Breve historia del Códice Xólotl

Volumen 1

Tlalnepantla: El Bicentenario y su gente. H. Ayuntamiento de Tlalnepantla de Baz 2009 - 2012

Presidente Municipal Constitucional de Tlalnepantla de Baz Lic. Arturo Ugalde Meneses

Director del Instituto Municipal de la Cultura Lic. Cristóbal Guadarrama Zepeda

Compilación histórica Instituto Municipal de la Cultura Jefe de Unidad de Investigación Histórica Lic. María de Lourdes León Cernas

Edición Instituto Municipal de la Cultura Jefe de Unidad Editorial Lic. Maribel Soto Díaz

Diseño de interiores y diagramación L.D.G. Iván Olguín

Diseño de portada Coordinador de la Oficina de Imagen e Innovación Municipal D.G. Julio Sánchez Cáceres D.C.G. Josep Matus

La presentación y disposición en conjunto y de cada página del Códice Xólotl , son propiedad del editor. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, por cualquier medio o procedimiento, sin para ello contar con la autorización previa, expresa y por escrito del editor. Toda forma de utilización no autorizada será perseguida con lo establecido en la ley federal del derecho de autor.

D.R. © 2010 por Municipio de Tlalnepantla de Baz. Plaza Dr. Gustavo Baz s/n, col. Centro. C.P. 54000, Tlalnepantla de Baz, Estado de México. Impreso en México / Printed in Mexico. Presentación

l Ayuntamiento de Tlalnepantla de Baz a través del Instituto Muni - Ecipal de la Cultura tiene entre sus principales objetivos el rescate de nuestros valores históricos y la difusión de éstos a través de pequeñas pu - blicaciones como la que tienes en tus manos, éste es el primer número de varias de ellas, que podrás coleccionar y así, contar con una biblio - grafía de la historia de tu municipio, el lugar donde vives y desarrollas tus actividades cotidianas. Este 2010, año de la conmemoración del Bicentenario de la Indepen - dencia y el Centenario de la Revolución Mexicana es una excelente opor - tunidad para rememorar nuestras raíces históricas, aprender de ellas y continuar trabajando por nuestra ciudad con la conciencia del origen de nuestro pasado. El Códice Xólotl es el registro más antiguo de los inicios de Tlalne - pantla, narra cómo Xólotl, rey de quien lleva su nombre este códice, eligió esta tierra para fundar su reino y la diversidad cultural que se derivó de su asentamiento y las relaciones que se entablaron bajo su mandato, mismas que contribuyeron al crecimiento de su poderío. También contiene cada una de las láminas que conforman este códice y algunos de los significados principales, así como la descripción de va - rios personajes que al lado de Xólotl hicieron prosperar esta tierra. Es importante mencionar que además de contener una rica descrip - ción de hechos, el Códice Xólotl es la única fuente conocida que propone una fecha para la introducción de la escritura en tierra náhuatl. En la plancha IV se halla la primera mención de un escriba, llamado Coatlite - pan, en el año 4 Acatl, es decir, 1275.

Sin más preámbulos, esperamos que disfrutes de esta obra.

El editor.

5 Índice

Presentación ...... 5 Prólogo ...... 7 Resumen histórico del Códice Xólotl ...... 12 Xólotl y su reinado ...... 19 Xólotl y su reinado ...... 20 Nahuayótl ...... 20 Axopal ...... 20 Acatómatl ...... 21 Pochotl ...... 21 Aculhua, Chiconcuauh y Tzontecoma ...... 21 Sucesores de Xólotl ...... 22 Nopaltzin ...... 23 Tlotzin ...... 24 Quinatzin ...... 24 Xaltocan y Acolhua ...... 25 Tezozómoc e Ixtlilxóchitl ...... 26 Maxtla ...... 29 Nezahualcóyotl y ...... 29 Los dominando ...... 32 Acamapichtli ...... 32 Plancha 1 ...... 34 Plancha 2 ...... 36 Plancha 3 ...... 38 Plancha 4 ...... 40 Plancha 5 ...... 42 Plancha 6 ...... 44 Plancha 7 ...... 46 Plancha 8 ...... 48 Plancha 9 ...... 50 Plancha 10 ...... 52

6 Prólogo

ablar del México antiguo nos lleva a recordar un mosaico rica - Hmente matizado con los colores de la vida precolombina: su plu - ralidad y organización; sus aspectos y afectos; sus extensiones y sus quehaceres; sus posiciones geográficas o sus desarrollos; sus divinidades y sus dirigentes, o sus enemigos y sus alianzas. Analizarlo no es del todo un enigma ni un quehacer reciente, esta labor es muy importante pues nos permite seguir construyendo nuestra identidad actual. Es al contemplar lo más exquisito de nuestros orígenes cuando po - demos desentrañar cómo los conflictos y los personajes antiguos recla - man su sitio en la historia. Así admiramos y descubrimos más de sus aportaciones, costumbres, evoluciones, conocimientos, concepciones del mundo, transitoriedades y conductas que aquellos antepasados desarro - llaron y nos legaron. Así pues, para tener referencias de primera mano, no hay nada mejor que recurrir a los documentos originales, como los códices (los manuscritos pintados a mano, hechos en papeles de fibras vegetales, procedentes del amate y el maguey; o en pieles de animales curtidas, como el ciervo o el ja - guar; o en lienzos de algodón), los cuales nos permiten ver de manera más vital el escaparate de sus formas de vida y su cultura. Ésta que nos honra y de la que tomamos nuestra raíz, con la nomenclatura explícitamente indí - gena de sus tradiciones, nos sigue manifestando, a través de los tiempos nuestro sentido de pertenencia y de arraigo, a pesar del tiempo, lejos de ol - vidarla, nos acerca más, nos ayuda a atesorarla, a guardarla y a añadirla a nuestro devenir histórico y a nuestra descendencia. A continuación, guiados por el Códice Xólotl haremos un viaje al pa - sado. Éste contiene la historia de la región de la Cuenca de Texcoco y de Xó - lotl y los en el Altiplano Central de México durante el periodo Posclásico (siglo XVI). La finalidad del presente estudio, no es la de hacer una reinterpretación de los glifos, no tiene como propósito entender lo que no se ha entendido ni hacer comparaciones con otras fuentes texcocanas o con las del Poniente del Valle de México; su objetivo es brindar una mirada panorámica de lo ya dicho, con el propósito de recuperar parte de la historia regional que rodea a Tlalnepantla, “la tierra de en medio”.

