Núm. 14

Agosto 1967

Taxila: El antropólogo y el Buda Textos en el tiempo Witold Gombrowicz Valera: Una lectura psicoanalítica Mario Maurín La faz barroca en Sarduy Roland Barthes La e IA Y los intelectuales Emir Rodríguez Monegal JUAN RU IZ

LIBRO DE BUEN AMOR

Edición crítica de JOAN COROMINA5

No hay en nuestra Edad Media libro más difícil de comprender ni de concep­ ción más sutil que el Libro de Buen Amor. Tentación permanente para el in­ vestigador, parece no agotarse nunca en su riqueza significativa. De ahí la importancia que desde un principio reviste la presente edición crítica, obra de uno de nuestros más grandes filólogos y lingüistas, Joan Corominas. Sólo tras muchos años de íntima convivencia con el Libro ha podido llevarla a buen puerto. Estamos ante una edición rigurosa, absolutamente crítica. La fijación del texto se ha logrado mediante procedimientos y métodos irreprochablemente cientí• ficos. Al pie de página se ofrece el aparato crítico correspondiente, donde apa­ recen recogidas tanto las variantes de las fuentes originales como las correccio­ nes propuestas por los modernos editores y filó!ogos. Ni una sola palabra del texto establecido se acepta sin la oportuna justificación. En las ricas, copiosí• simas notas encontramos, además de las aportaciones del propio Corominas, todo cuanto de algún peso o novedad se haya dicho acerca del poema, tras haber sido tamizado por nuestro editor. Si el estudio de la lengua, estilo y fuen­ tes ocupa amplísimo lugar, apenas quedan atrás el aspecto histórico, el ideoló• gico o espiritual y muchos otros. Gracias a esa tarea el genial Libro de Buen Amor queda alumbrado hasta sus últimos rincones. La edición de Corominas supone, desde cualquier punto de vista, un adelanto decisivo en el conocimiento de la lengua y la literatura me­ dievales. La ciencia española puede enorgullecerse de esta obra ejemplar.

Una importante novedad de la BIBLIOTECA ROMÁNICA HISPÁNICA

EDITORIAL GREDOS Sánchez Pacheco 83, Madrid CIEN AÑOS DE SOLEDAD Gabriel Gareía Márquez

Gabriel García Márquez aporta en estos años otra prueba de cómo la imagina­ ción en su potencia creadora más alta ha irrumpido irreversiblemente en la novela sudamericana, rescatándola de su aburrida obstinación en parafrasear la circunstancia o la crónica. Sólo así, inventando, sólo desde territorios privi­ legiados y vertiginosos como Macando, llegaremos a pisar en firme en Guanaha­ ni. El grito de Rodrigo de Triana empieza a salir del mito amable, a designar nuestra verdadera tierra, nuestros verdaderos hombres.

JULIO CORTAZAR

Acabo de leer las primeras setenta y cinco cuartillas de Cien años de soledad. Son absolutamente magistrales... Toda la historia .. ficticia» coexiste con la historia «real», lo soñado con lo documentado, y gracias a las leyendas, las mentiras, las exageraciones, los mitos... Macando se convierte en un territorio universal, en una historia casi bíblica de las fundaciones y las generaciones y las degeneraciones, en una historia del origen y destino del tiempo humano y de los sueños y deseos con lo que los hombres se conservan o destruyen.

CARLOS FUENTES

La Inquisición y las Aduanas coloniales quisieron evitar a América el estampido verbal, las incendiadas herejías de las novelas de caballerías; siglos después, un novelista colombiano reivindica y venga a esos remotos maestros medievales, con una deslumbrante novela de aventuras que es una gran saga americana y, también, un homenaje al Tirante, al Amadís. Una prosa nítida, una técnica de hechicería infalible, una imaginación luciferina son las armas que han hecho posible esta hazaña narrativa, el secreto de este libro excepcional.

MARIO VARGAS LLOSA

EDITORIAL SUDAMERICANA

Humberto 10 545 Buenos Aires 97, rue Sto Lazare, París (9). Teléfono: 744.23.20.

Director: Emir Rodríguez Monegal Jele de Redacción: Ignacio Iglesias Administrador: Ricardo López Borrás

Se publica en asociación con el Instituto Latinoamericano de Relaciones Internacionales (ILARI).

David Hemmings, en el film «Blow-Up" Número 14 Agosto 1967 ideas Taxila: El antropólogo y el Suda Octavio Paz 4 relatos

Textos en el tiempo Witold Gombrowicz 21 poemas Cuatro poemas Jorge Tei/lier 9 Soliloquio bajo el árbol de la vida Juan Bañuelos 54 relecturas Valera y la ficción encadenada Mario Maurin 35 sic ~Ca CIA y los intelectuales Emir Rodriguez Monegal 11 valoraciones Gombrowicz o la inmadurez K. A. Jelenski 56 cartas

Desde el Swinging London Guillermo Cabrera Infante 45 entrevistas Un libro por día César Fernández Moreno 61 libros y autores

Sarduy: la faz barroca Ro/and Barthes 70 Arguedas: la ambigüedad racial Julio Ortega 71 Nuevas publicaciones 74 revistas

México: muchas y pocas 76 sextante Escribir: ¿Cómo y para quién? 78 documentos

La crisis norteamericana (11) Theodore Draper 81 OCTAVIO PAZ

Taxila: El antropólogo y el buda

En su comentario a Les Structures Elémentaires de hacer se deshace, muere, y lo sabe. Me pregunto: la Parenté, citado al principiar estas páginas (1), ¿el hombre es una operación o una pasión, un Georges Bataille lamentaba que Lévi-Strauss toca­ signo o una historia? Esta pregunta puede repetir­ se apenas el tema de la relación entre el inter­ se, según se ha visto, ante los otros estudios de cambio de mujeres y el erotismo. La dualidad Lévi-Strauss sobre los mitos y el pensamiento sal­ prohibición y donación aparece también en este vaje. Con extraordinaria penetración ha descubier­ último: es una suerte de oscilación entre narrar to la lógica que los rige y ha mostrado que, lejos y atracción que se resuelve siempre en violencia, de ser confusas aberraciones psíquicas o manifes­ ya sea interior (renuncia) o exterior (agresión). taciones de ilusorios arquetipos, son sistemas El juego pasional constituye lo especifico del fe­ coherentes y no menos rigurosos que los de la nómeno aunque otras circunstancias -económicas, ciencia. En cambio, omite la descripción del con­ religiosas, politicas, mágicas- concurran también tenido concreto y especifico. Tampoco se intere­ a determinarlo. En otras palabras, Bataille pedía sa por el signifícado partícular de estos mitos y que el tabú del incesto y su contrapartida: las re­ símbolos dentro del grupo que los elabora. Con­ gias de parentesco y matrimonio, se explicasen vertido en una simple combinación, el fenómeno no sólo como una forma de la donación, una ex­ se evapora y la historia se reduce a un discur­ presión particular de la teoria de la circulación de so incoherente y a una gesta fantasmal. No fal­ bienes y signos, sino por aquello que los distin­ tará quien me diga: un hombre de ciencia no gue de los otros sistemas de comunicación. Yo tiene por qué extraviarse en los laberintos de la diré más: el erotismo es comunicación pero sus fenomenologia ni en los de la filosofia de la his­ elementos específicos, aparte de que lo aislan y lo toria. Pienso lo contrario. La obra de Lévi-Strauss oponen a las otras formas de intercambio, anu­ nos apasiona porque interrumpe el doble e inter­ lan la noción misma de comunicación. Por ejem­ minable monólogo de la fenomenología y de la plo, decir que el matrimonio es una relación entre historia. Esa interrupción es, a un tiempo, históri• signos que designan nombres (rasgos y linajes) y ca y filosófica: la negación de la historia es una valores (prestaciones, hijos, etc.), es omitir aquello respuesta a la historia y la filosofía reaparece que lo caracteriza: ser una mediación entre re­ como critica del sentido, como crítica de la ra­ nuncia y promiscuidad y, asi, crear un ámbito zón. cerrado y legitimo en donde puede desplegarse Ricceur ha encontrado un sorprendente pare­ el juego erótico. Ahora bien, si las mujeres son cido entre ¡¿i sistema de Kant y el de Lévi-Strauss: signos portadores de nombres y bienes, debe agre­ a la manera del prímero, éste postula un entendi­ garse que son signos pasionales. La dialéctica miento universal por leyes y categorías invaria­ propia del placer -don y posesión, deseo y gesto bles (2). La diferencia sería que el del antropólo• vital- confiere a esos signos un sentido contra­ go francés es un entendimiento sin sujeto trans­ dictorio: son la familia, el orden, la continuidad y cendental. Lévi-Strauss acepta lo bien fundado de son asimismo lo único, el extravío, el instante eró• tico que rompe la continuidad. Los signos eróticos destruyen la significación, la queman y la trans­ (1) Estas paginas constituyen la conclusión del en­ figuran: ei sentido regresa al ser. Y del mismo sayo de Octavio Paz Glaude Lévi-Strauss o El nuevo modo: el abrazo carnal, al realizar la comunicación, festín de Esopo, que publicarán próximamente las Edi­ la anula. gomo en la poesía y en la música los ciones Siglo XXI, en México. (N. de la R.) signos ya no significan: son El erotismo trascien­ (2) Observo, al pasar, que Martin Heidegger, en El de la comunicación. Ser y ef Tiempo se propuso algo semejante, sólo que Bataille señala que la prohibición del incesto no en la esfera del entendimiento sino en la de la temporalidad. Por eso se ha opuesto, con razón, a también está ligada a otras dos negaciones por que se confunda su pensamiento con el existencialis­ las que el hombre se opone a su animalidad ori­ mo. El formalismo de Lévi-Strauss me prohibe compa­ ginal: el trabajo y la conciencia de la muerte. rar sus concepciones con las de Heidegger, no así con Ambas nos enfrentan a un mundo que Lévi-Strauss el antiguo nominalismo: en su sistema el universo se resuelve en signos, nombres. Valdria la pena explorar prefiere ignorar: la historia. El hombre hace y al más estas afinidades. TAXILA: EL ANTROPOLOGO y EL SUDA 5

la comparaclOn y, sin negarla, señala sus límites: slon, la cifra momentánea de una operaclon. Un el etnólogo no parte de la hipótesis de una razón signo de cambio, como los bienes, las palabras y universal, sino de la observación de sociedades las mujeres. particulares y poco a poco, por la clasificación y Por medio de reducciones sucesivas y riguro­ comparación de cada elemento distintivo, dibuja sas, Lévi-Strauss recorre el camino de la filosofía las líneas "de una estructura anatómica general». moderna sólo que en sentido inverso y para lle­ El resultado es una imagen de la forma de la ra­ gar a conclusiones simétricamente opuestas. En zón y una descripción de su funcionamiento. La un primer movimiento, reduce la pluralidad de las semejanza que señala Ricceur no debe hacernos sociedades e historias a una dicotomía que las olvidar una diferencia no menos decisiva: Kant se engloba y las disuelve: pensamiento salvaje y pen­ propuso descubrir los límites del entendimiento; samiento domesticado. En seguida, descubre que Lévi-Strauss disuelve al entendimiento en la natu­ esta oposición es parte de otra oposición funda­ raleza. Para Kant hay un sujeto y un objeto; Lévi­ mental: naturaleza y cultura. En un tercer momen­ Strauss borra esa distinción. En lugar del sujeto to, revela la identidad entre las dos últimas: los postula un "nosotros» hecho de particularidades productos de la cultura -mitos, instituciones, len­ que se oponen y combinan. El sujeto se veía a sí guaje- no son esencialmente distintos de los pro­ mismo y los juicios del entendimiento universal ductos naturales ni obedecen a leyes diferentes a eran los suyos. El "nosotros» no puede verse: no las que rigen a sus homólogos, las células. Todo tiene un sí mismo, su intimidad es exterioridad. es materia viva que cambia. La materia misma Sus juicios no son suyos: es el vehículo de un se evapora: es una operación, una relación. La juicio. Es la extrañeza en persona. Ni siquiera cultura es una metáfora del espíritu humano y éste puede saberse una cosa entre las cosas: es una no es sino una metáfora de las células y sus reac­ transparencia a través de la cual una cosa, el ciones químicas que, a su vez, son otra metáfora. espíritu, mira a las otras cosas y se deja mirar Salimos de la naturaleza y volvemos a ella. Sólo por ellas. Al abolir el sujeto, Lévi-Strauss des­ que ahora es una selva de símbolos: los árboles truye el diálogo de la conciencia consigo misma reales y las fieras, los insectos y los pájaros se y el diálogo del sujeto con el objeto. han transformado en ecuaciones. En un mundo de La historia del pensamiento de Occidente ha si­ símbolos, ¿qué simbolizan los símbolos? No al do la de las relaciones entre el ser y el sentido, hombre, pues, si no hay sujeto, el hombre no es el sujeto y el objeto, el hombre y la naturaleza. ni el ser significado ni el ser significante. El hom­ Desde Descartes el diálogo se alteró por una suer­ bre es, apenas, un momento en el mensaje que la te de exageración del sujeto. Esta exageración cul­ naturaleza emite y recibe. La naturaleza, por su minó en la fenomenología de Husserl y en la lógica parte, no es una substancia ni una cosa: es un de Wittgenstein. El diálogo de la filosofía con el mensaje. ¿Qué dice ese mensaje? mundo se convirtió en el monólogo interminable La pregunta que me hice al comenzar y que del sujeto. El mundo enmudeció. El crecimiento del ha reaparecido una y otra vez a lo largo de estas sujeto a expensas del mundo no se limita a la co­ páginas, regresa y se convierte en la pregunta fi­ rriente idealista: la naturaleza histórica de Marx y nal: ¿qué dice el pensamiento, cuál es el sentido la naturaleza "domesticada» de la ciencia experi­ de la significación? La naturaleza es estructura mental y de la tecnología también ostentan la marca y la estructura emite significados; por tanto, no de la subjetividad. Lévi-Strauss rompe brutalmente es posible suprimir la pregunta sobre el significa­ con esta situación e invierte los términos: ahora do. La filosofía, bajo la máscara de la semántica, es la naturaleza la que habla consigo misma, a interviene en una conversación a la que nadie la través del hombre y sin que éste se dé cuenta. ha invitado pero que sin ella carecería de sentido. No es el hombre sino el mundo el que no puede Para que un mensaje sea comprendido es indis­ salir de sí mismo. Si no fuese forzar demasiado el pensable que el receptor conozca la clave utili­ lenguaje, diría que el entendimiento universal de zada por el emisor. Los hombres tenían la pre­ Lévi-Strauss es un objeto trascendental. El "hom­ sunción, en el doble sentido de esta palabra, de bre en sí» ni siquiera es inaccesible; es una i1u- conocer esa clave, así fuese a medias. Otros pen- 6 OCTAVIO PAZ

saron que la clave no existía. El fundamento de lo Mismo: se repite y nunca es el mismo. El etnó• la pretensión de los primeros consistía en creer grafo regresa del Nuevo al Viejo Mundo y en la que el hombre era el receptor de los mensajes que antigua tierra de Gándara une los dos extremos le dirigía Dios, el cosmos, la naturaleza o la Idea. de su exploración: en la selva brasileña ha visto Los segundos afirmaban que el hombre era el cómo se constituye una sociedad; en Taxila con­ emisor. Kant debilitó la primera creencia y mostró templa los restos de una civilización que se con­ que una región de la realidad era intocable, inac­ cibió a sí misma como un sentido que se anula. cesible. Su crítica minó los sistemas metafísicos En el primer caso fue testigo del nacimiento del tradicionales y fortificó a la posición de los par­ sentido; en el segundo, de su negación. Doble tídarios de la segunda hipótesís. Por medio de regreso: el etnólogo vuelve de las sociedades sin la operación de la dialéctica, Hegel transformó historia a la historia presente; el intelectual euro­ a la inaccesible «cosa en sí» en concepto; Marx peo regresa a un pensamiento que nació hace dio el segundo paso y convirtió al «concepto» en dos mil quinientos años y descubre que en ese «naturaleza histórica»; Engels llegó a pensar que comienzo ya estaba inscrito el fin. El tiempo tam­ «la praxis, especialmente la experimentación y la bién es una metáfora y su transcurrir es tan iluso­ industria», habían acabado para siempre con la rio como nuestros esfuerzos por detenerlo: ni trans­ «cosa en sí», a la que llamó una «extravagancia curre ni se detiene. Nuestra mortalidad misma es filosófica». El fin de la «cosa en sí», proclamado ilusoria: cada hombre que muere asegura la super­ por Hegel y sus discípulos materialistas, fue una vivencia de la especie, cada especie que se extin­ subversión de las posiciones en el antiguo diálogo gue confirma la perduración de un movimiento que que sostienen el hombre y el Cosmos: ahora sería se despeña incansablemente hacia una inmovilidad éste el emisor y la naturaleza escucharía. La inin­ siempre inminente y siempre inalcanzable. teligibilidad de la naturaleza se transformó, por la Taxila no es sólo una asamblea de civilizacio­ negación creadora del concepto y la praxis, en nes, sino de dioses: los antiguos cultos de ferti­ significación histórica. El hombre humaniza al cos­ lidad y Zoroastro, Apolo y la Gran Diosa, Shiva mos, esto es, le da sentido: lo convierte en un y el dios sin rostro del Islam. Entre todas esas lenguaje. La pregunta sobre el sentido del sentido divinidades, la figura del Suda, ese hombre que la contesta el marxismo de esta manera: todo sen­ renunció a ser Dios y que, por la misma decisión, tido es histórico. La historia disuelve al ser en el renunció a ser hombre. Así venció, al mismo tiem­ sentido. La respuesta de Lévi-Strauss a esta afir­ po, la tentación de la eternidad y la no menos mación podría llamarse meditación en las ruinas insidiosa de la historia. Lévi-Strauss señala la de Taxila o el marxismo corregido por el budis­ ausencia de monumentos cristianos en Taxila. No mo. sé si está en lo cierto al pensar que el Islam Quizá el capítulo más hermoso de ese hermoso impidió el encuentro entre el budismo y el cris­ libro que se llama Tristes Tropiques sea el último. tianismo, pero no se equivoca al decir que ese El pensamiento alcanza en esas pocas páginas una encuentro habría disipado el hechizo terrible densidad y una transparencia que harían pensar que ha enloquecido a Occidente: su carrera fre­ en las construcciones del cristal de roca si no nética en busca del poder y la autodestrucción. El fuese porque está animado por una palpitación budismo es la malla que falta en la cadena de que no recuerda tanto a la inmovilidad mineral co­ nuestra historia. Es el primer nudo y el último: el mo a la vibración de las ondas de la luz. Una nudo que, al deshacerse, deshace la cadena. La geometría de resplandores que adopta la forma afirmación del sentido histórico culmina fatalmen­ fascinante de la espiral. Es el caracol marino, te en una negación del sentido: «Entre la crítica símbolo del viento y de la palabra, signo del mo­ marxista que libera al hombre de sus primeras vimiento entre los antiguos mexicanos: cada paso cadenas y la crítica budista que consuma su libe­ es simultáneamente una vuelta al punto de partida ración, no hay oposición ni contradicción.» Un y un avanzar hacia lo desconocido. Aquello que doble movimiento que une al prinoipio con el fin: abandonamos al principio nos espera, transfigura­ aquello que nos propuso el Suda al comienzo de do, al final. Cambio e identidad son metáforas de nuestra historia quizá sólo es realizable al termi- TAXI LA: EL ANTROPOLOGO y EL SUDA 7

nar: únicamente el hombre libre del fardo de la tido en ei ser, aunque sepamos que el ser es necesidad histórica y de la tiranía de la autoridad idéntico a la nada. podrá contemplar sin miedo su propia naderia. La Occidente nos enseña que el ser se disuelve historia del pensamiento y la ciencia de Occidente en el sentido y Oriente que el sentido se disuelve no han sido una serie «de demostraciones suple­ en algo que no es ni ser ni no ser: en un lo mentarias de la conclusión a la que quisiéramos Mismo que ningún lenguaje designa excepto el escapar»: la distinción entre el sentido y la ausen­ del silencio. Pues los hombres estamos hechos de cia de sentido es ilusoria. tal modo que el silencio también es lenguaje para Dije al principio que la respuesta de Peirce a nosotros. La palabra del Suda tiene sentido, aun­ la pregunta sobre el sentido era circular: el signi­ que afirme que nada lo tiene, porque apunta al ficado de la significación es significar. Como en el silencio: si queremos saber lo que realmente dijo caso del marxismo, Lévi-Strauss no niega ni con­ debemos interrogar a su silencio. Ahora bien, la tradice la respuesta de Peirce; la recoge y, fiel interpretación de lo que no dijo el Suda es el al movimiento de la espiral, la enfrenta consigo eje de la gran controversia que divide a las es­ misma: sentido y no sentido son lo mismo. Esta cuelas desde el principio. La tradición cuenta que afirmación es una repetición de la antigua palabra el Iluminado no respondió a diez preguntas: ¿el del Iluminado y, simultáneamente, es una palabra mundo es eterno o no? ¿el mundo es infinito o distinta y que sólo un hombre del siglo XX podria no? ¿cuerpo y alma son lo mismo o son diferen­ proferir. Es la verdad del principio, transfigurada tes? ¿el Tathagatta vivirá después de su muerte por nuestra historia y que únicamente frente a o no o ambas cosas o ninguna de las dos? Para nosotros se revela: el sentido es una operación, algunos esas preguntas no se podían contestar; una relación. Combinación de llamadas y respues­ para otros, Gautama no supo cómo responder; y tas psico-químicas o de dharmas impermanentes para otros, prefirió no contestar. K. N. Jayatilleke e insustanciales, el yo no existe. Existe un noso­ traduce las interpretaciones de las escuelas a tér­ tros y su existir es apenas un parpadeo, una minos modernos (3). Si el Suda no conocía las combinación de elementos que tampoco tienen respuestas, fue un escéptico o un agnóstico in­ existencia propia. Cada hombre y cada sociedad genuo; si prefirió callar porque responderlas po­ están condenados a «perforar el muro de la ne­ dría desviar a los oyentes de la verdadera vía, cesidad» y a cumplir el duro deber de la historia, fue un reformador pragmático; si calló porque no a sabiendas de que cada movimiento de liberación había respuesta posible, fue un racionalista ag­ los encierra aún más en su prisión. ¿No hay salida, nóstico (las preguntas están más allá de los lI­ no hay otra orilla? La «edad de oro está en nos­ mites de la razón) o un positivista lógico (las pre­ tros» y es momentánea: ese instante inconmensura­ guntas carecen de sentido y, por tanto, de respues­ ble en el que -cualesquiera que sean nuestras ta). El joven profesor singalés se inclina por la creencias, nuestra civilización y la época en que última solución. A despecho de que la tradición vivimos- nos sentimos no como un yo aíslado ni histórica parece contradecirlo, su hipótesis me pa­ como un nosotros extraviado en el laberinto de rece plausible si se recuerda el carácter extre­ los siglos sino como una parte del todo, una madamente intelectualista del budismo, fundado en palpitación en la respiración universal, fuera del una teoría combinatoria del mundo y del ego que tiempo, fuera de la historia, inmersos en la luz prefigura a la lógica contemporánea. Pero esta in­ inmóvil de un mineral, en el aroma blanco de una terpretación, no muy alejada de la posición de magnolia, en el abismo encarnado y casi negro de Lévi-Strauss, olvida otra posibilidad: el silencio, una amapola, en la mirada «grávida de paciencia, en sí mismo, es una respuesta. Esa fue la inter­ serenidad y perdón recíproco que, a veces, cam­ pretación de la tendencia Madhyamika y de Nagar­ biamos con un gato». Lévi-Strauss llama a esos juna y sus discípulos. Hay dos silencios: uno, instantes desprendimiento. Yo agregaría que son antes de la palabra, es un querer decir: otro, des­ también un des-conocimiento: disolución del sen- pués de la palabra, es un saber que no puede decirse lo único que valdría la pena decir. El (3) Early Budhist Theory of Knowledge. London, 1963. Suda dijo todo lo que se puede decir con las pa- 8 OCTAVIO PAZ

labras: los errores y los aciertos de la razón, la lencio. No un nihilismo sino un relativismo que verdad y la mentira de los sentidos, la fulguración se destruye y va más allá de sí mismo. El movi­ y el vacío del instante, la libertad y la esclavitud miento no se resuelve en inmovilidad: es inmovi­ del nihilismo. Palabra henchida de razones que se lidad; la inmovilidad, movimiento. La negación del anulan y de sensaciones que se entredevoran. Pero mundo implica una vuelta al mundo, el ascetismo su silencio dice algo distinto. es un regreso a los sentidos, Samsara es Nirva­ La esencia de la palabra es la relación y de na, la realidad es la cifra adorable y terrible de la ahí que sea la cifra, la encarnación momentánea de irrealidad, el instante no es la refutación sino la todo lo que es relativo. Toda palabra engendra encarnación de la eternidad, el cuerpo no es una una palabra que la contradice, toda palabra es re­ ventana hacia el infinito: es el ínfinito mismo. lación entre una negación y una afirmación. Rela­ ¿Hemos reparado que los sentidos son a un tiem­ ción es atar alteridades, no resolución de contra­ po los emisores y los receptores de todo sentido? dicciones. Por eso el lenguaje es el reino de la Reducir el mundo a la significación es tan absurdo dialéctica que sin cesar se destruye y renace sólo como reducirlo a los sentidos. Plenitud de los para morir. El lenguaje es dialéctica, operación, sentidos: allí el sentido se desvanece para, un comunicación. Si el silencio del Suda fuese la instante después, contemplar cómo la sensación expresión de este relativismo no sería silencio, se dispersa. Vibración, ondas, llamadas y respues­ sino palabra. No es así: con su silencio cesa el tas: silencio. No el saber del vacío: un saber vacio. movimiento, la operación, la dialéctica, la palabra. El silencio del Suda no es un conocimiento, sino Al mismo tiempo, no es la negación de la dialéc­ lo que está después del conocimiento: una sabi­ tica ni del movimiento: el silencio del Suda es la duría. Un desconocimiento. Un estar suelto y, así, resolución del lenguaje. Salimos del silencio y vol­ resuelto. La quietud es danza y la soledad del vemos al silencio: a la palabra que ha dejado asceta es idéntica, en el centro de la espiral in­ de ser palabra. Lo que dice el silencio del Suda móvil, al abrazo de las parejas enamoradas de no es negación ni afirmación. Dice otra cosa, alu­ Karli. Saber que sabe nada y que culmina en una de a un más allá que está aquí. Dice Sunyata: poética y en una erótica. Acto instantáneo, forma todo está vacío porque todo está pleno, la pala­ que se disgrega, palabra que se evapora: el arte bra no es decir porque el único decir es el si- de danzar sobre el abismo. O

Vanessa Redgrave, en el film «Slow-Up". JORGE TEILLlER

Cuatro poemas

QUIEN HA ESTADO AQUI

Quién ha estado aqui Mirando el fin de la calle Sobre la cual cuelga Tan cercana la luna roja Tan enorme la roja luna Quién ha estado Solitario en este mismo lugar Hace cien años En quién pensaba el solitario En qué pensaba el solitario O simplemente miraba Un vacio rodeado por la noche No habia casas No había nada sino un ruído Pero no era un ruído síno sólo el ruído de un río y quién estará En cien años más En el lugar que ahora /famo mi casa Cuando yo no sea síno el sílencio Quíén estará sín casas En un vacío rodeado por la noche Sin saber nunca sí hubo casas o calles y nadíe síno el ruído de un río sílencioso Podría recordárselo

SEPTIEMBRE, DELETREO TU NOMBRE

Septiembre, deletreo tu nombre que empieza con la enredadera de campanillas azules que con los ojos cerrados veo trepar por la casa abandonada.

Uno se cansa de que todo lo afirmes y renueves ínfatigable. Pero de todos modos conmueve el «sí» de los acacíos a sus brotes. Y las más viscosas hojitas en el suelo dícen que se debe amar la vída. ¿No es así, Iván Karamazov?

Yo abro la ventana, para mirarte, septiembre que traes a los gatos a revolcarse al jardín. Y a la prímavera que rie como una muchacha JORGE TEILLlER

que muestra sus rodillas redondas y claras como los tesoros ocultos que soñamos de niños.

En mangas de camisa frente a esa risa, qué ganas de volar con la tierra con la que se juega al volantin. y de nuevo deletreo con ojos cerrados ese nombre que empieza con una enredadera de campanillas azules.

DETRAS DE LAS COLINAS

Detrás de las colinas siempre es invierno. Hay becasinas lentas sobre las vegas y cazadores que acechan su vuelo. Hay amigos que han esperado años para compartir un viejo vino.

Detrás de las colinas siempre hay niebla, el alba no amanece sobre yermos de ortigas mientras aqui en cuclillas al sol el sastre del tiempo cose nuestra mortaja.

Detrás de las colinas siempre es invierno y la muerte crece como una flor donde cabe toda la noche, mientras aqui sobrevivir es una vieja y gastada historia.

Detrás de las colinas siempre es invierno.

LINTERNA SORDA

Un hombre verá cosas invisibles.

Cuando los deudos lo abandonen y las negras canoas zarpen del oeste, cuando los deudos en secreto hayan dejado los panes redondos y sacrificando los caballos, las hijas de los granJeros tendrán miedo de ver pasar su ánima al atardecer y los forasteros gemirán en sueños ante extrañas visiones.

Un hombre entonces se desprende del peso del sol. EMIR RODRIGUEZ MONEGAL

La e IA Y los intelectuales

Las revelaciones publicadas recientemente en la jan, y se dice que el año pasado la CIA ha redu­ prensa sobre los vinculas que alguna vez existie­ cido algo esas actividades. ron entre la Central Intelligence Agency (CIA), de »La investigación sobre las fundaciones que no los Estados Unidos, y el Congreso por la Libertad pagan impuestos, realizada en 1964 por el Congre­ de la Cultura, de París, acaban de culminar con so, demostró que la Fundación J. M. Kaplan, entre una declaración de la Asamblea general del men­ otras, había entregado por lo menos 400.000 dólares cionado instituto (13 de mayo de 1967) en que de la CIA a un único instituto de investigaciones. se tomó conocimiento del informe del director eje­ Este instituto, a su vez, financió centros de inves­ cutivo sobre la financiación del Congreso en el tigación en América Latina que ya tenían apoyo pasado. "Con profundo dolor -dice la declara­ de la Agencia para el Desarrollo Internacional (Ins­ ción- la mencionada Asamblea ha podido compro­ tituto de ayuda al extranjero del gobierno de los bar que el informe confirma las revelaciones con Estados Unidos), de la Fundación Ford y de uni­ respecto a la parte que le corresponde a la CIA en versidades tales como Harvard y Brandeis. la financiación del Congreso.» »Entre los anteriores patrocinadores de la Fun­ Con esta declaración concluye una controversia dación Kaplan se encontraban unas ocho fundacio­ sobre la que informamos ya a nuestros lectores en nes que no eran conocidas de los especialistas el editorial del número anterior (julio 1967) y que en organizaciones semejantes. Cinco de ellas ni ahora parece oportuno examinar en detalle. Una siquiera estaban en la lista de fundaciones exen­ advertencia previa: como casi todo el material ci­ tas del pago de impuestos, de la Oficina de Im­ tado proviene de fuentes periodisticas, se ha bus­ puestos Internos. cado siempre ir a la publicación original misma »A través de canales similares, la CIA ha apoya­ para evitar los habituales errores y simplificaciones do a grupos de exiliados de y refugiados de (cuando no las también inevitables adiciones o sus­ los países comunistas de Europa, u organizaciones tracciones maliciosas) que aquejan al material pe­ de intelectuales anticomunistas pero liberales, ca· riódico. En algunos casos, y para ilustración del mo el Congreso por la Libertad de la Cultura, y al­ lector, se han señalado las discrepancias más no­ gunos'de sus diarios y revistas. torias entre lo que realmente dice la fuente original »La revista Encounter, un mensual intelectual an­ y algunas de sus transcripciones. También se han ticomunista muy conocido, que tiene ediciones en puntualizado los errores que a veces se deslizan español y en alemán, así como en inglés, ha involuntariamente en las mismas fuentes originales. sido durante largo tiempo -aunque no lo es aho­ ra- uno de los beneficiarios indirectos de los fondos de la CIA. Por medio de acuerdos que nun­ Las insinuaciones del "New York Times». ca han sido explicados públicamente, varios edi­ tores norteamericanos de libros han recibido tam­ En una extensa serie de articulas titulada "La CIA: bién subsidios de la CIA.» ¿Hacedora de política o instrumento?», el New Un texto similar, pero abreviado, se publicó en York Times (25-29 de abril de 1966), presentó un la edición internacional del New York Times (París, cuadro bastante completo de las actividades de 28 de abril). Conviene puntualizar dos cosas. En la notoria organización. Separando las actividades dicha edición internacional se ha suprimido toda de espionaje y paramilitares de subversión y terro­ mención a la Fundación Kaplan y, por lo tanto, se rismo, de las actividades de infiltración cultural, pasa sin transición del primer párrafo arriba trans­ el mencionado periódico escribió el 27 de abril cripto al cuarto; esto no tiene mayor importancia del año último: para la polémica subsiguiente porque dicha Fun­ "Se dice que la CIA se encuentra detrás de los dación no figura en la lista de las que han hecho esfuerzos de varias fundaciones que patrocinan via­ donaciones al Congreso por la Libertad de la Cul­ jes de sociólogos por países del mundo comunista. tura. En la edición internacional hay una errata La gran mayoría de las fundaciones independientes que haría las delicias del Benavente de Los Inte­ ha llamado la atención sobre este hecho que arro­ reses creados. Dice el texto de la edición inter­ ja sospechas sobre todos los estudiosos que via- nacional: "La revista Encounter, un mensual inte- 12 EMIR RODRIGUEZ MONEGAL

lectual anticomunista muy conocido, que tiene edi­ bremente las actividades y la política de todas ciones en español y en alemán, así como en in­ las naciones, incluídos los Estados Unidos. Seme­ glés, ha sido durante largo tiempo -aunque no lo jante dedicación no ha sido nunca más necesa­ es ahora- uno de los beneficiarios indirectos de ria que hoy." los fondos de la CIA por medio de acuerdos que La carta, como se ve, no discute el problema de nunca han sido explicados públicamente. Varios la financiación secreta por parte de la CIA, tema editores norteamericanos de libros han recibido sobre el que seguramente nada sabían los firman­ también subsidios de la CIA." Como se ve al co­ tes, sino que pone el acento en la independencia tejar los textos, los «acuerdos que nunca han sido intelectual de la obra realizada por el Congreso, explicados públicamente" correspondían, en el tex­ tema que el New York Times no había rozado. to original del periódico, a varios editores norte­ La segunda carta (10 de mayo, edición interna­ americanos de libros, no a Encounter. Pero ha cional) lleva la firma de los tres directores de sido el texto de la edición internacional el que ha Encounter: Stephen Spender (uno de los funda­ circulado por todo el mundo y el que ha sido tra­ dores de la revista, en 1953), Irving Kristol (funda­ ducido y utilizado en polémicas no siempre desin­ dor y director hasta 1958) y Melvin J. Lasky (di­ teresadas. La omisión de un punto y la conversión rector desde 1958). El primero es el conocido poe­ de una coma en punto contribuyeron así a fortifi­ ta británico; los dos últimos son escritores car las insinuaciones. norteamericanos. Dice su carta: Tres cartas se publicaron en el New York Times «En el largo artículo tercero [28 de abril] de la como consecuencia de las insinuaciones que con­ serie del Times sobre la C.I.A., que empieza con tenían los párrafos citados. En la primera (9 de 'los James Bonds y las Mata Haris' y concluye mayo, de la edición internacional) y con la firma con el 'monstruo de Frankestein', hay hacia el de J. K. Galbraith, George Kennan, Robert Oppen­ medio una referencia a Encounter, y nosotros -an­ heimer y Arthur Schlesinger, se decía lo siguiente: teriores y actuales directores- estamos a la vez in­ «Los abajo firmantes, que han tomado parte en trigados y desanimados por ella. muchas de las actividades del Congreso por la Li­ "Encounter depende básicamente de la venta y bertad de la Cultura, quieren hacer un comentario de los avisos, y su pequeño déficit anual fue, hasta sobre lo que se sugiere en un artículo del Times hace dos años, financiado por el Congreso por la del 28 de abril de que el Congreso ha sido utili­ Libertad de la Cultura. Los fondos del Congreso, zado por la Central Intelligence Agency. a su vez, derivan de varias fundaciones reconoci­ "Sobre la base de nuestra propia experiencia das, todas las cuales (desde instituciones como la con el Congreso en los últimos 16 años -con Ford y la Rockefeller hasta las más pequeñas) han sus seminarios, sus festivales artísticos, sus revis­ sido declaradas públicamente, con sus funcionarios tas, sus funcionarios-, podemos decir categóri• debidamente identificados, sus actividades detalla­ camente que no tenemos nada que cuestionar con das. Sin duda, nadie puede dejar de quedar im­ respecto a la independencia de su política, la in­ presionado -como atestigua la carta que les di­ tegridad de sus funcionarios o el valor de su apor­ rigieron George Kennan, Robert Oppenheimer, te. De acuerdo con nuestra experiencia el Congreso, J. K. Galbraith y Arthur Schlesinger Jr. [publicada bajo la dirección del secretario general Nicolas Na­ el 9 de mayo]- por la obra independiente del Con­ bokov, ha sido un organismo enteramente libre, greso por la Libertad de la Cultura al defender a sólo responsable de los deseos de sus miembros escritores y artistas tanto en el Este como en el y colaboradores y de las decisiones de su Comité Oeste contra abusos de todos los gobiernos, incluí• Ejecutivo. do, el de los Estados Unidos. No sabemos que "Un examen de lo que ha hecho el Congreso, haya benefactores 'indirectos'. sus revistas y otras actividades convencerá, esta­ "Se afirma la independencia mos seguros, a los más escépticos de que el Con­ ,,¿Acaso el Times quiere que el lector infiera que greso no ha tenido otra fidelidad que un inconmo­ el contenido de la revista o que los anteriores o vible compromiso con la libertad de la cultura, y actuales directores de Encounter han sido influídos que de acuerdo con esta posición ha criticado Ji- de alguna manera por la CIA? No podemos creer LOS INTELECTUALES 13

que ésta haya sido la intención del Times. Nues­ cer ninguna acusación sobre la independencia in­ tros artículos políticos (una pequeña fracción del telectual de la revista o de sus directores. total de materiales que publicamos) han sido es­ La tercera carta es del Congreso por la Liber­ critos por prominentes periodistas y estudiosos cuya tad de la Cultura y está firmada por Denis de Rou­ integridad y cuyas reputaciones están más allá gemont (presidente del Comité Ejecutivo) y por de toda duda (muchos, de hecho, son colaborado­ Nicolas Nabokov (secretario general). Aunque es res de la revista del New York Times y de su sec­ estricta coetánea de las anteriores (está fechada el ción bibliográfica). Ellos escriben lo que quieren, 10 de mayo en París) sólo fue publicada por el y en Encounter han publicado sus críticas contra New York Times en la edición internacional del 20 la aventura británica en Suez, la intervención sovié­ de mayo. Dice así: tica en Hungría, el papel de los Estados Unidos en «Notamos con preocupación la afirmación en el la bahía de los Cochinos y los bombardeos en Viet­ Times del 27 de abril [edición neoyorkina] de que nam. En cuanto a los directores, somos nuestros la Central lntelligence Agency ha hecho contribu­ propios dueños y no formamos parte de la propa­ ciones indirectas a cierto número de actividades ganda de nadie. culturales, entre ellas al Congreso por la Libertad »¿Podemos también señalar que en la única fra­ de la Cultura. se del Times sobre Encounter hay un error de he­ »EI Congreso por la Libertad de la Cultura fue cho muy obvio y (en la edición internacional) un fundado en Berlín Occidental en 1950 por un grupo error tipográfico muy importante? No es cierto, de escritores, artistas, estudiosos y científicos de como señala el Times, que Encounter tenga o haya Europa, Asia y Estados Unidos, que estaban deci­ tenido ediciones en alemán o en español. Ade­ didos a afirmar la libertad de investigación inte­ más, la versión del artículo publicada en la edi­ lectual y la autonomía de la creación artística. ción internacional [28 de abril] contenía la fusión Desde entonces, ha obtenido apoyo financiero de de dos distintas frases que trataban de dos asuntos una variedad de fuentes en los Estados Unidos y en distintos y que hacia que el informe publicado por Europa para apoyar a sus revistas, seminarios y ustedes pareciera más insinuante de lo que era. otras actividades. »Hace dos años, Encounter se ha asociado con "Acusación de injusticia el grupo periodístico británico del Mirror, que di­ »En ningún momento en la historia del Congreso rige Cecil Harmsworth King, y que ha asumido la ningún donante ha intentado interferir o moldear responsabilidad financiera de la revista. Ahora como sus actividades, su política o su programa. Sin antes, los directores de Encounter, que no deben embargo, para despejar toda duda con respecto a fidelidad a nadie, están publicando lo que quieren la integridad del Congreso, tanto los individuos y a quien quieren.» como las organizaciones que han contribuído a La carta fue publicada con una nota al pie, fir­ nuestras actividades serán invitadas a confirmar que mada por el director del Times, que decía: su apoyo no tiene ningún carácter gubernamental. «Al mencionar a Encounter, el New York Times no »Las implicaciones de la insinuación del Times dijo ni intentó sugerir que los directores de la re­ de que el Congreso ha sido un instrumento de la vista supieran de la existencia de alguna benefi­ CIA son muy injustas para los intelectuales de todo cencia 'indirecta' o que sus colaboradores hayan el mundo que han encontrado en el Congreso y sido nunca propagandistas de la CIA. Por el con­ en sus actividades asociadas una oportunidad trario, Encounter es conocida como una distingui­ para escribir y hablar sin restricciones sobre los da publicación internacional de opinión indepen­ problemas y las esperanzas más urgentes de nues­ diente.» tro tiempo.» La carta de los directores de Encounter y la nota El New York Times se limitó a publicar esta ter­ del director del Times sirvieron para despejar al­ cera carta de rectificación con el lacónico título: gunos errores de información (como el que se re­ «Grupo niega influencia de la CIA». No aportó más fiere a las supuestas ediciones de la revista en información, como si el tema hubiera dejado de in­ otras lenguas) y para aclarar que en ningún mo­ teresarle. Una posdata a estas insinuaciones del mento el New York Times se había propuesto ha- New York Times: en la edición internacional del 2 14 EMIR RODRIGUEZ MONEGAL

de noviembre de 1966, se publicó en dicho peno­ Fundación Rabb, la cual lo habría recibido de la dico una declaración de la Fundación Ford sobre CIA, esas pocas palabras contaban mucho. los fondos destinados en dicho año, y años sub­ El artículo de Ramparts fue dado a conocer a la siguientes, a distintos organismos. Dicha informa­ prensa norteamericana antes de la fecha de publi­ ción se refería en parte al Congreso por la Liber­ cación de la revista. Se hizo un repartido a mimeó• tad de la Cultura, que ahora era calificado por el grafo que contenía el artículo y además se publicó periódico como una organización mundial «inde­ en el New York Times un aviso que llamaba aún la pendiente» de estudiosos, escritores y artistas. En atención sobre el mismo. De ahi que se produjera el repartido de prensa de la Fundación Ford, que una controversia periodística casi de inmediato. en parte transcribia el New York Times, se anun­ Con este motivo, el Congreso por la Libertad de la ciaba que los fondos de dicha Fundación eran Cultura emitió el siguiente comunicado que se pu­ entregados al Congreso por la Libertad de la Cul­ blicó en Le Monde (París, 24 de febrero): tura para apoyo de seminarios, conferencias, publi­ «Ninguna de las fundaciones ni de las persona­ caciones y otras actividades «orientadas a mejorar lidades que han subvencionado al Congreso por la la discusión entre los intelectuales tanto del Este Libertad de la Cultura ha ejercido ninguna influen­ como del Oeste y de las naciones desarrolladas cia sobre las tomas de posición, las publicaciones como de las no desarrolladas». El mismo comuni­ o las actividades del Congreso, que han sido deci­ cado aclaraba: didas con toda independencia por su Comité Eje­ «Las anteriores donaciones de la Fundación cutivo Internacional y por los redactores responsa­ [Ford] al Congreso, que totalizan unos 2,9 millones bles de las publicaciones aparecidas bajo sus de dólares, fueron hechas desde 1957, principal­ auspicios. mente para sus seminarios y conferencias que se »Informaciones según las cuales el Congreso han concentrado en problemas tales como la au­ habría recibido subvenciones de fundaciones que toridad de los ejecutivos y la libertad individual, habrían servido de intermediarios de la CIA, ya se el nacionalismo y el federalismo, y el crecimiento habían publicado el año pasado en los Estados económico y urbano». El comunicado aclaraba que Unidos. En respuesta a esas ínsinuaciones, numero­ se había concedido una nueva donación de 1,5 mi­ sos intelectuales de renombre internacional habían llones de dólares al Congreso. publicado una carta abierta en la que se decla­ r2ban persuadidos de la independencia del Congre­ so y se ofrecían como garantía de la integridad mo­ «Ramparts>, denuncia ral de los miembros de su secretariado interna­ cional. En esa época, el Congreso ya había to­ Antes de que se cumpliera el año de las insinua­ mado la decisión de no aceptar ninguna otra do­ ciones del New York Times, la revista católica de nación que la que aseguraba la Fundación Ford, izquierda Ramparts, que se publica en San Fran­ la que financía ahora todas sus actividades. cisco, California, dedicó un largo articulo de su »Sin embargo, la actividad del Congreso no pue­ número 9 (marzo 1967) a informar sobre las relacio­ de desarrollarse y su irradiación mantenerse si no nes entre la NSA (Asociación Nacional [norteameri­ es con la condición de que no se pueda discutir cana] de Estudiantes) y la CIA. En dicho artículo su independencia. El Secretariado Internacional del hay solamente cinco lineas de una página a dos Congreso, seguro de su buena fe, decide en conse­ columnas (la 32) sobre el Congreso por la Libertad cuncia pedir a su Asamblea General que se pro­ de la Cultura. AIIi se afirma que la Fundación Far­ nuncie sobre la oportunídad de disolver o de man­ field (que, por error, aparece como Fairfield) "ha tener la organización, que se beneficia actualmente contribuído frecuentemente con fondos al Con­ de una donación de la Fundación Ford, que asegu­ greso por la Libertad de la Cultura, que anterior­ ra su existencia en los próximos años.» mente fuera identificado en el New York Times Este comunicado fue sumergido por nuevas re­ como recipiente de los fondos de la CIA.» Como velaciones, aún más sensacionales, publicadas en unas lineas antes, Ramparts había señalado que la prensa norteamericana. En efecto, una investiga­ la Fundación Farfield había recibido dinero de la ción realizada en el Congreso de los Estados Uni- LA CIA y LOS INTELECTUALES 15

dos y ampliamente divulgada por la prensa, per­ daciones financiadas por la CIA eran bastante ge­ mitió la identificación de una telaraña de funda­ nerosas cuando se trataba del interés nacional.» ciones ficticias (inventadas por la CIA) y de fun­ El artículo de Braden se llama, con evidente hu­ daciones reales (verdaderamente privadas pero que mor. «Estoy contento que la CIA sea 'inmoral'.» recibian dinero de las anteriores), y que constituían Estas declaraciones sobre Encounter y el Con­ los canales por medio de los cuales la CIA había greso por la Libertad de la Cultura fueron luego infiltrado a toda clase de organizaciones norteameri­ ampliadas por Braden para el New York Times canas e internacionales. Un cuadro de esa red y de (edición internacional, 8 de mayo). Según afirma sus complejidades fue publicado por el semanario el periódico, Braden dijo que «sólo creia estar con­ Newsweek (Nueva York, 6 de marzo). Allí figuraba firmando lo que ya se había revelado en general la Fundación Hoblitzele como una de las que ser­ sobre las operaciones de la CIA. Lo estaba hacien­ virian de «conducto» entre la CIA y el Congreso por do, dijo, para defender a la agencia contra acusa­ la Libertad de la Cultura. También figuraba la Fun­ ciones 'disparatadas e insinuantes' y para indicar dación Rabb, aunque no se establecia ningún vín• a los norteamericanos la necesidad y el mérito de culo entre ésta y el Congreso. No figuraba, ni en las actividades secretas anticomunistas». el cuadro ni en el texto, la menor referencia a la Según el mismo New York Times, «el Sr. Braden Fundación Farfield. Tampoco eran mencionadas las se negó a nombrar a los 'agentes' de la CIA que grandes fundaciones como la Ford, la Rockefeller, estuvieron, según él, en el Congreso o en la re­ la Guggenheim, ni había la menor insinuación so­ vista, ni tampoco quiso precisar de qué tipo de bre ellas. agentes se trataba. La CIA, dijo, usaba el término Así estaban las cosas cuando alguien decidió sa­ 'agentes' para describir tanto a las personas que lir en defensa de la CIA. actuaban 'voluntaria' o 'involuntariamente'. Pero su artículo en el Saturday Evening Post implica cla­ ramente que las personas en cuestión eran 'agen­ Un agente declara tes' antes de ser 'colocados' en el Congreso o 'convertirse en director' de Encounter.» En un artículo publicado en el Saturday Evening Post, de Nueva York, que tiene fecha del 20 de mayo pero fue distribuído antes), un editor califor­ El escándalo estalla niano, Thomas W. Braden, que reconoció haber sido jefe de la' División Internacional de la CIA en­ Las acusaciones de Braden con respecto a la re­ tre 1951 y 1954, se declaró responsable de haber vista Encounter desataron, sobre todo en Inglaterra. establecido los vínculos secretos entre ésta y or­ una polémica pública de gran repercusión. En el ganizaciones privadas, tanto en los Estados Uni­ mismo número del New York Times en que se trans­ dos como en el extranjero. Entre otras revelacio­ criben las declaraciones de Braden, se incluyen nes, Braden dijo que la CIA había dado dinero desmentidos de los directores de Encounter. Como para la publicación de Encounter, aunque «muy se recordará, la revista fue fundada en 1953 con poca gente fuera de la CIA lo supiera». Spender y Kristol de directores; en 1958 Kristol re­ «Colocamos a un agente en la organización de gresó a los Estados Unidos y entró Lasky a reem­ intelectuales llamada el Congreso por la Libertad plazarlo. La declaración de Kristol dice: de la Cultura, que tiene su base en Europa. Otro «Considero el articulo [de Braden) en el Satur­ agente se convirtió en director de Encounter. Los day Evening Post, en lo que echa dudas sobre agentes no sólo podían proponer programas anti­ la integridad de todos los directores de Encoun­ comunistas a los jefes oficiales de estas organiza­ ter, pasados o presentes, como irresponsable y ciones, sino que también podían sugerir formas y difamatorio. Con respecto a mí, nunca he sido, no maneras de resolver los inevitables problemas de soy y no tengo intenciones de ser jamás un agen­ presupuesto. ¿Por qué no tratar de que el dinero te de la CIA. He llamado la atención de mis abo­ necesario fuera obtenido de las «fundaciones nor­ gados sobre el artículo y ellos están consideran­ teamericanas»? Como sabían los agentes, las fun- do los aspectos legales del asunto.» 16 EMIR RODRIGUEZ MONEGAL

