y» íá"1 '.«•.■;.• i.'' ñ*'-;'-

' ■>; #fHfe An, }A{A^ te:

PREVISTA DE SANTIAGO

ÍÑ - - f

Í:-AU'■■r*¿0*:A:y/-~::.-AA-:'A A-

■'.--■. Aaa

T^*

V ItáfrtíT

EXIMIO POETA MEJIpANO -) LA REVISTA DE SANTIAGO

LA REVISTA DE SANTIAGO mente lamentable que nuestro bello país de Chile haya permanecido como apar AÑO I NUM-1 tado, trabajando s!, pero en un aisla miento que difícilmente podrá ser fecun do. La PERIÓDICO LITERARIO ILUSTRADO publicación literario-ilustrada que hoy inauguramos está llamada á servir Sale á luz los Domingos de seguro vínculo entre el pensamiento chileno y el general pensamiento de América para que de una vez, conocidos y unidos todos los intelectuales, poda» DIRECTOR mos proseguir unánimemente la edifica ción del soberbio monumento de las

Francisco Jvf . /.. Pontreras y modernas, verdaderas Letras America nas. I. La Revista dk Santiago, ante to servirá de á la Dibujos á la pluma de Emilio Dupré do, órgano juventud lite raria de nuestro país que marcha valien temente á la conquista del Ideal. II. La Revista de Santiago, además, Colaboración de distinguidos litaratos chilenos y se propone extender nuestras relaciones extranjeros. intelectuales á través de Latino-Améri ca y España, mediante la franca circula ción de sus ediciones en tales TARIFA países. III. La Revista de Santiago, por dará á conocer en nuestro Suscrición ur. fin, público por ano $ 5.00 los más celebrados literatos de Id. Europa por medio ario 2.50 y América, publicando colaboraciones Número suelto o. 10 suyas ó fracmentos de sus más hermosas Id. atrasado 0.20 obras como también sus retratos acom pañados de notas biográfico-bibliográfi» cas.

acaso oficina: bandera 523. Empero, alguien preguntará: ¿Y vuestras tendencias y vuestra bandera literarias?— de no — ¡Oh! ningunas! Aparte NOTA. Toda comunicación debe ser dirigida al sotros tales ideas, convencidos como es Administrador, Bandera 523. tamos de que el «individualismo» es la única teoría de que puede razonable LA REVISTA DE SANTIAGO mente tratarse en este tiempo en que hasta los más conservadores empiezan á confudir el Arte Absoluto con el Arte SANTIAGO, AGOSTO IJ DE 1899 Libre. Y ahora ¡á la obra! A la obra sin vacilación ni temor, pues no pode mos menos de esperar (dado nuestros Portada propósitos) favorable acogida en nuestra amada Patria y en los demás países que En estos últimos diez cuando años, tan tienen el honor de poseer la lengua de ardiente de entusiasmo se soplo ha apo oro de Castilla! derado de la intelectualidad latino-ame lanzándola en ricana, la senda de la in La Dirección novación y del progreso, es verdadera I, A REVISTA DE SANTIAllo :s

