Música Y Arquitectura Christian Gerhaher
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05 REVISTA DE MÚSICA Año XXI - Nº 193 - Enero 2005 - 6,30 DOSIER Música y Arquitectura ACTUALIDAD Bernard Haitink Emmanuel Krivine ENCUENTROS Christian Gerhaher Nº 193 - Enero 2005 SCHERZO DISCOS FINALISTAS de los Midem Classical Awards 9778402 134807 9100 2 AÑO XX Nº 193 Enero 2005 6,30 € 2 OPINIÓN Dosier Música y Arquitectura CON NOMBRE Cristina Palmese PROPIO y José Luis Carles 113 8 Bernard Haitink Arturo Reverter ENCUENTROS 9 Emmanuel Krivine Christian Gerhaher Bruno Serrou Rafael Banús Irusta 134 EDUCACIÓN 12 AGENDA Pedro Sarmiento 138 18 ACTUALIDAD EL CANTAR DE NACIONAL LOS CANTARES Arturo Reverter 140 44 ACTUALIDAD INTERNACIONAL JAZZ Pablo Sanz 142 60 ENTREVISTA LIBROS 144 Sakari Oramo “Intento meterme en la piel Hans Werner Henze 146 del compositor” Juan Antonio Llorente LA GUÍA 148 CONTRAPUNTO 64 Discos del mes Norman Lebrecht 152 SCHERZO DISCOS 65 Sumario Colaboran en este número: Javier Alfaya, Daniel Álvarez Vázquez, Julio Andrade Malde, Íñigo Arbiza, Rafael Banús Irusta, Alfredo Brotons Muñoz, José Antonio Cantón, José Luis Carles, Jacobo Cortines, Carmelo Di Gennaro, Patrick Dillon, Pedro Elías, Fernando Fraga, Manuel García Franco, José Antonio García y García, Mario Gerteis, José Guerrero Martín, Stephen Hastings, Fernando Herrero, Leopoldo Hontañón, Bernd Hoppe, Antonio Lasierra, Norman Lebrecht, Juan Antonio Llorente, Fiona Maddocks, Nadir Madriles, Santiago Martín Bermúdez, Joaquín Martín de Sagarmínaga, Enrique Martínez Miura, Blas Matamoro, Antonio Muñoz Molina, Miguel Ángel Nepomuceno, Rafael Ortega Basagoiti, Francisco Javier Palomeque, Cristina Palmese, Josep Pascual, Enrique Pérez Adrián, Javier Pérez Senz, Víctor Pliego de Andrés, Pablo Queipo de Llano Ocaña, Francisco Ramos, Arturo Reverter, Justo Romero, Stefano Russomanno, Carlos Sáinz Medina, Ignacio Sánchez Quirós, Pablo Sanz, Pedro Sarmiento, Bruno Serrou, Franco Soda, José Luis Téllez, Asier Vallejo Ugarte, Claire Vaquero Williams, Pablo J. Vayón, Juan Manuel Viana, Albert Vilardell, Carlos Vílchez Negrín. Traducciones Rafael Banús Irusta (alemán) - Enrique Martínez Miura (italiano) - Barbara McShane (inglés) - Juan Manuel Viana (francés) Impreso en papel 100% libre de cloro PRECIO DE LA SUSCRIPCIÓN: Esta revista es miembro de SCHERZO es una publicación de carácter plural por un año (11 Números) ARCE, Asociación de y no pertenece ni está adscrita a ningún España (incluido Canarias) 63 €. Revistas Culturales de organismo público ni privado. La dirección respeta la libertad de expresión de sus Europa: 98 €. España, y de CEDRO, colaboradores. Los textos firmados son de EE.UU y Canadá 112 €. Centro Español de exclusiva responsabilidad de los firmantes, no Méjico, América Central y del Sur 118 €. Derechos Reprográficos. siendo por tanto opinión oficial de la revista. 1 OPINIÓN EDITORIAL LO MALO DE LAS BUENAS INTENCIONES n grupo de compositores españoles, pertenecientes a la Sociedad General de Autores y Editores, ha hecho pública la que será su postura en el III Encuentro de Creadores que se celebrará en Valencia el mes próximo. Su posición se resume en lo que estiman la necesidad de “una protección Uespecífica para la música culta” que se resume en su apoyo a una política de cuo- tas que se concreta en que las orquestas públicas y las extranjeras contratadas en España con dinero público —citamos literalmente— deben tener la obligación legal de interpretar un cierto porcentaje de música española de autores vivos y no vivos. Lo mismo se predica en lo que se refiere a la radio pública, los conservato- rios y la programación de los festivales, muchos de ellos subvencionados con dine- ro público. En otro orden de cosas, los reunidos en Madrid acusaron a algunas ins- tituciones de resistirse a satisfacer los cánones por el alquiler de partituras o los derechos de autor. Empezando por el final, parece claro que la demanda del pago de los cánones correspondientes se ajusta a una verdad incontestable, apoyada en la Ley de Pro- piedad Intelectual y en el derecho correspondiente. Cuesta pensar que a nuestros creadores les resulte difícil percibir unos emolumentos que les pertenecen absolu- tamente y que representan, ni más ni menos, el pago que merecen por sus esfuer- zos como tales. Cualquier ciudadano tiene derecho a vivir de su trabajo y, en el caso de los compositores, ese trabajo posee una vertiente social de una importan- cia incuestionable. Si quienes no cumplen son las administraciones públicas, lo OPINIÓN que hacen es no devolver, de parte de la sociedad, lo que les corresponden a quie- nes entregan la obra de su talento a esa misma sociedad, independientemente de la respuesta que reciban de ella. Es muy grave la acusación que se entrevé en las con- clusiones de la reunión citada y sería bueno que fuera respondida de inmediato por los sectores implicados. En lo que respecta a las cuotas, a la obligatoriedad de programar música espa- ñola, la cosa es diferente, empezando