Según el New York Times, Kristol habría dicho CIO a la dirección de Encounter, aunque por otros también que no sabía que se hubiesen canalizado motivos que Spender, según declara al mismo New fondos de la CIA hacia Encounter a través del Con­ York Times. En un artículo publicado en la edi­ greso por la Libertad de la Cultura. ción del 9, Kermode señala al mencionado perió• La declaración de Spender es también breve: dico, que lo cita y comenta: "En vista de las revelaciones que se han hecho "Siempre se me aseguró que no había verdad y de las acusaciones que aún pueden hacerse so­ alguna en las acusaciones sobre los fondos de la bre las fuentes [financieras] de Encounter en el CIA, dijo el Sr. Kermode. 'En varias oportunida­ pasado, creo que cualquier director que a sabien­ des dí seguridades falsas sobre hechos en los que das o sin saberlo, haya participado en la recep­ había sido engañado'. ción de dichos fondos debe renunciar, como yo lo ,,'Por ejemplo', dijo el Sr. Kermode, 'hace un año he hecho." el New York Times incluyó en una serie sobre la Por su parte, Melvin J. Lasky declaró entonces al CIA una declaración de que Encounter había reci­ New York Times que las acusaciones de Braden eran bido fondos de la agencia'. "absolutamente ridículas" y "dañinamente erró• ,,'Esto fue negado', dijo el Sr. Kermode, 'y yo neas". Además, señaló, que tal vez Braden tuvie­ me asocié a esa negativa'. Dijo que el resultado ra algo que ver con los otros temas de que trata de tales episodios es que ha perdido la 'base de su artículo pero que dudaba mucho de que tuvie­ la confianza sobre la que podia cooperar con mi ra alguna experiencia directa de Encounter. Por codirector'." otra parte, Lasky señaló que en tanto que Braden La referencia a Lasky es muy clara. En el mismo estuvo en la CIA entre 1951 y 1954, según su pro­ ejemplar del New York Times, Lasky declara por pia declaración, la revista sólo fue fundada en su parte que había cometido "un error personal" 1953 y Lasky entró a dirigirla recién en 1958. al no ser suficientemente "franco al explicar al Pero la escalada de revelaciones prosiguió. En Sr. Kermode lo que yo habia llegado a sospechar la edición neoyorkina del New York Times ya había que había pasado. salido el mismo día 8 un artículo más completo "Esto consistía en sospechar en 1963 que al­ sobre Encounter, que firma Sylvan Fax, y que con­ gunas de las ~ndaciones que estaban dando dine­ tiene aclaraciones de Stephen Spender. Aunque ro al Congreso por la Libertad de la Cultura [que Spender afirma categóricamente allí su convicción entonces auspiciaba a Encounter] no eran lo que de que la revista, desde el punto de vista del mate­ parecían. rial que publicaba era "enteramente libre», sus »Nosotros no podíamos probarlo, pero lo sos­ palabras al New York Times contienen nuevas con­ pechábamos y tomamos medidas para concluir con fidencias. Dice el periódico: esa situación. Es por eso que nos presentamos "En 1964, después de que se difundieron rumo­ ante Cecil King y le dijimos: 'Hágase cargo de nos­ res de que la CIA financiaba al Congreso [por la otros y le haremos una excelente revista'.» Libertad de la Cultura], el Sr. Spender se acercó Continúa diciendo el New York Times que "en a Cecil H. King, director del grupo de periódicos una declaración hecha esa misma noc~e, el Sr. británicos del Daily Mirror, y le propuso que él se Lasky declaró formalmente por primera vez que encargase de la financiación de la revista. Este habían llegado fondos de la CIA a la revista. Pero aceptó y Encounter cortó sus vinculaciones con el dijo que él entonces no lo sabía. Explicó: Congreso por la Libertad de la Cultura." "Los directores siempre fueron informados por Esta declaración, que condena implícitamente al el Congreso que éste estaba apoyado por varias Congreso, deja sin embargo libre de toda respon­ fundaciones privadas norteamericanas y hasta sabilidad a otro de los directores de Encounter, el 1963 no hubo ninguna razón para ponerlo en duda. profesor Frank Kermode, que entró a codirigir la »De hecho, según parece, Encounter, como otras revista en 1966. (Por errata, el New York Times dice instituciones políticas, educativas y culturales de en un lado "1952,,, pero en otro hace decir a todo el mundo, ha sido el involuntario recipiente Spender que Kermode entró "hace dos años".) de fondos que derivan indirectamente de la CIA." Por su parte, el profesor Kermode también renun- Pero el documento más completo que ha ema- LA CIA y LOS INTELECTUALES 17

nado de Lasky es una carta al director del Times, prueba que hacía sospechar su fuente orlgmaria, de Londres, publicada el 9 de mayo, y que dice: Encounter se estableció sobre una nueva base fi­ «El despacho desde Nueva York que ustedes nanciera como una institución independiente y publican en algunas ediciones de esta mañana me privada. Sólo puedo lamentar no haber explicado atribuye una declaración en forma tan confusa que todos los penosos detalles de esta transición a mi resulta gravemente equívoca. ¿Me permite clarifi­ amigo y codirector el profesor Frank Kermode, y carla? Las observaciones que hice sobre 'absoluta­ por eso he tratado de presentarle mis excusas. mente rídiculas' y 'dañinamente erróneas' fueron ci­ "En los últimos tres años el apoyo financiero de tadas fuera de contexto, porque lo que se me la revista ha provenido de la International Publis­ había pedido que comentara eran las acusaciones hing Corporation, de la cual es director el Sr. Ce­ hechas en el Saturday Evening Post por Thomas cil H. King. No ha habido, parece innecesario de­ Braden, funcíonario de la CIA entre los años cirlo, ningún cambio en la política editorial. En­ 1950-54, de que él había colocado un 'agente' co­ counter continúa ejerciendo su libertad de publicar mo 'uno de los directores de Encounter'. lo que le place.» "Yo díje que consíderaba esto absurdo, y los El mismo día, la International Publishing Corpo­ dos directores y fundadores de Encounter en aque­ ration (IPC) hizo una declaración que transcribe el llos años, los Sres. Stephen Spender e Irving Kristol, Daily Te/egraph (Londres, 9 de mayo) y en la que lo han negado vigorosamente. Repito mi convic­ se sostiene que la firma estaba enterada de toda ción de que esto es falso con respecto a ningún la discusión que se estaba librando en privado director de Encounter en ningún momento. Sólo entre los directores de Encounter. me queda la esperanza de que el Sr. Braden, de «Los acontecimientos que son el tema de esa quien ninguno de nosotros había oído hablar nunca, discusión entre las personalidades vinculadas a publique una adecuada retractación. Encounter ocurrieron, como es bien sabido, antes "En cuanto a la otra parte de la referencia -en de que se iniciara la vinculación entre Encounter particular, la financiación indirecta de Encounter y la IPC en 1964. por la CIA en el pasado- esto es ahora innegable. »La parte más importante de una revista intelec­ De mi parte, considero muy desafortunado que una tual de este tipo es la calidad periodística de su porción tan considerable de la ayuda a todo el dirección y consideramos que Encounter sin el mundo por parte de las fundaciones norteamerica­ Sr. Lasky sería tan poco interesante como Ham/et nas haya estado basada en subvenciones guberna­ sin el Príncipe." El comentario de Lasky a este mentales indirectas y secretas. Esta práctica es elogio (según el Sunday Times, de Londres, 14 de poco sabia, poco sólida y deplorable. Todos la­ mayo), habría sido: «Sí, pero recuerden lo que le mentamos que las donaciones que en el pasado pasa a Hamlet en el quinto acto.» nos llegaron del Congreso por la Libertad de la Cultura, de París, y que fueron aceptadas con bue­ na fe, hubieran derivado de fondos cuyas verda­ Declara la Asamblea del Congreso deras fuentes estaban tan oscurecídas. "Una cosa tiene que quedar completamente en Como ya se señaló al principio de este artículo, el claro. Desde el comienzo, Encounter ha sido in­ 13 de mayo se reunió en París la Asamblea Gene­ dependiente y ha estado completamente libre de ral del Congreso por la Libertad de la Cultura, para toda forma de interferencia. Como codirector con tomar conocimiento de un informe del director eje­ Stephen Spender desde 1958, puedo confirmar cutivo sobre la financiación del mismo en el pasa­ que sólo los directores han sido siempre respon­ do. La declaración que se hizo ese mismo día a la sables de lo que han publicado, y que el Congre­ prensa está firmada por el presidente, Minoo Ma­ so nunca ha tenido nada que opinar sobre su po­ sani, de la India, y por los siguientes miembros: lítica editorial. Cuando en 1963 hubo alguna razón Raymond Aran, Daniel Bell, Pierre Emmanuel, Louis para dudar que las donaciones del Congreso por Fischer. Anthony Hartley, K. A. B. Jones-Quar­ la Libertad de la Cultura fueran tan indiscutible­ tey, Ezequiel Mphahlele, Nicolas Nabokov, Hans mente privadas como se afirmaba, y había alguna Oprecht, Michael Polanyi. Denis de Rougemont, 18 EMIR RODRIGUEZ MONEGAL

Yoshihiko Seki, Edward Shils, 19nazio Silone y un proyecto de descentralización maxlma de los Manes Sperber. Dicha declaración señala (Le Mon­ diferentes organismos asociados al Congreso y to­ de, 18 de mayo): mará todas las medidas necesarias para que la "Con profundo dolor la mencionada Asamblea ha Asamblea general y el comité director puedan podido comprobar que el informe confirma las re­ ejercer un control efectivo de esas actividades y de velaciones con respecto a la parte que le corres­ su financiación». También se señala allí que el in­ ponde a la CIA en la financiación del Congreso. forme del comité reorganizador deberá ser presen­ La Asamblea deplora que el director ejecutivo, sin tado en un plazo no mayor de seis meses. referirlo a los animadores del Congreso, haya creí• La tesis de la Asamblea, como se ve, es que si do deber aceptar tal financiación, aunque haya bien es innegable que el Congreso recibió en el puesto como condición de esta ayuda la indepen­ pasado fondos de la CIA (lo que condena explíci• dencia del Congreso. La Asamblea sólo puede fe­ tamente), la integridad de los intelectuales que han licitarse de los resultados de la acción del Con­ actuado en aquella época en el Congreso y la obra greso desde su fundación en 1950. Expresa la misma de la institución no está en cuestión. Sobre convicción de que esos resultados no han sido este punto habrán de centrarse sin duda todas las jamás influidos de ninguna manera por los provee­ polémicas futuras. dores de fondos y proclama su confianza en la in­ dependencia y la integridad de todos los intelec­ tuales que han participado en el Congreso. Condena El punto de vista de "Mundo Nuevo» de forma enérgica la manera .cómo han sido en­ gañados por la CIA y el mal que ésta ha hecho a Mundo Nuevo fue fundada en París, 1966, por su su causa. La Asamblea quiere declarar que seme­ director en asociación con el Instituto Latinoame­ jante acción es de tal naturaleza que puede corrom­ ricano de Relaciones Internacionales (ILARI), per las fuentes mismas de la libertad intelectual. que a su vez también había sido fundado el mis­ La Asamblea repudia formalmente el empleo de mo año. En el núm. 1 de Trabajos (mayo de 1966), tales métodos en el mundo del pensamiento. La que es el boletín informativo de dicho Instituto, Asamblea expresa su satisfacción de que la Fun­ se indica que "el ILARI ha substituído al Departa­ dación Ford, que ha sostenido al Congreso duran­ mento Latinoamericano del Congreso por la Liber­ te muchos años, se haya convertido desde el año tad de la Cultura, tomando a su cargo todas las pasado en la única fuente de financiación del actividades de este último, sus centros y sus equi­ Congreso.» pos de colaboración». También se afirma pública­ En lo que se refiere a las renuncias que enton­ mente allí "la completa independencia orgánica ces presentaron el director ejecutivo del Congreso que le confiere esta medida, que ha sido tomada y el director de asuntos internacionales, la Asam­ de común acuerdo entre el Congreso por la Liber­ blea declara que "renueva a estos últimos su grati­ tad de la Cultura, el Departamento Latinoamericano tud por el hecho de que, a pesar de la manera en y los centros nacionales». Los fondos del ILARI que fueron financiadas las actividades del Congre­ provienen exclusivamente de la Fundación Ford y so, ellos mantuvieron completamente la indepen­ están fiscalizados. por la agencia fiduciaria Price dencia intelectual y la integridad de la organiza­ I..UIIIUIt;¡::i, tal como ya se infor­ ción, y les pide que continúen en sus funciones». en el editorial del núm. 11 Con respecto al futuro, la Asamblea editorial de reorganización de la estructura del Congres;o para cualquier lector de signa un comité, formado por subrayada hace poco por misma Asamblea, "para elaborar ILARI que hemos publicado y para anterior. Al referirse a las revis- zación y de ., "'"'''''''' declaran los responsables del parte, el mismo inconformismo, originalicjad pueden encontrarse en las editamos, tanto en idioma portugués y LOS INTELECTUALES 19

como en castellano. Con características propias a critor o el artista que no esté dispuesto a decir sus animadores, autónomos por definición -y por Amén o Heil, a firmar dónde le digan y cuándo temperamento-, Cadernos Brasileiros, Mundo le digan, a repetir humildemente el catecismo o las Nuevo y Aportes contribuyen a mantener abierta consignas, está por eso mismo expuesto a la más y vivaz la inquietud intelectual, no más orientada cruel aventura. Por un lado, es víctima de la ca­ hacia la evasión, sino dirigida hacia la 'ciencia lumnia de la reacción organizada, de la pandílla de nuestra desdicha'.» maccarthista o stalinista; por el otro, del engaño Estas precisiones se vuelven necesarias porque de la CIA. Afortunadamente, si la calumnia o el no faltarán tal vez quienes pretendan confundirlo engaño pueden modificar la consideración -al fin todo (a río revuelto), mezclando a Mundo Nuevo y al cabo efímera- de una obra o de una conduc­ en acontecimientos que no sólo preceden en años ta, no pueden alterar la calidad e independencia sino a veces hasta en una década y media a su de las mismas. La CIA, u otros corruptores de otros fundación. Para desalentar estos ejercicios pasa­ bandos, pueden pagar a los intelectuales indepen­ mos ahora de la crónica de las revelaciones, a dientes sin que éstos lo sepan. Lo que no pueden una valoración de las mismas. hacer es comprarlos." Ya en el editorial de nuestro número anterior he­ mos expresado sintéticamente el punto de vista de Mundo Nuevo. Después de transcribir el primer El contexto actual párrafo de la declaración de la Asamblea, la re­ vista afirmó entonces: La declaración de la Asamblea del Congreso cie­ "El Congreso por la Libertad de la Cultura ha rra un largo episodio que, hasta cierto punto, tam­ estado siempre en el centro de una actividad polé­ bién sirve para concluir una era reciente: ese tiem­ mica que no conoce tregua. Originario de la gue­ po de la guerra fría en que dos superimperios de rra fría, ha sido atacado por la extrema derecha ideologías opuestas y aparentemente monolíticas se y por la extrema izquierda. Ahora que tanto un dividían encarnizadamente el mundo. Desde 1950 bando como el otro han perdido su carácter mo­ (año en que se funda el Congreso por la Libertad nolítico y que no hay ortodoxias universalmente vá­ de la Cultura) mucha agua ha corrido bajo muchos lidas, le ha tocado al Congreso la hora del análisis puentes. La muerte de Stalin y el notable cambío y de las revelaciones. La vinculación financiera de las estructuras soviéticas, la crisis de las ideo­ que tuvo en el pasado con la CIA (siempre ale­ logías que no ha afectado sólo al marxismo sino gada por sus enemigos, nunca probada) ha sido hasta la Iglesia Católica, los sucesivos cismas den­ plenamente admitida. tro del mundo socialista provocados por el desa­ »Ante este hecho, Mundo Nuevo expresa la más rrollo de fuerzas nacíonales consíderables -como enérgica condenación. Porque no se trata sólo de China- o altamente explosivas -como Cuba­ que la CIA haya engañado a tanto escritor inde­ dentro de un Tercer Mundo cada vez más conmo­ pendiente: se trata, sobre todo, que ha engañado vido por la revolución y el hambre, el renacimiento a quienes habían demostrado su independencia industrial y tecnológico de una Europa cada vez frente al fascismo y al stalinísmo en horas en que menos ansiosa de permanecer bajo la sombrilla parecía casí imposible atreverse a decír una pa­ protectora del átomo ajeno, la orientación del eje labra. Gente como Silone o como Spender, como político de la guerra caliente hacia el Pacífico, el Malraux o como Oppenheímer, que habían renun­ equilibrio de la balanza del terror que ha provoca­ ciado a las seducciones de un dogma, fueron en­ do la realidad atómica, la guerra del Vietnam que ha tonces víctimas involuntarias de las maniobras del acercado a intelectuales de muy distinta persua­ otro. sión política dentro y fuera de los Estados Uni­ "Por dolorosas que sean, estas revelaciones no dos: todos estos elementos -y otros muchos más hacen síno confirmar algo que es obvio: lo difícil que es imposible sintetizar- son otros tantos as­ que es conquistar y conservar la libertad. La condi­ pectos de la realidad actual que no eran previsi­ cíón del intelectual independiente en el mundo mo­ bles en el contexto político-cultural de 1950. En­ derno es una condidión de riesgo y miseria. El es- tonces el Congreso fue fundado por un grupo de 20 EMIR RODRIGUEZ MONEGAL

intelectuales como respuesta a la centralización garse por ella si hace falta pero sin abandonar doctrinaria del stalinismo. En aquella hora, la CIA su derecho a discrepar, debe aceptar también, no pudo dejar pasar una oportunidad que le ve­ con la mayor ecuanimidad, calumnias y engaños. nia como anillo al dedo. Y la aprovechó a su ma­ No basta ahora con verter lágrimas porque la CIA nera, como se ha visto. haya infiltrado con su dinero al Congreso por la Pero el contexto actual es muy distinto. Por eso Libertad de la Cultura. Para faenas de esta clase mismo no me parece nada casual, por ejemplo, fue fundada la notoria Agencia. Lo que hay que que sea hoy y no en 1954, al cesar en sus funcio­ hacer es denunciar vigorosamente la infiltración nes, que Braden haga sus revelaciones o que el y evitar que pueda repetirse. Para ello, hay un solo Congreso norteamericano investigue los fondos de medio: luchar y seguir luchando en público. Espe­ la CIA o que periódicos importantes o semanarios rar que un día cese la batalla cotidiana, creer que sensacionalistas se dediquen a explorar ávidamen­ el mundo se va a convertir de golpe al evangelio te los caminos laberínticos de la CIA. En el con­ de la bondad sin límites, que el león y el cordero texto actual estas revelaciones no pueden hacer yacerán lado a lado en amorosa compañía, es daño a la CIA, que ya se ha desprendido de cier­ creer en fábulas. El escritor independiente debe lu­ tas organizaciones, y sí pueden hacer daño a los char, y seguir luchando, para que su única función intelectuales independientes que fueron deliberada­ verdadera -ver la realidad con ojos cada vez mente engañados por ella. Esos intelectuales -tam­ más críticos- no deje de cumplirse, por desfa­ poco es casual- están ahora contra la política in­ vorables que sean las circunstancias. ternacional de los Estados Unidos en el Vietnam y El día en que se difundió la noticia de la caída en América Latina. La CIA ya no necesita sub­ de Hong Kong en manos de los japoneses, Bernard vencionarlos secretamente. Por el contrario, le mo­ Shaw -que ya tenía 86 años- mandó una de sus lestan, necesita desprenderse de ellos. ¿Qué mane­ célebres tarjetas a la redacción del New Statesman. ra más eficaz que señalando que han sido finan­ Allí decía: ciados por ella, o pretendiendo hacer creer que ..Un director de periódicos no debe dejar jamás eran .. agentes» suyos? De ese modo, la CIA ni si­ que las noticias lo alteren. [oo.] Para él, el colapso quiera tiene que tomarse el trabajo de ejecutarlos. del Commonwealth en el Lejano Oriente debe En las filas rivales encontrará verdugos no sólo bien significar lo mismo en la faena diaria que el colap­ dispuestos, sino minuciosamente entrenados en la so del Imperio español en América del Sur o la tarea desde hace largo tiempo. La operación no Decadencia y Caida del Imperio Romano, de Gib­ puede ser más brillante. bono [ ... ] No se nos va a consultar y sólo pode­ mos contemplar las extravagancias del Homo In­ sapiens, mientras las seguimos comentando. [oo.] El destino del escritor independiente Hong Kong y el resto son más importantes; pero no son el fin del mundo. Así que, firmes, mucha­ Desde otro punto de vista, sin embargo, no hay chos, firmes; a luchar [ ... ] una y otra vez.» que lamentarse que estas revelaciones se hayan El Viejo sabía mucho y su consejo puede servir hecho, y precisamente ahora. Como el destino del a los intelectuales que han colaborado en el pa­ escritor independiente es ser atacado por todos los sado con el Congreso sin saber que la CIA los bandos, o -lo que es sin duda peor- ser invitado estaba financiando indirectamente. Lo que impor­ a colaborar desde todos los extremos, ese destino ta ahora es otra cosa: hay que dejar que los muer­ debe ser aceptado como una fatalidad necesaria. tos entierren a sus muertos y seguir luchando. La El intelectual que no sea capaz de asumir con or­ bondad de la causa del intelectual independiente gullo su papel de francotirador y que se resigne no está ni ha estado jamás en cuestión en el mun­ en cambio al de burócrata, no tendrá otro pro­ do actual. Esta crisis no hace sino poner más en blema que el de olvidar su vocación de creador. evidencia la necesidad de defenderla cada día, a El que quiere sólo decir lo suyo, el que esté dis­ toda costa y contra todos los enemigos. La lucha puesto a apoyar una causa pero a criticarla, a ju- empieza nuevamente ahora. O L GOMBROWICZ

en el tiempo

Virginidad otra hija de comandante retirado, educada por una madre amorosa en una quinta suburbana. Como No hay nada más artificial que las descripciones todas las otras, Alicia se acariciaba el codo de de las muchachas y las rebuscadas comparacio­ vez en cuando; también como las otras, aprendió nes que forjamos con ese fin. Labios como cerezas, desde muy niña a excavar en la arena con su pie... senos como botones de rosa... iAh! iComo si bas­ Pero dejemos estas cosas. tara comprarle a algún tendero unas cuantas frutas La vida de una adolescente no podría compa­ y legumbres! ¿Pero quién podría enamorarse si rarse ni con la de un ingeniero o abogado, ni tam­ una boca tuviera en realidad sabor de cereza ma­ poco con la de un ama de casa, esposa y ma­ dura? ¿Quién se dejaría tentar por un beso verda­ dre: basta sólo pensar en la languidez, en el mur­ deramente dulce como un caramelo? Pero, ichis!, mullo de la sangre, continuo como el tic-tac de un basta, secreto, tabú, no hablemos demasiado de la reloj. Alguien ha dicho que no hay nada más sor­ boca. El codo de Alicia, observado a través del prendente que designar una tentación. Por eso no velo de los sentimientos, parecía ora un promonto­ es fácil, proteger una criatura cuya razón de ser rio virginal, liso y blanco, que se disolvía en la es la de tentar a los demás. Sin embargo, Alicia piel más cálida del brazo, ora, cuando dejaba estaba bien protegida por Fifi, el canario, por su caer su mano, un hoyuelo dulce y redondo, un es­ madre, la comandanta, y por el perro, Bibi, a quien condido repliegue, una capilla lateral de su cuerpo. siempre llevaba atraillado durante sus paseos de la Fuera de este detalle, Alicia se parecía a cualquier tarde. Era curiosa esa conjuración de pacíficos ani­ males para proteger a la joven: -jBibí, perrito!, trinaba el canario. Bibí, perrito, Esta vez son los editores reunidos en Túnez para en­ guarda bien a nuestra ama. iPárate en dos patas! tregar el Premio Internacional de 20 mil dólares (el Párate en dos patas y ponte al acecho para espan­ antiguo Premio Formentor) los que han descubierto a tar los malos pensamientos. iVela por su sombrilla! Gombrowiéz. Para prestigiar una lista que ya contaba a Borges y a Beckett, a Uwe Johnson y a Emilio Gad­ (Es tan perezosa.) iQue la sombrilla proteja contra da, a Nathalie Sarraute y a Saul Beflow, han seña­ el sol a nuestra ama bienamada! lado a Gombrowicz. El destino del ilustre escritor Al atardecer de una bella tarde de otoño, Alicia polaco parece ser el de una América siempre a la se paseaba a lo largo de un sendero de su jar­ vista, siempre alusiva. Hace por lo menos treinta años que su obra es la victima encantada de esas renova­ dín y se entretenía haciendo huequitos en la arena bles operaciones. con la punta de su sombrilla. El jardín, agradable Los primeros en verlo fueron, tal vez, esos pocos aunque pequeño, estaba rodeado por un muro cu­ compatriotas que se asomaron a Ferdydurke en el bierto de rosales trepadores. Un vagabundo que momento de su aparición, cuando el autor estaba a punto de abandonar Polonia, y Polonia misma estaba recostado contra el muro se calentaba al sol, arran­ a punto de desaparecer en el huevo orden nazi. En có de pronto un trozo de ladrillo y lo lanzó en , Gombrowicz fue descubierto por un gru­ dirección de Alicia. Alcanzada en un hombro, la jo­ po de jóvenes escritores bajo la agudlslma mirada ven vaciló y por poco se cae; iba a gritar cuando se del cubano Virgilio Piñera. Pero sólo cuando vuelve a Europa (invitado por la Fundación Ford para residir dio cuenta de que su perseguidor no manifestaba un año en Berlin) y cuando se establece en Francia, ni satisfacción ni cólera, sino que se limitaba sim­ los sucesivos descubrimientos adquirirán un carácter plemente a lanzarle otro pedazo de ladrillo sobre cada vez más internacional e irrefutable. Para contribuir modestamente al redescubrimiento, la espalda. La cara del bruto no expresaba nada Mundo Nuevo ha recogido, además del ensayo ilumina­ fuera de la pereza que nace de la siesta, de la dor de Jelenski, tres textos de Gombrowicz, escritos indiferencia y el cinismo. Entonces, Alicia le son­ en distintas épocas y de muy diverso carácter: «Virgi­ rió ligeramente con sus labios retorcidos por el nidad» es un cuento anterior a su viaje a la Argentina: el «Diario transatlántico» fue escrito en Berlín el 18 dolor, con lo que el vagabundo saltó el muro y de­ de mayo de 1963, pero se refiere a dos momentos de sapareció mientras ella volvía a la casa repitién­ su vida separados por dos viajes en el Atlántico y 24 dose: "Sonreí, sonreí... » años de distancia; la "Entrevista imaginaria» acaba de -Alicia, Alicia, gritó la señora S., su madre. ser publícada en La Quinzaine Littéraire (Parls, nú­ mero 27). Valga esta breve colección como homenaje a iLa merienda! un fénix tan renovado y perdurable. (N. de la R.) -iYa voy, mamá!, respondió ella. 22 WITOLD GOMBROWICZ

-¿Por qué sorbes de ese modo, hija mía? ¿Ha­ -¿Cómo así?, preguntó ella. bráse visto semejante manera de tomar el té? -¡Alicia!, balbuceó el joven con un suspiro. Le -Es porque está muy caliente, mamá, respon­ estoy pidiendo su mano. dió Alicia. -¿No va a decirme que quiere que me la corte?, -Vamos, Alicia, no te comas ese trozo de pan dijo, no sin sonrojarse, la ingenua joven. que se cayó al suelo. -¿Entonces no quieres ser mi prometida? -Es para economizar, mamá. -Sí, pero con una condición: dame tu palabra -Mira como Bibí se para en sus dos patas para de que jamás tratarás de apropiarte de uno de mis pedirte su rebanada de pan con mantequilla. ¿No miembros. iEso es absurdo! te da vergüenza ser tan egoísta, hija mía? ¿Por qué -iQué maravilla! Usted misma ignora sus en­ le pisaste la pata al pobre perro? ¿Qué mosca te cantos. iQué embriaguez! ha picado? ¿Qué te pasa? y pasó toda esa noche errando por las calles, -Ah, es que estoy tan distraída, dijo Alicia, co­ repitiéndose: mo soñando. Mamá, ¿por qué se ponen pantalo­ -Lo tomó al pie de la letra, creyó que yo... en nes los hombres? iNosotros también tenemos pier­ realidad quería tomar su mano como si fuera un nas! ¿Y por qué llevan el pelo corto, mamá? ¿Se pedazo de torta. iEs como para morirse de risa! lo hacen cortar porque... porque deben o porque Era, sin la menor duda, un joven muy hermoso, quieren? sobre cuya tez blanca resaltaba el carmín de su -Con los cabellos largos no se verían bien, Ali­ boca y cuya moral no tenía nada que envidiar a cia. su belleza física. iCuán rico y diverso es el es­ -¿y por qué quieren verse bien los hombres, piritu humano! Hay quienes construyen su moral so­ mamá? bre la probidad, otros sobre la bondad del cora­ y diciendo esto, Alicia introdujo en su manga zón; para Pablo, el alfa y el omega, la base y el la cucharilla de plata con la que estaba tomando ápice de todo era la virginidad. Ella formaba su ci­ el té. miento espiritual y en torno a ella se ordenaban -¿Por qué?, dijo la señora S. ¿Y por qué te ha­ sus instintos superiores. ¿No pensaba también Cha­ ces ondular tú tus buclecitos? Para que el mundo teaubriand que la virginidad es una perfección? El esté más bello y que el sol siga brillando alegre­ aspiraba a ella y concluía que la virginidad, a partir mente para todos. del más bajo eslabón en la cadena de los seres, Pero Alicia ya se había levantado para ir al jar­ se eleva hasta el hombre, del hombre hasta los dín. Cuando estuvo allí se sacó la cucharilla de la ángeles, de los ángeles hasta Dios, en quien se manga y la examinó, indecisa. hunde: Dios es el gran solitario del universo, el -iLa he robado!, -murmuró estupefacta-o ¡La eterno adolescente de los mundos. he robado! ¿Qué voy hacer con ella? Si Pablo se había enamorado de Alicia, era por­ La enterró, al fin, al pie de un árbol. Sí, si no que su codo, sus manitas, sus piececitos eran más hubiera sido blanco de un proyectil, jamás hu­ virginales de lo común, ya fuese por naturaleza o biera robado una cucharrilla. Las mujeres no gus­ a causa de la tierna vigilancia de los padres. Para tan de las situaciones extremas en su vida exte­ él, ella era la virginidad en carne y hueso. rior, pero interiormente, si lo quieren, pueden lle­ -Una virgen... -pensaba-o No sabe nada. iTrae­ gar a cualquier extremo. rán a los niños las cigüeñas! No, es demasiado En esto, el comandante S., hombre sólido y cor­ cómico, imposible pensar en ello sin caerse de la pulento, apareció en el umbral de la casa, gritando: risa. -iAlicia! íMañana llega tu prometído de la China! y como en ese momento pasaba cerca del mata­ Los esponsales se habían celebrado cuatro años dero, añadió: antes, cuando Alicia sólo tenía diecisiete prima­ -A lo mejor también cree que las cigüeñas veras. traen a los terneros, y que el asado llega andando -¿Permite usted -le habia preguntado tímida• en sus patitas a la mesa de mamá.iAh, sublime! mente el joven-, permite usted que esa pequeña ¿Cómo no enamorarse? ¿Y cómo no adorar al Crea­ mano sea mía? dor? iInconcebible! Maravillosa ha de ser la na- z TEXTOS EN EL TIEMPO 23

turaleza para que algo como la virginidad aún pue­ Así como el instinto me indica, sin que yo pueda e da existir sobre este valle de lágrimas. La virgini­ explicarlo, que en ella las orejas son más virgi­ dad: categoría especial de criaturas encerradas, nales que la nariz y la dulce caída de sus hom­ ?, aisladas, ignorantes, protegidas apenas por un te­ bros más aún que las orejas, que su pulgar es nue tabique. Se estremecen en una espera inquieta, menos virginal que su índice, así como en este rozan sin penetrar, suspiran profundamente, sepa­ sentido puedo apreciar todos los detalles de su a radas de todo lo que las rodea, emparedadas con­ persona, así será el instinto la brújula que me in­ s tra la suciedad, selladas. Y estas no son palabras dicará cómo puedo alcanzar la virginidad para ha­ vanas, mera retórica, sino un sello verdadero, tan cerme digno de Alicia. bueno como el mejor. íProdigiosa unión de la física ¿Valdrá la pena contar en detalle hasta dónde lo y la metafísica, de lo abstracto y lo concreto! De llevó este instinto? Todos nosotros hemos vivido un pequeño detalle puramente corporal destila todo una experiencía parecída entre los trece y los ca­ un oceáno de idealismo y maravillas, opuesto for­ torce. malmente a toda nuestra triste realidad. Sus padres lo habían destinado al comercio, pero ... Al comerse su asado de ternera, lo ignora to­ él vacilaba sólo entre dos oficios: el de soldado y do, nada adivina, come inocentemente y lo mismo el de marino. El de soldado implicaba, desde luego, pasa con todo lo demás, mañana y tarde. ¿Cuándo una disciplina ciega y una cama dura, pero faltaba me habló de la pequeña telaraña, de la pequeña el espacio. En cambío, los marinos tenían un gra­ telaraña que atrae las moscas? iQué maravilla! Es do superíor: privados de la sociedad con el bello tan inocente en el salón o en el comedor como en sexo, tenían el espacio, los elementos, la libertad, su alcobita virginal de cortinitas blancas o en el y además el agua de mar era salada. El navío que L.. ¡Stop! iHorrible pensamiento! oscila dulcemente los transporta a países lejanos, Apretó sus mandibulas y un temblor nervioso es­ en medio de fantásticas palmeras y multicolores in­ tremeció su cara. dígenas, a un mundo tan irreal como en el que -iNo! iNo! -murmuró-o Ella no hace eso, ella sueñan en sus camítas blancas Alicía y todas las lo ignora, si no no habría un Dios sobre los cielos. muchachas de su edad. Existen razones profundas Pero sabía muy bíen que se engañaba. para que se llamen países vírgenes aquellos don­ -O en todo caso, eso sucede fuera de ella, de los hombres llevan taparrabos, donde las ore­ mientras su espírítu está ausente; es, en cierto jas cargadas de anillos de metal se alargan hasta modo, mecánico. iSí, pero aun así, que horrible los hombros, donde al pie de algún baobab los pensamiento! ¿Y yo? iYo que estoy pensando en ídolos devoran esclavos o recién nacidos mientras eso, yo que puedo llegar a pensar en esas cosas, la población se entrega a ejercicios rituales. ¿No que no me enceguezco y enmudezco ante tal horror parece el beso por frote de narices, tal como lo y que la observo mentalmente! iQué vileza! No es practican las tribus salvajes, surgir directamente culpa suya si eso le pasa, sino mía, por sucio y co­ de los ensueños de una cabecita inocente? rrompido y por no saber callar mi espíritu sobre el Pablo pasó largos años por esas latitudes. Le tema. ¿No me obliga su virgínídad a un poco de impresíonó el espectáculo de las vírgenes loca­ ignorancia? Sí, para amar dígnamente a una virgen les, quienes, desprovistas de faldas y blusas, le uno mismo tiene que ser virginal e ignorante, pues mostraban todo "iQué horror! -pensaba-o Eso de lo contrario el idilio se va a píque. destruye todo el encanto.» Pero, a decir verdad, ... Por eso yo deseo ser virginal, pero ¿de qué el mismo color de la piel ya había cortado el nu­ manera puedo manifestarlo? No soy una virgen. Po­ do. Si uno es rojo, negro o amarillo, con faldas o dría, claro está, como un cura o un monje, rodear­ sin faldas uno no puede aspirar al título de virgen. me de tinieblas, de ayuno y de sotana, y observar -Tú -le decía a una negra-, tú, Moní o Buatú, la continencia, pero ¿qué sacaría de ello? ¿Aca­ estás toda desnuda... ino te sonrojes!, eres negra, so los curas y los monjes son virginales? No, mil zamborotuda, grotesca..., tú jamás podrás concebir veces no; no es en ellos donde reside el secreto esa divina timidez de la inocencia envuelta en mis­ de la virginidad masculina. Ante todo es necesa­ terio, que sigilosamente se da vuelta... rio cerrar bien los ojos, luego fiarse en el instinto. ... La falda, la blusa, la sombrillita, el gorjeo, la 24 WITOLD GOMBROWICZ

santa ingenuidad del instinto, todo eso es maravi­ nos en ese banco. Cuando nuestros primeros pa­ lloso, pero no fue hecho para mí. En cuanto hom­ dres probaron el fruto del árbol de la ciencia, in­ bre, yo no puedo ni doblegarme ni exponerme ino­ citados como tú sabes por Satán, todo se echó a centemente a la suciedad. El honor, el valor, la dig­ perder. "iOh Dios! -suplicaron los .hombres-. nidad, el laconismo, he Rquí por el contrario los iConcédenos aunque sea una migaja de la pureza atributos de la virginidad masculina. Pero tengo y la inocencia perdidas!» Dios contempló esa mul­ que conservar respecto al mundo una cierta in­ titud perplejo, sin saber ni cómo ni dónde poner la genuidad viril que corresponda a la ingenuidad vir­ inocencia y la pureza dentro de esa grosera ma­ ginal. Tengo que mirar todo con una mirada lím• nada. Creó entonces la virgen, vaso de la inocen­ pida. Tengo que comer lechuga. La lechuga es más cia, la selló y la envió entre los hombres, quienes virginal que el rábano. ¿Por qué será? Quizá por­ desde entonces se apasionaron por ella con una que es más amarga. Sin embargo, el limón es me­ nostálgica languidez. nos virginal que el rábano. En el campo masculi­ -¿Y las mujeres casadas? no hay secretos maravillosos sellados con siete -iLas mujeres casadas! Eso no es nada. Son sellos: la bandera, la muerte bajo la bandera. ¿Qué una broma, una botella de vino alterado. otros? La fe. La fe es el gran misterio, la fe ciega. -¿Y por qué, dime, por qué le tiran los hom­ El ateo es como una mujer pública con la que todo bres piedras a las vírgenes? el mundo hace lo que quiere. Yo tengo que elevar -¿Cómo Alicia? algo a la altura de mi ideal, adorar, creer ciega­ -Varias veces me ha pasado -dijo Alicia sonro- mente en algo, estar dispuesto a sacrificarle mi jándose- que un hombre en una calle desierta... vida. ¿Pero qué? Lo que sea, no importa, siempre cuando nadie está mirando... me tire una piedra. que tenga un ideal. iYo, virgen viril, que el ideal -¿Qué dices? -exclamó Pablo, estupefacto-o anima! Nunca he oído hablar de eso. ¿Cómo? ¿Te tiró Así fue como tras una ausencia de cuatro años, una piedra? se paseaba ahora con su prometida por los sende­ -Tomó una piedra, un ladrillo grande y me lo ros del jardín. Hacían una hermosa pareja. La se­ tiró iSabes que duele!, añadió Alicia murmullando. ñora S. se complacía observándolos desde su ven­ -Hm... eso no es nada... Debían ser gentes ma­ tana mientras bordaba una servilleta y Bibí perse­ las, para divertirse o para adiestrarse. No pienses guía sobre el césped a los huidizos pájaros ba­ más en ello. tiendo su lengüita roja. -¿Pero por qué tienen que sonreir las vírge• -Has cambiado -dijo el joven-, no gorjeas nes en ese momento?, insistió Alicia. como antes, ya no agitas la mano... -¡No! iNo! -respondió Alicia distraídamente-. -¿Por qué sonríen? ¿Cómo así? ¿Qué es lo Te amo como siempre te he amado. que estás diciendo, hija mía? Alicia, ¿te ha pasa­ -¿Lo ves? iAh! Antes nunca habrías dicho que do eso a menudo? me amabas. No esperaba eso de ti, Alicia; ja­ -iAh!, muy a menudo, casi todos los días cuan­ más me imaginé que eso podría llegar a salir al­ do estaba sola o con Bibí. guna vez de tu garganta, que tus labios y tu len­ -¿Y tus amigas? gua formarían esa palabra descortés. Además, pa­ -También ellas se quejan. Es imposible no son- reces inquieta, enervada. ¿No será que tienes una reir, continuó pensativa, aunque duela. angina? -iQué original! -pensó Pablo al volver a su -Yo te amo, sólo que... casa-o Es sorprendente, brutal casi. Tirarle piedras -¿Sólo que qué? a las vírgenes, no, jamás he oído hablar de nada -¿No te vas a reir de mí? parecido. Claro que esas cosas se ocultan por lo -Ya sabes que jamás me río. Me sonrío, siem- común. Ella misma dijo que eso pasa cuando na­ pre con una Irmpida sonrisa. die está mirando. Es brutal, es cierto, pero también -Explícame qué es el amor y qué soy yo. es atractivo. ¿Por qué será? Porque es instintivo, -iAh!, exclamó él. Hacía tiempo que esperaba claro. Me siento conmovido, extrañamente excitado. este momento. ¿Qué es el amor? Vamos a sentar- iOh! el mundo del amor está lleno de estas mági- TEXTOS EN EL TIEMPO 25

cas fantasías. Desconocidos que se sonríen en la ciertos movimientos precisos, y que cada una de calle, alguien que acaricia un codo, sonrisas a esas grandes palabras va a parar a un gesto y a través de las lágrimas, besos por frote de narices, un lugar bien determinados... iSí, me lo imagino! nada de esto es mucho menos extraño que tirar Todos se visten y se portan como es debido, pero piedras de ese modo. Tal vez existe un código desde que una se encuentra a solas con un hom­ de maneras y signos convencionales sobre el que bre este le tira una piedra a la mujer, y la mujer yo nada sé, yo que he vivido en China y en Africa, se sonríe porque le duele. Y luego... roban. ¿No entre salvajes. La virginidad se caracteriza por el robé yo misma una cucharilla de plata que enterré hecho de que para ella todas las cosas revisten un en el jardín porque no sabía qué hacer con ella? significado muy distínto que en la realidad. Para un Mamá lee a veces relatos de robos en los periódi• hombre virginal, recibir una pedrada no es tan ul­ cos, ahora comprendo de qué se trata. Todo el mun­ trajante como lo es el más ligero roce de una mano do roba, sorbe el té, le pisa la cola a los perritos sobre su mejilla. Un ser normal, una mujer normal y hace, en suma, todo lo que está prohibido yeso, habría huído gritando, pero ella, ella sonrió por eso es el amor, y a las vírgenes las mantienen en razones profundas y oscuras. Un ser normal pensa­ la ignorancia para que... para que sea más agra­ ría únicamente en huir del campo de batalla evi­ dable. Todo mi cuerpo está temblando. tando, en la medida de lo posible, dejar detrás su Carta de Alicia a Pablo: pellejo, mientras que para mí, al contrarío, lo esen­ iPablo! Yo no creo que sea como tú dices. iMe cial es el honor, la bandera, el estandarte, es dan unos deseos! Ayer oi a mamá decirle a mi decir, un trapo multicolor que ondea al viento. La papá que los desempleados se multiplican terrible­ monarquía es más virginal que la república porque mente, que andan semidesnudos, que comen unas encubre más misterio que los charlatanes del parla­ porquerias horribles y que el número de robos, de mento. El monarca, sublimado, impecable, irres­ riñas y de crimenes aumenta de dia en dia. Cuén­ ponsable es una virgen y el general también, aun­ tame todo: dime lo que significa ¿por qué comen que en grado menor. iOh sagrado misterio de la "porquerias», por qué "semidesnudos»? Pablo, te vida! ioh maravillas del universo!, no seré yo quien lo ruego, quiero saber por fin a qué atenerme. Tuya al recíbir vuestros dones trate de mírar vuestras para siempre, Alicia. manos. Es menester, al contrario, doblar humilde­ De Pablo a Alicia: mente la cabeza, respírar profundamente; necesi­ iQuerida! iQué efervescencia la de tu adorada tamos el honor y el agradecimiento, el panteísmo cabecita! Te conjuro en nombre de nuestro amor y la contemplación, no el análisis de tan funestos a que no pienses nunca en eso. Claro que existen efectos. La virginidad y el misterio son idénticos; cosas de esa clase, que es cierto que las hay, pero no tratemos entonces de levantar el velo. si reflexionamos sobre ellas correremos el riesgo Alicia, por su lado, seguía el curso de sus refle­ de perder la virginidad y ¿qué seria de nosotros xiones. entonces? La verdad que la pureza contiene está Qué extraño es todo el mundo. Nadie responde separada de lo real por un océano de porquerias. nunca directamente, siempre tiene que ser con Seamos ignorantes, vivamos de la inocencia, viva­ símbolos. No se puede saber nada. Pablo, claro, mos con nuestro instinto virginal-juvenil y evitemos me contó una fábula. Fábulas y símbolos me ro­ mirar mentalmente lo que no debemos, como me dean por todas partes, como si todo el mundo cons­ sucedió a mi cuando te conoci. El conocimiento pirara contra mí. El paraíso, Dios, ¿quién va a afea, la ignorancia embellece. Tuyo para siempre, saber si también eso no fue inventado especial­ Pablo. mente para mí, para nosotras, las muchachas? Es­ "El instinto... pensaba Alicia. Sí... el instinto... toy convencida de que todos disimulan y fingen y ¿pero qué es lo que quiere él? ¿Qué quiero yo de que todo es una conspiración. Hasta mamá misma? No lo sé. Morir, tal vez, o comerme algo está de acuerdo con Pablo. Es bueno sorber el té muy amargo. No tendré paz mientras... Soy tan ig­ y pisarle la cola a los perritos... Sí... la religión, el ignorante. Tengo, como dice Pablo, una venda sobre deber, la virtud... Tengo la impresión de que eso los ojos, eso me asusta a veces... iEI instinto, mi es un biombo tras el cual existen ciertos gestos, instinto virginal me indicará el camino! 26 WITOLD GOMBROWICZ