Nuestro íill>um «especio de causerie amena y sutil saturada de fragancias femeninas y de gracia gentil»; Manuel Gutiérrez Nuera toda esa larga serie, en fin, de creaciones jema les, vaporosas, inefables que llenaron los perió f 1895 dicos de su patria y las revistas de América de mas de doce años. •Vivía haciendo luz, como un sol., por espacio Su obra no tiene en la literatu NICANOR BOI.ET PK1U/J precedentes ra castellana. Quien en sus Poetas l'Jsjiai'tolrs ■ sostuvo que ya no los había en la penínzulai De tiempo en tiempo, á la manera de pro llevaba por cierto sangre gala. Su árbol genea digiosos fenómenos celestes, aparecen en el lógico florece en París. Sus progenitores se obscuro conjunto de la sociedad, ciertos hom llaman Theofile Gautier, TheodoredeBambille, bres que, elevándose sobre el nivel ambiente, Catulle Mendés. ¿Y qué era él sino un esqui- hacen primero converger en sí las miradas de sito caballero Luis X V que en los parques ga la multitud para llenar, á poco, todo el hori lantes madrigalisara al oido de las marquesi zonte con los generosos esplendores de su tas empolvadas, entre la risa blanca de los nimbo. Asi en el orden político, asi en el or mármoles y el vuelo hierático de los cisnes? den filosófico, así en el orden artístico. Uno «Su cuerpo era de Méjico —escribe Berisso — de estos hombres fué Manuel Gutiérrez Náje- su alma de París. Impregnóse su espíritu de ra. Lanzado á la brega de la lucha por la glo «parisina», á punto de que su producción se ria, allá en su hermoso país de Méjico, en un confundiría con la de un escritor francés si no tiempo en que el arte americano uncido al fuese por el tema local. En prosa, lírico ó lige yugo de romanticismo español, pobre y raquí ro un periodista boulebanlitr, en verso un in tico, no hacía sino languidecer, estancado en sigue bambillista en su mejor período». la taza de su propia estrechez; apartando con Vibrante, sensitivo y bueno, su espíritu en sumo tino de su paso los bequereanismos á la contró en la poética parnasiana así como uu moda de Juan de Dios Peza y los celebrados vaso de oro para la mirra de sus ensueños ga de Manuel esproncedismos Acuna, tuvo el ta lantes y piadosos que aún en sus horas más lento de la salvación comprender que y el negras,tienen ternuras de esperanzas. ¡Su me estaban en progreso la idea de la innovación, lancolía es tan dulce! Los poetas sombríos, co volviendo la mirada hacia el gran viento azul mo líaudelaire, y los neomísticos de los últi á la sazón de Francia. que soplaba En este mos cenáculos, que eu sus risas amargas y en hacia el mediodía del país, Parnaso, ese au sus lágrimas negras simbolizan toda la pesa gusto cenáculo, bajo cuyo pórtico triunfal, dumbre, toda la inquietud del temperamento coronado el broncíneo casco de por Minerva, finicecular no lograron subyugarle por mucho en su manto de la presidia, púrpura, áurea lira tiempo. En su obra, con haber muchos versos en la el maestro diestra, olímpico Lecoute de tristes hasta el llanto, no se escuchan acentos Lisie! seducida Deslumbrada, completamente como los del Nihilismo de Julián del Casal, su su alma vibrante ávida de luz y sensual, como her nano. El era, y lo fué siempre, un parna una flor de otofío, con los tesoros desconoci en siano, el sentido lato de esta pero las palabra; dos, los inverosí — — riquezas inauditas, lujos un parnasiano si es posible tan sujestivo, miles de los nuevos maestros no tuvo ya otra tan melancólico que, en verdad, no tenía nada idea había de que aquella que servir como de quevjr con el marmóreo é impecable Heredia. columna á su obra definitiva Justo Sie y que Su .ibra fué una flor, una gran flor, como rra, su ilustre prologista, encarna en esta dice Sierra; fué la maravillosa del '■•ase margarita gráfica: «pensamientos franceses en ver cuento de Mendés, cuyos pétalos deshojados sos he españoles,— aquí su divisa literaria.» debían hacer oimientos de dicha artística á Entonces vino el de su pleno apojeo pro tautos jóvenes de su patria y de todo Améri ducción como poeta, como como sus cuentista, ca,— seguidores. Sí, eso fué su obra, pero croniquier. sus preciosos aéreos versos llenos Dios sólo sabe lo que con el tiempo habría de besos y de rosas— «estrellas vivas engar llegado á ser. Más |ay! en la época más bella zadas en sus cristal»; miniaturas admirables de la existencia—á los treinta seis años de de artista y que en abanicos de — «pinta encaje y edad cuando la aureola del triunfo comen seda, y rodeados figuras paisajes deliciosos, de zaba á irradiar sobre su cuando las se infinito de frente, y ensueño»; la crónica lírica de su millas de sus ideas empezaban á resolverse en Conversación Dominiral, notas é impresiones gloriosas corolas, la Muerte, «la Pálida» A quien e.

/ ETV urv CR-OIVIO

TTS-

Niña de la blanca enagua que miras correr el agua y deshojas uno flor, más rápido que esas ondas, ñifla de las trenzas blondas, pasa cantando el amor.

