viva dinámica en el escenario deeste nuevoviva dinámicaenelescenario milenio. resultan delasimbiosisunaherencia ysu milenaria culturalysussorprendentesriqueza alcancesque estar atentos yorgullosos ante nuestrainvalorable sin alejarsedesuobjetivo fundamental, quenospermite publicación quehaidomostrandocambiosparamejorar queenlalenguaaymara significa lindo,Jiwaki, esuna expresiones contemporáneas. y comosusdiversaspatrimoniales historia riquezas especial dedicaciónatemas paceños, tanto sobre su sus ediciones. Enladeeste bimestre seapreciará una creciente número delectores queesperanatentos sehaposicionadoante un estamanera,Jiwaki De poéticas asícomotrabajosplásticosydefotografía. ycrónicas,valiosos trabajosdecrítica y piezasnarrativas hanidopublicandodesdesuspáginasintelectual e municipalcomodelámbito artístico el gobierno colaboradores detalento yprestigio quetanto desde Junto alequipoquelaproduce, hanaportado calidad gráfica. mejora tanto ensusdiversos contenidos comoensu logrando unasostenida importante, 2008 esciertamente delaño Mayor de cargoCulturas apartir delaOficialía El cursoquehaseguidoestapublicaciónmunicipala deCulturas Municipal Jiwaki. 42 delaRevista hacer libre noscomplaceentregar alapatria, laedición delospaceños los 203añosdeladeterminación En lacelebracióndelasfiestasjulio, conmemorando presentación Alcalde Municipal deLaPazAlcalde Municipal Luis Herrero Revilla presentación Foto: Juan Manuel Lobatón mejores logros paratodos. alaciudadtendrá muchomás sentidoypermitirá manera nuestro aporte valorarloqueesLaPaznos permitan yaquererla aúnmás;deesta Esperamos queestos quelleganasusmanosenestaedición, materiales de 2012. de LaPaz, mediante Ley Autonómica Nº019,del31demayo Municipal Patrimonio Arquitectónico yUrbano, delMunicipio Cultural eHistórico siendoporellodeclaradacomo una cuidadosaydecididapreservación, consignando susantecedentes museística,queesdigna yriqueza de arquitectónicala valoraciónpatrimonial estálaCasadeMurillo, Museo genealogía delají,ingrediente insustituibledelacomidapaceña,yentre alagastronomía especialentorno yla Edgar Arandiahaceunapartado advenimiento delcinesilente producido ennuestraciudad. delcineenLaPaz,la historia entre exhibiciones hastael lasprimeras cinematográfico,como crítico nospresenta esta vez unfragmento de Pedro colaboraciones Susz,aquiendebemossusvaliosasypermanentes Jaime Saenz,elpoetapaceñopordefinición. delmundode sus evocaciones ybúsquedasdepersonajeslosrincones paso deltiempo. Enesemismoespíritu, Adolfo Cárdenas nostransmite remembranzas pérdidas dondetambiénseevidencian al inevitables nosentrega Mirón henchidode untexto estamanera,Machi De recuerdos deantañoyvisionessobre elpresente yelfuturo. fisonomíadelaciudad, suscalles, personajes,en laparticular costumbres, Nº42engran medida secentran contenidos enesteLos Jiwaki artículos . del mundoaymara ycentro fundamentalenlaformación nacionalde yexpresionespatrimonio quesecentranenestasingularurbe, lacapital a distintastemáticas quehacenalaciudaddeLaPaz, sumemoria, Fiestas estánrelacionados quenecesariamente Julias, presenta artículos Programa Gobierno Autónomo delMunicipalenconsonancia a las Oficial Esta ediciónespecialquedesdehacecuatro añosesrealizada junto al presentación Oficial Mayor de Culturas Oficial Walter Méndez Gómez presentación

GALERÍA DE NOTABLES ) 06 ) revista municipal de culturas 07

En un pequeño departamento en el apa- el ministro de Educación José Fellman cible barrio de Aranjuez, un ambiente Velarde instituyó el más importante pre- muy íntimo y similar a los que pinta, de mio nacional de la plástica boliviana in- tomates verdes, alcachofas, semillas y di- centivando el muralismo en los cultores versas frutas, pinturas muy queridas, arte- de esa disciplina en aquella época y se sanías mexicanas y de otros países, ana- distribuyeron gratuitamente las acuarelas queles con libros de pintura, arquitectura alemanas Reban, de alta calidad, a los ni- y literatura, Ricardo Pérez Alcalá refiere en ños de todas las escuelas junto a pinceles grandes trazos su vida artística y sus pa- muy finos. siones. Como a una gran mayoría no le interesa- Se advierte su admiración por los trabajos ba estos materiales, él fue “rescatándolos” hechos a mano por muchos otros artistas, mediante el trueque hasta reunir casi y se siente muy gratificado al estar ro- medio metro cúbico de cajas de acuare- deado de ellos. Esta pasión la lleva desde las. Entonces tuvo que completar lo que niño, cuando cambiaba las cosas que ha- hacía falta: el papel. Para ello tuvo que in- cían sus amigos y compañeros del campo geniarse métodos para convertir el papel y de la ciudad con quesos y otros produc- secante en el adecuado, tratándolo con tos de su finca en el valle de Tumusla. leche o cerveza. Pérez Alcalá, nacido en Potosí en 1939, Recuerda con gratitud a Oscar Daza Ovie- mostró su habilidad e inclinación por el do, pintor tupiceño, con quien salía a dibujo desde su tierna infancia, cuando aprender a dibujar. Sin ser docente de la hacía trazos con las uñas en las espaldas Academia de Artes de Potosí, donde nin- de su nana Cirila, cuando ésta lo cargaba. guno de sus maestros le dio lecciones de A los nueve años, en la escuela ya reali- dibujo, Daza accedió a que el muchacho zaba retratos de Alonso de Ibañez. Por de 14 años de acompañara a pintar, y sin determinación del director del Colegio una palabra, solo viéndolo trabajar, Ri- Pinchincha, a esa misma edad ingresó a cardo aprendió esa técnica esencial para la Escuela de Bellas Artes de esa ciudad. todo artista plástico. “Entonces cambió La elección de la acuarela como herra- mi vida –dice- no hallaba la hora de que mienta en la que ha plasmado gran par- amanezca para salir a pintar”. Perdió el año te de su arte fue circunstancial. Fue en por sus faltas, pero había encontrado un el gobierno de Paz Estenssoro, cuando maestro de verdad.

/ www.lapaz.bo/culturas Posteriormente se trasladó a , donde estudió arquitectura en la Universidad Ma- yor de San Andrés. Su pasión por la pintura siguió desarrollándose, y fue entonces cuan- do su habilidad como caricaturista se difun- dió en la revista de humor político “Cascabel” donde trabajó con el periodista y poeta Jor- ge Mansilla Coco Manto y con dibujantes como Pepe Luque, Rulo Vali y Quirito, entre otros, durante el régimen de Barrientos. En 1970 fundó el La Paz junto a Edgar Arandia y Gíldaro Antezana el Círculo 70, grupo de artistas de la plástica nacional, unidos por un ideario estético y pensa- miento social comprometido. Conjuncionando la arquitectura, el mura- lismo y la escultura, es autor del edificio de la Casa de la Cultura “Franz Tamayo” en La Paz, donde también ha diseñado la piscina olímpica de Alto Obrajes. La más importante obra en arquitectura, que le FERIA - Acuarela Sobre Papel - ha demandado dos horas diarias durante Año: 2009 Dimensiones: 55 x 75 Premio Mundial de Acuarela 2009 40 años de trabajo, es el del Teatro Cinéti- co, donde se resuelve la visualidad con la acústica, donde si bien el factor estético es más importante, es la funcionalidad el elemento central. De su formación como arquitecto evoca a su maestro Ernesto Pérez Rivera, tanto por su calidad humana como por la apre- ciación del arte vinculado a la arquitectu- ra. Cuando Ricardo presentó su proyecto para participar en el concurso destinado al monumento a Playa Girón en Cuba y esto implicaba dejar temporalmente la Facultad, tanto su padre como su maestro aceptaron su propósito. Su primera y larga estadía en México en los años 70s le permitió conocer a célebres pintores de ese país y cultivar una valiosa amistad con éstos y con reconocidos crí- ticos de arte. Tuvo que sobrellevar varias dificultades hasta que un empresario espa- PANES - Acuarela Sobre Papel - ñol vio sus trabajos en el Jardín del Arte del

Año: 2009 Dimensiones: 75 X 105 ) 08 ) revista municipal de culturas 09

BAJO LA SOMBRA DEL VAPOR DE LA SANGRE - Acuarela Sobre Tela - Año: 2009 Dimensiones: 60 X 46 cm. D.F. y le propuso dejar de exponer en esa país, siendo el boliviano que más galar- pintoresca zona abierta y le compró cerca dones ha cosechado en el exterior por de 200 cuadros. Entonces dejó su estudio su extraordinaria producción pictórica. que estaba situado sobre una antigua ro- En 1997 ha recibido el Premio Nacional tativa, y cuando ésta se activaba, “su taller de Cultura, que otorga la Fundación del se movía” comenta, para establecerse en Banco Central de Bolivia y un año antes condiciones adecuadas, hasta contar con fue distinguido por el Congreso de la varios talleres simultáneos. De esos años República. Su mayor galardón ha sido El valora varias amistades, en especial la del Lienzo de Oro de la Academia de Artes de pintor Gustavo Montoya y del muralista Francia, registro honorífico de por vida al Juan O´Gorman, quien ha elogiado su pin- que muy pocos artistas latinoamericanos tura y hasta tomado conceptos de nues- han llegado. tro artista sobre el color en la pintura del gran paisajista José María Velasco, del que En el año 2007, el Presidente de la Casa O´Gorman era especialista. Retornó a Mé- de la Cultura del Ecuador, Marco Antonio xico en los años 80, con una estadía de tres Rodríguez, se refirió a la obra de Pérez Al- años, hasta que determinó volver al país, calá en los siguientes términos: “…El arte donde se sintió mejor en ánimo y salud. de Pérez Alcalá se resuelve desatando su imaginación del modo más intenso para Pérez Alcalá ha recibido el Gran Premio apelar al inconsciente del espectador, con Pedro Domingo Murillo en distintas ver- las más complejas y sutiles superposicio- siones, con obras en acuarela y óleo, así nes cromáticas, mezclas de simbologías e como en otros importantes premios del incidentes sígnicos, maestría en el manejo

/ www.lapaz.bo/culturas RITMO - Acuarela Sobre Tabla - Año: 2005 Dimensiones: 120 X 150 cm.

de los pigmentos, en suma todos los in- cipal de El Alto, pues consideró que en una gredientes para forjar un discurso visual ciudad de un millón de habitantes tendría que emerge del pueblo y a él retorna, que que haber talentos y los encontró extraor- surge de un genio y se dispersa en las pu- dinarios. pilas de la humanidad”. A punto de concluir su casa de estilo Otros comentarios que ponderan al ar- neobarroco en Irpavi, el artista recibe en tista provienen del muralista y arquitecto su departamento alquilado de Aranjuez mexicano Juan O´Gorman, quien escribió a sus amigos y continúa allí trabajando en 1978 “…La forma y el color de sus ex- todos los días, con la regularidad y disci- celentes pinturas están en total armonía plina que adoptó desde niño. Es un irre- con los temas representados y en esto, dento lector de poesía de César Vallejo, a mi juicio, consiste su calidad plástica y Octavio Paz y Jaime Sabines; entre los poética…” A su vez, en 1989 el crítico fran- poetas nacionales destaca por su origi- cés Jean Claude Du Barry apunta: “He aquí nalidad a Jaime Saenz, “ese es el poeta, a un pintor quien por sus obras prolonga que ha logrado un lenguaje propio” dice. la vida de nuestros corazones. Por las suti- En la música prefiere la música latinoa- lezas de su pincel iluminado borra el reino mericana como López Mangoré, Heitor de las tinieblas (…) su colosal talento va Villalobos y Piazzola. Es también un si- más allá de la habilidad, porque él es un barita de la gastronomía y en especial de hombre culto quien en sus obras da tanto la mexicana a la que aprecia por su gran que pensar como deja ver”. variedad y elaboración, mientras que de la nacional pondera el chairo, la salteña Ha ejercido la docencia en la UMSA y tam- y la sopa de maní, así como de la k´ala

bién aceptó dar clases en la Escuela Muni- purca de su Potosí natal. ) 10 ) revista municipal de culturas Fotografía Vladimir Araúz lencastre casaa

Testigo de 191 años de historia - Uno de los monumentales ejemplos de la arquitectura de estilo republicano, asen- tada en la ciudad de La Paz, es la casona Alencastre ubicada en la intersección de las calles Potosí y Ayacucho, actualmente pro

piedad del Estado Plurinacional de Bolivia. ) 12 ) revista municipal de culturas 13

Construida en 1821, la casona muestra en- tre sus principales elementos a la carpin- tería de madera, arcos y balcones abiertos en una deteriorada portada. Cuenta con tres patios, una portada interior y esca- leras de piedra propios de las primeras - casas españolas, diferente y aislada de la indígena, a una cuadra de la plaza Murillo, el entonces Cabildo y la Catedral Nuestra Señora de La Paz. Diríase una típica caso na de inicios de la República. Su concepción estructural, sin embargo, es producto del encuentro de dos mundos, el hispánico por el uso de materiales como - la teja, hierro y la distribución del espacio y, por otro, el indígena por la mano de obra, la topografía del terreno y el clima que podrían cambiar cualquier tipología pre concebida. Muestra ingeniosas soluciones técnico-espaciales en los arcos, bóvedas, portadas y muros de contención. - El inmueble edificado en base a adobe y piedra, forma parte de un conjunto de obras arquitectónicas monumentales de bido a su importancia histórica y estética. Sus primeros propietarios de apellido Alencastre habían destinado los ambien- tes del primer patio a la recepción social, el patio siguiente a la servidumbre y el último a los corrales. Al encontrarse en el manzano del Palacio de Gobierno, el Cabildo y la Catedral, fue - testigo de múltiples acontecimientos – dramáticos y funestos unos, memorables otros – que marcaron la historia de Bolivia, en consecuencia un patrimonio imbo rrable de la memoria de los paceños en particular. Desde su construcción se con- virtió en escenario de la dinámica social y política del país. Hasta el 2011 perteneció al Arzobispado de La Paz, fue vivienda de

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ilustres personajes, allí también se estable cieron espacios comerciales y otros servi- cios que han logrado mantenerse durante décadas. - La casona posee un gran valor histórico debido a que fue levantada en el primer manzano de la ciudad española, comple tamente diferente y aislada de la indígena, - en vecindad con el edificio del cabildo es- pañol y la Catedral. Su valor artístico se asienta en la concep - ción de espacio arquitectónico de dos culturas. Posee los ideales de belleza de la época en que fue refaccionada. La cuantía, desde el punto de vista tecnológico, es de finitivamente incalculable debido a las in- geniosas soluciones técnico-espaciales con los arcos de ladrillo, bóvedas de crucería, muros de contención (adobe con cimiento de piedra propio de ese periodo) portadas de piedra y el trabajo de carpintería.

