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Els Quatre Gats

l tiempo que el espíritu atrevido y café como centro de reunión de la bo- cuadro en el que aparecen él y Romeu renovador del arte modernista hemia catalana. El establecimiento de la montados en bicicleta –una copia del cual Aeuropeo sacaba sus primeros planta baja, en pleno barrio gótico, entre cuelga en el mismo lugar que estuvo el brotes en la de finales del la actual Avenida Porta del Àngel y la original; tanto Issac Albéniz como Malats siglo XIX, Pere Romeu, amante del Vía Laietana, era ideal para su anhelado dieron honor al piano; Josep Pla y Rubén arte, llegaba de París con la intención proyecto. Su interior, amplio y luminoso, Darío, entre muchos otros escritores, in- de crear un espacio donde esas nuevas con la vigas al descubierto, chimenea y mortalizaron el ambiente del local en sus ideas pudieran concurrir y desarrollarse, mostrador decorado con azulejos, con- escritos; y en Els Quatre Gats Picasso crecer y exhibir al mundo la nueva época servaba incluso una cisterna del antiguo inauguró su primera exposición, el año a que se daba lugar. El café taberna Els convento. Pere Romeu no cejó hasta 1900. Al respecto, Josep María Ferré Quatre Gats abría sus puertas a artistas que consiguió la ayuda financiera que, cuenta cómo Picasso, con sus dieciséis y bohemios el año 1897. La primera entre otros, sus amigos años, y huyendo de la Academia de Be- de sus vidas, aunque breve, fue tan y Santiago Rusiñol, cabecillas del mo- llas Artes de Madrid, no fue admitido en intensa que creó leyenda, una leyenda dernismo, le prestaron para montar el las tertulias de Els Quatre Gats, de las inseparable del arte y del modus viven- local. Lo decoró acorde con su divertido que tanto aprendió, hasta que le hicieron di modernista. Hoy día Els Quatre Gats e imaginativo carácter, buscando una un traje nuevo, que financió con un retra- es uno de los símbolos más animados ornamentación moderna y rebuscada, to del modisto. de esos renovadores tiempos y seguirá con detalles refinados y artísticos, que haciendo historia durante muchos años convivía con elementos propios de un Un café restaurante para artistas no era gracias al impulso que le ha dado la hostal tradicional. En su primer salón ya en ese entonces un buen negocio. Di- familia Ferré. amigos y artistas se reunirían para ali- cen que algunos hasta llegaban a com- mentarse de ideas y dispondrían de algo partir un huevo frito. Además, la mala Un paseo por el café restaurante Els Qua- que beber y comer; un piano acompaña- tre Gats confirma lo que Josep María ría las charlas. En el segundo salón se Ferré, propietario y cabeza de orquesta, exhibirían muestras de pintura, se harían conoce perfectamente: “cada rincón de espectáculos de sombras chinescas y de este local es una historia que forma par- títeres, se leería poesía... te de nuestra Historia”. La Casa Martí, de la cual forma parte el restaurante, fue La apertura de Els Quatre Gats, el 12 de la primera obra de un joven Josep Puig i junio de 1897, y las extravagancias de Cadafalch. Este atrevido arquitecto cons- los personajes que lo promovían agitaron truyó un curioso edificio de tendencia ciudadanos y prensa de la época. Como neogótica y heterogéneo en elementos y anécdota, el señor Ferré advierte que los materiales: combinación de obra vista y que regían el café apostaron cuántos du- ventanales con marco y otros elementos ros a cuatro pesetas serían capaces de esculturales labrados en piedra, un com- vender frente la plaza Catalunya, pero gestión de Pere Romeu y su descuido plejo escudo de piedra en la entrada del no hicieron venta alguna. en el servicio gastronómico le dejaron edificio, siete arcos ojivales en los bajos, sin los ingresos con los que mantener el con vidrieras de colores... Por este local pasaron una lista inter- local. En 1903 se cerraba el restaurante, minable de hombres que pronto dejarían dando paso a una nueva época, y el local Pere Romeu había trabajado en Le Chat huella en la historia y el arte. Casas dibujó pasó a manos del Cercle Artístic Sant Noir de París, de donde dicen que sacó muchos de los carteles promocionales del Lluc hasta la Guerra Civil. En los años la idea y el nombre de montar un original restaurante, igual que pintó el divertido 70 se volvieron a oír maullidos en los bajos de la casa Martí. Els Quatre Gats resucitaba temporalmente con la ilusión de recuperar esa simbiosis de cultura mezclada con gastronomía.

El empresario Josep María Ferré compró una parte de la sociedad en el 1988 y tomó las riendas del negocio. Para que Deambulando por lo que le falta poco cenalmente una exposición de artistas sobreviva al paso de los tiempos y pueda por ser un museo o comiendo y tomando jóvenes o novicios en la sala grande, mantener las 35 familias que viven de él, lo que apetezca –la carta es amplia y también se colabora con numerosas “no se puede bajar la guardia, y ofrecer la cocina no cierra–, uno contemplará actividades organizadas por museos o un buen servicio de restauración con grandes copias de cuadros de Casas, entidades, como el , la personal amable y eficiente, que puede fotografías de muchos de los protago- Ruta del , etc. La tertulia llegar a servir más de 350 cenas en una nistas de aquella época, la colección de común de Els Quatre Gats es hoy día la noche”. La familia Ferré ama Barcelona, reproducciones de las obras que Picasso improvisada, acompañada de música de su cultura y su historia, y parece encan- expuso hace ya un siglo, el menú que el piano y violín, o la de muchos clientes tada de avivar la llama de un símbolo que mismo pintor ilustró... “Estas reproduc- que se reúnen periódicamente en este su la ciudad nunca podrá olvidar. El mismo ciones, nos cuenta el señor Ferré, me establecimiento preferido. No es de ex- propietario, el señor Ferré, buscó subven- las regaló Bardem después de rodar trañar, la comida es buena, el ambiente ción para la restauración de la fachada, la película “El joven Picasso” durante acogedor y el lugar, una viaje de historia y el interior del café restaurante lo ha varias noches en Els Quatre Gats”. que excita la imaginación. ido decorando con motivos modernistas y de los primeros años de vida de Els El café y su familia son buenos aliados Quatre Gats. del arte y la cultura. Se inaugura quin- Pol Capdevila