NUESTRA AMÉRICA BIBLIOTECA AYACUCHO Es Una De Las Experiencias Editoriales Más Importantes De La Cultura Latinoamericana Nacidas En El Siglo XX
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José Martí NUESTRA AMÉRICA BIBLIOTECA AYACUCHO es una de las experiencias editoriales más importantes de la cultura latinoamericana nacidas en el siglo XX. Creada en 1974, en el momento del auge de una literatura innovadora y exitosa, ha estado llamando constantemente la atención acerca de la necesidad de entablar un contacto dinámico entre lo contemporáneo y el pasado a fin de revalorarlo críticamente desde la perspectiva de nuestros días. El resultado ha sido una nueva forma de enciclopedia que hemos llamado Colección Clásica, la cual mantiene vivo el legado cultural de nuestro continente entendido como conjunto apto para la transformación social y cultural. Sus ediciones, algunas anotadas, con prólogos confiados a especialistas, y los apoyos de cronologías y bibliografías básicas sirven para que los autores clásicos, desde los tiempos precolombinos hasta el presente, estén de manera permanente al servicio de las nuevas generaciones de lectores y especialistas en las diversas temáticas latinoamericanas, a fin de proporcionar los fundamentos de nuestra integración cultural. NUESTRA AMÉRICA MINISTERIO DE LA CULTURA Francisco Sesto Novás Ministro de la Cultura Rosángela Yajure Santeliz Viceministra de Identidad y Diversidad Cultural Emma Elinor Cesín Centeno Viceministra para el Fomento de la Economía Cultural Iván Padilla Bravo Viceministro de Cultura para el Desarrollo Humano FUNDACIÓN BIBLIOTECA AYACUCHO CONSEJO DIRECTIVO Humberto Mata Presidente (E) Luis Britto García Freddy Castillo Castellanos Luis Alberto Crespo Gustavo Pereira Manuel Quintana Castillo José Martí NUESTRA AMÉRICA 15 PRÓLOGO Y CRONOLOGÍA Juan Marinello SELECCIÓN Y NOTAS Hugo Achúgar CRONOLOGÍA Cintio Vitier ACTUALIZACIÓN DE CRONOLOGÍA Y BIBLIOGRAFÍA Antonio Bastardo Casañas Primera edición Fundación Biblioteca Ayacucho: 1977 Colección Clásica, No 15 Segunda edición: 1985 Tercera edición con correcciones y adiciones de nuevos textos: 2005 © Fundación Biblioteca Ayacucho, 2005 Hecho Depósito de Ley Depósito legal lf50120058004482 (rústica) Depósito legal lf50120058004483 (empastada) ISBN 980-276-413-2 (rústica) ISBN 980-276-414-0 (empastada) Apartado Postal 14413 Caracas 1010 - Venezuela www.bibliotecayacucho.gob.ve Dirección Editorial: Julio Bolívar Asistencia Dirección Editorial: Gladys García Riera Jefa Departamento Editorial: Clara Rey de Guido Editor: Edgar Páez Asistente Editorial: Shirley Fernández Edición al cuidado de: Clara Rey de Guido Jefa Departamento Producción: Elizabeth Coronado Asistente de Producción: Jesús David León Asistencia de Producción: Henry Arrayago Auxiliar de Producción: Nabaida Mata Corrección: Antonio Bastardo Casañas, Thamara Gutiérrez, Analy Lorenzo, Mirla Alcibíades y Silvia Dioverti Concepto gráfico de colección: Juan Fresán Actualización gráfica de colección: Pedro Mancilla Diagramación: Helen Maso Pre-prensa e impresión: Editorial Arte Impreso en Venezuela/Printed in Venezuela FUENTES Y RAÍCES DEL PENSAMIENTO DE JOSÉ MARTÍ PARECE INNEGABLE que será dilatada y polémica la estimación de los criterios primordiales de José Martí, tanto en lo político como en lo lite- rario. Ello deriva de la esencia de su naturaleza, ávida, desvelada y abar- cadora como pocas. Las motivaciones numerosas engendran muchas veces una expresión varia y flamante que aleja del decir estricto e inequí- voco que debe esperarse de quien es no sólo orientador profético de todo el Continente, sino conductor responsable de una acción libertadora. Pero quien imagine que el modo exaltado y libérrimo hiere la médula de su pensamiento rector, se deja arrastrar por una impresión superficial y apresurada. La conjunción de virtudes múltiples exige en el observador con secuente un examen ancho y demorado, del que sale al fin, entre luces cruzadas, la imagen conquistada de un ideario robusto y anunciador. La meditación que sigue intenta desbrozar algunos senderos matrices en la selva gigantesca y luciente. Alguna vez he discurrido sobre la compleja unidad de José Martí. Por cada costado de su personalidad avasalladora se trenzan, en efecto, elementos y valores numerosos, a veces contrarios, coincidentes en defi- nitiva en una suma poderosa de criterios matrices, orientadores de la invención y de la conducta. Ello integra, para el enjuiciador paciente, el espectáculo singular de una criatura de inmedible entraña polémica que, batida por todos los vientos de su pecho y de su contorno, se impo- ne al cabo a las solicitaciones encontradas hasta expresar, en todos los campos, el rumbo de mayor jerarquía. El mando de su circunstancia comienza en el dominio y el usufructo de sus tormentas interiores. En BIBLIOTECA AYACUCHO IX la voz enérgica y dominadora de