Según la valoración urbana, el inmueble genera un paisaje singular y atractivo. Define un tramo y caracteriza el espacio público que, sumado a otros atributos del entorno, expone la habitabilidad del sitio y el disfrute de su contemplación, recorrido - y uso. - Su ubicación en el centro histórico de la ciudad, la hace parte de la identidad y me moria colectiva de los paceños, un innega- ble valor intangible que, pese a los mate riales empleados en su construcción, ha

logrado preservarse a través de los siglos. ) 14 ) revista municipal de culturas 15

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Protección legal La casona Alencastre posee el valor mo numental “A”, lo que significa que “sólo se permiten acciones de conservación, restauración, consolidación y reposición aprobadas por la Comisión encargada del Centro Histórico y Áreas Patrimoniales conformada al efecto”. Disposiciones legales como el Estudio y Reglamento para la preservación del centro urbano de la ciudad de La Paz,

elaborado por la arquitecta e historiadora Teresa Gisbert en 1995; del Plano de iden- tificación del PatrimonioArquitectónico y Urbano, contenido en el anexo del Regla- mento para la Identificación,Valoración, Protección y Conservación del Patrimonio Arquitectónico y Urbano y del reglamento del Uso de Suelos y Patrones de Asenta- miento, aprobado con Ordenanza Muni- cipal GMLPNº 555/2007, la protegen de cualquier intervención que atente su es- tructura original.

El inmueble, por su valor histórico, debe ser conservado y restaurado en su integri- - dad, recuperando su original patio central así como sus elementos compositivos. In- negablemente es un referente urbano y cultural por lo que su presencia esta po sicionada en el imaginario colectivo de nuestra ciudad.

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Celebraciones religiosasgastronomíay UNA APROXIMACIÓN Edgar Arandia Quiroga *

Todas las celebraciones religiosas que cementerio, y recuerdan a todos los muer- fueron trasladadas por los primeros evan- tos y, como una prolongación de Todos gelizadores católicos, fueron adaptadas Santos, hacen rezar para las almas, llevan- por las culturas indígenas a su propia cos- do las frutas de la estación, se realiza un movisión del mundo. Era una estrategia apthapi que contiene ocas, papas, habas, para que no desparezcan sus mitos, ritos queso, huevo y pescados. y su orden sacro agrícola para garantizar la soberanía alimentaria de su población. Es decir que primero se hace comer a los muertos para que no falte nada, y siendo Cada cultura establece su sistema alimen- época de cosecha se deben compartir to- tario y configuran sus dietas que garan- dos los alimentos que la Pachamama nos ticen a las sociedades y a los individuos proporciona. cantidades y combinaciones de nutrientes satisfactoria. La antropología simbólica se El Viernes Santo, los comunarios hacen ha centrado en las dimensiones rituales ayuno hasta mediodía o Taypi, centro del de los alimentos y su relación con los día y la noche. Después empieza el con- mundos míticos y la identidad. sumo de siete platos, con los diversos alimentos que se cosechan. El Sábado de Además los estudios etnográficos nos Gloria, los comunarios asisten a las iglesias permiten conocer las estrategias de los y rezan por la resurrección de Jesucristo, agricultores, las dietas de comunidades en el fondo están pidiendo la reproduc- y sus relaciones de parentesco, género ción de las semillas, vida y muerte. Casi y sus relaciones sobrenaturales para fijar toda la noche se hace vigilia. El Domingo prescripciones y proscripciones o prohibi- de Gloria, cuando se supone la resurrec- ciones y tabúes. ción de Jesucristo, la gente baila y bebe, compartiendo la nueva vida de Jesús = Por su importancia, en esta nota nos cen- semilla. Garantía de reproducción de los traremos en la Pascua: en el altiplano se alimentos. recogen pequeñas cantidades de haba, papa, quinua, cuyo propósito es garan- En las prestes del área urbana se reprodu- tizar que el próximo año se reproduzcan cen estos rituales, consumiendo, en algu- otra vez. nas ocasiones catorce platos, o en otras sólo siete. Estas cantidades pueden repre- Según nuestro informante Germán Flo- sentar los siete días de la semana o el ciclo res, oriundo de la provincia Omasuyus, el agrícola anual. También la complemen- jueves santo los pobladores se dirigen al tariedad hembra macho, existen varias

/ www.lapaz.bo/culturas teorías al respecto, unas vinculadas con la Su gran aporte a la gastronomía se deve- cosmovisión indígena y otras con los nú- la en las múltiples combinaciones en las meros cabalísticos de la Biblia. que se usa, por ejemplo: Queso umacha, ají de papaliza, ají de arvejas, ají de bacalao, La variedad y exquisitez de los alimentos ají de trucha, pejerrey, k’esi, umanto(peces que se sirven, son de una tesitura prodi- extinguidos), chupín de camarones, plato giosa y para degustarlos se deben comer paceño que no es más que una porción de en poca cantidad. El ají, palabra de origen apthapi, cochayuyo o algas de mar, sopa taíno (etnia originaria de la desembocadu- de achojcha, challwa wallake, pesqi de qui- ra del Orinoco que se expandió hasta Cen- nua, carbonada de zapallo . troamérica y el Caribe), es un componente indispensable, además considerado sagra- En la época mencionada de Semana San- do y forma parte simbólica de la cuatripar- ta se remata con una variedad de postres tición del imperio inca, cuando, -según el como arroz con leche con pasas y otros mito de origen- los cuatro hermanos Ayar que se van agregando, debido a la creati- fundaron el imperio y entre ellos Ayar vidad culinaria, como la abrasadora apari- Uchu, o hermano ají, en quechua y en ay- ción de la mermelada de locoto que puede mara wayk’a. ser degustada como postre o acompañada con carnes rojas y blancas. Desde épocas prehispánicas se conocían incontables variedades, como el luki wayk’a La incorporación de alimentos de mar y la- o ají colorado larguillo, grande y redondo gos son parte de la memoria gastronómica es el locoti o locoto, el menudo “quemador” ancestral, ya que las culturas indígenas de- o chinchi wayk’a, el que “no quema” o mok- sarrollaron su civilización tanto en la costa sa wayk’a, que también sirve para “pintar” la del Pacífico, el Lago Titicaca, además de las comida, el ají bravo o jaru wayk’a , el ají inconmensurables sierras andinas y los va- verde o chojña wayk’a, el “gran quemador” lles interamazónicos. o más picante es el inu o massi, aparte de otras variedades que se llevaban de las tie- ¡Buen provecho y salud! rras bajas como el aribibi. * Artista y antropólogo

Director del Museo Nacional de Arte ) 18 ) revista municipal de culturas 19 fotoreportaje

escalones eternos

Fotografía: Samuel Rendón www.flickr.com/photos/eseproyect/

/ www.lapaz.bo/culturas ) 20 ) revista municipal de culturas 21

Su corazón de 3600 metros de altura late produ- ciendo un eco infinito acunado por una acústica que surge de pendientes, cerros y nevados. La sangre de sus arterias se desliza en los ríos mientras que las venas se ramifican a través de ángulos de cemento que emergen de la tierra on- dulada. El eco se multiplica en otros latidos que bombean enviando sangre a los músculos de millones de piernas que suben y bajan ángulos desportillados, anchos y angostos mientras un ladrido cercano acelera las zancadas. Al llegar a destino, un regalo se revela, una cor- dillera blanca que protege una hilera de ladrillos que aferran sus cimientos a la pendiente de las montañas, mientras que en el fondo murmuran los barrios más antiguos.

Texto : Lucia De Urioste Bejarano

/ www.lapaz.bo/culturas ) 22 ) revista municipal de culturas 23

/ www.lapaz.bo/culturas elaparapita (que casi no se ve)

Hoy por hoy, cuando se ofrece transpor- tar cualquier bulto y no se tiene la suerte de encontrar un aparapita, no hay más remedio que contratar una camioneta y resignarse a gastar una suma que resulta diez veces mayor que la que erogaría por

los servicios de un aparapita. ) 24 ) revista municipal de culturas plano, y se encuentra aquí y se encuentra obstante, almismotiempohabitaelAlti - aparapita estásiempre en laciudad, yno habitante yelestante porexcelencia? El eselaparapita?¿Quién ¿Acaso noesel existiendo. mente seguro queelaparapita seguirá la ciudaddeLaPaz exista, esabsoluta - plano ylaraza aymara existan, ymientras mientrasPues elAlti- unacosa escierta: dente quejamásloestaremos deltodo. reventados, esevi- aunqueporotra parte, que reconocer entonces queestamos que algoandamal, ysiesto esasí,habrá destinados adesaparecer, quiere decir Si finalmente hastalosaparapitas están po seopera entre nosotros. de despersonalizaciónqueya hace tiem- verdad esqueelloconfigura elproceso las grandes pero ypequeñasindustrias; la creciente demandademanoobra por de cuyasserlasiempre causaspodría delosaparapitas,dual desaparición una Vaya usted asaberelporqué dela gra- descanso. veinte otreinta cuadras sinhacer unsolo peso deseisquintales aunadistanciade un bido quepuedellevar perfectamente que alaparapita lesobran, siendobiensa- maña, destreza ycostumbre, cosas éstas naturaleza, quealmismotiemporequiere suficientes para ejecutarunafaenadetal das, sino que no siempre tiene las fuerzas en cargar elbulto sobre suspropias espal- cuja a su casa; y no es que tenga reparos sistencia? Le urge llevar uncolchón yuna mente equivale adosotres díasdesusub tratándose deunasumaquetranquila- por ejemplo, para pagarunacamioneta, dónde ha desacar ¿De un pobre obrero, del pueblo. con lafaltadeaparapitas, eslagran masa ahíquesialguienresultaDe perjudicado - repugna, sinoque, antes bienpara él, es la basura; adecirverdad, labasura nole su estar, horas enteras, repantigado en la comida. ahí se explica De el porqué de precisamente seasocia con la basura es mida; enelsentir del aparapita, algoque quedespreciatemeridad afirmar la co En elfondo, nolegustacomer, ynoserá do deladignidad seloprohíbe. dehambre,de morir ya quesugran senti- por paradoja, ellujo malpuedepermitirse el aparapita. Pues bebehastareventar, y beber, nosiempre prefiere heahí comer; pagan, yque, enlugarde porotra parte, le malamente- de loquebuenamente -o que debeganarseelpandependiendo unhombredonde puedeserlo como él, El aparapita esunhombre libre, hasta al mismotiemponoloesenabsoluto? que siguesiendounenigma para él, yque en laciudad, y cuálsucomportamiento hace¿Qué elaparapita? ¿Cuál suactitud para losprivilegiados. bre deunorden socialquesóloexiste mente senutre ennom- deélylooprime queprecisaen aras deunacolectividad - sido para élunsuicidarse, unsuicidarse, modo, en cierto Mas este posesionarse ha por siempre. sentido nuevo, ydelqueseposesionaría nocer ycomprender unmedioencierto tencia ydetrabajo, co quelepermitirían sias irracionales, de meditación,deexis- en laciudad, impulsadoempero poran- inherentes desuraza, ubicarse haquerido el contrario potencializado las facultades sin dejardeserloquees, yhabiendopor como cualquierotro; pero unaymara que, El aparapita es, desdeluego, unaymara éste unseromnipresente. nado enlatierra hechohombre, hace de que,obra deunafuerza alhaberseencar allá, sin moverse de su sitio. Es esto por / / www.lapaz.bo/culturas - - - elaparapita25 simplemente una cosa despreciable, pero mal podrá sentirse ajeno a ella y mucho que, sin embargo, no por ello dejará de menos desaparecer -pues el aparapita, ofrecerle alguna grata sorpresa -un jarro dicho sea en conclusión, ha cargado la de lata o un pedazo de vidrio, un cartón ciudad sobre sus espaldas. o una tela; y, una que otra vez, como in- esperado regalo, una aguja o un alambre, cuando no un par de clavos, una cuchara Jaime Saenz o un zapato; un zapato, ¿para qué? -para de Imágenes Paceñas, 1979. aprovechar el cuero y la suela; ya sabrá él para qué.

Dado que no le gusta morir de hambre, por regla general, el aparapita muere be- biendo; en los recovecos de la Garita de Lima, en las esquinas de la calle Tumusla; en los callejones del Gran Poder, allí se en- cuentra su cadáver.

Y siempre se encuentra de retorno; está por siempre vivo.

En realidad, el aparapita conoce la ciudad en sus más recónditas interioridades, y -yendo más lejos- hasta podría decirse que la ciudad es él. Aunque conceptual- mente no puede expresarlo, puesto que no es hombre de conceptos, el aparapita sabe y conoce en lo profundo la significa- ción de la ciudad. Y si por ventura fuese dado escuchar o poner por escrito lo que conoce y lo que sabe, la magnitud de la revelación asustaría sin duda a los más doctos sociólogos y psicólogos.

En cuanto a la propia significación del aparapita y su contenido espiritual, es ciertamente un hecho que estos valores jamás desaparecerán, aun a pesar de los dictados de las ciencias económicas y so-

ciales, siendo además necesario puntuali- 1940 Cordero - Foto Aparapita zar que, si alguna vez surgiera el tema del aparapita en las discusiones académicas, y se llegase a mencionar su ya inminen- te o ya consumada desaparición, ésta no será sino aparente.

Y según resulta obvio, si el aparapita es

la ciudad, como que efectivamente lo es, ) 26 ) revista municipal de culturas 27

Si hay un sitio que quedará perenne en la memoria de los paceños, es el Paseo de El Prado. Es imposible concebir a La Paz, de fines del siglo XIX y la primera mitad del XX, sin recorrer sus aceras y sentir la magia que ellas encierran. Noches de bohemia, de encuen- tro, de sabor a vida. Después de cinco días de faena cotidiana, muchas familias elegían el domingo para bajar la tensión desplazándose lentamente por este paseo y allí saborear una salteña o un he- lado sentadas en las bancas y de yapa recrear la vista con las idas y venidas de gente de todas las edades y condición social.

