Revista Española Del Pacífico. Nº 6. Año VI. 1996
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Revista Española del Pacífico Asociación Española de Estudios del Pacífico (AEEP) Nº 6. Año VI. 1996 SUMARIO PRES ENTACIÓ N ART ÍCULOS Dossier sobre la revueltas filipina de 1896-97 La re vuelta tagala de 1896/97: Primo de Rivera y los acuerdos de Biac-na-Bató. Luis E. Togores Sánchez Rizal. Breve esquema biográfico. Pedro Ortiz Armengol Apuntes sobre el Katipunan. Carmen Molina Gómez-Arnau Fuentes documentales y bibliográficas española para el estudio de la Revuelta Tagala de 1896/97 en Filipinas. Luis E. Togores Sánchez Apéndice documental Documento 1: Real Decreto de 12 de septiembre de 1897. Reformando la Legislación Vigente en las Islas Filipinas. Documento 2: El último poema de Rizal: Mi último pensamiento. José Rizal Astrofísica desde el Pacífico sur. José Medina y Manuel Cornide Sobre la interesante concepción de los genitales femeninos en Chuuk (Micronesia). Beatriz Moral Una tableta “ika” con escritura jeroglífica de la isla de Pascua hallada en Madrid. Francisco Mellén Blanco Pronunciación de lenguas del Pacífico (5): Motu. Carlo A. Caranci Lo que perdió también España en la batalla de Manila. Florentino Rodao Manifestaciones de malestar social en la China actual. M.ª Jesús Merinero Martín Retana y bibliografía filipina 1800-1872. El “Aparato bibliográfico” como fuente para la historia de Filipinas (2.ª parte: Fuentes específicas). Antonio Caulín Martínez NOTAS Conferencia sobre el centenario de la revolución filipina. Manila, 21-23 de agosto de 1996. Florentino Rodao Notas de un breve viaje Nueva Zelanda. Jos Martín El desconocido epistolario de Mariano Fernández Henestrosa: un diplomático español en la península de Indochina. Agustín Muñoz Vidal RESEÑAS Revista Española del Pacífico Asociación Española de Estudios del Pacífico (AEEP) Nº 6. Año VI. 1996 [7] Presentación Presentamos un nuevo número, misceláneo, de nuestra Revista, el 6. En él incluimos una modalidad de sección, no fija, que se introdujo en el número 4, y que denominamos Dossier, con la que se pretende, a través de dos, tres o más trabajos, tratar diversos aspectos, desde varios puntos de vista, de un hecho o fenómeno concreto. En este caso se trata de mostrar, en su centenario, diversos aspectos del levantamiento anticolonial filipino contra España de 1896-97, que tan graves repercusiones tendrían para la presencia española en el Archipiélago, al enlazar con la guerra hispano-estadounidense de 1898, que pondría fin al «Pequeño Imperio» español de América, Asia y Oceanía1. Se encargan de mostrarnos esos aspectos estudiosos de la historia contemporánea y filipinistas, con cuatro trabajos. En el primero L. E. Togores nos habla del levantamiento tagalo, que fue un éxito sólo parcial, y que termina con los acuerdos de Biac-na-Bató de 1897, con los que España trataba de salvar lo salvable y prolongar su permanencia en el Archipiélago -las posteriores, pero ya tardías, medidas reformadoras de la legislación colonial, en parte incluidas en apéndice al Dossier, lo demuestran así-. P. Ortiz Armengol nos hace una clara semblanza biográfica del mayor dirigente anticolonialista 1 En su momento, con ocasión de los hechos de 1898, se elaborará un número extra de la REP. filipino, Rizal, personalidad múltiple y compleja, supremo héroe nacional de las Filipinas actuales. C. Molina escribe sobre el Katipunan, sociedad secreta que, heredera de otros movimientos anteriores, será el principal grupo político nacionalista y anticolonialista filipino, fundado por Aguinaldo y Bonifacio, entre otros, que se enfrentará a España y que en 1897 acabará aceptando el acuerdo de Biac-na-Bató. L. E. Togores recopila, en un segundo trabajo, las fuentes documentales y bibliográficas existentes en España sobre la revuelta del 1896, tanto las de la época como la documentación y títulos de los distintos archivos militares, coloniales, del Ministerio de Asuntos Exteriores, del Palacio Real, etc. El Dossier incluye en Apéndice un texto legislativo sobre las reformas emprendidas en septiembre 1897, pocos meses después del fin de la revuelta; y el último poema de Rizal. [8] Además del Dossier, el número, fiel al espíritu multidisciplinar de la REP, ofrece otros trabajos sobre aspectos diversos. «Astrofísica desde el Pacífico sur», de J. Medina y M. Cornide, describe las principales instalaciones para la observación estelar existentes en esta mitad meridional, astronómicamente privilegiada, del gran océano. Un trabajo de campo permite a B. Moral realizar un estudio de antropología de la sexualidad, centrado en el concepto que del sexo femenino tienen los micronesios de Chuuk, su ideología sexual, las expectativas sexuales de los hombres respecto al sexo de las mujeres, qué idea éstas tienen de él, y qué incidencia social tiene la estética sexual, el placer, la belleza y el pudor. Tres breves artículos tratan, el primero, de las tabletas «ika» de la isla de Pascua (F. Mellén). El segundo, de la pronunciación de una lengua melanesia, el motu (C. A. Caranci). El tercero, las terribles repercusiones sobre la colonia española de la ocupación japonesa de Manila