Dramaturgia Antioqueña, 1879-1963 : Antología
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Dramaturgia antioqueña, 1879-1963 –Antología– Felipe Restrepo David –Compilación, prólogo y notas– Dramaturgia antioqueña, 1879-1963: antología / Juan de Dios Uribe Restrepo…[et al.] -- Medellín: Fondo Editorial Universidad Eafit, 2014. 306 p. ; 24 cm. -- (Colección Bicentenario de Antioquia) ISBN 978-958-720-221-2 1.Drama antioqueño – Historia y crítica – Siglo XIX. 2. Drama antioqueño – Historia y crítica – Siglo XX.l. Tít. II. Serie. III. Restrepo David, Felipe, Prol. C862.08 cd 21 ed. D763 Universidad Eafit-Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas Dramaturgia antioqueña, 1879-1963 –Antología– Primera edición en la colección Bicentenario de Antioquia: julio de 2014 © Herederos de: Juan de Dios Uribe Restrepo, Alejandro Vásquez Uribe, Juan José Botero, Sal- vador Mesa Nicholls, Isabel Carrasquilla de Arango, Efe Gómez, Alejandro Mesa Nicholls, Gonzalo Arango, Regina Mejía de Gaviria, Ciro Mendía © Colección Bicentenario de Antioquia © Fondo Editorial Universidad EAFIT Carrera 48A No. 10 sur - 107 Tel.: 261 95 23, Medellín http://www.eafit.edu.co/fondoeditorial e-mail: [email protected] isbn: 978-958-720-221-2 Diseño de carátula: Miguel Suárez Prohibida la reproducción total o parcial, por cualquier medio o con cualquier propósito, sin la autorización escrita de los editores. Editado en Medellín, Colombia Agradecimientos A la Sala Antioquia de la Biblioteca Pública Piloto por facilitarnos el manus- crito de Alejandro Mesa Nicholls, y las primeras ediciones de la mayoría de los autores aquí antologados. A Elkin Obregón por sus comentarios. A la Corporación Fernando González-Otraparte por ceder los derechos de publicación de HK-111 de Gonzalo Arango. A Roberto Gavira, Cristó - bal Gaviria y Gloria Mesa por los de Calle tal, Número tal de Regina Me- jía de Gaviria. A los nietos y bisnietos de Isabel Carrasquilla de Arango por los de Contra viento y marea. A Francisco Javier Vásquez Gómez por los de Roque Yarza de Efe Gómez. Y sobre todo a Viviana Restrepo Osorio por su incondicionalidad y por su ayuda en la trascripción de los textos y su corrección. Es gracias a ella que esta antología pudo ver la luz. Por eso, a ella dedico este libro. Medellín, 16 de marzo de 2014 Contenido Prólogo. Felipe Restrepo David .................................................................. 9 De la antología ........................................................................................ 17 Para volver a comenzar Por el rey y por la honra. Juan de Dios Uribe Restrepo .......................... 21 Nuestra expresión cómica Zoila Rosa. Alejandro Vásquez Uribe .................................................... 29 Nosce te ipsum. Juan José Botero ......................................................... 56 Hacia un drama regional Adiós, Lucía. Salvador Mesa Nicholls................................................... 81 Contra viento y marea. Isabel Carrasquilla de Arango .......................... 102 Roque Yarza. Efe Gómez ..................................................................... 116 Revisión de nuestra historia Lauro candente. Alejandro Mesa Nicholls ............................................. 129 Lo que vendrá HK-111. Gonzalo Arango.................................................................... 237 Calle tal, Número tal. Regina Mejía de Gaviria ................................... 265 Prometea desencadenada. Ciro Mendía ............................................... 281 Prólogo Hay dos fechas clave que nos remiten a un inicio de la dramaturgia antioque- ña. La primera es 1803, cuando en el Coliseo Ramírez (donde se encuentra el actual Teatro Colón de Bogotá) se representaron los dramas Eneas y El sa crificio de Idomeneo de José María Salazar (1784-1827). Él era apenas un joven poeta, estudiante de Derecho del Colegio de San Bartolomé que había nacido en Rionegro, y que al iniciarse el siglo ya mostraba interés por crear una dramaturgia propia; y aunque sus dos obras fueran posiblemente imitación de la estética neoclásica de entonces, quizás ya intentaban promulgar aquel espí- ritu independentista que comenzaba a hacerse sentir en la atmósfera política. Con los años abandonaría el teatro y se dedicaría a ser un activo luchador por la Independencia, incluso llegó a ser el autor de la primera letra del Himno Nacional. Lamentablemente, esas dos obras no se conservan y solo sabemos de ellas por referencias de terceros. La otra fecha es el 19 de octubre de 1856 cuando se representó, esta vez sí en Medellín, Octavio Rinuccini de Carlos Antonio Gónima Chórem (1831-¿?). Los actores hacían parte de la Compañía de aficionados de Medellín; la di- rección estuvo a cargo del actor José Froilán, uno de los hombres esencia- les para comprender el teatro antioqueño del siglo xix. Este drama también permanece inédito, y de él solo sabemos que provocó intensos debates pues fue tachado de inmoral debido a que la historia terminaba en parricidio; de otro lado, se lo calificó de plagio ya que había una escena de envenenamiento semejante a la de una obra de Víctor Hugo, Lucrecia Borgia. No obstante, los