ISSN 1989-9750 Hiems 11

InviernoVIII 11

LA REVISTA DE LA ASOCIACIÓN CULTURAL HISPANIA ROMANA

LosLos enemigosenemigos dede lala RepúblicaRepública La expansión fuera del Lacio

www.facebook.com/stilus.revista Descarga gratuitamente los números anteriores de Stilus en www.hispaniaromana.es CARTA DEL DIRECTOR

Retrato en negativo n jinete cabalga a buen ritmo. agonística se basa en valores como Para desarrollar este enfoque ex- Regresa feliz de la guerra. No el esfuerzo y el sacrificio. También, perimental llamamos a la puerta de U solo ha sobrevivido, sino que en el respeto al contendiente esforza- diversos estudiosos de primera línea. vuelve con trofeos. Colgadas de su do que, en cierta forma, da idea de la Todos ellos se mostraron, para satis- montura, varias cabeza humanas dan calidad de quien le combate. facción nuestra, dispuestos a participar prueba de su valor. La escena represen- Roma se encontró a lo largo de los en un número que hace especial hin- tada en una cerámica numantina mues- siglos con muchos enemigos formida- capié en el variopinto panorama de la tra a la perfección la importancia de la bles que plantaron cara a sus ambicio- Iberia prerromana. guerra en muchos pueblos. Desde la nes expansionistas. Pueblo guerrero No es este el único aspecto nove- perspectiva moderna nos horroriza un donde los haya, los romanos hicieron doso del presente número, que enfati- acto que, para los celtíberos era no solo del enfrentamiento un pilar central de za su carácter digital con una apuesta exaltación del vencedor, sino homenaje su forma de ser y de vivir. Esa es la por la web 2.0. Recientemente la re- al caído. Al parecer, la cabeza era para razón de que traigamos al presente nú- vista Stilus ha abierto cuenta Face- ellos donde se encontraba la esencia de mero de la revista a los enemigos de la book (ver página 19), para agilizar el cada persona, así que decapitar a los República. Nuestro objetivo es que el contacto con sus lectores. A través de enemigos era una forma de apropiarse estudio de los rivales nos devuelva el este canal pretendemos no solo infor- de las virtudes de un rival admirable. perfil, en negativo, de Roma. Conocer mar sobre asuntos apegados a la ac- La belicosidad es un rasgo esen- cómo se comportó y qué modificó en tualidad (noticias y agenda cultural), cial en el carácter de muchas so- las realidades que encontraba en su ca- sino fomentar el intercambio de ideas ciedades, a lo largo de la Historia. mino es también una manera de saber y ofrecerles más contenidos de inte- La lucha es para ellos una piedra cuáles eran los valores de quienes, a rés. Ahora, el turno es suyo. de toque en la que se comprueba la la postre, acabaron imponiéndose para naturaleza de las personas. La ética sentar las bases del mundo actual. [email protected]

la viñeta Portada de Ernesto Diezhandino, ga- Por El Kuko. nador del concurso “Elige la próxima portada de Stilus”.

Nuestra República siempre contó con la protección divina porque nunca em- prendimos una guerra injusta. Solo hemos respondido al ataque de nuestros malvados enemigos: Clusio, Capua, Edita: Asociación Hispania Romana. Tarento, Mesina, Sagunto... Dirige y maqueta: Roberto Pastrana.

Consejo Editorial: Alejandro Carnei- ro y Enrique Santamaría.

Corrige: Paco Gómez.

Responsable de arte: Sonia Martínez.

Colaboran en este número Roger Benito, Alejandro Carneiro, Gabriel Castelló, Francisco Girao, Javier del Hoyo, Alfredo Jimeno, Oscar Madrid, Juan Antonio Martín, Noé Molina, ... El Álamo, el Maine, el Lusitania, Pearl Harbor, Isaac Moreno, Ignacio Muñiz, Raquel las Torres Gemelas... Onrubia, Salvador Pacheco, Jonatán Prieto, Fernando Quesada, Eduardo Sandino, David Sandoval, Enrique Santamaría, Inés Sastre, David Sierra, Marcos Uyá, Francisco J. G. Valadés.

Correo: [email protected]

Stilus no comparte necesariamente los puntos de vista expresados por los auto- res, que son los responsables únicos. rostra en este número

In Rostra ascendere tema del número las crónicas dicen... 4 ILDEFONSO D. RUIZ LÓPEZ samnitas: LOS VECINOS Doctor en Historia Antigua y numismático indomables. Por David Sierra. biografías 10 l igual que los rostra latinos estaban con- EL OCASO DE LA GRAN cebidos como espacios públicos en los que MACEDONIA. Por David P. Sandoval. los oradores romanos, como Cicerón, daban A asentamientos hispanos 14 rienda suelta a su libertad de palabra y de diálogo, SAGUNTO: LA CIUDAD QUE en esta nueva tribuna del siglo XXI que es la revis- DESATÓ LA GUERRA. Por Gabriel ta Stilus, los amantes del Mundo Clásico encontra- Castelló. mos un lugar propicio para divulgar investigaciones, las crónicas dicen... 18 compartir conocimientos y expresar opiniones sobre cartago: adaptarse y temas relativos a nuestro pasado romano. desaparecer. Juan A. Martín Ruiz. Por desgracia, en estos tiempos de crisis que vi- mundo antiguo 22 vimos, con un declive de nuestro modelo económi- la despensa de un hogar co y una creciente agonía moral, encontrar espacios ibero. Por R. Benito Juliá/R. Onrubia. como este es cada vez más difícil. Últimamente mundo antiguo 26 vemos cómo prevalecen criterios políticos y econó- un episodio de resistencia micos frente a intereses culturales, y pese a que el en la bastetania. Por I. Muñiz Estado nos intenta vender la idea de que promueve Jaén/F. Quesada Sanz. un futuro cuyas bases se asentarían en la educación, mundo antiguo 32 la formación y la investigación, observamos cómo las élites que vieron la cada vez hay más recortes que afectan al ámbito llegada de roma. Por Alfredo académico y a campos de vital importancia para el Jimeno. desarrollo como las I+D+i, que están provocando la mundo antiguo 36 desaparición de importantes proyectos culturales y la muerte entre los científicos a los que se han dedicado muchos años vacceos. Por Eduardo Sandino. de trabajo y esfuerzo. Como no podía ser de otro mundo antiguo 42 modo, este proceso de devaluación del interés por una mirada diferente el conocimiento afecta también a las investigacio- sobre la sociedad nes que se llevan a cabo sobre el Mundo Clásico, y, castreña. Por Inés Sastre Prats. por supuesto, a los propios investigadores, perso- la huella de las legiones 48 nas que durante gran parte de sus vidas han puesto Viriato:la pesadilla sus ilusiones y esperanzas en conocer de manera lusitana. Por F. J. García Valadés. amplia y profunda su campo de estudio y que ahora biografías 54 intentan con ahínco poder transmitir y divulgar los balbo, un gaditano en la conocimientos que han adquirido. guerra contra Ante este panorama tan desolador, nosotros, sertorio. Por Enrique Santamaría. los aficionados y amantes de la cultura nacida en biografías 58 la Ciudad de las Siete Colinas, como legionarios , el azote de los aguerridos y valerosos, debemos tomar posiciones cárpatos. Por Marcos Uyá. para recuperar y acrecentar el territorio que supone arqueología 64 nuestro legado cultural. Para ello contamos con ini- la valorización de las ciativas como la de la revista Stilus y la Asociación vías. Por Isaac Moreno Gallo. Hispania Romana, que promueve desde una diver- arqueología 72 sidad de planteamientos, este objetivo común. otro asalto al monte Y con esta idea en el pensamiento y en el co- cotío. Por Francisco J. Girao. razón, no quisiera dejar pasar la oportunidad de el rincón de esculapio 76 invitar a otros colegas y estudiosos de la cultura cuidados expertos para romana, mediante la locución latina “In Rostra as- los legionarios. Por S. Pacheco. cendere”, a subir a la tribuna para hablar y compar- breviarium 80 tir nuestras experiencias e ideas, promoviendo así etimologías sorprendentes 81 mediante nuestro trabajo el conocimiento del im- del cálamo al portante legado cultural que aportó la civilización caramelo. Por Javier del Hoyo. romana a la Historia de la Humanidad y convirtien- ludoteca 82 do, de esta forma, nuestro sentimiento en símbolo Field of glory. Por A. Carneiro de la libertad, de la palabra y del diálogo. hannibal. Noé Molina. De nuevo mi más sincero agradecimiento y un la cinemateca de clío 84 abrazo para todos aquellos amantes de la cultura constantino: golpe al romana y del Mundo Clásico en general. paganismo. Por David P. Sandoval. 4 hiems·mmdcclxiiii·auc

LASCRÓNICASDICEN...

SAMNITAS Los vecinos indómitos

Los samnitas nunca fueron un pueblo unido. Las diversas tribus solo se agrupaban para hacer frente a un enemigo común. De todos los rivales con quienes la República se en- frentó para hacerse con el control de la Península Itálica, los habitantes de los Apeninos fueron los más difíciles de doble- gar. Su belicosidad les granjeó el odio cerval de los romanos que, sin embargo, no pudieron dejar de admirar su valor.

Por David Sierra. ron nuevamente contra Roma, siendo Las regiones de Brutio, Lucania, norte su ejército aniquilado por Sila y su de Apulia, Samnio y Campania estaban Roma necesitó tres guerras, entre 343 nombre olvidado por la Historia. En habitadas por pueblos que compartían y 290 a. C., para someter a los sam- definitiva, los samnitas fueron uno de una misma lengua, tenían unas creen- nitas. Apegados con tenacidad a un los enemigos más complicados a los cias religiosas comunes, una organiza- amplio territorio, numerosos y muy que se enfrentaron los romanos a lo ción social parecida y unas institucio- unidos, ofrecieron una formidable re- largo de los siglos, comparables por nes políticas similares. sistencia al invasor, que en esta oca- su capacidad de resistencia a los cel- sión, al contrario que con los etrus- tíberos, partos y germanos. cos y latinos, no contaba con grandes Con el término de “samnitas” se de- Guerreros incansables ciudades-estado sobre las que con- signaba en latín a las distintas tribus de centrar sus ataques. En ausencia de lengua osca que habitaban en la región «[Los samnitas] habían perdido núcleos de relevancia que conquistar de los Apeninos centrales y meridio- a su general más brillante; veían para acelerar la victoria, los romanos nales. Las cuatro tribus más conocidas cómo sus aliados bélicos los etrus- tuvieron que ir tomando poco a poco eran: los pentros, el grupo mayor, en el cos, los umbros y los galos es- pequeños asentamientos. Samnio central y oriental; los hirpinos, taban en la misma situación que Finalmente la ciudad del Tíber en el Samnio meridional; los caudinos ellos; no podían ya sostenerse en venció y, tras la III Guerra Samnita en el oeste; y los carecinos, la tribu más pie ni con su propias fuerzas ni con (298-290 a. C.), se convirtió en la pequeña, en la zona noreste. Los cen- las extranjeras y, sin embargo, no potencia hegemónica en la Penín- tros urbanos más importantes de este renunciaban a la guerra: hasta sula Itálica. Aun así, siempre que se pueblo eran los de Bovianum, Maleven- ese extremo eran incansables en presentaba una oportunidad – como tum, Caudium y Cluviae. la defensa de su libertad, que aun la Guerra Pírrica o la II Guerra Pú- Desde un punto de vista cultural, los fracasando, preferían ser vencidos nica–, los samnitas se rebelaban. In- samnitas pertenecían a una comunidad a no tentar la victoria». cluso en una época tan tardía como mucho más amplia formada por el con- fue durante la Guerra de los Aliados junto de pueblos de lengua osca que T. Livio, Historia, X, 31. (91-87 a.C.) estos pueblos se levanta- habitaban el sur de la Península Itálica. invierno·2011 5

El ámbito de influencia del mundo osco también incluía a los pueblos que Los principales pueblos itálicos habitaban la región de los Abruzos, que se encontraban económica, social y cul- turalmente muy ligados a sus vecinos del sur de Italia. En esta zona vivían un conjunto de comunidades fragmentadas Pisae Ancona Salonae en tribus: marsos, pelignos, marrucinos, UMBROS vestinos, picenos y frentanos. Las úni- ETRUSCOS PICENOS cas zonas del sur de la Península Itálica que mantenían una cultura distinta de la SABINOS osca eran las colonias de origen griego VESTINOS situadas en la costa. MARRUCINOS FRENTANOS Roma MARSOS Campos ricos en una zona atrasada Cluviae El espacio geográfico que los samnitas SAMNITAS ocupaban estaba limitado al norte por el VOLSCOS Bovianum Caudium río Sangro y el Lacio, al sur por el Ofan- Maleventum to y la Lucania, al oeste por la llanura campana y al este por la Apulia. El área abarcaría una superficie de alrededor de LUCANOS 12.500 kilómetros cuadrados. Este te- Tarentum rritorio presenta una meseta montañosa EL TERRITORIO DE ROMA atravesada por fértiles valles situados Y DE SUS ALIADOS en las zonas altas. Tal riqueza hacía Hacia el 500 a. C. posible que existiese una abundante po- En 338 a. C. 298 a. C.: Antes de la blación que practicaba la economía de 3ª Guerra Samnita. 298 a. C.: Antes de la Croton subsistencia. 3ª Guerra Samnita. 272 a. C.: Fin de la Cada núcleo urbano dependía de Guerra Pírrica. Messana BRUTIOS 264 a. C.: Inicio de la sí mismo para satisfacer sus necesi- 1ª Guerra Púnica. 218 a. C.: Inicio de la dades. La mayoría de los samnitas 2ª Guerra Púnica. vivían del cultivo de la tierra, lo que SÍCULOS llevó a los romanos, en sus guerras de Agrigentum conquista, a devastar los sembrados, sabedores de que así infligían un ma- Infografía: R. Pastrana yor daño al enemigo que si destruían sus poblados y ciudades. Cuando se producía una superpobla- La cabaña ganadera se apoyaba ción o en épocas de carestía se recurría principalmente en las ovejas y los a la emigración mediante la práctica del cerdos. Se practicaba la trashuman- ver sacrum (primavera sagrada). Esta cia, que consistía en el movimiento La emigración de era una costumbre con un origen muy estacional de los rebaños en busca de los jóvenes estaba antiguo. Primero, se sacrificaba al dios los mejores pastos. De hecho uno de Marte la producción anual, los animales los factores de fricción tras el some- institucionalizada en eran sacrificados y los niños nacidos en timiento romano del Samnio fue el épocas de carestía ese año eran considerados sagrados. control de las vías pecuarias utiliza- Cuando estos se convertían en das desde tiempos inmemoriales. Tras o superpoblación hombres al alcanzar la madurez eran su derrota, los pastores se vieron obli- enviados más allá de sus fronteras. gados a pagar a los romanos por usar tos con otros pueblos era limitado. Los Estos jóvenes marchaban fuera de su unos caminos que hasta ese momento estudios arqueológicos revelan que la territorio natal en busca de tierras don- habían sido de libre tránsito. mayoría de los elementos de origen de establecerse y formar una nueva Antes de la llegada de Roma, la re- externo provenían de las regiones más tribu. Este grupo de hombres era con- gión samnita era pobre y atrasada con próximas, con muy escasas piezas lle- ducido por un líder y guiado, según la respecto al resto de la Península Itáli- gadas de ultramar. Parte de estos ha- tradición, por un animal sagrado. Los ca. Había pocos centros urbanos, nulo llazgos proceden probablemente de jóvenes debían construir un asenta- uso de la moneda y escaso desarrollo expediciones de pillaje o de las guerras miento en el lugar donde el animal se del comercio. El intercambio de obje- con sus vecinos. detuviera a descansar. El nombre de la 6 hiems·mmdcclxiiii·auc

tribu samnita de los hirpinos deriva de la figura del cónsul, pero a diferencia La evolución del pagano hirpus (lobo), ya que según la leyenda de este, no parece que fuera un cargo este fue el animal que les guió en su colegiado. marcha desde las colinas sabinas hasta La palabra “pagano”, con la que se Las fuentes también atestiguan la el Samnio en busca de un lugar donde denomina a los que no profesan la existencia de otros magistrados de asentarse. religión cristiana, proviene de pa- rango inferior (meddices decentarii, Los samnitas no concebían su or- gus, que, según el gramático Fes- meddices atici, etc.) cuyas atribucio- ganización territorial sobre la base de to, deriva de ‘fuente de agua’. Los nes nos son prácticamente descono- la ciudad-estado, como ocurría con la habitantes de un pagus serían el cidas. Parece que los samnitas tenían propia Roma o con los centros urbanos conjunto de individuos que com- algún tipo de consejo o asamblea tribal de la Magna Grecia. No existía una partían una misma fuente. En la pero su composición y funciones son estructura municipal. No se desarro- antigua Roma un pagano era el ha- una incógnita. llaron ciudades como centros que eng- bitante de una aldea. Con el tiem- En caso de guerra, los pentros, hir- lobasen el propio núcleo urbano junto po, este término pasaría a designar pinos, caudinos y carecinos se unían al territorio que lo circundaba. Este a los civiles en contraposición con para enfrentarse a un enemigo común pueblo se encontraba en el estadio de los militares. Al aparecer para el y formaban una alianza militar cono- desarrollo preurbano, en donde la co- cristianismo, cuyos practicantes se cida como Liga Samnita (civitas Sam- munidad tribal constituía el elemento consideraban a sí mismos soldados nitium). Se trataba de algo parecido a básico de la organización política. de Cristo, los no creyentes pasaron una confederación, donde las cuatro La unidad fundamental del siste- a ser llamados paganos. tribus eran entidades políticas inde- ma político samnita era el pagus, un pendientes. En este contexto bélico, núcleo local o cantón formado por la los representantes de las comunidades agrupación de una o más aldeas en te- nárquico como se podría pensar en un samnitas se reunían en una asamblea rritorio llano y de ciudadelas fortifica- principio. Probablemente, como los o consejo donde coordinaban una es- das en terreno montañoso dotadas de romanos y otros pueblos de la Penín- trategia política y militar común. Tam- autonomía política y económicamente sula Itálica, los samnitas en un pasado bién se designaba al general en jefe del autosuficientes. Cadapagus era gober- remoto habrían sido gobernados por ejército (imperator), cuyos poderes y nado por un magistrado electo deno- reyes, pero en la época de las guerras funciones serían similares a las del dic- minado meddíss, que sería el equiva- con Roma no existía en lengua osca tador latino. lente latino al cargo de pretor. La unión una palabra para “rey”. Al frente de A pesar de que la Liga Samnita de varios pagi formaba una entidad cada touto se encontraba el meddíss carecía de una organización centrali- superior llamada touto (latín populus), tovtíks (término que deriva de touto), zada, la importancia que ésta asumía que en castellano podríamos traducir que era un magistrado elegido anual- en tiempos de guerra indica que no era como tribu. mente. Sus funciones eran políticas, simplemente una suma de las partes El sistema de gobierno de cada judiciales, religiosas y militares. Su sino que dentro de su ordenamiento touto era de tipo republicano y no mo- equivalente en el mundo romano sería contenía las bases de una estructura de

La mayor humillación de las legiones En el año 321 a. C. un ejército ro- zona montañosa donde para atrave- obligados a despojarse de sus ar- mano parte de Calacia (al sur de sarla era necesario cruzar dos desfi- mas y a pasar todos ellos bajo el Capua) en dirección a Luceria (Apu- laderos. Fue en este lugar donde los yugo con una sola prenda de ves- lia), que según creían, estaba sien- samnitas, dirigidos por Cayo Poncio, tir. Además los cónsules firmaron un do asediada por los samnitas. No se tendieron su trampa a los romanos. tratado con Cayo Poncio por el que conoce exáctamente el tamaño del Los samnitas cortaron con árboles y se retiraban del territorio samnita y ejército. Apiano habla de 50.000 rocas la entrada y la salida del cami- abandonaban las colonias de Frege- hombres. Probablemente no fueran no, dejando a sus enemigos ence- las y Cales. tantos, aunque sí sería una fuerza rrados y sin posibilidad de escapar. Esta derrota se recordó como considerable, dado que la dirigían Los romanos intentaron varias veces una de las mayores humillaciones dos cónsules: Tito Veturio Calvino y romper el cerco pero fracasaron. que Roma sufriría a lo largo de su Espurio Postumio Albino. Ante esta situación tan desespe- Historia aunque, como en muchas La ruta más rápida a Luceria pa- rada y después de negociar con el otras ocasiones, se recuperaría de saba por las Horcas Caudinas, una líder samnita, los romanos fueron este revés con relativa rapidez. invierno·2011 7

tipo federal. El sentido de solidaridad más grave de todas ellas fue la ocu- nacional que parece subyacer entre las rrida en las Horcas Caudinas (321 a. cuatro tribus que constituían la Liga C.), donde un doble ejército consular Samnita distinguía a los samnitas de (unos 50.000 hombres, según Apia- El sacrificio sus vecinos. no) fue emboscado y copado por los Pero, ¿cómo entraron en relación samnitas. de Decio los samnitas y los romanos? Según las El ejército capaz de inflingir ta- La batalla de Sentino (295 a. fuentes, el primer contacto importan- maña derrota a la poderosa Roma era C.), en la Tercera Guerra Sam- te entre los samnitas y Roma tuvo lu- heredero de una tradición ancestral. nita (298-290 a. C.), fue cla- gar en el año 354 a. C. cuando ambos Probablemente, en los primeros tiem- ve en el devenir histórico de la estados sellaron un tratado de alianza. pos, las fuerzas samnitas, al igual que Península Itálica. Los romanos Este acuerdo fue firmado, en primer los pueblos celtas, habría estado for- y sus aliados se enfrentaron a lugar, para hacer frente a las amena- mado por bandas de guerreros dirigi- una coalición compuesta por zas comunes que las incursiones de dos por su propio líder al que estaban samnitas y galos. Las legiones los galos y las actividades de los ita- unidos por un juramento de fidelidad. se distribuyeron en dos alas; la liotas suponían para ambos pueblos. Los combatientes se dedicarían prin- derecha, mandada por el cónsul En segundo lugar, el tratado sirvió cipalmente al saqueo y pillaje de las Fabio Máximo Ruliano, combati- para establecer las esferas de influen- comunidades vecinas. ría contra los samnitas, mientras cia de samnitas y romanos en torno En la época de las guerras con que el ala izquierda, dirigida por al territorio que circundaba el curso Roma, el ejército samnita se ordenaba el cónsul Publio Decio Mus, haría medio del río Liris, repartiéndose así por tribus y presentaría una estructura lo propio contra los galos. ambas orillas. Esta era una zona de muy similar a la que poseían las le- Una vez empezada la batalla, gran riqueza agrícola y minera, que giones. Según nos indican las fuentes, esta se desarrolla de diferente también servía como punto clave de las fuerzas samnitas se organizaban manera en cada ala. Mientras la comunicaciones entre el centro y el en legiones, que a su vez se dividían derecha romana se mantenía a sur de la Península Itálica. en cohortes de 400 hombres. El man- la defensiva, la izquierda se lan- El acuerdo entre romanos y samni- do supremo del ejército lo ejercía un zó al ataque. En esta situación, tas se tambaleó con la entrada en esce- general en jefe con gran experiencia el cónsul Publio Decio carga al na de Capua, la ciudad más próspera militar. Las fuentes también men- mando de la caballería, pero de Campania. Según el relato tradi- cionan la existencia de oficiales que es rechazado por los carros de cional, todo comenzó con el enfrenta- serían equivalentes a los tribunos guerra celtas. En su retirada la miento entre los samnitas y los sidi- militares y centuriones romanos. Los caballería romana desorganiza cinos. Estos últimos pidieron ayuda a contingentes samnitas contaban tanto a su infantería que comienza la sus vecinos capuanos que decidieron con infantería como con caballería. huida. Ante esta situación Pu- entrar en la guerra. Como respuesta, De la caballería samnita tenemos blio Decio, imitando a su padre el ejército samnita marcha contra Ca- menos información en comparación en la batalla del Vesubio (340 pua y derrota a las fuerzas que le salen con la infantería. No nos ha llegado a. C.), realiza una devotio, un al paso en las cercanías de la ciudad. una descripción detallada sobre sus ritual romano en el que para Los capuanos, ante esta situación de características, aunque sabemos que conseguir la victoria un cónsul crisis, piden ayuda a Roma, que tras en aquellos tiempos gozaba de buena se sacrificaba a sí mismo lan- ciertas vacilaciones decide intervenir fama, a pesar de que el Samnio era un zándose en solitario contra el en el conflicto. terreno montañoso, que no favorecía enemigo. Este acto junto con la La injerencia romana en la gue- el desarrollo de la caballería. El arma- llegada de refuerzos del ala de- rra estaría motivada por su interés en mento era similar al de la infantería: recha consiguió restablecer las Campania, la más fértil y productiva vestían túnicas de distintos colores líneas romanas. región de Italia. Con el control de este que se ceñían con anchos cinturones En tanto, Fabio Máximo rom- territorio Roma estaría en situación de bronce; portaban un casco de bron- pía la formación samnita, envol- de aumentar sus recursos económicos ce de tipo ático coronado con plumas vía a los galos y los aplastaba. y militares. Así empezaba la primera y un penacho. Los romanos perdieron a 8.700 de las tres guerras que enfrentarían a Los jinetes más pudientes, al igual hombres, mientras las bajas de romanos y samnitas por la hegemonía que ocurría con sus compañeros de a los samnitas y galos fueron de en el centro de Italia. pie, protegían su pecho con pectorales 25.000 muertos, más 8.000 pri- En las batallas que tuvieron lugar de bronce de tres discos o cuadrados sioneros. Esta victoria y la de durante esta serie de conflictos, los con forma anatómica. Incluso alguno Aquilonia (293 a. C.) pondrían samnitas demostrarían su capacidad de ellos llevaría una coraza de lino fin a la guerra y darían a Roma la militar llegando a causar humillantes (linotorax). La mayoría de los com- hegemonía en Península Itálica. derrotas a las invencibles legiones. La Pasa a la página 6 8 hiems·mmdcclxiiii·auc

La panoplia de los hombres de las montañas Diversas fuentes literarias hablan en los pectorales de un solo disco. mente la jabalina. Solían portar de la equipación de los soldados del También se usaban petos y es- varias (entre dos y tres), que iban Samnio. También existen representa- paldares con forma anatómica de equipadas con un lazo de cuero en ciones gráficas procedentes de las re- influencia griega, incluso en algunas su centro de gravedad, para actuar giones de Campania y Apulia que, sin pinturas vemos corazas anatómicas como propulsor que aumentaba el estar bajo el dominio de este pueblo, completas. Otras representaciones alcance y la precisión del arma. Es- compartían la cultura osca. En gene- nos muestran a los samnitas sin nin- tas jabalinas terminaban en pun- ral, los expertos coinciden en afirmar gún tipo de protección corporal y ma- tas de hierro y carecían de regatón. que el armamento de los guerreros nejando como única arma defensiva En las pinturas llama la atención samnitas sería muy similar al que un escudo. Probablemente este sería un tipo de lanza corta con punta de aparece en estas representaciones. el caso de la mayoría de los com- hierro y terminada en un pesado Según nos cuenta Tito Livio, este batientes que no tendrían recursos tope metálico que aseguraba que pueblo luchaba con escudos trape- suficientes para armarse con algún el arma estuviera bien equilibra- zoidales que eran más amplios en modelo de coraza, protección cor- da. El combatiente agarraba esta su parte superior –para proteger los poral reservada para la aristocracia. lanza por su extremo y la coloca- hombros y el pecho– y más estrechos La cabeza se resguardaba con ba a la altura de su cintura, mane- en su parte inferior –para dejar más un yelmo de bronce, que sería una jándola como un arma punzante. movilidad al combatiente–. Su forma versión simplificada del casco áti- En su mano izquierda junto con recordaría a la de un triángulo inver- co de los griegos. Algunas versio- su escudo llevaba varias jabalinas. tido. Los samnitas también usaban nes de yelmos presentan soportes En cuanto al uso de espadas por otro tipo de escudos: las pinturas para la sujeción de plumas y pena- parte de los samnitas, la arqueolo- de tumbas y vasos cerámicos nos chos, que harían parecer más im- gía confirma lo dicho por los auto- muestran a guerreros armados con presionante y alto a su portador. res clásicos. Los ajuares funerarios escudos circulares embrazados. Los Las piernas se protegían con oscos contienen este tipo de ar- modelos representados nos recuer- grebas. Podían llevarlas solo en la mas, aunque en las representacio- dan principalmente al aspis griego pierna izquierda –la más adelan- nes gráficas aparezcan muy pocas. y al escudo lucano, este último he- tada en combate– o en ambas. Por Las que se nos muestran son de cho aparentemente de mimbre y último, como medio de defensa, un solo filo, de hoja ancha y curva- con una forma que recuerda al típico pero sobre todo como símbolo de das hacia dentro. Éstas son del tipo sombrero de un campesino chino. virilidad los samnitas se ceñían al que se conoce como kopis, de claro En algunas figuras también apa- cuerpo un ancho cinturón de bronce. origen griego. También en alguna recen combatientes armados con Como armas ofensivas el gue- pintura podemos ver a guerreros escudos alargados y ovalados que rrero samnita utilizaba principal- representados con espadas cortas. nos recuerdan al escudo romano. Una cosa curiosa que nos encon- tramos en algunas pinturas es que algunos guerreros utilizan, para protegerse, una especie de manto que sujetan con su mano izquierda. Por encima de su túnica, que so- lía ser muy corta, blanca o de vivos colores, el guerrero samnita podría utilizar un pectoral de bronce, que se ajustaba al cuerpo del combatien- te mediante enganches metálicos, que a su vez servían para proteger los hombros de su portador. Por los restos arqueológicos y pinturas fi- gurativas sabemos que este tipo de protección podía ser de varios tipos. Frescos funerarios de una tumba en La más característica era la coraza Nola, datada del siglo IV a. C. de tres discos, que tendría su origen invierno·2011 9

batientes de caballería representados directo de la batalla campal pero, de buenos guerreros. Tito Livio nos no lleva escudos ni grebas pero sí to- si esta se daba, eran capaces de ha- dice que eran un pueblo belicoso y billeras. cer frente a un ejército tan poderoso valiente, incluso en la adversidad. Como equipo ofensivo suelen llevar como el romano. En este tipo de en- La mayoría de las batallas campales dos jabalinas en la mano izquierda y en frentamientos parece que su éxito, al que los romanos sostuvieron contra algunos casos se aprecia al jinete ar- igual que el de los galos, se basaba en los samnitas fueron largas y costosas. mado con un tipo de lanza corta propia un ataque inicial vigoroso capaz de Tras doblegar a un enemigo tan tenaz de la infantería, la cual se agarraba por desorganizar a un enemigo mal prepa- Roma emergió como la fuerza hege- el extremo. De todas las pinturas que rado. Pero si esto no daba resultado, mónica de la Península Itálica. ◙ hemos examinado solo en una aparece cada momento que pasaba disminuía un caballero equipado con espada. En la moral y aumentaban las posibilida- la mayoría de las figuras se representa des de derrota de los samnitas. Cabe al guerrero montado volviendo victo- pensar que los samnitas no tenían un PARA SABER MÁS: rioso del combate. Llama la atención sistema de relevos comparable al de lo que el jinete trae como trofeo: con la las legiones romanas. Aun así, en de- • CONNOLLY, P. (1981): Aníbal y los enemigos de Roma. Ed. punta de su jabalina sujeta la túnica y terminadas situaciones eran capaces Espasa Calpe. el cinturón del enemigo derrotado. Pa- de resistir durante largo tiempo. rece que esta práctica era algo común La caballería samnita, en las batallas • HEAD, D. (1982): Armies of en el sur de Italia y tendría un origen campales se colocaba en los flancos de the Macedonian and Punic Wars. Wargames Research Group. griego. En cerámicas de principios del su infantería desde donde intentaba de- siglo V a. C. podemos apreciar a jine- rrotar a los jinetes contrarios. Además • MONTERO, S. Y MARTÍNEZ tes griegos que portan en sus lanzas las de esta función también realizaba tareas PINNA (1990): La conquista de túnicas de los prisioneros capturados de exploración, incursiones de pillaje, Italia y la igualdad de órdenes. Akal. mientras estos caminan desnudos de- ataques a los campamentos enemigos y lante de ellos. participaba en escaramuzas. • SALMON, E. T. (1967): Sam- La información sobre las tácticas Pese a que la caballería adole- nium and the Samnites. Cam- samnitas es escasa. Se deduce que cía a veces de falta de disciplina, en bridge University Press. preferían las emboscadas al choque conjunto los samnitas tenían fama PASIÓN POR ROMA • ¿A qué sabe el pollo numídico? Si quieres saber la respuesta a estas • ¿Cómo se maneja un gladio? preguntas y charlar con • ¿Qué dicen las inscripciones? personas interesadas en la historia y las • ¿Cómo se pone una toga? costumbres romanas:

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biografías

La patria de Alejan- dro era el árbitro en las luchas que soste- nían regularmente las polis griegas. En la foto, sarcófago he- lenístico con escenas de batalla.

El ocaso de FILIPO V la gran Macedonia

Un siglo después de que Por David P. Sandoval. En Polibio encontramos la narra- Alejandro Magno cambiase ción de la Primera Guerra Ilírica que, A finales del siglo III a. C. la Repú- en apenas un año de lucha, despojará para siempre la concepción blica Romana fijó sus ojos de manera a la reina de sus dominios en favor de del mundo, Macedonia seguía definitiva en el mundo helenístico. El Demetrio de Faros, aliado de Roma. tutelando el destino de Gre- pretexto fue la piratería ilírica, aunque La contienda concluyó con el inter- el uso del término piratería en este cambio de embajadas con Corinto y cia. La situación, sin embargo, contexto no se diferenciaba clara- Atenas, y la primera participación de estaba cambiando y Roma, mente de la rivalidad comercial. Los la Ciudad de las Siete Colinas en los mercaderes de las ciudades itálicas pi- Juegos Ístmicos. La verdadera razón potencia en auge, no iba a dieron a Roma, aliada suya, que ejer- de este primer conflicto con un reino permitir que las veleidades ciese de árbitro en las disputas. De esa helenístico en la órbita macedónica expansionistas de terceros manera, en el año 229 a. C., estallaba será más prosaica. Roma, una poten- la guerra contra la reina Teuta. Polibio cia naval recién salida de la Primera perjudicasen sus intereses en nos regala una descripción sumamen- Guerra Púnica y poseedora de una el Mediterráneo oriental. Las te negativa, influenciada por su per- flota poderosa, descubrirá pronto que cepción de la mujer y, posiblemente, Cartago no es el único enemigo que ambiciones de la Ciudad del por el relato que dejó escrito el histo- puede combatirla en el mar. Tíber y el rey Filipo V colisio- riador Fabio Pictor, contemporáneo de Iliria, pese a ser un pequeño reino naron en sendas guerras que los hechos. Por su parte, Apiano mi- situado en los márgenes del mundo nimizará tanto la figura de Teuta que helenístico, era una potencia naval marcaron el surgimiento de un la describirá simplemente como “la capaz de movilizar 90 naves para rea- nuevo orden en la zona. viuda de Agron”. lizar incursiones en la costa griega del invierno·2011 11

Egeo. Además, no sólo controlaba las rutas comerciales a través del estre- cho de Otranto sino que poseía Cor- cira y Apolonia, ciudades importantes Tras los pasos de Alejandro para Roma. Filipo V era hijo de Demetrio II y serán muy distintos de los usados La primera aproximación, dentro descendiente de la dinastía Anti- por los demás gobernantes, ejer- del imperialismo defensivo tan ca- gónida, fundada por Antígono “Mo- ciendo en algunos casos el poder racterístico de Roma, tendría efec- noftalmos”. Nacido en el año 238 de manera brutal y en otras, cle- tos no deseados. Demetrio de Faros, a. C. y muerto en el 179 a. C., su mente. Nada extraño en un esta- el hombre que fuera alzado al trono vida coincide en el tiempo con las dista, a pesar de la propaganda ilírico, se reveló como un gobernante dos primeras guerras púnicas, que romana contraria a él. díscolo preocupado por construir una le obligaron a desempeñar un pa- Durante la Guerra Social (220- gran flota. Aprovechando el inicio de pel difícil y, en ocasiones, equívoco 217 a. C.) –en la que Macedonia y la Segunda Guerra Púnica, el rey ini- para salvaguardar un antaño pode- la Liga de Corinto se enfrentan a ció hostilidades contra sus antiguos roso reino. Sin embargo, el sobera- la Liga Etolia, Esparta y Elis–, Fi- valedores. no macedonio, no era el loco exal- lipo V demostrará su pericia como La contienda se saldó con la victo- tado que Polibio trata de pintar. Sus comandante en acciones como la ria de Roma y la huida de Demetrio acciones antes de la Primera Gue- toma de Esparta, tras una mar- a Macedonia, reino con el que Iliria rra Macedónica y posteriormente, cha de seis días desde Leukas. La había mantenido importantes relacio- mientras reconstruye su poder ha- victoria final consagra al macedo- nes durante los últimos 50 años y que cia oriente, son coherentes con un nio como el nuevo Alejandro que tenía una gran influencia en la zona programa político heredado desde impone su orden sobre la mayor desde los tiempos de Filipo II. Allí, tiempos de los Diádocos. Los tra- parte de Grecia y mantiene guarni- de hecho, Demetrio se convertirá en bajos iniciales de F. W. Walbank ya ciones en numerosas ciudades. Sin uno de los consejeros del rey Filipo tratan de ponderar de manera más embargo, los miembros de la Liga V quien, seguramente, comenzaría a objetiva sus acciones, aunque es el Etolia, incapaces de aceptar la si- conocer por sus palabras los rasgos profesor F. Javier Gómez Espelosín tuación, vuelven sus ojos hacia la distintivos de aquellos hombres que quien mejor ha tratado los datos nueva potencia que cobra fuerza en venían del otro lado del Adriático. sobre Filipo V y la esfera política y la Península Itálica. cultural en la que se movió. El precio de apoyar a Aníbal A la luz de estos trabajos, Filipo Cuando el depuesto Demetrio de Fa- V aparece como un digno sucesor ros llega a la corte macedónica, Filipo de las ideas políticas de un imperio V cobra conciencia de que hay una universal, al estilo de Alejandro. nueva potencia a tener en cuenta en Así, antes de su choque con Roma, el oeste. En el contexto de la Segunda su principal preocupación es re- Guerra Púnica, Filipo realiza el mo- novar el poder macedónico sobre vimiento que definirá en gran medida las ciudades-estado griegas que, sus relaciones con Roma. Concierta como en el resto del ámbito hele- un tratado con Aníbal, quien, tras la nístico tendían a unirse en ligas. victoria en Cannas, parece situarse Sus métodos para imponerse no en una posición de lograr frenar el expansionismo romano y lograr su Moneda con la derrota, que no aniquilación. Dicho efigie de Filipo V. tratado, del que Polibio referencia algunos puntos, muestra una inten- ción no de exterminar a Roma, sino de consolidar las áreas de influencia sa en el ataque a Apolonia. siempre. Antes de terminar la Guerra de ambos reinos, y de neutralizar al Roma, incapaz de luchar en va- Anibálica, sin embargo, los etolios, competidor común. rios frentes, concertó un tratado con hastiados de no contar con el apoyo Macedonia apenas tiene una flo- la Liga Etolia para que esta retoma- itálico se retirarán del conflicto. El ta que enviar y sus pocas tentativas ra la lucha contra Filipo V a cambio ataque que sufrió el santuario de Apo- acaban en huida. Filipo entonces se de una serie de vagas promesas. Así, lo en Termo, donde la Liga depositaba centra en mantener la guerra en tie- logrará con la diplomacia lo que no sus fondos (en la tradición de las An- rras continentales, en donde logrará podrá ejercer militarmente: mantener fictionías), es definitivo a la hora de numerosas ventajas. Ocupa Lissus, al macedonio en una guerra constan- decidirles a firmar el cese de la lucha puerto de importancia, aunque fraca- te contra los mismos enemigos de contra Macedonia, la Paz de Fénice 12 hiems·mmdcclxiiii·auc

