Los Socialistas Argentinos a Través De Su Correspondencia
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CEDINCI CENTRO DE DOCUMENTACIÓN E INVESTIGACIÓN DE LA CULTURA DE IZQUIERDAS EN LA ARGENTINA ElCeDInCI es una asociación civil sin fines de lucro, cuyo objetivo es la preservación del patrimonio cultural de las clases subalternas. Ha sido declarada “de interés de la Ciudad de Buenos Aires” por la Legislatura de esta ciudad en 1999. Personería jurídica resol. IGJ nº 00235/98 Fray Luis Beltrán 125 /(1406) Ciudad Autónoma de Buenos Aires Telefax (5411) 4631-8893 [email protected] www.cedinci.org Proyecto de Catalogación de Fondos de Archivo del CeDInCI Responsable: Adriana Petra Coordinación general: Horacio Tarcus Adriana Petra Los socialistas argentinos a través de su correspondencia Catálogo de los Fondos de Archivo de N. Repetto, J. A. Solari y E. Dickmann (1894-1980) Serie: Catálogos del CeDInCI Fondos de Archivo n° 1 Buenos Aires 2004 La realización del Proyecto de Catalogación de Fondos de Archivo del CeDInCI así como la edición del presente Catálogo contó con el apoyo de un subsidio otorgado por la Universidad de Harvard (con fondos de la Fundación Antorchas y la Fundación Mellon) durante el año 2003. © CeDInCI, 2004 Diseño de tapa: Juan Marcos Ventura Derechos reservados conforme a la ley Impreso en Argentina · Printed in Argentina CeDInCI Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de Izquierdas en la Argentina Fray Luis Beltrán 125 1406 Ciudad Autónoma de Buenos Aires · Argentina Introducción s algo sabido que el estado de nuestras bibliotecas, hemerotecas y archivos públicos es calamitoso, resultado de un proceso donde se han combinado de la peor manera E factores tan diversos como la ausencia de políticas archivísticas, falta de presupues- to, negligencia burocrática, discontinuidad institucional, corrupción, etc. Cuando no exis- ten políticas públicas activas para preservar dicho patrimonio, se plantean tres opciones: permanece en manos privadas, o es adquirido por coleccionistas privados, o bien es vendi- do a Archivos o Universidades del exterior. En el primer caso, muchos archivos de personalidades de la cultura y la política argenti- na son celosamente resguardados por sus descendientes como propiedad familiar: el espíritu de legado desaparece, pues los herederos no tienen confianza en la capacidad de las institu- ciones públicas para resguardarlo y disponerlo a la consulta. El sentimiento de los donantes es, cuando se trata de las grandes bibliotecas públicas, que el patrimonio va a desaparecer entre los engranajes de una insondable estructura burocrática; o bien, cuando se trata de institutos de una escala menor, que va a ser apoderado por la facción que lo controla. Esto es: las gran- des instituciones no ofrecen garantías de preservación; las pequeñas, de acceso público. En 1917 se abría un número de laRevista de Filosofía con esta reflexión: “La histo- ria cultural y política de nuestro país duerme en archivos familiares... La poca preocupa- ción ambiente y el celo de los poseedores de los archivos hacen que informaciones intere- santísimas, que podrían prestar eficaz ayuda a historiadores y sociólogos, se esterilicen res- tando fuentes preciosas a la investigación científica. Nuestra historia... no puede, pues, ser escrita”. Ochenta y siete años después, no se ha modificado el diagnóstico que se hacía en la revista de José Ingenieros. En el mercado de las cartas y los documentos de archivo argentinos, la principal de- manda proviene de los coleccionistas privados y de las universidades del exterior. En el pri- mer caso, el problema es que el patrimonio queda vedado a la consulta pública; en el se- gundo, en que sólo es accesible a los argentinos que puedan viajar. La conclusión es que, de un modo u otro, con excepción de algunos fondos accesibles en instituciones como el Archivo General de la Nación, la Biblioteca Nacional o la Academia Nacional de Historia, la mayoría de los fondos de archivo producidos en la Argentina no están accesibles a la con- sulta pública, al menos en archivos y bibliotecas del país. El CeDInCI ha asumido, con espíritu benjaminiano, aquello de que “el patrimonio está en peligro”, especialmente aquel patrimonio archivístico que hace a las memorias de las clases subalternas. Desde su fundación, en 1997, no ha dejado de incrementar su acer- vo, con especial atención, en los últimos tres años, en lo que hace a correspondencia, ma- nuscritos y papeles de archivo. Gracias a este esfuerzo, el CeDInCI ha logrado reunir hasta el presente valiosos fondos documentales, que contienen alrededor de 20.000 documen- tos de archivo originales (Fondo N. Repetto, Fondo Juan A. Solari, Fondo Enrique Dick- mann y familia, Fondo José Ingenieros, Fondo Héctor Agosti, Fondo Raúl Larra, Fondo Na- talio Botana/ Salvadora Medina Onrubia, etc.). Este logro es una prueba de que los factores que tantas veces han conspirado para enajenar a nuestro país de su capital archivístico, pueden también jugar a su favor: es posi- ble que donantes particulares, instituciones del exterior y un centro de documentación ar- gentino