POR LA Independencia de

POR LA Libertad de sus Patriotas

PUBLICACIONES DEL COMITE CUBANO PRO LIBERTAD DE PATRIOTAS PUERTORRIQUEÑOS 1 LA HABANA DICIEMBRE 1939 POR LA INDEPENDENCIA DE PUERTO RICO POR LA LIBERTAD DE SUS PATRIOTAS PUBLICACIONES DEL COMITE CUBANO PRO LIBERTAD DE PATRIOTAS PUERTORRIQUEÑOS

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POR LA Independencia de Puerto Rico

POR LA Libertad de sus Patriotas

LA HABANA DICIEMBRE 1939 En honor de y sus compañeros pre- sos en las cárceles imp eriales de Estados Unidos de América por defender la Independencia de Puerto Rico, y en memoria de todos los caídos m esta jornada de gloria y dolor.

EL COMITE CUBANO PRO LIBERTAD DE PA- TRIOTAS PUERTORRI- QUEÑOS INDICE

Pgs. Palabras de explicación 9 Comité Cubano Pro Libertad de Patriotas Puertorri- queños 11 Comité Cubano Pro Libertad de Patriotas Puertorri- queños. Sección de Santa Clara 15 Manifiesto a las Naciones Americanas 17 Mensaje a la Conferencia Panamericana de Panamá. . 23 Respuesta 41

APENDICES

Resolución aprobada por el Consejo de Gobierno de la Sociedad Colombista Panamericana 45 Adhesión de la Comisión Cubana Pro Centenario de Hostos a la causa de Puerto Rico Libre 48 Carta del Presidente de la Comisión Cubana Pro Cen- tenario de Hostos al Presidente de Estados Uni- dos de América 49 Respuesta 51 Discurso del Alcalde de La Habana, Dr. Antonio Be- ruff Mendieta, en el homenaje a Hostos en el Pa- lacio Municipal 52 Mensaje del estudiantado cubano a la Federación Na- cional de Estudiantes de Puerto Rico 54 Acuerdo de la Gran Logia de la Isla de 59 — 8 —

Carta de la Gran Logia de la Isla de Cuba al Presi- dente de Estados Unidos de América 60 Mensaje de la Asociación de Repórters de La Habana al Presidente de Estados Unidos de América.... 61 Carta de la Asociación de Repórters de La Habana a los periodistas de Estados Unidos 64 Mensaje de la Asociación de Repórters de La Habana a la prensa latinoamericana 07 Resoluciones de la Primera Reunión Interaineuicaiia del Caribe sobre Hostos y Albizu Campos 70 Acuerdo de la Asociación de la Prensa de Cuba.... 72 Otros pronunciamientos cubanos en favor de la inde- pendencia de Puerto Rico y de la excarcelación de patriotas puertorriqueños 74 PALABRAS DE EXPLICACION

El Comité Cubano Pro Libertad de Patriotas Puerto- rriqueños inicia, con este cuaderno, sus publicaciones en favor de la Independencia de Puerto Rico y de los directo, res nacionales puertorriqueños que sufren la psrsecución del Gobierno de Estados Unidos por su lucha libertaria.

Incluímos en primer término, el Manifiesto de este Co- mité a la opinión libre de las naciones americanas, y, en sc¡. gundo lugar, el Mensaje que dirigimos a la Conferencia Panamericana de Panamá, celebrada en septiembre de 1939, seguido de un apéndice contentivo de varios documentos que ilustran algunas de las principales afirmaciones que hacemos en el Mensaje.

Cierra el cuaderno una lista de pronunciamientos cu- banos en favor de la Independencia de Puerto Rico, los cita- Ies se incluirán en un libro próximo que contendrá todas las manifestaciones cte Cuba en pro de la causa de Puer. to Rico y sus abnegados defensores.

Con esta iniciativa cumplimos con el deber de denun- ciar y dar a conocer la pretensión de Estados Unidos de América de esclavizar ignominiosamente a la nación de Puerto Rico, y la inhumana persecución de todos los hom- bres que en aquella tierra laboran honradamente por la li- beración de su pueblo. — 10 —

Confiamos en que nuestro esfuerzo, unido al de los que en Puert o Rico luchan heroicamente, hará rectificar a Estados Unidos su desencaminada política exterior, para bien propio y de la раг y tranquilidad americanas, violadas por la ambición imperialista cíe la nación vecina. Y que sea Puerto Rico la última nación americana que sufra la invasión armada de Estados Unidos; y que su li- beración inicie la de todas l-as naciones del hemisferio об cidental y su unión conducente a la realización del ideal de América. COMITE CUBANO PRO LIBERTAD DE PATRIOTAS PUERTORRIQUEÑOS Emilio Roig de Leuchsenring. Presidente.

• COMITE CUBANO PRO LIBERTAD DE PATRIOTAS PUERTORRIQUEÑOS

FUNDADO EL 8 DE MARZO DE 1939

PRESIDENTA DE HONOR: Dra. Laura Meneses de Albizu Campos. PRESIDENTE: Dr. Emilio Roig de Leuchsenring, Historiador de La Ha- bana. VICEPRESIDENTES: Dr. Rodolfo Méndez Peñate, Rector de la Universidad de La Habana. Dr. Miguel Angel Céspedes, de la Sociedad de Estudioe Afrocubanos. Dr. José María Chacón y Calvo, Director de Cultura de la •Secretaría de Educación. Dr. José A. Pascual, Miembro de la Cámara de Represen- tantes. Dr. Juan Marinello, de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. General José Martí y Zayas Bazán. Dr. Salvador Massip, de la Asociación de Doctores en Cien, cias y Letras. Dr. Pastor del Río, de la Asociación de Escritores y Ar- tistas Americanos. — 12 —

Dr. Mario Fuentes Aguilera, de la Gran Logia de la Isla de Cuba. Sr. Jesús González Scarpetta, de la Asociación de Repór- ters. Dr. Mario Guiral Moreno, de la Academia Nacional de Artes y Letras. Dr. Fernando Ortiz, de la Sociedad Económica de Ami- gos del País. Dr. Tomás Jústiz, Presidente de la Academia de la His- toria. Dr. Emeterio S. Santovenia, de la Academia de la His- toria. Dr. Juan Clemente Zamora, del Harvard Club. Profesor Universitario. Dr. Benjamín Muñoz Ginarte, del Club Atenas. Capitán Julián Martínez Castells, de la Sociedad Colom- bista Panamericana. Sr. Modesto Morales Díaz, de la Asociación de la Prensa. Tte. Coronel Lino D'Ou, Veterano de la Guerra de la In- dependencia de Cuba. (*) Dr. José Agustín Martínez, del Colegio de Abogados. Dra. Elena I<ópez Hernando, de El Lyceum. Sr. Alberto Arredondo, de la Asociación Taquigráfica de Cuba. Dra. Clara Luz Sifontes, de la Asociación Protectora del Preso. Sr. Luis Orlando Rodríguez, de la Confederación de Es- tudiantes de Cuba. Dr. Manuel Calas, Jefe del Departamento de Cultura del Municipio de La Habana. SECRETARIOS Sr. Juan Juarbe y Juarbe, Secretario General. Sr. José Luciano Franco, Secretario de Propaganda. Dr. Enrique Gay Calbó, Secretario de Organización. Sr. Salvador Yilaseca, Secretario de Finanzas. Sr. Cándido de la Torre Herrera, Sub-Secretario de Fi- nanzas. (*) Tallecido el üia 28 de diciembre de 1939. — 13 —

VOCALES Dr. Herminio Portell Vilá, Historiador y Profesor Universitario; Sr. Ricardo Riaño Jauma, Periodista; Dr. Jorge Mañach, Escritor y Profesor Universitario; Dr. Francisco Ichaso, Periodista; Dr. Alfredo Nogueira Herrera, Doctor en Medicina e Ingeniero; Dr. Juan Jerez Yillarreal, Escritor,- Sr. Alberto Lamar Schweyer, Escri- tor; Sra. Patria Tió de Sánchez Fuentes, Escritora; Seño- ra Loló Soldevilla, Periodista; Sra. Marina Canseco Rodrí- guez, Procuradora Judicial; Srta. Marisabel Sáenz, Perio- dista; Dr. Guy Pérez Cisneros, Escritor; Dr. Luis A. Ba- ralt, Profesor Universitario; Dr. Ramón Miyar, Secretario General de la Universidad de La Habana; Dr. Ramón Zay- dín, Profesor Universitario; Dr. Luis del Valle, Abogado; Dr. Roberto Agramonte, Decano de la Escuela de Filosofía y Letras de la Universidad de La Habana; Dra. Camila Henríquez Ureña, Escritora; Sra. Eladia León, de la Her- mandad de Jóvenes Cubanos; Dra. Emma Pérez, Periodista; Dra. María Ignacia Matheu, Dra. en Medicina; Sr. Pedro Pablo Aguilera, Corredor de Aduanas; Dr. Armando Agrá- monte, del Colegio Estomatológico; Dr. Juan Andrés Lli- teras, Abogado; Sr. Enrique Delahoza, Periodista; Sr. E. Matamoros Lucha, Periodista; Sr. Cornelio Elizalde, del Club Atenas ; Dr. Juan Antonio Rubio Padilla, Periodista y Doctor en Medicina; Sr. Manuel Marsal, Periodista; Dr. José Fresneda, Abogado y Periodista; Sr. Juan David, Caricaturista; Dr. Manuel Bisbé, Profesor Universitario; Sr. Virgilio Ferrer Gutiérrez, Periodista; Sr. Fernando Campoamor, Periodista; Dr. José B. Goyburu, Diplomáti- co; Dr. José Antonio Portuondo, Escritor; Dr. Raimundo Lazo, Profesor Universitario; Sr. Gonzalo de Quesada, Es- critor; Sra. Raquel Catalá, Escritora; Sr. Angel I. Augier. Escritor.; Sr. Angel Suárez Rocabruna, Secretario del Club Atenas; Dr. Guillermo de Zéndegui, Secretario Permanen- te de la Unión Interamericana del Caribe; Sr. Roberto Pé- rez Santiesteban, Periodista); Dr. Alejandro Vergara, Doc- tor en Medicina; Sr. Luis Felipe Rodríguez, Escritor; Sr. Evaristo TJlloa, Comandante de la Marina de Guerra; — 14 —

Dr. Ignacio Resíllez, Periodista; Dr. Mario Alfonso, Aboga- do; Dr. Félix Lizaso, Escritor; Dr. Medardo Vitier, Escri- tor; Sr. Nicolás Guillén, Poeta; Dr. Eaúl Roa, Escritor; Sr. Enrique Serpa, Escritor; Sr. Antonio Penichet, Director Obrero; Dr. Salvador García Agüero, Periodista; Srta. Ma- riblanca Sabas Aloma, Escritora; Srta. Elcira Cheng, Pe- riodista ; Sr. Félix Ayón, Director de Deportes del Munici- pio de La Habana; Sr. Carlos Rafael Rodríguez, Periodista ; Dr. José Antonio Ramos, Escritor; Dr. José B. del Cueto, Abogado; Sr. Manuel Serrano, Periodista; Sr. Primitivo Rodríguez, Periodista; Dr. Juan Fresneda, Ingeniero; Sr. Rafael López Rosas, Delegado de la Federación Nacional de Estudiantes de Puerto Rico; Sr. Francisco R. Maribona, Periodista; Dr. José Chelala Aguilera, Doctor en Medicina y Escritor; Sr. Eugenio Domínguez Torres, Escritor; Dra. Zoila Gálvez, Profesora de Canto del Conservatorio Muni- cipal; Sr. José Víctor R-egueiro, Secretario de la Federa- ción de Ajedrez; Sr. León Primelles, Escritor; Sr. J. M. Valdés Rodríguez, Periodista ; Sr. Blas Roca, Líder Obre- ro; Sr. Celso Enríquez, Periodista; Dr. Eddy Chibas, Pe- riodista y Abogado; Dr. Manuel Piedra, Profesor del Ins- tituto No. 1 de La Habana; Sr. Agustín Cillero, Contable; Sr. Pedro Cuevas, Contable; Sr. Juan Amor Sobrado, Pe- riodista; Sra. Mercedes Pinto, Escritora; Dr. Rafael Aníjel Mora-Adalit, Abogado; Sr. Gerardo Castellanas G., Histo- riador ; Sr. José Zacarías Tallet, Periodista. COMITE CUBANO PRO LIBERTAD DE PATRIOTAS PUERTORRIQUEÑOS