7 LINAJE SEGÚN EL CÓDICE XÓLOTL SIGLO XII-XIV XÓLOTL FAM. TOLTECAS VASALLOS DE XÓLOTL Hermanos Se casó con Tomiyauh AXOPAL PIXAHUA COZCACUAUH Y Hijos Hijos Hijos CHALCHIUHCIHUAZCO CHICOMETEPATL IZTACPANTZIN CHALCHIUHTLANETZIN CIHUAXOCHIL CUETLAXOCHITL MATLACXOCHITL Se casó con Se casó con Se casó con COHUAXOCHITZIN CHICONCUAH ACULHUA TZONTECOMA

Jefe de los Jefe de los Jefe de los Hijos Otomíes Tepanecas Acolhuas TECIHUATZIN XIOXOCHITL TLATNEPANTZIN CHALCHIUICIHUATL Hijos Se casó con Hermanos CIHUATETZIN Se casó con IZCAX CHICONCOAUH MACUILICOATL Su hijo fue IXMITL

Se casó con MALINALXOCHITZIN

Hijos HUETZIN CHICHIMECACIHUATZIN Hijos

TEZOZOMOC EPCOATL ACAMAPICHTLI

8

Y REYES DEL VALLE CONTINÚA

ACATOMATL TZONTECOMATL AZCAXOCHITZIN TOMIYAUH Y Y COHUAZONAC Y CIHUATETZIN Y TLALTECAPATZIN TOCHINTECUHTLI (Sr. de Tlalnepantla) Hijos Hijo Hijos

YOHUATL POCHOTL IXMITL MATZINCOLTZIN CUAUHCIHUATZIN QUIAUHTZIN

Se casó con Se casó con MALINALXOCHITZIN QUINATZIN

COHUATL TEXOCHITL Hijos Hijos

HUETZIN CHICHIMECACIHUATZIN CHICOMATZIN MEMOXOTZIN MATZCOTLZIN

CONTINÚA

9 LINAJE SEGÚN EL CÓDICE XÓLOTL

CONTINÚA

NAUHYOTL E IZTACPATZIN

Hija TOXOCHIPANTZIN NINETZIN UYALOTL Se casó con

POCHOTL

Hijos

ACHOTOMETL AZTAXOCHITZIN IZTACTZONTZIN TOCHINTECUHTLI TECHOTLATALZON Se casó con Hija NOPALTZIN NENETZIN Hijos Se casó con ACOMIZTLI TLOTZIN-POCHOLT TOXTEQUIHUATZIN ATECTZIN-APOTZOCTIN

Hijos Se casó con PACHXOCHITZIN COXCOX HUITZILIHUITZIN MOCOCOMATZIN TOZQUENTZIN Hijos Hijo MOCOCOMATZIN II MALINALXOCHITZIN AZCAXOCHITZIN QUINATZIN NOPALTZIN-CUETLAXIHUI

CONTINÚA

10

ACAMAPICHTLI Y ACOLNAHUACATZIN

Hijo HUITZILIHUITZIN

Se casó con

TETZIHUATZIN

Hijos

CHIMALPOPOCA MATLALCIHUATZIN OMIPAZTECTZIN TLATOPILIA ZACAHUEHUETZIN TEMILOTZIN

Se casó con Se casó con TEMILTZIN ZACAHUEHUETZIN MATLALALZIN IXTLILXÓCHITL Se casó con QUETZALLA Hijos Hijo (Sr. de Culhuacán) NEZAHUALCOYOTL

QUATLECOATZIN MOTECUHZOMA-ILHUICAMINA OLLINTZIN

Hija TLALQUEITL

TOCHINTECUHTLI XIUQUETZALTZIN Se casó con TOTOQUIHUATZIN

Hijo CHIMALPOPOCA

11 Resumen histórico del Códice Xólotl

n la actualidad, el Códice Xólotl se conserva con el número 1 y 10, Ebajo el título de Historia Chichimeca , en la colección Aubin-Goupil de la Biblioteca Nacional de París. El primer dato que se tiene de él y por el cual se ha procurado inter - pretar los glifos del códice está en los escritos que nos aporta don Fer - nando de Alva Ixtlilxóchitl (c. 1578-1650), historiador y traductor mexicano, descendiente directo del soberano Ixtlilxóchitl II de Texcoco. Él nos dice del códice que fue pintado por dos caballeros en la época de Nezahualcóyotl, después de la Conquista, posiblemente a mediados del siglo XVI (posterior a la llegada de Hernán Cortés a Tenochtitlán), ya que muestra una influencia europea (aunque sin dejar de lado el admi - rable estilo artístico de la región texcocana).

12 El códice está hecho en papel indígena (amatl) y cuenta con 10 láminas que no tienen una secuencia lineal cronológica, aunque los relatos que con - tiene empiezan a referirse desde 1068 y terminan en 1429. También en cada plancha, y en casi la mayoría de los glifos, aparecen breves líneas en náhuatl, de las que se piensa pudieron haber sido agregadas por Alva Ixtlilxóchitl. Todas y cada una de las láminas nos relatan la historia de Xólotl y su descendencia, conjugando la escritura alfabética náhuatl con los glifos; co - mienzan por contar cómo fue la llegada de los chichimecas de Xólotl a Tula, cómo el pueblo comenzó a entrar en contacto con los pocos habitantes tol - tecas (que no migraron en “la destrucción de los toltecas” como dice Ixtlil - xóchitl) y, cómo, poco a poco se fueron legitimando y apropiándose de su cultura luego de que los chichimecas desposaban a las mujeres toltecas. Estos matrimonios tenían como fin la consolidación de ambas culturas, además de las genealogías posteriores a los enlaces y los repartos de tierra tributados entre los señores. El ejemplo más evidente de este hecho se observa, según Mariano Veytia: “Cuando Xólotl buscó esposa para su hijo Nopaltzin y escogió a la nieta del gran rey tolteca Topiltzin, hija de Pochotl, llamada Azcaxóchitl”. Los glifos del códice mencionan muchos nombres y lugares impor - tantes a nivel histórico, como Tenayuca, Texcoco, Xochimilco, Tlatelolco, , Iztapalapa, Tlalnepantla, entre otros. Sin embargo, también le suma valor a otros lugares aledaños y a los habitantes que no depen - dieron del linaje de Xólotl, pero que estuvieron en estrecha relación con él y sus descendientes, como su hijo Nopaltzin (aunque el códice no ase - gura que Nopaltzin fuera su hijo), su nieto Quinantzin, y otros soberanos como Techotlalatzin, Ixtlilxóchitl y Nezahualcóyotl.