(205). Mediante este tratado, Filipo Calcedonia Principales reinos del Egeo (c. 200 a. C.) V se garantizaba los terrenos ganados cerca de Iliria, algunas poblaciones an- Lissus Lisimaquea Cíos tes aliadas de Roma, como contrapres- Macedonia tación por renunciar a la alianza con Iliria Pella Reino de Aníbal, en parte ya innecesaria. Con Pérgamo Apolonia el tratado de Fénice el primer choque Pérgamo entre Macedonia y Roma acabó en ta- Fénice Larisa Cinoscéfalos Magnesia blas, aunque se dejaba la puerta entre- Corcira Épiro abierta para que Roma irrumpiese, en Éfeso Tebas el futuro, en el mundo griego. Termo Atenas Mileto Reconstrucción hacia Oriente Corinto Halicarnaso Elis Rodas Terminado el primer enfrentamiento con Roma, Filipo V se dedicó a re- LIGA ETOLIA Esparta constituir el poderío del Estado. De LIGA AQUEA esta fase tenemos constancia de las REINO SELEÚCIDA DOMINIOS PTOLEMAICOS Cnossos

grandes acuñaciones de moneda, me- BITINIA joras en el ejército y algunas campañas para fortalecer la posición de Macedo- nia en su entorno, aunque con el acce- so a Occidente vetado para evitar un Tras el primer traspiés con Roma, Filipo enfrentamiento con Roma. refuerza el Estado con medidas como la Promovió una alianza con el Egipto acuñación de moneda (derecha) para sufra- ptolemáico y firmó con Antíoco III un gar la expansión hacia el Egeo. tratado de no agresión. De este modo, las esferas de influencia de cada poten- cia quedaban definidas y fuera de todo cado si se quería usar para la guerra conflicto. Así, Filipo V pudo dedicar- en el Este. Estos obstáculos, sumados se a reforzar su alianza con Bitinia y a una serie de escrúpulos religiosos, a prepararse contra Pérgamo, aliada de llevaron a los cónsules a vender tie- Roma, y Rodas, un obstáculo en su ex- rras públicas para sufragar los gastos los itálicos se presentan como libera- pansión en el Egeo. y vencer las reticencias. Aun así, los dores. Así se llegará al choque defini- Filipo tratará de neutralizar a los ro- Comitia debieron votar dos veces tivo: Cinoscéfalos. dios y de paso expandir su poder hacia para lograr una resolución favorable Oriente a costa de Lisimaquea, Calce- a la constitución de una coalición con Azarosa batalla final donia y Cíos, tres ciudades aliadas de Pérgamo, Rodas y Atenas. La batalla decisiva de la Segunda la Liga Etolia. La diplomacia romana Entre tanto, Filipo V se había entre- Guerra Macedónica fue confusa y no será equívoca y permitirá finalmente a gado con bastante éxito al propósito exenta de azar, empezando por su pro- Filipo V hacerse con ellas, pues no le de resucitar –a la estela nada casual de pia génesis. El hecho de que el cónsul interesa entrar en guerra nada más salir Filipo II– la potencia de Macedonia, Flaminio tuviese noticia de que sus de un agotador pulso contra Cartago. consolidando el poderío del reino con sustitutos del año 197 a. C. estarían Sin embargo, un truculento suceso en unas reformas militares que le brin- ocupados en la Galia Cisalpina espoleó Atenas, relacionado con los Misterios daron un ejército de mayor tamaño y su ambición. En la más pura tradición Eleusinos, desencadenará las hostili- calidad. de rivalidad y predación de la clase po- dades. Atenas declara la guerra a Ma- La guerra se desarrollará tanto en el lítica romana, rompió las negociación cedonia. Esta no tiene otro remedio plano militar como propagandístico. que podrían haber conducido a una paz que responder, lo que activa las com- La destrucción de Cíos y las esclavi- como la de Fénice. Forzó las fortifica- plicadas alianzas de la región y arrastra zación de sus habitantes, en 202 a. C., ciones que guardaban la entrada a Ma- a Roma a intervenir. se convierte en el recordatorio de la cedonia y fue al encuentro de las fuer- No existía, sin embargo, en Italia crueldad de Filipo V, a pesar de que zas enemigas, a las que encontró en un ambiente propicio para declarar la el cónsul Flaminio, autoproclamado movimiento para salir de un territorio guerra a Filipo V, según Tito Livio. “liberador de Grecia”, también arra- poco propicio para el combate. Incluso los prestamistas a quienes el só las ciudades de Elatea, Haliarto o El azar condujo a que ambos ejérci- Estado adeudaba grandes cantidades Coronea. En lo militar, Roma atacará tos chocasen en sus maniobras y que por el enfrentamiento contra Aníbal las posesiones y zonas de influencia se trabase la batalla campal que Filipo adujeron que su dinero estaba confis- de Filipo V en el sur de Grecia, donde había tratado de evitar. La lucha llegó invierno·2011 13

a una situación de equilibrio difícil de La restauración de Macedonia resolver, por lo que ambos contendien- será tan efectiva que Filipo tendrá tes iniciaron la retirada. Sin embargo, que mandar asesinar a uno de sus hi- el atrevimiento y la rivalidad entre va- Filipo se deshizo de jos, Demetrio, antes rehén romano, rios manípulos romanos llevó a varias cuando descubre que en Italia pla- de estas unidades hasta la retaguardia uno de sus hijos al nean que éste le suceda antes que su macedónica, a la que infligieron una creer que Roma lo hijo mayor, Perseo. Pero tan amarga severa derrota. Las fuerzas de Filipo decisión acelerará el fin de Filipo, comenzaron a rendirse y a huir. utilizaría a su muerte quien en el año 179 a. C. morirá de- Cinoscéfalos rubricó no solo la de- como rey-títere jando un reino fuerte y una dinastía rrota total del rey macedonio sino la abocada a la desaparición por el re- decadencia de la falange como unidad vencer, aunque sí sobrevivir y ver celo de Roma. militar. Lejos ya los tiempos de Ale- cómo Filipo V mandaba incluso algu- Curiosamente, sería un Filipo, pero jandro, la fragmentación de su imperio nas de sus escasas naves para apoyar esta vez romano, Quinto Marcio, cón- había hecho muy heterogéneo el arma- a sus impuestos aliados. sul del año 169 a. C., el que parecía mento de las tropas, a lo que se añadía Será la época final del reinado de estar destinado a acabar con la obra un uso más pobre de la caballería. Filipo V cuando el hombre de Es- política de Filipo V. Pero no fue así; Las repercusiones de la batalla fue- tado resurge. Privado de la expan- los avatares de la política romana y su ron inmediatas. En el tratado de 196 sión y la guerra (se dice que dirigió agresiva competitividad hicieron que a. C. Roma fue implacable: confi- algunas cargas de caballería como el consulado del año 168 a. C. fuera nó a Macedonia a unos límites muy antaño lo hiciera Alejandro Magno) para un anciano del que poco se podía estrictos, la condenó al pago de una se dedicará a estabilizar y fortalecer esperar. Sin embargo, L. Emilio Paulo indemnización elevada y la situó en internamente su reino, ajeno a la obtuvo en las llanuras de Pidna una un plano de inferioridad tal que no política intrigante de las numerosas de las victorias más vibrantes de las podía hacer la guerra sin autoriza- ciudades y ligas griegas. Reflotará legiones (Ver Stilus 6). De esta for- ción romana. Sin embargo, dicha paz el comercio, mejorará la moneda ma, el joven Perseo pagaba antiguas no contentó a los aliados etolios, que e incluso pagará con celeridad las cuentas pendientes contraídas por su viraron hacia el Este, en vista de que cargas de la derrota impuestas por padre, en sus desavenencias y acerca- su amistad con Roma no era todo lo Roma. Incluso logrará el mientos a los rudos latinos. Filipo V beneficiosa que esperaban. perdón de una cuantiosa no tuvo suerte como enemigo de parte de las indemniza- Roma, ni como amigo. Po- Aliado de Roma ciones por su amistad cos la tuvieron. ◙ Con el fin de sus sueños expan- con el antiguo ene- sionistas, a Filipo V ya solamen- migo. te le quedaba aceptar la intrusión romana en la esfera helenística y las rivalidades de los sucesores de los Diádocos. De esa manera, la ciudad del Lacio se abría camino hacia Oriente Próximo y se en- PARA SABER MÁS: contraba nuevos enemigos. Uno • HARRIS, W. V. (1986): War de ellos resultaría ser, también, and imperialism in republican enemigo de Filipo V. Antíoco de Rome 327-70 a.C. Columbia Siria aprovechó el malestar eto- University. lio y la creciente desconfianza • GOLDSWORTHY, A. (2005): hacia Roma para alzarse contra Grandes generales del ejército la Ciudad del Tíber. No logró romano. Ariel 2005.

• GRAHAM, S. (2001): El mundo griego después de Alejandro. 323-30 a.C. Editorial Crítica.

• MATYSZAK, P. (2005): Los enemigos de Roma. Oberon.

• WALBANK F. W. (2006): Helle- Las falanges sucumbieron al empuje nistic world. Harvard University de la legión, una unidad más flexible. Press. En la foto, un pezetairoi macedonio. Foto: Jónatan Prieto 14 hiems·mmdcclxiiii·auc

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La ciudad que SAGUNTO desató la guerra

Los restos fortificados recuerdan que este estratégico enclave fue ambicionado por numerosos pueblos a lo largo de su historia.

Una línea sinuosa coro- Por Gabriel Castelló. La primera referencia na el cerro desde el que se domina Sagunto y su Los muros del castillo de Sagunto captan poderosamente la atención del La ciudad aparece mencionada puerto. Es la muralla que visitante y le hablan de tiempos tur- por primera vez en el siglo VI a. C. Una carta comercial ha protegía la acrópolis de bulentos en los que la ciudad, que en llada en Emporion (Ampurias)- esta ciudad que, hace más época prerromana se llamaba Arse, y datada en torno al 500 a. C. plantó cara a Aníbal, el mayor genio menciona a un comerciante de de 2.200 años, se convir- militar de su tiempo. No en vano, es Saigantha llamado Baspedas. tió en el casus belli de la la primera ciudad de Hispania men- La ciudad comienza a exportar Segunda Guerra Púnica. cionada en la Historia de Roma. Hoy aceite y vino y a acuñar drac poco queda ya de aquella grandeza, mas con la leyenda - arsesken Pese a su posición apa- valor, coraje y entrega. Solo unas (arsetano) sobre el 300 a. C. rentemente inexpugnable, cuantas piedras mudas y erosionadas Aníbal tomó el enclave y invadidas por la maleza y los desper- dicios. Pero sabemos que no siempre desató una conflagración fue así. Sagunto fue una de las ciuda- formidable que, a la pos- des más influyentes de la costa levan- tre, supuso el nacimiento tina durante la Antigüedad clásica. la órbita de Edeta (Tossal de Mani- La fecha de fundación de la Arse ses, Llíria) y que sus habitantes eran de un nuevo orden para el ibera es incierta. Sí que podemos ase- considerados como edetanos. El ce- Mediterráneo occidental. gurar que la ciudad estaba dentro de rro donde hoy se encuentra el castillo invierno·2011 15

ha estado poblado desde la Edad del Bronce. Se supone que el topónimo Arse deriva de una forma verbal indo- europea que significa fluir, puede que relacionado con el cercano río Palan- cia, por entonces con agua abundante. La leyenda les atribuye la fundación de la ciudad a colonos griegos proce- dentes de Zakynthos, nombre del que podría derivarse Saguntum. El territorio que dominaba Arse era extenso; desde las tres colinas de Enesa (El Puig, Valencia) y los alfares del Pallantia hasta el mayor templo Fotos: G. Castelló conocido de época ibera dedicado a Artemisa. Se encontraba a poca dis- Representación aérea de la acrópolis, delimitar las áreas de influencia. Una tancia de la ciudad, cerca de un mon- donde los saguntinos resistieron nueve acción hostil contra Arse represen- tículo en el actual Estany (Almenara, meses el asedio de Aníbal. taba una clara provocación a Roma, Castellón) y nos sirve de muestra de pero el joven Aníbal ya había sopesa- la temprana influencia griega en la do las consecuencias de su decisión. zona. La aparición de nuevas facto- Arse cambia de nombre El juramento de odio eterno a Roma rías, alfares y el próspero intercam- que hizo de niño ante su padre de- bio comercial que provocaron fueron El asedio de Arse por parte de bió de prevalecer a cualquier consejo confiriendo a la ciudad más y más im- los cartagineses supuso el es- sensato de los sufetes de Cartago. portancia e influencia en la costa ede- tallido del conflicto más largo y Corría la primavera del año 219 tana, rebasando incluso a la dominan- sanguinario en el que se vio in- a. C. cuando un imponente ejército te Edeta. El antiguo puerto, desligado mersa la antigua República ro- cartaginés apareció ante las higueras de la acrópolis, se encontraba ubicado mana. Siete años después del de Arse. Se supone que acampó en- muy cerca del actual Grau Vell y es- asalto púnico, un joven Publio tre los actuales términos de Puçol y tuvo en activo desde el siglo V a. C. Cornelio Escipión recuperó la Rafelbunyol. El consejo de la ciudad hasta casi el VII d. C. ciudad para Roma, donando de decidió cerrarle las puertas y soli- El gran desarrollo comercial y po- su propia pecunia suficientes citar ayuda urgente a Roma, ciudad lítico de la ciudad provocó una de fondos para comenzar las obras con la que había suscrito un tratado las características innatas en toda de reconstrucción. Fue a partir de alianza años atrás previniendo la Iberia, la envidia de sus vecinos. Tal de aquel momento cuando se expansión de Cartago en Hispania. fue el grado de enemistad manifiesta comenzó a abandonar progre- Ambos bandos esgrimían sus mo- entre las ciudades carpetanas y ore- sivamente el nombre ibero ori- tivos; Aníbal alegaba que Arse esta- tanas, incluso la vecina Edeta, con ginal, cambiando a una forma ba muy al sur de Iberus, por lo tanto la próspera Arse que convencieron latinizada del topónimo griego: en su zona de influencia y al margen a un joven comandante cartaginés, Saguntum. Se siguió acuñando de los asuntos de Roma. El Senado el cachorro de Amílcar, para que in- moneda con grafía ibera en una saguntino le replicó que atacar a una terviniese en sus rencillas y, de paso, cara y romana en la otra hasta aliada de Roma era equivalente a humillase a una ciudad que se decla- casi el cambio de Era. atacar a la propia ciudad del Tíber. raba abiertamente amiga de Roma. Tras nueve largos y duros meses de Los dioses le presentaron a Aníbal la asedio, en los que el propio Aníbal ocasión que anhelaba. salió herido por una falárica, se tomó La ciudad de Sagunto se encuentra Arse por el lado de poniente, el más en una planicie de la última estriba- accesible de todo su perímetro. ción de la Sierra Calderona, a tres El inmenso ejército mercenario del kilómetros del mar y cerca de la cartaginés se quedó sin botín. Reza desembocadura del río Palancia, la leyenda que hombres, mujeres, ni- un estrecho paso obligatorio para ños y ancianos se envenenaron con todo movimiento militar o comer- tejo, o por sus propias manos antes cial a través de la costa levantina. de caer en manos enemigas, queman- Por lo tanto, su ubicación está muy do antes todo cuanto poseían de va- al sur del Ebro, frontera marcada por lor. Aníbal tomó una ciudad asolada las dos potencias de la época para por sus habitantes. 16 hiems·mmdcclxiiii·auc

Desde las Guerras Púnicas hasta las Sertorianas hay poca información sobre la ciudad. Se reconstruyó el foro aplanando parte de la acrópolis, el templo de Diana, las cisternas, la basílica y el lienzo amurallado. Sa- guntum recuperó y mantuvo su in- fluencia hasta que el cónsul Décimo Junio Bruto instaló a sus veteranos a una jornada al sur de la ciudad, en el vado natural del río Turius: la nueva ciudad se llamó Valentia. Esta nueva colonia desplazó paulatinamente el poder administrativo romano hacia el centro del triángulo ibero Edeta- Arse-Saetabis, compuesto por ciu- dades fieles pero indígenas. Lógica- mente, la colonia comenzó a ser el punto clave en la Edetania al estar mayoritariamente poblada por ciuda- danos romanos y latinos. Con el recrudecimiento de la gue- rra civil en el 82 a. .C., Sagunto se gió en Sagunto huyendo de las fuer- La ciudad cambió varias veces convirtió en un codiciado empla- zas conjuntas de Metelo y Pompeyo, de bando durante las Guerras zamiento para ambos bandos. En donde se vio obligado a presentarles Sertorianas, sirviendo de refugio principio, la ciudad secundó el alza- batalla de nuevo frente a sus muros. al general rebelde. A sus muros miento de Quinto Sertorio, sirviendo Al igual que en Sucrone, la batalla se sostuvo una nueva batalla de de base y refugio para el insurrecto tuvo un desenlace incierto, sumando incierto resultado. durante las operaciones en el levan- decenas de miles de bajas por ambos te hispano. Algún conflicto interno lados. El cuñado de Pompeyo, Me- tuvo que suceder hacia el 75 a. C. nio, murió durante la batalla, y el para que la ciudad cambiase de ban- propio Metelo escapó de la muerte do dos veces en el mismo año. Fue sólo por la rápida intervención de Fue en tiempos de Augusto cuando base de Pompeyo el Grande antes de sus hombres. la ciudad comenzó a embellecerse, lanzar el asalto a Valentia y la poste- Con el asesinato en Osca de Ser- obteniendo el título de municipium rior batalla campal de Sucrone (Al- torio en el 72 a. C. acabó la revuel- junto a Ilerda, Osca o Calagurris en- balat de la Ribera) entre el imperator ta y la paz volvió a tierras edetanas. tre otras, quizá a consecuencia de la y Sertorio. La región quedó devastada y no re- reconstrucción de la red viaria y el Tras aquel duro enfrentamiento sin cuperó su producción agropecuaria retorno del comercio por la restaura- un vencedor claro, Sertorio se refu- hasta los tiempos del Principado. da Vía Augusta.

Un evergeta

El pavimento del foro sa- guntino fue subvencionado por Cneo Bebio Gemino. Esta información procede de un podio conmemora- tivo cuya inscripción así lo confirmaba. El podio, co- ronado por una estatua del princeps Augusto, presidía este ámbito, que hoy pre- senta el aspecto que se ve en la foto de la izquierda. invierno·2011 17

Durante el Alto Imperio Sagunto Una visión literaria del antiguo Sagunto gozó de su máximo esplendor. La feraz campiña del actual Camp de Morvedre era fecunda en vides y oli- Los autores valencianos no han dedicado mucha atención a novelar los veras, favoreciendo el comercio con hechos históricos que sucedieron durante la Antigüedad en esta re- los excedentes de producción viníco- gión. Uno de los pocos ejemplos es Vicente Blasco Ibáñez, que en 1901 la y aceitera que se embarcaban en el publicó “Sónica, la cortesana” en la que repasa la caída de Sagunto cercano puerto del Grau Vell. Se han a manos de los púnicos. A lo largo de la obra aparecen pasajes que encontrado teseras saguntinas desde retratan los ambientes que debían de encontrarse en aquella animada Dinamarca hasta Siria. Esa bonanza ciudad portuaria. Sirva un breve fragmento para hacerse una idea: económica hizo que algunas familias saguntinas prosperasen. Los Corne- Cuando la nave de Polyantho, piloto saguntino, llegó frente al puerto lios, exportadores de vino, o los Be- de su patria, ya los marineros y pescadores, de vista aguzada por las bios, ayudaron de su propia pecunia distancias del mar, habían reconocido la vela teñida de azafrán y la a dotar a su ciudad de mejores infra- imagen de la Victoria, que con las alas extendidas y una corona en estructuras. la diestra, llenaba todo el filo de la proa, hasta mojar sus pies en las Un acueducto llevaba agua fresca ondas. desde las sierras a la ciudad. Sobre el 50 d. C. se erigió un fabuloso teatro –Es la nave de Polyantho, la Victoriata, que vuelve de Gades y Carta- en la falda de la acrópolis con capa- go Nova. cidad para 10.000 espectadores, un circo con capacidad para 15.000 y un Y para verla mejor se agolpaban en el muelle de piedra que cerra- nuevo puente de piedra para salvar ba los tres lagos del puerto de Sagunto, puestos en comunicación la corriente irregular del Pallantia… con el mar por un largo canal. Multitud de obras públicas para una gran ciudad digna de ser capital de provincia. Todo este esplendor comenzó a vecinas y arrasadas Lauro y Valen- dejó de ser perseguido durante el degradarse a raíz de los problemas tia. Con todo, aquella situación de siglo IV y la Iglesia sustituyó la de- internos que sacudieron el mundo inestabilidad que perduró hasta la crépita estructura imperial, la ciudad antiguo en el siglo III. Al colapso po- expulsión de los bárbaros por parte donde había sido martirizado el ayu- lítico y económico de Occidente se del emperador Aureliano, en el 275, dante del obispo Valerio acabó sien- sumó en el 260 la primera algarada tocó de muerte la frágil economía do sede eclesiástica y lugar de pere- de los francos en la Tarraconense. local. Los viñedos se abandonaron, grinación y, por tanto, la plaza más Saguntum sufrió graves daños, los asentamientos y las villas, como relevante en la zona durante la domi- aunque de menos entidad que las la del potentado Cornelio Rufo en nación visigoda hasta la llegada de la el vecino término de El Puig, fue- media luna a tierras levantinas. ◙ ron arrasadas; se interrumpieron las exportaciones y los grandes recintos PARA SABER MÁS: lúdicos quedaron condenados a su suerte, siendo utilizados como can- • ARANEGUI GASCÓ, C. (2004): tera para recomponer murallas y de- Sagunto, Oppidum, Emporio fensas. y Municipio Romano. Editorial La ciudad entró en un lánguido Bellaterra. declive durante el Bajo Imperio. El • MUÑOZ IBÁÑEZ, M. (2004): martirio del diácono Vicente en la Opulentissima Saguntum. Fun- vecina Valentia supuso la puntilla dación Bancaja. a la maltrecha influencia sagunti- na en la administración tardo-im- • PELLÓN, J. (2001): Iberos, la vida en Iberia durante el primer perial. Desde que el cristianismo milenio antes de Cristo. Editorial Espasa.

• PÉREZ VILATELA, L. (2003): La Valencia antigua. Historia General del Reino de Valencia. Inscripción honorífica hallada en Tomo II. Real Academia de Cul- Sagunto y labrada para Publio tura Valenciana. Escipión. 18 hiems·mmdcclxiiii·auc

LASCRÓNICASDICEN...

CARTAGO Adaptarse y desaparecer Las Guerras Púnicas no solo transformaron el equilibrio de pode- res en el Mediterráneo, sino también a sus contendientes. Ambos bandos tuvieron que evolucionar en función de las circunstancias. Cartago experimentó profundos cambios en todos los ámbitos, pero sus esfuerzos no fueron suficientes para imponerse al rival.

Por Juan Antonio Martín Ruiz.

Las Guerras Púnicas definieron qué potencia iba a dominar el Medite- rráneo central y occidental. Sin em- bargo, mucho antes de resolverse las guerras, este confrontamiento ya había marcado de forma indeleble el carácter de ambos combatientes. Sería erróneo pensar que todas estas guerras contra Roma no llegaron a afectar a la sociedad púnica de di- versas formas, puesto que se vieron alteradas unas relaciones exterio- res establecidas desde varios siglos antes. Por otra parte, este pueblo también vio modificados algunos as- pectos del desarrollo que generaron contradicciones internas, en especial al incrementar los roces entre las facciones dirigentes de su estado. La historiografía tradicional ha Foto: John Morris venido otorgando a los cartagineses un papel marcadamente hostil e im- perialista que hoy tiende a matizarse. Cada día parece más claro que la ac- titud más o menos ofensiva que mos- traron los púnicos dependía, en gran medida, de la ascensión al poder de determinados grupos aristocráticos, si bien nunca llevaron a cabo una polí- Los escasos restos aún visibles muestran hoy la grandeza de tica tan decididamente expansionista una urbe que disputó a Roma el control del Mediterráneo. como sus oponentes romanos. De he- invierno·2011 19

cho, parece extenderse la idea de que bien tras su victoria una gran parte la falta de una decidida posición beli- de esta masa monetaria pasó a manos cista resultó a la larga perjudicial para del vencedor como indemnización. los intereses cartagineses. O lo que es Perdida la ventaja lo mismo, pese a lo que se postulaba Barcos y mercenarios hasta no hace mucho tiempo, Cartago naval, Cartago nunca Desde un punto de vista militar, al nunca llegó a tener un imperio hasta pudo igualar el ritmo comienzo de las Guerras Púnicas, que Asdrúbal llegó a Iberia. Cartago contaba con una potente flota Los graves perjuicios económicos de construcción de de guerra y una elevada experiencia que conllevó la derrota en la primera barcos de su rival marítima, aspectos de los que su rival guerra púnica modificaron en buena carecía por completo. Pese a esta des- medida la política exterior de la ciu- Melilla, aun cuando dicha situación ventaja de partida desde el comienzo dad norteafricana, que a partir de ese afectara sobre todo a las monedas de de las hostilidades, los cartagineses momento, empieza a explotar decidi- oro y plata. No debemos olvidar que nunca lograron alcanzar el número de damente los recursos mineros y agrí- fue justamente durante la II Guerra navíos que los romanos construían. colas de la Península Ibérica. Púnica, cuando varias de las antiguas Siempre tuvieron entre 20 y 40 na- Las diferentes estrategias han colonias fenicias instaladas en el sur víos menos, lo que a la larga les lle- alentado una visión bipolar de la de la Península Ibérica comenzaron a varía a perder la supremacía naval, un política púnica, en la que había dos acuñar monedas fuertemente influen- elemento esencial si querían controlar grandes familias enfrentadas por el ciadas por los patrones metrológicos territorios tan dispersos y no ver per- poder. De un lado, los Bárcidas pa- cartagineses. Estas emisiones alcan- judicado su activo comercio. Una de recían más dispuestos a defender la zaron su máximo apogeo durante di- estas naves ha llegado incluso hasta influencia cartaginesa en el Medi- cha contienda, con un volumen que nosotros. Se trata de la de Marsala, terráneo. En frente, los Hannónidas no lograron alcanzar los romanos, si que se hundió a mediados del siglo propugnaban una actitud más centra- da en los intereses norteafricanos. A estas familias, se sumarían más tarde los Magónidas. Tradicionalmente se ha visto que estas familias aristocráticas repre- sentaban intereses económicos con- trapuestos, basados en el comercio o en la riqueza agrícola. Lo cierto es que estos intereses eran no pocas veces coincidentes y los enfrenta- mientos se debían sobre todo a las aspiraciones de cada grupo familiar por conseguir el poder. En íntima re- lación con estas circunstancias puede citarse la discusión acerca de si las monedas cartaginesas acuñadas en la Península, con ocasión de la segunda de estas guerras, representan efigies de Bárcidas, que llegaron a conside- rarse auténticos monarcas. Hoy se tiende a considerar que nunca tuvie- ron dicha pretensión, justamente por el recelo que tal hecho podía provo- car en Cartago. Un aspecto que aún está en fase de estudio es el papel que el pago a estos ejércitos, que integraba a numerosos mercenarios, tuvo en la monetización de Cartago. Esta hipó- tesis podría sustentarse en la apari- ción de varios millares de monedas en el puerto de Rusadir, la antigua 20 hiems·mmdcclxiiii·auc

III a. C. Se cree que pudo irse a pique gente nada desdeñable de ciudada- con ocasión del combate naval de las nos-soldado, sobre todo en lo relativo islas Egedas, que significó la derrota a la flota. Los cambios no afectaron a cartaginesa en la I Guerra Púnica. los oficiales, que siempre eran carta- Respecto al ejército de la ciudad gineses o, a lo sumo, africanos fuerte- africana, sus fuerzas eran bastante re- mente influenciados por estos. ducido al comenzar las luchas. A me- Las fuerzas púnicas han obtenido dida que estas tenían lugar, fue preciso una amplia fama por la utilización incrementar de forma notable los efec- de armas consideradas temibles: tivos en un número que, por ahora, nos los elefantes. En realidad, estos es desconocido. A veces resulta difícil resultaban ser animales de carác- aceptar las elevadas cifras que aportan ter bastante impredecible como las fuentes escritas romanas, que no pudo comprobar el propio Aníbal dudan en exagerarlas para elevar la en Zama, quien por cierto perdió importancia de sus propias victorias. casi todos los que llevaba a Italia Las batallas obligaron a Cartago tras su paso por los Alpes. Su uso a variar su concepción militar tradi- resultó ser más efectivo desde cional. Se abandonó el esquema de el punto de vista psicoló- ejércitos no permanentes, compuesto gico que militar. de fuerzas no profesionales que se De cualquier for- movilizaban cuando alguna situación ma, las expediciones concreta así lo requería. En sustitu- de Aníbal son un caso ción, se hizo un uso intensivo de mer- excepcional tanto por la cenarios, lo que a veces le confería un enorme profesionalidad carácter excesivamente heterogéneo que habían alcanzado sus y de una fidelidad no siempre segura. soldados como por el gran carisma Con todo, seguía habiendo un contin- que tenía su jefe, algo que resultó de

Cartago: un ocaso en tres actos Tres fueron las guerras que du- La segunda abarcó desde el 218 postre, la anexión de esta provincia rante varios siglos sostuvieron los al 201 a. C. y estuvo dominada en para la República. Desde el 206 a. C. ejércitos romanos y cartagineses, su totalidad por la figura de Aní- todo el sur de la Península estaba en siendo conocidas con el nombre de bal, hasta el punto de que no pocas su poder tras la firma de unfoedus o Guerras Púnicas, como las llama- veces es denominada la guerra de pacto de amistad con Gadir. ron los vencedores. La primera de Aníbal, quien imprimió un carácter La última y definitiva guerra co- ellas duró de 264 a 241 a. C. Tuvo mucho más ofensivo a su ejército. menzó el año 149 a. C., para finali- como escenario principal Sicilia, sin A diferencia de la anterior, esta se zar tres años después. Cartago, que olvidar algún episodio como la fa- desarrolló en distintos escenarios ya había perdido todos sus dominios llida expedición de Régulo al con- como Hispania, donde se inició el fuera de África, realizó desespera- tinente africano el año 256 a. C., conflicto a raíz de la toma de Sagun- dos intentos por evitar la conflagra- que terminó con su captura. Car- to por Aníbal; Italia, con el famoso ción, entregando incluso su arma- tago asumió un papel meramen- paso de los Alpes y escenario de las mento. Las batallas se llevaron a te defensivo y, a pesar de que en grandes victorias de Trasimeno en cabo, en esta ocasión, íntegramen- un principio poseía una flota mu- el 217 y Cannas al año siguiente; te en suelo africano. A pesar de la cha más poderosa que la romana, y Cartago, en donde la derrota de tenaz resistencia ofrecida, la lucha hubo de reconocerse vencida tras Zama obligó a los africanos a firmar acabó con la conquista y saqueo de la derrota naval de las islas Ege- una paz con durísimas condiciones. Cartago durante seis días por parte das. Se vio obligada a abandonar Dado que durante este guerra de Escipión, a cuyo lado combatie- los territorios que poseía en la par- los cartagineses habían usado la ron los reyes númidas. A partir de te occidental de Sicilia, debiendo Península Ibérica como retaguar- ese momento, el vasto territorio hacer frente, además, a una fuer- dia, los romanos desembarcaron en que señorease la urbe fundada por te indemnización económica a los ella. Tras las victorias que lograron Dido pasó a ser gobernado directa- vencedores. en Baecula e Ilipa consiguieron, a la mente por los conquistadores. invierno·2011 21

suma utilidad como elemento agluti- Púnica hubo de vencer, además, una no que sepultó las edificaciones exis- nador alrededor de su figura. sublevación de mercenarios en su tentes, se erigió, de forma muy lenta La creciente importancia que el propio territorio que solo a duras pe- durante el primera centuria, una nueva ejército tuvo durante las Guerras nas pudo ser sofocada. Acto seguido ciudad que terminaría por ser una de Púnicas incrementó la tradicional se enfrentó a la rebelión de la isla de las más pujantes del Imperio. ◙ desconfianza de algunos sectores po- Cerdeña que terminó por perder ante líticos cartagineses hacia dicha insti- la amenaza romana de intervenir mi- tución. En especial, estos colectivos litarmente. La delicada situación lo- PARA SABER MÁS: recelaban del comportamiento que gró superarse en buena medida gra- pudieran desarrollar algunos de sus cias a los beneficios que obtenía de • AA.VV. (2000): La Segunda Guerra Púnica en Iberia. Museo generales si concentraban en sus ma- la Península Ibérica. de Ibiza. Ibiza. nos demasiado poder. A este respecto, La II Guerra Púnica volvió a supo- resulta interesante recordar el enfren- ner un grave quebranto para la econo- • AA.VV. (2005): Guerra y ejér- tamiento que sostuvo Aníbal con el mía de la metrópoli africana, al perder cito en el mundo fenicio-púnico. Museo de Ibiza. Ibiza. Consejo de Ancianos tras conseguir la hegemonía en el Mediterráneo. Aun el sufetado, para lo que no dudó en así, Cartago estuvo en condiciones de • HUSS, W. (1993): Los cartagi- apoyarse en la Asamblea del pueblo. rehacerse de nuevo hasta que la última neses. Editorial Gredos. Madrid. de estas guerras acabó de forma tan • LANCEL, S. (1994): Cartago. El fin de un estado trágica para ellos. Editorial Crítica. Barcelona. Las contiendas continuadas no pu- Aunque las fuentes literarias pre- dieron ser más perjudiciales para tenden hacernos creer que la ciudad • MEDAS, S. (2000): La mari- Cartago. Cada derrota suponía una fue destruida en su totalidad y luego neria cartaginese. Le navi, gli uomini, la navigazione. Carlo nueva pérdida no solo desde el punto arrasada, las excavaciones empren- Delfino Editore. Sassari. de vista territorial o económico, sino didas en los últimos años han puesto en la capacidad para hacer frente a de manifiesto que no fue así. Hubo un • WAGNER, C. G. (2000): Car- otras amenazas como la de sus veci- verdadero ensañamiento con los venci- tago. Una ciudad, dos leyendas. Editorial Alderabán. Madrid. nos norteafricanos. Tras la I Guerra dos, pero tras una nivelación del terre-

Guerras y responsabilidades La historiografía romana mues- nes les llevaron a enfrentarse a los de manera que la responsabilidad tra un singular interés por hacer Fabios, que optaban por expandir- de romper el tratado fue claramen- recaer la responsabilidad de las se hacia los territorios itálicos del te de Roma. Guerras Púnicas sobre los cartagi- norte. En la última de las contiendas neses. Sin embargo, modernos es- Mucho más clara se aprecia la que mantuvieron es manifiesta la tudios emprendidos sobre el tema actitud romana a la hora de hablar intención romana de acabar a toda hacen que nuestra percepción de de la guerra anibálica, puesto que, costa con lo que quedaba de Carta- lo que realmente ocurrió comience en virtud del tratado firmado en- go, incluso impidiéndole defenderse a ser muy diferente. Así, conviene tre ambas potencia el año 226 a. de los ataques de sus vecinos. Una recordar que la I Guerra Púnica co- C., Roma no podía intervenir en los muestra de esta rígida postura se menzó tras la lucha entre Mesina y sucesos que tuvieran lugar al sur puede ver en Catón, cuyos discursos Siracusa. Tras la derrota de la pri- del Ebro. Obviamente, la ciudad de ante el Senado siempre concluían mera, esta pidió auxilio a Roma. Sagunto, origen del conflicto, se defendiendo su total destrucción. Hay un acuerdo generalizado encuentra en dicha situación des- El ultimátum para que los púni- a la hora de considerar que, de- de el punto de vista geográfico. Sin cos abandonaran la ciudad y se ins- trás de este pretexto, se escondía embargo, en un intento de justifi- talaran en otro punto más al inte- el deseo de las elites romanas de car esta violación de lo firmado, in- rior no dejaba de ser algo del todo conquistar la rica isla de Sicilia. vestigadores modernos han llega- inaceptable. Así pues, y a tenor de En la ciudad del Tíber existían una do a plantear la existencia de dos lo expuesto, habría que admitir que serie de familias, como la de los ríos con el mismo nombre, siendo fue Roma la potencia agresora en Claudios y los Atilios, quienes, el río Júcar el segundo de ellos, lo sus luchas con los cartagineses, junto a otras instaladas en Cam- que haría que Sagunto estuviese quienes en el fondo no hacían otra pania, tenían fuertes intereses co- emplazada al norte del Ebro. Esta cosa sino defender sus territorios e merciales en juego. Sus intencio- teoría resulta muy difícil de admitir, intereses comerciales. 22 hiems·mmdcclxiiii·auc

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VIDA COTIDIANA La despensa de un hogar ibero

La estructura de una sociedad Por Roger Benito/Raquel Onrubia. Carmen Belarte esta fortificación se refleja en la alimentación tenía a su alrededor algunas estruc- La unidad básica de población en el turas defensivas, hoy desaparecidas, de sus miembros. En el caso ámbito ibérico era el oppidum, un nú- y pequeños núcleos especializados. de los pueblos iberos esta cleo amurallado que representaba el Así, los restos aparecidos en Les afirmación es contrastable a centro político, administrativo, eco- Guàrdies (El Vendrell) se dedicaban nómico y religioso de un territorio. al trabajo del hierro; Masies de Sant través de las fuentes arqueo- Cada oppidum estaba dominado por Miquel (Banyeres del Penedés) a las lógicas y los autores clásicos un reyezuelo, apoyado en una cas- tareas agrícolas y l’Argilera (Cala- ta militar que controlaba el terreno. fell) a la pesca. greco-romanos. La centraliza- Fuera de las murallas se encontraban Los derivados producidos en los ción de la producción agraria las zonas productivas (cultivos, pas- núcleos secundarios se trasladaban en los poblados fortificados tos y minas), así como pequeños nú- al oppidum para su distribución entre cleos escasamente defendidos donde toda la población. De esta forma, la para su posterior distribución se llevaban a cabo actividades de comunidad se aseguraba el control sentaba las bases de una di- transformación como la metalurgia o del excedente de producción para uti- ferenciación bastante clara de el curtido de pieles. Un ejemplo muy lizarlo con fines comerciales, como clarificador de esta organización te- denota el gran número de campos de la dieta de los habitantes de rritorial se daba en la ciudadela de silos situados a lo largo de la costa y cada asentamiento. Calafell. Para la investigadora M.ª las rutas comerciales. Asimismo, el invierno·2011 23

acopio de alimentos, detectable en la existencia, dentro de los oppida, de recintos de almacenaje de difícil ac- Los usos ceso, hacían posible también la resis- tencia en caso de asedio. Los alimentos fluían religiosos de Tras el reparto de alimento, los grupos aristocráticos tenían en su hacia la ciudad, don- los animales mesa abundante carne –tanto de caza de eran distribuidos como de animales de cría– y pesca- La religión ibérica es desconocida do. Tampoco carecían de cereales, entre la población en muchos aspectos, pero sa- huevos, leche, vinos de importación y bemos que veneraban animales otros alimentos exóticos. como el lobo y que identificaban Por contra, los campesinos con- banzos, habas, alfalfa y guisantes) y deidadas con elementos natu- sumían ocasionalmente carne proce- cereales (trigo, cebada, mijo y avena). rales. A todos ellos les rendían dente de los animales que ya no eran La carne, que no era un plato de culto en santuarios, templos y útiles para la producción. La dieta de diario, provenía de los animales do- recintos urbanos. Los santuarios este colectivo dependía en gran par- mésticos. Los rebaños ibéricos es- se situaban en cuevas y espacios te del cereal y las leguminosas, con taban formados principalmente por apartados, aunque se cree que complementos regulares como la re- especies ovinas y caprinas, aunque también había recintos con este colección de frutos, mariscos, caza también disponían en menor medida fin a la entrada de los poblados. menor y pesca. de cerdos, caballos y gallinas. Estas áreas no se diferencian de La edad de sacrificio de los anima- las viviendas por la forma arqui- Legumbres y cereales, la base les era diferente según su sexo. Así, tectónica sino por no tener signos Los iberos tenían unos hábitos ali- los ovicápridos machos eran sacri- de que se desarrollase en ellos menticios similares a la conocida hoy ficados alrededor de los dos años, al una actividad doméstica habitual. como dieta mediterránea. La base de alcanzar su tamaño máximo. En cam- En relación con ritos religio- la alimentación procedería de produc- bio, las hembras se sacrificaban entre sos se han documentado sacri- tos del campo. La agricultura ibérica los cinco y los ocho años de edad, ficios infantiles relacionados con era de rotación bianual, esto es, se de- cuando su utilidad secundaria (leche, la protección del hogar recién jaban reposar los campos un año en- crías, lana) deja de ser rentable. Este fundado. Son muy esporádicos y tre siembra y siembra. Se cultivaban control permitía que se regenerase se distinguen de las inhumacio- plantas leguminosas (lentejas, gar- el ganado, manteniendo siempre la nes domésticas porque no llevan máxima productividad. Por eso mis- ofrendas funerarias. En algunos mo, también se sacrificarían las reses casos, como el de la ciudadela Fotos: Ibercalafell sobrantes después de la cría, con el de Calafell, van asociados a sa- objeto de mantener un número regu- crificios de animales. lar en la manada. También se documentan nu- Una forma de satisfacer las necesi- merosas inhumaciones anima- dades que no cubría la producción ga- les, seguramente con carácter nadera era la caza de conejos, liebres, fundacional o protector. No se jabalíes y aves salvajes. Esta activi- ha hallado ninguna pauta regu- dad, signo de prestigio, encontraba un lar en su localización ya que se fecundo campo en la riqueza cinegé- han localizado tanto en espacios tica de la zona, como atestigua Estra- domésticos (muros, pavimen- bón cuando habla de la Turdetania: tos), como en espacios urbanos y muros de defensa del poblado. La abundancia de ganados de La variedad de animales usados toda especie es allí enorme, es muy amplia: ovicápridos, así como la caza. Los anima- suidos, équidos, gallinas y val- vas de moluscos, de los que a veces solo se ofrece una parte de ellos. La mayoría de estos El grano y las leguminosas cul- restos aparecen inhumados y tivadas eran la principal fuente no es extraño encontrarlos des- alimenticia de los iberos, aunque su carnados o quemados. dieta se veía complementada con otros aportes circunstanciales. 24 hiems·mmdcclxiiii·auc

les dañinos son raros, excep- La panificación de los cereales y los frutos secos era una práctica habitual, ción hecha de unas liebrecillas pero tampoco se puede descartar el que agujerean la tierra y a las tratamiento de los alimentos para que algunos llaman “leberi- prolongar su conservación, con vistas des”. Estos animales, como se a los meses de invierno. alimentan de raíces, destruyen plantas y semillas. Así ocurre en casi toda Iberia, exten- diéndose el mal también has- ta Massalia, e incluso las islas (Geografía, III, 2, 6).

