La Hora Del Cine Español El Cine De Los Años 40 Biblioteca Miguel Hernández Instituto Cervantes De Manila
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La hora del cine español El cine de los años 40 Biblioteca Miguel Hernández Instituto Cervantes de Manila Material preparado por Carlos Valmaseda Años 40 (1939-1951) Política cinematográfica: palo y zanahoria Con el triunfo de las fuerzas franquistas se produce un cambio en la política cinematográfica española. Los niveles de control, propios de un régimen dictatorial pero también paternalista marcan de forma indeleble la industria del cine español. Las herramientas de control van en dos direcciones: la represión, fundamentalmente mediante la censura y la obligatoriedad del doblaje, y la protección mediante diversas medidas de ayuda a la producción cinematográfica. El cine de ‘los años del hambre’: Los cuatro robinsones de Eduardo G. Maroto (1939) Años 40 (1939-1951) Política cinematográfica: el palo La censura no era un fenómeno nuevo en el cine español, pero durante el franquismo se acentúan, si cabe, los aspectos más irracionales de control ideológico. No se crearon normas claras sobre censura hasta 1961 así que hasta entonces todo dependía del albur de los censores, encuadrados en diversas organizaciones en función de la evolución histórica del franquismo, del nacionalsindicalismo al nacionalcatolicismo. Un complemento para el control censor fue la obligatoriedad del doblaje, lo que permitía las modificaciones que se considerasen necesarias así como la obligatoriedad de NODO. En los años 40 las dos prohibiciones más importantes correspondieron, paradójicamente, a una película falangista como Rojo y Negro y una bélica, el Acorazado Baleares. Años 40 (1939-1951) Política cinematográfica: la zanahoria Toda la producción española de los años 40 dependía en realidad de las realizaciones extranjeras que debían pagar la licencia de doblaje, un capital que debía invertirse en cine español. Para evitar que la producción fuese un mero trámite sin ningún interés se establecieron varias categorías a las que se asignaban más o menos licencias de doblaje en función de su calidad. Además de la licencia de doblaje existía la obligatoriedad de proyectar una cantidad de cine español determinada en relación al cine internacional. Por último, al terminar los años 40 prácticamente toda la producción española era dependiente de los créditos sindicales, a los que habría que sumar también los Premios Nacionales otorgados por el sindicato vertical. Años 40 (1939-1951) La industria cinematográfica Entre 1939 y 1950 se producen 442 títulos con un promedio de 36,83 películas al año. Así se reparten: 1939 10 Principales productoras: 1940 24 Cifesa: 41 películas 1941 31 Suevia: 38 1942 52 Emisora Films: 25 1943 49 Aureliano Campa: 19 1944 33 Faro: 9 1945 31 Pecsa: 9 1946 38 Manuel del Castillo: 8 1947 39 1948 44 Peninsular Films: 8 1949 36 Sagitario Films: 8 1950 45 Ufisa: 8 Ballesteros: 7 Valencia Films: 6 El resto de la producción está más atomizado: 9 productoras con cinco películas, seis con cuatro, etc. Años 40 (1939-1951) La industria cinematográfica: Cifesa La productora valenciana que ya conocíamos por su importancia durante los años del periodo republicano, llega su esplendor en la década de los 40. El modelo imita a los estudios hollywoodienses: contratación de grandes estrellas, el mejor equipo técnico, grandes producciones… En los años 40 el grueso de su producción lo constituyen comedias, el folklorismo, el melodrama y algo de militarismo. Pero se inicia una crisis a mediados de la década. El gran éxito de Locura de amor de Juan de Orduña los lleva a ahondar en el género del cine histórico con resultados catastróficos. Será un modelo que a la larga supondría, ya en los años 50, su ruina y la condena por estafa de sus propietarios, los hermanos Casanova. Algunos títulos destacados: La Dolores (F. Rey, 1940), El difunto es un vivo (I.F. Iquino, 1941), El hombre que se quiso matar (R. Gil, 1942), Torbellino (L. Marquina, 1941), Huella de luz (R. Gil, 1943), Deliciosamente tontos (J. de Orduña, 1943), ¡A mí, la Legión! (J. de Orduña, 1942), Ella, él y sus millones (J. de Orduña), El clavo (R. Gil), 13-13 (L. Lucia), Don Quijote de la Mancha (R. Gil, 1947), Locura de amor (J. de Orduña, 1948) Años 40 (1939-1951) La industria cinematográfica: Suevia films Creada por el empresario gallego emigrado a México Césareo González –»Yo soy Suevia Films», declarará en alguna ocasión- su política de producción será muy diferente a la de Cifesa, a la que sobrepasará ampliamente ya en la década de los 50. Su gran obsesión será conseguir la distribución en América Latina, para lo que recurrirá a una temática muy diversa, comenzando por la ambientación regional –preferentemente gallega-. Películas destacadas: ¡¡Polizón a bordo!! (F. Rey, 1941), El rey de las finanzas (R. Torrado, 1944), Castañuela (R. Torrado, 1945), El abanderado (E. Fernández Ardavín, 1943), Mar abierto (R. Torrado, 1946), Reina Santa (R. Gil, 1947). Años 40 (1939-1951) Los géneros Comedias 55 Como podemos ver, la temática predominante