Diego Hurtado De Mendoza, Arcipreste De Maqueda
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Lemir 22 (2018): 53-60 ISSN: 1579-735X ISSN: Diego Hurtado de Mendoza, arcipreste de Maqueda M.ª del Carmen Vaquero Serrano IES «Alfonso X el Sabio», Toledo Juan José López de la Fuente Hospital de la Misericordia, Toledo RESUMEN: En Maqueda, en un documento de 1542, hemos encontrado a un arcipreste llamado Diego Hurtado de Mendoza. ¿Fue él el escritor o no? PALABRAS CLAVE: Maqueda, arcipreste. ABSTRACT: In Maqueda, in a document of 1542, we have found an archpriest, whose name was Diego Hurtado de Mendoza. Was he the writer or not? KEYWORDS: Maqueda, archpriest. ______________________________ Siglas ADT Archivo Diocesano de Toledo AHN Archivo Histórico Nacional APN Archivo Parroquial de Novés (Toledo) CSIC Consejo Superior de Investigaciones Científicas PARES Portal de Archivos Españoles Nota preliminar por M.ª del Carmen Vaquero Serrano Hace algunos meses sugerí a mi colaborador desde hace nueve años Juan José López de la Fuente una línea de investigación, y nos pusimos manos a la obra. Cuando ya había- mos dado el estudio casi por concluido, nos acercamos al Archivo Diocesano de Toledo Fecha de recepción: 21/11/2017 Fecha de aceptación: 25/01/2018 54 Lemir 22 (2018) M.ª del Carmen Vaquero & Juan José López a comprobar dos o tres referencias. Y cerciorados de ellas, por no perder la mañana ya que estábamos allí, decidimos revisar cada uno una caja más del Fondo de Capellanías. Y, cuando llevábamos una media hora en ello, Juan José me dijo, asombradísimo, que en el expediente que en ese momento él estaba revisando, del año 1542, aparecía «el muy reve- rendo y magnífico señor don Diego Hurtado de Mendoza, arcipreste de la dicha villa [de Maqueda]». Y, en efecto, así ponía. El hallazgo debo confesar que nos extrañó muchísimo, porque era lo último que esperábamos. Unos días después, regresé al archivo sin la com- pañía de Juan José, que estaba en su trabajo, y en el mismo expediente volví a encontrar otra referencia al personaje, «el muy magnífico señor don Diego Hurtado de Mendoza, arcipreste de la dicha villa [de Maqueda]». Comprobado el dato, hemos decidido darlo a conocer en este artículo con un breve análisis de la cuestión. Introducción Es de sobra conocido por los interesados en el Lazarillo de Tormes que la segunda per- sona a quien se atribuyó la novela fue a Diego Hurtado de Mendoza, hijo del II conde de Tendilla y personaje muy famoso en su época por su erudición y por haber desempeñado, entre otros cargos, el de embajador en Venecia en tiempos de Carlos I. También se sabe que esta atribución apareció en dos obras, una de Valerio Andrés Taxandro, Catalogus clarorum Hipaniae scriptorum (1607), libro que en el catálogo de la Biblioteca Nacional de España aparece registrado como del autor Andreas Schott1, y donde se lee: DIEGVS HVRTADVS A MENDOZA, vir nobilis, Orator Caesaris apud Vene- tos, scripsisse dicitur Paraphrasin in Aristotelem. /[…] Poemata etiam vernacule pangebat, & Lepidum libellum Lazarilli de Tormes2. [Diego Hurtado de Mendoza, varón noble, embajador del césar Carlos ante los venecianos, se dice que escribió Paraphrasin in Aristotelem […]. También compuso algunos poemas en castellano y el libro de entretenimiento del Lazarillo de Tormes]. Y en la Hipaniae Bibliotheca (1608), de nuevo, de Andreas Schott, leemos: DIDACVS HVRTADVS MENDOZIVS: Nobili hic stemmate illustris, ad ge- neris splendorem ingeniique acrimoniam, studium quoque, eruditionemque ad- hibuit. […] Eius etiam esse putatur Satyricum illud ac ludicrum Lazarillo de Tor- mes, cum forte Salmanticae Ciuili Iuri operam daret. Poft aetate maturior, lega- tionibus pro Caesare Carolo functis, viginti ipsos annos apud Senatum Venetum Oratorem egit. […]3. 1.– Entendemos que Valerio Andrés Taxandro fue un heterónimo que utilizó Schott (1552-1629). Lo cierto es que también, según los catálogos de la Biblioteca Nacional de España, hubo un Valerius Andreas (1588-1655). Tal vez fueron profesor y alumno. Francisco Calero, «Vives y el Lazarillo: A propósito de la nueva edición (2011) de Francisco Rico», en eHumanista 24 (2013), p. 687, asegura que «Valerio Andrés Taxandro es uno de los seudónimos de los que se sirvió el jesuita Schott». (Consultado el 17-X-17). 2.– Vid. Andreas, Valerius, Catalogus clarorum Hispaniae scriptorum, Moguntiae, Ex Typographeo Balthasaris Lippij, 1607, p. 44 [imagen 44], en la Münchener DigitalisierungsZentrum Digitale Bibliothek. (Consultado el 17-X-17). 3.