Representación de Xólotl en el Códice que lleva su nombre.

13 14 De acuerdo con el códice, la historia de nuestra región comienza así: Hacia finales del siglo XII, un grupo de chichimecas venidos de un lugar del Norte llamado Amequemecan, liderados por el jefe tribal Xólotl y por su hijo Nopaltzin, tomaron la difícil decisión de abandonar su sitio de residencia y partir hacia el Sur, con la finalidad de emprender una búsqueda exhaustiva de nuevas tierras. Se trataba de terrenos que se ade - cuaran mejor a sus necesidades y que les brindaran mejores clima y ali - mento. Es posible que el lugar idóneo para su subsistencia se hallara en alguna parte del Valle de México, así que sin más, llevando consigo a su ejército, mujeres y niños, comenzaron la larga y sinuosa procesión. Luego de dieciocho largos meses de peregrinar, el rey y su tribu por fin encontraron un lugar cálido y seguro denominado “El Tepenene”, en donde tomaron un breve descanso para reponerse y continuar el viaje que, poste - riormente, los llevaría al encuentro de un lugar con pirámides y templos en completa ruina. El nombre de este lugar era Tula o Tollan, a él llegaron en el año 1172, o 5 Pedernal, de acuerdo con el calendario indígena. Aunque las condiciones de Tula no eran malas para instalarse, el pue - blo sentía que debía seguir explorando y encontrar un lugar mejor para establecerse. Así que sin rumbo fijo, prosiguieron la caminata. A su paso se encontraron con Mizquiahualla, y más adelante pasaría algo extraor - dinario, pues descubrieron Actopan. . s a c e t l o T

s a i l i m a F 15 En Actopan, Xólotl y su gente se maravillaron ante sus cavernas que eran adecuadas para asentarse. A este sitio se le denominó Xoloque, en el año 5 Tecpalt. Fue así que mientras el pueblo se instalaba en Xoloque, Xólotl, pla - neaba el envío de Acatómatl, uno de sus vasallos, para que siguiera explorando en las orillas de los lagos y descubriera de dónde provenían el humo y las señales de habitantes vistos desde lejos. En efecto, había algunos grupos toltecas (los que abandonaron Tula o Tollan) en esa región, los cuales andaban dispersos alrededor del valle (éstos conjuntos, con posterioridad, ayudarían al pueblo de Xólotl a apropiarse de sus costumbres, que eran mucho más avanzadas). Así pues, tras indagar por los alrededores, Xólotl activaba sus pasos junto a su sucesor, Nopaltzin, a los demás familiares y a algunos guerreros para ver de qué manera abastecían a su grupo de alimento. Al avanzar en su revisión del lugar, el grupo se encontró con cinco cerros. De acuerdo con el códice, se hizo una división por grupos que se

CARACTERÍSTICAS CHICHIMECAS Los chichimecas (“chupadores”), dirigidos por Xólotl, antes de llegar a Tula tenían una cultura poco desarrollada, aún no conocían la agricultura (eran cazadores-recolectores), vivían en cuevas y se cubrían con pieles de animales; no tenían ídolos y se cree que mantenían muchas diferencias sociales con los toltecas, pero cuando empezaron a establecerse en Tenayuca y entraron en contacto con los pocos habitantes toltecas que aún moraban en la región, el sedentarismo produjo entonces una transformación de su forma de vida y de su convivencia, que el pueblo chichimeca comenzó a adoptar de a poco.

16 . e c i d ó C

l e

n e

s o r r e c

5

s o l

e d

fueron instalando en cada uno de éstos, para no perder n ó i c

de vista las posibilidades de colonización. Los cerros a t n e

de que se habla aquí eran el de Zempoallan, Tepepulco, s e r

Oztotl, Tecpatepec, y un cerro con la cabeza de una p e mujer que representaba a Tonan (“nuestra madre”). R En este punto, sucedió también que Nopaltzin, hijo de Xólotl tomó la deci - sión de seguir explorando el valle por su cuenta, así que sólo le pidió a su padre que le diera la mitad de la tribu .

n para que le acompañara. Sin dudarlo, i z t l a Nopaltzin comenzó su propia bús - p o

N queda para encontrar tierras más al Sur. A su paso se topó con un conjunto de cuevas como la de Oztotipac (rodeada de cerros como los de Cuauh - yácatl y Quauhiácatl); y las de Tepetlaoxtoc y Tzinacanoztoc (“en la cueva de los murciélagos”). Más adelante y luego de un breve avance, se halló con una montaña, la más alta de la región, la Sierra de Tláloc, desde donde se podían per - cibir con claridad las ruinas que habían dejado los antiguos habitantes. La vista era tan impresionante que desde lejos podía apreciarse Texcoco, así que Nopaltzin se decidió a partir hacia ese lugar. Mientras se dirigía a Texcoco, Nopaltzin encontró Huexotla, Co - huatlychan, Texcoco, Tlalzalan, Coyohuacan y Chapultepec. A la par que esto acontecía, Xólotl permanecía en Tepeapulco a la espera de su hijo, y mientras el rey chichimeca esperaba, mandaba a otros miembros de su

