El Semanario Marcha : Una Conciencia De La Fragilidad Nacional En Un Contexto Internacional Amenazante (Uruguay, 1939) Carmen De Sierra
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América : Cahiers du CRICCAL El semanario Marcha : una conciencia de la fragilidad nacional en un contexto internacional amenazante (Uruguay, 1939) Carmen de Sierra Citer ce document / Cite this document : de Sierra Carmen. El semanario Marcha : una conciencia de la fragilidad nacional en un contexto internacional amenazante (Uruguay, 1939). In: América : Cahiers du CRICCAL, n°4-5, 1990. Le discours culturel dans les revues latino-américaines de l'entre-deux guerres, 1919-1939. pp. 333-346; doi : 10.3406/ameri.1990.995 http://www.persee.fr/doc/ameri_0982-9237_1990_num_4_1_995 Document généré le 12/03/2016 EL SEMANARIO MARCHA : UNA CONCIENCIA DE LA FRAGILIDAD NACIONAL EN UN CONTEXTO INTERNACIONAL AMENAZANTE (URUGUAY, 1939) "...La crisis actual no es como las otras crisis anteriores. No es ni debe ser...La crisis de la democracia liberal, la avasallante action del Estado, el avance del fascismo, la lucha de los imperialismos, exigen soluciones..." definiciones y Carlos QUIJANO, "La Convention del Nacionalismo Independiente", Marcha N° 6, 2 de julio de 1939. "...£ Como no intuirlo, despucs de lo de Espana ?...Iremos de ese modo haciendo nuestro aprendizaje para la Segunda Emancipation. Dejaremos de ese modo de ser colonos mentales, lo que sera de por si un ancho y decisivo paso liberador". Arturo ARDAO, "La Guerra y America", Marcha, N° 13, 15 de septembre de 1939. I. La fundaciôn El 23 de junio de 1939, comenzaba a publicarse en Montevideo el Semanario Marcha, que aparecerâ durante 35 anos, sin interrupciôn, todas las semanas, todos los viemes, hasta noviembre de 1974, cuando la dictadura cfvico-militar que se instaura en el Uruguay, clausura el semanario. La permanencia y resonancia en la cultura nacional contemporânea de esta publication, dirigida desde sus comienzos por el abogado, periodista y AMERICA 333 CARMEN DE SIERRA especialista de las ciencias econômicas Carlos Quijano, acompanado por un equipo de nombres indudablemente cultivados y estudiosos de los problemas nacionales, latinoamericanos y mundiales, constituye un dato fundamental a retener en el anâlisis histôrico de la sociedad uruguaya de los ultimos cincuenta afios. Esta "Generaciôn de Marcha", esta primera generaciôn crîtica del siglo XX uruguayo, como se la ha llamado (*), esta formada, ademâs de por su director Carlos Quijano, por figuras de relevancia en el desarrollo cultural y la reflexion cientffica sobre el pais como el filôsofo y profesor Arturo Ardao, el escritor Juan Carlos Onetti, el educador y pedagogo Julio Castro y muchos otros que les acompanan y les siguen @\ En la segunda mitad del ano 39, cuando comienza a parecer Marcha, estan ya présentes en el escenario histôrico mundial todas las fuerzas y factores que van a revolucionar y herir la época contemporânea. Era, por cierto, esta la época de la crisis de todas las doctrinas filosôficas, économico-sociales y polîticas optimistas, originadas en la segunda mitad del siglo XIX. Frente a la gran "religion de la humanidad" - sustituta de anteriores creencias y autoridades -, frente al "evolucionismo casi panteista" que habfa penetrado todas las corrientes del pensamiento y de la acciôn, a partir de la guerra del 14-18 y, sobre todo, en el perîodo de entre-guerra, se produce un desmoronamiento fundamental del pensamiento, de los modelos polîticos y sociales, de las convicciones sobre el funcionamiento y las relaciones de la sociedad civil y la sociedad polftica. Por todas partes, frente al seguro racionalismo anterior, se levantan los movimientos irracionales y las fobias o pânicos colectivos. Frente al humanismo confiado se levanta el racismo y los nacionalismos xenôfobos. Frente a los nacionalismos que se creian arraigados se levantan los imperialismos desvastadores e invasores ; frente a los "modelos" de sociedad y las ideologîas polîticas, se levantan las sociedades reaies en sus heterogeneidades, contradicciones y luchas internas. Frente a las democracias polîticas se levantan los autoritarismes y las dictaduras. Frente a las instituciones y a la confianza en el Estado, en el "Pueblo" y en la "Naciôn" se levantan los "cesarismos", los procesos carismaticos autoritarios de masas. El problema era mundial, americano y nacional. La gran crisis econômica del capitalismo mundial en el ano 29, con sus énormes secuelas sobre la desestabilizaciôn de los sistemas monetarios, de los mercados de producciôn y de empleo, pone en evidencia - para esta generaciôn de intelectuales uruguayos de ojos implacables, examinadores de cifras, cuadros y estadîsticas - los graves problemas de la dependencia, la fuerza de los imperialismos economicos y la fragilidad de todos los modelos polîtico- econômicos. Parece