Ya me dirás, si eres franca, niña de la enagua blanca, que la dicha es el amor; mas yo haré que te convenzas, niña de las rubias trenzas de que olvidar es mejor!

Manuel Gutiérrez Nájera. LA REVISTA DE SANTIAGO

él cantara tan tiernamente en las estrofas Cuando tu vista doquier de plata de su Serenata, cumpliendo el tris Esas dulzuras irradie, te voto de los versos— «morir, y joven an No mires mejor á nadie, tes que destruya...» —enamorada talvez de su Si de nadie quieres ser: alma ultraterrestre, selló para siempre sus la Si no has logrado vencer bios de vidente con eLbeso fatal de las nupcias Tu indiferencia, no dudes eternas! Que, apesar de tus virtudes, La Revista de Santiago, al tratar de ele Serás verdugo tirano gir la fotografía de un talento americano para Que fabrica con su mano adornar la página de houorde su primer nú Muchos negros ataúdes. mero, no ha vacilado en optar por el pálido lírico mejicano que como nadie cantó el amor, Pero ¡qué... pobre cantor! las nieves, los ósculos y las rosas... Como siniestra corneja, ¡Homenaje! Vengo exhalando una queja ¡Jóvenes de Chile, compañeros de trabajo! En vez de un himno de amor. Saludad en este amable poeta uno de nuestros Entusiasta admirador ' futuros queridos maestros; leed sus brillan De tu extrema simpatía tes, cincelados versos, con entusiasmos de cre Deseo que en este día yente; imitad su piadoso ejemplo heroico y De tus hermosos natales edificante—¿no fué él un Santo de la religión Se derramen los raudales del Arte?—y derramad vuestras más bellas De una amante poesía. flores, vuestras más tiernas lágrimas sobre su precioso ataúd de joven y de artista: un ataúd Son tan altos mis anhelos todo azul—orlado de franjas sangrientas! De agradarte, Amiga mía, Que animoso robaría Francisco M. A. Contreras V. Su inspiración á los cielos. Águila audaz en sus vuelos, Mi entusiasmo delirante Me dice que, en este instante, Joven Poesía Eres Tú, querida, Una tierra prometida Que Dios nos muestra delante. A LA SEÑORITA JeSUS VARAS MeNA

EN EL DÍA DE SU SaNTO. El que tema los rigores Del desierto dilatado No ha Nacientes luces de aurora, piense que conquistado Murmullos de leda brisa, La palma de tus amores. Entre broten flores 3 sonrisa, tanto, tu dulce Endechas de ave canora: Á paso, Amiga, Que la me obliga Las riquezas que atesora gratitud desearte con desvelo Dios en la tierra y los mares Que la mirada del cielo Quisiera que mis cantares Á donde te Trajeran en sus rumores, quiera siga. Como un incienso de amores M. A. A'aegas Bustón Ofrecido en tus altares.

Tu Niña mirada, hermosa, '-antiago, Junio 9 de 1899 Es un destello de luna Que en la diáfana laguna Tranquilamente se posa: Insinuante y amorosa, Aunque una voz no profieres, Sabes mirar cuando quieres Con tal celestial agrado, Como jamás ha mirado Ninguna entre las mujeres. LA REVISTA DE SANTIAUO

