», en P. Mar­ tín-Aceña y E. MartÍnez (eds.), pp. 53-105. Otte, E. (1978): «Sevilla, plaza bancaria europea en el siglo XVI» en y Llana, A. de (ed.), Actas del I Coloquio Internacional de Historia Económica. Dinero y Crédito (siglos XVI al XIX). Madrid. Overy, R. (2000): «Warfare in Europe since 1918», en T. C. W Blanning (ed.), The Oxford History 01 Modern Europe, Nueva York, Oxford University Press, pp. 214-233. BIBLIOGRAFÍA 339

Palafox, J. (I 99 1): Atraso económico y democracia. La Segunda Republica y la econo­ mía española, 1892-1936, Barcelona, Crítica. Pan-Montojo, J. (2012): «Spanish Agriculture, 1931-1955. Crisis, Wars, and New Policies in the Reshaping of Rural Society», en P. Brassley, Y. Segers y L. Van Molle (eds.), War, Agriculture and Food. Rural Europe from the to the 1950s, Londres, Routledge, pp. 75-95. Parejo, A. (2005): Estadísticas históricas sobre el sector industrial minero y energético en Andalucía. Siglo xx, Sevilla, Instituto de Estadística de Andalucía. y C. Sudria (2012): «The Great Depresión versus the Great Recession. Fi­ nancial Crises and Industrial Slumps», Revista de Historia Industrial, 48, pp. 23-48. Pascual, P. (2004): «Moneda e industria. La reforma de 1824 y la acuñación de moneda en Barcelona», Revista de Historia Industrial, 26, pp. 57-100. Pazos, F. (I972): Chronic Inflation in Latin America, Nueva York, Praeger. Peláez, 6. (2008): «Evolución del gasto en pensiones contributivas en España bajo diferentes escenarios demográficos (2007-2050»>, Principios: Estudios de Economía Política, 12, pp. 45-60. Pérez Díaz, J. (2003): La madurez de masas, Madrid, Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Pérez Moreda, V. (I980): Las crisis de mortalidad en fa España interior, siglos XVI-XIX, Madrid, Siglo XXl. (I984): «Crisis demográficas y crisis agrarias: paludismo y agricultura en Es­ paña a fines del siglo XVIII», en Congreso de Historia Rural. Siglos XV al XIX, Madrid, Casa de Velázquez y Universidad Complutense, pp. 333-354. (I988): «Respuestas demográficas ante la coyuntura económica en la España rural del Antiguo Régimem>, Boletín de fa Asociación de Demografla Históri• ca, VI (3), pp. 81-118. (1997): «La población», en A. Fernández García (coord.), Los fundamentos de fa España liberal (1834-1900): la sociedad, fa economía y fas formas de vida. Historia de España Ramón Menéndez Pidal, t. XXXIII, Madrid, Espasa Calpe, pp. 53-98. (2008): «La población española y la población madrileña (1808-1814»>, en Madrid 1808. Guerra y territorio. Ciudad y protagonistas, Madrid, Ayunta­ miento de Madrid, pp. 27-40. (2010): «Una nueva interpretación de las relaciones entre mortalidad y eco­ nomía: pruebas históricas en contra del modelo de las 'crisis de subsisten­ cias'", en S. Cavaciocchi (ed.), Le interazione fra economia e ambiente biologico nell'Europa preindustriale seco XIII-XVIII, Florencia, Firenze University Press, pp. 181-218. Y F. Collantes (2012): Crisis y problemas demogrdficos en España desde elAntiguo Régimen hasta el presente, AEHE, Documento de trabajo DT 340 CRISIS ECONÓMICAS EN ESPAÑA, 1300-2012

