LA TRATA DE ESCLAVOS (1536-1776) Las Licencias.~ - S
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LA TRATA DE ESCLAVOS (1536-1776) Las licencias.~ - s -- . -. _. Para el momento de la primera fundación de En 1538, León Pancaldo, que se dirigía al Buenos Aires, la esclavitud era considerada Perú a vender mercancías por cuenta de dos - como un eficaz complemento de toda empresa ‘comerciantes, debió llegar de arribada a Buenos --/colonizadora. En la capitulación concedida a ! Aires y los oficiales reales lo acusaron de haber _ !Pedro de Mendoza el 21 de mayo de 1534 se ,introducido dos esclavos sin licencia. Ambas prevé una licencia, formalizada por real cédula partes convinieron en que mientras se decidía del 19 de julio, para que aquél pueda llevar el caso fuesen vendidos los negros en pública .-.- libres de derechos a las tierras de su gobema- almoneda, realizándose así el 10 de enero de - ción 200 esclavos negros -la mitad hombres y 1539 lo que quizá fue la primera venta pública -Ila mitad mujeres- procedentes de España, Por- .de esclavos llevada a cabo en Buenos Airesl. /tugal! Guinea o Islas de Cabo Verde, sin más Despoblada la ciudad, la segunda fundación --icondrcron que la de no venderlos en otras pro- ‘por Juan de Garay se produjo cuando España -i vincias. Pero Iuego, alegando que no podía ya había estructurado un régimen comercial _., llevar los negros a una región no pacificada que privilegiaba el área del Caribe, de modo aún como era el Río de la Plata, consiguió que que Roberto Levillier ha podido decir con ver- ‘- se le permitiera venderlos en cualquier parte’. ‘dad que por haber nacido a deshora Buenos Aires fue rechazada como una intrusa del festín dos por Buenos Aires fueron rápidamente absor- ., ya preparado para otros centros más afortuna- bidos por los mercados altoperuanos, especial dos. ‘io obstante su ubicación, que Ia convertía mente por Potosí, provocando la alarma de los ‘en puerto natural de un amplísimo territorio limeños ante esa competencia, contra la que no ;extendido hasta Chile y el Alto Perú, despertó podían luchar comercialmente. Las eficaces Ilas ilusiones de muchos habitantes de lugares gestiones de Lima en la Corte lograron que . lejanos que veían en la nueva ciudad el eslabón en 1594 se cerrase el puerto de Buenos Aires a ‘que podía llegar a conectarlos con Europa y los esclavos y otras mercancías procedentes del i Africa. Desde una fecha temprana, quienes as- Brasil, Angola, Guinea o de otra cualquier parte piraban a disfrutar de los beneficios de la trata dependiente de la Corona de Portugal, enfati- de negros o a introducir los esclavos necesarios zándose la prohibición con la cláusula de que para impulsar actividades agrarias o industriales “esclavos en ninguna manera se han de permirlr presentaron reiterados pedidos para que se les entrar por allí”. franquease el puerto de Buenos Aires como lugar de ingreso de la esclavatura. Así, pretex- tando la necesidad de asegurar el buen trato de Los asientos portugueses los indios, el gobernador del Tucumán Juan Ramírez de Velasco sugiere en 1596 la intro; Pero para entonces estaba a punto de variar ducción de negros para trabajar en los ingenios el régimen de los permisos. Hasta ese momento, de metales y propone pagar una buena suma si la Corona había concedido licencias en forma se le concede licencia para traer 1.000 esclavos directa. En cambio, a partir de 1595, celebra de Guinea’. Años después, es el gobernador sucesivos astintos con personas que, mediante Marín Negrón quien aduce el consabido alivio el pago de cierta suma, asumen el papel de de los naturales y el progreso de los vecinos intermediarios con los negreros. Salvo algunas para fundar el proyecto de entrar algunos escla- licencias que la Corona se reserva para distri- vos destinados a Córdoba, y algo más tarde es el buir por sí misma, se desprende de la facultad propio Cabildo cordobés el que rechima que se de otorgar&, que pasa al asentista, quien, a su le permita traer negros “de cuando en cuando”“. vez, queda autorizado a venderlas a otros Por lo menos desde 1601 comienzan los interesados o a emprender personalmente el pedidos chilenos tendientes a introducir creci- tráfico negrero. do número de esclavos por Buenos Aires para El primer asiento, celebrado con el portugués trabajar en las minas por cuenta del rey o para Pedro Gomes Reynel el 30 de enero de 1595, repartir entre los vecinos necesitados de mano prevé que, además de los negros que se le per- de obra’. Esas aspiraciones, expresadas una y mite enviar a otros puntos de las Indias, podrá otras vez por un interior sediento de esclavos, só- introducir hasta 600 esclavos anuales por el lo fueron parcialmente atendidas por una Coro- Río de la PIata durante el término de duración na que bajo la presión de los comerciantes lime- del contrato, reservándose