Al día siguiente, le díjo a su prometido, abstraí• vez es el calor que te ha fatigado. iHace un bo­ do en la contemplacíón de su codo: chorno! -Pablo... Tengo unos caprichos a veces... -No, icómo va a ser! Mira como nos está mi­ -Mejor, querida, eso era lo que esperaba de ti. rando, como si quisiera mordernos, devorarnos. ¿Qué serías tú sin caprichos ni fantasías? iYo ado­ ¿Me quieres mucho? ro la inocencía que desvaría! Todavía estaban ante el hueso que Bibí, en -Pero es que mis caprichos son muy extraños, quien despertaba recuerdos, había venido a hus­ Pablo..., tan extraños que hasta vergüenza me da mear y lamer. confesarlos. -¿Que si te quiero? Tánto te quiero que un -No podría ser de otro modo, pues eres igno­ amor parecido sólo se puede encontrar en las mon­ rante. Míentras más extraño y especial sea tu ca­ tañas. pricho imáS ardor pondré yo en satisfacerlo, flo­ -Entonces, Pablo, yo deseo que roas, que roa­ recilla mía! Le cederé en honor de tu virginidad mos juntos ese hueso que está sobre el montón y de la mía. de basura. No me mires que me sonrojo (se hizo un ovillo entre sus brazos), no me mires ahora. -Pero... mira... eso no es... En todo caso ime -¿Ese hueso? ¿Cómo? ¿Qué? ¿Qué dices, Ali­ dan unas ganas! Dime ¿tú también... has robado... cia? como todo el mundo? -Pablo -dijo ella apretando su cuerpo contra -¿Por quién me tomas, Alicia? ¿Qué significan el suyo-o Esa... piedra, ves, excitó en mí tal inquie­ esas palabras? ¿Podrías tú amar un solo instan­ tud. Yo no quiero saber nada, no me digas nada, te a un hombre mancillado por un delito tal? pero hay algo en el jardín, en las rosas y el muro, Yo me he esforzado siempre en ser digno de ti, en la blancura de mi traje que me hace sufrir y... en conservarme puro, claro que dentro del campo iah, qué sé yo! Tal vez lo que deseo es que me masculino que es el mío. azoten los hombros. Esa piedra. la piedra, me hizo -No sé, Pablo, no sé; pero dime francamente, ver que a mi espalda hay algo, detrás del muro... te lo suplico, dime si alguna vez has... engañado y yo lo voy a comer, voy a roer ese hueso, lo va­ a alguien, o has roído, o andado... semidesnudo, o mos a roer juntos, Pablo, tú y yo, yo contigo, tene­ si has dormido sobre un muro, si le has pegado mos que hacerlo, tenemos que hacerlo (insistía a alguien, si has lamido o comido porquerías. con violencia), si no voy a morirme joven. -¿Qué dices? iHija míal ¿Qué te sucede? íRe• Pablo estaba estupefacto. flexiona, Alicia! ¿Yo lamer? ¿Yo engañar? ¿Y mi -Hija mia, ¿qué quieres tú con ese hueso? iEs­ honor? ¿Estás loca? tás loca! Si insistes en ello, hazte servir un hueso -iOh, Pablo -exclamó Alicia-, que día tan es­ fresco, del cocido. pléndido! No hay ni una nube y hace tanto sol que -iPero si lo que yo quiero es que salga de hay que protegerse los ojos con las manos. ahí, del montón de basural, gritó pateando el sue­ Habían dado vuelta a la casa absorbidos en su lo. Y a escondidas, con miedo de la cocinera. conversación, y ahora se encontraban frente a la Una disputa surgió de pronto entre los dos, cá­ cocina donde rodaba sobre un montón de basura lida y lánguida como el marasmo del sol estival un hueso abandonado por Bibí, al que aún se que descendía haoia el oeste. adherían unas hilachas de carne rosácea. -Vamos,Alicia, eso es horrible, huele mal, iPuf! -iMira, Pablo! -dijo Alicia-, iun hueso! De verdad que me dan náuseas; también detesto -Vámonos -dijo Pablo-. Vámonos, aqul hue- el agua de fregar. le mal y se oye chillar a las cocineras. No, Alicia, -¿El agua de fregar? A mí también me dan no comprendo cómo pueden nacer esas ideas en náuseas y haoe que me sienta mal. Pero créeme, tu dulce cabecita. Pablo, ieso se roe, eso se come! Yo sé, yo pre­ -Espera, Pablo, espera; no nos vayamos todavía. siento que todo el mundo lo hace ouando nadie Se ve que Bibí no lo royó todo... Pablo... iah! como está mirando. estoy de... ni yo misma sé... iPablo! Se disputaron durante un largo rato. -¿Qué te sucede, querida, te sientes mal? Tal -Es asqueroso. :z TEXTOS EN EL TIEMPO 27

)- -Es oscuro, extraño, misterioso, vergonzoso y turaleza se hizo un gran silencio, uno de esos mo­ delicioso. mentos trémulos de olvido, olorosos... i- -iAlicia! -exclamó por fin Pablo, frotándose los -¿Ves?, cuchicheó Alicia. S. ojos-o Por el amor de Dios... Estoy empezando a -¿Qué? tener mis dudas. ¿Qué es lo que pasa? ¿Estaré --A las muchachas... les tiran piedras... sólo por n soñando? Yo no quiero, por Dios, hacerte pregun­ placer... para gozar. ¡- tas, no soy indiscreto, pero... ¿estás bromeando, -No, no es posible, no. te estás burlando de mí, Alicia? ¿Qué ha pasado? -Lo acabas de ver tú mismo... Ven, el hueso n Dices que una piedra... ¿Será que sí tiran piedras nos espera: ial hueso! ¿Lo roeremos juntos, no 1- y que... esto provoca un apetito malsano de hue­ quieres? iJuntos, yo contigo, tú conmigo! iMira, ya sos? Pero es demasiado anormal, demasiado im­ lo tengo en la boca! iAhora te toca a ti, ahora te l­ puro. No, yo respeto tus caprichos, pero esto ya no toca a ti! [1928] n tiene nada que ver con el instinto virginal; esto es ) una mentira, una mentira tan grande como... como l. tu brazo. -¿Cómo mi brazo? -respondió Alicia-. ¿Y aca­ so no son virginales mis brazos? Tú mismo dijiste Diario transatlántico que había que cerrar los ojos, maquinal y tranqui­ lamente, ingenua y puramente, y... iAh, Pablo, date [Buenos Aires] prisa, mira como brilla el sol y ese gusano que tan 8 de abril. El puerto. Un café, una mesita frente al lentamente se desliza sobre esa hoja, y yo con mi café, próxima al gigante blanco que debía llevar­ deseo! Te lo aseguro, todo el mundo hace lo mis­ me; los amigos, los conocidos, los saludos, los mo y sólo nosotros..., sólo nosotros lo ignoramos. abrazos, coraje, cuidate, no olvides, muchos salu­ iAh! tú crees que nunca nadie... pero te digo que dos a... y en todo eso, un solo sobreviviente: mi por las noches llueven piedras, tantas caen que mirada, mi única mirada, que por razones incom­ no dejan cerrar los ojos, y que la gente come hue­ prensibles recordaré siempre. Era una mirada ca­ sos y otros desperdicios bajo los árboles, ham­ sual; miraba el agua del puerto, y por un corto breada, semldesnuda. iEso es el amor, el amor! instante entreví un muro de piedra, un farol sobre -iCalla, estás loca! la acera, al lado un zócalo con un cartel, la gra­ -iDeja!, gritó ella, tirándolo de la manga. Ven, milla verde de la orilla y las lanchas y los bar­ quitos balanceados por las olas un poco más le­ vamos, iel hueso! jos... De esta manera termina la Argentina para m,í: -¡Jamás! íJamás! una mirada superflua, en una dirección casual... el Era tanta su desesperación que hasta había podi­ farol, el cartel, el agua, es todo aquello que se do llegar a pegarle si en ese momento no hubieran "parasita» en mi, para siempre. oído el ruido de algo así como un golpe y unos Ya estoy en el barco. El barco larga amarras. gemidos que venían del otro lado del muro. Co­ La ciudad surge al irse, los rascacielos se acues­ rrieron entonces a asomarse sobre los rosales: al tan lentamente uno sobre otro, las perspectivas borde de la calle, bajo un árbol, una joven des­ se desdibujan, la geografía se vuelve confusa calza se chupaba las rodillas, doblegada en un -jero!;¡líficos, enigmas, errores- la "Torre de los ademán de dolor. Ingleses» en el Retiro aparece donde no debería, -¿Qué pasa?, murmuro Pablo. ahí está el edificio de correos, pero el panorama Una piedra atravesó entonces el aire y alcanzó es ya incomprensible, fantasmagórico en su com­ en la nuca a la joven, quien cayó para erguirse plicación como si fuese malévolo y prohibido o, luego y saltar tras el árbol, mientras se oía una maliciosamente engañador; la ciudad se cierra voz masculina: frente a mí, ¡ya no sé gran cosa de ella!... Meto -iEso no es todo! ¡Ya te tiraré más! iVas a ver­ la mano en mi bolsillo. ¿Qué? ¿Dónde están los lo! ¡Ladrona! 250 dólares que tenía para el viaje? Me palpo, El viento acariciaba, ardía; y de pronto en la na- busco, corro a la cabina. ¿Dónde pueden estar? 28 WITOLD GOMBROWICZ

¿En mi sobretodo? No. ¿En mi pasaporte? No, (Un steward me dijo más tarde que no había vis­ no, no. No están. iDiablos! Esto me hará atravesar to una igual en mucho tiempo.) El océano era om­ el Atlántico con los pocos pesos que me quedan, nidestructor, el viento degollaba y yo sabía que y que apenas llegan a 3 dólares. Pero allá, afuera, sobre este desierto enloquecido Europa ya se la ciudad se aleja: iconcéntrate, no permitas que abría frente a mí, indicada por la dirección del te roben también este adiós! Vuelvo rápidamente barco; sí, ya llegaba esta Europa y yo no sabía al puente: la costa ya no era más que torbellinos todavía qué dejaba detrás de mí. ¿Qué América, de una materia apenas definible, vista oblicuamen­ qué Argentina? Ah, esos veinticuatro años, ¿qué te, sólo bruma trenzada a veces por algún con­ fueron realmente? ¿Acaso volvía yo a Europa con­ torno mejor dibujado: mi mirada ya no entendía migo mismo? De todos los encuentros que me es­ nada. Tenía frente a mí un plasma donde se podía peraban, uno me molestaba particularmente: de­ adivinar cierta geometría, pero era ya una geo­ bía encontrar, y muy pronto, cierto barco blanco... metría demasiado difícil... y esta dificultad aumen­ salido de Gdynia exactamente al mismo tiempo taba sin cesar, no dejaba de crecer, y el ruido del que el "Federico» de Buenos Aires... ya debía es­ agua golpeando contra el casco del barco la acom­ tar en algún lado próximo al canal de Kiel, e iba pañaba y la transformaba en algo insoportable. Y a Buenos Aires... Mi encuentro con ese barco era, los doscientos cincuenta dólares perdidos inva­ pues, fatal en una semana más o menos, en pleno dían al mismo tiempo mis veinticuatro años de océano... Se trataba del "Chrobry». Ahora bien, en vida en la Argentina; esta dificultad se desdoblaba 1939, en el mes de agosto, estaba yo en el "Chro­ en veinticuatro y doscientos cincuenta... iOh, mate­ bry», con Straszewicz y Rembielinski, senador, y mática oscurantista y loca! Doblemente robado, fui Mazurkiewicz, ministro... alegre sociedad... Sí, era a ver qué pasaba en el barco. seguro, imposible de evitar; me encontraría con ese Gombrowicz que iba a América, yo, Gombro­ La cena, y la noche que mi gran fatiga necesitaba wicz, que hoy la abandonaba. Cómo me trabajaba tanto. Al día siguiente salgo al puente: ruido de la curiosidad. El destino que me esperaba allí era las olas, el furor, el azul del cielo, el océano ara­ para mí una pieza oscura donde uno corre el do en lo profundo, el florecer tempestuoso de la riesgo de golpearse contra la pared. Cuánto hubie­ espuma en el espacio molido por la demencia sin ra dado entonces por tener una lucecita, incluso pausa de un temblor violento: la proa del "Fede­ la más furtiva, que alumbrara los contornos de mi rico» apunta al cielo y vuelve a caer en los abis­ porvenir; pero hoy conozco ese porvenir, llego al mos, las gotas saladas atacan a borbollones y re­ encuentro de este otro Gombrowicz como una so­ sulta imposible estar de pie, hay que aferrarse; lución y una aclaración, yo soy su respuesta. allá, a babor, a unos quince kilómetros de distan­ ¿Pero seré acaso una respuesta valedera? Cuando cia, las costas del Uruguay, y esas montañas, ¿no el "Federico», surgiendo del espacio borroso de serán las de Piriápolis que conozco tan bien? Sí, las aguas, aparezca frente a mí, ¿seré capaz de sí, seguramente, y ahora se ven los puntos blan­ decirle algo, no estaré simplemente obligado a cos de los hoteles-rascacielos de Punta del Este. callar todo? y lo juro: llegó hasta mí el destello de un reflejo, uno de esos reflejos que el sol produce sobre los Será penoso. Si me pregunta, curioso: ¿con que vidrios de los autos, agudo y de largo alcance. vuelves? ¿quién eres ahora? Yo no podré respon­ Este reflejo de Punta del Este, emitido por cierto . derle más que con un gesto desvalido de mis auto al dar cierto viraje era la última palabra hu­ manos vacías, alzando los hombros, ...y tal vez mana de la América que yo conocía. Me había con una especie de bostezo: "¡oh, no lo sé, déjame llegado como un grito a través del gigantesco en paz!» Sólo el viento que sopla, el ruido y el desorden del mar, bajo un cielo que aumentaba subir enorme de las olas, olas sobre olas unién­ aún más, como por magia, la confusión general. dose en el horizonte con el cielo estático que eter­ iAdios, América! niza el movimiento, y a lo lejos, a la izquierda, la ¿Qué América? La tempestad con la cual nos costa americana, cada vez más borrosa, como una acogía el Atlántico no era una tempestad trivial. introducción a los recuerdos... ¿No seré capaz de z: EN EL TIEMPO 29

dar otra respuesta? iLa Argentina, la Argentina! hermosa... y sin embargo... ¿qué es este viaje más ¿Qué Argentina? ¿Qué era la Argentina? Y yo, que un viaje hacia la muerte? La gente de cierta .,. ¿Qué soy «yo .. en este momento? edad no debería moverse de su lugar, pues el es­ Borracho por el puente que huye bajo mis pies pacio está demasiado ligado al tiempo: todo ese en todos los sentidos, me aferro a la baranda, ti­ océano está hecho de tiempo mucho más que de tubeo, me dejo llevar por el torbellino, aturdido inmensos recorridos. Es un espacio sin límites que por el viento -en torno a mí, rostros verdes, mi­ se llama muerte. Qué importa. radas borrosas, siluetas curvadas- no puedo más, me desprendo de la rampa, hago milagros por Reflexionando sobre mi vida en la Argentina en mantener el equilibrio, avanzo... De pronto, miro: esos veinticuatro años, pude descubrir fácilmente algo yace sobre las tablas del puente, algo pe­ que en ella se revelaba cierta arquitectura bas­ queñísimo. Un ojo humano. El lugar está desierto: tante bien dibujada y simetrías dignas de aten­ sólo hay un marino cerca de la escalera y que ción. Por ejemplo, se componía de tres períodos masca chewing-gum. Le pregunto: de ocho años cada uno: primer período, la miseria, la bohemia, la despreocupación, el ocio; segundo -¿De quién es este ojo? período, siete años y medio en un banco, una vida Se encoge de hombros. de empleado; tercer período, existencia modesta -No lo sé, señor. pero independiente, prestigio literario en continuo -¿Alguíen lo perdió, o se lo arrancaron? auge. También podría formular ese pasado a partir -No vi nada, señor. Está aqui desde esta maña- de ciertos hilos conductores: la salud, las finanzas, na. Lo habria levantado y puesto en una caja, la literatura... o poniéndolos en otro orden, por ejem­ pero tengo que permanecer en la escalera, pues plo por problemas, por los "temas.. de mi existen­ tengo prohibido el abandonarla. cia, que cambiaban lentamente con el tiempo. Pero Iba a proseguir mi camino en dirección a mi ¿cómo servirse la sopa de la vida con un cucha­ cabina cuando en la escalera aparece un oficial. rón agujereado por estadísticas y diagramas? Sí, -Sobre el puente, ahí, yace un ojo humano. ¿cómo? Una de las valijas que estaban en mi ca­ Manifiesta vivo interés: marote contenía una carpeta y ésta a su vez varios -iDiablos!... ¿Dónde? papeles amarillentos. Allí había una cronología, mes -¿Piensa Ud. que alguien lo perdió o que se tras mes, de lo que me había pasado... Miremos pri­ lo arrancaron? meramente lo que pasó hace exactamente diez años, en abril de 1953: "Ultimos días en Salsipuedes. El viento se llevaba las palabras, había que gritar, Escribo Sienkiewicz. Ocampo y los paseos en Río pero el grito también huía lejos de la boca, no Ceballos. Regresos nocturnos. Leo el Espírítu en­ había esperanza. Proseguí mi camino; en algún la­ cadenado y Dostoyevski. El 12, regreso a Buenos do suena un gong anunciando el ¡:¡lmuerzo. En el Aires por ferrocarril. El banco, el hastío, el qué­ comedor, poca gente; el vómito general barrió me­ hacer-consígo-mismo, el horror, carta de Giedroyc sas y clientes, y somos en total seis valientes que anunciándome que el libro no se vende pero que asistimos a la danza del piso y a la increible acro­ tiene la intención de publicar todavía alguna cosa bacia de los camareros. Mis alemanes (pues, por mía. En casa de los Grocholski y de los Grodzicki. desgracia, tengo en mi mesa una pareja alema­ El Banquete publicado en Wiadomosci» ... etc. etc. na que habla español como yo el alemán), no Podía por lo tanto socorrer mi memoria, pasear­ han venido. Pido una botella de Chianti, y la me de un mes al otro por mi pasado. Pero, ¿para idea de los 250 dólares me pincha otra vez como qué? ¿Qué hacer -pregunto- con esta letanía una aguja gruesa. ¿Con qué pagaré la nota que de precisiones, cómo absorber estos hechos si firmo? Después del almuerzo envío un radiotele­ cada uno de ellos se divide en una multitud de grama a mis parisienses para pedirles que me man­ pequeños incidentes y si esta multitud de inciden­ den un giro de 200 dólares. Viajo cómodamente y tes acaba transformándose en humo? Era un asal­ tengo una cabina para mí solo; como antes, en to de millares de puntas, una disolución dentro el "Chrobry.. , la cocina es excelente; la vida es de una continuidad imperceptible, como la que so WITOLD GOMBROWICZ

forma el sonido... ¿Cómo hablar en este caso de tado mi carácter polaco? Era tal vez el sol de me­ hechos? Y sin embargo, al volver a Europa sentía diodía, el aparente ocio; era tal vez su brutalidad, una necesidad casi tiránica de alcanzar ese pasa­ su sociedad o su villanía... No lo sé. En realidad do, de atraparlo aquí, en el ruido y el aturdimiento no estaba en modo alguno enamorado de la Argen­ del mar, en la inquietud de las aguas, en el es­ tina. Y para ser más preciso, no estaba enamorado pacio ilimitado y sordamente líquido, enfrentado de ella pero quería estarlo. solo sobre el Atlántico con mi partida. ¿No seré, en último caso, un simple balbucear caótico, Te quiero. Un argentino en vez de decir «te amo», como estas olas? Una cosa, no obstante, se me dice «te quiero». Me decía, pues, meditando (siem­ había aclarado: el intelecto no contaba, la concien­ pre sobre el océano, violentamente sacudido por cia tampoco; no se trataba más que de pasión. el barco que las olas sacudían), que el amor es un esfuerzo de voluntad, un fuego que se desea Estar apasionado, ser poeta frente a la Argentina... en sí, porque uno lo quiere, uno quiere estar ena­ puesto que me había conquistado a tal punto que morado y no se puede soportar la idea de no estar (en ese momento ya no dudaba más) la amaba enamorado; la rudeza con la cual me expreso co­ profundamente y estaría enamorado para siempre rresponde aquí a cierta torpeza que forma parte de ella (a mi edad, no se lanzan imprudentemente del momento mismo... No; yo, no es que la qui­ tales palabras al viento oceánico), ya que me ha­ siera, no, sino que quería verme enamorado de bía seducido con su aburrida pampa, con esas ciu­ ella al acercarme a Europa; visiblemente, sentía dades generalmente burguesas. ¿Estaba yo seduci­ una violenta necesidad de este estado de amor do por su juventud, por su «inferioridad»? (Una apasionado por América. Me importaba no mos­ idea, la más importante de todas mis ideas, una trarme a Europa, en el atardecer de mi vida, sin esa idea excitante me persiguía a menudo en la Argen­ belleza que da el amor; y tal vez temía también tina: la belleza es una inferioridad.) Pero a pesar de que sin este amor, luego de mi ruptura con un que estos fenómenos, considerados con una mirada lugar impregnado por mi ser, este transplante en amistosa, inocente y con una gran sonrisa, en una plazas extranjeras, no calentadas por mí, me em­ escenografía un poco «cinematográfica», colorea­ pobreciera, me enfriara y me matara. Quería vol­ da, viva, cálida, llena de efluvios de las palmeras ver a Europa apasionado, apasionado por la Ar­ y de los «ombúes», hayan, como se sabe, jugado gentina y quería igualmente parecer apasionado un papel importante en mi encantamiento, la Ar­ en aquel encuentro fatal que me esperaba en ple­ gentina seguía siendo algo infinitamente más rico. no océano, quizá en el crepúsculo, quizá al alba, ¿Era vieja? Sí. ¿Triangular? También. Y cuadrada, en la bruma del espacio sucio y oscuro... En modo azul y agria en la espiral, amarga, sí, pero tam­ alguno quería presentarme a aquella cita con las bién inferior y algo parecida al reflejo de un za­ manos vacías. El barco avanzaba. El agua lo le­ pato, a un topo o a un portal, y también a una vantaba y lo sumergía. El viento soplaba. Yo es­ especie de tortuga, cansada, sucia, desbordante; taba un poco desorientado y triste, pues quería semejante a un hueco de árbol, a un bebedero o amar la Argentina y los veinticuatro años que en a un chimpancé, urticante, sofisticada, una espe­ ella había pasado, y no sabía cómo hacerlo. cie de mono en sandwich, un empaste dental... iOh, El amor es una dignidad. Eso es lo que me pa­ escribo todo cuanto me dicta la pluma, pues de rece a mi edad. Cuanto mayor es la decadencia todas formas, todo lo que pudiera decir le sen­ biológica, más se siente la necesidad de arder en taría bíen a la Argentina! Nec Hercules... Veinte llamas; más vale dejarse carbonizar que dejarse millones de vidas en todas las combinaciones posi­ enfriar lentamente, cadavéricamente. La pasión, lo bles es demasiado, realmente demasiado para la sabía ahora, es más necesaria en la vejez que única vida de un individuo. ¿Podía yo saber lo que en la juventud. La noche cae; ya es noche cerrada. me había seducido en esta masa de vidas entre­ A la izquierda, en alguna parte, apenas perceptible, mezcladas? ¿Era tal vez que me había encontrado los faros parpadeantes de las costas brasileñas y sin dinero y perdido mis privilegios polacos? ¿Es en cubierta, aquí, yo, yendo hacia delante, ale­ qué esta cultura latinoamericanizada había comple- jándome sin cesar en este caminar incomprensible... EN EL TIEMPO 31

Es el desierto... el infinito de un vacio que hierve, misma de ver el hombre? La muslca de Beetho­ truena, surge, el infinito imposible de definir, inal­ ven es muy diferente de la filosofia kantiana, y sin canzable, hecho de torbellinos y de oscuros preci­ embargo, existe un «hombre beethoveniano» y un picios, el mismo aqui que allá; y más lejos, más «hombre kantiano» que están por cierto muy pró• lejos aún, trato en vano, hasta el dolor, de ver ximos el uno del otro. Podemos comparar al hom­ y resulta imposible; tras la barrera de la noche bre de Platón con el hombre de Balzac, al hom­ todo cae Y se vierte sin tregua, se ahoga y bre de Dostoyevski con el de los positivistas o al se disuelve. En la oscuridad, abajo, no hay de Goya con el de Schopenhauer. más que deformaciones y movimiento; detrás de El estructuralismo del momento también es eso: mi sólo el espacio irreal; arriba, por el contrario, un hombre. Yo me voy a permitir decir que ese el cielo salpicado de una infinidad de estrellas, im­ hombre estructuralista me apareció antes de la posible de diferenciar, de agarrar... y, sin embargo, guerra; ino han sido pocas las piruetas que le he hago esfuerzos para ver, yo, hombre conmovido hecho hacer en mis novelas! y, además, le he con­ en la conmoción, yo, sin memoria, perdido, sa­ sagrado unos cuantos pobres comentarios en mi cudido por las pasiones y los dolores hasta ahora Diario y en mis prefacios. desconocidos. ¿Cómo después de veinticuatro años Oh... se puede no ser más que agua que cae y se vierte, G.G.: ¿Escéptico? iTiene usted razón! Pero fije­ espacio vacio, noche oscura, cielo que no puede abarcarse, estar cegado por los elementos y no se un poco en lo que escribi en mi Diario (1957): poder conservar nada en si mismo? iOh, la Argen­ «El hombre, tal como lo veo yo, es: 1) creado por tina! ¿Qué Argentina? Nada. Un horno. Ya ni si­ la forma; 2) creador de la forma, su infatigable, quiera podia yo ver algo, la menor posibilidad de productor.» Remplacemos «forma» por «estruc­ ver estaba absorbida, cubierta por un desborda­ tura»... miento de nada, el amor se volcaba en no-amor, y cuando leí anteayer (Pingaud) que en el estruc­ todo se vertia en el mismo canal... Hay que ir turalismo «ya no actuamos, somos actuados, ya no a acostarse, ya es tarde... El ojo humano, ¿de hablamos, somos hablados», fue como si estuvie­ dónde llegó este ojo humano que estaba en el ra oyendo al protagonista de mi drama «La Boda» puente? Tal vez sólo era una impresión, no lo sé; (1947): "No somos nosotros quienes decimos las finalmente poco importa, ojo o no ojo, porque, di­ palabras, son las palabras las que nos dicen a game: ¿para qué establecer formalismos? ¿Vale nosotros.» No, no se trata de una pequeña coin­ la pena pedir el pasaporte a un fantasma? Qué cidencia marginal; toda mi obra, desde sus princi­ pedanteria... No puedes ver nada; duerme, será pios, ha echado sus raices en este drama de la mejor. forma. El conflicto del hombre con su forma, he [1963 ] ahí mi tema fundamental. iAy! G.G.: Sí, claro, naturalmente, yo estoy informado. Una «estructura» estructuralista no es lo que yo entiendo por «forma» y, créamelo, yo he leido, Entrevista imaginaria acá y allá, algo de Greimas, Bourdieu, Jakobson, Macherey, Ehrman, Barbut, Althusser, Bopp, Lévi­ Entonces, querido Gombrowicz, ¿asi que usted se Strauss, Saint-Hilaire, Foucault, Genette, Godelier, cree estructuralista desde hace treinta años? Boubarki, Marx, Doubrowski, Schucking, Lacan, G. G.: Por lo menos. Desde Ferdydurke. Pero no Poulet y también de Goldmann, Starobinski, Bar­ olvide que quien quiere ser artista no es filósofo, thes, Mauron y Barrera. Sépalo, en estas cosas de ni sociólogo. ¿Dónde podremos entonces encon­ libros yo estoy al día, aunque no sepa en cuál... trar un terreno común para poder comparar las iHay tantos! exploraciones caprichosas y ondulantes del arte Sin embargo, le voy a sugerir esto: dejemos con los resultados de un pensamiento disciplina­ en el campo epistemológico la Fonética y la Ana­ do? ¿No será el denominador común la manera tomía Comparada, y en el campo filosófico,la For- 32 WITOLD GOMBROWICZ

malización que tanto se acerca, por vía de la on­ estimado señor). De manera que se puede decir tología formal, a la articulación, aunque no por que a cada instante yo soy "creado» por los otros. ello deje de recibir un cierto influjo de la apofán­ En los estructuralistas pasa algo distinto: ellos tica. No, no es de eso que le quiero hablar. Se buscan sus estructuras en la cultura, yo las busco trata, en el fondo, lo repito, de una manera de ver en la realidad inmediata. Mi manera de ver esta­ el hombre, y es en este terreno que mi hombre ba en relación directa con los sucesos de enton­ "formal» puede hacerle algunas confidencias al ces: el nazismo, el stalinismo, el fascismo... Esta­ hombre "estructuralista»... iSon primos, después ba fascinado por las formas grotescas y aterrado­ de todo! ¿No dice usted que el hombre se mani­ ras que surgían en la esfera de lo interhumano fiesta a través de ciertas estructuras, independien­ destruyendo todo lo que hasta entonces habia sido tes de él, como las del lenguaje; que está limitado venerable. Era como si la humanidad estuviera por algo que lo penetra y lo define al mismo franqueando cierta etapa de desarrollo para entrar tiempo; que su vis movens está fuera de él? en otra: la de una elaboración consciente de su Pues bien, he ahí el hombre que se instaló en mis forma. En adelante, el hombre podía "hacerse»: libros. Miremos, pues, un poco cómo esa misma se fabricaban a voluntad las verdades, los ideales, tendencia fundamental se abre camino hacia lo los fanatismos y hasta los sentimientos más ínti• Formal en el pensamiento científico y en la expe­ mos... El hombre se me hacía como una abeja, riencia turbulenta de una existencia dedicada más secretando sin cesar no la miel sino la forma. Se bien a fines artísticos. ¿Quiere hablar de esto? modelaba en el vacío. iHmm! Ti. G.G.: En la época de mis comienzos artísticos G. G.: iQué estructuras! Yo, estructuralista anó• -hacia 1930- se le exigía al hombre que fuera, nimo, horrorizado, le gritaba a ese hombre nuevo, ante todo, auténtico. Y que estuviera pertrechado desenfrenado: "iPrudencia! iDistancia! iDistancia de verdades e ideales, con los que debía identifi­ hacia la forma! iSé astuto, prudente, nunca te carse plenamente y por los que debía incluso sa­ identifiques por completo con lo que tú haces crificar su vida... Ahora bien, yo recuerdo que ya de ti mismo!» iAy! aun después de la guerra, la hu­ de pelado yo sabía -era un saber espontáneo­ manidad no parecía seguir mis consejos. En Fran­ que uno no puede ser ni "auténtico» ni "definido». cia, el marxismo, por una parte, por otra el exis­ Esta convicción íntima se vuelve a encontrar en tencialismo, se pusieron a organizar al hombre a Ferdydurke (1937). ¿Cómo es ese héroe de Ferdy­ través del mundo y al mundo a través del hom­ durke? En su interior no es sino fermento, caos, bre. La única ventaja que yo saqué de mi actitud inmadurez. Es para manifestarse al exterior, y so­ fue de naturaleza personal y artística. Mi "distan­ bre todo frente a los otros hombres, que necesita cia hacia la forma» me ha proporcionado en mis la forma (por "forma» entiendo todas nuestras obras eso que llaman con un poco de pomposidad, maneras de manifestarnos, tales como la palabra, una "libertad creadora» verdaderamente excitante. las ideas, los gestos, las decisiones, los actos, Ta. etc.). Pero esta forma lo limita, lo viola, lo defor­ G.G.: Y permítame añadir que esta noción de ma. Como siempre se expresa por medio de un la forma, aplicada directamente a la realidad hu­ sistema, ya establecido, de actitudes, de maneras mana, abre perspectivas .interesantes. No se trata de ser, siempre está falsificado, se siente actor. solamente del hecho de que con X no soy lo iLa forma es el disfraz que nos ponemos para ta­ mismo que con Y, o de que dentro de una cierta par nuestra vergonzosa desnudez! Y sobre todo estructura humana (el ejército) mate a un hombre para parecer ante los otros más "maduros» de lo más fácilmente de lo que mataría a una mosca que somos. dentro de otra (familia). No. Hay mucho más; las Esta forma se realiza entonces, ante todo, en lo iniciaciones, las inspiraciones, los descubrimien­ interhumano... Y por ahí se llega a una cierta re­ tos, las combinaciones que nos esperan a lo lar­ lativización del hombre. Con una persona soy no­ go de este camino son, a mi juicio, apasionantes ble, con otra cobarde, con una sabio, con otra e instructivas. estúpido (espero que ese no sea nuestro caso, Me parece, pues, que no sería deseable que un ez TEXTOS EN EL TIEMPO 33

cir estructuralismo científico limitara esta noción más verdaderamente UnlCO... increíble... y real, iah, os. más directa, más inmediata de la forma real L.. Está usted pálido, querido amigo, lo ha [os humana, puesto que sería demasiado triste diluirse adivinado. Sí, sí, es eso: es el Dolor. Podría ser co en el objetivismo. que el talón de Aquiles de las ciencias humanas ta­ iAh! Foucault tiene razón, desde su punto de (como también del existencialismo sartriano) sea ¡n­ vista, cuando anuncia el eclipse del hombre, su su relación demasiado flemática, diría yo, y dema­ ta­ gradual liquidación. Sí, el hombre desaparece, siado olímpica con el dolor. Se ocupan del hom­ lo­ pero solamente para él, Foucault, en el campo es­ bre con demasiada tranquilidad. Hacen lo que no tricto de su teoría. ¿Pero acaso una fórmula pue­ quieren con él. El día en que el Dolor se intro­ do de ser algo más que una fórmula? Cuidado, seño­ duzca en su pensamíento, sus estructuras se ha­ ,ra res, no vayan a permitir que esa especie de hue­ rán más... difíciles... más dolorosas... 'ar co que se deja ver en sus razonamientos se los iA la forma hay que tenerle miedo! engulla a la larga. En las ciencias exactas se su Top. puede pensar contra la realidad cotidiana y per­ G.G.: Pero dejemos eso. Todavía tengo algunas ~S, sonal más evidente; en las ciencias humanas no confidencias que me gustaría hacerle a los estruc­ ti- sucede lo mismo. En ellas, ese método los lle­ turalistas en mi calidad de outsider. Los que han a, vará a una situación, me lo temo, tan molesta leído mis novelas y mi Diario quizá se acuerden de 3e como artificial, al obligarlos a contradecir su teo­ esa «Inmadurez» que, en el hombre, se opone a ría con su práctica de la noche a la mañana. la forma. ¿Qué significa exactamente ese ser «no ¿Ejemplos? Foucault se propone destruír al hom­ maduro»? Significa ser subdesarrollado, inferior a ó- bre en su epistema. ¿Pero por qué? Pues para o, afirmarse en su personalidad, para ganar su batalla la plenítud de sus posibilidades, de su «máximo», ser «no del todo». Sólo lo que es maduro se presta ia contra los otros filósofos, para convertirse en un a la exteriorización; en nuestra realidad interior, te hombre eminente. Y ya llegamos otra vez a la privada, somos inmadurez. iOh, las ideas en el lS realidad «simple». arte! Son poca cosa, un andamiaje, nada más... Si J­ Yo admiro la ciencia, tanto más porque yo soy me he atrevido, no obstante, a llamar su atención ,- ígnorante (como ustedes, señores, y como Sócra• ,- tes), pero yo me temo que esa palabrita, ese «yo» sobre esta idea de la inmadurez, es porque alude a no se dejará eliminar, a causa de la brutalidad con a una antinomia que para todos nosotros, admirati­ vos espectadores del gran match del pensamiento 1­ que nos es ímpuesto. contemporáneo, es cada día más molesta... y hasta d Perdone, profesor, pero usted dijo que el hom­ escandalosa... Se podría formular así: 1­ bre siempre es inauténtico y que nunca puede ser S él mismo. ¿Entonces? Entre más inteligente, más estúpido. l, G.G.: Pues sí. Pero a pesar de eso siempre iMiI perdones! iPor nada del mundo quiero fal­ me vi obligado a afirmar mi «yo» en mi literatura tarle al respeto a nadie! Pero es que yo tengo que con la mayor energía. Cuando quise rechazarlo, expresarme con una cierta espontaneidad, inge­ e volvía a mí como un «boomerang». iNo se puede! nua, claro, sí, ingenua, pero necesaria... «Inteli­ l­ iEs imposible! Sin «yo» la cosa no funciona. ¿Qué gente y estúpido», eso es lo que yo siento, lo a es-ese «yo» entonces que no existe y que de tal que sentimos, ante ese coloquio tan docto, tan :l modo nos acapara? Yo me he dicho que lo que serio, que se desarrolla ante nuestros ojos. Ahora a sostiene mi «yo» es únicamente mi voluntad de bien, esa «estupidez» que constituye el revés de ser yo mismo. Yo no sé quién soy, pero sufro nuestra «sabiduría», es, creo yo, uno de los gran­ cuando me deforman, eso es todo. des problemas de nuestro tiempo. ¿Cómo puede Sin embargo, si me lo permite, me gustaría cu­ ser que hasta el mismo Kant (para no hablar del chichearle otra cosa -siempre en mi calidad de estructuralismo) sea para nosotros sabiduría y es­ persona de «la otra orilla», no la de la teoría sino tupidez al mismo tiempo? Porque toda su Crítica la de la práctica; eso es el arte-, cuchichearle, es un esfuerzo sobrehumano para llegar a una sa­ decía, algo... aterrador. En todo el Ser, ve usted, biduría, que es el fin, no el punto de partida. Kant hay un solo elemento... antihumano... imposible... era un «no maduro» que quería ser maduro. Y así -

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como cada uno de nosotros esconde sus imperfec­ dos deseos contradictorios. Aspiramos a la madu­ ciones y se manifiesta en lo que tiene de más aca­ rez, a la fuerza, a la sabiduría de la edad ma­ bado, así toda nuestra cultura sube y sube hacia dura, al mismo tiempo que tenemos una propen­ el cielo, mientras nosotros permanecemos en el sión irresistible hacia la juventud. Pero la juven­ suelo, con la boca abierta. Y si está por encima de tud es la inferioridad. Ser joven es ser menos nosotros, pues entonces nosotros estamos por de­ fuerte, menos maduro, menos sabio. He aquí una bajo... contradicción sorprendente. En un sentido, el hom­ Nos expresamos por lo tanto en un lenguaje bre quiere ser perfecto; quiere ser Dios. En otro, «superior" que no es el nuestro... ¿Será verdadera­ quiere ser joven, quiere ser imperfecto. mente necesario demostrarles lo trágico de esta El hombre adulto está por lo tanto entre Dios situación a todos los que, con el sudor de sus y el Joven. frentes, tratan de escribir o de leer nuestra lite­ El joven está dominado por el adulto, pero el ratura... a todos los que, desesperados, frecuen­ adulto está fascinado por el joven. La belleza, el tan los conciertos o las exposiciones? ¿O a todos encanto y la gracia están del lado de la juventud, los que participan en la actual discusión sobre están poderosamente ligadas a la inferioridad. la «nueva crítica", sobre la «nueva novela,,? Yo Se podría hablar de esto largo y tendido. Este afirmo esto: que se comprende poco, que no se amor secreto de la degradación es un tema inago­ asimila lo suficiente, que todo eso es cada día table, cargado de una poesía violenta. Pero lo más hermético, más irreal. La situación, lo re­ que aquí nos interesa no es sólo que la inmadu­ pito, es extremadamente grave.Un grito de alarma, rez es sufrida por el hombre, sino que también aunque sea ing~nuo como el mío, es preferible a es deseada... Es así como nos amamos... Sí, sí, un silencio cómplice. Este quid pro quo no puede ya es hora de poner un poco de orden en mis seguir, a no ser que queramos ser precipitados confesiones... en una inmadurez específica indigerible, subpro­ Yo, artista más bien, luego diletante, no preten­ ducto de un exceso de refinamiento intelectual. do invadir el campo de la ciencia, ni el de la ¡Chist! filosofía. Sin embargo, las necesidades de una G. G.: ¿Asustado? Verá usted, a esta tendencia época, sus tendencias profundas, se pueden reali­ a la inmadurez, a la inferioridad, la sostiene igual­ zar por vías diferentes: por las del raciocinio tan­ mente una «estructura", que no me parece del to como por las de la visión artística. Yo creo todo desdeñable: la interdependencia en el seno que el estructuralismo y yo estamos en la misma de la humanidad de las edades, los sexos y las corriente... Mi «hombre" es pariente del suyo... por fases de desarrollo. ¿El hombre? ¿Cuál hombre? eso me he permitido presentarlo. Ahí está. ¿Habla ¿Adulto, viejo, joven, mujer, niño? No hay un un lenguaje diferente al suyo, señores profesores? «hombre" en sí. Y, como todos nos creamos mu­ De acuerdo. Pero, a pesar de todo, tiene algo que tuamente a través de la forma, habrá que admitir decirles: 1) Busquen sus antinomias; al hablar de que el adulto, al mismo tiempo que forma al jo­ lo Universal, de lo Abstracto, de la Humanidad; de ven está también formado por éste. ¿De qué ma­ la Cultura, no olviden la forma humana en su as­ nera? pecto concreto, inmediato, tal como surge al ser Todos quisiéramos ser jóvenes, ¿eh, turrututú? producida por el individuo. 2) «Yo" lleva una vida La juventud es la fase ascendiente, en flor, de la difícil. 3) Desconfíen del Dolor, es el tigre que los vida, mientras que la edad madura es el princi­ acecha. 4) Desconfíen de la inmadurez que reside, pio de la muerte. Luego profesamos extrañamente secreta, en el fondo de su madurez. [1967] ez MAURIN

Valera y la ficción encadenada du­ Si buscamos cuál es el tema más frecuente en las el personaje del cura anciano ligado a la joven na­ novelas de Valera, en seguida pensamos en los protagonista por un afecto paternal, como ocurre en­ amores de un hombre ya maduro, próximo a la en Las Ilusiones del doctor Faustino, o en El Co­ en­ vejez, con una muchacha. Estos amores fracasan, mendador Mendoza. En esta última novela el moti­ lOS como los de don Pedro en Pepita Jiménez; cho­ vo anciano-muchacha aparece claramente por vez lOa can con algún obstáculo radical que impide su primera, despojado de todos sus disfraces. lm­ éxito, mas no su desarrollo, como en Doña Luz; o Ahora bien, si consideramos el conjunto de la :ro, son felices, como en El Comendador Mendoza y obra novelística de Valera como una serie de epi­ Juanita la Larga. Incluso cuando el tema de la sodios en I'as relaciones del escritor con este tema ios novela parece muy distinto, el motivo al cual acabo obsesional -sin prejuicio de la temática explícita. de referirme sigue presente. Así ocurre en Pasarse abundante y cambiante, de cada novela indivi­ el de listo, donde don Braulio se lamenta de haberse dual-, podemos comprender que, después de la el casado con una mujer más joven que él; y en revelación de dicho tema, en El Comendador Men­ Jd, Genio y Figura, que es la historia de Rafaela, ésta daza, y en reacción contra él, la novela siguiente, se casa con D. Fernando Figueredo, llevando a Pasarse de listo, represente una como tentativa ,te cabo la completa transformación del viejo usurero. de exorcismo y que en ella la pareja anciano-mu­ 10­ La persistencia de tal tema puede explicarse p<:>,-_ jer joven llegue a malogrado fin. Con Doña Luz, lo razones sencillamente autobiográficas: el hecho de empero, regresamos al tema fundamental, aun me­ lu­ haberse casado Valera con una mujer mucho más nos disfrazado que antes: la novela, en efecto, na­ én foven que él, y de haber cumplido ya los 50 añoS rra y analiza la pasión del P. Enrique por la mujer sí, éuando termina su primer novela. Todos esos per­ que da su nombre al relato. Incluso la última no­ lis sonaJes ya entrados en ~ todavía ardientes vela de Valera, -aquel confuso y enigmático Morsa­ ~erían, pues, simples proyecciones del autor, de mor, cabe en el mismo contexto temático, ya que ~n- sus sueños o tal vez de la realidad vivida durante el protagonista, antes de lanzarse a sus prodigio­ la su verde vejez. sas aventuras y no menos extraños amores, ha pa­ na El tema, sin embargo, tiene en Valera una mo­ sado cuarenta años de su vida en un convento. li­ dulación característica que no conviene descartar No cabe duda, pues, que toda la producción nove­ n- y que nos invita a no contentarnos, por lo pronto, lesca de Valera se organiza alrededor de esta si­ con tan sencilla y razonable explicación. Me refie­ tuación-clave. la ro a la evidente variación «amores de un cura con ¿Se puede explicar el fenómeno? Ahora ya no or una joven». En Pepita Jiménez, obra inicial y por parecen concebibles las soluciones biográficas, y la consiguiente algo tímida, lo que tal modulación po­ los críticos buscan por otro lado. Una contestación ,? dría tener de escandaloso ha sido atenuado por plausible es decir que Valera, hombre a la par don­ le dos precauciones del novelista: Don Luis no es cura juanesco y meditativo, ha querido plantear el eter­ le todavía, sino solamente novicio; y el personaje del no problema del dualismo humano, carne y espí• le amante se ha escindido en dos, padre e hijo, evi­ ritu, en términos tan vigorosos como era posible. s- tando a este último la culpabilidad de la vejez. Un hombre de vocación religiosa, decidido o acos­ 3r La misma situación reaparece marginalmente en la tumbrado a renunciar a las afecciones mundanas, la novela siguiente de Valera, Las Ilusiones del doc­ y que sucumbe por completo a una de ellas: ¿có• lS tor Faustino, ya que el padre de María, la misterio­ mo concebir caso más extremo, demostración más sa amante del protagonista, también sedujo a una tajante del inmenso poder, del invencible hechizo mujer mientras era seminarista. Tenemos aquí, del amor? Tal vez lo más prudente sería atenerse pues, algo como un punto crítico o, mejor dicho, a dicha explicación. Confieso, sin embargo, que una situación-clave, de la cual Valera no consigue no me satisface. Me parece que cuando nos en­ apartarse. Si la echa por la puerta, entra de nue­ contramos ante una obsesión de esta índole, hay vo por la ventana, como ciertos personajes de la que buscar razones más hondamente hundidas en Comedia clásica, que representan perfectamente la la vivencia psíquica del escritor. Azaña, en su pró• operación del subconsciente ante la censura de la logo a la edición de los "Clásicos Castellanos» de A menudo encontramos, por ejemplo, Pepita Jiménez, menciona sin darle importancia MARIO MAURIN

que Valera encontró el tema en un episodio ocu­ riquita, que ha sido raptada de noche por desco­ rrido en su misma familia, cuando precisamente el nocidos. Antonio la busca en vano, y no llega a hecho tiene una importancia capital. Resultaría muy determinar a satisfacción propia si el rapto ha sido interesante tener más pormenores acerca del asun­ auténtico o si ha sido concertado con el consen­ to, aclarar cuándo ocurrió y por qué afectó de tal timiento de Mariquita misma. No sabe, en suma, manera al novelista. si Mariquita le quiere o si el beso que de ella ha recibido el día mismo del rapto ha sido diabólica coquetería. Si Valera se detiene en este punto, hay La vuelta a la madre dos posibilidades: o no sabe, sencillamente cómo continuar, o lo sabe y no quiere, por alguna razón Aquí conviene mencionar otra constante de la fic­ que nos escapa. ción valeresca, que hemos dejado de lado hasta Montesinos ha notado muy acertadamente que ahora y que puede enlazarse con la que hemos existen semejanzas entre Mariquita y Antonio y venido discutiendo: lIamémosla el tema de la hija Las Ilusiones del Doctor Faustino. La que aquí nos natural. La encontramos en todas las novelas de interesa es el episodio del rapto. Simplificando, po­ Valera, excepto dos, Pasarse de listo y Morsamor, demos decir que en ambos casos el rapto ocurre y esta lista incluiría el fragmento titulado Mariquita después de haber dado la amada una prueba de y Antonio que el escritor dejó sin acabar, bastantes su amor: un simple beso en el fragmento, algo más años antes de emprender Pepita Jiménez. Es preci­ en la extensa novela. Pero si en ambos relatos de­ so añadir que en esta última hay modulación del saparece la mujer, hay que notar una diferencia tema como la hay del tema cura-muchacha, y pro­ importante. En uno, Mariquita es la víctima del bablemente por las mismas razones: el nacimiento rapto; en el otro, es Faustino. Propongamos una ilegítimo ha sido atribuído al varón y no a la mu­ hipótesis: que esa sustitución sea una manera de jer. En todas las demás novelas donde aparece el evitar el obstáculo contra el cual se había estre­ tema, es la hija cuyo origen es pecaminoso. Mari­ llado el primer ensayo de novela. Si aceptamos quita, Marí,a en Las Ilusiones del doctor Faustino, esta hipótesis, podemos leer en Las lIusiones algo la Clara del Comendador Mendoza, Doña Luz, Jua­ como la continuación que -seamos prudentes­ nita la Larga, la hija de Rafaela (sin hablar de Ra­ hubiera podido recibir Mariquita y Antonio. ¿Qué faela misma) son todas ellas versiones de un mis­ ocurre, pues, durante la cautividad de Faustino? mo personaje. Lo esencial parece ser, primero, que Joselito el Tal vez el fragmento juvenil Mariquita y Antonio Seco hace el relato de cómo las circunstancias le nos permita escudriñar desde más cerca el tema han forzado a escoger la carrera de bandido; y o el complejo de temas que hemos venido inda­ segundo, que se muere la madre de Faustino. A gando: precisamente por tratarse de un fragmento. esto se podría añadir un tercer acontecimiento, ¿Por qué no lo terminó Valera? No creo que sea que Valera no parece deseoso de elaborar: la mis­ suficiente alegarle pereza o desidia de la cual él teriosa visita que recibe Joselito y que le decide a mismo se quejaba en sus cartas de juventud, en restituir la libertad a su prisionero. Examinemos es­ el momento en que empezaba a escribir. La pereza tos acontecimientos más detenidamente de lo que de un hombre cuyas Obras Completas cuentan unos se acostumbra. SO volúmenes parece problemática. Más convincen­ Joselito el Seco, según explica a su cautivo, era te me parece afirmar que Valera había encarrilado novicio cuando tuvo amores con la madre de Ma­ su novela de tal manera que no supo cómo con­ ría. Encontramos, pues, la misma situación que en tinuarla. Eso ocurre en un cuento de Mark Twain, Pepita Jiménez, con una circunstancia suplementa­ donde el asunto se enreda tanto que llegando al ria: una hija ha nacido de estos amores, cuya momento más angustioso, el humorista se encuentra culpabilidad queda corroborada o legalizada, por incapaz de salir del paso. Para contestar a la pre­ decirlo así, por la carrera de bandido a I,a cual gunta: ¿por qué se para Valera?, hagamos otra se entrega Joselito después de haber apuñalado pregunta: ¿dónde se para Valera? La novela se in­ a su rival. María es doblemente ilegítima, por ser terrumpe poco después de la desaparición de Ma- hija nacida fuera del matrimonio, y de padre, pri- IN y LA FICCION ENCADENADA 37

