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MUSSI M. 2012. Las representaciones femeninas del Paleolítico Superior. In: Arte sin artistas. Una mirada al Paleolítico. (Catalogo de la exposición). Alcalá de Henares: Museo Arqu...

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Margherita Mussi Sapienza University of Rome

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Margherita Mussi Università di Roma "La Sapienza" I ntroducción

Al final de Pleistoceno, cuando se desarrollan las culturas del Paleolítico Superior, el clima es significativamente más frío que el actual en toda la Tierra y además sufre numerosas variaciones. Los grupos humanos se adaptan con flexibilidad a los repetidos cambios de su entorno, que además presenta diversidades de un extremo a otro de Europa y en toda Eurasia. Durante lo que se ha convenido en llamar el Máximo Glaciar se produce una ruptura muy importante: es una fase extremadamente fría, que produce tales modificaciones en el medio natural, que la vida de los cazadores-recolectores se hizo imposible en toda la parte septentrional del continente. Los grupos humanos que viven a más de 50º de latitud Norte prácticamente desaparecen –no existen más que unos pocos restos arqueológicos al Norte de la latitud que hoy ocupa París– y los que sobreviven se refugian más al Sur. No será hasta mucho más tarde, hacia 14000 años a. C. en el Oeste de Europa y algunos milenios antes en otras partes del continente, cuando los territorios que habían sido abandonados durante largo tiempo, comiencen a recorrerse y a ocuparse de nuevo. Algunos miles de años después, con el deshielo de los casquetes polares, los grupos humanos prehistóricos llegan a Escandinavia. Esos dos grandes periodos –anterior y posterior al Máximo Glaciar– se caracterizaron por múltiples diferencias en todo el repertorio arqueológico, y especialmente en las representaciones femeninas. En la presentación siguiente, seguiré, pues, un orden que tiene en cuenta esta impor - tante dicotomía. La cronología se basará en las dataciones de C-14, corregidas (o mejor dicho, calibradas), para hacerlas corresponder con los años reales del calendario. Se ha reconocido, en efecto, que el C-14 da unos resultados que son sistemáticamente demasiado recientes en relación con las fechas establecidas por otros métodos. Por tanto, es necesario aplicar ciertos pará metros de corrección y ese resultado final es el que tendremos en cuenta aquí.

