“La Esmeralda”, La Escuela De Arte Del México Posrevolucionario TEXTOS Y Arturo Rodríguez Döring CONTEXTOS
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ERO m ISSN 1870-3429 • R E V I S T A A R B I T R A D A D E A R T E S V I S U A L E S • T E R C E R A É P O C A • J U L I O / D I C I E m B R E 2 0 1 5 NÚ 36 TEXTOS Y CONTEXTOS The History of “La Esmeralda”, the n n Una historia de “La Esmeralda”, Art School of Post-revolutionary n la escuela de arte del México n Mexico n posrevolucionario Recibido • 24 de AbRil de 2015 n AceptAdo • 1 de junio de 2015 ARTURO RODRÍGUEZ DÖRING/ARTISTA VISUAL, INVESTIGADOR Y DOCENTE n [email protected] n n RESUMEN El presente artículo es una versión corregida de un extenso ensayo para un libro P A L A B R A S C L A V E que conmemoraría el LXX aniversario de la fundación de la Escuela Nacional de Pin- pintura n tura, Escultura y Grabado del Instituto Nacional de Bellas Artes de México y que escultura n por razones diversas no se publicó. Se trata de una crónica personal de la historia escuela n de la escuela a partir de mi experiencia como alumno, profesor y, posteriormente, educación n director, centrándome en lo que considero ha sido el desarrollo más relevante de arte n estos hechos, basándome principalmente en mi memoria y, por lo mismo, privi- legiando lo anecdótico, a manera de una especie de historia oral, puesto que en muchos casos me refiero a mi propia experiencia. ABSTRACT This article is a revised version of a longer manuscript intended for a book that would have K E Y W O R D S commemorated the 70th anniversary of the founding of the National School of Painting, painting n Sculpture and Engraving of the National Fine Arts Institute of Mexico, and which, for sculpture n several reasons, was never published. It is a personal chronicle of the school’s history from school n my own experience as a student, professor and finally director of this institution, focused on education n what has been, in my opinion, the most relevant events, based mainly on my own recollec- art n tions, privileging anecdotal evidence, in the manner of an oral history, since in many cases I am referring to my own experience. CENIDIAP 64 UNA HISTORIA de “La ESMERALda”, LA ESCUELA DE ARTE DEL MÉXICO POSREVOLUCIONARIO TEXTOS Y ARTURO RODRÍGUEZ DÖRING CONTEXTOS A principios de noviembre de 2002 los estudiantes Manuel Cerda y Armin Keller, además de quien esto escribe, volamos a Frankfurt con el propósito de reunirnos con Abraham Cruzvillegas —que entonces era profe- sor en “La Esmeralda”— en la pequeña ciudad de Braunschweig en la Alta Sajonia. Ahí inauguramos el martes 5 una de las exposiciones en el extranjero más relevantes que yo recuerde de nuestra querida escuela y también un provechoso intercambio estudiantil que ha dado muchos y muy buenos frutos.1 Llegué por primera vez a “La Esmeralda” en el verano de 1984 con el propósito de hacer el examen de admisión, que era sumamente difícil y extenuante, pues duraba más de una semana. La escuela tenía una gran tradición, y además de la ex Academia de San Carlos (entonces Escuela Nacional de Artes Plásticas y hoy Facultad de Arte y Diseño de la Universidad Nacional Autónoma de México) era uno de los pocos lugares donde estudiar artes plásticas. No me corresponde y no cuento con suficiente espacio para relatar con detalle la historia por demás cono- cida del origen de la escuela, pero sí quiero recalcar que se fundó con la idea de ofrecer una educación de vanguardia siguiendo los ideales de la posrevolución de llevar educación de calidad a todos los estratos de la sociedad. Muchos artis- tas relevantes se formaron ahí. Cuando la pintura figurativa tuvo su último gran auge durante la década de 1980, varios de sus mejores representantes acababan de egresar o bien seguían estudiando; nombres como Germán Venegas, Estrella Car- mona, Roberto Turnbull, Luciano Spanó, Francisco Castro Leñero, Irma Palacios y muchos otros. En mi opinión, esa fue una de las épocas más trascendentes de la escuela. Otro de los grandes momentos de “La Esmeralda” fue, sin duda, aquel correspondiente a los años de su fundación, cuando extraordinarias personalida- des se integraron para impartir los primeros cursos al principio de la década de 1940. Según se anota en el Plan de Estudios de 1994, en 1934 se buscó una sede definitiva para la escuela y se contó con el apoyo del general Lázaro Cárdenas, entonces presidente de México, y entre 1936 y 1937 se instaló en el último tramo de la calle de San Fernando, aunque algunos documentos de la época se refieren más bien a “las calles de La Esmeralda”.2 Sin embargo, no fue sino hasta 1942 que se fundó oficialmente como “Escuela de Artes