Pinilla, V (1995): "Cambio agrario y comercio exterior en la España contempo­ ránea», Agricultura y Sociedad, 75, pp. 153-179. (2009): "The Impact of Markets in the Management of Rural Land», en V Pinilla (ed.), Markets and Agricultura! Change in Eu rop e from the 13th to the 20th Century, Turnhout, Brepols Publishers, pp. 11-36. Y M. 1. Ayuda (2002): «The Political Economy of the Wine Trade: Spanish Exports and the International Market, 1890-1935», European Review ofEco­ nomic History, 6 (1), pp. 51-86. Y - (2009): «Foreign Markets, Globalisation and Agricultural Change in Spail1», en V Pinilla (ed.), Markets andAgricultural Change in Eu rop e from the 13th to the 20th century, Turnhout, Brepols Publishers, pp. 173-208. Y - (2010): «Taking Advantage of Globalization? Spain and the Building of the International Market in Mediterranean Horticultural Products, 1850- 1935», European Review ofEconomic History, 14 (2), pp. 239-274. Y R. Serrano (2008): «The Agricultural and Food Trade in the First Globali­ zation: Spanish Table Wine Exports 1871 to 1935. A Case Study», ¡ournal of Wine Economics, 3 (1), pp. 132-148. Pons, M. A. (2006): «La Hacienda pública y la financiación de la guerra», en P. Martín-Aceña y E. Martínez (eds.), pp. 357-492. Prados de la Escosura, L. (1982): Comercio exterior y crecimiento económico en Es­ paña, 1826-1913: tendencias a largo plazo, Madrid, Banco de España. (1988): De imperio a nación: crecimiento y atraso económico en España (1780- 1930), Madrid, Alianza Editorial. (1993): «La pérdida del Imperio y sus consecuencias económicas», en L. Pra­ dos de la Escosura y S. Amaral (eds.), pp. 139-217. (2003): Elprogreso económico de España (1850-2000), Bilbao, Fundación BBVA. (2009a): «Hispanoamérica tras la Independencia: Un balance de su evolución económica (1820-1870)), en M. Palacios (coord.), Las independencias hispa­ noamericanas. Interpretaciones 200 años después, Bogotá, Norma. (2009b): «Lost Decades? Economic Performance in Post-Independence Latin America»,journalofLatin American Studíes, 41, pp. 279-307. (201Oa): «Spain's International position, 1850-1913», Revista de Historia Econó• mica-journal ofIberian and Latín American Economic History, 28 (1), pp. 173-215. (2010b): «Assessing Independence. The Economic Consequences», LASA Forum 41 (2), pp. 10-12. Y S. Amaral (eds.) (1993): La independencia americana: consecuencias económi• cas, Madrid, Alianza Editorial. Preston, P. (2011): El holocausto español. Odio y exterminio en la guerra civil y des­ pués, Barcelona, Debate. Quinn, S. y W Roberds (2007): «The Bank of Amsterdam and the Leap to Central Bank Money», American Economic Review, 97 (2), pp. 262-265. BIBLIOGRAFíA 341

Ramón, R. (2000): "Specialization in the International Market for Olive Oil Be­ fore World War II», en S. Pamuk y J. G. Williamson (eds.), The Mediterra­ nean Response to Globalization Before 1950, Londres, Routledge, pp. 159-198. (2011): "La industria catalana de! aceite de oliva: exportaciones, localización y empresas, 1861-1921», en J. Catalan, J. A. Miranda y R. Ramon (eds.), Distritos y clusters en la Europa del Sur, Madrid, Lid Editorial, pp. 57-80. Ranzato, G. (2004): "Guerra civil y guerra total en el siglo xx», Ayer, 55, Las guerras civiles en la España contemporánea, pp. 127-148. Reher, D. S. (1980): "La crisis de 1804 y sus repercusiones demográficas: Cuenca (1775-1825)), Moneda y Crédito, 154, pp. 35-72. (1988): "Fluctuaciones económicas y comportamientos demográficos en la Es­ paña urbana», Boletín de la Asociación de Demografia Histórica, 6 (3), pp. 51-79. (2003): "Transformación demográfica y modernización de la sociedad es­ pañola durante e! siglo xx», Sistema. Revista de Ciencias Sociales 075-176), pp. 35-49. (2004): "Mercado de trabajo y empleo en España durante e! siglo xx», en J. Pérez, C. Sebastián y P. Tedde (eds.), Estudios en homenaje a Luis Ángel Rojo, II Economía y cambio histórico, Madrid, Editorial Complutense, pp. 319-337. (2007): "Towards long-term population decline: a discussion of re!evant is­ sues», European Journal ofPopulation, 23, pp. 189-207. Y