Nuevo BICENTENERIO 6
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CONFIDENCIAS DE UN ESTADISTA EPISTOLARIO DE LINO DE POMBO CON SU HERMANO CENÓN 1834 -1877 CONFIDENCIAS DE UN ESTADISTA EPISTOLARIO DE LINO DE POMBO CON SU HERMANO CENÓN 1834 -1877 SANTIAGO DÍAZ PIEDRAHITA LUIS GUILLERMO VALENCIA SANTANA Colección Bicentenario Bucaramanga, 2010 © Universidad Industrial de Santander Colección Bicentenario N° 6: “Confidencias de un Estadista Epistolario de Lino de Pombo con su hermano Cenón 1834 -1877” . Dirección Cultural Universidad Industrial de Santander Rector UIS: Jaime Alberto Camacho Pico Vicerrector Académico: Álvaro Gómez Torrado Vicerrector Administrativo: Sergio Isnardo Muñoz Vicerrector de Investigaciones: Óscar Gualdrón Director de Publicaciones: Óscar Roberto Gómez Molina Dirección Cultural: Luis Álvaro Mejía Argüello Impresión: División de Publicaciones UIS Comité Editorial: Armando Martínez Garnica Luis Alvaro Mejía A. Primera Edición: Febrero de 2010 ISBN: 978-958-8504-28-5 Dirección Cultural UIS Ciudad Universitaria Cra. 27 calle 9. Tel. 6846730 - 6321349 Fax. 6321364 [email protected] Bucaramanga, Colombia Impreso en Colombia Contenido Presentación 7 I. Introducción 9 II. Esbozo biográfico de Lino de Pombo 17 III. Epistolario de Lino de Pombo con su hermano Cenón 105 Fuentes primarias 261 Fuentes secundarias 261 Bibliografía consultada 263 Índice onomástico 271 Datos biográficos de los autores 284 Presentación La campaña política empeñada en 1836 para la elección presidencial dejó una profunda enemistad entre el presidente Francisco de Paula Santander y el vicepresidente José Ignacio de Márquez, quien al año siguiente logró derrotar a su contrincante, el general José María Obando. Pese a los sinsabores de su campaña contra el favorito de Santander, el doctor Márquez se esforzó por conservar a los cuatro ministros de su antecesor en el gabinete, reconociéndoles “su espíritu liberal, adhesión y amistad personal”. No era para menos, pues por varios años había compartido con ellos las sesiones diarias del Consejo de Gobierno. Uno de ellos era el doctor Lino de Pombo, desde 1833 ministro de la cartera del Interior, de modo que el presidente Márquez lo conservó en su nueva Administración, atento a su habilidad política y a su competencia administrativa. Al aceptar su confirmación en esta cartera, el 1º de abril de 1837, el doctor Pombo manifestó que lo hacía para contribuir al restablecimiento “de la cordial unión y mutua confianza entre los patriotas que han estado divididos en opiniones durante la terminada contienda eleccionaria”, y porque se sentía obligado ante la perspectiva embarazosa de que el nuevo Colección Bicentenario 7 presidente tuviera que rendir informes al Congreso con “agentes inmediatos nuevos y sin suficiente práctica a la multitud de negocios que se acumulan en las secretarías de estado”. Estas palabras son una buena muestra de la responsabilidad y del talante patriótico de este estadista cartagenero que, por el conocimiento personal que tuvo de él don José María Samper, pudo caracterizarlo como el hombre público de vida más completa y más generalmente respetada por sus contemporáneos. Es entonces un orgullo para nuestra Colección Bicentenario el ingreso de esta compilación de cartas del doctor Pombo y de su hermano Cenón, hecha por el experimentado investigador don Santiago Díaz Piedrahita y su colaborador, don Luis Guillermo Valencia Santana. Universitario de tiempo completo y presidente de la Academia Colombiana de Historia, el doctor Díaz Piedrahita ha sido amigo de esta casa de estudios por mucho tiempo, y por eso nos complace ofrecerle al público ilustrado del país esta compilación documental suya que iluminará muchos estudios sobre los hombres de estado que hicieron posible la grandeza de esta patria que nació gracias a su esfuerzo. Jaime Alberto Camacho Pico Rector 8 Colección Bicentenario I.- Introducción Casa de Lino de Pombo en Bogotá. Esquina de la calle décima con carrera quinta. l Diccionario de la Lengua Española define en una segunda acepción al estadista como: Eaquella persona con gran saber y experiencia en los asuntos del Estado. Esta sencilla definición parece haber sido inspirada en la figura de don Lino de Pombo O´Donnell, uno de los personajes más destacados de la primera mitad del siglo XIX en nuestro país. Su influencia en la vida nacional fue notoria, especialmente en su faceta de político y hombre público, aspecto, que al lado de los asuntos estrictamente familiares, domina en el contenido de los documentos que se reproducen en este libro. La obra agrupa setenta y tres cartas hasta hoy inéditas, 50 de ellas escritas por don Lino, entre las que tenemos la primera fechada el 31 de diciembre de 1834 cuando el ingeniero1 y ex militar contaba treinta y siete años de edad y ocupaba por primera vez la Secretaría de Relaciones Exteriores de la Nueva Granada; la última fue escrita el 27 de marzo de 1 Don Lino de Pombo fue el primer ingeniero titulado de la actual Colombia, y ante ese hecho La Sociedad Colombiana de