CRÓNICA Y REPORTAJES

70º ANIVERSARIO DEL “ADMIRAL GRAF SPEE”

Alejandro N. Bertocchi Morán*

n diciembre del año recién pasado, se alemán que llevaron a la unidad a su triste conmemoraron los 70 años del deno- final en aguas del puerto de ; minado Combate Naval de Punta del una genuina ratonera, una trampa, como EEste, hecho que tuvo lugar en la mañana del señalaría el mismo Comandante Langs- miércoles 17, en un punto ubicado a más dorff en su carta de despedida firmada en de 300 millas al sur de la costa del departa- la madrugada del 20 de este mes, ya en la mento uruguayo de Rocha -pleno Atlántico internación con sus hombres. sur- donde se enfrentaron tres cruceros bri- Solamente yo soy el responsa- tánicos, con el acorazado de bolsillo “Admi- ble del hundimiento del acorazado de ral Graf Spee”, de la marina alemana. bolsillo“Admiral Graf Spee”. Esta frase del Sin duda que este evento va a desatar Capitán Langsdorff refleja en sí mismo toda toda una gran parafernalia mediática, con la una explicación que no necesita interpreta- inevitable lujosa publicación de algún millo- ción. nario metido a estratega de café, más las La incursión atlántica del acorazado se opiniones de un sin fin de oportunistas que hizo bajo la orden expresa del mando supe- en la saga de algún Gunga Din -de los que rior de que la unidad no debería entablar en la sociedad oriental siempre abundaron batalla con buques de guerra, solo en situa- antes y después de lord Ponsonby- seguirán ción de inevitabilidad señalada. agitando el sofisma de la “victoría británica Al momento del encuentro decisivo el en la batalla del Río de la Plata”, suma- “Admiral Graf Spee” andaba por arriba de dos asimismo a aquellos que motejaran al sus más de 100 singladuras2, y había hun- buque germano como “pirata nazi”, apro- dido 9 mercantes ingleses, respetando vechando contingencias como para quedar escrupulosamente los convenios internacio- bien con algún lobby. nales, es decir, sin causar bajas a sus tripu- Lo cierto es que aquel encuentro es laciones. El momento era crucial como para señalado en la historia naval como el penúl- dar inicio al viaje de regreso a Alemania, sin timo de la vieja escuela pues en su desa- duda muy difícil de cara a la potencia cuan- rrollo no se utilizó el avión1, y sí se puso titativa de las flotas aliadas, pero para nada mucho coraje en la liza, que pese a todo no imposible como lo señalaría la crónica3. pudo obviar graves errores. Y esto último es Sin embargo, Langsdorff intentó lo que se dio en la dirección del acorazado cobrar alguna presa más y puso proa a

* Profesor de Historia Militar del Instituto Militar de Estudios Superiores. Miembro de la Comisión Editorial de la Revista Naval. Miembro de Número Fundador de la Academia Uruguaya de Historial Marítima y Fluvial. Miembro Fundador de la Academia Uruguaya de Geopolítica y Estrategia URGE. Miembro de Número del Instituto Nacional Browniano en Montevideo. Licencia de Investigador del Museo Naval de Madrid. Bachiller en Tecnología Mecánica. 1. El hidro del “Ayax” estuvo en el aire durante el encuentro; pero solo para espotear el tiro de sus buques por muy corto tiempo dado el preciso fuego antiaéreo del navío alemán. 2. El acorazado había partido de Alemania el 21 de agosto de 1939. 3. El acorazado “Admiral Scheer”, gemelo del “Admiral Graf Spee”, sostuvo una correría oceánica entre octubre de 1940 y abril de 1941, en la que cobro 137.000 toneladas de buques mercantes hundidos -contra apenas 50.000 del “Admiral Graf Spee”- logrando regresar a Alemania sin problemas, burlando el bloqueo enemigo.

608 revismar 6/2010 70º ANIVERSARIO DEL “ADMIRAL GRAFTÍTULO SPEE” la boca del Río de la Plata, a causa de forma cometió su segundo grave error pues varios factores, entre ellos aquel que esa posición tan cercana a las bocas de fuego evidenciaba que el enemigo estaba del rival (16 cañones de seis pulgadas, seis de cerrando distancias en el centro del ocho pulgadas), lo llevó a absorber los golpes océano Atlántico, donde el navío había de la artillería de los cruceros livianos, que acumulado la mayoría de sus víctimas. operaron como si fueran destructores pues éstos, arrimándose a menos de 8.000 yardas, lo llevaron a liberar de su fuego principal al “Exeter”, a mediana altura del encuentro, ya casi un montón de hierro sin respuestas. Y este fue el momento crucial del combate, desaprovechado por el comando del acorazado a causa de la errática conducta que de improviso tomó Langsdorff. ¿Qué había ocurrido? El comandante había sufrido una con-