SECCION DE SANTA CLARA

PRESIDENTA: Dra. Angela Rodríguez Llano. VICEPRESIDENTES: Sr. Evangelista Llanes, de la Asociación de Veteranos y Patriotas. Ingeniero Angel Consuegra Marín, del Ateneo de Santa Clara. Dr. Severo García Pérez, del Unión Club. Sr. Agustín Chiclana Martínez, de] Gran Maceo. Dr. Andrés Gara y I'oeh, de la Asociación Protectora del Preso. Dr. Rafael Espinosa, del Liceo. Sr. Enrique Puevo, del Casino Español. Dr. Juan Bautista Vila, de Bella Unión. Sra. Zoila Rodríguez, del Lyceum Marta. Sr. Sarmiento Rossié, de la Asociación de la Prensa. Dr. Cekstino Hernández, de la Federación Médica. Dr. Mario Fernández, del Colegio de Abogados. Sr. José A. Batule, del Club de Lobos. Sr. Luis M. Castillo, de la Asociación de Alumnos del Ins- tituto. Dra. Alicia Hernández, de la Unión Nacional de Mujeres. Dr. Alfredo Barreo, de la Logia Progreso. Dr. José Alvarez del Portal, de la Logia Villa Clara Nú- mero 16. —16 —

Sr. Joaquín Valdés Lizama, de la Logia Perseverante Nú- mero 10484. Sra. María Dámasa Jova, de la Asociación Ninfa. Sra. Rita Aguilera, de la Cámara Ruth. Sr. J. Herrera Balderá, de la Asociación de Alumnos de la Escuela de Comercio. Dr. Manuel Ruiz Miyar, de la Federación de Profesores de Segunda Enseñanza. Dr. Serafín Martínez, del Villa Clara Tennis Club. Sr. Félix Egües, de la Logia Marta A.J.E.F. Sr. Teodoro Tejeda, de la Asociación de Telegrafistas. Sr. Enrique Martínez, de la Asociación de Viajantes de Farmacia. Sr. Jesús Menéndez, de la Federación Provincial de Tra- bajadores. Sr. Bernardo Guzmán, de la Casa de la Cultura. Sra. Reina Ariz, de la Hermandad de Jóvenes Cubanos. Sr. Serafín Fernández López, del Club de Leones. SECRETARIOS Dr. Manuel Angulo. Secretario General. Dr. Manuel O'Farrill, Secretario de Finanzas. Dr. Elio Fileno Cárdenas, Secretario de Propaganda.. VOCALES Sr. Guillermo Campa Velis; Sr. Juan de Dios Pérez; Sr. José Cabana; Sr. Abelardo Espinosa; Sr. Reinaldo Fundora; Sr. Pablo González Villar; Sr. Rodolfo Maribo- na; Sr. Leopoldo Morffi; Srta. Elda Vangueda Noriega; Srta. Eufemia Alfonso; Srta. Ana María López; Sr. Mar- cos Montenegro; Sr. Alferio Noriega Marrero; Sr. José Manuel Prado; Sr. Antonio Pérez; Sr. Miguel ,G. Llopis; Sr. José L. Mendoza; Sr. Antonio Palmero; Sr. Prudencio Valdés; Sr. Félix Lazeric Rodríguez; Sr. Norberto Martí- nez ; Sr. Arquímedes Cossío; Sr. Gilberto Alonso; Srta. Pi- lar Vangueda Noriega; Srta. Olga Casanova; Sr. Carlos A. Campos; Sr. Manuel Alonso; Sr. Carlos Velázquez; Sr. Juan A. Melián; Sra. Delia Ledo Sáenz. MANIFIESTO A LAS NACIONES AMERICANAS

Ante la opinión de toda la América exponemos el caso de nuestros hermanos de Puerto Rico, los que por sólo de- mandar la libertad de su tierra sufren persecuciones, en- carcelamiento y el trato más inhumano en Estados Unidos de América. En la cárcel federal de , en la de Leavenworth, Kansas, en la de Lewisburg, Pennsylvania, y en las peniten- ciarías de Puerto Rico se encuentran numerosos hombres jó- venes, fuertes, sanos de inteligencia y de corazón, útiles a la humanidad, acusados y condenados por delitos políti- cos. Allí se les somete a un procedimiento insoportable pol- lo inquisitorial, y a pesar de las denuncias —hechas direc- tamente ante las autoridades más altas de Estados Unidos de América—, el maltrato continúa, y es amenaza para la vida de los patriotas confinados. Esos hombres se llaman Pedro Albizu Campas, Presi- dente del Partido Nacionalista de Puerto Rico, ratificado en el cargo después de su prisión; Juan Antonio Corretjer, Luis F. Yelázquez, Julio Héctor Yelázquez, Clemente Soto Vélez, Juan G-allardo , Erasmo Yelázquez y Pa- blo Rosado Ortiz, que sufren en Atlanta. En Leavenworth, Kansas, están Julio Pinto Gandía, Presidente Interino del Nacionalismo después de la prisión del doctor Albizu Cam- pos; Juan Alamo Díaz y Raimundo Díaz Pacheco. En Ije wisburg, Pennsylvania, Manuel Avila, Juan Bautista Со lón, Dionisio Yélez Avilés, Santiago Nieves Malsán y Julio Monge Hernández. En las penitenciarías de Puerto Rico, y a consecuencia de los sucesos del 25 de julio de 1938, se hallan Elifaz Escobar, Tomás López de Victoria, Casimiro Berenguer, Prudencio Segarra, Juan Pietri, Santiago Gon- zález Castro, condenados a noventa y nueve años de cárcel; y Domingo Saltari Crespo, a diez años. La condena de los que están en Atlanta fué impuesta por "conspirar para derrocar por la fuerza el Gobierno de Estados Unidos en Puerto Rico", por "predicar la in- surrección" y por "reclutamiento ilegal de un ejército". Los- demás, por sucesos relacionados con su lucha libertado- ra, como los del 25 de julio de 1938. Los puertorriqueños mencionados son, acaso, los úni- cos presos políticos de la Unión Norteamericana. Y no na- cieron en Estados Unidos, sino en la isla ocupada militar- mente y obtenida a consecuencia del Tratado de París de 1898. Son, por lo tanto, ciudadanos de América incont'or- mes con la intervención, que no quieren para ellos ni para sus paisanos, que atacan porque los arruina y los veja y les disminuye su personalidad humana. Son de los pocos hom- bres sin patria libre en este Continente de la Libertad y de la autodeterminación de los pueblos'. Estos patriotas se han ganado, con el suplicio que pa- decen, la acción solidaria de todos los americanos. Es pre- ciso decir sin desplantes ni timideces cómo arrastran en sus prisiones una vida infame de siervos esos presos políticos. Es necesario hacerlo saber ante la opinión de nuestras na- ciones y de la nación norteamericana. La impopularidad suele ser el castigo de los gobernantes que infringen las le- yes primarias de la humanidad. Todo fué irregular en la condena de Pedro Albizu Campos y de sus compatriotas. Irregular la tramitación del juicio, pues los tribunales de Estados LTnidos en Puerto Rico, el de y el Siipremo de Estados Unidos nega- ron la concesión de fianza a favor de los detenidos para que gozaran de libertad provisional, y no razonaron su re- solución. Eso, que es aplicable únicamente a los autores de crímenes horrendos, lo infligieron a presuntos delincuentes — 19 — políticos. El primer jurado que juzgó a los acusados no formuló veredicto, porque estaba integrado por puertorri- queños y norteamericanos, y aquéllos votaron por la abso- lución. Fueron otros jurados, —diez norteamericanos y dos puertorriqueños representantes de intereses norteamerica- nos—• los que condenaron a los ocho patriotas que sufren destierro y prisión de cuatro a diez años en la Penitencia- ría Federal de Atlanta. Sobre ese jurado y esa condena se podría hablar mu- cho, no muy favorable para, la justicia y la administración de Estados Unidos. El famoso artista norteamericano Rockwell Kent ha declarado que estuvo en el palacio del Gobernador de Puer- to Rico y vió cuando éste, de acuerdo con altos empleados de la banca colonial, hizo la selección de los miembros del segundo jurado. Uno de los miembros de ese jurado, Mr. Elmer Ells- worth, ha declarado en carta al Presidente de Estados Uni- dos que el juicio fué parcial. El juez norteamericano Robert A. Cooper condenó a los defensores de la independencia de Puerto Rico a la triple pena. de destierro, encarcelamiento y reclusión como "gangsters" en la Penitenciaría inquisitorial de Atlanta. Esa condena la dispuso a consecuencia del fallo de tal ju- rado, y por petición de fiscales llevados de "Washington ex- presamente, nombrados todos directamente por el jefe del Poder Ejecutivo de Estados Unidos. Los condenados políticos puertorriqueños recluidos en Atlanta se hallan sometidos a un trato que viola evidente- mente las má.s elementales normas de lo justo y de. lo hu- manitario. Queremos prescindir de los calificativos y de los vocablos fuertes, naturales, sin embargo, en hombres que sienten indignación ante la ofensa inferida a. la dignidad del hombre. Aquellos presos, entre los cuales se encuentran algu- nos profesionales graduados honrosamente en Harvard v en otras universidades norteamericanas, no pueden reci- bir libros, periódicos o revistas, ni recortes de publicado- —20 — nes. Sólo ha de llegar hasta ellos una earta semanal ma nuscrita en inglés y en una cuartilla de papel rayado. La earta ha de proceder de una de las siete personas inscritas en la oficina del penal. No pueden escribir más de una carta semanal, y eso a una de las dichas siete personas. La carta ha de ir en in- glés. Los hijos menores no puedan visitarlos, ni escribirles, ni recibir cartas suyas. Han de destruir las cartas apenas las leen. Es decir que hombres acostumbrados al estudio no tie- nen modo de satisfacer esa necesidad y han de vivir las po- cas horas libres de la prisión bajo un régimen de embru- tecimiento. En cuanto a la alimentación, es irrisoria. La asigna- ción es de diecisiete centavos diarios por persona, menor que la de un caballo del ejército de Estados Unidos. Carecen de atención médica. El preso político Julio H. Velázquez, estudiante de dieciocho años condenado con <1 doctor Albizu Campos, fué sometido a una operación de sinusitis por las reiteradas protestas formuladas ante las autoridades norteamericanas. A los cuatro días de operado lo enviaron a manejar una desmotadora de algodón. La prevista infección que se le desarrolló le tiene postrado en la dura cama del penal, casi preagónico, inútil ya para todos los menesteres de la vida en <1 caso de que por su juventud pueda rebasar esas torturas. Los presos políticos puertorriqueños han de trabajar durante todo el día y pasar varias horas diarias a la in temperie vestidos con ligeros uniformes y expuestos de esa manera a los rigores de un clima frío y variado. Proce- dentes de un país cálido, casi ecuatorial, se теп expues- tos a bajas temperaturas sin abrigos ni albergues. La pena de prisión parece de muerte. Sometidos a un trato de ultraje y de miseria, sucumbirán en poco tiempo, antes de cumplir la sentencia injusta, y los que< resistan se- rán ya lamentables despojos humanos, inepto,ч para todo en la vida. • • # — 21 —

El encarcelamiento mortal de los patriotas puertorri- queños no destruyó el sentimiento de libertad entre los habitantes de aquella isla. "Cada prisión vale por mil proclamas", dijo desde hace más de cien años el precursor de la independencia de Cuba, Félix Várela. Pero ese estado de ánimo rebelde e indestructible ha causado una ola de terrorismo. Los que allí disponen de todos los recursos de la fuerza y del dinero, los que man- dan -en nombre de una nación civilizada, que invoca la de- mocracia y pide a las naciones americanas su defensa, son acusados de cometer los atropellos más inicuos con una po- blación inerme y arruinada en cuarentiún años de dominio colonial impuesto. El informe de una comisión presidida por el distin- guido abogado norteamericano Mr. Arthur Garfield Hays, organizada, por la sociedad Civil TAberties Union, de- clara que en Puerto Rico un régimen militar irresponsable lia suprimido de modo violento todos los derechos civiles. Denuncia ese informe las atrocidades perpetradas por ofi- ciales del ejército de Estados Unidos contra los nacionalis- tas, y especialmente la Matanza de Ponce, que fué un ase- sinato de veintidós personas, entre hombres, mujeres y ni- ños, y más de doscientos heridos. Esto ocurrió en la ciudad de Ponce el 21 de marzo de 1937. Fuerzas armadas de Es- tados Unidos ametrallaron una manifestación de naciona- listas, debidamente autorizada para el desfile por el Al- calde. La comisión presidida por Mr. Hays denunció al go- bernador de Puerto Rico, general Blanton "Winship, como responsable de ese crimen, y extendió la responsabilidad al Gobierno de Estados Unidos, que lo mantiene allí después de tantas acusaciones como le han sido hechas en los más di- versos tonos, y que han llegado así a las altas autoridades de Wáshington. ¿Por qué pedimos, los que integramos este Comité Cubano, la liberación de los presos políticos puertorrique- ños? Primero, por un deber de humanidad. Hemos de sen- tirnos ofendidos y vejados ante cualquier ofensa que se — 22 — haga contra la suprema dignidad del hombre. Esta doctri- na la heredamos de aquel que nos hizo libres y nos enseñó las rutas del decoro. Luego, por nuestro deber de cubanos. El mismo que nos habló, con anticipación genial, de la religión universal del Hombre, José Martí, marcó a sus compatriotas el pro- grama único de libertad en el artículo primero de las lia- ses del Partido Revolucionario Cubano, acordadas en el 1892, y que fueron las reglas de la Revolución del 24 de febrero. Así dejó Martí indicada nuestra obligación: "El Partido Revolucionario Cubano se constituye pa- ra lograr, con los esfuerzos reunidos de todos los hombres de buena voluntad, la independencia absoluta de la isla de Cuba y fomentar y auxiliar la de Puerto Rico". La libertad de las Antillas completaría dignamente la liberación de las Américas. Por saberlo, vinieron a Cuba a pelear como héroes en favor de nuestra isla centenares de puertorriqueños, que tenían la convicción de que ha- cían también labor por la independencia de Puerto Rico, ba grandeza augusta de Hostos, la maravillosa tenacidad de Betances, el esfuerzo de otros hombres de pensamiento y acción, se unieron a los cubanos para recorrer juntos el camino del destierro, de la lucha, de la pobreza honrosa y de los combates libertadores. Para nosotros, cubanos, es uno de los máximos deberes el de pedir la excarcelación de los patriotas puertorrique- ños, que se encuentran en prisión por reclamar la indepen- dencia de Puerto Rico. Y cumplimos nuestro deber con es- te manifiesto a la opinión de todas las naciones america- nas, a cuyos núcleos de intelectuales y de hombres sin pre- juicios exhortamos para que a su vez clamen por que cese la prisión de aquellos patriotas. La Habana, 12 de abril de 1939. COMITE CUBANO PRO LIBERTAD DE PATRIOTAS PUERTORRIQUEÑOS. Nota.—Fué firmado por todos los miembros del Co- mité. MENSAJE A LA CONFERENCIA PANAMERI- CANA DE PANAMA