Ingenieros en memoria, admiración y reconocimiento otorgan el premio Lino de Pombo mediante el cual la Junta Directiva de la Sociedad Colombiana de Ingenieros, mediante la Resolu- ción Nº 15 del 17 de septiembre de 2002, reglamentó el otorga- miento del Premio Lino de Pombo con el fi n de que las nuevas generaciones de estudiantes de ingeniería conozcan y traten de imitar en algo su brillante carrera. Colección Bicentenario 11 1860, dos años antes de producirse su fallecimiento. Estas cartas, caracterizadas por un idioma coloquial, incluyen informaciones y comentarios pertinentes al ámbito político y a la situación, casi siempre agitada, que entonces se vivía en el país. En la fechada el 6 de octubre de 1835 don Lino establece una pauta que se va a cumplir en todas las cartas que forman el epistolario con su hermano: “Te he escrito con la libertad y franqueza propias del asunto, habituales en mi carácter, y que tú sabrás apreciar; pero no pretendo dar a mis opiniones mayor valor que a las tuyas; delibera, resuelve, y cuenta siempre con el fraternal cariño y buena amistad de tu hermano.” En el mismo legajo, que guarda las cartas de don Lino a su hermano, se archivan una invitación a cenar cursada por Francisco Montoya, siete más escritas por su esposa, doña Ana María Rebolledo, quien además añadió algunas notas al final de otras cartas de don Lino, ocho firmadas por el destacado abogado y hombre público Vicente Cárdenas Manrique, cuatro de las autoría de Rafael Pombo, hijo de don Lino, tres de ellas enviadas desde Nueva York, donde el ingeniero y reconocido poeta se desempeñaba como secretario del general Pedro Alcántara Herrán, responsable de la Legación Colombiana en los Estados Unidos. Durante las prolongadas licencias de su jefe inmediato el joven funcionario hubo de desempeñarse como embajador encargado. Al respecto vale el siguiente comentario consignado en la misiva fechada el 2 de noviembre de 1859: “Viene el General Herrán, con ocho meses de licencia, quedando encargado de la legación mi hijo José Rafael.” 12 Colección Bicentenario Una de las cartas del poeta bogotano, escrita el 3 de agosto de 1855, tiene un valor testimonial pues recoge sus impresiones en relación con el país al que acaba de arribar, las costumbres de sus habitantes y el clima lluvioso propio de comienzos de la primavera. Como muestra cabe el siguiente párrafo: “Llegamos aquí el 27 de mayo pasado después del viaje más rápido y feliz que se puede desear; tuve inmediatamente el anhelado placer de conocer a Tía Matilde, Sofía e hijos de Julio, aunque faltando el justamente llorado Pedro Pablo, e instalándome en el mismo día en el mejor punto de Nueva York, la plaza de la Unión, comencé mi vida Norte Americana chapurreando el poco ingles que estudie en 1845. Como entramos en domingo, día tan extravagantemente observado por los Yankees, la primera impresión fue de soledad y tristeza, a lo que contribuía lo nublado del cielo (con cielo nublado también entré a Popayán) y el granito pardo de que son aquí los frentes de casi todas las buenas casas. Al otro día todo fue movimiento y ruido, y ya lo siento y oigo sin caer en cuenta y sin que me produzcan la menor molestia. A los pocos días fuimos a Washington, y yo quedé muy pagado del afectuoso y lisonjero recibimiento que nos hizo Mr. Pierce, conocí el Navy Yard y otros monumentos de arquitectura o industria de Washington y luego en la vuelta pasee el opulento colegio de Gerard y el Water Works de Filadelfia.” Aparte de las cartas mencionadas, se conservan tres más firmadas por sus hermanos Jaime y Miguel y por su sobrino Francisco Pombo. En la misiva, fechada el 6 de noviembre de 1853, Jaime muestra preocupación por la situación mundial y, aprovechando su estancia Colección Bicentenario 13 en el extranjero, hace comentarios al respecto, habida cuenta de que las noticias generales demoraban en llegar a través de los periódicos, en tanto que él podía incluirlas, a manera de “relleno,” en su correspondencia. El legajo que se conserva en el Archivo General de la Nación está formado por 136 folios que corresponden a un total de 72 cartas, dos adiciones y la inclusión de un folio suelto carente de fecha, al igual que un informe de estado bancario o extracto detallado de una cuenta, así como la copia de un poder otorgado. [Fondo Academia Colombiana de Historia, Serie: Colección Miscelánea, Carpeta 54, folios 1 – 136]. Este acopio documental fue generosamente puesto a disposición de los autores por el notable historiador Luís Carlos Mantilla O.F.M., quien los encontró durante una de sus frecuentes pesquisas por los archivos, entidades de donde ha rescatado valiosos escritos cuyo contenido ya hace parte de la historiografía nacional. Dejamos público testimonio de nuestra gratitud, pues él es el verdadero gestor de este volumen. En el esbozo biográfico de don Lino, personaje central de esta publicación, se incluye el texto del discurso pronunciado por el entonces imberbe colegial de escasos trece años en la Capilla de la Bordadita durante un certamen de conclusiones.