Temporada 2003-2004

0 Fundación Gran Teatre del Liceu

Generalitat de Catalunya Ministerio de Educación, Cultura y Deporte Ajuntament de Barcelona Diputació de Barcelona Sociedad del Gran Teatre del LIceu Consejo de Mecenazgo

Tragedia lírica en tres actos Libreto de Giuseppe Bardari basado en la traducción italiana de Andrea Maffei de María Stuart de Friedrich von Schiller Mtísica de

En version de concierto

Domingo, 9 de noviembre de 2003, 17.00 li. turno T Jueves, 13 de noviemltre de 2003, 20.30 li. turno B Ltnies, 17 de noviembre de 2003, 20.30 ii. turno H Jueves, 20 de noviembre de 2003, 20.30 h Ltmes, 24 de noviembre de 2003, 20.30 li. turno A Ij Fundació Gran Teatre del Liceu Generalitat de Catalunya, Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Ajuntament de Barcelona, Diputació de Barcelona, Societat del Gran Teatre del Liceu i Consell de Mecenatge

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Ii / Indice

9 Reparto

12 Resumen argumenta]

26 Nunca en boca de la reina

42 Biografías

55 Grabaciones

60 Cronología liceísta

62 Próximas funciones

65 English / Français

71 Textos Maria Stuarda

Maria Stuarda, reina de Escocia Edila Gruberova Elisabetta. reina de Inglaterra Sonia Ganassi Roberto, conde de Leicester Juan Diego Flórez Reinaldo Macias (24 de noviembre) Giorgio Talbot, conde de Shrewsbury Simón Orfila Lord Gngliehno Cecil, gran tesorero Angel Odena Anna Kennedy, niñera tie Maria Stnarda Ana Nebot

Dirección musical Friedrich Haider

ORQUESTRA SIMI ONIGA Y GOR DEL GRAN TEATRE DEL EIGEU

Dirección del coro William Spaulding

Asistente de la dirección musical Guerassim Voronkov Asistentes musicales Mark Hastings, Osias Wilenski, Eloi Jové, Conxita García

Goncertino Kai Gleusteeii

Sobretitnlado

Goordinación, adaptación y manipulación Gloria Nogué Manipulación v traducción al castellano Irma Hiiici

El sistema de subtitulación es posible gracias al mecenazgo del Sr. Alberto Vilar ^ -f f jr -

«Maria Estuardo -ahora sale a luz con claridad el rasgo decisivo de su carácter: su orgullo varonil, indomable, inflexible, duro- nunca se quedará donde no es más que la segunda, su arrogante y vehemente corazón jamás se conformará con una pequeña posición, con un rango a medias. Prefiere elegir la Nada, prefiere la Muerte»

s T K F A N Z V\ E I (;

María Extuardo 12

Página aiitprior: Artista desconocido posterior a François (donet:

María, reina de los escoceses. Scottish National Portrait Gallery- (Fdimlmrgo).

Página sigtiiente: Posterior a Nicholas Hilliard:

.\faría. reino de los escoceses. (c. 1610) National Portrait Gallery Resumen argumentai (Londres).

Maria Stiiarda, ópera (tragedia liricaj en tres actos de Gaetano Donizetti con libreto de Giuseppe Bardari, basado en la tragedia hoinóniina de Friedrich Schdler María Stuart (1800), conocida en Italia por la traducción de Andrea Majfei (1830), fue estrenada en el Teatro alia Scala de Milán en 1835. Una versión con libreto totalmente modificado por exigencias de la censura -con la acción trasladada al tiempo de güelfos y gibelinos- se había estrenado en Ñapóles un año antes (1834) con el título de Buondelnioiite. Llegó al Teatre Principal de Barcelona en 1842, pero no fue estrenada en el Liceu hasta 1969, protagonizada por Montserrat Caballé, ya dentro de la llamada «Donizetti renaissance». La partitura de esta ópera ha tenido a lo largo de su historia distintas versiones. En la actnalidad se representa habitualmente la edición crítica de Anders líiklnnt (Ricordi. 1991). Obra de plenitud del compositor, forma parte del llamado «ciclo Tudor», entre (1830) y Boberto Deverenx (1838), y constituye un espléndido ejemplo de la ópera romántica belcantista italiana, desde los pantos de vista literario y musical. H F. S r M E N A I) G U M F N T A L 15 14 j I! K s IM K N A H (; i: M lO N T A I.

Entra la reina «Murieron más o menos y declara sus dudas, porque ama secretamente al conde

currido de Leicester (aria .ahí q u a n d o aleara s c o r g e m i • ). Lord Tal¬ riolenlamen/e, lodos los (jne ya casi veinte años desde que María Estuardo, derro¬ cada del trono escocés tras una serie de complicadas intrigas bot, consejero suyo, intercede a favor de Maria Stuarda, prisionera en amaron a María tístnardo, La acción Iranscurre en Inglaterra, año 1587, cuando lian trans¬ el castillo de y vicisitudes, se vio obligada a pedir asilo a Isabel I de Inglaterra, que Fortheringay, pero Lord Cecil, también importante con¬ iodos los (¡ne desenvainaron la convierte, de hecho, en prisionera suya. Las dos reinas representan sejero, le recomienda no tener piedad. los cortesanos piden gra¬ sn cia y la reina expresa sus dudas en la CMIALETTA «aii! dal espada para defenderla, intereses políticos y religiosos totalmente opuestos y las conspiracio¬ ciel discenda un raggio». iodos los amigos (pie nes de las facciones nobles católicas alrededor de María se suceden, Elisabetta (piisieron ayudarla liasia el liasta que la encabezada por Babington supone la sentencia a muerte pregunta por Leicester y cuando éste llega le encarga la y ejecución de la reina escocesa en el castillo de Fortheringay. entrega de un anillo al embajador francés en signo de aceptación -en fin: mnrió irágicamenie, por principio- del compromiso y queda muv contrariada al ver cfue el (piererla, John (íordon; fue conde no muestra tristeza alguna a causa de su decisión. Cuando que¬ decapiiado por amarla ACTO I dan solos Leicester y Talbot, éste, cjue es, como se ha apuntado hace Cliasielard; Hiedo, sn poco, partidario de Maria y ferviente católico, confía discretamente al «No la llamaremos conde secreiario, Jne asesinado; -quien cuando era joven había estado enamorado de la reina escocesa- una carta de la del embajador francés que ha venido a pedir la mano de pero se prisionera pidiéndole avuda v mi retrato. Darnley, sn esposo, snjrió impildica, ha la reina Elisabetta leicester. c o n .\i o i d o . canta ahora un a r i a a p asio n ada. «ahi En el palacio de Westminsterpara su rey.se celebranLa reinafiestasmuestraen honora tra¬ educado en compañía ignal snerie; Boilnrelf el remiro il bel de liberarla vés de una pequeña estratagema sus sentimientos amorosos hacia semblante», y expresa su decisión de los peores mayor error de sn vida, el conde de Leicester, que no son correspondidos. El consejero aunque le cueste la vida (CABALETTA «se fid a tanto cole)

pervertidores, de esos m 1 a .m ò » huyó a Dinamarea, jne real Talbot, de convicciones católicas, suplica a Elisabetta cle¬ ). mencia cpie consideran el Al volver Elisabetta ve a Leicester turbado y sosjiecha de inmediato aprisionado y perdió la para Maria Stuarda, prisionera en el castillo de For¬ incesto como los la intervención de Talbot a favor de Maria. Después de una cierta vaci¬ razón; el theringay, ante la actitud totalmente opuesta del consejero Cecil, dnxpie de Norfolk lación ferviente protestante, partidario de una gran severidad hacia la hombres honestos la inicial, el conde decide aceptar la demanda de Maria e inter¬ perdió la vida en el cadalso; venir de forma franca a su favor ante la reina reina escocesa. Talbot pide ayuda a había estado inglesa, que se muestra Leicester-que compañía de la esposa» Juan de Ansiria, sn a su vez claramente enamorada de él. se inicia un brillante dúo enamorado de Maria Stuarda- para obtener gracia para ella, y .1 O H N K N O X e n t r e el conde y l a rei n a pveiendienie, dejó esie el conde siente renacer sus antiguos sentimientos y habla a Eli¬ que CI e r r a l a p r i .M e r a parte: él le mundo en la flor de la vida; sabetta en su favor. Obtiene de la reina inglesa que hable con su entrega la carta de María donde suplica a Elisabetta una entrevista. La reina le prisionera -las dos reinas no se conocen personalmente-, pero reprocha que esté enamorado de la prisionera v él le asegura Habingion y sus compañevos, el apasionamiento del conde y sus bellos recuerdos despiertan que solamente siente piedad por ella, pero cuando le pregunta por su (¡ne iraiaron de libeviarla, los celos belleza -las dos reinas no se han visto nunca- e i. c o n d e responde y el rencor de Elisabetta a pesar de no mostrarlo abier¬ mnvievon enire horvibles tamente. en tono inequívocamente apasionado evo c a n d 0 sus e n can¬

L A I' E H A S V. tos de .luventud suplicios a manos del Ó A li H lí C: O N II N A F R A S E M A R C I A L Y A M E N A Z A D O R A A (.era d'am or l ' i m m a g i n e » ) . Elisabetta Ccdc

I' 1. E n A O R finalmente verdugo. A nadie irajo (,)uE sT A . q U E SE REPITE A LO LARGO DEL PRELUDIO, q u E y acuerda entrcAdstarse cou ella en ocasión de nna cacería D ESE M ROCA EN UN PUNZANTE SOLO DE CLARINETE. que en conven¬ snerie el amor o la amisiad tendrá lugar los bosques de Eortheringay, pero queda En un cida de gran salón del palacio de Westminster, un brillante coro de que Leicester ama todavía a María y siente renacei' su enemis¬ con María Esinardo» tad hacia la rival cortesanos que regresan del torneo celebrado en honor del embajador política y amorosa que m u e s t r a e x p l I c i t a m e n t e C A U I. O S V l \ V 1. I, o s s A I. (NAS írancés (.sul crin la rivale la man mi stendea»), mientras el conde. El doloroso destino de Marín Estuardo que ha venido a pedir la mano de Elisabetta para su rey c a n r a Arriba: «I listona John Knox. ingenuo. sigue implorando piedad hasta el final del y vida» (onm) de 1072) ELOGIOS A L A S O B E R A N A SE ALEGRA DE ESTA POSIBLE BODA. acto. 16 [ K K S U M K N A li (i i: M K N T A I,

ACTO II «Desde la niñez, Isabel había afirmado y defendido la naturaleza Stuarda, ésta evoca con nostalgia los años de juventud y sacrosanta de la Enfelicidadlos bosquesquedelpasócastilloen Francia.que sirveLeicesterde prisiónaparecepara Mariacon motivo de una cacería de los nobles ingleses por estos lugares, realeza. Verse ahora y advierte a Maria que le ha preparado una entrevista con Eli- obligada a actuar como sabetta para hablar de su futuro, aconsejándole una actitud si no creyera en ella era sumisa y conciliadora para obtener su libertad. Le declara, ade¬ como sifuera ajena a su más, sus sentimientos hacia ella y la voluntad de defenderla hasta el fin. Pero el encuentro de las dos reinas hace presentir propia esencia. Pero desde el primer momento que el recelo y los antiguos rencores aunque los reparos son un obstáculo insuperable. Efectivamente, cuando Elisabetta racionales eran los más decide humillar a Maria y le reprocha su vida licenciosa, ésta poderosos, detrás de siente que la ira y el odio se apoderan de ella e insulta a la hija ellos estaba el terrible de Ana Bolena con una agresividad inaudita, en una escena sin poder de lo irracional: parangón en la ópera italiana de la época. Con ello firma su sen¬ «Mientras esta rnujer cortando la cabeza de tencia de muerte.

diabólica esté viva, ni una En los bosques de Fortheringay, desde donde se avista el mar, apa¬ reina, de una prima Su Majestad puede rece Maria Stuarda seguida de su fiel criada Auna. La belleza de las suya, de una mujer, flores pensar en seguir en y la dulzura de la brisa hacen que olvide por unos instantes su invocaba el espectro que cautividad trancpiila posesión de la y tiene un emocionado recuerdo hacia las tierras había dominado su de francia donde haría transcurrido su juventud, que corona ni sus fieles existencia» canta en su primera aria. considerada uno de los momentos servidores pueden estar E i. i z a b e: t h .1 i: n k i n s musicales m,vs rel los de la partitura, «oh nube! che lie ve Elizabeth the Great

seguros de seguir con per l ■ a r i a ti a c g i r i », de delicada melodía que el arpa acom¬

vida» paña con una inch.ávida sensación de ligereza.

darla de Sir Francis Walsingliani (1572) se escucha el sonido de las trompetas y los cantos de los

Isabel I . c a z a d o r e s, fuera de escena, que nos devuelven bruscamente a la realidad y ammciaii la llegada de Elisabetta, que participa en la cace¬ ría. Reacciona con angustia ante la nueva situación y nos muestra ner su libertad, actitud que le causa un desánimo y rechazo profun¬ ahora otro aspecto de su personalidad, menos dócil y resignado de lo dos («da tutti abbandonata»)- el conde insiste a darle espe¬ (]ue el aria anterior podía sugerir, en la cabaletta «nella pace ranzas sobre el cambio de su destino y le promete luchar

del m esto riposo». de tempo moderado y que deja adivinar por ella hasta el fin. ella teme entonces por la vida de su

s u herido orgullo. valedor ( . a 11 ! se il mio cor tremó g i a m .m a i . ) y el dúo con¬ Cuando se dispone a huir del lugar, llega Leicester, que se muestra tinúa apasionadamente con las promesas del conde. dándole W ¡iliain Cecil, Lord Burghley. muy amoroso y le aconseja una actitud sumisa y respetuosa para obte- palabra de honor de salvarla y casarse con ella. 18 \\ K SUM !•: N A IM; I' M K N T A 1, lí K S r .M K N A R (; l' .\I K N T A I. I 1*)

