Encuentro Cortes Moctezuma. Juan Correa, s. XVII. Colección Banamex México. Arca HERNÁN CORTÉS, E N T R E D O S M U N D O S ( 1 4 8 5 - 1 5 4 7 )

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MARÍA DEL CARMEN MARTÍNEZ MARTÍNEZ os cinco siglos que nos separan de Hernán Cortés no le han restado actualidad al per- Lsonaje. Ensalzado por unos, criticado por otros, lo cierto es que sus acciones siguen desatan- HERNÁN do apasionados debates.

Pese a todo la biografía de Cortés sigue tenien- CORTÉS, do lagunas. Sus primeros años los pasó en Medellín, donde nació (la fecha más aceptada es 1485) en el E N T R E D O S M U N D O S hogar formado por Martín Cortés de Monroy y Cata- lina Pizarro Altamirano, hidalgos de ciertos recursos ( 1 4 8 5 - 1 5 4 7 ) por mucho que fray Bartolomé de las Casas los califi- case de “pobres”. Hay pruebas de que su nivel estaba por encima de la media de los vecinos de la localidad en propiedades y formación. Don Martín sabía es- cribir y su mujer, que sepamos, al menos firmar. El matrimonio envió a su hijo a Salamanca, ciudad en la que estuvo “al estudio” más de dos años en casa de su tía Inés de Paz, casada con Francisco Núñez de Valera, escribano de número de la ciudad. La casa de sus parientes estaba en la calle del Otero, luego conocida como de Jesús, y en ella se familiarizó con el mundo de las escribanías, aunque no satisfizo las aspiraciones paternas de proseguir su formación.

Estatua de Hernán Cortés en Medellín. Escultor Eduardo Barrón, año 1890. Foto Mapio.net

Hernán Cortés, entre dos mundos (1485-1547) | 61 MARÍA DEL CARMEN MARTÍNEZ MARTÍNEZ DE MEDELLÍN A LAS En aquellos años en los que el horizonte geográfico INDIAS conocido se ampliaba cada día, con inteligencia y cálcu- lo, aprovechó la ocasión que se le presentó cuando Die- Los años de mocedad quedaron atrás. De ca- go Velázquez, teniente de gobernador de , le confió rácter inquieto y curioso, en 1504, antes de la capitanía de una nueva armada. Entre sus objetivos se cumplir los veinte años, puso sus ojos en el encontraba hallar a Juan de Grijalva y rescatar a algunos Nuevo Mundo y viajó a Santo Domingo. Pasó náufragos españoles que se encontraban entre los natura- algún tiempo en La Española, en la que se dice les. El regreso de Grijalva dejó sin sentido algunos de los que fue escribano en la villa de Azúa, y siguió capítulos de la instrucción de Velázquez pero la salida de a Diego Velázquez a Cuba. La experiencia ad- la expedición era imparable. Durante los preparativos Cor- quirida, su don de gentes y la innata habilidad tés dio buena muestra de saber captar recursos y hombres. que mostró en los negocios pronto le granjea- Pidió prestado para afrontar los gastos, publicitó su empre- ron un nombre. De hecho, en 1516 fue elegido sa, ayudó económicamente a los que se enrolaban, buscó alcalde ordinario de , posi- víveres para afrontar la navegación y se mostró, vistió y ción que le ayudó en los preparativos de la comportó como un líder. Diego Velázquez nada pudo hacer que sería la tercera expedición enviada desde para limitar las actuaciones de su capitán, que zarpó de la isla para proseguir los avances hacia Po- Cuba en febrero de 1519. niente iniciados por Francisco Hernández de Córdoba (1517) y Juan de Grijalva (1518).

