Octavio Paz, entre el mito,

Secciones Libres la poesía y la arqueología

Mariana Mercenario Ortega

Síntesis curricular Mariana Mercenario Ortega es licenciada en Lengua y Literatura Hispánicas, maes- tra y doctora en Estudios Mesoamericanos. Labora como profesora en el área de Talleres de Lenguaje en el CCH Naucalpan. Entre sus libros están La novela, Los entramados del significado en los zazaniles de los antiguos nahuas, La ensoñación de la imagen. Ensayo sobre la metáfora en el estridentismo y Didáctica de la lite- ratura en el bachillerato.

Resumen Como es bien sabido, el año pasado se conmemoraron los cien años del natalicio de Recibido: 2-oct-2014 Octavio Paz, lo que ha sido renovado motivo para la difusión, análisis y reflexión de Aprobado: 28-oct-2014 su vasta obra en diversos medios masivos de comunicación y académicos. En este artículo pretendo mostrar una intrínseca relación en uno de los poemas más célebres •HistoriAgenda•67 de este autor, “Piedra de sol”, no sólo como un asunto estético aislado en la literatura o de estricta competencia lírica, sino como un producto histórico que muestra una reinterpretación multicultural que atañe lo mismo a la poesía más moderna que a los mitos prehispánicos y a los símbolos petrificados que ha estudiado la arqueología.

Palabras clave: Octavio Paz, “Piedra de sol”, mito, estética, multicultura.

Abstract As it is known, the last year we remembered a hundred years since Octavio Paz was born, hence his extended work had been an interesting motive of analysis and discussion in different mass media as well as in academic forums. In this paper I intend to show the internal relation that one of the most important poems from this author, “Piedra de sol”, had as a connection between esthetics and the archeological history of Mexico because of the quality of poetry as well as the prehispanic myths and symbols involved in the poem.

Keywords: Octavio Paz, “Piedra de sol”, myth, esthetics, multiculture.

tocar nuestra raíz y recobrarnos, recobrar nuestra herencia arrebatada sus nuevas fronteras geopolíticas; qué por ladrones de vida hace mil siglos criterios privilegiar en la formación cul- tural de un sistema educativo nacional en ciernes. “Piedra de sol”, Octavio Paz No sólo América pasó un perio- do de invención necesaria ante la in- certidumbre geográfica e ideológica Introducción (O’Gorman, 1995), sino también el con- cepto de México como una entidad ho- abor propia de los siglos XIX y mogénea. Consecuencia de prejuicios de principios del XX, fue la configu- época y de una forzada centralización, ración de una identidad cultu- herederas tanto de tiempos prehispáni- Lral a la que pudiera darse el nombre de cos como coloniales, hoy día la lengua, la mexicana (Trejo, 2010). Los escollos no cultura y la visión nacionales se ejercen fueron pocos: cómo conciliar la amplia privilegiando las prácticas, los hábitos diversidad cultural, histórica y lingüís- y el habla del centro, diacrónicamente tica de distintos pueblos y comunidades multidenominado como Tenochtitlan, la comprendidos dentro del extenso terri- Metrópoli, la Nueva España, el Altiplano torio nacional; bajo qué elementos en del Valle de México o nuestro actual Dis- común emitir una justificación plausible trito Federal y Área metropolitana. 68•HistoriAgenda• de unificación nacional de acuerdo con Todavía en los años cincuenta, por hispánico correspondiente a la cultura La llamada cultura azteca, mexica o te- mexica: “Piedra de sol”, tema del presen- nochca fue considerada como el ejem- te y breve análisis. plo más sobresaliente y representativo de México en las culturas ancestrales El mito impreso en el ayer y del mundo. el hoy históricos

