Con Pretensiones
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Con pretensiones Compartimos una gran preocupación por el estado del periodismo y queremos que las páginas de esta nueva revista, de periodistas y para periodistas, contribuyan a agitar conciencias. FERNANDO GONZÁLEZ URBANEJA na de las críticas más fre- directivos, abordó este problema cuentes a la Asociación de la inmediatamente y propuso revisar el Prensa de Madrid ha sido la Boletín para dedicarlo a los asuntos penuria de sus publicacio- internos, con dignidad y seriedad y Unes. En casa de herrero cuchillo de sin tonterías ni presunciones. En ello palo, o ni eso. Las juntas directivas estamos. Y propuso preparar una han debatido este asunto hasta la revista de contenidos, seria, para saciedad sin resultados apreciables. debatir los problemas profesionales. La experiencia de Periodistas, hace Aunque soy más partidario de ir paso casi dos décadas, aflora sentimientos a paso, consolidar y avanzar, me con- encontrados: estaba bien, pero pro- vencieron los argumentos de Carlos dujo efectos no previstos, consecuen- G. Reigosa y Félix Madero. Además, cias no deseadas. Y el posterior Boletín hemos comenzado una colección de ha sido errático e insatisfactorio. libros editados por la APM en colabo- La actual Junta incorporó a su ración con editoriales con experien- programa y como punto destacado de cia. El primero: Los cronistas de la sus propósitos, revisar la política edi- Constitución ya está impreso y hay torial de la Asociación, dotarla de otros en el telar. coherencia y ambición y construir un Son tres objetivos editoriales cla- modelo respetable que sea útil a los ros, que la Junta Directiva asumió y periodistas. Y no es tan fácil cumplir para los que amplió el Presupuesto esos objetivos por simples que parez- de publicaciones de 2004 con una pre- can. visión de hasta medio millón de La Delegación de Publicaciones, de euros como cifra máxima de gasto, la que forman parte directivos y no que triplica la de años anteriores. CUADERNOS DE PERIODISTAS, JULIO DE 2004—7 Con pretensiones Un presupuesto para sembrar inicia- reproducción… comunicar o recibir tivas, que luego deben ser capaces de libremente información veraz por autofinanciarse. cualquier medio de difusión”. Nunca Esta revista que ahora aparece los periodistas dispusimos de manda- como número 0 es fruto de esa estra- to más decidido y quizá es hora de tegia. Una publicación trimestral con movilizarse para cumplirlo. el propósito de tratar los problemas Estoy persuadido de que en profesionales del periodismo y de España nunca como ahora hubo un los periodistas. Para su puesta en plantel tan amplio de periodistas de marcha la Junta facultó al presiden- varias generaciones tan bien equi- te para crear un Consejo de pados intelectual y profesionalmen- Redacción de la nueva publicación for- te como ahora. Pero quizá nunca mado por compañeros con ideas, tra- menos movilizados. Esta publicación, yectoria y experiencias plurales y con tanta modestia como constancia, reconocidas. El Consejo, con dedica- pretende empujar en esa dirección. ción generosa y sin retribución eco- Es una revista de periodistas y para nómica alguna, se ha reunido un periodistas, aunque abierta a los par de veces para discutir el conteni- demás ciudadanos, a la sociedad que do de este número y los criterios es nuestro caldo de cultivo. generales de la nueva publicación. El número 0 es un apunte de lo que Compartimos una gran preocupa- pretendemos y hemos preferido com- ción por el estado del periodismo y partirlo con todos los socios con carác- queremos que estas páginas contri- ter de borrador y prototipo. Nos gus- buyan a agitar conciencias. taría conocer opiniones y sugeren- Cuadernos de Periodistas tiene esa pre- cias. A partir del número 2 nos pro- tensión, agitar; predicar y defender ponemos someterlo al inapelable jui- el espíritu del artículo 20 de la cio del mercado, poner precio y arbi- Constitución: “…expresar y difundir trar un sistema de suscripción que per- libremente los pensamientos, ideas mita medir si hay lectores interesados. y opiniones mediante la palabra, el No encuentro otra manera para juz- escrito o cualquier otro medio de gar la oportunidad y el producto. 