/ www.lapaz.bo/culturas Un cuadro donde el gran ausente es el abuelo o abuela que hoy supera las ocho décadas y siendo niños y adultos transita- ron la misma ruta. Aquel hermoso bulevar conocido como La Alameda que con el transcurrir del tiempo fue mutando pero conservando los exquisitos ejemplos de la arquitectura republicana.

Este punto de encuentro de los habitantes de La Paz, trazado y construido por Zoilo Flores cuando la ciudad se aprestaba a ce- lebrar el primer centenario de Fundación de la República. El tramo recibió el nombre de Alameda debido a los frondosos árbo- les, álamos y eucaliptos que lo adornaban. En medio del paseo había una laguna enre- jada donde patos, peces y otros animales Los tranvías rojos convertían el lugar en una especie de pe- recorriendo el paseo queño zoológico en pleno centro urbano. de El Prado. Otra de las curiosidades del lugar eran los pequeños chalets de madera destinados a las palomas; la gente que las visitaba esta- ba obligada a traer granos de cereales para alimentar a las aves y aprovechar en sacar- se algunas fotos con Julio Cordero o del estudio de la Familia Gismondi. Las mejores bandas militares se disputaban un lugar los jueves en la noche y todo el día domingo para dar paso a las afamadas retretas con un repertorio que alternaba música selecta ligera, marchas militares y arpegios de mú- sica popular boliviana.

Todos vestían sus mejores galas para el paseo, las damas lucían trajes largos sin el cuidado de ensuciarlos debido a la limpie- za que mostraba La Alameda. “Mientras las bandas atraían el interés de la gente hacia las competencias, otros paseaban en hi- leras, de subida y bajada, las señoras con sus esposos y los jóvenes cada uno por su lado, incluyendo a los cadetes. Las cholas

paceñas lucían su elegancia, completando ) 28 ) revista municipal de culturas 29

un hermoso cuadro”, recordaba Don Carlos Ibarra, un paceño que dejó su testimonio hace más de una década.

Hasta 1948, en la actual calle Campero don- Este punto de de se levanta el Liceo La Paz, funcionaba el encuentro fué Estado Mayor y sus dependencias en ple- trazado y construido na esquina donde despues se construyó el por Zoilo Flores edificio Alameda, por lo menos esto ocurrió hasta 1948.

La ruta estaba flanqueada por hermosos chalets de uno o dos pisos. “Eran casas don- de vivía lo mejorcito de la sociedad paceña, la aristocracia, empresarios, comerciantes y otros. La mayoría de estos inmuebles fueron sucumbiendo a la modernidad y la ciudad cuenta con escasos ejemplos de esa arquitectura traída de Europa”, había ex- presado el patricio paceño Gastón Velasco hace una década.

La actual Iglesia María Auxiliadora fue construida gracias al empeño de los ve- cinos del Paseo que recorrían por las casa pidiendo ayudas mensuales hasta lograr lo suficiente para edificarla. Los primeros domingos del mes se hacían kermeses en todo el trayecto y los vecinos “más pudien- tes” pagaron el costo de un metro cuadra- do del terreno ocupado actualmente por el citado templo.

Los medios de transporte

En 1808, Arturo Posnansky trajo el primer automóvil a gasolina, fue un Overland que dejó perplejos a los paceños. Pero el 16 de julio de 1909, La Paz vivía una verdadera fiesta con la llegada de un novedoso medio de transporte masivo: los tranvías, un justo regalo por el primer centenario de la Revo- lución de Julio. La entonces compañía de electricidad The Bolivian Power Co. se en- cargó de traerlos.

/ www.lapaz.bo/culturas Los tranvías empezaron a cruzar La Ala- meda ante la mirada curiosa y perpleja de los paceños. Los tranvías rojos, estaban destinados a la gente adinerada y de alta sociedad. El cobrador vestido con traje militar cobraba los 20 centavos de pasa- je. Viajar en el tranvía amarillo costaba 10 centavos y era utilizada por la “gente me- dio pelo”. La linea verde era abordada por la servidumbre, en ellos se transportaban canastas de frutas y hortalizas, el precio del transporte: 5 centavos.

Otro medio de transporte que cruzaba todo el Paseo eran los coches tirados por caballos y acémilas con sus respectivos aurigas. Por lo general, los fines de sema- na, La Alameda acogía a caballos de gran porte, con hermosas monturas, cabalga- dos por la gente adinerada.

La Alameda, desde siempre el eje principal del centro paceño y conocido también como El Prado es, oficialmente, la avenida 16 de julio. Experimentó muchas transfor- maciones producto del crecimiento urba- no. Acogió a la afamada estela tihuanaco- ta “Benett” y la Fuente Neptuno realizada en mármol blanco de Carrara y la fuente de agua tallada en piedra y decorada con querubines. De los tres ejemplos sólo per- manece el último.

Aún sobreviven en sus cuatro cuadras, edificaciones de tipo colonial y repu- blicano que contrastan con modernas construcciones. Con todo, La Alameda, El Prado o si prefiere la avenida 16 de Julio, seguirá manteniendo su condición de punto de encuentro de los paceños.

La Alameda, desde siempre el eje principal del centro

paceño ) 30 ) revista municipal de culturas 31

CAMINO YUNGA CRUZ - SUD YUNGAS

Caminos paralelos, paisajes con imponentes montañas nevadas y una exuberante vegetación bordean las rutas prehispánicas del territorio paceño que turistas nacio- nales y extranjeros no pueden dejar de visitar.

/ www.lapaz.bo/culturas La ruta del Takesi La caminata permite a los visitantes atrave- Es uno de los caminos prehispánicos cons- sar diferentes pisos ecológicos. La subida de truidos por la cultura tihuanacota que co- 3.200 a los 4.600 m.s.n.m. es dura, por ello necta la zona montañosa del altiplano con las personas sin buena preparación física los valles templados y los llanos amazóni- se ven obligadas a montarse al lomo de las cos. El trayecto es un regalo a la vista por los mulas. hermosos paisajes. El cambio de los paisajes no pasa desaperci- Esta ruta precolombina conserva los cana- bido para los visitantes. Al principio predo- les de agua que evitaban que las fuertes llu- mina el verde para posteriormente pasar a vias dañen los caminos, destreza que suma- un blanco que prácticamente se adueña de da a la habilidad de bifurcar los riachuelos todo el escenario, en especial alrededor del en múltiples hilos, no hacen otra cosa que nevado Mururata. Al final de la travesía vuel- evidenciar los avanzados conocimientos de ve la abundante vegetación, esta vez de los ingeniería de sus constructores. llanos amazónicos.

CAMINO DEL TAKESI CAMINO DEL CHORO

El camino del Takesi se inicia en la pobla- En todo el trayecto no hay hoteles, ni posa- ción de Ventilla, a 3.200 metros sobre el das, se pasa la noche en los campings. nivel del mar (m.s.n.m.), sube a La Cumbre, a 4.640 m.s.n.m., y finalmente baja a 1.300 Yunga CruZ m.s.n.m. Este camino precolombino comienza en la población de Chuñavi. Se trata de una Todo el trayecto se realiza a pie. A lo largo vía de singulares características por el del recorrido se observan pueblos indíge- paisaje casi intacto. Durante el recorrido nas, montañas, cascadas de agua cristalina es común ver monos y aves muy cerca

y puentes colgantes. de la ruta. ) 32 ) revista municipal de culturas 33

La experiencia se hace inolvidable debido Camino del oro a ese contacto con la naturaleza. Considerada como una ruta dedicada a la aventura. Durante el periplo, el visitante no se sien- te solo pues tiene como acompañante Los guías especialistas afirman que las ca- al majestuoso Illimani. Así, la ruta des- racterísticas de la zona y el acceso a las di- ciende desde la zona cordillerana hasta ferentes poblaciones es dificultoso, lo que las tierras bajas de Los Yungas mostran- aumenta su atractivo. do la grandeza de la comunicación vial prehispánica. En el camino se observa el trabajo de diferen- tes cooperativas auríferas porque se trata de Su recorrido no es frecuente, razón por la tierras ricas en oro, flora y fauna. La ruta está que es de difícil acceso en la época lluviosa rodeada en varios de sus trechos por ríos, lo del año. Los principales atractivos de esa que junto con el paisaje coadyuva a brindar zona son los paisajes de la Cordillera y Los al visitante un excelente atractivo natural.

CAMINO DE YUNGA CRUZ CAMINO DEL ORO

Yungas que permiten contacto pleno con La caminata se inicia en Sorata hasta llegar la naturaleza, su flora y fauna. a la Cumbre, siendo ésta la etapa más fuer- te y difícil. Cuenta con dos accesos, uno A éstos se suman los miradores natura- vía Sorata, apreciando el colosal Illampu, y les y restos arqueológicos.Al final del re- el otro, menos conocido, que pasa por el corrido de unos 65 km y cuatro días de grupo Umajalanta - Kaviri, recorrido que caminata, aproximadamente, se arriba a permite pasar del altiplano a los Yungas de Chulumani (Yungas). Para llegar es habi- manera muy rápida. tual abordar el transporte público hacia la población de Chuñavi desde la zona de Por esta razón Sorata, gana muchos votos San Pedro. como el lugar más relajante para los viajeros

/ www.lapaz.bo/culturas CAMINO DEL CHORO CAMINO DEL TAKESI

Conserva un ambiente con ruinas colo- Los que realizan esta expedición quedan niales en un entorno natural espectacular, maravillados con los recorridos y paisa- encaramado en una colina, en un valle al jes cuando se sienten espectadores pri- pie del imponente nevado Illampu y picos vilegiados de un pasado fabuloso. Esta de Ancohuma. Aunque no hay mucho que ruta continuó siendo usada en la época hacer en la ciudad, es un gran lugar para colonial, hace más de 500 años, para el descansar plácidamente por unos días en transporte de personas y mercaderías, un campo de base popular para los excur- desde los valles hacia poblaciones del sionistas y ciclistas de montaña. Altiplano. En tiempos coloniales, Sorata era un enla- La caminata se disfruta al máximo, desde ce para las minas de oro de Alto Beni y las que se atraviesa parte de la Cordillera Real, plantaciones de caucho, puerta de entrada así como ríos y pequeñas poblaciones, en a la cuenca del Amazonas. En 1791 fue el las cuales se aprecia el estilo de vida tra- lugar del sitio poco convencional que lide- dicional de la gente que aún vive en esas ró el indígena Andrés Tupac Amaru y sus alturas. 16.000 soldados. El paseo comienza en La Cumbre (4.900 El Choro mts. de altura), se desciende hacia Challa- Es, sin duda, uno de los caminos precolom- pampa (2.800), en dos horas se llega al Cho- binos más conocidos entre los amantes del ro (2.200) y en medio de un clima cálido y trekking. Durante los 3 días de caminata, el de exuberante vegetación que caracteriza a visitante se encontrará con paisajes y climas Sandillani y Chairo, se arriba a la población muy diversos. La caminata es de aproxima- de Coroico, capital de la provincia Nor Yun- damente 60 km. y desciende cerca de 3,700 gas del departamento de La Paz, ubicada metros hasta llegar al destino final que es en las faldas del Uchumachi, como justa re-

Coroico en los Yungas de La Paz. compensa a una aventura inolvidable. ) 34 ) revista municipal de culturas 35

imágenes LA PAZ de: EN JULIO

MACHI MIRÓN

/ www.lapaz.bo/culturas Si alguien me pidiera que defina a la ciu- las calles que ascienden sus laderas o la dad de La Paz en pocas palabras no haría manera con que llega el sol hasta ellas. otra cosa que remitirme a la primera frase grabada en su escudo de armas. Si, me re- Alguna vez la pintora Agnés de Frank me fiero a los discordes en concordia…, creo dijo que percibía el encanto de Sopocachi que esas cuatro palabras podrían sintetizar en los tonos amarillos con que el sol pinta todas las contradicciones que caracterizan esa zona por las tardes y me llega la ima- a esta ciudad que, por muchas razones es gen del Montículo al caer las sombras. única. Una ciudad donde uno puede ha- llar solidaridad allí donde todo impresiona Es cierto que aquel desarrollo, inevitable como indócil. para toda ciudad, ha borrado gran parte del embrujo que muchos espacios de ella Contemplo la ciudad por sus cuatro costa- guardaban. Recuerdo la magia que tanto dos y aunque las sombras de la noche ya me atraía de Llojeta, un espacio arisco don- han caído, todavía se dibuja el resplandor de las flores no abundaban, con aquellos del Illimani en el naciente. Entonces llega senderos gredosos e inestables, capaces a mi memoria la frase de un personaje tea- de desmoronarse con apenas una lloviz- tral de David Mondacca que repara que na. ¿Qué conjuro había en aquellos picos cuanto más se aleja de ella, más grande y de greda desnuda que lograron atrapar el diáfana verá a la montaña. Cierto, quien lle- alma de gente como Jaime Saenz o el pin- gue de más lejos, al ingresar a la ciudad de tor Cecilio Guzmán de Rojas? El Alto tendrá la imagen resplandeciente del Illimani como no podría tenerla desde un punto más cercano. Las luces de la ciudad invaden mis ojos, aquellas que ascienden por las laderas y las otras que bajan hacia el sur hasta difumi- narse entre las sombras de los cerros que bordean al cielo. Entonces me acosan re- cuerdos de las noches en que aquellas la- deras sólo vestían sombras. Era una ciudad más pequeña y sin embargo, creo que la vida bullía con tanta o mayor fuerza. Otra imagen que retorna a mi memoria es el cielo límpido que caracterizaba las no- ches de invierno en La Paz, algo que hoy la creciente contaminación cubre en forma paulatina, cierto, la ciudad donde yo crecí siempre fue transparente en esta época del año, con un agregado, el embriagador olor a mandarinas que inundaba sus calles.