La pesca y la recolección de moluscos complementaban la dieta de los asentamientos cerca- nos al mar. No se conoce ningún resto de embarcación ibérica para la pesca, por lo que se cree que esta actividad se practica- ba desde la costa, con redes y anzuelos. En las excavaciones de Alorda Park (cerca de la ciudadela de Calafell) se en- contraron diversos anzuelos de pesca. Los iberos conocían la uti- lidad del olivo y la vid. Rela- Teniendo en cuenta que la ma- cionado con esta última espe- yoría de los alimentos se recogía cie está el vino. Platón afirma en los meses de buen tiempo, era que «los iberos, como otros prioritario almacenar la produc- pueblos bárbaros y guerre- ción para asegurar su conser- ros, beben el vino puro» vación durante el resto del año. (Leyes, I, 637). Por su parte, Tanto los cereales como las legu- Posidonio dice que «los celtíberos to- de cierto rey ibe- minosas se guardaban en recipien- man vino con miel, pues la tierra da ro. Cuenta que ese rey había tes cerámicos, silos, sacos y pieles. miel suficiente y el vino lo compran tratado de igualar el lujo de los En estos últimos casos, los alimentos a los mercaderes que navegan hasta feacios, salvo el hecho de que se elevaban del suelo para impedir el allí». las cráteras que estaban colo- acceso a los roedores. Por su parte, En lo que atañe a la calidad del cadas en el centro de la casa los líquidos como el vino y el aceite vino ibérico los autores greco-roma- sólo contenían vino de cebada se transportarían en ánforas. nos no se ponen de acuerdo. Para Pli- (oinou krithinou), aunque es- Aunque la mayoría de cereales se nio el Viejo, que escribe hacia el año taban hechas de plata y oro guardarían para panificarlos, no pode- 70 d. C., el vino de la Tarraconense, (Deipnosophistai, I, 28, 18). mos descartar que se consumiesen en Lauro (Liria) y las Baleares era exce- forma de sopa, sémola o papilla. Es lente. Sin embargo, Filipo de Tesaló- La fruta también formaba parte de probable que se reservase una parte nica, hacia el año 50 d. C., opina que la dieta ibérica. Los estudios carpoló- para elaborar cerveza y otra (de grano los caldos hispanos eran agrios. Sea gicos han demostrado que consumían vestido) para comerciar con griegos cual fuese la opinión más extendida, manzanas, ciruelas, higos y granadas. o fenicios. Por su parte, la paja resul- lo cierto es que el vino pasaba por ser Estrabón indica: «Olivo, viña e higue- tante de la cosecha se reservaría para una bebida de prestigio como lo era ras abundan en la costa de Levante y alimentar a los animales. también la cerveza. A este respecto, el también en gran parte de la costa ex- El procesamiento de las legumbres escritor Ateneo de Naucratis recoge terior. La costa norte no produce estos era más limitado. Se panificaba en hacia el 200 d. C. una cita muy reve- frutos por su frío» (Geografía III, 4, caso de necesidad, pero habitualmen- ladora de Polibio: 16). Estas referencias no nos permiten te se consumiría después de hervirlo, saber si los alimentos procedían de salvo la alfalfa que seguramente se Parecida en su aspecto y mag- frutales cultivados o bien de árboles destinase sólo a la alimentación de los nificencia supone Polibio la casa silvestres. animales estabulados. invierno·2011 25

La conservación de la fruta resulta vados para los personajes poderosos doro describe uno de ellos, al hablar más complicada, ya que es un produc- y sus círculos de confianza. No solo del matrimonio de Viriato: to que se ha de consumir enseguida. tenemos el ejemplo del pasaje de Po- Se secarían al aire las almendras, los libio que citaba Ateneo de Naucratis. Habiéndose expuesto con mo- higos, las pasas, los piñones y las ave- Estrabón también hace referencia a tivo de sus bodas gran canti- llanas. «Los montañeses se nutren de las costumbres culinarias de la noble- dad de copas de plata y de oro bellotas, que secan y pelan moliéndo- za: «Beben zýthos –un tipo de cerve- y vestidos de muchas clases y las luego para hacer pan» (Estrabón, za, según el profesor Fernando Que- colores, Viriato se apoyó en su Geografía, III, 3, 7). El resto de frutas sada–. Y el vino, que escasea, cuando lanza, miró con desdén todas (manzanas, membrillos, ciruelas) se lo obtienen lo consumen enseguida, estas riquezas sin asombrarse ni conservaría en recipientes cerámicos derrochándolo en espléndidas co- maravillarse de ellas, antes bien después de hervirlos con miel y agua milonas familiares», en las que las manifestando desprecio... hasta formar una compota. mujeres de la tribu de los bastetanos A pesar de que le rogaron Por último, en el caso de la carne «bailan también mezcladas con los insistentemente, ni se lavó ni y el pescado, lo más habitual era se- hombres unidos unos y otros por las tomó asiento en la mesa que carlos, ahumarlos en tiras delgadas o manos» (Geografía, III, 3, 7). estaba llena de todo tipo de salarlos. En algunos casos, siguiendo Los banquetes de los iberos del manjares. Únicamente tomó la experiencia de la aceituna, se ma- norte eran diferentes, ya que saltaban panes y carne y los distribuyó ceraba el pescado en aceite o vinagre. por encima del fuego demostrando su entre sus acompañantes, limi- destreza. Los asistentes a estos even- tándose por su parte a llevarse Alimentación y sociedad tos se sentaban en bancos de piedra a la boca un poco de comida. Tenemos noticias de los hábitos ali- «ocupando los puestos de más res- Luego mandó que le llevaran a menticios de los estratos más altos. peto, según su edad y dignidad» y se la novia, sacrificó a los dioses No es descabellado afirmar que la iban pasando la comida en orden. al modo que suelen hacer los estratificación social de los iberos se Entre los pueblos del interior tam- iberos, sentó a la novia en su reflejaba en su dieta. Así, los mejores bién se organizaban festines para ce- caballo y partió al punto hacia alimentos y bebidas estaban reser- lebrar grandes acontecimientos. Dio- la sierra en busca de su escon- dida morada (Biblioteca Histó- rica, XXXIII, 7, 1-6).

No podemos documentar cuáles eran los productos que consumían La aparición de las élites los estratos más bajos de la sociedad Entre el siglo VIII y el VI a. C., ibérica. Por oposición podríamos época conocida por los investi- afirmar que no bebían vino ni cerve- gadores como el periodo Ibérico za o, si lo bebían, era de baja calidad. Antiguo, se fueron acentuando Es probable que la dieta fuera fun- en los pueblos ibéricos las dife- damentalmente de productos proteí- rencias entre el estrato aristocrá- nicos de origen vegetal, leguminosas tico y el campesinado. sobre todo, para aguantar las jorna- Entre el V y el III a. C., el Ibé- das de trabajo. ◙ rico Pleno, la expansión del poder administrativo y la intensificación agrícola dieron origen a nuevos PARA SABER MÁS: grupos dedicados a tareas más específicas. En la cúspide aristo- • BERMEJO TIRADO, J. (2007): crática se situaba el estamento Breve historia de los íberos. militar: el reyezuelo, los guerre- Ediciones Nowtilus. ros más destacados y sus fami- • PELLÓN, J. (2006): Íberos de lias. Un paso por detrás estarían la A a la Z. La vida en Iberia los aristócratas civiles, sacerdo- durante el primer milenio antes tes y escribas. Por último, encon- de Cristo. Espasa, Madrid. tramos un amplio y heterogéneo • SANMARTÍ, J. y SANTACANA, grupo formado por artesanos, J. (2005): Els Ibers del Nord. campesinos, pescadores, gana- Rafael Dalmau Editors. Barce- deros, entre otros. lona. 26 hiems·mmdcclxiiii·auc

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IBEROS Un episodio de resistencia en plena Bastetania

El yacimiento del Cerro de la Cruz de Almedinilla (Córdo- ba) ejemplifica el proceso de romanización nada pacífico, lento y bastante traumático que la ciudad del Tíber llevó a cabo en el sur de la Penín- sula Ibérica. El estudio de esta ciudad bastetana está deparando sensacionales resultados sobre cómo vivían sus moradores, pero también de cómo fueron duramente reprimidos los que osaron oponerse a la arrolladora expansión de la potencia itálica.

Por I. Muñiz Jaén/F. Quesada Sanz. sina indígena subordinada a poderes El desnivel del Cerro de la Cruz (a que la obligaban a producir por enci- la izquierda) obligó a los pobladores Los bastetanos formaban un pueblo ma de sus necesidades socioeconómi- bastetanos a acomodar el urbanismo de filiación ibera que habitó una zona cas. La tierra aparece como fuente de a una orografía escarpada. Arriba, comprendida entre las serranías del excedentes que mantenía la forma de reconstrucción hipotética de la zona excavada. sur de la actual provincia de Córdo- vida de los conquistadores romanos ba, las del sur de Jaén y el norte de y de las élites indígenas asociadas a Granada. Uno de sus enclaves estaba ellos, fuerzas que terminaron por im- situado en el Cerro de la Cruz, en el poner su poder económico, político y trama urbana. Ya se han documentado término municipal de Almedinilla cultural. tres calles –y la confluencia entre dos (Córdoba). Con una extensión de 5 hectáreas, de ellas– y parte de las tres manzanas Entre finales del s. III a. C y el año el poblado se extendía por la cima y de viviendas que se levantaban allí. 130 a. C. se construyó en el altozano las laderas meridional y oriental del Los muy escasos y rodados frag- un asentamiento importante. Desde el cerro. La entidad de este núcleo se mentos de cerámica ática de barniz poblado fortificado (oppidum) ibérico revela en el empaque de sus estructu- negro de cronologías más antiguas, se vislumbra una comunidad campe- ras, su riqueza material y su cuidada hallados siempre en el nivel superfi- invierno·2011 27

cial y removido, proceden sin duda de las zonas más altas del cerro, donde diario de excavación la erosión ha hecho más daño. Sin embargo, en la zona excavada no se aprecia más que una gran fase cons- Las primeras aproximaciones tructiva con remodelaciones menores, que no deben remontarse más allá de El poblado ibérico de Almedinilla se el año 1906. El trabajo de Paris y principios del s. II a. C. conoce desde finales del siglo XIX, Engel, aunque escaso en detalles Los materiales arqueológicos apun- cuando Luis Maraver y Alfaro inter- sobre el Cerro de la Cruz y pese tan a una datación en torno a mediados vino en la exhumación de su rica ne- a que plantea numerosos proble- o el tercer cuarto del s. II a. C. para el crópolis. La memoria de la excava- mas, supuso un avance científico conjunto del poblado. Así cabe inter- ción se terminaría publicando en la notable respecto a los precedentes pretar los hallazgos de monedas (hasta Revista de Bellas Artes e Histórico- ya que por primera vez aproximan ahora todas romanas salvo quizá un Arqueológica, en 1867. Esta actua- una cronología correcta para los bronce indígena muy desgastado para ción aportó un listado concienzudo, restos hallados, apuntando a una su identificación), la escasa cerámica pero totalmente descontextualiza- época ibérica. importada de tipo Campaniense A y B do, de los materiales hallados en el Con la partida de los investiga- antigua, la propia cerámica ibérica de interior de las sepulturas, entre los dores franceses se abre un largo imitación y las ánforas tardías greco- que destacó una enorme cantidad periodo de silencio para el yaci- itálicas. También se han documentado de armas que consideró errónea- miento, con actuaciones esporádi- ánforas pequeñas de forma cilíndrica, mente de época romana. cas que no generaron documenta- a menudo conocidas como “tipo cam- En 1903 los académicos fran- ción reseñable. pamentos numantinos” por su pre- ceses Pierre Paris y Arthur Engel, sencia en los campamentos romanos pioneros en la arqueología de la del asedio del 133 a. C., pero de cuya cultura ibérica, acudieron a Alme- procedencia gaditana y su probable ca- dinilla con la intención de re- rácter de contenedor de salazones hay novar la investigación en el poca duda. Cerro de la Cruz, así como No es posible asegurar o probar la ampliar el estudio por los existencia de un poblado estructurado, alrededores. El resultado o de cierta entidad, en el Cerro de la de sus pesquisas se hizo Cruz antes de finales del siglo III a. público en su obra Fouilles C. Tampoco las intensas prospeccio- et recherches á Almedini- nes en los alrededores han permitido lla (Province de Cordoue), identificar un hábitat próximo del siglo publicado en la revista IV a. C. Este hecho plantea un desfase gala Revue Archéologique, entre la cronología del poblado ibero y los materiales que se creen proce- Pierre Paris (izq.) y dentes de la necrópolis excavada por Arthur Engel. Maraver. Estos restos, depositados hoy en el Museo Arqueológico Nacional y el Museo de Córdoba, se extrajeron de las más de 250 sepulturas excavadas ten señales de una nueva ocupación a finales del siglo XIX y fueron estu- durante la Baja Época Ibérica de los diados por Desiderio Vaquerizo, quien El poblado tuvo una yacimientos de Torre Alta (Priego de dio dataciones fundamentalmente del Córdoba) y del Cerro de la Celada siglo IV a. C. El desajuste de fechas existencia fugaz. El (Alcaudete, Jaén). También se produ- es un fenómeno bien conocido en otros fin llegó cuando aún jo la ocupación del Cerro de la Cruz yacimientos ibéricos, donde la dife- durante este posible breve periodo de rencia cronológica entre los materiales no estaban finalizadas cincuenta años en el siglo II a. C. Este hallados en las necrópolis y aquellos varias construcciones hecho, así como la aparición en este hallados en las zonas de hábitats pare- momento de otros yacimientos me- ce apuntar a reutilizaciones, entre otras nores, puede indicar la reorganización posibles explicaciones. dum de cierta entidad. El fin sobrevie- del territorio. Quizá los pequeños nú- Parece que el poblado ibérico del ne sin estar acabadas del todo una serie cleos de población dependían en cierto Cerro de la Cruz se ocupa y destruye de construcciones como los aljibes, y modo del oppidum principal de Ilitur- en poco tiempo, al menos como oppi- con escasas fases de reparación. Exis- gicola (Fuente Tójar), situado como 28 hiems·mmdcclxiiii·auc

mirador de la comarca de la Campiña. Las excavaciones han En este caso podrían haber funcionado permitido ver cómo buscando nuevas tierras serranas para vivían los bastetanos colonizar y poder así pagar los im- (abajo, reconstruc- puestos a Roma, bien en un intento de ción de una cabaña), huir precisamente de la presión roma- pero también cómo na, más activa en la Campiña. murieron. Los restos Las tierras que rodean el poblado humanos no inhumados del Cerro de la Cruz no son de las más (derecha) presentan fértiles de la comarca. Sabemos por los signos de violencia. análisis de polen y fauna la extensión Bajo estas líneas, y preponderancia que debió tener el reconstrucción de los bosque mediterráneo. De esta manera, cuerpos encontrados en la mayor ventaja del enclave del Cerro plena calle. de la Cruz parece haber sido la proxi- midad al cauce del río Almedinilla Ilustración: Carolina Garvía Ballesteros y al paso natural originado por di- cho curso de agua que comunica la Campiña con la zona sur peninsular de serranías, resaltando la amplia y privilegiada visibilidad hacia el nor- te, por encima de cualquier otro yaci- miento de la comarca. El sector excavado, ya más de 1.000 metros cuadrados, muestra un urbanismo articulado con amplias manzanas rectangulares de más de 25 metros de largo por 15 de ancho. Es- tas manzanas dan a calles bien traza- das a cordel, en dos niveles de terraza: uno al norte y otro al sur. Los viales son rectos, con viviendas que suelen tener relación directa con las ciu- reproducir el esquema de porche con de trabajo dades púnicas de la franja costera me- acceso directo a la calle (a la misma con telares. Estos espacios ridional, es decir, dentro de la Baste- cota) con aljibes, zonas de molienda y multifuncionales quizá estarían dota- tania pero en su zona de contacto con posibles hogares, junto a almacenes. dos de altillos, posible zona para dor- la Turdetania. También se suelen encontrar zonas mir en las viviendas. El yacimiento Un fuego arrasador presenta una clara La vida doméstica del poblado tuvo un influencia púnica. fin abrupto, hacia el año 130 a. C., dé- Posee aljibes con cada arriba, década abajo. Los vientos revestimientos hi- abrasadores de un fuego generalizado drófugos, muros de redujeron todo a escombros. Los restos “tirantas”, ánforas de este incendio y destrucción violenta llamadas “ibero- son visibles en todas las zonas excava- púnicas”, elemen- das del poblado. Debió perdurar días ya tos decorativos que hay sectores donde la cerámica está y del repertorio completamente reducida, ennegrecida cerámico (askoi, por el fuego, donde los muros de adobe ollas globulares o tapial se han convertido en ladrillos con asas altas…). cocidos o en una masa de barro informe Estos elementos y pétreo por el calentamiento y poste- hacen referen- rior enfriamiento de la cal de paredes y cia al ambiente techumbres. semitizado del No hay duda de que se produjo una valle del Genil. destrucción violenta, porque no se re- Foto: Rafael Jiménez También podrían movieron los restos, no se terraplenó invierno·2011 29

para reconstruir, y no hay fases cons- Una de las calles del poblado, do- tructivas posteriores. Y sobre todo, por- El incendio que acabó cumentada por los arqueólogos con el que entre el nivel de incendio y sobre con el poblado duró nombre de UE 1401 y 1402 y realizada las calles originales encontramos hue- con capas de tierra sucesivas, multitud sos humanos en conexión anatómica, días. Hay rastros del de fragmentos cerámicos y óseos, y le- hecho verdaderamente singular en el fuego por todas partes chadas de arcilla con menos materiales, panorama de la arqueología peninsular. aparecieron más restos humanos. Sobre En la llamada Sala de los Molinos se el pavimento original, cubiertos parcial- encontraron los restos de dos cuerpos. masculino. Tres de los cuerpos halla- mente por un derrumbe ibérico y corta- Eran adultos masculinos de bastante dos hasta ahora estaban afectados por dos en sus extremidades superiores por robustez, tanto en extremidades supe- el fuego. Fueron expuestos a muy altas un muro posterior de época emiral, estu- riores como inferiores. En una de las temperaturas cuando los cadáveres aún diamos in situ dos cuerpos articulados y calles, otros dos individuos, femenino y mantenían tejidos blandos. extraordinariamente conservados.

diario de excavación Los grandes estudios de la década de los 80 Tras décadas de práctico abandono, y romanización de la Subbética cor- microespacial y la reconstrucción de en 1983 se denunció en la Revista dobesa: aproximación al desarrollo la vida doméstica del poblado, dado de Arqueología y en otros medios el de la cultura ibérica en el sur de la que conservaban la totalidad de su saqueo masivo que estaba sufriendo actual provincia de Córdoba”, y que ajuar doméstico, no recuperado ni re- el Cerro de la Cruz. Los furtivos usa- se prolongó hasta 1992. movido tras el incendio a gran escala ban incluso excavadoras para arrasar El equipo de investigación apreció que causó la destrucción. las terrazas bajas del yacimiento. Las claramente la magnitud del poblado Las labores arqueológicas docu- zanjas crearon enormes cicatrices, ibérico del Cerro de la Cruz. Por pri- mentaron estructuras tales como perfectamente visibles hoy. mera vez se consiguió una secuencia muros de aterrazamiento para adap- A raíz de ello Desiderio Vaquerizo, estratigráfica coherente, que revela- tar la pendiente del cerro al urbanis- quien por entonces realizaba su tesis ba una fase de ocupación clara del mo del poblado, calles y casas cons- doctoral sobre los viejos materiales siglo II a. C. con algunas modificacio- truidas con zócalo pétreo. También se de la necrópolis excavada por Ma- nes menores posteriores. También se hallaron muros de adobe enlucidos raver, solicitó una primera campaña constató la ausencia de fase romana que, a veces, llegan a conservar has- de excavación sistemática en el Ce- y presencia medieval en los primeros ta los dos metros de altura. Es nota- rro. En esta tarea le acompañó como niveles de la zona excavada. ble el hallazgo de restos de cubiertas subdirector Fernando Quesada, ade- Los estudios arqueológicos sa- vegetales dispuestas en varios nive- más de un equipo técnico que incluía caron a la luz unas estructuras muy les (zona de almacenamiento, zona a Juan Francisco Murillo. Todos ellos bien conservadas y pusieron de ma- residencial y porche con aljibes para se convertirían más adelante en co- nifiesto la gran riqueza de los mate- la captación de agua). Asimismo, se directores de un proyecto de mayor riales exhumados, principalmente ce- excavaron varias zonas interpreta- alcance, dentro de las directrices que rámicos. Estos hallazgos dieron lugar bles como espacios públicos. precisamente en la segunda mitad a los primeros estudios tipológicos Finalizadas en 1989 las interven- de los años ochenta emanaron de la modernos de la cerámica del Cerro ciones arqueológicas en el Cerro de la Junta de Andalucía. de la Cruz, que constituyen la base Cruz, el yacimiento quedó abandona- Se realizaron tres campañas de para una tipología general de la cerá- do a su suerte, al igual que le ocurrie- excavación sistemática en la lade- mica ibérica de Baja Época en Anda- ra a la villa romana de El Ruedo. La ra meridional del Cerro de la Cruz, lucía, inexistente hasta entonces. única actuación que se tomó ese mis- además de otra serie de actividades Las excavaciones permitieron mo año fue la instalación de un valla- arqueológicas regladas por el territo- también asegurar una destrucción do provisional, que venía a añadirse a rio. Todos estos trabajos se enmar- violenta del poblado hacia mediados la tramitación del expediente de de- caron dentro de un proyecto de in- o durante el último tercio del siglo claración de Bien de Interés Cultural vestigación que partió del Seminario II a. C. Se recuperaron estructuras (BIC), máxima figura de protección de Arqueología de la Universidad de de habitación completas de enorme de la Junta de Andalucía, iniciado el Córdoba, denominado “Protohistoria importancia para los estudios de tipo 4 de noviembre de 1987. 30 hiems·mmdcclxiiii·auc

El registro antropológico del hallaz- go, a pie de campo, permitió verificar el momento y las condiciones en las Recreación de que estos individuos quedaron allí: dos un banquete individuos adultos masculinos, jóvenes romano, una de (uno de entre 20-25 años, y otro entre las iniciativas 30-35), yacían desplomados y entrela- de divulgación zados. Tras su caída y de forma prác- del pasado de ticamente inmediata, por las evidencias Almedinilla. de perfecta articulación, un derrumbe generalizado cae sobre ellos ocultándo- los de manera desigual a la intemperie (colmatación mixta y numerosas frac- turas y fisuraciones por aplastamiento). Uno de ellos, el más joven, presen- ta heridas por traumatismo directo por arma cortante en hombro y cadera dere- chos, sin signos de recuperación. Tiene una estatura de 1,68 metros aproxima- damente y en su actividad cotidiana ejercía de manera constante los múscu- Foto: Xosé López los de los brazos y las piernas, provo- cándole ya a esa edad algunas lesiones Una zona de alto valor degenerativas en las articulaciones. El otro individuo comparte con el anterior un rasgo que algunos autores histórico y etnológico consideran tiene parte de componente El yacimiento del Cerro de la Cruz, tronómicas proviene del recetario hereditario, los huesos sesamoideos, único yacimiento de Baja Época de Marco Gavio Apicio. Otras acti- aunque en un individuo aparecen en la Ibérica puesto en valor y visita- vidades de interés cultural y artís- mano y en el otro en los pies. También ble de Andalucía, forma parte de tico asociadas al Mundo Clásico son es bastante robusto, mide 1,67 metros un proyecto municipal del ayunta- las representaciones teatrales de de estatura y presenta calcificaciones miento de Almedinilla, el Ecomu- los fines de semana; o las Jornadas y degeneraciones articulares en las ex- seo del Río Caicena. Esta iniciati- Iberorromanas Festum, durante la tremidades inferiores, por su constante va coordina diversos yacimientos segunda semana de agosto. uso. El análisis detallado de este indivi- arqueológicos visitables, (como El hilo conductor del proyecto duo evidencia dos fracturas directas por la villa romana de El Ruedo, por museístico es el río Caicena que arma cortante sin signos de recupera- ejemplo) y otros recursos de in- explica al habitante y al visitante ción vital, una en el codo derecho y otra terés como el Museo Histórico, el lo que encontró y encuentra en en el tobillo izquierdo. Taller de Restauración y Almacén su transcurrir: el bosque de rive- Derribados a golpes de espada en las de Fondos, las Aulas del Campesi- ra que forma el propio río y sus piernas, brazos, cadera, espalda o cue- nado y del Caicena, el Centro de paisajes de cascadas y huertas llo, asesinados y abandonados sobre la Exposiciones Temporales, el alo- tradicionales, la Sierra de Albaya- calle, o sorprendidos por el derrumbe jamiento de investigadores, va- te (declarado Complejo Serrano del piso alto de la casa donde se habían rias rutas museizadas… de Interés Ambiental), las indus- escondido y quizá fueron muertos, los Existe también otro tipo de ac- trias que movió su fuerza (molinos esqueletos del Cerro de la Cruz son tividades culturales relativas a la harineros y aceiteros), las cons- prueba de que no todos sus habitantes investigación, catalogación, forma- trucciones tradicionales para el pudieron conservar la vida. El pobla- ción, difusión y turismo. Uno de los regadío, el urbanismo serrano, los do ibérico del Cerro de la Cruz fue in- planes más llamativos en difusión propios yacimientos arqueológicos cendiado, sus habitantes masacrados o es el de “Un día en la Bética Roma- que se levantan a sus pies (entre expulsados para nunca regresar, y sus na”, que brinda a los participantes ellos el poblado ibérico de El Cerro ruinas abandonadas salvo para alguna la oportunidad de disfrutar de ce- de la Cruz y la villa romana de El visita ocasional, quizá para la construc- nas y comidas ambientadas en una Ruedo), así como las tradiciones, ción entre las ruinas de alguna casita de casa romana todos los fines de se- saberes, sabores y valores de un campesino. mana. El menú de estas citas gas- mundo rural frágil y cambiante. Con toda probabilidad la responsabi- lidad de esta destrucción es del ejército invierno·2011 31

romano. Quizá la destrucción obedece a aceitunas, huesos animales… En las la Cruz fuera reocupado por un grupo la obligación de descender a zonas lla- habitaciones también aparecen todos humano de cierta entidad que constru- nas, menos defendibles y más controla- los enseres (herramientas de trabajo, yó una población defendida en alto. bles por Roma. El asentamiento no se molinos, etc.). Esta comunidad, mucho más modes- volvió a ocupar y su desaparición tam- La fecha aproximada de la destruc- ta que el poblado ibérico cuyas ruinas poco está relacionada con el saqueo de ción del oppidum tal vez hace relación eran todavía entonces parcialmente sus riquezas. Se documentan almacenes a la presencia de Viriato en estas tierras. visibles en superficie, tuvo sin embar- de ánforas ibero-púnicas De hecho, Apiano señala que el adalid go la suficiente importancia como para llenas de grano, lusitano anduvo por lo que hoy es la ac- que su nombre probable, Wasqa, haya escaña, yero, tual Martos y la actual campiña cordo- sido conservado a través de las fuentes p e p i t a s besa por los años en que se produjo el árabes. Era una época convulsa: la fitna de uva, fin del poblado. Todo lo anterior junto o guerra civil entre el emirato Omeya

Foto: Rafael dP huesos con los cortes de arma puede que nos de Córdoba y los muladíes (gentes de hable de un plan para acabar con la me- origen hispano-visigodo con vertidos al moria de un lugar que osó enfrentarse al Islam) junto a otras gentes agrupadas en poder romano y resistir. torno a Omar ibn-Hafsun. Habrían de pasar mil años para Otros 1.000 años después, el 6 de que, a finales del siglo IX, el Cerro de julio de 1937, el Cerro será testigo del tercer drama: un ataque bélico, al si- tuarse en él, rompiendo restos emirales Askos encontrado en el Cerro de la Cruz. e ibéricos, un conjunto de trincheras Museo de Almedinilla. correspondientes a una de las posicio- nes del frente de una nueva confron- tación. Los tres años de Guerra Civil diario de excavación (1936-1939) cierran un drama en tres actos repleto de luchas y resistencias que, a pesar de los intentos, no han po- Almedinilla toma las riendas dido quedar en el olvido. ◙ Tras los estudios arqueológicos del sada, profesor titular de Arqueo- Cerro de la Cruz, en los 80, habría logía de la Universidad Autónoma PARA SABER MÁS: que esperar hasta 1994 para que el de Madrid, gracias a un convenio ayuntamiento de Almedinilla, den- de colaboración que Almedinilla y • MUÑIZ, I. y QUESADA, F. tro del proyecto recién elaborado esta universidad firmaron en el año (eds.) (2010): “Un drama en tres actos. Dos milenios de ocupación de ecomuseo, asumiera la recu- 2002. Apoyaron la iniciativa Andrés humana en el Cerro de la Cruz peración de este importante yaci- Adroher, el profesor titular de la (Almedinilla, Córdoba)”, para la miento arqueológico. El proceso se Universidad de Granada, y Rafael revista Oikos. Ecomuseo del Río hizo de forma algo atropellada, ya Carmona, director del Museo Histó- Caicena. Accesible en http://www.ctalmedinilla. que esta institución debía lidiar con rico de Priego. Todos ellos contaron com/images/abmi/oikos2.pdf un presupuesto insuficiente para con la participación de un amplio acometer al mismo tiempo los dis- equipo multidisciplinar compuesto • VAQUERIZO, D.; QUESADA, F.; MURILLO, J. F. (1992): “La tintos aspectos que conforman la por miembros de diferentes uni- cerámica ibérica del Cerro de gestión del patrimonio arqueológi- versidades. la Cruz (Almedinilla, Córdoba). co del término municipal. Los trabajos de investigación Departamentos O, P, Ñ”. Anales Las últimas intervenciones prac- han aportado hasta ahora cuatro de Arqueología Cordobesa 3, 51-112. ticadas en este excepcional enclave voluminosos informes de excava- arqueológico han tenido una dura- ción, así como algún artículo espe- • VAQUERIZO, D.; QUESADA, F.; ción de cuatro años. Entre 2006 y cífico. Sin embargo, aún falta por MURILLO, J. F. (1994): “Unidades de hábitat y técnicas constructi- 2009 se realizaron sendas campa- publicar la memoria ninal. Sí existe vas en el yacimiento ibérico del ñas orientadas a poner en valor una publicación de carácter divul- Cerro de la Cruz (Almedinilla, el yacimiento. Estas tareas fueron gativo (pero amplia y detallada) Córdoba)”, en Anales de Arqueo- dirigidas por el Ignacio Muñiz, di- donde se presentan ya los resulta- logía Cordobesa 5, 61-97. rector del Ecomuseo del Río Caice- dos, y que puede descargarse de • VAQUERIZO, D.; QUESADA, F.; na-Museo Histórico de Almedinilla. Internet (ver a la derecha, en “Para MURILLO, J. F. (2001): Protohis- También participó Fernando Que- saber más”). toria y romanización en la Subbé- tica Cordobesa. Sevilla. 32 hiems·mmdcclxiiii·auc

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CELTÍBEROS Organización y gobierno antes de la llegada de Roma

Los escritores romanos que relatan la campa- queño tamaño, aldeas y otros emplazamientos ña que Catón realizó en el 195 a. C., internán- estratégicos perfectamente comunicados entre dose hacia el Sistema Ibérico, describen una sí. Existían castillos y poblaciones de mediano Celtiberia salpicada de ciudades. Los territorios tamaño dotados de buenas defensas artificiales controlados por estas ciudades estaban ocupa- que permitían el control y dominio de amplias dos por una multitud de asentamientos de pe- zonas y de sus vías de comunicación.