La Habana, Cuba, 19 de septiembre de 1939. A la Conferencia de Naciones Americanas. Honorable Señor Presidente: Honorables Señores Delegados: El Comité Cubano Pro Libertad de Patriotas Puerto- rriqueños tiene el honor de remitir a la Conferencia de Na- ciones Americanas, reunida en Panamá, para su conside- ración, el caso de Puerto Rico y de los presos políticos puertorriqueños. Este Comité es la organización de los elementos re- presentativos de todos los sectores sociales, políticos y cul- turales de Cuba, con el propósito de respaldar a la nación de Puerto Rico en su lucha por la Independencia y la ex- carcelación de sus directores desterrados por el Gobierno de Estados Unidos de América, a las prisiones continentales, por oponerse a la continuación de la intervención militar de ese Gobierno >en Puerto Rico. Este Comité forma parte de una organización inter- nacional, con células similares en casi todas las naciones hispano-americanas, destinada a defender el principio de la absoluta libertad e independencia de nuestras naciones y el ejercicio de los derechos civiles y políticos de sus ciu- dadanos. — 24 —

Nos dirigimos a las naciones americanas rennidas en convención en Panamá amparándonos en su propósito mani- festado de laborar por la paz de nuestro continente y por la intensificación de las relaciones comerciales y culturales entre las naciones del Nuevo Mundo. "La paz es el perfecto estado de derecho", ha dicho Albizu Campos, Apóstol de las libertades puertorriqueñas. Puerto Rico es el caso más urgente de paz en América. Constituye la más flagrante violación del dírecho en Amé- rica, debido a la usurpación violenta de la soberanía y, como consecuencia, a la extinción de todas las libertades ci- viles de una nación americana.

PUERTO RICO: NACION AUTONOMA Hasta el 25 de julio de 1898, Puerto Rico era una na- ción autónoma en virtud de la Carta Autonómica otorga- da por España el 25 de noviembre de 1897. Regía la Na- ción, por aquella fecha, un gobierno de elección popular cuyo poder radicaba en el Parlamento Insular. Con el reconocimiento de la Autonomía por la Madre Patria, España, Puerto Rico pasó a ser miembro de la fa- milia de naciones en ejercicio de los atributos esenciales de soberanía. Las relaciones entre ambas naciones se regían por tratados. España no podía modificar la Carta Auto- nómica ''sino en virtud de una ley y a petición del Parla- mento Insular".

INVASION DE PUERTO RICO El 25 de julio de 1898, el ejército de Estados Unidos invadió Puerto Rico, pretextando un incidente en la guerra que aquella nación tenía empeñada contra España y en la cual Puerto Rico no era parte beligerante. El general Miles, jefe del ejército invasor, proclamó que los puertorriqueños nada tenían que temer, pues ellos venían en nombre de la Paz, la Fraternidad y 1a, Demo- cracia. — 25 —

NULIDAD DEL TRATADO DE PARIS Por el Tratado de París ratificado en abril de 1899, Estados Unidos impuso a España la cesión, de Puerto Rico, sin permitir a los delegados españoles la discusión de la cláusula, por formar parte del armisticio. El Tratado de París, concertado por Estados Unidos y España, es nulo y sin valor en lo que a Puerto Rico con- cierne, porque en su negociación no intervinieron plenipo- tenciarios de Puerto Rico ni fué jamás ratificado por el Parlamento de Puerto Rico. Puerto Rico no era "res in com- mercium"; como soberano, tal tratado concertado sin su intervención, por otros soberanos, no le obliga. Las fuerzas militares de Estados Unidos derrocaron el Gobierno Autonómico de Puerto Rico, disolvieron el Par- lamento Insular, y establecieron un régimen de interven- ción militar que ha explotado y tiranizado la Nación du- rante cuarenta y un años.

ORGANIZACION DEL REGIMEN INTERVENTOR Todo el poder de ese régimen interventor radica en el Presidente de Estados Unidos, que controla el país co- mo una "colonia presidencial", al estilo de las "crown colonies" del Imperio Británico. A la Nación de Puerto Ri- co no se le permite ninguna intervención en la orientación de sus destinos. El Poder Ejecutivo radica en el Gobernador, nombrado por el Presidente de los Estados Unidos sin siquiera con- sultar a los puertorriqueños. El Poder Judicial consta de un Attorney General, nom- brado igualmente por el Presidente de Estados Unidos, y de jueces y fiscales que reciben su nombramiento del Go- bernador, excepto los jueces del llamado Tribunal Supre- mo de Puerto Rico y de la Corte de Distrito de Estados Unidos para el Distrito de Puerto Rico, los cuales son nom- brados por el Presidente de Estados Unidos. — 26 —

El Poder Legislativo lo constituye un cuerpo bicame- ral elegido en comicios coloniales controlados por el Gober- nador a través de una Junta Insular de Elecciones. Sobre la Legislatura gravita el veto absoluto del Gobernador. La Legislatura no puede, ni por unanimidad, hacer válida una ley después de haber sido vetada por el Gobernador. Ade- más, toda medida aprobada puede ser anulada por legis- lación contraria del Congreso de Estados Unidos o por de- cisión desfavorable de cualquier Tribunal Federal Nor- teamericano. El Presidente de Estados Unidos nombra también ti Comisionado de Educación y el Auditor de Puerto Rico. El Gobernador es un militar yanki, actualmente un almirante. Es decir, el Presidente de Estados Unidos ejerce en Puerto Rico una tiranía personal a través de su subalterno, el Gobernador, quien tiene en sus manos el Poder Ejecuti- vo, Legislativo, y Judicial y el comando de las fuerzas ar- madas de mar, aire y tierra.

SITUACION ECONOMICA El régimen interventor ha actuado en beneficio exclu- sivo de los intereses económicos norteamericanos y en de- trimento de todos los intereses puertorriqueños. A los cua- renta y un años de intervención norteamericana en Purrto Rico, bajo la responsabilidad absoluta del Presidente de Es- tados Unidos, el comercio, la industria, la banca y la agri- cultura nacionales están en ruinas. Han desaparecido más de 60,000 pequeños terratenien- tes, y cuatro corporaciones azucareras norteamericanas con- trolan esta industria que cubre el 63% de la exportación nacional. En 1898, el café era el principal renglón de la produc- ción puertorriqueña; el azúcar de caña ocupaba el segundo lugar. — 27 —

Por su calidad, el calé de Puerto Rico era producto sin competidor en el mercado mundial y, en Europa, su mejor mercado, recibía precios beneficiosos para los productores puertorriqueños. El café constituía una base sana y firme para la economía agrícola de Puerto Rico. En Puerto Rico no surgió el latifundio en el cultivo del café; la caña de azúcar tampoco era producto de latifundios. El censo levantado en Puerto Rico en el año 1899 por el Departamento de la Guerra de Estados Unidos, describe así la distribución de la tierra cultivable.-

"Mientras en Cuba la proporción de dueños de fincas con el número total de fincas es de sólo 28%, en Puerto Rico es de 93%. De otra parte, en Cuba la proporción del área cultivada poseída por sus habitantes es de 43%, mientras que en Puerto Rico es de 91%. En otras palabras, gran parte del área cultivada de Cuba está en manos de un número relativamente pequeño de terratenientes, mu- chos de los cuales residen fuera de la Isla, mientras que en Puerto Rico un gran número de la población rural es dueño de sus hogares y son residentes permanentes". Esta sana situación del agro puertorriqueño hacía posible la existencia de una balanza comercial y de pagos favorables y la ausencia de toda deuda pública. Derrocado por el ejército norteamericano el Gobierno Autonómico de Puerto Rico, el cual tenía, entre otras fa- cultades soberanas, la de negociar tratados de comercio y el manejo de sus aranceles, le faltó a la Nación un poder público, con los instrumentos políticos necesarios para la defensa de los intereses nacionales. La imposición del régimen arancelario estadounidense, ocasionó a Puerto Rico la pérdida de su mercado europeo de café. Obligado a comprar a Estados Unidos al precio que éste quiera imponerle, y a venderle al precio que a és- te le convenga pagar, no goza de margen alguno para la defensa de su economía. — 28 —

El latifundio, creado por el protegido capital absen- tista norteamericano, despojó a los pequeños agricultores nativos. Al nuevo régimen no le interesaba la producción puertorriqueña de café fuerte. Café barato lo conseguía fá- cilmente en otros países. El arancel dejaba entrada libre a este producto, sin considerar los perjuicios que causaba al café de Puerto Rieo.

Estados Unidos necesitaba azúcar. La producción azucarera de Puerto Rico, que era sólo de 60,000 toneladas el año 1899, llegó a 1.000,000 el año 1938. El azúcar es hoy el principal renglón de las exporta- ciones puertorriqueñas. El país figura entre los importa- dores de café.

La libre entrada en Estados Unidos del azúcar produe. cida en Puerto Rico no beneficia a los puertorriqueños. El 80% de la industria pertenece a norteamericanos y a otros extranjeros, y el libre cambio sólo significa para el país, obligado a comprar en el mercado más caro del mundo, un simple monopolio a favor de Estados Unidos.

Según declaraciones del Presidente de la Cámara Nor- teamericana de Comercio de Puerto Rico, Sr. Filipo de HostoS, Puerto Rico paga por la mercadería norteamerica- na que compra anualmente, ascendente a ochenta millones de dólares, un 20% de sobreprecio comparado con Cuba. Nosotros afirmamos que ese sobreprecio sube a veces has- ta el 40%, como corresponde a un mercado de monopolio en relación con uno de libre competencia. El peso fiscal recae sobre los nativos; los intereses ab- sentistas norteamericanos evaden el pago de las contribu- ciones. Puerto Rico, en el año 1898, no tenía deuda pública, interna ni externa. Hoy sufre el peso asfixiante de una deuda pública, contratada, bajo el régimen interventor, a sus propios connacionales, ascendente a cincuenta millones de dólares ($50.000,000). (Informe de los Gobernadores). — 29 —

En el año 1898 la población de Puerto Rico sumaba 953,000 habitantes; hoy se calcula en 1.800,000. En cua- renta y un años, la población apenas se ha duplicado. En el año 1897, el comercio exterior ascendió a $21.000,000; en el año 1937 sumó $214.000,000. Es decir, que mientras la población ha aumentado dos veces, el vo- lumen comercial ha aumentado diez veces. Durante los cuarenta y un años de intervención nortea- mericana, la balanza comercial ha sido favorable a Puerto Rico, exceptuando los años 1901, 1902, 1907, 1924, 1929 y 1938. Sin embargo, el país sufre un estado de bancarrota y miseria. El producto del trabajo de los puertorriqueños, excep- tuando los jornales de hambre que reciben por su dura la- bor, va a parar a manos de los capitalistas residentes en Bos. ton o Nueva York. La balanza comercial es un engaño. El Gobierno de Estados Unidos no ha publicado nunca la ba- lanza de pagas entre Estados Unidos y Puerto Rico. La población de Puerto Rico produce hoy cinco veces más de lo que producía en 1898, cuando, según las pro- pias autoridades norteamericanas, los puertorriqueños cons- tituían una nación feliz —sin muchas carreteras ni escue- las—, libre de enfermedades endémicas, del desempleo cró- nico y de la deuda pública que hoy la agobia.

