1810 ROMANCE PARA TÍTERES DE LOS DÍAS DE MAYO -Obra De Teatro
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1810, Romance para Títeres de los días de Mayo de Eva Halac 1 8 1 0 Romance para Títeres de los días de Mayo La impresión de estos ejemplares fue realizada especialmente para la Semana de Mayo de 2006 por el Ministerio de Educación, Ciencia y El relator es un payador. Tecnología de la Nación. Todos sus textos van Personajes: acompañados al son de la gui- La puesta en escena de “Romance para títeres de los días de Mayo”, se Relator tarra. llevó a cabo en el Cabildo de la Nación, en la semana de mayo de 2006. Ramón Marinero Doña Veleritos Elenco: Capitán Claudio Rodrigo Virrey Sobremonte Julieta Halac Virrey Cisneros Javier Pedersoli Santiago de Liniers General Beresford Daniel Solitario Escena 1 Padre de Veleritos Valeria Kleimbort Vendedor de esclavos Un barco en el mar. Capitán y Sergio Falcón Esclavo marinero. Domingo French Esculturas de cabezas: Esteban Derito Antonio Beruti Escenografía: Andrés Díaz Mendoza Cornelio Saavedra Música: Gustavo García Mendy Juan José Castelli Guitarra en vivo: Juan Pablo Greco Asistente de Dirección: Micaela Sleigh Fotografías: Guillermo Monteleone Dirección: Eva Halac Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología Unidad de Programas Especiales Campaña Nacional de Lectura Pizzurno 935. (C1020ACA) Ciudad de Buenos Aires. Tel: (011) 4129 1075 [email protected] - www.me.gov.ar/lees República Argentina, 2006 una patria y una esposa, Capitán: Padre se la lleva a empujones. con tres niños esperando. Hay mucho lío en España. Ya se acercan Napoleón, Capitán: y el ejército de Francia. ¿Es usted americano? Escena 3 Virrey Sobremonte: Marinero: Qué tiempos mi capitán. La primera invasión. Así es mi capitán, americano. ¡Qué será de nuestro rey! Del horizonte infinito, Se oye redoble de tambores. Relator: es mi recuerdo más claro. Salen. Entra Doña Veleritos, el Entra corriendo el Capitán. Era una noche estrellada, cabello largo y moreno, vestido del año mil ochocientos, Capitán: celeste con puntillas blancas. y en un barco navegaban, ¡Contramaestre!: Capitán: capitán y marinero. ¡fije las velas del palo mayor! Doña Veleritos: ¡Dése prisa marinero, ¡Timonel! Buenos días marinero, que no hay tiempo que perder! Marinero: ¡ponga rumbo a barlovento! le quisiera preguntar: Ya tomaron el convento, Que me dice capitán, ¡Marineros a estribor! ¿Es verdad que nuestro río, con la plaza y el café, ¿seguimos lejos del puerto? es tan ancho como el mar? cruzando la galería, con media caballería, Capitán: Marinero: ¡Viene el ejército inglés! ¡No tan lejos marinero! Escena 2 Si usted quiere conocerlo, Si el viento sigue a favor, yo la invito a navegar. Marinero: y nuestro cielo estrellado, El Puerto de Buenos Aires. ¡Son redobles de tambores, entre las ocho y las nueve, Doña Veleritos: trompetas y baterías! tempranito en la mañana, Si mi padre me dejara... a puerto habremos llegado. Relator: Pero no me va a dejar. Capitán: Llegaron a Buenos Aires, ¡Invadieron Buenos Aires! Marinero: una mañana de enero. Marinero: ¡Ahí va corriendo el virrey! ¿Ha llevado usted la cuenta? Primero bajó el Capitán, Pues el día que la deje, Hacen ya setenta días, detrás, bajó el Marinero. aquí la voy a esperar. Entra el ejército inglés con el que de España hemos zarpado. general Beresford.. Virrey