SALMO 1 - Salmo De Los Dos Caminos No Quiero Ser Como Paja Que Lleva El Viento Y Hace De Ella Un Juego Fácil Entre Sus Alas
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y que a cada paso deja las señales del que mata; SALMO 1 - Salmo de los dos caminos no quiero ser como paja que lleva el viento y hace de ella un juego fácil entre sus alas. Quiero ser desde mis raíces y mi historia Aquí estoy, Señor Jesús, a la vera del camino, sin camino; de ilusiones y fracasos, mis pasos buscan tus huellas donde poner mis pisadas, desde mis luchas y mis crisis un camino de esperanza la vida y la muerte están ante mí como un reto; abierto hacia la Vida eterna, donde Tú moras el bien y el mal se cruzan en mi corazón y donde esperas con un corazón de amigo, mi llegada. que sin descanso busca, pide y llama. Tú eres, Señor Jesús, el camino de un corazón vivo; Yo quiero ser dichoso, Señor Jesús, hombre en camino; el camino de Abel, yo quiero ser libre con la libertad de tu Evangelio; el camino de la vida en la cruz entregada libre en opción sincera y decidida a tu Palabra. por la salvación del hombre, de todo hombre que busca Quiero dejar atrás las llamadas opresoras del dinero, en Ti la respuesta cierta y segura en la encrucijada. del poder, del placer, de lo que en el fondo es nada. Señor Jesús, contigo se hace el camino suave y ligero, Quiero hacer de tu Evangelio norma de vida al llevar entre tú y yo -los dos juntos- esta pesada carga. y escucharlo día y noche Quiero ser discípulo tuyo, y aprender de Ti, Maestro, hasta que penetre el fondo del alma. a ser libre como el viento, en tu Espíritu, que guía y salva. Quiero ser, Señor Jesús, como el árbol que crece junto al río y bebe en profundidad y hondura en las corrientes del agua. Quiero dar en su tiempo frutos de paz y bien, y dejar que las semillas que has sembrado en mí se abran. No dejes jamás, Señor, que se marchiten mis hojas verdes, ni que él viento las arranque, una a una, de sus ramas. Quiero seguir el camino del hombre nuevo, del hombre que dice sí a la vida y con tesón la guarda. Quiero ser hombre de espíritu que luche contra la carne y que haga del amor la Carta Magna, la Ley fundamental de tu Reino, abierto al corazón vivo en desafío radical, una a una, de tus Bienaventuranzas. No me dejes caminar por el camino de Caín, que lleva sangre; 1 SALMO 5 - Salmo al comenzar la Guíame, Señor, Tú que eres bueno y santo; guíame hacia la luz y que camine como hijo de la luz; mañana guíame y allana mi camino para que sea fiel a tu Ley. Que tu camino, Señor, sea hoy la pasión de mi corazón, Al tocar la luz del día mis ojos, Señor, y que tu Espíritu Santo me ayude en cada paso. mi corazón se levanta hacia Ti en busca de tu mirada. Que mi boca, Señor, sea hoy la expresión de mi interior; Escucha las palabras de quien siente la vida de nuevo, que mis palabras arranquen de lo profundo y estate atento, Señor; sé cercano a mi mano abierta. y sean verdaderas. Da respuesta a mi pregunta; ayúdame en mi inquietud, Señor, dame un corazón limpio para que te pueda ver; tú que eres mi Señor y mi Dios, en quien yo confío. Señor, dame un corazón de pobre A ti abro mi ser, mis ganas de vivir, mi despertar: para que viva hoy tu Reino; de mañana, en tus manos pongo Señor, dame un corazón misericordioso mis miedos y mis ilusiones; para que derrame misericordia; de mañana, en tus ojos pongo la pureza Señor, dame un corazón lleno de paz y sinceridad de mi búsqueda; para que sea hijo tuyo; de mañana, en tu camino quiero dirigir mis pasos. Señor, dame un corazón que tenga Oye mi voz, Señor, Tú que eres bueno y compasivo y hambre y sed de justicia alienta mi vida que busca en ti luz y calor. para que sea saciado y haga tu voluntad; Señor, dame un corazón manso para que posea la tierra. Mira, Señor, mi corazón de pobre, que como un gorrioncillo busca abrigo entre tus manos; toma mi arcilla Que mi corazón se alegre y se regocije hoy, y moldéala según los proyectos que tienes en mí este día. porque todo lo espero de Ti, Señor Dios mío. Quiero estar ante tus ojos A Ti me acojo, Señor, al comenzar el día: protégeme. y dejarme penetrar por tu mirada; En ti pongo mi confianza como un niño en su madre: delante de tus ojos, Señor, me siento pequeño y frágil. ayúdame. Derrama, al comenzar la mañana, tu ternura y tu bondad A ti abro mis