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torso de bisonte, de perfil, que continúa verticalmente en una pierna humana; luego, rodeando el colgante de roca, se aprecia una segunda pierna, separada de la primera por un triángulo púbico que muestra el detalle del surco vulvar. Se trata, desde luego, de una figura femenina cuya representación se desarrolla alrededor de la roca. Siendo mitad humana mitad animal, lo correcto es definirla como una criatura teriógina. La complejidad de esta figura teriógina indica unas creencias y una mitología que hoy día solo podemos reconocer que existió aunque, en ningún modo, aprehender su significado. Sería inútil querer proponer una clave de interpretación para un mensaje dejado sobre una pared hace decenas de miles de años. Es más correcto, más respetuoso con el pasado y con el punto de vista científico no decir más que aquello que de hecho se puede comprender: nos encon tramos con la representación de una realidad que no corresponde con la vida cotidiana sino con un mundo en que los seres animales y los seres humanos no pertenecen a categorías diferentes e incompatibles, donde hay posibilidades de tránsito de una a otra, donde existen criaturas mixtas. A lo largo de las decenas de miles de años siguientes, los testimonios arqueológicos EL ANTrOPOMOrfO DE LA CuEvA ChAuvET (f rANCiA ), viSTO DESDE DOS áNGuLOS DiSTiNTOS (C LOTTES , 2001). fotos: Y. Le Guillou, © Ministère de la Culture, . evocarán esta realidad en movimiento, rica en símbolos hoy olvidados. Por este motivo, el tér - mino empleado será siempre criatura, ser o cualquier otra terminología neutra. En cuanto a algunos otros antropomorfos, cuyo sexo no ha sido determinado por carecer de detalles ana - Antes del Máximo Glaciar tómicos precisos, como son ciertas estatuillas de marfil halladas en Alemania, no podemos La génesis excluir que estén relacionadas con el mundo masculino. Aunque resulta muy evidente que En el continente europeo, el arte mobiliar y parietal aparecen repentinamente hace 40000 son las criaturas femeninas las que poseían una particular importancia, hecho subrayado por años, al mismo tiempo que la industria lítica del Auriñaciense. Desde el principio, las repre - las representaciones de determinados detalles: en ciertas grutas, sólo se representa el sentaciones animales dominan masivamente la escena, aunque aparecen también algunas triángulo pubiano o la vulva, grabados en profundidad o realizados en bajorrelieve. representaciones antropomorfas. A menudo no se puede determinar con seguridad su sexo pero, en determinados casos, puede afirmarse categóricamente que se trata se criaturas El desarrollo pleno femeninas: una estatuilla de marfil, sin cabeza, de nalgas planas y senos voluminosos, des - Existen un mayor número de representaciones femeninas en los sitios datados entre 30000 cubierta en la gruta de , en Alemania; una figurita recortada en una plaqueta de y 25000 años a. C. La industria lítica de este periodo es la del Gravetiense, y es corriente esquisto, con un brazo levantado y un solo seno, encontrada en Galgenberg, un campamento llamar a estas figuras “venus gravetienses”, aún cuando nada tienen que ver ni con venus u prehistórico al aire libre, cercano al valle del Danubio, en ; y la más extraña de todas, otras diosas de la Antigüedad clásica, ni con un ideal de belleza. Conocidas desde hace más al fondo de la Cueva Chauvet, en francia, una pintura en negro sobre dos caras de un de un siglo, y consideradas a menudo típicas de todo el Paleolítico Superior, no pertenecen, saliente rocoso semejante a una estalactita (Clottes, 2001). De entrada no se ve más que un sin embargo, más que a una fase muy concreta de este último. Son definidas, frecuentemente,

420 421 Margherita Mussi LAS REPRESENTACIONES FEMENINAS DEL PALEOLÍTICO SUPERIOR con expresiones tales como “diosas de la fecundidad”, lo cual es completamente arbitrario. Efectivamente, este exitoso término se introdujo en el vocabulario común cuando aún se sabía muy poco sobre el mundo de los cazadores-recolectores. Por aquel entonces, se confun - día su ideología con la más propia de los pueblos agrícolas y ganaderos, para quienes un número elevado de hijos que un día cultivarán la tierra y conducirán los rebaños, supone una forma de riqueza. La situación de los cazadores-recolectores que viven de los productos naturales de la tierra es muy diferente: se trata de pequeños grupos, del orden de 20-25 personas como máximo, con una densidad de población muy baja, por debajo de 1 habitante por km 2 o incluso de 1 persona por cada 100 km 2. Obviamente, los recursos necesarios para la vida se encuentran también poco concentrados, y sobre todo no hay que agotarlos si se quiere posteriormente regresar y encontrarlos de nuevo. Para sobrevivir, la primera exigen - cia es conocer profundamente todo lo que es utilizable y comestible, ya sean alimentos de origen animal o vegetal; como estos están presentes en diferentes estaciones y en un territorio variado (maduración de frutos salvajes, migraciones de animales), es necesario des - plazarse con frecuencia, llevando consigo todo lo necesario para las actividades cotidianas, evidentemente sin la ayuda de ningún animal doméstico de carga. una mujer que tuviera hijos cada dos años, como sucede habitualmente en las sociedades agrícolas, debería cargar, además de su equipaje, 1 o 2 niños que no supieran apenas caminar, y todo ello pudiendo estar de nuevo encinta. Se ha calculado que, si tuviese un hijo cada dos años, esta mujer habría de transportar una media de 17 kg anuales suplementarios durante diez años. Y solo 7,8 kg de más al año si los nacimientos tuviesen lugar cada cinco años (Lee, 1972). No es extraño que en la época de de los cazadores-recolectores la tasa de natalidad fuese baja y que los nacimientos se espaciasen varios años. Esto convierte en improbable la teoría de una evo - cación sistemática de la fecundidad de la mujer en el Paleolítico. Las representaciones femeninas del Gravetiense han aparecido en una gran parte de Europa, desde francia a italia, de Alemania y Austria a la república Checa y Eslovaquia, y hasta en ucrania y rusia. Se han encontrado también mucho más lejos, en Oriente, en Maltá y en Bouret’, cerca del lago Baikal, donde la forma de preparar el utillaje lítico es distinta a la del Gravetiense. Sin embargo, no han aparecido en la Península ibérica. Están elaboradas en piedra blanda o en marfil, o incluso en barro cocido, como en Dolní v stonice. Siempre de pequeñas dimensiones, ě “v ENuS ” GrAvETiENSES DE BALzi rOSSi (i TALiA ): A-P OLiChiNELA . Calco: M. Mussi ; B- E L rOMBO . pueden pesar solo unos gramos y excepcionalmente más de 400, lo que las hace fácilmente Calco: M. Mussi ; C-L A MONjA . Calco y ©: P. Bolduc, Montreal (Mussi et alii , 2004) .