«Los Esiuardo no Sale Maria y liega Elisabetta rode¬ «Si tuviera qne casarme ACTO III ada de cortesanos y cazadores. Estos con sabían reinar, pero en ella, ana mujer tan se apartan y la reina hace notar a Eei- cambio sabían morir. Ll malvada, así como cester el sacrificio que le cuesta con¬ niinster, donde Elisabetta duda de firmar ¡a sentencia CO adúltera y asesina notoria, mp o rfamien to de ceder una entrevista a Maria de muerte de Maria Stuarda, en tres escenas,Stuarda, pero la presión deenCecil\Vest-y me Dividido la primera tiene lugar María en el una patíbulo fne mientras que el conde le recuerda sti gustaría tener la aparición de Leicester la empujan a que, finalmente, se decida almohada digno de las tradiciones |)romesa de tener piedad de la prisio¬ segara. Y, si a eliminar a su rival. En la escena segunda. Maria recibe la noti¬ nera. Talbot conduce a María ante la cia de su condena, de los martirologios, y finalmente me casara con que soporta con dignidad, de Itoca del cruel reina Cecil, mediante el terrible inglesa, v ambas mujeres mues¬ ella, sabiendo como sé cpie pero Talbot se queda con ella, le revela su condición de tran va de entrada -.e'se m pre e.\ sacerdote católico y le proporciona los auxilios es|)irituales escu¬ acto de cortarle la pretende la corona de STESS.-\. SUPERBA. ORGOGLIOSA» DE chando la sincera confesión de la reina escocesa, que se arre¬ Vuestra Majestad, Vuestra cabeza, todos aquellos EEISABETTA CONTRA «SUL VISO STA piente de sus errores y culpas, y dándole ánimos para confiar

a los I.M PR ESS A Dl acusarme en una vida que ella había giELLA TI R A N N A • DE MARIA- SU reCelo e inCOltlodi- Majestadpodría mejor cerca de Dios. Ea tercera escena nos lleva a a mí también con toda los con in tentado traicionary dad ante un encuentro lleno de suspicacias y antiguos rencores que últimos momentos de la reina condenada, el lamento de ha de constituir el momento dramático culminante de la razón de sus matar se convirtieron al ópera. pretender allegados, el adiós lleno de sentimiento de Leicester y la acti¬ Signe UN CONCISO SE.XTETO EORMADO por i. as DOS REINAS. también tud generosa y valiente de Maria Stuarda que perdona a sus ver¬ instante en criminales yo la corona de ANNA. LEICESTER. TALBOT V CECIL. EN EL QUE LOS P E R S O N A .1 E S dugos y pide a Dios que no castigue a Inglaterra por su muerte, vuestra cabeza» sacrilegos» E-XPRESAN SUS CONTRASTADOS ESTADOS DE .ÁNIMO. ESPERANZAS Y antes de subir al cadalso.

K LIZA KT II J K N K I N S Respuesta del duque de Norfolk a Isabel I. T E M O R E S. Eiiialmente, Maria se arrodilla tímidamente ante la rechazando la Eiizabefh the (íreat sobe¬ [tropuesta de casarse

con María Estuardo rana inglesa yle suplica clemencia («MORTA AL MONDO. E MORTA AL T R O N O. ), [)ero Elisabetta se crece ante la humillación y en un alegato Esc E N A P R I M E R A cargado de menosprecio y dureza recrimina a la escocesa sus antiguos errores y conspiraciones. La tímida intervención de Leicester que intenta aún salvar la situación no detiene a Elisabetta, que con sar¬ tencia de muerte de Maria Stuarda llevada por unos vagos casmos ataca a María en sn honor de innjer. La reacción de ésta es EntemoresSU gabinete(«quedeleaWestminster,vita, q i:Elisabettael la vitadudaa mede funesta.)firmar la sen¬a tremenda e imparable, v en un célebre texto declamado pro¬ pesar de la firme actitud de Cecil contra la escocesa, considerándola fiere ALGUNAS DE LAS PALABRAS MÁS DURAS QUE PUEDEN OÍRSE un peligro real para la monarquía inglesa y viendo la necesidad de cas¬

EN UNA ÓPERA DEL OCHOCIENTOS; . A H ! NO... FIGLIA IMPURA DI tigar de manera ejemplar los insultos proferidos contra la soberana. La entrada de Leicester ROLENA. PARLI TU DI DiSONORE? MERETRICE INDEGNA E OSCENA. preci[)ita la firma de la sentencia por parte IN TE CADA II. MIO ROSSORE. PROF AN ATO È II. SOGLIO INGLESE. de Elisabetta y la reacción del conde -(pie intercede de manera ine¬

\ I L B A S r A R D A . D A L T lU) PIÉ!». quívoca a favor de la clemencia («AIi; DE II. PER PIETÁ SOS PENDI. )- UN TERCETO Con esta exjdosión de ira y resentimiento Maria firma su sentencia CONDUCE EL BREVE DÚO ANTERIOR A ENTRE LOS TRES de muerte. Elisabetta ordena (]ue los guardias se lleven a la prisionera P E R S O N A .1 E S E N E L QUE C A D A i: N O .M A N T I E N E CO N F I R M E Z A SU POSICIÓN. La crueldad de la ante la satisíacción de Cecil y la consternación de Anna, Talbot y Lei¬ reina, cpie da por acabado sn amor por Arr¡l)a: Leicester (. \ a n n e . i n d e c n o. r ■ a p p a r e n e l v o l t o . ), I lans Kworlh: cester, Y UNA VEZ MÁS LOS SENTIMIENTOS CONTRAPUESTOS SE EXPRE¬ 1 lega hasta Lord Setoii. Honn" Stewart, Lord Darnley. extremo a a SAN E N U N C O N C E R T A N T E ( « V A. P R E P A R A T I FURENTE A S O F F el de dar éste la orden de asistir la (pie RIR Scottisii National Portrait GalleiA" ejecución, tendrá Consorte de María, reina de Escocia (1555). L'ESTRE.MO FATO») QUE CONSTITUYE LA STItETTA FINAL DEL ACTO. (Eíliniburgo). lugar al sonar el tercer cañonazo. li E S I M E N A n G l .M E .N T A I. 21 20 ' lî K s l' M K N A H G r M K \ T A I.

I-: s C E N A S E (; L N I) A

«lü peligro no siempre es el fatal encnentro que ha tenido con Elisabetta y teme por la igual, tiene grados. Si os suerte de Leicester. Entra Cecil, acompañado de Talbot, y casarais, sería menor; En sn estancia del castillo de Fortheringay, Maria Stuarda evoca notifica a la ])risionera la sentencia de muerte inmediata. Maria recibe mientras no lo hagáis, la noticia con dignidad, rebúsa el auxilio espiritual de nn ministro pro¬ aumentarái. Si su testante (jiie le ofrece Cecil y pide quedarse sola con Talbot. persona permaneciera Éste se mnestra comprensivo y lleno de piedad hacia Maria, y ella Izquierda: Atribuido a Steven van Meiilen: le confía sn alma atormentada por el siniestro fantasma de sus culpas recluida, aquí o en Lord Robert Dudley. y ecjuivocaciones, comenzando por la cruel muerte de Lord Darnley, Escocia, sería menor; si Derecha: Sil segundo y secretario su capa, .lohn de (Iritz: en marido, la del Rizzio. Talbot abre le estuviera libertad, Sir Francis muestra sus hábitos de sacerdote católico y se ofrece para darle la Walsiiigham. sería mayor. Si fuera absol lición, l a c o n f e s i ó n de m a h i a stuarda se inici a e n e l

declarada culpable del REI.1,0 LAliCHETrO «OUANDO di luce rosea», de gran expresi- BELLA Y VIBRANTE. PRONTO SECUNDADA POR LAS VOCES DE LOS asesinato de su \- I D A D . E N E L Q U E MUY SINCERAMENTE SE ARREPIENTE DE SUS esposo, «Si para María su ERRORES -admite la FAMILIARES, SOBRE LAS CUALES, EN ALTERNANCIA DE PIANO Y FOR- sería una ctilpa de haber empujado a la muerte a Darn¬ persona menos osadía heroica y necia TISSSIMO. EMERGE AGUDÍSIMA LA DE LA SOPRANO HASTA EL SI ley, pero se declara inocente en la conspiración de Babington por la se convierte en ¡jcligrosa; si se BEMOL. Escuchamos entonces el (|ue se la ha condenado- v continúa, una vez recibido el perdón. primer cañonazo. mantuviera el silencio Cecil entra C o N E L D Ú o C ON TALBOT. LA MARCHA . L A S C I A CONTENTA AL C A R - fatalidad, para Isabel y concede a la condenada cjue exprese sn último deseo. sobre la cicatriz de ese su MARIA PIDE LA QUE LLEVE C E R E ». E N LA QUE EL SACERDOTE LA EXHORTA A PENSAR EN L A duda y titubeo QUE ANNA ACOMPAÑE AL PATÍBULO Y A ELISABETTA EL PERDÓN DE LA asesinato, acabaría OTRA VIDA. DONDE A C A B A R .\ SU SUFRIMIENTO. ABRE LA PUERTA A terminan convirtiéndose QUE VA A MORIR. INICIANDO UNA DOBLE ARIA. UNA ESPERANZA FINAL QUE LA MÚSICA INSINÚA. QUE DONIZETTI TITULÓ «ARIA DEL SUPPLIZIO», CUYA PRIMERA cerrándose, y el peligro en beneficio. Porque en PARTE ES LA DEL PERDÓN. «DI UN CUOR QUE MORE RECA IL PERDONO», sería mayor» política la lenta LLENA DE DIGNIDAD Y NOBLEZA. SIN EXCESIVA COLORATURA. CON LA

Carta de ll'i/liam Cecil, Lord fíurgidey, a Isabel i INTERVENCIÓN NUE VA.M EN TE DEL CORO AL EINAL. K H C E N A r E R C E K A persistencia siempre (16 (le octubre de 1569) vence a la fuerza Entra Leicester, cjue se despide con gran tristeza de Maria, y toda¬ incontrolada, el plan vía tiene fuerza para amenazar a los responsables, que Cecil repre¬ SE ABRE CON UN PRELUDIO V UN CORO CANTADO POR LOS elaborado al impulso senta, con la venganza divina, antes de que se oiga el segundo caño¬ FAMILIARES DE MARIA. QUE SE CONSTERNADOS nazo. LA REINA CONSIGUE CALMAR LOS ÍMPETUS DEL CONDE. LE La escena final, en una sala contiguaMUESTRANal lugar de la ejecución, improvisado, el PIDE SU BRAZO P A R A A C O .M P A Ñ A R L A A MORI R C O N C O R A JE EN L A A N T E LOS M A C A BROS p R E p A R A TI \ () S. Precedida por su fiel Anna, realismo al SEGUNDA Y B E L L í S I .M A P A RTE DEL ARIA, DE ADIÓS A L MUNDO. DE entra la reina, vestida de negro, con la corona real, saluda con digni¬

Página 23: romanticismo» UN A SE R E NI D A D E X T R A O R D I N A RIA . «AH! SE U N G I0 R N 0 D A dad a los Q U E S T E Nicholas I lilliard: presentes y pide a la sirviente qtie con su pañuelo mojado

lieimi IsabelI S í' E I- A N W E I C R IT 0 R T E » . EN L A Q U E E X P R E S A E L DES E 0 D E Q U E S U .M U E R T E N 0 por las lágrimas le ponga una venda en los ojos llegado el momento Z Marta Estuardo TRAIGA A I N G L A T E RR A LA A Z A A . terCCr CailOliaZO fatal. EXHORTA A LOS PRESENTES A ELEVAR UNA ORACIÓN A DIOS V E N G N D I \' I N El y Página 25: la Ejecución de María Estuardo ENCOMENDÁNDOSE A SU PERDÓN V REFUGIO. «DEH! TU DI UN UMILE aparición del verdugo marcan los momentos finales, con el lamento segiín una ininiatura del de la época. PREGHIERA IL S HON O. ODI». PLEGARIA EXTRAORDINARIAMENTE coro, la cruel actitud de Cecil y el hundimiento de Leicester.