proyectos y los planes de este día: para que mi corazón se sienta fuerte y animoso. acompáñame. A ti ofrezco lo que soy y lo que yo tengo: acógelo. Señor, aparta de mi camino el mal que me rodea A ti, que eres Dios de la vida, te pido fuerza: anímame. y no dejes que en este día la mentira se adueñe de mí; Mi corazón te ama y, lleno de gozo, exulta en Ti. dame mansedumbre y humildad para que mi corazón, Señor, Bendíceme, Señor, y guíame por el camino justo; no sea hoy violento ni haga juego sucio a nadie. como un gran escudo defiéndeme, sé mi fortaleza. Confío en la abundancia de tu amor y camino hacia Ti Que tus alas, Señor, me cobijen y guarden firme de que me acoges en tu casa. mientras yo voy viviendo el día que hoy me entregas. Haz, Señor, que camine hoy en tu presencia y que tema apartarme de ti. 2 SALMO 6 - Salmo en situación límite que me dejan cansado y oprimido y sin ganas de vivir. Me siento desfallecer y mi corazón está cansado. La vida para mí, Señor, no tiene sentido Ten paciencia conmigo, Señor, y me encuentro contra el muro. y espera que de nuevo vuelva. Mis pies están inseguros sobre la arena de mi desierto No hagas caso de mis palabras, que tantas veces fallaron. y mis manos han tocado el techo de mi vida. Sopórtame, aguántame, sé compasivo conmigo, Señor, ¿Dónde estoy? que, a pesar de mis pecados, en el fondo, Señor, ¿Hasta cuándo seguiré así? ¿Dónde estás? es a Ti a quien más quiero. No tengo razones para vivir Da tiempo a mi proceso, Señor, y la vida es para mí un punto negro. que soy como un niño débil, Cuando respiro, mi aliento no llega al fondo y me ahogo y aguarda a que de nuevo te deje de dar las espaldas. en medio de mis miedos y fracasos escondidos. Estoy como estuviste Tú, Señor, en la noche del huerto, Mírame, Señor, mírame, que estoy sin fuerzas y he caído cuando tu corazón se moría de tristeza. como una hoja de otoño en el camino. Estoy tenso, estoy en conflicto, no hay luz en esta noche Mírame, Señor, que tengo el alma golpeada y rota y se han escondido, una a una, todas las estrellas. y no consigo levantar mis pobres alas en vuelo. Señor, ¿Hasta cuándo seguiré así? ¿Dónde estás? Sáname, Señor, Sáname, que siento el corazón desmoronado Enséñame, Señor, hombre de dolores, a orar mi sufrimiento. y mi casa se ha hecho un montón de escombros. Enséñame a gritarle al Padre mi problema y mi pecado. A Ti grito, a Ti clamo, por Ti lloro y en Ti espero Enséñame a que busque la voluntad de Dios en esta cruz aunque los miedos y la inseguridad me tienen abrumado. y que espere, como tú esperaste, Señor, ¿Hasta cuándo seguiré así? ¿Dónde estás? confiado en el amor del Padre. Señor, yo sé que has oído mi súplica; Acércate a mí, Señor, como buen samaritano que has sentido mi dolor; y venda mis heridas; yo sé, Señor, que estás tan cercano a mí pon tu ternura y tu misericordia en mis pobres llagas; que me impide verte. llévame contigo, no me dejes tirado en el camino, Yo sé que has oído la voz de mis sollozos que de nuevo volverán los salteadores. y el dolor que no se grita; Da paz a mi corazón oprimido y angustiado; yo sé que el aliento volverá a mi vida, devuelve la calma a mi alma sumida en profunda noche; porque eres Dios de la vida; sálvame, por tu amor, que me siento perdido y solo; yo sé que estás aquí y compartes mi cansancio sácame de esta situación que me llena de tristeza. y mi problema; Señor, ¿Hasta cuándo seguiré así? ¿Dónde estás? confío en tu bondad y compasión en esta hora Estoy extenuado de gemir, de sollozar, de gritar mi pena y espero verme de nuevo en marcha por el camino. y cada noche mis lágrimas me hacen compañía. Como una nube negra y pesada sobre mí está el tedio y la apatía , 3 en establecer en el mundo la paz de tu Reino; SALMO 7 - Salmo de un corazón sé Tú, Oh Dios, el escudo que nos cubra y nos proteja, sincero sé Tú el salvador y liberador de los corazones rectos. Salva el corazón del hombre, de la tiniebla de la mentira; Sálvalo de la dureza del viejo orgullo; Levántate, Señor, en tu bondad y misericordia sálvalo de la apatía y la mediocridad.. y acércate al corazón de los hombres; Oh Dios, Dios nuestro, acoge nuestro corazón que tiembla quita la venda de los ojos que no ven sino tinieblas, ante el poder del mal que ha hecho nido en el barro del y ablanda el corazón del hombre soberbio y violento.