Por Alfredo Jimeno. bros se regían por una serie de debe- do lo que se conoce históricamente res, derechos y prácticas religiosas, por populi, como los celtíberos. La sociedad celtibérica, a lo largo de que obligaban a todos. Esta forma de A partir del siglo V a. C. se obser- los siglos VI-I a. C., fue adoptando organización suprafamiliar, quedaba va una marcada tendencia a una ma- una estructura más jerarquizada. Ini- estructurada en gentilitates (etnoló- yor complejidad social, que se aprecia cialmente, se caracterizó por comu- gicamente, clanes), divisiones de una en la incorporación de nuevos y más nidades relacionadas por estrechos organización superior –la gens o tri- variados elementos de procedencia lazos de parentesco a través de un bu– que a su vez podían agruparse o diversa, relacionados con el Medite- antepasado común, con un uso colec- confederarse constituyen- tivo de la tierra o territorio en que se asentaban. El conjunto de sus miem-

Casas celtibéricas reconstruidas en Numancia. Constan de tres estancias: vestíbulo, cocina- hogar y despensa. También hay una sala subterránea para almacenar los alimentos. invierno·2011 33

rráneo, el valle del Ebro y la Meseta, que se ocupaban de la tierra y la casa, además de ciertas aportaciones de la mientras los hombres se dedicaban a la órbita continental de la cultura de La guerra. También eranaquellas las que Tène. Este proceso de jerarquización escogían marido entre los guerreros conllevará el abandono de las estructu- Antes de la llegada más valientes, las que transmitían la ras parentales anteriores, establecién- de Roma la sociedad herencia, además de estar dispuestas, dose nuevas raciones de dependencia como se observa en algunos textos, a personal, basadas en la propiedad pri- celtíbera ya estaba participar en los conflictos bélicos, pe- vada de la tierra, sobre todo a partir del organizada en leando como los hombres, si no eran siglo IV y III a.C., desembocando en la estos capaces de ocuparse eficazmente creación de ciudades. ciudades de los asuntos de la guerra. Inicialmente, los celtíberos se ba- A partir del siglo III a. C. se acusa saban en la propiedad colectiva de la legiado de los miembros de este grupo un proceso de celtiberización visible en tierra o territorio. En la cúspide de esta venía marcado por el nacimiento y no la expansión de las fíbulas de caballito sociedad se encontraba una élite gue- por los méritos adquiridos en vida, y les (reflejo de una clase ecuestre predomi- rrera que concentraba el poder político, permitió ejercer relaciones de igualdad nante), junto a otros elementos como proporcionando al resto de la población a través de instituciones como el hospi- los sufijos en “–briga” de las ciudades, protección frente a posibles ataques ex- tium, que fue evolucionando a lo largo así como antropónimos celtibéricos, los teriores. El estatus privi- del tiempo. Surgen gentilicios en genitivo plural y las tese- así la clientela –que ras de hospitalidad, incluso de algunas establecía relacio- divinidades célticas, que se extienden Foto: A. Plaza nes recíprocas pero por las zonas de medio ambiente pas- asimétricas entre el toril, con un sustrato socioeconómico y patrón y sus clien- etnocultural similar de las zonas de la tes– y la devotio, Meseta y del norte peninsular, llegando una versión extre- también a zonas extremeñas, como la ma y con conte- Beturia Céltica. nido religioso de Con anterioridad a la llegada de los la clientela en la romanos, la organización parental cel- que el guerrero tibérica, con la extensión de la agricul- podía incluso lle- tura, había comenzado a modificar sus gar a dar la vida bases, mostrando diferencias sociales para proteger a y perdiendo su condición igualitaria, su jefe. Las tum- extendiéndose la propiedad privada e bas de este grupo iniciándose el desarrollo urbano. Se aristocrático ate- establecieron nuevas relaciones de de- soran ricos ajua- pendencia impulsadas por el trabajo res compuestos especializado de artistas y artesanos por armas y (orfebres, broncistas, herreros, cera- elementos de adorno, refe- mistas...) que cubrían las necesidades y rentes de su estatus. fabricaban con gran maestría y singula- Aunque la riqueza era la gana- ridad objetos que resaltaban el prestigio dería, el sustento dependía del traba- de estas élites. jo de la tierra. Es posible, como indi- ca Estrabón para los cántabros, Una estructura compleja que fueran las mujeres las Será con la conquista romana cuando los textos clásicos aportan referencias e información para aproximarnos a la organización social del mundo celtibé- rico, pero esta documentación corres- Dos muestras de la artesanía ponde al momento de máximo desarro- celtibérica. Arriba, fíbula de caba- llo, cuando la cultura celtibérica ya se llito con jinete, de la necrópolis de organizaba en ciudades. Numancia. A la izquierda, jarra En ese momento, la referencia trilobulada con decoración figura- política y jurídica para un celtíbero da, hallada en la ciudad. Archivo era su marco urbano de procedencia,

Foto: Ecelan Museo Numantino. entendido con el territorio que con- 34 hiems·mmdcclxiiii·auc

trola y le da sentido, donde se distri- buye la población rural, diseminada en entidades menores o aldeas y los “castillos” de control. A esta realidad El gobierno, en manos de se refieren las crónicas cuando dicen que «Escipión dio Numancia y su veteranos y líderes jóvenes territorio a aquellos indígenas que le habían ayudado a conquistar la ciu- Las crónicas antiguas permi- entregasen los cabecillas de la ju- dad» (Apiano, Sobre Iberia, 98). Se ten identificar dos instituciones ventud. Como se le contestase que trata de una organización de ciuda- principales que tenían un peso se habían escapado, amenazó por des-estado, hasta tal punto indepen- específico en el gobierno de las medio de un pregón con saquear dientes, que cuando tienen conflictos ciudades celtíberas. Una era la la ciudad si no se los entregaban. en el enfrentamiento con los romanos asamblea de ancianos (seniores), Aterrorizados los de Lutia, le pre- y se plantean acuerdos de paz, cada cuyas funciones se veían comple- sentaron hasta cuatrocientos jó- una envía legados o embajadores a la mentadas por la asamblea de los venes. Escipión les hizo cortar las propia Roma, residiendo dentro de la jóvenes (juniores), los que em- manos y, retirando sus tropas, a la ciudad los representantes de las ciu- puñan las armas. aurora del día siguiente se halla- dades aliadas y fuera de ella los de las Estos órganos institucionales ba de nuevo en su campamento» no aliadas. aparecen bien reflejados en un (Apiano, Sobre Iberia, 93, 79). Estas referencias indican una orga- episodio del cerco de Escipión, En otra ocasión, los textos an- nización compleja, donde se pone de cuando el jefe numantino Retóge- tiguos indican que los arévacos manifiesto la existencia de una élite, nes se dirige a la ciudad de Lutia despreciaron a sus enemigos, y que estaría representada en la asam- pidiendo ayuda para Numancia, por ello «la multitud reunida en blea de ancianos o notables (senio- ante su inminente caída. Apiano pública asamblea decidió la gue- res), que ostentaba mayor poder de relata las reacciones encontradas rra contra los romanos» (Apiano, decisión, al controlar la ciudad polí- que esta petición creó entre los jó- Sobre Iberia, 94). tica y económicamente. venes y la asamblea de ancianos. Había otra asamblea, de tipo popu- Las disensiones se saldaron de lar, en la que participaba el pueblo en forma trágica: «En Lutia, ciudad armas, que nombraba a los jefes mi- opulenta, a trescientos estadios litares para conducir la guerra. Pero de Numancia, los jóvenes se de- la diferencia sobre la composición de clararon por los numantinos y estas dos asambleas alude también a empujaban a la ciudad para que la existencia de grupos de edad, entre los socorriese; pero los ancianos seniores y la juniores; es decir, está avisaron a Escipión. Recibió Esci- reflejando una organización no paren- pión estas noticias a la hora octa- tal de contenido social, con enfren- va, y se puso en marcha seguida- tamientos frecuentes entre ambas, al mente con cuantas tropas ligeras entender, de manera diferente lo que pudo; a punta de día rodeó Lutia era mejor para la ciudad (ver recuadro con sus soldados y exigió que se le de esta página).

La ética de la guerra Báculo de distinción. Otra figura que se cita también en las Necrópolis celtibérica de Numancia. crónicas romanas es la de los líderes Archivo Museo Numantino.

o jefes militares. Eran elegidos por Foto: A. Plaza la Asamblea para hacer frente a de- terminadas situaciones o necesidades bélicas. Tal designación se producía guerra, que asoma en la iconografía cogen a Ambon y Leucon, aunque en reconocimiento a su valor, capaci- de las representaciones cerámicas. posteriormente será el jefe Litennon dad militar, e incluso, cierta aureola Es el caso del jefe Caros, «famoso quien pacte la paz con Marcelo. En religiosa. Estas creencias muestran la por su valor», elegido conjuntamen- un momento más avanzado se cita- importancia de la guerra como forma te por los numantinos y segedenses rá a Megara y ya, en época del cerco de adquirir riqueza y prestigio, con para hacer la guerra contra el ejercito de Escipión, a Retógenes, de sobre- el ejemplo máximo de los combates de Nobilior (153 a. C.). nombre Caraunios, «el más esforza- singulares. Existía en estos pueblos A la muerte de Caros los aréva- do de los numantinos». Finalmente, una ética agonística vinculada a la cos congregados en Numancia es- para tratar la rendición con Escipión invierno·2011 35

enviaron los numantinos La existencia de je- Sirvientes en el mundo celtibérico cinco emisarios con el rarquización en Numan- jefe Avaros a la cabeza. cia y las ciudades celti- A su vuelta, conocidas «Pero Retogenes de Numancia, llamado de sobre- béricas se puede deducir las condiciones pactadas, nombre Caraunio, el más esforzado de los numan- sobre otro pasaje que se les acusó de traición y tinos, con cinco amigos a quienes había persuadido, habla de la situación fueron ejecutados. igual número de sirvientes y otros tantos caballos, preponderante de Retó- En diferentes ocasiones atravesó en una noche oscura el espacio que los se- genes sobre el resto de se menciona la figura de paraba de los romanos llevando consigo una escalera los ciudadanos, así como legados o heraldos que ne- plegable. Llegando a la muralla, la escaló él y sus de las diferencias entre gocian la paz. En 152 a. C. amigos; mataron a los centinelas, y enviando atrás a unos barrios y otros: un enviado de los nertobri- los sirvientes y haciendo trepar a los caballos por la genses se presenta en son escalera, cabalgaron hacia las ciudades de los aréva- «Reducidos ya los de paz cubierto con piel de cos, con ramos de súplica, pidiéndoles que enviasen numantinos a la últi- lobo, ante Marcelo. El ge- auxilio a sus hermanos los numantinos». ma desesperación y neral romano exigió que el abatimiento, sobresa- acuerdo fuera firmado por Apiano, Sobre Iberia, 93, 79 liendo él [Retogenes] todos los celtíberos, por lo entre todos los ciuda- que las ciudades de belos, danos por su nobleza, titos y arevacos destacaron riquezas y honores legados a Roma para estas negociacio- Algunas veces se mencionan sir- hizo un montón de materias in- nes (Apiano, Sobre Iberia, 48). vientes o esclavos, que revelan la flamables en su barrio, el más También se alude en Numancia a existencia de población al servicio hermoso de la ciudad, y le pren- la existencia de magistrados. En 137 de estas élites. Así sucede en un epi- dió fuego» (Valerio Máximo, He- a. C., tras el desastre sufrido por el sodio de la vida de Retógenes, en el chos y dicho memorables, III, 2, ejército romano de Mancino e inicia- que elude el cerco de Escipión acom- ext. 7). ◙ das negociaciones de paz, el cuestor pañado por cinco clientes y cinco Tiberio Graco trata con los magistra- criados. Este tipo de relación clien- dos de la ciudad para que le fueran telar, asimétrica, entre individuos PARA SABER MÁS: devueltas las tablillas de cálculos y de alto rango y los grupos de menor cuentas de su gestión, que formaban nivel social, está bien documentada • BURILLO, F. (2007): Celtíbe- parte del botín tomado por los numan- en las referencias escritas sobre los ros. Etnias y estados. Ed. Crítica, Barcelona (2.ª edición ampliada y tinos (Plutarco, Tiberio Graco, 5, 5). celtíberos. actualizada).

• BURILLO, F. (ed.): Simpo- sios sobre los Celtíberos: I, Los Celtíberos (1986); II, Necrópolis celtibéricas (1990); III, Pobla- miento Celtibérico (1995); IV, Economía (1999). Institución Fernando “El Católico, Diputa- ción de Zaragoza, Zaragoza; VI, Ritos y mitos (2008), Fundación Ségeda, Zaragoza.

• JIMENO, A. (ed.) (2005): Cel- tíberos, tras la estela de Numan- cia. Catálogo de la exposición Celtíberos. Salamaca.

• LORRIO, A. J. (2005): Los Celtí- beros. Bibliotheca Archaeologica Hispana 25, Complutum Extra 7, Real Academia de la Historia, Madrid (2.ª edición ampliada y actualizada).

Reconstrucción de la muralla • SALINAS, M. (1996): Conquis- norte de Numancia, con la ta y romanización de Celtiberia. Universidad de Salamanca. puerta protegida por torres Salamanca. cuadradas de madera. 36 hiems·mmdcclxiiii·auc

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CELTÍBEROS La muerte entre los vacceos

Caer en la batalla era un fin honorable para los guerreros celtíberos, ya que de esta forma pensaban que llegarían más directamente al mundo de ultratumba. Sus viudas seguirían habitando el hogar, custodiado por las ánimas de los hijos fa- llecidos en la más tierna infancia y enterrados bajo el suelo fa- miliar. La muerte era algo ubicuo y familiar para los que habi- taron el norte de la Meseta antes de la llegada de los romanos.

Por Eduardo D. Sandino El desarrollo de una investiga- ción continuada y sistemática en la Hace ya 2400 años, el pueblo vacceo necrópolis de Las Ruedas y en la de la ciudad de Pintia estableció un ciudad de Las Quintanas, en Pintia, lugar en el que depositar a sus muer- está proporcionando referencias no- tos. La necrópolis de las Ruedas se vedosas. Más allá de su valor como encuentra en Padilla de Duero (Peña- ejemplo único de las costumbres de fiel, Valladolid) y se utilizó durante los habitantes del medio Duero fren- nada menos que seis siglos, desde el te al hito de la muerte, la necrópo- IV a. C. al II d. C., momento en el lis ha rendido depósitos funerarios que se detuvo su actividad. de excepcional riqueza, tanto desde Este espacio sirvió probablemen- el punto de vista cuantitativo como te como punto sagrado de encuentro cualitativo. Pues son muy numerosas entre los vivos y sus antepasados, un en cada tumba las ofrendas y ajua- lugar en el que centrar el culto a los res que acompañaron en su postrer ancestros y hacer presente la memo- viaje a los finados; y los elementos ria de los ausentes. En la necrópolis que marcan un alto estatus social no de Las Ruedas más de una veintena son extraños en el ámbito funerario de generaciones de vacceos, algunos de Las Ruedas, y se hallan presentes de ellos ya plenamente romanizados, en un número notablemente elevado recibieron el último adiós. de los conjuntos exhumados. Las in- tervenciones nos están ofreciendo la posibilidad de acercarnos, a través de la arqueología de la muerte, a las características de la sociedad, la eco- Puñal decorado, encontrado entre el ajuar de una nomía y el sistema religioso y ritual tumba de Pintia. Museo de Valladolid. del pueblo vacceo. invierno·2011 37

Entre los pueblos célticos de His- llos que han muerto en combate, y se pania existía un concepto de honra incinera a los que no han muerto de en la muerte que relacionaba esta ésta manera. Esto implica en cierta con la manera de morir. Las fuentes forma que la muerte en combate se nos confirman que la existencia de Caer en combate era consideraba más honrosa. dos rituales funerarios diferenciados para aquellos que habían muerto en uno de los máximos Los vacceos (pueblo de Oc- la guerra –con honor– o de enferme- honores al que podía cidente) ultrajan los cadáveres dad u otras causas. Entre celtíberos y de los muertos por enferme- vacceos (a pesar de que ha sido du- aspirar un guerrero dad, ya que consideran que ramente debatido el caso de estos úl- han muerto cobarde y afemi- timos) se expone al aire libre a aque- nadamente, y los entregan al

Treinta años de estudios de un yacimiento único

A menos de medio kilómetro de la te, vienen realizán- ciudad de las Quintanas, donde se dose desde el año halla el yacimiento en el que en- 1979. Los trabajos cuentran los restos de Pintia, está de excavación que la necrópolis. El arroyo de la Vega se desarrollaron separa el antiguo núcleo urbano de entre 1985 y 1987 www.pintiavaccea.es la zona de enterramiento, que cons- afectaron a una tituiría un importante vertebrador superficie de 500 del día a día pintiano. metros cuadrados, en Vista aérea parcial del yacimiento de Los estudios, entre ellos la des- la que se recuperaron más de 70 Pintia. En amarillo la zona de Las tacable estratigrafía horizontal do- tumbas y se definió una modélica Quintanas, datada en la Segunda cumentada por Sanz Mínguez, nos estratigrafía horizontal que trans- Edad del Hierro. En rosa, la zona permiten conocer un área que se curre desde el siglo IV a. C. al I de Zorita, con restos de la Primera expande en dirección norte, cada d. C. Los trabajos en la necrópo- Edad del Hierro. vez más cerca de la zona conocida lis vaccea de Las Ruedas ofrecie- como Los Cenizales. Esta revelado- ron una primera aproximación a la ra toponimia corresponde al pago escatología vaccea hasta entonces destruidas que ofrecen un interés en el que probablemente se encon- desconocida o inédita. No hay que complementario. traría el ustrinum, el lugar donde se olvidar que Las Ruedas constituye Nos encontramos frente al regis- cremaban los cadáveres. un enclave único dados los pocos tro arqueológico de uno solo de los El interés principal del estudios datos extraíbles de otros yacimien- pasos de un ritual funerario que pro- del recinto funerario radica en que tos como Eras del Bosque, Tariego bablemente tuviera una evolución la mayoría de las necrópolis mues- de Cerrato y Palenzuela (Palencia) dilatada en el tiempo. Probablemen- tran factores de conservación muy o Cuéllar (Segovia). te implicaría actitudes cuya existen- favorables, así como hallazgos in- A partir de 2000 y, sobre todo, cia no nos ha dejado evidencias de usuales en otros contextos. Al mis- desde 2002, momento en el que ningún tipo, por pertenecer estric- mo tiempo ofrecen la posibilidad de se inician los trabajos ya de mane- tamente al ámbito de las creencias. datar relativamente los artefactos ra ininterrumpida hasta 2010, este Pese a las limitaciones de este re- exhumados al tratarse de depósitos cementerio ha venido proporcio- gistro arqueológico, las excavacio- cerrados. nando nuevas evidencias. Se han nes son las únicas fuentes de datos Las intervenciones arqueológi- recuperado casi medio centenar de con los que rellenar la información cas en la necrópolis de Las Ruedas nuevos conjuntos funerarios, amén sesgada por los siglos y la falta de (Padilla de Duero, Peñafiel, Valla- de numeroso material en posición fuentes escritas sobre la vida –y la dolid), si bien de forma intermiten- secundaria, resultante de tumbas muerte– entre los vacceos. 38 hiems·mmdcclxiiii·auc

Foto: Ángel Torres

fuego; pero a los que han per- tanto contra enemigos como entre dido la vida en la guerra, los Felices en la batalla hombres del mismo grupo. La lucha consideran nobles, valientes uno contra uno es también un cere- y dotados de valor y, en con- monial previo al combate, un sistema secuencia, los entregan a los «Los celtíberos tienen prepara- para augurar el resultado de la bata- buitres porque creen que estos do el ánimo para la muerte y el lla, o una manera de mostrar el valor son animales sagrados (Clau- cuerpo para la fatiga y luchan individual del combatiente y del con- dio Eliano, Historia de los ani- contra ellos mismos cuando tingente al que representa. males, X, 22). no existe contrincante exterior Este sistema, que resultaba ex- […]. Se muestran felices en las traño a los cronista militares roma- Se ha afirmado en fuentes secun- batallas y se lamentan en las nos, muestra su importancia durante darias que los vacceos incluso con- enfermedades». el asedio de Intercatia, cuando un sideran una cobardía la muerte de un Silio Itálico jefe de la ciudad retó a un combate varón fuera del ámbito guerrero. Des- a Escipión. Generalmente el guerre- de un punto de vista antropológico, ro que lleva a cabo la acción heroica el muerto en combate no necesita ser del combate individual es no solo el purificado por el fuego, pues su ma- más diestro, sino el que disfruta de nera de morir ya es pura por sí misma, una posición más elevada dentro del haciendo innecesario este ritual. grupo social. Este tipo de combates El combate individual es también individuales destinados a la osten- algo harto frecuente entre estos pue- tación de la propia habilidad y valor blos, parece reservado a los jóvenes. El combate individual también aparenta ser una actividad relacio- nada con el rito funerario, como se desprende de la descripción de los Una figura hu- funerales de Viriato, en los cuales mana rodeada de numerosas parejas de guerreros aves. Esta imagen, se baten a muerte ante la tum- hallada en una ba de este en señal de duelo. A cerámica pintiana estas monomaquias parecen parece represen- tar el ritual de referirse los restos de estelas descarnamiento discoides encontrados en la ne- del cadáver de un crópolis, relacionados con los guerrero vacceo. del grupo burgalés de Clunia, invierno·2011 39

Lara o Bezares y de otros hallazgos el margen de muestra a los indivi- próximos como la estela soriana de duos menores de trece años. Borobia. En Pintia, las excavaciones re- Podemos obserbar monumentos cientes proporcionan algunos restos funerarios parecidos en otras zonas. humanos inhumados en la ciudad de Así, tenemos las grandes estelas En algunos momentos Las Quintanas, correspondientes a discoides con decoración astral de la mortandad infantil niños neonatos o de edad inferior a Cantabria (en Lombera, Barros y dos años, bajo los suelos de sendas Zurita, con algunas de dos metros llegó a situarse entre viviendas. Estamos hablando de un de diámetro); las estelas sin deco- el 55 y el 72% ritual diferente para un sector de la ración de Asturias (Aller, Duesos, población que, dada su alta tasa de Caravia o Coaña, con 1,5 metros de mortalidad, no es considerado o re- diámetro); o las piezas con motivos forma de conseguir prestigio, rique- conocido socialmente en tanto en de lacería y esvástica, desarrolladas za y reconocimiento social a través cuanto no supera una edad crítica. en época romana a partir quizás de de razzias, mercenariado, combates Elocuente en este sentido es el pasa- la tipología discoide preaugustea de singulares, etc. La “muerte bella” es je que afirma que «es una costumbre los ejemplares conocidos de Clu- la culminación de un modo de vida universal no incinerar a una persona nia. Estos monumentos exhiben la agonístico y las armas son los instru- antes de que le salgan los dientes» iconografía característica del jinete mentos adecuados y más preciados (Plinio, Historia Natural, 7, 72). lancero o con escudo (caetra). Otros para conseguir ese ideal. En Numancia, las excavaciones motivos habituales son un guerrero antiguas proporcionaron numerosos ante un toro y también la represen- El enterramiento infantil restos humanos inhumados, entre tación de serpientes rodeando la fi- En los cementerios vacceos llama ellos los de un niño bajo el suelo de gura de un animal carnicero sobre la atención la escasa representación una vivienda. En el ámbito celtibé- un bóvido y peces. Algunos de estos de tumbas de niños. No olvidemos rico está documentada esta práctica últimos ejemplares presentan ins- que la tasa de mortalidad infantil en en lugares como Fuensaúco, en La cripciones. la Antigüedad supera con creces el Coronilla, Alto Chacón y el Cabe- Destaca el papel jugado por el ar- 25% en los infantes menores de un zo de las Minas de Botorrita. En la mamento en una sociedad con una año, alcanzando niveles de entre el necrópolis de La Yunta, de 109 ente- ética fuertemente agonística, en la 55% y el 72% en algunos momentos rramientos, se han podido identificar que la actividad de la guerra era la de la Edad del Hierro si ampliamos el sexo y la edad en 68 de ellos, lo

Las piedras hincadas señalan la existencia de ente- rramientos pintianos, que se prolongaron hasta bien entrada la ocupación romana de la zona. Foto: Pintia Foto: 40 hiems·mmdcclxiiii·auc

que representa un 61,5%: 33 muje- res (48,5%), 29 hombres (42,5%) y 6 niños (9%). Una situación similar se constanta en necrópolis ibéricas como la de Cabezo Lucero, donde los niños siempre tienen edades su- periores a los dos años. Tampoco hay restos de individuos perinatales en la necrópolis pintiana.

La incineración, ritual normativo La cremación del cadáver se llevaba a cabo en el ustrinum, en el paraje co- nocido expresivamente como Los Ce- nizales, por el cúmulo de cenizas allí existente. Localizado a unos 300 me- tros de la necrópolis de Las Ruedas, en este lugar se practicaba la incine- ración utilizando piras de madera. El conocimiento de las piras funerarias resulta escaso; referencias a manchas carbonosas relacionadas con los ustri- na en el mejor de los casos. En Numancia se han podido di- ferenciar cincuenta y ocho manchas carbonosas y cenicientas, sin restos

de cremación humana, ni ajuar. La Foto: Libertykitty madera detectada se corresponde con pino y, en menor medida, sabi- na y encina. Las referencias desde Elementos habituales en una el marqués de Cerralbo a este tipo de hallazgos son frecuentes, así como en cementerios excavados tumba a orillas del Duero más recientemente donde se habla El estudio de los enterramientos es realizar el tránsito al Más Allá. Exis- de silicernia o fuegos de ofrenda. una de las formas más habituales ten también algunas ofrendas ani- Recientes análisis de la necrópolis de acercarse a una sociedad, ya males que testimonian el banquete de Numancia (con 23 sepulturas) que el registro arqueológico de la funerario, e igualmente el carácter permiten señalar la selección de la última morada revela mucho sobre viático, junto con algunos conteni- muestra ósea –sobre todo restos de la ideología y las prácticas de las dos en recipientes, para el mundo de cráneo y de huesos largos– y su no- gentes que los construyeron. En la ultratumba (en la imagen superior, table fragmentación, parece que in- Pintia de finales del primer milenio ajuar encontrado en una excava- tencionada. a. C. los expertos suelen encontrar, ción, en Pintia). Un aspecto llamati- Llama la atención, de un lado la sea cual sea la situación social de vo de algunos ajuares es la inutiliza- escasa presencia de huesos en tum- su ocupante, elementos bastante ción a la que han sido sometidos en ba –de las 155 solo 76 cuenta con habituales en todos los depósitos: ocasiones espadas, puñales, puntas ellos– y de otro la escasez de la mis- de lanza y soliferrea; así como tam- ma, con cantidades realmente limi- ◊ Loculus: Hoyo de dimensiones bién placas decorativas. tadas, de máximo 41 gramos. Dato variables abierto en la terraza geo- que no se corresponde con lo acae- lógica estéril formada por arenas y ◊ Lajas situadas en la parte inter- cido en la necrópolis de La Yunta, gravas. na del enterramiento, que suelen donde la cantidad alcanza hasta los tener una función eminentemente 500 gramos, con una media de 300. ◊ Ajuares y ofrendas. La crema- selladora. La temperatura a la que se realizaba ción iba acompañada de diversos la cremación oscila entre los 600 y elementos, propios del difunto y ◊ Estelas con función externa se- los 800 ºC. ofrendados por sus allegados, que ñalizadora y, en ocasiones, tam- Una vez reducido el cuerpo a unos incluyen alimentos y bebida para bién selladora. pocos huesos, estos eran recogidos invierno·2011 41

habitualmente en una urna cerámica junto a los ajuares asociados, trasla- dándose al hoyo abierto en el cemen- terio. Estos hoyos en Pintia son de Representación forma oval o redonda, en ocasiones moderna en metal de protegidos por piedras. una estela circular El análisis de los ajuares funera- con jinete, en la rios permite establecer una serie de necrópolis de Las asociaciones que, por su repetición, Ruedas, en Padilla de cabe vincular con grupos caracte- Duero (Valladolid). rísticos de la sociedad celtibérica. Existe un conjunto de tumbas de va- rones guerreros, en las que aparecen espadas, puñales, lanzas, jabalinas, escudos y cascos en diferentes com- binaciones. A ellos suelen asociarse cuchillos, arreos de caballo y pun- zones, menos usualmente hoces y tijeras. También, en ocasiones, po- demos encontrar broches de cintu- rón y fíbulas. Foto: R. Pastrana Un segundo grupo está formado por ajuares con elementos de adorno personal: espirales, pulseras, braza- mayor medida el ritual que prece- tar algún tipo de banquete ritual letes múltiples, pendientes, pectora- día y seguía al momento del depó- e incluso juegos funerarios. Todo les, etc., así como fíbulas, broches de sito de los restos en la necrópolis. ello nos acercará más a este pueblo cinturón o las fusayolas, punzones, También conoceremos mejor los que tantos problemas causó a los cuchillos. Estos enterramientos co- pasos del ritual entre los cuales po- romanos antiguos en los bosques rresponden a individuos femeninos, demos con total probabilidad con- del territorio vacceo. ◙ pero en ocasiones tal vez también masculinos, como se ha demostrado en Carratiermes, donde se han ha- PARA SABER MÁS: llando tumbas con pectorales, o en Numancia, con signa equitum. Por último, existe un número im- • BURILLO MOZOTA, F. (coord.) • MARTÍN VALLS, R. (1985): (1990): Necrópolis celtibéricas. “Segunda Edad del Hierro”. En J. portante de tumbas que resultan de II Simposio sobre los celtíberos. Valdeón (dir.), Historia de Castilla y difícil adscripción, con objetos que Institución Fernando el Católico, León. I. La Prehistoria del Valle del aparecen indistintamente en uno Zaragoza. Duero. Ámbito, Valladolid, 104-131. u otro grupo, sobre todo fíbulas y • DELIBES DE CASTRO, G., ROME- SANZ MÍNGUEZ, C. (1997): “Los bronces de cinturón. RO CARNICERO, F. y MORALES MU- vacceos: Cultura y ritos funerarios Actualmente, los investigadores ÑIZ, A. (eds.) (1995): Arqueología de un pueblo prerromano del valle del mundo vacceo se centran en las y medio ambiente. El Primer Milenio medio del Duero. La necrópolis de diferencias entre los ajuares, que a. C. en el Duero Medio. Junta de Las Ruedas, Padilla de Duero (Va- Castilla y León, Valladolid. lladolid)”, en Memorias, Arqueología muestran en un primer momento una en Castilla y León, 6. Valladolid. clara distinción entre objetos metáli- • DELIBES DE CASTRO, G., ESPAR- cos y otros cerámicos, especialmente ZA ARROYO, A., MARTÍN VALLS, • SANZ MÍNGUEZ, C. y VELASCO cerámicas vasculares. La mayoría R. y SANZ MÍNGUEZ, C. (1993): VÁZQUEZ, J. (eds.): “Pintia, un op- “Tesoros celtibéricos de Padilla de pidum en los confines orientales de presentan objetos de carácter per- Duero”. En F. Romero Carnicero, C. la región vaccea”. En Investigaciones sonal, mientras que otros recogen San Mínguez y Z. Escudero Navarro Arqueológicas Vacceas, Romanas y ofrendas de lo que podríamos consi- (eds.), Arqueología vaccea. Estu- Visigodas (1999-2003). Universidad derar una liturgia funeraria. dios sobre el mundo prerromano de Valladolid. Valladolid. en la cuenca media del Duero. Asimismo, el análisis de los re- Junta de Castilla y León, Valladolid, • WATTENBERG, F. (1959): La siduos en los restos de cerámica págs. 397-470. Región Vaccea: celtiberismo y vascular permitirá definir y confir- romanización en la cuenca media mar la existencia de determinadas • HODDER, I. (1990): Análisis del Duero. Bibliotheca Praehistorica espacial en arqueología. Crítica, Hispana, 2. CSIC y Diputación de sustancias en el entorno funerario. Barcelona. Valladolid, Madrid. Su estudio permitirá conocer en 42 hiems·mmdcclxiiii·auc

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La llegada de Roma transformó profundamen- te la vida y el entorno de algunas zonas. En la foto, panorámica de Las Médulas (León).

Fotos: Grupo de Investigación sobre Estructura Social y Territorio. Arqueología del Paisaje. CCHS. CSIC.

LOS PUEBLOS DEL NOROESTE Una luz diferente sobre la sociedad castreña Los pueblos del noroeste de la Península Ibérica han apare- cido tradicionalmente como herederos de la tradición celta y renuentes a la romanización. Inés Sastre Prats, investigadora del CSIC, revisa los tópicos sobre estas sociedades y pro- pone un nuevo enfoque que las convierte en las principales afectadas por la irrupción de nuevos valores y formas de vida llegadas desde el Mediterráneo.

Por Inés Sastre Prats. centrados en los cambios que impuso la dominación romana de estos terri- Durante más de veinte años, el grupo torios. Estos proyectos se han basado de investigación sobre “Estructura so- en estudios sobre las dinámicas de los cial y territorio. Arqueología del Pai- paisajes antiguos. saje” del CSIC ha desarrollado pro- Entre los resultados más relevan- yectos de investigación en el noroeste tes del grupo de investigación está y el occidente de la Península Ibérica la reinterpretación de las sociedades del Hierro del noroeste. Nuestros estudios de paisaje han proporcio- nado una imagen bastante diferente Torso de un guerrero galaico. Escultura de la generalmente admitida y que Instituto del Patrimonio Cultural de España de Cultural Patrimonio del Instituto procedente de Armeá (Orense). sigue imperando en gran medida en invierno·2011 43

el mundo académico. El conjunto del noroeste peninsular –incluyendo Ga- licia, Norte de Portugal, y occidente El paisaje, una creación social de Asturias, León y Zamora– ha sido El término paisaje, originario de les que le rodean. Esta corriente considerado tradicionalmente el ám- la geografía, hace referencia a las también hace especial hincapié en bito de desarrollo de la cultura castre- realidades espaciales que surgen las formas en las que un pueblo ña. Como elementos definitorios de de la interacción entre las so- delimita y se apropia del espa- esta cultura se han utilizado algunos ciedades y su espacio habitado. cio, así como la conceptualización rasgos arqueológicos característicos Este concepto ha sido adoptado simbólica de estos actos, que se de los sectores costeros meridionales por una corriente académica que analizan desde un punto de vista en los momentos más tardíos de la pretende superar la idea de que el diacrónico para definir los proce- Edad del Hierro, como son los gue- espacio es un mero marco pasivo sos de cambio. rreros galaicos, las llamadas saunas o en el que actúan las sociedades. Por la naturaleza de sus pre- los asentamientos fortificados de ma- En opinión de la arqueología del guntas, los arqueólogos del paisaje yor tamaño. paisaje, el espacio es una creación abordan sus investigaciones tra- El referente más popular para defi- cultural que forma parte integran- tando de encajar los registros ar- nir a los grupos humanos es el de los te de esas mismas sociedades. Su queológicos y el análisis crítico de celtas, tras el cual se suele esconder la estudio incluye, entre otras cosas, las fuentes literarias. En la unión idea de que son sociedades gobernadas la distribución del poblamiento y de estas dos fuentes buscan la res- por guerreros. Se suponen formas de su relación con los recursos y con puesta a cómo se organizaban las vida y pensamiento iguales a las de otros elementos medioambienta- sociedades antiguas. las sociedades europeas más jerarqui- zadas, bien contemporáneas, o bien incluso posteriores. Por eso la vida de los castros se ha ilustrado, por ejem- Marco geográfico de los pueblos del noroeste plo, recurriendo a las descripciones de Julio César sobre las Galias o a los tex- tos medievales irlandeses que narran las historias míticas de héroes locales. Estas etiquetas, propias del histo- ricismo cultural, han consolidado una visión erróneamente homogénea de un territorio muy amplio y muy diver- so, ya que se basan en la utilización de modelos inadecuados para enten- der las formas de organización social.

Resistencia a las jerarquías Parece que se considera necesaria la existencia de poderosos jefes en estos momentos avanzados de la Protohis- toria, puesto que se teme que otras al- ternativas condenen al subdesarrollo y al atraso a las sociedades del pasado (¿y con ello también a sus “descen- dientes” actuales?). Por ello se han de los tiempos que les tocó vivir. Hemos definido estas sociedades sepultado en el olvido las comunida- Una de sus particularidades es centradas en la comunidad/castro a par- des agrarias, cuya relevancia es fun- haber conseguido neutralizar la divi- tir del registro arqueológico de dos re- damental puesto que, en torno a ellas, sión social y las tendencias a la jerar- giones leonesas: el Bierzo y la Cabrera. se explica el registro arqueológico de quización. No son, ni mucho menos, El talento extraordinario de M.ª Dolores las sociedades castreñas. Estas co- residuales o atávicas, sino que mues- Fernández-Posse permitió caracterizar munidades desarrollaron importantes tran procesos históricos originales con maestría sus rasgos esenciales a estrategias productivas, sociales, po- que están resultando para nosotros, partir del estudio de tres asentamien- líticas y simbólicas que resultan estar los investigadores actuales, una tos leoneses y su territorio: El Castrelín perfectamente en consonancia con lo fuente importantísima de reflexión de San Juan de Paluezas, el Castro de que ocurría en otras regiones euro- tanto desde el punto de vista arqueo- Borrenes (en el Bierzo) y la Corona de peas y con lo que les exigía el devenir lógico como antropológico. Corporales (en la Cabrera). 44 hiems·mmdcclxiiii·auc

Fernández-Posse se basó para ello en el concepto sociológico Territorio y recursos de El Castrelín de campesinado. A partir de estos (San Juan de Paluezas) asentamientos hemos desarrolla- do un modelo de sociedad que consideramos típico de la Edad del Hierro del noroeste (VIII-I a. C.), aunque con numerosas va- riaciones locales. Quedan exclui- das las regiones más meridiona- les y costeras a partir de, más o menos, el siglo III a. C.