Resonancias un álbum de fotografías de ilustres literatos, extranjeros, principalmente latinoamericanos, ¡Por finí—La Revista do Santiago; su álbum literario; ya verdaderas celebridades y poco monos que Di bu álbum galante.— Advertencia de nuestro desconocidos entre nosotros. Tales: l'aul Ver- de la tinta vcnle—Presenta rector: prohibición lame, Jean Moréas, Paul ción— Diversos trajes de la Crónica en nuestra Joris-Kad-Huysmans, Juan Manuel Rei prensa: traje de repórter, traje de clow, traje de Bürget (franceses); Valera, verdugo, traje de crítico, traje de buscona. El na, Salvador Rueda, (españoles); Gabriel Ucii- traje que esta Kevista le vestirá. Mi tarjeta: a nunzio (italiano); Enrique jbsen (noruego); vuestras órdenes. Eugenio de Castro (portugués); Salvador Díaz Mirón, Rubén Darío, José Santos Chocano, Por fin, tras inauditos trabajos, tras audan- Abraham López-Penha, Leopoldo Lugones zas inauditas, tras la palabra de aliento de (americanos) etc., etc.. unos pocos, tras la mueca de indiferencia de Acompañará cada retrato una silueta breve algunos, tras los fatales pronósticos de mu del literato que represente, hecha en vista de chos— «periódico de artes... ¡ha!... dos meses exactos conocimientos y de manera de desta de vida...» —La Revista de Santiago se lan car en pocas líneas toda la intensidad de su za por nuestras calles lustrosas de lluvia, bajo temperamento artístico. Y en el material se la bruma violeta de las tardes de invierno, insertará una composición suya. gallarda y jovial, con su abanico de papel pa- Hoy inauguramos nuestro álbum con el re risiensemente dibujado por Dupré y en su trato de Manuel Gutiérrez Nájera, uno de los candido traje blanco pasamaneado de encajes más ilustres poetas americanos de la actual de color de sombra... generación y á quien, como á Rubén Darío y ¡Por finí Julián del Casal, cabeel honor de haber sido uno Y sóanos lícito lanzar- esta exclamación de de los primeros en abrir las luminosas puertas desahogo á los que hemos -sentido toda la pe del «francesismo» sobre los horizontes ameri sadumbre de estos trabajos, ahora que vemos canos... Sirva también esta publicación como nuestro objetivo espléndidamente laureado por un homenage á la juventud literaria de Méji el éxito. La fundación de una revista á todas co á la sazón tan brillante y entusiasta! luces sólida y emprendedora, capaz de repre La Revista de Santiago proseguirá tam sentar dignamente nuestro nombre literario bién la deliciosa costumbre de nuestro perio en el extranjero: ese nuestro objetivo, ese dismo literario (¡ I) de publicar fotografías de nuestro éxito. Lejos de nosotros el ensueño de bellas bellas de nuestro mundo elegante, á las adolescencia se — (El periódico titularía «El Orto cuales agregaremos algunas de otros paises formato — Azul», muy largo y muy delgado, im donde también las hay eso sí que sin la re presión en azul; los redactores de smokins y dondilla obligada— «tu hermosura peregri monocle escribirían con — pluma de pluma; en la na...» que es para hacer reventar. Con lo redacción se verían reproducciones «naciona cual pueden dormir tranquilos nuestros colec les» de Rops y botellas de ajenjo...). Lejos de cionistas galantes... nosotros ese injenuo ensueño que hoy no hace Finalmente, permítaseme comunicará nues sino encendernos una sonrisa en los labios. tra sociedad una advertencia curiosa que he La publicación que ahora presentamos, libre mos recibido al comenzar nuestra tarea. En- de preocupaciones juveniles, aspira como se oontrábamonos corrigiendo nuestro artículo lee en la «Portada» á hacer una obra verda para el primer número, cuando se nos acercó

deramente seria. En ofrece un — primer lugar nuestro Director, y á quema-ropa, nos dijo: franco á nuestros campo y elegante jóvenes Señores: considerando que La Revista de literatos creen todavía.en esas que fascinadoras Santiago, además de ser un periódico litera abstracciones que se llaman Arte, Fama, Glo rio, es una publicación destinada á todos los ria; además se extender y propone nuestras hogares, queda absolutamente prohibido en relaciones á través de los paises hermanos por nuestra redacción, el empleo de la tinta verde! idioma y tradiciones, para hacer á todas veras -¡H...I fecundas nuestras labores intelectuales. Refe Y basta... Por charlar de nuestra querida rente á lo tenemos el primero placer de co Revista me había olvidado de que, habiéndo municar contamos con la que cooperación de me hecho cargo de las «resonancias» de la muchas avesadas distinguidas y plumas; y semana, os debo una palabra de presentación.

