LITERATURA Y LINGUiSTICA NO12

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En este articulo se presentan los dos rostros creativos de Octavio Paz: su experiencia en verso y su discurrir en prosa a travb del ensayo. Se hace referencia Lil poema Piedra de sol, sustrato de su escritura vi1 vida que se lo contrasta con el ensayo La llama doble: amor y erotismo. . . ..- 1 1 El andisis hacer surgir su pro]xa alteridad y devela sus mascaras. dn- la obra de Paz se congrega grdcilmente el amor y el erotismo con la contribucidnpensante de la emo- -InAnn An 1,- L,-hwno on- vrrrrvlAnA ~IDODCco eonnm cidn a1 intervenir en las subjetiviLcuuoJ uG Icurr.uIcjlJ Lvrl IrlwILUV. (1 yccclJ lJcocywn eros de fertilidad como construccidn cultural, pero siempre con una actitud critica. Ade- mhs de 10s cinco elementos constitutivos del amol; la tesis es hallar una visidn de la pareja humana que devuelva la conciencia de la singularidad e identidad de cada uno.

This article discusses the existence of two different CIeeative possibilities for Octavio Paz 5. literature: essay andpoetry, involving two complemeintary attitudes towards language and thought. The essay mode is illustrated by one of his last writiings, La Llama Doble: Amor y -. . ... 1. -1. * 1 Erotismo, even though it is a Subject raz haa undertalcen long before it was published. The “poetry”--labour is shown through- his best known large poem, “Piedra de Sol ”, these works attempting an overall explanation of the two styles by regarding both through the idea of “alterity”, being alterity -and its inner sense of J:elf-splitting- the omen and matter every complete artist deals with, struggles against a nd lives along while the sacred,

I * 1 7.* -.___ -L- - --r:___ _^___-L-- -

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MUQOZ / ESPECIALES

Aclaracih liminar

Los rostros tan disimiles que ilustran este trabajo fueron obtenidos a partir de una Gnica fotografia de Octavio Paz, aquklla que figura en las portadas de sus Obras Completas. Se dividi6 aquel rostro en dos mitades y luego se duplicd cada una, especularmente. Arti- ficio tecnologico para revelar un secret0 del cuerpo, dispositivo cibernttico esclareciendo la tesis de este trabajo: todos y cada uno de nosotros cohabitamos con Otro, que es nuestro propio fantasma interior. Octavio Paz es Uno y es Otro: rostro de inquieta madurez y faz de locura en acecho, convivio aberrante de Ariel y Caliban, Luz y Tiniebla hermanadas bajo un solo rostro, ensa- yista y poeta cohabitando un cuerpo imico, Jan0 bifronte para una sola Psiquis, Eros y Thnatos en comuni6n literaria, dualidad fatal repitikndose desde la diferencia: he aqui la doble esencia de La Llama Dobk.., iluminada desde su “Piedra de Sol”. Mas que monografia, el presente text0 es un contradiccionario resuelto en voz.

La llama doble o el dolor de la particidn

Octavio Paz ha escrito un canto ensayistico a la dualidad. Quizas se trataba, a1 escribirlo, de saldar una deuda consigo mismo, desde 1965, desde su tiempo en la India, su enamora- miento, el afhn de entender la filosofia oriental, o tal vez de hallar sentido a la casi absurda presencia de un mejicano en Nueva Delhi, cuando en Occidente ardia tanto cosmos. Se gestaba la primera y Gltima revoluci6n estudiantil del mundo, la imaginacidn aspiraba a1 poder, bajo el asfalto se sofiaban playas, se hablaba de sex0 en la Renault, De Gaulle se perdia por un cuerpo suave y numerosos estudiantes en las universidades de 57 paises del mundo Vivian a gritos su fiesta colectiva, su comuni6n del nosotros, hasta mas alla del referkndum franc&, hasta la matanza aberrante de mas de 300 estudiantes en la plaza de Tlatelolco: Paz renunci6 a su cargo de embajador en la India en sefial de protesta. El proyecto de escribir sobre el amor y el erotismo no se concret6 hash 30 aiios desputs, con un nuevo contrasentido: un octogenario teorizando sobre el erotismo parece una suerte de cirugia plastica literaria, aunque se puede aqui acudir a1 clichk del ‘alma joven’ ... 0 pensar en el tiempo circular del poema “Piedra de Sol”, que concluye recomenzando. En todo cas0 dualidad, paradoja y contradicci6n que Paz resuelve con oficio y elegancia, dos atributos de quien envejece con la lucidez intacta. Precisamente, por ser un libro postrimero, se puede hurgar en su estructura, mas all6 del ropaje retbrico, desentrafiando la actitud fundamental que subyace a todo el discurso, y que LITERATURA Y LINGUISTICA NO12 aqui llamo “el deleite de Narciso”: Paz se crea y recrea a si mismo en su texto, ordena su pensamiento de acuerdo con sus vivencias. recuerda sus nronios anrendixaies. trans11hst;lncia su

