Lira 52 Revista
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La Lira Revista músico-cultural de la Fundación Boleros Puerta de Oro, FUBOPOR Revista músico-cultural de la Fundación Boleros Puerta de Oro, FUBOPOR La Lira Editorial Los Nuestros os esclavos africanos, traídos a estas tierras por los mal llamados “conquistado- res”, tras repetidos intentos de rebelión -no siempre exitosos- se asentaron en pa- Las mujeres del bullerengue: lenques que improvisaron en los alrededores de Cartagena. Estos fugitivos de la esclavitud, dejaron su huella cultural en su descendencia a través de un mestizaje Lcomplejo y, con los años, consolidaron una importante tradición musical, uno de cuyos ritmos más expresivos es el bullerengue. cantadoras de la vida Este ritmo, reivindicado en los últimos años, lo relacionamos de inmediato con las mujeres cantadoras de la región Caribe. En estos últimos 10 años debemos destacar el encuentro de esta música con el carnaval de Barranquilla propiciado por el Parque Cultural del Caribe, en una amplísima muestra que año tras año visibiliza su riqueza musical, equiparada a los ya reconocidos ritmos de la cumbia, el porro y el fandango. De esta manera adherimos a ese torrente cultural para impulsar la reflexión e impulso de nuestros valores terrígenos. En este número es tratado en su diversidad por nuestros colaboradores Enrique Luis Muñoz, Patricia Iriarte, Rubén Darío Álvarez y David Lara Ramos. Esta edición también trae, como ya es costumbre, serios análisis de otras músicas, con lo que pretendemos poner en contacto a nuestros lectores con la realidad de las vertientes auditivas. La escritora cubana Mayra A. Martínez analiza y describe los aspectos más importantes de los aportes de la cantautora Sara González a la música trovadoresca, el feeling y el son, en la isla. Rodrigo Ferrer nos hace un repaso de la importancia de la Habanera, su influencia en Latinoamérica y su proyección internacional. Fausto Pérez Villareal nos hace, como es su costumbre, una excelente semblanza del cantante mejicano Javier Solís, y Gustavo Múnera, en el marco del próximo Festival de La Leyenda Vallenata, Portada - Ilustración: Vinel González nos retorna al origen del tema del guajiro Carlos Huertas “El cantor de Fonseca” y nuestro Año 12, No. 52 asiduo colaborador Julio Oñate Martínez nos recrea el origen de La gota fría, del viejo Marzo - Abril - Mayo de 2017. Emiliano Zuleta. Valor $ 5.000.oo Consejo Editorial: Mucho es el cariño que profesamos para los miembros de la Asociación Círculo Diógenes Royet - Director de Amigos de la Música del Ayer, Cirdamayer, quienes sostuvieron esta iniciativa Álvaro Suescún T. - Editor periodística que es La Lira por espacio de 12 años. Ahora asume la responsabilidad de Rafael Bassi Labarrera mantener vivo este proyecto músico-cultural la Fundación Boleros Puerta de Oro, con Andrés Campo Uribe ellos damos inicio a una nueva travesía por el abierto y a veces agitado mar de la cultura. Enrique Luis Muñoz A unos y a otros, y a nuestros lectores en especial, por su permanencia y apoyo, nuestros Antonio Flores Silvera agradecimientos sin medida. Diseño & Diagramación Gustavo E. Agudelo V. • Cel.: 315 8000964 Ilustradores: Vinel González, Linda Montoya y David Lacera Impresión: Tonos Editorial del Caribe Contenido Calle 42 No.43-35 Tel.: 351 8832 [email protected] Redacción: Enrique Luis Muñoz Editorial 2 Rafael Bassi Labarrera Contenido 2 Julio Oñate Martínez Patricia Iriarte Los Nuestros 3 David Lara Las mujeres del bullerengue: cantadoras de la vida 3 Rubén Darío Álvarez El asunto, de Totó 7 Gustavo Munera Etelvina Maldonado: “Me estoy poniendo triste, mi he’mano” 10 Fausto Pérez Villareal Rodrigo Ferrer Vives Irene Martínez: Desde Gamero un canto 13 Diógenes Royet G Ilustración Bailes Cantaos. El trago que originó La gota fría 16 Mayra A. Martínez El cantor de Fonseca 17 Andrés Campo Uribe scarbando en el socavón los pueblos aledaños al río Mag- emocional como parte de la me- Heriberto Fiorillo de memorias ancestrales dalena, y la región comprendida moria amarrada a la riqueza ex- Las otras músicas 18 Colaboradores Nacionales: encontramos un olvido por los departamentos de El Ce- presiva, melódica, de la oralidad Hace 85 años nació el rey del bolero ranchero - Javier Solís 18 Cartagena de Indias: Leonardo Puerta sistemático, en el que no sar, Córdoba, Sucre y Antioquia contadora de historias, a manera El esplendor de La habanera 20 Medellín: Sergio Santana A. Eestán exentas muchas negacio- en la región de Urabá, son los de noticias de la cotidianidad. nes y subvaloraciones, al manan- escenarios del mapa musical de Reseña Bibliográfica 23 Popayán: Jairo Grijalba Ruiz Riohacha: Álvaro Escorcia Arrieta tial inagotable que es la riqueza esta música. La diáspora Pérez Prado ¡Gran genio musical! 