REVISTA INTERDISCIPLINARIA Universidad Interamericana De Puerto Rico Recinto De Arecibo
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ño XVño • 2009 A Año XVII 2010 - 2011 REVISTA INTERDISCIPLINARIA Universidad Interamericana de Puerto Rico Recinto de Arecibo “PRISMA” • Revista Interdisciplinaria • Revista “PRISMA” http://www.arecibo.inter.edu RECINTO DE ARECIBO UNIVERSIDAD INTERAMERICANA DE PUERTO RICO RECTOR Dr. Rafael Ramírez Rivera PRISMA es una publicación del Recinto de Arecibo de la Universidad Interamericana de Puerto Rico. Su propósito es fomentar el discurso intelectual, la creación, la investigación y la crítica. La Revista Prisma no se hace responsable por las ideas expresadas por parte de los autores en sus escritos. ARTE Roberto Robles Artista Gráfico Recinto de Arecibo CORRESPONDENCIA PRISMA PO Box 4050 Arecibo, P.R. 00614-4050 ÍNDICE A nuestros lectores……………………………………………………..…I CRÍTICA LITERARIA Prof. Brenda Corchado Robles El tema del indígena rebelde en Enriquillo y Los dos indios………….1 Priscilla Rosario Medina Obdulio Bauzá: de la raíz al vuelo………………………………...……9 Jaime G. Vélez Vélez Alonso Ramírez, el pirata………………………………………...…….25 CULTURA POPULAR Sonia López Mora Identifying Any Vestiges of the Caribbean Identity in the Cross-dressingCharacterizations of the Cristóbal L. Sánchez Carnival in Arroyo………………...........37 EDUCACIÓN Ángela Belgiovane Las conductas violentas y agresivas en jóvenes estudiantes del nivel superior en el área norte de Puerto Rico……………………47 Frances Cortés Bello Estilos de aprendizaje según David A. Kolb……………..……………52 Nydia Mejías Tirado La investigación didáctica dedicada a las ideas previas de los alumnos en las ciencias experimentales.........................55 Diana Vega Ruiz La educación ambiental desde la perspectiva de Paulo Freire............71 ÉTICA Ángel M. Trinidad Legalización de la eutanasia: el dilema moral……………………...…77 HISTORIA Mario R. Cancel El pensamiento político de Juan Antonio Corretjer Montes (1908-1985): una introducción…………………………………………97 Samuel Silva Gotay La responsabilidad como elemento inherente a la teoría de la historiografía……………………………..109 Luis F. Santiago Álvarez The Turner Diaries: una agenda para el Nuevo Orden Mundial…...115 LINGÜÍSTICA Lorna Polo Alvarado Del español primitivo al español del Siglo de Oro y los procesos de normalización……………..………...150 CUENTO Antonio Álvarez Rivera El viaje……….….……………………….…………………………..…160 Juan R. Horta Collado ¡Qué recuerdo!…………………………………………………….......163 Luis Ruiz La parábola de Lloyd Newberry…………………………...……...…167 Carmen Amaralis Vega Olivencia Boda negra………………………………………………………..........169 Leche y maná………………………………………………..……........170 ENSAYO Antonio Álvarez Rivera La décima y la universidad: un anfitrionismo desacostumbrado…………………………...……...171 POESÍA Antonio Álvarez Rivera Ilusiones y sueños…………………………………………………...…175 Carmen Amaralis Vega Olivencia He vuelto encadenada…………………………………………...…….176 Intimidad………………………………………………………...…….178 Sin piel…………………………………………………………….....…179 Trasmutada………………………………………………………...….180 PROSA POÉTICA Carmen Amaralis Vega Olivencia Desnuda y viva……………………………………………………...…181 GUÍA PARA EL ENVÍO DE COLABORACIONES........................182 A NUESTROS LECTORES Una vez más las páginas de PRISMA se abren para esa apertura de enlace entre el trabajo investigativo, creativo y crítico con un denominador común, ustedes nuestros queridos lectores. Es verdaderamente un honor poder presentar el número XVII, de los años 2010 y 2011, con una gran variedad de temas que van desde la crítica literaria, educación, historia lingüística hasta la creación del cuento, ensayos, poesía y prosa poética. Les invito a que se sumerjan en esta aventura de comprensión lectora y disfruten el quehacer literario de la academia. Un fuerte abrazo Dr. Rafael Ramírez Rivera Rector I El tema del indígena rebelde en Enriquillo y Los dos indios Brenda Corchado Robles A través de este artículo se pretende comparar brevemente cómo se presenta el tema del indígena rebelde en las obras de los antillanos Manuel de Jesús Galván, mediante su novela Enriquillo, y Ramón Emeterio Betances en su obra Los dos indios. Aunque ambos pertenecen al “meta-archipiélago antillano” como lo llamó Benítez Rojo y, por lo tanto, deben predominar más las semejanzas que las diferencias entre estos autores, veremos que sus circunstancias particulares de cierto modo diferenciaron la concepción del tema arriba indicado. En la comparación, por ejemplo, no se puede dejar pasar el hecho de que el autor dominicano Manuel de Jesús Galván fuese parte del gobierno de la época y, por lo tanto, su “indígena rebelde” tuvo que buscar una manera de no ser completamente ofensivo al gobierno español. Todo esto ayudó también a que su visión final sobre el asunto fuese más optimista y en cierto aspecto conciliatoria. En cambio, tenemos