Sobremonte: Padre de Veleritos: Capitán: Bienvenido Capitán. Pero niña, ¡que desgracia! Beresford: Setenta días y un tanto. que no aprenda los modales, Soy general del ejército inglés. Lo recuerdo porque esposa, Capitán: de la alta aristocracia. Y de ahora en adelante, con tres niños he dejado. Buenos días señor Virrey. Una hija de españoles, no hay nadie más importante, y de una estirpe tan rancia, Marinero: Virrey Sobremonte: no debe andar conversando, ni nadie más elegante, Es un hombre afortunado. ¿Qué noticias me traéis? con gente sin importancia. de la cabeza a los pies. Ya quisiera tener yo, 2 3 Marinero: ¡A pelear contra el inglés! Doña Veleritos: tan profundo aquí en el pecho. ¿Me quiere decir usted, que Entonces no me ha olvidado. tenemos nuevo jefe que no va Salen junto al ejército criollo. Entra vendedor con esclavo negro más el virrey? Marinero: sujeto a una cuerda. Relator: Quiero olvidarla y no puedo. Beresford: (Durante la batalla) Vendedor: El virrey se ha fugado, En la tormenta y la lluvia, Se ve que es usted un señor y yo no quiero la guerra, sucedió que aquella vez, Doña Veleritos: que debe tener dinero. pero todo el virreinato, un ejército de criollos, ¿Y por qué me olvidaría? es ahora de Inglaterra. y de españoles también, Marinero: avanzaron muy valientes, Marinero: Llevo sólo tres monedas, El ejército inglés prosigue su sobre el ejército inglés. Para dormir por la noche, y este reloj de mi abuelo. marcha y sale. Eran los días de agosto y andar despierto en el día. Entra general Liniers. de mil ochocientos seis. Vendedor: Doña Veleritos: Con dos monedas le alcanza Marinero: Termina la batalla. El ejército ¡Pobrecito marinero! para comprar lo que vendo: Oiga usted, ¿es español o es inglés levanta una bandera blanca. ¿Tanto el daño que le he hecho? Los dientes como marfil, inglés? y una piel de terciopelo. Beresford: Marinero: Liniers: ¡Nos rendimos! Ya lo ve usted señorita. Marinero: La verdad, nací francés, Ni los ingleses darían ¿Me está hablando del señor? como que me llamo Santiago de Liniers, Vendedor: ¿Y usted? ¿De qué país es? Escena 4 ¡El señor es el mejor de los esclavos que tengo! Marinero: La victoria Yo... he nacido americano. Ni francés, ni español, ni inglés. Música y festejos en el puerto Marinero se encuentra con Liniers: Doña Veleritos. Mire pues, somos cuatrocientos dos valientes, Marinero: y con usted: Buenas tardes Veleritos. cuatrocientos tres. ¡Vamos! Doña Veleritos: ¿Me recuerda Marinero? Marinero: ¿Adonde? Marinero: ¡Si estuvo usted junto a mí, Liniers: aquella tarde en el puerto! 4 Marinero: ¡Que pena del marinero que gaste así su dinero! Escena 5 Rompe la cuerda del esclavo. La segunda invasión. Esclavo: Redoble de tambores. Entra Es usted un buen señor. corriendo Liniers. Luego marine- Le deseo mejor suerte, ro. que la que he tenido yo. Liniers: Sale ¡Los ingleses! ¡Nos invaden los ingleses! Vendedor: Mire señor marinero Marinero: pues me debe dos monedas... ¿Será posible yo digo? ¿Otra vez el enemigo? Marinero: Pues de ninguna manera. Relator: (Durante la acción) Doña Veleritos: Fue tanta la indignación, ¡Aquí tiene algo mejor! (le pega de esta segunda invasión, Doña Veleritos: un palo en la cabeza) a un año de la primera, ¡Padre! que un plebeyo batallón, Escena 6 ¡Me vino a buscar! Marinero y Veleritos salen de hombres, corriendo mujeres y