referente á — lo — segundo anunciaremos que nues ¿Rutina? Nó, necesidad! tra Revista en su de publicará página honor La crónica, hasta ahora en esto país, ha

k EL FIN DEL MUNDO ANUNCIADO POR FALB

f| -A}l B A

Entre armeros: Vil l'.il-llie.l.irir; Un enfermo

Bn elcolojío. Ion alumno* auhlevacíos: 1U LA 1ÍEV1STA DE SANTIAGO

sido hojeada de muy diversos modos por sin antes ofrecerme de vosotros M. A. S. Q. nuestros periodistas. Algunos, la mayoría, se O. B. L. M. han contentado con ponerle el común traje de Fráncis, repórter—veston, calañez, lentes, con la corres pondiente libreta de apunte en que se consig Santiago, 8 de Agosto na un matrimonio del gran mundo al lado de los «hechos de policía»; otros le han vestido el funambulesco traje del elow, mitad blanco, mitad rojo, adornado con mosaicos de cartas Indecisas de naipe, y le han adiestrado en hacer pirue tas y en salpicar su charla triste con nombres Medallón grotescos para provocar la risa de «las gentes»; otros le han dado unos «gemelos», algunos En tus labios descoloridos, en tus pálidas tratados de crítica literaria cortísimas añejos y mejillas (rosas que se agostaron en estío), en lecciones sobre «efectos» enseñán pictóricos, tus ojeras profundas y misteriosas, vaga una dole a referir en estilo seco «el obligado y sombra de agonía, de amor y de deseo. A ve éxito en nuestro «la gran primer coliseo», ces un destello tímido y fugitivo se enciende nota del ó sobresaliente Salón del año- «la en el fondo de tus pupilas, á veces sonríes del nuevo libro del importancia querido ami tristemente, mientras un crepúsculo de pasión otros le han ceñido un escarla go... »; justillo y juventud resplandece intensamente en las ta, como el de los verdugos medioevales, y le ondas caprichosas de tus ardientes cabellos han instruido en el de todos los manejo ius- crespos. trumeutos de tortura desde el lecho de Pro ¡Ohl quién pudiera hermosa lámpara mori custo hasta el puñal de la mala-lengua; y otros, bunda abrasarse en el calor de la trémula en han llevado su intento hasta fin, pretender llama de tu alma y agonizar con ella... engalanarla con el soso mantón de la buscona. de portal .. La copa vacía Nosotros, sin seguir precisamente ninguno de estos géneros, procuraremos lomar algo, La copa está vacía y helada; ya no será po con las debidas modificaciones, de algunos de sible que se derrame sobre ella el licor ar ellos confeccionar estas para croniquillas, que diente y perfumado de rosas. serán, por lo principal, artísticas, mas sin dejar Uua luz de cansancio y de tristeza brilla de entrelazar á sus propios temas el «á pro Fúnebremente al través del pálido cristal y pósito» social ó callejero que la asociación de me hiere como una espada. Y en la estancia ideas nos sugiera. En otros términos: vesti hay un silencio de desesperación porque la remos á la señorita Crónica de terciopelo azul puerta se ha cerrado para siempre...

— y, á la vez que le enseñaremo á medida de Y la copa es cruel y blanca, y la sala es nuestras fuerzas, se entiende —á manejar la triste y muda como una tumba. Y en el si pluma, el pincel, la batuta y el buril, la inicia lencio contemplando esa copa inmóvil, siento remos en los hechos de censacióu europeos, la en mi corazón el deseo de llenarla de sangre, haremos penetrar en el ambiente de oro de los de fresca sangre de corazones que no han salones á la moda ó la aventuraremos entre el amado, puros y blancos, como era tu alma grupo abigarrado del incidente callejero, cui antes del día en que bebiésemos juntos el ar dando, eso sí, de no manchar en manera algu diente licor perfumado de rosas. na el orgullo de sus encajes de «duchesse bleu»... Visión Y con esto, sin abordar todavía ningún te ma de actualidad, — la aparición ó la simple El azul duerme, duerme envuelto'en los gi anunciación de algunos libritos nuevos, la re rones albísimos de las nubes inmóviles; y un surrección de ese diablillo de «El Fígaro» sal vapor de ensueño se exparce como un per tando entre las letras del risueño fume... titulo, y ágil ^ en su traje de torero; la publicación por en Una visión dolorosamente tierna llega has tregas de la -última novela de Zola, «Fecon- ta mi corazón, una visión manchada de san dité», que lia levantado una verdadera marea gre y de lágrimas como las sombras errantes

— de opiniones contrarias; etc., etc.. permíta de Paolo y Francesca. seme que finalice este artículo-introducción no Estoy á tus pies, oprimieudo tus manos l.A REVISTA DE SANTIAGO II