YG GSLG IIIUUU, es ~USIUIGIGGI su pucsia u sus erisayos aiiernauamenre: es la pnmera biparticibn, la inicial insinuaci6n de lo Otro. Ensayo: quehacer intelectual, tentativa de rigor ideacional, exploracidn argumental sin pretensi6n de exhaustividad, esgrima 16gica contra lo incierto, fundaci6n racional de la certeza, imperio apolineo de las luces, afmaci6n de la claridad en prosa estoica... aqui se despliega un Octavio Paz inteligente y elegante, que rodea con parsimonia 10s meandros de un discurso que no se estanca, un pensador que no ceja de auscultar a1 verbo para obtener de 61 mhximo rendimiento, aun a costa de bordear la afecta- ci6n oratoria. Poesia: oficio sensible, abandon0 sufriente a1 quehacer gozoso, caricia con el verbo, h~medoestertor lingiiistico, dolor quintaesenciado en rima, ardor alambicado idem, inconsciente entronizado sino, insoportable levedad del creer, suspensidn de toda certidum- bre anterior, captura saturnal enfebrecida... aqui se alza un Octavio Paz profuso y pasional, que se adentra con impaciencia de v6rtice y vtrtice, que es vivido por el verbo hasta devenir amanuense automcitico del imperio de si mismo, que muere mil veces en la piedra de sol y renace otras mil en el combate de amar. No son las personalidades multiples ni psic6ticas de Pessoa: son dos modos de ser nitidos y mutuales, una dualidad que por propia reciprocidad de sus componentes concluye estable- ciendo la posibilidad de la unidad, la Mismidad que surge como afirmaci6n de lo Otro. Un Paz que arguye y razona; otro que cae y vuela: 10s dos con igual intensidad expresiva. Ambos con el mismo “Deleite de Narciso” a flor de pluma, expresando entrambos la cosmovisi6n critica y creativa, denunciando de consuno la imposibilidad de respetar limites, violando des- de dos fronteras la integridad del territorio literario. Y la gozosa aiirmacidn de la diferencia: derrota de la uniformidad, capturada por comba- tientes voluntarios desde trincheras opuestas. LFenomenologia de la dualidad o consagrach de la contradicci6n? Octavio, te llevaste el secret0 bajo tierra...

Per0 esth tu obra

Esth La llama doble. Amor y erotismo, ensayo que quiso ser andisis desde un estado de Animo y desemboc6 en dialtctica de un modo de vida: un Paz revive en 61 sus propias ambi-

158 M~OZESPECIUES giiedades biograficas, revisa sus propias fuentes creativas e ilumina el eje semantic0 de su vida y sus influencias. Otro Paz recapitula un sueiio de la hora treceava -“Piedra de Sol”- y revive desde las primeras inquietudes prenatales hasta el txtasis de la historia y la posterior caida en la Nada, ese despertar que es morir en un tiempo circular. “Piedra de Sol” protago- niza lo que La Llama Doble... enumera: el origen primordial de la persona es la dualidad de cuerpo y alma. En nueve capitulos argumenta la tesis, y resumirlos aqui es narrar la historia de la sensibilidad en la civilizacibn occidental.

Etapas del flujo o el esqueleto de la llama

I) Los Reinos de Pan:

El primer capitulo traza una sucesidn primordial. El origen vital del vinculo humano es lo sexual. Y lo sexual es biolbgico, natural, vitalidad pura. La mekifora sexual dice siempre reproduccibn y con ello perpetuacidn de la vida. Mas lo humano se distingue por una primera operacibn, que es el Eros como fenbmeno. Lo erbtico es una superacibn cultural de la servi- dumbre reproductiva de lo sexual. El erotismo suspende la procreacibn e instaura el goce de 10s sentidos como fin en si mismo. Con ello, se hace explicita una atractiva analogia. Si el propbsito lingiiistico es la comuni- cacion,.r el1 poema -que ya no aspira a aecr1.. sin0 a ser- pone entre paremesisI.. a 1la comunica- cibn, se vuelve 61 tambitn un fin en si mismo, asi como el erotismo se desprende de la reproduccibn y configura su propia legitimidad. El erotismo deviene una poktica corporal y la poesia una erbtica verbal. Una vez separado el eros de la fertilidad, ya es construccibn cultural. La prbxima etapa de desarrollo sera el amor, inmersibn en el ser del otro.

