“ENCUENTROS BÍBLICOS En El AÑO Del JUBILEO De La MISERICORDIA
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“ENCUENTROS BÍBLICOS en el AÑO del JUBILEO de la MISERICORDIA” Miguel Ángel Armada svd PRESENTACIÓN Compartimos con ustedes estos cuatro “Encuentros bíblicos” vinculados al Año Jubilar de la Misericordia. Ellos están destinados a nutrir con la Palabra de Dios la espiritualidad y la vida de Grupos o Círculos bíblicos, Comunidades, Pastorales y Espacios de encuentro con Jesús en nuestros contextos vitales y en la realidad concreta donde participamos. Quieren ser un medio sencillo para contemplar la experiencia del rostro misericordioso y compasivo de Dios junto a los compañer@s del Camino. Los temas abordados son: 1. Misericordia: amor desde las entrañas 2. Misericordia promotora de justicia e inclusión social 3. Misericordia: con-movidos por compasión 4. Misericordia, procesos de corrección fraterna y reconciliación Cada uno de los encuentros sigue una misma metodología con “cinco pasos”, para realizarlos en un tiempo aproximado de 1 hora y media a 2 horas. El material puede ser adaptado o transformado en función de las personas que participen, de las edades, del camino eclesial que vienen recorriendo, del modo de ser, comunicarse y expresar la fe en Dios de cada región de nuestro país. 1 Algunas sugerencias para el Equipo de coordinación y animación de los Encuentros bíblicos: Leer el material preparado, las consignas para cada encuentro y disponer de los elementos necesarios para realizarlo. Elegir canciones relacionadas con la temática propuesta para la meditación de la Palabra y la animación. Crear un ambiente de acogida y escucha de cada participante, para compartir nuestras vidas a la luz de la Palabra de Dios. Los encuentros buscan ser un espacio de encuentro con Jesús que nos convoca para escuchar su Evangelio y lo que el Espíritu comunica a través de la vida de cada persona y del contexto social donde participamos. Sintonizar con lo más profundo de nuestras experiencias existenciales en clave sapiencial. Que los encuentros bíblicos sean un medio donde palpemos la Misericordia y el Amor entrañable de Dios, y al mismo tiempo, una fuente de inspiración para humanizar nuestros vínculos y promover gestos concretos de Compasión hacia quienes hoy están atravesando situaciones de sufrimiento. Esto implica salir de nuestros círculos cerrados o esperar que los demás vengan hacia nosotros, sino todo lo contrario: ir en búsqueda de quienes hoy más necesitan de nuestra presencia como Comunidad de Jesús y allí testimoniar la Palabra. Ser Iglesia en salida y de puertas abiertas… Calcular los tiempos para desarrollar cada uno de los cinco pasos propuestos. Las preguntas elaboradas son para suscitar el diálogo, la reflexión y la meditación comunitaria. Son “una guía” para cada bloque, no necesitan ser respondidas integralmente. En algunos encuentros existen muchas preguntas: pueden leerse todas, y que cada persona pueda aportar desde donde desee compartir. Posteriormente, el grupo se detiene a dialogar sobre lo que le parezca lo más esencial a la luz del Espíritu y lo que el Evangelio hoy les comunica en sus vidas. Relacionado con el punto anterior es importante el rol de quien “coordina” el encuentro: formular de manera clara las consignas y lo central de cada bloque; coordinar la palabra para que todos puedan expresarse y ninguno monopolice o dificulte el diálogo. Respetar a quienes piensan diferente, la confrontación de visiones/posturas, y buscar juntos consensos a la luz del Evangelio y a favor de la vida de quienes más sufren. Calcular los tiempos para cada bloque, pero sin ansiedades. Los encuentros son para compartir la Palabra de Dios en Comunidad, para encontrarnos con Jesús y los demás… y esto va mucho más allá de responder preguntas o guías. El “Equipo de coordinación y animación” de los encuentros puede estar integrado por tres miembros: una persona para realizar las invitaciones personales, la bienvenida, acogida y ambientación del lugar; otra, para coordinar la palabra y los pasos del método, y la tercera, para animar el último bloque celebrativo. 