por la probablemente escasa repercusión real que esa presencia por decreto tendrá en la propia sociedad. No estamos, como en el mundo del cine, ante una industria montada desde hace años y que da de comer a muchas personas, por lo que la recepción pública de las cuotas no habrá de tener la misma importancia que en su caso. Incluso podremos encontrarnos con que el esfuerzo de quienes, desde los medios de comunicación especializados o no, trabajamos por el reconocimiento de la música española quede sumido en una suerte de realidad ortopédica que tampoco corresponderá al verdadero interés del público oyente. Y que, seguramente, generará críticas, tan interesadas como malé- volas, acerca del papel de los compositores en la sociedad. En España vivimos un excelente momento de la creación musical. Y es obliga- ción de todos los que pertenecemos al mundo de la música hacerlo saber en todos los ámbitos que pueden servir de voceros de esa realidad. Valdría más, seguramen- te, convencer a las orquestas de la necesidad de programar una música cada vez más cercana al público y crear un buen sistema de ayudas a la creación y la edi- ción musical, a la propia programación y a la difusión en el extranjero. En este últi- mo caso, los ejemplos de los países nórdicos están ahí como espejo en el que mirarse a la hora de comparar la valoración de unos compositores pertenecientes a países con una población mucho menor que la de España pero que han sabido hacerse respetar en el terreno cultural a la vez que han encontrado la fórmula para promocionar a sus creadores. Y eso va más allá de involucrar, como también se ha dicho en Madrid, a las embajadas de España en el exterior o al Instituto Cervantes. Eso es conformarse con circuitos demasiado estrechos, voluntariosos sin duda, pero que no resultan suficientes a la hora de una difusión de todo punto imposible si no se cuenta con otros poderes privados que se mueven por los gustos del públi- co y, por ello, de acuerdo con la realidad del mercado. Es un poco frustrante que la cultura deba imponerse por decreto, que los crea- dores estén dispuestos a asumir un sistema de cuotas que, por otra parte, creará inevitables agravios comparativos, pues el tratamiento nunca será el mismo para unos y para otros. Las preguntas aparecen de inmediato: quién establecerá ese baremo y cómo se decidirá quiénes sí y quiénes no, son las primeras, pero no las únicas que surgen. Las buenas intenciones no siempre llevan a buenas soluciones. Para ello es necesario algo más de imaginación de lo que la reunión de Madrid trasluce. 2 OPINIÓN Diseño de portada La música extremada Argonauta (Salvador MAHLER, JOYCE Alarcó y Belén Gonzalez) Escucharía alguna vez James Foto portada: Joyce una sinfonía de Gustav Clive Barda ¿Mahler? Lo más probable es que no: en vida de Joyce, Mahler no era precisamente popular como compositor, y en cualquier caso las Edita: SCHERZO EDITORIAL S.L. aficiones del novelista se inclinaban C/Cartagena, 10. 1º C 28028 MADRID más bien por la ópera italiana. No Teléfono: 913 567 622 hay un vínculo exterior entre ellos, FAX: 917 261 864 y sin embargo, cuando uno lee Uli- Internet: www.scherzo.es E mail: ses y tiene afición por la música, se Redacción: [email protected] acuerda a veces de las sinfonías de Administración: [email protected] Mahler que más le gustan. Hay, en nos en la materia misma del mundo, Presidente la novela como en la sinfonía, una no en su representación o su resu- Santiago Martín Bermúdez ambición insensata de contener el men: en su variedad, en su aleación mundo, propósito que los dos indescifrable de azar y destino, de declararon de manera más o menos vulgaridad y belleza, de disonancias explícita. La sinfonía parece que se lacerantes y milagrosas armonías. empeña en contar historias, en mez- Hay músicas y obras literarias que REVISTA DE MÚSICA clar voces, ascensos y caídas, soni- son como habitaciones acolchadas, Director dos discordantes, extensiones casi como jardines, como refugios segu- Luis Suñén ilimitadas de quietud; la novela ros para quien se acerca a ellas: Redactor Jefe quiere acercarse a la música, en el pero en Joyce, como en Mahler, la Enrique Martínez Miura manejo del material temático, en el experiencia más poderosa es la de Edición entrelazarse y quebrarse de moti- la intemperie, la de los sonidos y las Arantza Quintanilla vos, en la pura sonoridad de la caras que aparecen por sorpresa y Maquetación palabra y la frase, de los nombres se borran a la vuelta de una esqui- Daniel de Labra de cosas, lugares y personas repeti- na. En un pasaje prodigioso de En Fotografía Rafa Martín dos como conjuros. En Mahler, busca del tiempo perdido, Proust como en Joyce, la tensión entre el compone musicalmente, más que Secciones orden y el desorden permanece cuenta, los sonidos callejeros que Discos: Juan Manuel Viana siempre explícita, no suavizada ni llegan a su habitación al amanecer y Educación: embellecida del todo por las sabidu- lo van sacando del sueño, y esas Pedro Sarmiento rías del arte.