Pequeñas comunidades Los castros prerromanos son comunidades pequeñas con una delimitación clara y visible. No suelen superar los 200 habitan- tes, aunque la mayoría seguro que albergarían muchos menos. Esta manejan habitualmente los antro- ciones evitaban activamente llegar cifra es importante porque es la que pólogos como umbral crítico para a ese umbral crítico, de modo que entender la complejidad social. Por cuando la población crecía, segura- encima de este umbral sur- mente el castro se segmentaba dando gen problemas y conflictos lugar a otro asentamiento. La muralla, sociales que ya no se pueden por otra parte, también tenía una fun- resolver en el cara a cara co- ción hacia fuera: resaltaba el castro y tidiano. proclamaba su preeminencia sobre el Los castros están claramen- espacio circundante, sustento de sus te delimitados y suelen estar moradores. amurallados. Sabemos por los El hecho de que toda la población ejemplos bercianos que la mu- habitara en el mismo tipo de asenta- ralla era el primer ele- miento indica que las comunidades mento que se construía estaban muy bien definidas y clara- cuando se iniciaba un mente contrapuestas las unas frente a asentamiento. Con ello las otras. Todos sus habitantes tenían se ponía límite al creci- muy claro quién formaba parte de miento de la población. cada comunidad y poseía, por tanto, No se ha documen- acceso a sus recursos. Esto es algo tado ningún caso de muy característico de las sociedades castro prerromano que agrarias complejas: la vida se adapta supere ese límite y cu- al ciclo agrario, cuyos rendimientos yas edificaciones lo involucran a varias generaciones. desborden. Deducimos Los estudios sobre el territorio de de esto que las pobla- los castros indican que en el entorno cercano las poblaciones dis- ponían de todos los recursos necesarios para desarrollar un sistema productivo au- tosuficiente. La estrategia Sobre estas líneas, plano económica estaba condi- del castro de Borrenes cionada por la minimiza- (León), con una foto- ción de riesgos y la diver- grafía de parte de su sificación de la producción. muralla. A la derecha, Como se ve en el caso de El el yacimiento de El Castrelín de San Juan Castrelín, el entorno circun- de Paluezas, también en dante incluye zonas aptas la provincia de León. para el cultivo de secano y invierno·2011 45

de regadío, puntos de agua, áreas de Unidades domésticas de El Castre- extracción de materias primas (arci- lín de San Juan de Paluezas. Foto lla, hierro), etc. de un sector excavado y plano. Todas las unidades domésticas Cada unidad doméstica (en distinto del poblado tenían acceso a la tierra color) está conformada por la agre- y controlaban su propia producción gación de espacios. agraria. Esto se puede saber a través del estudio de las viviendas y de su distribución dentro de cada asenta- miento. Las unidades domésticas es- taban construidas por agregación de espacios con distinta vocación fun- cional: hogar, zonas abiertas, peque- ños talleres y almacén. permita definir una Los almacenes son las construc- jerarquización de ciones que presentan un mayor cui- asentamientos cas- dado en su ejecución. Se trata de un treños o una dife- espacio sobreelevado en el que se renciación funcio- conservaban alimentos y produccio- nal de los mismos nes agrarias (grano, carnes curadas, en un momento etc.). Es digno de mención el hecho pacios de acceso exclusivos y visual- estrictamente pre- de que los almacenes mantienen un mente ocultos para otras unidades rromano. Esto nos lleva a suponer que tamaño similar a lo largo del tiempo. domésticas. No existen espacios pú- cada castro tomaba sus propias deci- Todas las unidades domésticas dispo- blicos que articulen las diversas uni- siones a escala comunitaria. nen de un espacio total más o menos dades domésticas. Existen espacios ¿Cómo se establecieron las rela- equivalente, poseen su propio alma- de tránsito, pero no calles a las que se ciones entre castros? Por una parte, cén y se distribuyen en el asentamien- abran las viviendas y permitan articu- parece claro que estas relaciones fue- to buscando autonomía y aislamiento. lar de manera global el espacio. ron conflictivas. Cada comunidad está Esto lo consiguen construyendo sus Además de la autosuficiencia eco- cerrada sobre sí misma, y se identifi- propios muros (no existen muros nómica, los castros se caracterizan ca muy claramente frente a las otras medianeros con otras uni- por su independencia política. No comunidades. Pero al mismo tiempo, dades domésticas) y hay todavía ningún aná- necesita a los demás, puesto que una definiendo es- lisis regional que comunidad de menos de doscientos habitantes no puede, por razones bio- lógicas, ser autosuficiente en cuanto a la reproducción. Hay que suponer, por tanto, la existencia de relaciones entre asentamientos que no dieron lugar a la definición de entidades políticas supra- locales de carácter regional. Por lo tanto, la estructura social de estos castros gira en torno a dos niveles, articulados por dos tipos de segmentos sociales repetidos. Por una parte, la comunidad/asentamiento. Por otra, las unidades domésticas dentro de cada asentamiento. De aquí deducimos que estamos ante formas de organiza- ción social comunitarias en las cuales funcionan mecanismos que neutrali- zan el surgimiento de jerarquías o gru- pos dominantes, dando lugar a lo que hemos denominado como sociedades Reconstrucción de un sector excavado agrarias segmentarias. Entre estos me- de El Castrelín, con una canismos destacan el control de creci- unidad doméstica com- miento de la población y de la estabili- pleta, con su almacén. dad del sistema productivo. 46 hiems·mmdcclxiiii·auc

Lo anterior no quiere decir que se tratara de poblaciones idílicas, pací- El metal en la Edad del Hierro ficas y sin conflictos. Las desigual- En el yacimiento de la Corona de fragmentos de moldes de sítulas, dades de género, edad y prestigio Corporales se ha documentado calderos metálicos con un proba- pueden darse por supuestas. Incluso una excepción a la autosuficiencia ble uso ritual. Es posible que estos hay que suponer la existencia de des- de los hogares castreños. Allí ha herreros fueran también orfebres, igualdades en cuanto a riqueza, si por aparecido un espacio especializa- aunque la metalurgia del oro no ello entendemos un mayor éxito en la do en la producción metalúrgica, está documentada directamente producción y en la reproducción de como revela la gran cantidad de en estos casos leoneses. determinadas unidades domésticas escoria documentada en el lugar. Hay que insistir en que todos por comparación con otras. Pero es Esta herrería tal vez proporcio- estos metales (hierro, plata, cobre, de suponer que todas estas unida- nase las herramientas necesarias estaño) pueden extraerse en las des domésticas estaban igualmente para todo el poblado a cambio de cercanías de la Corona de Corpora- representadas y tenían los mismos productos agrarios, puesto que no les. Lo mismo pasa con el oro que derechos y deberes en las asambleas posee almacén. Sea como fuere, era extraído de los ríos mediante el o reuniones en las que se tomaban esto indica nuevamente que, a pe- bateo, según indica Estrabón. Esta las decisiones. Existieron formas sar de la autonomía de las diver- labor exige cierto dominio técni- de desigualdad, pero lo importan- sas unidades domésticas, el siste- co, pero puede llevarse a cabo a te es destacar que no rompieron los ma productivo solo está completo escala doméstica o familiar, como límites impuestos por el peso de lo a escala comunitaria, de modo ocurre en el caso de las aureanas, comunitario, porque la propia es- que el peso de la comunidad es mujeres de una Galicia más recien- tructura social impedía activamente fundamental para entender la es- te que extraían oro de los ríos de esa ruptura. Es lo que denominamos tructura social. manera estacional para comple- resistencia. El herrero fabricaba también mentar la economía familiar. En relación con esta idea de riqueza productos de bronce y de plata, es forzoso hablar de la orfebrería cas- algunos de un nivel tecnológico treña, sobre todo del oro, y eso a pesar bastante alto, como indican los de que en el ámbito leonés de nuestros castros esta orfebrería es muy limitada. Hay que reconocer que las joyas plan- RESTOS DE LA FUNDICIÓN tean uno de los retos más difíciles para EN CORONA DE CORPORALES nuestro modelo de organización social Bronce comunitaria-segmentaria, sobre todo Hierro frente a los que defienden alternativas Escorias de hierro jerarquizadas o célticas, y sobre todo Revestimiento de horno cuando uno se enfrenta a joyas como Crisol los torques de oro, que tan directamen- Restos de crisol fundido te se han relacionado siempre con jefes y guerreros. Como hemos visto, todo el regis- tro arqueológico es claramente co- munitario y doméstico, y la propia extracción de los metales, incluido el oro, puede explicarse en ese mismo contexto. A esto hay que unir el he- cho de que no existe ningún elemen- to documentado arqueológicamente que se refiera al ámbito de lo simbó- lico, religioso o funerario entre estos castros prerromanos, a excepción –aparentemente– de la joyería. Por ello, nos resulta más lógico intentar explicar lo excepcional (torques) a partir de lo habitual (registro comu- nitario) que no al revés. En general la orfebrería castreña (arracadas, etc.) puede más o menos invierno·2011 47

explicarse dentro de las esferas do- rés: La expansión de determinados mésticas de esas unidades que ejer- Estados (antiguos y modernos) ha cen fuerzas “centrífugas” dentro de conllevado la imposición de una de- la cohesión comunitaria, pero que terminada visión distorsionada de son incapaces de romper con ella y los otros, evidentemente peyorati- promover la división social. va. No sólo eso: Casi siempre se El caso de los torques es algo más ocultan las formas de organiza- complejo. Para entenderlo hay que ción comunitarias –difíciles de Algunos estudiosos piensan considerar como elemento esencial conceptualizar– y se imponen que el significado de los tor- ese concepto de resistencia antes visiones muy jerarquizadas de ques podría ser difernte en indicado. Estos castros son el resul- las comunidades sometidas, los castros que en la sociedad tado de un proceso histórico que ha absorbidas o exterminadas. celtíbera. En la foto, torques de Burela (La Coruña). favorecido la imposición de formas Algo así ocurrió con la do- I. del Patrimonio Cultural de organización comunitaria en un minación romana. La resistencia momento en el que otras comunida- a la jerarquización de los castros des, no demasiado lejanas, derivaban segmentarios fracasa a partir de la hacia formas jerarquizadas de rela- conquista. El dominio romano se ción social. basó en la imposición de un sistema Los habitantes de estos castros tributario a través de las civitates, lo segmentarios conocen la desigualdad que implicó la aparición de nuevas y la jerarquización, pero viven en so- formas de organización social y te- ciedades cuya organización permite rritorial. que triunfe la resistencia frente a eso. aspectos, de- Uno de los mecanismos para ello es La aparición de las clases notan un cambio anular el carácter jerarquizante que Durante bastante tiempo aún per- social de primer orden. pueden tener determinados símbolos vivieron algunos rasgos castreños La conclusión de los nuevos es- en otros sistemas sociales. Posible- (formas constructivas, cerámicas...), tudios es paradójica. Territorios que mente el torques fue utilizado para lo que se ha interpretado tradicional- se catalogaron siempre como zonas enfatizar la cohesión comunitaria en mente como síntoma de continuidad indómitas y reflectantes de cualquier las relaciones entre castros, permi- y de escaso impacto de la romaniza- influjo civilizador mediterráneo, en tiendo identificar a algunos indivi- ción. Sin embargo, nuevos análisis realidad posiblemente fueron las que duos en calidad de representantes – como los realizados en Las Médulas sufrieron un cambio más radical con no de jefes– de sus comunidades. Es (área a la que se vinculan El Castre- el dominio romano. Mientras otros decir, que un mismo símbolo pudo lín y el Castro de Borrenes) indican territorios peninsulares llevaban si- tener significados muy distintos en que hubo cambios sustanciales a fi- glos habituados a formas de orga- distintas sociedades en un mismo nales del siglo I a. C. A partir de esa nización basadas en la explotación momento histórico. fecha, variaciones en las formas de social, para las gentes de los castros, Muchos estudiosos han conside- organización de la producción, la re- con Roma llegó el gran cambio, el rado que esta interpretación sobre el lación entre asentamientos, la distri- que ya no tuvo marcha atrás: la apa- mundo castreño resulta demasiado bución de su espacio interior y otros rición de la sociedad de clases. ◙ excepcional para ser correcta. Pero lo cierto es que en otros ámbitos eu- ropeos se han planteado también in- terpretaciones que ponen seriamente PARA SABER MÁS: en cuestión la existencia de jerar- quías guerreras durante la Edad del • FERNÁNDEZ-POSSE, M. D. • PARCERO, C. (2002): La cons- Hierro. Por no hablar de la revisión (1998): La investigación protohistó- trucción del paisaje social en la general que han sufrido los paradig- rica en la Meseta y Galicia. Madrid. Edad del Hierro del noroeste. mas célticos en los últimos tiempos. Ortigueira. • FERNÁNDEZ-POSSE, M. D., Muchas corrientes antropológicas SÁNCHEZ-PALENCIA, F. J. (1998): • SÁNCHEZ-PALENCIA, F. J. (editor) y sociológicas plantean la necesidad “Las comunidades campesinas en (2000): Las Médulas (León). Un de atender a los procesos históricos la cultura castreña”, en Trabajos de paisaje cultural en la Asturia Augus- de construcción de relaciones so- Prehistoria 55.2, 127-150. tana. León. ciales igualitarias en épocas recien- • HILL J. D. (1996): “Weaving the • SASTRE, I. (2001): Formaciones tes. Dichas corrientes coinciden en strands of a new Iron Age”, en Bri- sociales rurales de Asturia romana. la crítica al funcionalismo y alertan tish Archeology 17 Madrid. Ed. Clásicas. contra un fenómeno de enorme inte- 48 hiems·mmdcclxiiii·auc

lashuellasdelaslegiones

La pesadilla lusitana

A mediados del siglo II a. C. los belicosos lusita- UBICACIÓN

nos se rebelaron contra El Pedrosillo, Casas de Reina (Badajoz). el dominio romano. Du- COORDENADAS rante 15 años las legio-

nes fracasaron a la hora 38º 16’ 04” N; 5º 56’ 37” O. de sofocar el levanta- DESCRIPCIÓN miento. Los restos de un Complejo militar republicano probablemente asociado a un campo campamento con impo- de batalla de las guerras lusitanas. nentes defensas, cerca- DATACIÓN no a Llerena, recuerdan Teniendo en cuenta sus características, es similar a los campamen- uno de los episodios tos romanos de Renieblas I, II y III (ver Stilus 5) y el de Aguilar de Anguita. Por lo tanto, al igual que aquellos, se dataría entre el primer iniciales de un enfrenta- y tercer cuarto del siglo II a. C. Considerando además su ubicación miento que llegó a ser la en la Beturia y próxima a los oppida de Regina y Arsa, podríamos ponerlo en relación con las Guerras Lusitanas –siguiendo a Apiano– bestia negra del Senado. alrededor del 140 a. C.

Texto: F. J. García Valadés. Ocupa una superficie superior a con proximidad a un vado fluvial, 350 hectáreas, a ambas orillas del amplia zona de praderas para pas- El complejo militar de El Pedrosillo arroyo de El Pedrosillo. Se trata tos, con bosquecillos de encinas y se sitúa tras las últimas estribaciones de un emplazamiento ideal para un abundante piedra en superficie que de Sierra Morena, a 7 kilómetros al campamento de campaña. Se sitúa facilita la construcción. noreste de Llerena (Badajoz). Está a en una leve loma con amplias vistas, Entre las estructuras localizadas 1,5 kilómetros al norte de la carretera con suministro continuo de agua, se identifican dos recintos amuralla- que une esta localidad con Ahillones. Se puede acceder a través de una pista de acceso restringido para vehículos, ya que ocupa actualmente tierras de cultivo dentro de una finca privada. Los trabajos arqueológicos han puesto de relieve la singularidad del yacimiento. Se trataría de todo un complejo de estructuras asociadas a un recinto campamental principal. Por lo que no hablamos de una ins- talación aislada, como ocurre en la Vista oeste de la cresta rocosa sobre la que se mayoría de los yacimientos milita- elevaba el recinto principal del campamento. res romanos de la Península. Foto: F. J. García Valadés. invierno·2011 49

dos de forma trapezoidal, uno mayor Estructuras de El Pedrosillo Glosario que otro; agrupaciones de pequeños recintos circulares (castellae); es- • Amicus Populi Romani: Título tructuras anexas utilitarias y todo un que el pueblo de Roma otorgaba a sistema de defensas en titulum. aquellos extranjeros que habían pro- El recinto principal (C2, en el curado beneficios para la República plano de las estructuras) tiene forma romana. más trapezoidal y ocupa una exten- • Castella: Reducto circular amu- sión de 9,90 hectáreas. Está delimi- rallado. • Devotio: Vínculo de fidelidad que tado por una muralla baja de 1226 se establecía entre un líder y sus metros de longitud, con una altura seguidores. entre 1 y 1,20 metros, construida se- • Emplecton: Técnica de construc- gún la técnica del emplecton. Con un ción consistente en dos paramentos montaje cuidado de los paramentos. externos que se rellenan en seco con empedrado. La anchura media de la muralla es de • Oppidum: Núcleo destacado de 2 metros, aunque puede variar entre población dentro de un territorio 1,80 y 2,50. Solo muestra una puerta generalmente fortificado. de 70 centímetros situada al este. • Praetorium: Residencia del general dentro de un campamento En lo alto del campamento romano. • Titulum: Segmento de muro. El paramento interno del muro no es • Vallum: Cercado con estacas de vertical, sino ligeramente inclinado madera clavadas sobre terraplén. para engrosar la base y es unos 30 Plano: J. G. Gorges y F. G. Rodríguez Martín. centímetros más alto que el exterior, que sí que es vertical. El muro está flanqueado por dos taludes laterales: ubicar el praetorium. Las esquinas construcción al principal, tiene for- uno externo, con pendiente pronun- se encuentran redondeadas. ma de trapecio. Posee una pequeña ciada, y otro interno, más suave. El recinto secundario (C2a) se puerta en clavícula de 70 centíme- El interior del recinto parece haber encuentra en la parte más eleva- tros al sureste. El interior está ate- sido nivelado. A lo largo del cam- da de la loma y se sitúa al sureste rrazado y nivelado, ocupando 3,50 pamento discurre una espina rocosa del recinto principal. De idéntica hectáreas. Sin embargo, se trata de que ha sido rebajada en el centro del un pequeño recinto incluido en un recinto, quizás con la intención de aterrazamiento mayor, vi- sible en vista aérea, que se correspondía con un recinto Dos imágenes de la muralla del campamental anexo al prin- recinto principal. A la derecha, cipal al noroeste y flanquea-

la zona sur tras su excavación. Foto: Gorges y Rodríguez Martín. do por un vallum y un foso, Abajo, otra vista en en sus lados este y sur. Se la actualidad. accedería por una puerta en pseudo-clavícula, en la que la puerta se dispone entre dos muros que discurren paralelos durante un tramo antes de la abertura. Esta disposición su- pone una variante sobre la clavícula clásica en la que el paramento exte- rior se adelanta en cuarto de círculo sobre el interior. La estructura delimitada por el vallum parece haber sido una fase preliminar del resto del conjunto o bien pudo pertenecer a una campaña anterior. Esto se deduce de apreciar en vista aérea que la terraza del re- cinto pequeño (C2a) y del recinto de Foto: F. J. García Valadés. la empalizada en la que está inserto 50 hiems·mmdcclxiiii·auc

fue recortada para la edificación del Para defender el asentamiento recinto principal (C2). Pudo tratarse de posibles ataques por el norte, los entonces de un puesto de control o de romanos desplegaron un sistema de una avanzadilla que iniciaría la pos- El campamento de El Pe- fortines (F) a ambas partes del arro- terior instalación. El mismo objetivo drosillo parece apto para yo, delimitados en piedra, entre 1 y parece que desempeñaron los recin- 2 metros de grosor, o empalizada, en tos empalizados a 100 metros al sur albergar una sola legión los casos de los más grandes. Sus di- del yacimiento (C1 y C1a). Su forma y sus cuerpos auxiliares mensiones son diversas. Parece que es ovalada, con una puerta de gran- su función era de control, quedando des dimensiones, flaqueados por un claramente manifiesta en el caso de foso y una fuerte empalizada, que les Lo que verdaderamente hace sin- fortín que se emplaza sobre la vía caracteriza como castella. Claramen- gular al yacimiento de El Pedrosillo que se dirige al castro de Las Dehesi- te vinculados al primer asentamiento es el complejo de estructuras defen- llas (F4) o el que se abre a una zona romano en la zona, pudieron ser tam- sivas asociadas, que le hace ser uno de cercados (F8). bién puestos avanzados de control de de los más relevantes de los conser- Asociados a los fortines levanta- la vía. vados en la Península. ron recintos circulares u ovalados. Se

Mumio y el primer levantamiento

El territorio del pueblo lusitano se la frontera natural entre el mundo ro- se volvieron contra sus perseguido- encontraba en el suroeste de la Pe- mano y el bárbaro. En sus correrías res infringiéndoles cerca de 9.000 nínsula Ibérica. Comprendería todo por la bética arrasó muchos pueblos muertos. Mumio se rehízo con sus el centro y sur del actual Portugal y aliados de Roma. Para acabar con supervivientes y los sometió a duro la región de Extremadura. Su lucha el levantamiento, la metrópoli envió adiestramiento. Sumó a sus tropas contra Roma discurrió de forma pa- al pretor Mumio que fue estrepito- refuerzos de la Hispania Citerior y ralela a la que sostuvieron los pue- samente derrotado por Púnico, pro- de tribus aliadas. Aprovechando el blos celtíberos. El mismo año que vocándole más de 6.000 muertos y exceso de seguridad de los lusitanos el cónsul Lúculo arrasaba la meseta entre ellos su propio cuestor Terencio les dio batalla y consiguió con una norte (155 a. C.), se produjo la pri- Varrón. Púnico logró así tener vía libre gran victoria que cruzaran definitiva- mera rebelión lusitana. para asaltar todo el sur peninsular. mente el Guadalquivir. Los escasos recursos con los que Consiguió establecer una alianza con Esta batalla no hizo sino reactivar contaban estos pueblos se limitaban los Vettones, pueblo celtíbero cuyos el conflicto. Tribus lusitanas cercanas a una pobre agricultura y al pastoreo. dominios se extendían a ambos lados al Tajo se levantaron en armas y to- Según nos cuenta Diodoro Sículo, del Sistema Central. Junto con ellos maron la ciudad aliada romana de buena parte de los jóvenes lusitanos sometieron buena parte de la actual Conistorgis, en el Algarve. Consiguie- abandonaban sus hogares en su mo- costa andaluza y a los denominados ron llegar a la costa andaluza y en mento de plenitud física forzados por blastofenicios, aliados de Roma. un alarde de operatividad cruzaron la carestía. Se equipaban con poco Púnico pereció en combate en el el estrecho para asaltar poblaciones más que el valor y sus armas y se 153 a. C. y fue sustituido por Cesá- del norte de África. Mumio reforzó arrojaban al monte. Allí se incorpo- reo que continuó con la campaña de nuevamente su ejército y consiguió raban a bandas de considerable ta- éxitos. Nuevamente Mumio llegó a la una nueva victoria que causó más de maño con el único objeto de practicar Península, esta vez con un ejército 15.000 muertos entre los lusitanos. el pillaje mediante ataques rápidos y consular. Mumio consiguió que se Se hizo con un gran botín y obtuvo el ágiles. Veamos primero los antece- replegaran del valle del Guadalqui- triunfo en Roma. dentes del caudillo Viriato. vir y les siguió en su huida con la En el 152 a. C., Marco Atilio Serra- El primer cabecilla del que Roma intención de acabar finalmente con no fue nombrado pretor de la Ulte- tuvo conocimiento se llamaba Púni- su resistencia. Pero tal huida la rea- rior. Se internó en territorio lusitano y co. Llegó a contar con una banda de lizaron organizadamente, y a modo tomó Oxthracas, una de sus principa- hombres que sobrepasaba el millar de cebo, lograron que las legiones se les ciudades. Sometió la mayor parte y que constituía un auténtico ejérci- internaran en territorio lusitano por de la Lusitania y firmó tratados con to con el que podía controlar buena terrenos cuyas condiciones agres- los vencidos. Pero la retirada del pre- parte del territorio lusitano. Consiguió tes impedían su maniobrabilidad. tor al valle del Guadalquivir supuso la cruzar el Guadalquivir, que constituía Fue entonces cuando los lusitanos reanudación del bandidaje. invierno·2011 51

han contabilizado en torno a quince. Elaborados generalmente en pie- dra, con la técnica del emplecton, con grosores entre 1 y 2 metros y una altura no elevada, de unos 1,40 Viriato, la creación de Galba metros que garantiza protección y En el 151 a. C., Servio Sulpicio Gal- sabe de su origen. Incluso su propio una posición idónea para el uso de ba llegó como nuevo pretor con la nombre resulta oscuro al tener una armas arrojadizas. Los más grandes firme resolución de acabar con el posible raíz latina (vir, hombre), (C8) están limitados con empaliza- problema lusitano, que suponía una aunque otros la creen céltica (viria, da. Constituirían auténticas torres amenaza constante a las posesio- brazalete). junto a los fortines. nes romanas en Hispania. Salió al Viriato, tras salir superviviente encuentro de los insurrectos en una de la masacre de Galba, centró to- Muros contra la caballería marcha agotadora. Al llegar has- dos sus esfuerzos en reunir un ejér- Finalmente, dispusieron a media la- ta sus posiciones, sin mediar des- cito con el que combatir al invasor. dera obstáculos para impedir el ata- canso, atacó con su caballería que En el año 147 a. C., tan solo tres que organizado de la caballería ene- puso en retirada a los lusitanos. años después del infame pretor, ya miga. Se identifican hasta más de un Pero rápidamente se reorganizaron se había convertido en el nuevo ca- centenar de muretes, diferenciados y devolvieron el golpe causando una becilla de la rebelión y desplazó el en tres conjuntos. Dos de ellos para- masacre entre las exhaustas legio- teatro de operaciones de nuevo a la lelos a ambos lados del arroyo y un nes. Perdió más de 6.000 hombres Turdetania. tercero, perpendicular al resto, cor- y buena parte de las insignias. Se Comenzó a atacar posiciones tando el acceso por el este. General- replegó hasta la actual Carmona romanas aisladas mediante em- mente construidos en piedra median- hostigado cruentamente por los re- boscadas. Pero no dudó en salir te emplecton, con una anchura de 2 a beldes. Juró venganza. a campo abierto, haciendo frente 3 metros y una longitud de entre 10 a Con un nuevo ejército reforzado a las legiones con la táctica de la 30 metros. La altura actual ronda los arrasó los campos y ciudades de la simulación de una huída desor- 50 centímetros. Pudieron estos titula Lusitania. Agotados por tan cruen- ganizada y la repentina vuelta al estar precedidos de foso, pero no hay ta campaña, los lusitanos enviaron combate en un ataque frontal por evidencias al respecto. embajadores para negociar una sorpresa. Los romanos, confiados Se añadió a las defensas, un pe- paz. Galba aparentó aceptar las en su victoria, se lanzaban en des- queño afluente del arrollo El Pedro- condiciones y citó a 30.000 guerre- organizada persecución rompiendo sillo, que discurre paralelo frente ros en un valle con la excusa de en- la formación que les garantizaba la al conjunto perpendicular de titula, tregarles tierras ricas a cambio de superioridad táctica. De este modo, que fue rebajado hasta el nivel de sus armas. Dividió el contingente en eran aniquilados, al volverse los lu- roca madre para convertirlo en un tres grupos, los desarmó y lanzó a sitanos bruscamente contra ellos. ancho foso de 4 metros. las legiones contra ellos acabando Viriato se refugió en la serranía Para finalizar, además del con- con 9.000 y esclavizando a otros de Ronda, en la ciudad de Tribola. junto defensivo, se localizan nu- 20.000. Pocos se salvaron. Uno de Allí siguió incorporando más hom- merosas construcciones anexas que ellos fue Viriato. bres a su causa. El pretor de la Ul- probablemente fueran recintos para Galba consiguió salvarse de las terior, Cayo Vetilio, decidió hacer- alojar parte del bagaje y anima- acusaciones que recibió en Roma le frente. Avisado de ello, Viriato les de carga propios de un ejército por la vileza de sus métodos y las ordenó que parte de su caballería romano en campaña. Es curiosa la sospechas de enriquecimiento ile- actuara de cebo hasta atraer a las construcción que se ubica en altu- gal. Lo hizo gracias al enorme bo- legiones a los valles abruptos de la ra sobre el conjunto, muy próxima tín que procuró para la ciudad. No serranía. Apostados sus hombres al recinto principal (F3), y que está pudo con él ni el mismísimo Catón en los flancos del valle, se preci- flanqueada al este por una muralla el Viejo. Pero también consiguió la pitaron sobre las incautas tropas serpenteante y todo el sistema de ti- unidad de todas las tribus lusitanas romanas que no pudieron manio- tula que se despliegan a ese lado del y con ellas, la insurrección de otros brar en la angostura. Perdieron allí arroyo. Además se vería defendida pueblos peninsulares. la vida 4.000 hombres, incluido el por un recinto circular al norte (C6), Viriato, al que se le ha querido pretor Cayo Vetilio. Tras el desas- lo que contrasta con una entrada de ver oriundo de la Sierra de la Estre- tre, controlaba toda la Hispania 10 metros en pseudo-clavícula. Los lla, había casado con la hija de un Ulterior. Podía ahora acometer el arqueólogos han querido ver en él acaudalado terrateniente lusitano, territorio carpetano de la meseta un posible recinto balístico. Más al Astolpas, que a su vez colabora- sur. Llegó a conquistar hasta Se- este, el conjunto F2 podría tratarse ba con los romanos. Poco más se góbriga. de corrales para el ganado. Curio- 52 hiems·mmdcclxiiii·auc

samente no se divisa desde fuera solo han aparecido algunos ele- del campamento. Por otra parte, mentos metálicos como una pun- el gran conjunto oriental (F8), ta de pilum, glandes de plomo, por sus dimensiones y la proxi- piquetas y una curiosa moneda midad al arroyo, parece que estu- hispano-cartaginesa. vo claramente destinado a guar- El complejo defensivo pare- dar animales. ce estar orientado a defender el Los arqueólogos han consta- asentamiento de un ataque por el Las campañas de excavaciones en el campa- tado la escasez de material con- norte y el noreste. Lo que con- mento han localizado diversos objetos como siderado típicamente romano (la- la punta de un pilum y una pequeña moneda drillos, tejas, cerámica…). Tan Pasa a la página siguiente hispano-cartaginesa (sobre estas líneas).

El infierno de las legiones A mediados del siglo II a. C. Hispania enfrentó de inmediato a los lusitanos Con el enemigo en retirada, Viria- se había convertido en un hervidero que de nuevo barrieron las legiones to desmovilizó a sus hombres y re- en el que el poder de Roma amena- practicando el contraataque tras si- gresó a casa. Después de varios años zaba con el colapso. Para contener la mular la huída. Despuéla inesperada de guerra, el peligro romano parecía situación, el Senado envió a la zona derrota se resguardó en sus cuarteles aplacado. Sin embargo, este hecho a un nuevo pretor, Plaucio, que refor- hasta agotar el mandato. Para enton- fue aprovechado por Serviliano para zó los restos del ejército romano con ces, la fama de Viriato levantó a mu- reconsquistar numerosas ciudades aliados peninsulares. Puso en pie un chas tribus en armas contra Roma: que habían apoyado a Viriato. Luego ejército tácticamente superior al ene- arévacos, vacceos, titos y belos. abandonó el valle del Guadalquivir y migo, pero la primera batalla campal El cónsul que sustituyó a Pompe- se encaminó a la Lusitania. Alertados que sostuvo mostró que el temor ha- yo fue el hermano de Fabio Máximo de estas intenciones, los lusitanos bía minado la moral romana: las le- Emiliano, Fabio Máximo Serviliano. salieron a su encuentro nuevamente giones fueron arrasadas. La persecu- Llegó con un poderoso ejército de dirigidos por Viriato y sus veteranos ción lusitana se cebó con los pueblos 20.000 hombres entre legionarios y y le causaron graves pérdidas, así celtibéricos que colaboraban con los tropas aliadas. Evitó un encuentro como la toma de numerosas insig- romanos. Plaucio fue procesado en precipitado con Viriato y esperó re- nias y bagajes. Días después, se re- Roma y condenado al destierro. fuerzos del rey númida Micipsa, que cuperó del ataque y reemprendió la La rebelión se había extendido a le aportó jinetes y elefantes. Fue en- lucha recuperando buena parte de lo toda la Península. El Senado, en vez tonces cuando decidió enfrentarse a perdido y dándoles un fuerte castigo de enviar pretores, encomendó la los lusitanos, dirigiendo sus tropas que le dejó libre el camino para in- tarea a cónsules que prorrogarían contra Tucci (Martos, Jaén) en la que ternarse en territorio lusitano. En su su mandato si fuese necesario. Los se hacía fuerte Viriato. avance, Serviliano no tuvo piedad, efectivos legionarios debían duplicar- Nuevamente las tropas romanas tomó numerosas ciudades, e hizo se, pero el reclutamiento era difícil se confiaron al contemplar a los lu- uso de la decapitación y la amputa- porque nadie deseaba ser enviado a sitanos en retirada. La persecución ción de manos entre muchos hom- la Península. Esta era la situación que duró varios días, hasta que se re- bres, así como de la esclavización de se encontró el cónsul Quinto Fabio organizó el contraataque lusitano miles de lusitanos. Máximo Emiliano, hijo de Emilio Pau- provocando otra carnicería entre las Viriato volvió a movilizar a sus lo (ver Stilus 5) y hermano de Esci- legiones romanas, que optaron por hombres para detener el avance del pión Emiliano. Estableció su base en refugiarse en las tiendas de sus cuar- cónsul Serviliano y su estrategia de la actual Osuna, en donde sometió a teles negándose incluso a la defensa tierra quemada. Nueva batalla cam- sus tropas a un largo entrenamiento. de estos, presas del pánico. Servilia- pal y nueva victoria lusitana, que en- El primer encuentro fue en cam- no consiguió restablecer la disciplina cerró a Serviliano y los supervivientes po abierto. Fabio Máximo Emiliano, y pudo rechazar el asalto de Viriato, en un desfiladero. El caudillo ofreció después de infligir un fuerte castigo a que optó por hostigar el enclave sin la paz a los romanos, que tuvieron las tropas de Viriato, prefirió no per- descanso. Ante esta situación, Ser- que reconocer la independencia de seguir a su ejército. Viriato se rehízo viliano decidió abandonar el fuerte y Lusitania. El propio Senado declaró a en las sierras próximas a Bailén. Un encaminarse protegido por la noche Viriato amicus pupuli Romani. La vic- nuevo cónsul, Quinto Pompeyo Aulo, hacia Tucci, en donde la defensa pa- toria era completa y definitiva. O, al sobreestimando su superioridad se recía más fácil. menos, así parecía. invierno·2011 53

Vistas desde lo alto del recinto principal. Marcado en un círculo rojo se haya el castro de Regina.

trasta con el sector sur, en el liares. Es decir, podría tratar- PARA SABER MÁS: que se extiende una amplia lla- se del ejército de un pretor en nura, como si se invitara al ene- incursión por la Beturia, en las • GORGES J.-G. y RODRÍGUEZ migo a operar en campo abierto estribaciones mismas de la Lu- MARTÍN F. G. (2006): “Un probable por sólo esa zona. Esta particu- sitania. Avanzado el conflicto complejo militar romano de época re- laridad, sumada a los cuidados contra los lusitanos, las tropas publicana en la Beturia túrdula: notas en la defensa, ha llevado a los desplazadas se incrementaron preliminares sobre el campamento del Pedrosillo (Casas de Reina, Badajoz)”, expertos a contemplar el área hasta sumar ejércitos consula- en Arqueología militar romana en como lugar de un campo de ba- res y proconsulares. Podría tra- Hispania: producción y abastecimien- talla de las guerras lusitanas. tarse entonces, de un ejemplo to en el ámbito militar (II Congreso Para nosotros, el presen- cercano a los primeros tiempos Internacional de Arqueología militar romana en Hispania [León, 2004]). te estudio es una oportunidad de la guerra, ligado a pretores para introducirnos en un mun- como Atilio Serrano o Sulpicio • GORGES J.-G. y RODRÍGUEZ MAR- do del que casi sólo nos han Galba, que consiguieron llevar TÍN F. G. (2006): “El Pedrosillo, batt- llegado leyendas. El yacimien- el conflicto hasta sus propias lefield”; Morillo A. y Aurrecoechea J. (eds.), The Roman army in Hispania: to parece que alojó a una sola tierras, antes incluso del legen- an archaeological guide, León. legión y a sus cuerpos auxi- dario Viriato. ◙

La revancha de Cepión En 140 a. C. la Península Ibérica de paz. Una de ellas estaba forma- Los funerales fueron de propor- volvía a estar en paz, tras 15 años da por sus lugartenientes Audax, ciones gigantescas. Duraron va- de violencia y destrucción. Las su- Ditalcón y Minuro. Cepión no dudó rios días y se realizaron combates cesivas victorias lusitanas habían en granjearse su apoyo mediante el a muerte en honor del jefe con el llevado a Roma a aceptar la existen- soborno. que les ligaba la devotio. Los restos cia independiente de esta entidad Los sobornados tramaron cómo de Viriato fueron finalmente coloca- política. Sin embargo, esta situación llevar a cabo su traición. Llegaron al dos en una enorme pira en la que duraría poco: El procónsul enviado refugio de Viriato con la noticia de se realizaron numerosos sacrificios. ese año a la Hispania Ulterior, Quin- que la paz y el reparto de tierras era Tántalo tomó el turno de la ven- to Servilio Cepión, hermano de san- un hecho. Los lusitanos comenzaron ganza, pero Cepión pudo acabar fá- gre del derrotado Servilano, envió a festejarlo. Aprovechando la noche, cilmente con las pretensiones de un cartas al Senado para que revocara se internaron en la tienda de Viriato. hombre sin las excepcionales cuali- el tratado, que consideraba indigno Mientras dormía le cortaron el cuello, dades de líder de su antecesor. Se para Roma. Y lo consiguió. sin darle oportunidad de defenderse. firmó la paz pero a Cepión, por los Nuevamente las tropas romanas El gran líder lusitano había muerto métodos utilizados, no se le conce- se internaban en la Lusitania, as- y comenzaba el mito . Los traidores dió el triunfo. Habría más revueltas cendiendo hasta tierras vettonas, volvieron ante la presencia de Ce- lusitanas, pero las llamas del conflic- arrasando todo lo que encontraban pión para reclamarle el pago de su to se empezaron a apagar con las de a su paso. Viriato consciente del vileza, a los que, según cuenta la le- la pira del traicionado Viriato. Fueron desgaste de tantos años de guerra yenda les contestó la célebre frase: ocho años de guerra que ni Roma, ni entre los suyos envió embajadas “Roma no paga a traidores”. la Historia, olvidarían. 54 hiems·mmdcclxiiii·auc

biografías

Un gaditano en la L. CORNELIO BALBO guerra contra Sertorio

Hacia el año 76 a. C. Hispania era una provin- ción y apuntarse un éxito más en su brillante cia devastada por la guerra. Después de años carrera militar. El siguiente artículo analiza la de enfrentamientos, los ejércitos del Senado importancia que pudo tener en este hecho un eran incapaces de controlar el levantamiento de joven colaborador, un tal Cornelio Balbo, que Sertorio. Pompeyo logró dar un giro a la situa- por entonces empezaba a destacar.

Por Enrique Santamaría. fuerzas púnicas desembarcaron en la Algunos autores creen ver rastros Península, desempeñando las funcio- de Baal en el nombre que la familia Hay momentos de la Historia que resul- nes de capital del territorio hasta que Balbo adoptó al conseguir l a tan cruciales porque marcan el destino Asdrúbal fundó Cartagonova. ciudadanía romana. Otros de las siguientes generaciones. Uno de Durante la Segunda Guerra Púni- se inclinan por pensar que ellos es el fin de la República romana. ca los sucesivos reveses sufridos por este cognomen, frecuente Sus protagonistas, Cicerón, Catón, Bru- la potencia africana impelieron a los en Roma, se refiere to o César son bien conocidos. Pero hay gaditanos a replantearse su política de a un defecto otros personajes que, teniendo un papel alianzas. En 205 a. C., esperaron a que del habla y la importante, resultan mucho menos fa- la flota de Magón saliese del puerto pronuncia- miliares. Ese es el caso de Lucio Corne- para pasarse a los romanos. El acuer- ción. No en lio Balbo, que figura en la Historia a la do firmado con Escipión nunca fue vano, bal- sombra de los estadistas más importan- completamente refrendado por Roma, bus es una tes de su tiempo. lo cual era lógico motivo de inquietud voz latina Su relevancia no pasó desaperci- para los habitantes de la ciudad. para desig- bida a los coetáneos ni a los historia- Por lo que sabemos los Balbos des- nar a las personas dores romanos posteriores. Es uno de empeñaban funciones religiosas en el que tartamudean o hablan los personajes más nombrados por templo de Hércules-Melkart, forma fe- de forma vacilante, a las Cicerón. Tanto Plinio como Plutarco nicia del tradicional dios asiático Baal. que no se les entiende, resaltan su papel. Sin embargo, la his- Este dios era adorado en Cartago como toriografía (a excepción de unos pocos Baal-Hammon y aparecía ligado a la estudios honrosos) ha dejado caer en el mayoría de los grandes personajes de olvido la vida de este hombre oscuro aquella ciudad. Así “Aníbal” procede y extraordinario, cuyos inicios están de Hanni-baal, el que goza del favor de Los Balbos eran sacer- ligados al sur de Hispania. Baal. En los templos de la Antigüedad, dotes que prestaban ante los dioses, se firmaban acuerdos co- sus servicios en el Orígenes fenicios merciales, se decidían pleitos e incluso templo de Hércules- La familia de Balbo pertenecía a la se guardaban mercancías, lo que aproxi- Melkart, heredero del élite política y comercial de la colonia maba estas instituciones a unas lonjas de Baal semítico, como fenicia de Gades, por lo cual es lógico contratación sacralizadas. El sacerdocio, el representado en la atribuirle este origen. La ciudad estuvo lógicamente, otorgaba una gran preemi- figura de la derecha en la órbita de Cartago desde que las nencia política y económica. (Museo del Louvre). invierno·2011 55

origen del actual ‘balbucear’. En este Gades, que anhe- caso podía ser debido, quizás, a su acen- laba regularizar su to extranjero o a algún otro problema de situación con Roma, dicción. se mantuvo fiel al En una carta a Papiro Peto, Cicerón le Senado durante las narra lo agradecido que Balbo se había guerras setorianas. En mostrado por que le hubiera invitado a la foto, teatro romano una celebración y «no despreciara a los de Cádiz. que hablan con deficiencias a favor de los elocuentes» (Cicerón, Ad familiares, 194, IX 19). Asimismo, en una de sus cartas, Ático (Ad Atticum, 239, XII 3) llama peyorativamente «balbuceador» a una persona que parece ser Balbo. Es- tos indicios hacen pensar que la familia gaditana escogiese para sí un nombre ya romano que se les adaptaba en más de un aspecto.

