La Validez De Las Consagraciones De Mons
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Integrismo R.P. Anthony Cekada LA VALIDEZ DE LAS CONSAGRACIONES DE MONS. NGO-DINH-THUC Ediciones Revista Integrismo 1 Integrismo Sumario Introducción.................................................................................................................................2 I. Algunas aclaraciones................................................................................................................4 II. El hecho de las consagraciones..............................................................................................6 III. La validez de las consagraciones................................................................................................10 IV. Objeciones dudosas........................................................................................................................13 Conclusiones.......................................................................................................................19 Bibliografía...................................................................................................................20 LA VALIDEZ DE LAS CONSAGRACIONES DE MONS. NGO-DINH-THUC Por el Padre Anthony Cekada Introducción la absolución de nuestros pecados y ser for- talecidos con la Extremaunción, necesitamos urante una conversación con Monse- sacerdotes, y es bien sabido que solo los obis- ñor Marcel Lefebvre, en 1980, di a pos pueden ordenar sacerdotes. Dentender que me preocupaba encon- Pues bien, ¿dónde podemos ir a buscar un trar algún obispo luego de su muerte que pu- obispo que ordene sacerdotes católicos tradi- diera ordenar sacerdotes católicos tradiciona- cionalistas, y garantizar así que la Misa latina listas y confirmar a nuestros niños. tradicional siga celebrándose en nuestros al- El Arzobispo -que hasta entonces no ha- tares? bía dado indicios de que consagraría obispos El laicado y el clero ligados a la Fraterni- algún día- me respondió, con tacto, que ese dad San Pío X (especialmente los seminaristas problema también a él le preocupaba y que ansiosos) ya no tienen de qué preocuparse. El «Deus providebit» (Dios proveería). Y agregó 30 de junio de 1988, Mons. Lefebvre y el -con una de sus típicas humoradas francesas- Obispo emérito de Campos, Brasil, Antonio que cada vez que se resfriaba o estornudaba de Castro Mayer, consagraron cuatro obispos en el interior de la capilla del Seminario de para la Fraternidad San Pío X; desde enton- Ecône, casi le parecía oír a los 80 seminaristas ces, estos obispos han ordenado nuevos sa- que dejaban de rezar para hacer en silencio cerdotes para la Sociedad y hace poco [en una sola petición ferviente: «Señor, ¡que viva, 1991, año de este trabajo, n.d.r.] consagraron al menos, hasta mi ordenación!». un obispo para suceder a Mons. de Castro Esta anécdota graciosa pone de relieve Mayer en Campos. un tema grave. Para nosotros, católicos tradi- Los obispos de Lefebvre restringen sus cionalistas, los sacramentos constituyen el deberes ministeriales meramente a las capi- centro de nuestra vida espiritual y la clave de llas y el clero que admiten todas las opiniones nuestra salvación. Sabemos que si deseamos teológicas de la Fraternidad sin cuestionarlas, oír Misa, recibir la Santa Comunión, recibir y que le rinden el control legal de sus bienes. 2 Integrismo órbitas distintas. De estos seis obispos, uno de ellos tiene fama de buscapleitos notorio, otro no es demasiado conocido en ningún sentido, y los otros cuatro (dos de ellos consagrados ha- ce poco) están muy bien considerados en los ámbitos donde desempeñan su apostolado, ya El R.P. Anthony sea por vía de sus escritos o de su ministerio Cekada sacerdotal. Los obispos Thuc norteamericanos pue- den remontar sus consagraciones episcopales hasta uno de estos dos hombres: - Monseñor M.L. Guérard des Lauriers O.P., ex profesor de la Pontificia Universi- Asimismo, estos obispos ordenarán sacerdo- dad Lateranense de Roma y del Seminario tes solo a los seminaristas que juren fidelidad de la Fraternidad San Pío X en Ecône, Suiza a las posturas de la Fraternidad. (él fue uno de mis profesores) y autor de la Muchos sacerdotes tradicionalistas están famosa Intervención Ottaviani [El Breve Exa- en desacuerdo con las posturas y las políticas men Crítico del Novus Ordo Missae, n.d.r.]