422 423 Margherita Mussi LAS REPRESENTACIONES FEMENINAS DEL PALEOLÍTICO SUPERIOR transportables. En ocasiones se encuentran representadas sobre las paredes de cuevas o abrigos pudiendo entonces ser un poco más grandes, como en Cussac, Dordoña (francia). Aparecen casi siempre desnudas, pocas veces con una especie de gorro, o con decoraciones que recuerdan collares o brazaletes. incidentalmente se trata de criaturas encintas, como en algunos ejemplos de Kostenki (rusia) estudiados a fondo por D. Dupuy (2009). frecuentemente tienen pechos voluminosos, una pelvis ancha, glúteos planos y muslos fuertes, mientras que la cabeza, brazos y piernas son pequeños o están ausentes. Su realismo se ve limitado, espe - cialmente cuando el artista ha elegido un pequeño bloque o un canto de piedra coloreada (esteatita, calcita, ocre compacto u otros) cuya forma original, a veces asimétrica, parece haber inspirado unas figuras de proporciones sorprendentes, creadas con el fin de aprovechar un volumen preexistente. Solo en casos muy raros los glúteos son prominentes; las estatuillas así caracterizadas, encontradas desde el principio de las investigaciones y enseguida hechas famosas, han cautivado la imaginación moderna, haciendo creer que este aspecto era más frecuente de lo que lo es en realidad. Buen ejemplo son dos estatuillas de esteatita descubiertas junto con otras a finales del siglo XiX, en la Cueva del Príncipe, en Balzi rossi (italia): la llamada LA fiGuriLLA DE SAviGNANO (i TALiA ) (Mussi, 2005) . “Polichinela”, de glúteos muy prominentes que ha dado lugar a la hipótesis sobre la esteatopigia que caracterizaría a este conjunto de figurillas; sin embargo, la llamada “el rombo”, no presenta esas características, como muchas otras de Balzi rossi, como la “venus Amarilla” e incluso la venus de Willendorf, que inmediatamente se hizo famosa tras su des - temente inclinada hacia delante, sobre unos hombros menudos; la parte superior del tórax es cubrimiento en 1908. Otra de estas estatuillas con los glúteos excepcionalmente desarrollados plana, mientras que la parte inferior presenta unos pechos voluminosos que se apoyan sobre es la de Savignano (italia). Conviene tener en cuenta dos aspectos: algunas de estas repre - un vientre redondeado, que se prolonga para formar un triángulo púbico realista; la espalda sentaciones (no todas) presentan detalles, o incluso un patrón de conjunto, que se repite de es recta, y termina en una cintura en forma de v, por encima de los glúteos planos y forma sorprendente en una vasto territorio; otras, relativamente numerosas, evocan entidades separados uno de otro, que se extienden lateralmente; las dos piernas están bien definidas y dobles, algunas de las cuales pertenecen, con toda seguridad, a un mundo que no es el de la continúan a veces en las rodillas y unas pequeñas piernas; los brazos y las manos, si experiencia cotidiana. aparecen, están replegados por encima o por debajo de los senos. El modelo que se repite es el del grupo que se puede llamar “de tipo Kostienki-Lespugue”, También hay detalles repetitivos, que se han encontrado tanto en algunas estatuillas de por el nombres de los que se encuentran en los dos extremos de su distribución geográfica, tipo Kostienki-Lespugue como en representaciones de otro tipo, repartidas, una vez más, por rusia y francia (Mussi et alii , 2000). A pesar de las diferentes proporciones, a veces toda Europa. Por ejemplo, el apéndice triangular sobre la nuca, a veces precipitadamente estilizadas (Lespugue), y otras rechonchas (Willendorf), presentan grandes similitudes y el identificado como una parte del tocado: se aprecia tanto en estatuillas como en representaciones mismo perfil: la postura es erguida, la cabeza, a veces provista de un gorro o tocado, está fuer - parietales, apoyado sobre la nuca aunque también elevado a media altura, o incluso recto.