era la comedia, con cerca de la mitad de la producción. Esta Comedias dramáticas 66 tendencia es especialmente relevante en la primera Comedias sentimentales 83 mitad de la década. Comedias de época 19 Aunque no aparezca en el cuadro cabe destacar que Históricas 20 buena parte de la producción dramática está basada Bélicas y de espionaje 18 en el uso de obras de la literatura española, muy Folclóricas 21 especialmente de autores del siglo XIX. Deportivas 3 Por último, la producción bélica se enmarca Dibujos animados 3 principalmente en la propaganda franquista sobre la Musicales 22 Guerra Civil o en relatos de la colonización española Dramas 58 en África, América Latina o Filipinas. Melodramas 13 Pese a la opinión general vemos que la producción de Policiacas 31 carácter religioso es claramente minoritaria. El Religiosas 7 cambio se producirá ya a finales de los 40 y muy Aventuras 15 especialmente en los 50 con el predominio de los Taurinas 6 sectores nacionalcatolicistas sobre los falangistas Infantiles 3 como resultado de la derrota de las potencias del Eje Según un anuario de 1955 citado por J.E. Monterde en en la IIª Guerra Mundial. «El cine de la autarquía (1939-1950)» en R. Gubern et al. / Historia del cine español, p. 230. Años 40 (1939-1951) Los géneros: la comedia Según Monterde, la comedia, especialmente abundante en la primera mitad de los 40 como resultado de la necesidad de escapismo, tiene pocos rasgos autóctonos españoles. Predomina la comedia denominada por los italianos «de teléfonos blancos», reflejando ambientes de clases altas o algún rasgo de ascenso social: Viaje sin destino, Un marido a precio fijo, Deliciosamente tontos, Ella, él y sus millones… A ellas se uniría el humor algo absurdo de los fundadores de La Codorniz, Jardiel Poncela o Miguel Mihura: Los ladrones somos gente honrada, Eloísa está debajo de un almendro, Los habitantes de la casa deshabitada, Un bigote para dos… Encontramos, además, la herencia del sainete andaluz o madrileño de los hermanos Álvarez Quintero o la novela humorística de Wenceslao Fernández Flórez: El hombre que se quiso matar, Intriga, Huella de luz, El destino se disculpa… Hay por último algunos ejemplos de «comedia rosa» (Cristina Guzmán, Altar Mayor), y los primeros ejemplos de la comedia juvenil que se desarrollará con fuerza en los próximos años: Botón de ancla, Alas de juventud, Facultad de letras… Años 40 (1939-1951) Los géneros: el drama y el cine histórico Si en la comedia era habitual la adaptación de novelas, relatos u obras teatrales de autores contemporáneos (Mihura, Jardiel Poncela, Fernández Flórez) en el drama generalmente se trabaja con adaptaciones literarias de autores del siglo XIX (Alarcón, Palacio Valdés, Pérez Galdós en la novela, Echegaray y Benavente en teatro…) en lo que ha sido denominado «cine caligráfico»: El clavo, La pródiga, El escándalo, El gran galeoto… sin renunciar a la adaptación de clásicos anteriores (Don Quijote, Fuenteovejuna) o contemporáneos (Mariona Rebull, El señor Esteve, Abel Sánchez, Historia de una escalera…) Sigue también la tradición del drama rural: La Dolores, La aldea maldita, Orosia… y el psicológico. A partir del enorme éxito de Locura de amor, se produce un boom de películas de época, generalmente sobre personajes históricos femeninos: Reina Santa, Agustina de Aragón, La leona de Castilla, Sangre de Castilla… Años 40 (1939-1951) Los géneros: el cine de Cruzada En la primera mitad de los cuarenta se intenta poner en marcha un cine falangista, como es natural ambientado principalmente en la reciente Guerra Civil: El Alcázar no se rinde, Escuadrilla, El crucero Baleares, Porque te vi llorar, Boda en el infierno, El frente de los suspiros, Rojo y negro y la más destacada de todas ellas por contar con guión de Franco, Raza. Una variante de este género será la exaltación de los valores castrenses en las aventuras coloniales españolas: ¡A mí la legión!, Los últimos de Filipinas, ¡Harka!, Bambú, Héroes del 95, Alhucemas, Legión de héroes… El extraño caso de la prohibición de la falangista Rojo y negro Años 40 (1939-1951) Los géneros: Folclore musical y españolada A pesar de algunas reticencias internas, el franquismo acaba asimilando una visión de ‘lo español’ como prácticamente equivalente a ‘lo flamenco’. No es extraño, por tanto, que se produzca una gran cantidad de películas con faralaes, toreros, bandidos en la sierra, coplas… Lo que no siempre equivale a lo que se entiende por españolada –recordemos Embrujo de Carlos Serrano de Osma, Traje de luces y Duende y misterio del flamenco de Neville-. Por lo general se sigue la tradición de basar la película en las grandes estrellas de la copla: Imperio Argentina, Estrellita Castro, Juanita Reina, Lola Flores, etc. Algunos títulos: Olé, torero; La cigarra; Brindis a Manolete; Cuentos de la Alhambra; Currito de la Cruz; La Lola se va a los puertos; Filigrana; Oro y marfil… Años 40 (1939-1951) Benito Perojo (1894-1974) Tras su experiencia alemana, Perojo, que era conservador pero no franquista, realiza tres producciones en España: Marianela un drama basado en la novela de B.