Probablemente, como altar de sacrifi- ejemplo, era evidente una clara tenden- cios, o cuauhxicalli o como temalacatl, cia metonímica por explicar una parte la llamada Piedra del Sol, también co- (el centro) por el todo (la nación mexi- nocida comúnmente como Calendario cana). La llamada cultura azteca, mexi- Azteca, es un monolito de basalto, re- ca o tenochca fue considerada como el dondo o en forma de disco que actual- ejemplo más sobresaliente y representa- mente resguarda el Museo Nacional de tivo de México en las culturas ancestra- Antropología e Historia y que constituye les del mundo. culturalmente uno de los símbolos más Ha sido gracias a los trabajos de representativos de nuestra identidad distinguidos estudiosos de la historia y mexicana, plasmado incluso en nuestras de la arqueología, aproximadamente a lo monedas nacionales. largo de la segunda mitad del siglo XX y Su iconografía devela la Leyenda principios del XXI, que nuestra concep- de los soles, escrita hacia 1558 en lengua ción de un país con historia, lenguas y náhuatl,2 pues en específico se aprecia a culturas distintas, paulatinamente ha Tonatiuh Ollin (Sol de movimiento), el incidido en la formación educativa de Quinto Sol, o mundo, como producto de nuestro país. una serie de intentos de creación o cos- En este sentido, es entendible que mogonía de origen teotihuacano. His- la obra poética y ensayística de Octavio tóricamente se sabe que dicha piedra se Paz haya representado, bajo las exigen- hallaba originalmente en el Templo Ma- cias de los académicos del Premio Nobel yor de Tenochtitlan, lo cual evidencia la de Literatura en 2000, una compresión relación entre la cultura mexica y la teo- única sobre el sentido de su pueblo, al tihuacana, y que su descubrimiento data mismo tiempo que sobre su pertenencia del siglo XVII, cuando empezaron algu- como ciudadano ejemplar en el mundo nos trabajos de reedificación de la Nue- de las letras, eligiendo como tema de va España, pero que, por temor a revivir atención al mexicano como ser mítico ancestrales cultos entre los indígenas, se 1 universal, a través de un motivo pre- del mexicano” de Samuel Ramos (1990: 50-65). 1 Muy distinta es su obra más conocida, aunque suma- 2 León-Portilla en Los antiguos mexicanos a través de mente controvertida, El laberinto de la soledad, y que sus crónicas y cantares consigna dicho relato (León- parece tener como claro antecedente el “Psicoanálisis Portilla, 1976: 25-30). •HistoriAgenda•69 volvió a enterrar, aunque posteriormen- reinterpretación mestiza que hoy simbo- te fue trasladada en el siglo XIX al primer lizan nuestras raíces, no sin pocas ambi- Museo Arqueológico de México. güedades y mezclas. La descripción analítica de esta Incluso, como observaremos piedra nos muestra en su centro el rostro más adelante, el poema “Piedra de sol” del dios solar Tonatiuh dentro del signo presenta un considerable número de “movimiento” (ollin), con un cuchillo coincidencias, además de con el monoli- de pedernal como lengua que expresa la to homónimo, con la escultura prehispá- necesidad de sacrificios para la continui- nica de Coatlicue, etimológicamente “la dad del movimiento solar, las manos os- de las faldas de serpiente”, progenitora tentan una pulsera integrada por un ojo de Huitzilopochtli, señor de la guerra y y ceja, como indicio de que nada puede dios principal de los mexicas. ser ocultado a la visión solar, y con garras que aprehenden un corazón humano. En El contexto histórico del su marco aparecen los pictogramas de poema “Piedra de sol” los veinte días del calendario sagrado az- teca de 260 días o Tonalpohualli, que se Creer en la palabra cosmogónica, a combinaban con los trece números has- través y a pesar del tiempo, ha sido el ta formar un año sagrado. En el extremo privilegio de los grandes poetas como inferior de la piedra, se identifican las fau- Octavio Paz que, además de ensayista y ces de dos xiuhcoatl o serpientes de fuego, traductor espléndido, transfiguró la his- una frente a la otra, que rodean y enmar- toria de la literatura universal con sus can la piedra, así como ocho ángulos que poemas. Nacido donde habitan los co- representan los rayos solares de Tonatiuh. yotes —Coyoacán—, pero criado entre En el afán por legitimarse ante sus las serpientes de nubes de la metrópoli contemporáneos como un nuevo grupo —Mixcoac—, Octavio Paz entraña en hegemónico de una extensa región me- sus obras la dualidad genética que se ha soamericana, los mexicas incorporaron atribuido como común a todos los pue- esta filiación mítica teotihuacana dentro blos de Mesoamérica. Con una infancia de su historia,3 fruto de la cual es posible ceñida a su vez por figuras duales, pri- considerar un sincretismo multicultural mero de dos mujeres (su madre y su tía) no sólo entre lo indígena y lo hispánico, y, posteriormente, de dos hombres (su sino entre diversas culturas prehispáni- padre y su abuelo), éstas forjaron en su cas en Mesoamérica4 y su consecuente carácter la ternura estética y la diligencia 3 Asimismo, los mexicas trataron de establecer una re- revolucionaria que bordaron una infan- lación ancestral con los toltecas de Tula, como lo han demostrado diversos análisis arqueológicos (Matos cia lo mismo privilegiada que rigurosa, Moctezuma, 2006: 20-24). enmarcadas en el multilingüismo del es- 4 En este sentido, es sumamente recomendable el tra- 70•HistoriAgenda• bajo de análisis realizado por distintos especialistas de Mesoamérica (Carrasco, Jones y Sessions: 2002). pañol, del inglés y del francés, a través de los cuales el poeta, años después, en- contró vías útiles de comunicación con el mundo intelectual. Durante su madurez, Paz se asu- mió como juez y parte de un destino de escarnios: la sombra institucional del grupo de los Contemporáneos, la apatía de la fundación de revistas culturales y una estertórea vanguardia europea. No siempre tratado como eminencia, creó contactos intelectuales y culturales. Los grandes poetas norteamericanos y eu- ropeos lo conocieron, y él heredó una puerta abierta a la universalidad del co- nocimiento poético y estético: son mu- chos los libros en los que Paz habla de las literaturas europeas y asiáticas para los latinoamericanos; asimismo, durante su estadía en el extranjero, Paz escribió sobre el mexicano y su manera tan parti- cular de percibir el mundo.