Cada una de nosotras osla de sus blancas y heladas quo tiemblan y se debaten muy lejos de tú la crees vecina. Su luz como avecillas oprimidas; mis labios balbuce hermanas que cariñosa fina está en su sin an el gran secreto guardado como un crimen. y patria testigos Y el íntimo ardor de sus llamas en Tus ojos se cierran dolosamente y, blanca expira un cielo indiferente.» entonces: como un mármol en estío bajo las rosas, llo Yo les dije os os á las ras sobre mi pecho lágrimas que son como un «Ya comprendo! Porque semejáis armazo perfume de amor. Y tus ardientes ca almas. Así como una brilla de bellos me besan y tus húmedos labios me hun- vosotras, cada lejos

— sus hermanas á la sólita gen como murmurando una oración que parecen cerca, y en la sus Pasas en silencio en mis recuerdo, pálida y lia inmortal la devoran noche pro enlutada, como una viuda sin esperanza. pias llamas!» Y la visión está lejos, y está ahí siempre, oculto como un áspid entre las lio (¡arlos Barros H. res...

En i

Como lablanca esfinge de mármol, como la Esmeralda muda y cruel esfinge que vela una tumba sin ante nombre y sin cenizas apareces mí, ¡oh! Del liljro .Esinullíucu' recién publicado mujer á quien yo amé en otro tiempo. Ya se acabaron las ilusiones las de y penas Tras el último celaje, los días de amor, ya las lágrimas no brotan: Cuando el éter se verdea, una mirada tuya me hace sonreír amaga- Canta en el alma una Idea, mente. Como el mirlo en el boscaje. Y, sin embargo, uu misterio se cierne sobre tu vida y la mía, uu misterio, ¡oh! amargo mis terio, que mi corazón no tiene fuerzas para descifrar. Y la fría de mármol estará esfinge ya para Ya del orieute el á la tumba sin nombre sin paraje siempre junto y La noche cenizas. regia platea. Y el mirlo azul me recrea Julián Sorel Con su evocado miraje.

La Vía Láctea Lucette! Abre las corolas De Sulli Prud'bomrue De tus pupilas de violas Bajo el crepúsculo verde. Una noche les dije á las estrellas: «Voso tras no parecéis felices; vuestras luces en el negro infinito tienen ternuras dolorosas. Y yo creo ver en el firmamento un luto blanco Que tras la montaña hercúlea, vestido por vírgenes que llevan innu Como una cerúlea, merables cirios y se orquídea que pasean lánguida El mente. dulce Venus se pierde... Acaso estáis siempre eu oración? Sois qui zás astros heridos? Porque son lágrimas de luz, no rayos, los que vertís. ^Vosotras, las estrellas, de las creaturas y de los dioses, vosotras, tenéis lá grimas en los ojos... » me respondieron: «Es que estamos solas... l1 iÍYCVi

—J¡ff¡?¡A"*iL lA.

Cave la abierta ventana, dorada de sol, cu yos glaciers resplandecen como un mosaico de luces, la pálida jovencita de grandes ojeras, graciosa y gentil en su bata de felpa verde musgosa con reflejos de plata, lee asiduamente la nueva Revista literario-ilustrada, que mantiene desplegada entre sus azulosas ma nos de princesa de cuento. Y á medida que avanza en su lectura eoloréanse sus mejillas como bañadas en un óleo de rosas, sus cabe llos toman ondulaciones imposibles y se ven pasar por sus ojos trémulas fosforescencias como tanjibles almas de deseos.... Y reanimado con este dulce ensueflo, pro sigue el poeta su interrumpido articulo sin preocuparsa ya ni por un momento de esa gorda señora, hermosa y triunfal, que vive su vida hierática en la imposibilidad de las apo teosis coa su corona de rayos en la frente y su eterna palma en la mano.... >

