Universidad Torcuato Di Tella**
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ISSN 0327-9588 UNIVERSIDAD TORCUATO DI TELLA** WORKING PAPER N° 63 HIPÓTESIS DE CONFLICTO EL CONO SUR FRENTE AL EJE CHÁVEZ-FARC Carlos Escudé • Mariana Souto Zabaleta Mayo de 2001 ABSTRACT: Aunque en la actualidad Sudamérica pasa por un momento sin precedentes en términos de la abolición de las hipótesis de conflicto interestatal tradicionales, nuevas amenazas de un carácter hasta ahora desconocido se ciernen sobre ella. Una de las varias caras del proceso de globalización es la mundialización del delito. En Colombia, el potencial colapso del Estado se potencia con nuevas organizaciones delictivas globalizadas (como la "mafia rusa"), que se suman al narcotráfico, la violencia insurgente, el trueque de drogas por armas, la industria del secuestro, y un nuevo populismo emergente en la vecina Venezuela (cuyo caudillo es sospechoso de apoyar tácticamente la insurgencia colombiana). A esto se suma la equivocada política norteamericana de luchar contra la droga puertas afuera, desde el lado de la oferta en vez de la demanda, exportando aún más violencia a Colombia. Como consecuencia del "Plan Colombia", esta violencia amenaza con derramarse hacia el Sur. El embate norteamericano contra las FARC y su principal fuente de financiamiento (la droga) ya hizo crecer la industria del secuestro (que es su segunda fuente de financiamiento). Y la debilidad de los aparatos de seguridad de países como la Argentina hacen de ellos los blancos probables de dicha industria en un futuro próximo. Emerge así una nueva hipótesis de conflicto, vinculada a las "nuevas amenazas". * Universidad Torcuato Di Tella Departamento de Ciencia Política y Gobierno Miñones 2159/7 C1428ATG Capital Federal Tel.Fax: 4784-0080 int. 163 ** Los juicios y opiniones vertidas en los documentos de trabajo de la Universidad Torcuato Di Tella son de la exclusiva responsabilidad de los autores y no comprometen a la institución académica que los publica. PRÓLOGO El presente trabajo es producto de una investigación auspiciada por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) de la República Argentina. Es una versión preliminar de una obra que, en su versión definitiva, contendrá más elementos teóricos y conceptuales. Consideramos importante difundir la versión actual como documento de trabajo para que los abundantes datos documentados puedan ser sometidos al escrutinio de la comunidad científica. El estudio se llevó a cabo mediante la metodología de investigación por Internet “GlobalIntel”, que el abajo firmante desarrolló personalmente y ya utilizó en dos libros anteriores, Mercenarios del Fin del Milenio: Estados Unidos, Europa, y la Proliferación de Servicios Militares Privados, Buenos Aires: Belgrano, 1999; y Estado del Mundo: Las Nuevas Reglas de la Política Internacional Vistas Desde el Cono Sur, Buenos Aires: Ariel (Planeta), 1999. La metodología también se utilizó para impartir clases sobre la investigación por Internet, a la Secretaria de Inteligencia del Estado de la República Argentina, y a su Escuela Nacional de Inteligencia, durante la gestión de Fernando de Santibáñez. Los autores agradecen a Peter Waldmann (Universidad de Augsburgo, Alemania) el intercambio de ideas y de conceptos sobre la guerra civil colombiana, como así también los comentarios críticos de Mónica Vilgré La Madrid (socia-gerente de Markwald, La Madrid y Asociados) y de Beatriz Gurevich (directora del área de Derechos Humanos, Centro de Estudios Internacionales “Carlos Saavedra Lamas”). Carlos Escudé, Ph.D. (Yale ‘81) Profesor, Universidad Torcuato Di Tella Director, Centro de Estudios Internacionales “Carlos Saavedra Lamas” LA HIPÓTESIS El 16 de marzo de 2001, el diario Ámbito Financiero informó que la gendarmería argentina está preocupada por el posible desembarco de grupos narcotraficantes y de organizaciones guerrilleras de origen colombiano a través de la frontera norte del país. Específicamente le preocupa que como consecuencia de la erradicación de cultivos cocaleros y el enfrentamiento militar generados por el Plan Colombia, tanto narcotraficantes como guerrilleros se replieguen hacia estas tierras australes. Al respecto, hubo conversaciones con los gobernadores de las provincias norteñas y con el embajador de los Estados Unidos. Varios meses antes, la periodista Malú Kikuchi había tenido una entrevista con una alta autoridad del gobierno argentino, quien le confesó (después de cierta insistencia) que estaban ingresando armas de contrabando por la frontera del Noroeste. La Sra. Kikuchi dijo con énfasis: “¡estamos hablando de armas de las FARC!”, y el funcionario asintió. No obstante, le quitó relevancia al tema diciendo que el flujo era pequeño y controlable, y que después de todo siempre había contrabando de armas. Dijo