0­ mero novicio, y después bandolero. Aquí interviene puesto hasta ahora sería, pues, que Valera llega a el episodio de la visita misteriosa a la cual ya he a un punto de su novela donde se hace psíquica• lo aludido y que tiene por consecuencia inmediata el mente inevitable la revelación del verdadero origen n- que Faustino fuese puesto en libertad. El visitante de su Mariquita, que esta revelación no puede sino a, embozado que tanta autoridad tiene sobre Jose­ determinar, psíquica y simbólicamente, la muerte la lito adquiere una identidad probable varios capí• de la madre (I-a vergüenza es una forma de muer­ >a tulos más adelante, cuando Valera, prevaliéndose te), y que el escritor, antes que aceptar estas con­ IY de su privilegios de autor interrumpe el relato de secuencias, prefiere interrumpir su obra y dejarla 10 los años madrileños de su protagonista para infor­ inacabada. Esta hipótesis, me doy cuenta de ello, In marnos de lo sucedido a algunos de los demás es muy discutible, y resulta casi imposible darle personajes. Entonces es cuando deja entender que más substancia y fundamento que los proporciona­ re aquel visitante tan discreto pudo haber sido el dos por la comparación del fragmento y de Las y cura Hernández, y que su autoridad se hallab-a en Ilusiones en el punto en que se superponen el uno IS función de su paternidad. Henos aquí, por consi­ al otro. Tal vez aclaraciones biográficas vengan un )­ guiente, con una situación que duplica la que ya día a dar luz en este enredado asunto, sabiendo 'e ha sido expuesta, confirmando su oarácter esencial. entonces a que atenernos. e No solamente Joselito se preparaba a ser cura cuan­ Se puede, sin embargo, señalar un hecho que ,s do nació su hija, sino que él también es hijo de un parece relacionarse con lo ya expuesto. La madre 1- cura. Si tenemos en cuenta que el cura Hernández de Valera muere en 1874. El año siguiente, el es­ a se nos presenta, además, como padre presunto de critor publica Pepita Jiménez. ¿Mera casualidad? 11 su «sobrino», don Juan Fresco, y que éste es en Aquí también se vislumbran varias posibilidades. a la novela y será en otros relatos el evidente por­ O la muerte de la madre permite la redacción de e tavoz del escritor, no podemos menos que creer­ la novela, y de ahora en adelante Valera no encon­ nos ante una extraña y aparentemente significativa trará las dificultades en llevar a cabo sus relatos S insistencia. que había experimentado con Mariquita y Antonio. D Demos un paso más: estas indioaciones van Se trataría, en este caso, dEl-una censura que ha acompañadas, en Las Ilusiones, por el ya mencio­ sido levantada, de un obstáculo psíquico ue ha nado acontecimiento que completa el episodio: la desapareci o. O las novelas que van a sucederse ? muerte de la madre de Faustino. A mi modo de ver las unas a las otras permitirán más bien una recu­ siempre cabe preguntarse, en casos de esta índole, peraclon simbólica de (a madre perdida. Algo pa­ si lo que parece mera y arbitraria yuxtaposición recido ocurrió en el caso de Proust, c'1'0 primer temporal no constituye en realidad un conjunto ensayo de novela, Jean Santeuíl, quedó incompleto cuyos elementos están estrechamente ligados los e inédito durante largos años, pero que, al morírse unos a los otros. El fallecimiento de la madre, por su madre, emprendió sin vacilar la obra que sería consiguiente, podría tener algo que ver con el te­ luego A la recherche du temos perdll. Conviene aña­ ma que llamaremos «la revelación del origen». Si dir que las dos mencionadas posibilidades no son bien esta relación queda bastante vaga, deja por lo mutuamente incompatibles; al contrario. Valera menos vislumbrar ciertas posibilidades. Una de ellas puede escribir sus novelas porque su madre ha sería que dicha «revelación del origen» provoca muerto y porque su tema imperativo es el naci­ simbólicamente la muerte de la madre. Si nos re­ miento ilegítimo que le era imposible desarrollar ferimos ahora a Mariquita y Antonio, que ha sido mientras ella viviese. Se comprendería así por nuestro punto de partida en esta intrincada in­ qué en Las Ilusiones la aparición del padre y la dagación, notamos que la cuestión del origen de madre están estrechamente relacionadas con la la muchacha preocupa considerablemente a su de­ liberación del protagonista. Al mismo tiempo, las voto amante. Nadie sabe quién es su padre, y la novelas de Valera aparecen como itinerarios aná­ que lo sabe, doña Francisca, da aclaraciones que logos, expresiones obstinadas de la vuelta a la no parecen convincentes. Con esto viene a enla­ madre, por abundantes y diversas que sean las zarse el problema de la identidad del admirador circunstancias y preocupaciones que le dan a cada nocturno. La conclusión hipotética de todo lo ex- una su figura singular. 38 MARIO MAURIN

El signo del laberinto trarias l·as consideraciones anteriores. Procedere­ mos cronológicamente, lo que permitirá poner en lEn esto nos apartamos ya de la frágil hipótesis claro, si las hay, la evolución y las modulaciones biográfica para atenernos únicamente a la evi­ del tema edipiano. dencia proporcionada por los textos. Son innume­ El motivo laberíntico aparece ya en Mariquita rables las obras en 181 novelística europea en las y Antonio en varias formas. Lo siginificativo es sin cuales se expresa claramente el complejo de Edi­ duda que empieza por asociarse al personaje de po. Ahora bien, estudios anteriores dedicados a la madre y no a la hija, cuyo nombre figura en varios novelistas de la segunda mitad del siglo XIX el título de la novela. El motivo está presente en la me han llevado a la conclusión que el motivo que descripción de doña Francisca, en cuyos relatos con más frecuencia revela la presencia de dicho contradictorios resulta imposible distinguir la ver­ complejo es el del laberinto, con todas sus varian­ dad. "Nunca me sentí con fuerza para desenmara­ tes posibles. Esta comprobación no hace más que ñar aquellos enredos... -dice el narrador-o Su ima­ confirmar la que ya habian hecho, 81 partir de sue­ ginación y su memoria estaban ensimismadas, y ños o de relatos míticos, psicoanalistas de varias de este poético enlace brotaba de continuo una escuelas, en particular Jung y sus discípulos. El intrincad·a selva de aventuras» (pág. 17). La activi­ viaje laberíntico es una fantasía de regreso a la dad narrativa queda así colocada desde el comien­ seguridad del regazo materno; y si el viajero tiene zo bajo el signo del personaje materno. Tal vez a menudo que enfrentarse con el monstruo que re­ conviene notar también que si Mariquita es intro­ side en el laberinto, es porque el regreso a la ducid'a en el relato con lo que llamaremos el tema madre va ligado al temor del incesto, al terror de costurero -variante del motivo laberíntico, como contravenir las prohibiciones muy antiguas y honda­ cualquier ocupación que supone coser, hilar, tejer, mente arraigadas en el psiquismo humano. Tampo­ etc., ya que en la imaginación mitopoética el hilo co conviene olvidar que Eros y Thanatos son herma­ de la Parca y el de Ariadna se hermanan frecuen­ nos: la sexualidad y la muerte son dos caras de temente--, en la habitación de doña Francisca una sola realidad para el subconsciente. Abando­ está colgado un cuadro mediocre que representa narse a la primera es someterse a la segunda. La Hércules hilando y encadenado por el dios del experiencia laberíntica será, pues, según los casos, Amor. La mujer es la verdadera diosa del laberin­ introducción al amor o presagio de peligro, tal vez to. En la versión clásica de la leyenda, es ella de muerte; y en muchos novelistas, ambas cosas quien proporciona al héroe los medios de aventu­ a la vez. Pero siempre estará dotada de un carác­ rarse en el dédalo y cuyo amor le espera como re­ ter sagrado. Lo paradójico del caso, claro está, es compensa en la salida. La mujer se encuentra, que el motivo laberíntico resulta frecuente y co­ pues, al inicio y al término del trayecto laberín• mún, y que hasta parece caracterizar el tipo más tico. vulgar de literatura narrativa: novela gótica ingle­ Así ocurre en Mariquita y Antonio. Cuando el sa aroman noir romántico, novelas de aventuras protagonista, desdoblado en observador (Juan) y en o de detectives, folletines de periódicos, todas actor (Antonio) llega a Granada, sale a recibirlos ellas degradaciones o variaciones del roman cour­ un extraño carruaje, cuya decoración se-..presta a tois medieval con su perenne tema de la búsqueda una típica descripción: "Todo lo que puede fingir peligrosa. Precisamente por ser harto convencional la mente humana, estaba allí hacinado, aglomerado y, por decirlo así, económico, el motivo conserva y revuelto, formando un laberinto de arabescos, una toda su eficacia y todo su poder significativo; si selva, una filigrana de formas, de emblemas y de no tuviera esa eficacia y poder significativo, no imágenes...» (pág. 41). Esta descripción da su sen­ hubiera llegado a ser convencional. También son tido al episodio y atrae la atención por su seme­ convencionales los ritos de cualquier religión: no janza con la referencia, previamente citada, al ta­ por eso carecen de sentido o de valor para el que lento fabulatorio de doña Francisca. Es ella preci­ los practica. Veamos, pues, en qué circunstancias samente, y no Mariquita, quien acude a recibir los y cómo se presenta en Valera el motivo laberínti• viajeros en el singular vehículo, y este vehículo co, y tal vez parecerán menos arriesgadas o arbi- reaparecerá en la peripecia mayor del relato: el IN y LA FICCION ENCADENADA 39

e- rapto de Mariquita. Todo ocurre como si la tenta­ sobre un puente, el coche vuelca. "Hubo... un tras­ m ción de hacer de la ma.dre el personaje principal torno, un caos, un maravilloso revoltijo dentro de ~s del relato fuese poderosa, pero que un clásico me­ la Violenta, al dar aquel gentil brinco y al ir a canismo de censura la reemplazara por su hija. posarse en el agua. Piernas, brazos, cabezas, todo ra Notemos, sin embargo, que la mitad. narrativa y se confundió y mezcló, a punto de no acertar nadie in hundida del protagonista, Juan -y éste será siem­ qué cabezas o qué piernas o qué brazos eran las le pre el nombre que don Juan Valera atribuirá de que tocaba o tenía encima» (pág. 199). Mariquita preferencia a sus proyecciones novelesca.s- sigue desaparece durante este episodio, y pocas páginas la manifestando un decidido interés por doña Fran­ después, por razones que hemos sugerido más arri­ IS cisca, mientras la mitad activa y desprendida, ob­ ba, el relato queda definitivamente interrumpido. r­ jetivada, Antonio, se dedioo a la hija. También es Si no es desacertada nuestra hipótesis, habrá que i­ un personaje asociado a la madre y que la acom­ esperar Las Ilusiones del Doctor Faustino para que i­ paña al mercado, cuando es preciso, Merengue, Valera se atreva, con precauciones, a continuarlo Y quien se "ofreció a. Antonio para guiarle por el y a plantear claramente lo que hemos llamado el a laberinto y para iniciarle en los misterios de las problema del origen. En Mariquita y Antonio, de­ i­ callejuelas de San Matías y de otros sitios» trás de la pregunta: ¿Qué es Antonia?, quedan 1­ (pág. 49). planteadas otras varias cuestiones de identidad: Z A partir de entonces, el problema se enfoca de­ ¿Quién es el admirador de Antonia? ¿Quién ha 1- cididamente en términos de la. relación Antonio­ sido su marido? ¿Quién ha sido su padre? a Mariquita, y el mancebo queda inquieto por el ca­ D riz exacto de los sentimientos para con él de la joven "viuda». Cuando ella se ha interpuesto en La ironia protectora D la riñ·a entre Antonio y don Fernando, por ejemplo, ¿le ha manifestado una preferencia instintiva, o ha En Pepita Jiménez, el tema está formulado en a querido protegerlo porque lo creía más débil que términos más resueltamente edipianos, ya que el a su adversario? Juan trata de calmar a su amigo y anverso del amor a la madre es la rivalidad con I de analizar la actitud de Mariquita, atribuyéndole el padre. Antes mismo que se entable el relato, una complejidad característica de todas las muje­ el protagonista descarta la posibilidad de su ani­ res valerescas: "Tiene el corazón lleno de sutile­ mosidad contra su padre: precaución sintomática zas, enredos, caprichos y afectos alambicados...» que un terapeuta interpretaría como la confesión (pág. 110). Las cavilaciones de Antonio serán más de lo que pretende negar. Luís era todavía niño angustiosas todavía después de la desaparición de cuando perdió a su madre, y es el hijo natural de Mariquita. ¿Ha coqueteado ella con él o le quiere Don Pedro, que ha sido el Don Juan de la provin­ verdaderamente? ¿Ha sido ella víctima de aquel cia. No pasan muchos días, y he aquí el joven rapto, o lo esperaba de antemano? ¿Es un ángel enamorado de la mujer que su mismo padre está o un demonio? Los acontecimientos que provocan cortejando. Ahora bien, Pepita Jiménez está pre­ esta zozobra y dictan estas preguntas ocurren to­ cisamente caracterizada por sus relaciones con dos bajo el signo del laberinto. los viejos. Su primer marido fue un anciano de El beso memorable de Mariquita, Antonio lo re­ 80 años, Don Gumersindo: así puede sugerir Va­ cibe en "los sitios más intrincados y memorosos» lera que ha conservado su pureza mientras hace del bosque, hacia los cuales se han dirigido las de ella, simbólicamente, la posesión de una figura parejas: el bosque siempre ha sido, para la ima­ paterna. De hecho, la traición de Luis es doble. ginación mitopoética, un laberinto natural, parti­ Engaña, no sólo a su padre, sino también a su tío cularmente adecuado al encuentro amoroso o pe­ el Deán -otra figura paterna-, quien lo ha criado ligroso. El episodio del rapto da igualmente lugar y lo destinaba a la profesión religiosa. a una descripción que es imposible no referir al Velera, sin embargo, restablece el equilibrio psí• I·aberintismo valeresco. Los excursionistas regre­ quico dando a las diversas figuras paternas de la san de noche a Granada, pero se han visto som­ novela un papel ambiguo. El Deán se muestra in­ bras inquietantes en el camino, y al pasar quieto y escandalizado por lo que dejan pr~ver las 40 MARIO MAURIN

cartas de su discípulo, y va hasta advertir a su consiguiente imitarlo. Del mismo modo, cuando con­ hermano de la traición que éste no ha sabido des­ quist'a el corazón de Pepita y la hace sucumbir al cubrir por cuenta propia. Pero también es él quien pecado, Luis se comporta como su padre, cuyas ha orientado a Luis hacia el amor por sus adver­ previas actividades donjuanescas han quedado tencias y quien ha abierto la sensibilidad del jo­ apuntadas. La última prueba a la cual se somete ven a sentimientos insospechados que por sí mis­ Luis es la del duelo con el marqués. ¿Sería esta mo, en su candor, tal vez no hubiese sabido reco­ prueba realmente necesaria si no se tratar,a para nocer. En cuanto al padre, la dignidad comprome­ el joven, en esto también, de emular a su padre, tida de Don Pedro está preservada por su eventual antiguo guardia de corps? Helo por fin enteramente complicídad en los amores de su híjo, complicidad hombre; el traje talar qued,a definitivamente aban­ que Luis no sospecha tampoco. Luis creía engañar donado y Luis puede suceder a su padre en todos a su padre, y era su padre quien lo engañaba a los sentidos, y hasta como cacique de la región. él. Así está desarrollado hasta su entera conclusión el El carácter edipiano del relato está además sub­ tema rivalidad-sucesión en el relato. rayado por varias alusiones a la leyenda de Fedra. Todavía queda por mencionar un último lugar Pepita queda comparada a la esposa de Teseo, An­ laberíntico: el propio despacho de Pepita, donde toñona a Oenone ( hay parentesco onommástico en­ ella recibe a Luis dos veces. Lugar oscuro san­ tre los dos nombres), e incluso hay referencias a tificado por un retablo, en suma, tradicional figura Ariadna abandonada por su infiel amante. Ve.lera, de la gruta que muy a menudo constituye el punto por consiguiente, se da perfectamente cuenta de de llegada del caminar laberíntico, centro íntimo y la dirección que está siguiendo, y su ironía le sagrado sumamente propicio a la realiz'ación del sirve, en este como en otros casos, de protección. amor. Obedeciendo al hacerlo a poderosos imperati­ Lo veremos a menudo, por ejemplo, distinguir sus vos psíquicos cuya huella se puede encontrar a propios relatos de la tradición libresca de aventl}­ lo largo de la tradición novelesca occidental, Va­ ras tumultuosas, batallas, piratas, etc. Pero, al fin lera describe en detalle el recorrido complicado y al cabo, en sus novelas hay tantos raptos, citas que conduce a este cuarto. Luis lo sigue dos ve­ nocturnas, bandidos y cabalgatas como en las más ces (la duplicación es fenómeno indisociable del desaforadas novelas románticas de las cuales se laberintismo) y ambas veces el sentido erótico del burla. Su laberintismo, en particular, está disimula­ episodio queda claramente explícito: la primera, do más bien que destruído por la voluntad de rea­ los jóvenes se dan un beso; la segunda es más lismo y, en el caso de Pepita Jiménez, por el bar­ decisiva aún, pues culmina en el "pecado», que es niz teologal. triunfo de la vida y de la sensualidad pagana sobre Como episodios directamente laberínticos, cabe lo sagrado católico (recuérdense los versos de Lu­ mencionar dos paseos, uno a lo largo de un tor­ crecio que terminan el relato). El laberinto desem­ tuoso riachuelo, y otro, más importante, durante el boca finalmente en el restablecimiento de una so­ cual Luis y Pepita se encuentran solos por vez pri­ ciedad idílica y pastoral bajo el signo de Dafnis y mera. Es entonces cuando ella le incita a aprender Cloe. Los jóvenes desposados erigen un templo a montar a caballo, ya que el joven está mortifi­ al amor en el antiguo jardín y regresan de su viaje cado de haber tenido que montar una mula. El sim­ de bodas a los centros urbanos de la civilización bolismo sexual de la equitación es patente, mas para vivir cuerdamente en sus propiedades con la aquí también el símbolo es ambiguo. El caballo re­ sanción benevolente y benigna de la Iglesia, que presenta tradicionalmente la pasión, pero el buen no puede sino legalizar las transgresiones ocu­ jinete es el que sabe controlar su montura; y así rridas. ocurre cuando, más tarde, Luis muestra su nuevo talento ecuestre ante el vulgo estupefacto y Pepi­ ta entusiasmada. No carece de significado el he­ Una mitografía novelesca cho de que sea Don Pedro quien enseña a su hijo el arte de la equitación. Recordemos que traicionar En Las Ilusiones del Doctor Faustíno, malograda al padre, en este contexto, es reemplazarlo y por pero abundante y sugestiva imitación de L'Educa- VALERA y LA FICCION ENCADENADA 41

tion Sentimentale en la cual, a diferencia de Flau­ debo ser tuya en esta vida mortal... -declara bert, Valera no ha sabido integrar imaginación e ella-. Un destino cruel, horrible, me condena a ironia, el laberintismo se manifiesta más abierta­ huir de ti...» (pág. 198). Después de haber cortado mente aún que en la precedente novela. Caricatu­ un mechón de cabellos al estupefacto objeto de resca y diminuta versión del héroe goetheano cuyo este amor y haber obtenido de él la confesión de nombre lleva sin gloria, Faustino es un ser labe­ que quiere a su prima Costanza, la enigmática ríntico, dado a meditaciones tortuosas, sutilezas, muchacha desaparece. El camino de vuelta, en irresoluciones y perplejidades permanentes. Perte­ compañía de la vieja, es tan laberíntico para Faus­ nece a la raza de los cuales dice el autor: "Los tino como lo había sido la ida. "Ella lo llevó por que ven también lo que los contraría, vacilan y se otras calles, dando rodeos, adrede sin duda para enredan» (pág. 124). De hecho, las imágenes de desorientarle (pág. 200). Faustino no sabe si la enredamiento abundan a partir del momento en desconocida es una loca o si se está burlando de que Faustino llega a la ciudad donde reside su él. ¿Quién será, además? ¿A quién le recuerda? prima. "Todo esto y mil cosas más discurrió el Al cabo de unos días de reflexión, cree descubrir Doctor con rapidez y en forma de maraña, sin po­ que la muchacha se parece a la mujer representa­ ner orden ni concierto en sus vagas imaginaciones» da en un retrato que pertenece a su madre, y cuyo (pág. 129). No hay que extrañarse de esta coinci­ modelo fue una antepasada peruana que, según la dencia, ya que hemos apuntado la íntima ligazón leyenda doméstica, todavía merodea por la estanc:a de laberintismo y erotismo. Ligazón que puede ex­ familiar e interviene en todos los asuntos impor­ presarse por una imagen tradicional hasta la tri­ tantes. Paralelamente Faustino, que para dar nom­ vialidad: "A poco que hiciera la primita, el Doctor bre a la desconocida cuando piensa en ella la se consideraba preso en sus redes» (pág. 126). ha llamado María, se da cuenta que éste era preci­ Pero también puede concretarse y desarrollarse en samente el nombre de la tatarabuela peruana. un episodio como el de la cita nocturna. El episodio es por lo menos curioso. Lo primero Faustino recibe una carta exaltada, sin otra fir­ que sugiere un amor prohibido es un amor inces­ ma que "Tu amiga desconocida». Cree en una tuoso, y esa sugerencia parece confirmarse cuando broma y quema la carta. Pero al regresar de una Valera le añade una semejanza física y asocia la conversación por la reja con la prima Costanza, joven de la cita misteriosa al retrato de la antepa­ una vieja lo detiene en la calle y se ofrece a con­ sada, retrato que además es posesión de la ma­ ducirlo a la misteriosa amante, a condición de no dre de Faustino. No es imposible, claro está, que el tratar de descubrir la identidad. En un momento autor haya querido divertirse, jugar con el lector, pasamos de la novela de análisis psicológico al extraviarlo por medio de indicaciones falaces y más común estereotipo de la mitografía novelesca. llevarlo a suposícíones que se revelarán erróneas. Valera es suficientemente consciente del lapso para Pero incluso si este fuera el caso, seguirían pare­ tomar sus precauciones y disculparse, prestando a ciéndonos significativos los datos narrativos esco­ su protagonista cierta curiosidad acerca de quien gidos ya no consciente, sino deliberadamente por ha "inventado todo aquel aparato novelesco» Valera, y diríamos que su preocupación misma le (pág. 196). El camino que lleva a la amante adopta dicta sus modos de diversión. la inevitable configuración dedálica. "Aunque la Un último detalle: el pasaje que acabamos de ciudad era chica, no tanto que no hubiera en ella comentar va inmediatamente seguido de la des­ un laberinto de calles estrechas y tortuosas, por cripción de los sentimientos de la tía Araceli por donde se internó Don Faustino, precedido de la Faustino. "Este afecto era amor y más que amor. .. vieja» (pág. 195). As! llega a oscuras hasta una ha'­ había acabado por amar a Don Faustino. no ya bitación donde lo espera una joven que le es des­ sólo para casarse con él, sino para arrostrar por conocida aunque crea recordarla confusamente, él muertes, miserias y cuanto hay que arrostrar, sí mientras ella pretende conocerlo. ella se hallase en el cuerpo de Doña Costanza» El amor que le ha dedicado la apasionada don­ (págs. 207-8). La cláusula condicional modera ape­ cella, según sus propias declaraciones, tiene una nas la extrañeza de la afirmacíón. La tia Araceli característica esencial: la interdicción. "Yo no está a menudo asociada con la madre de Faustino. 42 MARIO MAURIN

su más próxima amiga y pariente. Se apasiona por movilizada en el psiquismo del novelista una fi­ los amores de su sobrino. Interroga, insiste, exige gura materna alrededor de la cual da vueltas el detalles sobre ellos como si quisiera realmente relato, sin decidirse a introducirla explicitamente vivir y gozar por persona interpuesta. Lo cual no en el sistema de relaciones individuales presentado. significa que Valera la conciba de otro modo que Cuando regresa a su casa, Faustino instala el como una vieja solterona simpática y quimérica. retrato en su habitación y se dedica a nuevas ca­ Pero, a pesar suyo, la caracteriza algo más sig­ vilaciones. Se pregunta si él mismo no será tal nificativamente de lo que parecería menester, por­ vez la reencarnación del antepasado que amó a que si no me equivoco, a partir del momento la princesa peruana y se casó con ella. ¿Y si el en que empieza el episodio laberíntico ha sido espíritu de ésta se había encarnado a su vez en un cuerpo de mujer viva? Pero estas teorías no aoaban de convencer a nuestro doctor, que se pierde en consideraciones metafísicas sobre el ser y la existencia, mientras el novelista, como ha acos­ tumbrado hacerlo, asoma un momento la cabeza munDO para comentar con irónico suspiro: «Crea el lector que me pesa ahora de haber elegido para mi cuen­ nuevo to un personaje de tan enmarañado carácter co­ mo el Doctor Faustino» (pág. 269). Apenas ha ter­ publicará en los próximos números: minado el soliloquio cuando cree ver por la ven­ tana su «inmortal amiga» mirándolo cerca de la relatos de tapia del cementerio. Se precipita a la calle sin encontrarla y va buscándola por el campo. Una Haroldo Conti, Aníbal Ford, Luis Harss, nueva carta de la desconocida repite sus previas Juan José Hernández, Cristián Huneeus, declaraciones: ellos no pueden unirse en esta vida Daniel Moyano, Juan Carlos Onetti, Elvira y hay en la suya un misterio horrible que no puede Orphée y Severo Sarduy. ni quiere revelar. Todo lo cual intriga profunda­ mente a Faustino, pero constituye para él tema poemas de de fermentáción intelectual y no de incitación afec­ Juan Bañuelos, Héctor Bianciotti, Cecilia tiva. Es un auténtico enfant du síec/e -o más bien, Bustamante, Juan Cunha, Humberto Díaz del demí-síec/e-, en el cual el torbellino de las Casanueva, Miguel Angel Fernández, Leo­ ideologías ha reemplazado las borrascas pasiona­ nardo Milla, Octavío Paz y Guillermo les de la era romántica sin empero borrar las hue­ Sucre. llas de su expresividad simbólica, y Faustino sigue creyéndose incapaz de enamorarse de su misteriosa ensayos de corresponsal. En el segundo volumen del dilatado relato, una Miguel Albornoz, Margarita Aguirre, Vi­ nueva figura femenina aparece en el horizonte cente Barretto, Roland Barthes, Edgardo de Faustino: la bella Rosita, hija del notario. Em­ Cozarinsky, Daniel Devoto, Francisco Fer­ prenden juntos una excursión a una finca situada nández Santos, , Anthony en una fértil meseta, para llegar a la cual hay Hartley, Herbert Luthy, Paul de Man, Julio que seguir un áspero camino. «El cerro, casi Mafud, Adolfo de Obieta, Eugenio Puccia­ como cortado a tajo, era una masa de áridos pe­ relli y Susan Sontag. ñascos, sin capa vegetal. Formando mil revueltas, se prolongaba el camino, que más que camino pu­ entrevistas a diera calificarse de escalera» (pág. 25). Esta tor­ Edward Albee, , Leonor tuosa ruta es el tradicional preludio a la aventura Fini, Leopoldo Marechal y Arnold Wesker. amorosa, cuyo teatro será, como lo indica el título del capítulo correspondiente, una representación VALERA y LA FICCION ENCADENADA 43

del paraíso terrenal. La vísita de la pareja a la desde la época de la novela gótica, el más tradi­ meseta en cuestión va acompañ,ada de paseos, cional y el más cómodo para el escritor de todos fiesta nocturna y bailes -anuncio y solemnización los lugares laberinticos: no sólo por su intrincada de la inminente unión-, y aquella noche, en efec­ arquitectura interior, sino también porque es efica­ to, Rosita se entrega a Faustino: no lo anuncia cisimo símbolo del pasado, a la par pintoresco e explícitamente Valera, pero insinúa con discreción inquietante, atrayente y peligroso. De este peligro que a la mañana siguiente la muchacha ya no tiene son abreviaciones casi imprescindibles la oscuri­ nada que negar al que considera como su novio. dad en que camina Faustino, la piedra en que tro­ La madre de Faustino se opone violentamente a pieza, los seres fantasmales fingidos por su ima­ estos nuevos amores cuando se entera de ellos. ginación a partir de las vagas formas que vislum­ Una hija de notario, dice, es indigna de un joven bra en las tinieblas. Pero la materialización clásica de ilustre estirpe, y el sentido del honor familiar del peligro dedálico, claro está, es el monstruo, y -sino personal- triunfa en Faustino después de éste no falta en el laberinto faustiniano. un doloroso y prolongado debate interior. Lo inte­ «Parecióle al Doctor que le enlazaban unos resante del episodio, desde nuestro punto de vista, brazos deformes, forzudos, aunque descarnados es que cualesquiera sean las razones alegadas la como la momia de un gigante, y sintió en su cara madre se muestra irreductiblemente hostil a estos el contacto de un rostro peludo... Dio un empellón amores degradantes y «realistas», y que apenas al monstruo; pero el monstruo, rechazado por un Faustino ha renunciado a ellos reaparece Maria instante, volvió sobre el Doctor, y le aplicó un como en recompensa de su fidelidad a las direc­ inmundo y frío beso, pasando por su mejilla el tivas maternas, y se entrega a su vez. Se puede, hirsuto y húmedo hocico... Un ser repugnante y por consiguiente, hablar de complicidad latente maravilloso abrazaba y besaba a Don Faustino» entre la figura de la madre y la «amiga inmortal». (pág. 81). Rosita, por su lado, se indigna de la inesperada No se podría soñar con mejor y más precisa e inmerecida indiferencia de Faustino y, llena de ilustración de la ambigüedad radioal del trayecto celos, acude un dia a tiempo para asistir a la laberintico y del encuentro que, por decirlo así, Id aparición, ya cotidi,ana, de Maria, a quien identifi­ autentifica. La criatura que enlaza a Faustino en ca inmediatamente: es la hija del bandido Jose­ sus brazos deformes y descarnados, que aplica lito. Aprovechando la consiguiente confusión y las contra el rostro del doctor un hocico húmedo y pe­ rabiosas quejas de la despreciada Rosita, Maria se ludo es ante todo monstruosa, mas no por eso es escurre. Encontramos de este modo una prefigu­ posible descartar el carácter del encuentro: es un ración del tema delineado a comienzos de este encuentro erótico y precisamente por eso resulta estudio a partir de una escena ulterior de Las Ilu­ inmundo. Como en Valera tenemos un novelista en siones: la sucesión «revelación del origen-desapa­ el cual las tendencias irónico-realistas hacen con­ rición de la mujer», mujer que hemos visto doble­ trapeso a las tendencias románticas y romanescas mente asociada a la madre del protagonista. -y esto significa, al mismo tiempo que les sir­ María ha desaparecido, pues, una vez más, ven de excusa, que justifican su presencia como pero Faustino cree s-aber cómo y por dónde. Una periódico objeto de burla-, el monstruo no puede puerta de la casa comunica con las ruinas del an­ permanecer rodeado de su atemorizante misterio, tiguo castillo: éste debe ser el camino seguido por y resulta inmediatamente desvalorizado: con un¡:¡ la muchacha y Faustino se lanza en busca de ella, carcajada, Faustino reconoce el más grande de sus como cualquier intrépido aventurero de las novelas lebreles, que lo ha acompañado en la oscuridad. de antaño. «Con la bujía en una mano y el hacha Pero esta desvalorización no afecta en nada a la en la otra penetró entonces el Doctor por los pasa­ estructura y el significado del episodio: en el labe­ dizos obscuros, bajo las bóvedas ruinosas y por rinto, lo que se encuentra es el monstruo de la las antiguas salas de armas, llenas de escombros. animalidad en la cual participa el hombre con su Ignorante, o más bien olvidado, de aquel laberin­ sexualidad. El mismo Minotauro era una mezcla de to...tropezó en una gruesa piedra que halló a su hombre y bestia. Podemos notar además que, en su paso...» (pág. 77). El castillo medieval es tal vez, acostumbrado modo irónico, Valera da el nombre 44 MARIO MAURIN

de Safo, como para insistir en la relación funda­ ésta muere. Valera concluye con unas palabras so­ mental entre erotismo y animalidad. Ahora es el bre el sentido del libro: la duda, la vanidad, la perro quien guía a Faustino por los corredores del confusión de libertad y desorden, la pereza, la in­ castillo, en busca de la elusiva María, hasta llegar capacidad poética son los defectos de Faustino. a la iglesia contigua y a la tumba en la cual yacen También son los defectos de España, que se está sus antepasados. De este modo queda completo muriendo a causa de ellos. Las Ilusiones se pre­ -casi diríamos pertecto- el recorrido laberínti• senta, por consiguiente, como una requisitoria pro­ co, cuyo valor esencialmente regresivo ya ha sido nunciada con simpatía para el reo, pero sin indul­ apuntado. La aventura y el descubrimiento disimu­ gencia. Desgraciadamente, le falta unidad de tono lan en general un regreso y una repeticíón. "Igno­ al relato. Sí Faustino es un primo andaluz de rante, o más bien olvidado, de aquel laberinto...,., Frédéric Moreau, Valera es menos artista, más comentaba acertadamente Valera un poco antes. versátil que Flaubert. La novela parece terminarse El carácter sagrado del trayecto está definitivamen­ v,arias veces, reempieza de nuevo, se alarga inútil­ te corroborado por su meta: la iglesia y la sepul­ mente. Tal vez su curso sinuoso figura precisamen­ tura familiar. Siguiendo a María, Faustino viene ca­ te el trayecto laberíntico tal como se ha presenta­ da vez ,a parar en el misterio de su propio origen, do en el centro mismo del relato; y si desemboca retrato, tumba y matriz. en una evocación de la agonía de España, recor­ A raíz de su conversación con el cura, Faustino damos que las aventuras de Faustino en su tierra continúa su búsqueda fuera de la ciudad y cae acababan también por la muerte de su madre, de entre las manos de Joselito el Seco, que también la cual se siente responsable el protagonista por buscaba a su hija. Como ha sido analizado el sus inveteradas imprudencias, como se siente res­ episodio en la primera parte de este E\Sttidio, re­ ponsable de la muerte de María. De acuerdo con cordaremos únicamente que parece confirmar la las tendencias inherentes a toda estructura la­ importancia del tema del origen y que termina por beríntica, podemos ver en la última parte de la la muerte de la madre. A partir de entonces la novela una repetición abreviada -aunque ensan­ novela se desintegra. Faustino se traslada a Ma­ chada en el tiempo- de la primera parte, y la drid, donde pasa 17 años, tiene nuevos amores con preocupación política de Valera puede enfocarse Costanza, se casa con María y se suicida cuando como otra vertiente de su tema fundamental. O

Vanessa Redgrave, en el film "Blow-Up,.. GUILLERMO CABRERA INFANTE

Desde el Swinging Landan

CURIOSO, lector (no curioso lector), que los escri­ effigíes en repartidos facsímiles, ella transforma­ tores resulten tan pobres escritores de cartas. Más da en multiplicada muñeca de cera sin sonido, curioso todavía, que escribir cartas sea una de las Londres convertido en su museo de Madame Tus­ más antiguas y tenaces formas de corresponsalía. saud privado, y en el colmo de las tautologías, (De hecho, un corresponsal es exactamente eso: un Twiggy née Les/ey Hornby será otra figura de cera escritor de cartas.) Y curioso y más curioso que en el museo de Madame Tussaud, en Baker Street. Steady Old England tenga por capital ahora a Jagger es Jaeger para muchos. Swíngíng London, que quiere decir lo contrario. El Honorable Tara Browne acompañaba siem­ Curíouser and curíouser! gritó Alicía pre a los Rolling Stones. Bello, delicado y distante Pero lo más curioso de todo es que yo sea el (a pesar de su camaradería tenia esa invulnerabi­ corresponsal de Mundo Nuevo en Londres. ¿Por lidad de los muy ricos), Tara era un Tipo, mientras qué? Porque siendo un escritor que detesta escri­ Twiggy es un prototipo y Jagger un estereotipo. bir cartas, vivo en Londres y viviendo en Londres (O al revés: no estoy seguro.) Tara fue el noble tengo que escribir cartas de Londres para poder trasmutado en popo A Wilde le hubiera gustado continuar en Londres -y seguir escribiendo cartas soñar su existencia, que fue más o menos real que de Londres. Un argumento ad ovo. Líteratím. la de Dorian Gray. Heredero de la familia Guinness § Londíníum era el nombre latino de Londres, en­ (lord, 20 milllones de posibles libras esterlinas), clave al que Tácito expresamente llamó «emporio Tara murió a fin de año en el corazón de Londres, de mercado y mercaderes» en el siglo I de nuestra como quien dice: en London proper -ese propio era. Ahora, en el siglo XX, el Express la llama, táci­ Londres que para muchos es London ímproper-, tamente, Londinium Oscíllans. en un banal accidente de tránsito. Tenía 24 años «Londres, capital de. Inglaterra y la primera ciu­ y lo conoció todo. De la vida considerada como un dad de la Comunidad Británica de Naciones, está epitafio. situada sobre el río Támesis... La parte más im­ § Si esta intersexualidad es aparente o central, portante de la capital (London proper), con sus buena o mala, nociva o benéfica o aun subversiva principales edificios, está situada en la ribera nor­ -o inefable-- es cosa de maestros de generacio­ te y limitada por Essex y Middlesex» (The Pen­ nes, de teólogos y de policias. O de comisarios. guín Guíde to London). Yo hablo de estética, no de ética, y estéticamente § Si la ortografia de Essex fuera Exsex, Joyce Twiggy (que está viva, que es una muchachita (o Lewis Carroll) tendría una vez más razón cuan­ que tiene 17 años) es una alegría eterna porque es do dijo que todas las posibilidades de la metáfora una cosa bella. Es más que eso: ella es un ca­ caben dentro de la palabra. El exsexo victoriano non, poti~ue creó su propia belleza y el criterio para ha sido suplantado por el middlesex, un medio­ juzgar s1:l clase de belleza es ella misma. Es po­ sexo, lo que no quiere decir que mañana aparez­ sible definirla únicamente por el Método Jarry, di­ ca otro Wilde y la ciudad se incline una vez más ciendo que Twiggy es la cantidad de belleza me­ del lado de Essex. Pero hoy aún el recuerdo viril dida por un sistema métrico cuya unidad base es de los angry young men es .2bliterado (esa aplana­ la belleza de Twiggy a dos grados centígrados de dora palabra gue particiRaº~Lolvido y de la lite­ temperatura y al nivel del mar. Un twíggy vale por ratura), es trucidado por la múltiple, abigarrada, dos shrímps. Un twiggy de fuerza es capaz de mo­ intersexual presencia de los anxious young mer­ ver al mundo, ella palanca y Arquímedes de ella maids. Cf., Twiggy, la modelo del año, Mick Jag­ misma. Cuando Twiggy es medida para áridos es ger, de los Rolling Stones, Tara Browne, de la no­ usada para conmover al catatónico y fertilizar a bleza. Gobi -sin ningún parentesco con Tito Gobbi, otro Twiggy es otra tiny Alice. A los 16 años entró desierto. ¿Cuándo habrá un prototipo de porcelana ella solita en la selva sedosa de la Moda y re­ no de platino e iridio, tan perecederos, en el mu­ gresó viva para contar lo que ganó: dos limpios mi­ seo de Pesas y Medidas de Sevres? llones de libras esterlinas, un fingido Justin de Repetir con Lewis Carrol o con el tío Honoré: Villeneuve y la innúmera reproducción de su vera Thank heavens for little girls! 46 GUILLERMO CABRERA INFANTE

Hopscotch and coda tos y priSiOneS, desde Rayuela, desde su lectura todos nos sentimos o nos sabemos más libres. § Hopscotch acaba de ser publicada en Londres. Kiki Lewy: Monsieur Cabrera, acabo de leer Ese es el nombre de Rayuela, la novella (escribien­ Rayuela y cuánto me ayudó. do así la palabra novela mí máquina comete una GCI: ¿En qué, Jacqueline? ironía: «la Rayuelita», con más de 500 páginas Kiki Lewy: A vivir sola. de texto, es todo menos una novel/a) de Julio Cor­ (Diálogo de Bruselas, 1964) tázar al ser traducida al inglés por el cubano-ameri­ cano Gregory Rabassa. La traducción ganó un pre­ mío merecído. A la novela la crítica la recíbió en In­ La cauta Susana glaterra y en Estados Unidos con una incomprensión ejemplar. Unos de los críticos de Londres-Frederic § Dice Susan Sontag en Against interpretation: Raphael, guionista de cine en Darling y Nothing but [v. Mundo Nuevo, núm. 7, enero de 1967] «Más the best- hizo un típico, tibio elogio del libro, y que una hermenéutica de la literatura, se impone aunque en realidad un crítico no tiene por qué pen­ una erótica.» (Los subrayados son míos.) sar más allá de la obra que tiene delante, Ra­ Su libro ha sido un suceso menor en las libre­ phael falló en comprender, a causa de sus limi­ rías de Londres y uno no sabe si el éxito entre taciones inglesas, que tenía delante precisamente los críticos se debe a su presencia en la televisión un antecedente y una consecuencia, en sí, para inglesa en programas de panel hace un año o a toda una literatura. Me refiero, por supuesto, a la su aspecto de pícara niña lista, a su desenfado, a literatura española, o escrita en español, para ser su belleza, o a que es mujer, que quizá quíere exacto. Si desde el siglo XVII, si desde la muerte decir todo eso y más. El libro está sabiamente de Quevedo no ha escríto nadie en nuestro em­ ínfluído por estetas olvidados: Nietzsche, Wilde, pobrecedor idioma con la renovadora perfección Ortega und Gasset. de Borges (contadas son las páginas que se pue­ Entre ensayos que son verdaderos dress rehear­ den leer en español inmediatamente después de sals estéticos, hay uno que la Revista de Occidente leer «Borges y yo» y en este siglo conozco sola­ tradujo hace un año, «Notas sobre Camp», que de­ mente otra página de tan perfecta simetría, de fíne ese fenómeno meta-vital visto por Wilde con igual concisión autistica: la viñeta VII de in our la apasionada claridad del visionario: la vida con­ time), desde que Juan Rulfo se calló tal vez para cebida como una obra de arte. siempre, desde que el vertiginoso pasado ahogó Susan Sontag, con simplismo puritano, asimila finalmente al narrador y a Pedro Páramo en una ciertos goces estéticos a la sensibilidad homose­ mísma marea de equívocos y de identídades, na­ xual, una conclusíón peligrosa, síno en USA o en die se ha atrevido a transportar entre nosotros Inglaterra sí en muchas sociedades contemporá­ tan poca realidad a tanto sueño. No hablo de téc­ neas que se dedican no a la caza de brujas, pero nicas ni de procedimientos, porque ése, como di­ sí a la colección de mariposas nocturnas, para em­ jo Nietzsche, es el lenguaje de los que no son ar­ plear metáforas igualmente arbitrarias. Este coro­ tistas y porque para mí la forma de la rayuela no lario-SS me recuerda la insólita bobería de un crea­ está en los saltos adelante o atrás en el espacío dor absolutamente camp, Vincente Minnellí, cuan­ del libro, sino en la convulsa y frágil realidad de do en Té y simpatia hace a Leif Ericson, el verda­ los diversos narradores, o de la narración dividida. dero culpable de sodomía en el campus, terminar (Y estos narradores son tanto César Bruto que abre oyendo solitario no sé qué sonata de Chopin o de el libro, como Oliveira o Traveler o Morini. O José Ravel. Me parece que bastante estigma tienen el Lezama Lima, más tenue y literario que el «Alvaro arte y la literatura en todas las sociedades y en Melián Lafinur» de Borges.) todas las épocas de la historia, para decir que al admirar una lámpara Tiffany, la Sagrada Familia § Hablando de ese único contenido de la litera­ de Gaudí, la maravillosa King Kong, hay que pre­ tura -la palabra- hay que terminar diciendo o ferir también los falos a las faldas. O viceversa, ya empezar por decir que desde ese juego de sal- que la homofilia no es la hemofilia, ese mal ren- DESDE EL SWINGING LONDON 47 48 GUILLERMO CABRERA INFANTE

coroso que trasmiten las mujeres y solamente pade­ había shakespearizado. Poco a poco este siglo se cen los hombres. borgiza o borgeniza, cómo se djga. No que Time Magazine utilice una invención suya como una cita folklórica (a Sorges le gustará esta justicia, La Lupe rescatada en el último ensayo supongo) para hablar de China, sino que la propia China Roja parece seguir un plano azul delineado § Lo sorprendente de "Notas sobre Camp» es que por Sorges: "Desde aquel día han abundado las en una lista particularmente larga y arbitraria, Miss jornadas históricas y una de las tareas de los go­ Sontag enumera notorios fenómenos camp de nues­ biernos (singularmente en Italia, Alemania y Rusia) tra época. Allí, entre las mencionadas lámparas ha sido fabricarlas o simularlas, con acopio de pre­ Tiffany, los grabados de Aubrey Seardsley, El lago via propaganda y de persistente publicidad.» de los cisnes, King Kong y las óperas de Sellini, A su culto francés ha seguido uno norteameri­ aparecía nada más y nada menos que "la popular cano. Se acaba de publicar la Antología personal cantante cubana La Lupe». La Lupe es una can­ en Nueva York. Dice un critico: "Argentina no ha tante de boleros descubierta por el escritor René producido una literatura nacional pero ha produ­ Jordán en los inolvidables aires libres de La Ha­ cido una mente literaria que es misteriosa y elusi­ bana de 1959. Ella cantaba antes en un cuarteto in­ va como las sombras grabadas en la pradera alum­ diferente y comenzó a cantar sola en un nuevo brada por la luna.» Otro critico advierte que nunca nite-club llamado La Red. A pesar del decorado será popular, pero afirma que "es posiblemente submarino más que marinero, La Lupe hizo una uno de los pocos escritores vivientes cuya perma­ carrera real y metafóricamente vertiginosa y a fina­ nencia está asegurada». Lo curioso es que en In­ les de 1959 era la primera cantante de Cuba, frente glaterra hay cult-joven del argentino y a pesar de a una competencia que solamente los testigos pre­ la pronunciación a veces inteligible que hace so­ senciales pueden decir lo dura que fue. Dos o tres nar Sorges a Surgess, Sorghese, Sagasse, Soyer veces cada noche, La Lupe no cantaba ni actuaba, y hasta Sauhaus, su nombre exótico está a menudo sino que daba una demostración demasiado fre­ entre estos labios lívidos. Gran parte de la culpa cuente de sadismo, masoquismo y sentido del rit­ del culto es de la editorial Calder and Boyars (otro mo que mantenía a los espectadores -la mayoría de los nombres de Sorges), que publicó Ficcio­ viéndola de pie, el local de "bote en bote en un nes en libro de bolsillo. Lo extraordinario es que final», como lo describía la propia cantante- presa Sorges, que suena para nuestros detractores inú­ de una fascinación casi malsana. Recuerdo que la tiles como un inglés que escribe por capricho en fui a ver una noche y no me sorprendió tanto su español, conserva en las traducciones (algunas son estilo (ya la conocía desde 1958, entonces cantan­ de una eficaz ineptitud) un raro sabor no solamen­ do con su cuarteto de El Rocco), como la indivisa te argentino, sino lo que es más emocionante, ame­ atención del público. Escribí o creo que escribí ricano, y su prosa aparece como una lúcida prade­ entonces que más que un acontecimiento artístico, ra poética, abierta al heroísmo, a la aventura y a La Lupe era un fenómeno fenomenológico. Pero, la historia, y también a la erudición maravillada y en fin, aquello fue en otra ciudad y hoy La Lupe asombrosa. está muerta para muchos cubanos porque está exilada en USA y tiene éxito. Es bueno que la cauta Susana Sontag la haya Cristo crucificado siempre recobrado, en el último ensayo del libro, para la cultura (aunque sea Camp) y para el siglo. § A Jesús le hicieron aquí variados regalos de Pascuas, lo que parece una tradición en Inglate­ rra, donde ya Cyril Connolly escribió hace tiempo Tiempo de Borges que Jesús fue un hombre petulante, además de hijo ilegítimo; su padre, en vez del José evangéli­ § Creo que fue Goethe (o tal vez Victor Hugo) co, fue un fabuloso Pantera, notable gladiador. (Re­ quien dijo .queel siglo...... el siglo 19, supongo- se cordé el viejo saludo cubano, "¿Y qué, Pantera?») DESDE EL SWINGING LONDON 49

