PERSONALIDADES (III) Las vacaciones de , o apenas la distensión fLa serpiente Literatura, pintura, música, cine y teatro se engendran y nacen de sí mismos. Nuevos cambios, nuevas combinaciones se forman y se bo­ rran, el movimiento parece, visto del exterior, dotado de una vida in­ tensa: la dedicación grandiosa que y/ ponen los artistas a proyectar para ellos mismos y un público cada vez más distraído las imágenes de 4 un mundo que no se preocupa si­ ( quiera de un punto de vista. En algunas raras ocasiones, el artista es castigado, y el arte considerado como peligroso y merecedor de que se lo asfixie y se lo dirija. En general, sin embargo, el arte es libre, insolente, irresponsable y co­ mo decía: el movimento es intenso, casi febril, y hace pensar, me pa­ rece, en una piel de serpiente llena de hormigas. La serpiente mis­ ma ha muerto hace mucho tiem­ po, devorada, privada de su ve­ 'BERGMAN neno, pero la piel se mueve, hen­ Lo que va del 55 (izquierda) a hoy (arriba) con vacaciones chida de un ardor vital. + Ingmar Bergman La fama pública cree que el cine más impulsa a Gritos y susurros. Curiosa­ valioso del sueco Ingmar Bergman son mente después de esos tres film s Berg­ Cada diez años los film s de Bergman parecen sus dramas metafísicos o las búsque­ man parece tomarse vacaciones y los cambiar, surgen títulos menores, comedias menos das angustiadas de explicaciones a la títulos que siguen son claramente dis­ intensas que sus dramas metafísicos vida, la muerte y otros temas cercanos. tensiones donde el tono es la comedia y hay espectadores que se lo reprochan. Es probable que esos Esa fama ha provocado el éxito comer­ y donde no hay mucha angustia visible. cial de films que no parecen aptos para Esos films tienen sin embargo niveles sean los períodos de vacaciones de un públicos mayoritarios y ha generado al­ de imaginación e inventiva, cierta ex­ director que está en pugna con Dios, con la muerte gunos equívocos sobre otros títulos de traña fuerza vital y alegre que los opo­ pero sobre todo consigo mismo. esa misma carrera a los que críticos y ne a las oscuridades previas. A veces En la obra de Bergman esos films tienen un claro espectadores identifican como obras reflejan los mismos temas pero despo­ menores y de transición. Esos films se jados de urgencias y tensiones. Una interés, suelen ser brillantes para los detalles ubican inmediatamente después de lección de amor, Confesión de pecado­ y en su ejecución. obras .que marcan la clausura de sali­ res y Sonrisas de una noche de verano de conferir sentido espiritual o humano das a las interrogantes que suelen acu­ insisten todavía en sus parejas que se a una civilización de la felicidad mate­ FILMOGRAFIA BERGMAN ciar al director. Noche de circo en 1953 destruyen, con hombres débiles y mu­ rial. Aunque la explicación es en parte (Crisis, Llueve sobre nuestro amor. Barco a la concluía que este mundo es un infier­ jeres que guían el juego, por ejemplo. India, Música en la noche, Puerto, El demonio dudosa, algo tiene de cierto. nos gobierna. Sed de pasiones. El fracasado, no y que la frustración de toda espe­ EL MEDIO. Una creencia frecuente En sus films de juventud Bergman re­ Eso no ocurre aquí, Juventud divino tesoro, ranza futura es la consecuencia razona­ sostiene que Ingmar Bergman vive ais­ fleja condiciones sociales y materiales Mujeres que esperan, Un verano con Mónica. ble que se puede esperar de la vida; lado del mundo que lo rodea y que sus Noche de circo. 1945-1953]. que corresponden á una inmediata post­ 1954 — Una lección de amor (En lektion i kariek]. en 1963 El silencio arribaba al silencio films son el reflejo de angustias e in­ guerra, con influencias del realismo Productor, Alian Ekelund. Libreto de Ing­ de Dios y a una visión írrita del bautis­ tereses personales. Para él, el cine le poético francés y del neorrealismo ita­ mar Bergman. Fotografía, M artin Bodin. mo y de la salvación que se niega a permite una evasión personal, compen­ liano, con descripción de ambientes hu­ Con Eva Dahlbeck, Gunnar Bjornstrand. sar sus angustias, angustiar quizás al , , Ake las hermanas e Ingrid mildes y personajes