KUINAS BS ALERÍA Ció, Del Matrimonio Engendrador
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
PRECIOS DE SUSCRiaÓH ILIMPARCIAL ;• JIMrid, UNA peseta al mea. nerinei&s, 6 pesetas trimestre; 10 seneatai B^tbm. A su» locrfcorea y am-nadfmai , JWmgal, 7,50 id. id. ^ffl A preaencáar las graades twar da.e de s\as oíAatro ®dicioae«« 'sHMdOnos ao comprendidas... 15 iá. id. TARIFA DE ANDMCIOS _ _ _ . 9Mft la correspondencia y giros deben dirii;irs«« IBirrlíMlM IIBnfr" ^-n^—fUní^.. íxtr«nJ«e«W«lB*«i •" •'••"• " B, 1» tercero plMH: S peseUa lí»» - _ DIARIO LIBERAL ADMINISTRADOR DE «EL IMPARCIAU • Mtisfará 10 cents, del impuesto. (MV • i^^w^ POR D. EDUARDO GASSET Y ARUME SyjaUe de Mesonero Romanos, 31 NUMERO SUELTO 5 CEsilHÜI ssíos Él teatro, déstruído.--Viot¡mas.--Rasgos de herbismo.--SentÍm¡entopúblico '•"•* w^^i»— —— ^ cional ;Ha muerto bajo los escombros. ?_ I. que era imposiljl. !v,ie . llegaii»„„_r áA loinas registroT«uTl<¡frntst d(1e« I EF.Tni llaa, fábricaf abrir a,. desd<iipRnpe. rqu e el coliseo fué vem- ca que comenzó hace cincuenta y tres f " - - --- I agua del teatro. liido á la Compañía. Madrileña de electrici años, y cuyas últimas páginas estaban en ' ¿Puede resucitar algún día? Enchufada la manga, enfll<te«la hacia la dad, no había maquinaria productora de flui Estas preguntas no son un lugar co Sala; pero no había presión suflcient© y el do. La fábrica sólo se utilizaba en la actua blanco por Haberse proclamado el divor lidad:^ como, tran^orsqaadora de ia cprrient®. KUINAS BS ALERÍA ció, del matrimonio engendrador. Se jun mún 'de la crónica. Deben ser más bien agoa no alcanzaba al 10001 del fuego. XTaa teatro faiaaíliar taron un día el ingenio literírk» y la mú una preocupación de los hombres ilustres S^lvansen^b de la Cütja Los hé|í'l<3Q9*-^Priñiierils ostras Triste solar, lleno de escombros y ce sica. De aquellos amores nació la zarzue de uno y de otro partido que rigen la vida En aquello.? momentos el incendio avanza ; En uno de los portales de la calle de Jo- nizas, es, desde ayer, el coliseo que ha ser ba avasallador hacia la parfcé istniierda del edi ,V6llaaos establecies-on sus botiquines ei mé la. No se llevaban bien los esposos. La española. Porque en la crisis que está su dico de la Gaga de Socorro del Congreso, ste- vido la risa ó la tierna emoción, el Arte música ítapiratoa al predominio; el inge friendo la cultura nacional, toda cantidad ficio, sogún pudo observarse desde .'las gale-. rías interiores. Alguien recordó entonces que fior Fernández Ciervo; el tle la del Hospital, ; Rlevado ó popular, á tres generaciones de nio literario no se avenía á la humilla perdida áe energía, de sentimiento, . de 6r. Martínez, y una sección de la Cruz Roja ínadrileños. Por su tablado pasaron todos la caja corría peligro, y ante este nuevo ries ción. Los grandes compositores soñaban simpatía popular, ha de apuntarse en el go, I0.S Sres. Fariuós, iSicilia y Ortiz de Za de a«ruel distrito. los actores de grande y mediano mérito. con la ópera y los literatos, sus auxilia déficit que nos amenaza. rate, destrozando la puerta de entrada á la Los heridos iban recibiendo asilencia á ¡A-llí nacieron ó se confirmaron muchas fa res, querían conservar el intervalo entre El teatro de la Zarzuela ha desapareci contaduría, subieron la pequeña escalera del niedida que llegaban. La primera lesionada inas. Allí fueron coronados de laurel na las canciones, y el espacio entre los coros do. Cuiden los hombres á quienes compe lado izquierdo que conduce á dicha dependen á quien se curó fué la esposa del conserje, Spocos ingenios de las Artes. Eso bastaría y concertantes para sus decires poéticos. te la guía del alma española que ho des cia. Entonces tfopezaron con otro Huevo obs María Germán. para que el incendio del teatro de la Zar Los dictados de la estética habían sido táculo. La puerta de lá contaduría éstg-ba ce La infeliz tenía quemaduras de segunda aparezcan también los débiles estímulos rrada con llave, cuyo depositario se 'hallaba y tercer grado en la cara, y su estado ere zuela fuera marcado con negra cifra en siempre desagradables para la zarzuela. que aun subsisten para la vida del inge los Anales de la Villa y Corte. Pero, ade- ausente. Hubo que derribar igualmente aque^ muy grave. O hablar, ó cantar. Y en esta lucha se se nio castizo. lia puerta para franquear la entrada. Una El gobernador civil, señor duque ¡d'e To- taás, ese teatro había merecido la simpatía pararon los amantes. vez dentro se salvó la caja, que contenia 27.000 var, ordenó que fuese llevada á una cama de ide Madrid. La clase media y el pueblo le Los músicos españoles soñaron con la pesetas. También fueron destrozadas dos me pago del Hospital Provincial. amaban. Los padres llevaban allí á sus hi ópera. Los autores dramáticos no quisie sas y se extrajeron de ellas