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(S-1298/10)

PROYECTO DE LEY

El Senado y Cámara de Diputados,..

Artículo. 1º.- Institúyese el 24 de Octubre de cada año, el día de “Héroes de la Patria”.

Artículo 2º.- Dicha fecha quedará incorporada al calendario escolar de la República .

Artículo 3º.- Comuníquese al Poder Ejecutivo.

Roberto Basualdo. - Liliana T. Negre de Alonso. – Adolfo Rodríguez Saá.-

FUNDAMENTOS

Sr. Presidente:

Resulta imperioso que en la enseñanza primaria el alumnado de todo el país tenga conocimiento de las epopeyas protagonizadas durante el proceso histórico de la Independencia.-

Al respecto, he seleccionado algunas de los hechos en que intervinieron hombres comunes pero con ideales extraordinarios y sueños imbatibles, que gestaron acciones de héroes, a veces anónimos, y que con sus esfuerzos construyeron ésta Patria Bicentenaria.-

Luego de la derrota de Vilcapugio, el general Belgrano establece su cuartel en el Valle de Macha ( Alto Perú ), con la idea de iniciar hostilidades parciales. A tal efecto encarga al teniente Gregorio Araoz de Lamadrid para que efectúe reconocimientos por las zonas próximas.-

La noche del 24 de octubre de 1813, encarga a tres de sus soldados - José Mariano Gómez, Albarracín y Juan Bautista Salazar – para explorar una posta próxima llamada “Tambo Nuevo”. Al llegar al lugar guiados por un indio baqueano, advierten que el centinela realista estaba adormilado, capturándolo inmediatamente, y en la posta se hallaban once soldados durmiendo. Mediante señas toman los fusiles, despiertan a la tropa y encarecen su detención, la que se formaliza de inmediato, regresando al campamento patriota con los prisioneros, fusiles, caballos y mulas capturadas.-

Enterado Belgrano, condecora a cada uno de ellos con el título de “Sargento de Tambo Nuevo”, quedando acreditado que cuando se está animado de nobles pasiones, hasta un simple soldado puede convertirse en héroe.-

Hallándose el general San Martín en las inmediaciones de Talca ( ) y en conocimiento que el jefe español Osorio procuraba atrincherarse, ordena una violenta carga de caballería al general González Balcarce, en aquél 17 de marzo de 1818. Al toque de los clarines 1.500 jinetes se lanzan al galope, pero dada la distancia a recorrer y el terreno fangoso, llegan desorganizados a las líneas españolas siendo recibidos con fuego de artillería y rápidamente derrotados. En el fragor de la lucha le matan el caballo al jefe de los Granaderos, coronel Zapiola, circunstancia en que se le acerca el cabo Prudencio Torres y viendo lo sucedido, descabalga, diciéndole: “Sálvese, mi coronel, que poco importa que se pierda el cabo Torres”. Luego, afortunadamente, también éste pudo escapar en ancas de un compañero. El desentendimiento de los propios valores era una cualidad generada por las enseñanzas del Libertador.-

Desembarcado el general San Martín en el cercano puerto de Huacho, le llega la noticia del amotinamiento del batallón Numancia, integrado por colombianos, y de su deserción del ejército español. A los efectos de facilitar su arribo al campamento patriota, envía a recibirlos al coronel Rudecindo Alvarado con un grupo de caballería. Este, a su vez, destaca a un grupo de 18 granaderos dirigidos por el teniente Juan Pascual Pringles, para combinar el encuentro, con la prohibición absoluta de empeñar combate con fuerzas realistas.- Hallándose a escasos kilómetros de Chancay ( 24 de noviembre de 1820 ) es sorprendido por efectivos españoles muy superiores en número y pese a la directiva recibida, el oficial puntano carga sable en mano con su pelotón para romper el cerco que los envolvía. Acosado por el mayor número y sin esperanza alguna, se lanza al agua con su cabalgadura. Ante ello, el afamado jefe español coronel Jerónimo Valdez, avanzando hasta la orilla le grita: “¡ Ríndase usted señor oficial, que su vida la garantizamos! ¿ Que más quiere hacer por su honor personal y el de su ejército ?”

Llevados a Lima y a las prisiones de El Callao, los granaderos y su jefe fueron luego canjeados, obteniendo San Martín su libertad, recibiendo todos los integrantes del destacamento un escudo de honor, de paño azul, bordada en oro la leyenda Gloria a los vencidos en Chancay.-

Finalizamos con la bravura sin par de un oficial francés, quien luego de batirse en los ejércitos napoleónicos, llega a éstas tierras ofreciendo sus servicios. Hablamos pues del coronel Federico de .- Amanecía el 20 de febrero de 1827 en los campos de Ituzaingó ( Brasil ) con un durísimo enfrentamiento entre el ejército patriota dirigido por el general Carlos de Alvear y el imperial a las órdenes del marqués de Barbacana.- En un momento dado y ante el ataque arrollador de la infantería enemiga, el general Alvear ordena al Regimiento 1 de Caballería de Brandsen un avance inmediato, a lo cual éste le hace observar que el gran foso que tenía a su frente, impediría la maniobra. Alvear, quien durante toda la acción se había mostrado nervioso y alterado, lo increpa: “¡ Coronel Brandsen: cuando el emperador Napoleón daba una orden sobre el campo de batalla, ninguno de sus jefes la observaba aún cuando supiera que iba a morir!” Brandsen, vivamente afectado le responde: “¡ General, está bien ! ¡ Se que voy a morir, pero cumpliré la orden ! Y sucedió lo previsible: El impetuoso galopar del regimiento fue detenido por las nutridas descargas de la fusilería brasileña, recibiendo Federico de Brandsen dos tiros que lo mataron en el acto y a su lado cayeron su ayudante el teniente Joaquín Lavalle ( hermano del coronel ) y su corneta, el correntino Cosme Chirú.- Este hecho doloroso, pone de manifiesto la extraordinaria disciplina de la oficialidad patriota, aún en circunstancias extremas. Ejemplo que luego se proyectaría en las Instituciones de la Patria.-

Atenta las consideraciones vertidas, solicito a mis pares que me acompañen en la aprobación del presente proyecto de ley.

Roberto Basualdo. – Liliana T. Negre de Alonso. - Adolfo Rodríguez Saá.-