jóvenes en conflic­ Gronberg, Svensk Filmindustri. Thulin; en 1972 Gritos y susurros se espectador, pero es difícil descubrir to con sus mayores, a veces proleta­ 1955 — Confesión de pecadores (Kvinnodrom). — centraba en una reflexión sobre la qué aporte social hay en sus disgustos rios, marginados o estudiantes. Es po­ Productor, Ruñe Waldekrantz. Libreto de muerte, la corrupción de la carne y la con la vida, con las mujeres, con Dios. Ingmar Bergman. Fotografía, Hilding sible que esos temas y ambientes fue­ Bladh. Con Eva Dahlbeck, Harriet Ander­ certeza de que todo termina ahí sin Si en su carrera se descubren momen­ ran los más importantes por esos años sson, Gunnar Bjornstrand, Ulf Palme, In­ otras alternativas. Cada uno cierra re­ tos de plenitud y saltos en el vacío, pero también es razonable que eran los ga Landgré, Naima W ifstrand. Sandrew. flexiones anteriores que Bergman había esos vaivenes son apenas el resultado 1955 — Sonrisas de una noche de verano (Som- que subjetivamente estaban más próxi­ marnattens leende). Productor. Alian Eke­ perseguido en film s cada vez más os­ de los demonios que lo aquejan. El pro­ mos de Bergman. Después de Un verano lund. Libreto de Ingmar Bergman. Foto­ curos y desalentados. Esos tres títulos pio Bergman .salió a explicar que sus con Mónica esos ambientes y persona­ grafía, . Con Ulla Jacobs- tienen además la fama de culminar pe­ películas intentan una respuesta a los son, Eva Dahlbeck, Margit Carlqulst, Ha­ jes desaparecen definitivamente, de la rriet Andersson, Gunnar Bjorustrand, Jarl ríodos intensos de la obra del artista. problemas de Suecia actual, un país misma manera que después de El si­ Kulle. Svensk Filmindustri. Noche de circo perfecciona en ese sen­ donde se han solucionado satisfactoria­ lencio desaparece Dios y quizás des­ (Elséptim o sello, Cuando huye el día. Tres tido sus ideas sobre la imposible rela­ mente las dificultades sociales y donde pués de Gritos y susurros lo que desa­ almas desnudas, El mago, La fuente de la don­ cella. El ojo del diablo, Detrás de un vidrio ción de hombres y mujeres y destruye una mayoritaria burguesía cree que lo parezca sea el tema de la muerte. Pa­ oscuro, Luz de Invierno, El silencio, 1956-1963). a sus personajes masculinos: Ake Gron- tiene todo. "Pero en medio de esta ple- reciera que cada período responde a 1964 — Ni hablar de estas mujeres (For att Inte berg, el dueño del circo, es humillado n;tud, tenemos un gran vacío, la ilusión circunstancias exteriores que lo impul­ tala om alia dessa kvinnor). — Produc­ per su esposa, por la mujer con quien perdida de Dios, llámese si no como se tor. Allón Ekelund. Libreto de Buntel Eric­ san. La estabilización de la socialdemo- sson (Ingmar Bergman, ). convive, por actores de teatro. Antes quiera, una necesidad de seguridad in­ cracia sueca coincide con las búsque­ Fotografía (Eastmancolor), Sven Nykvist. de El silencio Bergman había persegui­ telectual que viene a compensar todas das de Dios pero la crisis posterior de Con Jarl Kulle, Eva Dahlbeck. Blbi An­ do a Dios en films donde la presencia las insuficiencias que ocasiona la segu­ dersson, Harriet Andersson, Gertrud ese orden social, los profundos desajus­ Frldh, . Svensk Filmindustri. del demonio era a veces una respuesta ridad material, sociai". Según Bergman tes que generan índices alarmantes de 1966 — Daniel (Daniel). — Episodio de Los es­ y donde Dios asumía formas obsesivas, lo que inventa para llenar ese vacío es alcoholismo, suicidios y hastíp de quie­ timulantes(Stlmulantia). Libreto y foto­ pero en este film la conclusión es que lo que él coloca en sus films con el grafía, Ingmar Bergman. Con Daniel Berg­ nes tienen todo pero no saben para qué man. Kabi Laretel. Svensk Filmindustri. Dios no existe. Otro cierre semejante propósito, pareciera que premeditado, les sirve, son los orígenes de otras an- (Persona, La hora del lobo. Vergüenza, El rito 21 gustias más difusas que comienzan con episodio de Mujeres que esperan y de Persona y La hora del lobo y terminan Un verano con Mónica donde los per­ como era previsible con la aproxima­ sonajes masculinos son más bien