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Aunque Connolly tuvo la honradez de admitir un mujer. No solamente se apoyará en testimonios de argumento teológico: Pantera es una simple erra­ la época (que no lo muestran jamás con la barba ta, alguien que leyó en lugar de Parthenou (en viril de los apóstoles) sino que al declarar cien­ griego, hijo de la Virgen) un rugiente Pantherou. tíficamente posible la partenogénesis y la certeza de que Cristo nació de una virgen. pura, se afirma § Malcolm Muggeridge -más conocido como el sexo femenino de Jesús: en los tres únicos ca­ Malcolm- fue por muchos años editor del sema­ sos de nacimientos sin intervención masculina que nario humoristico (parece imposible decirlo de otra conoce la ciencia entre los seres humanos, la cria­ manera) Puncho Ahora Muggeridge es cronista tura ha sido hembra. La mujer puede preñarse a de The Observer, el periódico dominical londinen­ sí misma, pero el fruto de su vientre será una se. El domingo de Resurrección su crónica fue de persona idéntica en facciones, raza y sexo. La tesis una petulancia herética: Cristo seria recordado científica está corroborada de antemano por la siempre porque Muggeridge, iconoclasta agnósti• práctíca, como siempre, pero ¿y la fe? El ángel se co, escogía la libertad de pensar en él, de resuci­ presenta como un problema de lógica. tarlo. Quizá Muggeridge no pudo saber que en eso precisamente consiste el milagro de la Resurrección § Parece que cuando Nietzsche dijo Dios ha muer­ de Cristo, que es el simil escatológico para la in­ to, quiso decir Jesús en lugar de Dios. Lo que ori­ mortalidad. ginó a Jarry su Pasión considerada como la Vuel­ ta a Francia en Bicicleta, con la tremebunda, ini­ § John Lennon ha reconocido que los Beatles son cial blanguesphemie: "Jesús demarra». Jarry originó más populares que Cristo. En Vague admiten que a su vez a Buñuel y sus Cristos posando entre car­ fue un hombre elegante, tal vez bien vestido. Mien­ cajadas para los ubicuos Corazones de Jesús ho­ tras que Wilhelm Pauck, teólogo, cataloga: " ...en gareños. Buñuel originó a Lenny Bruce: "Jesus is los últimos cincuenta años se han escrito más only a swear-word». Bruce originó a Lennon y a libros sobre Lutero que sobre cualquier otra fi­ Cristo considerado como un miembro de los Rolling gura cristiana, Jesús incluido». No está de más de­ Stones -después de todo al Señor le gustaban cir que el divino Pauck es luterano, pero dice ver­ las parábolas y las piedras. Lennon que originó dad. Lo que equivale casi a proponer una analo­ este chiste escocés después de que con gran tra­ gia atea: es como si se escribieran más libros bajo Cristo convierte al único pan y al solitario pez sobre León Trostski que sobre Carlos Marx. En rea­ en panes y peces milagrosos, desde el fondo del lidad la comparación podria llevarse a un lugar sin banquete se oye una voz protestante: "Pero, Se­ regreso y señalar que Lutero fue el Trotski de la ñor, ¿no habrá postres? Cristiandad, con su fanatismo patológico, su nece­ sidad de discordia y su voluble testarudez. El hom­ bre que dijo: "iAquí me planto!», también afirmó: Sobre por qué no ver a Martha Graham "Me quieren convertir en una estrella fija, cuando (ni oir a Stravinsky) soy un planeta irregular». Lutero fue un ayuno mo­ vible y a la revolución permanente trotskista se § Martha Graham está en Londres y no la veré. puede igualar su «ecc/esia semper reformanda», No lo digo con pena: es una decisión no un la­ la iglesia siempre reformante. mento. Tampoco oí a Stravinsky dirigido por Bou­ Pero Lutero, que dijo "Mea Katie, meus Chris­ lez. Ni intenté hacer un gesto pasajero en direc­ tus», comenzó a poner en tela de juicio la divini­ ción a la retrospectiva Picasso en París. No los dad del paño de la Verónica .al añadir: "Doy más echaré de menos. Hacer lo contrario sería echar­ crédito a Catalina (su esposa, esa Katia), que a los de más. Creo que el año para haber oído a Cristo que ha hecho tanto por mí». Stravinsky, visto a Picasso, presenciado a Martha Graham pasó ya, al menos para mí. Irlos a ver § Lo que nos lleva a la última blasfemia. Un gine­ ahora sería como visitar un museo, aunque no ten­ cólogo danés disertará muy pronto sobre la muy go nada contra los museos. (Es más, muC'tiOSde científica probabilidad de. que Cristo fuera una mis mejores amigos son museos) Pero cuando el DESDE EL SWINGING LONDON 51 52 GUILLERMO CABRERA INFANTE

famoso coreógrafo sentado tres filas delante de mi, Una autobiografia ajena aprovechó el intermedio para abandonar el teatro donde bailaba Merce Cunningham (al otro dia, § ¿Es posible que un hombre invente una historia cuando le pregunté qué le pareció el espectáculo, que con los años resultará la biografía de otro me asombró que dijera: "Pésimo», cuando yo es­ hombre? No otra cosa es lo más sorprendente de peraba que me dijera, "Intolerablemente bueno») Blow-Up, el film. Lo más extraño del film es comprendi que las artes que se desarrollan en el lo que dice su autor, Michelangelo Antonioni: tiempo hay que conocerlas a tiempo. O en su tiem­ "Puede haber un elemento indirecto de autobio­ po. (Si mencioné a Picasso es porque pocos pin­ grafía en este film, pero lo veo con frialdad, como tores han transportado tanto su pintura del espa­ un espectador.» No podría ser de otro modo. cio al tiempo. Solamente los artistas Pop lo su­ Como sabe todo espectador activo, Blow-Up peran en este siglo. Otro tanto le ocurrió a la arqui­ está basado en un cuento del argentino Julio Cor­ tectura a partir de Gaudi, que es- y ese es su mi­ tázar , "Las babas del diablo», y el gran momento lagro- lo contrario de los museos.) Cunningham, del cuento lo es también del film: aquel donde la en ese momento y para el coreógrafo, era el arte verdad se revela, literalmente, en un cuarto oscuro. del pasado -o del futuro, que seria una expli­ Lo extraordinario (y sintomático) es que ni Anto­ cación más plausible. nioni ni sus criticos mencionan nunca el cuento de Cortázar, que parece ese elemento. secreto en toda § Recuerdo el escándalo de un amigo (como casi fórmula: el agua oxigenada que hizo de Marylin todos los amigos míos, éste es un loco del cine) Monroe esa Venus rubia. Avatares de la literatura, cuando le dije que prefería el más mediocre de que mientras más personal es más tiende hacia el los estrenos a la visión de una obra maestra del folklore y el anónimo. pasado: Griffith, Eisenstein, Murnau, pero también Ford o Howard Hawks o Welles. No podía enten­ derlo, no quería entenderlo. Y es que para mí el ci­ ne es eso: un estreno, y poco me importa si la se­ Del mal olor considerado como un perfume mana que viene el film ha envejecido más que el diario de ayer. La aproximación es buena, porque § Mary Quant apóstola de la moda, sacerdotisa es precisamente el periodismo y los periódicos los de la religión Mini-mini, propagadora de una ver­ que han cambiado al arte en nuestra época, y sión (abreviada) del kilt por el mundo, declara: cuando Jean Cocteau (posiblemente el gran esteta "Lo que pasa con los hombres es que ya no hue­ de este tiempo, el frivolo que sin embargo con­ len.» vierte a Adorno en un adorno) habla del arte y de Mary Quant Contrary está preocupadísima con los la moda está planteando exactamente el problema: olores que desaparecen. Es como si ella lamenta­ el interés de los artistas en la moda a partir de ra que ya nada huele a podrido en Dinamarca, ni Beaudelaire y los impresionistas no es un capri­ ailleurs. Añade: "Tenemos que devolver su olor a cho ni un azar. las cosas. Lo que ocurre es que las mujeres ense­ Tal vez la literatura y la poesía escapen a ese ñamos a los hombres a ser limpios, a darse cepi­ avatar. Tal vez a pesar de que Allen Ginsberg -al­ llo, a usar desodorante y perfumes penetrantes guna autoridad- declaró a Bob Dylan el poeta como el de limas. Ahora bien, los hombres que fa­ de su generación, y que en Inglaterra los Beatles y brican perfumes para mujeres tienen la habilidad Donovan aportan el texto a toda ideología posible de no dejar fuera el olor de ELLA (sus, de Mary, para los menores de 25 años. mayúsculas). El más atractivo olor del mundo es Así cuando Calvert Casey, el escritor cubano, me el del sudor fresco, caliente. Es el sudor frio, viejo dejó en recuerdo de su visita a Londres dos en­ el que huele mal. Debemos devolver su olor al tradas para ver a Martha Graham, decidi cambiar­ hombre». las por tickets para oir a Sonny Rollins. Mejor que Sonny Rollins hubiera sido oir a John Handy. Mejor § No es el considerar al sudor como un vino al aún, oir y ver a los Beachboys. revés -no añejamiento, calidad de cálido, etc-, DESDE EL SWINGING LONDON 53

de la transpiración tomada como q<;lfé -:el fresco Londres el hombre es más hermoso que su na­ y caliente es el bueno, no el viejo y frío-, lo ex­ turaleza. traordinario de esta larga tirada en baño de María (o Teoría Quántica) es la primera oración y la úl­ § ..~lexiºIL .(oJra . emp()l:>J:~cedora ~ra espJl­ tima. Véanlo ustedes: «Tenemos que devolver su ñola:es imposible pensar sin res~ltar . u~ espejo), olor a las cosas. Debemos devolver su olor al pensamiento estéf¡có:-raptñfurá-¿esa¡:rarec~pe;r- hombre.» iEs la primera vez en la historia que una -qUeerhombre:clueracreó~Ta'~destruye ·cada~dfa. mujer cosifica al hombre y no al revés! Las suf­ oniélOr,iasáca-aesl.Í 'ñíarco~ng'td'o~Y'ra l3Cmi~a fragettes, la señorita Bloomer y Bebel pueden des­ caminar por las calles. El hombre, que es el úni­ cansar en paz: la hora de la redención de las mu­ co animal narcisista, inventó esos espejos para jeres llegó. verse reflejado para siempre en ellos. Ahora no (Pienso, no sin temor, en la frase maldita de los necesita y en vez de buscarse un facsimil o el Nietzsche: «Demasiado tiempo han convivido un analogon fotográfico, se crea él mismo, se pinta, se esclavo y un tirano dentro de la mujer.») modela, se hace eso que se llama en estos días una imagen. Y la vida humana, como quería Osear Wilde, es una obra de arte, de nuevo. Como dijo § Esta muchacha de la moda y los Mods es una El Esteta: «Más vale ser bello que ser inteligente». mujer inteligente, que ha conseguido, si no que los ingleses apesten de nuevo, por lo menos que las fábricas inglesas vuelvan a hacer lino rústico, devolviendo a la estofa su textura original '-«Tan Un Osear para Londres sexy como caía entre los muslos iemeninos»'­ pero no su olor. § Pienso, no sin nostalgia, cómo le gustaria a Oiganla reflexionando. Acerca del uso del maqui­ Osear Wilde pasear por Londres estos días. Lo llaje por la mujer: «Siempre usaremos maquillaje, curioso es que su cara atrayente y repulsiva adorna hay algo masturbador en su uso. A las mujeres les muchas casas en un enorme cartel popo Cuesta gusta darse brochazos de algo sobre el cuerpo.» trabajo creer que Wilde fue un contemporáneo de Sobre USA: «Los Estados Unidos no huelen a Bernard Shaw y de. Bertrand Russell y que su auto­ nada.» De los ingleses de la clase obrera: «Antes biografía podría aparecer serializada en el Sunday eran tan feos, tan ordinarios. Ahora todos lucen Times. Algunos pensarán que es una paradoja que bellos: el caminero, el I~mpia~ventanas. Mírenme a Wilde, apenas medio siglo después de su muerte, mí: yo soy una mujer corriente, más bien vulgar, no podría ir hoy'a la cárcel (de Reading) por su no muy bonita. Pero si soy higeníosa puedo llegar delito, pero lo realmente paradójico es ver cómo a parecer bella.» tiene seguidores en gente que nunca lo leerá, entre estos muchachos de la clase obrera inglesa, que se Gran parte de la juventud inglesa, por no decir dejan larga cabellera, usan pantalones malva o toda, sigue los consejos de Queen Mary Quant naranja y compran zapatos en peleterías femeninas, y cada muchacho o muéhacha en Londrés (y algo sin ser homosexuales. Cada uno de ellos es un más lejos) invierten mucho de su tiempo y su di­ dandy y, para hacer rabiar a Beaudelaire, la mu­ nero en la belleza personal. ¿Hay algo perverso jer -la inglesa, al menos- ya no es lo contrario en esta vanidad nueva? No sé; no soy Salomón, ni del dandy, sino otro dandy. quisiera serlo a pesar· de la doble tentación de la . reina de Saba. Sólo sé que esta vanidad es bella a los ojos, que Londres, a pesar de la horrorosa ar­ quitectura, del clima húmedo, del cielo protector «Adieu, adieu, remember me!» pero nublado, es hoy una de las ciudades más be­ llas del mundo, que es algo que no se puede decir §Ya con esta me despido, lector, pero pronto doy de otras ciudades, donde solamente el paisaje (de la vuelta. Mas, como dice Marx, si no reciben car­ árboles o de piedra'ó de mar) es hermoso. En ta mía quizá sea porque no he escrito ninguna. O JUAN BAÑUELOS

Soliloquio bajo el árbol de la vida

Siderales saetas adormidas desandan largas sombras: ojos de ánsares barbados. Desoimos las hordas silabas crecientes y se estremece el orbe que pulsa el paso alerce del solsticio. Tangente, al lado del sendero que emancipa la ruta del abismo, aterrado de espacio, casi en el ámbito donde el rumor es ave de grito terrible, una aurora boreal se precipita en el espejo del tumulto.

Cada noche compartimos sueño y cuarto con un extraño, que dentro de la vena del destíno no es más que un huésped lapidario. De brasa en brasa, el mismo rostro evapora el rocio, esquiva las manos para olvidar fas rasgos, abandera la alcoba de la dalia y dispersa la tribu de la brisa que cumple su edad en las ventanas.

Ah más huella que el vino, la carne que se inclína como una flor sobre la espalda de la amante (aquella estancia de pechos aún despiertos, oscilaba entre el hartazgo y la agonia, armarios erguidos detrás de las cortínas y más allá de los plíegues de los párpados yacian en la pleamar febril del rosedal, que allí afuera asciende por la escala de una fosa. Oh preponderancia del árbol que emigra en su follaje).

Con el pigmento de nuestra época, fundados en el harapo y en la crin desafiante de las llaves incendiarias frente a un instante de máscaras, el horizonte y un zarpazo de estaño con sus nubes (la parroquia de aves resplandece a lo lejos). Luego el silencio como un muro dormido suena su esqueleto rojo de parábolas y rezos, y es precario el fulgor de la abeja en la lengua del dia cuando en las astas de la tarde nace la almendra de marfíl, y estallan los ahogados en las violas. Atrás, viburnos en la sombra, albacoras de la Venus poniente, anonas degolladas, allí donde las piedras comen luz, donde termina el trueno y el casquete terrestre oscila como una fósil cabeza de rocío.

Ah paulares donde mi amor avanza y tiembla mi ingrimo animal exaltado y sangrante. BAJO EL ARBOL DE LA VIDA 55

Fue a horcajadas como corrieron los bosques sobre una sola hoja, incendiando el granero y la crueldad de estos extranjeros, cuando el tiempo en la estancia de la piedra dejó su indómito ropaje, y en los peroles de la sangre sonó el eco de tapires azotados. Algo de aquella matrona fúria está fluyendo. Algo de aquellas aguas entorchadas. En este momento en que la vida entra de golpe en la boca de mis venas, y yo la devuelvo con la letra en mi mano, trémulo de estar aqui, viviendo entre los hombres de una nueva morada.

Vanessa Redgrave, en el film «Slow-Up». K. A. JELEN5KI

Gombrowicz o la inmadurez

En su prefacio a la última edición de Ferdydurke es de este modo creado por los otros, pues para (Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1964), Er­ Gombrowicz los hombres se crean entre ellos im­ nesto Sábato recuerda que cuando la novela apa­ poniéndose a sí mismos las formas, o lo que nos­ reció por primera vez en castellano, en 1947, con otros llamamos «manera de ser». el sello de Argos, el escritor cubano Virgilio Pi­ ¿Pero Ferdydurke es una novela? Me parece que ñera, que por aquel tiempo vivía en Buenos Aires, es más una encuesta existencial en acción «avant escribió en la solapa: «Resulta difícil prever la suer­ la lettre» y también un poema, lo cual determina te de este mensaje, sobre todo cuando no nos llega su carácter único. Gombrowicz, como Sartre, cinco de París. Creo, sin embargo, que con estas breves años antes de El ser y la nada, se apega a la líneas no hago otra cosa que disparar el primer importancia del instante, a las potencialidades de tiro en la batalla que tarde o temprano van a librar un cambio brusco de orientación, de una toma de los ferdydurkistas de Hispanoamérica." Hoy, cuan­ posición nueva frente a un pasado que él no puede do Witold Gombrowicz tiene fama mundial, es jus­ cambiar. He encontrado en El ser y la nada pasa­ to recordar que fue una mujer argentina, Cecilia jes que son como las formulaciones abstractas de Debenedetti, quien decidió e hizo posible la edi­ ciertos temas esenciales de Gombrowicz. Por ejem­ ción castellana de Ferdydurke, y rendir homenaje plo: «Todo acto hecho contra otros puede, en prin­ a aquel pequeño grupo de creyentes que logró la cipio, ser para los otros un instrumento que les primera y la mejor traducción extranjera. servirá contra mí.» (Ver los dos duelos de Mientus Ferdydurke es la novela de la inmadurez y de la y de Siphon, de Philifor y de Anti-Philifor.) Pasa lo forma. El hombre, nos dice Gombrowicz, es un ser mismo con la teoría general de la «mirada ajena» opaco y neutro que debe expresarse a través de de Sartre y de la frase célebre de Huis-C/os: «el ciertos comportamientos y en consecuencia resulta infierno son los otros», que podría haber servido exteriormente -para los otros- mucho más defi­ como epígrafe de Ferdydurke. Por lo tanto no es nido y preciso de lo que es para sí mismo, en necesario hacer demasiado hincapié en las signi­ su propia intimidad. De donde la desproporción trá­ ficaciones intelectuales de Ferdydurke. Autodidac­ gica entre su inmadurez secreta y la máscara que ta, Gombrowicz tiene una extraordinaria intuición debe llevar en su relación con los demás. Ter­ filosófica y psicológica que demuestra sobre todo mina por adaptarse interiormente a esta máscara en su Diario: el zeitgeist, como un buitre, se aba­ como si fuera realmente aquello que él parece ser. tió sobre este hidalgo de Sandomierz, muy satis­ Se trata de dos clases de inmadurez: una innata, fecho de ser aliado de los Borbones. El zeitgeist, consubstancial al hombre, la otra impuesta por los como se ve, viene como la gracia, Ubi Vult, y sus otros, por las condiciones sociales, por la cultura. elecciones pueden ser muy escandalosas. Pero El héroe de Ferdydurke -transposición grotes­ después de todo, sobre todo hoy, treinta años des­ ca del autor mismo- es un hombre de treinta años pués de la publicación de Ferdydurke, estos te­ que, «infantilizado" por el terrible profesor Pimko mas pueden ser traducidos en términos de psicoa­ es obligado a entrar en la escuela, que luego aban­ nálisis existencial, marxismo, behaviorismo. Lo que dona por otras aventuras, hundiéndose siempre es original en Gombrowicz, es haber encontrado cada vez más en ese proceso de «inmaduración». para expresar ideas abstractas un estilo antropo­ En lugar de ser ellos mismos, los personajes de la mórfico que las hace crueles, casi obscenas. novela se mueven en función de diversos mitos Jamás se insistirá bastante sobre el papel que jue­ sociales que Gombrowicz definirá como los idea­ gan en la obra de Gombrowicz las diferentes par­ les ajustados o injertados en la realidad íntima tes del cuerpo: las manos, las bocas, los dedos, las del hombre (el mito del palafrenero, del peón, de la piernas tienen en Ferdydurke una autonomía sim­ colegiala moderna, de la tía, etc.) De ahí el pro­ bólica, mientras que toda la mecánica esencial de blema de la forma estereotipada que toma corriente­ la vida social está resumida en las categorías de mente toda expresión humana, engendrando «es­ «gueule» (facha) y de «cucul" (culeíto). tilos» que no corresponden a ninguna realidad in­ La facha que los personajes de Ferdydurke terior y que ejercen, el uno sobre el otro, una llevan como máscaras incómodas, que el héroe influencia determinante. El hombre de Ferdydurke está condenado a llevarse consigo en su fuga úl- GOMBROWICZ o LA INMADUREZ 57

tima, es esa cosa cuyo menor error en la expre­ nobleza provinciana cuya inconsistencia y opaci­ sión directa de nosotros mismos nos pone en ri­ dad descubre tan bien en Ferdydurke. En rebelión dículo. Los límites de la traducción debilitan el al­ contra su clase, desarraigado, es sin embargo del cance de la palabra polaca «pupa»: trasero rosado siglo XVIII polaco, de los macarronismos latinizan­ y rechoncho de niño burgués, que en su desespe­ tes de sus antepasados, senadores borrachos de ración los traductores españoles la han hecho pro­ vino húngaro y de Liberum Veto, que él extrae su liferar en prefijos y sufijos. «Upupiony» (el que se riqueza verbal. El primer libro de Gombrowicz -se reduce a un culito, a falta de mejor expresión), es en le verá mencionado en esa autobiografía onírica lo que el hombre se convierte en Ferdydurke bajo que es Ferdydurke- fue las Memorias de los tiem­ la presión de los idealismos sociales, de la bobe­ pos de la inmadurez, publicado en 1933. Cuentos ría universal: este universo lampiño y sin rostro... de un muy joven precursor, extraño no obstante a En su Diario, Gombrowicz da una muestra de su cualquier clan de vanguardia literaria, fueron aco­ técnica creadora. Esta parece -en un primer mo­ gidos con una mezcla de asombro y de descon­ mento- basarse en la escritura autómatica. (<

nuestro tiempo (y se ve también por esto cómo ralidad con que empleaban -sin tan siquiera re­ «crisis» significa «enjuiciamiento») lo que cabal­ ferirse a Gombrowicz- expresiones sacadas de mente somos y lo que podemos representar en el Ferdydurke y asimiladas al lenguaje cotidiano: mundo, superando al mismo tiempo dos actitudes «Ellos nos han hecho una facha....., «el país en­ simultáneas e igualmente equivocadas: nuestro tero está cuculizado....., «la violación por las ore­ sentimiento de inferioridad y nuestra loca arrogan­ jas..... i Misteriosa difusión de un libro desapareci­ cia con relación a Europa. Con toda la razón do! Y es que los intelectuales polacos han recono­ Gombrowicz les dice a sus compatriotas en su cido en Ferdydurke la imagen de su propia situa­ Diario que no traten de tomar conciencia de la ción frente a la monstruosa escuela parroquial que fuerza que implica su propia y no acabada forma, les imponía el stalinismo. En 1957, un joven co­ su propia y no acabada inmadurez, con todo lo munista, Jan Jozef Lipski, cuenta Em Nowa Kultura que ello supone de fresca y franca libertad en un como al término de un congreso de escritores en mundo de formas fosilizadas. En suma, recomien­ pleno período jdanovista, él había releído con sus da y practica él mismo la barbarie dionisiaca, ha­ amigos Ferdydurke; «Eso nos consoló. La imbeci­ ciendo de su juventud e inmadurez una potencia lidad es inmortal, pues no hace más que camb;ar renovadora. Buena lección para nosotros... de forma, de intensidad, de escala. Pero, Dios mío, Comienzo de la experiencia argentina: el medio ¿por qué Gombrowicz no estaba entre nosotros artificial de las legaciones, el drama de una guerra en Varsovia? ¿Por qué no podía asistir a una reu­ lejana. la emigración polaca, produjo Transatlántico, nión del Instituto de Estudios Literarios, escu­ publicado en 1953 por Kultura, autobiografía fan­ char un discurso en la Unión de Juventudes so­ tástica que injerta en el barroco suramericano de cialistas, estudiar la preparación ideológica, las 1940 un superbarroco polaco del siglo XVIII, cul­ conferencias de prensa, las academias de gala? minando en una cabalgata de carnaval por las ca­ Sólo habría tenido que escribir sin esperanza de lles de Buenos Aires. La obra a la que Gombro­ ser publicado; Tácito describía del mismo modo wicz da mayor importancia es su drama poético los crímenes de los Césares. Qué gran diferencia: El matrimonio (publicada igualmente en 1953). En las lecciones de El Enteco y la poderosa má­ ella vuelve a tomar uno de los problemas principa­ quina ideológica del stalinismo. Es la diferencia les de Ferdydurke: el problema de la forma, el entre un molinillo de café y una central atómica. eterno conflicto del contenido humano con la for­ Unicamente entre nosotros Gombrowicz podría en­ ma. Al mismo tiempo, el arte adopta otro sentido. contrar su gran tema." Si en un drama clásico el hijo injuria a su padre, Gombrowicz ha contribuído así a preservar en el conflicto reside en la ofensa formal, pero en Polonia esa suerte de catarsis determinada por la un drama como El matrimonio el conflicto se sitúa inteligencia y el humor. entre el que grita y su propio grito, puesto que el Es significativo que Ferdydurke se haya vuelto grito puede retumbar bien o mal, contribuir a la a publicar en Polonia un mes después del viraje elevación del personaje o al contrario hundirlo en de octubre de 1956 y agotado en dos semanas. el desastre y en la vergüenza. La reaparición de esta obra fue saludada de una Esta obra casi confidencial, escrita para un millar manera que no podía dejar de sorprender al mis­ de lectores, una centena de fervientes, ¿quién mo Gombrowicz, que espiaba los juegos literarios creería que podría penetrar en Polonia, que ella detrás de un árbol al igual que su héroe espia en actuase allí? De este Ferdydurke publicado un año Ferdydurke los juegos alocados de sus camaradas. antes de la guerra en pequeña tirada, ¿cuántos iGombrowicz el «outsider» nato! El mejor crítico ejemplares habrán sobrevivido a la destrucción polaco de vanguardia, Artur Sandauer, escribió: de Varsovia, cuántos habrán escapado a los «in­ «Es difícil comprender cómo un escritor que es fiernos» de las bibliotecas del régimen stalinista? la gloria de la nación polaca ha podido ser con­ Lo que me llamó más la atención en el curso de denado a tan largo exilio." Y otro crítico dijo: la mis primeros encuentros -libres desde 1955- con obra de Gombrowicz, considerada antes de la jóvenes polacos procedentes de Polonia, pertene­ guerra como una excentricidad, asume hoy el ca­ cientes a la generación de posguerra, es la natu- rácter de un triunfo, que une a la nación polaca. GOMBROWICZ o LA INMADUREZ 59

¿Cómo no pensar en esta frase de Malraux. "Ha menor, y también por su forma voluntariamente an­ sucedido, sucede, que los artistas sean lapidados ticuada, conscientemente calcada de las viejas por las buenas intenciones de sus defensores»? "novelas de provincia» polacas. La obra de Gombrowicz, la única obra polaca Es necesario no olvidar que Gombrowicz es­ contemporánea que ha adquirido un renombre uni­ cribió en su Díario: "Yo no creo en una filosofía versal. está, más que ninguna otra. anclada en las que no sea erótica.» El erotismo está en la base realidades esencialmente polacas. No resulta asom­ de toda su obra y su concepción profunda del mis­ broso que la acción de sus otras dos novelas, mo es muy parecida a la de George Sataille: La pornografía y Cosmos, publicadas respectiva­ ella implica el horror. la degradación, la muerte y mente (en polaco) en 1960 y en 1965. estén situa­ -única clave moderna de un tiempo "sagrado»­ das en esa Polonia que Gombrowicz no ha vuelto exige aunque no sea más que un simulacro de a ver desde 1939. Por otro lado, es fácil estudiar sacralidad Ha piedad es ab-so-Iu-ta-mente y la historia o la cultura polaca a través del lente ri-gu-ro-sa-men-te exigida e incluso el más mínimo gombrowicziano: es lo que ha hecho Artur San­ de los pequeños placeres no puede prescíndir de dauer, que escribió un provocador ensayo sobre la piedad», dirá en Cosmos el terrible e irrisorio la literatura polaca contemporánea asimilando a león). Sería por cierto absurdo reducir Ferdydurke la escuela de Ferdydurke todos los escritores a la homosexualidad, La pornografia a los cuadros "constructivos» y todos les escritores "progresis­ eróticos. Cosmos al onanismo. Pero el genio de tas» a la familia de los Jovencitos. Gombrowicz expresa hasta las ideas más abstrac­ Ferdydurke es una rebelión contra la inmadurez, tas en relación al erotismo. o más bien contra el sistema social que hace tan El narrador acecha en Cosmos todo lo que se dificil el acceso a una madurez real. Pero, sin em­ trama en los cuerpos: las manos. las bocas, los de­ bargo. se ve en ella asomar el culto de la juventud. dos y las piernas. que tenían en Ferdydurke una de un mundo "verde» indeterminado y más libre. autonomía simbólica. son aquí escudriñados de Esta evolución se acentúa a medida que Gombro­ otro modo, como si Gombrowicz fuera consciente wicz se aleja de su propia juventud. El toma con­ de lo que Freud descuidó: la participación del ciencia de ello varias veces en su Diario, como lo cuerpo entero en la vida imaginativa, las corres­ testimonia este pasaje sobre el parque Retiro de pondencias que oscuramente y casi sin que lo Suenos Aires (1955): "La juventud me apareció sepamos se establecen en esa zona de sombra como el valor más elevado en la vida... pero este que existe entre lo físico y lo psíquico y que se 'valor' tiene una particularidad, inventada sin duda halla en la base misma de nuestra existencia. por el diablo: siendo juventud se mantiene por de­ Proust (que Gombrowicz. a juzgar por su Diario bajo del nivel de toda valoración.» Es el tema ha leído muy mal) fue uno de los primeros explo­ mismo de La pornografia. La inmadurez no es siem­ radores de este universo "psico-físico», y antes que pre innata o impuesta por los otros. Existe también él Lichtenberg, que escribía hace doscientos años: una inmadurez hacia la que nos precipita la cul­ "Todo hace algo en todo, y si retengo (a+x) X tura cuando nos sumerge, cuando no conseguimos (a-x) = x2 -x2 es quizá mi pulgar el que re­ elevarnos a su altura. "Somos infantilizados -es­ tiene una parte por ínfima que sea, pero lo sufi­ cribe Gombrowicz- por toda forma 'superior'. ciente para que talo cual hombre se acuerde de la El hombre, atormentado por su máscara, se fabri­ fórmula al solo contacto con un objeto, o para que cará para su propio uso y a escondidas una es­ piense soñando o en un acceso de fiebre que esto pecie de subcultura: un mundo construido con los no es más que un pedacito de tela.» desperdicios del mundo superior de la cultura, do­ Incluso en Polonia, Gombrowicz es siempre in­ minio de la chapucería, de los mitos impúberes, de terpretado en función de Ferdydurke, pues se limi­ las pasiones inconfesadas, dominio secundario, de tan a ver en él al explorador de los temas Su­ compensación.» Es ahí -nos dice Gombrowicz­ perioridad-Inferioridad, Madurez-Adolescencia, For­ "donde nace cierta poesía vergonzante, cierta belle­ mal-Informal. Sin embargo. los temas aparente­ za comprometedora». La pornografía pertenece a es­ mente nuevos de La pornografía y de Cosmos es­ ta categoría por su tema: el mayor sometido al tán ya presentes en su primer libro, la colección 60 K. A. JELEN8KI

de cuentos publicada en 1933. Allí vemos un cri­ por otra parte, aparentar nada. De ahí -aunque el men inexistente, que no se apoya más que en conflicto entre la madurez y la inmadurez, entre la «indicios» tales como una chinche muerta, un su­ forma y la indeterminación continúa siendo motivo cio pedazo de manteca. En otro cuento, Aconte­ central de su obra- una alternación de motivos. cimientos en la goleta Bambury, ya la realidad se Es cierto que Gombrowicz escribe aún: •• Ninguna anuncia amenazadora a través de «signos» que presión histórica podrá extraer palabras importan­ prefiguran Cosmos: «A decir verdad evito toda con­ tes de hombres clavados en la inmadurez.» Pero versación, puesto que considero que el dibujo de él tiende ya hacia otra cosa: fundir en bronce su la verga del mastelero se curva inútilmente en propia inmadurez, fijar su indecisión, erigir su in­ forma de S. Por la letra S comienza una palabra determinación en oráculo. Una empresa tal -tener de mi cosecha que hubiera preferido no conocer. entera conciencia de sí mismo, reivindicar la res­ No solamente la verga por otra parte. Existen so­ ponsabilidad, sacar las consecuencias últimas de bre este barco otras formas, otras grietas desa­ lo que se ha elegido ser- presenta siempre un gradables.» En fin, siempre en la misma colección, aspecto heroico y nos es familiar en la poesía. Jean Virginidad es uno de los textos más obscenos Genet ha utilizado un método parecido para ha­ que conozco (de una obscenidad muy gombrowic­ cer reconocer al pederasta, al ladrón, al traidor. ziana, que escapa a toda censura). Si La pornogra­ Pero por lo general tenemos que lidiar con una sa­ fía y Cosmos ofrecen un sonido más grave, más cralización de las pasiones extremas, con una for­ amenazante que estos primeros escritos, no es ma de mitología negra. La empresa de Gombro­ sólo debido a la evolución del genio de Gombro­ wicz es nueva en el sentido de que quisiera llevar wicz. Hay en los primeros cuentos un humor juve­ hasta el paroxismo rasgos en sí mismos contrarios nil, una despreocupación que exorcisa la muerte, al paroxismo: «No hay casi posición psíquica -es­ que sin embargo cada falla y cada grieta secretan. cribe- que consecuente y llevada al extremo no Esa muerte -y la muerte de Dios- Gombrowicz inspire respecto. La fuerza puede existir en la las escruta ahora con una seriedad «mortal», mien­ debilidad, la seguridad en la indecisión, la coheren­ tras que lo cotidiano, lo trivial que él deforma con cia en la inconsecuencia, y también la grandeza en tanta profunda fidelidad, incluso la irrisión, por la mediocridad; la cobardía puede ser valiente, la contraste no hacen más que aumentar la -gravedad debilidad cortante como el acero, una fuga agre­ de la «Ceremonia». siva.» Hemos visto que Gombrowicz duda continuamen­ Este programa moral de Gombrowicz nos deja te entre la madurez y la inmadurez, entre el mun­ perplejos. ¿Se trata de «llevar hasta el paroxismo» do de la forma y el mundo indeterminado. Se po­ un complejo de rasgos opuestos a la forma y la dría arriesgar la hipótesis de que el conflicto mis­ madurez o solamente de tomar conciencia de mo, y dentro de este conflicto las vacilaciones de ellos? Por lo que le concierne personalmente, Gom­ el escritor, provienen de un cierto desequilibrio: browicz se inclina hacia la toma de conciencia: por más adulto que sea intelectualmente Gombro­ •• Pienso haber demostrado con mi propio ejemplo wicz, parece sufrir de una inmadurez psíquica. que la toma de conciencia de una 'falta' -falta Al mencionar su madurez intelectual no hago alu­ de forma, falta de evolución, inmadurez- no so­ sión, evidentemente, a su inteligencia aguda y ori­ lamente no debilita, sino que aún da fuerza.» Pero ginal: por más brillante que sea podría faltarle he aquí que el «propio ejemplo» de Gombrowicz madurez. Más bien quiero decir que Gombrowicz está precisamente ligado a una heroica empresa es capaz de un asombroso mimetismo de la ma­ poética: Gombrowicz puede pensar de sí mismo durez psíquica, que él ve su «superioridad», su lo que quiera, mas lo cierto es que su obra no es necesidad, en la obra de la •• salvación» humana. ni •• indeterminada» ni •• inevolucionada». Al recha­ Habría sido fácil para Gombrowicz considerar su zar la madurez y la forma Gombrowicz se siente obra como una lucha por una madurez real. Pero más libre, pero no puede olvidar que ha hecho, todo su inteligencia no tiene nada de exterior: es la lo más, una transferencia particular: en su obra respiración natural de todo su ser y no admitiría tiende -icon qué eficacia!- hacia la madurez y una nota falsa. Su inmenso orgullo no le permite, hacia la forma definitiva. O CESAR FERNANDEZ MORENO

Un libro por día

La Editorial Sudamericana ha trasladado sus ofi­ Así anduvo buscando el rumbo a su paso de emi­ cinas al barrio sur de Buenos Aires, calle Hum­ grado, hasta que don Rafael Vehils lo lIam6 para berto 1°, 545; a ese barrio que fue el centro inicial dirigir una editorial que se iba a formar en la Ar­ de las fundaciones españolas y que luego, a lo gentina. Antes de aceptar la propuesta, L6pez largo de los pocos siglos de nuestra historia, se L1ausás pens6 en regresar a su pais de todos mo­ ha ido desplazando hacia el barrio norte que con­ dos, pero entonces era imposible. De esta manera centra actualmente los firmes restos de la aristo­ L6pez L1ausás fue a Buenos Aires en 1939, a con­ cracia terrateniente y los ya mucho más que co­ ducir la editorial Sudamericana que se había forma­ mienzos de la burguesía industrial. Desde ese viejo do allí con un directorio muy brillante, resultado de centro que ahora renace por inspiración del api­ la aproximaci6n de un grupo de intelectuales de ñamiento comercial, la editorial ha trazado para este cierta capacidad econ6mica, tales como Victoria año 1967 un promedio de publicaciones de un li­ Ocampo, Oliverio Girondo, Alejo González Garaño y bro por dia, incluyendo en esta inusitada cifra las Eduardo Bullrich, con otro grupo de capitalistas ar­ reimpresiones y las publicaciones de las editoria­ gentinos y alguno españoles encabezados por el les filiales o distribuidas. mismo Rafael Vehils, grupos aproximados entre El gerente actual de la editorial es el mismo que sí por la mediaci6n amistosa de María de Maeztu. la viene dirigiendo desde su fundación en 1939: A raíz de las muy diversas intenciones de sus don Antonio López L1ausás. Tiene actualmente se­ directores en cuanto a su rumbo editorial, Sudame­ tenta y nueve años, y trabaja sin embargo al mis­ ricana anduvo un tiempo a la deriva. Victoria Ocam­ mo ritmo juvenil y optimista que sus dos colabora­ po apiraba a que la editorial reflejara los últimos dores inmediatos, el subgerente Fernando Vidal cambios de la vanguardia europea, Oliverio Giron­ Buzzi y el director literario Francisco Porrúa. Ló• do se empeñaba en transmitir lo esencialmente au­ pez L1ausás llegó a la Argentina arrastrado por las t6ctono y nacional, y los españoles, por su parte, circunstancias de la guerra civil española de 1936. algo así como la España de Carlos V y Felipe 11. De esta manera, si no a través de sus capitales, que A su vez, L6pez L1ausás había traído ya de Euro­ fueron argentinos desde un principio, si a través pa algunos contratos con firmas tan prestigiosas de su jefatura técnica, la editorial Sudamericana como Baroja, Marañ6n y Madariaga. Vacilante el es una de las que se instalaron entre nosotros co­ negocio editorial, la empresa deriv6 hacia el libre­ mo resultado de la imposibilidad de continuar la ro y adquiri6 la vieja Librería del Colegio. vida en la península, circunstancia que se dio en A partir de este momento se entreg6 a L6pez tantos intelectuales, editores y libreros españo­ L1ausás la direcci6n efectiva de la empresa: el pri­ les en aquel momento decisivo. mer año de éxito fue 1940, en que el gerente con­ Un siglo atrás, el abuelo de López L1ausás ha­ tó con la colaboraci6n de Julián Urgoiti, que había bia fundado varios periódicos que hoy se recuerdan actuado anteriormente en la direcci6n de Espasa­ en la historia de la cultura barcelonesa. Su padre, Calpe Argentina. Jorge L6pez L1ovet, hijo de L6pez don Antonio López, tuvo a su vez una gran edi­ L1ausás, se incorpor6 a Sudamericana hacia 1947: torial que hasta su fallecimiento fue uno de los su juventud y su permanente deseo de experimentar centros libreros más gravitantes en Barcelona. L6­ significaron un aporte decisivo para la editorial. En pez Llausás se separ6 de este tronco editor que le 1960 comienza a actuar Porrúa, y Vidal Buzzi lo venia del abuelo y fund6 su propia empresa, que hace en 1965, reemplazando a L6pez L1ovet, pre­ alcanz6 a publicar, antes de la guerra, muchos im­ maturamente fallecido. En este punto, se torna me­ portantes libros en catalán. Pero le fue necesario lancólica la entrevista con este padre que ha debi­ salir de España en 1936 luego de tres meses de do reasumir la juventud del hijo desaparecido. Las guerra civil: era republicano y dej6 su ciudad natal preguntas se hacen más entrecortadas a los cuarenta y ocho años de edad. Hizo varias ¿Las alternativas políticas , a lo largo tentativas de radicaci6n: en Paris, en Colombia. de todos estos años, han influido en el desarrollo Estas tentativas fracasaron: en todas partes encon­ de la editorial? La respuesta es que se ha procura­ traba entre los hijos de España esa misma separa­ do en todo momento mantenerla aislada de esos fac­ ci6n que les impedía trabajar juntos en su patria. tores políticos. ¿Porvenir de la editorial? «Estupen- 62 CESAR FERNANDEZ MORENO

do, si no se le ponen trabas, tales como recargos que existe la Unesco. El representante en la Ar­ a la importación de papel o de maquinaria de im­ gentina de esta organización es editorial Sudame­ prenta, burocracia en los cobros del exterior, etc. ricana. La industria editorial está mimada en el mundo CFM: Tengo entendido (no sé si es un secreto) por todos los gobiernos. Aquí no nos miman ni que también entra en los planes de la editorial nos han mimado ninguno de los gobiernos que se empezar a producir y distribuir discos literarios. han sucedido en la Argentina en estos años: por FVB: La distribución es un hecho; la producción eso, bastaría con que no se pusieran trabas. Y es está en curso de estudio. lo que esperamos.» CFM: El mercado argentino, como consumidor Dejamos a don Antonio López L1ausás en su de la industria editorial, ¿cómo lo calificarían us­ despacho y pasamos a conservar con sus inmedia­ tedes? tos colaboradores, Fernando Vidal Buzzi y Fran­ FVB: Es el mejor de América Latina. cisco Porrúa. En este caso, la multiplicidad de los CFM: ¿Y, si lo comparamos con otro tipo de mer­ hablantes impone grabar el diálogo. Damos a con­ cados, por ejemplo europeos o de América del tinuación sus principales secuencias. Norte? FVB: Tiene casi, diría yo, un nivel similar al de esos países. Similar a lo que se puede consumir El "boom» editorial en Estados Unidos, o a lo que pueden consumir en Francia, proporcionalmente al número de hab:­ CFM: ¿En el momento actuar, la editorial Sudame­ tantes y al nivel cultural y económico. ricana es una sociedad anónima? CFM: Esa similitud estadística y cultural, ¿es al­ FVB: Una sociedad anónima con capital sumamen­ go que se ha producido últimamente o se registra te dividido, parcelado, y el gobierno normal de las desde hace tiempo? sociedades anónimas: un directorio. FVB: Ha sufrido un crecimiento natural a través CFM: y la parte específicamente literaria ¿en qué de todos estos años. forma se organiza y dirige? CFM: ¿Acentuado en estos últimos años, hasta FVB: Hay un departamento editorial que dirige el punto de poderse hablar de un boom editorial, Francisco Porrúa. como se habla? CFM: ¿Y el gerente y subgerente de la em­ FVB: Sí, en los últimos cinco años se ha produ­ presa? cido un crecimiento notable. FVB: López L1ausás es el gerente y yo el subge­ CFM: ¿Ustedes podrían arriesgar alguna hipóte• rente general. sis sobre las causas de ese crecimiento? CFM: La empresa, aparte de sus actividades edí• FVB: Pienso que en la Argentina los lectores han toriales ¿tiene otras? llegado a un grado de madurez suficientemente FVB: Distribuye libros de casas como Hermes, importante como para ir consumiendo mayor canti­ Edhasa, Minotauro y Sur. dad de libros. A ello se agrega, además, el creci­ CFM: O sea que es editora y distribuidora. miento de la población universitaria y el progreso FVB: Pero básicamente es editora. de la alfabetización. CFM: Al mismo tiempo publica revistas. CFM: ¿Y, no podría tener alguna influencia, co­ FVB: Publica algunas. Diógenes, por ejemplo, es mo ha señalado Noé Jitrik, la formación de una una revista de un nivel intelectual sumamente ele­ especie de neoburguesía de tipo industrial que no vado, hecha en su edición original francesa por existía hace cinco años, es decir de una clase con la Unesco, y que aparece en inglés, en francés, una especial capacidad adquisitiva y con un interés en italiano, en árabe y en castellano. Nosotros ha­ por consumir cultura, que no estaban dados en cemos la edición castellana, por convenio especial sectores sociales anteriores? con la Unesco. FVB: Creo que ese proceso se da evidentemente, CFM: Que es bastante antiguo, según creo re­ porque sucede en todos los países del mundo, pero cordar. no se puede dar en cinco años, sino en quince o FVB: Exactamente, el primer número sale desde veinte. UN LIBRO POR DIA 63