T K II K S A L I. O K E T «l.leguc a esie reina ecni la promesa de apoyo y ayuda contra mis enemigos y no <-omo súbdita, como podría demostraros si tuviera conmigo mis papeles; en lugar de ello fue detenida y encarcelada... No niego que haya deseado seriamente la libertad y que he he<'ho todo lo posible para procurármela. En ese sentido he $■ Ink m-ttíi' seguido un deseo perfectamente natural. ¿Acaso puedo ser la responsable de los 1 proyectos criminales de un puñado de hombres desesperados que planearon sin mi conocimiento y participación? [...] No puedo andar sin ayuda ni usar los brazos, y he pasado la mayor parte de mi tiempo confinada en el lecho por la enfermedad... Mi avanzada edad y la debilidad de mi pobre cuerpo me impiden desear volver a tomar las riendas.del gobierno. Me quedan quizá sólo dos o tres días de vida en este mundo, y no aspiro a tener una posición pública, sobre todo cuando pienso en el dolor y la desesperación a que deben enfrentarse aquellos que desean hacer lo que deben y actuar con y en perversa, y justicia dignidad medio de esta tan -■••Of"• V generación v ^ ■ -yJ:: -'- 'y A HM t A.*" : F^'· .·.s·: cuando el entero de crímenes ;«• V- ■■ ■' »,• ' mundo está lleno j - y conflictos. [...] No deseo la C-i/ = .'.té.A venganza que es venganza, en manos .• l^a la dejo de Dios, el justo Vengador del e.- ·4';K··^ -r inocente y de los que sufren por Su Nombre y bajo cuyo poder me refugiaré. Yo "Yltn! ■'F S •• •■•* •'» f „'F-- prefiero rezar con Esther que tomar la espada junto a Judith. [...] •Y"f\ 'WMm f Por mi parte, no deseo acusar a mis pero puedo ver claramente secretarios, '''· que lo que ellos han dicho es producto del miedo a la tortura y a la muerte. Con la promesa de sus vidas y para salvarse, se han acusado a sí mismos a mi costa, imaginando que así yo podría salvarme más fácilmente, no sabiendo al mismo tiempo dónde estaba yo, y sin sospechar siquiera el modo en que me trataban... Si ellos estuvieran en mi presencia en este momento, me limpiarían de la mácula de toda ^ Y ' ilife vy culpa y mi causa debería sobreseerse. [...] . act'-;" •

■> . A • "ík-M. •

■ lUi No he deseado nada más 1- - -x Y y. ■■ ' ■ que se y. mi liberación... mis súbditos volvieron mal¬ í\-v .--■•■ . ' íítS.- vados y arrogantes y abusaron de mi t'lemencia; en cambio, ahora se lamentan porque nunca estuvieron tan bien como bajo mi reinado... Nobles y caballeros, pongo causa en manos me a tener nunca mi de Dios... Que Dios guarde volver r T.w" VI más nada con ustedes» ^^-4 Y,

\l A 1{ í A K S r l AU I) o Declai'iicióii ante el Irüaiiiai de l'Oriiieriimax' (l-)o()) m à «La ayudaron a levantarse y fe empezaron a saear sus vestidos: entonces ella puso su erueinjo sobre el taburete, y uno de b»s verdugos tomó de su cuello el Agnus Dei, que ella, |)oniendo las manos encima, dio a una de las mujeres, y dijo al verdugo cjue deberían darle dinero por él. Después soportó de buen grado que, con sus dos mujeres, le quitaran la cadena de cuentas perfumadas y todos sus demás atavíos, y con alegría más bien que con dolor ayudó ella misma a |)repararse, poniéndose <*on sus propias manos un par de mangas que ellos ha¬ bían quitado, y todo ello con cierta prisa, como si tuviera deseos de morirse. Durante todo el tiempo que tardaron en prepararla, ni un solo momento cam¬ bió su semblante, e incluso, animosa y sonriente, pronunció estas palabras, "que nunca había tenido unos ayudas de cámara parecidos para arreglarse y que nunca antes se había desvestido en semejante compañía"»

|{ o it i: i« i \V v \ k i i i; I, i) r.

('¡('(•lición (le Maríd lísfiKirdn. el s de fchrcro de Í.)S7 en d ('d.sliflo de l'or/li('rÍití£d\

«Una de las mujeres llevaba un paño del Corpus (]hristi doblado en triángulo, que después de besar puso sobre el rostro de la reina de los escoceses, y lo sujetó fuertemente muy a|)retado al cráneo. Entonces las dos mujeres se separaron de ella, y ella, arrodillándose sobre el cojín con la mayor resolución, y sin hacer ninguna señal ni mostrar miedo a la muerte, recitó en voz alta este salmo en latín: hi Te Diiminc coufido. mm coufimdar in Hernam, etc. Luego, andando a tien¬ tas Inu'ia el tajo, reclinó en él su cabeza, poniendo su barbilla sobre el tajo junto con ambos manos, que. allí muy quietas, el verdugo hubiera cortado de no haber¬ las visto. Luego, manteniéndose sobre el tajo con la mayor calma, y alargando los brazos, gritó, hi iminns tuas. Doniine^ etc, tres o cuatro veces. Entonces, man¬ teniéndose muy quieta sobre el tajo, mientras uno de los verdugos la sostenía ligeramente con una mano, soportó dos hachazos que le asestó el otro verdugo, sin que ella hiciera el más mínimo ruido o como mucho un ruido impercepti¬ ble ni moviera |)arte alguna de su cuerpo del lugar donde se encontraba, y así el verdugo le cortó la cabeza, salvo un pequeño cartílago, y una vez cortado éste el verdugo alzó su cabeza a la vista de todos los asistentes y exclamó "Dios salve a la reina"»

II o It i. it I \\ \ \ k I 11.1.1) i;

Cróiiicd de ¡a ('¡ccución (fe Maríd ¡.stnnrdo. el s de fchrcro de /Í)S7 cu cf ('dstillo de f'or/licritií£(n 26

Jamás en boca de la reina

La censura abortó el estreno absoluto de esta obra maestra del belcantismo romántico. Pieza esencial de la «Trilogía Tudor» donizettiana, Maria Stuarda debió esperar para darse a conocer. Hoy forma parte del repertorio gracias al apoyo de distintas divas contemporáneas que han creído en el profundo retrato de la protagonista Página siguiente: Donizetti en una miniatura de que Donizetti esculpió hace casi doscientos años. 1844 dedicada a M. Albanesi.

destronada qne había vivido prisionera de castillo en castillo Llevadadurantealargosjuicio años,el 14 ftiede agostofinalmentede 1586,condenadala reinaa muertede Escociacon la unanimidad del tribunal que la juzgó después de un largo debate no exento de arbitrariedades y violaciones en el procedimiento jurí¬ dico. El veredicto indignó a los escoceses, quienes vieron en el dicta¬ men en contra de María Estuardo una excusa para reavivar sus sue- 28 JAMÁS K N li O C A 13 E E A h E i N A .1 A MAS E N B O C A 13 E 1. A BEINA 29

«La revolución llevada ños nacionalistas: una de sus rei¬ Historia inspiradora nas era condenada a muerte a caho por Donizetti en por extranjeros. El amor filial del Eo que la historia dejó para el recuerdo sirvió de fuente de inspira¬ el lenguaje fue muy monarca escocés, sin embargo, ción para Schiller, quien imaginó un encuentro explosivo entre ambas importante. A partir de no movió montañas en defensa reinas que, con el paso del tiempo, ha llegado a convertirse en uno de Anna Bolena, la su de madre, ni mucho menos, los momentos culminantes de la creación operística, un dúo en el que utilización del tema porque Jaime VI, su heredero y las dos mujeres enseñan sus armas y se insultan sin remordimientos.

a favor del cual Maria era histórico y de una abdicó, «Isabel poderosa, pero estaba señalada por los traumas de su ado¬ hizo lescencia tremenda -comenta la casuística basada en el poco o nada para evitar esta gran soprano Leyia Gencer, una de muerte guiado por el resenti¬ las intérpretes que ha ayudado al rescate del olvido de la Maria Stuai'da engaño y la pasión miento (la madre había tramado donizettiana-; para ella la Stuarda era un escollo, un agrio lastre de amorosa, en el sentido contra él junto con Felipe II de toda su vida: por la belleza, porque era reina y rival. Porque era amada. del honor «Donizetti no se contentó y el orgullo, España) y por el oportunismo: Para romper con este escollo debe eliminarla. ¿Cómo? Gracias a intri¬ en absoluto con en coherencia con la la esterilidad de Isabel de Ingla¬ aceptar gas en las cuales la incauta Stuarda se deja envolver». sociedad de la época terra legitimaba sus aspiracio¬ el statu quo operístico, y Pero la historia, y con ella, Schiller, Donizetti y su libretista Bar- nes a la sucesión. dari saben que la Stuarda no era una «pobre incauta». Al enviudar [...] se corresponde a ejerció su espíritu Isabel firmó la sentencia, pero de Francisco II de Francia, en 1560, después de una juventud bri¬ una música cpie tiende crítico; óperas como después de transcurrido medio llante y feliz en la corte de Catalina de Médicis que Isabel I envidió al desarrollo de la Lucrezia Borgia (1833) año del juicio condenatorio. El abiertamente, María Estuardo regresó a Escocia, donde luchó con¬ escena, o mejor dicho, a 8 de febrero de 1587, en un j Maria Stuarda (1834) tra la Reforma y, de paso, intentó sobrevivir a las intrigas de Isabel la abolición de la cadalso instalado en el castillo hoy en día parecerán de Inglaterra. Su matrimonio con Bothwell, asesino de su segundo de dialéctica entre Eotheringay, la cabeza de muy suaves de tono, marido, Lord Darnley, su autoritarismo y su catolicismo beligerante, María Estuardo rodó por los sue¬ la obligaron a abdicar a favor de su hijo, refugiándose en Inglate¬ recitativo y aria» pero en la década de los al tercero de los golpes asestados por el verdugo de Londres. Isa¬ rra, donde complotó contra Isabel. Con esas «humanidades» de los Claudio C a s ini 1830 bel le sobreviviría reinante dieciséis años provocaban las Historia de la música y en marzo de 1603, en el monarcas, precisamente, se las tuvo que ver Gaetano Donizetti (1797- iras de los censores» lecho de mnerte, sorprendió a todos al designar como su sucesor a 1848) cuando se embarcó en el proyecto de Maria Stuarda (1834), Arnold W h i t t ii a l l Jaime VI de Escocia, el nom¬ la que hijo de la Estuardo, quien reinaría bajo el Música romántica ópera debía subir al escenario del Teatro San Cario de Nápo- bre de Jaime I de Inglaterra. les a mediados de agosto del año de su estreno, pero que la censura Ea antigtia contienda entre estas dos mujeres terribles y fundamen¬ de la corte borbónica -en realidad, la reina María Cristina en per¬ tales en la historia de sus pueblos acabó así para siempre: durante sus sona- canceló in extremis después del ensayo general. Fas razones vidas fueron eternas rivales, pero en la muerte acabarían reunidas, eran claras: no se podían tratar públicamente temas que atentaran {jorque por voluntad de su hijo el rey, los restos de María fueron exhu¬ contra el honor de un monarca, no podía insinuarse que una reina mados de su anónimo sepulcro en la iglesia de Peterborough para ser se hubiese casado con el asesino de uno de sus esposos ni tampoco elevada a la más alta jerarquía al ser sepidtada en la Abadía de West¬ poner en boca de una testa coronada parrafadas de barriobajera minster: en la como Capilla Real, nada menos que al lado de la imagen de María, reina de Escocia, «Eiglia impura di Bolena, parli tu di disonore? Meretrice indegna, cabeza anamórfica. Isabel 1 en su oscena... Vil bastarda». Eso podía decirlo una prostituta, pero no María, reina de Escocia. esculpida mármol, Jaime 1 agregó la de madre, María Scottish National Portrait Gallen' National Galleries of Scotland (Edimburgo). Estuardo. (Edimburgo). una reina. J A M Á s K N B o c: A I) K I. A R K I N .'JO .1 A M Á S K N li 0 C A I) K I, A R K I N A A ."51

Dramas reales «No fue ningún azar (¡ne la lucha entre L1 tema de alta política se había introducido hacía tiempo en los libre¬ María e Isabel se tos operísticos y Donizetti lo asimiló con facilidad, consciente de (jue decidiera a favor de la en teatro rendía excelentes resultados. Ln esa época, en la que {)rác- reina jírogresisla y ticamente no existía un repertorio básico -todos los teatros vivían de mundana, y no de la estrenos- era fundamental sobrevivir a la prima, es decir, triunfar la noche del estreno. Y los dramas con conservadora y reyes incluidos se estaban con¬ virtiendo en nn tema recurrente en los escenarios, por lo t[ne la cen¬ c(d)alleresca; cou Isabel sura debió decapitar miles de proyectos líricos. Donizetti, además, triunfaba la rola/itad había demostrado especial interés por las levendas que rodeaban a la de la Uisto/ia, que nobleza francesa e inglesa, especialmente esta última. Xo en vano enifynja hacia delante, María Stuarda forma parte de ese tríptico de las reinas Tudor doni- zettianas -la cada vez más (¡ne a/Toja tras de si las popular «Trilogía Tudor»-, historia gozosa «¡Está muerta! que inauguró .4/7/?a Botena (1830) y que cerraría Roberto Derereux foiuias gastadas como Finalmente tengo (1837). cáscaras vacías» espacio en esta tierra. L1 autor de la popular Lucia di Lammermoor (1835) encontró en la S T E I- A N / >> E I (; literatura veces Maria tlstuardo ¿Por qné tiemblo?¿Por inglesa (aunque muchas traducida del francés) histo¬ rias fascinantes. Compositor de más de setenta óperas -con una vein¬ qné me embarga el tena de proyectos a medio terminar e incontables revisiones v tra¬ miedo? La tamba cubre ducciones-, fue un creador prolífico, innovador v, en ciertos aspectos mi y miedo, c¡nién técnicos, un revolucionario: con él la ópera italiana avanzó nn paso puede decir c¡ne fui yo. de gigante. Nacido en Bérgamo el 29 de noviembre de 1797, este [)ilar No me han de faltar las básico de la historia de la música olfateó el éxito a través de historias británicas en, por ejemplo, Emilia di Liverpool (1824), Eliscd)etta al lágrimas que lloren a la castello de Kenilivorth Rosmimda Man'a Estuardo y llonry Darnloy. dlngldlterra (1834) y, por pecadora» sn puesto, en su Lucia inmortal. F II I E 1) Il I C 11 V 0 N S C III E I, E II Sus continuos éxitos Maria Stuart (Isabel, acto IV. escena 12) profesionales, sin embargo, se verían desde el Electivamente, cuando la ópera fue escrita no pudo estrenarse, sns- principio de su carrera empañados por penurias en el terreno perso¬ jrendiéndose el proyecto por órdenes superiores, por razones ideoló¬ nal, ya que los síntomas de una sífilis de la que él ignoraba ser por¬ tador gicas V por motivos de orden público. Los insiütos insertos en la obra acompañarían al músico para siempre y, a la larga, lo llevarían se planteaban, lógicamente, desde la perspectiva del melodrama román¬ a la tumba, y no sólo a él, sino a su esposa y a sus tres hijos. De hecho, Donizetti cerró la citada tico, con pasión intensa y desatada, con la mala suerte de que todo «Trilogía Tudor» con el estreno de Devei-eu.x

eso acaecido tres meses llegase en nna época en la que el germen republicano comenzaba después de enterrar a su mujer y al tercero de sus a adentrarse en los salones de toda Italia. La obra, cnva música había hijos. Pero en el terreno profesional Donizetti alcanzó los más altos sido honores. La consagración definitiva, incluso antes del estreno juzgada como buena, debía someter sn libreto a un profundo cam¬ Isabel rodeada de una guinialda de de la bio si quería sobrevivir. rosas Tudor (1588). triunfal Lucia, llegaría precisamente de la mano de Anua Botena, el .'52 !■; N li o C A I) K L A R E I N A ' JAMÁS J A M A S EN B O C A D E L A R E I N A 33