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EL APéNDiCE TriANGuLAr SiTuADO SOBrE LA NuCA DE LAS rEPrESENTACiONES fEMENiNAS DEL GrAvETiENSE . DE izquiErDA A DErEChA : D AMA DEL PEiNADO EN DAMErO (L AuSSEL , f rANCiA ); v ENuS DE MArMOTTA (i TALiA ); vENuS DEL CuErNO (L AuSSEL , f rANCiA ); v ENuS DE CuSSAC (f rANCiA ); v ENuS AMAriLLA (B ArMA GrANDE , i TA - LiA ), A DifErENTES ESCALAS . (Mussi, 2010-2011b).

como las de los naipes (Coppens, 1989): en ella se aprecian dos imágenes femeninas con largos cabellos lo que, por otra parte, no impide imaginar en el lugar de los cabellos de una de ellas, un taparrabos u otra vestimenta anudada bajo los glúteos, donde se haría imposible el movimiento. La “Monja”, de Balzi rossi, claramente visible sobre una de las caras de un canto plano, es tam - bién un doble parcial: sobre la segunda cara, lo que sería el reverso, se aprecia la parte inferior de un vientre DiSTriBuCióN GEOGráfiCA DE LAS ESTAuiLLAS GrAvETiENSES DE TiPO KOSTENKi -L ESPuGuE (Mussi et alii , 2000) abultado, seguido de un triángulo púbico, que encarna a una segunda criatura adosada a la primera. Este extraño apéndice, difícil de interpretar, nos conduce a las representaciones de seres que Pero también en la Cueva del Príncipe, en Balzi tienen dos entidades diferentes al mismo tiempo. un buen ejemplo es la venus de Mauern (o rossi hay un doble completo: la “Bella y la Bestia”, una Weinberg), en Alemania: se trata de una criatura femenina estilizada en la que se han magnífica pieza de esteatita translúcida que representa resaltado los glúteos rollizos; pero, a su vez, es también un falo, que presenta incluso el detalle a dos criaturas espalda contra espalda: la primera es de la uretra grabada en su parte superior. También en otros sitios como hohle fels, existen una criatura femenina, cuyo rostro, desfigurado inten - algunos falos muy realistas (Conard y Kielelbach, 2009). En cuanto a la estatuilla de Savig - cionadamente, es vertical; los senos aparecen aplanados, nano, puede ser leída como un “doble doble”, es decir, una representación femenina que es a su vez un doble falo, fácilmente reconocible si se divide en dos la imagen en sentido longitudinal. ESTATuiLLA GrAvETiENSE DE MAuErN (A LEMANiA ), viSTA DESDE Otras representaciones dobles son más sutiles. Así, la famosa estatuilla de Lespugue, vista de ATráS Y DESDE ArriBA : SE PuEDE iNTErPrETAr COMO uNA rEPrE - SENTACióN fEMENiNA O COMO uN fALO . espaldas, se puede considerar que está formada por dos medias figuras, una opuesta a la otra, ALTurA DE LA ESTATuiLLA : 70 MM (Mussi, 1997) .