2) Eros y Psique:

Entre Oriente y Occidente habria un contlicto en la concepcibn del mundo (dualismo versus monismo), aunque el fundamento de la doctrina del amor occidental puede hallarse en Platbn y su nocibn del alma, que es, en un sentido primario, un dualismo alma-cuerpo. Per0 en la doctrina platdnica de 10s grados de ascenso del amador hasta la contemplacibn de lo absoluto, Paz percibe mas bien una aventura solitaria, sin reciprocidad: una especie de Don Juan filosbfico. Con todo, Octavio Paz dira mas adelante que la nocibn de alma es central para reconstruir la persona.

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3) Prehistoria del amor:

La relaci6n de amor requiere la participaci6n de ambos amantes y por lo tanto no pudo ---.l---L-- l---&- 1- -..:..- ..,.--...A l..-"- ,,,:,1 ..,.A" A,n"L,n,A, 1" ..,.:"A-:-" y1UUUl;llbG IlilStd YUG---- lil IIlUJCl ULUpU ..-u11 lUgcl1 JUbIcll IllclJ UGJclllUgclUU YUG-.., GI1,... lcl IlllJUglllcl Atenas; Roma y Alejandria, las grandes ciudades del periodo helenistico. La sociedad clhsica, en cambio, reprob6 a la pasidn amorosa (y Plat6n la culpaba de engendrar el delirio, fiebre de las ideas). La decadencia de las democracias y el surgimiento de monarquias mhs poderosas generb un repliegue general hacia la vida privada. "La emergencia del amor es inseparable de la emergencia de la mujel: No hay amor sin libertad femenina ", afirma Paz, por la volun- tariedad de la elecci6n. Tambikn 10s poetas han demostrado profusamente que el amor se transforma desde una atracci6n involuntaria y ciertamente tirhnica en una uni6n voluntaria e imperiosa. Esta ultima es su condicibn paradojal necesaria, el acto que transforma la servidumbre en libertad. En el periodo helenistico, con el surgimiento de una polis abierta que enriquece 10s intercam- bios sociales entre ambos sexos, sithi Paz el surgimiento del amor en Occidente, a diferencia de Denis de Rougemont, que postula la preeminencia de la lirica provenzal del siglo XII. Su argu- mento es claro: en Grecia s610 pudo haber erotismo, y podemos agregar que Michel Foucault, en su Historia de Zu smuZidud, demuestra algo parecido. El amor es un fen6meno ciudadano: resul- tad0 del intercambiornhs igualitario de roles. Ha comenzado,para Paz, la historia de la sexualidad la civili7acihn. - - - en- __ __ - - - Ya- Pronercio- r-----r- nlantea - la nosibilidadr uokticar de un amor aue1I uerdure mhs allh de la muerte, tema que retoma magnificamente Quevedo mil seiscientos aiios mhs tarde en su mhs bello soneto (segh opini6n de Neruda, varios otros, y yo) aunque de modo kigico.

4) La Dama y la Santa:

El amor cortb, la cortesia medieval, surge con la lirica provenzal, en la oposici6n entre corte y villa. La relaci6n cortesana da cabida a la expresi6n de 10s trovadores, y la visi6n trhgica es contrarrestada por la cortesia. Para su descripci6n, Paz despliega una retbrica de la dualidad que vuelve a expresar narcisista y brillantemente a1 propio yo del escritor en su pensamiento binario:

"Doble fascinacidn ante la vida y la muerte, el amor es caida y vuelo, eleccidn y sumisidn ".