Todo aquello se fue con la contaminación y los carros “chutos”, incluso el trino de las ch’aiñitas aunque, justo es aclararlo, la ma-

gia de esta ciudad persiste y no sé si es por ) 36 ) revista municipal de culturas 37

Llojeta era mi refugio cuando con un pero allí quedaron ambos túneles y un grupo de amigos decidíamos no asistir al poco más adelante los restos de una es- colegio, solíamos ascender hasta un ce- tación de trenes construida –nada más ni menterio clandestino que alguien había nada menos– con bloques de piedra traí- habilitado en la parte superior de uno de dos de Tiwanaku que, extrañamente, daba los dos túneles que atravesaban aquellas un encanto singular a aquel espacio. lomas, y allí nos sentábamos a contemplar la ciudad hasta que empezaba a caer la Hoy todo aquel paisaje fue devastado, tarde. La profunda soledad que habitaba aquellos picos de greda que se alzaban aquellos senderos se interrumpía con el como torres han sido apisonados para paso eventual de algún campesino que sembrarlos de infinidad de casitas de ladri- –especialmente por las mañanas– llevaba llo, al punto que resulta imposible ubicar desde Achocalla su producción diaria de el lugar donde se abrían los dos túneles o leche para venderla en la ciudad. la casa solitaria de tejas rojas que muchos aseguraban que era el taller donde Guz- Mencioné dos túneles, uno de ellos de casi mán de Rojas creaba sus obras, los bloques 200 metros de largo, que abrieron a princi- de piedra de Tiwanaku que constituían la pios del siglo XX para permitir el paso del estación de trenes, o la pequeña y hermo- tren que ascendía de La Paz a El Alto, una sa capilla campesina que durante décadas ruta que seguramente no duró demasiado sólo permitía el ingreso de un viento su- dada la inestabilidad de aquellos suelos, surrante por las grietas que invadían sus puertas. Cierto, ya entonces la capilla no tenía cura. Lo mismo pasó en la ladera este, donde sólo habían dos cruces que hasta hoy vigilan nuestra ciudad, a los pies de la cruz que marca la zona de Pampahasi solíamos detenernos para contemplar la ciudad en la madrugada, cuando el can- sancio nos permitía una tregua en nues- tra marcha hacia Chicani, una hacienda conocida por su producción lechera que estaba en ese espacio que hoy constitu- ye la cabecera de lo que hoy conocemos como Alto Irpavi. Recuerdo que, luego del descanso, caminá- bamos hacia el este hasta llegar al borde de las laderas que descendían hasta el valle de Irpavi, entonces buscábamos los senderos que nos permitan llegar hasta nuestro des- tino, que estaba en medio de un bosqueci- llo que hasta hoy existe. Nuestro descenso estaba enmarcado por decenas de peque- ñas chacras donde los aldeanos cultivaban legumbres y también cobijaban algunas vacas para su producción de leche.

/ www.lapaz.bo/culturas Ya durante el descenso era notable la tibieza nales en la madrugada y los atardeceres valluna de aquel paisaje sembrado de vege- decenas de jóvenes pues suponíamos tación, un paisaje que allá en el bajo cortaba que para estudiar mejor había que hacer- el paso de un río, aquel que aún divide la lo al aire libre. Otra época que me llevaba zona donde sus laderas han dado lugar a hasta allí, era la semana anterior a la cele- una montaña que hoy se alza vertical, tras bración de la Anunciación, allí estábamos el entierro de decenas de viviendas que ha- siguiendo las procesiones que recorrían bían inundado las viejas chacras. las calles de Sopocachi. Yo veía de lejos aquellas marchas pues me gustaba con- ¿Y hacia el sur? Bueno, a más de algunas templar al grupo de gente llevando una escapadas a Mecapaca, no era un espacio vela encendida y cantando a la virgen Ma- que visitáramos con demasiada frecuencia, ría entre las sombras. recuerdo sí que la zona era ideal para orga- nizar días de campo un tanto más forma- Otro de mis refugios secretos era la zona les, recuerdo que durante la celebración de los cines en San Pedro, especialmente del miércoles de Ceniza, después de carna- donde estaban los cines Colón y Murillo, val, solíamos visitar lo que hoy es el barrio adonde iba no sólo para ver películas sino de Cota Cota, un valle acogedor también también a buscar viejas revistas de histo- inundado de sembradíos y criaderos de rietas, era en las puertas del Murillo donde vacas. uno podía encontrar verdaderos “tesoros” a precios accesibles. Creo que la ventaja que teníamos en esa época los más jóvenes consistía en que Otro de mis refugios en aquellos atarde- disponíamos de los espacios rurales mu- ceres era el Puente Negro, allá en la ave- cho más a mano, algo propio de niños de nida , en cuyos alrededores una ciudad pequeña. Pero, ¿y el paisaje ur- las amas de casa se proveían de verdura bano? Eran calles que nos permitían jugar fresca. Allí me escapaba y, casi sin reparar un partido de fútbol, partidos que even- en las decenas de personas que transita- tualmente interrumpía el paso de algún ban, me apoyaba en el barandado para auto, nada más. Recuerdo mis caminatas contemplar la ciudad, las cruces de Pam- matinales hasta el colegio, tarea que reali- pahasi y, sobre todo, el Illimani, cuyas zaba a tiempo de buscar charcos de agua tonalidades variaban conforme caía el congelados por las heladas, así me entera- sol. Los ojos y la imaginación se me lle- ba cuán cerca estaban las vacaciones de naban de sueños, lo mismo que ahora se invierno. me llenan de recuerdos. De hermosos y luminosos recuerdos de una ciudad que También recuerdo el Montículo, donde incluso sus discordes los comparte en

convergíamos al borde de exámenes fi- concordia. ) 38 ) revista municipal de culturas 39

Muchos afirman que visitar La Paz y no probar una salteña, es sencillamente imper- donable porque el sabroso bocado mañanero, cuyo origen no ha sido esclarecido del todo, es parte fundamental de la gastronomía ch’ukuta. La afamada salteña paceña con jigote de carne de res, pollo, cerdo o simplemente vegetariana, llega al paladar de grandes y chicos dispuesta a seducirlo con su singular y variado sabor. Desde las primeras horas del día está lista para satisfacer el apetito de cualquier ciuda- dano de a pie, de una celebración, una reunión, etc., está en toda circunstancia y para todo bolsillo. Su expansión a Estados Unidos, América Latina y Europa creció notable- mente en los últimos años debido a la constante migración de paceños que vieron, en su elaboración, el medio de subsistencia y en otros casos un próspero negocio.

/ www.lapaz.bo/culturas Aunque no hay versión oficial sobre el ori- cionados, lo que hace suponer que las gen, una de las más difundidas señala que empanadas de caldo siempre abundaron. hace varias décadas una familia llegó a Ta- rija procedente de Salta (Argentina) con el Beatriz Rosells corrobora la versión inicial propósito de vender sus apetitosas empa- en el sentido de que el nombre de ‘salte- nadas; luego de una estancia no muy exi- ña’ se ha podido propagar desde La Paz a tosa en la tierra del Guadalquivir, ésta se finales del siglo XIX, “debido a las muchas trasladó a donde las hijas se encar- familias que emigraron desde la Argenti- garon de hacerlas populares recibiendo, na durante las dictaduras. Como se hacían por ello, el piropo de “salteñas”. empanadas, es muy probable que se fuera generalizando el nombre de salteña con Investigaciones posteriores registran a la que alguien asoció aquella repostería con ciudad de Potosí, señalan como cuna pues las empanadas de caldo”. las “empanadas con caldo” formaban parte del menú traído por los españoles. Desde Indiscutiblemente este refrigerio de la entonces cada región la adoptó como mañana no ha podido ser desplazado por parte de sus gustos culinarios dándole ningún otro. En el paladar de los paceños sabores diferentes, afirma la historiadora quedó su sabor con todas las innovacio- Beatríz Rosells, autora del libro “La gastro- nes experimentadas como el reemplazo nomía en Potosí y Charcas, siglos XVIII, XIX de la carne molida por la picada, jigotes y XX”. dulces, aumento en el tamaño y, por su- puesto, el precio aunque a la hora de la El trabajo de Rossells menciona, en algu- verdad nunca fue impedimento para de- no de sus capítulos a Doña María Josepha gustarla. Escurrechea y Ondusgoytia, condesa de Otavi y marquesa de Cayara, natural de la Testimonios como el de David Soria, de La Villa de Potosí, como un singular persona- Gaita, la tradicional confitería que marcó je que recolectaba recetas para distribuir- historia en el expendio del refrigerio, seña- las entre sus conocidos. Aunque diferen- lan que en la década de los sesenta Ignacio tes en su aspecto externo, todas tenían en Espejo y Tomás Alvarado hicieron famosa la común los ingredientes conocidos hasta pastelería Towa por el servicio de té acom- hoy: papa, cebolla y ajíes, la variante eran pañado de salteñas en las tardes. Muchos las pasas, una costumbre propia de las trabajadores de la Towa –ubicada en la Av. empanadas flamencas de 1776. Mariscal Santas Cruz y Colombia– empren- dieron sus propios negocios vendiendo sal- Rosells retrocede en sus indagaciones ha- teñas con nuevos gustos en la masa. cia finales del siglo XIX y principios del XX donde las costumbres culinarias de la éli- te, hablaban del afamado bocado calien- te. Probablemente –afirma– el nombre de salteña se haya expandido desde enton- ces en toda la región. Un otro recetario al que accedió la inves- tigadora, data de 1917 y fue escrito por Sofía Urquidi, en Sucre; sin duda una clara prueba de las prácticas gastronómicas de

la élite boliviana en los siglos antes men- ) 40 ) revista municipal de culturas 41

El arte de la degustación Ingredientes de la masa

Reza el dicho popular: el verdadero pace- 1.8 kilogramos de harina ño conoce el arte de degustarla sin dejar 400 gramos de manteca caer una gota del jugo en la mano o, en 1/2 litros de agua el peor de los casos, en la ropa. Los que no adquirieron las “mañas”, acuden a la 200 gramos de azúcar cucharilla para evitar posibles bochornos, 30 gramos de sal mientras que los más avezados se animan 1 cucharilla de achiote a batirla antes de dar el primer bocado, una verdadera hazaña. Preparación de la masa Los expertos en salteñas afirman que es un Poner en una sartén 2 cucharas de man- “crimen” comer primero el jigote y después teca y agregar el achiote, para que des- la cáscara, el verdadero gusto está en sabo- prenda el color, una vez que las semillas rearlos juntos. Hay muchos que para evitar se tornen oscuras, pasar por un colador y posibles derrames, sorben primero el jugo utilizar la manteca. dejando el jigote y bueno, los ch’ukutas de cepa lo hacen todo al mismo tiempo, inclu- En un bol poner la harina, agua, el azúcar, yendo un pedazo del ají verde en vainita. la sal y el resto de la manteca caliente, junto a la manteca con achiote, mezclar Con el transcurrir del tiempo, las salteñas con la ayuda de una espátula de madera, paceñas experimentaron cambios en su mientras baja la temperatura de los ingre- forma, junto a la tradicional ovalada con dientes líquidos, luego amasar hasta obte- el repulgue encima, se expenden las tipo ner una masa homogénea. empanada con las mismas características de jigote… la diferencia la marca la facili- El paso siguiente es formar bolitas de dad en degustarla. masa, se siguiere que sea del tamaño de una pelota de tenis, si se opta por bolas Si bien es un verdadero placer saborearlas, parejas de 2 onzas (56 gramos); el rendi- hacerlas tiene un gusto diferente. Para los miento será de 60 unidades, dejar refrige- que deseen experimentar presentamos rar antes de su uso (preferiblemente toda una receta tentadora: la noche).

/ www.lapaz.bo/culturas Ingredientes para el Relleno o Jigote

1.5 kg.de carne de res, cortada en cuadritos 1/2 kg.de cebolla blanca picada en cuadritos 1 tazade arvejas 1/2 kg.de papa pelada y cortada en cubitos 1/2 taza de aceite 4 cuchara de perejil picado 2 cucharas de comino molido 1 cuchara de orégano 4 sobres de Sazonador Sibarita (ojo...ya viene preparado con Sal) 2 cuchara de pimienta negra molida 1 cuchara de azúcar molida 1 cuchara de vinagre 3 tazas Agua(o caldo de carne) 42 gr. (1.5 oz.) de gelatina sin sabor o 2 sobres adicionales 60 unidades de aceitunas negras 8 unidades de huevo duro (cortar cada uno en 8 partes) Pasas de uva al gusto

Preparación del Jigote

En una olla calentar el aceite, agregar la Al día siguiente, estirar la bolas de masa cebolla, saltear hasta que este transparen- más o menos de 15 a 16 cm. colocar una te, incorporar la carne de res, saltear hasta cuchara del relleno, agregar un trozo de que la carne este cocinada, condimentar huevo duro y una aceituna, mojar cada con el comino, orégano, sibarita, pimien- molde de la masa de salteña con agua ta negra, azúcar, vinagre, agregar al agua, bien fría con sal o clara de huevo. El repul- las arvejas y la papa (previamente cocida). gado es decisivo para lograr una salteña Mantener en el fuego por unos 10 minu- herméticamente cerrada. Finalmente pin- tos hasta que reduzca un poco la prepa- tar con yema de huevo por encima. ración. Recalentar el horno a la temperatura de Diluir la gelatina sin sabor en 1/2 taza de 300°C-572°F, hornear cada bandeja de sal- agua y añadir al relleno de salteñas, final- teñas por el tiempo de 10 a 12 minutos... y mente espolvorear con el perejil picado. luego retirar la bandeja para servirla !bien Vaciar el relleno en una bandeja rectan- caliente!. gular y dejar enfriar hasta que la gelatina cuaje y esté listo para su uso, es mejor dejar Receta de Mausi Humérez. “COCINA Y

de un día para otro. ALGO MÁS...” ) 42 ) revista municipal de culturas Fotografía María Raquel Castro Prado http://www.facebook.com/rcprado ) 44 ) revista municipal de culturas 45

Una celebración sin aspavientos pero con cionó en Chile, su historial marca el debut el gusto de llegar al público dando todo con “Médico a palos”. De ahí en adelante de sí a cambio de prolongados aplausos vendría una cadena de producciones, con con sonrisas a flor de labios. Teatros de lujo, énfasis en la comedia. otros modestos, escenarios improvisados y hasta actuaciones privadas en domicilios, Las cinco décadas de carrera se matizaron todo vale cuando se trata de mostrar un por otras pasiones: la gimnasia, la radio, la talento innato para arrancar risas. televisión y el cine. Su paso por la radiodi- fusión comenzó también en Chile (en las Desarrollar capacidades para transformar la radios La Reina y Magallanes). De retorno realidad en momentos de hilaridad, respe- a Bolivia, en la década del ’60, se vinculó a tando valores y viajes sin pausa es la diná- Radio Amauta, Nueva América y Méndez mica que ha caracterizado medio siglo de donde salía al aire desde el auditorio reple- la vida artística de David Santalla Barrientos, to de público; después vinieron las radios un paceño que dibuja una sonrisa ante el Altiplano, Illimani y Mundial. Durante los teatro lleno de espectadores ansiosos por años 60 formó la inolvidable dupla “Alí y ver y escuchar ocurrencias siempre nove- Babá” con Hugo Eduardo Pol. dosas. Su primera aparición en las tablas paceñas Una trayectoria sin pausa fue con la comedia “Mi papá es otro”, no era protagonista pero su rol atrajo la aten- El experimentado actor e ingeniero civil ción del público y gente de teatro. Enton- hace una pausa en los ajetreos de la tem- ces se propuso seguir la carrera sin pausas porada especial por los 50 años sobre el ni pretextos; creó la Compañía Santallazos escenario. Puntual en la cita, se acomoda con la que dio un salto a la televisión. El para rebobinar la película de su vida y em- público empezó a verlo en Canal 7 y más pieza recordando los sobresaltos debido al adelante elevó el raiting de canal 15 con exilio de su padre en épocas de dictadura. “El mercado de las pulgas” y “Con la pulga Hizo teatro desde niño, oficio que perfec- en la oreja”.