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cuerpo o de las piernas. Aún más extraordinario es que esta misma criatura, de formato minúsculo, se haya reproducido de nuevo en una segunda pieza de la misma gruta: la “Bicéfala”, que representa una figura femenina adosada a una segunda criatura que es sólo una cara triangular. finalmente, en Predmostí, Europa central, muy alejada de Balzi rossi y el Mediterráneo (Mussi, 2004) se ha localizado una más: se trata de un grabado realizado en el marfil de una defensa de mamut, que no permite la tercera dimensión. A causa de ello, las dos criaturas están comprimidas en una sola figura, de cabeza triangular flanqueada por cuernos y con la cara cubierta por una especie de malla que la hace irreconocible; los pechos identifican a un ser femenino, de vientre muy abultado situado por encima de un segundo cuerpo transversal y marcado con trazos, que recuerda al cuerpo alargado de la “Bestia” de Balzi rossi. unos brazos pequeños y piernas rectas completan esta representación fantasmagórica. Durante todo el mundo gravetiense, las llamadas “venus” indican la existencia de un sis - tema más allá de la percepción habitual, donde los seres femeninos juegan un importante papel. En algunas ocasiones, estas criaturas tienen un doble femenino, aunque también se emparejan con símbolos masculinos (falos) o incluso parecen transformarse en quimeras sin ninguna relación con el mundo real. En todos los casos transmiten un poder cuya simple con - sideración como una evocación de la fertilidad, sería demasiado restrictiva.

ESTATuiLLA GrAvETiENSE DE LESPuGuE EN LA quE APArECEN DOS fiGurAS DE ESPALDAS , SEGúN EL CALCO DE SAiNT -P ériEr (1924), ELABOrADO DE ACuErDO A LA hiPóTESiS DE COPPENS (1989). A LTurA DE LA ESTATuiLLA : 147 MM . el talle es esbelto sobre un vientre redondo que se prolonga hacia una vulva en posición vertical; las piernas son rectas, sin rodillas, y carece de brazos; la segunda es una quimera, es decir, una criatura híbrida inexistente en el mundo real: su cabeza recuerda a la de una serpiente, si no fuera por unos pequeños cuernos; la boca aparece bien abierta; los dos brazos, pequeños, van adheridos a los costados; en general, su cuerpo tiene forma de clepsidra (reloj de agua) alargada, surcada por trazos transversales. Los dos seres están unidos entre sí por CriATurA fEMENiNA /quiMErA : A- GrABADO SOBrE MArfiL DE PrEDMOSTí (r EPúBLiCA ChECA ); B-C-D L A BELLA Y LA BESTiA , un elemento arqueado entre las dos cabezas, por los hombros y por la parte inferior del CuEvA DEL PríNCiPE , B ALzi rOSSi (i TALiA ) (Mussi, 2004).

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En cuanto a los seres masculinos, fuera de algunas figuras faliformes, podemos mencionar una estatua de marfil, encontrada en un enterramiento gravetiense en Brno (república Checa) (Oliva, 2000). Ninguna de las “venus” proviene de un contexto funerario aunque hay que señalar que las sepulturas masculinas son mucho más frecuentes que las femeninas.