al puertorriqueño Ramón Emeterio Betances el cual se encuentra al margen de la sociedad por sus ideas independentistas y, por tal razón, presenta a un “indígena rebelde” con odio hacia el español. Esto se verá más adelante en el personaje de Toba en donde no hay conciliación que valga entre los indígenas y los españoles ya que existe entre éstos una brecha irreconciliable que sólo se soluciona mediante la muerte. A continuación se presentará la visión del tema concernido, primero desde el punto de vista dominicano de don Manuel de Jesús Galván y luego desde el puertorriqueño de don Ramón Emeterio Betances. Al final del trabajo se compararán las formas en que ambos han presentado el tema del “indígena rebelde” resaltando sus semejanzas y diferencias. Comenzamos con la obra Enriquillo y notamos que a través de la misma existen tres visiones distintas; pero complementarias del indio antillano. Primero que todo, tomemos a Enrique protagonista de la novela galvaniana. Al mismo lo encontramos al principio de la obra como un niño de apenas siete años que todavía no ha sido bautizado y que responde al 1 nombre indígena de Guarocuya. De estirpe real, pues era hijo de Magicatex, cacique o señor del Bahoruco y sobrino de Anacaona, cacica del reino de Jaragua. Guarocuya o Enrique se encontraba al amparo de su tía Higuemota luego de los sucesos funestos de la matanza de Jaragua. En dicha matanza, el comendador español Nicolás de Ovando exterminó a todos los caciques del reino de Jaragua mediante la hoguera o la horca; todo esto en aras de la conservación del poder español en el territorio recién conquistado de La Española. Higuemota es casada con el español Hernando de Guevara, se había bautizado con el nombre cristiano de Ana y tenía una hija llamada Mencía. Ella “disfrutaba” de todas las consideraciones propias a su condición de viuda de un español que la había dejado en buena situación económica. Sin embargo, escribo “disfrutaba” entre comillas porque aunque tenía ciertos privilegios, los mismos estaban limitados por un administrador español de nombre Pedro de Mojica quien estaba siempre al asecho de la joven indígena para despojarla de su fortuna. En estas circunstancias se encontraba Enrique cuando viene a reclamarlo su primo Guaroa quien sobrevivió de los incidentes funestos ya mencionados. Es en esta parte de la obra que comenzamos a ver el espíritu rebelde de Enrique, ya que su primo utiliza argumentos de libertad y señorío para cuestionar la gallardía del mismo a lo que Guarocuya reacciona favorablemente como se observa en estas líneas: -Dime, Guarocuya, ¿quieres ser libre y señor en la montaña, tener vasallos que te obedezcan y te sirvan, o quieres cuando seas hombre cargar leña y agua en las espaldas como aquel vil naborí que va allí? -¡Quiero ser libre!-exclamó Guarocuya. Guaroa consigue llevarse a Enrique a las montañas, pero no pasa mucho tiempo en que lo capturan y decide inmolarse antes de caer en manos de los españoles. Enrique pasa a manos de los frailes franciscanos. Esto, gracias a la intervención de quien será su mentor y el que, en cierta forma, moldeará su espíritu rebelde, Bartolomé de las Casas. En el convento es que lo bautizan con el nombre de Enrique y es dónde le inculcan los valores religiosos y morales del catolicismo. Además le imparten una educación general. Galván nos describe a Enrique durante estos años de la siguiente manera: 2 En todas las acciones del joven cacique se reflejaban los nobles sentimientos que tan excelente educación iba desarrollando en su magnánimo pecho. Manso y respetuoso para con sus superiores, compasivo para todos los desgraciados, sólo llegaba a irritarse cuando en su presencia era maltratado algún condiscípulo o cuando veía azotar algún infeliz indio sobre el que al punto ejercía la protección más enérgica y eficaz... Esta descripción nos demuestra que Enrique, aunque no tenía directamente en esos momentos la influencia de su raza, no los abandona y reconoce que la misma es tratada con injusticia por la etnia española. Pasa el tiempo y esos rasgos de rebeldía ante la servidumbre en que se encuentran los indígenas nos acompañan durante todo el relato. Los vemos demostrados en la ocasión de la visita al Almirante Diego Colón y a su esposa María de Toledo en Santo Domingo. Notamos como Enrique se indigna, aunque sin expresarlo abiertamente, ante la pregunta de está última sobre si quiere ser paje de la Corte de la siguiente manera: “¡Proponerme ser paje! -Contestó el joven, -¿Servir como un criado, llevar con reverencia la cola de un vestido, aproximar y retirar sitiales y taburetes?” Sin embargo, esta actitud es catalogada como diabólica soberbia por su protector Bartolomé de las Casas quien le recuerda al joven que él debe estar “agradecido” por la suerte que corre gracias a la “Providencia de sus bienhechores”. Es por esta razón