CONSECUENCIAS SOCIALES El coronel Teodoro Roosevelt, gobernador de Puerto Rico, en su informe anual de 1930, nos pinta el siguiente cuadro, cuyos perfiles trágicos han empeorado, según los últimos informes oficiales que tenemos a mano. Dice el Coronel: "Más del 60% de nuestro pueblo está desocupado el año entero o parte del mismo... A las oficinas del Go- bierno acuden por centenares cada semana pidiendo una sola cosa: trabajo. No piden limosna. Sólo piden la oportu- nidad de ganarse la vida. — 30 —

"Eramos y seguimos siendo presa de muchas enfer- medades. El año económico que finalizó... 4,442 personas murieron de tuberculosis. Nuestra mortalidad con motivo de este mal superó a la de cualquiera otra parte del hemis- ferio occidental, y fué cuatro y media veces mayor que la de los Estados Unidos continentales... En otras palabras, en nuestra isla hay actualmente unas 35,000 personas pa- deciendo de tuberculosis; 200,000 de malaria; 600,000 de uncinariasis ". El coronel Roosevelt continúa: "Y esta condición es tanto más lamentable cuando que gozamos de un clima excepcionalmente salutífero. La temperatura es moderada y varía poco durante el año. Hay abundancia de luz solar, y los vientos alisios se dejan sen- tir casi todo ej año. Debiéramos estar casi libres de plagas como la tuberculosis, y la Isla debiera ser considerada como un sanatorio". La tuberculosis, que antes de la invasión norteameri- cana se producía solamente en casos aislados, causaba ya en 1911, según estadísticas oficiales, 162 muertes por cada 100,000 habitantes; en 1921, 201; en 1931, 275; y en 1936, 305. (Informe de los Gobernadores). Como decía el coronel Roosevelt, "esta condición es tanto más lamentable cuanto que gozamos de un clima ex- cepcionalmente salutífero". Pero es que la tuberculosis en Puerto Rico es la resultante del hambre, consecuencia a su vez del estado económico a que ha sido reducido el país. La situación ha seguido empeorando. Con fecha 7 de mayo de 1939, la agencia estadounidense de noticias, Pren- sa Asociada, dió la siguiente información: "'Puerto Rico tiene el mayor problema de desempleo de su historia, con 125,000 obreros azucareros que normal- mente tienen 6 meses de trabajo al año, y que este año sólo tuvieron tres". El gobernador Winship calcula que 750,000 obreros y las personas que de ellos dependen están ahora sin reci- bir jornales ni apoyo alguno". — 31 —

SITUACION CULTURAL Económicamente, Estados Unidos ha llevado a Puerto Rico ruina y miseria. Mas las peores consecuencias las ha sufrido el país en el orden moral y cultural.

La juventud ha sido víctima de un sistema de instruc- ción pública obligatoria en inglés, confeccionado en Was- hington y puesto en práctica en Puerto Rico por un subal- terno del Presidente de Estados Unidos. Desde el primer año de la enseñanza primaria hasta el último curso universitario, los textos están escritos en inglés, el profesor dicta sus clases en inglés, y los alumnos las discuten y rinden exámenes en inglés. Contrariando toda la, ciencia pedagógica, Estados Uni- dos ha impuesto el inglés como vehículo de instrucción a una nación de habla hispana. ¡ Hasta el francés y el latín se enseñan en inglés en Puerto Rico! Tanto interés tiene Estados Unidos en que el inglés sea la lengua de los puertorriqueños, que este asunto ha merecido una carta del presidente Roosevelt al Comisiona- do de Educación de Puerto Rico. Dice Mr. Roosevelt: "I desire at this time to make clear the attitude of mv administration on the extremely important matíer of teach-t ing English in Puerto Rico. .. . It is an indispensable part of American poliev that the coming generation of Ameri- can citizens in Puerto Rico grow up with complete fa- cilitv in the English tongue. It is the langnage of our nation. .. .it is only t.hrough thorongh familiarity with our language that the will be a ble to take í'nll advantage of the economie opportunities which beca,me available to them when thfy were made American citi- zens " .. . Bilingualism will be achieved l)y the forthcoming generation of Puerto Ricans only if the teaching of English throughout the insular educational svstem is entered into — 32 — at once with vigor, purposefulness and devotion, and with the understanding that English is tlie official language oí our country." (Informe del Gobernador, 1937).

El único problema que lia merecido una carta del Pre- sidente de Estados Unidos a este subalterno en Puerto Rico es el ele la enseñanza pública en inglés. Cuando se desea estimular la cultura de una nación, se la cultiva en su lengua vernácula, aun cuando, como en el caso de los cantones italianos y franceses en Suiza, e! gobierno federal de la nación tenga por idioma oficial una lengua diferente.

A pesar del desempleo que padecen centenares de maes- tros puertorriqueños, el gobierno de Estados Unidos im- porta cien maestros yankis anualmente para la ensemi.nza en inglés. (Informe del Gobernador, 1937). La historia, las figuras proceres y los valores cultura- les de Estados Unidos constituyen el eje de ese sistema de enseñanza. Los próceres, la historia y los valores culturales puertorriqueños, cuando no excluidos, son presentados en plano de inferioridad. Ese sistema no alecciona a la juven- tud puertorriqueña en la historia de sus grandes hombre- en la lucha por la independencia patria. La verdadera his- toria de Puerto Rico —Valero de Bernabé. Betances, Ruiz Belvis, Hostos, Rius Rivera y de Diego— se desfigura, cuando no se omite, en las historias yankis impuesta* en Puerto Rico. El nombre de Albizu Campos, que honraría a cualquier país, no se menciona en esas escuelas, porque .Albizu Campos, "figura cumbre de la contemporaneidad cívica de América", está preso en Atlanta por defender e! derecho de los pueblos de América a su independencia.

Profesores y estudiantes han sido expulsados de )a.s escuelas públicas y de la Universidad de Puerto Rico por expresar científicamente su opinión contraria a ese siste- ma que, según el Presidente de Estados Unidos, Mr. Roo sevelt, debe intensificarse. — 33 —

El sentir de nuestros pueblos en cuanto al atropello cultural que se comete con la juventud de Puerto Rico es- tá justamente expresado en el Mensaje de la Juventud Es- tudiantil Cubana al Estudiantado Puertorriqueño, el cual insertamos en el apéndice.

La Universidad de Puerto Rico, que Estados Unidos anuncia como posible cristalización de la Universidad Pan- americana, sufre una triste experiencia bajo la dirección del Militar-Gobernador norteamericano. Este nombra el Rector y la junta de gobierno, llamada Junta de Síndicos, la cual, a su vez, nombra, sin oposición a cátedra, y sólo por un año, el profesorado. Es decir, que la Universidad está bajo el poder absoluto del subalterno del Presidente de Estados Unidos. Para mayor seguridad, el Comisionado de Educación, nombrado por el Ejecutivo Federal nortea- mericano, es el presidente ex-oficio de la Junta de Sín- dicos.

La irresponsabilidad moral del régimen interventor ha llegado hasta querer utilizar los proceres puertorriqueños en contra de Puerto Rico. La celebración continental del centenario del natalicio de Eugenio María de Hostos, pa- trocinada por el Gobierno de Puerto Rico, ilustra tal pro- pósito. Han pretendido presentar a la juventud puertorri- queña, que no conoció a Hostos, un Hostos pedagogo, so ciólogo y jufista, ocultando al verdadero Hostos, defensor incansable de la libertad e independencia, de Cuba y Puer- to Rico. Llega a tal grado la irresponsabilidad de los of; cialrs coloniales norteamericanos, que hasta han pretendí do imponer su intento desfigurador de Hostos a las comi- siones de nuestros países pro centenario del ilustre ameri- cano.

La insinceridad del respaldo oficial en Puerto Rico a la conmemoración del natalicio de Hostos, la ilustra la tortura de Albizu Campos y sus discípulos —devotos con- tinuadores de la obra hostosiana— en el destierro de las prisiones imperiales, y la simultánea persecución de todo — 34 — hombre que honradamente labore en Puerto Rico por la independencia nacional. Todo sistema colonial crea una jerarquía de incondi- cionales al servicio del régimen. Los verdaderos valores se persiguen o se ignoran. El imperio no fomenta la cultura: estimula la traición, la cobardía, el afeminamiento de mal* ley. Puerto Rico sufre esa horrible situación.

EL MOVIMIENTO LIBERTADOR DE PUERTO RICO La lucha de Puerto Rico por su independencia es 7a centenaria. El 23 de septiembre de 1868, los puertorrique- ños, con las armas en la mano, proclamaron la República en el pueblo de Lares. Y en Cuba vimos las huestes puerto- rriqueñas peleando a nuestro lado por la independencia de ambas islas. La bandera de Puerto Rico, cuyo uso se prohibe hoy. en aquella tierra, nació en los campos de ba- talla de Cuba. Los cubanos que, en el Artículo Primero del Progra- ma del Partido Revolucionario Cubano, nos comprometimos a luchar por la independencia de Puerto Rico, aceptamos como un privilegio y juzgamos un deber de nuestro Esta- do, producto de aquella Revolución Libertadora, el hacer respetar el derecho de Puerto Rico a su independencia absoluta. Es también deber de las demás naciones hispanoame- ricanas luchar en igual sentido. En 1826, el Libertador Bo- lívar llevó a la Conferencia de Panamá su programa de Independencia de Cuba y Puerto Rico. Estados ene- migos de este ideal se opusieron en aquella primera conferencia panamericana, hoy ignorada, a los propósitos del Idbertador. Pero su voluntad manifestada es mandato obligatorio para todas nuestras naciones cuando Puerto Rico reclama su concurso. El Movimiento Libertador de Puerto Rico está en pie, y la acción de sus héroes y mártires ha trascendido los lí- mites insulares. Internamente el Movimiento Libertador toma el nombre de Partido Nacionalista de Puerto Rico; en realidad es "la patria organizada para el rescate de su soberanía", como ha dicho Albizu Campos. Puerto Rico no se ha sometido al invasor. La fuerza del Movimiento Libertador la señala la persecución de que es objeto. Ал te la organización del pueblo que lo re- pudia, el régimen interventor ha visto su estabilidad com- prometida, y ha hecho uso de la violencia, argumento su- premo de los regímenes de fuerza. Pedro Albizu Campos y otros directores nacionalistas son hoy prisioneros de Es- tados Unidos en distintas prisiones federales estadouni- denses. "Puerto Rico realiza ahora Ja acción de su indepen- dencia que nuestras veinte repúblicas realizaron antes.. Ella corresponde a un ímpetu entrañable de americanidad, según lo conoció en su carne y en su alma nuestro Conti- nente el año 1810", dice la ilustre Gabriela Mistral en una carta dirigida al juez yanki que condenó a Albizu Campos y sus compañeros. De ellos escribe la notable mujer "... La personalidad de los puertorriqueños enjuicia- dos corresponde, en categoría moral y en significación cí- vica, a lo que fueron en los países del Sur las de los pro- ceres San Martín, O 'Higgins, o Artigas. El intento heroico y doloroso es el mismo, la calidad de los espíritus es idén- tica. .. La actitud asumida por las autoridades norteameri- canas respecto a los jefes nacionalistas de Puerto Rico va a adquirir para nosotros un sentido extraordinario. "Quiero añadir aún a estas reflexiones la de que los individuos que rigen el espíritu de una colectividad la re- presentan de manera tan poderosa que en verdad en ellos el grupo recibe la estimación y la deferencia de que es digno". Pedro Albizu Campos, "figura procer de América", como le proclamara el Congreso Popular Por la Paz de América, reunido en Buenos Aires en 1936, y siete de sus -Sé- discípulos, fueron condenados de 4 a 10 añoe de prisión y destierro en Estados Unidos por "conspirar para derro- car por la fuerza el Gobierno de Estados Unidos en Puer- to Rico". Tres años llevan ya presos estos ilustres america- nos. Posteriormente muchos otros dirigentes nacionalistas de Puerto Rico han sido encarcelados o asesinados por las autoridades norteamericanas. Exponiendo el régimen de terror impuesto por Estados Unidos en Puerto Rico como represalia al anhelo libertador, y describiendo el sistema de exterminio que sufren los patriotas puertorriqueños en prisión, hemos lanzado un Manifiesto a la América, el cual incluimos en el apéndice.