/ www.lapaz.bo/culturas La habilidad para crear comics es, probable- deber cumplido, Santalla va rememorando mente, la menos conocida. Lo cierto es que las circunstancias de creación de sus múlti- Santalla contribuyó con caricaturas al des- ples personajes (a las que, por cierto, ayudó aparecido matutino “Hoy”. Corrían los años mucho la diversidad cultural del país). ’80 y ’90… su trabajo empezaba a recibir el reconocimiento popular e institucional. De pronto la sonrisa desaparece al recordar la figura del actor, director de teatro y ex al- Tras sus pasos avanza una nueva camada calde de La Paz, Raúl Salmón. “El que no era de actores. Santalla observa en ellos un su amigo –dice– se convertía en su enemigo interés altamente motivador siempre y más aún si se iba en contra de su visión y acti- cuando se mantenga un nivel ético y es- tud empresarial”; él lo enfrentó y… los teatros tético de trabajo, condiciones que -en su municipales se le cerraron por mucho tiem- opinión- no existen para la mayoría de no- po, hasta que con el apoyo de varias compa- veles hombres y mujeres de teatro. “No es ñías, hizo una toma de los escenarios. necesario dar nombres, pues cada uno se hunde en su propio sedimento”, afirmó el El hecho, sin embargo, no lo detuvo y de- actor que pondera el trabajo de “El Pezón” cidió continuar poniendo en práctica lo y Jenny Serrano, actores con sólida forma- aprendido de Carlos Cervantes (su maestro ción y talento. en el arte escénico), Luis Espinoza (que le marcó pautas para difundir humor con Reconoce que su trabajo jamás aludió a frescura), la actriz española Helena Ortiz, “maricas, curas y gente de sectores sen- Fernando Cassis y el jesuita Luis Espinal (de sibles porque es muy fácil herir haciendo quien aprendió el concepto de la continui- reír, lo difícil es hacer reír sin herir. Me gus- dad cinematográfica). ta mostrar la identidad de la gente respe- tando su intimidad; Salustiana, Toribio, Por muchas razones, “Imilla metete cama Enredoncio, Copelio, la abuela y otros así adentro” estrenada en 1993, tiene un lugar lo demuestran. Intenté mantener un nivel especial en el baúl de recuerdos. Las innu- teatral, el público dirá si lo logré”, subrayó. merables reposiciones obligó a Santalla a trabajar con diferentes actores y cuando se La ingenua pero querida Salustiana nace es esclavo del libreto, un pequeño error tie- de la relación con una entrañable emplea- ne serias consecuencias ante el público; eso da doméstica cuya presencia en el escena- le pasó en varias oportunidades por lo que rio no hace otra cosa que reflejar el entorno agradece a la naturaleza la habilidad para sa- en el que vive. Sin disimular la emoción del lir del paso en circunstancias difíciles. En medio siglo de trabajo actoral no todo fue color rosa. Lo desagradable –afirma Santalla– fue encontrarse con elites cul- turales que desprecian la identidad de la gente, su tradición y costumbres. También es penoso comprobar que uno es permea- ble a la manipulación “rechacé comentarios de Irazoque y Mabel Franco, que señalaban mis errores, admito que me equivoqué y ahora valoro sus opiniones, siempre hay

oportunidades para resarcir”. ) 46 ) revista municipal de culturas 47

Los filmes Mi socio y Chuquiago marcaron del elenco teatral. Es un rasgo del ser boli- su vida. La primera fue rodada mientras en- viano, pensar que hay tiempo para todo”. El frentaba un divorcio y la otra le recuerda el trabajo sobre las tablas le hizo descubrir la vínculo espiritual con Luis Espinal. Fuera de magia del teatro donde uno se siente Dios otras seis producciones cinematográficas, o demonio sin serlo o bien asumir un papel éstas fueron verdaderos desafíos donde sin tener la obligación de pensar como el asumió roles alejados de la comedia. ser que representa. Para Santalla el público debe reírse de las Una mirada interior exageraciones pero no del personaje. “Fe- lizmente no necesité lanzar pasteles, des- Bolivarista de corazón y paceño como el nudar a una mujer, ni mostrar las posaderas Illimani, Santalla se considera también un para hacer gustar una obra y llevar público amante de sus hijos: Claudia, María Victoria, al teatro sorteando dificultades que siem- Néstor y Yúngaro. Ha vivido lo suficiente pre las habrá”, afirma el actor que una vez para entender que los fracasos más gran- fue contratado para animar una reunión de des, traen consigo enseñanzas y retos para señoras que estaban en todo, excepto en la levantarse, no en vano ha sobrevivido a conexión con el actor, como su esfuerzo no cuatro divorcios. “Uno debe ser serio y res- resultó, suspendió la función. ponsable con lo que hace y dice pero… creo que definitivamente no sirvo para el Si bien los diálogos de sus obras buscan re- matrimonio, fracasé en mi vida hogareña flexionar al espectador a través del humor, aunque no me considero una mala perso- acercarse a los niños es un reto especial na. Asumir los errores es parte de mi filoso- porque se enfrenta a un público verdade- fía de vida”. ramente difícil y complejo. “La televisión los adelantó en conceptos y en transmitirles Como soñar no cuesta nada, Santalla man- modelos deformados de la sociedad”, agre- tiene el suyo: formar artistas en una uni- ga el actor. versidad especializada y hacer legítima la industria cultural. “Ojalá –agrega– que a la En frases íntimas par de crear canchas deportivas, se cons- truyan escenarios artísticos”. Los bolivianos somos seres versátiles –agre- ga– discriminadores, poco tolerantes y fu- “Todos tenemos algo de artistas, lo ideal es turistas. “Recuerdo con tristeza la vez que crecer. A pesar de que la calumnia y la men- por un congestionado tráfico llegué 10 mi- tira son los peores males de la humanidad, nutos más tarde a una reunión en Washing- creo que todo es posible mientras se respe- ton… fue suficiente para quedar al margen ten los valores”, afirma el actor de 73 años.

/ www.lapaz.bo/culturas Las Cebras en

Sucre ) 48 ) revista municipal de culturas 49

La necesidad de construir una Ciudad Blanca en la que sus habitantes experimenten una formación más responsable en términos de Cultura Ciudadana fue el eje motiva- dor para que el Municipio Chuquisaqueño decida adoptar el Programa Cebras Educa- dores Urbanos en sus políticas de participación ciudadana. El emprendimiento,una réplica del trabajo iniciadopor la Dirección de Cultura Ciudada- na (DCC) del Municipio Paceño, instancia encargada de todos los lineamientos estraté- gicos en cuanto a temáticas ciudadanas, campañas, mensajes y el trabajo en las calles de los educadores urbanos, como función social y educativa.

/ www.lapaz.bo/culturas A paso de Cebra Si bien a un principio, la capital del país solo abrazaba las temáticas de tráfico y vialidad del proyecto, el mensaje desarrollado en capacitaciones y talleres, sumado a la experi- encia vivida por la comisión chuquisaqueña en su visita a La Paz, permitieron que los demás ejes componentes de ¡Actitud Cebra! se trasladen hasta Sucre. El amor y sencillez que irradia la “Mamá Cebra”, Kathia Salazar, son otra pieza fundamen- tal para que los 34 jóvenes Cebras de la capital sean los portavoces de toda la misión y visión del proyecto, transmitiendo valores ciudadanos a todos sus habitantes. Es así que, el 24 de mayo, en vísperas de la celebración de los 203 años de su grito lib- ertario, un caluroso pueblo chuquisaqueño aplaudió a un contingente de educadores urbanos vestidos con vistosos uniformes blancos con rayas negras y que por vez prim- era se mostraba en sus calles. Su entrega total, acompañada de un ferviente compro- miso para construir una mejor ciudad, son los pilares que asegurarán el cumplimiento responsable de las directrices del proyecto original.

Dejando huellas Las calles paceñas recibieron por primera vez a las cebritas un 19 de noviembre del 2001, y hoy por hoy, representan un icono que caracteriza a esta ciudad. Su trabajo -comprometido con una cultura ciudadana re- sponsable- logró instalarse en el imaginario colectivo de la población, en especial de niños y niñas que emulan las buenas actitudes que este grupo de jóvenes de uniforme rayado transmite con alegría a propios y extraños. Hay quienes dicen que “para obtener éxito se debe ser constante”. Y eso es lo que las Cebras demostraron en más de una década de ardua labor, ex- tendiéndose a distintos Macrodistritos de la ciudad de La Paz y replicando sus acciones en las ciudades de El Alto, en 2009; Viacha, en 2008; Tarija y Oruro, en 2010. Mientras haya actitudes por modificar en la gente, el proyecto seguirá su curso, cargado de mensajes ciudadanos y con una mirada optimista de ciu-

dades diferentes y que progresan de la mano de sus habitantes. ) 50 ) revista municipal de culturas artista Gianni Renzo Borja aguayo mental www.renzoborja.wordpress.com artista Jorge Marcelo Hidalgo Aillón : tus pasos [email protected] artista Yuri Fukushima esquina de la tierra 2012 http://migrantefukushima.blogspot.com/ artista Rodrigo Zenteno Aranibar 3 monolitos http://rodrigozenteno.deviantart.com/ artista Alvaro Salazar Chacón cholitas http://www.flickr.com artista Douglas Oroz [email protected] artista Roberto Marze :ñatita www.brandpopuli.com - www.behance.net/rcmarze artista Percy Abel Aruquipa Usnayo Mi La Paz www.flickr.com/photos/percybel/ 59

Casa Museo de

PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO, CULTURAL E HISTÓRICO

/ www.lapaz.bo/culturas Retrato del protomártir Murillo, autor: Elisa V. Ballivián.

La tea que dejo encendida nadie la podrá apagar, autor: García Meza.

El protomártir Pedro Domingo Murillo, que de 1809; posteriormente se intensificó la lideró a un grupo de patriotas en la revolu- edición de escritos sobre la vida de Pedro ción contra la corona española en Nuestra Domingo Murillo, unas tratando de crear Señora de La Paz el 16 de julio de 1809, se un héroe sin deficiencias humanas; otras, convirtió en la figura central del alzamien- sin embargo, oscureciendo su figura. Entre to, siendo nombrado Presidente y Coman- estos escritos se hallan varias narraciones, dante General de Armas, con el grado de ensayos, opiniones, discursos, homenajes, Coronel, y firmando, junto a los principales entre otros, que tuvieron su gran estuario gestores de la revolución, la proclama de en la realización de la primera fiesta Julia la Junta Tuitiva que definió los postulados con carácter cívico en 1854, a iniciativa de libertarios de los paceños. Félix Reyes Ortiz. Derrotados los patriotas en Chicaloma el A partir de entonces se fueron conme- 11 de noviembre de 1809, los principales morando con mayor fervor los hechos de cabecillas fueron sentenciados a morir en la Revolución Julia, personificándose en las penas de la horca y el garrote. De esta el imaginario colectivo, a Pedro Domin- manera, el 29 de enero de 1810, en acto go Murillo con el levantamiento paceño. público frente al templo del Loreto (parte Consecuentemente la rememoración de del actual Palacio Legislativo), a un extre- la gesta libertaria se ha materializando en mo de la plaza Mayor (actual plaza Murillo), manifestaciones culturales e históricas, fueron ejecutados Pedro Domingo Murillo, como el cambio de nombre de la plaza 16 Juan Antonio Figueroa, Basilio Catacora, de Julio por el de plaza Murillo; la cons- Buenaventura Bueno, Melchor Jiménez, trucción del monumento a Murillo como Mariano Graneros, Apolinar Jaén, Gregorio parte de los festejos del Centenario de García Lanza y Juan Bautista Sagárnaga. la Revolución Julia en 1909; el descubri- miento y exhumación de sus restos mor- A partir de 1840 surgieron las primeras tales en 1939 y su consiguiente glorifica-

publicaciones sobre la revolución paceña ción en 1940. ) 60 ) revista municipal de culturas 61

El establecimiento de la Casa Museo Murillo El fuego encendido, en 1950 resulta de la culminación de un pro- autor: Arturo Reque Meruvia. ceso que se inició a mediados del siglo XIX, continuó a lo largo de los siglos XX y se pro- yecta en el XXI, forjando y materializando la memoria de la Revolución de 1809 y la figura de Pedro Domingo Murillo en actos que se ce- lebran cada 16 de julio. Sobre la historia de la Casa Museo de Mu- rillo, testimonios históricos incuestionables señalan que Pedro Domingo Murillo vivió detrás de la iglesia Santo Domingo. En 1785 su padre, Ciriaco Murillo Salazar dejó a Pedro Domingo las propiedades que le pertenecían, entre éstas una casa que poseía detrás de la iglesia de Santo Domingo, según testamento efectuado en Irupana el 13 de abril del mismo año de su fallecimiento. A partir de esa fecha, Pedro Domingo fue el propietario de esta casa, hasta después de 1788, año en que le fue arrebatada, tras sostener varios años proble- mas judiciales iniciados por Catalina Murillo y Salazar, la hermana de su padre, que buscó a toda costa la nulidad del testamento. A consecuencia, fueron embargados la casa y bienes y se dispuso el remate de éstos, pese a que su esposa apelara en defensa de los bie- nes de su esposo, hijos y de ella misma. Habiéndosele despojado la casa y otros bienes, Pedro Domingo Murillo fue alojado en la casa de José Ramón de Loayza, ubicada en la calle Kaura Kancha, que quiere decir “calle del Mer- cado de Llamas” (actual calle Jaén). Murillo pasó los últimos años de su vida en el hogar de su protector, desde 1803 hasta 1809. En esta casa, la noche del 15 de julio, Murillo y un grupo de patriotas llevaron a cabo la última reunión, de- finiendo los preparativos finales que iniciaron el ataque del siguiente día conocida como la Revolución del 16 de Julio de 1809. Después de 99 años, en 1908, se prepararon los festejos para celebrar el primer centenario de la revolución del 16 de julio de 1809. Asi- Sala de la Pinacoteca mismo, se organizaron varias comisiones con

