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MORAL Y SALUD EN EL CONSUMO DE VINOS Una perspectiva histórica de la incidencia de las variables que inciden en el consumo de vinos y la conformación del gusto en los sectores urbanos durante la modernización. Tesis para defender el título de Maestría en Historia del Uruguay Autora: Lic. Daniela Bouret Vespa Director de Tesis: Dr. Alcides Beretta Curi Montevideo, 22 de setiembre del 2014 Prefacio Esta tesis es resultado de un largo tiempo de análisis. Tiempo que responde a razones netamente personales donde las condiciones de vida y los proyectos laborales han requerido mucha atención; y un tiempo de espera por un proceso que, como el vino, requirió de paciencia, aprendizaje, maduración y amor. En estos años he recibido aportes de mucha gente que conformaron una lista de agradecimientos para destacar. En primer lugar, médicos de la UDELAR que me han brindado su tiempo y consejos para comprender una enfermedad como el alcoholismo que, entendida como vicio en el ‘900, hoy constituye un tema prioritario de políticas de estado. Ellos fueron Herman Kruse y Mañé Garzón. En segundo lugar quiero agradecer al equipo de investigadores del “mundo del vino” que siempre han aportado documentación y miradas críticas en cada congreso y encuentro en estos años, especialmente a los investigadores argentinos Juan Manuel Cerdá y Rodolfo Richard Jorba. En el ámbito nacional, el grupo de investigación GRIMVITIS ha contribuido como ámbito de reflexión y validación de aportes, que me ha ayudado mucho a construir una mirada propia: Belén Baptista, Ana Polakof, Verónica Saenz, Daniele Bonfanti y mi gran amiga Andrea Bentancor. Aquí merece un destaque el aliento brindado por una de las mujeres pioneras en este campo como Estela de Frutos, apasionada fundamentalmente por la temática del consumo en esta investigación. Muy especialmente quiero agradecer a Alcides Beretta Curi. Sin sus consejos y aportes, su gran generosidad y su cuidadosa guía no hubiera sido posible recorrer este camino. Quiero agradecerle el precioso tiempo que me dedicó, que condensa en mí un proceso de aprendizaje muy valioso para esta profesión que trasciende esta investigación. Quiero advertir al lector que si su inteligente mirada no se ve del todo reflejada en esta Tesis, es netamente mi responsabilidad. Por último, agradecer a mi familia: mi pareja Gonzalo Vicci y mis hijos Adrián y Mauro. Quizás no es muy académico pero me resulta imprescindible dejar escrito que me he sentido muy estimulada por el impulso y lecturas atentas de Gonzalo, y agradezco la comprensión de mis hijos y padres, aun cuando esta investigación escamoteaba tiempos de “estar en familia”. 1 Capítulo 1 - MARCO TEORICO - MORAL Y SALUD EN EL CONSUMO DE VINOS. Una perspectiva histórica de la incidencia de las variables que inciden en el consumo de vinos y la conformación del gusto en los sectores urbanos durante la modernización. Esta tesis busca poner en relación las claves de consumo de vinos en el período de la Modernización (1870-1930) en la sociedad montevideana, analizando cómo el vínculo entre medicina y moral, ha pautado la relación del consumo de alcohol entre lo “saludable” o lo “excesivo”. En una atmósfera de creciente higienismo, paradójicamente, nació y se desarrolló la industria vitivinícola con éxito. Esta investigación persigue, por un lado, desnaturalizar los discursos sanitarios mostrándolos como una construcción histórica que tuvo impacto en la sociedad –en los cuerpos (del alcohólico), en el espacio privado (familia, hogar), en los espacios de socialización (escuelas, cafés, espacios públicos) y de reclusión (hospitales y cárceles)- de Montevideo. Intentamos delinear una cartografía que dé cuenta del modelo propuesto por las clases hegemónicas tanto como las prácticas cotidianas de la población y la transformación del tema en un asunto de interés público. En segundo lugar, buscamos dar cuenta de las estrategias del sector en este contexto para impulsar el consumo de vinos y desarrollar la industria. 1.1 - Historia cultural y vida cotidiana Abordamos esta tesis bajo la premisa que el desafío de la historia -como disciplina- no es tanto el de “proveer de grandes relatos organizadores o de estériles informaciones acumulativas [sino el de] promover una reflexión crítica sobre la construcción de esos relatos1. Y lo hacemos desde la perspectiva de la historia cultural, entendiendo que los comportamientos de hombres y mujeres no siempre obedecen a las racionalidades que supuestamente deben defender como clase, demostrando que “hay un conjunto de actitudes y de representaciones que no se pueden explicar automáticamente por una lógica económica.2 La esfera de lo cultural no es ya un derivado de la economía o administrado desde lo político, constituyéndose como campo de estudio que ha sido 1 Devoto, Fernando. Notas sobre la situación de los estudios históricos en los años noventa, Buenos Aires, Ministerio de Educación y Cultura de la Nación, 1997 2 Prost, Antoine. “Social y cultural, indisociablemente” En Rioux, J. P., Sirinelli, J. F. Para una historia cultural. México, Taurus, 1999. p.143 