«Existía ana creciente primer eslabón de la «Trilogía», «Donizetti no concebía cuando desde el Teatro Carcano de aversión de Los censores qne sn tarea fnera Milán le encargan una ópera con¬ RÍA, por acpiellos sujetos que ratificar el statu quo para tando nada menos que con Giuditta Ueval)an a escena actos complacer a los censores, Pasta y Giovanni Battista Rubini en de violencia o de sino sangre el reparto. En octubre de 1830, ofrecer al público anténticas qne, a sus ojos, Donizetti regresó a Bérgamo por experiencias minaban la moral primera vez en nueve años, después dramáticas qne dejasen de consolidar su pública y turbaban la período de forma¬ nna profnnda impresión» ción y de haber estrenado un par tranqnilidad de los W I b 1. I A .M A S II II R O O K de docenas de óperas. En noviem¬ Donizetti. La rita snbditos. No es bre va tenía entre sus manos el

improbable qne los libreto de Anna Balena firmado por Nicholas HilliarcI: eáiriii 'vr.ia/. censores asociaran en un inspirado Eelice Romani (1788- Retrato de María, reina de Escocia

(c. 1578). - particnlar a Dotdzetti 1865); para componer la ópera tuvo que viajar al lago de Gomo, donde Pasta su residencia. El 10 con una tendencia qne la tenía de diciembre volvió a Milán con la partitura completada, a punto para intentaban cortar» los ensayos. «Éxito, triunfo, delirio; parecía que el público se hubiese Maestro en Ñápeles \> I I, L I A M A S il II K O O K vuelto loco. Todos dicen Donizetti. La rita que no recuerdan haber presenciado un triunfo como éste». a su Así escribía Donizetti joven esposa Virginia, quien, Pero Nápoles contaba con Donizetti, quien había luchado para ganarse delicada de salud y desde Roma, reclamaba detalles del estreno. «Eui una plaza de profesor de composición en el respetadísimo conserva¬ tan feliz que comencé a llorar, imagínate. Y mi corazón se volvió hacia torio de la ciudad, entonces una de las cátedras más importantes de ti y me habría gustado estar contigo, pero sabes que no quiero some¬ Europa, ya que esa ciudad había sido cuna de una de las escuelas ope¬ Arriba: terte a emociones fuertes. Ya sabes rísticas más Miniatura de la reina Isabel, que un fracaso da ganas de morirse influyentes. Balena, L'elisir d\irnare (1832), Sancia di eoronacia |)()r ángeles. y nunca se sabe qué pasará ante un estreno». El memorable estreno Castiglia (1832), Pamína (1833) o Lucrezia Bargía (1833) eran algu¬ C]oq)us (Ihristi (lollege ((lambridge). áeAnna se nos Balena produjo el 26 de diciembre de 1830, un título que de los argumentos que lo hicieron triurdár sobre sus competido¬ .\bajo: marca un jjunto de inflexión en la carrera del compositor. Interna¬ res ante el conservatorio, óperas que Donizetti estrenó en el período Lord Darniey y María, reina de Escocia. mente suj)one la culminación de un estilo que fue madurando en más comprendido entre 1830 y 1835, año, este último, en el que volvería de diez años de trabajo, tendencias técnicas qne se consolidan en esta a revivir las emociones del exitoso triunfo cjue le significó Balena al absoluta obra maestra. estrenar su Lucía di Lamniermaar. Gon ella Donizetti entró definiti¬

Gracias a este importante éxito, Donizetti consiguió que se le abrie¬ vamente, y por la puerta grande, en la historia de la música. ran las puertas de muchos teatros del Norte de Italia v del extranjero, El golpe recibido por la cancelación del proyecto de María Stnarda en los que tendría absoluta libertad pai'a componer. Los teatros del lo trasladó a sus momentos de más profunda consternación. Movió Sur, en ese entonces, eran bastante más conservadores tanto en la todos sus contactos -que eran muchos- para poder ganarle la partida forma como en a censura los libretos. Estéticamente, Balena representa un esla¬ la porque creía firmemente en esta obra, que golpeaba con bón fundamental en el romanticismo v fue la primera obra del com¬ toda su fuerza la fibra del espíritu romántico, exponiendo los avata- positor que llegó a Londres y París. res de dos mujeres extraordinarias inmersas en intrigas políticas y que :í4 j jamás i-; n i) o c a i) i-: i. a ií i-; i .n a

«11lid reil 1(1 (le con sus avatares ení'reiilahan cara a cara catolicismo y aiiglicaiiismo. litglalerra no /)iie(le Fascinante. El libreto de Giuseppe e/eciilar n sn rival y bardari, basado en la famosa tra¬ iiianlener su (ligiiidad: gedia de Schillei' de 1800 -pro¬ hay (¡lie ir más allá de bablemente en la traducción de la .simple explicación de ■Vlaffei-, ba sido dnramente criti¬ cado V lina acción indigna. siempre se dice (pie Doni¬ zetti se lo encargó porque Romani Schiller, al parecer, no se encontraba entonces en el exi¬ lo con.signió e inlenió lio, pero la correspojidencia del .salvar la .situación compositor demuestra (jne estimaba a Bardari y cpie lo consideraba conviríiendo a la innjer de veras. El liijretista adaptó la tragedia y la puso en verso siguiendo en nn inon.strno (pie .se lina línea (jiie acentuaba la creciente soledad de la protagonista, reve¬ lando mil aristas de la reina cautiva. En torno a ella todo fue simpli¬ regodea en el lodo de la ficado de acuerdo con la tradición infamia» opeiástica de la época, con refle¬ xiones V caracteres revelados durante las diversas escenas pero I"'. M 11. M A V \: Il n {) I directamente a través de la Inlerprelationen zii acción, con |)ersonajes reducidos a lo esen¬ Schiller.s Maria Smart cial, de Gecil a Talbot, de Ijcicester a 7\nna Kennedy. Pero allí está la partitura donizettiana para dar vida a todo este entramado, dando un |)aso más en la consolidación del belcantismo romántico como forma de expresión teatral y musical. Ea palalira reve¬ ladora elevada en melodías inacabables, esos finales de acto esjiecta- cnlar'cs y esa orijnestación de fuerza innata y refinada (pie saca par¬ tido del clarinete, de las flautas, de los violonchelos o de las trompas al brindarles jiapeles de peso en la coloración dramática del libreto demuestran (d trabajo de im genio de la música. No hav que dejar de lado el tratamiento (pie realiza del coro, ni tampoco la vocalidad (pie concibe |)ara Maria, (pie se ¡lasea por melodías eternas decoradas con las //o/vVn/'c exactas ¡lara entronarla en un espacio jioético |)articnlar Oinida Hotlnvi'lL tercer esposo de María Estiianio. cuando la protagonista asume sus ciil|)as y es conducida a una muerte liberadora. Imagina signieole: Eeyia Gencer recuerda: «Estaba totalmente inmersa en mi Autor desconocido, posterior a personaje de reina católica destinada al sacrificio, tanto, ({ue mis cela¬ François (lionet: doras en la Dama con un clavel amarillo escena, todas del coro del Elorencia, se fundían en lágri¬ (presunto retrato de mas en cada fnncicín y yo casi no ¡lodía cantar». La Stuarda casi ele¬ María Estnardo). Museo del Prado (Madrid). vada a los altares. ;Î6 J A M A S K N B O C A ij K I. A I! K I N A | .37 ¡ JAMÁS !•; N no C A I) K I. A I! K I N A I

«Durante todo su «María ya no (¡aiere ser La cruel censura largo salvada. Su mayor período italiano, Pero no hay (jue olvidar que la obra fue prohibida, y con ello no sólo Donizetti fuerza siemi)re fue el fue Donizetti, sino toda un contrato que la conijjañía, perdía significaba constantemente orgullo, y antes doblará mucho dinero. El conqjositor berganiasco, como ya se ha dicho, hizo la rodilla ante el acosado por parte de lo iniposiltle |)ara salvar la empresa y aceptó reestructurarla, rebau¬ una censura patíbulo (pie ante una tizarla y redecorarla por entero. Apoyándose en el libretista Pietro oscurantista. Todo protectora; mejor negar Salatino, dio forma a Buondebnonte, ópera que por fin ve la luz en el San Garlo napolitano el 18 fie octubre de 1834 después de cambiar y induce a concluir de forma insensata (pie que adaptar todo el libreto de Maria Stuarda, de reescribir un dúo y coros hizo todo cuanto estuvo confesar con claridad, nuevos, de c.amltiar recitativos, de transformar su obra en nn pastic¬ en su poder, sin correr mejor sucumbir cpie cio más. Giuseppina Ronzi tie Beguis y Anna Del Serre (Elisabetta e humillarse [..•]• Sabe Irene en la nueva ópera) llevan al escenario este Buondelrnonte junto riesgos, para modificar esta (pie como soberana ha a mil rencillas personales entre ambas divas, situación que también sofocante perdido la partida; se convirtió en levenda. ya que al parecer las dos cantantes llegaron situación. Cuando se incluso a las manos. El efervescente diio de las dos reinas no les era hizo solamente le (¡iieda un insostenible, sólo le suficiente como para insultarse sólo en el escenario. en quedó una salida: dejar poder el mundo: Pero la vendetta donizettiana no tardó mucho, porcpie el 30 de diciem¬ Nápoles parece no haber escuchado Maria Stuarda hasta cuatro años Nópoles e Italia para poner a Isabel, su bre del año siguiente, Ea Scala de Milán se dejaba tentar por la Maria después del reinatlo de Erancisco 11, el último de los Bfjrbón, cuando adversaria, en situación Stuarda original -cpie lucia una nueva «Sinfonía» especialmente escrita siempre» la programó el San Garlo en abril de 1865.

W I I. L I A M A S li B U () O K Gracias a de ser pai-a la ocasión- j jrogramándola como segundo titulo de la temporada la garra y al talento de varias sopranos, la obra ha podido injusta» Donizetti. La vita de Garnaval y reponerse y con suerte en S r i: !• V N Z \N K I (; contamlo en el reparto con Maria Malibran (que cantó ahora sobrevive relativa el repertorio inter¬ María Estuardo una Maria Stuarda muy debilitada debido a una enfermedad), Gia- nacional, aunque no alcanza, ni de lejos, a competir con otras hijas cinta Puzzi-Toso (Elisabetta), Domenico Reina (Roberto), Ignazio ihistres del mismo autor, como Lucia. Elisii; Favorita o incluso con las .Marini otras dos (Talbot ) y Pietro Novelli (Gecil). Para llevar a cabo el proyecto, óperas de la «Trilogía Tndor», An/m Balena y Roberto Deve- Donizetti firmó un contrato que le obligaba a escribir algún número reux. Pero Maria Stuarda nunca volverá a la oscuriflad, porque con

Antonio (larnovali: Donizetti. adicional v a supervisar y dirigir los ensayos. El resultado, sin embargo, su regreso al repertorio ha sabido defender su primacía como oljra fue decididamente agrio -además fie estar marcado por la muerte del maestra absoluta, con esa «Sinfonía» bellísima que, como la fie Deve- padre del compositor, acaecida el 9 de diciembre-, porque la obra fue reux, introduce melodías que más tarde aparecen en la partitura, y, friamente recibida sobre por los milaneses, tal como explica el propio Doni¬ Compositores de la década de 1830: todo, con ese flúo prodigioso que se adelanta al Verfli más maduro Fila de atrás, de izquierda a derecha: zetti en una carta remitifla en marzo de 1835, en la que vuelve a repa¬ y que a con letras oro, la historia de la Berlioz. Donizetti, Spoiitiiii, Adam. Yi'eber. ayuda escribir, de ópera ita¬ Fila de sar las excusas de la censura borbónica: «La Stuarda fue prohibida delante, de izquierda a derecha: liana. Haléw. Meyerbeer. Cherubini v Rossini.

después de seis días en Milán v en el momento más feliz. Ellos no quie¬ P A B I. O .M i: I. É N I) K Z - H A DD A I) ren "bastarda", ni que se luzca la Orden del Vellocino de Oro colgando Página 40: Caetano Donizetti. del cuello, ni que se arrodille en la escena de la confesión a Talbot. La Página 38: Malibi'an dijo; "No en misma si pienso en cosas como confio mi ésa". Giuseppina Ronzi-De Beguis Entonces olvidémonos. La repondrán en Londres». (1800-1853). «Es posible que el censor llamara a capítulo al libretista como consecuencia del escandaloso encuentro entre la Ilonzi (Maria) y Anna Del Sere (Elisabetta), que llegaron a las manos durante el primer ensayo con orquesta de Maria Síuarda. En la acíometida de la Stnarda contra la reina Elisabetta ["Filia impura de Bolena, parla tu di disonore? Meretrice indegna, oscena..."] la Ronzi fue tan convin¬ cente que la Del Sere lo interpretó como un insulto personal y se abalanzó sobre su rival, agarrándola del cabello, mordiéndola, mientras hacía caer sobre ella una tormenta de puñetazos. Aunque la Konzi no mostró sorpresa, no fue capaz de aguantar otro asalto, perdió el equilibrio y cayó al suelo, pero se levantó ense¬ guida y pasó a la contraofensiva. La mole de la Ronzi dio pronto razón de la esmirriada adversaria, la cual perdió el sentido y fue llevada a casa»