CORTÉS,

Más de medio centenar de hombres se dis- tribuyeron en los once navíos de la arma- da, que contó con el experimentado Antón de Alaminos como piloto mayor. Llegados a la isla de Cozumel hicieron averiguacio- nes para dar con los náufragos españoles

Historia antigua de México. Tomo 2º. Manuscrito sacado de los mejores España. Ministerio de Cultura. Biblioteca Nacional. historiadores españoles y de los manuscritos y pinturas antiguas de los indios. Manuscrito de Fernando Cortés

62 | Hernán Cortés, entre dos mundos (1485-1547)

© Biblioteca Nacional de España y tras el encuentro con uno de ellos, Gerónimo Para dar cuenta al rey de lo sucedido se apresu- de Aguilar, clave en jornadas posteriores como raron a enviar a Castilla a sus procuradores, Fran- «lengua» o intérprete, prosiguieron su avance cisco Hernández Portocarrero y Francisco de Mon- por la costa. Cuando llegaron a el gru- tejo, a los que dieron instrucciones y las cartas del po recibió como presente un grupo de jóvenes cabildo así como la Primera carta de relación de entre las que se encontraba Malintzin, bautizada Cortés, cuyo texto desconocemos. También se les como Marina, cuyo papel fue crucial en la empre- confió un rico presente del que formaban parte las sa de Cortés por hacer posible el entendimiento dos ruedas de oro y plata que habían recibido de los con los naturales cuando abandonaron el ámbito emisarios de Moctezuma. Despachada la embarca- maya. La joven hablaba maya y náhuatl, lo que ción a Castilla, todo el empeño de Cortés se centró hizo que pudiese entenderse con Gerónimo de en encontrarse con el caudillo mexica. Pero de nada Aguilar que conocía el maya y traducía lo que le sirvieron sus mensajes disuasorios, ni los intentos decía al castellano. para frenar su avance. Por otro lado Cortés evitó las deserciones de los velazquistas desarbolando los La expedición de Cortés avanzó por la costa trinquetes de las embarcaciones y ordenando dar- y el día de Jueves Santo de 1519 las embarcacio- las al través. Pese a lo dicho en muchas ocasiones nes fondearon frente a San Juan de Ulúa. Tras el no quemó sus barcos, simplemente los inutilizó. desembarco, la realidad vista e intuida determinó Desde ya no era posible retroceder. a Cortés, con el apoyo de muchos de los destaca- dos integrantes de la armada, a establecerse en el territorio. En las instrucciones de Diego Velázquez nada se decía, ni a favor ni en contra, sobre la posi- bilidad de poblar. La vía para justificar su proceder ante el rey fue la fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz. Ante su ayuntamiento renunció el nom- bramiento que tenía de Velázquez y recibió el de capitán general y justicia mayor por Sus Majesta- des.

Aunque era la cabeza visible, la acción no fue individual. En aquel momento gozaba del apo- yo de la mayoría de su “compañía” que manifestó al cabildo su deseo de que el rey le concediese la gobernación. Los partidarios de Diego Velázquez interpretaron su proceder como una “traición” y re- accionaron, aunque fueron anulados por el capitán. La arriesgada decisión no tenía marcha atrás, solo cabía descubrir los secretos de la tierra y encon- trarse con el poderoso señor que, según tuvieron noticia, mandaba en ella. España. Ministerio de Cultura. Biblioteca Nacional

Cortés, agudo observador del territorio, captó En el avance hacia el interior comprobaron que los enfrentamientos entre los naturales a los que el paisaje y la realidad se asemejaba mucho a Espa- supo atraer e intimidar a partes iguales para alcan- ña, de ahí el nombre de Nueva España con el que zar sus objetivos. ha pasado a la historia. Durante el camino Cortés

Hernán Cortés, entre dos mundos (1485-1547) | 63 revela sus dotes diplomáticas y su capacidad oratoria ven- ce resistencias. En ocasiones actúa con dureza y establece alianzas, sin duda la más re- levante con los de Tlaxcala. Tras superar Cholula, esce- nario en el que los españoles y sus aliados los tlaxcaltecas dieron muestras de su capa- cidad ofensiva, llegaron a di- visar una imagen que parecía cosa de encantamiento: la ciudad de Tenochtitlan. Era la capital de la Tripe Alianza, le- vantada en un islote en medio de lagos y conectada con las orillas por varias calzadas. A los que habían visto mundo, entre ellos algunos veteranos de las guerras de Italia, les re- cordó Venecia.

España. Ministerio de Cultura. Biblioteca Nacional.