. de la Fraternidad. Así que difícilmente poda- - Monseñor Moisés Carmona Rivera, sacer- mos pensar en un obispo de Lefebvre si que- dote diocesano procedente de Acapulco, que remos que los niños de nuestras capillas reci- durante años dijo la Misa tradicional para nu- ban el Sacramento de la Confirmación. Me- merosos grupos de fieles de distintas partes nos todavía podremos hallar un seminario de México. donde formar al clero que nos sucederá al- En 1981 Mons. Guérard y Mons. Carmo- gún día, y suponer tan luego que los obispos na fueron consagrados obispos por una mis- de Lefebvre fuesen a ordenar sacerdotes a los ma persona: Monseñor Pierre Martin Ngo- seminaristas que formáramos. dinh-Thuc (†1984), Arzobispo emérito de Pero los obispos de Lefebvre no son la Hué, Vietnam. única opción. En los EE.UU. existen actual- Mons. Thuc -nombrado por Pío XI y con- mente seis clérigos católicos tradicionalistas co- sagrado obispo en 1938- fundó la Diócesis de múnmente conocidos como obispos «Thuc», Vinh-long y fue nombrado Arzobispo de Hué que a diferencia de los obispos de Lefebvre, en 1960. En 1963, mientras estaba en Roma no pertenecen a una única organización. Tra- para asistir al Concilio Vaticano II, su herma- bajan con total independencia unos de otros no, Ngo-dinh-Diem, Presidente de Vietnam (como la mayoría de los sacerdotes tradicio- del Sur, fue derrocado y asesinado durante nalistas), aunque algunos de ellos se ayudan un golpe de estado. Al no poder volver a Viet- mutuamente para realizar determinadas tareas nam y ser marginado por el Vaticano, Mons. apostólicas. Thuc sobrevivió a duras penas como sacerdo- A semejanza de los sacerdotes católicos te asistente en distintas parroquias de los alre- tradicionalistas, estos seis obispos Thuc tam- dedores de Roma. bién son un grupo aparte. Cinco de ellos son Aparentemente, su interés por el movi- hombres de más edad, formados y ordenados miento tradicionalista habría comenzado a sacerdotes antes que los desastrosos cambios principios de 1975, cuando visitó el Semina- posconciliares hicieran sentir su impacto; u- rio de Mons. Lefebvre en Ecône, Suiza. El no (más joven) recibió una formación tradi- episodio resultó ser una bendición y no ser- cional y fue ordenado según el antiguo rito lo, pues es allí donde Mons. Thuc entabla bastante después de concluido el Concilio amistad con el Padre M. Revaz, antiguo can- Vaticano II. Tres, eran sacerdotes diocesanos; ciller de la Diócesis suiza de Sión y profe- tres, pertenecían a diferentes órdenes religio- sor de derecho canónico en el Seminario de sas. Cuatro de los obispos colaboran gentil- Ecône. Más tarde, en 1975, el Padre Revaz mente con distintas capillas y clero católicos convenció a Mons. Thuc de que la solución fuera de su propio entorno particular; dos de de los problemas de la Iglesia se hallaba en los obispos están completamente fuera, en unas supuestas «apariciones marianas» en el 3 Integrismo Palmar de Troya, España, e insistió al Arzo- los EE.UU. fueron válidamente consagrados; bispo para que consagrara obispos destinados es decir, si tienen o no el poder sacramental a los seguidores del Palmar que deseaban con- que todos los obispos católicos poseen para servar la Misa tradicional. Mons. Thuc aceptó administrar el Sacramento de la Confirmación, y realizó las consagraciones en diciembre, pe- ordenar sacerdotes que sean realmente sacer- ro al año siguiente repudió su vinculación con dotes, y consagrar a otros obispos que sean el grupo del Palmar (1). realmente obispos. Los católicos tradicionalistas que arguyen Este poder sacramental, denominado Su- sobre las acciones posteriores de Mons. Thuc cesión Apostólica, es transmitido por un obis- dentro del movimiento tradicionalista perte- po católico a todos los obispos que él consa- necerían a dos campos contrarios. El primer gra. A su vez, ellos [los obispos] transmitirán grupo lo canoniza, retratándolo como un va- este poder sacramental a todos los obispos que leroso héroe que invariablemente rechazó ellos consagren, y así sucesivamente. todos los errores de la Iglesia Conciliar. El Por lo tanto, para realizar nuestra averi- segundo grupo lo injuria, pintándolo como guación debemos examinar las consagracio- un pobre viejo tonto que carecía del estado nes episcopales de los dos prelados hasta los mental necesario para conferir válidamente cuales se remontan los seis obispos de los un sacramento. EE.UU., y que son Mons. Guérard y Mons. Ambos grupos están equivocados. Por un Carmona. Si las consagraciones episcopales de lado, si bien Mons. Thuc decía la Misa tradi- los dos últimos pueden considerarse válidas, cional, difícilmente era otro Atanasio. Sus ac- entonces toda la línea de órdenes que proce- ciones y sus declaraciones sobre la situación den de ellas es asimismo válida. de la Iglesia a menudo eran, como las de Como demostraremos a continuación, to- Mons. Lefebvre, contradictorias y mistifica- dos los hechos importantes, los pronuncia- doras. Y también a semejanza de Mons. Lefe- mientos de los Papas, los canonistas (expertos bvre, aparentemente aceptó un acuerdo con en derecho canónico) y los teólogos moralis- el Vaticano para luego cambiar de opinión. tas católicos llevan a una sola e inevitable con- Por otro lado, los vaivenes teológicos y los clusión: estamos