– Schott, Andreas,Hispaniae bibliotheca, Francofurti, apud Claudium Marnium & haeredes Ioan. Aubrii, 1608. Di- gitalizado en Biblioteca Digital Hispánica, <http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000013040&page=1>, tomvs III, p. 543 [imagen 553]. (Consultado el 17-X-17). Diego Hurtado de Mendoza, arcipteste de Maqueda Lemir 22 (2018) 55 [Este ilustre varón de noble estirpe añadió la vivacidad de su ingenio, sus estudios y erudición al esplendor de su linaje. […] Se piensa ser obra suya aquel satírico y de entretenimiento Lazarillo de Tormes, acaso mientras estudiaba Derecho Civil en Salamanca. Después, ya maduro en edad, desempeñando embajadas para el em- perador Carlos, ejerció veinte años como embajador ante el gobierno de Venecia.] No cabe duda, pues, de que ambas obras atribuyen el Lazarillo al Diego Hurtado de Mendoza, embajador en Venecia. Y constándonos que Schott vivió en Toledo, donde se le 4 sitúa en 1583 , no creemos que cayese en el error de una homonimia y que, siendo el Laza- rillo de otro Diego Hurtado de Mendoza, se lo adjudicase sin dudarlo al erudito embajador. Los textos Transcribiremos5 a continuación los párrafos del documento del Archivo Diocesano de Toledo donde aparece el personaje. Dice el primero: En la villa de Maqueda, en dieciséis días del mes de febrero, año del Nacimien- to de Nuestro Salvador Jesucristo de mil y quinientos y cuarenta y dos años, ante el reverendo señor bachiller Diego Sanchez, clérigo, teniente de arcipres- te en la dicha villa, por el muy reverendo y magnífico señorD. Diego Hurtado de Mendoza, arcipreste de la dicha villa, […]6. Y el segundo: En la villa de Maqueda, en veintisiete días del mes de junio, año del Nacimien- to de Nuestro Salvador Jesucristo de mil y quinientos y cuarenta y dos años, ante el reverendo señor el bachiller Diego Sanchez, clérigo, vicario en la dicha villa por el muy magnífico señor D. Diego Hurtado de Mendoza, arcipreste de la dicha villa, […]7. Reflexiones En torno a estos nuevos datos, caben dos posibilidades: que el Diego Hurtado de Men- doza, de Maqueda, a quien de aquí en adelante llamaremos el arcipreste, y el Diego Hurta- do de Mendoza, que designaremos como el embajador, sean: a) distintas personas. b) la misma persona. En el caso primero, se trataría de una simple homonimia de las muchas que se daban en el siglo xvi y más dentro de un mismo linaje, y el descubrimiento solo aportaría el dato de 4.– Lozoya Elzáurdia, Teófilo de, «El Griego en la Universidad de Toledo», en Cuadernos de Filología Clásica, 1979, vol. 16, p. 182. Digitalizado en: <http://revistas.ucm.es/index.php/CFCA/article/view/CFCA7980110177A/3183> (Con- sultado el 18-X-17). 5.– A lo largo de este artículo, en todos los textos transcritos por nosotros, actualizamos las grafías, acentuamos al modo de hoy, ponemos entre corchetes lo que entendemos que falta y entre barras \ / lo que aparece interlineado y destacamos en negrita todo lo que nos interesa. 6.– ADT, Fondo: Capellanías, caja 156, exp. 16, [f. 18r.]. 7.– Ibidem, [f. 50r.]. 56 Lemir 22 (2018) M.ª del Carmen Vaquero & Juan José López que un miembro de la familia Mendoza habría recibido esta prebenda y que, si llegó a co- nocer la villa o a residir en ella, quizás —y como mucho— hubiera sido el informante al au- tor del Lazarillo de la existencia en Maqueda de clérigos como el que se pinta en la novela. De ser cierta la segunda hipótesis, el hecho de que el embajador, simultáneamente a su embajada en Venecia, —recordemos que sus biógrafos lo sitúan allí a partir de 15398— gozase de los beneficios del arciprestazgo de Maqueda, añadiría un dato más a su biogra- fía, algo desconocido hasta ahora, que aproximaría a don Diego a la autoría del Lazarillo. Pues, a los vínculos topográficos de Salamanca —donde se sabe que estudió— y Toledo —ciudad a la que es posible que acudiera, entre otros momentos, a las Cortes de 1538- 399—, ahora se sumaría, sin duda posible, el de Maqueda. Pero, a continuación, si resultara cierta la última hipótesis, deberíamos retomar el cen- tenario dilema: c) Hurtado de Mendoza, el embajador, no fue el autor del Lazarillo, sino otro. d) D. Diego sí escribió el Lazarillo. En el caso c), solo tendríamos, como ya hemos dicho, una noticia más sobre su vida. Y lo mismo ocurriría en la posibilidad d), con la salvedad, también apuntada, de que ahora sí contábamos con un hecho cierto que lo vinculaba a Maqueda. Pero en este punto creemos que es la ocasión de volver sobre algunos detalles de su biografía. Se sabe que D. Diego, nacido hacia 1503 o 1504, fue el último vástago del II conde de Tendilla y que quedó huérfano en la niñez, pues su madre, doña Francisca Pa- checo, murió entre 1506 y 150810, y su padre, en 151511. En este año, Diego tendría unos 11 o 12 años y pasaría a depender económicamente en gran parte de su hermano mayor, Luis Hurtado de Mendoza, III conde de Tendilla. Es conocido que el adolescente mar- chó, ¿aproximadamente con 15 años?, esto es, hacia 1519, a Salamanca a cursar Derechos Civil y Canónico12, estudios que concluiría en torno a 1529. ¿Con qué ingresos —aparte de los heredados— contaría en aquellos años y en los siguientes? ¿Pensaría ser militar, desempeñar alguna función en la Corte o hacer carrera eclesiástica? ¿O combinar las tres actividades? Si se hubiera hecho clérigo, esto explicaría el que nunca contrajese matrimo- nio y tal vez para ello recibiese algún tipo de órdenes eclesiásticas.