La Disparatada Idea De La “Conquista De México” Propuesta Deconstructiva Sobre 1519
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KORPUS 21 · REVISTA DE HISTORIA Y CIENCIAS SOCIALES, VOL. I, NÚM. 1, 2021, 81-104 DOI: https://doi.org/10.22136/korpus2120216 LA DISPARATADA IDEA DE LA “CONQUISTA DE MÉXICO” PROPUESTA DECONSTRUCTIVA SOBRE 1519 THE UNREALISTIC IDEA OF THE “CONQUEST OF MEXICO” DECONSTRUCTIVE PROPOSAL ABOUT 1519 Andrés Enrique Centeno Vargas Facultad de Filosofía y Letras (UNAM) [email protected] Abstract The Conquest of Mexico is a central theme in the conformation of the Mexican historical identity and it is an important part of the national cultural life. However, the idea of conquest has been configured within a complex state project. What this article proposes is the deconstruction of the idea of the conquest based on the analysis of the early months of Hernan Cortes in Mesoamerica under an approach highlighting the heterogeneity of the process of Castilian domination. This way of analysis arises from a postulate of Walter Benjamin: knowledge of the past through flashes. Keywords: history, conquest, revisionism, Cortes, deconstruction. Resumen La Conquista de México es un tema nodal en la conformación de la identidad histórica mexicana y es parte importante de la vida cultural nacional. No obstante, la idea de la conquista se ha configurado en el marco de un complejo proyecto de Estado. Lo que este artículo propone es la deconstrucción de la idea de la conquista a partir del análisis de los primeros meses de Hernán Cortés en Mesoamérica bajo un enfoque que resalta la heterogeneidad del proceso de dominación castellana. Esta vía de análisis parte de un postulado de Walter Benjamin: el conocimiento del pasado mediante destellos. Palabras clave: historia, conquista, revisionismo, Cortés, deconstrucción. 81 ANDRÉS ENRIQUE CENTENO VARGAS, LA DISPARATADA IDEA DE LA “CONQUISTA DE MÉXICO” Introducción una larguísima cadena de especificaciones. ¿Una idea nacional? Este escenario absurdo resulta revelador y es un síntoma de la acuciante necesidad de “La Conquista de México”, con mayúsculas generar conceptos más acertados. y resaltado, es el encabezado de temas y Los exploradores europeos del siglo XVI subtemas en libros de texto, el nombre de se toparon con una inmensa masa de tierra sesiones de enseñanza en el sistema educa- hasta entonces inexistente, o casi, en su uni- tivo mexicano e, incluso, el título de cursos verso mental; también se encontraron un universitarios. Basta con mencionar la Con- crisol sumamente diverso de grupos que quista para que, en la mente de casi todo compartían ciertos rasgos culturales, pero mexicano, surja la dramática imagen de es- tan diferentes entre sí como lo eran los cas- pañoles subyugando, evangelizando o civi- tellanos de los ingleses o de los franceses. lizando pueblos originarios; son pocos los México no es Tenochtitlan, ni siquiera Me- que se percatan de lo disparatado del con- soamérica era Tenochtitlan; a su vez, los cepto y la parafernalia que lo rodea. mexicas sabían que ni su cultura ni su ciu- La Conquista de México, a secas, se forjó dad eran representativas de todos los gru- como un hito histórico clave en la identidad pos que conocían, tampoco de aquellos a los de los mexicanos. Dicha formulación implica que habían sometido. Asimismo, los hispa- una idea que resulta colonizante, y errada, nos se vieron obligados a emprender cam- por excelencia: la Corona Española del siglo pañas militares que iban mucho más allá de XVI ordenó a un sujeto, llamado Hernán Cor- la zona del Altiplano Central; aun así, existe tés, que conquistara una entidad geográfica un discurso nacional que enarbola el bino- y política específica llamada México. La idea mio México-Tenochtitlan en la educación, en de la conquista ha generado dos posturas la mercadotecnia, en folclor mal aspectado extremas: a) somos herederos de los bue- y hasta en los deportes. A muchos niveles, nos pueblos mesoamericanos, conquistados se ha planteado que lo azteca y lo mexicano por un grupo de malvados españoles a los constituyen una especie de unidad indiso- que todavía guardamos rencor, y b) un ejér- ciable, una estampa cultural que representa cito europeo, superior tecnológica y men- a todo lo que hoy es México. Este discur- talmente, trajo a esta tierra los beneficios de so es homogeneizador, no toma en cuenta su civilización. Ambas posturas pueden ser la diversidad cultural del territorio nacional criticadas y deconstruidas sin profundizar y, sobre todo, es terriblemente ahistórico, en los matices y problemas que plantean, pues sugiere la idea de un México que siem- sólo es necesario desmenuzar el encabeza- pre ha sido México; esto ha derivado en la do: La Conquista de México. enunciación de títulos y conceptos acepta- La Conquista de México, en todo caso, de- dos, pero igualmente anacrónicos, como el bería llamarse “La Conquista de lo que hoy “México Antiguo”, el “México Prehispánico”, es México” o más específico aún: “La Con- la “Conquista de México” y demás. quista de lo que después fue la Nueva Espa- El compendio de conceptos anacrónicos ña, que se independizó y se transformó en el es consecuencia de la praxis de una historia Primer Imperio Mexicano, que después fue universal o quizá más bien de una historia la República Federal de los Estados Unidos universalizante, con europeocentrismo in- Mexicanos, que brevemente fue el Segundo cluido; esta forma de historiar se ha aplicado Imperio Mexicano-Francés y que, finalmen- con distintos objetivos: narrar la versión de te, regresó a un sistema republicano hoy los vencedores, consolidar regímenes, crear conocido como Estados Unidos Mexicanos”. una identidad nacional patriótica, elaborar Sin embargo, tal atropello de títulos rebasa contenido educativo, reducir procesos his- los límites de la prudencia y la practicidad tóricos a grandes generalidades para que en la enseñanza de la historia; de aceptarse, éstos sean accesibles a un público masivo e cada título de cada tema debería contener incluso para censurar la heterogeneidad de 82 KORPUS 21 · REVISTA DE HISTORIA Y CIENCIAS SOCIALES, VOL. I, NÚM. 1, 2021, 81-104 voces y memorias consideradas como ame- han consultado obras de religiosos, como nazas a proyectos de nación unificada. Así fray Bernardino de Sahagún y de fray Diego pues, la discusión o crítica de los nombres, Durán, y la fuente de tradición indígena co- títulos y conceptos que giran en torno a la nocida como Crónica Mexicáyotl, esto por llamada Conquista de México es necesaria la erudición que ofrecen sobre la cultura de para fomentar una conciencia crítica de la algunos pueblos originarios. historia que los mexicanos identifican como En menor medida he recurrido a estudios propia; para lograrlo habrá que contar otra especializados, entre los cuales resalta la Historia, así como analizar y, de ser necesa- obra de Ross Hassig para temas militares, rio, deconstruir lo que está vigente, es decir, y los trabajos de Bernard Grunberg y Peter destejer lo mal tejido. Boyd-Bowman, cuyo meticuloso trabajo de Los riesgos de una historia universalizan- archivo les permitió localizar con exactitud te se resumen sucintamente en la siguiente la procedencia, edad, origen y hasta el oficio afirmación de Walter Benjamin: “La historia de muchos de los compañeros de Cortés. universal carece de una armazón teórica. Su procedimiento es aditivo: suministra la Dos perdedores y un prófugo masa de hechos que se necesita para llenar el tiempo homogéneo y vacío” (2008: 54). Tras los viajes de Cristóbal Colón, los hispa- Por el contrario, el mismo Benjamin plantea nos iniciaron la ocupación, poco sistemática al conocimiento histórico como un conoci- en realidad, de las islas caribeñas. El éxito de miento del instante y como algo que sólo es los poblados hispanos de ultramar fue varia- posible en el instante histórico (2008). do en términos políticos y económicos, pero Así pues, el presente texto tiene como ob- absolutamente desastroso y destructivo en jetivo poner a prueba la idea de la Conquista cuanto a su interacción con los nativos. como proceso total y terminado, así como la En 1511, Diego Colón encomendó a Diego idea que da a Hernán Cortés y sus hombres Velázquez la conquista, más bien el pobla- el título de los “conquistadores de México”; miento, de la isla de Cuba (Casas, 2017: v. 2, por el contrario, se planteará que, tanto el 25-27);1 la empresa de Velázquez fue exitosa extremeño como sus compañeros, enfren- y pronto se consolidó como gobernador de taron circunstancias muy inciertas ante las esas tierras. Ahora bien, la expansión castella- que tuvieron que improvisar, cambiar sus na transoceánica no fue concebida como un planes y hasta reconstruirse a sí mismos. proyecto premeditado y patrocinado por la Para esto, se han analizado minuciosamente Corona; por el contrario, ésta se construyó so- los primeros meses de la expedición corte- bre las iniciativas de entusiastas particulares siana (febrero-agosto de 1519) y, de forma que actuaban con el permiso, ya fuese a priori más general, las expediciones de Francisco o a posteriori, de las autoridades hispanas. El Hernández de Córdoba y Juan de Grijalva viaje de Francisco Hernández de Córdoba fue (1517-1518). un buen ejemplo de lo anterior: Las fuentes a las que he recurrido son, prin- cipalmente, aquellas legadas por el propio […] acordamos de juntarnos ciento y diez Cortés y los pocos soldados que tuvieron a compañeros de los que habíamos venido a bien dejar un registro escrito de lo que les Tierra Firme y de los que en la Isla de Cuba no tenían indios, y concertamos con un hidal- acaeció en el continente, esto por el valor go que se decía Francisco Hernández de Cór- personal y presencial que aporta este tipo doba […] para que fuese nuestro capitán […] de testimonios. Asimismo, se han utilizado para ir a nuestra ventura a buscar y descubrir obras de personajes que, si bien no fueron tierras nuevas para en ellas emplear nuestras compañeros de Cortés, siguieron muy de personas (Díaz, 2008: v.