Daniela Bouret Vespa 2 incorporado de manera importante por las ciencias sociales desde los años ’70, bajo el paradigma que “toda historia es, a la vez e indisociablemente, social y cultural”3. El consumo de vinos está permeado por esta perspectiva cuando lo entendemos como una práctica cultural -en tanto conforma el habitus-, y porque la bebida tanto como las consecuencias de sus excesos, ha estado en permanente debate. Este campo de batalla se instituyó desde los discursos médicos, legislativos, pedagógicos, morales y religiosos - como organizadores de representaciones-, que inciden directamente en las prácticas por la adscripción al modelo o, por el contrario, visibles en las micro- resistencias cotidianas de hombres y mujeres. En este sentido compartimos con Gérard Noiriel que “Las relaciones sociales están siempre mediadas por significaciones culturales que, a su vez, son producto de las interacciones que relacionan a los individuos entre sí. Los factores culturales se presentan, entonces, como las verdaderas ‘fuerzas motrices’ de la historia y su análisis resulta imprescindible si se quiere llevar a buen término la edificación de una ‘historia total del hombre’.4 De modo que llevar adelante una investigación desde la historia cultural, supone centrar la atención en las producciones simbólicas, en los discursos, en las condiciones de vida de la gente, donde la vida cotidiana5 resulta desplegada en un escenario dado. Se diferencia además del ámbito de lo privado, en tanto que se lo concibe, “(…) en el sentido de lo no público, [donde] tal vez se encontraban las claves que podían dar cuenta de las resistencias de los actores a comportarse según el papel que les habían asignado las filosofías de la historia y las teorías de la evolución social. Se descubría que el obrero que no realizaba la revolución que la Historia con mayúscula le había encomendado, no era sólo un trabajador en una fábrica, un ciudadano que votaba, un militante que frecuentaba mítines políticos, sino también una persona en la intimidad de su casa, un parroquiano 3 Ibídem, p. 155 4 Noiriel, Gérard. Sobre la crisis de la historia, Madrid, Cátedra, 1997. p. 147. 5 Las investigaciones sobre Vida Cotidiana son deudoras de una investigación anterior, plasmada en los dos primeros volúmenes de “Escenas de la vida cotidiana”. El primer tomo fue un homenaje a Silvia Rodríguez Villamil en base a su obra inconclusa, realizado gracias a intercambios teóricos entre Ivette Trochón, Milita Alfaro, Mónica Marona, Gustavo Remedi y esta autora, a quienes agradezco la experiencia. El tomo 2 de esta colección -autoría de Gustavo Remedi y Daniela Bouret- recoge y amplía para los años ’20 esta perspectiva. Alfaro, Milita, Bouret, Daniela, Maronna, Mónica, Trochon, Ivette Prólogo “Vida cotidiana e historia cultural: un territorio y una mirada” En Rodriguez Villamil, Silvia Escenas de la vida cotidiana. La antesala del siglo XX (1890-1910), Montevideo, EBO, 2006 y Bouret, Daniela, Remedi, Gustavo. “Escenas de la vida cotidiana en el siglo XX. El nacimiento de la sociedad de masas (1910-1930)”, Montevideo, EBO, 2009 Daniela Bouret Vespa 3 en un café. ¿Estarían allí, en esos espacios íntimos, en esa sociabilidad no pública, las claves de los comportamientos?”.6 Las nuevas perspectivas suponen cuestionamientos a los abordajes clásicos; en este sentido Jesús Martín-Barbero cuestiona al marxismo más tradicional en tanto que “sólo se ocupa de aquellos asuntos que considera ‘políticos’ o politizables. Idea de lo político –y por tanto de lo popular representable- en la que no cabrán más actores que la clase obrera y los patronos, ni más conflictos que los que resultan de la producción –del choque entre el capital y el trabajo- ni más espacios que los de la fábrica o el sindicato. Una visión ‘heroica’ de la política que deja fuera el mundo de la cotidianeidad, de la subjetividad y la sexualidad, tan fuera como quedará el mundo de las prácticas culturales del pueblo: narrativas, religiosas o de conocimiento. Fuera, o lo que es peor, estigmatizada como fuente de alienación y obstáculos a la lucha política.7 Y pone el acento en cómo se han revisado estos enfoques con un redescubrimiento de “lo cultural” no ya como epifenómeno de otras estructuras, sino en su existencia múltiple y activa, como proceso productor de significaciones.8 Esta perspectiva de investigación, supone un desplazamiento entre miradas y disciplinas que complejizan el campo de estudio. Nos interpela a profundizar un abordaje sobre el consumo de alcoholes y la construcción social del individuo alcohólico con aportes de otras disciplinas, que nos proveen proposiciones teóricas a ser usadas de forma transversal en toda la investigación. En este sentido, una perspectiva que nos ha ayudado a construir el marco teórico son las tesis de Michel Foucault y las múltiples lecturas posteriores que ha suscitado. Constituyen un repositorio analítico por demás interesante para explorar aquellas zonas de la realidad en que los individuos encuentran su eventual esfera de libertad, más allá de las restricciones que les imponen los discursos y saberes propios de sus respectivos contextos.