articulen un nuevo pacto que permita una recuperación de dicho patrimonio. Hoy tenemos la alegría de ofrecer a nuestros lectores, socios y amigos el primer resultado de este esfuerzo de recuperación documental y de catalogación: Los socialistas argentinos 5 a través de su correspondenciaes, como su subtítulo lo indica, un Catálogo de los Fondos de Archivo de N. Repetto, J. A. Solari y E. Dickmann (1894-1980). En primer lugar, nuestro agradecimiento a los donantes: los fondos de archivo de Re- petto y Solari fueron donados al CeDInCI por las nietas de esta último (Ada y Herminia So- lari) y el Fondo Dickmann por un sobrino nieto del mismo, el Lic. Jorge Jaroslavsky Dick- mann. Y también nuestro agradecimiento a las instituciones financiadoras, a las que nos re- feriremos luego. Los socialistas argentinos a través de su correspondencia El presenteCatálogo reúne la correspondencia y el archivo de recortes tal como la llevaron, organizaron y conservaron cada una de estas figuras. El Fondo Repetto consta de 2547 documentos 1, el Fondo Solari de 7376 documentos y el Fondo Dickmann de 61 docu- mentos. Los documentos en cuestión son sobre todo cartas, pero también esquelas, tele- gramas, documentos partidarios, discursos, artículos políticos y periodísticos (ya sean ma- nuscritos o mecanografiados), recortes de prensa y fotografías. Cada fondo contiene la to- talidad de la correspondencia recibida a lo largo de su vida por cada figura, aunque a veces el autor tiene el recaudo de guardar copia de la carta enviada. El arco temporal que abarca la documentación es: 1894-1980. Si bien hay dos documentos más antiguos, el más signifi- cativo que abre el período es de 1894: es el texto manuscrito del primer discurso pronun- ciado por Enrique del Valle Iberlucea. El último, un recorte de prensa de Juan Antonio So- lari de enero de 1980, pocos meses antes de su muerte. El espectro de los corresponsales es de lo más amplio: va desde el Presidente de la Na- ción hasta el miembro de una comisión directiva de una asociación vecinal o una biblioteca popular de provincias. Hay intercambios, por ejemplo, con el presidente Arturo Illia, o el vi- cepresidente Carlos Perette, o con los ministros Arturo Mor Roig, Tomás A. Le Bretón o Leopoldo Melo, etc. Pero también hay correspondencia con los máximos responsables de los gobiernos de facto, como Pedro Eugenio Aramburu o Isaac Rojas. Más curioso es el in- tercambio epistolar entre Nicolás Repetto y José Evaristo Uriburu en diciembre de 1930, a pocos meses del golpe militar setembrino. Los dirigentes socialistas han sido, entre otras cosas, prolíficos periodistas, lo que queda documentado a través de la correspondencia sostenida con los principales hombres de prensa de su época: es así que los vemos dialogar con uno de los descendientes de Barto- lomé Mitre al frente del diarioLa Nación , con Alberto Gainza Paz de La Prensa , con Rober- to Noble deClarín ... También se escriben con los directores de los medios de prensa del in- terior del país, en los que colaboran, comoEl Intransigente de Salta, El Trabajo de Mar del Plata,Los Principios de Córdoba... Por supuesto, en la correspondencia aparece destaca- do el rol de la prensa socialista partidaria, sobre todo deLa Vanguardia . Repetto, Solari y Dickmann se cartean con escritores, periodistas, artistas y profe- sionales destacados en su época: mencionemos a José Ingenieros, Carlos Saavedra Lamas, 1 Lamentablemente, falta un tramo clave del Fondo Repetto: la correspondencia mantenida entre Juan B. Justo y Nicolás Repetto. El albacea del archivo Repetto fue Juan Antonio Solari. Cuando este falleció, en 1980, el archivo de Repetto, sumado al de Solari, quedó en manos de su hijo, el Sr. Juan Solari Bru- mana. Como le fuera solicitada en préstamo, este facilitó entonces la correspondencia Justo/Repetto al Partido Socialista Democrático, pero hace años se halla traspapelada. A pesar de los reiterados recla- mos de las nietas de J.A. Solari, Ada y Herminia Solari, y de nuestra propia búsqueda, no hemos logra- do dar hasta el presente con esta valiosa documentación. Agradeceremos a cualquiera que pueda orientarnos acerca del destino de estos documentos. 6 Osvaldo Loudet, Alfredo Vairavé, Adolfo Mitre, José María Monner Sans, Victoria Ocam- po, Enrique Barba, Ezequiel Bustillo, René Favaloro, Rodolfo A. Fitte, Bernardo Houssay, Roberto Giusti, Edmundo Guibourg, Antonio Pagés Larraya, Ricardo Piccirilli, Ricardo Ro- jas, David Peña, Deodoro Roca, Gregorio Bermann, Rafael Bielsa, Arturo Capdevila, Ra- món Cárcano, Miguel Ángel Cárcano, Mariano de Vedia, Torcuato Di Tella, Florencio Escardó, Ángel Gallardo, Alberto Gerchunoff, Avelino Gutiérrez, Alberto Hueyo, María Rosa Oliver, Pablo A. Pizzurno, César Tiempo, Rogelio Yrurtia, Emilio Coni, Enrique de Gandía, Arturo Orzábal Quintana, etc. Prácticamente no faltan nombres de la dirigencia socialista argentina: hay firmas de figuras históricas (así como otras de tiempos más recientes) como Adrián Patroni, Enrique del Valle Iberlucea, Manuel Ugarte, Alicia Moreau, Federico Pinedo, Mario Bravo, Jacinto Oddone, Alfredo Palacios, Antonio De Tomasso, Julio V.