América Latina: Imperialismo, Recolonización Y Resistencia
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AMÉRICA LATINA: IMPERIALISMO, RECOLONIZACIÓN Y RESISTENCIA AMÉRICA LATINA: IMPERIALISMO, RECOLONIZACIÓN Y RESISTENCIA JAMES PETRAS AMÉRICA LATINA: IMPERIALISMO, RECOLONIZACIÓN Y RESISTENCIA JAMES PETRAS 1ra Edición Ediciones Abya-Yala Av. 12 de Octubre 1430 y Wilson Teléfonos: (593-2) 256 2633, 250 6247 Fax: (593-2) 250 6255 Apartado postal: 17-12-719 Quito-Ecuador E-mail: [email protected] ISBN: 9978-22-454-8 Impresión: Producciones digitales Abya-Yala Quito-Ecuador Impreso en Quito-Ecuador, julio 2004 INDICE PRESENTACIÓN La actualidad del imperialismo y la necesidad del socialismo Víctor Hugo Porto Carrero, David Cavalcante, Cesar Neto . 9 EL MARCO MUNDIAL Imperialismo y reistencia en Latinoamérica James Petras . 89 Elecciones en EE.UU: Su futuro y el nuestro James Petras . 105 RESISTENCIA EN LATINOAMÉRICA Brasil y Lula: Año Cero James Petras . 111 Bolivia: entre la colonización y la revlución James Petras . 195 Argentina: De la insurrección popular al “capitalismo normal” James Petras . 207 “Kirchner es la nueva derecha” James Petras . 247 “Kirchner tiene un gran sentido del teatro” James Petras . 255 El triunfo de Kirchner es positivo para el sistema capitalista James Petras . 263 ANALIZANDO LA RESISTENCIA Capitalismo frente a socialismo: el gran debate revisitado James Petras . 271 “¿Globalización, imperio o imperialismo? Un debate contemporáneo” James Petras . 279 Acción directa de clase versus Política electoral populista James Petras . 295 Un aluvión oportunista recorre el mundo Martín Hernández . 303 PRESENTACIÓN LA ACTUALIDAD DEL IMPERIALISMO Y LA NECESIDAD DEL SOCIALISMO Víctor Hugo Porto Carrero* David Cavalcante** Cesar Neto*** La caída del Muro de Berlín ha producido hasta hoy, un proceso de reorganización teórico y político con enormes reflejos en las organi- zaciones del movimiento obrero y de masas, en el mundo entero. El lla- mado “socialismo real” ha quedado para la historiografía oficial, como el único modelo posible de socialismo y por tanto su debacle ha sido presentada como la imposibilidad del proyecto marxista y del leninis- mo. Por otro lado, el debacle del orden establecido, en el sistema mundial de Estados y la conquista de la hegemonía de los Estados Unidos, después de la Segunda Guerra mundial, como principal po- tencia del planeta, acompañada por un avance del la liberalización del mercado mundial, ha sido presentado como el fin del imperialis- mo, en nombre de la llamada globalización y por lo tanto la imposi- bilidad de construir el socialismo. Con este artículo pretendemos cuestionar estas dos hipótesis, que predominan, ahora en el mundo, no solamente en el ámbito aca- démico, sino fundamentalmente en la acepción, de gran parte de las organizaciones de izquierdas. Aunque a veces podamos ver que se presentan, con otros términos los mismos contenidos arriba citados. Los impactos del estalinismo en la deformación del marxismo Desde la Comuna de Paris, las organizaciones obreras, los inte- lectuales de izquierda y los militantes socialistas han reconocido la * ILAESE – Instituto Latino Americano de Estudios Socio Económicos ** Master en Ciencia Política por la Universidad Federal de Pernambuco- UFPE/Brasil *** Del consejo editorial de la revista Marxismo Vivo. www.marxismalive@org 10 James Petras posibilidad, de que el sistema capitalista, por su esencia destructiva, debe ser sustituido por otro sistema social, cuya producción de la vi- da material y el control del poder pueda garantizar, un régimen polí- tico basado en el colectivismo humano, capaz de generar la paz, la justicia social y la igualdad entre los hombres y mujeres y entre las distintas nacionalidades. Sin embargo, la pelea por sustituir el capitalismo, ha generado logros y derrotas. Una de las grandes derrotas, es decir, la peor de es- tas derrotas, surgió contradictoriamente en el seno de la principal vic- toria del movimiento obrero internacional, la Revolución Bolchevique de Octubre de 1917. Justo ahí, donde nació el primer órgano estatal nacional anticapitalista, surgió el germen de la destrucción, de esta nueva sociedad, en transición, emergente, que logró pudrir a la joven república socialista soviética, gangrenando los primeros pasos, del colosal cambio continental y mundial que iba en dirección hacia el so- cialismo. Este fenómeno social nuevo, no previsto en toda su plenitud por los dirigentes y teóricos de la revolución, se fortaleció, producto de la combinación, del retraso del desarrollo de las fuerzas productivas de Rusia, un país sémi-feudal, y del aislamiento de la revolución, con el fracaso de la revolución europea. Una camada social ajena a los in- tereses de la mayoría del proletariado, un tipo de estamento de cla- se, parásito, producto también