14 LA REVISTA DE SANTIAGO

IXvxestro iolletin ciones de la expresión ó impresión. El artista, tomando esta palabra en el sentido más lato, es el ser de traducir los senti Azul decir, capaz mientos humanos, escultor y pintor en las formas, actor en la voz y en la mímica, mú Ultima novela de Paul Bourget sico en los acordes, escritor en las palabras,—■ ¿debe sentir realmente estas emociones de es ó bien se realiza en él esta Traducida especialmente para La Revista de Santiago que intérprete, división de la personalidad admitida hoy día como cuotidiana la ciencia del Dedicatoria: á la señora Matilde Serao por espíritu, y el yo del talento puede ser absolutamente distinto del yo de la vida? En otros términos, Señora y amiga: un gran artista ¿debe ser necesariamente el héroe de su obra? No es necesario ir a buscar Habría querido escribir vuestro nombre á entre las anécdotas más ó menos controverti la cabeza de una obra más digna de ser ofre das de la historia literaria pruebas á favor ó en esta teoría. Basta recordar cida al novelista jenial á que debemos el Vais contra de que Moliere han de Cocagne. Cuando se acaba de leer libros Sheackpeare y podido reprodu uno los sentimientos de un el como éste, en que el alma de un pueblo ha cir el Yago, pasado toda entera, estudios de sensibilidad otro los de un Tartufo, sin haberlos jamás ex El hecho inverso no se habrá individual del genio de La Duquesa Azul pa perimentado. la de los sentimientos recen muy débiles, muy frágiles. Es un cuadro realizado? y pintura sublimes no ha debido de género, colocado frente á uno de esos co más delicados ó más ser muchas veces escritores losales frescos en que sobresalieron los maes ejecutada por que tros italianos del siglo XV. Vos tenéis de los concebían en su sola imaginación? Así lo es esa la idea esencial cir ellos, señora, esa grandeza de toque, esa es creía Balzac y que cula de un extremo á otro de lllusions pontaneidad creadora que pone en pie los perdues de Modeste Canalis son personajes por centenares con una facilidad y Mignón. Ruliempré y dos anatomizados con una mara que no han sobrepasado en nuestros días ni ejemj llares, el autor de L'Assomenoir, ni el de Belr.bni, villosa lucidez del poeta, en que esta imagina estos dos admirables pintores de las multitu ción de sentimientos elevados funciona aparte, si bien des. Al estudiaros, á vos y á ellos, no diré como un órgano independiente, hay entre ellos no sólo un divorcio total, sino una que haya dudado jamás de la forma literaria contradicción entre el hombre á que he dedicado mi constante esfuerzo: la absoluta, que escribe el hombre entre el cerebro novela de análisis; pero he sentido siempre la y que obra, el corazón siente. limitación de un género al cual falta casi fatal que compone y que Llevado á este límite, ese fenómeno de divi mente ese prestigio que es el vuestro y el de sión á ser una deformación moral casi ellos, después de haberlo sido de Scott y Bal- llega monstruosa á la es necesario agregar, y zac, de Tolstoy y de todos los novelistas que que Balzac no ha faltado á su carácter de ex proceden en vastos conjuntos: el colorido de esto, ciertamente un normal, la vida en movimiento. cepción. Hay punto el artista el estado de salud, en Sin embargo, si yo hubiese llevado á cabo que es para de de se este libro tal como lo he concebido, habría que el poder impresión y expresión en el talento se desenvuelve tenido, a falta de esta extensa humanidad, equilibran, que la sino más bien, com propia de la novela de costumbres, ese mérito sin contradecir vida, coronándola. Esa fué toda la éti de un interesantísimo problema de pletándola y plantear de salud Cuando hube comenzado á escri ca de Goethe: buscar ese punto y psicología. en honor mantenerse en él. Se afirmar birlo, hace ya algunos años, tuve la idea de puede artística casi siempre, volver á tomar á mi manera la cuestión tra de la naturaleza que, ahí instinto. Pero no es sino un tada Diderot en su célebre so se coloca por por «Paradoja de es al estudiar la obra los bre el Comediante». Esta ambición se ha tra punto y fácil, más aquellos en ducido aún en el título el cual esta novela hombres sinceros, distinguir bajo la ex este entre la impresión y ha aDarecido en uno de los grandes periódi que equilibrio ha sido falseado, casi roto; también cos de París, Le .1mi nial, en el lugar reserva presión en ese ha desaparecido do al folletín: Tres Almas de Artistas. Este aquellos que equilibrio Para no citar sino un nombre. problema es nada menos que el de las reía por completo. 10 LA REVISTA l,E SANTIAGO