8—CUADERNOS DE PERIODISTAS, JULIO DE 2004 INFORMAR PARA DESINFORMAR El periodismo frente a los intoxicadores El periodismo ya no es lo que era. Ha cambiado a la par que el mundo. Nunca la realidad informativa había estado tan contaminada. Pero, según el autor, al final el periodismo se revuelve y gana. CARLOS G. REIGOSA l profesor estadounidense y económicas, la comunicación no per- Herbert I. Schiller (1919-2000), mite el análisis ni la crítica, por lo tanto amigo que fue del filósofo e no es posible saber qué está pasando intérprete del Mayo del 68 verdaderamente en el mundo en EHerbert Marcuse, afirmó que en nues- general ni a nuestro alrededor en tro tiempo la comunicación no se particular. ¿Y por qué es así? utiliza para comunicar sino para Simplemente porque, según sus con- incomunicar. Esta paradoja se susten- clusiones, vivimos en un estado de ta, según él, en la realidad fácilmen- amnesia cultural controlada por lava- te constatable de que incomunica dores de cerebros. todo lo que se publica y no sirve para ¿Tan mal están las cosas? entender la realidad. Echemos un Hay que empezar por asumir algu- vistazo alrededor y observaremos a nas observaciones sencillas y fácilmen- qué se refiere: a esa auténtica Babel te contrastables. El periodismo, que informativa que no es capaz de acer- vivía en el extrarradio de un mundo carnos a la comprensión de lo que suce- formalmente decimonónico, se ha de. trasladado al centro de nuestra acti- Schiller fue más lejos y subrayó que, vidad cotidiana, atraído y encandila- en las actuales condiciones sociales do por las propias demandas de una Carlos G. Reigosa es director de Publicaciones, Análisis y Estilo de la Agencia Efe. CUADERNOS DE PERIODISTAS, JULIO DE 2004—9 Informar para desinformar era de la información que le es pro- dación que afecta a este oficio, y de picia. Así llegamos a esa mudanza las razones de esta degeneración”… mediática, que, obviamente, signifi- La desconfianza de Bothorel ca mucho más que un simple cam- encontraba su mejor justificación bio de barrio. Significa, entre otras en los propios cambios que observa- cosas, el paso del periodismo tradi- ba en el lenguaje cotidiano. “Se habla cional (concebido como el ejercicio cada vez menos de la prensa y cada de un oficio) al periodismo actual (a vez más de los media. Este deslizamien- cargo de profesionales con rango to semántico traduce el cambio pro- universitario). Pero significa, sobre todo, fundo del papel del periodista en el el surgimiento de grandes grupos universo mediático que se dibuja. de comunicación, con En adelante, el mediador- una realidad informativa profesional reina. Y los sometida a la mayor con- media se han vuelto los taminación de intereses Jean Bothorel, agentes del condiciona- de la historia del perio- de ‘Le Figaro’, en miento social”. Para dar dismo. Es algo sobre lo una idea del cambio, con- que conviene reflexionar 1991: “Yo tengo el traponía o confrontaba con algún detenimiento. dos clases de periodistas, En 1991, el periodista sentimiento de que que él conoció: el periodis- francés Jean Bothorel, edi- el periodista ya no ta de los años sesenta y el torialista de Le Figaro, de los ochenta (que es en escribió en la Revue des existe”. buena medida el de hoy). Deux Mondes un artículo Uno en los antípodas del titulado “Le journalista otro, como veremos. El de n’est pas un mediateur”, los años sesenta (al que en el que denunciaba una evolución se adscribía Bothorel) era el periodis- profundamente negativa del periodis- ta atrapado en la dialéctica objetivi- mo en los últimos años. “¿Puede hoy, dad-compromiso, que debía encontrar en Francia, un periodista ejercer su sus propias señas de identidad, y que oficio?”, se preguntaba. Y, cuando el se caracterizaba por un cierto núme- lector esperaba una argumentación ro de principios que guiaban sus compleja, se encontraba con una res- comportamientos: libertad de espíri- puesta simple y tajante: “No”. tu, individualismo exacerbado, afir- Rotundamente no. “Yo tengo el sen- mación de las convicciones persona- timiento de que el periodista ya no les cuando debía pronunciarme existe”, escribía. “Y en cuanto a la opi- sobre un acontecimiento, etc. nión pública, es demasiado poco Esta voluntad de independencia consciente de la extraordinaria degra- –que según Bothorel debería ser “la 10—CUADERNOS DE PERIODISTAS, JULIO DE 2004 especificidad misma del periodis- ta ha muerto, y que ha nacido el mo”–, no es, sin embargo, sinónimo mediador-profesional? de neutralidad. “Lo quiera o no, el perio- El discurso de Bothorel, como se dista”, argumentaba, “es un observa- habrá adivinado, desembocaba en dor comprometido. Su lectura de la una condena sin paliativos de la actualidad es tributaria de su tempe- situación actual. Así, acusaba a este ramento, de su educación, de su mediador-profesional de no tener medio, de su pasado. Pero es un obser- pasión, de haber perdido la fuerza de vador comprometido que no com- indignarse, despreciar y maldecir; promete a nadie más que a sí mismo, de tener la serenidad de los cínicos y es así como sus lectores deberían –“que se asemeja a veces a la de los leerlo, y como sus oyentes deberían imbéciles”–; de no tener en la boca escucharlo. Agitador de ideas, se sitúa más lenguaje que el del pragmatis- en el polo opuesto del partidario”. mo o el de los sondeos; de llevar la Ésta es la definición del periodis- medalla del consenso colgada en la ta que, según él, ya se había extingui- solapa de la chaqueta, y, en fin, de do. En su lugar, había emergido otra, ser el eco fiel de todos los conformis- que acoge a una nueva raza de infor- mos dominantes.