Y tú, ¿qué hiciste en la guerra? mantener su ejército privado en Hispa- En el año 80 a. C. Quinto Sertorio llega nia. Con todo, estas palabras iban des- a Hispania e inicia una guerra contra las tinadas al Senado para obtener fondos, fuerzas fieles al dictador Sila que durará por lo que la hipótesis pierde apoyos. casi una década. La ciudad de Gades se En el 76 a. C. Balbo y Los Balbos podían ser gente impor- mantiene fiel al gobierno de Roma, tras toda su familia con- tante a escala local, pero su fortuna, en negociar en el 78 a. C. la renovación aquella época, no sería nada para uno del pacto con Escipión, aunque esta vez siguen la ciudadanía de los amos del mundo. Además, si la tampoco consiguió una ratificación ofi- romana. Nunca había situación realmente hubiera empuja- cial, ya que el documento no fue presen- do a Pompeyo a vender la ciudadanía, tado para su aprobación ante el pueblo pasado nada parecido. ¿por qué la de Balbo tuvo un carácter en Roma. extraordinario? Al poco de firmarse el tratado, el jo- Pero, ¿qué hizo Balbo para conseguir ven Balbo se une a las fuerzas senatoria- el ascenso social? No lo dice nadie. Un honor inusitado les y colabora estrechamente con todos Ningún historiador clásico lo mencio- Aunque ahora pensemos que en aquella los grandes comandantes de ese bando: na. No sabemos de ningún contingente época el dominio romano del mundo era Metelo, Memio y el propio Pompeyo. militar gaditano que pudiera comandar, algo firme y establecido, no lo percibían Cuando este llega a Hispania, en el 76, de ninguna gesta heroica en la que to- así los contemporáneos. El país estaba pasa a su servicio y establece con él una mara parte. dividido por los conflictos políticos. En estrecha amistad que allana el camino Cicerón evita el tema en su alegato Asia campaba Mitridates, la gran ma- para que Balbo logre la ciudadanía ro- en defensa de esa concesión, escudán- yoría de la Galia permanecía inconquis- mana. No solo él se beneficia del honor, dose en el buen criterio de Pompeyo, tada, las rebeliones de esclavos eran un sino también su hermano, su padre, su recordando que formó parte del Estado peligro permanente –la mas grave, la de sobrino... De una sola vez toda la fami- Mayor de Metelo y de Memio y men- Espartaco, estalló justo en el 72 a. C.– y lia logra el ansiado estatus, algo que no cionando de pasada que la ciudad de en Hispania dominaba Sertorio. consta que se hubiera realizado antes. Gades «aportó suministros al ejercito», El frente hispano distaba de ser se- Conceder la ciudadanía no era algo algo generalmente aceptado como cau- cundario. Plutarco nos cuenta que en extraordinario. Cicerón cita varios casos sa de ese honor, pese a carecer de toda Roma muchos estaban convencidos en su “Pro Balbo”. Sin embargo, siem- lógica. Roma nunca anduvo realmente de que Sertorio se preparaba a marchar pre era a título individual, a magistrados necesitada de vituallas en Hispania: sobre la ciudad como un nuevo Anibal: o a soldados que habían realizado algu- Metelo vivía como un sátrapa y se es- na gesta heroica. Un honor tan singular forzaba por que sus hombres no care- En Roma no se hablaba de otra como el recibido por Balbo sólo vuelve cieran de nada para que no se pasasen a cosa sino de que Sertorio llega- a repetirse con Séleukos de Rhosos, en Sertorio; si necesitaba algo, lo tomaba. ría antes a Italia que Pompeyo. ¡A la época de Augusto, que “sirvió en el Otra posibilidad es que los Balbos este punto llevó la pericia y des- ejército y en la flota”, participando como compraran a Pompeyo la ciudadanía. treza de Sertorio a los primeros “navarca” (comandante naval) en la gue- Es factible, a tenor de las quejas del y más hábiles generales de aquel rra contra Antonio. general por los gastos que le suponía tiempo! (Sertorio, XXI). 56 hiems·mmdcclxiiii·auc

La aristocracia senatorial surgida al cución de este plan no está del todo Asia y ha conseguido su primer cargo amparo de las proscripciones de Sila clara (ver el recuadro de esta página), público en 73 a. C. aumenta la presión estaba aterrorizada. Las numerosas pero su efectividad fue innegable, a sobre los insurgentes con una iniciati- cartas de políticos importantes encon- tenor de las noticias sobre numerosas va legal. Como tribuno militar impul- tradas en poder del general rebelde, desafecciones que conmovieron el sa la Lex Plocia, que según Suetonio tras su muerte, revelan que muchos se movimiento sertoriano. buscaba allanar la vuelta de L. Cina, preparaban ya para esta posibilidad. Al mismo tiempo, desde Roma, Cé- hermano de su esposa, y de todos los El mismo Pompeyo, que había conse- sar, que acaba de llegar de su exilio en que habían participado en las guerras guido el primero de muchos mandos “especiales” gracias a ese temor, en su famosa carta al Senado, expuso lo desesperado de su situación. Plutarco relata que el general envió Una solución no militar frente un ultimátum al Senado clamando por fondos para continuar la guerra, ame- a un estratega invencible nazando con retirarse a Italia si no se En 74 a. C. la República romana se ásperamente como si respondieran los enviaban: enfrentaba a un panorama sombrío, a órdenes de Sertorio, lo que origi- amenazada por desafíos que pare- naba rebeliones y alborotos en las Hallábase entonces de cónsul cían insalvables. En el Este la ambi- ciudades. Los que eran enviados Lúculo, [...quien] se empeñó en ción de Mitridates resurgía una y otra para remediar estos desórdenes que se mandaran los fondos que vez pese al esfuerzo bélico por de- volvían dejando mayores inquietu- reclamaba por temor de que se rrotarle. En el Oeste Sertorio parecía des y aumentado las sediciones que diera este pretexto a Pompeyo, invencible para las fuerzas militares ya existían». que deseaba retirarse de la gue- enviadas por el Senado. La insubordinación se adueñó de rra de Sertorio en favor de la de En esta tesitura, los responsables muchos campamentos. Pero, aun- Mitridates, en la que le parecía de la guerra en Hispania deciden dar que se eche la culpa a Perpena, es que había más ocasiones de glo- un vuelco a su estrategia y aposta- dudoso que este pudiese organizar ria por ser un enemigo más ase- ron por lo que hoy conocemos como un movimiento desestabilizador quible. (Pompeyo, XX) contrainsurgencia. Plutarco informa tan fuerte. De hecho, sabemos por que Q. Metelo, desesperado ya por Apiano que cuando asumió el man- En realidad el peligro no era tan no vencerle en combate, hizo correr do lo primero que hizo fue intentar grave. Los hispanos que formaban el la voz de que si algún romano quita- congraciarse con los hispanos. Así grueso de las fuerzas sertorianas po- ba la vida al cabecilla rebelde recibi- mismo, en caso de impulsar a la re- dían reunirse en gran número y luego ría cien talentos de plata y veinte mil belión cabe preguntarse cómo pudo desaparecer, pero no eran un ejército yugadas de tierra. Esta invitación se conseguir que tantos hombres, ofi- regular y es muy dudoso que hubiesen extendía también a los desterrados ciales y soldados rasos, le siguieran seguido a su jefe fuera de su territorio. que apoyaban a los rebeldes, para en una conjura suicida sin que lle- los que prometió autorizarles a vol- gase a oídos de Sertorio. Una cosa Se retiró Sertorio, dispersando ver a su hogar. es tramar un atentado cuando tu su ejército; porque este era su Las palabras de Metelo prendie- jefe está en horas bajas, y otra un modo de retirarse, y luego volvía ron en los seguidores de Sertorio, complot de esas dimensiones. Y es a reunirse la gente; de manera incluidos colaboradores tan cer- más insólito aún si pensamos que que muchas veces andaba erran- canos como M. Perpena. Plutarco los propios hombres de Perpenna se te Sertorio solo, y muchas veces pone en boca de este lugartenien- habían negado a servirlo en favor volvía a presentarse con ciento te amargas quejas que buscaban del sabino, al que adoraban. cincuenta mil hombres, a manera soliviantar el ánimo de los itálicos: Lo sucedido más bien parece de torrente que repentinamente «Pasamos por insultos, órdenes y apuntar a que el movimiento sertoria- crece. (Pompeyo, XIX) trabajos en nada más tolerables no se disolvió por la acción de contra- que los que sufren los íberos y lu- partidas, que tan buenos resultados Sea como fuese, en el año 74 a. C. sitanos.” Según esta fuente, las in- han dado en la posguerra española la percepción en Roma era que sus sidias arraigaron en gran número o recientemente en Chechenia. Así, fuerzas en Hispania eran incapaces de de los seguidores de Sertorio “aun- grupos de supuestos “guerrilleros” vencer al general rebelde. En esta si- que no desobedecían abiertamente siembran el desconcierto actuando tuación los responsables de sofocar la por miedo a su poder. Bajo mano contra quienes les ayudan y abusan revuelta cambian de táctica y centran desgraciaban los negocios y agra- de la población para sovacar el apoyo sus esfuerzos en minar el apoyo po- viaban a los bárbaros, tratándoles a los verdaderos sublevados. pular que sostenía a su rival. La eje- invierno·2011 57

civiles. La medida apuntaba a la línea des para desactivar el poderío militar le nombraba a Perpena, a Gra- de flotación del movimiento sertoria- del líder rebelde. ciano y a otros que él sabía eran no, por cuanto muchos de los segui- de los conjurados, lo primero que dores de Lépido se habían unido, a la La rebelión se desvanece hizo fue pedirle que abandonase muerte del cónsul, a Sertorio. Sea cual fuera el procedimiento se- a Mallo, que no tenía más que Es decir, una ley de retorno y per- guido, Sertorio no estaba preparado vanidad y orgullo. Después se dón. Estas medidas pueden resultar para este tipo de guerra. Sin perder fue a Perpena, a quien manifestó fatales para un movimiento guerrille- ninguna batalla, veía disolverse sus el peligro y la necesidad que ha- ro. Los que deciden acogerse a ellas fuerzas, desmoralizadas al no saber bía de aprovechar cuanto antes necesitan una red que los ayude a realmente en quién podían confiar. la oportunidad, instándole a la escapar de los campamentos y a al- Desesperado, reaccionó de la peor ejecución. (Sertorio, 4, XXVI) canzar las filas gubernamentales. Una manera posible, se volvió contra sus vez establecidas, estas redes pueden aliados iberos, en las personas de sus Finalmente el grupo de conjurados, infiltrarse en las organizaciones rebel- hijos que mantenía como rehenes en encabezados Perpena, tuvo éxito, y des, extender el descontento y conse- Osca, y se aisló cada vez más de sus acabó con su jefe durante un banquete guir información (véase el actual caso propios hombres. en el 72 a. C. Esto fue el fin de la rebe- de Colombia). lión: los iberos regresaron a sus casas, Aquí es donde pudo entrar en jue- Muchos soldados de Sertorio se los romanos que pudieron buscaron el go Balbo. Proveniente de una familia pasaron a Metelo, y este, irrita- perdón y, las escasas fuerzas que per- de negociantes, estaba en la posición do, ultrajó de modo bárbaro a manecían a regañadientes junto a los perfecta para realizar este clase de otros […]. Se hizo rodear en to- nuevos líderes fueron fácilmente ba- “trabajos”. Sus múltiples contactos das partes de lanceros celtíberos rridas. Por fin Pompeyo pudo anotar- mercantiles fácilmente podrían exten- en vez de romanos […]. Esto les se la tan ansiada victoria militar que derse a los comerciantes de todo tipo reconcomía, porque, habiendo le permitiría reclamar un triunfo a su que seguían a los ejércitos. Esa labor llegado a ser infieles a su patria vuelta a Roma. explicaría que, pese a no comandar, por causa de Sertorio, no eran El exitoso general volvió a Roma que sepamos, ninguna tropa, perte- considerados fieles por este. No en el 71 a. C., dejando en Hispania neciera a la plana mayor de todos los les parecía justo que, por causa numerosas amistades y clientelas, generales a los que sirvió. de los desertores, fueran conde- como la de Balbo. Este permaneció Tampoco se puede ignorar una cla- nados los que habían permaneci- en su tierra, incrementando su riqueza ra predisposición para el trabajo en la do fieles. (Apiano, Guerras Civi- en aquellos años de paz y disfrutando sombra. No en vano, más tarde le ve- les, I, 112) de una posición aventajada gracias a remos dirigiendo con auténtica maes- las amistades que había hecho durante tría el servicio secreto de César. No El ambiente en el campamento se la guerra: Metelo, Pompeyo, Léntulo es probable que este hubiera confiado enrareció hasta extremos insosteni- Crus o Varrón. Sin embargo, pronto tan delicada misión a alguien sin ex- bles. Plutarco relata los hechos que llegaría a Gades un nuevo personaje periencia probada. precipitaron el asesinato del general que dejaría una marca indeleble en la Solo una labor realmente importan- Historia y a cuya estela Balbo llegaría te como esta, explicaría el extraordi- Teniendo ya Perpena muchos a convertirse en uno de los hombres nario premio que recibió, la ciudada- conjurados para su proyecto, más poderosos de su tiempo. ◙ nía para toda su familia, en la forma se ganó además a Mallo, uno más extensa de esa palabra, y su rá- de los caudillos. Este amaba a pida aproximación a la élite política un jovencito y entre las caricias PARA SABER MÁS: romana. La “amistad”, el interés que que le prodigaba le descubrió la conspiración, encargándole que despertó en todos los líderes romanos • ANGELINI V. (1980): Riflessio- que le conocieron, parece dar a enten- no hiciera caso de los demás pre- ni sull’orazione Pro Balbo. Ed. der que Balbo aportaba servicios de tendientes y sólo se aficionase Athanaeum. utilidad,“habilidad” muy apreciada a él, que dentro de breves días • MORENO ALONSO, M. (2004): ocuparía un gran puesto. El joven por los políticos de cualquier época y Historia de Andalucía. Ed. Alfar. lugar. Esto aportaría una nueva pers- descubre este secreto a Aufidio, pectiva al famoso juicio al que fue so- otro de sus amantes, a quien él • RODRÍGUEZ NEILA, J. F. metido en Roma, del que hablaremos apreciaba más. Aufidio se quedó (1996): Los Balbo de Cádiz, confidentes de César. Madrid. en suspenso, porque también él en el próximo número de Stilus. Editorial Sílex. En resumen, múltiples argumentos entraba en la conjuración contra parecen indicar que el papel de Balbo Sertorio, pero ignoraba que Ma- • RUBIO, L. (1949): Los Balbos en la guerra con Sertorio se desarrolló llo parte tuviese en ella; turbado y el Imperio Romano”. AHAM. en labores en la sombra, tendiendo re- después, al ver que aquel mozo 58 hiems·mmdcclxiiii·auc

LASCRÓNICASDICEN...

DACOGETAS El azote de los Cárpatos

Burebista es considerado el padre de la nación rumana. Contemporáneo de Julio César, reunió a dacogetas y a tracios en un reino fuerte y centralizado, situado en torno al medio-bajo Danubio y el Mar Negro. Su obra supuso una seria amenaza a la pléyade de pueblos y tribus colindantes, pero los territorios romanos también sufrieron sus ataques.

Por Marcos Uyá. conmover con su desastre a los dacios y a los getas, caiga mientras yo per- La primera mitad del siglo I a. C. manezco tranquilo» (Lucano, Farsa- fue un periodo particularmente duro lia II, 295-298), le responde con ente- para Roma, que estaba sumida en el reza el riguroso Catón. Hoy muchos caos. Las sucesivas guerras civiles manuales de Historia relegan al olvi- se complicaban con factores como la do a un adalid que llevó a su pueblo rebelión de Sertorio en Hispania o la de victoria en victoria. Pero, ¿quiénes amenaza de Mitridates VI Eupator en eran estas gentes? Asia Menor. Es estas circunstancias, El origen de los dacogetas (o ge- otro peligro vino a ensombrecer el todacios, como también se les cono- horizonte: un brillante líder unió a ce) se remonta a la Edad del Hierro, todas las tribus dacogetas en un pode- en plena cultura de la La Tène. Las roso reino, en el norte de Tracia, con primeras referencias que tenemos de evidentes deseos expansionistas. ellos afirman que se creían -inmor Un siglo después de estos aconte- tales (Heródoto, Historia, V, 4, 1). cimientos, el poeta Lucano evocará Cada cuatro años celebraban una ce- estos momentos de incertidumbre. remonia que culminaba con el envío En un pasaje de su obra, un vacilan- de emisarios a entrevistarse con Sal- te Bruto consultaba a Catón a cómo moxis, su divinidad (Pomponio Mela, comportarse cuando los romanos es- Corografía, I, 18). tán enfrentados entre sí y en los Bal- Ovidio describe a sus habitantes canes un pueblo iba adquiriendo más como hombres de barbas pobladas y y más poder. «Que Roma, que va a largos y rubios cabellos, vestidos con una camisa holgada ceñida por un cinturón y una capa sujetada por una fíbula. Se dedicaron principalmente a la agricultura aunque también desta- caron en el trabajo de la madera, mi- Estatua dedicada al rey de los nería y pesca. dagocetas en la ciudad rumana de De los escitas aprendieron el arte Orastie, al suroeste de Transilvania. de trabajar el hierro. También entra- invierno·2011 59

ron en contacto con los persas, a quie- Hacia finales del siglo IV a. C y nes ofrecieron una gran resistencia en principios del siglo III a. C., los da- tiempos de Darío I. Herodoto afirma cogetas se escindieron en dos reinos. que Dobrogea (actual Dobruja) fue Uno en el bajo Danubio gobernado tomada en el 512 a. C., como castigo Aunque Filipo II se por el basileo Dromichates y el otro por no haber prestado ayuda al ejér- casó con una princesa en la zona de Dobrogea bajo Zalmo- cito asiático mientras todas las tribus denikos. Dromichates se topó con Li- tracias sí lo hicieron. dacogeta su sucesor, símaco quien a la muerte de Alejandro Alejandro Magno, no Magno heredó, entre otros territorios, Amor-odio con el mundo heleno la región de Tracia. La guerra se saldó Desaparecida la influencia persa, los dudó en atacarles esta vez con la victoria, muy sufrida dacogetas entraron en la órbita he- por otra parte, de los dacogetas. lenística gracias al comercio con los quien estaba organizando una serie de Tras un periodo relativamente griegos asentados en las costas del campañas en el bajo Danubio. tranquilo, a finales del siglo III a. C. Mar Negro. Estos les proporcionaban La armonía duró poco ya que el Roma llega a la zona, internándose productos como el vino, la cerámica y hijo y sucesor de Filipo, Alejandro gradualmente hacia Oriente: prime- el aceite, pero también les mostraron Magno, en sus ansias expansionistas ro se asienta en las costas de Iliria, el uso de la moneda. A cambio, los no dudó en atacar a sus vecinos del para pasar más adelante hacia Mace- dacogetas les ofrecieron pieles, pes- norte. Estos se resistieron con valor, donia y Grecia. Aunque las regiones cado, miel y trigo, entre otros produc- pero fueron sometidos. Alejandro de y Panonia no entrarán en tos. La relación entre ambos pueblos Magno no pudo disfrutar mucho de los planes expansivos hasta tiempos se consolidó con el matrimonio de la victoria, ya que tuvo que volver a de Augusto, la influencia en el medio Meda, hija del rey dacogeta Kothelas, Macedonia rápidamente para acallar y bajo Danubio se dejó sentir ya du- con el monarca macedonio Filipo II, los rumores de su muerte. rante la República, si bien por aquel 60 hiems·mmdcclxiiii·auc

La futura Ulpia Trajana fue una fundación de Burebista. A la iz- quierda, los escasos restos arqueo- lógicos visibles en la actualidad en el emplazamiento.

Giurescu. Basándose en descubri- mientos arqueológicos, estos investi- gadores creen que la llegada al poder se habría producido bastante después, entre los años 70 y 62 a. C. Si la cronología de su ascensión no es clara, menos aun es cómo unió a todas las tribus. La mayoría de los expertos se inclinan por una solución militar. En una sociedad en donde im- peraba la guerra, parece poco proba- ble que la aparición de un liderazgo fuerte se produjera de forma pacífica, en especial si tenemos en cuenta la gran cantidad de tribus existentes. Una vez llegado al poder, Burebis- Foto: Cosmin Cornea ta inició una revolución en todos los aspectos. No solo unificó a todas las entonces los principales intereses de empuje celta. El ascenso de Burebis- tribus sino que estableció una espe- Roma estaban en Asia Menor y los ta cambió el rumbo de los aconteci- cie de código moral que regulaba la diferentes reinos helenísticos. Esta mientos, convirtiendo a este pueblo vida y costumbres. Para ello contó atención desembocaría en tiempos de en una potencia temible en el sureste con la ayuda de un sacerdote llama- Pompeyo en varias expediciones con- de Europa. No fue un caso único de do Deceneo, que adquiriría una gran tra Mitridates VI Eupator. líder providencial. En esta época, la importancia más adelante. Estrabón Al margen de estos movimientos, aparición de fuertes liderazgos per- nos describe cómo el pueblo dacogeta el mundo dacogeta proseguía su evo- sonales fue bastante frecuente tal y aprendió a vivir sin vino y a obede- lución. Desde finales del siglo III hasta como lo demuestran dos contempo- cer a su rey (Geografía, VII, 3, 11), principios del I a. C., vio como la parte ráneaos suyos: Mitridates VI Eupator, advirtiéndose además un desarrollo occidental de su reino, al oeste de los que fundó un vasto y poderoso estado espiritual y material que tenía la agri- montes Cárpatos, fue ocupada sucesi- en Asia Menor, y el suevo Ariovisto cultura, la alfarería y la herrería como vamente por tribus celtas como los bo- con las tribus germánicas del oeste y principales ejes económicos. yos, los tauriscos y los anartes. el norte de Europa. Estableció la capital del reino en Los escordiscos, otra tribu celta, se Argedava y fundó después la ciudad asentó en la antigua Yugoslavia, entre Oscuros principios de Sarmizegetusa que más tarde en el río Sava y el Danubio aliándose de Uno de los problemas que suscitan época romana se conocería como Ul- vez en cuando con los bastarnos para más debate es cuándo se convirtió pia Trajana. El nombre de la capital realizar incursiones en la provincia Burebista en el rey de los dacogetas y suscita controversia. N. Gostar con- romana de Macedonia. Estas accio- unificó a las aproximadamente ciento sidera que se llamaría “Zargedava” nes bélicas obtuvieron finalmente cincuenta tribus existentes. Jordanes, basándose en una inscripción incom- una contundente respuesta en 88 a. historiador de origen godo del siglo pleta conocida como el decreto de C.: Los escordiscos fueron derrotados VI d. C., data este acontecimiento en Dionisópolis. En la sexta línea apa- por el gobernador de Macedonia L. el año 82 a. C. (Origen y gestas de los rece la palabra “Sargedava” aunque Cornelio Escipión Asiático Asigeno godos, 11, 67), justamente cuando L. para este autor, la forma exacta sería y más tarde expulsados del valle del Cornelio Sila es nombrado dictador la ya mencionada “Zargedava”. Danubio por un joven rey que empe- por C. Valerio Flaco. Tampoco es fácil de precisar el pun- zaba a despuntar, Burebista. Esta fecha, extraída de la única to desde el que empezó a expandirse Durante las primeras décadas del I fuente escrita, es sin embargo cues- el territorio controlado por Burebista. a. C. los dacogetas, desunidos, habían tionada por los historiadores rumanos Dos hipótesis, sobre otras existentes, perdido parte de su territorio ante el Constantin C. Giurescu y Dinu C. sobresalen al respecto. La primera invierno·2011 61

considera el territorio de Valaquia 3, 11), no se corresponden cronológi- como el origen, resaltando que desde camente con la realidad. El historiador finales del siglo IV a. C, coincidiendo griego menciona primero las campa- con la escisión del reino en dos, existió Tras someter a ñas llevadas a cabo en Istro y Tracia. una fuerte presencia dacogeta bajo el Llega hasta Macedonia e Iliria y de- reinado de Dromichates. Aunque des- diversos pueblos, Bu- rrota a los celtas –probablemente es- pués las fuentes literarias callan es de rebista volvió sus ojos cordiscos– que estaban mezclados con suponer que dicha presencia no des- los tracios e ilirios. Para acabar, afirma aparecería, como parecen apuntar los hacia los territorios que batalló contra los boyos y tauris- descubrimientos monetarios datados romanos en Macedonia cos. Lo cierto es que fue al revés, pero hacia la mitad del siglo II a. C. Los probablemente Estrabón ordenase las asentamientos encontrados revelan desde la primera mitad del siglo IV a. campañas según la importancia que tu- que siguió habiendo una importante C., grupos tribales que alcanzarían su vieron para Roma. Así, las incursiones población dacogeta en la zona. culmen bajo los reinados de y a Macedonia e Iliria, territorio roma- La segunda hipótesis sugiere que la Rubobostes hacia el 200 a. C. no, son relatadas en primer lugar. expansión comenzó en la zona cárpata La falta de testimonios fidedignos La secuencia más probable de los de Transilvania debido a la presencia de no permite asegurar dónde comenzó la hechos es la siguiente: Burebista se restos arqueológicos de torres fortifica- expansión dacogeta. Sin embargo, esta enfrentó hacia el año 60 a. C. con los das en la zona de los Montes Orastie, se llevó a cabo, como testimonian las boyos y tauriscos, derrotando a ambos. excavados en los años veinte y treinta fuentes clásicas. Con todo, las campa- Más tarde, consiguió la victoria contra del pasado siglo. Además, al igual que ñas de Burebista descritas muy breve- los escordiscos y realizó las primeras en el territorio de Valaquia, existieron, mente por Estrabón (Geografía, VII, incursiones en territorio romano. Fi-

Una personalidad arrolladora En las fuentes clásicas, solo han so- pocos los fragmentos que se han En cuanto a la numismática, la brevivido dos testimonios principales conservado que es imposible realizar adopción del denario romano con su que nos acerquen al carácter de Bu- una aproximación cercana. efigie también es una prueba del ca- rebista. El primero de ellos, literario, Este personaje no solo aparece lado que Burebista tuvo en su pueblo. pertenece a Estrabón, que lo define en fuentes escritas y arqueológicas. Todas estas manifestaciones dejan como un líder capaz de levantar la También el arte y la numismática re- entrever un líder carismático, com- moral de su pueblo, decaído por en- flejan el carácter del personaje, en las penetrado con su pueblo, inteligente, tonces de innumerables guerras, do- pocas representaciones que se cono- seguro de sí mismo, enérgico, con tándolo de una disciplina y obediencia cen del mundo dacogeta. Un ejemplo gran habilidad en el arte de la guerra hacia su persona (Estrabón, Geogra- claro es una fíbula en plata con forma y en la diplomacia. No en vano hoy fía, VII, 3, 11). de corazón descubierta en Bucarest, todavía es considerado por muchos Una segunda referencia, ar- que muestra la figura de un jefe geta rumanos como la figura más grande queológica, se refiere a una ins- atribuida a Burebista. Otra fíbula de de la Antigüedad, comparada con la cripción realizada en mármol hacia plata, encontrada en Balanesti (Mol- del mismísimo Julio César. el año 48 a. C., conocida como el davia), parece ratificar esta interpre- decreto de Dionisópolis dedicado tación con una figura casi igual a la a Acornion, emisario de Burebista. citada anteriormente. No obstante, Encontrada en Balcic (Bulgaria), hasta que no se produzcan más des- actualmente se halla en el Museo cubrimientos no se podrá saber con Nacional de Sofía. Si bien está in- certeza si tal figura es efectiva- completa, nos ofrece algunos datos mente la del líder dacogeta. sobre su personalidad definiéndolo como el primero y más grande de los reyes de Tracia. Existe un tercer testimonio, que Burebista es un símbolo nacional correspondería a Dion Crisóstomo. en Rumanía, que en 2005 incluso En su Historia de los Getas alude a puso en circulación una moneda la figura del gran rey, pero son tan con su efigie. 62 hiems·mmdcclxiiii·auc

nalmente, entre el 55 y 48 a. C., se di- Campañas de Burebista (61-48 a. C.) SÁRMATAS rigiría al Ponto Euxino, conquistando las ciudades-estado griegas. Danubio BOYOS La primera campaña citada se di- Olbia rigió principalmente hacia los boyos, Sangidava Tyras gobernados por Critasiro. Originarios BASTARNOS TAURISCOS de la actual Bohemia, habían cruzado Sarmizegetusa el Danubio empujados por la impara- Istro Danubio PONTO ble expansión de los suevos de Ario- Argedava Tomis Callatis EUXINO visto. Así llegaron hasta las llanuras de Ilirico ESCORDISCOS Sudava Dyonisopolis Panonia, entre Eslovaquia y Hungría, Odessos Sinope en donde empezaba el territorio daco- Mesembria geta. Consciente de que esta amenaza Apollonia podría hacer tambalear los cimientos TRACIOS Byzantium Dyrrachium de su reino, Burebista aprestó su ejér- Macedonia Ponto - Bitinia cito y salió en su búsqueda. Brundisium El lugar del encuentro no es cono- cido, aunque seguramente tuvo lugar Pharsalia en alguna área del medio Danubio, Asia y acabó con una aplastante victoria Atenas para Burebista. Estrabón afirma que Acaya Cilicia el lugar de la batalla pasó a conocerse IMPERIO ROMANO

como el «desierto de los boyos». El DOMINIOS DE BUREBISTA

triunfo abrió a Burebista el camino al CAMPAÑAS DACOGETAS corazón de Europa, pero incompren- sible y a falta de testimonios comple- Infografía: R. Pastrana tos, éste no aprovechó la situación. La explicación más razonable pare- ce ser que en su avance hacia el oes- Lo más probable es que el rey no te se habría encontrado con el suevo estuviera presente en aquellas accio- Ariovisto, a la sazón el otro gran líder. nes bélicas, aunque desde la distancia Fuera por respeto o por otras razones, Burebista renunció marcara las directrices de su desarro- ambos líderes no llegaron a encontrar- llo. La batalla decisiva de esta cam- se: Burebista dio medio vuelta hacia a internarse hacia la paña tuvo lugar en Istro (Histria para los Balcanes y Ariovisto puso sus mi- Galia, donde Julio Cé- los romanos), a escasa distancia de la ras en la Galia. Estas decisiones bene- desembocadura del Danubio, en donde ficiaron nada menos que a Julio César sar estaba luchando las fuerzas romanas comandadas por quien, recién nombrado procónsul de en ese momento el entonces procónsul C. Antonio Hi- la Galia Cisalpina, no tuvo que vérse- brida fueron derrotadas (Dión Casio, las con dos enemigos a la vez. causa del ataque podría estar en un Historia Romana, XXXVIII, 10, 1-3). En su camino hacia el Ponto Euxi- desacuerdo por el reparto del botín de Tras aquella victoria, los dacogetas no, Burebista se encontró con los es- estas escaramuzas. El caso es que Bu- volvían a la zona, aunque esta vez para cordiscos, tribu tracia asentada entre rebista venció en batalla y los expulsó luchar contra sus antiguos aliados. En- la baja Panonia y la actual Serbia en- del valle del Danubio. tre el 55 y 48 a. C., las ciudades-estado tre los ríos Sava, y Danubio des- Superado el escollo escordisco, el griegas fueron cayendo ante su avan- de el siglo III a. C. Estrabón nos infor- rey dirige sus miras al Ponto Euxi- ce. También quedaron sometidas va- ma de que estaban mezclados con los no, una zona que algunos años antes rias tribus locales como los bastarnos, tracios e ilirios. El ataque a esta tribu ya habían ollado sus huestes. Así, en establecidos al norte de Istro y que ser- es cuanto menos sorprendente ya que 61 a. C. los bastarnos y las ciudades vían de pantalla frente a las ciudades ambos pueblos habían estado aliados helénicas habían propuesto a los da- sármatas de Olbia y Tyras. Ambas ur- en la batalla contra los boyos y tau- cogetas formar una coalición contra bes también cayeron tras una larga lu- riscos. Además, en el primer cuarto los romanos. Burebista tenía serias cha, al igual que otras como Apollonia, del siglo I a. C., tanto dacogetas como dudas, pues en ese momento su pue- Odessos o Mesembria, mientras que escordiscos realizaron incursiones blo estaba sumido en la lucha contra otras ciudades como Tomis, Calatis en Macedonia, bajo control romano, los boyos y tauriscos. Finalmente ac- o Dionisópolis, sabedoras del peligro en las que muy probablemente ya cedió y sus hombres participaron en que se cernía sobre ellas, se sometie- participaría el propio Burebista. La la campaña. ron sin resistencia. invierno·2011 63

Pero, ¿por qué el rey dacogeta rea- fue también muy importante, como de- do Octavio realiza una expedición lizó tales conquistas? Carece de funda- muestra su intervención en el conflicto militar en la zona del Ilírico probable- mento pensar que el motivo fue man- entre César y Pompeyo, que en aque- mente entre los años 35-32 a. C., aun- tener a las ciudades griegas fuera de la llos momentos estaban enzarzados en que esta hipótesis, hasta ahora, no ha órbita romana. Lo más probable es que una encarnizada guerra civil. El rey sido probada. Al parecer fue víctima las expectativas de establecer redes dacogeta, atento a los acontecimientos, de un complot de nobles descontentos comerciales con las prósperas ciuda- va a tomar partido por Pompeyo, que que pretendían volver al estado ante- des griegas del Ponto, especialmente había acabado de derrotar en Dirraquio rior a Burebista. tras el vacío dejado por la muerte de a César. Proclamado imperator por sus Tras su muerte, los partidarios del Mitridates VI Eupator, expliquen esta soldados parecía que la victoria final difunto rey se enfrentaron con los re- campaña. Por aquel entonces, Roma del Magno estaba muy cerca. beldes, situación que desembocó en conquistaba la Galia para, después, Burebista manda a su emisario Acor- el ascenso al trono de Deceneo, según zambullirse de nuevo en el caos. nion a entrevistarse con Pompeyo en Jordanes. Estrabón afirma que el sa- Macedonia. Desconocemos los detalles cerdote y líder espiritual llegó a pro- Negociaciones con Pompeyo de dicha entrevista, pero sí cuándo fue clamarse dios. Con todo, el hallazgo En el año 48 a. C., terminada ya la realizada: entre el 7 de junio y el 9 de de unas monedas de oro en Transilva- campaña en el Ponto Euxino, Burebis- agosto, antes de la derrota de Pompe- nia, con la leyenda “”, podría ta posee un vasto territorio. Sus lími- yo en Farsalia. Lo más probable es que interpretarse como que el sucesor fue- tes son el río Bug (Ucrania), al norte; Burebista ofreciera al general tropas, ra Coson y no Deceneo, aunque esto Bohemia y Panonia al oeste; la costa armas, comida y otra ayuda. El resul- es solo una suposición. occidental del mar Negro al este; y las tado de la batalla es de sobra conocido: La muerte de Burebista no signi- llanuras de Tracia al sur. Tales pose- César vence rotundamente a Pompeyo, ficó la desaparición de su legado. La siones le valieron a Burebista, según el perdiendo solamente 200 hombres. No unificación de la lengua, la cultura y decreto de Dionisópolis, ser conside- tenemos noticias de que Burebista par- la civilización hacía imposible una rado «el primero y más grande de los ticipase al lado de Pompeyo, pero su vuelta a la situación anterior, tal y reyes tracios». posicionamiento hizo que Julio César como querían sus conspiradores. Pese Pero no todo se fijase en él. a todo, el reino se fragmentó en cuatro fueron campañas partes, si hacemos caso a Estrabón, militares. La Muerte inesperada aunque en tiempos de Augusto serían actividad di- Tras derrotar a los hijos de Pompeyo cinco. La impronta de Burebista fue plomática en Munda (Montilla, Córdoba) en tal que el reino se mantendría casi el año 45 a. C., César es nombrado siglo y medio más. Siendo rey Decé- dictador perpetuo. Dedica grandes balo, Trajano conquistó la con- esfuerzos a reorganizar el Estado virtiéndola en una provincia más del romano, pero no olvida al rey da- Imperio Romano. ◙ cogeta, hasta el punto de preparar una campaña contra él. Sin embar- go, no podrá llevarla a cabo, debi- do a que es asesinado en las idus PARA SABER MÁS: de marzo del año 44 a. C. Muy poco después, ese • BERCIU, D. (1980): De la Bu- mismo año, fallece Burebis- rebista la Decebal. Ed. Politica. ta, según Estrabón. Al- Bucarest. földy apunta fechas más • BLÁZQUEZ, J. M. (1987): “El tardías: en 40 a. C. o Estado de Burebista y los pue- incluso después, cuan- blos de la Península Ibérica en época helenística. Semejanzas y diferencias”, en Gerión, 5.

• HORATIU CRISAN, I., (1978): Burebista and his time. Acade- El liderato de Burebista miei Republicii Socialiste Româ- encontró focos de resisten- nia. Bucarest. cia entre la nobleza local • VILLAR GUAJARDO, R. I. (tarabostes). A la izquierda, (2004): Los geto-dacios: home- un noble dacio sometido, naje al pueblo rumano. Senado con su característico tocado de la República. México.

