Congreso Nacional
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CONGRESO NACIONAL CAMARA DE SENADORES SESIONES ORDINARIAS DE 2005 ORDEN DEL DIA N° 1568 Impreso el día 23 de noviembre de 2005 SUMARIO COMISION DE EDUCACION, CULTURA, CIENCIA Y TECNOLOGIA Dictamen en el proyecto de declaración de la señora senadora Perceval, manifestando dolor por el fallecimiento de Annemarie Heinrich. (S- 3144/05) DICTAMEN DE COMISION Honorable Senado: Vuestra Comisión de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología ha considerado el proyecto de declaración S-3144/05 de la señora Senadora Perceval declarando su profundo dolor con motivo del fallecimiento de la reconocida fotógrafa Annemarie Heinrich, acaecida el día jueves 22 de Septiembre de 2005, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; y por las razones que expondrá el miembro informante os aconseja la aprobación del mismo . De acuerdo con las disposiciones pertinentes del Reglamento del H. Senado este Dictamen pasa directamente al Orden del Día.- Sala de Comisión, 27 de octubre de 2005 Amanda M. Isidori – Silvia E. Gallego - Nancy Avelín.- Silvia E. Giusti - Rubén Giustiniani.- Marcela F. Lescano - Alicia E. Mastandrea.- María C. Perceval.- Proyecto de Declaración El Senado de la Nación Declara Su profundo dolor con motivo del fallecimiento de la reconocida fotógrafa Annemarie Heinrich, acaecida el día jueves 22 de Septiembre de 2005, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. María C. Perceval.- FUNDAMENTOS Señor Presidente: Queremos rendirle homenaje a la memoria de un emblema de la fotografía argentina del siglo XX y una figura central de la historia cultural del país: la fotógrafa Erna Erika Annemarie Heinrich, quien falleció a los 93 años de edad, el día jueves 22 de septiembre, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Esta talentosa mujer, nacida el 9 de enero de 1912 en Darmstadt, Alemania, supo construir y modelar a fuerza de pura imagen un lenguaje fotográfico propio. Emigró a la Argentina en 1926, con sus padres, para radicarse en nuestra tierra definitivamente. “Yo quería ser escenógrafa. Pero cuando llegamos a la Argentina, como no hablaba castellano, lo único que podía hacer era buscarme un oficio que no necesitara del idioma”, declaró alguna vez. Por tal motivo, comenzó sus estudios en Entre Ríos con su tío Karen, fotógrafo de campo. Luego, instalada en Buenos Aires, Heinrich continuó su aprendizaje en un estudio fotográfico en Belgrano y, de forma autodidacta, en su hogar de Villa Ballester, donde tenía armado un cuarto oscuro. En un medio carente de escuelas especializadas, fotoclubes, libros temáticos o revistas técnicas y que, por aquel entonces, estaba reservado para los hombres, Annemarie se abrió camino y, con apenas 18 años (en 1930), abrió su propio estudio fotográfico. El reconocimiento profesional no tardaría en llegar. En 1933, comenzó su carrera como retratista de grandes figuras del Teatro Colón y, posteriormente, comenzó su carrera en la revista Alta sociedad, lo que le permitió colocar sus fotos en las portadas de El alma que canta, El Hogar, Sintonía, La canción moderna, entre otras revistas de gran circulación para la época. Cabe destacar, también, que durante cuarenta años ilustró las tapas de las revistas Antena y Radiolandia, en forma permanente. En 1936 participó en la creación del Foto Club Argentino, en los sótanos del Café de la Victoria, al tiempo que su trabajo se iba consolidando, madurando y desplegando en distintos salones de exposiciones, en el país y en el extranjero. Dos años más tarde, en el ’38, Heindrich inauguró su primera muestra profesional en Chile. En la Argentina, la realizaría recién en 1947, en el entonces Salón Peuser. En 1950, realizó su primer viaje a Europa con una carpeta de trabajos que serían expuestos en Roma, Milán, París y Zurich. En 1954, aceptó una beca para perfeccionarse en Alemania y, años más tarde, en Estados Unidos. Durante su siguiente viaje a Europa, Heindrich también realizó cursos de Agfacolor con H.Hartz y en el Estudio de Marta Hoepfner. Junto con otros colegas, en 1953, cofundó “La Carpeta de los Diez”, hito de la fotografía nacional, que devino en varios años de producción de exposiciones, la primera en el Instituto Di Tella. En 1978, Heindrich participó en el Primer Coloquio Latinoamericano de Fotografía (méxico) y, un año más tarde, fundó el Consejo Argentino de Fotografía. Experta en retratos, Annemarie consideraba este arte como una colaboración entre el fotógrafo y el modelo. En un ensayo que escribió en 1993 sostuvo que “un buen retrato es algo más que una foto carné. Una cara debe expresar