la del éxi á las glorias do vuestro y corrompido por peligrosa prueba y lejano, queyopodiró el título ambicioso Peruguin al envejecer habría dado uno to. Me ha parecido que pais, no sentaba de los más significativos ejemplos de uua rup que convenía al primer proyecto al había realizado he creído deber tura de este orden, él que continuaba pintan bien que y cambiarlo. Deseo un novelista más do sus místicas madonas con las mismas pe que pode día ese sadas cabezas de éxtasis, los mismos ojos roso vuelva á tomar algún problema me obstino en levantados al cielo, las mismas expresiones de psicología artística, que como iodo de Cándido fervor, cuando había ya dejado de creer muy rico y muy signilicativo había lo toca al dominio casi de la creer en Dios. ..¿qué camino seguido que inexplorado hasta allí? sensibilidad intelectual. No conozco entre' ese hombre parallegar Qué grande sino á M. Henri camino siguen todos los que menos ilustres nuestros contemporáneos, una á Yames dado análisis de este género. que él, sufren caida análoga y llegan que haya en su notable colección de novelas: Termina- olvidar su arte y su corazón? He pensado un estudio tions. Pensando en él, en este minuto con que siempre que había materia para no singularmente patético en esa historia de un os escribo esta dedicatoria, puedo impe dirme meditar con en los hermoso genio que llega á ser, bajo deprava profunda alegría, hora doras influencias, incapaz de sentir lo que to vigorosos representantes con que á esta En estudio es el cuenta en todos los este arte de la no davía es capaz de expresar. paises de en tan tan tan que había tenido la intención ensayar vela, vasta, dúctil, completamente Frois Ames d' Arlisles. Quería mostrar tres ti adaptable al alma moderna, y en medio de uno otro. El esla edad tan duramente tratada los teó pos de artistas al lado del prime, por del arte de ricos do la Este admirable ro, degradado por ese divorcio y degeneración. gé dualidad con el nero no ha sido la deslumbradora la vida, y sistematizando esa agotado por más brutal utilitarismo,—el segundo, al con pléyade de genios que desde Scott hasta Mau- sino de los trario, llevando en su corazón todas las emo pasant y Daudet, para no hablar dado lo de ellos mis ciones de que tiene el primero todas las elo muertos, le han mejor mos. los no otros de cuencias, pero incapaz de expresarlas por Entre que quedan, hay su ima de Ma completo y paralizando sensibilidad quienes podamos esperar mejor que su del autor de C'aur Maladc de ginativa por el execeso de sesibilidad real, tilde Serao, y —el tercero, en fin, colocado en ese punto de la Ciinqm'ti: de Borne, á quien me complazco en de mi sincera equilibrio de que acabo de hablar y víspe en enviar este débil testimonio ras de salir de él. Para que las diversas for admiración. Bourget mas de arte fuesen representadas en este es Paul tudio, habia hecho del primero de estos tipos de artistas un escritor á la moda, medio nove Julio (i de 1X98. lista, medio autor dramático, del segundo un pintor, del tercero una comedianta, y había soñado en hacer brotar todo un drama de los Jnuuisco i.11. ¿t. (Tontvcrus 9. contrastes entre estas tres almas, afrontadas en una crisis de pasión trágica. Vos encontraréis, señora y amiga, las rui Esmaltines nas de esta primera novela en La Duquesa Ai ul, y os daréis cuenta vos que conreéis por expe riencia los involuntarios cambios de la com Poesías recien publicadas á venta en las posición literaria, de las razones por las cua librerías. les lo primero ha llegado á ser lo otro. Había principales proyectado un estudio de la vida intelectual, seguidamente, en el camino, la anécdota sen timental se ha apoderado de mí por entero, Nuestro primer número y lo que no debía ser sino un accesorio ha el pasado poco á poco para mí á ser lo esencial Por inconvenientes de última hora no apareció nuestra' I:n adelante saldrá á lux No he visto el principio sino una aventura de domingo Revista. los amor que contar, y este libro ha llegado á ser domingos. el simple relato, de una comedianta en sus albores y candida aún, por un autor célebre