Después del Máximo Glaciar Las representaciones antropomórficas desaparecen durante el Máximo Glaciar y serán raras durante los milenios siguientes. A partir del 16000 a. C., hacia el final de la última glaciación, en los yacimientos franceses cuya industria lítica corresponde al Magdaleniense se encuentran algunas figuras femeninas del todo destacables, como las del friso esculpido en bajorrelieve de roc-aux-Sorciers en Angles-sur-l’Anglin (iakovleva y Pinçon, 1997) (http://www.culture.fr/culture/archeo/angles/frise.htm): junto a un cierto número de bisontes (que fueron posteriormente modificados y sustituidos en parte por cabras monteses) se encuentran cuatro figuras femeninas o, mejor dicho, cuatro semifiguras de gran belleza, esculpidas sobre un panel rocoso que no deja espacio libre para reproducir la parte superior del cuerpo. Por tanto, se muestran unos vientres y costados en visión frontal, más bien atléticos, con el triángulo pubiano bien indicado sobre unos muslos, que en ocasones se pro - longan en unas piernas esbeltas. Por encima de este «Panel de las venus» aparece también una cara en bajorrelieve que no corresponde a ninguno de los cuerpos femeninos y cuya iden - tificación sexual es dudosa. En el mismo yacimiento, algunas placas de caliza portan rostros de perfil coloreados, de los que al menos uno, con una pequeña barba puntiaguda, corres - DiSTriBuCióN GEOGráfiCA DE LAS ESTATuiLLAS Y SiLuETAS fEMENiNAS DE TiPO GöNNErS - ponde, evidentemente, a un ser de sexo masculino. DOrf . D EBAjO , ALGuNOS EjEMPLOS DE ESTE TiPO : DE izquiErDA A DErEChA , A DifErENTES A veces aparecen también representaciones femeninas cuyas generosas formas nos ESCALAS , ESTATuiLLA DE COurBET (f rANCiA ); COLGANTE DE NEuChâTEL -M ONruz (S uizA ); ESTATuiLLA DE ENvAL , (f rANCiA ); ArTE PAriETAL DE GrOTTA Di POzzO (i TALiA ). recuerdan un poco a las del Gravetiense, como en el caso de ciertos grabados de y de una pieza de isturitz, ambos en francia. Pero sin duda, las más numerosas son las llamadas «de tipo Gönnesdorf» o «de tipo 2011a; Mussi y De Marco, 2008). Por tanto, se trata de un motivo que traspasa las fronteras Gönnesdorf-Lalinde», por el nombre de los yacimientos donde se encuentran mejor represen - geográficas y ecológicas, así como las establecidas por los modernos estudios de la industria tadas. Se sitúan a partir de 13500 y hasta 11000 años a C., repartidas por todo el continente, lítica. implica un fondo común de creencias extendidas por una vasta región, un código desde la España cantábrica hasta Polonia, en yacimientos arqueológicos con industria lítica simbólico comprendido en toda Europa, que ha sido replicado haciendo uso de métodos muy magdaleniense o, más raramente, aziliense (Bosinski, 2011). han aparecido recientemente variados tanto en las formas de arte parietal como mobiliar: plaquetas grabadas como las de en la Península italiana, asociadas a la industria del Epigravetiense final (Mussi, 2010- fadets (francia), Gönnesdorf (Alemania) y en otros muchos yacimientos; estatuillas de