durante la II Guerra Mundial (F. Rodao). Un extenso trabajo de Mª J. Merinero describe el malestar social en la China posmaoísta, con sus contradicciones, sus callejones sin salida, su crecimiento económico y la desorientación o pauperización de la sociedad y el vacío ideológico dejado por la supresión de facto del comunismo, ocupado por un capitalismo de Estado aún en pañales. Finalmente, se publica la 2ª y última parte del también extenso trabajo de A. Caulín sobre la bibliografía filipina recogida por Retana, fuente importante para el estudio de la realidad de Filipinas en el siglo XIX. Las Notas y la sección de Reseñas ponen punto final al número. El Consejo de Redacción. [9] Artículos [10] [11] Dossier sobre la revuelta filipina de 1896-97 [12] [13] La revuelta tagala de 1896/97: Primo de Rivera y los acuerdos de Biac-na-Bató Luis E. Togores Sánchez Universidad San Pablo - CEU I. AGOSTO 1896-ABRIL 1897 A. Preparación de la revuelta Desde siempre el estado de insumisión en Filipinas fue algo endémico. Las campañas en Mindanao y Joló se repetían con machacona insistencia sin lograr las autoridades de Manila terminar con la actitud levantisca de los moros, extendiéndose esta indulgencia a las zonas pobladas por los igorrotes y hasta las lejanas Carolinas. El reinicio de la guerra en Cuba, el 24 de febrero 1895, sirvió para incitar a la rebelión a los sectores más cultivados y europeizados de los tagalos, anhelantes de librarse del yugo de los castilas, para así quedar como dueños del archipiélago2. La década de los años 90 fue muy activa para el proceso nacionalista filipino. La creación de un comité de propaganda, en el que figuraba Rizal, dio lugar a la expansión del pensamiento nacionalista entre los sectores más cultivados de la sociedad tagala. A través de folletos, libros y del periódico editado en Madrid La Solidaridad se difundió el pensamiento filibustero3. En 1892 nacía en Manila la Liga Filipina4, disuelta en 1894 y deportados sus fundadores, entre ellos Rizal, al norte de Mindanao. [14] El 7 de julio de 1892 nace el Katipunan (Kataastaasan Kagalanggalang ng Katipunan ng mga Anak ng Bayan - Venerable Sociedad Suprema de los Hijos del Pueblo), asociación que liderará la lucha contra la permanencia de la soberanía de España en Filipinas. En el nacimiento y formación de los sectores nacionalistas filipinos se encuentra la presencia de la masonería, principios e ideas que llegaron al archipiélago -en opinión de Pi y Margall- de mano del acercamiento que vivió el archipiélago a Europa en la década de los setenta. El acercamiento permitió el acceso de los tagalos a las Universidades españolas y europeas sobre la base del gran número de filipinos que realizaron estudios en la universidad de Manila. Según Pi y Margall, en 1892 estaban ya del todo organizados masónicamente los futuros rebeldes filipinos5. El diputado por Cuba Retana, ante esta situación, reclamaba de continuo que el Capitán General de Filipinas, entonces general Blanco, impidiese esas conspiraciones. Lejos de comprobar las denuncias, Blanco, enemistado con el arzobispo de Manila -fray Bernardino Nozaleda- hacía oídos sordos a estas advertencias, en las que no creía6. 2 Ver, de Diego, Emilio (coordinador): La Guerra de Cuba y la España de la Restauración, U. C. M., Madrid 1996; y Naranjo Orovio, Consuelo (editora): La Nación soñada: Cuba, Puerto Rico y Filipinas ante el 98, Doce Calles, Aranjuez 1996. 3 Término con el que se expresaban las actitudes y acciones independentistas, tanto en Cuba como en Filipinas, contrarias a la continuación de la soberanía española. 4 Grupo nacionalista tagalo-filipino, liderado por Rizal partidario de la adopción de medidas políticas para lograr reformas en el archipiélago, teniendo como objetivo final de independencia. 5 El 2 de julio de 1895 por una R. O. reservada, se formulaba un plan para erradicar la constitución de asociaciones secretas del archipiélago. El ministro de Ultramar Abarzuza, miembro del partido liberal de Sagasta, ya había expuesto su criterio de prohibir la masonería en Filipinas con anterioridad. Por la práctica totalidad de los autores y publicistas de la época, la masonería era en buena parte, la causante del independentismo filipino. Ver los trabajos de Foradada: La soberanía española en Filipinas, Madrid 1897, y el de José M. Castillo y Jiménez, El Katipunan o el filibusterismo en Filipinas, Madrid 1897; así como los trabajos de José Andrés-Gallego sobre esta cuestión, entre otros. 6 El 22 de abril de 1894 El Imparcial, publicó diversos artículos muy documentados sobre los progresos que el separatismo filipino hacía. Postura secundada por el Diario de Sevilla, La Tradición Navarra y el Diario Mercantil de Zaragoza. Hechos que no cambiaron en casi nada la actitud de Blanco. Ver Andrés-Gallego, José: «El separatismo filipino y la opinión española» en Hispania, año 1971, p. 98. Desde agosto de 1895 existían informes, llegados a través de los religiosos españoles que prestaban su ministerio en las diferentes provincias de Luzón, de la importancia que tomaba el Katipunan y de su conocida actitud antiespañola, así como del gran número de afiliados con que contaba7.