que existía un “foco minúsculo”. Frente a la pregunta sobre qué medidas se habían tomado para eliminar el incipiente problema, el funcionario dijo que el gobierno estaba “apagando demasiados incendios en demasiados frentes” como para ocuparse del asunto. Quedó claro que la entrevista era on the record. Aún antes de eso, uno de los autores de esta obra compartió una amable comida en casa de Juan Tokatlián, especialista en relaciones internacionales argentino dos veces expatriado, una vez huyendo de la violencia argentina de la década del ’70, y la segunda vez huyendo de la colombiana, para abandonar su país de adopción y regresar al nativo. En esa ocasión, Tokatlián dijo que en su opinión la Argentina era un país ideal para el establecimiento de una industria del secuestro a-la-colombiana (ver Capítulo 4), por las deficiencias y corruptibilidad de sus organismos de seguridad. En verdad, los secuestros están aumentando fuertemente en Colombia y ya se están derramando a países contiguos, debido a que la destrucción de campos cocaleros priva a las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) de parte de sus ingresos, y esto se compensa aumentando la otra fuente de ingresos: los rescates de secuestros. Si en la Argentina existen condiciones propicias, es probable que lo intenten aquí en connivencia con grupos locales. Eso es lo que hacen en Bogotá, donde las FARC no tiene poder propio: secuestran a través de bandas de delincuentes comunes a las que subcontratan, dividiéndose la ganancia (30% para la banda, 70% para las FARC). Como veremos en el Capítulo 1, las FARC tienen cómplices poderosos en Colombia y otros países. El “chavismo” venezolano es fuertemente sospechoso de brindar apoyo a sus hermanos “bolivarianos” de la guerrilla colombiana. Y la trama de vínculos entre altos funcionarios corruptos, traficantes de armas, narcotraficantes y mafias diversas, incluyendo la rusa, es una pesadilla que no escapará nuestra atención en los capítulos venideros, y que no será fácilmente derrotada por el Plan Colombia, al menos tal como viene enunciado. Ya cayó un gobierno sudamericano, el de Alberto Fujimori en Perú, por la triangulación de armas de origen ruso, legalmente compradas por el gobierno peruano al de Jordania y luego transferidas a las FARC. 1 El rompecabezas que confeccionaremos, y la trama que se irá revelando, inexorablemente conduce a una gravísima hipótesis de conflicto que terminaremos de documentar en el Capítulo 4: consideramos que (coincidiendo con Tokatlián) es altamente probable que las FARC exporten su industria del secuestro a la Argentina. Chile probablemente esté mejor protegido porque sus fuerzas armadas mantienen intacta su moral y su capacidad operativa. Pero en la Argentina es probable que se avecinen días siniestros, que harán parecer cosa menor los aborrecibles crímenes de la dictadura que sufrimos entre 1976 y 1983. Es para intentar contribuir a evitar ese escenario que publicamos este trabajo. Vale la pena aclarar, sin embargo, que la siniestra hipótesis de conflicto que es su eje no fue vislumbrada por nosotros cuando comenzamos la investigación. Originalmente, el libro iba a llamarse “El Estado de América Latina”, una suerte de sucedáneo de “Estado del Mundo”, publicado por uno de los autores de este trabajo en 1999. Sin embargo, como suele ocurrir, la investigación cobró vida propia, y la trama que lentamente fue develándose nos hizo desembocar en algo infinitamente más tenebroso que lo que jamás imaginamos. El cambio de título es anécdota secundaria. Terminamos la escritura del libro perturbados y estremecidos. 2 CAPÍTULO 1: EL CONOSUR FRENTE AL EJE CHÁVEZ-FARC Los intocables El 12 de octubre de 2000, mientras se desarrollaba la visita de Estado a la Argentina del presidente colombiano Andrés Pastrana, un centenar de activistas de izquierda atacó con piedras y bombas de estruendo la fachada de la embajada de Colombia, causándole serios daños e hiriendo dos policías. Los atacantes (algunos con pasamontañas) se habían desprendido de una manifestación convocada por la “Comisión Argentina Contra la Intervención en Colombia”, que protestaba contra la presencia de Pastrana en el país y +ç contra el Plan Colombia. A pesar de la violencia y destrucción producida por los autores del ataque a la embajada de Colombia, la Policía Federal informó al diario La Nación que no hubo detenidos por los disturbios, que comenzaron a las 21 horas y finalizaron 10 minutos después1. La mayor parte de la prensa argentina no informó sobre el suceso, cosa rara en un país donde la violencia insurreccional y del Estado causó estragos durante la década de 1970, con violaciones masivas de derechos humanos. Ese trágico episodio histórico debió habernos enseñado que el Estado debe instrumentar todos los medios legales a su alcance para evitar