17 pueblo a inspeccionar lugares más al Occidente. Así pues, la tierra que encontraron y de la que hicieron referencia como la “tierra buena y muy dispuesta para su morada” era Tenayuca Oztopolco (Tenayuca significa “lugar con muros” o “lugar fortificado”, y Oztopolco, “lugar de muchas cuevas”). Después de un tiempo, por fin se reencontraron padre e hijo junto con los seis vasallos que le acompañaban, éstos eran Acatomatl, Cuau - hatlapal, Cozcacuauh, Tecpa, Iztaccuauhtli y Iztacmitl. Una vez reunidos decidieron partir en una nueva búsqueda. El deslumbrante lugar que descubrieron y del que inmediatamente tomaron posesión fue la tierra tolteca llamada Tenayuca o Tenoyacan. En este sitio permanecieron por mucho tiempo, aunque el rey Xólotl, in - quieto y perspicaz como era, sabía que no debía detenerse, que debía se - guir descubriendo majestuosidades y conquistarlas para acrecentar su poderío y dominar el Valle de México. Así que una vez más continuaron su marcha: por el Poniente de Tenayuca se encontraron y dominaron la montaña de Xocotlán. Por el Este, recorrieron muchos cerros y montañas como Itzucan (sobre Culhuacán), Atlixcahuacan y Temalacayocan (Pue - bla). Por el Norte, siguieron apareciendo más montañas como la de Po - yauhtécatl (el Cofre de Perote en Veracruz) y la de Xiuhtecuhtitlan. También pasaron por Zacatlán, Cuauhchinanco (Huauchinango), Toto - tepec (Tutotepec, todos ellos en Puebla), y manteniendo su errante ca - minar hacia Metztitlán, Cuaxquetzaloyan, Atotonilco (en el estado de Hidalgo), y Cahuacan (en el Estado de México), hasta regresar nueva - mente a Tenayuca, donde justamente en la cumbre del cerro El Tenayo fue que contemplaron una tierra fértil y un hermoso valle en la “más acomodada tierra“ y el pueblo se decidió a hacer construcciones cere - moniales ahí, donde se formaría una capital política que incluiría, hasta los lugares más alejados hacia el Norte, a Atotonilco (actual estado de Guanajuato) para conformarse la zona conocida como Chichimecatlalli, o “heredad de los chichimecas” (según Torquemada*) o “tierra en que fueron fuertes y numerosos los chichimecas”.

Torquemada, Fray Juan de, Monarquía indiana, Tomo I. 1a ed., Sevilla, 1615. México, Porrúa, 1986.

18 Xólotl y su reinado

19 Xólotl y su reinado

espués de un tiempo de establecidos en el Valle de México, y con 47 años en Te -

. D l t o nayuca, Xólotl y su esposa, Tomiyauh, junto l ó X con sus hijos, Nopaltzin, Cihuaxóchitl y Cue - e d

n tlaxóchitl, empezaron a disfrutar de la esta - ó i c a

t bilidad y la paz que se respiraba en su n e s poderío. Poco a poco la vida sedentaria los e r p

e impregnaba, y Texcoco y Cohuatlichan R (Acolhuacan) eran los lugares más cercanos a los que se trasladaban. Con facilidad los vasallos chichimecas comen - zaron a desposar a las mujeres toltecas, acrecentando así la población y las relaciones de poder. Algunas de estas familias, resultado de los nume - rosos casamientos chichimeca-toltecas, fueron los que se mencionan a continuación.

Nahuayótl Fue uno de los más importantes vasallos de Xólotl, tomó por esposa a Iztacpantzin (hija de Pixahua, otro señor importante que heredó el trono en el año de 1 Tochtli). De su casamiento . l t nacieron una hija y un hijo. La hija, más ade - ó y a u

lante se comprometería con Pochotl, hijo del h a gran rey tolteca, Topiltzin, y su hijo de nombre N Chalchiuhtlanetzin o Chalchiuhtlatonac, sería el señor de Tlalmanalco y se casaría con Cohuaxochitzin, con quien tendría seis hijos: Tecihuatzin, Xiloxóchitl, Tlaltepantzin, Chalchiuhcihuatzin, Cohuatl y Texóchitl. A su vez, Xiloxóchitl, la segunda hija se iría a Cholula para ser esposa de Izcax (hijo de la señora de Tula y del sacerdote de Cholula), y Chalchiuhci - huazco se casaría con Cozcacuauh.

20 Axopal Se casó con un Señor importante de donde nació su . primer hijo, Chicometecpatl, que más adelante tam - l a p bién se posesionaría de otros señoríos. o x A Acatómatl Quien ayudó a Xólotl a explorar el Valle de México, se . l t casó con una mujer llamada Cohuazanac, y le fue otor - a m ó t

gado el territorio de Zohuatepec. a c A Pochotl Vivió en Cuauhtitenco, lugar cercano a Tula. Se casó con Toxochipantzin y de dicho matrimonio nacieron cinco niños, entre ellos Achotometl, Az - taxochitzin (que murió a los 20 años), e Iztactzontzin.

Aculhua, Chiconcuauh y Tzontecoma Los mejores enlaces matrimoniales, que determinaron la división de los territorios del valle y la conformación .

de grandes centros de poder, fueron los de los nuevos a u h jefes que venían de tribus migratorias llegadas desde l u c

Michoacán al Valle de México, hombres, según la des - A cripción de “mucha fuerza y opulencia”, (según Torquemada*) que ha - blaban una lengua diferente y tenían características muy distintas a las de los chichimecas, con deidades y una religión bien definida. Los acolhuas llegaron divididos en tres grupos y cada uno tenía su cau - dillo y su señor. Éstos fueron directamente con Xólotl para que los admitiese en su señorío y les diera tierras para poblar. A Xólotl le agradaron mucho estos hombres, así que decidió hacer un pacto de amistad con ellos y darles territorios a tres de sus hermanos y señores principales, además de sus tres hijas en matrimonio. Así pues, los nuevos yernos de Xólotl recibieron un .

señorío diferente y pueblos más poderosos que Tenayuca. s a u h l o c a

s o l

y

l t o l ó X * TORQUEMADA, op. cit. , pág. 51. 21

En primer lugar, al mayor de los her - a u h manos llamado Aculhua, casó con la se - l u c A .

gunda hija de Xólotl, Cuetlaxochitzin, y o y i

n n i o tuvieron un hijo de nombre Tezozómoc, z t i m i h r t c

a él, su suegro le obsequió Azcapotzalco a o x m

a l u como cabecera de los tepanecas. t s e

u n C A Chiconcuauh le dio Xaltocan, e como cabecera de los otomíes, éste se casó con Cihuaxóchitl, otra hija de Xólotl, y tuvo con ella tres hijos. Al más joven, llamado Tzontecoma, le fue otorgado el señorío de Cohuatly - chan, pero se desconoce el nombre de su esposa. Con estos hechos, se ponían los cimientos de los centros de poder más importantes, luego de la caída de Tula y antes del ascenso al poder de la Tri - ple Alianza (formada por México-, Texcoco y ). Luego de años de residir en Tenayuca, Xólotl decidió mudarse a Tex - coco (que se encontraba al otro lado del lago), dejando a sus allegados al cuidado de sus territorios. Este cambio de residencia no fue una buena opción, pues aunque se hizo de fama y poder, también recaían sobre él fuertes envidias y recelos, a tal grado que incluso intentaron asesinarlo. Este acontecimiento lo marcó de manera decisiva para retornar a Tena - yuca, lugar del que no debió salir y en el que moriría, repentinamente, en 1232 (o 13 Pedernal). Para finalizar, puede decirse de Xólotl que gracias a él y a sus segui - dores los chichimecas, los otomíes y los tepanecas (y también algunos mexicas), Tenayuca se mantuvo como la cuna de las casas reinantes y pudo conformar lo que fue y es el municipio de Tlalnepantla.

