Celebración Penitencial Para Educadores 50 Celebración Penitencial Para Niños 53 Celebración Penitencial
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INDICE PRÓLOGO 1 PRESENTACIÓN 2 ADVIENTO 3 4 Introducción 9 Ambientación 11 Celebración de Adviento-Navidad 15 Celebración con los padres en familia 16 Los domingos de Adviento 17 I Domingo de Adviento 22 II Domingo de Adviento 27 III Domingo de Adviento 31 IV Domingo de Adviento 36 Fiesta de la Inmaculada Concepción 39 Celebración Mariana I 43 Celebración Mariana II 45 Celebración Penitencial para Educadores 50 Celebración Penitencial para Niños 53 Celebración Penitencial NAVIDAD 57 58 Introducción 60 Algunos datos acerca de la Navidad 61 Celebración como preparación de la Navidad 64 Propuestas para la fiesta-celebración Navideña 66 Ambientación en Navidad CUARESMA 67 68 Introducción 72 Ambientación 74 La Cuaresma en el Juniors 76 Los domingos de Cuaresma 77 El Via Crucis para niños 84 Miércoles de Ceniza 89 Celebración de inicio de la Cuaresma 91 I Domingo de Cuaresma 98 II Domingo de Cuaresma 104 Celebración Penitencial para Educadores 107 Celebración Penitencial para Niños 110 III Domingo de Cuaresma 115 IV Domingo de Cuaresma 120 V Domingo de Cuaresma PASCUA 123 124 Introducción 127 Ambientación 130 Pascua de Resurrección 136 II Domingo de Pascua 141 III Domingo de Pascua 148 IV Domingo de Pascua 156 V Domingo de Pascua 163 VI Domingo de Pascua 168 Ascensión del Señor 176 Pentecostés Santísima Trinidad 184 Corpus Christi 192 Bibliografía 204 P R Ó L O G O Tenéis en vuestras manos el material que reco- pila los Tiempos Litúrgicos que corresponden al Ciclo B. Con este material, al igual que con el que corresponde al ciclo A, desde la Secretaría de Formación de Juniors M.D., intentamos facilitar el trabajo de los educadores para programar las actividades y celebraciones importantes de los tiempos litúrgicos en los Centros Juniors. Esperamos que este material os resulte de ayuda para preparar las actividades de los cha- vales, así como os puede resultar también muy útil para vuestra propia formación. Desde nues- tra propia experiencia hemos recogido textos, actividades, oraciones Cada Centro de nues- tro movimiento tiene una realidad distinta, por eso este material no tiene porqué ser utilizado íntegramente y tal cual es, sino que vosotros podéis y debéis adaptarlo como creáis conve- niente para trabajarlo. En la recopilación y elaboración de este mate- rial han participado muchos educadores del movimiento que dedican parte de su tiempo a colaborar en las Secretarías, nos gustaría aprovechar estas líneas para agradecer toda su dedicación y todo su esfuerzo. Deseamos que sea un material que os sirva para acercaros más a la celebración de los Tiempos Litúrgicos y para vivir vuestra fe en plenitud. Secretaría de Formación 1 PRESENTACIÓN El material que tenéis en vuestras manos está dividido en cuatro grandes bloques: Adviento, Navidad, Cuaresma y Pascua. De la Semana Santa no hemos elaborado nada, puesto que durante estos días no hay actividad en los Centros Juniors. No obstante, es importante que colabore- mos y participemos activamente en la preparación y cele- bración del Triduo Pascual en nuestras parroquias. La estructura que presenta este material es simi- lar a otros de materiales que hemos realizado con anterio- ridad. En cada uno de los bloques, que corresponde a un tiempo litúrgico, tenemos una introducción que nos acerca a la importancia y al sentido de estos días, a nuestras acti- tudes, a las celebraciones Os proponemos algunas ambientaciones que podemos realizar en los Centros Juniors que pretenden ser un apoyo y un recurso para dinamizar y acercar la celebra- ción activa de los tiempos litúrgicos a los jóvenes y niños del movimiento. En este libro quedan también recogidas las lectu- ras de cada uno de los domingos así como textos y reflexio- nes que nos sirven para meditarlas, siendo un instrumento útil para aplicar en nuestra vida lo que nos dice la Palabra de Dios. Las actividades que os proponemos para cada domingo nos van a ayudar también a esa misma tarea, tanto a los educadores como a los niños. No debemos olvidar la importancia que tiene para todos nosotros la celebración de la Eucaristía por eso es fundamental prepararla con la misma dedicación (o más si cabe) con la que preparamos el resto de actividades del Juniors por eso os proponemos también algunas sugeren- cias para su preparación. Otro aspecto que no podemos olvidar es la cele- bración del Sacramento de la Reconciliación, así pues hemos incluido en el material varias celebraciones penitenciales para el tiempo de Adviento y para el tiempo de Cuaresma. 