ser una toma de conciencia interiorizada y madurada de esta generaciôn de Marcha - primera generaciôn crîtica del siglo XX uruguayo - de los problemas de la interdependencia de la historia nacional con la historia latinoamericana o de esta con la historia mundial. Reflexion nueva, sobre todo, en sus aspectos économico-sociales, en comparaciôn con el discurso polîtico 334 AMERICA MARCHA (URUGUAY) oficial, prédominante en los très primeros decenios del siglo, un discurso que identifica al Uruguay a un modelo excepcional, aparté del continente, solo comparable a las mas civilizadas sociedades europeas @). Justamente la confirmation de esta interdependencia de los mercados, de las economias, de las ideologîas y de los sistemas permitfa a los autores percibir con especial agudeza una inesperada experiencia historica a nivel mundial : la crisis o la fragilidad de la democracia liberal. La crisis de esta prometida "etapa superior de la historia" a la cual el pensamiento politico europeo y también el uruguayo contemporâneo habîa creîdo ciegamente. Se habïa creido, como Tocqueville y Michelet en Francia y como J.P. Varela y Batlle en el Uruguay en el proceso ineluctable de la historia en el camino de la democracia y la igualdad^4). Pero el mundo se habfa transformado, se habîa transformado radicalmente a partir de la primera guerra mundial, de la revoluciôn rusa de 1917 y de la apariciôn de un tercer tipo de sistema o corriente ideolôgica que cuestionaba tanto la democracia liberal como el comunismo. Era el fascismo-nazismo, la posibilidad de la fuerza sobre el derecho, de los fanatismos sobre la razôn (5). La crisis econômica mundial y la desestabilizaciôn de los Estados democrâticos y libérales curopeos de los anos 30 encuentra su lôgica prolongaciôn de golpes de estado y dictaduras en una parte importante de los estados latinoamericanos. Para America Latina estos fenômenos no eran nuevos, pero ahora se dan en otro contexto politico ideologico. El Uruguay mismo que parecîa un mundo aparté en cl continente no logra salvarse de esta espiral (*>). La crisis institucional del ano 33 en el Uruguay con el golpe de estado de Gabriel Terra, batallista hetcrodoxo, apoyado en los sectores conservadores del Partido Colorado y del Partido Blanco Nacional, ahora dominantes, pone también en evidencia las fragilidades de la democracia nacional. En octubre de 1929 morfa José Batlle y Ordonez, conductor indiscutible del Uruguay moderno, liberal y democrâtico avanzado, dejando un verdadero vacîo politico en un momento de transformaciones historicas y radicales, mundiales y nacionales (7). Una série de graves acontecimientos imprévisibles para la identidad polîtica nacional se suceden : disolucion del Parlamento, detenciôn y deportaciones de dirigentes polîticos opositores, persecuciones violentas del movimiento obrero $\ Dos acontecimientos especialmente dramâticos marcan el fin de una época de la historia del Uruguay : el suicidio del Dr. Baltazar Brum, ex-ministro de José Batlle y Ordonez y ex-director del Consejo Nacional de la Administration y el asesinato del joven y radical diputado batllista César Gravert. Los acontecimientos ponen en evidencia las divisiones internas en los partidos tradicionales, las fisuras profundas en la convivencia democrâtica y la fragilidad de las instituciones en el Uruguay. AMERICA 335 Carmen de sierra II. La distancia critica frente al sistema oficial Durante las très primeras décadas del siglo la relation de los intelectuales con el sistema oficial habia sido muy diferente. En sus diversas corrientes ideolôgicas o polïticas, independientemente de su adhesion o no al partido de gobierno, todos se sentian participes y constructores de un mundo y de una cultura que les era comûn, que les pertenecîa y a la cual pertenecîan. Ejemplo de ello puede ser desde Zorrilla de San Martin, Carlos Reyles a José Enrique Rodô y el filôsofo Carlos Vaz Ferreira. Con sus profundas divergencias filosôficas, todos creen en una historia que avanza cumpliendo con la ley del crecimiento a través de la racionalidadd y el sentimiento, la voluntad personal y colectiva a través de una solidaridad que engloba al hombre y la sociedad. En ese sentido era explîcito el llamado a las juventudes laùnoamericanas de José Enrique Rodô, el "Maestro de Juventudes", en su consagrado libro Ariel para enrolarse en el "aceleramiento continuo y dichoso de la Evolution" a la que todos estaban destinados y dentro de ellos, sobre todo por sus urgencias, el continente latinoamericano^9^. Como afirmaba el sociôlogo Aldo Solari en el Uruguay "el golpe de estado de 1933, marca la initiation de un cambio profundo. Todos los intelectuales de izquierda pasaron a la oposiciôn". En realidad , lo que el autor llama intelectuales de izquierda son todos los intelectuales de la oposiciôn ya sean de los pequenos partidos socialistas y comunistas como de los