/ www.lapaz.bo/culturas distintos fines; una de ellas debía ubicar la publicaron sus catálogos y la Comisión casa donde vivió Pedro Domingo Murillo. del Consejo Internacional de Museos de la De esta manera, según un informe efec- UNESCO le otorgó la categoría “A” dentro tuado por Maks Portugal Z., esta comisión de los museos latinoamericanos. utilizó “datos conservados por la tradición”, ubicando la casa de Murillo en la calle Jaén Actualmente, la histórica Casa Museo de Mu- (antigua calle Kaura Kancha y después rillo pertenece a la red de museos municipa- Cruz Verde). El 16 de julio de 1909, se colo- les y está organizada con las siguientes salas: I có una placa de mármol en el frontis, con Kerus y Textiles; II La Paz Siglo XVIII; III Oratorio; la siguiente inscripción: “Casa de Pedro Do- IV Alcoba y Escritorio; V De la Conspiración; mingo Murillo – 16 de Julio de 1809”. VI Protomártires de la Independencia; VII Pla- tería Civil y Religiosa; VIII La Paz Siglo XIX, es Después de casi treinta años, el alcalde decir, conlleva como tema principal la época Juan Luis Gutiérrez Granier, mediante Or- colonial tardía, el movimiento independista denanza Municipal de 11 de junio de 1944, de La Paz y otros temas de la República. expropió el inmueble identificado como la casa donde vivió Pedro Domingo Murillo. Posee una importante colección de pin- Dos años más tarde, el comité “Pro Cuarto turas, libros, mueblaje, textiles y esculturas Centenario de la Fundación de la Ciudad del periodo colonial, así como los retratos de La Paz” dispuso los trabajos de restau- de Pedro Domingo Murillo, los cañones ración y adaptación, manteniéndose todos fundidos por los patriotas y varios objetos los detalles de la arquitectura original del de valoración patrimonial, que ingresaron edificio, cambiándose únicamente el en- al museo de diferentes fuentes: de la pro- maderado de los pisos. pia Municipalidad, de coleccionistas y par- ticularmente del Dr. Agustín de Rada, entre El 15 de julio de 1950 Max Portugal y el Co- otros, adquiridos paulatinamente. mité Cuarto Centenario, hicieron entrega del edifico, en un acto donde asistieron Por su valor patrimonial, el Gobierno Au- el Presidente de la República, el Gabinete tónomo Municipal de La Paz, ha declarado en pleno, el Alcalde Municipal, el Concejo a la Casa Museo Murillo como Patrimonio Municipal, los Amigos de la Ciudad, auto- Arquitectónico y Urbano, Cultural e Histó- ridades civiles, militares y eclesiásticas. A rico del Municipio de La Paz, mediante Ley partir de entonces, se dispuso iniciar estu- Autonómica Municipal Nº 019, de 31 de dios científicos, culturales e históricos para mayo de 2012. organizar las diferentes salas de exposición en el inmueble. Al cabo de tres años, se Carlos Gerl - Randy Chávez. Dirección De Patrimonio Cultural y Natural

Sala de la Conspiración ) 62 ) revista municipal de culturas 63

/ www.lapaz.bo/culturas Propia de la región altiplánica del país, la La indumentaria Kullawada se ha convertido en una las principales representaciones folklóricas Un rasgo que distingue a los kullaweros aymaras. Su candencioso movimento em es la rueca o kapu en aymara. Desde un pareja ha inspirado a reconocidos com- principio, ésta se constituyó en el princi- positores y desafiado a folcloristas y bai- pal símbolo cuyo movimiento va acorde larines en la recreación de la vestimenta y al meneo de la cabeza del bailarín. La co- diseño de coreografia. reografía de la danza expresa la vincula- ción a la actividad económica y social de El nombre de la danza que emula el ofi- los danzarines y representa la crianza de cio de hilanderos y tejedores -hombres y ganado lanar y la actividad textil. mujeres- proviene de la palabra kullawa, es decir una relación familiar de hermana Los bailarines manejan la rueca siguiendo o kullaka. De origen prehispánico, su eje- las instrucciones del líder del grupo co- cución estaba reservada a los hilanderos. nocido como waphurique o waphuri que porta la rueca más grande. Éste se diferen- En ese periodo, los textiles tenían una gran cia de los demás por su porte, la máscara importancia en las relaciones sociales y de con los labios en actitud de silbar, el traje reciprocidad entre los pueblos, en particu- vistoso por el color y diseño, un llamativo lar al interior de las comunidades aymaras. sombrero y botas en punta; conduce a la tropa sin perder la coordinación en el mo- Varias investigaciones han concluido que vimiento de pies, cuerpo, manos y cabe- los orígenes de la kullawuada se remiten za; da las señales para el cambio de pasos a poblaciones circundantes al Lago Titica- y su trajinar en medio de los bailarines es ca y su práctica se halla vinculada al relato permanente. Actualmente y en respues- mítico del “ayllu”. ta a la dinámica del baile, los danzarines avanzan divididos en diferentes grupos, Durante la Colonia, la danza experimentó guiados por uno o varios waphuriques. cambios en la coreografía, aunque con- servó el desplazamiento en tropa; asumió Otro personaje importante de la danza es otras adaptaciones en la vestimenta hasta el Awila, en realidad un hombre vestido

llegar a las características actuales. de mujer que carga una muñeca de tra- ) 64 ) revista municipal de culturas 65

po en la espalda haciendo movimientos Las mujeres, por su lado, visten una am- jocosos. No responde a una rígida coreo- plia pollera que llega hasta debajo de las grafía pues su andar es libre en medio de rodillas; sombrero similar a su pareja (bas- los danzarines. Si bien su presencia está tante pedrería y perlas); blusa de seda con vigente en grupos y fraternidades de las una pechera bordada en forma de cora- provincias, es cada vez menos notoria en zón y bolsas adornadas con monedas de las ciudades. plata; zapatillas sin tacón; anillos en todos los dedos de la mano y largos pendientes La Kullawada luce uno de los trajes más se suman a sus varias particularidades fe- elegantes y lujosos entre las danzas del meninas. acervo folklórico del país. Los varones lle- van un sombrero (khara) bordado en pe- Catalogada como una danza ágil y plás- drería y adornado con perlas de fantasía tica, posee una coreografía de pasos do- que caen sobre el rostro; un antifaz con bles y rápidos siguiendo el ritmo de la llamativas lentejuelas; camisa de seda, música generalmente interpretada por bayeta o popelina; ponchillo con flecos una banda de bronces. Si bien una de de hilo de oro y un bordado similar al sus características es el baile en pareja, la sombrero pero con placas circulares re- coreografía coloca a las mujeres al cen- presentando a la platería antigua; faja de tro –en filas de dos– para avanzar custo- monedas de plata en la cintura; pantalón diadas por los varones en una especie de bordado y sandalias. En los últimos años rememoración de las tradiciones y mitos se introdujeron los guantes blancos. del pueblo kolla.

/ www.lapaz.bo/culturas La Kullawada es hoy una danza aymara Es una danza infaltable en las manifesta- urbanizada, aunque su práctica tiene una ciones folklóricas de la ciudad. Se la bai- fuerte presencia en las provincias Pacajes, la en todos los barrios. Ha roto barreras Omasuyos y Larecaja. Estudios sociológi- sociales como testimonia la aparición de cos señalan que en la década de los 70’s, grupos y fraternidades que no escatiman la juventud de los barrios populares de recursos para mantener la elegancia de la la ciudad de La Paz, introdujo cambios vestimenta. influenciados por la moda y la acción contestataria a los procesos políticos que Junto a otras danzas, la kullawuada ha estaba viviendo el país. A ellos se sumó la escrito la historia de la fastuosa Entrada música, abundaron composiciones cuya Folklórica del Gran Poder, la fiesta mayor temática hacía hincapié en el amor y des- de los Andes, y la Entrada del Carnaval amor de los jóvenes. de Oruro, sin dejar a un lado centenas de festividades barriales. Mientras las le- En un proceso inevitable, la danza dio tras que le cantan a una emblemática paso a la Kullawa moderna, modificando “Elizabeth” interpretada por el conocido la vestimenta del varón sobre todo en cantante Luis Carrión desde la década de el pantalón de bota ancha, en algunas los sesenta, “Por qué me enamoré de ti” de fraternidades el chaleco llevaba imagen los populares Kory Huayras o “Así ché…” del Ché Guevara en la espalda, y cabellos de Alaxpacha continúen haciendo bailar largos para moverlos mientras bailaban, a miles de bolivianos sin diferencia de tanto hombres como mujeres dejaron de edades, la kullawada seguirá aportando usar antifaces” aunque éste volvió en los con lo suyo a la difusión del vasto folklore

últimos años. nacional. ) 66 ) revista municipal de culturas Fotografía Mariela Salaverry Pedro Susz K.

Cuando en “Cuestión de Fe” (Marcos Loay- za/1996) los compadres Domingo y Pepelu- cho, decidían unirse a la poco recomendable compañía del vividor Joaquín, aventurándo- se a bordo de la semi destartalada camione- ta Ramona en viaje hacia Los Yungas donde hacer entrega de la virgen moldeada por en- cargo por el primero de ellos, era en realidad cómo si las imágenes en movimiento hubie- sen resuelto desandar un siglo de accidenta- da, cuanto pertinaz, presencia en La Paz y en

el imaginario de sus habitantes. ) 68 ) revista municipal de culturas entrañaba llegarhastaLaPaz, másaúnsi de lasdificultadesqueenaquel tiempo Anécdotas almargen, cabehacersecargo por supuesto...”. ilícitos, sin que la policía pudiera intervenir, dujo, desórdenes, agresiones y hasta actos quesepro necesaria causa delaoscuridad funciónhuboa aparato …en dichaprimera exhibicióndeese anotados enlaprimera nematógrafo, envistadelosinconvenientes a concederseel Teatro alempresario del Ci- lla enlaúltimasesión,paraquenovuelva razones expuestas por el Concejal Guacha- medio el26dejunio:”Muy justasfueron las colegirse de la crónica recogida en dicho dió enabsoluto conlade Vila segúnpuede autoridades edilicias presentes no coinci- del redactor deElComercio, yladealgunas Teatro -hoy pero Municipal-, laimpresión Hubo puesefectivamente casallenaenel delocalidades....”.por faltamaterial de nuestrasociedadquenopudoconcurrir función más,afindesatisfacer gran parte en laexhibicióndeanoche, désiquierauna empresa, envistadeléxito quesehatenido ron mucho alpúblico. Esdedesearquela presentadas entoda suintensidad ygusta- vistas, a excepción deunaqueotra,fueron concurrencia, elcinematógrafo.selecta Las che deayer seexhibió, ante unainmensay Nacional suparecer sobre lavelada: “La no Al díasiguiente, elmismo Vila apuntó enEl ble esqueelempresario tenga casallena...”. Edison. Dadalanovedad,del inmortal posi- trico, que forma entre losúltimosinventos vezpor primera este admirableaparato eléc- mercio deigualfecha: ”Estanocheseexhibirá suelto, igualmente breve publicadoElCo mismoevento1897. Del dabacuentaotro Vila enElNacionaldellunes21dejunio dísimo programa” informaba elcronista Isaac nematógrafo ennuestro teatro,- conunvaria yúnicaexhibicióndelci - anuncia laprimera mayores fanfarrias. “Para lanochedehoy se Y sinembargo eladvenimiento acaeciósin - - - poder yelpaisajedelorgullo nacional. del atraso ydeladependencia:los rituales endosgéneros, primarios muypropios del clasificóaquellos intentos lio SallesGomes Con agudaironía, brasileñoEmi- elcrítico muestra deigualmaneranotable similitud. los primeros escarceos cinematográficos latemáticacondiciones socio-políticas, de noamericanos, yeranparecidas tambiénlas cide grosso modoentodos lospaíseslati- delcinematógrafoAsí comoelarribo coin- otros aspirantes a la inmortalidad. posaron elPresidente Montes, susministros y ydeActualidad”,najes Históricos paraelque ”Retrato dePersodir laexhibicióndelcorto el públicopaceñotuvo laocasióndeaplau- sin embargo. Amediadosdeagosto de1904, local.rácter Éstassedejaron desearbastante to lagente ansiaraapreciar imágenesdeca- elapeti- Era pueslógico queunavez abierto Los escarceos iniciales dad delaspelículasmismas. compensaba, enalgúngrado, porlabreve enloquecer almáspaciente. Eldefecto se donde se producía una oscilación capaz de jación real delasimágenessobre lapantalla, desarrollo delequipoimpedíaunafi- cario exento de bemoles claro está. El muy pre doles unmomento deesparcimiento, no - habitantes citadinos brindán aburridos Y desembarcó nosóloparaencantaralos capitales latinoamericanas. casi de modo simultáneo a todas las otras modo definitivo. Así tambiénenLa Paz, ditos delplaneta,dondeseestablecióde ser apreciado más recón en los rincones - éste ynoeldeEdison,con seguridad pudo el aparato delosLumière, pueshabrásido de lanovedad. enpocosaños talsuerte, De pero arredraba alosentusiastasportadores greso delosviajeros deultramar. Nadaem- víanaturaldein- todo accesoalospuertos, relación alaentonces reciente pérdida de delbiógrafo se ubicaelañodearribo en / / www.lapaz.bo/culturas - - -

Mark Gowing Australia 69 Pertenecen a esas dos líneas de interés al- pretenciosas ínfulas cosmopolitas en inte- gunos de los ulteriores cortos documenta- lectuales cuya reticencia a tomar en serio les rodados generalmente por exhibidores ese “entretenimiento para ilotas”, según ca- que, así con un añadido de interés local, ten- lificativo utilizado a su tiempo por Proust, taban atraer a las gentes a las por entonces coincidía en definitiva con la suspicacia de todavía pequeñas salas donde el biógrafo la intelectualidad de todas partes. tentaba seducir a sus futuros adherentes. De acuerdo a un documento, en 1913 La Tal fue el caso de “Paseo del Prado el Día de Paz contaba con cinco salas de cine esta- Todos Santos” rodado en 1906 por Carlo Va- bles: Biógrafo París, en la Plaza Murillo; Bió- lenti, o por alguno de sus ayudantes, puesto grafo del Teatro Municipal; Biógrafo Cosmo- que Valenti aparece en las mismas fechas en polita, en la calle Ayacucho; Cine Teatro, en Ecuador y en Guatemala. En 1907 el Biógra- el local del Skating Ring y Edén Cine, en el fo Olimpo incluye en su programa “Instala- local del Casino Internacional. ción del Congreso Nacional”, procurando repetir el éxito obtenido dos años antes por Todas las salas mantenían la costumbre de el empresario Enrique Casajuana, dueño del acompañar las exhibiciones con “números “Biógrafo París” cuyo repertorio consignaba vivos”, los que en muchos casos resultaban dramas moralizantes, comedias reideras, y ser el atractivo principal, constituyendo las el infaltable documental de la guerra ruso- “cintas” una suerte de yapa. Tal lo consigna- japonesa visto en todos los confines de la do en una nota publicada por El Diario ya tierra por espectadores igualmente cautiva- entrada la segunda década del siglo: ”Como dos por la novedad. de costumbre, anoche se realizó la lección de baile que el profesor Ernesto Pérez, ofre- Demoró sin embargo lo suyo el biógrafo ce los martes de flores en el salón del Cine antes de aposentarse en los hábitos del Teatro a sus numerosos alumnos y alumnas paceño, habitante entonces de una ciu- afectos al Tango. La sesión concluyó con dad con marcados rasgos provincianos, una película de biógrafo que resultó del

lo que no obstaculizaba el lucimiento de agrado de los concurrentes.” ) 70 ) revista municipal de culturas 71