España. Ministerio de Cultura. Biblioteca Nacional. Historia de las Indias de Nueva España   e islas de la tierra firme. Fr. Diego Durán. Orden de Predicadores. Manuscrito de 1579

64 | Hernán Cortés, entre dos mundos (1485-1547) En su avance por la calzada de Iztapalapa se produjo el ansiado encuentro con el tlatoani Moctezuma, advir- tiendo que causaba respeto y temor entre los naturales. Uno frente a otro las vidas de Cortés y Moctezuma se en- trecruzaron. Era el 9 de noviembre de 1519 y los españoles entraron en paz en la ciudad donde fueron aposentados y permanecerían hasta su salida en la conocida como Noche Triste. De todo ello dio cuenta Cortés al rey en la Segunda carta de relación (Segura de la Frontera, 30 de octubre de 1520).

Las primeras jornadas en la ciudad fueron de asombro, como cuando contemplaron el mercado que nada tenía que envidiar a las ferias de Medina del Campo, según escribió Bernal Díaz del Castillo, uno de los hombres de la expedi- ción de Cortés, en su Historia verdadera de la conquista de la Nueva España (1632). En los meses que estuvieron en la

Hernán Cortés, entre dos mundos (1485-1547) | 65 ciudad, desde que Moctezuma fue hecho prisionero y hasta su muer- te, los acontecimientos se suce- dieron rápidamente. Cortés tenía claro su objetivo y no contempla- ba otra opción que aquel pode- roso señor rindiese vasallaje al monarca español. Hombre de su tiempo, buscaba también atraer al cristianismo a los naturales, de quienes le repugnaron los sacrifi- cios humanos y la antropofagia.

Desde Cuba Diego Veláz- quez no estaba dispuesto a perder aquella conquista y movió todos

Biblioteca Medicea Laurenciana. Florencia. Fr. Bernardino de Sahagún. los hilos a su alcance. Envió con- Orden Franciscana. Manuscrito de 1577. tra los “sublevados” la numerosa

66 | Hernán Cortés, entre dos mundos (1485-1547) Estatua de Cuauhtémoc. Paseo de la Reforma. México. Escultor Miguel Noreña expedición de Pánfilo de Narváez e hizo lo posible para que su agente en la península afease el comportamiento de Cortés. La tarea no era fácil porque idéntico proceder tenían los de Cortés en relación con Velázquez, con la ayuda del rico presente enviado con los procuradores.

Los frentes de atención de Cortés se multiplicaron pues, tras vencer a Narváez, regresó apresuradamente a la capital para afrontar la situación que desencadenó Pe- dro de Alvarado, uno de sus capitanes, quien en el trans- curso de una celebración dio muerte a gran parte de la nobleza mexica. Los días de permanencia de los españo- les en Tenochtitlan estaban contados. Tras la muerte de Moctezuma, cuando intentaba apaciguar a los suyos, la resistencia fue encabezada por su sucesor Cuauhtémoc.

La imagen de los hombres de Cortés después de la Noche Triste (30 de junio 1520), cuando se vieron obliga- dos a abandonar Tenochtitlan amparados en la oscuridad, era la de un grupo maltrecho que se refugió en tierras amigas, si bien, tras la decisiva victoria de Otumba días después, el capitán buscó recuperar la posición perdida.

Los habitantes de la ciudad se movían con soltura en sus canoas y los españoles carecían de embarcaciones. Por ello ordenó la construcción de trece bergantines en Tezcoco. Iniciado el asedio, la ciudad fue valientemente defendida por sus habitantes, aunque después de más de dos meses privados de agua, víveres y con gran número de bajas por la propagación de la viruela, la resistencia se debilitó. El 13 de agosto de 1521, día de san Hipólito, los españoles y sus aliados ocuparon nuevamente la ciudad. A la imagen de destrucción y muerte se sumó el saqueo. Sobre las ruinas de aquella ciudad poco después comen- zó a levantarse México. Cortés sería recordado siempre como el conquistador de la gran capital de la Nueva Es- paña.