Sucesores de Xólotl

Luego de ver cómo el reinado de Xólotl se dividía compartiendo go - bierno con varios señores alrededor del Valle de México, de forma apre - surada la descendencia de estos reyes se preparaba para tomar la dirección de los reinados, creando guerras de poder que acrecentaran su poderío para trasformar la historia política, económica y social del valle.

22 Enseguida veremos la participación de los personajes más represen - tativos vinculados con Xólotl, quienes fueron esenciales en la conforma - ción de nuestra región y en la historia de México.

Nopaltzin Hijo del gran rey Xólotl, Nopaltzin pasó a la posteridad no sólo por su nobleza o porque gobernó durante 32 años a su pueblo sin trastornos y pacíficamente, sino también porque nunca olvidó sus raíces ni su cultura nómadas, ya que la caza continuó siendo hasta el final de sus días su sus - tento, aunque no dejó de adecuarse a las nuevas formas de organización que los nacientes reinos sedentarios le enseñaban, como la agricultura. Se puede ver un vivo ejemplo de esto, en los campos de cultivo aparecidos en el vigésimo séptimo año de su reinado en Chalco, Zohuatepec, Tlal - zallan-Tlallanoztoc, y en otros lugares. Luego de que Nopaltzin se casara con Azcaxochitzin, hija de Pochotl, y nieta de Topiltzin de Tula, comenzó a sentir que había llegado el mo - mento para exigirle a su padre Xólotl (que en ese momento aún gober - naba grandes provincias del Valle de México, como Tepepulco, Zempoallan y Tulancingo) que le diera su propio señorío como patri - monio para sus hijos. Así que, tras viajar a Texcoco, la residencia de su padre, Nopaltzin consiguió con éxito para su hijo Toxtequihuatzin, los poblados de Zacatlán y Atecatzin, Tenamitec, y para Tlotzin-Pochotl (su - cesor al gobierno de Tenoyacan) consiguió Tlatzallan-Tlalanoztoc. Éste último por ser primogénito de Nopaltzin y heredero al trono, se casó con Pachxochitzin, nieta de Chalchiuhtlatonae, un importante vasallo, con quien tuvo seis hijos: Malinalxohitzin, Azcaxochitzin (quien se casó con el señor de Tlalnepantla), Quinatzin, Nopaltzin-Cuetlaxihui, Tochinte - cuhtli y Xiuquetzaltzin. . n i z t l a p o N

23 Tlotzin Tlotzin se casó con Pachxochitzin, hija de un señor de Chalco llamado Cuahuatlal, y tuvieron seis hijos: Xiuhquetzal, Tochin, Nopaltzin Cuetla - chihuitzin, Quinatzin Tlaltecatzin, Malinalxóchitl (quien se casó con Tla - cotzin, señor de Coatlichan, de donde se desprendió el derecho para gobernar Acolhuacan), y la sexta fue una mujer de la que se desconoce el nombre. En 1270, poco antes de morir Tlotzin, se desataron conflictos internos en Acolhuacan, donde la capital Coatlichan, fue reclamada por Yacanex, señor de Tepetlaoxtoc, que pretendía usurpárselo a Huetzin, legítimo he - redero al trono de Tlotzin. En 1272, con el ascenso de Quinatzin al poder, el conflicto llegó a su clímax: Yacanex formó alianza con los señoríos otomíanos de Metztitlan, Tototepec y Tepepolco (gobernados por Ocotoch, Coacuech y Zacati - techcochi, respectivamente), mientras que Huetzin era apoyado por sus tíos, Quinatzin y Nopaltzin, además, intervino en el conflicto, un con - tingente guiado por el hijo del de Cuahuacan, de nombre To - chinteuctli (no debe confundirse éste con el otro tío de Huetzin). La batalla final tuvo lugar en cuatro frentes distintos: en Chicuhnauh - tlan (Chiconautla), defendido por Yacanex y atacado por Tochinteuctli, quien mató al instigador de la revuelta; en Patlachiuhcan () se atrincheró Coacuech, y Huetzin rompió el cerco alcanzando la victoria; en Zoltepec se fortificó Ocotoch, pero fue capturado y muerto por No - paltzin, quien emocionado persiguió al último reducto de sus enemigos hasta llegar casi a Tolantzinco, cayendo en una emboscada de la que no pudo salir con vida, y en Cuaximalco, lugar muy cercano a Tepepolco, fue arrasado por Quinatzin.

Quinatzin Hijo de Tlotzin Potlotl, nieto de Nopaltzin, bisnieto de Xólotl y cuarto rey de los chichi - mecas de Tenayuca, ascendió al trono proba - blemente en el año 1298 para gobernar a los . n i