Por la misma época, el fotógrafo Luís Casti- En 1917, Don Julio Cordero registra la Feria llo, considerado el primer cineasta boliviano de Alasitas en plena plaza Murillo. Cordero comenzó a hacer los primeros rodajes. De tuvo asimismo la ocasión de imprimir en el modo simultáneo, Juan Goytisolo aportó nitrato unas pocas imágenes del Presidente al programa del Cine Teatro con las esce- Ismael Montes encabezando el desfile cívi- nas registradas durante la Procesión Cívica co de las fiestas de agosto. y otros actos oficiales de 1912. Castillo per- severó largos años en la actividad, mientras En 1921 le tocó el turno a la Paramount, una lo de Goytisolo pareciera haber sido una afi- de las grandes productoras del cine nor- ción circunstancial. teamericano, lanzado ya por aquella época a la conquista de los mercados del mundo. A principios de la década de los 20´, la reali- El enviado de la Paramount, exhibió el 2 de zación de películas se mantiene aún al nivel mayo de ese año en el Teatro Princesa “La de esporádicas filmaciones documentales. Urbe de los Montes”. Algunas han sobrevivido permitiéndonos apreciar escenas correspondientes al carna- En los años ‘20, el Cine Teatro Princesa -hoy val de La Paz, partidos de fútbol de la época en ruinas- desarrolló una dilatada actividad y los inevitables actos oficiales. junto al Cine París -desaparecido también- para las películas que, ya entonces, sobrepa- En 1916 pasa por el país la expedición cien- saban los 120 estrenos anuales. tífica alemana dirigida por el Prof. Rolf Mu- ller. De esa visita queda el testimonio de un * En una próxima entrega nos centraremos par de tomas captadas a orillas del lago Titi- en otra aventura: la del cine silente (o mudo) caca, y entre las ruinas de Tiahuanacu. en La Paz.

/ www.lapaz.bo/culturas y qué lasde Industrias Creativas Nacionales…

Miguel Alfaro Montesinos Hoy la cultura es algo más que el valor patrimonial, es un activo estratégico del desarrollo social y la base de una importante realidad económica. Los recientes cambios en los hábitos de consumo cul- tural y las cifras de las industrias culturales son una

demostración de esta tendencia. ) 72 ) revista municipal de culturas 73

Podemos observar que en los últimos años el sector cultural nacional se en- cuentra en una constante dinámica de transformación, vivida a remolque de los cambios que sufren nuestras sociedades ante los efectos de la globalización y otros fenómenos sociales y culturales de gran trascendencia, sin tener la capaci- dad suficiente para integrarse, adaptarse y trabajar con ellos. En poco tiempo se han renovado e in- corporado conceptos, desplomándose certezas y apareciendo nuevas incerti- dumbres en los horizontes de la produc- ción cultural, donde las industrias crea- tivas han de operar en unas realidades sociales y económicas cada vez más dinámicas y diversas. En todo caso, el sector cultural local, en su extensión, indefinición e impacto, no se encuentra estructurado e identificado como otros sectores de la vida social (economía, educación, salud, etc.). Una de sus grandes dificultades se halla en su propia identificación en inte- racción como sector, que no le permite armar redes de trabajo entre áreas para la presentación de productos de alta calidad e innovación Las llamadas industrias creativas llegan a ser desapercibidas para la comunidad de artistas nacionales, sin tener en cuenta que su sector es uno de los más dinámicos, que atrae más inversiones, genera ma- yor número de empleos e influye a audiencias más amplias. Pero, ¿qué son las industrias creativas?. Una definición simple y cla- ra sería la de la concentración de artistas, empresas, instituciones y demás agentes que se relacionan entre sí para presentar un servicio, producto o procesos de manera que juntos formen un conocimiento especializado generando ventajas competitivas fundamentadas en la creatividad como materia prima. La perspectiva de las industrias creativas está en la elaboración de productos culturales de calidad y excelencia, que no sólo tienen den- tro de su elaboración el perfeccionamiento del arte en sus diferentes ramas, sean éstas literarias, artesanales, escénicas, digitales o nuevos medios, sino de un trabajo vinculado entre varias personas especial istas que llegan a producir y comercializar bienes culturales masivos que definen sociedades. Al hablar de industrialización, estamos refiriéndonos a la especializa- ción del área para la obtención de un producto. En el ejercicio de la producción cultural, es necesario entender y valorar esa especializa- ción para cambiar orientar el rumbo de la producción artística local.

/ www.lapaz.bo/culturas El artista nacional se ve en la tarea de en la búsqueda del máximo aprovecha- ser en muchos casos un “todólogo”, por miento de sus aptitudes para contribuir citar un ejemplo: un director de teatro al desarrollo de la economía, y por otro nacional es por lo general quien gestio- para que su afianzamiento económico na su espacio de presentación, arma su favorezca la creatividad y la diversidad campaña de difusión y promoción , con- cultural. sigue auspicios, diseña la escenografía, sonido, iluminación, vestuario, maqui- En todo caso, el concepto de industrias llaje, etc., sin que ninguna de sus tareas creativas es todavía muy nuevo y no to- sean cumplidas debidamente, ya sea por dos los gobiernos están convencidos de falta de tiempo, conocimiento, recursos la necesidad de que este sector sea ob- económicos o simplemente interés, lo jeto de nuevas iniciativas y acciones de que repercute en la calidad y cantidad de promoción. público asistente al hecho cultural. Para los nuevos artistas la encrucijada Por otro lado, existen artistas indepen- se encuentra en la capacidad que ten- dientes, grupos y colectivos que han drán para interrelacionarse entre sí, el conformado sus industrias creativas, unir fuerzas diversas hacia un mismo fin, donde buscan innovar en cada presenta- reunir elementos como la creatividad, ción a través del uso de herramientas e la cultura y la innovación para trazar un insumos. Lamentablemente, el problema nuevo nivel de espectáculos culturales, para ellos radica en el poco interés, for- el poder crear una industria cultural libre mación y falta de capacidad adquisitiva de subvenciones, capaces de aportar a la de su sociedad para poder consumir pro- economía nacional y que pueda plantear ductos culturales industrializados. Entre una identidad propia. ellos podemos nombrar los musicales, obras de teatro, conciertos masivos entre Las industrias creativas son, el motor otros, los cuales llegan a considerarse un que moviliza en un sentido o en otro a lujo, donde la afluencia de público no lle- las artes y la cultura. Por un lado están ga a cubrir los gastos de producción de la todos los involucrados en la elaboración obra, obligando a disminuir o “abaratar” de productos y servicios artísticos y por el trabajo creativo. otro quienes como nosotros, simples ciudadanos, público, legitimamos o no La doble faceta que las industrias cultura- con nuestras demandas y consumo, la

les promueven, se allá halla, por un lado producción cultural. ) 74 ) revista municipal de culturas Fotografía Alessandro Viñas Mazzoleni http://www.flickr.com/photos/alessandrovinas Adólfo Cárdenas

Contemplar una tiendecita bastante cerca del callejón Castro, con las características de un algo que desafía el presente, que se ilumina con un foquito de 50 vatios y tie- ne apenas nada para ofrecer, excepto unas cuantas marraquetitas en la vitrina, frascos de caramelo sin su contenido o botellas vacías en un armario, es remitirse casi auto- máticamente a una memoria, en este caso prestada a fotografías en blanco y negro de lo que pudo haber sido La Paz antes de la

mitad del siglo XX. ) 76 ) revista municipal de culturas 77

Dejar vagar la vista por aquellas construc- ciones republicanas, caserones inmensos con profusión de balcones de hierro for- jado y en cuya planta baja pudieron pro- bablemente haber estas tiendecitas, hace que nos adentremos por estos pasillos del recuerdo enfundados en el disfraz de un Felipe Delgado que pudo haber recorrido por estas calles adoquinadas con piedra de Comanche; que pudo haber entrado en esos salones fastuosos durante algún carnaval, a contemplar los muebles victo- rianos y entrecerrar los ojos ante el brillo de las arañas colgadas de un cielo raso, orlado de frescos con escenas mitológicas o hasta bailar al ritmo de polkas, valsecitos criollos y fox-trots; brindar con coctelitos de singani Turuchipa, Majuelo o cerveza paceña, para luego caminar por las rutas desiertas o pobladas apenas por algún es- porádico borrachito, que hasta pudo tener la gentileza de convidar un cigarrillo Asto- ria y un c’ajcito para combatir el frío de la madrugada. Cruzar un portón tallado que alguna vez estuvo en una derruida edificación de la avenida Simón Bolívar, es entrar en un tú- nel del tiempo y aparecer mágicamente en la plaza Murillo y su imponente Hotel París, con el biógrafo en cuya entrada un judío refugiado vendía salchichas con sal- sa de mostaza y de donde emergían pa- rejas o familias que fueron a ver un filme de Humprey Bogart o la actuación de al- gún grupito tanguero en imitación de los espectáculos del Radio City Music Hall o entrar en el Hotel Torino milagrosamente vivo hasta la fecha, para patinar en su ya inexistente skating al ritmo de algunas melodías que emergían de una vitrolita del 900. Subir por la calle Jenaro Sanjinés suponía encontrarse con el cine teatro Princesa y su ecléctica arquitectura rematada en ale- ros de hierro trabajado tipo style - metro, una variación del Art Deco, con interiores

/ www.lapaz.bo/culturas de galería y un auditorio hermoso en su pequeñez de platea, palcos y anfitea- tro donde pudo estar Mario Flores pre- sentando su obra “Fray Milonga” o Vaca Chávez con su comedia “Carmen Rosa”. Trepar al vuelo en un tranvía y circular por las avenidas del recuerdo, mirando de soslayo alguna cantinita donde don Ar- turo está gritando “Viva el Bolívar” y aden- trarse en un barrio como Sopocachi y sus edificaciones que poco a poco se van perdiendo en una esquina de la historia para dar paso a esas cajas que albergan la gelidez de lo moderno por lo moderno mismo; reinventar el Montículo, antiguo mirador de la ciudad, y ya con viento frío volver al centro, entrar en el café del Club La Paz con sus ventanas esmeriladas, su mueblería verdinegra y su eterno aroma a café y tabaco, donde políticos e inte- lectuales armaban sus chácharas sobre el futuro del país, rememorar el lugar en su forma primigenia de acogedores cla- roscuros, los retazos de conversaciones que huelen a antiguo y donde la casa de la india Peñaranda y su lechón al horno todavía hacen eco en las paredes que in- crepan a la “Llanta baja” por lo caro de sus intereses, se funden con las risas de los turcos de la calle Honda. Finalmente, llegar al victoriano edificio de la Estación Central, hoy un triste de- pósito de mercaderías y comprar un bo- leto al presente mirando por última vez aquella ciudad que fue, parafraseando a Woody Allen cuando dice que personas y lugares se hacen cada vez más difusos en la memoria y sin embargo, la ciudad persiste, con los fantasmas de la esta- ción del ferrocarril Guaqui, de los colec- tivos de la línea San Cristóbal, el club 16 de Julio, los chamuñeros, las bodegas, los heladeros de carrito y los fotógrafos de parque, que ojalá pudieran fijar esas imágenes e imprimirlas en la sepia del

recuerdo. ) 78 ) revista municipal de culturas 79

Ma. Leonor Cuevas Verduguez *

/ www.lapaz.bo/culturas El modelo de la ciudad plani- vos, espacios que traspasan, ficada es una ciudad prístina trastocan las fronteras trans- y esplendorosa, soñada, utó- formándolas para conformar pica al mismo tiempo que nuevos procesos de territo- comprensible, dividida en co- rialización. Esta experiencia marcas fáciles y organismos de la complejidad es la funda- internos que regulan su des- ción de la heterópolis. Lo que envolvimiento racional. hacemos como protagonistas de las relaciones urbanas, de La ciudad en la que vivimos, las relaciones fronterizas es es lo que Michael Foucault jugar, luchar, regidos por le- llama una heterotopía, que yes de posibilidades, de im- significa una ciudad caótica predecibilidad y azar. pero auto-organizada, sa- turada de signos flotantes, La calle, el espacio público, la incomprensible, rebosante fiesta, son por excelencia ám- de una multitud anónima y bitos del juego. Se nutren de lo plural, similar a aquel magma que les altera, donde lo difuso que vemos agitarse, turbulen- es capaz de producir los más to y espontáneo, cuya mayor sorprendentes resultados. manifestación de catarsis co- lectiva es la fiesta, la marcha, Por ejemplo, la fiesta crea una el bloqueo, el paro, el desfile, prolongación de la realidad, una maratón, un preste…. una realidad embriagadora, ¿suena conocido?. Para abor- de territorialidades dionisía- dar este menudo tema, en cas en términos de Nietzsche, este artículo nos abocaremos o gobernadas por el ello de la a necesarias consideraciones estructura psíquica freudiana filosóficas. de lo urbano, que sólo puede desplegar determinada expe- La ciudad, como concepto, es riencia a través de la embria- una colonia humana densa y guez colectiva. heterogénea conformada por extraños entre sí, con lo cual En nuestra ciudad la identi- la determinación de identi- dad de lo cholo se desenvuel- dades es confusa y comple- ve con matices únicos que la ja, ya que todos estamos “de hacen particular y represen- paso”, fláneurs por excelencia. tativa en una amplia gama Premiamos el anonimato, un de multiplicidades que ofre- estilo de vida marcado por ce, desde la arquitectura, la la proliferación de tejidos re- vida cotidiana que incide en lacionales deslocalizados o la construcción urbana como precarios; un espacio nunca territorio y ciudad, al igual plenamente territorializado, que en los enfoques antropo-

sin marcas ni límites definiti- lógicos referidos a distintas ) 80 ) revista municipal de culturas 81

gamas sociales, relaciones étnicas esta estética se ve cargada de un y tipologías culturales, tanto en magma de significaciones imagi- género, condiciones económicas, narias y sociales, damos por hecho procesos migratorios, espacios que las mismas son determinadas políticos, fiestas tradicionales, que por el “Pleroma” (que resuelve la an- determinan y garantizan su perma- títesis entre lo bello y lo feo), resol- nencia y despliegue identitario en viendo situaciones contradictorias el tejido social paceño y boliviano. para la lógica y el pensamiento oc- cidentales, más allá de los cánones Hay que dejar en claro que la cho- normativos de belleza armónica o la (el más importante componente de valores clásicos; al contrario, asu- del sincretismo urbano) no es un men cánones populares propios, personaje desclasado, como se lo superponiendo valores, escalas, describía en décadas anteriores. Por colores, texturas, concluyendo de el contrario, es un valor social que este modo en una nueva estética: representa una estética particular. la sublime.