La lirica provenzal muestra influencias multiples: la prosodia de la poesia litilrgica latina, el platonismo amoroso, las formas arhbigeandaluzas del zkjel y la jarcha. Per0 su principal contribucidn es la inversi6n de las posiciones tradicionales del amante y su dama, a quien

160 MUVOZ / ESPECIALES ahora se considera ama y seiiora del destino de su amador. Nace tambiBn el ritual de iniciacidn amorosa, como prueba (assai), lo que exacerba el erotism0 de 10s prehmbulos y hace que el amor cortb merezca la condenacidn de la Iglesia, que eleva la castidad a virtud capital. Por supuesto, ante tanta prohibicidn era natural que proliferara el discurso amoroso, pues la historia del amor cortBs, con sus modificaciones adaptativas, es tambikn el relato que acom- paiia a nuestra mitologia del sentimiento, desde el siglo XII hasta ahora. Afiado como ejemplo contemporhneo el surgimiento hace un siglo (y su perpetuacidn hasta hoy) de una forma mo- derna de cortesia: el bolero, ese inmarcesibleJin hmors moderno.

5) Un sistema solar:

Instalado con comodidad en la literatura moderna, Octavio Paz seiiala uno de sus sellos caracteristicos: la actitud critica. Y con ello postula que el amor es sometido a revisidn y anhlisis tambiBn. El amor human0 se le aparece como la reunidn de dos seres de inescapable sujecidn a1 tiempo y la finitud. Y aunque el amor “no nos salva del tiempo, lo entreabrepara que, en un reldmpago, aparezca su naturaleza contradictoria, esa vivacidad que sin cesar se ~~ - anula y renace y que, siempre y a1 mismo tiempo, es ahora y es nunca ”. He aqui nuevamente la dualidad (este hombre parece tener un cerebro facetado: duplica 1a dptica por contradiccidn y resuelve las antinomias por sintesis). mi Iiueswi cvnwpeivn uei arnvr st: rt:cvnvcen, uice raz, cmco eiemenros que son consnrunvos: 1. El afhn de exclusividad, que es la condicidn que permite el establecimiento de la relacidn. 2. El desafio y la transgresidn (pues y vencer 10s obsthculos, asi como instalarse fuera del orden religioso y hasta en contra de Bste). La nocidn de transgresidn es aqui mhs tibia que la de Bataille, que postula que el interdict0 y la transgresidn son fuerzas necesarias y antagdnicas del tejido social y sensual. 3. Domini0 y sumisidn: otra dimensidn dual, que en este cas0 involucra la voluntariedad de la entrega y a1 mismo tiempo la posesidn del otro, lo que constituye una paradoja pragmatica y nos reenvia, por efecto de imposibilidad, a la dimensidn trhgica del amor. 4. Fatalidad y libertad: el amor es anhelo de completitud, no simple deseo de hermosura (sello de lo erdtico). Es una transgresidn tanto de la tradicidn platdnica como de la herencia cristiana: en un cuerpo ama el alma, mezcla la tierra con el cielo, y realiza con ello la Gran Subversidn. Recuerdo la fi-ase de Khayyam “Addny Eva: iqud amargo debi6 ser vuestro primer beso para engendrarnos tan desesperados! ” Para la dimensidn contemporhea del amor, la fatalidad es distinta de la nocidn de predestinacidn:es mhs bien el sello trhgico de la otra cara de la libertad. Si el amor es una inmersi6n desesperada en el otro, su altemativa es la soledad.