Acorazado “Admiral Graf Spee” en la costa del Río de la moción cerebral a causa de la cercana Plata en . explosión de una granada, perdiendo el conocimiento. Empero, para desgracia de Pero esa misma iniciativa estaba asu- su buque, cuando el Segundo tomaba la miendo en esas horas el Comodoro Henry dirección de la unidad y se aprestaba a dar Harwood, comandante de la división el golpe de gracia al “Exeter”, y a ahuyen- South América de la , en un tar al resto, Langsdorff recobra sus senti- pensamiento prospectivo que iba a ren- dos y desistiendo de los consejos de los dirle buenos dividendos, pues sobre los que lo rodeaban, da una serie de órdenes últimos minutos de las 6 de la mañana que van a conducir a su unidad a su propia del referido día 13 apareció ante sus telé- ruina y darle al vapuleado enemigo una metros la silueta del navío fantasma tan oportunidad única en su historia. buscado desde hacia meses. Era la oportu- Para dar mayor sentido a esta última nidad de destruir el buque que había albo- afirmación bien vale que el lector se dirija rotado el avispero atlántico a un grado a leer el numeral 36 del memorando que muy peligroso para las comunicaciones Harwood suscribió para la posteridad, marítimas de las naciones aliadas. donde señala que se alejaba con sus dos Y su táctica era muy sencilla: inten- golpeados buques para proseguir luego taría dañar a su poderoso contrincante en la oscuridad de la noche4. Esta es la aún a costa de perder sus buques; no en confesión británica de su derrota. balde su insignia había pasado del cru- Pero, como sabemos, un muy síquica- cero pesado “Exeter”, al liviano “Ayax”, mente disminuido Langsdorff decidió diri- dado que sin duda el primero iba a reci- girse a Montevideo, el puerto más cercano bir el castigo mayor de los seis cañones para “reparar averías”, cosa que bien podría de once pulgadas del enemigo. haber hecho luego de acabar con sus adver- Langsdorff, que en esos minutos inicia- sarios, que pese a su superior velocidad, no les bien pudo iniciar alguna maniobra de podrían haber eludido los golpes de las once escape, no lo hizo, y asumiendo la potencia pulgadas alemanes en cualquier persecución. de su artillería y su defensa pasiva se lanzó En este capítulo, el comando germano había bruscamente hacia las unidades enemigas cometido su último y más grave error: dejar a cerrando distancias para dar cuenta de sus sus espaldas a un enemigo todavía decidido adversarios en la forma más rápida posible, y entrar a un área de la que para salir debería cosa que en parte le rendiría fruto. Pero de tal combatir sin opción alguna de escape.

4. Este documento ha sido profusamente publicado. Era dirigido al Almirantazgo y consta con más de una centena de numerales. revismar 6/2010 609 AAUTORlejan ARTÍCULOdro N. Bertocchi Morán

Luego, todo lo sucedido en Montevi- deo, con la lucha diplomática, donde el dominio de la inteligencia británica por sobre las circunstancias fue total, dada las características sociales, históricas y políticas del Uruguay, que hacía al país enteramente dependiente del imperio. En este caso sólo la presencia indiscu- tible del General Campos, ministro de defensa, fue la garantía de neutralidad El acorazado “Admiral Graf von Spee ardiendo cerca de que tuvo el “Admiral Graf Spee” de Montevideo. que todo discurriría por el camino que Y cuando las discusiones de café marca la legislación en la materia. Y se trenzan en polémicas bizantinas agi- por supuesto con la caballeresca con- tando la hojarasca sobre averías irrepa- ducta del Capitán de Navío Langsdorff, rables, falta de municiones, afloje de la primero en respetar la soberanía uru- moral, etc., etc., finalmente todas estas guaya, cosa que en esta oportunidad no hipótesis no dejarán nunca de serlo pues hizo el Comodoro Harwood, que violó a se equivocan en un todo dado ese factor sabiendas las aguas jurisdiccionales de anterior, que bien puede hallar su mejor nuestro país haciendo pasar al “Achi- interpretación releyendo la explícita lles” entre la isla de Lobos y la costa carta final de Hans Langsdorff, todo un mientras éste hacía fuego sobre el aco- canto elevado a la responsabilidad y el razado que ya se hallaba en franco paso honor de un comandante militar. al puerto montevideano. Ciertamente, la presencia del “Admi- En definitiva es de hacer notar que el ral Graf Spee” en aguas del Plata es “Admiral Graf Spee” no entró a Monte- y será siempre inolvidable, suerte de video a causa “Maracaná naval” para el Uruguay y sus sólo de algunas gentes, éstas, nunca acostumbradas, por averías que le su misma esencia nacional y su confor- impedían enta- mación cultural, a no entender a cabali- blar una nave- dad los rigores de los conflictos bélicos, gación segura ni sus significados, ni sus desgracias. en aguas oceá- Sólo confiamos que los intermiten- nicas5, sino tes trabajos submarinos que se están que lo hizo por haciendo sobre el pecio, que han reco- un yerro cuyo brado algunas piezas del acorazado6, culpable es su sigan con la esperanza de que se pueda mismo coman- El águila con una esvástica que ir extrayendo del lodo rioplatense buena dante. Quizás ornamentaba la popa del acorazado. parte de este buque de leyenda que y sin quizás, su aquella madrugada del 14 de diciem- misma postrera decisión de quitarse la bre del 39 hizo entrada a nuestro puerto vida, sea la muestra más palpable de lo -luego de darle una descomunal zurra a anterior, alejando cualquier tipo de expli- aquellos tres cruceros de la Royal Navy-; caciones melindrosas, lejanas al mundo para así inscribir su nombre en la histo- militar y a la implacabilidad de las guerras. ria nacional. * * *

5. La avería mayor consistía en que se hallaba afectada la bomba purificadora de aceite combustible. Pero ésta fue inmediata- mente reparada de ocasión el primer día de estancia en Montevideo, por medios propios. Esa circunstancia fue ocultada a la comisión de la marina uruguaya que subió a bordo para tomar nota de las averías del acorazado. 6. Se ha recuperado el ancla, el telémetro principal de cofa, uno de los cañones secundarios, y el águila ornamental de popa.

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