débi­ ción a la muerte como verdad final y les, sumisos y para que el espectador definitiva de la existencia humana, en no dude se inclinan ante sus mujeres Gritos y susurros. y ocasionalmente adoptan en el suelo En g6.ieral podría pensarse que la ins­ la posición fetal (Birger Malmsten en piración de la obra de Bergman provie­ Sed de pasiones). La vida exige tran­ ne de la sociedad, si no fuera porque sacciones, quizás porque esta vida es sus films son también una evasión per­ el infierno de otra desconocida y mis­ sonal de esos problemas, el mecanismo teriosa, quizás porque ese infierno son que lo libera de la angustia real y lo los otros, una idea que pudiera parecer introduce en la angustia ficticia de su existencialista y que Bergman utiliza pa­ imaginación. Por eso los períodos de ra perfeccionar un lenguaje expresivo transición no coinciden con transiciones que juega con los reflejos sobre espe­ en la sociedad sueca sino simplemen­ jos, con sonidos premonitorios en sus te con la saturación del propio Berg bandas sonoras y con toques de liris­ man. Tan es así que la crisis de 1952, mo que coinciden con imágenes de ju­ cuando se cierran los estudios cinema­ ventud y se asocian a rostros femeni tográficos y todos tienen dudas sobre nos (Maj-Britt Nilsson en Juventud di lo que traerá el futuro, no afecta los vino tesoro, la exaltación sensual de Intereses de sus films, que siguen In­ Harriet Andersson en Mónica, nueva sistiendo con pocas variantes sobre te­ mente Maj-Britt Nilsson en Mujeres) mas, situaciones y personajes que pro­ De todas esas mujeres Eva Dahlbeck vienen de films anteriores y que deri­ una rubia fornida y de apariencia do­ van a Noche de circo. En ese momen­ minante es la que mejor gobierna a sus to Mujeres que esperan, un libreto es­ hombres (en particular Gunnar Bjorns­ crito durante la paralización del cine y trand en el tercer episodio de Mujeres de buena parte de la industria y la eco­ que esperan). nomía del país, cree que los problemas En los tres films que siguen a Noche SONRISAS más graves son los juegos eróticos de de circo, Bergman opta por la sagaci­ Chispazos de inventiva dad del diálogo, por el tono de come­ parejas gobernadas por mujeres más amor manejaba a un marido inseguro dia y por insistir sobre dos ideas que sagaces que los hombres. La vincula­ y en Confesión de pecadores parecía estaban en sus film s anteriores: que ción de la obra con el medio es mucho estar más segura de sí misma que el hombre es un juguete de los capri­ más indirecta e Imprecisa. Si Bergman el dubitativo Bjornstrand. Los temas, la chos femeninos o algo por el estilo, y se toma periódicamente sus vacacio­ forma, el gusto por ubicar sobre es­ que por el camino hay que hacer mu­ nes debe ser un problema suyo, perso­ pejos rostros de personajes que se con­ chas concesiones. /En esos tres films nal y difícilmente transferible. traponen, la idea de que los ambien­ Eva Dahlbeck es la protagonista, ca­ EN LOS AÑOS CINCUENTA. L?s tes promiscuos son un encierro asfi­ mujeres son capaces de destruir al sualmente. En Sonrisas de una noche xiante, provienen de films anteriores, hombre. Esa propuesta explica las des­ de verano (1955) organiza un encuen­ pero la intensidad de la posible refle­ gracias que aquejan al dueño de un tro nocturno y afrodisíaco en un casti­ xión de Bergman parece desalentada circo y a un payaso (Noche de circo), llo con su madre Naima Wifstrand pa­ por el juego y la diversión. El drama o pero antes había originado algunas ca­ ra que parejas varias se encuentren. la tragedia está casi omitida (sobrevi­ lamidades de Sed de pasiones, de un Con menos fantasía en Una lección de ve en Confesión de pecadores, un film poco serio por otra parte), los reduci­ dos infiernos individuales no son el símbolo de un Infierno mayor. El tiem­ po es de vacaciones. EN LOS AÑOS SESENTA. Es me­ nos precisa la ruptura que Ni hablar de estas mujeres imprime sobre el tríptico Detrás de un vidrio oscuro, Luz de in­ vierno y El silencio, que culminan una lista más extensa donde Dios y el dia­ blo andan cerca: en El séptimo sello se acerca el apocalipsis y un caballero enfrenta