W I I, I. I A M A S 11 B 1! O O K Dollizelli. ¡A! rila Estoy aquí por la musica, no para garantizarle la poesía a la autoridad; (; A K '!■ A \ O 1) O \ I / K T T I (¡arta al íiitoirafio Aiiicllo lirianeiito (lo-' 42 B I 0 G B A I- í A S 4,3

FKIEDKICIl II A I DE H (Direc¬ [Don Giovanni). En 1998 dirigió orquesta de la Volksoper. En la En el Licen, ha intervenido en nn re¬ Biografías Tristan und Isolde ción musical) EsUuliante de la y los Heder de Volksoper, y en otros teatros, diri¬ cital, dos conciertos y casi cuaren¬

Academia con Strauss en de Música de Viena Niza, Don Giovanni y gió Madama Butterfly, La Tra¬ ta representaciones de ópera, co¬

Karl Die Fledermaus en mo Òsicrreiclier, partici|)ó en las Idamburgo y viata, Rigoletto, Un bailo in mas- Die Entfiihrung aus dem clases magistrales de I lovat Der fliegende Hollander en Pera¬ chera, II barbiere di Siviglia, Don Serail (1977-78), La Traviata en el Mozartenm de Salzbnrgo. En lada. Recientemente, además de Giovanni y Le nozze di Figaro, (198.5-86), Lucia di Lammermoor 1979, a los 18 años, recibió el realizar una gira por el Japón, di¬ además de numerosas operetas. (1986-87), Ariadne auf Na.vos Pi■emio xNacional yVnstriaco de rigió I Furitani en Bolonia y debu¬ Es director del Cor del Cran Teatre Edita Gruberova (1989-90), Roberto Devereu.t (lomposición. En 1984 comenzó tó en la Staatsoper de Viena. del Liceu. (1990-91), Anua Bolena (1992- en Klagenl'nrt sn carrera como di¬ En el Gran Teatre del Licen debutó la 93) y Lafdle du régiment (1993- Kriodrich Haider rector con la opereta Wiener Bliil. temporada 198.5-86 con La Tra¬ 94). Además, interpretó Lucia di Poco tiempo des|)tiés fue nombra¬ viata. Regresó la temporada EDITA G RU B E H o V A (Maria Lammermoor en el Palan Sant do asistente musical de la 1996-97 con La sonnarnbula y la Stuarda) Nació en Bratislava. Al .lordi (1993-94), de acabar Stuttgart y del Festival de Bre- temporada 1999-2000 dirigió los seis años de estudio de la temporada 1996-97 y Linda di genz. , Lohengrin y el canto en el Conservatorio, debutó Chamoutdx la temporada 1998- lia dirigido en Estocolmo La Bohè¬ Concierto Strauss. La temporada en el Teatro Nacional de la misma 99. También ofreció, la misma

me., en Aix-en-Provence Le. nozze 2000-01 dirigió I Furitani e inau¬ ciudad con Rosina [II barbiere di temporada, un concierto con Car¬

di Figaro, en Lisboa Salome, en guró la temporada 2002-03 con Siviglia, 1968). Después de dos men Oprisanu, Josep Bros y Car¬ Bonn Die Entfiihrung ans dem Ariadne aufNaxos. años de actuaciones en Eslovenia los Alvarez. La temporada 1999- Sérail, L'elisir d'amore e / Capii- [Rigoletto y La Traviata), en 2000 fue Beatrice di Tenda. La

leli e i Montecchi, en Montpellier 1970 pasó a formar parte de la temporada 2000-01 cantó en I Ariadne auf Naxos y Die Zau- WILLIAM SPAULDING (Direc¬ Staatsoper de Viena (Reina de la Puritard. La temporada 2002-03 berflote y en Tenerife Cavalleria ción del coro) Nacido en Wa¬ Noche de Die Zauberfiote). participó en Ariadne auf Naxos. rusticana y Bagliacci. shington, estudió en su ciudad Inició su carrera internacional in¬

D(>s])nés de actuar como director invi¬ piano y composición. En 1990 fi¬ terpretando el rol de Zerlúnetta tado en la Opéra dn Bbin en Es¬ nalizó los estudios como Kapell¬ [Ariadne aufNaxos) en Viena bajo SONIA GANASSI (Elisabelta) trasburgo, fue nombrado en 1991 meister en Viena y ocupó inme¬ la dirección de Karl Bóhm. A partir Nacida en Reggio Emilia, estudió director ])rincipal de la institución, diatamente este cargo, junto con de entonces ha sido invitada por los canto con Alain Billard. En 1990 dirigiendo, entre otros títulos. La la dirección del coro, en la Ópera teatros más importantes del mundo ganó el Conctirso A. Belli de Spo- Traviata, Rigoletto, II Trovatore, de Chemnitz. Desde 1997 ejerció en papeles como Sophie [Der Ro- leto y dos años des[tués debutó en Die Inslige Witme, Madama But¬ de director asistente del coro de la senkavalier), Konstanze [Die Ent¬ la Ópera de Roma con el rol de terfly, Salome y los Heder orquesta¬ Volksoper de Viena, preparando fiihrung aus dem Serail), Donna Rosina [II barbiere di Siviglia). les de Ricbard Strauss. obras como Boris Godunov, Der Anna [Don Giovanni), Cüda [Rigo¬ Desde entonces ba cantado en los fambién ha dirigido en Bilbao [Lin¬ Zigeunerbaron, Die Zauberflóte, letto), Ciulietta [I Capuleti e i Mon¬ teatros Comunale de Florencia, da di Chamounix), San Sebastián Farsifal, Die Meistersinger von tecchi), Elvira [I Furitani), Maria Coniunale de Bolonia, Metropoli¬ [Die Znnberjlôte), Niza [Faust), Nürnberg, Tannháuser y . Stuarda, Lucia di Lammermoor y tan de Nueva York, War .Memo¬ W illiain S])aiddiiig Lisboa [Norma) y Hamburgo Debutó en 1998 como director de Sonia Ganassi Linda [Linda di Chamounix). rial Opera Mouse de San Francis-

' B I O G R A F í A S ' 45

CO, Ópera ele París, Roya! Opera Accademia de Sta. Gecilia con II House Covant Garden de Lon¬ Paradiso e la Perl. Ha cantado,

dres, de Milán, Teatro atlemás, en el Covent Garden de Real de Madrid. Recienteniente ha Londres [, sido galardonada con el Premio y ), en Turin y Ahhiati de la crítica italiana. Bilbao [Norma), Bolonia y Madrid Ha cantado nuiclios roles para mez- [La Favorite), Bolonia y Toulouse zosoprano del italiano: Juan Dieao Flórez [Il barbiere cli Siriglia), Genova, Rosilla [II barbiere di Siviglia), dontle debutó con Carmen y vol¬

Angelina [La Cenerentola)^ Isabe¬ vió con La damnation de Faust, y lla [L'itcdiana iriAlgeri)^ Leonora en Roma [Carmen). (L(7 Favorita), .Jane Seymour [An¬ Debuta en el Gran Teatre del Liceu. na Balena), Elisabetta [Maria

Stiiarda), Romeo [I Capuleti e i

Montecchi), Adalgisa [Nonna)-, y .lUAN ülEGO FLÓItEZ (Leices¬

otros papeles del repertorio mo- ter) Nació en 1973 en Lima (Pe¬

zartiano y francés: Cherubino [Le rú). Inicio sus estudios musicales

nozze di en el Figaro), Dorabella [Cosí Gonservatorio Nacional y en¬

fan tutte), Charlotte [Werther), tre 1993 y 1996 los continuó en el Carmen [Carmen) y Niklansse Ctirtis Institute de Filadèlfia (FE¬

[Les contes d'LIoffm an n), entre LT ). Debutó en 1996 con Matilde

otros. de Shabran de Rossini en el Rossi¬ En cuanto a concierto, cabe recordar ni Opera Festival de Pésaro. sn participación en Pulcinella di¬ Ha cantado ópera en Italia: La Scala rigida |)or Semyon Bichkov (Mag- de -Milán, Teatro Connmale de gio Musicale Fiorentino) v por Florencia, Teatro Regio fie Turin, Daniele Gatti (Royal Philharmo¬ Teatro Filarmónico fie Verona, nie Orchestra), en el oratorio/n- Garlo Felice de Genova, Ópera de dita Triumphans de Vivaldi, Lie- Roma, Academia fie Sta. Gecilia

der Eines fahrenden Gesellen de fie Roma y en el Teatro Massimo

-Mailler, Stabat Mater de Rossini, de Palermo, y fuera de Italia: Ro¬ Heder de Berg, Stabat Mater de yal ópera Flouse Govent Garden Pergolesi y en los Heder de Wag¬ de Londres, Staatsoper tie Viena, ner y Henze. Bilbao, Las Palmas, La Maestran¬ La morcada personalidad del Arre Modernista en la arquitectura catalana Recientemente ha debtitado en Geno¬ za de Sevilla, Ópera de París, tuuo su particular enpresión artística en la cristalería. Su carácter fue tan va con La damnation de Faust, Ghâtelet de París, ijenuino como hoy es el cauo Monostrell Xarel·lo, fiel a sus raíces, este brut Ópera fie Niza, de bruts mantiene ínte

Copa modernista del siglo XIX. Colección Gloria Ferrer. li I o C R A F i A S : 47

San Francisco, Mnsikverein de Arrigo Pola y Claude Thiolas. Viena y Bayerisclie Slaatsoper de Además fie ópera, su rc|)ertf)rif) inclu¬ Munich. ye muchas |)iezas para concierto. En el campo del recital y el concierto Interpretó el Re<¡i¡wm ile \ erdi en se le ha visto la aconi|)añado fie |)ia- Salle Pleyel ile París, |)or ejem- no n orfjnesla en Estados Unidos, plo. Recientemente ha realizado

Canadá, Ciudad de México, Sao una serie fie concieitos en .America Paido, Ea Monnaie de Bruselas, fiel Sur cantaiiflf) Eliah de .Men- Reinaldo Macias Brujas, Wigmore I lall de Londres, flelssohn. Des|)nés fie cantar el rtil Teatro Beal de Madrid, San Se- fie Ahnaviva (// barbierc di Siri-

itastián, Peralada, Sao Carlos de glia) le invitan)!! a Í!iter|)relar los

Lishoa, Opera de Evon, Puerto roles fie Ferrando {Cosi fan tulle) v Rico y Lima. Don Ottavio {Don Gioranni). lia

1 la numerosos recibitio premios v ga¬ cantaflo en la Semperoper tic Drtís- lardones, entre ellos: Premio Ah- fle. Théâtre Royal de la Monnaie biati al mejor cantante del año. (Bruselas), ()|)era fie Colonia. Olie¬

Premio Rossini de Oro ra otorgado fie .Mont])ellier v en el Staatsthe- ESENCIA FEMME en Pésaro y premios Bellinn V ater tie Btnin. Debutó en la Staat- Esencia Francesco Tamagno. sopei' fie Berlin y en la Baverische Eoewe Debutó en el Cran Teat re del Liceu la LOEWE Staatsoper fie .Munich fîomo ,Alma- f temporada 1999-2000 con el S/a¬ viva. Ilaliitnahnente canta en la bat Mater tie Rossini. Opera de Zurich, doinle ha inter- jiretaflf) los roles fie Tamiiif) {Die Zanberflole), flufpie de Mantua KEINALDO MACLAS (Leicesíer) {Rigoletto), T'entf)!! {Fal.ilajf), Ri- Nacido en Cuba, desjniés de ganar nuccio {Gianni Sciiicchi), Rtunéo el jnimer jtuesto en unas audicio¬ {Roméo et Jnlielte), .Mitridate {Mi- nes del Met y de terminar sti niás- Iridate)^ Cai lf) {Linda di Giiainon- ter en la Eniversidad de Loma in.v), fjortl Percy {Ana Balena)^ Linda (California), continnó su Caballero Oswahl {Des Tenfels carrera de canto. Estudió con Ur¬ Lusisc/doss) f) Faust, entre fitros. sula Buckel V se graduó, obtenien¬ l Itimamente ha cantado en la Ójiera

do la distinción de Virtuoso de la de .Montecarlo v en la Baverische

interjiretación Vocal, en el Con¬ Staatsoper como Alfredf) y en la

de en servatorio Ginelira 1987. Deutsche Ojier fle Berlín como

Posteriormente continnó sus estu¬ Faust.

dios en Italia con los profesores Debuta en el Cran Teatre flel Liceu.

LA NUEVA/pmciNCIA FEMENINA DE LOEWE

■ I \ \ \. i B I o (; H A !• í A s 49

s I iM Ó N O K FILA (Talbot) Nacido menaje dedicatlo a Alfretio Kraus, en Alaior sus LOCALIDADES DE CONCIERTOS (Menorca), fue alumno en Lacia di Lammermoor v Le

de canto de Maty Pinkas v becario nozze di Figaro. La lenqtorada Y EN de la Escuela MAS DE 38 PAISES ! Superior de Música 2000-01 participó en Un bailo in

Reina fue alumno tie e / Sofía, donde maschera Pnritani; y en la Alfredo Kraus. lia participado en 2001-02 en La Bohème, La Faf- LUCERNE FESnVAL diversos conciertos y recitales en tucchiera, La clemenza di Tito y Madrid Oso CioTuu: (Auditorio La Favorite. La Simón Orfila Nacional), Bar¬ temporada 2002-

«il br Th. a^.i r«.i celona (Palan de la 03 Orekstn SUlli Música), Tou¬ participó en Ariadne auf Na- E 28 louse, Menorca, Mérida, Mallorca xos, Don Giovanni e II viaggio a y I lelsinborg, entre los que destaca Reims. el de concierto homenaje a Alfredo

Kraus en Sevilla.