z chichimecas durante un periodo de ochenta t a n i años. u Q

24 Quinatzin ya no quiso vivir en Tenayuca, por lo que dejó su gobierno a cargo de su tío Tenancacaltzin; mientras él trasladaba la capital de Te - nayuca a Texcoco, la cual para ese entonces ya era más cómoda, contaba con más comodidades y estaba mayormente poblada. Además emprendió una política de reorganización interna, hizo mejoras en la agricultura, se emparentó con los acolhuas (de Texcoco), quienes lo ayudaron a formar una sola nación y a adoptar el gentilicio de “acolhua”. También se en - frentó a la invasión de los nuevos pueblos como los tlailotlaques y los chimalpanecas, y combatió contra los de Totoltepec y Metztitlán. Estas batallas fueron muy duras, ya que participaron la mayoría de los señores y reyes del Valle de México, quienes defendiéndose con sus armas hacían historia. Los guerreros que se enfrentaron en esta lucha fueron: Tlacaxi - maltzin, señor de Chalco, quien peleó por Zayollan; Toxami, señor de Tlalpiltepec, quien fue en contra de Huaxtepec; mientras Quinantzin hacía la guerra contra los de Totolapan; Amitzin, de Chalco-Atenco, la hacía sobre los de Muzquiz y Acatlán, y Mixcohuatl y Acamapichtli, tam - bién peleaban. El resultado de estas guerras fue que los señores y reyes del valle lo - graron extender sus dominios, a costa de muchas vidas. Por ejemplo, la de Nopaltzin, quien resultó prisionero y asesinado por los de Tulantzinco. También Tochintecuhtli murió junto con su hijo Quiauhtzin y su esposa. En Chalco murió Tlacaximaltzin y también se halló el cadáver de Amitzin, de Chalco-Atenco y, finalmente, Quinatzin, que murió en el año 8 Calli. Su esposa fue Cuauhcihuatzin y procrearon a Chicomatzin, Memoxotzin, Matzicotlzin, Tochintecuhtli y Techotlalat - zin, este último, su sucesor.

Xaltocan y Acolhua Después de un tiempo en que el tío de Quinatzin (nieto de Xólotl), de nom - bre Tenancacaltzin, se ocupara de Te - nayuca, súbitamente comenzó a ser alcanzado por el predominio de Xal -

tocan en el valle, quien se apoderó de . a u h los señoríos de Tenayuca y de Teocal - l o c hueyacan (entre los años 1220 y 1398). A

25 Por otro lado, los tepanecas (aquellos que se asentaron en Azcapot - zalco) comandados por el yerno mayor de Xólotl, Acolhua, empezaron a alcanzar una fuerza militar muy importante, a tal grado que sustituyeron a Xaltocan en el dominio, sometiéndolo junto con su pueblo, los otomíes, en 1395. Fue con este triunfo como los tepanecas se convirtieron en los principales dirigentes y comenzaron a imponer sus reglas a los demás pueblos, exigían mayores tributos y despojaban de tierras, alcanzaron así su máxima supremacía con el segundo señor de Azcapotzalco (continua - dor de Acolhua), Tezozómoc.

Tezozómoc e Ixtlilxóchitl Hijo de Azcapotzalco, Tezozómoc le suce - dió en el trono. De 1409 a 1427 tuvieron lugar los mejores años de su gobierno. Se

. casó con Cauhlchiuhcozcatzin y tuvieron c o

m seis hijos: Maxtla, Tecuhtlipiltzin, Tayatzin, ó z o Cuetlachcihuatzin (quien casó con Tlato - z e T catlatzacuilotzin, señor de Acolman), Cue - tlaxochitzin (quien se matrimonió con Xilomantzin de Culhuacán), y Papaloxochitzin, esposa de Opantecuhtli, con quien procreó a Acamapichtli (igual que el rey de Tenochtitlán), Epcoatl (o Mixcohuatl), y una hija (cuyo nombre no se ve con claridad en el códice). El gobierno de Tezozómoc no brilló por su tranquilidad (a diferencia de otros, como el de Nopaltzin), ya que su ambición de expansión terri - torial le ocasionó un tremendo resentimiento con Ixtlilxóchitl, señor de Texcoco, quien no sólo no quiso tomar a su hija Tecpaxóchitl como legí - tima esposa, sino que además le estorbaba para engrandecer su prepon - derancia; razón por la cual tuvo que armar una conspiración de la mano de Chimalpopoca de Tenochtitlán y Tlacateotzin de Tlatelolco, en contra de Ixtlilxóchitl Ometochtli (quien desde su nacimiento estaba destinado a gobernar los pueblos de Tepepolco, Tepetlaoxtoc, Teotihuacán, Tezo - yocan, Tepechpan, Chiuhnauhtlan, Cuextecaichocayan, Tlalaxapan, Ti - zayocan, Ahuatepec, Axapochco y Cuauhtlatzinco), para quitarle sus derechos como monarca chichimeca y arrebatarle sus tierras.

26 El ejército formado por estos señores fue muy numeroso y fuerte, se les aliaron, además, los pueblos de Tlacopan, Coyo - huacan, Culhuacán, Xochimilco, Cuitlá - huac, Mixquic, Iztapalapan, Mexicaltzingo y Huitzilopochco. Mientras crecía el ejér - cito y las batallas empezaban, Ixtlilxóchitl mirando el peligro, se hizo acompañar de sus fieles seguidores como Totzintzin, de . l t

Tepopula; Omaca, de Tlalmanalco; Caca - i h c matzin, de Chalco, y Xayacamachantzin, de ó x l i l t

Huexotzinco, y de otros generales para en - x I cargarse de proteger al pueblo y delimitar las fronteras para su protección. A Tochintecuhtli, quien fue nombrado general del ejército, le tocó vi - gilar los límites hacia Chicuhnauhtlan; y a Ixcontzin, elegido general de las fuerzas se le asignó aguardar en el frente de Chalco. Ixtlilxóchitl tenía que apresurarse a darle fuerza a la guerra que se avecinaba, y con ayuda de los pueblos de Tollantzinco, Zempohualan, Tepepulco, Tlalanapan (Actopan), Tizayucan, Tepechpan, Tezoyocan, Te - petlaoxtoc, Chiauhtla, Cohuatlichan, Huexotla y Texcoco, entró en la gue - rra. Lo primero que hizo fue irrumpir por Xaltepec, , Axapuxco, Azquemeca, Temascalapan, Tula, Xilotepec, Citláltepec, Tepozotlán y Cuauhtitlán. En este último lugar fue donde se encontrarían el guerrero acolhua con el guerrero tepaneca, aunque no sería la única ocasión. Más adelante, Tezozómoc con engaño y aguardando con un ejército en el bos - que, le pidió a Ixtlilxóchitl hacer un juramento frente al pueblo, allá en Temamantla; pero Ixtlilxóchitl, por principio desconfiado, consultó con sus vasallos y decidieron que quien iría a la cita fuera su hermano, Aca - tlotzin, acompañado por su ayo y maestro, Huitzilíhuitl, y por Tequix - quinahuacatzin, quienes sabían de antemano que Tezozómoc buscaría darle muerte al tlatoani acolhua, a pesar de lo cual estaban preparados para hacer el sacrificio por su monarca. Esta buena obra se llevaba a cabo, mientras Ixtlilxóchitl escapaba, sin embargo, fue atrapado por Tezozó - moc y sus tropas, en donde le atravesó con una mortal lanza mientras su