La estética petrificada en el poema “Piedra de sol”

Hemos visto que el monolito conocido creaciones en su génesis universal, bio- como el Calendario Azteca o la Piedra lógica o espiritual, es decir, en la medida del Sol representa la plasmación de un en que todo poema guarda una esencia mito primordial, el del origen del uni- de fundación prístina, que reproduce la verso y de la función de la humanidad creación de un universo a través de las para con los dioses teotihuacanos —de palabras, el mito, lo mismo que el poe- quienes se sentían herederos legítimos ma, engendra lo que no existía antes. los mexicas—. Pero ¿es esto lo que quiso Así, compuesto con 584 versos predomi- decir Octavio Paz en su poema? Sí y no. nantemente endecasílabos,5 esto es, en Me explico. versos de once sílabas, a modo del Siglo Para Paz, el mito cosmogónico sir- 5 Los 584 versos representan los días que tarda el pla- ve de modelo arquetípico para todas las neta Venus en realizar su conjunción con el Sol. •HistoriAgenda•71 de Oro español e influido por la forma italianizante, la estructura circular del monolito conocido como la Piedra del Sol es idéntica a la circularidad del poe- ma de “Piedra de sol” de Paz, que inicia y termina con los mismos versos:

un sauce de cristal, un chopo de agua, un alto surtidor que el viento arquea, un árbol bien plantado mas danzante, un caminar de río que se curva, avanza, retrocede, da un rodeo y llega siempre:

Lo anterior imprime en las pala- bras una idea de renovación, de reco- mienzo, de restauración o renacimien- to, propios del canon de la creación cósmica como ciclo completo, pues en todos los mitos cada regreso de la pri- mavera reactualiza la cosmogonía, y todo signo de resurrección devela el re- surgimiento de la vegetación, que equi- vale a la manifestación plena del uni- verso: el año nuevo de un mundo que renace permanentemente. Tanto el mito como el poema “Pie- dra de sol” remiten a un acto que engen- dra consuelo ante la incertidumbre de la existencia, ante la permanencia de la duda y ante la inminencia de la muerte, objeto de inspiración de los poetas y de sentido de muerte para los guerreros.