Mientras, en la Corte salió victorioso de su enfrenta- miento con Velázquez, siendo nombrado gobernador y capitán general de la Nueva España en octubre de 1522. Meses antes había escrito al rey la Tercera carta relación, dando cuenta de las expediciones despachadas en todas direcciones para descubrir los secretos de la tierra. Penacho cuya propiedad se atribuye a Moctezuma. Realizado con plumas verdes de quetzal y otros pájaros exóticos de Moctezuma. Mide 175 cm de diámetro y 116 cm de altura. Museo de etnología. Viena. Wikiband

Hernán Cortés, entre dos mundos (1485-1547) | 67 España. Ministerio de Cultura. Biblioteca Historia de con el descubrimiento Crónica de la nueva España con la conquista Nacional. de la Nueua España conquistada por de Mexico y otras cosas notables hechas por Fernando Cortes el valeroso Hernando Cortes. Texto impreso

A su gestión como goberna- ron con obras de ingeniería dignas dor no le faltaron críticas, entre de admiración, como los llamados ellas la de que moriría con corona «puentes de Cortés», aunque fue si no se limitaban sus actuacio- menos explícito al dar cuenta de nes, que se había adjudicado las que en el camino ordenó ajusticiar mejores tierras y que beneficiaba a Cuauhtémoc. A lo largo del texto a sus amigos. Con nuevas empre- se ocupó de reiterar su firme deseo sas siempre en el horizonte, Cor- de acometer nuevas empresas en tés cometió un error de cálculo la mar del Sur para «descubrir por cuando decidió ir a la desventu- aquí toda la Especiería». Si el do- rada expedición de las Hibueras minio de la palabra escrita define (). Antes de ponerse en una de sus facetas, las empresas camino escribió al rey la Cuarta que a partir de entonces acometió carta de relación (1524). en el Pacífico lo caracterizan como promotor, tanto en la construcción Los sucesos más relevantes de naval como en otras actividades lo ocurrido en el camino durante económicas. los dos años que estuvo ausente los condensó en la Quinta carta de relación (1526). En ella, entre CORTÉS, PROMOTOR otros asuntos, dejó testimonio de cómo sorteó las dificultades y Después de la hazaña de Maga- Hispania Victrix. Primera y segunda parte de avanzó su numerosa expedición llanes-Elcano se despacharon va- la historia general de las Indias con todo el descubrimiento y cosas notables que han acaescido en un territorio anegadizo, surca- rias armadas a aquel ámbito, entre dende que se ganaron hasta el año de 1551 con la do por numerosos ríos que supera- ellas las de García Jofre de Loaisa conquista de Mexico y de la nueva España

68 | Hernán Cortés, entre dos mundos (1485-1547) The John Carter Brown Library. Providence. Rhode island. Juan de Tovar. Compañía de Jesús. Manuscrito c 1585.

y Sebastián Caboto. Como no se había tenido noticia y se le quitase la gobernación de la Nueva España. de ellas Cortés recibió orden real para auxiliarlas y El proceso, iniciado en julio de 1526, poco tiempo envió, asumiendo todos los gastos, la expedición de después de su regreso de Honduras, quedó aplaza- Álvaro de Saavedra Cerón, que cumplió con diligen- do por el fallecimiento del juez, el licenciado Luis cia el encargo. Ponce de León, muerte de la que algunos responsa- bilizarían a Cortés. Su estrella ya no brillaba con la Las numerosas quejas sobre su actuación de- misma intensidad. terminaron que se ordenase su juicio de residencia

Hernán Cortés, entre dos mundos (1485-1547) | 69 España. Ministerio de Cultura. Biblioteca Nacional.

Sin duda, apremiado por la noticia de que se por la fama que le acompañaba, lo agasajaban por pensaba nombrar una Audiencia para la Nueva su matrimonio, se le concedía el título de marqués España, como así ocurrió, decidió regresar a la del Valle de Oaxaca con jurisdicción en veintidós Península para defender sus intereses. Lo acom- pueblos y veintitrés mil vasallos y obtenía una ca- pañaba su hijo Martín, fruto de su relación con pitulación para explorar en la Mar del Sur, pero la doña Marina, y un nutrido grupo de criados e in- situación en la Nueva España era bien diferente. El dígenas. Superaba los cuarenta años y, desde la presidente Nuño de Guzmán y los oidores Matien- muerte de su primera esposa, Catalina Xuárez zo y Delgadillo reanudaron las actuaciones de su Marcaida, acaecida en Coyoacán en noviembre de juicio de residencia y procedieron contra sus bie- 1522, buscó entroncar con la nobleza. Durante su nes y amigos. estancia contrajo matrimonio con doña Juana de Zúñiga, hija del conde de Aguilar y sobrina del En marzo de 1530, tras dos años en la Penín- duque de Béjar, unión concertada por su padre sula, Cortés volvió a la Nueva España. Lo acompa- Martín Cortés de Monroy. ñaron la marquesa, su madre doña Catalina Piza- rro y varios centenares de personas a su cargo. El A mediados de junio de 1528, después de haber regreso fue duro en lo personal pues poco tiempo pasado por la Puebla de Guadalupe, Cortés escribió después de desembarcar perdió a su madre, al pri- al emperador desde Madrid para recibir instruccio- mer hijo de la marquesa y a muchos compañeros nes. Pese a la intensa actividad que desplegó no que le habían seguido. Por otro lado, la actuación logró que se le concediese nuevamente el gobier- de la Audiencia había motivado el relevo de todos no de la Nueva España. En la Corte era admirado sus miembros pero, hasta que llegasen los nuevos