Ha cantado títulos como Die Zaii- ÀNGEL Ò I) EN A (Cecil) Nacitio en Para más de 300 teatros y en orquestas beijlóte (Maó), Marina (Maó), Tarragona, se licenció en Geogra¬ Don Carla Berlín, Ginebra, Londres, Madrid, Milán, Nueva-York, (Palma de Mallorca), fía e Historia. Lstutlió en el Con¬ Un bailo in maschera (Palma tie servatorio fie su ciutlail con M. Paris, Praga, Viena, Zurich, .... Mallorca), II Trovatore (Palma de Dolores Altlea. Posteriormente re¬ cibió clases de Para los principales Festivales: Mallorca), Aif/a (Maó y Teatro Sao ,]erzy Artysz, Enri¬ Carlos tie Lisboa), Adriana Lecou- queta Tarrés, Paid Scbilhawsky, Aix-en-Provence, Baden-Baden, Drottningholms, Glyndebourne, vrenr (Palma de Mallorca), Lacia GerartI Souzay y actualmente tie di Lammermoor Lucerna, Munich, Pesaro, Salzburgo, Santa Fe, Verona, ... (Lisboa), Anna Lduartl Giménez.

Balena (Ovietlo), Le nazze di Fi¬ Ganó distintos concursos nacionales

garo (Las Palmas, Seúl -de gira y, poco desptiés, inició sn carrera

con la Deutsche Oper tie Berlin- y profesional cantantio en concier¬ Para información sobre la Teatro Real temporada 2003-2004 tie Matlritl), La Gene¬ tos y oratorios con las ortpiestas visite nuestra w^eb: ren tola (Teatro Real tie Madrid), españolas más importantes. Hizo Requiem de Verdi (Valencia, Ali¬ sti debut operístico en el Teatro www.music-opera.com cante y Castellón), Don Giovanni Petruzzelli de Bari como .Marcello (Graz) y Tosca (Oviedo). en La Bohème y desde entonces Debutó en el Licen la temporatla ha cantatlo en el Teatro de la Zar¬

1998-99 con el rol de Oroveso en zuela de Madrid {La Traviata y El Para sus reservas, contacte: próximas Norma., la temporada 1999-2000 hijo fingido), en el ciclo de Opera 4 Music & Opera interpretó el tie Timur en Turan- a Gatalunya {Lucia di Lammer¬ Ángel Odena dot, atleinás tie participar en moor, Roméo et Juliette, Il barbie- 17 rue Cler - 75007 París - France el ho¬

Tel : +33 (0)1 53 59 39 29 - Fax : +33 (0)1 47 05 74 61 Email : [email protected] - www.music-opera.com 50 I H i o C I! A K I A s » I o C. 1Î A F í A S 51

re di A NA NE B O T (Anna) Nacida en Siriglia), en el Teatro Sao dad de Bach, Recpdem de Alozart, OKQUESTBA SIMFÒNICA DEE Taries de Lisboa Oviedo, tnvo sus contac¬ (// barbiere di Si- primeros Salmo 42 y EUcdi de Mendelssohn, GRAN TEATRE DEE EICEU tos con la interpretación musical en el viglia. L'isola disabilala), en la Auditorio Príncipe Felipe de El primer director titular de la Or¬ como miembro del Coro Príncipe Ópera de llainbnrgo {Tiiraridot., Oviedo, Palau de la Miisica de questra Simfònica del Gran Tea¬ L'elisir de Asturias. Comenzó sus estudios d'ainore. La Cenerenlola, Barcelona. Auditorio Nacional de tre del Liceu fue Marià Obiols. En de canto con la Atina ¡íolena, H barbiere di Siri¬ profesora o Alaría Madrid Anditori de Barcelona. su larga historia ha sido dirigida Dolores Suárez y Tamargo. Tras li¬ Ha realizado nnmerosos glia Madama Biitleifly), La Ce- recitales por batutas invitadas como .Albert nerenlola en el Teatre Principal de cenciarse en Historia del Arte por Alia Ncliot por toda España. Coates, Antal Dorati, Karl Ehnen- Palma de la Lnhrersidad de Oviedo, se tras¬ Mallorca, Maigarita la Debutó en el Gran Teatre del Liceu la dorff, Franco Faccio, Manuel de tornera^ ladó a Barcelona Hheingoid y Merlin en el para estudiar con temporada 2000-01 con La serra Falla, Ale.xander Glazunov, .losef dVatro Peal de el Eduard Giménez. Actual¬ Madrid, Don Gio- padrona (Serpina). También ha Keilberth, Erich Kleiher, Otto ranni en A Cornña. mente vo¬ Lohengrin en com]jleta su formación participado en el Liceu en los con¬ Klemperer, Hans Knapperts- el Teatro cal con la catedrática Ana Luisa Pegio de Turin, // bar¬ ciertos «Los italianos en París» bnsch, Franz Konwitschnv, Gle- biere di Chova. Ha recibido clases Siriglia en el Festival de magis¬ (temporada 2001-02) y «El joven mens Krauss, .loan Lamote de i'eralada trales de Renata y Valencia, Andrea Ché- Scoto, Edita Gru- Richard Wagner» (temporada Grignon, .loan Manén, Jaume Pa¬ nier berova, Puthilde Boesch, Elena y Llektra en el Teatro de la 2001-02) celebrados en el Eover llissa, Ottorino Res[)ighi, Josep Maestranza de Sevilla, Obraztsova, Teresa Oedipus Berganza, Su¬ del Teatre. La temporada 2002- Sabater, Max von Schillings, Rex en Valencia, Bilbao so y Perala¬ Mariategui y Robert Expert. 03 participó igualmente en la co¬ Georges Sebastian, Richard da, Andrea Chénier en Santander Elu su con repertorio operístico cuenta producción con el Teatre Lliure Strauss, Igor Stravinsky, Hans V L'Allàntida en los roles de Clotilde de Norma Valencia, entre L'occasione fa U huiro (Berenice) Swarowsky, /Arturo Toscanini, otros. (Teatro Eilarmónica de Oviedo), y en Aida. Antonino Votto y Bruno Walter; y Debutó en el Gran Teatre del Liceti la Adina de L'elisir d'arnore (Teatro últimamente Gerd Albrecht. Alex¬ Palacio Valdés de temporada 1997-98 con L'elisir Aviles), Bas- ander Anissimov, Richard Bonvn- d'aniore. La tiana de Bastian and Bastianne temporada 1998-99 ge, Sylvain Camhreling, Paolo cantó en el Palan de la Mitsica Ca¬ (Teatro Real de Madrid) y Fnen- Garignani, Frédéric Chaslin, talana el oratorio La santica de María del Carmen Vierge de Franz-Paul Decker, Romano Massenet y la temporada 1999- (Auditorio de Murcia), entre otros. Gandolfi, Garcia Navarro, Lam¬ 2000 cantó en Tarandot v Lohen¬ Esta temporada ha interpretado el berto Gardelli, Armando Gatto, rol de Ilia de Idomeneo en el Tea¬ grin. La temporada 2002-03 par- Miguel Angel Gómez .Martínez, tro tici|)ó en el concierto de homenaje Campoamor de Oviedo. Grístóbal Flalffter, .lanos Knlka, a Xavier También ha cantado Montsalvatge, participó oratorios, como Jesús López Gohos, Peter Maag, en la visita del Gran Teatre del Li¬ Oda para el cumpleaños de la Rei¬ Riccardo Muti, W oldemar Nels- ceu a ^"enecia con Goyescas e in¬ na Ana, El Mesías y Founding son, Vaclav Neumann, Josep terpretó el rol de Don Alvaro (// Llospifal Anthem de Flaendel. Glo¬ Pons, David Robertson, .Antoni ria de ^ riaggio a Reims). ivaldi. Oratorio de Nari- Ros Marbà, Julius Rudel, Pinchas Steinberg, Peter Schneider, Silvio 52 B I O (; B A |- í A S

Concertino \ iolonciielos COR DEL GR.4N TE.VTRE DEL ORQUESTRA Trompas Kai GEEUSTEEN Peter THIEMANN * Erantisek SUPIN * LICEU F1 Cor del Gran Teatre SIMFÒNICA DEL GRAN Mathias WEIN.MANN .Manel MOY.\ TEATRE DEL LICEU del Liceu se consolido en los años Esther RRAUN Vicenç AGUIL.VR Violines Carme COMEÍilIE Francisco RODRÍtíUEZ sesenta bajo la dirección de Rio- primeros M. Anea ANDREI * Rafael SALA cardo Bottino. Al comenzar la Olga AEESHINSKY Eulalia VALERO temporada 1982-83, Romano Margaret RONIIAM Piolr .lECZMVK Gandolíí se hace cargo de la direc¬ Trompetas Itmilie LANCEAIS M. Angel ROSCII * ción jtinto con Vittorio Sicnri. Edith MARETZKI Ciontrabajos Angel VIDAL Posteriormente Andrés Máspero Eva PYREK Tomás ALMIRALL * Francesc COLOMINA * Kornelia RACZ Francisco VILL.AESCUS/V es nombrado director del Gor. Ac¬ .losep yUER Renata TALLONARI .lauine ALBORS es tualmente director del Cor Vi i- Anton ZUPANCIC Francesc LOZANO lliatn Spaulding. Albert RODRÍGUEZ .luaii .MAULEON Tromljones Filtre sus actuaciones cabe destacar Francesc SANCHEZ * la Segunda Sinfonía y Schicksals- Detlef HILLRRICHT lied de Mahler Violines Flautas Luis BELLVER Orínicslrii Simfònica y (inr (Teatro Real de segundos del (iran Teatre del Ideen Annick PUIG * .loan .losep RENART * Madrid) v la primera versión esce¬ .Ting LIU Agustí RRUGADA nificada en España de la ópera Dorothea RIEHLER Sandra RAI ISTA * Mercè RROTONS Varviso v Sebastian Vi eigle. Los Mases nnd Aran de Schónberg -Arpas Elena GEAGESCU Lina SERRACARABASSA directores titulares de la í'ornia- (Gran Teatre del Liceu), además Andrea GERUTI ción lian sido Eugenio M. Marco del Requiem de Mozart, la Missa Charles GOURANT Oboes Beethoven Sebastian GIMENO V, posterioruieute, üwe Muud. Solemnis de y la Misa Alijai MORNA Alexandre POLONSKY Enric PELLICER Percusión Actttalniente el director musical es de la Coronación de Mozart . Oksana SOLOVIEVA .lordi .MESTRES * Bertratid de Billy. El Cor del Gran Teatre del Ficen ha Vessela TOMOV Marc PINO .a ()r(]ttestra lia actuado en el Teatro actuado en las Arenas de Nîmes, Clarinetes Real V en el Palacio Real de Ma¬ en ocasión del estreno en Francia Philip CUNNINGHAM * drid, las .Arenas de Nîmes, la de la ópera de Verdi II Cors aro. Violas Dolors PAYA .Marie VANIER * Opera de Ludwigsliaf'en, el Thé⬠También ha interpretado Lucia di Elorian MUNTEANU tre des Lanirnernioor en Ludwigshafen, Champs Élvsées de París, Fulgencio SANDOVAL Lucrezia el Palau de la .Miísica Catalana y Borgia en Paris y Goyes¬ Bettina BRANDKA.MP r agots Mibail FLORESCU Francesc BENÍTEZ * * Solistas el Teatre Grec de Barcelona, el cas V Noches en losjardines de Es¬ Nicolae GIURGEA Pere BENÍTEZ Festival de Orange, el Odeoii He- paña en La Fenice de Venecia. Ha Victor PETRE rodion Atticus de Atenas, el Fes¬ cantado bajo la dirección de los Geneviève RIGOT tival de Peralada, la Sen Vella de maestros Albrecht. Decker, Gatto,

Lleida, gira por Galicia (Santiago 1 lollreiser, Ktdka, Mund, Nelson, de Coni|)Ostela y Vigo), Palau de Perick, Rennert, Rudel, Steinberg,

la .Mtîsica de Valencia y La Fenice Weikert, Varviso, Maag y Neu¬ de V enecia, entre otros lugares. mann. entre otros. 54