23 Valledupar: Jairo Tapia Tietjen inmaterial de la cultura africana, La Esquina Cubana 25 Colaboradores Internacionales: sus contribuciones musicales y El bullerengue desde la pers- Con la brutal tragedia de la Sara González: una cubana para toda la música 25 La Habana: Pedro De la Hoz danzarías, al Caribe colombiano. pectiva socio – antropológica diáspora el dolor se hizo canto, Antonio Paneque Brizuela permite poner sobre el tapete danza y rito, como afirmación La Ventana de Boleros Puerta de Oro 28 Estocolmo: Julio Mercado El bullerengue es parte de el significado cultural de esta de las cosmovisiones africanas Agradecimiento a Cirdamayer 28 Nueva York: Néstor Emiro Gómez. una tradición que canta en la variante de los bailes cantaos en América en la travesía de Salsa 29 Miami FL.: Rafael Ahumada Baena Cartagena colonial convertida en la región Caribe como parte la muerte el cruce trasatlánti- TNT 29 Caracas: Osvaldo Cotes por la trata esclavista en factoría sustantiva del mapa sonoro y co. Aquí muerte no connota el Santo Domingo: Alexis Méndez negrera, la zona del canal del Di- coreográfico de Colombia. Las muntu en el proceso biológico Especial LA LIRA 32 Recepción de colaboraciones: Enrique Luis Muñoz que, jurisdicción de asiento de la mujeres que ejercen el canto, lo y filosófico, sino desarraigo y la Cuento chino 32 e-mail: [email protected] [email protected] hacienda esclavista, por eso son recrean desde la palabra sentida, preferencia a morir a ser cautivo. 2 3 La Lira Revista músico-cultural de la Fundación Boleros Puerta de Oro, FUBOPOR Revista músico-cultural de la Fundación Boleros Puerta de Oro, FUBOPOR La Lira Los actos libertarios se iniciaron en el Caribe, el bullerengue es analizado en parte como A la luz de hoy el fenómeno socio – antro- Banquéz, Lourdes Acosta y Lina mercaderías y saberes humanos El bullerengue, desde y ritmo una génesis musical de punto de contacto insular y continental, para un esquema binario de oralidad y escritura pológico de la diáspora se ventila y estudia Babilonia, en la brega de la vida. envueltos en el arte de la músi- sus profundas raíces nuestra historia con las fuentes evidenciar la mancha cruel de los pueblos para entroncar la diversidad cultural y lin- a partir de la diasporización como parte de ca y la danza. La Memoria, La de la oralidad que canta la pala- africanos, la mayor desgracia humana. güística de las naciones africanas y Occiden- unas patrias imaginadas de acuerdo con el El bullerengue es música y Historia y El Olvido (2004) en el ¿Qué nos enseña Paul Ri- bra. Fuentes orales, voces testi- te a través de la España colonial. El esquema escritor Salman Rushdie son lugares que se danza de raíz africana que siem- sentido del maravilloso libro del coeur en La Memoria, La His- moniales verbalizando el pasa- La diáspora supone dispersión de perso- binario excluyente a través de la oralidad inventan los escritores exiliados, emigrados bra saberes de ancestralidad en filósofo y hermeneuta francés de toria y El Olvido? La transdici- do, narratología que expone la nas, un territorio y una lengua común con para connotar al pueblo carente de historia o expatriados, en un intento de recuperar una amplia zona geográfica del Paul Ricoeur, utilizando análisis plinariedad y el título de la obra tradición convertidas en cadenas diferentes naciones africanas como hecho desde la mirada del poder; la escritura la ofi- mediante la escritura su pasado y lugar de Caribe colombiano, encuentros transdisciplinarios en el cam- del estudioso francés, nos sirve testimoniales de épocas aciagas de agresión, desarraigo y traumas físicos cialización del poderoso, de quien sojuzga, procedencia y sus vínculos afectivos entre la culturales de los pueblos del mar po de las ciencias sociales, pero de modelo epistémico para ha- que el canto y la danza apacigua y mentales. Hoy los discursos académicos discrimina y excluye para narrar y escribir naturaleza de procedencia y la cultura que y de la cultura del río¹. Música y concebido con clave musical, la blar del bullerengue desde sus a manera de terapia en la sana- trascienden el término y apuntan a enfoques una historia prejuiciada y acomodaticia. Las se construye. En lo que reviste al bulleren- danza inscrita en la memoria del clave africana empoderada por profundas raíces y transcultura- ción del cuerpo (historia y tradi- de movilización, cultura, religión, ethos y mujeres del bullerengue encarnan y encar- gue trae de allá (África), de acullá (España cuerpo. El cuerpo depositario los cubanos como da noticia el ciones. Al filo de la leyenda, la ción en el concepto del antropó- política tal como lo propone Clifford (1994) naron la tragedia de ser subvalorada como – Andalucía) y de la región del Darién (Pa- de la memoria africana en otro antropólogo Fernando Ortiz Fer- imagen mítica que se confronta logo social Eduard Evans - Prit- en los diferentes usos del término para ha- artistas y narradoras de vida cantada a pulso namá con los congos) y del Caribe colombia- suelo, el americano a través del nández, en su ensayo La clave con la memoria, la historia y el chard).