documentos y pa También resultó herido el bombero mime- jos queriendo que éstos gozaran las dulces ron intervenir con todo su prestigio inte peles ro 1.57, José Herrero, al que cayó un lefio ar. impresiones que ellos disfrutaron siendo lectual en la arrogante empresa de los que Do la taquilla sacó asimismo el Sr. Reynot, diendo encima de la cabeza. niños. Algo de familiar,,algo de tradicional, habían sido sus colaboradores. La discor Los t3!rieties''Os RioRtenios que llegaba on aquel momento, mil pesetas El lesionado recibió los auxilio» de la cien iRlgo de enternecedor palpitaba en la atmós dia era irremediable; la separación de . A las ocho de la mañana divisábase desde allí depositadas. cia allí mismo, siendo curajdo por eí médico fera de la amplia sala. Había en sus grade distintos puntos d-e Madrid un inmenso pena Escena es>-santosa. — La mujer y la* del cuerpo de bomüeroé, Sr. García Aguado. cuerpos y de bienes, de entendimientos Otro de los bomberos heridos fué Enrique rías y compartimientos las diferencias que; y de corazones, era definitiva... La zarzue cho de humo negro, que parecía coronar las Jiijas «SeS conserje alturas de las casa.s inmediatas al C(jngreso Ezguer, que tiene el número 44. la sociedad establece entre ricos y pobres, la había muerto... El público se había Los. heroicos salvadores disponíanse ya •: El doctor Farinós prestó asistencia" á lu entre las damas elegantes y las modestas apartado de ella. Elevaciones plausibles de loe diputados. á abandonar la contaduría cuando oyeron En aquellos instantes funcionaba el telé unos lamentos qui partían de una galería in joven María Rodríguei:, hija del coneerjft, < mujeres del pueblo; pero todos estaban jun del sentido emético imponían el fracaso. fono, comunicando con las autoridades y los mediata. Acudier;>n al punto al sitio de donde que presentaba síntomas 4e asfixia. - tos, todos se sentían cercanos, todos se El teatro en que nació el género habla centros del servicio de incendios. Poco des- partían los ayes y encontraron al conserje La pobre much^-cha, una vez que reaccio ilreían y se escuchaban. El chiste que sur tenido ,que acogerse, á pesar de los eleva pué.'i haltában-se en' mcviiniento todas las en un estado lamentable. El desdichado, ex nó, fué conducida al domicilio de los señores gía del anfitetro como comentario á una dos propósitos de sus propietarios y de bombas y el personal que la.s .sirve, encami- traviada la- vista bajo los efectos de la asfl- de Aguirre, calle de Jovellanos, 5. escena ó un incidente de la repre'senta- sus empresas, al «género chico», que no nán>doae, seguidas de compactos grupos, ha xia," miraba á sus salvadores mientras pro Refirió, recordando el suceso con espan« cia el teatro do la Zarzuela. nunciaba frases incoherentes. to, los momentos fp que corría desolada poi tión, era oído en los palcos. La democra- es, en verdad, despreciable, antes bien re las galerías sin- e»p#rAn8aá' de salvación. presenta una modalidad brillant» del in^ La noticia habia circulado por Madrid con A las preguntas que le hacían contestaba Itia ecualitaria dominaba allí por la fácil asonibrosa rapidez, y á las ocho y media de llamando á voces á su mujer y á sus hijos. Cuando ya estahá á puni» do abrasarsBi fu¿ ¡comunicación de los espíritus. El arqui genio espaftolj pero que no llega á la as .lamañana ya era del dominio público. Calmado uft tanto de la fuerte excitación vista por dos homlMWs, ipsa ia sacaron de «B'* tecto que hizo este teatro consiguió cons- piración del A«te nacional. Las calles afluentes á la en que estaba em nerviosa que padecía, pudo explicar al fin loi tre las llamas. > Iruir un edificio en que se holgaran jun» El incendio del «teatro de la Zarzuela plazado' el coliseo. Cedaceros, Zorrilla, los ocurrido. Su infeliz mujer y sus dos hijas ha-- En la Casa; de Socorro del Cengreso fué las, en comunidad fraternal, todas las significa, tal vez, que entre los escpóibrjos Madrazo y Jovellanos, hallábans-s ocupadas bian desaparecido mientras sálVaba á sus dos curada Encarnación Sanz, una de laa encaxi. (clases sociales. Cuestión de proporciona por parejas de lá Gnartfia civil de á caballo y pequeños, y no Conseguía encontrarlas por 'gadas de la limipieasa del t^ttro. de la casa ha quedado la estirpe. Seráldi- fuerzas de seguridad, con objeto de impedir ninguna parte. ' • - Cuanta onatBénta años de edad, vive en la lidad en las líneas. En otros coliseos él fícil que resucite. el acceso del público y la aglomeración de Varias personas ae lanzaron valientemente Corredera Baja, número 49, y ha resultado', pueblo se ve separado de la aristocracia El teatro que 'ha desaparecido se llamó curiosos, que inevitablemente dificultan los á las galerías y en una de ellas tro|>eaaron con lesiones en la ladilla y mano derechas„ )or muchos metíos de muro.