CFM: Un proceso que ahora está desarrollándo­ Problemas de las editoriales se, entonces. FP: Pienso que ha habido indudablemente un CFM: Volviendo al problema mismo de la venta crecimiento de la clase media, que tiene relación del libro: en este mercado argentino que ustedes con el proceso de industrialización del país, yeso han considerado tan bueno como otros más califi­ ha aumentado la capacidad de lectura. Digamos cados mundialmente, ¿qué influencia tiene en la que ha aumentado el nivel cultural de la clase industria editorial el problema siempre presente de media, que tiene relación, como decía Vidal, con la inflación? ¿En qué forma perjudica y perturba la población universitaria, porque creo que esas a la industria editorial? nuevas generaciones de lectores son ante todo ge­ FV8: Perturba en tanto no permite una estabili­ neraciones jóvenes. Es decir: no ha habido un dad de los precios y deteriora la capacidad de cambio en la actitud de las personas que tienen consumo de la gente. Al deteriorar esa capacidad cincuenta o sesenta años, como si de pronto hu­ de consumo, evidentemente se deteriora la capa­ biesen tomado conciencia del país. Los nuevos cidad de compra. Además, la empresa, ya desde el lectores son los hombres de veinte, treinta, hasta punto de vista interno, se perjudica enormemente de cuarenta años. por no poder fijar costos exactos, ni abaratar cos­ CFM: Diríamos entonces que ese crecimiento de tos, no saber nunca exactamente cuál va a ser la la cultura y del interés por el libro sería más bien proyección financiera de los planes editoriales. de tipo generacional que de clase social, y no po­ Nosotros hacemos un plan de producción, sabemos dríamos hablar de un crecimiento de la cultura los títulos que vamos a publicar, pero nunca sa­ popular, o de una confusión de esos dos mercados, bemos cuánto nos va a costar ese plan de produc­ que siempre se han discernido, el culto y el po­ ción. Eso, evidentemente, nos limita, nos hace pular. mucho más cautos. FV8: Es muy difícil establecer una distinción en­ CFM: y la expansión editorial de la industria ar­ tre el mercado culto y el mercado popular. Es de­ gentina en el mercado latinoamericano, ¿también cir, los que se llaman en el mundo de la edición está perjudicada por ese proceso de inflación o el circuito culto y el circuito popular, están dados ahí juegan otros factores de tipo internacional? por el tipo de libro que los producen. Al circuito FV8: Interviene un factor importante, que es la popular correspondería el libro policial, el western, gran competencia que se libra con España y México. ese tipo de obras, y en cambio al culto el libro Son los dos rivales, especialmente España, que tie­ de nivel intelectual más elevado. ne condiciones internas mucho más favorables FP: Dentro de ese nivel popular, yo creo que para la industria editorial. también ha habido un desarrollo y un aumento. CFM: ¿Qué se entiende por condiciones internas? Nosotros no experimentamos directamente el fenó• FV8: Condiciones de financiación, facilidades meno, porque no publicamos ese tipo de libros, para la exportación. pero entiendo, por lo menos, que ha habido un au­ CFM: ¿Podría decirse que la industria española mento del consumo de toda esa literatura popular. editorial es una industria protegida por el estado? No me parece, sin embargo, que se pueda hablar FV8: Prácticamente todas las industrias editoria­ de una división entre lo generacional y lo social. les del mundo son protegidas por el estado. Creo que esos dos elementos están unidos, es CFM: ¿Inclusive la argentina? decir, se trata de generaciones que pertenecen a FV8: No, la argentina es una de las menos prote­ nuevos estratos sociales en marcha. gidas. Por ejemplo, en Francia, si bien la protec­ CFM: Pero en esas generaciones, ¿habría repre­ ción no es muy grande desde el punto de vista sentantes de todos los estratos sociales? económico, lo es desde el punto de vista de la FP: No, en esas generaciones hay sobre todo difusión, la promoción internacional. Lo mismo su­ clase media universitaria. cede en Inglaterra. Lo mismo sucede en Estados CFM: Así que volveríamos al punto de partida. Unidos. En general la industria del libro es una FP: En el plano de la llamada literatura cuita, no industria de prestigio. Como da una imagen impor­ en el de la literatura popular. tante del país, es una industria de la cual el esta- 64 CESAR FERNANDEZ MORENO

do se ocupa. En la Argentina se ocupa poco, muy produciendo la unidad cultural latinoamericana, y poco. esto se ve sobre todo en el interés que tienen los CFM: y correlativamente a esa falta de protec­ países latinoamericanos por nuestra literatura (al ción, o a esa menor protección, ¿hay una comple­ menos por algunos escritores importantes), y en ta y total libertad en cuanto al desarrollo del con­ el interés que estamos mostrando nosotros tam­ tenido literario o ideológico de la industria edito­ bién en escritores latinoamericanos. Un ejemplo rial, o hay alguna forma de censura expresa o concreto nuestro: trataremos de publicar en estos tácita, o de autocensura siquiera? años próximos prácticamente la obra completa de FVB: No, absolutamente no. Garcia Márquez, a partir de una obra inédita y CFM: ¿Yen el orden de la expansión hacia el luego las reediciones de las obras anteriores, y mercado latinoamericano? será el primer caso asi de un narrador que ha co­ FVB: No, tampoco. menzado su carrera literaria fuera del país y que CFM: Pero en e! mercado latinoamericano hay, va a convertirse en un escritor extranjero editado por lo menos, una escisión muy grande a partir en la Argentina. Eso yo creo que se produce pre­ de Cuba. Ahí, ¿ustedes pueden entrar con sus li­ cisamente porque la temática de Garcia Márquez bros? es latinoamericana. FVB: El problema con Cuba es de orden econó• CFM: ¿Tenemos una temática, o un estilo, o pro­ mico, es decir, que los cubanos no pueden com­ blemas comunes en toda esa literatura latinoameri­ prar libros porque no tienen divisas. Cuba está cana cuya unidad se estaria formando? empezando, recién ahora, a firmar algunos conve­ FP: Tenemos, por supuesto, problemas comunes, nios con otros países, para poder comprar libros. económicos, sociales, culturales y políticos, y es- Además, hay un problema muy grave que es la deuda pendiente en Cuba. En algunos casos, como en el de España, el gobierno de la revolución se (1) La posición cubana respecto a este problema se ha definido con posterioridad a esta entrevista. En su dis­ hizo cargo de las deudas que habian quedado pen­ curso del 29 de abril, Fidel Castro ha declarado que dientes de comerciantes anteriores. En la Argenti­ Cuba «adoptó, de hecho, la decisión de abolir tam­ na todavia no ha llegado la hora (1). bién la propiedad intelectual. [ ... ] En Estados Unidos hay miles y miles de libros técnicos. Pues bien, noso­ CFM: Con los demás paises latinoamericanos. tros hemos empezado por declarar abolida la propie­ ¿existen problemas parecidos a estos? dad intelectual de todos los libros técnicos de Estados FVB: Hay bancos centrales que tienen estableci­ Unidos. [ ... ] ¿Ya cambio de eso qué damos nosotros? das ciertas normas para el pago de divisas, pero Nosotros consideramos un deber de la sociedad ayu­ dar, estimular, consideramos un deber de la sociedad en principio no hay problemas. el de proteger a todos los creadores intelectuales. No CFM: y con el Brasil, ¿hay un movimiento de ex­ de protegerlos , quizá ese no es el concepto adecua­ portación importante o el idioma es una barrera do. Nosotros consideramos que deben ocupar su lugar insuperable? en la sociedad, con todos los derechos, como trabaja­ dores eminentes, nuestros creadores intelectuales. [ ... ] FVB: No es una barrera insuperable. Es una ba­ Nosotros desde ahora decimos que renunciamos a rrera seria para los libros de literatura; no para los todo derecho sobre nuestra propiedad intelectual; y que, libros técnicos, entendiendo por técnicos, en senti­ arregladas las cosas entre el productor intelectual cu­ do amplio, libros universitarios, derecho, medicina, bano y el gobierno cubano, nuestro pais renuncia a todo derecho de propiedad intelectual. Es decir, que ingeniería, ciencias, etc. nuestros libros podrán imprimirse libremente en cual­ quier lugar del mundo; mientras nosotros, a la vez, nos consideramos con el derecho a hacer lo mismo. [ ... ] Unidad cultural latinoamericana Podemos, naturalmente, hacer algunos arreglos de mu­ tua conveniencia con cualquier país; que envíen libros de los cuales impriman grandes cantidades, y nosotros CFM: Pasando un poco del plano editorial al pIa­ enviemos libros de los cuales imprimimos grandes can­ no cultural, ¿se percibe desde el ángulo de la ac­ tidades. Cualquier tipo de intercambio de libros ya im­ tividad de ustedes una posible unidad cultural o li­ presos, cualquier tipo de arreglo de esa índole, noso­ tros lo podemos hacer perfectamente; todo lo que pue­ teraria latinoamericana? da convenir en este sentido a cualquier país» (Granma, FP: Sí, yo creo que es muy evidente que se está La Habana, 7 de mayo). UN LIBRO POR OlA 65

tán desapareciendo, además, las retóricas naciona­ lovaca, digo italiana, digo francesa, digo inglesa y les, en favor del lenguaje hablado, y, por supues­ pasa lo mismo con Mallea, con Sábato, con Muji­ to, el pintoresquismo local. ca Láinez y prácticamente con todos. CFM: La literatura de mera pintura, realista. CFM: ¿Ustedes se ocupan activamente en promo- FP: Exactamente, o la literatura de contexto ele­ ver ese tipo de intercambio? mental y estilo folklórico convencional. FVB: Nos ocupamos activamente. CFM: ¿Podemos seguir diciendo, como se ha CFM: ¿Tienen agentes en el exterior? dicho muy repetidamente, que nuestros libros son FVB: No tenemos agentes en el exterior. Maneja­ caros, que sale cara su edición y cara su compra? mos desde aquí las negociaciones y hay relacio­ FVB: No, yo no creo que el libro argentino sea nes directas con las editoriales europeas. más caro en el mercado local argentino que en el CFM: ¿Podrían darme algún ejemplo en Francia, mercado francés o en el mercado norteamericano. en Italia, en España? Recordemos, sin embargo, que si tenemos veinte FVB: Cada autor tiene su casa. De alguna ma­ millones de habitantes, Estados Unidos tiene tres­ nera, hay determinadas empresas que tienen cier­ cientos y forzosamente esa mayor posibilidad de tas preferencias en su catálogo por Cortázar y otras hacer una gran tirada abarata los costos de los por Mujica Láinez, y otras por Sábato... libros. Aunque nosotros, teóricamente, partimos de FP: Hay algunos asesores en editoriales norte­ un mercado latinoamericano que es enorme, la ca­ americanas e inglesas, por ejemplo en Harper y en pacidad de consumo que tiene ese mercado no es Collins, que están demostrando especial interés comparable todavía con la del mercado norteame­ en la literatura latinoamericana. Lo mismo que Cail­ ricano. lois en Gallimard, !talo Calvino en Einaudi o Vale­ rio Riva en Feltrinelli. CFM: ¿Por razones de cultura o por razones de CFM: Así que siempre hay una persona detrás organización? de esas editoriales... FVB: Yo diría por razones económicas, y también FP: Siempre hay una persona. por razones de nivel cultural. CFM: En el caso de Harper y de Collins, ¿quié­ CFM: En esas condiciones, se me ocurre que nes son? debe ser difícil prever uria expansión de la indus­ FP: Roger Klein, en Harper, hasta hace poco, y tria editorial argentina hacia un mercado mundial. Cohen en Harvill-Collins. FVB: No, de ninguna manera, porque el merca­ CFM: Pero también eso es resultado, tiene que do latinoamericano está creciendo cada día más. serlo, de un interés general que se ha despertado Es decir, año a año ese mercado latinoamericano en el mundo con respecto a las culturas latino­ consume más libros. Ese mismo fenómeno de desa­ americanas. rrollo cultural, de crecimiento cultural, incluso de FVB: El problema es el siguiente: América Lati­ conquista de status, que se produce acá en la na, desde hace ya unos cuantos años, es noticia Argentína, se produce en otros países de América en Europa, en térmínos generales. Es decir, las Latina. convulsiones políticas han convertido a América CFM: Pero, por ejemplo, ¿tenemos posibilidades Latina en un problema mundial. Además, después de exportar a Europa? de la guerra se ha producido una expansión indus­ FVB: A España sí, cómo no, pero el mercado es­ trial de los países europeos que se vuelca hacia el pañol no es muy importante, desde el punto de mercado latinoamericano. Así que el interés por vista del volumen. América Latina crece ampliamente, la información CFM: ¿Y tenemos posibilidad de exportar nues­ crece, y por lógica se produce una corriente que tros autores, traducidos a idiomas extranjeros? llega también a la cultura latinoamericana. FVB: En el caso de la editorial Sudamericana po­ CFM: Esa corriente ha de insertarse en un pro­ demos decir que prácticamente todos nuestros prin­ ceso más general, que sería el pasaje de América cipales autores están traducídos a diversos idio­ Latina de un nivel general de subdesarrollo a un mas. Acaba de llegar, por ejemplo, una edición nivel general de desarrollo. ¿D ese interés que de­ checoeslovaca de Cortázar, y como digo checoes- muestran los europeos es simplemente el interés 66 CESAR FERNANDEZ MORENO 1

que tiene por un país dependiente un señor que así como una revitalización. Eso fue muy evidente está en la metrópoli de la cultura económica? en el caso de la novela norteamericana: Heming­ FVB: No creo que se pueda decir ni una cosa way, Faulkner, Dos Passos, por ejemplo. Y aquí, ni la otra. Yo creo que en este momento todavía en América Latina, se está produciendo un fenó• no es nada más que el interés que puede desper­ meno parecido, en relación con Europa y con Amé­ tar la curiosidad de conocer un fenómeno nuevo. rica del Norte. La novela latínoamericana o la li­ FP: Creo que el fenómeno puede compararse de teratura en general latinoamericana ofrece una algún modo con el que ocurrió hace algunos años, imagen nueva y la posibilidad de una revitalización cuando la literatura norteamericana empezó a lla­ de la novela. Una novela nueva, distinta, una nove­ mar la atencíón en Europa como fenómeno cultural la que de algún modo da una visión no solamente nuevo, que para Europa significaba también algo de un mundo nuevo sino de una nueva posibilidad del género. CFM: ¿También puede interesar, por ejemplo, un renovador técníco como Cortázar, o un estilista como Sorges, y no solamente un gaucho como PAPELES DE Martín Fierro o unos Recuerdos de provincia? FVB: Recuerdo haber leído hace años un artícu• SON ARMADANS lo de Maurice Slanchot en el cual decía que Sor­ ges era el escritor que le hacía falta a Francia. Revista mensual dirigida por Es decir, que simplemente no era una razón de Camilo José Cela orden pintoresco, sino que lo que estaba valoran­ do era el estilo de Sorges, es decir, una nueva perspectiva de visión literaria del mundo. Esto es SUMARIO N" 134 (MAYO 1967) muy importante. Vargas Llosa nos contaba hace poco lo que significó la presencia de Sorges en el C. J. C.: Respuestas a unas preguntas de homenaje a Shakespeare en la Unesco, en Francia. Alexandru Georgesco. Los franceses veían a Sorges como una especie de RICARDO SENASRE SEMPERE: Sobre la aparición, y del mismo modo los latinoamericanos técnica de la gregueria. somos también una aparición, un nuevo mito. FLORENCIO MARTINEZ RUIZ: El último tea- tro realista español. JORGE C. TRULOCK: La base de la columna. Formar al público JUAN FARIAS: Paca la Redentora. ANTONIO SENEYTO: Juan Zúñiga y su CFM: Se ha hablado, y vos has hablado en una trayectoria pictórica. conferencia que en parte ha servido de base para AMELlA AGOSTINI DE DEL RIO: Recordando este interrogatorio, de estructuras de producción a Azor/n. y consumo, en libros, y de su influencia recíproca. C. RODRIGUEZ AGUILERA: El Park Güel/, Me parece que es punto muy interesante, porque de Gaud/. abarca la posibilidad del editor de influir en la evo­ ANTONIO MOLlNA: La hora de razonar. lución cultural de su ambiente, o bien de aceptar­ lo a libro cerrado (nunca más justa la expresión Precios de suscripción: que aqul), y meramente limitarse a producir lo que Un año, 700 ptas.; 6 meses, 375 ptas. la estructura de consumo quiere. La editorial Sud­ Extranjero: Un año, 15 dólares. americana, dentro de esa disyuntiva u oposición, ¿se inclina por una actitud de formar el gusto del Redacción - Administración público o acepta ese gusto y trata de sujetarse Francisco Vidal, 175. La Bonanova. a él? PALMA DE MALLORCA (España) FVB: Nos inclinamos netamente por formar el gusto del público. UN LIBRO POR DIA 67

CFM: ¿Y lo logran? Yo creo que los libreros (es un fenómeno mundial), FVB: Es un poco arriesgado decirlo, pero creo no están a la altura del proceso cultural en nin­ que poco a poco lo estamos logrando. Voy a dar gún país del mundo. Lo que pasa es que acá en un dato estadístico que es importante. El año pa­ la Argentina, por una serie de razones prácticas sado, mejor dicho en el pasado ejercicio social (falta de formación, falta de tradición, crecimiento nuestro, del libro de autor argentino que menos se muy rápido, digamos así, del interés por el libro) vendió, colocamos en librerías el 40 por ciento de se ha producido una especie de déficit de libreros su tirada. De una obra de Q'Neill, en cambio, se capacitados para difundir el libro. Pensá, por vendió sólo el 35 por ciento de la tirada. Es decir, ejemplo, que España produce trece mil títulos. La estamos despertando, tratando de crear, de íntere• Argentina debe estar produciendo alrededor de sar al público en los autores argentinos. La reite­ cinco, México debe estar produciendo alrededor ración constante de nombres nuevos, la promoción de cuatro. Contá todo lo que se publica en otros de figuras nuevas, va poco a poco creando, yo no paises, etc.; es decir que hay una masa enorme diría el gusto, sino un tipo de mentalidad distinto, de libros que el librero no está en condiciones de un tipo de mercado distinto. dominar. CFM: ¿Qué recursos utilizan ustedes para agredir CFM: y la venta en la calle, ¿puede suplir en al­ al lector, para agredirlo en el sentido de obligarlo guna forma esa deficiencia librera? a interesarse por un libro, comprarlo y leerlo? FVB: Todavía la venta en la calle, acá en la Ar­ FVB: Es prácticamente imposible obligar al lec­ gentina, no es un importante canal de ventas. No tor, porque el libro nunca va a ser un artículo de por lo menos como en otras partes del mundo, consumo obligatorio, salvo un libro de texto. Nos­ porque el público de la calle, el público que va otros utilizamos todos los medios normales: de por la calle, no está acostumbrado a comprar li­ promoción directa, medios publicitarios, etc. Y lue­ bros. Poco a poco se podrá ir creando un mercado, go, lo que pensamos, y lo que la experiencia de­ insistiendo en mandar libros a los quioscos. El tipo muestra, es que dándole calidad al público, el pú­ de libro que se vende en los quioscos es un tipo blico, poco a poco, va teniendo fe en un sello. Y de libro que de alguna manera tiene cierta afini­ además de tener fe en el sello, va acostumbrán­ dad con la revista. dose a que si un autor, un novelista, en fin, un CFM: ¿Y cómo ven ustedes, como editores, esa ensayista, un poeta argentino aparecen en una edi­ aproximación entre la literatura y el periodismo que torial que ha publicado una serie de libros buenos, lleva a su vez a esa aproximación entre la revista ese autor será también bueno. No desengañar al y el libro? ¿Les parece que es un movimiento que público, digamos así, a través de una trayectoria, debe ser estimulado, o más bien debe mantenerse es la mejor manera de ir promoviendo la propia li­ nítidamente aquella diferencia? Es decir, la revista teratura. cada vez más se parece al libro y los libras cada CFM: ¿El recurso de los libros de bolsillo que vez más se parecen a la revistas. Pongo un ejem­ ya ustedes han utilizado en la Colección Piragua, plo: las Crónicas de Jorge Alvarez. Hasta tienen piensan continuarlo, intensificarlo? titulo de revista: Crónicas. Ese tipo de libros al­ FVB: Sí, sin duda. Nosotros creemos que en canza, se me ocurre, una facilidad para ser vendi­ la actual situación del mercado, y no solamente del do en la calle... mercado latinoamericano sino del mercado mundial, FVB: Es posible, pero eso va a ser siempre un el libro de bolsillo se va a ir haciendo poco a fenómeno aislado. No se puede sacar de ello con­ poco una necesidad cada día más grande. El libro secuencias generales. de bolsillo es el libro hecho a la medida del hom­ CFM: Es decir, va a haber siempre una lectura bre moderno, del hombre ocupado; y, además, de calle, de subterráneo, de tren, y una lectura de por su precio, que está al alcance de todos. gabinete... CFM: ¿Los libreros y los distribuidores están en FVB: El problema fundamental es el siguiente: la Argentina a nivel de la potencia y de la capaci­ de alguna manera, paradójicamente, aunque no lo dad de la industria editorial? parezca, un mercado que se parece relativamente FVB: Bueno, habría que decir en general que no. bastante al mercado argentino de libros es el mer- 68 CESAR FERNANDEZ MORENO

cado francés. Y el fenómeno que se ha producido main y se tropieza cada cinco metros con una mesa en el mercado francés respecto de la venta calle­ de libros o un expositor o un display. jera no es que los quioscos hayan sustituido a las CFM: Pero no se puede negar esa aproximación librerías, sino que las librerías se han extendido hasta en las características formales (portadas, pre­ sobre la calle. La librería ha interferido en el paso sentación, tipografía), entre revistas y libros. Por del transeúnte. Ahí es donde se produce realmente ejemplo, Eudeba mismo ha sacado algunas colec­ la gran revolución en la venta del libro. ciones de contenido sumamente serio. Los Cua­ FP: Pero no con libros parecidos a revistas. dernos de Eudeba, que tenían un formato y una FVB: No, con cualquier tipo de libro clásico. En apariencia de revista. el caso de Francia se produce de una manera ge­ FVB: Sí. Sin embargo. pareciera ser que esas neral. Uno se pasea por el boulevard Saint Ger- colecciones son precisamente las que menos se vendieron en los quioscos. Además, al lector de ese tipo de temas, casualmente, ese formato le resulta sumamente incómodo. CFM: ¿Cómo ven el futuro inmediato de la in­ Revista dustria editorial argentina? ¿Continuará su etapa actual de desarrollo? de Occidente FVB: Depende un poco de las circunstancias económicas generales del país. La industria edito­ publicación mensual rial, como cualquier industria, no es un comparti­ mento estanco dentro de la economía del país. INDICE DEL N° 51 (JUNIO 1967) Por lo tanto, su desarrollo o su mantenimiento en este nivel depende un poco de cuál sea la evolu­ CELSO FURTADO: La hegemonía de los Estados ción económica del país. Unidos y el porvenir de Iberoaméríca CFM: Concretamente, ¿la editorial Sudamericana KARL AUGUST HORST: Don Nadíe y la líteratura tiene un plan muy vasto para 19677 FVB: Sí, un plan muy vasto. Prácticamente, do­ CARLOS MARTINEZ DE CAMPOS: Medítacíón so­ bre la guerra blaremos el número de novedades. CFM: ¿En ese plan, se contempla la entrada de JUAN G. ATIENZA: Dos relatos autores desconocidos, noveles? LUIS ROSALES: Retrato FVB: Sí, bastante, si interpretamos que autor no­ CARLOS BARRAL: Poema vel no es sólo aquel que publica un primer libro, sino aquellos que son poco conocidos. En ese ni­ GUILLERMO DE TORRE: Rumbo líterarío de Sal­ vador de Madariaga vel yo creo que tenemos una docena de autores nuevos. E. INMANN FOX: Ramíro de Maeztu y los ínte• lectuales FCM: ¿Reciben ustedes muchos originales de au­ tores noveles inéditos? ANTONIO COLODRON: "La evolucíón conjunta FP: Se recibe y se lee, prácticamente, un original de los anímales y su medía», por Faustíno Cor­ dón por día. CFM: Es un trabajo tremebundo. Y esa lectura ¿les resulta recompensadora desde el punto de vista editorial, se encuentra calidad en la propor­ Número suelto: 50 ptas. - Un año: 500 ptas. Extranjero: 60 ptas. - Un año: 600 ptas. ción debida? FP: Si se descubre un buen escritor cada cien originales, es ya un buen signo. Redacción y Administracción: CFM: ¿Los concursos de publicaciones periodís• Bárbara de Braganza, 12 ticas proporcionan también autores de interés? Madrid (4) España FP: Los concursos proporcionan material, pero nosotros tenemos una política activa en ese senti- UN LIBRO POR DIA 69

do. Buscar a los autores que han publicado algo FVB: Lentamente se está empezando a notar un en alguna revista o que han publicado un primer mayor interés por la poesía. libro que ha pasado inadvertido, pero que nos pa­ FP: En el caso de Alejandra Pizarnik, premiada rece de calidad. Hablamos entonces con el autor también con el premio municipal, estaba práctica­ y preguntamos si tiene alguna obra en preparación, mente agotada la edición antes del premio. alguna obra para publicar; de algún modo tratamos FVB: Claro, con tiradas pequeñas todavía, de no de acercarlos a la casa e invitarlos a que publi­ más de mil quinientos ejemplares en el caso de quen aquí, a que sigan escribiendo. los poetas jóvenes. CFM: Pero de todas maneras es un fenómeno sorprendente, que tal vez podríamos paralelizar con Los géneros literarios como materia editorial el desarrollo del interés por el cuento. Porque el cuento enfrenta una perspectiva menor, tiene una CFM: ¿Consideran ustedes que Sudamericana es aproximación a la poesía, que inversamente (como una editorial fundamentalmente literaria? ¿O tiende lo subraya Castellet en su antología de poesía es­ a abarcar la cultura más en general? pañola), tiende a hacerse épica. A lo mejor ese FVB: Las empresas editoriales que quieren tener epicismo en la poesía podría ser lo que le da un cierto volumen no pueden lanzar su producción interés análogo al del cuento. por un solo camino. El camino de la literatura es FVB: El teatro, en cambio, no. El teatro está muy importante para nosotros, evidentemente, pero sufriendo una crisis notable en lo que atañe a la publicamos también ensayos, obras filosóficas y lectura, no en lo que atañe a la representación... series de libros de divulgación. ¿Te interesa saber cuál es el país donde se ven­ CFM: y dentro de la literatura, ¿qué géneros in­ den más libros argentinos? teresan más, editorialmente? CFM: Por ejemplo... FVB: La novela. FVB: Para nosotros, y creo que en general para CFM: La novela, obviamente. Y después de la no­ todas las editoriales argentinas, el gran cliente es vela, el teatro, supongo. Chile. Luego le siguen Venezuela, España, México, FVB: El cuento, aunque el interés por este géne­ Perú, en ese orden. Quiero aclarar que esto, por ro es un fenómeno nuevo. El cuento en la Argen­ supuesto, varía de editorial a editorial, porque cada tina no se vendía hasta hace pocos años. editorial, por la estructura de su producción, puede CFM: ¿Ya qué se atribuiría ese auge del cuento? interesar más a uno u otro país. ¿No al hecho de ser corto y permitir una lectura CFM: Pero Chile es un caso general. ¿Yen Uru­ que se empiece y termine rápidamente? guay? FP: No. Las nuevas generaciones de escritores FVB: En Uruguay hay un gran mercado pero, por casi siempre empiezan por el cuento. Hay induda­ supuesto, dadas las circunstancias económicas por blemente un mayor número de escritores. Hay un las que está atravesando, es el único país latino­ mayor nivel en la literatura argentina, y hay tam­ americano que ha reducido sus compras en el úl­ bién un mayor nivel en el cuento. timo año. FVB: Han aparecido últimamente cuatro o cinco CFM: Yo estuve en Venezuela, y me pareció ad­ escritores jóvenes cuyos primeros libros han sido vertir que allí había una primacfa más bien de las cuentos, realmente excelentes. Eso ha provocado editoriales mexicanas. mayor interés. FVB: Un poco difícil decirlo. La competencia del CFM: Juan José Hernández, que premiamos en mercado latinoamericano es muy grande. el concurso municipal. CFM: Siempre México, España y Argentina. FVB: Sí, Hernández, Daniel Moyano... FVB: Siempre esos tres países. Aunque están CFM: ¿Y la poesía, por supuesto, sigue siendo la apareciendo ya otras industrias editoriales locales. cenicienta, editorialmente hablando? Chile ya la tiene. También están empezando a te­ FVB: Me animaría a decir que casi es más ce­ nerla Colombia, Venezuela, Perú. Así que no sería nicienta la obra de teatro que la poesía. raro que dentro de unos años nos encontráramos CFM: ¿Ah, sí? con que la competencia es mucho mayor aún. O libros y

ROLAND BARTHES autores

Sarduy: la faz barroca

La cultUlafraoce~f3;,-,§~.9ÚD~~t;)'A,§j,~J'l«Ilª,&QJ1­ esta historia está presente en el texto de Severo ~,:,~1~2'0~n ....,..er¡~il~gj.,9z4.mk"~fd~li,1l~f~fL~7,,!~J'2 ~:JjS~g~:' Sarduy, nacional y «materno» como toda lengua, o, para hablar de una manera más neutra, al con- ese texto también nos revela la faz barroca del !~iC12.,de~l.o~EL~~~~s. Al francés le importa e{ idioma francés, sugiriéndonos así que la escritura «algo que decir», eso que se designa corrientemen­ puede hacer todo lo que desee con una lengua y, te con una palabra fónicamente ambigüa, moneta­ en primer lugar, devolverle su libertad. ria, comercial y literaria: le fond, el fondo (o le Este barroco ( palabra provisionalmente útil fonds, el establecimiento, o les fonds, el capital). mientras nos permita desafiar el inveterado clasi­ En materia de significante (esperamos poder em­ cismo de las letras francesas) presente, en la me­ plear esta palabra en adelante sin tener que excu­ dida en que manifiesta la ubicuidad del signifi­ sarnos), la cultura francesa no ha conocido duran­ cante, en todos los niveles del texto, y no, como te siglos sino el trabajo del estilo, las imposicio­ es corriente decirlo, sólo en su superficie, modifi­ nes de la retórica aristotelo-jesuitica y los va­ ca la identidad misma de eso que nosotros llama­ lores del «escribir bien» centrados, por lo demás, mos un relato, sin que se pierda de ningún modo gracias a una regresión obstinada, en la transpa­ el placer de la anécdota. De donde son los can­ rencia y la precisión del «fondo». Hub~9~.t;)t;).~p~r~r tantes está compuesto de tres episodios, de tres atv1a!L~!D]7~~j?,~!~c.9l!§!~clJl!t;)~t~~Jilt;)[ª"Eí:!ª:j[~~~ii:c á' gestos, palabra que recoge el título del primer libro con9~~iE~r;),...•~l~mj.ti.Qª,lJt~li.~r~'~8!?,t~ .• ~!~~l!ª"" ye.DS! de Severo Sarduy y que sería conveniente entender pesara fa ceó;'lIlra del.1alsoesiglllfjgªQ.Q.e eir;)t.entara tanto en masculino como en femenino, pero no en­ íaexperiencia de una escritura~libre Pór"frnccIe~la contraremos en ellos ninguno de esos aditamentos re~·ffi¡stóiIªa~iKeque·faiil"a:.n~!LJ~é.~[E'=- narrativos (personalidad de los protagonistas, si­ vileQíéíSdel «pensamiento». Aún ahora es tan viva tuación de lugares y tiempos, guiños del narrador la resistenc¡;-aTa~empresa de Mallarmé que no y Dios, que ve en el corazón de los personajes) puede ser, aquí y allí, sino «variada», es decir re­ con los que se señala el derecho abusivo (ade­ petida, a través de escasas obras, todas ellas de más de ilusorio) de la realidad sobre el lenguaje. combate: sofocada ya dos veces en nuestra his­ Severo Sarduy relata bien «algo» que nos empuja toria, en el momento del auge barroco y en el de hacia su fin y se encamina hacia la muerte de la la poética de Mallarmé, la escritura francesa se en­ escritura, pero ese algo es libremente desplazado, cuentra todavía en una situación represiva. «seducido» por esa soberanía del lenguaje, que ya Un libro nos viene a recordar que fuera de los Platón pretendía condenar en Gorgias, inaugurando casos de la comunicación transitiva o moral (Pá­ así esa represión de la escritura que caracteriza seme el queso o Nosotros deseamos sinceramente a nuestra cultura occidental. En De donde son los la paz en el Vietnam) existe Un placer del lengua­ cantantes, texto hedonista y por ello mismo revolu­ je, de la misma estofa, de la misma seda que el cionario, vemos entonces desplegarse el gran tema placer erótico, y que este placer del lenguaje es propio del significante, el único predicado de esen­ su verdad. cia que pueda apoyar auténticamente, que es la Nos llega este libro, no de Cuba (no se trata de metamorfosis: las criaturas de Severo Sarduy, cu­ folklore, ni siquieracastrista) sino de la lengua de banas, chinas , españolas, católicas, drogadas, tea­ Cuba, de este texto cubano (ciudades, palabras, trales, paganas, circulando desde las caravelas bebidas, vestimentas, cuerpos, olores etc.) que es hasta los «self-services» y de un sexo a otro, van en sí ee mismo inscripción de culturas y épocas di­ versas. y he aquí que sucede esto, que a nosotros, franceses, nós importa: que esa lengua cubana Este texto de Roland Barthes fue publicado en La Quin­ subvierte el paisaje de nuestra lengua al ser tras­ zaine Littéraire (París, 15-31 de mayo de 1967), con mo­ tivo de la publicación en francés por las Editions du ladada a ella: es, en efecto, una de la escasas Seuil de la novela De dónde son los cantantes, de Se­ ocasiones en que una traducción ha logrado despla­ vero Sarduy, bajo el título de Ecrit en dansant. El tex­ zar la lengua de su publicación en lugar de sim­ to español de la novela, aún inédito, será publicado plemente incorporársela. Si el barroco es español este año por Joaquín Mortiz en México. En el núm. 5 de Mundo Nuevo se han anticipado algunas páginas de según la historia, gongoresco o quevediano, y si la primera parte de dicha novela. (N. de la R.) LIBROS Y AUTORES 71

y vienen a través del vidrio de un parloteo depurado to indigenista, podrían señalarse como anteceden­ que le «pasan» al autor, demostrando así que ese tes de la obra de Arguedas; aunque su trabajo vidrio no existe, que no hay nada que ver tras el trasciende el romanticismo telúrico de los indi­ lenguaje, y que la palabra, lejos de ser el atributo genistas, cuya captación de la realidad local, ade­ final y el último toque de la estatua humana, co­ más, partía de pautas netamente hispánicas o era mo nos lo dice el engañoso mito de Pigmalión, tributaria de un regionalismo estrecho. nunca es nada como no sea su extensión irreduc­ La narrativa de Arguedas, en cambio, no se ago­ tible. ta en la simple «captación del mundo indígena». Sin embargo, los humanistas pueden estar tran­ En realidad. son muy variados los niveles étnicos quilos, por lo menos en parte. La sumisíón que a y culturales que esta obra transparenta: es un la escritura le debe todo sujeto, el que escribe tan­ abigarrado y conflictivo mundo mestizo lo que re­ to como el que lee, ese acto que no tiene ninguna corre, un largo y complejo mundo mestizo que mar­ relación con aquello que la represión clásica llama, ca y destina a los personajes según su orígen con un interesado desconocimiento, el «verbalis­ racial y geográfico, según su estrato familiar o so­ mo» o más notablemente la «poesía», no suprime cial, debido al permanente conflicto entre pautas ninguno de los placeres de la lectura, por poco mentales de filiación hispánica, que configuran la que se quiera encontrar su ritmo justo. El texto de moral y las relaciones humanas, y patrones afec­ Severo Sarduy merece todos los adjetivos que for­ tivos de herencia prehispánica que son íntimas man el léxico del valor literario: es un texto bri­ motivaciones. Por eso, si hay una novela de la llante, ágil, divertido, inventivo, sorprendente y sin tierra y otra de la ciudad, como se ha dicho, Ar­ embargo claro, hasta cultural, y continuamente guedas ha formulado una narrativa de la raza. afectuoso. Yo me temo, no obstante, que para que Pero el tratamiento «animista» que la crítica ha ,sea recibido sin dificultad por la buena sociedad observado largamente en los textos de Arguedas, literaria le falte esa sospecha de remordimiento, no agota la gravitación del mundo físico sobre el esa pizca de culpa, esa sombra de significado individuo indígena. El concepto de animismo pa­ que transforma la escritura y la recupera así, bajo rece aquí insuficiente. Sucede más bien que hay el mote de «obra bella», en cuanto mercancía útil una corriente continua entre individuo y mundo, para la economía de lo «humano». Quízá también entre persona y ambiente. Esta continuidad, siendo le sobre, a este texto algo que molestará: esa ener­ «telúrica» no es simplemente romántica, pues está gía de la palabra, que basta para ratificar a cual­ sometida al drama, al conflicto suscitado por aque­ quier escritor. O lla tensión racial, mestiza, de valores, pautas o hábitos. Así, a un nivel la comprensión religiosa del mundo anuncia una jerarquía patriarcal: los cerros son «padres» de las comunidades indíge• Arguedas: la ambigüedad racial nas, constituyen un marco protector, si bien estas divinidades tutelares estarán también sometidas, Sin duda José María Arguedas es hoy el escritor de una manera esquemática, a la jerarquía cris­ peruano más importante. Su obra, que se inicia en tiana. Desde otro nivel, el hombre que Arguedas 1935 y prosigue aún (1), vertebra una larga bús­ observa aparecerá complejamente queda de la literatura: la plasmación de un mundo el mundo físico, a tal punto que es la «gI30~lrafía"; local, la exploración de nuestra realidad más típi• el medio, lo que se plantea para ese ca. Las ideas de José Carlos Mariátegui sobre una destino. El medio como destino hace que los literatura nacional y las experiencias del movimien- sonajes de esta obra aparezcan derosas y ciegas corrientes que los traspasan a través del drama personal, (1) Arguedas ha escrito: Agua (1935), Yawuar Fiesta f1ictos religiosos, de la complejidad (1941), Diamantes y Pedernales (1954), Los ríos profun­ dos (Losada, 1958), El sexto (1961) y Todas las sangres humillación o la violencia. (Losada, 1964). Como folklorista ha recopilado cancio­ Cuando José María nes y cuentos quechuas y ha efectuado algunos tra­ bajos como etnólogo. 1929 para iniciar sus estudios uniiversiltar,ii(?!3 72 LIBROS Y AUTORES

nacido en Andahuaylas, en 1911), decidió hacerse presentación cronicada así como al diálogo está­ escritor al comprobar la pobreza y falsedad de la tico, a la descripción apenas elaborada y a un literatura que trataba los temas indígenas. Argue­ lenguaje traspasado de exclamaciones y nombres das era prácticamente un hijo del Ande que de­ quechuas. Es la suya una estructuración muy sub­ bía esforzarse para hablar correctamente el cas­ jetiva, que atiende a los ritmos internos del drama tellano; su prosa, por eso, revela aún hoy la ruda desarrollado, más que a la armazón objetiva no­ amalgama de una lengua oral, nativa, y una lengua velesca. Como en los clásicos rusos -sus maes­ escrita, adoptada en buena parte. Pero esta amal­ tros literarios inmediatos- Arguedas atiende pri­ gama configura el estilo de su narrativa; no sólo mordialmente al vigor de una experiencia vivida en en el tono o en el recorrído afectívo y la plasti­ sus puntos extremos y de tensíón; como ellos, en cidad paisajista; parecería también que un patrón Arguedas importa el sentimiento de totalidad que de lengua escrita domina o controla el flujo inme­ integra individuos, ambientes y dramas. diato -descarnado, tierno, familiar- de un patrón Su último libro, Amor mundo y todos los cuen­ de lengua oral nativa. Incluso la estructuración de tos de José María Arguedas (Francisco Moncloa la prosa de Arguedas está señalada por esta sim­ Editores, Lima, 1967), compila los relatos escritos biosis literaria, que recurre a ratos a la simple de 1935 a 1966. Son trece cuentos que dejan ver un largo y lento proceso en el tratamiento: los primeros están escritos como panoramas de la vida comunal, sobre la base de tensas y abigarra­ das "estampas,,; pero la aparente torpeza narrati­ APORTES va está íntimamente ligada al sentimiento de rebel­ Revista trimestral día, que es el tema dominante de esos primeros de estudios latinoamericanos textos. En cambio, los cuentos escritos a partir de la década del 50 revelan un tratamiento más publicada por el ILARI ceñido, un más nítido desarrollo dramático; al SUMARIO DEL NUMERO 4 mismo tiempo la economía verbal suscita la ten­ sión de las situaciones dentro ya del clima má­ FRANQOIS BOURRICAUD: gico que el autor rescata o dentro de la anécdota El ocaso de las oligarquías y la sobre­ que encara de frente. Pero lo importante es ad­ vertir que casi todos los cuentos anuncian un de­ vivencia del hombre oligárquico cidido nivel autobiográfico; casi todos ellos utili­ MARCOS KAPLAN: zan la primera persona y es habitual que el ha­ blante sea un niño. Ahora bien, parecería que es­ Desarrollo socioeconómico y estructuras tos cuentos autobiográficos están planteados como estatales en América Latina una larga ascesis, en una suerte de liberación y reconciliación con la realidad vivida. LU!S MILLONES: En los primeros -"Agua", "Los escaleras", Introducción al estudio de las idolatrías "Warma Kuyay,,- el tema biográfico está inscrito JUAN M. OSSIO: en amplios frescos de la vida comunal que es puesta en tensión por la experiencia de la injusti­ La actitud ante el pasado de los Incas cia: el personaje -un niño mestizo que vive entre • los indios- revela aquí su agitada e impotente re­ Director: Luis Mercier Vega beldía contra los "principales" que sojuzgan y hu­ millan a los indígenas. Es esa impotencia lo que Redacción: 23, rue de la Pépiníere, París 8° en estos cuentos busca reconciliarse con la con­ Administración: 97, rue Saint Lazare, ciencia de una situación, a través de la piedad, de París, 9° la conmocionada afectividad del rebelde. La rebel­ Suscripción anual: 4 $ U. S. A. día también establece su escala de valores: el mundo en la atormentada conciencia del niño, apa- LIBROS Y AUTORES 73

rece ya escindido entre la maldad y la vida natural, "El Kutu en un extremo y yo en otro. El qUlza entre la injusticia y la inocencia; el injusto orden habrá olvidado: está en su elemento; en un pueble­ es revelado así psicológicamente. Al mismo tiem­ cito tranquilo, aunque maula [cobarde], será el me­ po, estos textos ya anuncian el estilo de ligazón jor novillero, el mejor amansador de potrancas, y le del individuo a su comarca, a su sociedad rural; respetarán los comuneros. Mientras yo, aquí, vivo lo que está fuera de la comunidad es conocido amargado y pálido, como un animal de los llanos como "el extranjero", y aun el alma deambula en fríos, llevado a la orilla del mar, sobre arenales ese extranjero cuando hay un desajuste geográfi­ candentes y extraños." co. Este texto es de 1938. A la ambigüedad racial, Pero el nivel profundo de esta aventura de re­ corresponde así la escisión geográfica. Para los conciliación autobiográfica radica en los proble­ indios el destino era evidente: el mundo intrincado mas de la ambigüedad racial. En estos relatos Ar­ y cerrado que atomiza las comunidades y las en­ guedas configura a su "hablante biográfico", al raíza en la tierra, propiciando los abusos del or­ niño evocado, como íntimamente escindido por una den injusto. Para el mestizo, para el niño rebelde, condición mestiza. El personaje niega, a partir de el destino es ya la impotencia. Pero la conflictiva la rebeldía social, el marco protector de las divini­ participación en lo indígena seguirá marcándolo, dades indígenas, pero no podrá desligarse del mis­ aun fuera del marco comunal, ahora en el otro lado mo, y se apoyará más bien en ese paternalismo sa­ del país: la costa. grado cuando el drama se insinúa. Así, en "Los es­ "Orovilca" (1964) es un relato que tiene como caleros": marco la provincia costeña del Perú, pero un mar­ "-El Tayta "Ak'chi" [el cerro] es patrón de Ak'. co todavía tradicional, con valores a los que el ola [la comunidad], cuida a los comuneros, a las niño mestizo puede ajustarse: un principismo moral vacas, a los becerritos, a todos los animales; to­ y una vertiente mágica. Lima, en cambio, es la dos somos hijos del tayta "Ak'chi». otra cara de la medalla. Sobre la vida en Lima "-iMentira! Nadie es padre de los comuneros Arguedas escribirá El sexto, nombre que designa nadie; solos, como la paja de las punas son. ¿El a un presidio famoso por su brutalidad. Como ha corazón de quién llora cuando a los comuneros observado el crítico Alberto Escobar, esta novela nos desuella don Ciprián con sus mayordomos, con reduce la sociedad peruana a un ámbito concreto: sus capataces?" la cárcel; así, aquella permanente rebeldía ante la Pero cuando Juancha -el niño- no puede des­ injusticia, que se revierte en impotencia, en afecti­ cender del cerro que ha escalado, temiendo ser vidad, en torturada conciencia, encontrará en la tragado por el cerro, ruega: escisión geográfica un símbolo concreto -la cár­ ,,-Jatunrumi Tayta: yo no soy para ti; hijo de cel- que refleja la vastedad del malestar social blanco abogau; soy mak'tillo [niño] falsificado. Mí• experimentado en el Perú. rame bien Jatunrumi, mi cabello es como el pelo Pero la ambigüedad mestiza, en su sensible os­ de las mazorcas, mi ojo es azul; no soy como para cilación psicológica, será visible todavía en "El tí. Jatunrumí Tayta." Forastero" (1964), el único cuento de Arguedas que Será, pues, la conciencia del mal lo que marca­ acontece fuera del Perú. Obviamente autobiográfi­ rá con la rebeldía al atormentado personaje, lleván­ co, aquí el personaje es ya un adulto. El cuento dolo a la negación racional del universo religioso narra experiencias de amor y soledad en el lum­ indígena, si bien la conciencia racial, la ambigüe• pen de Guatemala. Una experiencia amorosa sus­ dad mestiza habrá también marcado su particípa• cita en el personaje, otra vez, la conciencia ideo­ ción y su distancia con el mundo originario; el re­ afectiva de su escisión racial: la atmósfera tensa sultado es la impotencia: sólo con la imaginación y cargada de lacerante promiscuidad replantea el puede el niño "destrozar" a los principales, sólo conflicto mestizo; aquí, el personaje se vuelca en su con la afectividad puede conmover a los indios. Un origen indio; el sufrimiento y la soledad se ads­ aparte en el último cuento de esta etapa, "Warma criben a ese origen, con un patetismo maduro, vis­ Kuyay", abandona al personaje, al niño, y es el ceral, en un juego de reflejos y tensiones frente al propio Arguedas el que habla: deteriorado y humanísimo ambiente guatemalteco. 74 LIBROS Y AUTORES

Es uno de los mejores cuentos de J. Ma. Arguedas. Aquí también se plantean tensiones que una psico­ Los últimos cuatro relatos «Amor mundo". hasta logia mestiza transparenta. ahora inéditos, son todavía más descarnadamente Para la literatura peruana la obra de José María autobiográficos y se vuelven de frente hacia otro Arguedas constituye el más serio intento de plas­ nivel de esta psicología mestiza: la experiencia se­ mar un proceso mestizo de nuestra sociedad, una xual. Otra vez el personaje es un niño que habla imagen de la cultura peruana en la literatura. No en primera persona, pero aquí Arguedas es más di­ sólo a través del nivel autobiográfico, que aquí recto, busca apresar los hechos sin detenerse en se ha visto, sino también a través de complejos los ambientes. Y a pesar de la estructura suelta de personajes que irrumpen en sus novelas. Esta obra, estos relatos, el dramatismo y la brutalidad de las y algunos ensayos, postulan también una nueva anécdotas crean un clima de pesadilla; un enra­ idea del personaje peruano: un mestizaje desde recido clima en el que la conciencia herida del dentro, esto es, una cultura que se particulariza a personaje oscila, palpando sus propias pautas, su través de factores y elementos propios que absor­ configuración humana que es bestialmente puesta ben y determinan aún las pautas de herencia his­ a prueba. Lo insistente en esta exploración es aho­ pánica u «occidentales". Esta idea es opuesta y ra el conflicto entre el sentimiento de una culpa mucho más veraz a la concepción tradicional del religiosa ante el mundo sexual, y el sentimiento in­ mestizaje, que sólo confería un papel actuante y dígena de la piedad y la pureza natural de la vida determinante a las pautas hispánicas tradicionales. sexual. En el «Ayla", por ejemplo, los indios rea­ Precisamente es ésta una de las motivaciones lizan una suerte de festividad sexual, de origen más ensayadas en la literatura peruana: la búsque­ tal vez ritual. pero que en todo caso conserva una da de una imagen para nuestra sociedad multifor­ vitalidad y alegría diferentes a la conducta sexual me. Ahora, con mayor realismo, esta imagen em­ de los mestizos; pero el niño, el personaje, no pue­ pieza a ser pensada y plasmada por escritores que de participar de esta fiesta porque es precisamente como Arguedas exploran e incorporan zonas con­ un mestizo. Estos conflictos nos hacen recordar al cretas y típicas de nuestra realidad. Si bien el mes­ no menos conflictivo desarrollo amoroso de César tizaje peruano es más amplio de lo que aparece Vallejo en su primer libro Los Heraldos Negros. en esta colección de cuentos. Arguedas señala en ella un logro fundamental en la creación de una li­ teratura que conciencializa las estructuras del in­ dividuo en relación a las estructuras socio-cultura­ Cadernos les. Y logra esto, naturalmente, a través de una ya probada capacidad literaria. brasileiros JULIO ORTEGA