E. Ballesteros (1993): "Precios y salarios en Castilla la Nueva: la construc­ ción de un Índice de salarios reales, 1501-1991», Revista de Historia Económi• ca, 11 (1), pp. 101-151. Reine! Sánchez, J. (2004): "Una respuesta a la pregunta ¿qué es la guerra?», Aposta. Revista de Ciencias Sociales, 6. Reinhart, C. M. y K. S. Rogoff (2009): This time is different. Eight centuries offi­ nancial fllly, Princeton, Princeton University Press. - y B. Sbrancia (2011): The Liquidation ofGovernment Debt, NBER Working Paper, 16893. Ríu, E. (1918): "Causas de! atraso industrial de España», Revista Nacional de Eco­ nomía, 11. Robledo, R. (2002): "Quiebra de la Universidad tradicional, 1790-1845», en L. E. Rodríguez (coord.), Historia de la Universidad de Salamanca, Salamanca, Universidad de Salamanca, vol. 1, pp. 205-237. (2005): "De! diezmo al presupuesto: la financiación de la universidad españo­ la (1800-1930)), Investigaciones de Historia Económica, 1, pp. 97-130. Rojo, L. Á. (1963): "Política monetaria», en E. Fuentes Quintana (comp.), El desarrollo económico de España. Juicio crítico del informe del Banco Mundial, Madrid, Revista de Occidente, pp. 97-113. (2002): "La economía española en la democracia (1976-2000»>, en F. Co­ mín, M. Hernández y E. Llopis (eds.), pp. 397-435. 342 CRISIS ECON6MICAS EN ESPAÑA, 1300-2012

Roldán de Montaud, 1. (1990): La Hacienda en durante la Guerra de los Diez Años (1868-1880j, Madrid, lEF-1Cl. (1997): «Guerra y finanzas en la crisis de fin de siglo: 1895-1900», Hispania, 57 (2), pp. 611-675. (ed.) (2008): Las Haciendas públicas en el Caribe hispano durante el siglo XIX, Madrid, CSIC. Rosés, ]. R. (2008): «Las consecuencias macro económicas de la guerra civil», en E. Fuentes Quintana (dir.) y F. Comín (coord.), vol. Il, pp. 339-364. Roubini, N. y S. Mihm (2010): Cómo salimos de ésta, Barcelona, Destino. Ruiz Martín, F. (1968): «Las finanzas españolas durante el reinado de Felipe 11», Cuadernos de Historia. Anexos de la Revista Hispania, 2, pp. 109-173. (1970): «La banca en España hasta 1782», en El Banco de España. Una historia económica, Madrid, Banco de España, pp. 1-196. (1990a): Pequeño capitalismo, gran capitalismo. Simón Ruiz y sus negocios en Florencia, Barcelona, Crítica. (1990b): Las finanzas de la Monarquía Hispánica en tiempos de Felipe IV (1621-1665), Madrid, Real Academia de la Historia. Rújula, P. (2012): "La guerra civil en la España del siglo XIX: usos políticos de una idea», en]. Canal y E. González (eds.), pp. 39-58. Samuelson, P. (1971): «Stochastic speculative price», Proceedings 01 the National Academy olSciencies, 68 (2), pp. 335-337. Sánchez, A. (2000): "Crisis económica y respuesta empresarial. Los inicios del sistema fabril en la industria algodonera catalana, 1797-1839», Revista de Historia Económica, 18 (3), pp. 485-523. Sánchez Albornoz, N. (1966): «De los orígenes del capital financiero: la Sociedad General del Crédito Mobiliario Español, 1856-1902», Moneda y Crédito, 97, pp. 29-67. (1967): «La crisis de 1866 en Madrid: la Caja de Depósitos, las sociedades de crédito y la Bolsa», Moneda y Crédito, 100, pp. 3-40. Sánchez Asiaín, ]. A. (1999): «La economía en la guerra civil española (1936- 1939»>, en G. Anes (ed.), Historia Económica de España. Siglos XIXyXX, Barce­ lona, Galaxia Gutenberg, pp. 563-624. Sánchez Belén,]. A. (1996): La política fiscal en Castilla durante el reinado de Car­ los 11, Madrid, Siglo XXI. Sánchez-Chóliz,]. y R. Duarte (2003): «Analysing Pollution by Way ofVerti­ cally Integrated Coefficients, with an Application to the Water Sector in Aragon», Cambridge Journal 01 Economics, 27, pp. 433-448. Sánchez Sarto, M. (1934): «Les Banques Públiques en Espagne jusqu'a 1815», en J. G. Van Dillen (ed.), History olthe Principal Public Banks, La Haya, Marti­ nus Nijhoff, pp. 1-14. BIBLIOGRAFÍA 343