La estética chola se suscribe como Lo sublime, para este caso, es el una estética del límite, de la fronte- sello simbólico de la experiencia ra, que se centra en ese umbral de cultural transformada en un origen autoreferencia en relación a lo otro. mítico (la eidética), que se relacio- Es por tanto, el ajayu de la fiesta, de na con la estética a través de lo re- lo lúdico, de la fuerza de la creativi- ligioso: en la ciencia de los arqueti- dad y la destrucción, del sincretis- pos. Abraxas es la madre de Eros y mo cultural, que sólo puede darse al mismo tiempo de Thánatos. en el “sitio” donde se define y deci- de la cuestión del ser y del sentido, Eros se visibiliza como la identidad vale decir: la frontera ontológica del y pertenencia, lo vivo, positivo y ser y la ciudad, compuesto de lo bello, mientras Thánatos personi- objetivo, subjetivo y las significacio- fica a la muerte, a lo malo, lo ne- nes imaginarias, razón por la cual, la gativo, lo feo. Por tanto, en el en- belleza va a ser el límite intermedio tendimiento de esa efervescencia entre los sentidos y lo racional. paceña que nos caracteriza como ciudad y cultura vivimos cotidia- Es así que nuestra estética correspon- namente con Thánatos, dentro del de a una relación de conceptos don- desorden, caos, excesos y muerte, de el lugar, tiempo, espacio, fiesta, al mismo tiempo reivindicamos juego y relacionalidad; conforman al nuestra fuerza social con Eros en ámbito, a lo lúdico y su escenario. La tanto fundación de realidades ob- estética de la creatividad es una inte- jetivas y placenteras, es por eso rrelación de la teoría del juego, ámbi- que la realidad nuestra, es la subli- tos y encuentros; debemos entender me, que supera siempre a la belle- a nuestra estética como lenguaje en za, porque tiene tintes de fealdad, constante transformación y potencia ésta trialidad está contenida en creadora de nuevos valores. Abraxas, deidad que representaba Asimismo, cuando decimos que lo divino y lo maligno.

/ www.lapaz.bo/culturas Se teme a un hombre con un ojo, o con tres, porque la ausencia y los excesos no son va- lores de belleza, en este sentido, nosotros convivimos con los excesos, a veces con ausencias, premiamos la diversidad, la mul- tiplicidad, la yuxtaposición, los valores de la identidad y a veces el anonimato.

Entonces, ¿cómo puede analizarse “objeti- vamente” esta belleza, sin caer en aprecia- ciones desde una sola visión?. Tendrá que ser a partir de la complejidad, de la entropía, como tendencia o propuesta de libertad es- tética en tanto ser sociocultural expresado en el territorio y la ciudad.

Sólo de esta manera es posible encontrar el sentido estético a una danzante de morena- da, cuyo fasto en joyas doradas se traslada a una sonrisa llena de incrustaciones de oro, o al fasto del preste en un barrio que rezuma penetrantes olores a úrea?. O bien,¿es admi- sible la presencia de soberbios danzantes de Diablada con máscaras que nos remiten a un Halloween plástico, dejando atrás una mara- villosa artesanía que nos ofrecía una careta de diablo sin lucecitas ni ornamentos bara- tos?. O también, la construcción de coquetos chalets que coronan edificios que en los pi- sos de abajo albergan alojamientos, salones sociales, oficinas y otros espacios de uso co- mercial….en suma, todo lo que vemos en los emporios populares del comercio, donde se agrupan los prestes y bailarines.

A partir de estos parámetros, en futuros ar- tículos, iremos desmenuzando este apasio- nante tema.

* Arquitecta y antropóloga. Jefa de la Uni-

dad de Museos Municipales. ) 82 ) revista municipal de culturas HONDURA DE LUZ Y ASOMBRO Fernando Lozada Saldías / / www.lapaz.bo/culturas 83 Foto: Daniel Morris Y otra vez más arde bajo el frío tu piel luminosa extendida por la inmensa falla Y te enciendes como fábula submarina medusa eléctrica de mil callejones y ocultos ríos Bajo la inmensidad del Killamana (aquel a quien le sobran las aguas y juega con las nubes) han corrido los caudales de la historia y la leyenda de las razas de un indomable heroísmo de batallas y amaneceres… Los ríos que te trenzan por dentro y por fuera se apropian de tus calles mientras arriba continúa el burlón juego de las nubes

Una primavera de turbiones un verano de aguaceros y brillantes tardes escampadas un otoño benigno y un invierno de alejadas nieves… Quimba y fuga de los meteoros díscolos sobre su millón de mortales en este gran capricho de la tierra que hace más obstinado el de sus habitantes II Gente que ha llegado de tantas partes a este inmenso volcán extinguido o lecho de mar antiguo imposible de recordar pero no de imaginar...

Como si ese mar se detuviera en plena furia de tempestad quedando inmóvil

al volverse de piedra ) 84 ) revista municipal de culturas 85

Ahora… Las olas de ese mar atávico reverberan luces y voces intemporales y al retirar sus aguas inasibles en cada resaca dejan sobre la fría planicie que se rompe en los arrecifes calles, postes y villas dormitorio antes de regresar al abismo y hundir su rumor marino en las quebradas y desfiladeros del silencio….. Cada día las nubes nos juegan al acertijo de caer o no sobre las espaldas empedradas de las torrenteras aferradas a lo bordes insaciables de este abismo pendientes agobiadas de migrantes

Calles pasajes paredes laberintos de adobe levantados por los de abajo que viven aquí arriba su sueño es ligero y parpadeante cuando las lluvias profundizan las grietas Suben con fatiga oblícua y bajan veloces por los declives donde han erigido su audacia marginal en esta travesura geológica A los pies del nevado en esta deslumbrante inmensidad donde el gigante pareciera haber llamado a todas aguas de inciertos oleajes para magnificar su estatura con todo el manto que saliera del telar de sus vientos y entonces, esperar inmaculado la llegada de los primeros hombres Teluria tempestuosa y tejido milenario, Chuquiago Marka ¡Cómo no ensoñar tu primera infancia! Incrustación aimara oro engarzado sobre tu frente con heladas hebras refulgencias altas

/ www.lapaz.bo/culturas Las hilanderas de la cumbre de trenzadas cabelleras alcanzando el cielo hacen volar sus ruecas de ventiscas desperezadas al sol para desvellonar níveas nubes capturadas por el viento

hilando y bordando tus sienes tus hombros con cristales vivos con oros viajeros para bruñir tus muslos de lavaderos Cuántos cielos pasaron por tus extrañas formas de abismales parajes y recuerdos lunares

pubertad de comarcas lejanas y de hijos de titanes que te llevaron en brazos arisco remanso de collas y pacajakes que salieron de las fuentes y de las rocas sólo al conjuro guerrero de los pututus y las zankas los senderos llegaban a sus pasos para encontrarse en el punto del verdor o de la piedra codiciada posesión que acariciaba el Cusco hasta el día en que el tercer inca derramó la sangre que floreció en nombres de estirpe aimara III Con las corazas, las culebrinas y los yelmos con los mosquetones y cabalgaduras llegó hasta la vasta planicie que te oculta un pendón apresurado que bajo la orden de apaciguar dos codiciosos bandos sanguinarios se clavó en la punta de Laja para sentar la memoria que debiera perpetua en su concordia

trocar en pueblo de paz los cruentos golpes del hierro. ) 86 ) revista municipal de culturas 87

Un tal Mendoza fundó tal ciudad a levantarse entre tholas y bravas pajas del yermo interminable pero con recaudo de seguir en tenaz buscanza avanzando en la más alta y austera lontananza un lugar mejor para dar cumplimiento al mandato de La Gasca A otro español estremeció el vértigo de tu castellano hallazgo Juan de Vargas y su séquito extremeño descendió hasta un campo húmedo para sellar tu destino de urbe asombrante e indómita

Campanarios, pórticos, cuarteles, callejas se alzaron frente a los escarpes, sobre enigmáticas piedras profanadas, sobre millones de días de sudor. Se alzaron para permanecer otros para ser derruidos y algunos persisten inadvertidos. Pero sus piedras, muros y tejados están impregnados de heroísmo, tenacidad y barbarie IV De los abigarrados emporios del comercio bajan los ríos danzantes conquistando el paseo esfumado del tranvía con sus camiones y micros atestados con sus morenos wacas y kusillos que han nublado los valses y pasodobles de la retreta Estas paredes y cimientos que coronan y desafían precipicios estas cansadas gradientes, callejones y senderos estos barrios viejos y aquellos recientes por lo alto y hacia allá abajo …estas rutas y caudales de afán vivientes formas de un delirio que rasga el silencio de los inquietos cementerios… ¡Tantos signos y rastros bajo el frío! Aquí se vacían los caudalosos ríos de nuestras sangres aquí se ha escrito gran parte del libro principal de nuestra historia aquí se ahoga toda sed de asombro… Inmensidad que desgarra el azul intenso Teluria abismal y tejido milenario La Paz, Chuquiago Marka ¡Cuántos sueños caminaron sobre tus días!

/ www.lapaz.bo/culturas Vocablos aymaras - Parte I DE SACERDOTES, MAGOS Y BRUJOS * Resultado de un sincretismo, los pueblos aymaras mantienen denominativos que identifican a ciertos personajes de su cultura con profundo sentido esotérico. Es el caso de los “sacerdotes”, entendidos éstos como una intermediación entre los dioses y los hombres. Junto a él se encuentra el “mago”, persona –varón o mujer– cuya práctica está relacionada con la producción de efectos más allá de lo natural. Finalmente se menciona al “brujo”, llamado también hechicero, cuyos conocimientos se han puesto al

servicio del mal. En las líneas siguientes encontrará algunos ejemplos de los tres casos. ) 88 ) revista municipal de culturas 89

AYSIRI: Médico-brujo es- en actitud de engañar con ne de Jamp’atiña = adorar, pecializado en devolver el sus malas artes a los incau- por ello su oficio está refe- ajayu perdido al paciente. tos. rido a la adoración, como Es una especie de psiquiatra medio para entrar en co- nativo cuyo oficio consiste CH’IRI: Nombre genérico municación con las divini- en “arrastrar” el alma para de los brujos que se dedi- dades y a cuya cabeza se introducirla al que le está can exclusivamente a la ma- hallan los mallkus, taikas y faltando, lo hace a través de gia negra, por ello sus he- achachillas. una mariposa nocturna o chicerías están destinadas a insecto similar inocuo que hacer daño. Los comunarios K’ARISIRI: Remontando la traga el paciente. se refieren a él con profun- denominación hacia épo- do temor. cas prehispánicas, se trata AJAYIRI: Una especie de del cirujano andino, oficio espiritista que se comuni- INALISTU: Experto en las generador de fábulas y ca con las almas perdidas varias formas de aplicacio- cuentos fantásticos de la de los enfermos. Su misión: nes de la hoja de coca para más diversa índole. La pala- convencer al ajayu para que predecir la suerte y el futuro bra viene desde tiempos de vuelva al lugar del que salió, de la gente, una de sus es- la Conquista, pasando por organiza una complicada pecialidades es la quema la Colonia, la República has- ceremonia nocturna y se de la hoja. ta la actualidad; la profesión nutre de una gran fuerza se fue desfigurando de tal espiritual para enfrentar a ICH’URI: Sacerdote adi- modo que se convirtió en los genios del mal. Sus he- vino que suele predecir la tema diabólico, incluso aso- rramientas son el látigo y suerte mediante pajas, ba- ciado a la conducta de los una campanilla, ésta última sándose en la relación nu- curas con quienes se suele anuncia la pelea y la restitu- mérica (pares y desiguales). identificarlos. ción del alma. Es el sacerdote indio cuya misión es perdonar los pe- KUKAP’AWIRI: Kuka = AKULLIRI: Adivino cuya cados. Su nombre proviene coca y P’awiri = esparcir. Sa- especialidad es mascar de Ich’u=paja y Ri=oficio, lo cerdote o adivino dedicado coca y, según el sabor que que equivale a la interpre- a leer la suerte y el destino sienta, diagnostica enfer- tación de que tiene como de la gente en hojas de medades, males y la suerte encargo ver la conducta y coca, toda una técnica de- de la persona que consulta. suerte de la gente. sarrollada por los aymaras. Sus consejos se basan en Para pronosticar, observa fórmulas de solución. Si la JAMPIRI: Vocablo que la forma de caída de las coca resultara dulce es se- quiere decir curandero. hojas sobre un aguayo, si lo ñal de buena suerte. Jampi = medicina y Ri = hacen juntas o alejadas, de oficio. Es el médico nativo, cara o revés. CH’AMAKANI: Palabra el médico-mago de la co- que denota vigor espiritual. munidad que conoce las KUPA: Sacerdote aymara El oficio de ch’amakani co- virtudes de centenares de dedicado a la observación rresponde al más alto nivel plantas. de astros y fenómenos de espiritismo; sin embargo meteorológicos, actividad otras definiciones lo toman JAMP’ATIRI: El nombre bastante relegada en la ac- como tramposo o persona de este sacerdote provie- tualidad.

Tomado del Diccionario de la mitología aymara de Mario Montaño Aragón

/ www.lapaz.bo/culturas La Paz fue escenario de espectáculos llegados de diversos países. En 1931 la Compañia Santos tocó nuestra ciudad en una gira internacional. La principal atracción de ésta fue la habilidad de un norteamerica de origen panameño quien a falta de manos le sobra-

ban habilidades para ejecutar la guitarra y el banjo con los pies. ) 90 ) revista municipal de culturas