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5. Unidn indisoluble de cuerpo y alma: Sean Paz, nuestra kpoca ha minado la noci6n de persona, doble herencia del cristianismo y la filosofia griega. La idea de alma era, y sigue siendo, componente indisoluble del concept0 de persona, y sin persona el amor sufre una regresibn, degradhndose en mer0 erotismo. La recreacion sensual en otro cuerpo carece, por si sola, de la aspiraci6n de infinito que conlleva el amor. En este capitulo el escritor proyecta su anhlisis hacia el orden social, postulando que la decadencia de Occidente -que 61 llama envilecimiento de nuestra civilizacidn- es resultado de la deshumanizaci6n de las relaciones -que denomina pdrdida de la persona-. Hay, postula, una directa conexi6n de sentido entre las nociones de alma, persona, derechos humanos y amor: hermoso tour de force discursivo, que entraiia la apologia de un neohumanismo que se echa de menos. 6. Lucero del Alba: Ya en pleno siglo XX, la revoluci6n del cuerpo se le presenta como otra dualidad nos ha liberado de sujeciones ancestrales, per0 tambikn puede degradarnos. La mercantilizaci6n del cuerpo en la sociedad occidental es un reflejo del desequilibrio en la noci6n de persona y fomenta un doble esthndar. Se lo estimula como carne de consumo y se lo reprime como came de condenaci6n.Este doble estatuto es la gknesis de la inseguridad. 7. La plaza y la alcoba: Equivale a la escisi6n cada vez mhs forzada entre lo phblico y lo privado. Luego de la I1 Guerra Mundial, se extendi6 por el mundo una moral er6tica mhs libre, product0 del impetu juvenil que cuestion6 fuertemente 10s fundamentos del establishment. El sex0 se transforma, por primera vez en la historia, en materia de debate politico, per0 tambikn el liberalism0 econ6mico ha degradado el amor y hecho del cuerpo un negocio inmenso, pues la modernidad, a1 desacralizar el cuerpo, posibilit6 que la publicidad lo transformara en mercancia y lo utilizara como instrumento de propaganda. La tesis final es, entonces, “Hallar una visidn del hombre y de la mujer que nos devuelva la conciencia de la singularidady la identidad de cada uno: inventar otra vez lo humano ”. 8. Finalmente: La conclusibn de Octavio Paz bordea 10s limites de la arenga : “Somos tiempo y no podemos substraernos a su dominio. Podemos transJigurarlo, no mejorarlo ni destruirlo. Est0 es lo que han hecho 10s grandes artistas, 10s poetas, 10s Jildsofos, 10s cientijkos y algunos hombres de accidn. El amor tambidn es una respuesta: por ser tiempo y estar hecho de tiempo, el amor es, simultbneamente, conciencia de la muerte y tentativapor hacer del instante una eternidad. Todos 10s amores son desdichados porque todos estbn hechos de tiempo, todos son el nudofrbgil de dos criaturas temporales y que saben que van a morir; en todos 10s amores, aun en 10s mbs trbgicos, hay un instante de dicha que no es exagerado llamar sobrehumana: es una victoria contra el tiempo, un vislumbrar el otro lado, ese allb que es un aqui, en donde nada cambia y todo lo que es realmente es ”.

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Entonces, iquk quise decir a1 afmar el deleite de Narciso en Octavio Paz? Simplemente, su refocilarse consigo mismo, su constante alusi6n a lo propio, su manera inescapable de mantenerse a1 centro de su desfile personal. Su prosa ensayistica devela 10s artefactos de su propio vivir triunfando, con esa ret6rica sonora que en 61 parecia segunda lengua materna: una prestidigitacidn verbal que sirve para ocultar a1 leg0 encantado la desprolijidad de algu- nos razonamientos y el relleno de ciertas lagunas. Me pregunto c6mo es posible que en un ensayo sobre amor y erotism0 no aparezca con claridad una concepci6n de la pareja humana (iserh porque tambikn Paz siente como un Don Juan filodfico?), o porque incorpora ripios como su caricaturizacidn feble de la amistad femenina, donde el clich6 no alcanza ni siquiera estatus periodistico. Asi como su poktica, alternadamente fuerte y dkbil, deleitando a veces y cansando otras: humano, demasiado humano. La Llama Doble... es una dialkctica de la alteridad. Sin ideas novedosas, pues se trata de un andisis retrospectivo. Quizas es el ensayo amoroso de un poeta que aprendid a amar y narra su periplo.

“Piedra de Sol” o el tiempo circular

Como complemento, puede considerarse uno de sus poemas, “Piedra de Sol”, como una fenomenologia de la mismidad. Sueiio del origen, inversidn soporosa en la nostalgia del tiem- PO vivido, el poema se inaugura con un epigrafe de G6rard de Nerval acerca de la hora trecena: tiempo circular que vuelve, amante interrogado por la presencia. Es una busqueda biogriifica, que instala un paraiso inicial liquid0 que se va transfigurando en etapas de vida interrogadas por el recuerdo de la otredad. Esa otredad que bien podria ser la complementacidn de sentido de la propia identidad latinoamericana: desde una reminiscencia simultiinea de paraiso y reloj (versos 1 a1 14) y de inmediato la inmersion balnear en el limbo de lo prenatal (versos 15 a1 22) hasta la consolida- cidn del cuerpo, la irmpci6n semhtica hecha vida (23 a 33) y el acta de nacimiento propio (34 a 40) de ese cuerpo que se erotiza con la madre y la tierra (41 a 75) en un convivio somiitico y preverbal de Hijos del limo. Luego (76 a 97), recuerdo y exploraci6n en la memoria hasta configurar a1 niiio (98 a lO8), en un ascenso biogrhfico que remeda perfectamente la evoluci6n del continente desde la ma- teria primordial hasta la autoconfiguraci6n perverso-polimorfa de la infancia, que en Amkrica es inocencia. En seguida (109 a 152), la aparicidn de una muchacha, s610 una adolescente, marca otro kin- sit0 evolutivo. Esta vez en el mundo contradictorio de lo juvenil, ya despierta la sexualidad que, como vida en potencia, latia ignea en 10s versos previos. Desde la contemplaci6nplat6nica hasta el