Contralles Barítonos (X)l{ DKL (ilUN Sopranos Grabaciones Se incluye una selección de las versio¬ Arië (T), Ciulio Eioravanti (C). IKAI'KK Sandra CODINA Ferran ALTIMIS Marfíarida IJUKNDIA nes Pere COLL íntegras. Los personajes principa¬ y Milán. DKI. LKXÍU Núria COHS M. Josep ESCORSA Orcpiesta Coro de La Scala de M. Isabel FUKN'HÍALBA llorlènsia LARRAREITI Francesc COMORERA les son mencionados en el orden Dir.: Carlo Fellice Cillario. Opera Núria LAMAS Maria PLANELLA Gabriel DIAP signiente: Elisabetta. reina de d'Oro, 1971 M. Dolors LLONCII Miglene SAVOVA Ramon GRAU Ingla¬ (CD) (ilòria LÓPLZ PLKKZ Anna M. VELANDO Àngel VIOLERO terra (E); Maria Stuarda, reina de Glòria LÓI'KZ ROSLLLÓ Ingrid VENl líR Joan Josep RAMOS Escocia (M); Roberto, conde de Lei¬ Eileen Earrell (E), M. Kosa LÓl'LZ Miquel ROSALES Beverly Sills (.M), Mirla María LORA cester (L); Giorgio Talbot (T); Lord Smart Burrows (L), Eotiis Quilieo (T), Raquel LUGKNA Tenores Gtiglielmo Cecil (C). A continuación Cliristian Plessis (C). Or(|uesta y Coro Moniea LL'KZAS Daniel M. ALFONSO Bajos la Knearnaeió MARTÍNKZ Julio A. BERDASAGAR Jordi ROETES ortpiesta, el coro, el director mu¬ London Philharmonie. John .Alldis Anioni BERNAL Miguel Raquel MOMRLANT Àngel CURRÀS sical, el director de escena, en su caso, Choir. Dir.: Aldo Ceccato. EMl, 1971 Anua OLIVA llans \V. BVSTRON Dimilar DARLEV el sello líun Kyunji; PARK Josep M. BOSCH Josep Feli¡) EGURROLA cüscográfico y el aido de la gra¬ Angels PADRÓ José Luis CASANOVA Ignasi GOMAR bación. Ihtgtiette Totirangeau (Fi), Joan Su- Lull Kyuiig PARK Jordi FIGUERAS Ivo MISGHEV therlantl Augeliea PRATS Josep M. FONTANALS Juan Bautista ROCHER (M), Sttiart Burrows (L), Ubald Mariano VIÑUALES Maria RIRAS GARCÍA Cornelius O|)thoí' (T), Ara Berberian M. Teresa RIRKRA Prudenei GUTIERREZ Versiones en disco Maria SUCH Omar A. JARA (C). Orquesta y Coro de la ()[iera tie Klisabel VILAPLANA Sixle LERÍN San Erancisco. Dir.: Richard Boimige. Rila VVINÍÍ Jordi MAS Renata 1 leredia Dina Sore- Cala. 1971 José Anionio MEDINA Capiñst (E), (CD) Mezzosopranos Eduard MORE si (jVl), Niñeóla Tagger (L), Antonio M. Isabel ARQUÉ José Luís MORENO Zerbini (T), jori (C). Orqttesta y Coro Michèle Vilma Monlserral RLNKT Xavier PLANÀS (E), .Vlontserrat Caballé Teresa (]ASADKLLÀ Carles PRAT de Teatro Donizetti de Bergamo. Dir.: (M), Josep Carreras (E), Maurizio Joana COLL Emili ROSÉS Oliviero de Fabritiis. FUS, 1958 Mazzieri (T), Enric Semi (C). Orques¬ Rosa CRIS TO Lorenç VALERO Josepa MAR I ÍNLZ ta y Coro de la ORTE Dir.: Nello Isabel MAS Shirley Verrett (E), Leyla Cencer (.M), Santi. Eegato, 1972 (CD) M. Isabel RODRÍGUEZ Franco M. Rosa SOLER Tagliavini (L), Agostino Fenin (T), Ciulio Fioravanti (C). Orquesta Fluguette Totirangeau (E), Joan Su¬ y Coro del Maggio Musicale Fiorenti- therland (M), Luciano Pavarotti (L), 110. Dir.: Francesco Molinari-Pradelli. Roger Soyer (T), James Morris (C). COP, 1967 (CD) Orquesta y Coro del Teatro Conitma- le de Bolonia. Dir.: Richard Bonvnge. Shirley V^errett (E), Montserrat Caballé Decca, 1975 (M), Eduard Ciménez (L), Bon Bott- cher (T), Mark Baker (C). American Agnes Baltsa (E), Edita Cruberova (.M), Opera Society Orchestra and Chorus. Erancisco Araiza (L), FTancesco Elle- Dir.: Carlo Felice Cillario. .MRF\ 1967 ro D'Aitegna (T), Simone Alaimo (C). .Vlünchner Rundfunkorchester. Chor

Shirley Verrett (E), Montserrat Caballé des Bayerischen Rundfunks. Dir.: (M), Ottavio Caravelita (L), Raphael Giuseppe Palanè. Philips, 1990 (CD) G R B c: I o N !■; s 57

(illoria Scalclii (E), Kallen Esperian (M), mo Caetano Donizetti. Coro del Cir¬ Comentario discográfico vocalidad prodigiosa de Caballé Eregory Kiiiide (I-,), Giovanni Furla- cuito Lirico Régionale Lombardo. Dir. aseguran momentos de instiperable nello (T), Fahio Previali (C). Orques¬ musical: Fahrizio Maria Carminati. Durante los primeros años de la «Do¬ belleza, con escenas tan antológicas

Dir. de escena: Francesco nizetti como la confesión ta y Coro del Teatro Comnnale de Esposito. Renaissance», Maria Stuar- y, sobre todo, la Polonia. Oir.: Daniel Oren. Serenissi- Dynamic, 2002 (CD/DVD) da fue uno de los caballos de bata¬ plegaria con el coro «Dell! Tu di lla de un'umile ina, 1994 (CD) Leyla Cencer. La miopía de preglñera il suono», Cjue

las multinacionales del disco nos ha Caballé convertia en sultlime exhi¬

Carinen 0|)ri.sanu (E), Edita Crubero- privado de su arte belcantista y, bición de técnica y sensibilidad. La ante la ausencia de va (.VI), Octavio Arévalo (L), Duccio registros de es¬ estupenda Verret y el elegante y Dal Monte (T), Marcin Bronikowski tudio, la reina de los piratas abre musical Leicester de Eduard Gimé¬ (C). Vlüncliner Rundf'unkorchester. este comentario discográfico con la nez (Nueva York. 1967), Verret de Clior des Bayerischen Rundfunks. versión grabada en vivo en el Co- nuevo y el discreto Ottavio Cara- Dii-.: Marcello Viotti. Nightingale Clas¬ munale de Florencia en 1967. La venta (La Scala de .Milán, 1971) y sics, 2000 (CD) gran soprano turca no estaba en su Michèle Vilma y el joven José Ca¬ mejor forma vocal, pero la inter¬ rreras en un ardiente y arrebatador Vlaria Lujan Mirabelli (E), Adelaida pretación, con su poderoso instinto Leicester (Londres, 1972) acompa¬ Negri (M), Gerardo Marandino (L), dramático y su extraordinario do¬ ñan respectivamente a Caballé en Alejandro Di Nartlo (T), Marcelo minio del estilo, merece un lugar de las tres versiones grabadas en di¬ Mansilla (C). Orquesta de la Casa de honor. La temperamental Elisabet- recto. la 0|iera de Buenos Aires. Coro Poli¬ ta de Shirley Verret asegura esce¬ Con su espectacular dominio técnico, fónico illa Devoto School. Dir.: Gior¬ nas de alta temperatura, aunque el y excesiva frialdad expresiva. Joan

resto del Sutherland gio Paganini. AN Records. 2002 (CD) reparto, y la dirección de protagonizó en 1974 Francesco Molinari-Pradelli, no una versión de estudio de estupen¬

pasan de la simple corrección. da calidad sonora, dirigida con ele¬ Monserrat Caballé Versiones en video es, junto con Cen¬ gancia e inspiración por Richard cer, la máxima intérprete de Maria Bonynge en la que brilló, por todo Rosalind Plowright (E), Janet Baker Stuarda y, aunque la discografia de lo alto, Luciano Pavarotti, en una (M), David Rendall (L), John Toni- la diva catalana es copiosa, nunca forma vocal tan óptima cjue hace linson (T), Alan Opie (C). Orquesta grabó en estudio este personaje. lamentar aún más la poca entitlad Resulta del y Coro (.le la English National Opera incomprensible que los papel. La versión baja muchos (ENO). Dir. musical: Sir Cliailes Mac- grandes sellos discográficos dejaran enteros con la insuficiente Elisabet- kerras. Castle, 1982 (VI) escapar una de sus máximas crea¬ ta de Fhiguette Tourangeati, único ciones belcantistas, pero asi de ex¬ lunar frente a la honesta labor de Sonia Canassi (E), Carmela Remigio traña es la historia. Al menos tres Roger Soyer y la espléndida voz de (M), Joseph Calleja (L), Riccardo ediciones piratas compensan la si¬ James .VIorris. Zanellato (T), Marzio Ciossi (C). Fon- tuación V todas son recomendables, La reciente reedición en el sello Mer- dazioiie Orchestra Stabile de Biirga- porque el magisterio estilístico y la curv de la «Trilogia Tudor» prota-

, goiiizada en estudio por Beverly nien Oprisanu, una Elisabetta bien jiero apasionada y sensual en sn lu¬

Sills MOS a a permite disfrutar con cantada la tpie sólo falta mavor cha muerte contra Elisabetta. Le magnífico sonido de una interpre¬ temperamento teatral. El resto del falta madurar el personaje, dotarlo tación notable, magnífica en algu¬ reparto se mueve en la simple quizá de tm patetismo más conmo¬ nas escenas, auncpie su Sttiarda, de corrección. vedor, pero se agradece la frescura medios ligeros, no llega a conmo¬ La versión en inglés producida por la de sti planteamiento y las agallas

ver. La garra teatral de la estupen¬ English National Opera tiene en la para afrontar sin complejos un pa¬ da Eileen Farrell dispara la tempe¬ gran mezzosoprano .lanet Baker pel marcado por la leyenda de rat tira en los enfrentamientos entre lina intérprete de Maria Stuarda de grandes divas. Sonia Gaiiassi busca

las dos reinas, mientras ipie Suart enorme emotividad y sentido tea¬ más el enfrentamiento tempera¬

Bui'rows resuelve su jiapel con |)ro- tral, flirigida admirablemente por mental, con una voz de atractivo fesionalidad. La dirección de Aldo Charles Mackerras. Gmn|)len bien color: teatralmente resulta una rei¬ Leccato, poco insjiirada, no apro¬ Bosalind Plowright y .lolm Tonilin- na joven, tan apasionada y sensual vecha todas las posibilidades de son, pero a|)enas deja huella David como Stuarda. La dirección de ac¬ una orquesta del calibre de la Lon¬ Rendall en la piel de Leicester. La tores de Francesco Esposito funcio¬ don Philharmonic, |)roducción. del año 1982, firmada na bien en nn espacio diseñado por dita Grnberova ha grabado dos ver¬ escénicamente por .lolni Copley, es Italo Grassi: una jaula de metal que siones de Maria Stuarda, exhibien¬ una buena opción videográfica encierra a dos mujeres enfrentadas

do en anillas sn fabulosa técnica y ]tara acercarse a la obra. En el mer¬ y, a su vez, sitfia al coro (v al públi¬ su espectacular registro agudo. La cado tlel DVD, el sello Dynamic co) como espectadores del drama. primera graiiación es iiinv preferi¬ ofrece una digna jiroducción filma¬

ble: la so|)rano mnestra inavor cali¬ da hace dos años en el Teatro Gae- .1 A \ I E H I' É l< E Z S E N Z dez y se toma menos licencias, bajo tano Donizetti de Bérganio. En el la contundente batuta de Giusejipe terreno musical, se ofrece la obra

i'atanè. Y como en tiene oponente a versión íntegra, en la edición crí¬ Agnes Baltsa en nn momento vocal tica de Anders Wiklund, dirigida

óptimo, capaz de otorgar a Elisa- por Eabrizio .Maria Carminati con bctta un vigor y una fuerza teatral hábiles contrastes y refinamiento a admirable. Más discretos están la hora de poner de relieve la belle¬

Erancisco Araiza. con nn canto más za melódica, los delicados acentos y elegante que expresivo, v Ellero los detalles instrumentales de una D'Artegna, mientras qtie Simone ¡lartitura que contiene mucho del

.'Maiino saca nn extraordinario mejor Donizetti. La so|)rano Car¬ partido del papel de Cecil. En sn mela Remigio tisa hábilmente tina segnnda grabación, dirigida con liella voz, suficiente en los agudos, elegancia por Marcello Viotti. Grn¬ |)erfilando una Stuarda melancóli¬ berova tiene como oponente a Gar- ca, consciente de sn destino trágico 60 C R 0 N 0 I. O C Í I. 1 C E I s T .X | 61

Cronología Se incluye una lista de las representa¬ Temporada 1991-92 Comentario histórico Entre medio tuvo lugar la Stuarda ciones de María Stuarda en la his¬ que, si en un principio la tuvo des¬ liceísta toria del Gran del Teatre del Liceu. Agnes Baltsa / Gbristine Weidinger / La Stuarda ha tenido en el Liceu un tinada, fue cantada por Daniella Los personajes principales son Stefania Toczvska (E), Daniela estreno muy tardío. Estrenada en Dessi, Jenny Drivala v Christine inencioiiados en el oixlen siguiente: Dessi / Jeniiv Drivala / Christine 1834 en Nápoles con otro libreto Weidinger, que se alternaron. Con Elisabetta (E), Maria Stuarda (M), Weidinger (S), Gitiseppe Sabbatini como Buondelmonte v el aiio si¬ estas representaciones Edita Gru¬ Roberto (L), Talbot (T), Cecil (G). A / Diego d'Auria (L), Stefario Palat- guiente en La Scala va con título berová completa la trilogía. continuación el director musical, el cbi / Micbele Pertttsi / Francesco original, en 1843 llegaba a Barcelo¬

director de escena, en su caso, y el Ellero d'Artegna (T), Manuel Ga¬ na, al Teatro de la Santa Greu, .1 A U M E T II I I! Ó número de representaciones (entre rrido / Georg Ticbv (C). Dir.: Ri¬ donde se cantó una tínica tempora¬ |taréntesis). chard Bonvnge. Dir. de escena: da. Guando se inauguró el Gran Número total de rejtresentacionrs: 15 Giancarlo Del Monaco (6) Teatre del Liceu (1847), era una obra que ya no interesaba. La

Estretio eti Barcelona: Teatro de la prueba es que no se ha estrenado Santa Crea: 25 defebrero de 1S43. basta nuestros días, en el año 1969, Estreno en el Gran Teatre del Eiceu: con la presencia de Montserrat Ca¬ 5 de enero de 1969. ballé, un capricho de diva que sir¬ vió para conocer la que parece aho¬

ra una de las obras más válidas del

Temporada 1968-69 catálogo donizettiano. Las inespe¬ radas bellezas de la obra, resalta¬