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el proceso de simplificación progresiva de los trazos ( Bosinski, 2011). Las diferencias con las «venus» del Gravetiense no residen únicamente en una estilización mucho más forzada y una perspectiva exclusivamente lateral, sino también en su localización. Casi siempre, como se ha dicho anteriormente, son pequeñas y transportables o aparecen grabadas sobre plaquetas. Sin embargo, a veces en algunas cuevas dominan el espacio y son el elemento principal, casi monumental, lo que no ocurría en el caso anterior. Así, en la cueva Planchard, una cavidad en el Suroeste de francia, es necesario colarse por un agujero de 80 x 65 cm para entrar en una pequeña sala en la que aparece una silueta de tipo Gönnersdorf de 22 cm de altura dibujada en rojo. Posteriormente, dando un rodeo, se llega a otra cámara más profunda donde una concreción natural ha sido raspada y modificada para representar otra de estas siluetas, esta vez de 55 cm de altura (Bosinski y Schiller, 1998). En la gruta hay muy pocos signos de otro tipo, por lo que parece estar consagrada solo a estas figuras femeninas, bastante grandes en comparación con la media. El aspecto más sorprendente de la distri bución geográfica de estas representaciones es que parecen existir también en Egipto, en qurta, al Sur de Asuán, muy lejos, por tanto, de Europa, con una industria lítica muy diferente a la del Magdaleniense: en efecto, hace 17000-19000 años, mucho antes que en otros lugares, perfiles femeninos semejantes a los descritos aquí arriba, se grabaron sobre ciertas formaciones rocosas que SiLuETAS fEMENiNAS CADA vEz MáS SiMPLifiCADAS , SEGúN LOS GrABADOS DE GöNNErSDOrf (A LEMANiA ), CON PérDiDA PrOGrESivA DE SENOS Y BrAzOS . E L POrCENTAjE iNDiCA LA PrOPOrCióN DE CADA TiPO DE GrABADO bordean el valle del Nilo (huyge, 2008; huyge et alii , 2011). Tras el Máximo Glaciar, volvemos EN rELACióN CON EL TOTAL (Bosinski, 2011: 70). a encontrar lo que ya había sido constatado anteriormente fuera del mundo gravetiense (tra - tándose en este caso de Siberia): la existencia de símbolos y modelos comunes transmitidos en marfil de Nebra (Alemania), Wilczyce (Polonia) donde también crearon unas siluetas grandes distancias, más allá de nuestras fronteras actuales. mediante el retoque de los bordes de lascas de sílex (fiedorczuk et alii , 2007); grabados parie - Al final del tiempo de los glaciares no se encuentran ya las figuras dobles tan presentes tales en El Linar (España), y otros lugares; pequeños colgantes de azabache en yacimientos entre las «venus» gravetienses. Sin embargo, persisten aún criaturas híbridas, mitad como el de Neuchâtel-Monruz (Suiza), etc. humanas, mitad animales. Ejemplo de ello es la figura del teriógino de Las Caldas (Astu - Estas siluetas, generalmente de pequeño tamaño y siempre de perfil, son muy estilizadas, rias), grabado profundamente sobre un fragmento de asta de ciervo: su cuerpo y piernas son sin cabeza y, generalmente, sin pechos ni brazos. Son, por tanto, planas en su parte anterior muy rectos, y posee un marcado triángulo púbico, aunque carece de senos; se completa con pero con unas prominentes nalgas formadas por una masa única que se prolonga en unas unas pezuñas y unos cuernos que recuerdan a un íbice hembra (Corchón rodríguez, 1990). piernas rectas, a menudo ligeramente flexionadas, lo que proporciona un efecto de torsión En italia, en Tolentino, un canto de caliza, utilizado para retocar útiles de sílex, fue grabado dinámica. Este patrón, desarrollado a partir de siluetas relativamente detalladas para con - con una figura femenina dotada de senos y triángulo púbico bien marcados, pero con cabeza vertirse en una forma casi geométrica, solo se reconoce, en su versión más extrema, gracias de herbívoro que puede ser un alce o un Equus hydruntinus , pequeño caballo de estepa, hoy a los cientos de grabados del sitio epónimo de Gönnesdorf (Alemania), donde es posible seguir desaparecido.