Foto: Mary Harrsch Foto: (Museo del Louvre). 64 hiems·mmdcclxiiii·auc

arqueología

INGENIERÍA La valorización de las vías romanas

Las calzadas romanas han Por Isaac Moreno Gallo. que se debe y no se debe hacer en la sido durante siglos líneas preservación y promoción de estas La restauración del patrimonio his- milenarias carreteras. comerciales y de transmi- tórico de la ingeniería civil tiene una sión de la lengua y la cul- asignatura pendiente especialmen- La ineficacia protectora tura. Hoy, entre el olvido y te en las carreteras que los romanos La conservación de las vías romanas dejaron construidas en nuestro país. nos enseña un cúmulo de despropó- el desconocimiento, su- Después de comprobar que la técni- sitos y tratamientos altamente agresi- cumben a gran escala por ca constructiva en ellas aplicada era vos sobre estos venerables monumen- las transformaciones del un instrumento valioso para su iden- tos. Las infraestructuras modernas se tificación, los primeros tramos bien han instalado sobre las antiguas sin territorio. Paulatinamente constatados de vías romanas en Es- miramientos, la mayoría de las veces se convierten en rare- paña se han puesto en valor y se han desconociendo el valor de lo que se zas de las que pronto no rehabilitado para uso y disfrute de la destruía. Los corredores culturales ciudadanía. que formaban las vías romanas han quedará nada que proteger El tratamiento dado a algunos de quedado interrumpidos para siempre ni restaurar. El ingeniero ellos debe de servir de ejemplo de lo por autovías y ferrocarriles que no Isaac Moreno, promo- tor del grupo TRAIANVS, especializado en ingeniería romana, repasa las ac- tuaciones que se ciernen sobre este patrimonio.

Intervención sobre los pilares del puente romano de Segura (Cáceres), sin que presentarse ninguna

patología estructural. Isaac Moreno Fotos: invierno·2011 65

han respetado la continuidad del ca- mino, hipotecando definitivamente el Camino de la Calzada, uso del resto de lo no afectado. vía romana entre Clunia El fenómeno no presenta indicios y Sasamón, en Calerue- de ser frenado. En plena era de la In- ga (Burgos). Abajo, el formación Pública, de la Evaluación aspecto anterior a la y Declaración del Impacto Ambiental, brutal intervención con de las Medidas Correctoras y de una maquinaria pesada, en larga lista de eufemismos poco efica- 2008 (a la derecha). ces, la vía romana mejor publicada y cartografiada, la más afamada en el mundo de la ingeniería y de la arqueo- logía de nuestro país, la que el ilustre ingeniero Saavedra describió hace si- glo y medio en la provincia de Soria, ya tiene adjudicada la construcción de una flamante autovía sobre su trazado. El páramo de Calatañazor pasará de te- ner la vía romana mejor conservada de España, al desastre patrimonial mejor documentado y más penoso del país. Entre poco y nada se ha avan- zado desde aquellos años 90 en los que denunciábamos amargamente la destrucción de excelentes vestigios estructurales de las últimas carrete- agricultura. No preocupó mucho este ras romanas que los conservaban en hecho en el Gobierno de La Rioja, nuestro país. porque apenas dos años más tarde En la promoción y preparación del La preparación del corrió la misma suerte todo el llama- año Jacobeo Compostelano de 1999, do Camino de los Romanos, en Hor- fenómeno que ya despuntaba como pu- año jacobeo de 1999 milla, en toda su longitud, la misma jante negocio turístico a lo largo de la lí- trajo la destrucción de calzada romana en su continuación al nea del Camino de Santiago, se realiza- occidente, la Vía de Italia a Hispania. ron obras urgentes de “rehabilitación” varios tramos de la vía Estas destrucciones de las vías ro- de todo este camino de peregrinación, romana en Palencia manas por las nuevas infraestructuras a la sazón reinventado en buena parte agrarias, tampoco parecen tener freno de su trazado, para esta nueva oleada de a día de hoy. El proceso administrativo caminantes que se preveía continuada dojas más terribles de cuantas pueden de impacto sobre el patrimonio no está en el tiempo. Por desgracia, algunos de recaer sobre la suerte de este tipo de tan avanzado aún en estos procesos. los tramos intervenidos, se correspon- patrimonio. El caso de Caleruega (Burgos), de dían con el viejo camino romano que El hecho de que estas decisiones 2008, nos confirma este aspecto. La las concentraciones parcelarias aún no se tomen, no para servir a la agricul- vía romana de Clunia, muy bien co- habían destruido. tura, sino al turismo cultural, solo se nocida por todos, dentro y fuera del Los terraplenes intactos de la vía explica porque la indocumentación de pueblo, por la que sentían especial in- romana entre Carrión de los Condes los responsables de las inversiones es terés incluso en el ayuntamiento, ha y Calzadilla de la Cueza, conocieron mucho más peligrosa que las malas sido destruida finalmente. Por miedo de esta forma, en 1998, los efectos de intenciones. o por vergüenza, nadie en el munici- la maquinaria pesada sobre su estruc- De las decenas de casos que he- pio se ha quejado. Los buldóceres re- tura, proporcionando a los peregrinos mos visto después con este desenla- bajaron el camino para extender des- una comodidad de pisada y un moder- ce, cabe recordar la modernización de pués nuevos materiales, destruyendo nísimo aspecto del camino que no ha- los caminos de Tricio, en la Rioja, en la vía romana de forma irreversible. bían conocido los caminantes de los 2003. Caso único por el buen estado Cosa habitual en estos casos, en los siglos antiguos y que con seguridad patrimonial de las vías romanas que que se confía a la maquinaria pesada no era lo que buscaban los actuales. se destruyeron en esa ocasión, que pa- y al albedrío del operario de turno Que sea la promoción del camino saron de ser uno de los mejores poten- este tipo de actuaciones. la que destruya el valor patrimonial ciales turísticos del pueblo para con- Desconocer cuál es la estructura de de este, no deja de ser una de las para- vertirse en un anodino camino para la una vía romana y como debe ser trata- 66 hiems·mmdcclxiiii·auc

da, conduce a este tipo de desgracia- das consecuencias más que cualquier otro factor que pudiera llevar inheren- te la actuación. Ocurre así en los caminos y de la misma forma en los puentes asociados a estos. Las supuestas “reparaciones” de puentes romanos que han tenido lugar en nuestro país en las últimas décadas cuentan con aspectos dignos de toda lamentación. Al margen de la dudosa eficacia y hasta necesidad de muchas de las “consolidaciones” de las estructuras afectadas, el re- juntado con mortero de las juntas de los sillares, las sogas y tizones de los paramentos desfigura el puente roma- no hasta hacerle mostrar una imagen que nunca tuvo en su historia y, sobre todo, impropia de este tipo de puentes construidos por buenos ingenieros. A la derecha, estado No se salvan de esta apreciación, original de la fábrica del ni el famosísimo puente de Alcántara, puente romano de Segu- intervenido así en toda su superficie ra, en Cáceres. Dos mil en la década de los 70, ni el de Sala- años de estabilidad gra- manca, ni el del Albarregas (Mérida), cias a la perfecta unión ni otros de los mejores y más famo- de los sillares de granito sos puentes romanos ciertos que hay rosado y a su apoyo en en España. Sin hablar de tantos otros la roca madre. Arriba, que llamándose romanos, no lo son, desastre permitido por la aunque no por ello merezcan peores Administración. tratamientos. Conocer cómo son los puentes ro- manos, cuáles son y cuáles no lo han sido nunca, independientemente de los sillares y el zunchado de las pilas. de preservarlos. Algunas de las últi- cómo se les llame hoy, pasa hoy obli- Que esto haya ocurrido en 2007 mas obras de transformación agraria gadamente por la lectura de los traba- probablemente sea delito contra el de gran entidad de los dos últimos jos del Ingeniero de Caminos Manuel Patrimonio, al margen de que sus res- años lo han intentado con cierto éxito, Durán sobre los puentes romanos en ponsables no hayan sido procesados cuando afectaron a estos caminos. Hispania. Evidentemente no lo hicie- por ello. Es también una actuación El páramo leonés situado entre ron quienes intervinieron, con gran infamante para el arte de la ingenie- los ríos Esla y Cea se pone ahora en desatino y graves consecuencias, so- ría moderna, teniendo en cuenta que regadío con el embalse de Riaño. La bre el puente romano de Segura en la la intervención ha sido obra de los in- vía de Italia a Hispania, aquí llamada frontera extremeño-portuguesa. genieros de hoy, pero sobre todo evi- Calzada de los Peregrinos, atraviesa En 2007 se ha zunchado con hor- dencia la ineficacia negligente de los todo este terreno. Las mejores estruc- migón la base de las pilas cuya estabi- responsables del patrimonio extreme- turas supervivientes de esta vía roma- lidad no presentaba ningún problema. ño y portugués. Vuelve a constatarse na iban a ser afectadas. La intención Se han bulonado y cosido los sillares aquí la peligrosidad de las interven- ha sido buena: las más evidentes han que no presentaban patología alguna ciones mal asesoradas. sido valladas y preservadas aunque el y finalmente se ha rejuntado todo el camino ya no será el mismo. puente de una manera burda, hasta Cambio de tendencia Algunos terraplenes intactos han desfigurar su aspecto. Con el avance del proceso de iden- sido cercados con una empalizada de Esta intervención probablemente tificación de las vías romanas yla madera y permanecen en islotes fuera provoque las primeras patologías serias paulatina aparición de restos bien del contexto de lo que se supone que que el puente haya presentado nunca, conservados de estas, probablemente es una obra lineal. Otros restos, cerca consecuencia de la aparición de tensio- los últimos supervivientes, se ha ido de Reliegos-Santas Martas, han des- nes nuevas ocasionadas por el cosido de tomando conciencia de la necesidad aparecido del mapa. O pasaron des- invierno·2011 67

apercibidos o el descuido los cargó a un camión y se los llevó. Sea lo que fuere ya no están. El paisaje también cambiará radi- calmente. El secano de los páramos de vistas interminables se convertirá en cultivos de regadío, seguramente maizales que no permitirán tener ho- rizonte al viajero. Esta vía romana y Camino de Santiago es, como tal, de- clarado Bien de Interés Cultural, pero su devaluación será más que evidente precisamente en su Interés Cultural. Otro ejemplo hemos conocido en los interminables terrenos resecos de los Monegros oscenses que también están siendo objeto de remodelación El Camino del Diablo, en Aragón, con sus restos romanos, ha sobrevivido a las agraria. Los páramos de Cardiel, des- vías modernas, que en esta fotografía corren en paralelo a la antigua vía. poblado de Fraga, conocen bien el recorrido de los Caminos del Diablo, vías romanas de las más antiguas de España, del momento de la República Romana como atestiguan los miliarios que en ella se encontraron, que conser- ¿Qué apariencia tenían van relativamente bien su infraestruc- tura en buena parte de su longitud. realmente las vías? El Gobierno de Aragón ha llevado a cabo una excelente iniciativa pionera El halo mítico que envuelve a sobre cualquier otro, era de rue- probablemente en el mundo: los nue- las vías romanas es mucho más da. Un gran número de carros de vos caminos se han construido en pa- fuerte que su conocimiento. Este transporte de personas y de mer- ralelo a la vía romana, preservando el tipo de caminos milenarios por cancías surcaban estas carreteras. viejo camino que queda integrado en los que se supone con poco juicio Tras dos mil años de abando- una franja de zona común protegida. que transitaron las legiones a pie no, presentan hoy una variedad La franja ocupada por la vía roma- camino de la conquista de nue- de formas de conservación de na no ha sido afectada por obras de vos territorios, o los emperadores aspecto poco atractivo, que van parcelación, ni por las de construc- acomodados en flamantes literas desde una loma prolongada de- ción del nuevo camino, ni lo será por porteadas por esclavos y acompa- vorada por el bosque, hasta una el tránsito de la maquinaria, ni por el ñados de séquitos interminables, carretera asfaltada con sus líneas cultivo. Se trata de un ejemplo clara- siempre han ilusionado a quienes pintadas en blanco. Ambos casos mente conservacionista, un modelo los quieren ver y recorrer en sus suelen conservar unas capas de a seguir por otras Comunidades en momentos de ocio campestre. empedrado grueso bajo ellas, im- nuestro país y fuera de él. Estos caminos se alejan mu- perceptibles en la superficie en la cho de los que nos ha mostrado que nunca estuvieron y a la que Promociones erradas Hollywood y de los que nos han nunca fueron destinadas. La falta crónica de identificación que pintado en los cuentos de Astérix. Cuando estos empedrados de sufren los caminos de los romanos ha Realmente eran extraordinarias mayor calibre están hoy en la su- hecho pasar por tales, entre quienes obras de ingeniería, verdaderas perficie, es porque todo el terre- desconocen todo de este arte, a los carreteras desde todo tipo con- no de la vía ha sido ya roturado caminos empedrados de todo tipo, ceptual, vías comerciales de pri- y destinado al cultivo. La vía está aunque fueren de los que vulgarmen- mer orden por donde se expedían entonces destruida. te se dicen de cabras. No menos ocu- todo tipo de mercancías y se ex- El aspecto poco vistoso no se rre con los puentes, muchos de ellos tendía la cultura y la economía. Su contradice con el alto nivel de in- no solo alejados en el tiempo, sino aspecto original de zahorras en su geniería desarrollado en la cons- sencillamente indatables por ser de superficie, no estaba muy alejado trucción de estos caminos y con la una técnica constructiva mala y sin de los actuales caminos agrícolas. alta funcionalidad de la que hicie- arte, en todo caso, impropia de los El tráfico, con mucha diferencia ron alarde en vida. ingenieros romanos. Esta es otra de 68 hiems·mmdcclxiiii·auc

las formas por las que se llega al des- prestigio de “lo romano”, gracias a la inexactitud derivada del error y de la ignorancia en la promoción de estos vestigios. La lista de los caminos infames, aunque empedrados, que se promo- cionan hoy como romanos en España y en buena medida en Europa es in- terminable. Y también es larga la de aquellos Caminos Reales que, sin ser tan ma- los, presentan cierta vistosidad y gra- cia en sus estructuras. Apariencia vis- tosa que les da el hecho de conservar unos encachados bastante modernos, demasiado modernos para ser señali- zados como romanos. Promoción turística de la “calzada romana” de la Vía de la Plata sobre el trazado y sobre las estructuras del Camino Real de Castilla, en el puerto de Béjar (Salamanca). El esfuerzo constructor de los Borbones durante el siglo XVIII dejó nuestros difíciles pasos de mon- Ninguno de los dos monumentos se ha aparecido aún, o tal vez nunca lo taña, imposibles hasta esas inversio- ha librado, a pesar de esto, de ser asig- haga. A pesar de que, por su técnica nes, llenos de bonitos caminos em- nados a los romanos en la abundante constructiva, todos sean datables en pedrados para el tránsito mulatero. bibliografía al uso. Y, cómo no, hoy un parecido momento, o al menos en En los siglos anteriores, el Honrado gozan de una estupenda señalización uno bien alejado del mundo romano. Concejo de la Mesta había invertido como una vía romana merecedora de no Así ocurre con el llamado Camino también muchos esfuerzos en los ca- pocas epopeyas, que incentivan al ca- Real de Castilla en el puerto de Béjar, minos y puentes de sus principales minante a figurarse el paso de las legio- entre Cáceres y Salamanca, arquetipo rutas ganaderas, que fueron uno de nes desfilando por esos mismos lares. prefecto de lo que son los caminos del los motores económicos de nuestro La tipología constructiva de los XVIII con sus característicos “picos” país durante los inicios de la edad Caminos Reales del siglo XVIII es re- de balizamiento, muros de conten- moderna. lativamente homogénea entre sí, tan- ción, tajeas, etc., que sin embargo, por De algunas de estas realizaciones to como lo es la de las carreteras que hallarse en un collado con presencia camineras se conservan documentos hicieron los romanos. Y, ciertamente, de miliarios romanos, ha pasado a ser que lo avalan. Tal es así en los puen- muy alejada la una de la otra. romano también y señalizado en tal tes del Iregua, particularmente el de Sin embargo, si los Caminos Rea- sentido para confusión generalizada Villoslada, en la Rioja, donde la Mes- les cuya construcción ha ido siendo del visitante. ta tenía paso estratégico y del cami- documentada en su momento preciso Idéntica suerte viene corriendo el no del paso del puerto de la Fuenfría, del siglo XVII o XVIII están dejando camino ganadero del puerto del Pico, donde Felipe V tenía obligado tránsi- de ser “romanos”, más difícil lo tie- en Ávila, considerado “romano de to al palacio de la Granja. nen aquellos cuya documentación no toda la vida”.

Vía romana vallada, fuera ya del contex- to del corredor de que formó parte, para salvarla de la transformación agraria ocasionada por los nuevos regadíos del páramo leonés de Santas Martas. invierno·2011 69

Todas las regiones tienen su pe- queña colección de Caminos Reales modernos, de tipología común con los otros de la misma época, sospecho- samente bien conservados en zonas montañosas con laderas inestables, Camino del valle del cosa que delata su modernidad, pero Besaya, entre Bárcena de Pie de Concha y que sirven bien como romanos a falta Pesquera, en Can- de otros que se conozcan. tabria. Una de las Cataluña cuenta con varios cami- muchas camberas, nos de mulas con sus picos de bali- caminos de mulas es- zamiento y empedrados en superfi- trechos y encachados, cie, cosa que hasta no hace mucho se que pueden verse en esperaba de las vías romanas. Estos la cornisa cantábri- caminos bastante modernos se pro- ca. Hoy goza de una mocionan como romanos hoy, como potente promoción como vía romana, el de la Capsacosta, en Gerona, el de aunque nunca lo fue, Argentona, en Barcelona, y el del Pe- tras su consideración relló, en Tarragona. como tal por varios Cantabria, región montañosa por historiadores. excelencia, presenta al ciudadano como caminos romanos el del valle del Besa- ya, la Cambera de los Moros en la Sierra del Escudo Cabuérniga, el camino viejo del Escudo y el camino de los Tornos. Este último, con su construcción bien por cuatro comunidades autónomas y documentada en el XIX. no menos de cinco provincias, basado Santiago de Compostela. No continuaremos con estas in- únicamente en un relato épico escrito Históricamente y científicamente terminables promociones locales de siglos después de los hechos y proba- hablando, “de la Plata” sólo se lla- caminos, “vistosos” como único mé- damente incierto en el recorrido que mó al camino al sur de Salamanca rito probado para ser romanos, ya que describe, quién sabe qué podemos es- y nunca se llamó así a ninguno más nos parecen más preocupantes las que perar ya de estas iniciativas. al norte. Además, el camino que se en los últimos años se trasladan a la Mucho mayor empuje está adqui- promociona como tal al norte de Sa- gran escala de los grandes corredores riendo la llamada Vía de la Plata. Al lamanca nunca ha sido vía romana. Y culturales apoyados en supuestas vías rebufo del negocio en que se ha con- sin embargo, sólo el mar ha parado romanas o caminos de otra índole, en vertido el Camino de Santiago en los esta promoción desaforada en sus ex- todo caso inexistentes. últimos veinte años, las comunidades tremos de Gijón, Cádiz y Santiago. El Si el Camino del Cid ha tomado de- del oeste peninsular han detectado el rigor y la verosimilitud de lo anuncia- finitivamente cuerpo, cuenta con una suyo en este camino. Algo que empezó do no parecen importarle a nadie. Al serie documental propia en televisión entre Mérida y Astorga es ambiciona- menos a nadie que vaya a beneficiarse y se encuentra ya señalizado a su paso do ya en Cádiz, Gijón y hasta la propia de este pequeño fraude.

Promoción de la famosa Vía Augusta, sobre las estructuras del Camino Real del Perelló a la Ampolla. Muretes y tajeas de pésima factura, conservados gracias a su modernidad. 70 hiems·mmdcclxiiii·auc

En la misma zona de España, años después, en 2003, se emprendió el programa Vías Augustas financia- do por los fondos FEDER dentro del Programa INTERREG III-A España- Portugal. Como consecuencia de él se desbrozaron y limpiaron muchos kiló- metros de vías romanas bien identifi- cadas con cabeza en Astorga y destino en Braga, poniéndose algunos mono- litos señalizadores al efecto. Una ini- ciativa encomiable que necesitaría una continuidad en el mantenimiento de lo realizado, o la vegetación lo devolverá a su estado primitivo. En 2007, en la provincia de Burgos, surge otra iniciativa con ayuda de fon- Carteles explicativos de la vía que unía Italia e Hispania, en Quintanapalla (Burgos). dos europeos, promocionando una lar- ga longitud de terraplenes bien conser- vados de la carretera romana de Italia a Extremadura, pionera justamente en el puente trasladado y reconstruido Hispania, en Quintanapalla, la primera en esta promoción, porque tenía Vía en 1972 de Garrovillas de Alconétar. promoción al detalle de vestigios de Romana y de la Plata, consiguió me- Ninguno de ellos tiene problemas este tipo de estructuras en España. diante la financiación del Banco Eu- de estabilidad ni falta de solidez en Como antecedentes, la Vía Domitia ropeo de Inversiones y de la Junta de sus fábricas. Sin embargo, la admi- en el sureste francés ya llevaba varios Extremadura, un presupuesto de 19,6 nistración que gestionará estas ac- años puesta en valor en los márgenes millones euros, más de 3.000 millo- tuaciones es la misma que permitió de la autopista Languedociana. Esta nes de las antiguas pesetas, para el la barbarie sobre el puente de Segura vía romana conserva también buenos proyecto Alba Plata I. Con este dine- hace unos pocos meses sin rechistar. terraplenes en las llanuras de la vega ro se han habilitado albergues, se han No se conoció ni siquiera la protesta baja del Ródano. restaurado importantes monumentos de la Administración extremeña por Quintanapalla cuenta con señaliza- en toda la región, tuvieran relación o estos hechos. Permítasenos, al menos, ción específica de la vía romana, áreas no con el corredor, y se han lanzado el pánico al poder económico de los de descanso, hitos miliarios conme- campañas de marketing turístico de la indocumentados. morativos de la moderna valorización región. y carteles explicativos de los distintos Pero, la vía romana, no ha sido res- Promociones avanzadas aspectos estructurales que pueden ver- catada en sus mejores vestigios de las Una de las vías romanas más famosas se en el recorrido. Le siguió en 2008 innumerables fincas particulares que en nuestro país es la Vía Augusta, que el tramo desde Cerezo de Riotirón a la conservan dentro de ellas, expuesta recorría el Levante y Andalucía des- Briviesca, en la misma provincia de a la voluntad de los propietarios de es- de la Junquera hasta Cádiz. Los pio- Burgos. Con elementos semejantes a tas dehesas ganaderas. No se ha dado neros intentos de promoción de esta los de Quintanapalla, cuenta con ca- la deseable continuidad al trazado de vía proceden de los años 90, pero no racterísticas estructurales diferentes a la vía romana usurpada en muchas siempre han tenido la suerte deseada. otras vías. fincas y perdida en tantos baldíos, ni La mayoría de las veces se han reali- Se ha recreado con una reconstruc- cuenta hoy con un balizamiento claro zado sobre caminos que no tenían su ción de la vía romana a escala, un trozo que la delimite y permita el tránsito romanidad constatada. con idéntica técnica constructiva que cómodo por la carretera por la que, Los primeros restos promociona- la que realizaron los ingenieros roma- sin embargo, circulaban a buena ve- dos de vías romanas bien identifica- nos. Se ha expuesto también, en el en- locidad los romanos. Lástima, éste no das en España, fueron probablemente torno, alguno de los aparatos topográ- era el objetivo de Alba Plata I. los de la Vía Nova en el Xurés, en la ficos que se usaron para el replanteo y No obstante, rentabilizada la inver- Portela do Home de la frontera galai- construcción de vías romanas. sión, ahora se ha anunciado el proyec- co-portuguesa. Las estructuras de la Estos elementos son los que ayudan to Alba Plata II. Con un presupuesto vía estaban ya muy deterioradas, pero al ciudadano a comprender el verdade- de 4.670.000 de euros, se anuncian al menos la abundancia de miliarios ro valor de las obras, ya que aprenden intervenciones restauradoras en los en el camino justificaba la visita y el cómo son realmente y cómo estaban puentes romanos sobre el río Guadia- trazado correcto del camino romano construidas, entendiendo mejor el alto na y sobre el Albarregas de Mérida, y avalaba la promoción. nivel técnico que en su construcción invierno·2011 71

se empleaba, prácticamente igual que el que se ha desarrollado en nuestras modernas carreteras Excavación que tantas veces se han super- arqueológica en puesto a las viejas vías. Tal vez, la Vía de Italia a por estos factores, este plan de Hispania en Bri- puesta en valor ha sido objeto viesca, en el lugar de opiniones muy favorables, de Carraquinea. en prensa. La estructura se Desgraciadamente, hoy, ve formada por dos la mayoría de los caminos capas de cimentación antiguos son promocionados de piedras gruesas de como obra romana, aun sin yeso, confinadas bajo serlo la mayoría de ellos. A la capa de rodadura la vez, se facilita informa- de zahorras naturales. ción errónea sobre cómo son y cómo están hechas las verdaderas vías romanas. Esto pro- gunas admi- duce un rechazo que aleja al público nistraciones ignoran el potencial de este tipo de promociones engaño- que supone en una sociedad como Un valor añadido aportado por este samente publicitadas, para grave per- la nuestra la promoción turística de tipo de trabajos es la correcta gestión juicio de todos los caminos antiguos los caminos históricos, otras se están patrimonial que permite la incorpo- en general y de las vías romanas en preocupando de identificarlos correc- ración de los datos de diagnóstico a particular. tamente, de diagnosticar su estado de la base de datos cartográfica de las Discernir el momento de construc- conservación y de valorar sus posibili- administraciones implicadas. Los ción de los caminos antiguos aporta dades de promoción. Sistemas de Información Geográfica otros valores añadidos. Permite asig- La Comunidad de Castilla y León (SIG) sirven como herramienta muy nar correctamente a cada uno el valor desarrolla en estos momentos un ambi- potente para la conservación eficaz de histórico que le corresponde y su pa- cioso plan de identificación y diagnós- aquellos tramos bien conservados de pel concreto en el desarrollo histórico, tico de las vías romanas de la región. entre los correctamente identificados. económico y social de la comarca en Hasta hoy, permanecían desconocidas De esta forma, pueden convertirse en la que se encuadra. De esta forma, el en su gran mayoría, confundidas con verdaderos vestigios al servicio del interés cultural y científico del monu- caminos modernos y con otros de ca- futuro cultural de la región, que en el mento en cuestión, como es una carre- racterísticas radicalmente diferentes a caso de la que tratamos, ha sabido ser tera romana o un importante camino las de las carreteras de los romanos, la pionera en este tipo de trabajos en real, aumenta exponencialmente con la cosa esta habitual hoy en toda Europa. Europa. ◙ certeza de la información que se ofrece al ciudadano. Informar correctamente de la forma PARA SABER MÁS: en que está construida una vía romana y enseñar al ciudadano la composición • ARRÚE UGARTE, B., MOYA Trabajos de arqueología en Can- real de la estructura del firme del mo- VALGAÑÓN, J. G. y otros (1999): tabria V. Santander. Catálogo de puentes anteriores a numento que contempla es una de las 1800 en La Rioja. IER - CEHOPU. • MORENO GALLO, I. (2004): Vías mejores y más útiles formas de valori- Madrid. romanas. Ingeniería y técnica zar el camino en cuestión. constructiva. CEHOPU. Ministerio Confundir con falsas afirmaciones • DURÁN, M.; NÁRDIZ, C.; FE- de Fomento. RRER, S. Y AMADO, N. (1999): sobre la técnica constructiva que los La Vía Nova en la Serra do Xurés, • MORENO GALLO, I. (2010): ingenieros romanos aplicaban a sus Ourense. Xunta de Galicia. “Vías romanas e infraestructuras carreteras perjudica al camino que se modernas”, para el I Congreso In- pretende promocionar, y también a los • DURÁN FUENTES, M. (2006): La ternacional de Carreteras, Cultura construcción de puentes romanos y Territorio. CICCP de Galicia. 3, 4 demás en los que se pudiera informar en Hispania. Xunta de Galicia. y 5 de marzo de 2010. En prensa. correctamente, ya que no serán iden- tificados con la información recibida • GARCÍA ALONSO, M. (2002): “El • RODRÍGUEZ MORALES, J., MO- inicialmente. Puerto de los Tornos (Cantabria- RENO GALLO, I., RIVAS LÓPEZ, J. Vizcaya-Burgos). Nuevas y viejas (2004): La vía romana del puerto de En algunas zonas de España, el fu- evidencias arqueológicas en un la Fuenfría. Estudios de Prehistoria y turo de las vías romanas parece más espacio liminal y de tránsito”, en Arqueología Madrileñas, 13, 2004. halagüeño que en otras. Mientras al- 72 hiems·mmdcclxiiii·auc

DENUNCIA

Un nuevo asalto ARQUEOLOGÍA MILITAR en el Monte Cotío

Fotos: David S. Bustamante S. David Fotos: Una excavadora allana el camino a la zona de interés arqueológico.

La instalación de un aerogenerador experimental en Cantabria Ahora traten de representarse las exigió la construcción de amplios viales para vehículos pesa- historias, las muertes, heroicidades, insultos y chascarrillos desde las mu- dos. A escasos metros de las máquinas descansa un castro ro- rallas. ¿Liberación de mujeres y ni- deado de campamentos romanos que lo asediaron. La obra se ños como en Alesia? ¿Suicidio colec- ejecutó a pesar de los riesgos para el patrimonio histórico, que tivo de supervivientes como dicen las crónicas que sucedió en Masada?... sigue enterrado y esperando financiación para ser estudiado. Todo lo anterior se tiene que dejar a la imaginación porque las fuentes bibliográficas son muy parcas y están Por Francisco J. Girao. No sabemos gran cosa del enfren- agotadas. Por otro lado, el actual Go- tamiento bélico que tuvo lugar con los bierno de Cantabria acaba de permitir Bien es sabido que, si hubo un pueblo bárbaros de la Hispania Citerior. Hoy una actuación industrial que puede que se «resistió siempre al invasor», en día, no obstante, existe un enclave dar al traste con lo que, en tiempos no es ninguno que haya protagonizado que supone una fotografía degrada- más felices, soñó con ser un parque cómics o dibujos animados después, da, una instantánea de aquel tiempo. arqueológico. ni que tuviese ninguna fórmula má- Saber su historia y sobrevolar ese te- La suerte de damnatio memoriae gica más allá de su carácter salvaje y rreno es una experiencia evocadora fortuita a la que los historiadores ro- aguerrido. El conjunto de pueblos cán- que permite casi escuchar el ruido de manos o la desaparición de sus textos tabros y astures, en la década que fue miles de pares de calligae marchando parecen haber condenado a los anti- del 29 al 19 a. C. hicieron emplearse por la calzada que vertebraba la zona. guos pueblos cántabros y astures se a fondo a los generales y aun al nue- Imagínense un campo del sur de la une a una tradicional timidez en las vo princeps Augusto. Las campañas actual Cantabria. Verde y montes. Un campañas de excavación en la zona. fueron, empero, de las que merecen pequeño riachuelo. En sus plantas, un El visitador de la cercana Julióbriga la pena, de las que los líderes de las polígono casi regular, muy pensado, (a dos kilómetros de Reinosa), por huestes romanas (ojo a los nombres: claramente enfrentado a los restos de ejemplo, comprobará un más que evi- no sólo Octaviano Augusto, sino des- un anárquico asentamiento prerroma- dente estado embrionario en la inves- pués su mano derecha, Agripa, o Cayo no. Se trata de un campamento roma- tigación de campo sobre esa antigua Antistio Veto) aprenden militarmente no en clara situación de asedio a un ciudad que domina el actual pantano de sus enemigos. castro cántabro. del Ebro. Algunas campañas en los 60 invierno·2011 73

y 70 sacaron a la luz la mayoría de lo que se puede ver en la actualidad. Lo mismo sucede con un conjun- to situado a tres kilómetros al sur de ese asentamiento caído en desgracia Una actuación con a partir del siglo III. Se trata de una serie de yacimientos encabezados por grandes repercusiones el campamento romano de La Poza y el castro de Las Rabas. Están unidos sobre el entorno con Julióbriga (especial y originaria- Aplicando su conocimiento y José Luis Casado Soto es mente, el campamento) por lo que prestigio, el historiador José historiador, arqueólogo y li- puede ser la calzada protagonista de Luis Casado Soto declara que cenciado en Bellas Artes. San- este reportaje. La vía de Peña Cutral «es tremendo que se haga una tanderino, fue hasta junio de puede ser parte de la importante ca- intervención así». Haciendo este año director del Museo rretera romana de norte-sur que unía mención a la posible condena Marítimo del Cantábrico (que Pisoraca (Herrera de Pisuerga) con y pérdida de la calzada roma- también fundó), es académico Portus Blendium (Suances). na de Peña Cutral por la vía correspondiente de la Real Aca- A comienzos de 2010 la gigante de acceso al V112, el historia- demia de la Historia y miembro eólica danesa Vestas se interesa por la dor apreciaba que «aparte del asociado a la Academia de Ma- instalación en lo alto del Monte Co- trazado de ese vial que afecta rinha en Lisboa. tío, situado en el término municipal a mucho territorio, ese tipo de Director y fundador del La- de Celada Marlantes (Campoo de En- estructuras [el aerogenerador] boratorio para Investigaciones medio, a 7 kilómetros de Reinosa) de por tamaño, potencia e inciden- Arqueológicas Subacuáticas, un ejemplar de su aerogenerador es- cia sobre el medio, en ningún tiene en su haber el Premio trella: el V112-3MW. Según se mira caso deben colocarse sobre un Nacional del Mar, ha dirigido el mapa, el alto de Cotío está a unos campo arqueológico de esas ca- una veintena de excavaciones cientos de metros al este del conjunto racterísticas y de tanto valor». arqueológicas, tanto terrestres de La Poza y Las Rabas (declarado Quien ha escuchado hablar como marítimas, y ha comisa- legalmente, por cierto, Bien de Inte- en alguna ocasión a Casado riado más de 40 exposiciones rés Cultural –BIC–, la figura legal de Soto sabe que lo hace dando temáticas. máxima protección de un recurso his- un considerable porcentaje de Es autor o editor científico tórico en el marco jurídico español). datos por minuto desde la tran- de medio centenar de libros y quilidad que da el haber escri- ha elaborado cerca de 250 tra- Informes negativos to, hablado y leído e investiga- bajos que se han publicado en El 12 de mayo los servicios de Arqueo- do sobre ellos desde hace años. libros colectivos y en revistas logía de la Consejería de Cultura del Para el veterano funciona- especializadas, tanto españo- del Gobierno de Cantabria hacen mu- rio (jubilado), arqueólogo e las como extranjeras. cho más que informar negativamente, historiador, lo del Monte Co- más que por la instalación del molino, tío, auspiciado por los minis- por la afección de la pista de acceso terios de Industria y Cultura, a construir. El jefe de Arqueología va por el Gobierno de Cantabria, más allá e informa, recogiendo el sen- es «algo sencillamente incom- tir técnico generalizado, que la delimi- prensible». El arqueólogo cita tación del BIC actual es insuficiente y los criterios de varias cartas y que no se puede certificar que ninguna protocolos internacionales de actuación en la zona no afectará al pa- protección del patrimonio, la trimonio en el subsuelo, porque no se Unesco y Europa. sabe lo que hay y lo que no. Para él, «en cualquier país El informe cita negativas oficiales desarrollado que respete su firmes anteriores a proyectos de can- patrimonio, es inconcebible tera y parques eólicos y denuncia un que se levanten esas infraes- precedente grave: «el trazado del ga- tructuras pegadas a restos ar- soducto en el año 1987, que compor- queológicos visibles con el ries- taba seguimiento arqueológico, no fue go añadido de dañar otras que capaz de detectar la destrucción de las no lo son». estructuras fotifícadas de los campa- José Luis Casado. mentos romanos de La Poza a pesar 74 hiems·mmdcclxiiii·auc

de que las atravesó por completo y, sin fluencias) contra los actuales conseje- rectamente afectada por las obras en estar previsto en las inmediaciones del ros de Industria y Cultura. Dejando de lo que se refiere al campamento de castro se topó con una necrópolis me- lado las repercusiones legales, parece La Poza. Lo que hasta hace poco se dieval y el hallazgo de un miliario ro- claro que el entorno es extremada- creyó un solo recinto militar, tras un mano que refrendaba el paso de la cal- mente sensible y desconocido desde vuelo en ultraligero por la zona del zada por la zona. El precedente debiera el punto de vista arqueológico. Tanto arqueólogo Eduardo Peralta en 2001, bastar como muestra de la vulnerabili- como para haber sido descartadas an- se sabe que son sendos asentamientos dad arqueológica de este entorno». teriormente todo tipo de actuaciones de campaña (castra aestiva) pertene- No obstante, una leve modifica- industriales en la zona y como para cientes a épocas distintas. ción del trazado de la pista sirve para que hubiese sonado con fueza la crea- Los escasos estudios realizados que el Gobierno autorice la pista y ción de un parque arqueológico de las en esta zona arqueológica coinciden el molino. Las actuaciones han dado Guerras Cántabras allí. mayoritariamente en datar el recinto como resultado una denuncia penal La zona, que posee una evidente de grandes dimensiones (7,7 hectá- (por prevaricación y tráfico de in- densidad arqueológica, ha sido di- reas) en plena época de las Guerras

¿El fin de un patrimonio de futuro?