Ina Delcanipo (E), Montserrat Caba¬ das por el arte de la diva, motiva¬ llé (S), Pierre Duval (L), .lobn Da- ron que diez años más tarde se rrenkanip (T), Raimon Torres (G). insistiera con un éxito aim mavor. Dir.: Reynald Giovaninetti. Dir. de La hilatura de la plegaria hizo his¬ escena: Bernard Lel'ort (3) toria. María Stuarda ocupa la posición Temporada 1978-79 central en la trilogía dedicada a los Tudor-la famosa «Trilogía Tudor» Bianca Berini (E), Montserrat Caba¬ que Donizetti nunca imaginó como llé (S), Eduard Giménez (L), Mauri- tal-, entre Anna Balena y Roberto zio Mazzieri (T), Enric Serra (C). Devereu.v. Edita Gruberová tiene Dir.: .Lrmando Gatto. Dir. de esce¬ un vínculo muy especial con dos de na: Giuseppe De Tomasi (6) estas obras en relación con el Liceu. Para el Liceu reservó la primicia de su primer Roberto Devereux el año

1990 V de Anna Balena en 1992. 62 I' R ó X I M S I" i: N C I o .\ n

Próximas funciones Recital Montserrat Caballé Recital Vesselina Kasarova

Alessandro Síradella: «l'er |)ielà» de // Floridoro Haendel: «Ombra mai lu» de A'e/;rc,s'

Concerto Leonardo Leo: «Rendiiiii il ('i<ílio» de Ciro riconosciulo grosso, niuu. 5, ojt. 3

AIcswandro Scarlaíli: «Cara toitd)a» de Mitridate Eupalore «Verdi prati» deAlcina «Sta neirircana» de Alcina

Saverio Mercadaníe: «i'ercliè ireino» de // cante d'Essex ¡Al palomina Gluck:«Qu'entends-je? Qu'a-t-il dit?», de Orphée et Eunrlice L 'abbandonala (romanza) «Amour, viens rendre à mon âme», de Orphée et Eurydice -Música de ballet del acto II de Orphée et Eurydice (íaeíano Donizetti: Malrina (scena drammatica) «J'ai perdu mon Eurydice?», de Orphée et Eurydice Exímanle spagnolo Mozart: «Ecco, ai tuoi |)iedi io cado» de Adelia Adagio yfuga en Do menor, K. 546

Francesco Cilca: «Non voglio, no, pensar» de Tilda «Parto, ma tti Iten mio», de La clernenza di Tito «Ciociara bella» de Tilda

«E la cainpagna. è bella» de Gina Vesselina Kasarova. «Vergine d'astri, e di viole» de Gloria mezzosoprxino David Syrus, director de orx/uesta

Jules Massenet: Oh! si les fleurs, avaient des yeux Nuit d'Espagne Camerata Mediterránea Élégie Enchantement «Ils inentaient! C'était si beati» de Ariane Domingo, 16 de noviembre, 18.00 b

«0 lunt! ... douce nuit» de Eve

Solista: Montserrat Caballé, soprano

Piano: Manuel Burgueras

Eunes, 10 de noviembre, 20.30 h. 64

English / Français

COOUOINACIÓN: Jl'AN CAEtLOS Ol.IVAUES. Dirección de arte y diseño (:ráeic:o: Josep Bagà Associats. PreimpresióN: Susana Bodríguez. Quintana, S.L. impresión: GrAEKJUES Iberia. d.l. 8-45.116-03 Publicidad: .Meg.mar 2001. S.L.

Colaboradores y .Agradecimientos: Joan Matabosch. .Albert Sanjurjo. .Marcel Ceryelló. Manel Cereijo.

Imagen de portada: María, reisa de los escoceses.

(.Aitor de.scon(x:ido posterior a Francois Clouet) Traducción: Lourdes Bigorr.a (L'.Avenç). TCS, Disconbole. J acqueline Hall. 66

an The action takes ter -who was once in love ENCLISII VEHStON Maria Stuarda is opera |)lace in ol .Anne Boleyn with un¬ in with Maria Sttiarda- to help («trageilia lírica») in three Englatid 1587. .Almost precedented venom in a acts twenty years him obtain a pardon iiy Gaetano Donizetti had jtassed for her. scene that is tmparalleled in with a iihrelto hy Ginsepjte since .Mary Stuart, after her The earl, feeling his old af¬ Italian opera of the period. Bardari Based on hViedricli removal from the Scottish fections revive, intercedes In so acting .Maria is signing Scliiilers throne in the wake of a series with Elisabetta on her lie- tragedy of the her own death sentence. same title -Maria Stuart of com|)licated ititrigues and half. He persuades the En¬ ( 1800)- whicii was known in vicissittides. had been obli¬ glish (pieen to talk to her Italy through Andrea Maf- ged to ask Elizabeth 1 of En¬ prisoner -the two (pteens are ACT III f'ei's translation not (1830). The gland for asyhmt. thus he- personally acipiainted- This act is divided into three bnt his enthusiasm and his |)reiniere took ¡tiace in .Milan coining. to all ititents and scenes. The first is set in at the dTatro alia Scala in ])tirposes, her prisoner. The glowing memories arouse Vi estminster where Elisabet¬ two Elisabctta's 1835. .Another version, with (jiieens jealousy and re¬ ta rejiresented radi- is hesitating about signing an callv sentment. e.xtensively altered libret¬ opposing political and thottgh she does the warrant for .Maria Stuar- to to not show it satisfy the censors de¬ religions interests. Noble openly. da's execution but Cecil's in¬ mands -the action was Gatholic factions monnted a sistence and Leicester's ar¬ switched to the tinte of the series of cons|)iracies focits- rival canse her to decide in (htelfs and (ihibellines-. had ACT II ing on Mary nntil the the end to eliminate her ri¬ received its first In the woods ])erformance Bahington |)lot finally restilt- surrounding val. In the second scene the in ed in the Qtieen of Scots be¬ the castle that is her prison. .\a|)les the previotis year cruel Gecil brings Maria the Maria Stuarda ( 1834) under the title Buon- ing condemned to death and nostalgically news of the sentence which delmotite. Maria Stuarda executed at Fotheringay evokes the years happy of she bears with dignitv. Tal¬ came to Barcelona s Teatre Gastle. her youth in France. Leices¬ bot remains with her. reveals ter. who is in the area oti a Principal in 1842. hnt the that he is a Catholic priest first |)erf()rniance at the hunting expedition with oth¬ and (irovides her with spiri¬ Tjicen. with Motitserrat Ga- AGT I er English nobles, arrives tual assistance. He hears her hallé in the title .A feast is and tells Maria he has set role, did not tiiking ])lace at the tiji sincere confession, in which take an interview with Elisabetta place nntil I960 in the palace of Westminster in she repents of her errors and fratnework of the so-called honour of the Fretich ambas¬ to discuss her fittitre. 1 le ad¬ fattlts. and encotirages her to Donizetti revival. There have sador who has come to ask vises her to take a submis¬ look forward to a better life been several different ver¬ for the sive, English qtieen's hand conciliatory attittide in close to God. The third scene sions of the in the name of his order to obtain her release. plot in the course king. Elis- shows the condemned of the work s abetta He also declares his feelings history. The adroitly reveals her queen s final moments: her critical edition hv .Anders for her and his determina¬ feelings for the Earl of Le¬ lament, in which she jire- AA iklnnt icester which, however, are tion to defend her to the end. (Hicordi.' 1901) is sents her versioti of events. the one But from the tisually performed nnreqnited. Talbot, a royal very start of the Leicester's entotiotial fare¬ councillor with Gatholic con¬ meeting between the two nowadays. Maria Stuarda well. atid the generous, cou¬ was victions, asks Elisabetta to queens it is ap])arent that cotn|)osed when the rageous way .Maria forgives show their com|)oser was at the height cletneiicy to .Maria Stu¬ deep-seated susfiicion her executioners and asks of his career and is arda who is a and rancour will be instir- part of ])risoner in God not to pttnish the En¬ the so-called «Tudor cvcle», mountable obstacles. .And Fotheringay castle. Gecil, glish for her death before as¬ between Anua Balena another councillor who is a indeed, when Elisabetta de¬ cending the scaffold. (1830) atid Roberto Dev- fervent |)rotestant. takes the cides to humiliate Maria by ereu.v (1838). In both lite¬ opposite stand and recom¬ reproaching her for her life mends of licentiousness, the latter is rary and musical terms, it is dealing with the Scot¬ T K H E S .1 I. I. 0 R K T a splendid example of Italian tish qtteen with the nttnost overcome by anger and ha¬ Romantic bel canto opera. severitv. Talbot asks Leices¬ tred and insults the daughter 6«

VEHSION FRANÇAIS Maria Shiarda, o[)éra («tra¬ presque vingt ans tjue Marie Leicester sent renaître ses scène unique dans l'opéra anciens sentitnents et va italien de gédie iyritjiie») en trois actes Stuart, déchue du trône l'époque, elle in¬ de Gaetaiio Donizetti, sur nn d'Ecosse à la suite d'une sé¬ parler à Elizabeth. 11 obtient sulte la fille d'Anne Bolevn livret de Ciusep[)e Bardari rie d'intrigues et de péripé¬ de la reine d'Angleterre avec tme agressivité inoifie. d'ajtrès la tragédie honiony- ties, a dtl demander l'asile à qu'elle s'entretienne avec sa Elle vient de signer son arrêt nie de Friedrich Schiller Elizabeth d'Atigleterre. En prisonnière (les deux de mort. (Maria Sluarl, 1800), fait, elle est sa prisonnière. fetnmes ne se sont jamais conntte en Italie par la tra- Les deux reines représentent rencontrées). Mais l'ardettr dnction d'Andréa Maffei des intérêts politiques et re¬ du comte et ses beatix sou¬ ACT III (1830), fut créé à la Scala ligieux entièrement opposés, venirs éveillent la jalousie et Cet acte est divisé en trois de Milan en 1835. Une ver¬ et les conspirations des fac¬ la rancune d'Elizabetb, scènes. La pretnière se passe même si celle-ci ne sion sur nn livret entière¬ tions nobles catholiques se le à \^'estminster: Elizabeth ment modifié avait déjà été sticcèdent autour de Marie. montre pas ouvertement. hésite à apposer sa signature |)résentée à Na[)les un an Enfin, Babington et ses amis sur l'aiTêt de mort de Marie anj)aravatit. sotis le titre de parviennent à faire con¬ Stuart, mais la pression de Bnondelmonte: les e.xigences damner à mort et exécttter la ACT II Cecil et l'apparition de Lei¬ Dans la forêt dti château cester de la censure firent qite l'on reine d'Flcosse dans le cbâ- qui la décident, finale¬ sert de dtit trans])oser Faction à teati de Fotberingbay. prison à Marie ment, à éliminer sa rivale. ré|)0(|tie des guelfes et des Stuart, celle-ci évoqite avec Dans la detixième scène, gibelins. Maria Stuarda fut nostalgie les années passées Marie reçoit, avec dignité, la en Fraitce. alors nouvelle de sa condamna¬ joué au Teatre Principal, à ACTI qu'elle était Barcelone, en 1842, mais ce An palais de Westminster, jeune et heureuse. Leicester, tion de la bouche du cruel n'est (|u'en 1969 tptil a été utie fête est donnée en l'hon¬ qui participe à tme chasse Cecil. Talbot reste avec elle neur dans les environs avec des et lui dotmé ])our la première fois de l'ambassadeur de révèle qu'il est ttn nobles ati Uiceu, dans le cadre de la Fratice, (jtii est venti deman¬ anglais, vient dire à prêtre catholique. En «Donizetti-Renaissance», der la main de la reine Eli¬ Marie qu'il lui a préparé ttn confession, la reitie d'Ecosse entretien avec se avec Motitserrat Caballé zabeth au nom de son roi. Elizabeth repent de ses erreurs et de dans le rôle titre. La parti¬ La reine, quant à elle, dévoi¬ pour décider de son avenir. ses fautes, et Talbot lui ad¬ Il lui conseille d'observer ministre tion de cet opéra a connti le au moven d'un petit stra¬ les derniers sacre¬ une attitude de sotimission ments tout en plusieurs versions depths sa tagème ses sentiments lui donnant création. .Atijourd'lmi. c'est amottretix au comte de Lei¬ et de conciliation devant la confiance en une vie généralement l'édition cri- cester, qtii reste indifférent. reine si elle veut recotnTer la meilleure atiprès de Dieu. tiqtie d'Anders \X iklunt (Ri- Talbot, conseiller de la rei¬ liberté, et lui réaffirme ses La troisième scène est celle ainsi cordi, 1991) (]ui est repré¬ ne. catboliqtie convaincu, sentitnents que sa vo¬ des derniers moments de la de la sentée. Cette œtivre de implore Elizabeth de faire lonté défendre reine condamnée: lamenta¬ maturité du compositeur se pretive de clémence à jusqu'ati bout. Mais la ren¬ tions des proches de .Vlarie, sittie dans le «cycle Tudor», l'égard de Marie, prisonniè¬ contre entre les deux reines triste adieu tie Leicester, at- entre Anna Dolería (1830) re ati château de Fotberin¬ montre, dès les premiers ins¬ titttde généreuse et coura¬ et Roberto Deverenx (1838). gbay ; il s'oppose à l'attittide tants, que la méfiance et les geuse de la reine. .Avant de anciennes rancunes sont un sur Dti point de vue littéraire dti conseiller Cecil, fervent monter Féchafaud, .Ma¬ mais aussi musical, elle est protestant, qui demande obstacle insurmontable. En rie Stttart pardonne à ses une bourreaux et ttn e.xemple splendide de l'o¬ grande sévérité envers effet, lorsque Elizabeth dé¬ demande à péra romatitiqtie dans la la reine d'Ecosse. Talbot de¬ cide d'humilier .Marie en lui Dieu de tie pas faire retom¬ tradition du bel canto ita¬ mande à Leicester, qui fut reprochant sa vie licenciett- ber son châtiment sur l'An¬ lien. atitrefois épris de Marie se, la reine d'Ecosse sent que gleterre. L'action se dérottle en An¬ Stuart, de l'aider à obtenir la colère et la haine s'empa¬ rent d'elle T E n E SA I. I, 0 R E T gleterre, en 1587. Cela fait la grâce de cette dernière. et, ati cours d'une