70 | Hernán Cortés, entre dos mundos (1485-1547) Museo de Bellas Artes.Buenos Aires. Argentina. Miguel González, fines siglo XVII.

oidores, y para evitar enfrentamientos mayores, se Puertos como los de Zacatula, Zihuatanejo, le prohibió entrar en la ciudad de México. Tehuantepec, Huatulco, Acapulco… están unidos a los preparativos y despacho de expediciones. Durante una década y hasta su segundo regre- La puesta a punto de las embarcaciones requería so a la Península en 1540, Cortés trató sin éxito de transportar jarcias, anclas, velas, cabos, cordajes... recuperar el protagonismo perdido mas poco le hasta la costa de la mar del Sur, del Pacífico, lo que dejaron hacer como capitán general de la Nueva elevaba los gastos y multiplicaba las dificultades. España y de la Mar del Sur. No por ello dejó de La Audiencia, por un lado lo apremiaba a cumplir tener iniciativas, aún cuando todo parecía estar en la capitulación para explorar en la mar del Sur, por su contra. otro le imponía una multa por utilizar indios para el acarreo de todo lo necesario hasta el puerto. Pese a En aquellos años siguió atendiendo la actividad las trabas, logró despachar la primera expedición, minera y agropecuaria, en la que demostró un gran la de Diego Hurtado de Mendoza (1532), en el tiem- dinamismo en la introducción de la ganadería y de po comprometido. la sericultura, pero su principal interés se centró en la mar del Sur, poniendo de relieve su carácter El fracaso de ésta y de la siguiente, confiada emprendedor y su gran capacidad organizadora, en a Diego Becerra y Hernando de Grijalva, lo deter- este caso como armador. minó a dirigir personalmente la tercera en 1535.

Hernán Cortés, entre dos mundos (1485-1547) | 71 España. Ministerio de Cultura. Museo Nacional del Prado. Conquista de México por Hernan Cortés. Juan y Miguel González, 1698.

Antes de hacerse a la mar estableció mayorazgo Después de la conquista de México, la que le dio para la preservación de su patrimonio, en el que honra y fama, la suerte no parecía acompañarlo. Cuan- no dudó en incluir como bien vinculado lo que ad- do no era la pérdida de barcos devorados por el fuego quiriese en la Mar del Sur. Después de la pérdida o la broma (molusco que perforaba la madera), era la de sus dos primeros hijos, la marquesa había dado acción de capitanes inexpertos o las trabas del virrey a luz en septiembre de 1532 a Martín, heredero Mendoza, competidor en los intereses en el ámbito del marquesado. Aunque las ansiadas riquezas no del océano Pacífico o Mar del Sur, también llamado aparecieron en aquella empresa, intentó afianzar el lago español. No por ello desfalleció pues, además el enclave con la fundación de Santa Cruz (Baja de enviar embarcaciones a Panamá y Perú, en 1539 California). despachó la expedición de Francisco de Ulloa para comprobar si California era una isla o una península.

72 | Hernán Cortés, entre dos mundos (1485-1547) España. Ministerio de Cultura. Museo Nacional del Prado. Conquista de México por Hernán Cortés. Juan y Miguel González, 1698.