Sanz Ayán, C. (1988): Los banqueros de Carlos JI, Valladolid, Universidad de Va­ lladolid. Sardá Dexeus, J. (1948): La política monetaria y las fluctuaciones de la economía española en el siglo XIX, Madrid, CSIC. Sargent, T. J. Y F. R. Velde (2002): The Big Problem olSmal1 Change, Princeton, Princeton University Press. Schofield, R. (1990): «El impacto de la escasez y la abundancia sobre los cambios de la población en Inglaterra, 1541-1871», en R. 1. RotbergyT. K. Rabb (comps.), El hambre en la historia: el impacto de los cambios en la producción de alimentos y los modelos de consumo sobre la sociedad, Madrid, Siglo XXI, pp. 73-101. Serra, A. (2011): Els errors de les caixes, Barcelona, Viena. Serra, E. (1988): Pagesos y senyors a la Catalunya del segle XVII. Baronia de Sentme­ nat, 1590-1729, Barcelona, Crítica. Serrano Sanz, J. M. (2010): «La crisis del petróleo», en A. Furió Delgado et al., pp. 153-192. (2011): De la crisis económica en España y sus remedios, Zaragoza, Prensas Universitarias de Zaragoza. (coord.) (1997): La política monetaria y la inflación en España, Madrid, Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. M. Sabaté y G. Gadea Rivas (2008): «Una mirada ingenua sobre las series del sector exterior 1869-1999», Revista de Historia Económica-Journal 01 Iberian and LatinAmericaEconomic History, 26 (1), pp. 83-108. Simon, H. A. (1983): Reason in Human Affairs, Stanford, Stanford University Press. Singleton, J. (2008): «'Destruction ... and misery': the War», en M. J. Oliver y D. H. Aldcroft (eds.), Economic disasters 01 the twentieth cen­ tury, Cheltenham, Edward Elgar, pp. 9-49. Slack, P. (1985): The impact 01 plague in Tudor and Stuart England, Londres, Roucledge & Kegan Pau!. Smith, A. (1776): An Inquiry into the Nature and Causes 01 the Wealth 01 Nations, Londres, W Strahan yT. Cadell [citado por la edición de A. Smith, Investi­ gación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones, México, Fondo de Cultura Económica, 1958]. Spufford (1986): Handbook 01 Medieval Exchange, Londres, Royal Historical So­ ciety. Stein, B. H. y S. J. Stein (2009): Edge 01 Crisis. Wár and Trade in the Spanish Atlantic, 1789-1808, Baltimore, TheJohns Hopkins University Press. Straumann, T. (2010): Fixed ideas 01 Money. Small States and Exchange Rate Regi­ mes in Twentieth-Century Europe, Cambridge, Cambridge University Press. Sudria, C. (1990): «Los beneficios de España durante la gran guerra. Una aproxi­ mación a la balanza de pagos, 1914-1920», Revista de Historia Económica, 8 (2), pp. 363-396. 344 CRISIS ECON6MICAS EN ESPAÑA, 1300-2012

(1995): «Los bancos de emisión en provincias en la España del siglo XIX», en P. Tedde y C. Marichal (eds.), La formación de los bancos centrales en España y América Latina, siglos XIX y xx, Madrid, Banco de España, vol. 1, pp. 81- 107. (2012): Crisis económica y transición a la democracia (1975-1985), ponencia presentada en el Seminario Las catdstrofis económicas en la España contempord­ nea, Santander, UIMP. Tafunell, X. (1985): «La febre d'or: auge borsari i activitat economica», L'Aven(, 78, pp. 30-38. - (2005): «Empresa y Bolsa», en A. Carreras y X. Tafunell (coords.), pp. 707-803. Taleb, N. N. (2007): The Black Swan. The Impact ofthe Highly Improbable, Nueva York, Random House. Taltavull, P. (2006): «La oferta de viviendas y el mercado inmobiliario en Espa­ ña», Papeles de