Joaquín González Echegaray campamento romano y un castro (Santander, 1930), prestigioso nativo, entre otros restos que se historiador, escritor y arqueólogo, consideran seguros, pero desco- se unió en septiembre de 2010 a nocidos– es uno de los yacimien- la nómina de imprescindibles de la tos de las Guerras Cántabras. erudición en la Historia cántabra «Para Cantabria –dice Echega- que dicen no entender por qué el ray–, no solamente el futuro pue- Gobierno ha autorizado la insta- de estar en la generación de una lación del aerogenerador V112 en energía limpia; hay otros aspec- el área de influencia del complejo tos posibles; Los parques arqueo- arqueológico de Celada Marlantes lógicos, en muchos sitios, como (Campoo de Enmedio). en España, están por estrenar. Es González Echegaray pertenece muy probable que de aquí a unos a una familia con varios miembros años se hagan ese tipo de insta- destacados por su aportación a la laciones en sitios donde se han Joaquín González Echegaray. cultura y la Historia y ha dirigido producido hechos importantes y excavaciones en España y Oriente donde queden restos». Próximo. Ha publicado libros y ar- Echegaray no habla de qui- el medio ambiente y a los anima- tículos en varios países y lenguas. meras, adelanta una más que les: estamos sensibilizados; En el Entre otros méritos, puede consi- probable moda que atrae turis- futuro inmediato podremos estar derarse uno de los introductores mo y riqueza, a la vez que con- sensibilizados con la conservación de las modernas metodologías en serva el patrimonio: «Esto ya de huellas del pasado. Si lo des- excavaciones del Paleolítico Supe- existe en sitios como Cotío. Si trozamos ahora, habremos cerce- rior en España. mañana se quiere poner allí un nado toda clase de posibilidades». Para Echegaray existe un gran parque arqueológico, aunque no Además el veterano profesor perjudicado en Celada Marlantes: esté el aerogenerador, si se ha rebaja el entusiasmo para con los el posible parque arqueológico destrozado un yacimiento, si se aerogeneradores: «Estamos en que se ha estado barajando ins- ha destrozado un entorno, puede Babia, con un sentido primitivo, talar allí desde hace años. Des- hacerlo inviable». como hace 100 años, cuando se de que se desató la polémica del Si lo quieren ver, los responsa- reclamaban para aquí las grandes V112 de Vestas en pleno verano bles políticos cántabros no tienen industrias del acero y el carbón. de 2010, han sido varias las ins- lejos un proceso que Echegaray Vamos a incurrir en la misma ton- tancias que han recordado que el ve similar y anterior: «Hoy en día tería. Vamos a picar y vamos a emplazamiento –que cuenta con se han desarrollado parques de destrozar lo que es un patrimonio el discurrir de una calzada, un naturaleza porque ahora se cuida para el futuro». invierno·2011 75

El yacimiento de Julióbriga (en la foto, la Casa de los Mo rillos) estaba unido con varios campamentos del entorno. Cántabras. El segundo, de 4,6 hectá- Una de las vías puede ser la que pasa por el Monte Cotío.- reas, podría adscribirse a un tiempo posterior, con necesidades menores en cuanto a lo militar ya que proba- blemente se dedicaría a tareas de sim- ple control. Dentro del perímetro del segundo se han hallado un as acuñado en Caesargusta (Zaragoza), un as de Graccurris (Alfaro, en La Rioja) con contramarca de águila en anverso y varias piezas de terra sigillata. Todo ello pospone su cronología, según los expertos, a un tiempo muy posterior: reinado de Tiberio, hacia el primer tercio del siglo I d. C. El estudioso Juan José Cepeda cree que este se- gundo campamento de dimensiones El caso de los castra aestiva, si- aquel paraje corre una pista que va más reducidas pudo ser la base para guiendo la tónica general de la zona, a dar a un macro aerogenerador que los 5.000 hombres de la Legión IIII solo ha sido prospectado en dos cam- puede verse desde la autopista. Deba- Macedónica. pañas, en 2003 y 2004. Ahora por jo está nuestra Historia. ◙

Dos formas de aproximarse a un asedio

Flavio Josefo narró en el siglo I d. Por allí subieron, entre esclavos y sucedido en tierras cántabras. Para C. el sitio a la ciudad de Masada, legionarios, la torre de asedio que Echegaray el sitio a los cántabros en pleno desierto israelí, a unos tres derribaría la última oposición judía en Cotío es importante, porque a kilómetros del Mar Muerto. Pónga- al primer ejército profesional de la Cantabria vino el emperador (re- se el lector en el año 72 d. C., en Historia. Un ariete castigó el muro cordemos que Vespasiano confió el la piel de Lucio Flavio Silva: está exterior. Cuando cedió y los legio- sitio de Masada a Silva). Mientras ante el último reducto judío contra narios aprestaban sus espadas, los que en el asedio de Alesia, que casi el poder de Roma, su Senado y su hombres de Silva se encontraron con se vuelve contra Julio César en el emperador. El problema es cómo una segunda muralla de madera. año 52 a. C., se hallaron 15 tipos llegar a él: está en un risco que se «¿Madera en el muro? Pues, fue- de proyectiles; en el escenario de eleva a 400 metros de altura. Sabe go», debió de reponer Silva. Jose- las Guerras Cántabras de El Escudo que sitiarlo supondrá más penuria fo cuenta que la divinidad se alió se han hallado no menos de 500, y bajas para el propio bando que con los sitiadores y que el viento recordaba José Luis Casado Soto. para ellos, pues para eso Herodes ayudó a chamuscar la última re- Masada es ahora un parque pertrechó el fuerte no solo con mu- sistencia material ante los roma- nacional (con un teleférico que rallas sino con granjas, toneladas nos. Poco antes, Eleazar se había para sí hubiera querido Silva, por de víveres, profundísimos pozos dirigido a sus compañeros rebel- cierto). Cerca de Celada Mar- de agua e incluso materias pri- des: «¡Muramos libres, y partamos lantes tenemos sobre planta un mas para más armas y proyectiles. de esta vida con nuestros hijos y castro prerromano y un campa- ¿Cómo subir? Una rampa. Sí, mujeres! ¡Las leyes nos mandan mento de legionarios esperando una rampa con piedras y arenas. esto!». El ejército de Flavio Silva, a ser excavados, investigados, Los generales e ingenieros roma- una vez dentro, encontró víveres, puestos en valor y musealizados. nos eran así. Antes del estado del agua, granjas, metales y cientos No tenemos un Flavio Josefo, bienestar del siglo XX y del boom de muertos. Los judíos se suicida- por lo que hemos de saber lo que de la industria y los inventos del ron junto a sus hijos y mujeres. pasó preguntando a las piedras y XIX, ellos ya inventaban ni más ni Una película; decenas de pelícu- a los restos. ¿Cuál fue su historia? menos que lo que necesitaban. las merece el episodio. ¡Es símbolo ¿Cuánto duró? ¿Cómo eran los pa- Un triángulo de casi 200 metros de tantas cosas! Valores y miserias rapetados? Las respuestas están en de base y 100 metros de empina- humanas. Ejemplo en Oriente Próxi- el estudio de las evidencias arqueo- da hipotenusa. 51% de inclinación. mo de lo que un siglo antes había lógicas de la zona, al pie del molino. 76 hiems·mmdcclxiiii·auc

ELRINCÓNdeESCULAPIO

LA MEDICINA MILITAR (II) Cuidados expertos para el dolor de los legionarios

En el siglo I a. C. las legiones romanas em- piezan a incluir entre sus filas a personas encar- gadas específicamente de cuidar a los soldados heridos y enfermos. Atrás quedaban siglos de campa- ñas en las que cada legio- nario dependía de sí mismo y de sus compañeros para aliviar el dolor. Poco a poco se instituyó un cuerpo bien organizado de profesionales que, por su Filopemen se extrae un venablo de su muslo, en una gran experiencia quirúrgica, escultura de David d’Angers (Museo del Louvre). fueron muy apreciados.

Por Salvador Pacheco. nales, I, 65). La presencia de perso- ron (Disputas tusculanas, II, 16, 38), nas que se ocupan de la salud de los aunque Julio César explica su labor con En el año 31 a. C. el largo periodo de soldados ya no es fruto de la improvi- más detalle. Durante la campaña en las guerras civiles finaliza con la batalla sación, sino que están integrados en Galias informa de que su ejército dispo- de Actium, en la que Marco Antonio la estructura militar, subordinados al nía de estos profesionales, que atendían es derrotado por Octaviano. Este, li- comandante (Vegecio, Compendio de a los enfermos y heridos evacuados a bre ya de la oposición armada, aco- técnica militar, III, 2). retaguardia o a los campamentos y ciu- mete un ambicioso programa de re- Ciertamente, los cambios en la dades-base (La guerra de las Galias, formas que no solo va a afectar a la estructura militar no surgieron de la VI, 1-4; y VI, 38). estructura política de Roma. El ejér- nada. En el siglo I a. C. aparecen los En el nuevo ejército altoimperial cito se redimensiona entre la década primeros datos de una rudimentaria el cuidado del herido no debió de ser de los 30 y el 13 a. C. para reducir su organización sanitaria en el ejército ro- muy distinto de en época republicana. tamaño a las necesidades de un Esta- mano (ver Stilus 7). Ya a finales de la Las primeras curas se recibían en el do sin divisiones internas. Dentro de República, el desamparo del herido en campo de batalla, por parte del pro- este proceso, la organización interna la batalla debió de ir paliándose gracias pio afectado –si las lesiones no eran militar se dota de servicios médicos a una mayor concienciación por parte graves– o por los compañeros, ya que permanentes (Veleyo Patérculo, His- de los mandos. La primera mencion a todos ellos portaban un botiquín ele- toria Romana, II, 114, 1; Tácito, An- médicos militares la debemos a Cice- mental de primeros auxilios (Tácito, invierno·2011 77

Historias, II, 45). Tras la lucha, el he- rido era trasladado en carros o sobre animales al campamento (Julio César, La guerra de África, 21), desde don- Emperadores humanitarios de era evacuado a casas particulares Aunque la institución de un cuer- gularidad a los enfermos en sus en ciudades amigas (SHA, Alejandro po médico mejoró las condiciones alojamientos (SHA, Adriano, 10, Severo, 47, 2). de vida de los soldados rasos, los 6; Dión Casio, Historia Romana, Si el estado del herido no reves- generales probablemente siguie- XLIX, 9, 1-2). Por último, cabe tía gravedad, no era trasladado sino ron en muchos casos confiando mencionar que Alejandro Severo que permanecía en el campamento su salud a galenos de su confian- (222-235) solía ir de tienda en permanente de la legión. Quedaba en za. Esto no impide que los oficia- tienda interesándose por el es- su tienda (SHA, Adriano, 10, 6), al les de alto rango se preocuparan tado de los heridos y poniendo a cuidado de sus compañeros y con la personalmente por la salud de sus sus disposición carros de trans- visita periódica de un médico castren- hombres, lo que incluso es consi- porte. se. En casos más delicados se optaba derado por el Digesto (XLIX, 16, por enviar al soldado al hospital (va- 12) como una obligación. Así Ti- letudinarium), en donde era atendido berio, antes de ser emperador, en por manos más expertas (Vegecio, la campaña de los Balcanes, pone Compendio de técnica militar, II, 10; a disposición de sus hombres el Higinio: De munitionibus castrorum, coche, litera, médicos, cocina e IV; Digesto, L, 6, 7). incluso utensilios de su baño (Ve- Si se consideraba necesario los leyo Patérculo, Historia Romana, legionarios convalecientes podían II, 114, 1-2), aunque es muy pro- ser trasladados a balnearios u otros bable que tal generosidad sólo se Foto: Shakko lugares que pudieran acelerar su re- extendiese a los oficiales. cuperación. Han llegado hasta noso- Por su parte, Germánico vi- tros los nombres de los más famosos: sitaba con frecuencia a los he- Aquae Sulis (Bath, Inglaterra); Acuae ridos (Tácito, Annales, I, 71) Granni (Aquisgran, Alemania), en la y, siglos después, Trajano Germania Inferior, para las tropas del se llegó a despojar, durante Rhin y el Danubio; Acuae (Baden Ba- la primera campaña dácica den, Alemania) y Aquae Mattiacorum (101-102), de parte de sus (Wiesbaden, Alemania) para la Ger- vestiduras para la confección de mania Superior o Aquae Jasae (Vera- vendas, en un momento de es- zdinske Toplice, Hungría) en Panonia casez (Plinio el Joven, Panegírico Superior. Los convalecientes de las de Trajano, 18). También Adria- legiones de Egipto guardaban reposo no (117-138) visitaba con re- en la costa del Mediterráneo. Tras la recuperación, volvían a Busto de Tiberio (Museo Pushkin, Moscú). sus unidades para reanudar el entre- namiento y recuperar la forma física, como ya ocurría en tiempos de César (La guerra de las Galias, VI-38). mismo sueldo que el resto de los le- Así, por ejemplo, su servicio se reali- La importancia de la cualificación gionarios y debía servir en el ejército zaba por un tiempo no definido, que La aparición de los servicios sani- por 20 años, durante los cuales tam- podía ser corto o prolongarse por toda tarios militares bajo Augusto hizo poco podía contraer matrimonio su vida profesional según un contrato imprescindible un gran esfuerzo de Por encima del personal sin cuali- que, al parecer, firmaban con el ejérci- organización no solo de los médicos, ficación se encontraban los que dispo- to. Asimismo, recibían un sueldo doble sino también del personal administra- nían de ciertas habilidades sanitarias. al del legionario, podían contraer ma- tivo asociado a estas nuevas labores. Estos entraban en la categoría de im- trimonio, estaban adscritos a la plana Todos ellos se integraron en la estruc- munes, es decir, quedaban liberados mayor y, por supuesto, estaban exentos tura de la legión con un organigrama de determinados servicios, comunes a de los trabajos y obligaciones propias jerarquizado según su capacitación. todo legionario. del soldado (Digesto I, 6, 7). En la base de la pirámide estaba el Por último, los de mayor capacita- Pero no todos los médicos tenían el personal no cualificado, que carecía ción técnica, los médicos propiamente mismo rango. Existía lo que podemos de cualquier privilegio: cobraba el dichos, gozaban de diversas ventajas. llamar un médico jefe, posiblemen- 78 hiems·mmdcclxiiii·auc

te equivalente a un oficial de orden nus laticlavius, pero en la práctica el A las órdenes directas del prefecto ecuestre, con estatus similar al de un primero de carácter profesional, pues se encontraba el primero entre los mé- centurión. Los demás médicos de la para los dos primeros el servicio mi- dicos de una legión, el medicus cas- unidad estaban equiparados a subofi- litar era una parte más de su carrera trensis o medicus castrorum. Si bien ciales especialistas, posición no muy política (cursus honorum). este nombre denominaba al médico elevada dentro de la jerarquía militar. que habitualmente iba con la tropa, Los suboficiales médicos vestían Del prefecto al médico de campo con el tiempo pasó a designar a la más como los demás legionarios (salvo por El praefectus castrorum se hacía alta graduación sanitaria. Su función un distintivo de su grado y condición) cargo de la logística y organización se extendía a la coordinación de todos e iban armados. Estos profesionales médica, pero también era el respon- los aspectos sanitarios de una legión, no solo eran immunes, sino que su sable último del hospital, cuyos gas- aunque cuando el emperador coman- paga era superior a la de un legiona- tos y funcionamiento inspeccionaba daba la unidad solía verse sustituido rio normal. Entraban en la categoría de de vez en cuando (Vegecio, Com- por el médico personal de tan ilustre duplicarii, es decir, cobraban el doble pendio de técnica militar, II, 10; personaje, que actuaría como mando del sueldo habitual: unos 300 denarios Cicerón, Disputas tusculanas, II, excepcional y que, por su carácter ci- anuales en tiempos del emperador Do- 16). También dentro de la sanidad vil, estaba dispensado de llevar atuen- miciano (81-96) y 500 con Septimio militar y, por tanto, bajo su mando do militar. Severo (193-211). Estos debieron de estaba la atención veterinaria. Así se Del medicus castrorum dependían ser los únicos ingresos de un médico deduce de una lista datada en el año dos secciones, una médica y otra far- militar, pues estaba prohibido recibir 199 y encontrada en el campamento macéutica. Dentro de la sección pro- cualquier tipo de pago por prestacio- de Lambaesis (Lambéze, Argelia), piamente médica encontramos a los nes durante el servicio (SHA, Aurelia- la otrora provincia de Numidia. En medici cohortis, asignados a la tropa. no, 8, 8). Sin embargo, desconocemos la inscripción hallada en el que fue Existía uno por cohorte, con rango si podían ejercer su actividad de forma cuartel de la Legio III Augusta desde de suboficial especialista. Esto hace particular entre civiles. aproximadamente el año 100 d. C. suponer que debía de haber unos 10 El más alto responsable de los los encargados de los animales figu- medici cohortis por legión, aunque no servicios sanitarios era el praefectus ran en la misma lista que el personal sería raro que hubiera uno más, hasta castrorum, tercer oficial en importan- no médico adscrito al hospital (CIL, llegar a los 11 en total: Este médico cia tras el legatus legionis y el tribu- VIII, 2553). adicional se adscribiría a la prime-

Foto: R. Pastrana Prácticas médicas en el campo de batalla El servicio en el ejérci- con médicos de mayor to dotaba a los médicos experiencia iban poco a de gran experiencia, es- poco mejorando las ap- pecialmente en el ámbi- titudes del personal sa- to quirúrgico. Debemos nitario. Posiblemente, su recordar que en aquella trabajo en el ámbito mili- época no existieron estu- tar les abría la posibilidad dios reglados de medicina de aprender anatomía como los que se imparten practicando disecciones hoy en día en las univer- en los bárbaros muertos sidades, aunque sí hubo en combate (Galeno, So- Los cuerpos de los escuelas como la de Pér- bre las facultades natura- enemigos caídos gamo o Alejandría. Tam- les, XII-204). En muchos podían servir de banco de pruebas poco estaba establecida casos, los conocimientos para los médicos una capacitación especial adquiridos durante sus de las legiones. En para poder ejercer de años de servicio servían la foto, sarcófago médico militar. En estas de trampolín para un del siglo II d. C. condiciones, la práctica próspero ejercicio en la (Gliptoteca de continuada y el contacto vida civil. Múnich). invierno·2011 79

Los primeros El servicio sanitario de la legión Praefectus castrorum farmacéuticos

VETERINARIOS La primera constancia sobre una farmacia privada se sitúa en Bag- dad, entre 775-785 d. C. Este es- tablecimiento aparece regentado PERSONAL MÉDICO HOSPITAL P. ADMINISTRATIVO por un farmacéutico (saudalini), que realiza todas las labores pro- pias de su profesión. Con todo, esta noticia no debe hacernos ol- Medicus castrorum FARMACIA vidar que ya en Roma existieron unos vendedores de remedios, los Medicus cohortis Seplasarius farmacopolas, que son conside- Medicus clinicus rados embaucadores por más de uno. Probablemente sea más ade- cuado ver a estas personas como Enfermeros Medicus ordinarius representantes de una medicina Med. chirurgicus empírica-popular (ver Stilus 3), Especialistas Med. ocularis más que como conscientes defrau- Miles medicus { Marsus dadores. ra cohorte, pues esta tenía el doble de III, 7449) y, posteriormente, de la Dentro del cuerpo sanitario exis- hombres que las demás unidades de su atención a los heridos, visitándoles tió otro personal (veterinarios, cap- rango. periódicamente en sus tiendas del sarii y discentes capsariorum), tanto Bajo los medici cohortis estaban los campamento (Plinio el Joven, Pane- técnico como administrativo, del que llamados milites medici o soldados-mé- gírico a Trajano, 13; SHA, Alejandro hablaremos en un futuro artículo, dico. Realmente eran legionarios que Severo, 47). Desconocemos su núme- dedicado fundamentalmente a los habían manifestado una especial capa- ro en la legión y debemos suponer servicios hospitalarios en el ejército cidad o conocimiento en el tratamiento que serían ayudados por un número romano. ◙ de las heridas. Es posible que Cicerón igualmente desconocido de milites se refiriera a estos sanitarios en una de medici o enfermeros. sus obras (Pro Cluentio, XXI). Aparte de los sanitarios habituales, PARA SABER MÁS: Otro tipo de personal sanitario era de vez en cuando aparecen en las cró- el de los medici clinici, que en número nicas especialistas como el cirujano • GRISSINGER J. W. (1927): The development of militar me- desconocido prestaban su servicio en el (medicus chirurgicus) y el oftalmó- dicine. The New York Academy valetudinarium. Les ayudaban enfer- logo (medicus ocularis), entre otros. of Medicine. meros, que en el Digesto (L, 6, 7) apa- Mención aparte merece el marsus, un recen mencionados como personas que puesto dedicado a aplicar contravene- • GUILLÉN, J. (1980): Urbs Roma. Ediciones Sígueme. Sa- « se hacen cargo de los enfermos ( qui nos para las picaduras de serpientes lamanca. aegris praesto sunt»). No sabemos el y escorpiones. Este personaje, espe- número de estos asistentes, así como cífico quizá de unidades africanas, • MAURICE B. (1899): “Les Scho- sus condiciones de trabajo, esto es, si aparece mencionado en una lápida de las de sous officiers dans le camp dependían directa y personalmente de Lambaesis en la que se da a entender romain de Lambese”, en Mélan- ges d’archéologie et d’histoire, un medicus clinicus o formaban un que los más reputados provenían de tomo 19. cuerpo unitario. la tribu libia de Psyller. Todos estos Cuando la legión se desplazaba, profesionales tendrían, es de suponer, • NUTTON V. (1969): “Medicine vemos en las crónicas una nueva figu- los ayudantes que fuese conveniente. and the Roman army: a further consideration”, en Medical His- ra: los medici ordinarii (Ephemerides Bajo la supervisión del medicus cas- tory, vol. 3. Epigraphicae, IV, pág. 530; CIL, III, trorum también se encontraba el servi- 3537), que portan consigo lo necesa- cio de farmacia, encargado de preparar • RODRÍGUEZ GONZÁLEZ J. rio para su tarea en cofres preparados los medicamentos solicitados por el (1993): “Breve historia de la asis- tencia sanitaria en las legiones a tal efecto (Tácito, Annales, I, 65). cuerpo médico. Los seplasarius eran romanas altoimperiales”, en la Tras la batalla, eran los encargados de los encargados de hacer las mezclas que Revista de Historia Militar, n.º 4. aplicar los primeros cuidados (CIL, servían de base a los remedios. 80 hiems·mmdcclxiiii·auc

breviarium

punto de lectura  ROMA REPUBLICANA: LA RESISTENCIA SIGNUM: BAJO LA ESTRATEGIAS... HISPANA CONTRA ROMA SOMBRA DEL ÁGUILA Raúl Buono-Core Julio Rodríguez González Fernando Jimeno Martín U. Valparaíso, 2003 - 344 págs. Ed. Almena, 2010 - 351 págs. Mandala/LápizCero, 2009

Recomendable libro que repasa en Correcto libro El centurión Flavio Mummio sirve de los primeros capítulos la expan- de muy recien- hilo conductor de esta novela que nos sión territorial de Roma durante te publicación lleva al siglo I a. C. Desde sus humil- la República. Esta parte es inte- que describe des orígenes nos va relatando todas resante, amena y de fácil lectura, la conquis- las aventuras y peripecias según as- aunque no ofrece nada nuevo. La ta romana de ciende en la escala militar, gracias a segunda parte del libro describe la Península, su valor. Luchará en las batallas que cómo evolucionaron las relacio- desde el des- libraron las legiones romanas en la nes de Roma con sus colonias, embarco de propia Italia, pero también en la le- aliados y los diferentes territorios los Escipiones jana Hispania. Sin embargo, el lector que fue incorporando. También a las Guerras Cántabras. Los prime- también se acercará al ámbito fami- explica la política exterior romana ros capítulos describen a los guerreros liar y el día a día de aquella época. A desde el 525 al 31 a. C. El último hispanos (panoplias, tácticas...). La través de sus ojos de soldado veremos tercio de la obra es una grata sor- segunda parte hace lo mismo con las pasar a grandes figuras de la historia, presa, ya que estudia la evolución tropas romanas a través de tres perio- como Pompeyo o César, y viviremos naval de Roma, Cartago y los rei- dos, y trata también de los auxiliares. los peligros de un choque armado en- nos helenísticos, con especial in- En la tercera y última parte del libro tre legionarios y bárbaros. Conspira- cidencia en estos últimos. Aunque describe las operaciones bélicas más ciones y deslealtades desfilan por las la guerra naval no suele interesar importantes en 200 años de conquista. páginas de esta novela en la que la demasiado a quien escribe esta Un libro interesante, sin más. Eso sí, avaricia de los líderes políticos aca- reseña, estos capítulos me engan- de lo mejorcito de una editorial está to- bará por desestabilizar la República, charon. ◙ Jónatan Prieto mando un rumbo prometedor. ◙ J. P. herida ya de muerte. ◙ P. F.

escenas romanas Por Óscar Madrid

Increíble, Aníbal. Hemos logrado presentarnos ante las puertas de Roma con una panda de hispanos. ¿Cuál es el secreto de tu éxito? ¡A que no Fácil. Solo hay que saber motivarles. Hay una frase que no falla. hay huevos...! invierno·2011 81

etimologíasSORPRENDENTES

! ! ! Del cálamo al caramelo !

Por Javier del Hoyo.

Iniciamos en este número de Stilus una sección dedicada al conocimiento de ? algunas etimologías relevantes. Si sa- ber de dónde vienen las palabras –no palabras extrañas y rebuscadas, sino esas que conocemos y casi todos los días pronunciamos–, su origen, historia y evolución presenta un atractivo espe- cial; mucho más nos atrae averiguar el Aquellas cañas (se denominaban otra variante castella- parentesco de términos de los que nun- así también a las de los cereales) eran na, que es chirumbela y ca hubiéramos sospechado que pudie- una riqueza económica, y cuando un churumbela, ‘instrumento musical ran pertenecer a la misma familia, o que vendaval arruinaba un cañaveral o un de viento semejante a la chirimía’. J. han derivado de una misma palabra. sembrado había ocurrido una calami- Corominas sostiene que de churumbe- Y como la revista se denomina tas, es decir, una calamidad para los la pasando por el sentido figurado de Stilus, instrumento punzante con el que habitantes que vivían de aquello. El ‘pene’ (tenemos ‘gaita’ con el mismo se escribía en la antigüedad sobre la gramático Donato explica que los rús- sentido) se ha llegado a churumbel, cera, el plomo, etc., vamos a comenzar ticos llaman al granizo calamidad, voz andaluza y agitanada con el senti- explicando la familia de ‘cálamo’, otro porque destroza las cañas («calami- do de ‘niño pequeño’. instrumento de escritura, en este caso el tatem rustici grandinem dicunt, quod De otro diminutivo, calamulus, ob- que servía para escribir sobre soportes calamos conminuat»). Posteriormente tenemos carámbano a partir de la blandos como el papiro o el pergamino. calamidad se extendió a cualquier de- forma que presenta, ‘pedazo de hielo En latín calamus significa caña; es sastre natural, y más tarde a una ruina que queda colgando al helarse el agua la caña que crece junto a los ríos y que de cualquier tipo. “Eres un/a calami- que cae o gotea de algún sitio; por debidamente tratada (cortada, secada, dad” se usa aún hoy para reconvenir a ejemplo, de los tejados’. endurecida, con una incisión a bisel en una persona a la que todo le sale mal, Y llegamos a Portugal, donde se ela- uno de los extremos para poder servir de o que tiene una especial habilidad para boraba un dulce con la forma de caña instrumento escriptorio) pasa a significar estropear las cosas. o carámbano llamado ‘caramelo’, que cálamo, antecedente de nuestras plu- Pero nuestra lengua dispone de va- dio nuestro caramelo, que a su vez mas (plumas de ave primero, y estilográ- rias palabras más de la misma raíz. Del pasó al francés y al italiano, y que nos ficas ya en el siglo XX). La tinta que se diminutivo calamellus deriva cara- recuerda esas grandes barras de dulce utilizaba para escribir con el cálamo se millo, ‘flauta simple de caña, madera que todavía se pueden ver en las ferias extraía de un cefalópodo, y por el uso al o hueso’, ya que estas flautas se hacían de nuestros pueblos, que hacen la de- que se destinaba se denominó tincta ca- cortando una caña y practicándole licia de los niños porque les permite lamaris. Posteriormente aquel generoso unos orificios que permitían obtener estar chupando durante toda una tarde. molusco pasó a llamarse calamar. El unas cuantas notas. Y existe también Una última referencia para los bió- adjetivo predominó sobre el sustantivo y el duplicado carambillo. Pero a tra- logos, que conocen bien ese ‘sapo pe- ya nadie se acuerda de que aquel animal vés del francés chalemie, que deriva queño verde con uñas planas y redon- se llamaba loligo vulgaris antes del uso asimismo de calamullus, nos llega a das que habita entre cañas’ llamado de su tinta para la escritura. Incluso en finales de la Edad Media un precioso calamita o calamite (bufo calamita). el siglo XV, según nos recuerda Nebrija, chirimía, ‘especie de flauta con diez Hay términos tan visuales que tie- al calamar se le llamaba ‘tintero’ por la agujeros y lengüeta de caña’, y su nen una familia bien numerosa. Y de tinta que derrama. En occitano antiguo duplicado chiremía, que se encuentra calamus, por el rastro que nos ha de- calamar significaba aún ‘escribanía, re- atestiguado ya en 1461 en la Crónica jado, bien podemos decir: “¡Eres la cado de escribir’. del condestable Miguel Lucas. Hay caña!”. ◙ 82 hiems·mmdcclxiiii·auc

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Táctica y hexágonos

hasta llegar a la era bizantina. Si todas FIELD OF GLORY esas batallas prefabricadas no son sufi- cientes, los jugadores pueden crear rá- Sistema: Windows XP, Vista o Windows 7. pidamente sus propios conflictos con el Procesador: 1,6 GHz o superior. editor de escenarios, muy fácil de usar. Memoria: 512 GB de RAM. Al igual que muchos títulos de Slithe- Tarjeta gráfica compatible con OpenGL 1.1. rine, el juego es fácil de aprender pero Disco duro: 256 MB de memoria difícil de dominar. Tanto los jugadores disponibles. veteranos como los principiantes serán capaces de aprender en poco tiempo. Por Alejandro Carneiro. Las batallas también se mueven con ra- pidez y el jugador puede acabar una gran El mundo actual de los videojuegos se batalla en el curso de una hora como asemeja a la industria del cine: las gran- mucho. ¿Una batallita veloz antes de la acometa el ataque. des compañías copan los estrenos y la cena? ¿Un par de turnos por Farsalia an- Un líder habilidoso aprende que publicidad, en busca de ventas máximas tes de sacar al perro de paseo? “Field of en el combate no se trata tanto de cau- con productos simples, donde prima el Glory” es ese tipo de juego. sar bajas como de aplastar la moral de su espectáculo visual. Pero siguen existien- El mapa, un tablero de red hexagonal, oponente. Las unidades con baja moral do compañías pequeñas, centradas en es agradable y sencillo. Existen parce- luchan mal y cuando se rompen desmo- productos más especializados, que les las que representan colinas, bosques, ralizan a las unidades de su alrededor. El permiten vivir dignamente con un nú- arroyos y matorrales. Todas ellas se ganador gana a menudo sólo por causar mero de clientes limitado pero fiel. Son combinan de diversas formas para crear pánico masivo en las filas enemigas. juegos realizados para ordenadores y no campos de batalla interesantes. Aunque La Inteligencia Artificial (IA) de la para consolas, donde prima más expri- el terreno tiene algún efecto sobre el dis- computadora sabe cómo y cuándo usar mir la inteligencia de la máquina y el currir del combate, lo más importante en la artillería y mantener sus flancos se- jugador que alucinar con el espectáculo este juego son las formaciones de tropas guros. No os fiéis; con frecuencia va costoso. Estas compañías fueron crea- y el movimiento. directamente a la yugular. Aun así, su- das, normalmente, por antiguos jugado- Un buen general mantiene su muro perar a la IA no es lo mismo que aplas- res de wargames, por lo que en su catálo- de protección unido, y lo utiliza como tar a un oponente real, y ahí es cuando go abundan juegos de táctica y estrategia terreno para anclar su ataque o defen- el videojuego realmente brilla. El juego militar de diferentes épocas. sa. Las unidades colocadas al frente y viene con una función totalmente inte- “Field of Glory” es uno de ellos. Un la formación también son importantes. grada de multijugador, que nos ayudará producto de uso fácil y sencillo, de los Se necesitan legiones bien entrenadas, a encontrar rivales con rapidez y jugar llamados “easy-to-play”, basado en el que ganen su salario abriéndose camino sin comprimir archivos ni usar correo juego de miniaturas del mismo nombre. a través de la línea enemiga y volvién- electrónico. Además, ya que el juego Realizado por Slitherine y distribuido dose después sobre la retaguardia de las está basado en turnos, luchar contra un por Matrix Games, el juego representa unidades enemigas que aún siguen en oponente humano en el otro lado del antiguas batallas, en especial de la época combate. Cuando se es atacado por la mundo es fácil. romana. Hay muchos escenarios, desde espalda, incluso el muro de protección En resumen, “Field of Glory” conti- los enfrentamientos masivos de roma- más firme puede convertirse en segun- núa la tradición de Slitherine de juegos nos de la Guerra Civil, como Farsalia, a dos en una chusma a la fuga. sencillos de jugar pero profundos en su las pequeñas escaramuzas de caballería El jugador mueve y ataca con cada planteamiento. Se trata, en definitiva, de en las Guerras Púnicas. El juego ofrece unidad, que son reproducciones exactas un gran juego para aquellos que quieran una amplia variedad de nacionalidades y de figuras de metal. La interfaz le da al peleas por turnos con oponentes reales. tipos de tropas, que cada tres meses se jugador una idea de sus posibilidades de Así que, ármate de valor y salta a tu pro- han ido ampliando con actualizaciones, golpear a la unidad enemiga antes de que pio “campo de gloria”. ◙ invierno·2011 83

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A la conquista del Mediterráneo

Uno por jugador. HANNIBAL Sin duda al conten- ROME VS CARTHAGE diente cartaginés le

Edita: Valley Games. llevara un tiempo Jugadores: 2. aprenderse las ci- Edad recomendada: a partir de fras púnicas, pero 8 años. Tiempo de juego: 150 minutos. cualquier apasio- nado de la Historia lo hará con gran placer. El resto de Por Noé Molina. los componentes Año 218 a. C., las fuerzas púnicas es de primera ca- conquistan la ciudad de Sagunto, lidad y sin duda urbe bajo la protección de Roma, lo la longevidad de que supone el casus belli que ansían este juego está ambos contendientes. En este juego asegurada. asumimos el rol de uno de los dos Pero pasemos grandes imperios del Mediterráneo a lo importante, occidental, en lo que será una gue- la acción. El juego se desarrolla en episodios se de- rra hasta la exterminación. “Hanni- un tablero de batalla. Nuestra única sarrollan con la brillante inclusión bal: Rome vs Carthage” se trata de misión es la de destruir a nuestro de un mazo de cartas de estrategia. un juego de estrategia de tablero por rival: provocar la caída de Cartago Poseeremos más o menos, según el turnos, para dos jugadores, con la o Roma. Las posibilidades son mu- número de nuestras tropas, la habi- peculiaridad de la inclusión de un chas: conquista de plazas fuertes, lidad de nuestro general y algunos mazo de cartas de estrategia. Pero sometimiento de tribus libres, ex- otros factores. Este minijuego de vayamos analizando este complejo pansión de nuestra influencia políti- cartas podría recordar a juegos como producto paso a paso. ca, reclutamiento de tropas, nombra- el Uno, en el que tienes que sacar la Si hay algo que no se le puede miento de cónsules y procónsules y misma carta que tu rival, hasta que echar en cara al juego que tratamos un largo etcétera. También tenemos uno de los dos no tenga la posibili- hoy es lo cuidado de la edición, rea- la posibilidad de usar cartas de es- dad de igualar el ataque. lizada por Valley Games. La caja es trategia durante nuestro turno, con Estamos ante un juego que brinda de pequeño tamaño, ilustrada con la posibilidad de mejorar la potencia unas posibilidades estratégicas casi una imagen de Aníbal y al fondo el de nuestra facción con refuerzos o ilimitadas. Como sucede con el aje- ejército púnico en su paso por los eventos beneficiosos, o perjudicar a drez, es casi imposible realizar dos Alpes. Una vez abierta nos llevamos tu rival con revueltas y traiciones. partidas iguales. Si te metes en la piel la primera sorpresa al ver el table- A este respecto, jugando con los pú- de los cartagineses puedes intentar ro, compuesto por piezas de puzle nicos podremos incluso provocar el igualar el tránsito de Aníbal por los de gran tamaño. Una vez montado descontento de los patricios, lo que Alpes o arriesgarte a desembarcar en (con poca dificultad) veremos des- llevará a la destitución de cónsules tierras latinas pese a la superioridad plegarse un enorme mapa del teatro o generales. naval romana. Como líder de la ciu- de operaciones de la Segunda Guerra Uno de los puntos importantes es dad del Tíber, ¿qué harás?, ¿llevarás Púnica. el de las batallas campales. Convie- la guerra a Cartago o a Hispania; o La segunda sorpresa que nos de- ne no tomárselo a la ligera y buscar defenderás el paso de los Alpes con paran estas fases preparatorias de al enemigo cuando estemos bien pre- todas tus fuerzas? Hagas lo que ha- la primera partida son los dados, parados. Una sola batalla puede de- gas, no olvides una cosa: La fortuna con motivos latinos y cartagineses. cantar la balanza de la guerra. Estos sonríe a los osados. ◙ La cinemateca de presenta... Clío

Golpe al paganismo decadente

gentes, la famosa Tetrarquía. Toda esta res tampoco estuvieron finos en el dise- mezcla de sentimientos le convierte en el ño de atuendos que pretenden ser togas, CONSTANTINO EL GRANDE habitual rebelde que se enfrentará al po- edificios sacados de maquetas de época Constantine and the cross (1962) der establecido como un revolucionario. augústea y campamentos con torres ridí- Director: Lionello de Felice. Productores: Beaver-Champion At- En el camino, disfrutamos de personajes culas y empalizadas propias del western. tractions, Jadran Film y Jonia Film. como Majencio, el cual aparece dibuja- Con todo, se reproducen perfectamente Actores: Cornel Wilde, Belinda Lee, do como una síntesis de los vicios de la en las catacumbas las pinturas con sim- Massimo Serato. Roma pagana. Es intrigante, anticristia- bologías cristianas, y las magníficas se- no, manipulador, pero también pragmá- siones del Senado en una basílica con tico e inteligente, rasgos que hacen de él senadores que resultan convincentes y Por David P. Sandoval. un villano más atractivo que otros mal- lictores que lo son menos. La corta se- vados de personalidad más plana, como cuencia de la boda también refleja algo Los siglos III-IV d. C. no han sido muy la madre de Constantino, Elena. del espíritu romano, con la fórmula clá- tratados en el cine. Sin embargo, en la En una película así no pueden faltar de «Donde tú estés, Cayo...», arre- transición del siglo de las crisis al siglo ambientaciones que, si bien son bien- glada para la ocasión. del restablecimiento del Imperio Ro- intencionadas, resultan anacrónicas. Se Hay, desde luego, una atmósfera de mano y su posterior división, se sitúa la mezclan, por ejemplo, pretorianos del intriga imprescindible y necesaria que trama de “Constantino el Grande”, un siglo I y II con soldados extraídos de refleja bien los numerosos rivales y pe- tanto hagiográfica –como no puede ser la Columna Trajana con vestimentas ligros que afrontó Constantino en su menos– pero interesante en todo caso. coloridas de fantasía: todos ellos llevan camino al poder absoluto. Pese a tantas Cornel Wilde da vida al emperador, vistosas armaduras de cuero y grandes asechanzas, el personaje hace continua- un luchador impulsivo, fuerte y en la lí- muñequeras, ex- mente gala de esa inge- nea de los forzudos del cine de los años cepto en la batalla nuidad con la que los 50 y 60. Durante la película, asistimos final donde vemos guionistas quieren poner a su mezcla de compasión por los cris- armaduras de esca- al público de su parte. tianos, a los que no entiende pero acaba mas, por ejemplo, En este análisis no defendiendo, el respeto a la ley y cierto y segmentadas de puede faltar la escena desprecio a las estructuras de poder vi- metal. Los aseso- de la famosa batalla del Puente Milvio, contra Ma- jencio. Está resuelta con buenos planos de masas, aunque éstas sean reduci- das, y numerosas cargas de caballería y despliegue de tropas. Estos movimientos son ordenados en un prin- cipio pero luego, como sue- le ser habitual, se cae en el desorden de los combates individuales. Como anécdota, cabe comentar que el famoso arco de Constantino, erigido en- tre el Palatino y el Anfiteatro Flavio para celebrar el triunfo en esta batalla, no sale en esta película, aunque sí lo hace en otra ambientada siglos antes: “Cleopatra”, de J. L. Mankiewicz. ◙