2 adviento adviento INTRODUCCIÓN ATREVERSE A ESPERAR Inmersos en una historia no muy optimista, los cristianos somos una vez más invitados a esperar, a abrirnos al futuro, a celebrar la cercanía de ese Dios-con-nosotros que nos viene en cada Navidad. La situación del mundo, o de la Iglesia, puede parecernos desesperada. Pero el Adviento nos invi- ta a decir "Sí" a la Esperanza. Es un gesto profético que los cristianos aportamos a este mundo tan falto de ilusión. La Navidad no es un mero aniversario: es una gracia nueva, un "sacramento" de la salvación que nos quiere comunicar Dios. Jesús, el Señor, el Enviado de Dios, viene. El que vino hace dos mil años en la humildad de Belén y el que vendrá glorioso al final de los tiempos, viene hoy para nosotros en el misterio de la Navidad y en cada persona y acontecimiento de nuestra vida de cada día. El Adviento con sus lecturas, oraciones y cantos, nos invita a que despertemos y nos pongamos manos a la obra y contribuyamos así a que "venga a nosotros ese Reino", o sea, a que el Señor pueda cons- truir, este año un poco más que el pasado, los cielos nuevos y la tierra nueva que Él sueña para nosotros. HIMNO PARA EL ADVIENTO Palabra, que fue luz el primer día, y en boca de profetas fue clamor , denuncia, compromiso y fuerza viva, eterno resplandor. Palabra como zarza siempre ardiente, Palabra como lluvia en pedregal, Palabra como el sol en nuestra frente: impulso hasta el final. Palabra que en tierra habitaría cuando el tiempo llegó a la plenitud. Palabra que en el seno de María, nos trajo la salud. Palabra que sin ser palabra vana es carne y sangre de nuestro existír, y ríe y llora y se hace voz humana y sabe compartir. Palabra que es el "Sí" definitivo: "Amen" y conclusión de nuestra fe, y día en que veremos al Dios vivo. Viviendo siempre en Él. (A.Taulé) 4 RENOVAR LA ESPERANZA DEL REINO QUE VENDRÁ. El Adviento es tiempo de esperanza. El Adviento nos sitúa ante el Señor que resucitado de entre los muertos, vendrá definitivamente para hacer presente su Reino de Salvación. Nos sitúa en ese final, "telos" o meta de la historia, ante el Reino que vendrá, compartiendo, con todos nuestros hermanos y hermanas de la tierra y especialmente con los pobres, excluidos y en particular, con la comunidad creyente, la espera paciente y activa del Reino que viene, que está viniendo ya (Ap 1, 9; Sant 5, 7-1 0). Celebrar hoy el Adviento es participar en la vieja esperanza de Israel, personificada en Isaías y en los grandes profetas, en Juan el Bautista y María, para abrirnos confiada y agradecidamente al Señor y su Reino que vino, viene y vendrá. Ya que el Señor Jesús vino y al terminar su vida en la cruz, fue resucitado de entre los muertos por el amor poderoso de Dios y está vivo y también sigue viniendo hoy por su Espíritu, para seguir haciendo presente su Reino, con la mediación de nuestro compromiso. Y puesto que vino y viene, también vendrá para que se haga definitiva y plenamente presente y se cumpla la gran Promesa: "Pondrá su morada entre ellos y ellos serán su pueblo y Él, Dios-con-ellos, será su Dios. Y enjugará toda lágrima de sus ojos, y no habrá ya ni muerte ni llanto, ni gritos ni fatigas, porque el mundo viejo ha pasado" (Ap 21,3b-4). Esta es la esperanza ante la que somos situados los creyentes al celebrar el Adviento. Esperar a Dios en una actitud religiosa fundamental. La disposición de corazón y de espíritu que nos hace disponibles para el encuentro. Esta espera de Dios, la Iglesia nos invita cada año a retomarla perso- nalmente durante el Adviento, para que nuestra fe crezca y se convierta en deseo y esperanza de Dios. ¿Sería exagerado decir que la esperanza está hoy en crisis?. ; En el comienzo de este nuevo mile- nio en el que disponemos de más información, quizá más conciencia de los males; ¿puede decirse que la convicción de que su superación es imposible y que en consecuencia, ni siquiera merece la pena intentar- lo?; ¿no es un hecho bastante real la falta de perspectivas para cientos de personas, aquellas mismas las que la lógica del poder dominante declara sobrantes o indignas de participar en el banquete de la vida?. A partir de estas consideraciones la esperanza teologal que los cristianos confesamos y celebramos de mane- ra especial en Adviento, ¿tiene alguna posibilidad de conectar con la experiencia humana actual de la reali- dad humana, o habrá que considerarla como una oferta de valor que sólo puede ser aceptada si se ignora o se niega lo que esa misma experiencia permite vislumbrar?. ¿En qué consiste la esperanza que celebramos en Adviento? Para ello conviene situarse en la fuente y raíz de la identidad del cristiano que es Dios; quien resu- citó a su Hijo Jesús de Nazaret de entre los muertos como promesa de resurrección para todos nosotros. En la resurrección de Jesús se nos ha revelado el destino último de plenitud al que nos ha destinado el amor creador de Dios: el hombre nuevo, los cielos y la tierra nuevos.