Plásticas”, contando entre sus afa- mados profesores con personalidades como Diego Rivera, Francisco Zúñiga y el 1 Véase Merry MacMasters, “Fortalecer intercambios académicos de La Esmeralda, propone su director”, La Jornada, México, 7 de noviembre de 2002, p. 4A. 2 Véase Laura González Matute, “La Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Es- meralda, su fundación”, en Arturo Rodríguez Döring, et al., Seis décadas. La Esmeralda 1943-2003 (catálogo), Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Instituto Nacional de Bellas Artes, Centro Nacional de Las Artes, 2003, p. 19. Discurso Visual • 36 julio/diciembre 2015 • cenidiap 65 UNA HISTORIA de “La ESMERALda”, LA ESCUELA DE ARTE DEL MÉXICO POSREVOLUCIONARIO TEXTOS Y ARTURO RODRÍGUEZ DÖRING CONTEXTOS poeta surrealista Benjamin Péret, quien había llegado años finales del siglo XIX y los primeros del XX estudia- a México en compañía de Remedios Varo.3 Algunos ron ahí todos los grandes artistas que fundaron lo que de los más destacados estudiantes de aquella primera posteriormente se conoció como la “Escuela Mexicana”, generación fueron Arturo Estrada, Fanny Rabel, Pe- incluidos los principales muralistas. dro Coronel y Arturo García Bustos; Rina Lazo, quien Al término de la Revolución varios artistas se orga- sigue casada con este último, se inscribió en 1946.4 nizaron para proponer un sistema de enseñanza artís- El primer plan de estudios, con el que inició formal- tica que se oponía radicalmente a la tradición impuesta mente la historia de la escuela, era de lo más avanzado por la Academia, y que consistió principalmente en para la época. Como es de sobra conocido, “La Esmeral- tres estrategias: las escuelas de pintura al aire libre, un da” nació como un proyecto revolucionario que ofrecie- método de dibujo ideado paradójicamente por el aris- ra educación artística para todos y no necesariamente tocrático pintor Adolfo Best Maugard y el centro para para los aristócratas, que era uno de los defectos de la la enseñanza de la escultura conocido como Escuela vieja Academia, la cual se estableció en 1783 por órde- Libre de Escultura y Talla Directa. Alfredo Ramos Mar- nes del rey Carlos III de España, aunque no comenzó a tínez, quien había sido director de la Academia, enca- operar sino hasta un par de años después.5 Sus activi- bezó la creación de varias de estas escuelas de pintura dades se interrumpieron durante la guerra de Indepen- en diversos puntos de los alrededores semirurales de dencia y posteriormente funcionó de manera errática la ciudad de México de entonces, como la del Conven- hasta el comienzo del porfiriato. Durante los primeros to de Churubusco, la del barrio de Santa Anita y la de años del siglo XX se llamó Escuela Nacional de Bellas Chimalistac. De la fusión de estas escuelas surgió “La Artes, mucho antes de que se fundara la Secretaría de Esmeralda”, fundada en 1942 como Escuela de Artes Educación Pública (SEP), en 1921 y aún más el Institu- Plásticas y dependiente de la Secretaría de Educación to Nacional de Bellas Artes (INBA), que data de 1947. La Pública.7 Con un presupuesto extraordinario y una mayoría de los profesores y directores que tuvo hasta enorme visión a futuro, se contrató a un equipo inte- el siglo XX fueron europeos; muy pocos alumnos fueron grado por algunos de los más destacados especialistas mestizos, muchos menos indios, y el arte que en ella que vivían en nuestro país. Enumeraré a los que en mi se producía no era más que una copia de lo que se ha- opinión fueron los más importantes: Federico Cantú, cía en Europa. Sin embargo, ahí se gestó el primer arte Jesús Guerrero Galván, Carlos Orozco Romero, María nacionalista, representado por pintores como Félix Pa- Izquierdo, Agustín Lazo, Frida Kahlo, Manuel Rodrí- rra y José Obregón y escultores como Miguel Noreña, guez Lozano, Diego Rivera, Francisco Zúñiga, Germán creador del monumento a Cuauhtémoc que está en el Cueto, Rómulo Rozo, Luis Ortiz Monasterio, Benjamin Paseo de la Reforma en la capital del país.6 Entre los Péret y Salvador Toscano, siendo el director Antonio M. Ruiz El Corcito. El escultor Guillermo Ruiz había 3 Para corroborar estos datos y muchos otros relacionados con la sido el director de la escuela de talla directa hasta este planta de profesores de la primera época y la organización curri- momento.8 En 1943, cuando se implementó su primer cular pueden consultarse los planes de estudios publicados por la propia escuela, como el de 1943 y el de 1994, disponibles en plan de estudios, era una escuela verdaderamente van- los archivos de la institución y en los de la Subdirección General guardista. de Educación e Investigación Artísticas del INBA.