LOS ÚLTIMOS AÑOS más cercanos y sus hijos, Martín, explotación y comercialización de el heredero, y Luis, hijo natural le- la caña de azúcar de sus planta- La tensa relación con el virrey gitimado en 1529 por bula papal ciones y, sobre todo, la preocu- Mendoza lo llevó a embarcarse junto con sus hermanos Martín y pación por el futuro de sus hijos, nuevamente para dar particular Catalina Pizarro. Las preocupa- que fueron numerosos, legítimos relación en la Península de sus ciones de Cortés no cesaron. A o naturales. descubrimientos en la mar del Sur sus reivindicaciones en la Corte y pedir justicia de los agravios re- se sumaron los numerosos pleitos Con voluntad de servicio al cibidos. En enero de 1540 se hizo que seguían sus letrados a ambos emperador acudió a Argel, aun- a la vela en Veracruz. Lo acompa- lados del Atlántico, pero también que no se le concedió protagonis- ñaban algunos de sus hombres nuevos proyectos vinculados a la mo alguno en la guerra. A su re-

Hernán Cortés, entre dos mundos (1485-1547) | 73 su vida en Castilla pues, falto de recursos, continuamente tenía que solicitar crédi- tos para afrontar los gastos de su casa.

La dote de María y el rico ajuar que le compró contribuyeron a su comprome- tida situación, tanto que, para satisfacer los plazos acordados con el marqués de Astorga, se vio obligado a empeñar aque- llas valiosas piezas. No estaba sumido en la pobreza, simplemente la disponiblidad de recursos dependían de las remesas que llegaban. Enfermo y cansado, con la esperanza de que podría cumplir con la palabra dada, se trasladó a Castilleja de la Cuesta. Previamente otorgó testamento cerrado y días después concertó la doble boda de sus hijos Martín y Juana con los del conde de Aguilar, hermano de la mar- quesa del Valle.

Cortés intuía que su vida se apaga- ba. Murió el 2 de diciembre de 1547 en Castilleja de la Cuesta, tras disponer un codicilo ratificando los compromisos ma- trimoniales de sus hijos y desheredando a Luis por razones que todavía se nos es- capan. Inicialmente recibió sepultura en el Monasterio de San Isidoro del Campo (Santiponce, Sevilla), aunque posterior- mente sus restos fueron exhumados y enterrados en nueve ocasiones. En 1566, cumpliéndose su deseo, sus herederos los llevaron a la Nueva España. Desde 1947, España. Ministerio de Cultura. Museo Nacional del Prado. Alegoría de tras la última reinhumación, se encuen- Hernán Cortés. Blas Ametller. Fines s. XVIII. tran en un nicho en la Iglesia de Jesús Nazareno, anexa al Hospital de Nuestra Señora de la Concepción (Hospital de greso pasó temporadas en el señorío del conde de Aguilar, su Jesús) que Cortés fundó en 1524 y que cuñado. Vivió en Valladolid, Madrid y luego en Sevilla, donde desde entonces sigue funcionando en las esperó con ilusión la llegada de sus hijas. Había dado órdenes mismas dependencias. Una placa con la a la marquesa del Valle para que enviase a Castilla a María, inscripción «Hernán Cortés (1485-1547)» cuya boda había concertado con el hijo del marqués de Astor- recuerda su trayectoria vital que, con lu- ga, en compañía de alguna de sus hermanas. La demora en la ces y sombras, virtudes y defectos, forma llegada de embarcaciones de la Nueva España condicionaba parte de la Historia.

74 | Hernán Cortés, entre dos mundos (1485-1547) cabildos del Ayuntamiento de México. España. Ministerio de Cultura. Museo Nacional del Prado. Copia realizada por José Salomé a fines del siglo XIX original existente en la sala de

BIBLIOGRAFÍA: Martínez Martínez, María del Carmen, Bennassar, Bartolomé, Hernán Cortés. El “Los últimos años de Hernán Cortés en conquistador de lo imposible, Madrid, España (1540-1547): negocios, pleitos y Temas de Hoy, 2002. familia”, en Martín Ríos Saloma (ed.), El Martínez, José Luis, Hernán Cortés, México, mundo de los conquistadores, Madrid, Universidad Nacional Autónoma de Sílex, 2015, pp. 577-598. México / Fondo de Cultura Económica Miralles, Juan, Hernán Cortés. Inventor de 1990. México, Barcelona, Tusquets, 2001.

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