argumentos a favor del principiante dramaturgo también aparecieron pronto: * 9 * Prólogo los hechos históricos están allí para ser usados por el artista, y las semejanzas entre una y otra obra son eso, semejanzas, y no imitaciones de la segunda sobre la primera. Marina Lamus Obregón recrea este episodio, con notas de periódi- co de la época, en su Teatro en Colombia 1831-1886. Y hay otro libro, Apuntes para la historia del teatro de Medellín (1909) de Eladio Gónima Ch. (1828-1904) que, además de corroborar el hecho anterior, cuenta todo un siglo de prácticas teatrales en Medellín. El autor, quien a su vez fue actor, de su propia experiencia nos lleva de la mano desde los primeros años de 1830 hasta 1897, cuando pone punto final a su crónica. Por eso, hay allí una fuente invaluable de datos y anécdotas para reconstruirnos algunos de los momentos cruciales de nuestra historia teatral del siglo xix; antes que por un estudioso, esa crónica fue escrita por un testigo vivo de la escena: un hombre que sintió en carne y hueso el arte, y al que se entregó con devoción. Ahora bien, es importante decirlo de una vez. Esta no es una antología so- bre el teatro en Antioquia ni una historia breve, menos una crónica. Es el resultado de una investigación que pretendió mostrar algunos de los autores más representativos de la dramaturgia antioqueña; en ese sentido, este libro solo aborda una parte del arte teatral: el texto escrito, y digo una parte porque aquí no se encontrarán referencias a actores, ni a edificios, ni a escenografías, ni al público, ni tampoco biografías de los mismos dramaturgos antologados. Nuestra propuesta fue, en concreto, ofrecer a los lectores y a la comunidad tea- tral un conjunto de textos sobre una época en específico. ¿Cuál época? Pues bien, partimos de una hipótesis: gracias a algunas pu- blicaciones (de mayor o menor tiraje, de poca o mucha distribución) hemos podido conocer la dramaturgia de nuestra época, y la de las décadas anteriores; y ello, también, gracias a que varias de esas obras se han representado, aunque muchas otras se han quedado en el papel (libros o folletos o revistas). Y tal como conocemos nosotros hoy en día el teatro colombiano, y antioqueño, ha sido producto de lo que comenzó en la década del sesenta como “teatro mo- derno colombiano”, con las puestas en escena de Santiago García y Enrique Buenaventura, entre otros. Un teatro que buscaba caminar a la par de las van- guardias europeas y norteamericanas, al mismo tiempo que revaluaba la propia historia, asumiéndose críticamente no solo desde instancias sociales y políticas (bajo la influencia de Brecht, por ejemplo) sino desde perspectivas estéticas, * 10 * Felipe Restrepo David sicológicas y escénicas (con la presencia de Becket, Ionesco, Tennessee Wi- lliams, Priestley, Pinter, Miller, entre otros). Por eso, quisimos llevar nuestra mirada mucho más atrás y preguntarnos por la tradición que sustentaba nuestra actual dramaturgia antioqueña: releer y mostrar esas obras del siglo xix y de inicios del siglo xx. Saber cuáles eran sus temas y sus intereses políticos y artísticos; qué tipo de estructuras dramatúrgi- cas proponían y cómo dialogaban unas con otras, si es que había diálogo. Darle la voz, otra vez, a esas obras, ponerlas a hablar pero desde nuestro tiempo; traerlas de su silencio y enriquecerlas con nuestra lectura, o, por qué no, con una nueva puesta en escena. Allí fue cuando apareció la obra de Juan de Dios Uribe Restrepo, el Indio Uribe (1859-1900), Por el rey y por la honra de 1879, como la primera pieza teatral publicada de la que tengamos noticia. Si las obras de José María Salazar y Carlos Antonio Gónima Chórem no nos han llegado, entonces esta pieza de Juan de Dios Uribe Restrepo puede plantearse como un nuevo inicio en nues- tra tradición. La cuestión no es meramente arbitraria en cuanto olvida o niega lo hecho anteriormente, se trata más bien de una estrategia didáctica: es poner un punto de inicio, reconocible en un texto, para desde allí moverse hacia atrás y hacia delante. Por eso, esta antología comienza con esta breve obra en un apartado que se ha llamado “Para volver a empezar”. Luego, proponemos otro cuerpo de obras, “Nuestra expresión cómica”, en el que se encuentran Alejandro Vásquez Uribe (1851-1914), con Zoila Rosa, y Juan José Botero (1840-1926), con Nosce te ipsum. Son dos autores que, des- conociéndose la fecha de creación de estas piezas, representan varios de los aciertos de las formas humorísticas (juego, imitación y parodia del lenguaje campesino, picardía, insinuaciones y festividad) que se llevaron a la escena en las primeras décadas del siglo xx en Antioquia; obras que sin duda alguna significaron el deleite de la escena, el mejor teatro de entretenimiento, el espe- jo del pueblo que podía verse en lo que tenía de más orgulloso pero también de más ridículo. Por supuesto, hubo otros autores que con una o varias obras también exploraron la misma comicidad desde lo rural o lo urbano, como Ciro Mendía, a quien hemos decidido poner en otro lugar por razones que luego explicaremos. Antes de continuar, unas palabras sobre nuestra propuesta de orden, que es temática antes que cronológica.