EL CASO DE PUERTO RICO ANTE EL DERECHO PUBLICO AMERICANO

La invasión de Puerto Rico por Estados Unidos cons- tituye una transgresión del derecho internacional que sos- tiene la inviolabilidad de la autonomía de las naciones, y una lesión a "los principios del derecho público americano cimentado en el culto al derecho y en el repudio de la fuerza como medio de expansión territorial". El ideal de América, como vanguardia de la civiliza- ción, exige sostener a toda costa el principio de que Amé- rica no es tierra de colonización. Consecuentes con nuestro ideal de un Nuevo Mundo, sede de justicia para todos, no sancionaremos el tráfico con los pueblos hermanos de Amé- rica que aún sufren regímenes coloniales, y lucharemos por- que éstos terminen cuanto antes, ya que el destino de todo pueblo «s su constitución en Estado independiente. La permanencia de la intervención de Estados Unidos en Puerto Rico está diciendo al mundo que Amé- rica sí es tierra de colonización. Su empeño de someter permanentemente al coloniaje a esta nación, contradice las reiteradas declaraciones de Estados Unidos de que traba- jará por alejar posibles intentos colonizadores de países no americanos en nuestro continente. — 37 —

PUERTO RIOO Y LA DEFENSA DE ESTADOS UNIDOS Estados Unidos ha manifestado repetidas veces que necesita de Puerto Rico para la defensa de su territorio y del Canal de Panamá. En primer lugar, el único soberano en Puerto Rico es la Nación de Puerto Rico, único Poder con derecho para determinar qué debe y qué no debe ha- cerse en aquella tierra. Estados Unidos ha hablado de Puerto Rico en relación con su defensa como si aquella fuese una isla desierta y de su posesión. Puerto Rico tiene un millón ochocientos mil habitantes, población más nume- rosa que la de otras seis repúblicas hispanoamericanas. En segundo lugar, el derecho internacional que aca- tan nuestras naciones no reconoce poder a ningún Estado para disponer de la vida y hacienda de otra nación sin el consentimiento de ésta, fundándose en que la necesidad na- cional se lo exige. Nuestras naciones no creen que tal teo- ría, de todo derecho, pueda practicarse indefinidamente; dudan de su efectividad aun a los fines que persigue, y, sobre todo, nuestras naciones tienen la firme convicción de que un Estado que justifica la invasión y la explotación de una nación extranjera por requerimientos de sus necesi- dades es una amenaza para la civilización. Un vecino que tal profesa es, en verdad, un vecino muy peligroso. Altos funcionarios de Estados Unidos han afirmado que su país necesita de Puerto Rico para la "defensa ex- terior de América contra posibles agresiones de poderes no americanos". Repetimos que sólo la Nación de Puerto Ri- co tiene derecho para fijar lo que deba o no deba hacerse en su territorio. Luego tenemos que aclarar, para enfocar bien tal teoría de defensa continental, que la historia seña- la a Estados Unidos como agresor de América. Estados Unidos no tiene autoridad moral para hablar de la defensa de América. Basta el inhumano régimen que, contra todo derecho, sostiene en Puerto Rico para equipararlo a los transgresores del derecho internacional de todos los tiem- pos. —38 —

No se puede hablar de la defensa de la lib. rfcnl с i» dependencia de las naciones americanas, cuando so tiwif a una de éstas bajo un inhumano régimen militar. La munJ política de los pueblos hispanoamericanos no admite que, .->0 pretexto de defender la paz y la democracia, se prive a ima nación de la paz y de la democracia. Las armas de Estados Unidos en Puerto "Rico, hasta hoy, han servido únieameu te para aherrojar la expresión de la voluntad nacional <¡n demanda respeto a su derecho a la Independencia. La defensa de América por Estados Unidos desde Puerto Rico se ha iniciado con la usurpación de la sobera- nía de uno de nuestros pueblos. Iioy nos preocupa hasta dónde necesitará extender Estados Unidos sus líneas de defensa.

PUERTO RICO Y LAS DOCTRINAS INTERNACIO- NALES D'E ESTADOS UNIDOS a) Doctrina de Monroe. Estados Unidos formuló la Doctrina, d,r, Monroe contra los intentos de colonización en América por poder-ca no americanos. Si otros actos, además, no desmintieran el propósito manifestado, el empeño colonizador en Puerto Ri- co bastaría para restarle toda virtud a esta doctrina. La intervención en Puerto Rico es el primer intento de un imperio americano para reducir a coloniaje ¡1 пни nación americana. Nuestros pueblos, que lograron su liberación de los imperios europeos a costa de sacrificios, no quieren que tales propósitos prosperen en América. b) Panamericanismo. La política panamericanista propulsada por Estado.* Unidos no tendrá ningún contenido para nuestras naciones mientras aquél no respete las normas que rigen el derecho internacional, que descansa en el principio de la inviolabi- lidad de la libertad e independencia de las naciones. — 39 —

El Panamericanismo tuvo su primera manifestación práctica en el Congreso de Panamá de 1826, convocado por el Libertador Bolívar. Pero el Libertador propugnaba la absoluta libertad e independencia de todas las naciones americanas. Por eso llevó al Congreso de Panamá el proyec- to de Independencia de Cuba y Puerto Rico. Se ha sugerido que este Congreso Panamericano, reu- nido en Panamá, rinda un homenaje al Libertador Bolí- var. Este Comité sugiere que tal homenaje sea el recono- cimiento inmediato por Estados Unidos de la absoluta inde- pendencia de Puerto Rico, y la restitución a la vida libre ciudadana de los hombres que cumplen condena en cárce- les norteamericanas por defender el derecho de Puerto Ri- co a su independencia.

EL CASO DE PUERTO RICO Y LOS CONGRESOS PANAMERICANOS Mientras los Delegados de la República de Puerto Ri- co no ocupen un sitio en los Congresos Panamericanos, esas asambleas no podrán hablar en nombre de América, por- que falta en ellas un miembro de nuestra familia de na- ciones, y porque el desconocimiento de la situación de Puerto Rico es una complicidad en la explotación que éste sufre. Esta explotación es contraria al espíritu de justicia que informa nuestra civilización. Puerto Rico es el sexto país de América Latina por su importancia comercial, según lo determina el volumen de su comercio exterior, que alcanza cerca de doscientos mi- llones de dólares anuales. Ninguna conferencia ele nacio- nes americanas reunida para considerar los problemas eco- nómicos de América puede ignorar a Puerto Rico. El mo- nopolio comercial impuesto por Estados Unidos a Puerto Rico priva a éste de su derecho al libre comercio, y a los países hispanoamericanos de un importante mercado natu- ral. Esta práctica comercial de Estados Unidos en Puerto Rico viola la libertad de comercio, que es imprescindible para el mantenimiento de la paz. Los hombres libres de América no podremos pasar por alto una vez más, sin nuestra protesta, que otra conferen- cia de naciones americanas cierre sus puertas sin haber afrontado, como lo exige la opinión pública de todas nues- tras naciones, la solución del CASO DE PUERTO RICO. La conferencia de naciones americanas que pasa por alto esta situación no puede alegar que representa a ¡mes- tras naciones, cuyo anhelo más grande es el término de la angustia de Puerto Rico y sus proceres. Antes de considerar las situaciones dolorosas de otros continentes, debemos considerar la no menos elolorosa situa- ción de esta nación americana. Nuestro deseo sería que las protestas de Estados Unidos contra la violación de la so- beranía e independencia de naciones no americanas y con- tra el uso de los campos de concentración y persecuciones del hombre por sus ideas políticas en otros países, fueron aplicadas en este continente v nos ofrecieran la .solución del CASO DE PUERTO RICO, por todos deseada. Interpretando el sentir de la opinión pública ameri- cana, manifestada en resoluciones de innumerables Con- gresos representativos de todos los sectores sociales, políti- cos y culturales, y hasta por resoluciones de organismos oficiales de nuestros países, este Comité Cubano Pro Liber- tad de Patriotas Puertorriqueños se permite solicitar de los representantes de las naciones americanas reunidas en Con- vención en Panamá, que soliciten del Gobierno de Estílelos Unidos de América, como contribución a la paz de América y a la democracia, y como acto de reparación, el reconoci- miento inmediato de la absoluta independencia de Puerto Rico, y la restitución a la vida libre ciudadana de Pedro Albizu Campos y demás patriotas puertorriqueños.

(fdo.) Emilio Boig de LcucJisniring. Presidente del Comité Cubano Pro Libertad de Patriotas Puertorriqueños. RESPUESTA

REUNION CONSULTIVA DE LOS MINISTROS DE RELACIONES EXTERIORES DE LAS REPU- BLICAS AMERICANAS

Secretaría General

Panamá, octubre 9 de 1939. Sr. Don Emilio Roig de Leuchsenring, Presidente del Comité Cubano Pro libertad de los Patriotas Puertorriqueños, Habana, Cuba. Señor: Como Presidente de la Reunión Consultiva de los Mi- nistros de Relaciones Exteriores de las Repúblicas Ameri- canas, tengo el agrado de acusar recibo de su extensa comu- nicación de fecha 19 de septiembre de este año, la cual fué debidamente leída y considerada por la Presidencia y la Comisión de Iniciativas. A este respecto fui autorizado por ésta para manifestar a usted que la Consulta se concretó a estudiar los temas de la agenda oficial, con exclusión de — 42 — toda otra comunicación extraña al temario específico de la Conferencia. El tiempo de que disponían los señores Ministros de Relaciones Exteriores de las Repúblicas Americanas era limitado, y escasamente alcanzó para estudiar los problemas de neutralidad, preservación de la paz y cuestiones econó- micas del Continente Americano^ sobre los cuales versaron los acuerdos y resoluciones de la Reunión. Con sentimientos de la mayor atención, quedo de us- ted, atento y seguro servidor, (Firmado) Narciso Garay, Presidente de la Reunión Consultiva de los Ministros de Relaciones Exteriores de las Repúblicas Americanas. Ng/dh.

• APENDICES RESOLUCION APROBADA POR EL CONSEJO DE GOBIERNO DE LA SOCIEDAD COLOMBISTA PANAMERICANA EN OCTUBRE 22 DE 1938 EN FAVOR DE LOS PRESOS POLITICOS PUERTORRIQUEÑOS

Al Consejo de Gobierno de la Sociedad Colombista Panamericana, CONSIDERANDO:

Que la unión y fraternidad entre los pueblos del Mundo Colombino constituye el anhelo más noble de nuestra Corporación, firme en el convencimiento de que sólo en un alma continental de armonía y de efectiva paz, pueden robustecerse los ideales co- lombistas y madurar el fruto de nuestra labor perseverante y animosa por la gran causa de América

Que nada conspira en disfavor del buen entendimiento entre las distintas naciones continentales, antecedente indispensable de las futuras realizaciones colectivas, como el mantenimiento de hechos políticos que predisponen adversamente la conciencia popular americana, alimentando reservas y arraigando rencores perjudiciales de país a país y de pueblo a pueblo.

Que el Gobierno de los Estados Unidos de Norte América ha intensificado en los últimos años una sabia y saludable política eontinental que en mucho viene superando viejas y odiosas ren- cillas, valorizando en el más alto grado la identificación espiri- tual y la paz material de las varias naciones de la raza ameri- — 46 — cana, sin que no obstante, hasta el presente, haya encontrado jus- ticiera solución al caso concreto que hoy mantiene resentida a una gran parte de la población puertorriqueña. Resentimiento que motiva la privación de libertad en que se encuentran Pedro Albizu Campos, conjuntamente con otros siete compañeros, en la Penitenciaría de Atlanta, ЕЕ. UU., en cumplimiento de una sen- tencia de un Tribunal Especial de la Unión en ese territorio is- leño de América, por el /delito de conspiración política.

Que la prisión de tan destacada figura de la intelectualidad americana como lo es Pedro Albizu Campos, graduado en la Uni- versidad de Harvard, Doctor en Derecho y Filosofía e Ingeniero, constituye hoy en día un olvido en la profunda y sincera obra de confraternidad continental propugnada por el Gobierno y Pae- blo de los Estados Unidos de Norte América, y de cuyos resulta- dos tantas ventajas ее deducirán para la felicidad común.

Que próximamente se conmemorará en toda la América el nata- licio de Eugenio María de Hostos, figura continental y esforzado palaidín de la independencia antillana, con lo cual se presenta una oportunidad propicia, hondamente sugerente y simbólica, pera bo- rrar tan enojoso motivo de recelos interamericanos como en la actualidad lo constituye el caso de Albizu Campos.

Los abajo firmantes, Socios de Número, Colaboradores y De- legados de esta Sociedad Colombista Panamericana, Correspon- diente a la República de Cuba, al Consejo de Gobierno de ta Cor- poración,

PBOPONEN

PSIMEBO: Que fundamentándose en loe motivos que se se- ñalan, ее acuerde por ese Consejo iniciar una intensa campaña continental pro libertad de Pedro Albizu Campos, Y BUS siete com- pañeros, invitando a producirse en este noble sentido a la* Co- rrespondientes y Delegaciones de esta Corporación, asi como a las colectividades culturales afines de las veintiuna naciones ame- ricanas. — 47 —

SEGUNDO: Orientar este ruego común hacia el Gobierno de los Estados Unidos de Norte América, a fin de determinarlo en el sentido apetecido.

TEBCEBO: Utilizar todas las coyunturas históricas conme- morativas procedentes y loa acontecimientos de razón continen- tal, para que sean, a su tiempo, eco de tan justa demanda.

La Habana, Octubre 12 de 1938.

(Fdo.) Dr. Guillermo de Zéndegui.—Dr. Salvador Massipj—Dr. Emeterio S. Santovcnia.—Dra. Elena López H.— Sr. Oscar Ibarra.