no hay nadie, no eres nadie, un montón de ceniza y una escoba, un cuchillo mellado y un plumero, 72•HistoriAgenda• un pellejo colgado de unos huesos, un racimo ya seco, un hoyo negro acaba de nacer y nunca acaba, y en el fondo del hoyo los dos ojos cada día es nacer, un nacimiento de una niña ahogada hace mil años, es cada amanecer y yo amanezco, amanecemos todos, amanece […] miradas enterradas en un pozo, miradas que nos ven desde el principio, Señala Mircea Eliade (1972: 36- mirada niña de la madre vieja 38) que todos los mitos ofrecen una que ve en el hijo grande un padre joven, doble revelación: manifiesta, por una mirada madre de la niña sola parte, la polaridad de dos personalida- que ve en el padre grande un hijo niño, des divinas, nacidas de un único y mis- miradas que nos miran desde el fondo mo principio y destinadas a reconciliar- de la vida y son trampas de la muerte se en un tiempo. En Octavio Paz, es la –¿o es al revés: caer en esos ojos amada quien se muestra alternativa y es volver a la vida verdadera?, simultáneamente benevolente y terrible, creadora y destructiva, solar y oscura, Como puede observarse, la duali- manifiesta y virtual; la que reúne todos dad teotihuacana de los opuestos en el los contrarios para ser trascendidos y mito: el día y la noche, la luna y el sol, la corresponder con lo universal. luz y la oscuridad, en Octavio Paz, se su- bordinan la atracción hacia la fuerza fe- frente a la tarde de salitre y piedra menina, descriptivamente semejante a la armada de navajas invisibles Coatlicue, fundadora de la raza mexica una roja escritura indescifrable y cuya escultura como obra de arte indí- escribes en mi piel y esas heridas gena ha solido evocar, según ha señalado como un traje de llamas me recubren, Justino Fernández (1990: 112-114), atri- ardo sin consumirme, busco el agua butos diversos sobre su belleza solemne y en tus ojos no hay agua, son de piedra, y aterradora como monstruo , y tus pechos, tu vientre, tus caderas con su monumentalidad creadora, ma- son de piedra, tu boca sabe a polvo, ternal y seductora: tu boca sabe a tiempo emponzoñado, tu cuerpo sabe a pozo sin salida, [...] despiértame, ya nazco: pasadizo de espejos que repiten vida y muerte los ojos del sediento, pasadizo pactan en ti, señora de la noche, que vuelve siempre al punto de partida, torre de claridad, reina del alba, y tú me llevas ciego de la mano virgen lunar, madre del agua madre, por esas galerías obstinadas cuerpo del mundo, casa de la muerte[…] hacia el centro del círculo y te yergues señora de semillas que son días, como un fulgor que se congela en hacha, el día es inmortal, asciende, crece, como luz que desuella, fascinante […] •HistoriAgenda•73 Así, para Paz, el origen de los […]voy por tus ojos como por el agua, tiempos, la cosmogonía ancestral los tigres beben sueño de esos ojos, y diversa de nuestro ser unificado, el colibrí se quema en esas llamas, se resguarda en una figura feme- voy por tu frente como por la luna, nina lo mismo acuática y terres- como la nube por tu pensamiento, tre que lunar, de la que surge al voy por tu vientre como por tus sueños, mismo tiempo el pacto de reno- tu falda de maíz ondula y canta, vación de vida, que la condena a tu falda de cristal, tu falda de agua. […] 74•HistoriAgenda• la muerte: Eminentemente “Piedra de sol” es tido cosmogónico del poema “Piedra un poema de amor, pero se trata de un de sol” obedecen, sin duda, al significa- amor que trasciende todos los tiempos, do complejo y unitario de origen teoti- la niñez, la juventud, la madurez y hasta huacano, aunque reinterpretado por los la muerte. Es un amor que contempla la mexicas a través de la escultura deno- belleza de la carne pero sabe que se con- minada Piedra del Sol; sin embargo, la vertirá en cenizas, en polvo, que el que preeminencia del carácter femenino, lo ama tarde o temprano mata lo que ama, mismo terrible que de generosa renova- que el amor a veces es piadoso y tierno ción, muestra una clara fascinación del y otras es cruel, vengativo y mortal. No poeta en torno del monolito de la diosa hay lugar para el amor ingenuo, todo tie- Coatlicue de los mexicas. ne un ciclo que se dirige al principio, que Lo interesante de este poema, es la muerte, y que ahí nos recoge nues- como hecho histórico, es que revela un tra madre tierra, que regenera la vida contexto de clara convicción estética por pero que exige, como los dioses mexicas, hacer de los descubrimientos arqueoló- también cadáveres. gicos de origen prehispánico, un motivo de creación artística –mucho más cono- , si dos se besan cidos a través de la pintura mural que el mundo cambia, encarnan los deseos, por la vía literaria–, que indudablemen- el pensamiento encarna, brotan las alas te existieron y que hasta hoy constituyen en las espaldas del esclavo, el mundo obras que nos invitan a la reflexión sobre es real y tangible, el vino es vino, nuestro complejo pasado diverso y mul- el pan vuelve a saber, el agua es agua, ticultural. amar es combatir, es abrir puertas […] Bibliografía Conclusiones Carrasco, David, Lindsay Jones y Scott Sería imposible agotar en este estrecho Sessions (eds.), Mesoamerican’s Classic espacio el sinnúmero de coincidencias Heritage. From Teotihuacan to the Az- prehispánicas como evidentes motivos tecs, Boulder, University Press of Colo- de creación poética del poema “Piedra rado, 2002. de sol” que muestran su relación con Caso, Alfonso, La religión de los aztecas, los mitos cosmogónicos teotihuacanos y México, Secretaría de Educación Públi- mexicas, así como con los monolitos que ca, 1945. la arqueología ha conservado como pa- Eliade Mircea, Tratado de historia de las trimonio de nuestra cultura. Este trabajo es sólo una pequeña muestra de ello. La circularidad perfecta y el sen- •HistoriAgenda•75 religiones, México, Era, 1972. Fernández, Justino, Estética del arte mexicano. Coatlicue. El retablo de los Reyes. El hombre, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1990 (1972). León-Portilla, Miguel, Los antiguos mexicanos a través de sus crónicas y cantares, México, Fondo de Cultura Económica, 1976. Matos Moctezuma, Eduardo, Tenochtitlan, México, Fondo de Cultura Económica – El Colegio de México, 2006. 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76•HistoriAgenda•