la Corona el derecho ños apenas entreabrió el puerto rioplatense. de hacer cesar en cualquier momento esa fran- Cinco años después de la segunda fundación, quicia sin indemnizaclon alguna en caso de que elobispo de Tucumán fray Francisco de Victoria, decida no ser conveniente el tráfico por Buenos posibIemente asociado con el comerciante por- Aires’. La navegación podía efectuarse en na- tugués Lope Vázquez Pestaña, arma una expe- víos de cualquier porte con tal de no transpor- dición al Brasil en busca de sacerdotes, merca- tar menos de un esclavo por tonelada, en con- derías, ornamentos y esclavos y, aunque son serva de flotas o como navíos sueltos, con tripu- muchos los contratiempos que debe afrontar, lación española 0 portuguesa y su armamento consigue introducir 60 esclavos que interna podía no ajustarse a las ordenanzas de la Casa hacia el norte6. de la Contratación’. Contrariamente a lo que En esos momentos iniciales, en los que se sostienen otros autores, Enriqueta Vila Vilar ensayan nuevas posibilidades, avanzándose a ha aclarado que en la práctica negrera de la pri- tientas, sabemos que se intentó también tomar mera mitad del siglo XVII se prefirieron navíos contacto directo con la costa de Guinea, pero de pequeño tonelaje, con los que se podía la iniciativa fracasó sin más resuhado que el inú- penetrar en las barras y ríos de Angola; gene- til sacrificio de varios centenares de yeguas cima- ralmente se utilizaron carabelas y pataches de rronas cuyas colas se habían considerado merca- fabricación española y portuguesa, y urcas y cadería apropiada para trocar por los esclavos’. filibotes de construcción holandesaro. Más tarde se logró la conexión con Africa, Usando de la facultad, concedida por su con- ’ pero sobre todo fue generalizándose el intercam- trato, de servirse de los factores españoles o bio con Brasil facilitado por la unión de Portu- portugueses que fueran necesarios para sus ope- gaI y España bajo la persona dc Felipe II. El raciones, Gomes Reynel mantuvo agentes en el hierro, los esclavos y otros artículos introduci- Río de la Plata que organizaron la trata, se encar- garon de la distribución en el interior y de las Coutinho, Gonzalo Vaez Coutinho, Antonio ventas. Por ejemplo, existe constancia de que Femandes Del&, Manuel Rodrigues Lamego, en 1597 uno de ellos, Vasco Pinto, contrata Melchor Gomes Angel y Cristóbal Mendes de con dos personas la entrega del sayal necesario Sosa, todos ellos portugueses13. No extrañará para vestir a varios cientos de esclavos y el ese neto predominio lusitano si se piensa que, transporte de éstos hasta Potosí en 3 7 carretas desde antes del descubrimiento de América, con capacidad para llevar diez esclavos cada Portugal se había adueñado de varios puntos unan Por lo menos desde 1588, la ciudad de claves de la costa africana desde donde partían Córdoba, bien ubicada en la ruta hacia el Alto las expediciones y que contaba con un hábil Perú argentífero, se convierte en un centro de núcleo de comerciantes y de navegantes espe- creciente importancia, en el que se coordinan cializados en la trata. acciones tendientes a la distribución de negros El asiento de Rodrigues Coutinho reprodu- y se forman compañías para traerlos desde Bra- cía exactamente el permiso concedido a su sil o Africa. Aunque el Alto Perú y Chile fire- antecesor de introducir 600 esclavos anuales ron las metas más frecuentadas por los negros por el Río de la Plata, pero, a partir del asiento entrados por Buenos Aires, se conoce algún de Vaez Coutinho (año 1605), fue de rigor in- plan aislado para Bevar esclavos hasta la propia cluir una cláusula por la que se prohibía ‘fc 74 Lima, rivalizando allí con los negreros proce- ni navegar esclavos algunos por el Río de la Pla- dentes de Cartagena de Indias’2. ta y puerto de Buenos so pena de tenerlos Salvo dos períodos en los que la Casa de perdidos y las demás penas puestas por las Contratación tuvo a su cargo la administración Cédulas y Leyes Reales que hay y prohl’ben el de las licencias, al asiento de Gomes Reynel le meter esclavos y mercaderías por el dicho puer- siguieron los celebrados con Juan Rodrigues to y parte aplicado todo a Su hlajestad y su ReaI Fisco”. En el caso de Femandes Delvás, _~ i aunque se incluyó esta prohibición en el asiento eran luego descaminados hacia el interior. Otras respectivo (año de 1615), fue luego agraciado veces los contrabandistas se hacían denunciar por una real cédula que lo autorizaba a intro- para que los negros fueran decomisados y ven- ducir 150 negros anuales por Buenos Aires14. didos en pública subasta, en la que los volvían a Además de estos sucesivos asientos, Felipe comprar a precio vil, mientras se mantenía a IV otorgó en 1629 a su hermano el infante don distancia a las personas ajenas a la confabula- Fernando, cardenal arzobispo de Toledo, la ’ ción.