• ADHESION DE LA COMISION CUBANA PRO CENTENARIO DE HOSTOS A LA CAUSA DE PUERTO RICO LIBRE

Porque los miembros de la Comisión Cubana Pro Centenario de Hostos tenemos plena conciencia de euál fué la ideología del gran antillano, y con ella nos encontramos perfectamente compe- netrados, hemos creído que el mejor homenaje que los cubanoa pudiéramos tributar a ese excelso apóstol ¡de nuestras libertades y de las libertades antillanas en el centenario de su nacimiento, es el de demandar, como ya lo hemos hecho, del Presidente de Es- tados Unidos, Franklin Delano Boosevelt, qne haciendo buenas en la práctica sus prédicas de democracia y respeto y acatamien- to al derecho de los pueblos, aunque sean pequefios y débiles, a gobernarse por sí miamos, restituya a ta vida ciudadana a los pa- triotas puertorriquefios que, con el glorioso Pedro Albizu Campos a la cabeza, guar,dan prisión en penitenciarias de Estados Unidos y de Puerto Bico, por el único delito de defender ahora—ejem- plares discípulos de Hostos—lo mismo que Hostos defendió ayer: la independencia y libertad ide Puerto Bico, por cuyas efectiva conquista y. próxima realización formulamos nuestros más efusi- vos y sinceros votos. Emilio Boig de Leuchsenring, Presidente de la Comisión Cubana Pro Centenario de Hostos.

(Emilio Boig de Leuchsenring, HOSTOS, APOSTOL DE LA INDEPENDENCIA Y DE LA LIBEBTAD DE CUBA Y PUEBTO BICO. Cuadernos de/Historia Habanera, 17, La Habana, 1939, p. 101). CARTA DEL PRESIDENTE DE LA COMISION CUBANA PRO CENTENARIO DE HOSTOS AL PRESIDENTE DE ESTADOS UNIDOS DE AME- RICA DEMANDANDO LA LIBERTAD DE LOS PRESOS POLITICOS PUERTORRIQUEÑOS

En la sesión celebrada últimamente por la Comisión Cubana Pro Centenario de Hostos, bajo la presidencia del doctor Emilio Roig de Leuchsenring, actuando de secretario el doctor Enrique Gay-Calbó, y con la asistencia -de los señores José María Chacón y Calvo, representado por el doctor Medardo Vitier, Mario Güi- ra! Moreno, Emeterio S. Santovenia, Elena López Hernando, Ge- rardo Castellanos G., José L. Franco, Elias Entraigo, Modesto Morales Díaz, Benjamín Muñoz Ginarte, Lino T>'ou y ,demás miem- bros de la misma, se tomó el acuerdo de dirigir al Presidente de Estados Unidos el siguiente mensaje: La Habana, enero 26 de 1939.

Honorable señor Franklin Hela.no Eoosevelt. Presidente de Estados Unidos de América. Honorable señor Presidente: La Comisión Cubana Pro Centenario Hostos, qne con e»- rácter oficial fué creada por Decreto de 29 de junio de 1938, del señor alcalde de esta capital, doctor Antonio Beruff Mendieta, para que se entendiese con todo lo relacionado con la celebración por Cuba del centenario del natalicio del esclarecido pensador, so- ciólogo, educador, político y revolucionario puertorriqueño, Eu- — 50 — genio Maria de Hostos, propugnador incansable desde 1863 basta su muerte en 1903 de la independencia y libertad de Cuba y Puer- to Bico, ha acordado, por unanimidad, en sesión a la que asis- tieron la totalidad de sus miembros, representantes ide las más destacadas instituciones culturales y cívicas de la Bepública, for- mular ante usted l'a petición de que, consecuente con la política democrática mantenida por su Gobierno, conceda la excarcelación, restituyéndolos a la viida libre ciudadana, a los patriotas puerto- rriqueños Pedro Albizu Campos, Juan Antonio Corretjer y demás compañeros que sufren prisión en las penitenciarías de Esta- dos Unidos y de Puerto Bico, por 'defender los mismos ideales do independencia y de libertad para su patria antillana, que sustentó toda su vida Eugenio María de Hostos. A este insigne pensador se le acaba de rendir un homenaje casi continental en el cente- nario de su nacimiento, no sólo por Cuba y otros pueblos de His- panoamérica, sino también, de manera oficial,—y aceptando, por tanto, los ideales in.dependentistas que él sustentó y defendió siempre—por una Comisión puertorriqueña, bajo la presidencia honoraria del Gobernador norteamericano de la Isla, Mr. Bianton Winship, y efectiva del Juez Presidente de la Corte Suprema, doctor Emilio del Toro Cuebas.

La concesión de la libertad a todos esos patriotas puertorri- queños sería, Honorable señor Presidente, el mejor homenaje tri- butado, con motivo de la rememoración de su centenario, al gran ciudadano de América que fué Eugenio María de Hostos; y ade- más significaría la más cabal demostración ante todos los países de nuestro Continente y ante el mundo, de la buena fe y de la sinceridad del espíritu democrático mantenido por el Gobierno de su Presidencia. Al trasmitir a usted este acuerdo de la Comisión Cubana Pro Centenario de Hostos, tengo el honor ide hacerle llegar el respe- tuoso saludo de todos sus miembros, y et mió propio.

Emilio Boig de Leuohtenrin¡f, Historiador Oficial de la Ciudad de La Habana. Presidente de la Comisión Cubana Pro Centenario de Hoetos. RESPUESTA

DEPARTHENT OF JTJSTICE

WASHINGTON

February 27, 1939.

Honorable Emilio Eoig de Leuchsenring, Official Historian of the City of . Chairman of the Cuban Commission for the Centennial of Hostos. Havana, Cuba. Dear Sir:

Your letter of January 26, 1939, addressed to the President in regard to Pedro Albizu Campos and others, has been refcrred to this Department for acknowledgement and eonsidcration.

You may rest assured that if Doctor Campos and his ко- defendants apply for executive cleineney, the niatter will be given prompt and careful consideration.

Very truly youra,

Daniel M. Lyons, Pardon Attorney. DISCURSO DEL ALCALDE DE LA HABANA DR. ANTONIO BERUFF MENDIETA, EN EL HOMENAJE A HOSTOS EN EL PALACIO MUNICIPAL EL 20 DE ENERO DE 1938

Señoras y señores:

Nos i'Ciinimog esta noche para houar en nombn. de nuestn» Ciudad —meridiano del' renacimiento intelectual de Cuba—, a uno de los escritores más ilustres de América, a Eugenio María de Hostos, que nacido en Puerto Bico luchó durante toda su vida nobilísima, en el mismo plano que Bolívar, Miranda y Martí, por esa patria grande, imposible ayer, y que hoy ha dejado de ser la aspiración suprema de todos los revolucionarios de izquierda, pa ra transformarse en el objetivo indispensable y único de nues- tros más eminentes hombres de Gobierno. América debe ser, por fatalidad histórica, el último reducto en que se defiendan y de puren los principios democráticos, y ese redueto se ha alzado a través del tiempo, por la voluntad férrea del precursor desdichado do la independencia política de las colonias españolas, Miranda; del estratega que obtuvo la victoria definitiva, Bolívar; y del tribuno, que hizo libre nuestra patria, y luchó por la indepen dencia de Puerto Eico, del brazo de ese otro gigante de la inte- lectualidad a quien tributamos este homenaje.

Honrando a Hostos, no como a un extranjero que luchó por Ja independencia de Cuba, sino como a un ciudadano de esa América que tiene como misión salvar !a Democracia para el Mundo, eum —>53 — plimos a medias una deuda, que en nuestro nombre, con toda la sinceridad de su carácter, con toda la mágica amplitud de su vigión política, contrajo el apóstol de nuestras libertades, en mo- mentos en que Cuba necesitaba el esfuerzo de América, para ser libre, para ser digna.

En representación de la ciudad de La Habana, acabo de librar desde la presidencia del Primer Congreso Panamericano de Municipios, una ruda batalla por la unión de todos los pueblos de este hemisferio en la lucha inminente en favor de los princi- pios democráticos y por una inteligencia cor.dial entre las dis- tintas naciones de América. Nadie podrá acusarme (si tiene ojos para ver en el futuro y para medir la gravedad de los peligros que a todos nos amenazan por igual), de contradecir esta línea política, porque esta noche, al honrar a uno de los gigantes del pensamiento humano, a un hermano de Martí en la cruzada pol- la dignificación del hombre, yo haga votos sinceros porque la patria de Hostos sea libre, porque la pena de Puerto Rico deje de ser en América un motivo de suspicacia y de recelo que re- tarde la necesaria unión Де América. MENSAJE DEL ESTUDIANTADO CUBANO A LA FEDERACION NACIONAL DH ESTUDIANTES DE PUERTO RICO

Compañeros: Al cumplirse el primer centenario del natalicio del grande ama» ricano Eugenio María de Hostos, uno ,de los más tenaces defen- sores de la libertad cubana y fiel colaborador del apóstol Martí en e-i vasto ideario americanista, nosotros, representantes del es- tudiantado cubano, deseamos expresar a través de este mensaje nuestra cordial adhesión a la causa de la independencia de Puer- to Rico que con tanto heroísmo, desinterés y abnegación defien- den ustedes bajo la sabia orientación del abanderado mártir del antimperialismo en América, Pedro Albizu Campos.

El estudiantado cubano, fiel continuador del ideal del apóstol Martí, no podría nunca permanecer indiferente ante vuestro dolor so pena de traicionarse.

El mismo imperialismo que sojuzga vuestra patria desde hace cuarenta años, las mismas tropas que hollaron aquella tierra her- mana para tomarla como botín do una guerra que nunca provocó y en la cual no fué parte, han pretendido mantener a Cuba bajo su hegemonía imperialista.

Podemos asegurar que, hoy como ayor, nuestro dolor es uno por las hondas vinculaciones que nos atan; empero reconocemos en vuestro caso el más grave ejemplo de la agresión yanki en América. — 55 —

"Unas son en el porvenir, como han sido anas en el pasado, el alma de Lares y el alma de Yara", decía nuestro apóstol Martí. Nuestra voluntad está con ustedes; estamos frente a un enemigo común. Por eso nuestros ideales se funden hoy, como ayer en la manigua, para completar, en lucha contra la agresión imperia- lista, la obra que quedara trunca y que fué el ideal superior de Martí, Maceo, Bius Bivera, Hostos y Betances: Cuba y Puerto Bico deben ser libres e independientes. En la hora aciaga que vive el mundo, toca a los pueblos pe- queños defenderse. "América no debe ser tierra de coloniza- ción", y su explotación debe cesar. Debemos estar unidos contra los que violan la integridad de las pequeñas nacionalidades. De- bemos estar unidos contra todo lo que signifique explotación y tiranía; contra todos los imperialismos, llámense fascistas o de- mocráticos. Los estudiantes y el pueblo todo de Cuba, sabemos 'de la dura batalla que libran el estudiantado y el pueblo puertorriqueño por su independencia. Sabemos que de vuestra universidad, bajo ia

bota militar :del General-Gobernador extranjero, se han expulsado a compañeros patriotas e inteligentes sin decírseles siquiera el por qué de su expulsión. Más cerca que ustedes estamos de la Penitenciaría de Atlanta, dondo está enterrado en vida por de- fender el dereeho Де su pueblo, el valiente compañero Julio Héc- tor Velázquez, ejemplo de civismo y valor para todo el estudian- tado latinoamericano. Conocemos el daño terrible que pretende ocasionar a ustedes ese mal intencionado y antipedagógico sistema ,de enseñanza con- feccionado en Wáshington y puesto en práctica en Puerto Bico por un subalterno del Presidente de Estados Unidos. Jamás pe- dagogo alguno aconsejó utilizar un idioma extraño como vehícu'o de enseñanza para instruir a un pueblo. Jamás pedagogo alguno deprimió el espíritu de sus discípulos exaltando en sus lecciones la personalidad e historia de un pueblo extranjero para aconsejar la imitación de lo exótico.