27 hijo, Nezahualcóyotl, escondido entre las ramas de un árbol de capulín, contemplaba su triste muerte. Mientras que los antiguos pueblos vasallos de Ixtlilxóchitl, como Chiauhtla, Tezoyocan, Tepechpan, Acolman, Tepetlaoxtoc, Chicuh - nauhtlan, Teotihuacán y Otumpan eran tomados por los tepanecas y un general tomaba posesión de un templo antiguo de los toltecas, Nezahual - cóyotl se escondía en el Cerro de Cuauhyacac con su criado Huitziltetzin, y el cádaver de Ixtlilxóchitl era recogido por Chichiquil en el año 4 Toch - tli. Fue el mismo Chichiquil quien le colocó sus insignias reales y quemó su cuerpo. En tanto, en el pueblo de Ixtlilxóchitl también acontecía que desde los cuatro puntos de Texcoco, Tlailotlacan, Chimalpan, Colhuacan y Me - xicapan, junto con los de Tlaxcalla y Huexotzinco, Ixtapalocan, Zohua - tepec, Cohuatepec, Cohuatlichan, Huexotla, Tepetlanexco, Tezapan, Chiauhtla, Tepetlaoxtoc y Xalatzinco los habitantes tuvieron que aban - donar sus pueblos, huyendo de los tepanecas, a la par que las nuevas tri - bus se asentaban y hacían sus casas con techos de paja. En el año 6 Tecpal, luego de que Tezozómoc señalara a su pueblo como cabecera y lugar donde se recogerían los tributos, con rapidez co - menzó a hacer repartición de las tierras acolhuas: a Tlacateotzin, señor de Tlatelolco le fue dada Huexotla, y a Chimalpopoca, Texcoco. Al mismo tiempo, y tras un largo y terrible sueño, Tezózomoc se dio cuenta que era conveniente matar al sucesor de Ixtlilxóchitl, Nezahualcóyotl, motivo por el que hizo prometer a sus hijos, Maxtla, Tlatoca-Tlixpaltzin y Tayatzin que lo matarían. Tezozómoc no viviría mucho para ver su sueño hecho realidad, el viejo rey moriría al amanecer del año 13 Acatl, luego de un reinado de 180 años. Su cuerpo fue incinerado junto con sus insignias, y su funeral se ce - lebró el día 4 Movimiento, ante la presencia de Tlacateotzin, Chimalpo - poca, Nezahualcóyotl, Tzontecochatzin, Maxtla su sucesor, Motecuhzoma y Tayatzin.

28 Maxtla Tezozómoc nunca imaginó que su muerte traería más problemas a su señorío. Mucho menos que sus hijos Maxtla y Tayatzin se pelearan por la posesión de su imperio. Por un lado, Tayatzin se puso de . a l acuerdo con Chimalpopoca en Tenochti - t x a tlán para quitarle el reino a su hermano M Maxtla, pero no contó con que el criado del rey Maxtla, de nombre Tlalolton, los escuchaba y de inmediato fue a comunicarle a su señor sus planes. Así pues, sucedió que Maxtla sabiendo de las intenciones de su her - mano, se desilusionó y se dispuso a ofrecerle un banquete en los palacios nuevos para que su muerte cayera como postre, al tiempo que enviaba a sus guerreros a México para que aprehendieran al rey Chimalpopoca por su traición.

Nezahualcóyotl y Chimalpopoca Después de que un tío de Nezahualcóyotl

fuera apresado, éste último decidió ir a Az - . l t o

capotzalco a pedir merced para su libera - y ó c l a

ción. Así, emprendió su viaje hacia u h a

Tlatelolco al lado de Chichincatl y Tzonte - z e cochatzin, mientras en el camino comen - N taron de la muerte del señor de Tenochtitlán. Al llegar, Nezahualcóyotl se encontró con la sorpresa de que Chimal - popoca estaba preso y además les pedía algo de comer. Nezahulacóyotl le brindó lo que traía y también le comentó que Maxtla había sido el trai - dor que lo había mandado apresar. Después de esto, decidió regresarse para Texcoco, junto con la noticia de que Chimalpopoca había muerto en el día 10 Xóchitl, pero no sabía que Maxtla, quien lo odiaba, lo perse - guía a él y a Tlacateotzin, fue entonces que Nezahualcóyotl y sus acom - pañantes tuvieron que huir en una canoa, aunque los tepanecas los alcanzaron en medio de la laguna y los obligaron a regresar a Aztcapot - zalco, al palacio de Maxtla.

29 A su arribo ante Maxtla, Nezahualcóyotl miró una plaza repleta de gente armada, pero gracias a su inteligencia logró escapar, huyendo hacia Texcoco nuevamente, junto con su hermano. Sin embargo, nuevamente, Maxtla ordenó a cuatro generales que matarán a Nezahualcóyotl. Éstos eran Huehuetlilpic, Xochicalcatl, Ixtlahuehuequeti y Tlalolpizac, los cua - tro caballeros tepanecas. Llegaron los enviados a Texcoco buscando a Ne - zahualcóyotl en el palacio de Zilan. Cuando llegaron, Nezahualcóyotl se encontraba jugando a la pelota con uno de sus criados, llamado Coyo - huatzin. Éste fue a recibirlos y los condujo a una sala, en donde les ofreció flores, alimentos y bebidas, en tanto Nezahualcóyotl y Zematzin escapa - ban por una puerta oculta del palacio. Cuando Maxtla se enteró de que Nezahualcóyotl había escapado otra vez, emprendió una exhaustiva búsqueda y dio órdenes para que lo arres - taran en cuanto lo vieran, prometiendo otorgar al captor grandes dones y mercedes. Nezahualcóyotl huyó hasta Cuitláhuac, donde habló con Iztamate - tlapac. Después bajó a Xochimilco a consultar con Quetzaltecuhtli. En Culhuacán habló con Quetzalla, luego dio vuelta en Coyohuacan; pos - teriormente, fue a Xochitepec y a Iztacpantzin. El señor de Texcoco continuó su viaje por Xiuhtepec, Mixquic, Tepo - pula, Tlalmanalco, Chalco y Huexotzinco; enseguida llegó a Coatlán a casa de uno de sus vasallos llamado Tezoma o Tozmatzin, quien le ayudó a Nezahualcóyotl a escapar de los tepanecas cubriéndolo con mucho ixtle. Así que una vez más, Nezahualcóyotl continuó su camino, aunque no se imaginó que de nuevo sus enemigos se acercaban, se escapó enton - ces con ayuda de una señora que lo cubrió con manojos de chía, y al lle - gar los tepanecas, la señora les mandó hacia otro rumbo. De allí, el príncipe Nezahualcóyotl llegó hasta Texcotzinco, donde se quedó una noche junto a sus vasallos, Xolotecuhli, Huitzilíhuitl, Mitl y Tlatoltzin. En su huída, Nezahualcóyotl no esperaba que dos de sus seguidores, Tlatolotzin y Cohuatlitlaltzin, esparcieran el rumor de que iba huyendo de los tepanecas con rumbo hacia Tlaxcalla, por lo que se vio obligado a