de todas las pérdidas humanas de la Primera Guerra y de la Guerra Civil en Rusia. Un sector social acomo- dado, por sus necesidades de sobrevivir del poder del estado, el sub- producto de la revolución, por lo tanto una sub-clase. Esa nueva camada social, la burocracia parasitaria del Estado, tomó poco a poco el aparato de poder político y de la producción, así consolidó un nuevo tipo de régimen, a su semejanza, pero por otro la- do se basaba en la expropiación de la burguesía y en la planificación de la economía de transición, mientras solapaba esa misma econo- mía, porque sus intereses de sub-clase privilegiada corroía las con- quistas de la revolución, no solamente económicas si no también po- líticas y morales. El criterio de ascensión social y de liderazgo político en la socie- dad soviética cambia, va desde el mérito y la capacidad, hacia las buenas relaciones con los hombres del poder. No por casualidad, el principal representante de la burocracia parasitaria, Joseph Stálin, se América Latina: imperialismo, recolonización y resistencia 11 vuelve un dictador vitalicio incontestable, y quien interfiriera en su ca- mino, podía ser condenado a pena de persecución y hasta la muerte, contrariamente al período de Lenin, este aún cuando era jefe del go- bierno y principal dirigente del partido, solamente tenia un voto en to- dos los órganos del Estado y del partido, así como los demás miem- bros, y de esa forma ya había perdido varias votaciones en el partido. Ya se preveía el retroceso de la revolución Rusa, caso no hubie- ra avance de la revolución europea, tanto era así que los dirigentes bolcheviques, estaban dispuestos a sacrificar la revolución Rusa, en nombre de la revolución alemana, pero la consolidación de la buro- cracia, tuvo consecuencias inimaginables, tanto es así que Trotsky, el principal dirigente de Octubre, que enfrentó la burocracia estalinista hasta las últimas consecuencias, sacrificando incluso su familia y amigos, solamente determinó, que los partidos comunistas en el mundo y la Internacional Comunista eran irrecuperables en la déca- da del treinta, es decir, más de diez años después de su expulsión de la Unión Soviética. Las consecuencias más allá de la política, se manifestaron en el exterminio físico, de toda una generación de militantes, el asesinato de toda una generación de grandes dirigentes teóricos, organizado- res, economistas, literatos, militares y especialistas en todas las cate- gorías, formados por la tradición y por el método marxista revolucio- nario. Los procesos de Moscú, fueron apenas el ápice para asesinar aquellos dirigentes que tenían más apoyo popular, resaltemos que la Unión Soviética casi iba a ser tomada por el ejército nazi, producto del pacto germano-soviético y de los asesinatos de miles de oficiales del ejército rojo. Si la población de Estalingrado no hubiera luchado calle a calle, casa a casa, hombre a hombre, la historia de la Segun- da Guerra hubiera podido ser otra. El proceso de la contra-revolución interna en Rusia tuvo su ubi- cación, en una etapa contra-revolucionaria de la lucha de clases en el mundo occidental, con el ascenso nazi-fascista, sin embargo, el esta- linismo y el nazi-fascismo, son dos caras de la misma moneda de un período histórico sombrío, no solamente para la clase trabajadora mundial, si no para la civilización humana. Delante de la cristalización interna como camada social parasi- taria, la gestión del gobierno interno y las relaciones exteriores de la URSS cambiaron, no para expandir la revolución, si no para garanti- 12 James Petras zar los privilegios de la casta dirigente del gobierno. Así la política de la Internacional Comunista y sus partidos, reemplazó la estrategia de ser un partido mundial de la revolución, para convertirse en un órga- no de la política externa de la URSS, un instrumento de negociación externa de los intereses comerciales de la burocracia. Cómo expresión “teórica” de tales negocios, surgió la teoría de los Frentes Populares, es decir, la alianza con los supuestos sectores progresivos de las burguesías nacionales. En base a las colaboracio- nes de clases, la Internacional traicionó la revolución china y españo- la en la década del 30 y sometió los partidos comunistas del mundo entero, a sus respectivas burguesías, a ejemplo de Brasil, donde el Partido Comunista, claudicó vergonzosamente al getulismo en la dé- cada del 40 y 50. Pero, los Frentes Populares, ya eran un reflejo de la otra cara del estalinismo, del final de la década del 20 y los primeros años de la dé- cada del 30, el ultra izquierdismo, responsable de la victoria de Hitler en Alemania, donde el PC incluso hizo acciones en unidad con el par- tido nazi, para destruir actos públicos de la social democracia. Esa misma burocracia, en función de sus necesidades materiales, hizo el pacto germano-soviético,