Afirmamos esto, porque tenemos a mano los cursos de estudio y I'os textos de enseñanza utilizados en Puerto Bico. Wáshing- ton es la figura central de ese sistema. Betances, el santo cru- zado defensor de la independencia de todoe los pueblos y de la —56 — emancipación de todas las razas; Hostos, soldado de la indepen- dencia latinoamericana, y pedagogo continental que nunca aconse- jó -que se enseñara a nuestra juventud en inglés; y Albizu Cam- pos, figura cumbre en la contemporaneidad cívica de América, se excluyen de ese sistema. Wáshington vivo no permitiría que se suplantaran por la suya las figuras de los legítimos y natu- rales maestros y próceres de Puerto Rieo. Conocemos el úkase del General-Gobernador que condena ef que se ize en las escuelas :de Puerto Rico otra bandera que no sea la de Estados Unidos. Sólo como acto de rebeldía ha podido izarse en l'as escuelas de Puerto Rico la bandera de Puerto Rico! A la expresión del anhelo de la juventud por una patria inde- pendiente se la ha tildado de brote de violencia. Compañeros, estamos con ustedes al denunciar que en Puerto Rieo sólo el po der yanki ha usado de la violencia para ahogar la natural ex- presión de amor a la independencia patria. ¡Grande es la bandera de Estados Unidos como símbolo de la personalidad e independencia de aquel pueblo! A trapo simbó- lico ide opresión se reduce la noble enseña cuando el úkase de un General-Gobernador la impone a punta de pistola a un puebla altivo. En Cuba sabemos cómo han si'do destituidos de sus cátedra» muchos profesores que han pretendido ser maestros do civismo en una universidad sometida a un régimen de cuartel; y sabemos también, en esta tierra de Martí, cómo se desborda en plomu certero sobre el noble pueblo hermano, la ira del imperio impo- tente ante la resistencia de hombres y mujeres aleccionados por la palabra y el ejemplo insuperable del Maestro Albizu Caín jo?. Las masacres de Río Piedras, San Juan, TTtuado y Ponce son pruebas (diáfanas de la existencia de la barbarie, en América re- sistida a pecho desnudo por los defensores puertorriqueños <1<> la civilización. La España y la Francia de hoy no podrían justificar ¡a Un- tura, en el destierro ¡de las prisiones imperiales, de Miranda y Toussaint L'Ouverturo. Estados Unidos, mañana, 110 podrá tam- poco justificar el martirio en el destierro del Maestro Albiít; Campos y de sus valientes discípulos. A pesar de los imperia- lismos de ayer, el continente latinoamericano es independiente: a pesar de Estados Unidos de hoy, Puerto Rico será mañana ¡i — 57 —

bre e independiente. La previsión de loa estadistas estadouni- denses, atendiendo leceiones de la historia, podría evitar que sr desatara sobre su país un odio idéntico al que sufrieran España y Francia de parte de nuestros pueblos. Amigos no se conquis- tan a punta de pistola. El estudiantado latinoamericano ide hoy, que pronto tendrá en sus manos la alta dirección de los asuntos públicos de nuestros pueblos, sigue atentamente el desarrollo de la intervención de B. Unidos en Puerto Rico. Para nosotros, compañeros, la valerosa resistencia que ustedes presentan es ejemplo vitalizante. Ко es posible Ja existencia armónica de una sociedad con parte de sus hombres libres y el resto esclavo. Es indispensable la absoluta libertad e independencia de Puerto Rico, para lograr el equili- brio político y moral del hemisferio occidental. Sólo naciones autónomas, responsables de sus actos, pueden ser garantía de la civilización ante las agresiones periódicas ,de la barbarie. Sólo libre e independiente podrá Puerto Rico ser útil para el mante- nimiento de la paz en América. Hoy, sobre su cuerpo martiri- zado, no es justificable que se levanten los cañones del poder tiranizador alegando que la esclavitud de Puerto Rico es nece- saria para la defensa exterior de América contra posibles agre- siones

"Dirigirse a las Grandes Logias Americanas para que se diri- jan al Honorable señor Presidente Roosevelt en favor del líder puertorriqueño Pedro Albizu Campos y demás compañeros que guardan prisión por causas políticas".

La Habana, 27 de marzo de 1939. CARTA DE LA GRAN LOGIA DE LA ISLA DE CUBA AL PRESIDENTE DE ESTADOS UNIDOS DE AMERICA EN FAVOR DE LOS PRESOS POLITICOS PUERTORRIQUEÑOS

La Habana, 5 de abril de 1939. (870 del N. de M.) Hon, Franklin D. Boosevelt, Presidente de Estados Unidos de América, Washington, D. C. Estados Unidos de América. Muy Eespetable e Ilustre hermano: En la Sesión Anual de esta Gran Logia, se acordó por una nimidad elevar muy respetuosamente a usted la solicitud que por mi conducto formula la Masonería Cubana cerca de su go bierno, a fin de que sea puesto en libertad, el líder puertorrique- ño Albizu Campos. Al formular la anterior petición, la hacemos teniendo un cuen- ta su alto espíritu de democracia y de justicia, siempre revelados con su actuación humana y comprensiva. Aprovecho esta oportunidad para formular nuestros votos por la prosperidad de su pueblo y por la ventura personal de usted y de su distinguida familia. Fraternalmente, Gonealo Garda Pedroso, Gran Maestro. MENSAJE DE LA ASOCIACION DE REPORTERS DE LA HABANA AL PRESIDENTE DE ESTADOS UNIDOS DE AMERICA SOLICITANDO LA EX- CARCELACION DE LOS PATRIOTAS PUERTORRIQUEÑOS

Agosto 30, 1939. Excmo. 8r. Franklin D. Boosevelt, Presidente de Estados Unidos de América, Casa Blanca, Washington, D. C. Excmo. Señor: Cumplimentando la resolución tomada por el Directorio de la Asociación de Bepórters de La Habana (Círculo Nacional de Periodistas), en la sesión celebrada el día 14 de los corrientes, tengo el honor de solicitar de S. E. la excarcelación de todos los patriotas puertorriqueños condenados por Tribunales de Es- tados Unidos en Puerto Eico, acusados de supuestos delitos rela- cionados con la lucha que libra el pueblo hermano por eu inde- pendencia.

En este grupo de hombres nobles, desterrados en distintas pri- siones de Estados Unidos, se encuentran tres ilustres periodistas, Pedro Albizu Campos, Juan Antonio Corretjer y Clemente Soto Vélez, fundadores y directores de los periódicos, La Nación Puer- torriqueña, La Palabra y Armas, respectivamente. — 62 —

Ное preocupa ]а suerte de hombres ejemplares, periodistas en el ejercicio más puro de la profesión, que han consagrado sus esfuerzos a la independencia patria.

Libres, Albizu Campos, Corretjer y Soto Vélez, dedicarían sus energías a la defensa de sus discípulos. Al impedirlo la violen- cia de la. prisión, nosotros sus colegas latinoamericanos, asu- mimos tal' defensa, cumpliendo así el deber que nos impone la fra- ternidad del periodismo. El caso de los patriotas puertorriqueños envuelve un grave atentado contra la libertad de prensa en la América Latina per- petrado por los tribunales de Estados Unidos en Puerto Rico. Antes del proceso, fuerzas de Estados Unidos asaltaron y destru- yeron los archivos y la imprenta de La Palabra, periódico de Juan Antonio Corretjer, y, como prueba de cargo contra los patriotas, los fiscales norteamericanos presentaron las colecciones de La Na- ción Puertorriqueña, La Palabra y Armas, periódicos cuya publi- cación había aceptado el régimen norteamericano. Aparte de esta irregularidad que afecta a ía prensa latino- americana, hay un hecho de suma gravedad: los periodistas puer- torriqueños no fueron juzgados por un tribunal puertorriqueño. La sociedad, en cuyo seno se dice cometieron los supuestos de litos, nunca acusó ni condenó a estos ciudadanos. Esa sociedad no se sintió perjudicada por la actuación de los acusados. -Aún más. El primer jurado que intervino en el caso, integrado por norteamericanos y puertorriqueños, no pudo rendir veredicto, por que los puertorriqueños sostenían la inocencia de los acusados Fué necesario seleccionar iin jurado de norteamericanos, defer, sores de los intereses enemigos de la independencia de Puerto Rico, para condenar a los periodistas patriotas. Mr. Ttockwell Kent, eminente pintor norteamericano, declaró que presenció la selección de ese jurado hecha en La Fortaleza, residencia de los Gobernadores de Puerto Eico, por el General Blant.on Winship en contubernio con representantes de la banca y el alto comercio. Mr. Elmer Ellsworth, uno de los miembros de ese jurado, corro bora la parcialidad del proceso en carta que dirigiera a S. E.

En enero de 1937, la prensa latinoamericana, a través del Primer Congreso Hispanoamericano de Periodistas Teunido en "Valparaíso, Chile, protestó por el encarcelamiento ,de Albizu Can' — 63 — pos y sus compañeros, y solicitó de S. E. su pronta e incondicio- nal excarcelación. 'Tres años llevan ya estos hombres presos en el destierro, en penosas condiciones. No reciben libros, revistas, ni periódicos. No se les permite la visita de amigos ni de sus hijos menores de edad. Este régimen sólo puede tener un resultado fatal para los reclusos. El estado de gravedad en que se encuentra el jo- ven estudiante Julio H. Velázquez y el quebrantamiento físico que amenaza la vida de Albizu Campos, Corretjer y compañeros, presos en Atlanta, indican que el régimen traspasa los límites de la severa disciplina de las prisiones norteamericanas. Además de otras razones que nos tocan muy de cerca, los pe- riodistas de América, que combatimos la persecución del hombre y las injusticias cometidas en países no americanos, no desearía- mos que en nuestro hemisferio se registraran casos tan dolorosos, que son contrarios a la democracia. Sabedores de que S. E. apreciará el alcance de nuestro em- peño, y, confiados en que su previsión de estadista dará margen a la definitiva solución del difcrendo entre Estados Unidos y Puerto Rico, evitando así l'a repetición de estos casos, esperamos acoja favorablemente esta petición fundada en principios de hu- manidad y justicia.

Atentamente, (Fdo.) Rafael de Armas, Presidente de la Asociación de Bepórters de La Habana. CARTA DE LA ASOCIACION DE REPORTERS DE LA HABANA A LOS PERIODISTAS DE ES- TADOS UNIDOS RECABANDO LA COOPERA- CION DE ESTOS EN PRO DE LA LIBERTAD DE LOS PRESOS POLITICOS PUERTORRIQUEÑOS

La Habana, 26 de junio ide 1939. Compañeros: La Asociación de Bepórters de La Habana (Círculo Nacional de Periodistas), se ba dirigido al sefior Presidente de Estados Unidos. Franklin D. Boosevelt, solicitando la inmediata e incon- dicional excarcelación del Dr. Pedro Albizu Campos y demás pa- triotas puertorriqueños, desterrados en Atlanta y otras cárceles de Estados Unidos, por sus actividades en favor de la indepen- dencia de Puerto Bico. La fraternidad del periodismo nos impone la defensa de Pe- dro Albizu Campos, Juan Antonio Corretjer y Clemente Soto Vé- lez, ilustres periodistas puertorriqueños presos en Atlanta. Asa- mimos también la defensa de todos los patriotas presos, porque su delito ha sido practicar la noble enseñanza de nuestros ilus- tres colegas. У aunque no hubiesen intervenido periodistas en ei Movimiento Libertador de Puerto Bico, los periodistas estorí;i mos obligados a respaMar y defender a los hombree ocupados en tal empeño, porque la 'defensa de la libertad rs la rarón de *«• del periodismo. La situación .de miseria, enfermedad y opresión a que ha sido reducido Puerto Bico por la intervención de Estados Unidos, y el — 65 —

hondo movimiento político que ha surgido como reacción a tal estado de cosas, robusteciendo la secular aspiración nacional por la independencia absoluta, son cosas cohocidas por la prensa de nuestros países. Conocemos también, a pesar del esfuerzo desarro- llado por parte interesada para ocultarlo, la violencia usada en el empeño de disolver el Movimiento Nacionalista en Puerto Bico. La violencia no se ha manifestado solamente en las masacres perpetradas por las fuerzas de Estados Unidos en las reuniones 7 actos públicos de los patriotas. Violentamente han sido lan- zados a prisión innumerables puertorriqueños; unos, como los ocho presos en Atlanta, condenados inquisitorialmente por la Cor- te Federal de Estados Unidos en Puerto Bico, por "conspirar para derrocar por la fuerza el Gobierno ¡de Estados Unidos en Puerto Bico"; otros, violenta y arbitrariamente sentenciados por supuesta participación en sucesos relacionados con la lucha por la independencia. Hay algo que, aún al menos informado, orienta en la aprecia- ción de estos hombres: todos son personas honorables, queridas y admiradas por sus compatriotas. Nunca fueron condenados por delito alguno, y todos—estudiantes, profesionales y obreros—ocu- paron posiciones de confianza en el círculo de sus relaciones so- ciales. La lucha por la independencia de su patria fué la que trajo a estos hombres ejemplares ante los tribunales de Estados Uni- dos en Puerto Bico, y, sólo por supuestos delitos relacionados con «1 empeño libertario, se les lanzó al destierro de las prisiones nor- teamericanas o a la reclusión, en cárceles de Estados Unidos en Puerto Bico. No pedimos, en este caso, clemencia para un delincuente, que bien merece solicitarse para cualquier hombre. Demandamos idel Gobierno de Estados Unidos la enmienda de un grave error cuyos efectos incalculables, en la vida de los reclusos y para la causa de Puerto Bico, son irreparables. Mucho más que devol- ver la libertad a estos hombres, tendría que hacer Estados Uni- dos, para aliviar la herida inferida y para atenuar en las na- ciones latinoamericanas, en particular, y en el mundo, en gene- Ta'l, el recelo que ha creado con su actitud, reduciendo a prisión, cuando no matando en plena calle o en la celada efectiva, a hom- bres consagrados a la libertad e independencia de su pueblo. — 66—

Nos dirigimos a ustedes, seguros de que les interesará, con- tribuir a que su Gobierno enmiende la política ilegítima que prac- tica en Puerto Rico. Los regímenes opresores siempre revirtie- ron sus efectos sobre las metrópolis. Puerto Rico intervenido es una escuela de tiranía para los hombres dirigentes de Estados Unidos. No son de temer tanto las fuerzas que de lejos actúan tratando de minar las instituciones democráticas de América, cuan- to los gérmenes que se incuban dentro. Los pueblos civilizados alentaron siempre a los hombres defensores de la libertad; la persecución fué, en todo tiempo, síntoma de decadencia. A los políticos accidentales o a los comerciantes deshumani- zados, podrá escapar la trascendencia de un caso que encarna un grupo, relativamente pequeño, de hombres en prisión; pero, a nosotros, no puede cegarnos el interés particular ni la amenaza de los poderosos. A los periodistas nos toca cumplir la grande misión anónima: orientar a los hombres de buena voluntad y fis- calizar los errores y ambiciones desmedidas.