todo lo que un ser humano tiene dentro de sí, y eso lleva tiempo”. Por su estudio, pasaron los grandes personajes de la vida cultural argentina del siglo XX: Borges, Eva Duarte, Troilo, Mirtha Legrand, Francisco Petrone, Soldi, De Caro, Zully Moreno, Tita Merello, Azucena Maizani, Hugo del Carril, Lucio y Lucas Demare, Alberto Castillo, Sofía Bozán, Osvaldo Pugliese. Incluso los artistas extranjeros que llegaban a estas costas pedían ser retratados a la manera incomparable de Annemarie: visitantes ilustres como el tenor Tito Schippa o Pablo Neruda. Pero Heindrich también fue una técnica profesional, innovadora en la iluminación y en retoques al negativo. En relación a ello, confesó: “Seguramente no voy a ir al cielo porque durante la mayor parte de mi carrera utilicé mucho el retoque y no llevé la cuenta del número de mujeres gordas que retraté como flacas". En ese sentido, es posible afirmar que su obra no sólo revela virtuosismo técnico y un peculiar sentido de la composición e iluminación, sino también la sensibilidad de una artista excepcional, su impronta inconfundible y sello de su individualidad. Además del retrato, hizo sus especialidades de la fotografía de danza (su sueño de la infancia era ser bailarina), especialmente el tango. Autora de la primera tapa a color, en la que se muestra a la actriz Zully Moreno, Heindrich también desarrollo en su carrera el arte del desnudo generando, en 1991, un pequeño escándalo al mostrar, en la vidriera de su estudio de Callao y Las Heras, un retrato desnudo de la actriz Niní Gambier hecho en 1944. Casada con Ricardo Sanguinetti, reconocido escritor (usaba el seudónimo de Alvaro Sol) que falleció en 1990, Heindrich tuvo dos hijos, Alicia y Ricardo Sanguinetti, quienes también se dedicaron a la fotografía y, a modo de sencilla despedida, expresaron en un comunicado: “Con la llegada de la primavera, ella decidió partir. Aún así, es capaz de habitarnos con sus imágenes, aquellas que fueron surgiendo como resultado de una estricta conjunción de vida, ética y arte, base de su concepción estética, donde el compromiso asumido fue lo humano en toda su dimensión”. Heindrich apoyó a innumerables instituciones representativas de la fotografía argentina, en diferentes momentos: la Asociación de Fotógrafos Profesionales y su Cooperativa, la Asociación de Fotógrafos Publicitarios, la Federación Argentina de Fotografía, F.C Argentino. También fue asesora y jurado de varios entes culturales relacionados a la fotografía. El Museo Nacional de Bellas Artes, el Museo de Arte Moderno, el Centro Cultural Recoleta, el Museo del Cine, el Instituto Goethe de Buenos Aires, la Fotogalería del TGSM, los Kunstmuseums de Zurich, Leipzig, Berlín, Weimar, y en Italia, Chile, Brasil, Estados Unidos, Colombia, Alemania, y gran parte de las provincias argentinas recibieron sus obras en exposiciones individuales y colectivas. Entre las múltiples distinciones que recibió, se destacan las dos Pirámides de Plata y la de Oro de la Academia de Artes Visuales del FC Buenos Aires a su trayectoria; el Diploma al Mérito en Fotografía de la Fundación Konex; la Medalla al trabajo colectivo compartido con sus hijos en “Amor, Amistad, Solidaridad” DDR- Alemania; los reconocimientos a su trayectoria por la Escuela Argentina de Fotografía, la Asociación de Críticos de Arte, el Museo de Bellas Artes. Al cumplir 90 años, en 2001, Annemarie fue galardonada con el Premio Leonardo a su trayectoria, otorgado por el Museo Nacional de Bellas Artes, la Federación Argentina de Fotografía la declaró miembro de honor, y la Ciudad de Buenos Aires la nombró Ciudadana Ilustre. Por todos sus logros, su nombre figura en la Enciclopedia Internacional “Des Photographes de 1893 a nos Jours” (Suiza). En 2004, el Centro Cultural Recoleta de la Ciudad de Buenos Aires le realizó un homenaje en vida, a través de una muestra retrospectiva denominada “Un cuerpo… una luz… un reflejo”. Según el investigador y prestigioso fotógrafo Juan Travnik, curador de diversas muestras retrospectivas de Heindrich, “Annemarie tuvo una sutil capacidad de observación para lograr extraer de cada retrato una mirada profunda o chispeante, un gesto único, mágico”. Pero una de las mejores definiciones de esta brillante fotógrafa fue la que escribió su colega argentina Sara Facio, en una antología de su obra publicada por La Azotea en 1987: "Tengo la certeza de que es una creadora realmente importante, fundamental y, sin duda, inolvidable". Por todo lo expuesto, y en reconocimiento de su obra, espíritu creativo y figura, es que solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto de declaración. María C. Perceval.- .