su oficio guiador se le trasunta, a veces, el latido angustioso, pero vence siempre el deber, impulsor de la misión esclarecedora. Quizá no sería un despropósito imaginar que esa encrucijada dramá- tica –con frecuencia trágica–, ese desangramiento vitalicio, es el arma secreta y la razón oculta de la calidad profética de Martí. ¿No vale, como argumento ad hominem, indagar qué advirtieron, qué anunciaron, qué adivinaron gentes de menores conflictos internos, naturalezas rectoras que tuvieron más llano el camino y más serenado el ánimo para la reve- lación y el vaticinio? Pudiera ocurrir que el músculo, forzado a pelear sin descanso contra plurales resistencias tenaces, ganara en su duro ejercicio tonicidad y fuerza para los saltos sorprendentes. Parece legítimo sospe- char que si nuestro héroe creador hubiera vivido libre de ansiedades trascendentes y de quebrantos recónditos –que tan lejanos parecen de la previsión política–, no estaríamos razonando ahora sobre las raíces y las fuentes de una postura y de un servicio que si le marcan la mayor medi- da apostólica y la más alta calidad revolucionaria, le aseguran también la presencia, la actualidad más viviente y pugnaz. Me refiero a su penetran- te, mantenido y consecuente antiimperialismo. LAS FUENTES Nuestro amigo el profesor Nöel Salomon ha probado, en un estudio ejemplar, cómo Martí supone un nuevo y distinto entendimiento de la realidad americana de su tiempo. Mientras maestros como Domingo Faustino Sarmiento y Justo Sierra, para no evocar sino a los de estatura más visible, miraban hacia el Norte como a plausible dechado, nuestro Libertador denunciaba, sin atenuación ni pausa, las entrañas del mons- truo que había vivido y padecido por un largo tiempo. El autor del Facun do, todos lo recordamos, mantuvo estimación fervorosa por el escritor José Martí, pero no entendió nunca y contradijo siempre su tem- prana condición del “Norte revuelto y brutal que nos desprecia”. El hecho sorprendente es, sin duda, prueba decisiva de la naturale- za excepcional del hombre que hoy nos congrega. Descubrir, contra NUESTRA AMÉRICA X viento y marea y frente al dicho de maestros y orientadores acatados, una verdad de magnitud histórica, supone ese supremo nivel de la mente humana que, para darle algún nombre, llamamos el genio. Si se añade que tal verdad iba a ser, mucho tiempo después de la muerte de su descubridor, tarea céntrica de tres continentes y objetivo de las gran- des mayorías de la tierra, se vendrá el reconocimiento de una virtud pro- fética que sólo cabe en gente de jerarquía primera, en una perspectiva universal. Por la posesión de virtud tan impar, el héroe que hoy recor- damos tiene ganado un lugar en la difícil categoría de los grandes liber- tadores del hombre. ¿Por qué razones se produce en Martí tan magno e inesperado enten- dimiento de su tiempo y del nuestro? La cuestión merece y exige la honda sintonía que engrendran las indagaciones exhaustivas; pero no parece mal que en una ocasión como en la presente se intente el señalamiento de las coordenadas que pueden conducir al deslinde cabal del apasionante suce- so. Tratemos de descubrir, con obligada brevedad, algunas de las fuentes y raíces de la hazaña. Veamos, en primer término, las fuentes. 1 El hecho de ser el continente americano tierra descubierta, espacio llama- do a recibir la civilización europea, marca los términos de su destino. Mientras el Norte recibe un tipo de civilización abierta a formas renova- doras (“del arado nació la América del Norte y la española del perro de presa”, precisó Martí), se enquista en nuestros pueblos, sobre recios fun- damentos, la feudalidad venida de España. Ello determina una distinción radical que advendrá, al paso del tiempo, en oposición encarnizada. Martí, fue el primero que señaló la diferencia en el arranque y el desarro- llo, proclamó el inevitable conflicto, llamando a enfrentarlo, vencerlo y superarlo. Un día escribió: “En América hay dos pueblos y no más de dos, de alma muy diversa por los orígenes, antecedentes y costumbres, y solo semejantes en la identidad fundamental humana”. Y antes había dicho: “El desdén del vecino formidable que no la conoce, es el peligro mayor de nuestra América”. Diferencia y conflicto: pugna inevitable y decisoria. BIBLIOTECA AYACUCHO XI El distinto arranque hace que, mientras en el Norte se naturalizan instituciones establecidas en la Europa más avanzada, en el sur del Continente se enraíce el terco retrato sembrado por la metrópoli. Es obligado que venga la confrontación y que, por buen tiempo, numerosas mentes y voluntades miren hacia los Estados Unidos como modelo imi- table. Tal actitud –que cuenta con sus clásicos y voceros– puede ser legí- tima mientras el progreso norteamericano no anuncie, como derivación de su desarrollo, la múltiple agresión a la América Latina. Cuando co - mien za, en las últimas décadas del siglo