Rogamos a ustedes solicitar del señor Presidente la inmediata e «condicional excarcelación ide nuestros colegas puertorriqueños y de sus nobles seguidores. Mucho bien haría el señor Presiden- te a su nación y a las relaciones interamericanas al ordenar di- cha excarcelación. Halagaría ver que su previsión de estadista lo llevara a la solución del diferendo entre Estados Unidos y Puer- to Rico, origen de estos casos sensibles, devolviendo al mundo una nación libre, ganando para sí la amistad de un pueblo vale- roso y la confianza de todo un continente.

Fraternalmente, BafaeI de Armas, Presidente de la Asociación de Repórter* de La Habana. MENSAJE DE LA ASOCIACION DE REPORTERS DE LA" HABANA A LA PRENSA LATINOAME- RICANA DEMANDANDO LA SOLIDARIDAD PERIODISTICA A LA CAUSA DE PUERTO RICO LIBRE Y EXCARCELACION DE SUS PATRIOTAS

La Habana, 26 de junio de 1939. Compañeros: La Asociación de Bepórters de La Habana (Círculo Nacional de Periodistas) se ha dirigido al señor Presidente de Estados Unidos solicitando la inmediata e incondicional excarcelación del Dr. Pedro Albizu Campos, Director del Movimiento Nacionalista de Puerto Rico, y demás patriotas puertorriqueños, desterrados рот Estados Unidos a sus prisiones metropolitanas. Nos ha movido a hacer esta petición el hecho de que tres de Jos patriotas desterrados, Pedro Albizu Campos, Juan Antonio Co- rretjer y Clemente Soto Vélez, son periodistas, y el deber de abogar por la enmienda del error cometido por el Gobierno de Estados Unidos al condenar y tratar como criminales vulgares a hombres consagrados a la defensa de la independencia patria. Muchas veces se ha señalado la escasa información que ofre- ee la prensa latinoamericana sobre los asuntos de nuestras nacio- nes, y, constantemente vemos que las noticias qne de nuestra América publicamos, nos llegan—vía Londres, Nueva Tork o Ber- lín—siempre condicionadas por intereses extraños. La lucha heroiea y dolorosa de Puerto Rico por su independen- cia ha llegado a nuestras columnas después que la abnegación de — 68 — los patriotas rindiera tributo de sacrificio. Pudo la parte inte- resada ocultar al mundo la gestación de este movimiento; pero en los últimos cinco años, las persecuciones, los destierros y las masacres perpetradas por el régimen exótico en PueTto Rico han mostrado a los latinoamericanos la grandeza del martirologio de nuestros últimos libertadores. En el panorama de las luchas internacionales, la América La- tina es un objetivo para los poderes imperialistas. Atentos a sus cálculos económicos disfrazan, su propósito con la propaganda de resonantes ideologías. Sería un error creer que podergs ajenos a nuestros destinos invirtieran recursos en un empeño virtuoso de protección. La propaganda kaleidoscópica que se vierte sobre la América Latina encierra una prédica deprimente, destaca lo exótico en plano de superioridad. El extranjero no alienta jamás la virtud. Desconoce los verdaderos valores, y desmoraliza la resistencia para subvertir a su favor el orden existente. Circunstancias extraordinarias realzan la cruzada de los puer- torriqueños. Mientras en las metrópolis se rinde honores a los que un día y siempre ofrecieran su eficacia servil, los grandes de nuestra América agonizan confundidos con "gangsters" y ex- torsionistas norteamericanos. En la trayectoria de los Libertadores, Albizu Campos aleccio- na a su pueblo en el ejercicio de los principios más puros—la gran- deza supera la limitación de lo temporal y transitorio. Albizu Campos pugna por librar a los suyos de un sistema vejaminoso; se empeña en conquistar, aun a costa de su vida, una tierra para todos loe de buena voluntad. Una tierra para la libertad conquistaron los hombres de 1810. Su propósito fué asegurar, con la independencia de las Antillas, la libertad del Continente. Tócanos, ahora, terminar la obra in- conclusa. La independencia de Puerto Rico, al integrar la con- ciencia libre de América, haría efectiva la resistencia a cualquier agresión. Nuestra América repudia la persecución y mantiene el prin- cipio de que la relación internacional ha de fundarse en normas de derecho y justicia. La hora exige una definición. "En Puerto Rico se decidirá si ha jde triunfar la fuerza o el derecho en América", ha dicho Albizu Campos...... ,,'J

К: interés transitorio no justifica el abauiioiio de i'os jivin- eipios. E] Movimiento Libertador de Puerto Rico es una afir- mación de americanidad. Por su triunfo y la defensa, de los hombres que lo encarnan, ahora y siempre, hemos de ofrecer mies tro tributo. La información detallada, y constante del caso en nuestras co- lumnas y la acción pertinente cerca del Gobierno de Estados Uní dos nos iniciarían ,por lo menos, en ei cumplimiento de este deber americano.

Fraternalmente, Rafael de Armas, Presidente de la Asociación de Eepórters de La Habana. RESOLUCIONES DE LA PRIMERA REUNION INTERAMERICANA DEL CARIBE SOBRE HOSTOS Y ALBIZU CAMPOS

Tuvo efecto este Congreso en la ciudad de La Habana, del 9 al 12 de octubre de 1939, bajo los auspicios de la Sociedad ('"• lombista Panamericana de La Habana, siendo la primera de una serie .de reuniones de los países del Caribe—comprendiendo a fe" tro América, Colombia, Venezuela y las Antillas—acordadas en las Conferencias Panamericanas de Buenos Aires (1936) y Lim¡< (1939) para preparar el noveno cincuentenario del Descubrimien to de América. DOCTOR GUILLERMO DE ZENDEGUI Y CARBONELL, Se- cretario General Permanente de la Unión luteramcrieana del Ca- ribe, CERTIFICA: que en el acta correspondiente a i'a sesión pl4 naria inaugural de la Primera Reunión Iutcramerieana del Гя- ribe, celebrada el día nueve de Octubre de 1939, aparece el acne> do que literalmente transcripto dice así: "...Por lo que es aprobado un homenaje a, Hostos y Heredia y un voto de simpatía al intelectual puertorriqueño Pedro Albizu Campos. La proposición conjunta se resuelve poniéndose de pie la Asamblea durante un minuto' Lo que para constancia y a solicitud del interesado, Sr. Juan Juarbe y Juarbe, expido en la Ciudad de La Habana, a ios vein- tidós días del mes de Noviembre ide mil novecientos treinta y nueve. (Edo.) Dr. Guillermo de ZénAegm- Secretario General. 71

DOCTOR GUILLERMO DE ZKNDEGUI. Y CAKBONELL, Se- cretario General Permanente de la Unión Interamericana del Ca- ribe, CERTIFICA: que en la segunda sesión plenaria de la Pri- mera Reunión Interamericana del Caribe, celebrada el día, 10 de Octubre de 1939, fué aprobada la siguiente declaración:

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Votos de la reunión interesando la libertad del Dr. Pe- dro Albizu Campos y solución satisfactoria del problema de Puerto Bico.

LA P RIME ВA REUNION INTERAMERICANA DEL CARIBE, D E С L А В A :

PRIMERO: iQue es su ferviente deseo que cuanto antes sean devueltos a la vida de la libertad y 'de sus plenos derechos, el Dr. Pedro Albizu Campos y sus compañeros, presos por causas po- líticas en penitenciarías de Estados Unidos y Puerto Rico. SEGUNDO: Que deja constancia de sus anhelos de que el problema de Puerto Rico tenga una solución que satisfaga la? aspiraciones nacionalistas de los puertorriqueños, para tranquili- dad definitiva :de Estados Unidos de América y de todos los paí- ses americanos que con dolor asisten a las manifestaciones perió- dicas de la inconformidad puertorriqueña. TERCERO: Interesar de las entidades americanistas, se di- rijan en el mismo senti.do al Hon. Presidente de Estados Unidos de Norte América. Lo que para constancia y a solicitud del interesado, Sr. Juan Juarbe y Juarbe, expido en la Ciudad de La Habana, a los vein- tiún días del mes de Noviembre de mil novecientos treinta y nueve. (Fdo.) Dr. Guillermo de Zéndegvi, Secretario General. ACUERDO DE LA ASOCIACION DE LA PRENSA DE CUBA EN FAVOR DE LA LIBERTAD DE LOS PRESOS POLITICOS PUERTORRIQUEÑOS

En virtud de un proceso que califica de irregular el Comité Cubano Pro Libertad de Patriotas Puertorriqueños, se hallan en- carcelados en Estados Unidos, sufriendo la dura suerte de los presidios de esa Bepública, ocho patriotas de la isla hermana, condenados por sus actividades políticas. Entre ellos se cuentan el Dr. Pedro Albizu Campos, Pdte. del Partido Nacionalista Puertorriqueño, ratificado en el cargo des- pués de su prisión, periodista ilustre que principalmente perso- nifica el movimiento político que dió lugar a la condena. Con tal motivo el Comité Cubano Pro Libertad de Patriotas Puertorriqueños ha lanzado un vibrante manifiesto que firmau personas de gran concepto en Cuba, donde se señalan particula- ridades del caso que no se avienen con el espíritu tradicional que en materia de luchas políticas distingue a Estados Unidos, sobre todo tratándose de la libertad de los pueblos latinoameri- canos.

Se trata de un escrito generoso y elocuente a favor de loe que sufren por la independencia de su país. Y además el Con- sejo de Gobierno de la Sociedad Colombista Panamericana ha tomado la resolución de intensificar la campaña continental pro libertad de Pedro Albizu Campos y sus siete compañeros. — 73—

Pululada en todo ello la Asociación de Tfepórters de La H:> baña se ha dirigido al Presidente de Estados Unidos, solicitando la libertan! de Albizu Campos y de sus compañeros. La Asocia i-ión de la Prensa de Cuba, a su vez, no puede permanecer indi ferente a esa petición. Muy al contrario, se une a ella caluro saínente, esperando del alto espíritu de Frankliu D. Boosevelt, el propulsor de la solidaridad americana y de la política de bue»> vecino, una iniciativa feliz que ponga fin a los sufrimientos cl<' los patriotas puertorriqueños, cuyo oran crimen os el de luchar por las libertades patrias. ASOCIACION DE LA PRENSA VE CUBA. La Habana, noviembre de 1939. Iaiís S. Tarima, Presidente. OTROS PRONUNCIAMIENTOS CUBANOS EN FAVOR DE LA INDEPENDENCIA DE PUERTO RICO Y DE LA EXCARCELACION DE PATRIO- TAS PUERTORRIQUEÑOS

Club Atenas. Centro de Investigaciones Enrique. José Varona. Universidad Popular José Martí. Sociedad Mejoremos. Sociedad Amigos de la Democracia. Sociedad Adelante. Sociedad Estudiantil 0. C. li. K. de Santiago de <'ulm. Congreso de los Estudiantes de las Escuelas l'r»frsi<>ii¡ií>-.. J* Comercio. Hermandad de Ion Jóvenes Cubanos.

Congreso de la Juventud Cubana, auspiciad.. por ¡a IlcnuamU.; de los Jóvenes Cubanos. Asociación Jóvenes del РчкеЫо. Partido Unión Revolucionaria. Partido Aprista Cubano. Sociedad Femenina dfl Varlido Agrario Xacionai. A lianga Latinoamericana. Sociedad José Ingenieros. I.egién Revolucionaria de Cuba. Proyecto del Dr. José A. Pascual prescrita.lo .•>. I¡. •!<» Representantes de Cuba. Unión, de Escritores y Artistas de Cuba. Unión Nacional de Mujeres. Partido Agrario Nacional. Partido Revolucionario Cubano Auténtico. Partido Nacional Revolucionario (Realista). Provecto fie resolución presentado al Primer Congreso Panameri- cano de Municipios por el Dr. Emilio Roig de Leucheenring, Delegado del Municipio de La Habana. Juventud Agraria Ant imperialista. Confederación de Trabajadores de Сuba. Comisión Cubana Pro Centenario de Hostos. Congreso Nafional de Estudiantes .{<• Institutos, celebrado en Santa Clara. Mensaje de la Asociación de Auxilio al Niño del Pueblo Español. Asociación Joven Cuba. Partido А В С, Asamblea Provincial de La Habana. Congreso Nacional de Estudiantes 'Cubanos.