5tas. JORNADAS URUGUAYAS DE HISTORIA ECONÓMICA Simposio: “Guerra y sociedad. Las formas de hacer la guerra durante los movimientos de independencia iberoamericanos y sus implicancias económicas y sociales”. Los unitarios de “La espada y la pluma”. Divergencias y coincidencias del unitarismo a través de la prosopografía, 1820-1852.1 Ignacio Zubizarreta
[email protected] Hacia fines de noviembre de 1826, aquellos que abrieron las páginas del periódico El duende de Buenos Aires pudieron observar la siguiente frase: “allá, como aquí, y en todas partes, la fuerza militar será enemiga de las instituciones liberales”2. En esos momentos, en un contexto tal vez más tórrido y perturbador que el que podían gozar los unitarios que desde Buenos Aires leían la publicación y acordaban con esa afirmación, se encontraba Carlos María de Alvear, al mando de las tropas argentinas y orientales que se disponían a luchar contra el Imperio del Brasil. Este hombre, desencantado de los distantes burócratas del gobierno, se despachaba con total franqueza frente a sus compañeros de armas, y según un testigo, con una gran dosis de ironía llegó a afirmar: “Una vez en la presidencia dictaré una ley de conscripción general sin excepción de clases […] cuanto abogado caerá en la ratonera; a éstos es a los que quiero ver en campaña, caminando a pie y muertos de sed y hambre: entonces sabrán lo que es patria ¡Bribones!, los he de poner en un puño y al que se descuide, cuatro balazos”3. Los abogados a los que Alvear aludía, bien se comprende, eran los que desde tiempos rivadavianos tenían el principal influjo en las decisiones del gobierno, que sin dudas afectaban a los soldados que estaban en campaña.