a la muerte mientras la pare­ ja divina (Jof, Mia y el niño) siguen viaje no se sabe adonde; en El mago parece haber brujerías cercanas; en La fuente de la doncella el sacrificio de los inocentes trae la salvación, el mila­ gro y la fe a una Edad Media pagana; en El ojo del diablo la idea de que es­ te mundo lo maneja el demonio no es muy explícita pero existe. El tríptico que cierra ese ciclo es en cambio muy preciso en sus interrogantes sobre Dios, que pued^ ser confundido con una araña o con el padre de Harriet Andersson y Lars °assgard (Detrás de un vidrio oscuro), c¿ie puede negar su In i h a b l a r d e e s t a s m u j e r e s respuesta al sacqrdae protestante de Parece un film extraño Luz de invierno o que puede estar de-

>rohibido, La pasión de Ana. El toque. Gritos y Barbro Hiort af Ornas. ges Radio TV 2. susurros, 1966-1972). 1974 — La flauta mágica (Trollflojten). — Libreto 1976 — Cara a cara (Anslkte mot ansikte). — Li­ I973 — Escenas de la vida conyugal (Ecener ur de Ingmar Bergman sobre ópera de Mo- breto de Ingmar Bergman. Fotografía ett aktenskap). — Libreto de Ingmar zart y libreto de Schlkaneder. Fotografía (Eastmancolor), Sven Nykvist. Con Liv Bergman. Fotografía (Kodakchrome), Sven (Eastmancolor). Sven Nykvist. Con Josef Ullman, Erland Josephson, Gunnar Bjorns- Nykvist. Con Liv Ullman, Erland Joseph- Kostlinger, Irma Urrila, Hakan Hagegard, trand, Alno Taube-Henrikson. Cinemato- son, Bibi Andersson, Gunnel Lindblom, Elizabeth Erlkson, Kirsten Vaupel. Sverl- graph AB. (El huevo de la serpiente, Sonata de otoño, 1977). 22 finitivamente ausente (El silencio). La de estas mujeres escondía la metafísi­ te los explica con fórmulas de manual metafísica reemplaza durante ese pe­ ca y agredía a enemigos personales de de psicología, de modo que el film pa­ ríodo toda posible referencia a la rea­ Bergman que según él no entendían rece una versión Reader's Digest de las lidad inmediata y cotidiana, que sólo gran cosa de sus films. Entre 1973 y claves que podrían explicar sueños, alu­ aparece ocasionalmente en Cuando hu­ 1976 Bergman intenta tres variantes pa­ cinaciones y temores de la protagonis­ ye el día y Tres almas desnudas, dos ra olvidarse de la muerte: regresa a un ta; por otra parte inventa signos extra­ film s de plenitud que son una respues­ estudio de comportamiento de la pare­ vagantes que incluyen el viaje de Liv ta indirecta a las angustias de Noche ja, como veinte años antes (Escenas de Ullman a casa de la abuela para que de circo: la vida como contraposición la vida conyugal), adapta con liberta­ después termine como Caperucita Ro­ a la murte, la luz de Tres almas desnu­ des varias una ópera de Mozart(La flau­ ja (el lobo feroz es el sexo, claro) o co­ das que acompaña a las mujeres que, ta mágica) y procura descubrir lo que mo la Bella Durmiente del Bosque, con dan a luz, ese acto que las aproxima le pasa a la pobre Liv Ullman que mira ataúd y todo, en una burla muy clara a Dios y que está negado a los hom­ hacia atrás para explicar su vida actual a la gente que quiere interpretarlo to­ bres. y al final se resigna (Cara a cara) en do pero se olvida que al fin y al cabo Ni hablar de estas mujeres y des­ un gesto que proviene también de films no es para tanto. No, es casual que el pués el episodio de Los estimulantes de la década del cincuenta y en particu­ psiquiatra que intenta defender a Liv de están más cerca de la simple confiden­ lar de El fracasado, Juventud divino te­ ella misma termine derrotado y admita cia personal, con su sátira a los críti­ soro y Cuando huye el día. Lo único que sus problemas son en última ins­ cos torpes, con maestros de canto pro­ en común de estos tres film s de los tancia peores que los de la mujer. Co­ miscuos y gente extravagante que se años setenta es la escasa seriedad con mo nadie soluciona nada, el hombre hu­ presume son gente del arte y la vida que tratan sus motivaciones argumén­ ye hacia otra parte donde liberará su teatral (Ni hablar de estas mujeres) o tales. homosexualidad y la mujer transa, vuel­ con el simple registro de Daniel Berg- Escenas de la vida conyugal adopta ve a su vida diaria y a