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A veces se representan sólo fragmentos más rica en matices. Esta documentación suele ser difícil de comprender y, sin embargo, nos de las figuras femeninas, siendo el permite reconocer que se trataba de sociedades capaces de elaboraciones simbólicas triángulo púbico el más frecuente. En complejas y sutiles, más allá de las actividades cinegéticas. las paredes de la Cueva de Gouy, al Norte de francia, se cuentan decenas El final de un mundo de ellos, generalmente cubiertos de La glaciación terminó 9500 años antes de nuestra era aunque siguieron alternándose finos trazos y retículas, acompañados numerosas fluctuaciones climáticas, algunas de ellas bastante frías. Los grupos de cazado - por vulvas (Martin, 2007). volvemos res-recolectores continuaron existiendo, adaptándose a las posiblilidades que les ofrecía un a encontrar exactamente el mismo medio natural más boscoso que en el pasado y con menos grandes mamíferos. Según latitudes motivo grabado, a escala reducida, serán reemplazados por grupos neolíticos –o simplemente irán adoptando de sus vecinos las sobre muchos incisivos de caballo, técnicas de producción de alimentos –, en el transcurso de un proceso de transformación largo dientes cuya forma natural recuerda y complejo. Pero, llegado el final de la glaciación, el arte paleolítico desaparece bruscamente un poco al abdomen y el arranque de y con él las distintas formas de representar a las criaturas femeninas, más o menos extrañas las piernas (roc-aux-Sorciers, La Mar - o cercanas a las del mundo cotidiano. che, francia). Se trata, pues, de ele - Cuando miles de años más tarde, en un contexto radicalmente distinto, aparezcan de mentos transportables pero no col - nuevo figuras femeninas en los yacimientos neolíticos, su función y significado serán muy gantes, ya que no aparecen perforados. diferentes, probablemente ligados a nuevos valores, como la necesidad de una fertilidad que Las representaciones masculinas, permita la multiplicación de los seres humanos. Para entonces, el mundo estará ya muy lejos como siempre, son poco numerosas: exis - de estos desparecidos cazadores-recolectores, que se acercaban con respeto y confianza a los ten escasos grabados y algunos falos, recursos naturales, siempre presentes o siempre disponibles, locales o lejanos, pero nunca grabados o tridimensionales. Esto con - manipulados por los hombres.

A-C riATurA fEMENiNA CON CABEzA DE hErBívOrO DE trasta, una vez más, con la importancia TOLENTiNO (i TALiA ), SOBrE uN CANTO (Mussi et alii, 1978 ); otorgada a los hombres, tal como se B-C riATurA fEMENiNA CON CABEzA DE íBiCE DE LAS CALDAS (A STuriAS ) SOBrE uN ASTA DE rENO (Corchón rodríguez, percibe en las prác ticas funerarias, 1990 ). A DifErENTES ESCALAS . siendo las sepulturas femeninas nota - blemente menos numerosas que las masculinas. Todo esto debe incitar a la prudencia frente a cualquier interpretación que quisiera extraer conclusiones a partir de un único aspecto de la documentación arqueológica. En los medios de comunicación y en las obras divulgativas encontramos generalmente una visión simplista del Mi agradecimieto a todos aquellos que me han facilitado el libre acceso a sus Paleolítico, dominada exclusivamente, o casi, por las reconstrucciones de cazadores y escenas ilustraciones y me han permitido reproducirlas. Mi gratitud va dirigida especialmente de caza. Las figuras femeninas, aun siendo a menudo enigmáticas, aportan una visión mucho a Pierre Bolduc, Gerhard Bosinski y Jean Clottes.

434 435 BiBLiOGrAfíA — (2004): “East and South of the Alps: the Mid up - cial de Préhistoire, Art et Sociétés. Bulletin de la per Palaeolithic funerary and artistic record of Société Préhistorique Ariège-Pyrénées, LXv- BOSiNSKi, G. (2011): Femmes sans tête . Errance. 81: Antiquity Publications. Cambridge: 97–105 italy and Moravia compared”. En j. A. Svoboda, LXvi. Tarascon-sur-Ariège. CD 499-511 París. huYGE, D. (2008): “ along the Nile”: The L. Sedlá čková (eds.) The Gravettian Along the MuSSi, M.; BOLDuC, P. y CiNq-MArS, j. (2004): BOSiNSKi, G. y SChiLLEr, P. (1998): “représen - Palaeolithic rock Art of qurta (upper )”. Danube , Proceedings of the Mikulov Conference, “Le 15 figurine paleolitiche scoperte da Louis tations féminines dans la Grotte du Planchard Bulletin des Séances. Académie Royal de 20-21 November 2002 . The Dolní v ěstonice Stud - Alexandre jullien ai Balzi rossi”. Origini , XXvi. (vallon Pont d’Arc, Ardèche) et les figurations Sciences d’Outre-Mer , 54. 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