163 LITERATURA YLINGUISTICA NO12 desencantodel vacio (153 a 161), del olvido a la percepcidn del tiempo (1 62 a 188) para desembo- car (1 89 a 194) en una primera instanthea del tiempo circular que plantea el primer gran drama (195 a 222): en ritual de sol, Circe se adueiia de las voluntades. Es la irrupcidn del pensamiento mhgico mllando la inocencia pristina, el desvirgamiento plural y femenil de Melusina y la memoria (223 244), hasta caer en el encuentro edipico con la madre (245 a 254) y salir de la olvidanza para luego volver a caer (255 a 287) en otra muerte con recuerdos y dolor en la memoria. La semejanza con el apogeo y desmoronamiento de las civilizaciones precolombinas me da por la invasidn de Madrid (versos 288 a 434).

“Madrid, 193 7, en la Plaza del Angel las mujeres cosian y cantaban con sus hijos, despuis sond la alarma y hub0 gritos, casas awodilladas en el polvo, torres hendidas, frentes escupidas

Para Paz el amor de dos es el rescate, a travts de Eros fundamental, de la permanencia. Es la postergacidn de la muerte y la prolongacidn de la lucha: “amar es combatir”, y este com- bate engendra el mito, la historia y la muerte (435 a 503) hasta el final colectivo. Por hltimo, la colectividad que renueva sus ritos de vida y muerte (504 a 524), esa muerte que es pan de todos y esa muerte que tiene de mujer la hondura de abismo en el que seremos tragados (525 a 570) hasta la nada. Por ultimo, tras la caida en la nada, despertar es morir (571 a 590) y 10s versos que se repiten marcan el eterno tiempo circular del mito, emparenta, a1 Chilum-Bulum y a1 EclesiustLs ... Mito del eterno Retorno, por cierto, per0 tambitn algo mhs: apoyo autorreferen- te y sostenido en la propia sensacidn, parapeto en el territorio personal, imposibilidad de sustraerse a1 destino en lo real, aunque se lo maquille de sueiio. La piedra de sol es la escuela de la infancia bajo el calor prolijo, es tambih la piedra donde se oficia el rito de la inmolacidn y hasta puede ser labradorita, un compuesto mineral que se presenta en masas cristalinas, traslhcidas, blancas, grises, verdes, azuladas, y que a1 soplete se funde, formhndose un vidrio incoloro. Transubstanciacidn pottica del cuerpo en cristal, del alma en luz: cada brillo es un encuentro, cada estallido erdtico un reverbero. Quizh efectivamente despertar haya sido para el ensayista Paz y el poeta Octavio, morir para otros y nacer para si, incursidn irreversible en la gran otredad.

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Apdndice Manuscrito de homenaje a la partida del escritol; expresado como vivencia de pareja rota, la separacidn de 10s dos que se amaban desde Madrid 1937 ...

Voz de savia sola y simple, la plenitud aviesa de su satisfaccih me escarnecia como una revoluci6n reprimida. Voz de talle urgido y tal10 erguido, voz de petrificada sombra: nada habia en el grit0 destemplado de sus ojos glaucos que no me enviase a ser lobemo incontinen- te para sus pezones capitolinos. Turgencias trhgicas de cuerpo ajeno, se me evadian de golpe como un cierzo arrebatado que cantara aiioranzas de loba en celo para otro cielo m9s bestial que tste mio de traga y trepa. Prontuario pronto de diente y labio, su pie1 se me iba a pesar de 10s mordiscos, dejando su sabor en jirones breves de sal y agua. Y asi, entre captura y evasih se fue estableciendo la pulsaci6n de esta distancia, que no por reciproca hemenos honda, instaurando a latidos la nostalgia absurda de un abrazo p6stum0, abrazo necrbfilo que ni la taxidermia de una carcaja- da logra ahora revestir de ardor. Frialdad progresiva de espanto, acumulado imperio de las ansias torpes o vacuidad enar- bolada para naufragio, tras vencer la stptima inquietud de 10s deseos la octava paz de su abandon0 jamhs perdid su soledad de laberinto.

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