SUMARIO MARC;:O-ABRIL 1967

VICENTE BARREnO Nuevas publicaciones A crise da cultura alienada FAUSTO WOLFF TV -O riso universal Entre los últimos títulos publicados en París por las ediciones Gallimard, hay algunos que impor­ RAYMUNDO SOUZA DANTAS tan directamente a la América Latina y a España. Sentimento africano Un delgado volumen recoge los Entretíens avec Assinaturas Jorge Luís Borges que en 1965 fueron transmitidos Por um ano (6 núm.): US $11 por France Culture, de la O.R.T.F., y que están a cargo de Georges Charbonnier. En ocho capi­ Rua Prudente de Moraís, n° 129 tulitos divide Charbonnier su inquisición y a través Río de Janeíro de temas como el ultraísmo, las ideas literarias de Borges, el significado de sus ficciones y de LIBROS Y AUTORES 75

sus ensayos, consigue presentar al público fran­ hacerlos aparecer en su verdadera dimensión y cés una imagen suficientemente variada de un poder efectuar un planteamiento más real de los un autor que cada día tiene aquí más prestigio e problemas que aquejan al hombre; sólo entonces influencia. De las varias obras de autores españo­ es posible aventurarse en terrenos de mayor signi­ les que han sido editadas o reeditadas reciente­ ficación teórica". De acuerdo con el autor, el «prin­ mente destacan Flor de Santidad, de Ramón Maria cipal objeto de este libro es la elaboración de una del Valle-Inclán, en una admirable traducción de teoría psicoanalitica más amplia de la naturaleza Maurice-Edgar Coindreau; En torno al casticismo, humana, la cultura y la historia,,; sólo así es posi­ de Miguel de Unamuno, que ha sido adecuada­ ble enfrentarse a lo que él llama «la neurosis gene­ mente rebautizado como L'Essence de I'Espagne, ral de la humanidad". El título original de la obra por su traductor, Marcel Bataillon, a quien se es Life Against Death y fue publicada en Estados debe también un iluminador prólogo; las Derniéres Unidos, en 1959. nouvelles de la guerre d'Espagne, de Max Aub, en que desde el título (yen el mejor espíritu del autor) se juega con el doble sentido de la palabra Uno de los más importantes homenajes que ha francesa «nouvelle,,: noticia y cuento largo. Aun­ suscitado el centenario de Rubén Darío, es sin que escritas originariamente en francés, tanto duda, la colección de sus Poesias Completas, que L'Evanouissement, de Jorge Semprún, como La acaba de publicar Aguilar, de Madrid, y para la marge, de André Pieyre de Mandiargues tienen que que se ha utilizado como base la magnífica edición ver con España. La primera es continuación de de Alfonso Méndez Plancarte, que la misma casa Le grand voyage, la novela de los emigrados espa­ había publicado en 1952 y reeditado más tarde con ñoles, escrita por un emigrado español que se ha adiciones. Ahora se ha encargado Antonio Oliver convertido en autor francés y que es también libre­ Belmás de revisar, corregir y aumentar notablemen­ tista de La guerre est finie, la última película de te aquella edición. El resultado de la devoción eru­ Alain Resnais; la segunda transcurre parcialmente dita de ambos editores es una obra que no sólo en el Barrio Chíno de Barcelona, uno de los cen­ permite estudiar minuciosamente al gran poeta tros más coloridos de la prostitución europea. hispánico, sino que constituye, por la calidad de Mandiargues, que ha estado ligado a México a la impresión y el cuidado tipográfico, un objeto través de un viaje y de los vínculos surrealistas en sí mismo hermoso. de este país con el grupo de Breton, gran amigo * de Octavio Paz y conocedor sutil de la cultura En Buenos Aires la Editorial Losada acaba de pu­ hispánica, arroja en su novela una mirada alucina­ blicar dos volúmenes de poesía que recogen la toria sobre ese mundo barcelonés. obra de Dionisio Ridruejo: 122 poemas, entresaca. dos por el autor de una colección mayor que se ti­ • tulaba Hasta la fecha; y la de Guillermo Díaz Entre los últimos titulos publicados por las edicio­ Plaja: Poesia junta, 1941-1966. También en Buenos nes Joaquín Mortiz, de México, figura El garabato, Aires, la Editorial Sudamericana ha publicado una cuarta novela de Vicente Leñero, joven autor que nueva novela de Eduardo Mallea, La barca de se reveló en 1963 con Los albañiles al conquistar hielo, cuyo título proviene de unos versos del el Premio Biblioteca Breve de la editorial Seix-Ba­ poeta franco-uruguayo Jules Supervielle. La edi­ rral. Su nueva novela también tiene una clave po­ torial asegura: «El arte de Mallea muestra otra vez Iicíal aunque elaborada muy intelectualmente. Eros como es capaz de encarnar el mundo de las ideas y Tanatos es la traducción de un estudio de Nor. en el destino dramático de una criatura y de ha­ man O. Brown, profesor de la Universidad de Ro­ cer vivir a sus personajes en los extremos y los chester, y que se subtitula: El sentido psicoanalítico abismos de la condición humana: la piedad frater­ de la historia. A través de las imágenes opuestas nal, la tragedia que sigue al combate, las horas del Amor y la Muerte, el autor intenta «volver a misteriosas de la muerte y el remordimiento, el los conceptos teóricos freudianos", para criticarlos, olvido invencible, el escándalo del fariseo, la analizarlos y darles nuevas interpretaciones, «para crisis y resurrección del alma personal." O México: muchas y pocas

México produce actualmente revistas literarias en da por César Rodriguez Chicharro; los núms. 13 y cantidad que satisfaría a Alfonso Reyes, infatiga­ 14 de Diálogos, dirigida por Ramón Xirau. Las tres ble redactor unipersonal de Monterrey durante mantienen un alto nivel: la primera en el tono so­ tantos años. La calidad no le satisfaría siempre, fisticado de una gran revista capitalina; la se­ pero las revistas literarias deben ser, entre otras gunda, en la nutrida variación de sus temas y cosas, contradictorias, caóticas, anárquicas, hasta aportaciones; la tercera, en la tensión intelectual malas: todo ello es la condición para que cum­ que le comunica su director, atento al conjunto de plan su misión de acertar nuevos caminos. las artes y ciencias humanas. Por ejemplo: Comunidad (Cuadernos de difusión Se destaca en el sumario de la Revista de Be­ cultural de la Universidad Iberoamericana; Cerro llas Artes el relato "El gusano del vino», del ja­ de las Torres 395, México 21, D. F.), cuya "Carta ponés Ryunosuke Akutagawa, más conocido por del editor» (Felipe Pardinas lIIanes), establece como su nombre cinematografizado de Rashomon, y que "tesis fundamental» la siguiente: "antes que el in­ se publica con seductoras manchas en blanco y cremento económico, antes que los cambios so­ negro del pintor argentino-japonés Kazuya Sakai, ciales, debemos estimular un vigoroso desarrollo también traductor del relato. Un cuadernillo de cultural, sin el cual, otros esfuerzos serán contra­ poesía, impreso en más delgado papel amarillo, producentes» El núm. 6 de Coatl (Avenida La Paz, recoge un emotivo y ajustado poema de otro es­ 36, Guadalajara, Jalisco), dirigida por Ernesto Flo­ critor binacional: la norteamericana de origen, me­ res, resulta más expositivo y menos crítico, pre­ xicana de adopción, Margaret Randall; tres fuer­ sentando un material que comienza en testimonios tes poemas del chileno Enrique Lihn; más una ver­ de André Breton, sigue en sonetos de Carlos Pe­ sión de Virgilio por Rubén Bonifaz Nuño, y unas lIicer, promedia en una partitura musical de Eduar­ décimas de Paloma Castro Leal que si bien fe­ do Mata y un acto teatral de Ignacio Arriola Haro, chadas en junio de 1966 suenan tal vez más anti­ y termina en una detallada cartelera de conferen­ guas que la égloga virgiliana. Es notable en esta cias, conciertos, exposiciones' y teatros. Sisifo entrega de la Revista de Bellas Artes el extenso (Río Amoy 25-14, México, D. F.), dirigida por An­ texto que Gustavo Sáinz titula "Autorretrato con tonio Acosta, aparece en 1966 publicando dos nú­ amigos», que goza de una soltura mental, de un meros y colocándose en una posición claramente verdadero automatismo que no excluye lo racional, política: en el segundo de ellos exhuma el libro mezclando en proporciones siempre sorprendentes Memorial de la sangre, publicado en 1947 por la confidencia, la crítica literaria, la vida cotidiana, Manuel Maples Arce, con frases tales como: "En en forma tal que da un cuadro completo y profun­ este momento, la paz es una arma homicida. Se do del autor y su contorno vital. Ha de elogiarse, compran soberanias e independencias. No hay paz por último, el diseño tipográfico de la revista, de­ y ésta es cada vez inalcanzable». Letras de ayer bido a Ramón Puyol y Vicente Rojo. y de hoy (Tepeyac 292, México 14, D. F.), dirigida La palabra y el hombre, a pesar de su maciza por Arcadio Noguera y Jesús Arellano, presenta en contextura universitaria, trae también poesía: otra 24 páginas por número un material literario de cali­ serie de "Tres poemas», esta vez del torturado poe­ dad muy irregular, que llega hasta la transcrip­ ta peruano Alejandro Romualdo. Y, esto es lo que ción de "epístolas» laudatorias enviadas a uno de queríamos destacar, los "poemas de la última cár­ sus directores con motivo de la publicación de un cel», del salvadoreño Roque Dalton, donde recoge libro de poemas. su muy veraz experiencia de 1964-1965. Es esta una Afortunadamente, otras revistas se mantienen en poesía agudamente vivencial, donde la situación los más altos niveles del periodismo literario, miserable del prisionero se transforma en la ex­ como vuelven a demostrarlo sus recientes entre­ periencia de la radical inseguridad humana sobre gas: el núm. 11 de la Revista de Bellas Artes la tierra. "CI'aro [deslinda Dalton] que tener un pe­ (Palacio de Bellas Artes, México 1, D. F.), dirigida dazo de lápiz y un papel -y la poesía- prueba por Huberto Batis; el núm. 40 de La Palabra y el que algún orondo concepto universal, nacido para Hombre (Revista de la Universidad Veracruzana. Pa­ ser escrito con mayúscula -la Verdad, Dios, lo Ig­ saje Revolución 104 a 106, Xalapa, Veracruz), dirigi- ~orado~ me inundó desde un día feliz, y que no he REVISTAS 77

caído -al hacerlo en este pozo oscuro- sino en amor, poeta del sexo, de las hogueras del deseo lI1anos de la oportunidad para darle debida cons­ y de la voluntad de unión, Liscano trabaja sus me­ tancia ante los hombres. Preferiría, sin embargo táforas, crea un mundo luminoso y transparente [termina con amarga pero tierna ironía] un buen a pesar de las violencias, a pesar de las quere­ paseo por el campo. Aun sin perro.» País-sartén llas que nos lega la historia». Por donde Xirau llama al suyo, con dolor, Roque Dalton; y piensa vuelve al tema que trató frente a Foucault, y tam­ desde su celda en otros lugares o países donde bién en el «Epígrafe» editorial de este número 14, más fácilmente se dan ráfagas de felicidad: «En donde contempla la probabilidad de que el mo­ las calies y las habitaciones de los hombres, al­ mento del «gran cambio» de nuestro tiempo «deba guien se quejará en estos momentos del amor, situarse en la primera guerra mundial». Se pre­ hará música o leerá las noticias de una batalla gunta Xirau: «¿No es posible que el temblor y el transcurrida bajo la noche del Asia.» Todo lo cual temor producidos por la primera guerra hayan te­ sucede, poco más o menos, y es relatadc puntual­ nido un doble efecto?: por un lado, el drama mente en el texto mexicano de Gustavo Sáinz. -un drama que pocos podían sentir como los que En cuanto a Díálogos, ya no se subtitula sola­ vieron en su historia propia la transformación de mente «Artes - Letras» sino también «Ciencias Hu­ la sociedad y el mundo occidental. De ahí el pe­ manas», pues, como lo explica el «Epígrafe» que simismo; de ahí la nueva revelación de la finitud, inicia su núm. 13, de 1967, la revista comienza su el instinto mortal y el tiempo. Por otro lado, a par­ tercer año de vida bajo el auspicio editorial de tir de un segundo Freud, un variado Bergson, un El Colegio de México (Guanajuato 125, México 7, conmovido Husserl... el deseo de fundar el nuevo D. F.). Destacamos en este número 13 un patético humanismo.» O poema de Sebastián Salazar Bondy: «Contra el reloj». Un cuento de José Agustín (<

Un proverbio chino dice que las tres mayores tra­ petencia propias. Por eso Martínez Moreno se gedias en la vida son "amar sin ser amado, que­ ríe de los tests vocacionales, que apuntan inclina­ rer dormir y no poder, esperar y que no llegue". ciones a las que la realidad no puede satisfacer. Fuera de China (donde todos leen a Mao) se pue­ B) Sin embargo, está obligado a competir en de agregar una específica: escribir y no ser leído. nivel internacional. La novela puede ser un sub­ Esa es una tragedia que tarde o temprano afecta producto de fatigas personales, pero el lector no a todo escritor, incluso al de más éxito. En las advierte la distancia entre las fatigas de Graham escalas menores, puede provocar la frustración de Greene, que sólo está dedicado a escribir su obra, vocaciones o la desesperación de quienes des­ y las de Juan Carlos Onetti, que debió apoyarse pués de tratar exhaustívamente algún problema en durante los últimos años en empleos periodísticos sus libros, descubren que un día le preguntan una y municipales. Esta igualdad es ficticia y sólo equi­ opinión sintética al respecto, como si todo lo publi­ para libros en estantes. Las consecuencias del he­ cado hubiera sido inútil. cho se han intensificado por el acercamiento de Por razones muy especiales, esa tragedia es el temas y estilos entre la narrativa latinoamericana pan nuestro de cada día entre los escritores de y la europea, en la medida en que la primera está América Latina. Cada tanto los escritores se reúnen abandonando rasgos que le eran propios (el pinto­ para examinarla en público. Fue encarada en la ciu­ resquismo, el criollismo, el nativismo) y tomando dad chilena de Concepción (1960), durante un Pri­ temas ciudadanos que la colocan en la línea de mer Encuentro Latinoamericano de Escritores; fue la emulación mundial. reiterada en el XXXIV Congreso Internacional del C) El escritor no es un ser esperado ni siquiera PEN Club en New York (1966); fue otra vez plan­ bien recibido. Ante todo, en las sociedades de teada en México, en el Segundo Encuentro Latino­ consumo, la literatura no es un consumo impor­ americano (1967). [V. Mundo Nuevo, núm. 13, julio tante, inaplazable, sino una mercadería cuya com­ de 1967.] Cuando regresaba de esa última reunión, pra se posterga en momentos de necesidad. Y el escritor uruguayo Carlos Martínez Moreno fue después, por las circunstancias políticas latinoame­ interceptado en Lima, de donde literalmente no le ricanas, el escritor suele ser resistido, sospecha­ habrían dejado salir sus amigos si no ofrecía, en do, indeseado, porque su actividad le lleva a me­ la Casa de la Cultura, una charla sobre la situa­ nudo a cuestionar los fundamentos de la sociedad ción del escritor en América Latina. La elección en que vive, como lo han hecho claramente Var­ del candidato apuntaba al centro de la cuestión, gas Llosa y Carlos Fuentes. Esto supone que el y no sólo porque Martínez Moreno volvía de ese escritor es resistido por los grupos más encum­ Encuentro con la ebullición de ideas al respecto. brados de su sociedad y del gobierno. Como escrítor ha progresado desde el cuento cor­ D) Contra el escritor existe asi un aparato ofi­ to a las novelas que ahora reciben premios inter­ cial de disuasión. Hay otros medios de vivir, subsi­ nacionales y despiertan polémicas (El paredón, Con diarios de la literatura y en definitiva más fáciles las primeras luces, La otra mitad). Pero paralela­ y plácidos que ella, como lo son la profesión per­ mente Martínez Moreno ha seguido siendo, como sonal y a veces el periodismo. Hacia ellas es em­ abogado y como periodista, un hombre enterado de pujado el escritor que no puede vivir de su oficio, lo que pasa en su tiempo y preocupado por los y quienes lo empujan, con tranquila eficacia y a problemas ajenos. Lo que dijo en Lima no le com­ menudo sin violencia exterior, son los gobiernos pete en exclusividad, sino que alude más profun­ de sus países y las sociedades en que vive. Una damente a la situación de toda una cultura latino­ parte de la disuasión es ejercida por la entro­ americana. He aquí algunas de sus observaciones: nización del mal escritor, cuya obra resulta estéril A) En América Latina, el escritor no puede vivir justamente porque busca coincidir con el aparato de su profesión. Hay pocas excepciones a esta re­ oficial. En las palabras de Vargas Llosa: "Todo es­ gia, pero en el conjunto no cuentan. La industria critor peruano es a la larga un derrotado. Ocurren editorial no coloca, ni quizá pueda nunca colocar, muchas cosas desde el momento en que un perua­ la cantidad de volúmenes que den al escritor un no se elige a sí mismo como escritor hasta que se medio de vida cuando ejerce su vocación y com- consuma esa derrota." SEXTANTE 79

E) El exilio suele resultar un imperativo. Y no es o, en el caso, no tiene ya dinero ni protección necesario que se trate estrictamente de un exi­ para editarlo. lio político. La necesidad de cambiar de aire, para Entre la enumeración de dificultades propias y ver al propio país con la perspectiva exterior, al­ ajenas, Martinez Moreno señaló qué clase de ayu­ canzaría ya para justificarlo. Y debe señalarse, ade­ da se pide y no se pide para el escritor. En su opi­ más, que el exilio puede representar al escritor el nión, el escritor debe desechar las agregaturas hallazgo de otros medios de vida y, en muchos culturales en el campo diplomático, Jos premios casos, el mejoramiento de su propia obra. Lo se­ oficiales (casi siempre dados con mala conciencia ñaló Carlos Fuentes [en una entrevista de Mundo y sin una justa distribución de méritos), las jubi­ Nuevo, núm. 1 de julio de 1966] al reflexíonar que laciones especiales, las compras de ediciones por cada literatura progresa gracias a sus emigrados: el Estado. A cambio de ello, pide «desarrollo cul­ el mexicano Octavio Paz, el argentino Julio Cor­ tural", un respeto auténtico y sentido por la ac­ tázar, los norteamericanos Henry James, Gertrude tividad creadora. Pero es evidente que esa solici­ Stein, Ezra Pound, Ernest Hemingway, F. Scott Fitz­ tud cae rápidamente en la vaguedad. El desarro­ gerald. El cosmopolitismo, dice allí, supone la llo cultural depende en buena medida de los go­ aspiración muy valedera de no debilitarse en el biernos, pero sus resultados sólo se verán a largo aislamiento y, más adelante, que «hay que crear plazo y desbordan la vida del escritor de hoy. Más un primer cosmopolitismo entre la Patagonia y el limitado y más concreto sería en cambio el intento Río Bravo del Norte." de favorecer en cada pais latinoamericano el de­ F) La mentalidad de capílla perjudica al es­ sarrollo de la propia industria editorial y luego critor. No se le respeta como un pensador, sino el intercambio entre unos paises y otros. En 1967 que se le juzga por su conformismo con normas comienza a existir la posibilidad de ese progreso establecidas, que es justamente lo que está en la editorial, particularmente en México y en Buenos obligación moral de desobedecer. Esa mentalidad Aires, pero aún no se ha montado el aparato nece­ se manifiesta de diversas maneras. Es frecuente sario que permita vivir para escribir y aun escri­ que unos escritores combatan a otros y no sepan bir para vivir. Ese mecanismo requiere el inter­ tolerarse en sus discrepancias, porque no existe cambio dentro de América Latina. un concepto de lo gremial, de lo artesanal, del ofi­ Cuando se suman los inconvenientes de tipo po­ cio respetado. Es frecuente asimismo que la criti­ lítico a las situaciones económicas que crea el ca sufra de tremendas limitaciones. Las secciones subdesarrollo y al promedio cultural del continen­ culturales de los diarios de mayor circulación resul­ te, consecuencia del mismo, se entiende por qué tan generalmente las menos perspicaces y las más buena parte de los escritores de América Latina superficiales en la apreciación. La crítica de de­ se dedican -como Martinez Moreno- a otras pro­ recha suele caer en las ignorancias y las apoteo­ fesiones como la abogacia y el periodismo, y sólo sis del maccarthysmo, que lleva a juzgar política• producen su obra en los intervalos de estas ac­ mente a los escritores cercanos a la inquietud so­ tividades.- H. A. T. cial. En el otro extremo, la crítíca de izquierda exige también fidelidades imposibles, porque su actitud dogmática se opone al libre pensamiento que es esencial al escritor, un desleal inevitable temas a cualesquiera órdenes. G) Los escritores sufren dificultades inherentes REVISTA DE CULTURA a su actividad. Cuando no se tiene confianza en vivir como escritor, el primer libro quiere «expri­ Director Responsable: Benito Milla mirlo todo" y se perjudica por ello. En América iC Latina abundan esos libros testimoniales, en cierto sentido autobiográficos, que pecan por exceso Distribución: Editorial de ambición; tras ellos está la nada, porque ese Ciudadela 1389 - MOlrlte"idelo autor no tiene fuerzas para escribir el segundo THEODORE DRAPER

La crisIs• • norteamericana (11)

Desde nuestro punto de vista, es menos impor­ ma de «aldeas estratégicas» lanzado en marzo de tante decidir si el Vietnam del Norte obligó a los 1962 había perecido junto con Diem en noviembre Estados Unidos a intervenir por la fuerza que des­ de 1963. En el Sur, donde el 2 por 100 de los te­ cubrir qué significado tuvo, en los términos del rratenientes poseian el 45 por 100 de la tierra, problema que estamos examinando, el aumento del «la reforma agraria» había dado a los campesinos papel militar norteamericano en 1965. Es decir, poca tierra y menos reforma. «Contrarrebelión», la sustitución de los medios politicos por los mili­ «pacificación» y todos los otros s/ogans más o me­ tares en la conducta de la política extranjera nor­ nos bien intencionados se hundieron ante la inha­ teamericana. bilidad o falta de voluntad de los survietnamitas para llevarlos realmente a cabo. El comité de ser­ vicios armados de la Cámara de Diputados, pre­ sidido por el diputado Pike, que hizo una inspec­ ción de la zona en junio de 1965, observó que la La supuesta irrupción en el Sur del ejército nor­ «reconstrucción rural» no había sido un «gran éxi­ vietnamita a fines de 1964 facilitó al Presidente to». El grupo de relaciones exteriores del Senado, de los Estados Unidos y al Departamento de Esta­ bajo la dirección del senador Mansfield, que inves­ do un motivo racional para proclamar un cambio tigó la situación a fines de 1965, informó que el fundamental del carácter de la guerra. Hasta 1965, programa llamado de pacificación o de acción cí• la posición oficial norteamericana aún la considera­ vica se había ido «dejando caer» en gran medida ba como siendo fundamentalmente una «guerra después de la muerte de Diem. Hasta el día de hoy civil». Ese año, de acuerdo con quienes deciden la «pacificación» es considerada como de impor­ la política en Washington, se convirtió en una tancia secundaria con respecto al esfuerzo militar «agresión extranjera». Los «extranjeros» en este pero se ha ído quedando atrás y ha fracasado en caso eran los norvietnamitas, que aparentemente realizar ningún progreso importante, como se admi­ invadían un país «extranjero»: Vietnam del Sur. te generalmente. En tanto que la política norteamericana conside­ Así como la decadencia y caída del régimen de ró la lucha como una guerra sobre todo «civil», la Diem provocó en 1963 una crisis de conciencia por posición norteamericana subrayó que los medios parte de los corresponsales norteamericanos en políticos eran al menos tan importantes como los Saigón, del mismo modo el fracaso político y so­ militares, y que, según dijo el secretario McNama­ cial después de 1965 ha resultado en una igual­ ra en marzo 1964, «no puede haber nada que sea mente perturbadora crisis de conciencia. Tres de una solución puramente 'militar' a la guerra». Pero, como corolario de la teoría de una «agresión ex­ La primera parte de este estudio sobre la crisis nortea­ tranjera», las prioridades que se dieron a los me­ mericana (v. Mundo Nuevo, núm. 13) examina la inter­ dios políticos y militares resultaron invertidas. De vención militar eil Cuba, en la República Dominicana y golpe, de un día para otro, la política norteameri­ en el Vietnam para demostrar que hay un molde co­ mún detrás de estos episodios: la sustitución de la cana se movió hacia una fase militar, y se echó influencia política de los Estados Unidos por el poder toda su culpa sobre unos cientos o, al máximo, militar de la misma nación cada vez que hay una crisis unos miles de soldados norvietnamitas. Los funcio­ grave. En esta segunda parte, en que concluye su es­ narios norteamericanos y survietnamitas siguieron tudio, el profesor Draper llega a examinar hasta las primeras proposiciones de paz del secretario general hablando de reformas políticas y sociales, pero de las Naciones Unidas, U Thant. Con posterioridad a éstas llegaron a ser consideradas como el subpro­ la publicación original de este trabajo en la revista nor­ ducto, indefinidamente pospuesto, de la «victoria» teamericana Commentary, el profesor Draper ha publi­ cado otro en New York Review o, Books (Volumen militar, en vez de ser la condición previa indis­ VIII, núm. 8, 4 de mayo de 1967), en el que examina mi­ pensable para la misma. nuciosamente la responsabilidad que incumbe al presi­ Por mera coincidencia, naturalmente, todos los tru­ dente Johnson y a su equipo en el fracaso de las ne­ cos políticos· y sociales que se habían divulgado gociaciones de paz. Ambos estudios pertenecen a su libro, de próxima publicación por la Viking Press, en para salvar él Vietnam del Sur de la seducción co­ Nueva York, y que se titula El abuso del poder. (N. de munista ya estaban agotados en 1965. El progra- la R.) LA CRISIS NORTEAMERICANA (11) 81

los más serios intentos de investigar debajo de La solución, pensaba, era estimular la democracia la superficie de los acontecimientos proporcionan a escala local, en las provincias, donde los viet­ el necesario marco de referencias para compren­ namitas podían aprender qué significaba dar a co­ der la nueva estrategia bélica que surgió de la con­ nocer sus deseos a través de los concejos loca­ ferencia de Manila de octubre último. les y verlos respetados por los funcionarios nom­ En el Newsweek del 12 de septiembre de 1966, brados desde Saigón. Vietnam tuvo alguna vez un Everett G. Martin, jefe de la oficina de Saigón, trató sistema de elecciones locales que había converti­ de llegar a descubrir el "error crucial» en la polí• do las aldeas, según dijo Bernard B. Fall, "en la tica vietnamita de los Estados Unidos. El principal verdadera cuna de un gobierno representativo de problema, según él, era, a esta altura, nada menos de tipo jeffersoniano en el país" (v. Foreign Affairs, que el fracaso de hacer sentir a los vietnamitas octubre de 1966, p. 6). Ni siquiera los franceses ha­ que ésta era su guerra. Expresaba así su punto bían modificado esta democracia tradicional de de vista:"Y es en verdad cierto que aunque los aldea, pero, en junio de 1956 Diem abolió arbitra­ Estados Unidos han puesto el mayor énfasis en la riamente todo este sistema en favor de personas necesidad de ganar el apoyo de los campesinos designadas por él, que pronto se convirtieron en que viven en zonas disputadas por el Vietcong, to­ blanco del terrorismo comunista. "Diemismo sin davía tenemos que convencer a aquellos vietna­ Diem", la conocida fórmula, no habia hecho nada mitas que residen en zonas más seguras del país por cambiar las cosas en este aspecto. "Nosotros que hay una causa por la que vale la pena lu­ los norteamericanos", se lamentó Martin, "hemos chaL» De la misma manera, agregó que los vietna­ desperdiciado todos estos años que han pasado mitas del Sur "parecen ser capaces de mantener desde la revolución contra Diem y no hemos alen­ una casi total impasibilidad», que "la mayor parte tado la democracia local en regiones en que es­ de los vietnamitas parecen ser unas islas de estoi­ taba asegurada. En lugar de esto, hemos permitido cismo, tan inmunes a la guerra como a las lluvias a los comandantes vietnamitas y a sus subordina­ del monzón», que el soldado norteamericano cuan­ dos atrincherarse cada vez más como jefes loca­ do va de licencia a alguna gran ciudad vietnamita les de guerra". se lleva la impresión dominante "de un pueblo Un análisis más social del problema ha sido anormalmente desinteresado en la brutal realidad realizado por Neil Sheehan en la revista del New' que él conoce en el campo de batalla». También York Times, el 9 de octubre de 1966. Sheehan es­ observó que los soldados vietnamitas no tenían nin­ tuvo dos veces en Vietnam del Sur desde 1962, tra­ gún incentivo para pelear en forma agresiva como bajando primero para la United Press lnternational resultado del "incalificable desinterés" por su bien­ y más recientemente para el New York Times. estar. Pero tal vez lo que resulta más perturbador Coincide con Martin en que los norteamericanos lle­ es "el hecho de que la mayor indiferencia frente gan a trabajar a Vietnam del Sur con entusiasmo al esfuerzo de guerra se encuentra entre los jóve• y buenas intenciones pero a medida que aumenta nes vietnamitas». Las relaciones entre los nortea­ su experiencia del país lo abandonan víctimas del mericanos y los survietnamitas han "degenerado "cinismo que impregna la vida vietnamita". Para en una suerte de mal definido antagonismo», que no ser una excepción a la regla, él también in­ recuerda el último período de Diem. Un funcio­ tenta explicar el monótono aborto de reformas ur­ nario norteamericano hizo el siguiente comentario gentemente necesarias, tales como la reducción de sobre el creciente cinismo norteamericano: "Ya no alquileres o la distribución de tierras, que los nor­ se encuentran idealistas aquí. O se han rendido teamericanos han pedido. Esto es lo que él des­ y regresado a los Estados Unidos o están acá cubrió: sólo para cumplir con su período de servicio." "Todas estas medidas han sido saboteadas por­ Para Martin, la "raíz del problema" parece ser que los distintos regímenes fueron dirigidos y es­ sobre todo política. Parecía especialmente impre­ tán compuestos por hombres que son miembros de, sionado por el hecho de que, en tanto que los o están aliados con, familias de mandarines que norteamericanos tienen instituciones democráticas tienen títulos de propiedad a los que no que defender los vietnamitas no tienen ninguna. renunciar. Aunque hay entre ellos 82 THEOOORE ORAPER

patrióticas y honestas, la mayor parte de los hom­ de una publicación inatacablemente conservadora. bres que gobiernan en Saigón no han aprendido Según Marvin L. Stone, en el U. S. New & World nada ni olvidado nada, como se dijo de los Bor­ Report del 5 de diciembre de 1966, la situación bones. Buscan conservar los privilegios que tienen política en Vietnam del Sur a fines de 1966 era y recuperar los que han perdido.» No es fácil para peor que nunca: un norteamericano leer, y no habrá sido fácil para «La estructura política del país se está desha­ un norteamericano escribir, en 1966, lo siguiente: ciendo. El progreso social está contenido con ma­ «En Vietnam, sólo los comunistas representan la no muy firme. Después de todos estos años la revolución y el cambio social, para bien o para guerra contra las guerrillas en el interior del pais mal de acuerdo con la política humana. El partido no ha empezado realmente.» comunista es la única organización verdaderamen­ Stone, que visitó Vietnam del Sur varias veces te nacional que existe tanto en el Vietnam del Nor­ desde que se fueron los franceses hace diez años, te como en el del Sur. El hombre que hoy dirige descubrió que «nuestra presencia en las aldeas es el partido, Ho Chi Minh y los otros miembros del ahora menos eficaz que hace tres años». La co­ Politburó en Hanoi, fueron los jefes de la lucha rrupción es peor de lo que era bajo el régimen por la independencia contra Francia y mientras tan­ de Diem. La producción doméstica ha ido declinan­ to se atrajeron buena parte del nacionalismo, hon­ do firmemente. El éxito de las guerrillas el año pa­ damente sentido de los vietnamitas. Tal vez por sado «ha sido casi sorprendente». Los campesinos esto, los comunistas, a pesar de su brutalidad y ca­ están sufriendo más que antes, tanto de manos de pacidad de engaño, siguen siendo los únicos viet­ los comunistas como de los terratenientes. De las namitas capaces de unir a millones de sus com­ «familias mandarinas» de Vietnam del Sur, escribe patriotas para el sacrificio y las privaciones en Stone: nombre de la nación, el único grupo que no de­ «No sólo falta la protección del gobierno, sino pende de bayonetas extranjeras para sobrevivir.» que el programa de reforma agraria de Saigón, tan Sin embargo, aún el Sr. Sheeham no podía admi­ vital para las aspiraciones de los campesinos, nun­ tir otra manera de salir del paso que continuar ca se ha puesto realmente en práctica. En las zo­ la guerra. Pero no quiso ocultar sus más profun­ nas más seguras los inquilinos que alquilan cha­ das dudas: cras -lo que significa el 70 por 100 de todos los «Tendremos, lo temo, que arreglarnos con nues­ granjeros en el delta- aún están obligados a pa­ tros aliados vietnamitas de la clase de los manda­ gar hasta un 50 por 100 y aún más de su cosecha rines. No podremos reformarlos y es muy poco de arroz a los terratenientes ausentistas que no probable que podamos encontrar otros vietnami­ tienen ninguna obligación para con ellos en cam­ tas dispuestos a cooperar con nosotros... bio. Una ley que existe desde 1955 fija el límite »Pero no puedo evitar preocuparme porque, en en un 25 por 100. el curso de esta guerra nos estamos corrompien­ »Los norteamericanos insisten aquí en que no do a nosotros mismos. Me pregunto [ ... 1 si los Es­ habrá progreso mientras los hombres que dirigen tados Unidos o cualquier otra nación tienen dere­ las cosas en Saigón sean miembros de familias cho a infligir semejante sufrimiento y degrada­ mandarinas, o aliados de familias que tienen gran­ ción sobre otro pueblo para cumplir sus propios des intereses en la tierra y que no tienen ninguna fines.» intención de desprenderse de ellos.» Bastantes periodistas norteamericanos han lle­ Estos comentarios sobre la última fase de la vado a la práctica los más altos ideales de su vo­ guerra nos dicen más sobre la significación de la cación en las crisis cubana, dominicana y vietna­ conferencia de Manila de octubre de 1966 que mita. Pero la sólida honestidad y la pasión moral cuanto haya provenido directamente de la confe­ de los artículos de Sheehan los colocan en una rencia misma. Esta conferencia probablemente sig­ clase aparte. Para que el lector no piense que he nificará el quinto punto crucial de la política norte­ elegido sobre todo los puntos de vista críticos o americana en la guerra. aunque las decisiones prin­ «liberales» sobre la guerra, le invito a prestar aten­ cipales fueron hechas en Washington un poco ción a un informe posterior e igualmente honesto antes o un poco después. Cuando se olviden toda LA CRISIS NORTEAMERICANA (11) 83

la oratoria, la propaganda y el fariseismo, sólo gran esfuerzo realizado por los Estados Unidos serán recordadas las decisiones militares, duras y desde 1965 sólo ha tenido éxito en evitar el com­ desnudas, que coincidieron con dicha reunión. Un pleto colapso en Vietnam del Sur; la nueva etapa mes después de la conferencia, se hizo saber que de la guerra no es más que el comienzo del fin, el número de tropas norteamericanas en Vietnam si hay un fin en este camino. del Sur sería aumentado por lo menos en otros La idea que se hace el señor Lodge del fin no cíen mil hombres en 1967 hasta llegar a un total es muy clara, pero sin duda no parece muy cer­ de casi quinientos mil. De aún mayor significación, cano. Después que hayamos derrotado al ejército sin embargo, es la nueva «estrategia» que esta de Vietnam del Norte, del cual sólo una parte pe­ fuerza así aumentada debería realizar. En síntesis, queña ha participado en la acción, y hayamos de­ los norteamericanos iban a tomar a su cargo las rrotado las unidades militares del Vietcong, nos operaciones militares «agresivas» u «ofensivas», dice el embajador, entonces podremos estar en y las tropas víetnamitas serían utilizadas principal­ condiciones de atacar lo que él llama «el verda­ mente con fines de protección de la retaguardia dero cáncer»: las guerrillas civiles que operan en y de «pacificación». En lo que se refiere a la lu­ las aldeas y tienen una fuerza de 150.000 hom­ cha, exactamente a lo que se había opuesto sólo bres. Sólo la destrucción de esta última fuerza, hace dos años el Departamento de Estado y De­ dice él, será considerada como «decisiva» por el fensa en un panfleto, es lo que ahora se pensaba enemigo. Una vez que se haya realizado esto, se realizar: los Estados Unidos se estaban preparando aventura a decir, el final tomará la forma de una a llevar a cabo una «guerra de blancos» contra los desaparición progresiva de los guerrilleros. «Si se asiáticos. trata de desaparecer -declaró- me parece que Algún anticipo de cómo los principales funcio­ hay muchas posibilidades de que sea esto lo que narios norteamericanos contemplan el presente y el haga el enemigo cuando se convenza de que todo futuro ha sido comunicado por nuestro «mandarín», ha terminado.» el embajador Henry Cabot Lodge (1). En noviem­ La línea de conducta norteamericana ha cam­ bre de 1966, díjo que teníamos frente a nosotros biado tan a menudo, sin embargo, que aun el em­ tres diferentes tipos de fuerzas enemigas: los sol­ bajador parece perderla de vista. Después de un dados norvietnamitas (<

tri 84 THEODORE DRAPER

to cada día mayor de las fuerzas terrestres. El ge­ de Vietnam del Sur. Pero ya ha llegado el mo­ neral Westmorland sabe que las tropas enemigas mento de preocuparse sobre lo que esta guerra a lo que más temen es a "los bombarderos 8-52, ha estado haciendo a los Estados Unidos. las fuerzas aéreas tácticas, la artillería y las fuer­ Uno de los precios que se paga asume la forma zas blindadas, en ese orden" (v. New York Times, de un microbio particularmente maligno que ha 28 de noviembre de 1966, p. 49). En la próxima entrado en la corriente sanguínea de la política etapa de la guerra, el enemigo tendrá frente a sí norteamericana. Al gobierno de Johnson le ha sido sobre todo más 8-52, más fuerzas aéreas tácticas, imposible presentar todos los pliegues y repliegues artillería y fuerzas blindadas. El general Earle G. de su política en una forma racional y consistente. Wheeler, presidente del Estado Mayor de las fuer­ Sin embargo, en una democracia como la nortea­ zas Interarmadas, calificó en 1963 a esta guerra mericana un presidente no puede olvidar que de "una guerrita sucia". Hacerla más grande no ha dicho en 1964 que su intención no era empan­ la hará menos sucia. El secretario general de las tanarse en una guerra terrestre en Asia o enviar Naciones Unidas, U Thant, la calificó de "una de muchachos norteamericanos a hacer lo que mucha­ las más bárbaras de la historia" en el pasado mes chos asiáticos debieran estar haciendo, y luego de abril. Podemos estar seguros de que no se va proceder a tomar esas mismas medidas en 1965 a convertir en más civilizada. y 1966, sin hacer un esfuerzo intelectual para jus­ Desde el punto de vista que más me interesa tificar sus acciones. Lo que hasta ahora han pro­ aquí, la nueva etapa significa sobre todo la total ducido los intelectos que tienen que realizar este militarización de la guerra. Los medios políticos y esfuerzo es un montón contradictorio de evasiones, económicos, que habían sido considerados antes verdades a medias, y cosas peores. Lo único que más importantes que los militares, han sido aban­ se puede esperar, para la salvación de los Estados donados hasta que el enemigo se vea forzado a Unidos es que ellos no crean en sus propias fan­ "desaparecer" por la aplicación de un poder mi­ tasías políticas. litar abrumador. Esta es la única interpretación La escalada de la fuerza ha requerido una es­ que pueden tener las decisiones drásticas de re­ calada de la teoría. En tanto que la intervención tirar a las tropas vietnamitas de "la lucha más militar norteamericana fue limitada era posible importante» . Esto representa el reconocimiento darse el lujo de tener propósitos y objetivos que oficial de que al soldado vietnamita ya no se le fueran también bastante limitados. Pero medio mi­ puede confiar que luche por "las familias manda­ llón de hombres y un billón de dólares por año rinas», esas que, como decía Sheeham, "buscan no pueden ser justificados sobre la única base de conservar los privilegios que tienen y recuperar defender al pobre y pequeño Vietnam del Sur. los que han perdido». Las raíces más profundas Cuanto más se invierte allí, se asegura, más pro­ de este "malestar» político y social, aparecen in­ vecho se sacará. Actualmente se supone que los dicadas en los artículos de Martin Sheeham y de Estados Unidos están defendiendo nada menos que Stone, y es por esto que ellas tienen tanto que ver todo el Asia del sureste y aun la India al luchar con las más recientes decisiones militares. La sus­ en los campos de arroz y en las humildes aldeas titución de tropas vietnamitas por tropas norteame­ vietnamitas. Una victoria sobre los comunistas viet­ ricanas corresponde a la sustitución de militares namitas, se dice, es una victoria sobre los comu­ dominicanos por norteamericanos el 28 de abril de nistas en media docena o más de países vecinos 1965. Este es el molde que, en circunstancias tan que no se atreverán a desafiar el poder norteame­ diferentes, se ha repetido claramente a través del ricano si vence en Vietnam. Esta guerra se está mundo. transformando virtualmente en el prototipo favorito de las guerras norteamericanas: la guerra para aca­ bar con todas las guerras (<

dinero y los hombres que se ha invertido. Pero drán hacer que los Estados Unidos gasten sangre tiene muy poco más en su favor. y dinero en frustrarlos, es posible que este país Desde cierto punto de vista, los comunistas viet­ se vea enfrentado en el futuro con un brote epi­ namitas ya no pueden «perder» esta guerra, así démico de guerras similares. En este sentido, la como los norteamericanos no pueden ya «perderla». guerra en Vietnam, cualquiera que sea su fin, ha Porque en esta clase de guerra, el concepto de servido más para alentar que para desalentar a «victoria» es aún más elusivo que el de «derrota». otras guerras de «liberación nacional». De hecho, ninguna de las dos palabras se puede También se dice que desde el momento que la aplicar a la situación muy especial del Vietnam. guerra en Vietnam forma parte de una «conspira­ Un enfoque más realista sería el de afirmar que ción mundial chino-soviética», una «victoria» en esta cada bando está tratando de evitar que el enemi­ guerra es un triunfo sobre toda esa conspiración. go gane mucho y que él mismo pierda mucho. La Si esta premisa fuera cierta, el desordenado gasto guerra tiene más sentido si se la considera desde de hombres y dinero en un puesto relativamente el punto de vista negativo que del positivo. Para pequeño y marginal de esta conspiración sería una los Estados Unidos es importante que los comunis­ locura estratégica. Los Estados Unidos se pueden tas no aumenten su poder en el sur, y para los dar el lujo de comprometerse tan enormemente en comunistas es importante que no se destruya su Vietnam precisamente porque el mundo comunista poder allí. Ambos bandos muestran mayor perspi­ ya no es monolítico ni está dirigido desde un cen­ cacia y firmeza al decidir lo que no están dispues­ tro. Si necesitamos medio millón o más de hom­ tos a abandonar que lo que sí están dispuestos a bres en Vietnam, a pesar del conflicto entre la realizar. Unión Soviética y China, habría que preguntarse En esta especie de tira y afloja, el precio se con­ cuántos más necesitaríamos si aquellos países y vierte en lo más importante. El precio que ya los sus partidarios estuvieran unidos en Vietnam. comunistas vietnamitas han extraído a los Estados Afortunadamente los comunistas se desilusiona­ Unidos y viceversa es una suerte de «victoria». La ron con su propia «teoría del dominó», hace unos experiencia vietnamita obligará a los Estados Uni­ 45 años. Después de octubre de 1917, los jefes dos a pensar dos veces antes de meterse en otro bolcheviques esperaron que su revolución produ­ «pantano» como éste, según ha dicho David Hal­ jera el efecto de piezas de dominó que cayeran berstam, y los comunistas en países similares sucesivamente en toda Europa Occidental. En los pensarán dos veces antes de pedir a sus parti­ seis años siguientes, aproximadamente, descubrie­ darios que estén dispuestos a sufrir un castigo ron que las condiciones nacionales de cada país semejante como contribución al intento de apode­ eran mucho más importantes de lo que su teoría rarse de la situación. Pero es casi lo único de de la revolución mundial les había hecho esperar. que se puede estar seguro: de que la próxima vez Para que se produjera ahora en Asia un efecto de el precio actuará como disuasión sobre ambos dominó, sería necesario suponer que las condi­ bandos. La idea de que la frustración de los es­ ciones en varios países se asemejan a las del fuerzos comunistas para asumir el poder en Viet­ Vietnam en los últimos 20 años. Sería necesario nam del Sur se convertirá en un retroceso de­ tener un cierto número de partidos comunistas que cisivo del comunismo en el sureste de Asia, o hubiesen iniciado algo equivalente a una lucha ar­ aún en todo el mundo, es sin embargo un cuento mada contra el poder colonial de Francia ya en de hadas político. No tiene para nada en cuenta 1945; que aquellos hubieran infligido un total de que ningún intento de toma del poder por parte 172.000 muertos a las fuerzas armadas francesas de los comunistas que fuerce a los Estados Unidos en los nueve años siguientes; que hubiesen obliga­ a pagar un precio tan alto por la «victoria», cual­ do a un ejército francés aún mayor a capitular quiera sea el significado de esta palabra, puede ser en julio de 1954; que se hubiesen levantado en ar­ calificado de «derrota», cualquiera sea el signifi­ mas en Vietnam del Sur cinco o seis años más cado de esta palabra en cada caso particular. Si tarde; que hubiesen arrastrado a los Estados Uni­ los comunistas de otros países pobres y pequeños dos a intervenir militarmente para evitar una derro­ del sureste de Asia estuvieran seguros de que po- ta de los survietnamitas en 1965, y que hubiesen 86

hecho retirar a las fuerzas survietnamitas de la acclon semejante, se refirió "a las capitulaciones línea del frente en 1966. Nada de esto habría sido que precedieron y siguieron a los acuerdos de posible si los comunistas de esa región no se hu­ Munich". Estas teorías abstractas y estas analo­ biesen identificado con las viejas aspiraciones del gías históricas son a la vez dudosas y de doble nacionalismo vietnamita y hubiesen convencido a filo; no van a llevar a nadie nunca a obtener nin­ un largo sector de la generación más joven que gún tipo de paz en Vietnam. ellcs representaban sus intereses mejor que nadie. En la teoría norteamericana de la escalada, se y hubiese sido necesario también postular que ha vuelto cada vez más popular decir que se está otros partidos comunistas estarían enfrentados al realmente luchando con China en el Vietnam. Se mismo tipo de regímenes reaccionarios, débiles, ha llegado a sostener que no vale la pena ínvitar corruptos y egoístas que los comunistas vietna­ al viejo Ho Chi Minh a sentarse en la mesa de ne­ mitas han tenido la suerte de enfrentar. gociaciones; el único con el que los Estados Uni­ Por lo que sé ningún otro partido comunista dos pueden sentarse a negociar es con el viejo del sureste de Asia está cerca de cumplir estas es­ Mao Tse-tung. Pero como este último está ahora pecificaciones. Pero si muchos lo estuvieran, los co­ poseído por una especie de manía, se dice que munistas vietnamitas han estado tan próximos a la hay que esperar hasta que sea posible tratar con victoria en tantas ocasiones que su ejemplo hará sus sucesores. (The Reporter, 17-11-66, pág. 14). más audaces a otros, en vez de disuadirlos. De Primero el Vietnam del Norte sustituyó al Viet­ todos modos, estoy dispuesto a suponer que no hay cong del Sur como el "verdadero enemigo", ahora bastante dinero ni gente en los Estados Unidos la China comunista está sustituyendo al Vietnam para evitar que los dominós de Asia del Sur caigan, del Norte como el "verdadero enemigo». Ahora cualquiera sea el resultado en el Vietnam, si las bien, Vietnam del Norte y China comunista son condiciones vietnamitas están tan extendidas. Al presentados como si el primero no fuera más que cabo, serán las condiciones políticas, sociales y un instrumento o un titere del segundo. Lo malo económicas de cada país las que determinarán el de esta teoría es que son la Unión Soviética y las resultado en proporción mucho mayor de lo que naciones de Europa Oriental, y no la China comu­ podrá hacerlo el poder político, económico y mi­ nista, las que están proporcionando al Vietnam del litar de los Estados Unidos. Norte casi todo lo que necesita para manejar su No se habrá escapado al lector la observación economía y armar sus tropas. En las audiencias del de que dos grupos pueden jugar a la "teoría del Comité del Senado sobre el Vietnam, Dean Rusk dominó", exactamente como dos pueden jugar trató de soslayar esta incómoda circunstancia sos­ también a la analogía con el pacto de Munich. Si teniendo el punto de vista de que el "instrumento los Estados Unidos no pueden darse el lujo de de agresíón" es Hanoí, pero la "doctrína de agre­ abandonar Vietnam porque entonces caerian otros sión" proviene de Pekín (v. The Vietnam Hearings, dominós anticomunistas de esa misma zona, los p. 269). De este modo, aparentemente, la Unión comunistas se pueden decir a sí mismos la misma Soviética no es el verdadero enemigo en Viet­ cosa porque los dominós procomunistas caerían nam del Norte porque se limita a proveer la mayor entonces. Hace poco, la revista de Jean-Paul Sar­ parte del material necesario, pero China comunista tre, Les Temps Modernes, provocó una conmoción es la verdadera antagonista porque ha regalado en el mundo comunista al pedir a todo el "bando a Vietnam del Norte su "doctrina". iY pensar que socialista" que fijara "los límites exactos cuya vio­ los insaciables chinos ni siquiera nos agradecen lación desencadenaría represalias directas" y que que les hayamos regalado el Vietnam del Norte enfrentara la escalada norteamericana en el Viet­ a precio de liquidación! nam con una "contraescalada". Se sugirió enton­ Sin embargo, el profesor P. J. Honey, que ha es­ ces que los artilleros soviéticos podrían fácilmen­ tudiado el tema más cuidadosamente que nadie, te atacar las bases aeronavales y las instalaciones nos advierte contra esas simplificaciones tan fáci­ de la séptima flota norteamericana situadas en For­ les. Nos recuerda que dos mil años de relaciones mosa, Okinawa y las islas Filipinas, y el golfo entre los vietnamitas y los chinos han dejado en los de Tonkín. Y, entre otros "paralelos" que piden una primeros unos sentimientos hacia los segundos LA CRISIS NORTEAMERICANA (11) 87