Economía Española, 109, pp. 156-18l. Tedde de Lorca, P. (1974): «La banca privada española durante la Restauración, 1874-1914», en G. Tortella (dir.), La banca española en la Restauración, Ma­ drid, Banco de España. (1984): «Banca privada y crecimiento económico en España (1874-1913»>, Papeles de Economia Española, 20, pp. 169-184. (1988): El Banco de San Carlos, 1782-1829, Madrid, Alianza Editorial. (1991): «La naturaleza de las cajas de ahorros: sus raíces históricas», Papeles de Economía Española, 46, pp. 2-11. (1999): «Las bases económicas y sociales», en J. M. Jover (dir.), Las bases políticas, económicas y sociales de un régimen en transformación (1759-1834), t. XXX, Historia de España Ramón Menéndez Pidal, Madrid, Espasa Calpe, pp. 335-424. (ed.) (1999): Economía y colonias en la España del 98, Madrid, Síntesis. Tello, E. (2008): «Un vínculo perdido: energía y uso del territorio en la trans­ formación histórica de los paisajes agrarios mediterráneos», en R. Robledo (ed.), Sombras del progreso. Las huellas de la historia agraria, Barcelona, Crítica, pp. 353-386. Tena-Junguito, A. (2005): <

Tinoco Rubiales, S. (1979): Mercaderes, Banqueros y Bancos Públicos. Aproxima­ ción a la problemática del trato y la banca en la Sevilla del siglo XVI, tesis de li­ cenciatura inédita, Universitat de Barcelona. (1988): Crédito y Banca en la Sevilla del siglo XVI, tesis doctoral inédita, Uni­ versitat de Barcelona. Tinoco, S. (1991): "Banca privada y poder municipal en la ciudad de Sevilla (si­ glo XVI), en Banchi pubblici, banchi privati e monti di pieta nell'Europa prein­ dustriale, Génova, Sociedl Ligure. Titos Martínez, M. (1991): "La respuesta histórica de las cajas de ahorros a las de­ mandas de la sociedad española», Papeles de Economía Española, 46, pp. 12-37. Toboso Sánchez, P. (1987): La deuda pública castellana durante el Antiguo Régi­ men (juros) y su liquidación en el siglo XIX, Madrid, Instituto de Estudios Fis­ cales. Tomás y Valiente, F. (1982): "Ventas de oficios públicos en Castilla durante los siglos XVII y XVIII», en F. Tomás y Valiente, Gobierno e instituciones en la Es­ paña delAntiguo Régimen, Madrid, Alianza Editorial, pp. 151-177. Tortella, G. (1968): "El principio de responsabilidad limitada y el desarrollo in­ dustrial de España, 1829-1868», Moneda y Crédito, 104, pp. 69-84. (1970): "La evolución del sistema financiero español de 1856 a 1869», en Banco de España, Ensayos sobre la economía española a mediados del siglo XIX, Madrid, Banco de España, pp. 17-146. (1973): Los orígenes del capitalismo español, Madrid, Tecnos. (1994): El desarrollo de la España contemporánea: Historia económica de los si­ glos XIX y xx, Madrid, Alianza Editorial. (2008): "El capital extranjero en la formación del capitalismo españo1», en J. Tascón Fernández (ed.), La inversión extranjera en España, Madrid, Miner­ va, pp. 31-47. Y F. Comín (2001): "Fiscal and Monetary Institutions in Spain (1600-1900)>>, en M. D. Bordo y R. Cortés Conde (eds.), Transftrring Wealth and Power ftom the Old to the New World. Monetary and Fiscal Institutions in the 17th through the 19th Centuries, Cambridge, Cambridge University Press, pp. 140-187. Ulloa, M. (1977): La Hacienda Real de Castilla en el reinado de Felipe II, Madrid, Fundación Universitaria Española. UNCTADstat, online (2012): Válues and shares 01 merchandise exports and im­ ports, annuaL 1948-2010 (unctadstat.unctad.org). Urquijo Goitia,]. R. de (2001): Gobiernos y ministros españoles (1808-2000), Ma­ drid, CSIC. Usher, A. P. (1934): "The Origins of Banking: The Primitive Bank of Deposit, 1200-1600», Economic History Review, 4 (4), pp. 399-428. (1943): The Eariy History olDeposit Banking in Mediterranean Europe, Cam­ bridge (Mass.), Harvard University Press. 346 CRISIS ECON6MICAS EN ESPAÑA, 1300-2012

