This Paper in Concerned with the Relationshij, Between the “Clothed Body” EL VESTUARIO DE LAS ESTRELLAS DE CINE and the Visual
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PATRIZIA CALEFATO r MARRONE, G. (1995) Sensi e discorso. Bolonia: Progetro Leonardo. SIMMEL, G. (1895 [1985]) La moda. Roma: Editori Riuniti. WENDERS, W (1992 [1 998}) L’atto di vedere. The Act ofSeeing. Milan: Ubulibri. ABSTRACT ADOR(N)ADAS DE LA CABEZA A LOS PIES: This paper in concerned with the relationshij, between the “clothed body” EL VESTUARIO DE LAS ESTRELLAS DE CINE and the visual. Theformer is a semiotic category epitomizing the ways in which, LATINOAMERICANAS DE LOS ANOS 1930 A 1950 through its visual aspect the subject establishes its being the world and its appearance style. Dressing in this sense is a nonverbal language; it is a device for NORA MAZZIOTTI modelling the world, a form ofprojection and simulation, valid for both the individual and society. 1. INTRODUCCION A pesar de que su existencia se remonta a siglos anteriores, Ia diva alcan za, con Ia ópera y el teatro de fines de siglo xix, una notoriedad que se va a trasladar a Ia industria del cine. Con el advenimiento de este, se produce un cambio notable en el piano de la percepción. Mientras en el teatro los espec tadores yen de lejos a las divas, el cine crea el primer piano, que permite real Patrizia Calefato es profesora de Sociolinguistica y de FilosofIa del Lenguaje en Ia zar el rostro. Y desde la industria cultural, posibilita la reproducción de la cm Universidad de Ban. Sus investigaciones están centradas en teorfa del lenguaje, so ta y su circulación por todo el mundo. A partir del cine las divas y estrellas se ciosemiótica, semiótjca de Ia moda, teonIa del cine y feminismo. Sus publicaciones convierten en una necesidad de la industria y son objeto de adoración tanto en italiano: Moda e cinema (Milan: Costa & Nolan, 1999); Moda, corpo, mito (Ro de los püblicos, como de los publicistas (Edgar Morin 1966; Dyer 1998). Las ma: Castelvecchi, 1999); Cartografle dell’imaginario (Roma: Rosella, 2000); Incon estrelias son diferentes del resto de los mortales, son tratadas como criaturas ti-i di culture. La Semiotica ti-a frontiere e tradizioni (TurIn: UTET, 2001). En espa superlativas (Violette Morin 1963). En la construcción de Ia estrella, uno de fbi: “El cuerpo y Ia moda”, Documento de trabajo, Centro de Semiótica y TeorIa los elementos dave lo constituye el vestuario, que refuerza y simultáneamen del Espectáculo, Universidad de Valencia, 1989; “Genesis del sentido y honizonte te forma parte de su glamour. de lo femenino” en G. Coiajzzj (ed.) Femznjsmo y Teorz’a del Discurso (Madrid: Ca En este articulo me voy a referir tanto a los trajes de noche, de soirée, y tedra, 1990); “Automatismo y memoria en los signos de la fotograh’a”, Documento los diferentes accesorios ilevados en las pelIculas por estrellas del cine norte de trabajo, Valencia: Episteme, vol. 121, 1996. E-mail: [email protected]. y sudamericano, como a Ia forma de llevarios, a la gestualidad con que se por 224 I deSignis 1 ©2001 EDIT0RAL GEOIsA (BARCELONA) 225-237 deSignis 1 I 225 NORA MAzzioni ADOR(N)ADAS DC LA CABEZA A LOS pies: EL VESTUARIO DC LAS ESTRELLAS DC CINE... La estrecha relación que se establece tan y los ambientes en que se mueven. dad de Ia industria. Gustan y eso se transforma en ventas. Para fabricar una en Ia manera en que estas entre Ia estrella y las audiencias se plasma también estrella además de las pelIculas, interviene la publicidad, el periodismo de es sino de seducción de eran imitadas, o eran modelos no solo de vestuario, y pectáculos, la relaciOn con los espectadores y sobre todo con los fans, Ia par sociabilidad. te más visible de la audiencia. En ese andamiaje, el vestuario de Ia estrella de sempena un papel relevante. Si por un lado es posible decir que el atuendo refuerza Ia personalidad de la estrella, su guardarropa también Ia distingue, la 2. VESTIR A LA ESTRELLA crea. Lo que ella luce, lo que cubre y adorna sit cuerpo, la modela, le otorga un estilo. Son atributos que realzan y definen las cualidades de la star. Sit se muy bello Thdo lo que ileva puesto es lb de identidad. pero solo una mujer como ustedpuedeportarlo. Las estrellas de cine, semidiosas del olimpo de celuloide, necesitan lucir Admiradora a Maria Felix guardarropas que remarquen sit estatuto de divas, de seres fuera del comiin. No se trata de trajes habituales, para andar por la calle, ir a bailes o para dor lánguidas, a ye Ellas caminan decididas, moviendo las caderas, a veces mir. Son trajes de estrellas. Vestidos, deshabilles, abrigos, joyas, sombreros, comentarios. Fuman. Algunas, ces desaflantes. Sus pasos desatan miradas y zapatos, guantes y carteras componen un discurso visual que tanto puede re casas lujosas, con enormes escaleras