«no muy distintos de los sentimientos de los ir­ que permita menospreciar a los comunistas de Viet­ landeses hacia los ingleses en los días de Oliver nam del Norte, considerándolos como títeres o sa­ Cromwell». Aunque los vietnamitas han aprendido télites de los chinos. La patente de la guerra a respetar y temer a los chinos, esto no quiere de guerrillas no es propiedad de los chinos, ni decir que hayan llegado a quererlos, lo que ex­ siquiera el compartir una doctrina convierte nece­ plica por qué, según el profesor Honey, «las campa­ sariamente a los vietnamitas del norte en súbdi­ ñas de los comunistas que subrayaban la 'históri• tos del control chino, del mismo modo que una ca amistad' entre los pueblos de Vietnam y China herencia doctrinaria común no ha podido evitar tuvieron que ser abandonadas rápidamente cuan­ la disputa chino-soviética. Este error parece arran­ do despertaron tanto ridículo en Vietnam del Nor­ car de una continua negativa a enfrentarse con las te». En los años 1954-1956, los comunistas vietna­ fuerzas centrífugas del mundo comunista. No hace mitas siguieron servilmente a los chinos en su re­ mucho, Fidel Castro era también clasificado como forma agraria y otras actitudes políticas similares, discípulo de Mao porque en algunos puntos -vio­ pero esto resultó ser el peor error que hayan rea­ lencia revolucionaria y guerra de guerrillas- las lizado nunca y llevó al desencanto con el modelo doctrinas cubana y china coincidían. Pero esto no chino. «El final de la luna de míel entre Vietnam impidió que Castro atacara el Iiderazo chino a prin­ del Norte y China data de 1957 -escribe el profe­ cipios del año pasado en términos aún más duros sor Honey- y es interesante observar que Ho Chi de los que se habían empleado nunca en la Unión Minh no hizo ningún intento para imitar actitudes Soviética. El actual mundo comunista está lleno chinas como el 'gran salto adelante' y la creación de líneas tácticas y doctrinales que se interceptan de comunas.» y que pueden ser correlacionadas de maneras dis­ Por qué Ho Chi Minh y sus colegas serían inca­ tintas, según qué líneas uno elige correlacionar. La paces de crear su propia doctrina, eso es difícil idea de que Ho Chi Minh tuvo que tomar su «doc­ de comprender. Antes de Mao, Ho era uno de los trina de agresión» de Mao Tse-tung puede halagar líderes comunistas más importantes y tenía una ex­ tan poco a Dean Rusk como a Ho Chi Minh. periencia internacional mayor en las décadas del De todos modos hay algo alucinatorio en la teo­ veinte y del treinta. Los comunistas vietnamitas te­ ría de que China comunista es el verdadero ene­ nían más de veinte años de lucha armada en su migo en Vietnam o de que la guerra vietnamita no propio territorio de los cuales extraer lecciones y es sino la etapa preliminar de un enfrentamiento leyendas. Dependieron en gran parte de los chinos con China. Si hay alguna verdad en cualquier para ayudarlos contra los franceses, pero en los de estas dos proposiciones, los futuros historia­ últimos tiempos han recibido mucho más de los dores seguramente considerarán los trabajos de programas de ayuda soviético y europeo oriental. Sísifo realizados por los norteamericanos en el Se cree que el grupo dirigente norvietnamita con­ Vietnam como una de las grandes aberraciones de tiene facciones prosoviéticas y prochinas, pero la época moderna. El día en que una guerra con después de un período en que se trató de evitar China se concrete, Vietnam se convertirá en un tomar partido, el ala dominante que dirige Ho, escenario de segunda clase y bastante incómodo, piensa el profesor Honey, «se inclinó hacia el lado del cual tendrán que ser extraídas rápidamente la soviético a comienzos de septiembre 1960». Desde mayor parte de las tropas norteamerícanas. El entonces, Ho Chi Minh ha seguido maniobrando valle del Mekong está a unas 2.000 millas del cen­ entre los dos grandes poderes comunistas, sin ha­ tro industrial y militar de la China noreste. La idea ber abandonado nunca la política vietnamita tradi­ de que los norteamericanos están debilitando, asus­ cional que, según dice el profesor Honey, consis­ tando o disuadiendo a China por el hecho de ma­ te en «alentar con palabras las pretensiones de los tar vietnamitas, como si se tratara de un caso de chinos con tal de que ellos [los vietnamitas] mis­ error de identidad, desafía toda lógica y expe­ mos retengan el poder en Vietnam» (v. profesor Ho­ riencia. La única cosa que se está sin duda pro­ ney, Communism in North Vietnam, M.I.T. Press, bando es que si se les puede enterrar en Viet­ págs. 1-14 y 81). nam del Sur, no les será dificil enterrarlos en las No hay nada en la historia antigua o reciente ilimitadas extensiones de China. 88 THEODORE DRAPER

Sin embargo China es uno de los grandes impon­ largo alcance sobre las futuras relaciones entre derables en esta lucha de hombres, armas, y vo­ Vietnam del Norte y Vietnam del Sur. Si Vietnam luntades. Los Estados Unidos pueden ser arras­ del Norte resulta culpable de una «agresión ex­ trados, pueden dirigirse hacia, o ser comprometi­ tranjera», entonces es una nación «extranjera», dos en una lucha con la China comunista. Pero si algo que ningún vietnamita, ni siquiera el primer esta inimaginablemente horrible calamidad ocu­ ministro del Sur, mariscal del aire Nguyen Cao rriera la actual guerra del Vietnam se convertiria Ky, está dispuesto a admitir. Para el Departamento en algo mucho menos significativo aún que aho­ de Estado, la teoría de una «agresión extranjera» ra. Es locura o frivolidad justificar esta guerra significa que la guerra del Vietnam puede llegar con la perspectiva de otra infinitamente más du­ a resolverse sobre la base de una división de dosa y aterradora. No hay mayor locura en los esferas de influencia: el Sur como estado cliente defensores teóricos de la política norteamericana de los Estados Unidos, y el Norte como estado en el Vietnam que la premisa de que la guerra cliente de China comunista, suponiendo siempre no puede ser resuelta sobre la base de los inte­ que los vietnamitas del norte están dispuestos a reses internos vietnamitas, por lo menos en lo que aceptar ese último papel. concierne a los Estados Unidos, sin necesidad de Los que están a favor de esta partición señalan resolver el destino de toda la región, y no ya de los precedentes de Alemania y de Corea en favor la China comunista. Lo que se necesita tan urgen­ de la «solución». Los tres casos son tan distintos temente como la desescalada de la fuerza es una que una vez más se impone afirmar que estas ana­ desescalada de la teoría. logías son peligrosas. No es posible comparar una Alemania postrada y derrotada con un Vietnam que ha luchado por más de veinte años para recuperar su identidad nacional. Además, la división de Ale­ III mania tal vez sea la más ominosa bomba de tiem­ po de la política europea; la tendencia a recurrir Hay una contradicción en el pensamiento oficial a la división como una manera de salir del paso de los Estados Unidos que es la más notable de es muy sintomática de una enfermedad endémica todas. La política norteamericana está práctica­ de la política extranjera de los Estados Unidos: mente comprometida a una división permanente la tesis de que es posible pagar los gastos de hoy del Vietnam en dos estados independientes. Esta con el dinero de mañana. política está de hecho implícita en la actitud de Pero si los Estados Unidos tienen realmente la sostener que hay allí una "agresión extranjera» y intención de establecer dos Vietnams, lo menos que adoptó el gobierno de Johnson en 1965. La ac­ que podrían hacer es asegurarse que Vietnam del titud anterior de considerarla una "guerra civil» no Sur tiene jefes auténticamente sureños. Tanto el significaba que Vietnam del Norte hubiera estado primer ministro Ky como quienes lo rodean son contemplando la lucha en el Sur con los brazos vietnamitas del norte. Tanto él como sus íntimos cruzados; hay muy pocas dudas de que los par­ lucharon a favor de las fuerzas francesas para tidos comunistas de ambos Vietnams estén es­ perpetuar el régimen colonial francés. El símbolo trechamente vinculados, si no son partes apenas del estado independiente del Vietnam del Sur es, disfrazadas de la misma organización; los cuadros por lo tanto, un oficial de la fuerza aérea del norte del sur fueron entrenados y equipados en el norte que luchó contra la independencia de Vietnam, mucho antes de 1965. Un cambio cualitativo ocU­ y del que hay registrada una observación bastante rrió, se dice, porque el norte envió algunos de ambigua de elogio a Adolfo Hitler. Las últimas sus soldados al sur en 1965. Dejando aparte la crisis políticas de Vietnam del Sur se basan en consideración. si esta actitud del norte no tenía la insatisfacción de los miembros del gabinete un carácter de contragolpe y hasta había sido sureño ante la dominación de los norteños. Según realizada un poco a contrapelo, ese cambio en las Denis Warner, el régimen de Ky está siendo sa­ tácticas norvietnamitas parece proveer un terreno cudido por un «renacimiento del regionalismo su­ poco adecuado para tomar una decisión de tan reño» (ien su propio país!); los norteños están LA CRISIS NORTEAMERICANA (11) 89

decididos a continuar la guerra hasta el fin, in­ persona está dispuesta a considerar hasta la po­ cluso si esto significa invadir el Vietnam del Norte, sibilidad de empleo de armas nucleares. en tanto que los sureños «están más interesados El cambio en la actitud de Eisenhower, que co­ en explorar los caminos que conducen a la paz». rresponde en lineas generales al cambio de la (v. The Reporter, 17 de noviembre de 1966, pá­ politica norteamericana, no puede ser compren­ gina 41). Desde el momento que el primer minis­ dido sólo en términos del Vietnam. Es posible tro Ky y su grupo norteño no podrían permanecer acercarse a la comprensión si pensamos qué es en el poder, como no lo pudo hacer Diem, si los lo que los norteamericanos han hecho en Vietnam. Estados Unidos no lo sostuviera, esta manera de Como resultado de un error de cálculo después promover el separatismo del Sur es ciertamente de otro, han sido gradualmente arrastrados a rea­ muy extraña. lizar en el Vietnam una inversión militar y politica Además está el pequeño detalle de los acuerdos que es a la vez enorme y desproporcionada. Esta de Ginebra. Durante diez años, a partir de 1955, inversión, y no los intereses vitales de los Esta­ cuando Diem los desautorizó, ellos no constituye­ dos Unidos en aquella zona, ha actuado como ron un problema porque no fueron considerados una especie de hechizo. Lo mismo sucedería si como base de negociaciones ni por el régimen de se hubiera decidido enviar 400.000 soldados a Mau­ Vietnam del Sur, ni por los Estados Unidos. Pero ritania o a Ruritania. Una vez que los recursos en 1965, los Estados Unidos cambiaron su posi­ y el prestigio norteamericanos están comprometi­ ción y ofrecieron negociar sobre la base de estos dos en escala de tal prodigalidad, el «compromi­ acuerdos. Desafortunadamente, el último acuerdo so» desarrolla una vida propia y, como se dice, declara explicitamente que «la linea de separación hay que malgastar buen dinero para recuperar militar es provisional y no puede ser considerada el malo. de ninguna manera como un límite politico o te­ Esto, desde mi punto de vista, es algo de lo rritorial». Aunque este acuerdo no fue firmado, es que no podemos ni reirnos ni burlarnos. Es algo el único que hoy tiene alguna significación. Nadie muy serio para una potencia mundial comprome­ se ha tomado el trabajo de explicar cómo es po­ terse en una región tan lejana y tan poco cono­ sible negociar sobre la base de estos acuerdos cida, arrojar miles de hombres y miles de millo­ de Ginebra y asumir al mismo tiempo la posición nes de dólares en esta aventura, y luego empezar de que una división de tacto del país se ha con­ a reconsiderar si ha sido o no razonable apostar vertido en división de jure. Además, el espectro tanto a tan poco. Hay una tentación casi irresis­ de una división permanente ha reproducido en tible de magnificar la importancia del juego, de una nueva forma uno de los elementos principa­ tratar de recuperar la fortuna perdida alzando las les que permitió a los comunistas derrotar a los apuestas, de convertirse en prisionero de un pre­ franceses: todo el campo de la unidad nacionalis­ sente que cambia a cada instante, porque mirar ta de un Vietnam integral fue entregado a los co­ hacia el pasado es demasiado penoso y escudriñar munistas sin lucha. el futuro demasiado inquietante. Por sobre todo, ¿Por qué los Estados Unidos han tolerado verse hay una necesidad de reafirmarse en que se po­ envueltos en estas múltiples confusiones y con­ see un poder infalible para salir bien y triunfan­ tradicciones? ¿Acaso es porque Vietnam del Sur tes al fin. constituye en si mismo un interés vital que hay Ese poder no es otra cosa que: poder. Desde que defender a toda costa? Hasta hace muy poco el presidente para abajo, todos los principales nadie lo pensó. En 1954, como hemos visto, el funcionarios han difundido la grata noticia de que presidente Eisenhower estuvo en contra de un es­ el poder ha dado a los Estados Unidos respon­ fuerzo total y se redujo a un programa de ayuda sabilidades mundiales que no son consecuencia que no tenía muchas posibilidades de éxito. Con­ de su infinita sabiduría o de su ilimitado altruis­ virtió su ayuda en algo tan provisional y condicio­ mo sino de su incomparable poder. En un dis­ nal que no se dejó la posibilidad, ante otra crisis, curso pronunciado en la Universidad de John de hacer algo o de no hacer nada. Sin embargo, Hopkins en abril de 1965, por ejemplo, el presidente doce años más tarde, hay que repetirlo, la misma Johnson declaró que ahora los Estados Unidos 90 THEODORE DRAPER

tenían el poder y la oportunidad, por primera vez todo es posible. Sin seguridad, nada es posible" en todos los siglos, de evitar que las naciones (v. Richard C. Hottelet, The Reporter, 3 de no­ peleen unas con otras. Esta es una exhortación viembre de 1966, pág. 20). No hace mucho al­ de tan gran alcance que la guerra para terminar gunos altos funcionarios norteamericanos utiliza­ con todas las guerras puede llegar también a ser ban el mismo lenguaje de esos filósofos de cock­ el fin de la humanidad. No es casual que el ex tail-party que se mencionan arriba. El secretario secretario de Estado adjunto para Asuntos de Or­ de defensa McNamara estuvo muy cerca de utili­ ganización Internacional, y actual representante zar esas mismas palabras. La idea de que el permanente de los Estados Unidos ante la OTAN, éxito militar es una condición indispensable del publicara el año pasado un libro con el título éxito político resulta una petición de principios. Las obligaciones del poder. Allí argumenta que Porque ¿acaso el éxito político no es también la los Estados Unidos están «tan comprometidos en condición indispensable del éxito militar? Hace combates tan malos y desagradables en tantos lu­ menos de tres años, esta última proposición era gares" simplemente porque son una potencia tan considerada como el presupuesto más esclarece­ grande y poderosa. Pide a los norteamericanos dor de la política norteamericana. Hubo incluso que «se acostumbren a nuestro propio poder, y a una época en que se daba preferencia a la po­ las consecuencias que comporta su disponibilidad lítica sobre el poder; entonces el poder y la polí• universal". Los acusa de no estar aún «acostum­ tica estaban vinculados, pareciendo cada uno im­ brados a nuestro poder", y de dudar aún «de productivo por sí solo; ahora el poder se ha con­ nuestras propias proezas". Los reconforta con la vertido en la condición previa de la política que idea de que no tienen que convertirse en los po­ se ha retirado a una suerte de limbo hasta que licías del mundo si los Estados Unidos y otras se haya alcanzado el «éxito militar". naciones pueden crear una organización interna­ La belleza y el encanto de la nueva actitud cional de paz. Pero tal organización no existe y su política es que pospone toda reforma política se­ futuro es más que dudoso. De tal manera que estas ria en Vietnam hasta el final de la guerra. Du­ palabras de aliento resultan verdaderamente hela­ rante más de una década, los funcionarios y ase­ das. En realidad lo que se dice es que los Estados sores norteamericanos han estado luchando por Unidos deben ser, y probablemente seguir siendo, todos los medios para conseguir que los suce­ la «policía del mundo" (v. Harlan Cleveland, The sivos regímenes survietnamitas realizaran algunas Obligatíons of Power, Harper and Row, págs. 14-16, reformas significativas, especialmente en el campo 135). de la posesión de la tierra. Ellos pensaban que era La actitud ortodoxa oficial que prevalece hoyes necesario conquistar a los campesinos para aislar la de que el poder sacará a los norteamericanos a las guerrillas y que sólo reformas importantes del paso, pero esa actitud ha empezado ahora habrían de conquistar a los campesinos. Ahora a divulgarse también por medio de canales perio­ sucede de que todo este esfuerzo estaba mal di­ dísticos. Una de las vias de comunicación de rigido porque acontecía antes y no después del este punto de vista lo presenta así: «éxíto militar". Los últimos consejos de la sabidu­ «El elemento central de esta nueva imagen es ría que provienen de la embajada norteamericana el poder. Los filósofos de cocktail-party que de­ en Saigón, condenan involuntariamente todos los claran que no hay 'una solución militar' y que ha­ hermosos proyectos y programas que antes pa­ blan de una lucha 'por el corazón y la mente de recían tan sabios. Es evidente que los mandarines los hombres', sólo presentan una parte muy pe­ norteamericanos no pueden ganar en todos los queña de la verdad. La idea de que hay solucio­ campos. nes militares para los problemas políticos desa­ Si lo que realmente importaba era la «seguri­ pareció con la segunda guerra mundial y nadie dad", el ex presidente Diem debió haberla con­ en Vietnam piensa en tales términos. Pero el éxito vertido en un «éxito político" porque él mantuvo militar -tomar y explotar la iniciativa, acosar y un control severísimo del país durante unos cuan­ castígar al enemigo- es una condición indispen­ tos años. Y si los mandarínes que apoyan al pri­ sable del éxito político. Si se tiene seguridad, mer ministro Ky llegan a poseer una «seguridad" LA CRISIS NORTEAMERICANA (11) 91

semejante, es muy dificil que puedan lograr nada Johnson aceptando tal derrota con tanta ecuani­ más, o mejor, que eso. Es muy ingenuo suponer midad y asumiendo personalmente toda la respon­ que un régimen militar celebrará sus «éxitos mi­ sabilidad. Por lo menos Kennedy nos habría aho­ litares» realizando concesiones politicas de largo rrado los trucos intelectuales y el burdo lenguaje alcance y reformas económicas básicas. Con la piadoso que acompañan los peores excesos de seguridad, todo puede ser posible -pero sólo Johnson. si hay un programa político adecuado, una presión De ningún modo estoy tratando de disminuir y una voluntad. La última cosa que sacudirá el la importancia del poder en la conducta de los statu quo en Vietnam del sur es un «sentimiento de asuntos extranjeros. Por el contrario, yo fui uno seguridad» por parte de los poderes que lo rigen. de los que advirtieron en 1960 las peligrosas con­ En realidad, los Estados Unidos han echado secuencias de la actitud política de la Unión So­ mano al poder porque su política ha fracasado. viética en el momento culminante del reinado de Desde el momento que ningún político puede atre­ Kruschev. En síntesis, los jefes soviéticos procla­ verse a admitir esto, hay que pretender que se re­ maron entonces que el mundo había entrado en curre al poder para hacer que triunfe la política una «nueva etapa» en la que «el equilibrio de norteamericana. fuerzas», desde el punto de vista económico, po­ lítico y militar se había inclinado a favor del sis­ tema soviético. Cuando esta doctrina se convirtió IV en el leitmotiv de la propaganda soviética al año siguiente, escribí un artículo para Commentary La marca distintiva de la politica extranjera del (Nueva York, noviembre de 1961) en que declaré gobierno de Johnson ha sido su determinación de que era necesario que el Occidente «encontrara usar y abusar del poder militar desnudo. Tanto en una manera de demostrar a los Soviets su error la República Dominicana como en el Vietnam, el con respecto a ese 'equilibrio de fuerzas'». No he presidente Johnson tomó las decisiones más cri­ cambiado de opinión en lo más mínimo sobre la ticas aproximadamente al mismo tiempo, en los necesidad que existía en aquel momento, y el primeros meses de 1965. Estoy dispuesto a creer presidente Kennedy encontró una manera de de­ que envió tropas a ambos paises como un último mostrar el error soviético cuando ocurrió la «crisis recurso. Pero la pregunta más profunda sigue sien­ de los misiles» en octubre de 1962. do: ¿Por qué fue necesario recurrir a la fuerza? Los Estados Unidos han ido ahora tan lejos que Como ya he indicado, el problema va mucho están desplegando su poder de una manera muy más allá del actual gobierno. El molde de la in­ peligrosa. Quienes toman las decisiones políticas tervención militar después del fracaso político se y su consejeros íntelectuales han llegado muy pe­ ha repetido en tres gobiernos muy distintos y en ligrosamente a creer que la única cosa que está tres países muy distintos. Uno de los ayudantes en el camino de la conquista comunista en toda del Presidente Kennedy se ha atrevido a adelantar Asia, Africa y América Latina es el poder norte­ la opinión de que aquel habría hecho lo mismo que americano. A partir de esta premisa hay sólo un Johnson en el Vietnam. Si es así, esto sólo con­ paso para apoyar la política norteamericana en firmaría mi convicción de que el problema cala las fuerzas propias en vez de apoyarlas en las más profundamente y va más allá del carácter in­ fuerzas que existen en cada país. En cada una de dividual de cada presidente. Sin embargo, yo no las tres crisis que hicieron necesaria alguna forma estoy completamente persuadido de que Kennedy de intervención militar en los últimos seis años, habría actuado exactamente igual o llegado a los el manejo o, aún, la comprensión de las fuerzas mismos extremos. Después de todo, él trazó una internas que existían en Cuba, la República Do­ línea impidiendo el uso de tropas de combate nor­ minicana y el Vietnam no fueron los puntos más teamericanas en la aventura de la Bahía de los fuertes de la política norteamericana. En otro Cochinos, y se negó a cruzar esa línea a pesar ejemplo muy famoso, sin embargo, por inadverten­ de la enorme presión que se hizo sobre él para cia se permitió que las fuerzas nacionales actuaran que la cruzara. Es difícil imaginarse a Lyndon con más libertad. Ante el asombro de todos, el 92 THEODORE DRAPER

comunismo sufrió allí su mayor derrota de la his­ tar es imposible en los mayores y más importan­ toria de esta postguerra. tes países de Asia y de América Latina por más Unos seis meses antes del abortado golpe co­ que estos países corran el riesgo de ser domina­ munista en Indonesia, se corrió la voz de que dos por los comunistas. En países medianos, los dicho país no podía ser salvado del comunismo. Estados Unidos deben resignarse a que éstos re­ "Nuestro gobierno estaba completamente resigna­ suelvan por sí mismos sus problemas políticos in­ do al dominio potencial de Indonesia por parte ternos. de un grupo comunista muy cercano a Pekín, ya La guerra en Vietnam por lo tanto no constituye que la invasión armada parecía ser la única for­ una situación típica: en el mejor de los casos ma de evitarlo», ha declarado Richard N. Good­ sólo podrá reproducirse en ciertos paises y en win, que fue ayudante de los presidentes Kennedy ciertas épocas. Se le ha hecho cargar con un peso y Johnson (v. Goodwin Triumph or Tragedy: Re­ demasiado grande de significación para poder jus­ t1ections on Vietnam, Vintage Books, pág. 15). Esta tificar su costo. En países que no se prestan a la resignación a una victoria comunista fue lo me­ intervención militar, son los medios políticos los jor que le ha ocurrido a los Estados Unidos en los que podrán favorecer o desfavorecer a los Esta­ últimos años. Si hubieran sido suficientemente lo­ dos Unidos. En los países que por alguna razón cos como para considerar la posibilidad de una permiten la intervención militar, los intereses po­ intervención armada en Indonesia con el propósito líticos deben tener la primacía porque la "victoria» de frustrar a los comunistas, se habrían enredado militar sólo puede construirse sobre la base de en la política interna indonesia de tal modo que una derrota política. lo habrían arruinado todo. En cambio, decidieron Este es el nudo del problema. Cuando el pre­ reducir las pérdidas; como no sabían que hacer, sidente Johnson lanza una mirada de acero a sus no hicieron nada; cerraron las agencias y evacua­ visitantes y les pregunta: ,,¿Qué haría usted para ron a los agentes. Y, oh milagro, los comunistas que los comunistas nos ofrezcan una paz honora­ cometieron un error, y todavía lo están pagando. ble en Vietnam?», él no está planteando una pre­ El único mérito que pueden sacar los norteame­ gunta tan abrumadora como se imagina. Si un pa­ ricanos de esta buena suerte es no haber hecho ciente que ha llevado durante años una vida disi­ nada para estropearla. pada viene a ver un médico para que lo cure No quiero sugerir con esto que lo mejor que de golpe, el fracaso no será del médico sino del pueden hacer en todas partes del mundo es no paciente. Y si además el paciente especifica que hacer nada. Lo que quiero sugerir es que no la cura debe ser "honorable», cualquier diagnósti• pueden y no tienen por qué hacerlo todo. Indone­ co desagradable o tratamiento difícil, no le pare­ sia es una región de Asia del Sur mucho más im­ cerá sin duda aceptable. En la diplomacia, de portante aue Vietnam, y sin embargo los Estados todos modcs, "el horror» es algo muy difícil de Unidos estaban resignados no hace mucho a de­ negociar. Por lo general se utiliza como bandera jarla en manos de los comunistas. Y a propósito, al comenzar una guerra, no como un medio para sería fascinante averiguar por qué se habrían re­ terminarla sin una victoria. signado al dominio comunista en Indonesia pero no se pueden resignar, bajo ninguna circunstancia, al dominio comunista en el Vietnam. V En verdad, los Estados Unidos podrían haberse encontrado en una situación semejante en Chile Sin embargo, hay un hombre que reiteradamen­ si no fuera por la victoria del doctor Eduardo Frei te ha dado a Johnson una respuesta a esa pregun­ en las últimas elecciones. No es posible creer que ta. Es U Thant, secretario general de las Naciones se hubiera podido salvar más fácilmente a Chile Unidas. Después de la caída del régimen de Diem del comunismo por medio del poder militar de lo en noviembre de 1963, U Thant sugirió implícita• que se hubiera podido hacer en Indonesia. Es mente a los Estados Unidos que formase un go­ claro que a pesar de todo el poder militar de que bierno de coalición en Saigón que incluyese a disponen los Estados Unidos, la intervención mili- exiliados políticos vietnamitas, que no fueran co- LA CRISIS NORTEAMERICANA (11) 93

munistas y que creyesen en la neutralización del se basaba aparentemente en dos cosas; Estados país como un medio de terminar la guerra. Más Unidos no podía entrar a discutir con el régimen tarde U Thant dio a publicidad su punto de vista de Hanoi sin la presencia del gobierno de Saigón, de que «hubo una posibilidad verdaderamente muy y conversaciones de este tipo corrían el riesgo buena en 1963 de llegar a una solución política de minar la moral del gobierno de Saigón. En satisfactoria". (El subrayado es mío T. D.) Este vez de darle una oportunidad a U Thant en enero consejo no fue aceptado porque los generales que el presidente Johnson decidió extender la guerra sustítuyeron a Diem y el nuevo gobierno de John­ en febrero. Una vez más, el 8 de marzo de 1965, son pusieron sus miras en la «victoria", como según se ha informado, U Thant propuso una con­ lo índícó el presídente Johnson en su mensaje ferencia preliminar sobre Vietnam que incluyese al general Duong Van Minh, el primero de a los Estados Unidos, a la Unión Soviética, a Gran año de 1964. Dos años más tarde, la posición Bretaña, a Francia, a China comunista y a ambos norteamericana cambió, al menos en público, has­ Vietnam. La proposición fue descartada por Was­ ta aceptar la neutralización de cualquier pais en hington en menos de veinticuatro horas. el sureste de Asia, incluído el Vietnam, si así lo Después de seguir explorando, por más de un deseaban. año, todos los caminos que pueden conducir a una En septiembre de 1964, U Thant hizo un es­ paz posible, U Thant comunicó en privado sus fuerzo muy grande para conseguir que se reali­ conclusiones a los Estados Unidos a fines de zasen conversaciones en privado entre los Estados 1965 y las dio a la publicidad en marzo y en Unidos y Vietnam del Norte con el fin de termi­ julio de 1966. En sintesis, U Thant dio a entender nar la guerra. Los últimos, a través de la Unión que tenía motivos para creer que se podian ini­ Soviética, aceptaron asistir a un encuentro. Pero ciar negociaciones de paz sobre la base de tres los reiterados esfuerzos de U Thant para conse­ puntos: el cese de los bombardeos norteamerica­ guir la aceptación de los Estados Unidos fraca­ nos de Vietnam del Norte, la disminución progre­ saron. Aparentemente con el apoyo de Adlai Ste­ siva de las actividades militares de ambos bandos venson, que entonces era el embajador norte­ en Vietnam del Sur, lo que podría conducir a una americano ante la ONU, U Thant llegó a conseguir suspensión de las hostilidades; y el deseo de la aprobación de Birmania para que se realizase todas las partes de intervenir en discusiones que allí una reunión secreta. El jefe de estado birma­ incluyeran no sólo al régimen de Vietnam del Norte no, Ne Win, contest6 positivamente el 18 de enero sino también al Vietcong. Una vez más el se­ de 1965; diez días más tarde todo el plan fue cretario general descubrió que Washington no es­ vetado por Washington. Lo único que consiguió taba interesado (2) .Es significativo que dos fran­ U Thant por sus esfuerzos fue leer en los perió• ceses, que tienen las mejores vinculaciones en dicos que el secretario de prensa del presi­ Hanoi y que son el corresponsal de la Agencia dente había negado que el secretario general France Presse, Jean Raffaelli, y el ex delegado fran­ hubiera hecho jamás tales proposiciones; la ne­ cés ante Vietnam del Norte, Jean Sainteny, están gativa era tan torpe que más tarde se tuvo que convencidos de que los comunistas habrian acep­ insertar antes de la palabra «propuestas» la pa­ tado los tres puntos del programa de U Thant co­ labra «significativas» para evitar una presentación mo base de negociaciones (v. War / Peace Report, totalmente falsa de los hechos. La explicación ofi­ octubre de 1966, p. 3). cial de este rechazo que dio Stevenson a U Thant ¿Hay acaso algo intrinsecamente "no honora­ ble» en los tres puntos de U Thant? No lo creo. Si lo hubiera Washington no habría insistido ante (2) Este sumario de los esfuerzos de U Thant está basado principalmente en el libro The Polltics 01 Esca­ U Thant para que siguiera siendo secretario ge­ lation in Vietnam, de Franz Schurman, Peter Dale Scott, neral. No podemos esperar ningún quid pro quo Reginald Zelnick (Fawcett, págs. 26 a 34); en Mario por el cese de los bombardeos de Vietnam del Nor­ Rossi, artículo de la New York Review 01 Books (17 de te porque Vietnam del Norte no está bombardean­ noviembre de 1966, págs. 8 a 13); y en Emmet John Hughes, en el semanario Newsweek (12 de diciembre do a Vietnam del Sur, y menos aún las líneas de de 1966, págs. 62 a 63). ferrocarril y los depósitos de petróleo que se en- 94 THEODORE DRAPER

cuentran en las vecindades de Washington, D. C. crecer. Es una guerra que está aislando a los Es­ El segundo punto supone una atmósfera militar tados Unidos, deformando su economía y corrom­ que pueda llevar a negociaciones serias. En cuan­ piendo la vida intelectual y política de este país. to al tercer punto, que sólo puede ser considerado En una guerra semejante lo menos que podrían discutible por la inclusión del Vietcong, el pre­ hacer los Estados Unidos es dar a las propuestas sidente Johnson ha dicho que la representación de U Thant la oportunidad de extraer al país y a los del Vietcong no seria un «problema insoluble". comunistas de este pantano. Una medida de la Desde mi punto de vista, las proposiciones de crisis norteamericana aparece dada en el hecho U Thant no sólo no son excesivas o irracionales; de que hasta los críticos de la política norteame­ me parecen, teniendo en cuenta todas las circuns­ ricana en el Vietnam, que ven más claramente tancias, las condiciones mínimas para una nego­ todos los defectos del pasado y todos los peligros ciación seria. Si en verdad quisiéramos la paz del futuro, no se pueden liberar del incubo de la sin victoria, deberiamos aprovecharlas. Las reite­ victoria militar. Goodwin no puede pensar en na­ radas desatenciones a los esfuerzos de U Thant da mejor para terminar lo que es por otra parte deben ser consideradas como los errores de juicio un ensayo muy bien pensado y crítico, que re­ más ciegos y menos justificables de la política comendar la continuación de la guerra en el Sur. norteamericana. No debemos, aconseja gravemente, ahorrar ni Lo malo es que los Estados Unidos siguen per­ hombres ni dinero para reconquistar «milla a milla, siguiendo el fantasma de la «victoria" militar en por más doloroso que sea". En un ensayo de Vietnam. Es un fantasma porque esta no es una gran amplitud, ni siquiera menciona los esfuer­ guerra que puede ser «ganada" por uno de los zos o las propuestas de U Thant como una alter­ dos bandos, en el sentido convencional de la pa­ nativa posible a esa línea de conducta prohibitiva labra. El ejército de Vietnam del Sur ya la ha per­ y probablemente fútil. Si la política del presidente dido por lo menos dos veces, aunque no lo re­ Johnson tiene críticos de este tipo no necesita conozca. Se ha convertido en una guerra que los defensores. Estados Unidos nunca quisieron pelear, de mucha­ La última empresa militar en la que se han chos norteamericanos haciendo lo que muchachos embarcado ya los Estados Unidos parece tener asiáticos deberían estar haciendo por sí mismos. todas las caracteristicas de la improvisación. Para Es una guerra para demostrar que los norteameri­ triunfar depende no sólo de la posibilidad de que canos no pueden ser derrotados militarmente por las fuerzas norteamericanas recuperen «milla a los norvietnamitas, lo que no es necesario probar. milla, por más doloroso que sea", sino aún más Es una guerra que no puede dar como resultado en la habilidad del ejército vietnamita en conseguir una «victoria" significativa precisamente porque la pacificación del ínterior del país. Las operacio­ se ha convertido en algo primordialmente militar. nes norteamericanas de «búsqueda y destrucción" Es una guerra en que el costo y el beneficio han habrán de fracasar, se admite, si no están apoya­ perdido toda relación de equilibrio y cada mes das por operaciones eficaces de «limpieza y man­ que pasa esto se agrava. Es una guerra basada tenimiento". Asi, pues, de una u otra manera los en la premisa errónea de que el poder puede sus­ norteamericanos no pueden decidir el resultado tituir a la política, con el resultado de que los por sí mismos. Una vez más se está confiando la Estados Unidos habrán de emplear cada vez más más importante misión social de esta guerra al poder y cada vez menos política. Es una guerra ejército y al gobierno survietnamita, por más po­ en que, para no «ceder" terreno al enemigo, hay bremente que ellos hayan actuado hasta ahora que devastar la tierra de los amigos. Es una gue­ y por menos fe que se tenga en ellos, simple­ rra que los norteamericanos pueden creer posi­ mente porque los norteamericanos no pueden ble «ganar", pero que el pueblo vietnamita ya no hacer ese trabajo por ellos mismos. Es posible que puede ganar. Es una guerra para hacer «desapa­ se intente simplificar las etapas de la guerra pos­ recer" a las guerrillas, como si fuera lo mismo teriores a 1965 como si se tratara de una «agre­ que terminar con ellas o modificar las condiciones sión extranjera" pero los norteamericanos no pue­ políticas y sociales que las han hecho nacer y den huir de las realidades de la «guerra cívil" o .. LA CRISIS NORTEAMERICANA (11) 95

más bien del complejo de guerras civiles: comu­ tienen razón una vez más, la próxima etapa de nistas contra anticomunistas, campesinos contra esta guerra puede llevar a todos hasta el borde terratenientes, civiles contra soldados, sureños del del horror; puede desgarrar la conciencia de este sur contra «sureños» del norte. país; puede desatar una cacería de «culpables» Los militares norteamericanos son tan poco opti­ y los más culpables serán los que se encarguen mistas a propósito de la nueva estrategia, que de la parte principal de la cacería. algunos de ellos ya están preparando a los co­ En estas circunstancias ¿tiene acaso sentido rresponsales y a la opinión pública para la nueva pretender que no vale la pena tomarse en serio fase. Un «comandante norteamericano muy res­ las propuestas de U Thant? Cuanto más se es­ petado» le dijo a Richard Dudman del Sto Louis pere, y tal vez ya se haya esperado demasiado, Post-Dispatch (8 de julio de 1966): «deberíamos el precio va a ser más alto. Pero al menos, eso ocupar y gobernar este pais en vez de pretender indicaría un cambio en la actitud y en la política respetar la soberanía de un gobierno que real­ nacionales sin el cual es imposible declararse mente sólo es transitorio e ilegal y podrá cam­ inocentes ante la corte de la humanidad. biar mañana. Sería más eficiente hacerlo y segu­ ramente que el fin sería mejor si abandonáramos La crisis norteamericana ya es bastante grave la idea de asistencia y pacificación y nos confor­ cuando se considera lo dificil que es salir de esta máramos con la de someterlo todo, considerando guerra sin cuartel y sin razones. Pero, no importa a Vietnam del Sur como territorio enemigo». Si lo que se piense sobre las posibilidades de sa­ esto parece difícil de creer, hay que ver lo que lir o no, siempre habrá una crisis más amplia y dice Marvin L. Stone en U. S. News and World profunda: ¿Cómo se llegó a esto, y cómo los Es­ Report (5 de diciembre de 1966): «Algunos altos tados Unidos se vieron envueltos en la intervención oficiales insisten que las experiencias realizadas militar en Cuba y en la República Dominicana? en 1967 con las fuerzas vietnamitas van a resul­ Es imposible seguir viviendo al día, aprovechan­ tar haber sido muy costosas, y que los Estados do cualquier tipo de statu quo, por podrido e Unidos deben aceptar la realidad si quieren ganar inestable que sea, para sostener a cualquier pre­ esta guerra, movilizar las reservas y la guardia cio el frente contra el comunismo, paralizados por nacional, enviar unos 400.000 hombres más y en­ las últimas etapas de la enfermedad. En la nueva cargarse ellos también de la 'otra guerra' [de pa­ adoración del poder, los Estados Unidos están dis­ cificación] y cuanto antes mejor.» Pero, advierte persando su poder al usarlo en demasía, con harta Stone, esta «realidad» es tan desagradable que frecuencia y con mucha torpeza. Todas las gran­ otros norteamericanos la consideran como el «peor des potencias que se han sobreestimado, que han error» que podríamos hacer. tenido demasiada complacencia consigo mismas, La única certidumbre es que la meta de una y que se han extendido más allá de los límites «victoria militar» exige ya sea un colapso comu­ de su poder, han terminado mal. A menos que nista súbito para llevar la guerra a una conclusión pueda romper el siniestro ciclo de ineptitud políti• rápida o una larga lucha que exigirá cada vez ca e intervención militar, el gobierno de Johnson más soldados norteamericanos. Stone nos dice que marcará uno de los puntos cruciales de la historia todos los norteamericanos que están en el Vietnam norteamericana y orientará al pais hacia el abismo. parecen estar de acuerdo en los mismos plazos: No importa cuál sea nuestro pensamiento sobre los uno o dos años de operaciones militares para des­ imperativos militares de hoy, el problema históri• trozar las principales lineas enemigas seguidos co mayor es de carácter político social; no les es de cinco o diez años para destruir a las guerrillas. posible a los Estados Unidos seguir fracasando po­ Cuanto más se subraya el aspecto puramente mi­ líticamente y «triunfando» militarmente sin evitar litar de la futura «victoria», más se estimula la al cabo un desastre que esté más allá de lo que presión en los Estados Unidos para ahorrar vidas ha conocido el mundo. El presidente y sus conse­ y dinero usando vías militares cada vez más ex­ jeros podrían perder algunos minutos en volver a tremas, desde la invasión del Vietnam del Norte examinar lo que se dijo de otra victoria militar: la al empleo de armas nucleares. Si los pesimistas de Pirro, el rey de Epiro, en 279 a. de J. C. O

7 Colaboradores

JUAN BAÑUELOS (México, 1932). destacado joven de 1965 a cargo de la Editorial Sudamericana y con poeta mexicano, publicó poemas en los volúmenes prólogo de Ernesto Sábato. Los textos que hoy publi­ colectivos La espiga amotinada (1960) y Ocupación de camos han sido especialmente autorizados por el autor. la palabra (1965), del Fondo de Cultura Económica. MAR!O MAURIN (Francia, 1928) pasó sus primeros ROLAND BARTHES (Francia, 1915) es el jefe de la años en España, vivió luego un tiempo en Francia y nueva crítica francesa y uno de los maestros del es­ desda 1941 reside en los Estados Unidos. Es profesor tructuralísmo. Fundador de la Revista Tel Quel, la más y jefe del Departamento de Literatura Francesa en el influyente de estos últimos años, Barthes ha publicado Bryn Mawr College, Pennsylvannia. Ha publicado en ya varios libros entre los que destacan por su valor francés un libro sobre Leopardi (Editions Pi erre Se­ polémico y su originalidad, Le degré zéro de I'écri­ ghers, Paris) y tiene en preparación un libro de en­ ture (1953). Mythologies (1957). Sur Racine (1963), Le sayos sobre la influencia del laberinto en la literatura. systéme de la mode (1967). Es justo que sea ahora A dicho libro pertenece el estudio sobre Juan Valera Barthes quien comente el nuevo libro de Severo Sar­ cuya primera parte publicamos en este número. duy en Mundo Nuevo, ya que fue éste el primero que OCTAVIO PAZ (México, 1914) es uno de los poetas en la revista, y en América Latina, ha llamado la aten­ más importantes de hoy y uno de los críticos de mayor ción sobre la importancia de la actual crítica francesa prestigio internacional. Su obra Iirica, recogida en vo­ (v. núm. 2, agosto de 1966), así como el único de los lúmenes como Libertad bajo palabra (1949). como La nuevos escritores latinoamericanos en colaborar ac­ estación violenta (1958), o el reciente Viento entero tivamente en Tel Quel. (1965) es una de las más puras y mágicas de las letras hispanoamericanas. Sus ensayos van desde El laberinto WITOLD GOMBROWICZ (Polonia, 1904) inicia su obra de la soledad (1950), penetrante visión de México y que literaria en su patria, en 1933, la continúa en la Ar­ acaba de ser traducido en Inglaterra; El arco y la lira gentina, donde vive 24 años (1939-1963), y la corona (1956), sobre la creación poética, hasta Cuadrivio (1965). en Europa, con libros que han merecido premios inter­ en que estudia magistral y renovadoramente a Darío, nacionales. Su principal novela, Ferdydurke, fue publi­ López Velarde, Cernuda y Fernando Pessoa. Ellos cer­ cada en castellano en 1947 por la editorial Argos, de tifican una lucidez y rigor ejemplares. Recientemente ha Buenos Aires. También existe una reedición argentina escrito un definitivo prólogo a la antologia Poesia en movimiento, México 1915-1966 (Editorial Siglo XXI, 1966). obra preparada en colaboración con AIi Chumacero, José Emilio Pacheco y Homero Aridjís, y de la que éste último ha extraído una antología para Mundo ORDEN DE SUSCRIPCION Nuevo (núm. 10, abril de 1967). En el núm. 6 (diciem­ bre de 1966) de nuestra revísta publícamos un testimo­ Envío a ustedes la cantidad de _ _ . nio de amistad y de poesía sobre André Breton que nos envió Paz desde la India, donde es Embajador de fvléxico, a la muerte del gran poeta superrealista. importe de mi suscripción anual a _MUNDO NUEVO" JORGE TEILLlER (Chile, 1935) se ha destacado entre los poetas de su generación por una poesía muy per­ a partir del número sonal e imaginativa. Ya ha publicado, entre otros li­ Nombre y apellidos bros, Para ángeles y gorriones (1956). El cielo cae con las hojas (1958), El árbol de la memoria (1960), Poe­ mas del país del nunca jamás (1963). Las composicio­ nes que hoy publicamos han sido especialmente en­ Dirección completa víadas por el autor para Mundo Nuevo.

Nota sobre las ilustraciones

MICHELANGELO ANTONIONI (Italia, 1912) ha obtenido el Gran Premio de Cannes 1967 con Blow-Up (La am­ pliación fotográfica, o también La explosión), película Pago mediante cheque bancario a la orden de que es técnicamente inglesa (fue filmada en Londres) -MUNDO NUEVO" o giro postal (C. C. P. Paris aunque haya sido producida por un italiano, Cario 2-710-19) a nombre de Ricardo López Borrás, 97, Ponti, y dirigida por otro. Para América Latina esta rue Saint-Lazare, Paris IX·. visión ácida y brillante del Swinging London (en que se refleja como en un espejo convexo todo el mundo Suscripción anual: de hoy). tiene un interés adicional: haber sido inspi­ Francia: 35 F- Otros paises europeos: 40 F rada por un cuento de Julio Cortázar, como explica Guillermo Cabrera Infante en la seccíón Cartas. Las U.S.A.: 8 $ - América Latina: 6 $ fotografías del film que se reproducen por cortesía de la MGM, de París, muestran a David Hemmings, en el (Para pago en moneda nacional informarse con papel de fotógrafo, y a Vanessa Redgrave, en el de la el agente de cada pais. Véase la lista en la página desconocida que el protagonista fotografia en lo que tercera de la cubierta.) sólo parece ser una escena de amor en un parque y tal vez encubra un atentado criminal. O munDO nuevo 97, rue Saint·Lazare. París (9). Francia

SUSCRIPCION ANUAL Francia: 35 F '" Otros países europeos: 40 F '" u. S. A.: 8 $ América Latina: 6 $ (Para pago en moneda nacional informarse con el agente de cada país)

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