Vaca, A. (1984): «La Peste Negra en Castilla. Aportación al estudio de algunas de sus consecuencias económicas y sociales», Studia Historica. Historia Medieval, 2, pp. 89-107. (1990): «La Peste Negra en Castilla. Nuevos testimonios», Studia Historica. Historia Medieval, 8, pp. 159-173. Valdeón, J. (1966): Enrique 11 de Castilla: la guerra civil y la consolidación del régi­ men (1366-1311), Valladolid, Universidad de Valladolid. - (1984): «Reflexiones sobre la crisis bajomedieval en Castilla», En la España medieval, 5, pp. 1049-1062. - Vallejo Pousada, R (2008): «La autonomía y la Hacienda catalana durante la Se­ gunda República y la guerra civil, 1931-1939», en E. Fuentes Quintana (dir.) y F. Comín (coord.), vol. 1, pp. 983-1023. (2009): «Ciudades ocupadas, Galicia en guerra. y libertad?», en J. F. Fuentes y RVallejo (com.), pp. 129-148. Van Dillen, J. G. (1934): «The Bank of Arnsterdam», en]. G. Van Dillen (ed.), History ofthe Principal Public Banks, La Haya, Martinus Nijhoff, pp. 79-123. Vanhaute, E., R. Paping y C. 6 Gráda (2007): «The European Subsistence Crisis of 1845-50: a Comparative Perspective», en C. 6 Gráda, R Paping y E. Vanhaute (eds.), When the Potato Failed Causes and Efficts ofthe Last Eu­ ropean Subsistence Crisis, 1845-1850, Turnhout, Brepols Publishers, pp. 15-40. Vassberg, D. E. (1983): La venta de tierras baldías. El comunitarismo agrario y la corona de Castilla durante el siglo XVI, Madrid, Ministerio de Agricultura. Vilar Rodríguez, M. (2004): «La ruptura pos bélica a través del comportamiento de los salarios industriales: nueva evidencia cuantitativa (1908-1963)), Revis­ ta de Historia Industrial, 25, pp. 81-12l. (2009): Los salarios del miedo. Mercado de trabajo y crecimiento económico en Es­ paña durante elfranquismo, Santiago de Compostela, Fundación 10 de Marzo. Villar Salinas, J. (1942): Repercusiones demográficas de la Guerra Civil española, problemas que plantean y posibles soluciones, Madrid, Real Academia de Cien­ cias Morales y Políticas. White, E. N. (1987): «¿Fueron inflacionarias las finanzas estatales en el siglo XVIII? Una nueva interpretación de los vales reales», Revista de Historia Económica, 5 (3), pp. 509-526. Wrigley, E. A y R. S. Schofield (1981): The Population History ofEngland, 1541- 1811: a reconstruction, Londres, Edward Arnold. WTOstat, online (2012): «World merchandise exports, production and gross domestic product, 1950-2010», World Trade Organization Statistical Data Base. Time Series International Trade (stat.wto.org). Yun Casalilla, B. (1986): «Crisis económica e inmovilismo de las estructuras so­ ciales», en Á. García Sanz (coord.), Historia de Castilla y León. La época de la decadencia (siglo XVII), vol. 7, Valladolid, Ámbito, pp. 44-77. BIBLIOGRAFíA 347

(2002): «Las raíces del atraso económico español: crisis y decadencia (1590- 1714»>, en F. Comín, M. Hernández y E. Llopis (eds.), pp. 85-119. (coard.) (1991): Estudios sobre capitalismo agrario, crédito e industria en Casti­ lla (siglos XIXy xx), Valladolid, Junta de Castilla y León. Zafra Oteyza, J. (2003): «La Hacienda española, 1700-1750. Una reinterpre­ tación», en Estudios de historia y de pensamiento económico. Homenaje al profe­ sor Francisco Bustelo Carda del Real, Madrid, Editorial Complutense, pp. 201-212. Zambrana, F. (1985): Crisis y modernización del olivar, Madrid, Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.