de mármol que con boquilla. Viven en forzar y enfatizar, como negar y contradecir los discursos verbales. Y también, mullidos. Si bajan con estilo. Cuando se sientan, se echan etéreas sobre sillones sembrarlo de ambiguedades. musicales. To- salen, van a fiestas, a restaurantes, al teatro, a presenciar shows Las estrellas brillan. Son simultáneamente las depositarias y agentes del Saben man champagne y vinos finos. Viajan en automOviles, aviones, barcos. encanto, del glamour, “ese feliz encuentro del maquillaje, el vestuario, las jo criadas, hasta venera dar Ordenes. Son obedecidas por numerosos criados y y yas, las atribuciones colectivas, Ia personalidad”, segán define Monsiváis das por ellos. Bailan; algunas son cantantes. (1981:166). Son las portadoras de un yo supranormal. Y Ia ropa, más que yes hombres mu Su presencia nunca pasa inadvertida. Son miradas por y tirlas, las adorna. Ellas lucen el vestuario. Y el vestuario a Ia vez, se enaltece Dietrich en El jeres. Ellas están hechas para ser amadas, como canta Marlene portado, Ilevado por una estrella. cuarenta e angel azul. Son las estrellas de cine, las divas de los aflos treinta y En las peilculas, el guardarropa más destacado es el que corresponde a norteamericanas Joan Crawford, inicios de los cincuenta. Voy a referirme a las los prototipos de mala mujer. No son los recatados vestidos de madre, ni de Maria Felix, Dolores del Marlene Dietrich, Rita Hayworth; a las mexicanas novia pura, los más atractivos. “En ‘la mala’ o prostituta [se] acentáa el gla Ortiz Laura Hidalgo.’ Rio, y a las argentinas Zully Moreno, Mecha y mour que la envuelve y define como tal. Se exalta lo bello y extraordinario de deseos. La estrella se ama En tomb de la estrella se trama una cadena de esos tipos. Los planos son más frontales” (Oroz 1990:137). ojo de la a si misma, tal como la aman sits amantes en los filmes, la ama el La industria de Hollywood estuvo desde sits comienzos ligada a la moda. papeles les toca desem cámara, y los espectadores en Ia sala. En todos los que Antes de iniciarse en la cinematografIa, Harry Warner fabricaba zapatos; Sa Sits amantes son capaces de penar, en todos los fumes, van a ser deseadas. mite! Goldwyn, guantes, y Adolph Zukor era peletero. Los tres tenlan amigos y econOmicamente, hasta abandonar a la familia, de traicionar, de arruinarse colegas en el gremio textil (Belluscio 1999:158). En Hollywood el vestuario amor. 0 al menos, sit deferen de matar, con tal de conseguir o mantener su constituye un rubro importante, y tanto Gilbert Adrian, en la Metro Goidwyn vieja diva en cia. Y ellas lo saben. “Nadie deja nunca a una estrella” afirma Ia Mayer (MGM), como Orry-Kelly, en Ia Warner, realizaron verdaderas obras El ocaso de una vida (Sunset Boulevard). de arte con sits disenos. En las peliculas de Joan Crawford, de Ia MGM, se industrial del La construcciOn de la estrella es fruto de la organizaciOn invertia más dinero por el guardarropa que por los derechos del guiOn (Her system. En las etapas iniciales del ci sistema de estudios, que instaura el star zog y Gaines 1998:78). No parti ne, las pelIculas eran realizadas muy rapidamente y con bajo costo. En relacidn con nuestro continente, un productor se larnenta: “el yes music-hall. Son cipaban actores ni actrices con trayectoria en el teatro o en el tuario no es considerado en la cinematograffa hispanoamericana con el dete son, entre esas los püblicos los que, con su concurrencia, van a definir quiénes nimiento que merece”. Y, refiriéndose a la Argentina, dice “nuestro cine, [....] como una necesi figuras noveles, sus preferidos. De aill surgen las estrellas, no ha podido hasta ahora destinarle al renglOn vestuario toda Ia importancia 226 I deSignis 1 deSignis 1 I 227 NORA MAzzIOTTI ADOR(N)ADAS DE LA CABEZA A LOS PIES: EL VESTUARIO DE LAS ESTRELLAS DL CINE... que el mismo tiene como elemento complementario del arte del actor y como mientos, mostraron cOmo sufrir, renunciar al amor, ilorar. 0 Ia contracara: elemento de atracción en el amplio sector del püblico femenino” (Santiago enseñan a fingir amor, a expresar lo que les conviene y no lo que sienten. Pa 1940: 65). El libro fue publicado en 1940, a lo largo y de esa década, tanto el ra el espectador masculino, era como desplegar un abanico de todo lo que se cine argentino como el mexicano desarrollarán rubro ese en las producciones. podJa pedir a una mujer, lo que podia agradarles y las maneras de seducirlas. Son los años de las comedias lujosas, de las peilculas “de época”, de las adap Como dice Monsiváis, se iba al cine a aprender. taciones de grandes novelas. Con respecto a Ia moda de las estrellas y las audiencias, en los aflos treinta se produce el desplazamiento de Paris y sus casas de alta costura como epicentro del dictado de la moda, a Hollywood, y a su mayor factorfa: los es 3.