2 Buscar el modo, sin presionar, para que todas las personas puedan expresar la sabiduría que brota de las propias experiencias o lo que el Espíritu suscita al meditar la Palabra de Dios con los demás. Si el grupo es superior a 10 personas, conviene realizar juntos el primer, cuarto y quinto pasos del Encuentro, y desarrollar el segundo y tercero en sub-grupos más pequeños, para garantizar la participación de tod@s. En cada encuentro haremos lectura de un texto del papa Francisco tomado de la Bula de convocación del Jubileo de la Misericordia, Misericordiae Vultus (M V), “El rostro de la misericordia”. Puede escogerse otro. El texto completo se encuentra disponible en el sitio: https://w2.vatican.va/content/francesco/es/apost_letters/documents/pa pa-francesco_bolla_20150411_misericordiae-vultus.html Tener en cuenta el “Plan pastoral” de la Diócesis, parroquia, comunidad eclesial y educativa donde participamos, para adaptar y enriquecer este subsidio bíblico con aquellos ejes pastorales y opciones que ya vienen profundizando junto a otr@s. El desafío permanente es quiénes y cómo acompañamos los procesos que va suscitando la Palabra de Dios y el Espíritu en la vida concreta de las personas, pastorales y grupos… En algunas comunidades los cuatro encuentros pueden realizarse en un mes determinado de acuerdo a la programación pastoral; en otras, cada quince días o una vez por mes. En algunas, cuando se disponga de más tiempo, en cuatro jornadas de espiritualidad o retiros por año. El cuarto encuentro, por ser el último, puede tener un carácter más celebrativo, de acción de gracias a Dios, incluyendo también un momento 3 de evaluación de todo el proceso vivido y las sugerencias para seguir nutriendo el discipulado misionero de Jesús. En la página 12 encontrarán un “APÉNDICE” con algunos comentarios relacionados al tema de la Misericordia. Quieren ser una ayuda formativa para el “Equipo de coordinación y animación”. Una vez realizados los encuentros, pueden compartirnos sus experiencias al siguiente correo electrónico: [email protected] “Oración del Papa Francisco para el Jubileo de la Misericordia” Señor Jesucristo, Tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del Cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación. Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo de la esclavitud del dinero; a la adúltera y a la Magdalena de buscar la felicidad solamente en una creatura; hizo llorar a Pedro luego de la traición, y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido. Haz que cada uno de nosotros escuche como propia la palabra que dijiste a la samaritana: ¡Si conocieras el don de Dios! Tú eres el rostro visible del Padre invisible, del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y la misericordia: haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su Señor, resucitado y glorioso. Tú has querido que también tus ministros fueran revestidos de debilidad para que sientan sincera compasión por los que se encuentran en la ignorancia o en el error: haz que quien se acerque a uno de ellos se sienta esperado, amado y perdonado por Dios. Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unción para que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, 4 llevar la Buena Nueva a los pobres proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos y restituir la vista a los ciegos. Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Misericordia, a ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén. PRIMER ENCUENTRO “Misericordia: amor desde las entrañas” Mateo 9, 9-13 1. Bienvenida a cada participante, oración del Año de la Misericordia y canto inicial. 2. Partiendo de nuestras realidades y experiencias de vida… Compartiremos preguntas vinculadas a dos temáticas: primero las meditamos en silencio unos minutos y después comenzamos a escucharnos con el corazón. ¿Qué significa para nosotros “amar desde las entrañas” a los demás? ¿Quiénes y cuándo nos han brindado “un amor incondicional, un amor entrañable”? ¿Qué “condiciones o méritos” son puestos hoy en nuestra sociedad para ser amados, aceptados e incluidos en la Mesa de la Vida y la ciudadanía? ¿A quiénes se excluye y cómo se justifica esta visión y postura? 5 3. Compartimos y meditamos la Palabra de Dios en la Biblia… Leemos de manera pausada el texto de Mateo 9,9-13 y lo meditamos en silencio unos minutos. Posteriormente, compartimos la Palabra guiados por las siguientes preguntas y por donde el Espíritu nos conduzca… - ¿Con quiénes comparte Jesús la mesa y la comida? ¿Qué comunican las palabras y gestos de Jesús? - ¿Quiénes y por qué motivos critican a Jesús? - ¿En qué se diferencian la mesa de Jesús, de la mesa donde estaba Leví y la mesa según la visión de los fariseos? - “Yo quiero misericordia, no sacrificios” (Mt 9,13). ¿Qué significa este pedido de Jesús para nosotros a la luz de lo que estuvimos dialogando al comienzo del encuentro? 4. Breve aporte al concepto de Misericordia (ver APÉNDICE) y lectura del siguiente texto del papa Francisco tomado de la Bula de convocación del Jubileo de la Misericordia, Misericordiae Vultus (MV): “La misericordia de Dios no es una idea abstracta, sino una realidad concreta con la cual Él revela su amor, que es como el de un padre o una madre que se conmueven en lo más profundo de sus entrañas por el propio hijo. Vale decir que se trata realmente de un amor “visceral”. Proviene desde lo más íntimo como un sentimiento profundo, natural, hecho de ternura y compasión, de indulgencia y de perdón” (M V 6). 5. Presentamos a Dios “rico en misericordia” (Ef.