abuelas, Festejos en el Puerto Padre: agarrando lo que fuera, Pues que es hora de bordar. Vendedor: lo arrojaron del balcón, Baile. Se encuentran Marinero y Y luego, ¡a dormir la siesta! ¡¡Atrapen al marinero!! aceite, piedras, carbón, Veleritos. estropeando la incursión, Doña Veleritos: del enemigo insistente, Doña Veleritos: ¡Pero es hoy día de fiesta! fueron los días de julio, ¡Qué valiente marinero! ¡Déjeme un ratito más! de mil ochocientos siete. Marinero: Padre: Termina la batalla. Ejército inglés ¡Qué valiente señorita! ¡Vamos niña! Marche a casa. agita la bandera blanca. ¡No me haga usted enojar! Entra el padre de Veleritos General inglés: Sale Veleritos arrastrada por el ¡Nos rendimos! Padre: padre. Los ojos fijos a los ojos del Veleritos, ¡vamos ya! marinero. El baile cierra la escena. 6 7 Tres años después. Buenos French: Salen sigilosos Aires en 1810. ¿Es de nuestro parecer? Escena 7 Marinero caminando. Entran Marinero: French y Beruti. Yo... no sé si entendí bien. Escena 8 Un barco en el mar. French: French: De qué se trata. Relator: Oiga amigo, Si en España ya no hay rey, que Y después de aquellos días, ¿ya le llegó la noticia? decida por nosotros... Relator: el marinero tenía, Eran los días de mayo, que volver a navegar. Beruti: Beruti: de mil ochocientos diez. Y después de mucho andar, Escuche marinero, Los muchachos del café, Todo el mundo discutía, tres años fueron pasados. es toda una primicia. empezamos a soñar... la renuncia del virrey. Y el marinero volvía, ¡qué libres debemos ser! Era tema en la tertulia, de navegar por el mar. French: en la calle, Que es de marinero andar, Napoleón entró en España, French: en el café, navegando en esta vida. y sacó del trono al Rey. Y que podemos luchar, Eran tiempos agitados, por un nuevo amanecer. aquellos días de mayo, Beruti: de mil ochocientos diez. Y nosotros preguntamos: ¿para Beruti: qué sirve el virrey? ¿Usted de qué lado está? Ventana de la casa de Veleritos. ¿De la patria o el virrey? Marinero espía detrás de la reja. Entran Saavedra y Castelli. Marinero: Pues... de acuerdo con usted. Saavedra: Y con usted también. Dígame Don Marinero, ¿No sabe si en esta casa Beruti: se encuentra el Virrey Cisneros? Si es de nuestro parecer, esta noche vengasé. Marinero: Es la casa de mi novia, French: María de los Veleros. Allá en al café de Marcos, lo esperamos a las seis. Saavedra: Qué me dice Don Castelli, Beruti: ¿Entramos o hacemos tiempo? Yo soy Antonio Beruti. Castelli: French: Es el tiempo de la patria Y yo soy Domingo French. el que se pierde, no el nuestro. 9 Saavedra: Marinero: ¡Qué bien habla Don Castelli! Yo soy Ramón Marinero, marino de profesión. Castelli: He sido cabo y grumete, Muchas gracias, Don Cornelio. pero nunca polizón. Golpean la puerta. Padre: Sale Cisneros. ¿Es acaso usted español? Cisneros: Marinero: ¿Me buscaban caballeros? ¿Español? No señor. He nacido americano. Saavedra: Y vengo a pedir la mano, Mire Virrey Cisneros, de su hija Veleritos. necesitamos hablar. Todos aquí pensamos Padre: que debe usted renunciar. Pues de ninguna manera, voy a permitirle yo, Cisneros: a un criollo de esta tierra, Y dígame Don Saavedra, tocar la mano siquiera, ¿No podemos negociar? de mi hija Veleritos, que ya ha sido prometida, Castelli: a un vizconde de Sevilla, La patria no se negocia, un joven de maravilla, ya no hay tiempo que esperar.