arreglárselas co­ man, hijo del director con la pianista un nivel de comedía brillante, con diá­ mo pueda. Buscar una trascendencia Kabi Laretei (Daniel). Estas dos pelícu­ logos ingeniosos y se cierra con dos mayor en estos tres films sería un las de transición son claramente un pa­ capítulos finales que subvierten las con­ error de apreciación porque los tres es­ satiempo que nada tiene que ver con venciones matrimoniales para que la tán impregnados de la distensión con las angustias de Dios o con las obse­ pareja Liv Ullman - Erland Josephson se que Bergman se defiende de sí mismo siones sobre la vida y la muerte que amoide después de divorciada, una te­ y que suele generar films imaginativos, un año después comenzarán a explorar sis que desdoble frustraciones, renco­ !lenos~de una inventiva burlona que no otros films. Lo único preciso es que res, un par de mutilaciones y la tran­ se advierte en períodos más intensos Bergman borra sus ideas previas y qui­ sacción final, para que el espectador se de su carrera. Esas virtudes no son re­ zás descansa, previsiblemente porque quede con la satisfacción de compro­ chazables y no parece correcto exigir­ es su método para mantener el equili­ bar que aquí no ha pasado nada. En La le las angustias, los desgarramientos y brio psíquico. El otro: internarse' con flauta mágica las estupideces del libre­ los rigores que explican títulos más fa­ frecuencia en sanatorios psiquiátricos; to de Schikaneder para Mozart, con re­ mosos. El error es de la crítica y del pero no le sirve porque se pone a es­ ferencias a la masonería, a la luz y a público que identifican a Bergman con cribir libretos que además son Inquie­ otras creencias pasadas de moda, le de­ "trascendencia” y no pueden admitir tantes (El silencio, por ejemplo). Las jan la libertad de jugar con cartelltos que el director se tome vacaciones y se únicas distensiones son sus propios que anticipan canciones de mala letra divierta. Porque aunque lo disimule muy demonios, un proceso en el que poco y divertirse con despliegues de ritmo bien es posible que Bergman sea tam­ tiene que ver la sociedad que lo rodea y agllíadad que respetan la música pero bién humano. Durante años se ha ais­ o el famoso mundo exterior que a ve­ olvidan la obra original, un acto razo­ lado del mundo inmediato, con un ges­ ces parece interesarle. nable y compartibíe. En Cara a cara la to que imita de ese Dios que no existe. EN LOS AÑOS SE'tENTA. Una mu­ pobre Liv Ullman tiene problemas terri­ Su problema es defenderse de sí mis­ jer absorbe la personalidad de otra, en bles, con los que Bergman hace dos co­ mo. un acto de canibalismo o quizás lesbia- sas no demasiado serias: por una par­ M. Martínez Carril no (Persona), los demonios del artista son capaces de exterminarlo (La hora del lobo), la violencia de un mundo ex­ terior que no se entiende, en parte por­ que nunca se trató de entenderlo, pro­ voca la angustia de Vergüenza. Cotí va­ riantes esos temas que Bergman utili­ za a partir de 1966 conducen a la ob­ sesión por la muerte, que empieza siendo la muerte individual, la muerte de los demonios misteriosos de La ho­ ra del lobo, la muerte cotidiana, , con monjes budistas que se incineran en Saigón (Vergüenza), y que termina con Gritos y susurros (1972) donde el cuer­ po de Harriet Andersson se corrompe por cáncer, ante la contemplación de sus hermanas, varios hombres distan­ tes y un haya que la recoge sobre sus anchos senos como si fuera una vuel­ ta imposible al origen de la vida. Des­ pués de la muerte no hay nada que es­ perar, segunda certeza que el director ha descubierto a lo largo de los años (la primera, que Dios no existe, en El silencio). La fuga de esas obsesiones se produce con tres films que tienen poco que ver entre sí y que indican un grado mayor de desconcierto que los dos paréntesis anteriores: en los años cincuenta Una lección de amor, Confe­ sión de pecadores y Sonrisas de una noche de verano no se alejaban de las ideas sobre la difícil convivencia de los sexos y el sometimiento del hombre a ESCENAS DE LA VIDA CONYUGAL la mujer; diez años después Ni hablar Un retorno a veinte años antes 23