30 pedir la ayuda de Toteotzintecuhtli, rey de Chalco, para librarse de sus enemigos. Fue así como hizo un camino a través de las montañas para no ser visto. De ahí pasó por Tezcotzinco, luego fue a Metla o Matlao - metepec, en donde un caballero llamado Teyxpantzin (o Tecpan) lo ali - mentó. Posteriormente, y ya muy cansado de huir y de esquivar a las tropas de guerreros que lo perseguían, una vez más, Nezahualcóyotl vio venir hacia él a unos tepanecas de Tlaxcalla y Huexotzinco, por lo que con agilidad se escondió entre unos matorrales de saucos junto a una se - mentera de maíz, para después continuar en otra dirección, hacia Yahua - liuhcan. De ahí, pasó por más lugares como Cuauhtepec, Calpulalpan, Temalacatitlan y Xaltalixizapocan, hasta llegar a Ahuatepec, donde per - maneció por un tiempo, hasta que decidió partir a Texcotzinco, pasando por Zoltepec y Oztotipac hasta llegar a Huexotla, para de ahí partir, nue - vamente, a Chiauhtla. “Mirad; Tlaxcalla, Huexotzinco, Tula y otras partes, vienen sobre vosotros: el tirano Maxtla se acabará y recobrará el que viene de derecho”. Mientras que elloshuían hacia la ciudad y desaparecían.

Maxtla al mando para acabar con Nezahualcóyotl .

31 Los mexicas dominando

Luego de que la Triple Alianza empezara su dominio, los vencedores de - cidieron restablecer la Excan Tlahtoloayan y comenzaron a tomar pose - sión de las tierras, Izcóatl, señor o tlatoani de Tenochtitlán comenzó a incitar a los acolhuas (o texcocanos de Nezahualcóyotl) contra su diri - gente, con lo que desencadenó una breve guerra de ocho días, en la cual Nezahualcóyotl resultó vencedor y logró entrar a México-Tenochtitlán, luego de lo cual decidió perdonar a Izcóatl y a los tenochcas, desaprove - chando así la oportunidad de tomar el control del centro de México. En este mismo año, Izcóatl desató una guerra civil contra Tlaltelolco, señorío al que sometió, a la par que inició su expansión hacia el Sur, en donde también conquistó Mixquic, Cuauhquechollan, Xochimilco (1432); re - conquistó Cuitláhuac (1433) y también derrotó a Cuauhnahuac, en 1439. En 1440, Izcóatl murió, y Nezahualcóyotl decidió apoyar a Ilhuica - mina Chalchiuhtlatonac como el nuevo tlatoani, quien en su periodo de gobierno pasó por los altibajos de las Guerras Floridas (debido a la gran hambruna de 1450-1454), y también encabezó las grandes oleadas de ex - pansión junto con Nezahualcóyotl, con las cuales llegaron hasta Oaxaca sometiendo las capitales de Cohuaixtlahuacan (Coixtlahuaca) y Tepoz - colollan (Teposcolula), en 1461, y la región de Atezcahuacan, en Puebla, en 1463. En 1472, a la muerte de Nezahualcóyotl de nueva cuenta los tenoch - cas tomaron el control de la Triple Alianza, aprovechando que Nezahual - pilli Acamapichtli (segundo hijo legítimo de Nezahualcóyotl) apenas contaba con ocho años de edad y le era imposible tomar el mando.

Acamapichtli Hijo de Huehue Acamapichtli y de Xicomoyahual. Fue rey de Tenochti - tlán por cincuenta años (murió en el 13 Acatl). La importancia de su rei - nado radicó en el sometimiento de muchos gobiernos como Teohuacan, Amaquemecan, Chalco, Xochimilco, Mixquic, Cuitláhuac, pero sobresa - lió porque junto con Azcapotzalco venció la alianza de Xaltocan-Cuauh - titlán-Tepotzotlán.

32 . i l t h c i p a m a c A

Acamapichtli se casó con Ilancueitl y tuvieron tres hijos. El primero y el que sería su sucesor, y maestro de Nezahualcóyotl, fue Huitzilihuitzin*. Con esta narración terminan los autores de esta original y antigua historia pintada en el Códice Xólotl, por no haber sucedido más, y lo subsiguiente, relata otras historias y relaciones.

*Huitzilihuitzin estaba casado con Tetzihuatzin y la línea nos indica que ella fue hija de Acolnahuacatzin, señor de Tlacopan. Los hijos del matrimonio fueron: Chimalpopoca, Matlalcihuatzin, Omipaztectzin, Tlatopilia, Zacahuehuetzsin, Itzcoatzin, Temilotzon y Te - mictzin. Una línea une a Itzcoatzin con una de sus hijas, que se casó con Quetzalla, señor de Culhuacán, seguido de Chalchiuhtlanetzin y Xuihtlanextzin.

33 Plancha 1

34 35 Plancha 2

36 37 Plancha 3

38 39 Plancha 4

40 41 Plancha 5

42 43 Plancha 6

44 45 Plancha 7

46 47 Plancha 8

48 49 Plancha 9

50 51 Plancha 10

52 53 Bibliografía

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54 Esta publicación es una edición bajo el cuidado de la Unidad Editorial del Instituto Municipal de la Cultura de Tlalnepantla, se terminó de imprimir el mes de julio de 2010, con un tiraje de 1000 ejemplares, más reposiciones.

Impreso en los talleres de ACD 513 S.A. de C.V. www.acd513.com