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AL JUZGADO

Don Isidro García: Procurador de los M. I. Ayuntamientos

de las Ciudades de Tudela y Corella y Villas de . Peralta, Santacara.

Milagro, , y Funes; en virtud de poderes bastanleados que

acompaño y ejercitando la acción, Communi dividundo (y a reserva de cualquier otra

que pudiera corresponderles), como más haya lugar en derecho del modo más proceden­

te digo:

Que en unión de los pueblos de Carcasíillo, Mélida, , , Arguedas, Fus-

tiñana, , , Cortes, Buñuel, Valle de Roncal y Valle de Sala/ar mis repre­

sentados poseen en común «/os montes llamados /3ardenas Icenles de Navarra»', por discre­

pancias en la manera de ser dislrutados se acordó en Junta general de representantes de los

pueblos del año 1922 (15 de Febrero) el cese de la mencionada comunidad, y la partición de ios

atados montes a fin de que a cada pueblo se le señale una parte determinada en donde ejercite sus derechos; agotadas las gestiones amistosas y para resolver tan enojoso asunto en nombre de los mencionados Ayuntamientos, me veo obligado a entablar la presente demanda que fun­ damento en los siguientes i u r j j hechos y iundamentos de derecho; contra los Ayuntamientos y juntas de valles de las villas citadas al iniciar ti párrafo, y contra la Orden Cisterciense, en (La Oliva). HECHOS

I

En el extremo Sur Este de Navarra y en la antigua Merindad de Tudela se encuentran los montes llamados de Navarra, comprendiendo un radio de siete leguas de longitud por cinco de latitud (35 25 kms), cuya extensión, es de CUATROCIENTAS OCHEN­

TA MIL SETECIENTAS CUARENTA V OCHO ROBADAS NAVARRAS, equivalente a cua­ trocientos treinta y un millones, novecientos treinta y un mil, doscientos cincuenta metros cua­ drados.

Como se acredita y desprende del documento n.° Las mencionadas Bardenas se encuentran sometidas a la jurisdicción del Partido judi dial de Tudela (art.° 2 de las Ordenanzas de Bardenas de 1915, documento n.° )•

Confinando con el Reino de Aragón en la frontera Este de Navarra y por el Norte con el partido judicial de lindando con los pueblos de Caparroso, en una longitud de once mil ochocientos metros 11.800; con el término de Traibuenas en una longitud de cinco mil sete­ cientos metros, 5.700; con el de Mélida en una longitud de siete mil seiscientos metros, 7.600;

con Santacara en una longitud de trescientos metros, 300; con en una longitud de

cinco mil trescientos metros, 5.300; con Mélida (en su término de

tud de cuatro mil metros, 4.000; y con el de Carcastillo (después de «La Quemada») en una

longitud de cinco mil quinientos cincuenta metros, 5.550.

Al Sur con término del pueblo de Buñuel en una longitud de seis mil cuatrocientos cin­

cuenta metros, 6.450; con los de Fustiflana en una longitud de veinte mil trescientos cincuenta

metros, 20.350; con Cabanillns en una longitud de cuatro mil trescientos cincuenta metros,

4.350; y con Tudela en una longitud de diecisiete mil seiscientos metros, 17.600.

Al Este, con la provincia de Zaragoza y términos de los pueblos de Tauste, Ejea de los

Caballeros y Sádaba, en una longitud de cuarenta y cinco mil quinientos cincuenta metros,

45.550.

Al Oeste, con el término de Arguedas en una longitud de diez mil novecientos metros,

10.900; con Valtierra (Vedado de Eguaras) en una longitud de trece mil novecientos cincuenta

metros, 13.950; con Arguedas en una longitud de cuatro mil novecientos cincuenta metros,

4.950; con Valtierra en una longitud de seis mil ochocientos metros, 6.800; y con Villatranca

tres mil cincuenta metros, 3.050.

Como se acredita y desprende del documento n.° , en relación con el n. ,

plano de las Bardenas, levantado por la Excma. Diputación en 1873, en cuya ejecución

se tuvieron en cuenta para determinar su perímetro los mojones que en el año 1743 y 46-47 re­

novó mediante autos de recorrimiento y amojonamiento D. Antonio de Marichalar, Oidor de la

Cámara de Comptos de Navarra y lúe/, especial en comisión para este cometido confirmando

las sentencias de amojonamiento pronunciadas por D. Juan Gascón de Araciel, Oidor de la Cá­

mara de Comptos y Juez especial en comisión para este cometido durante los años 1621-1622

que a su vez son una confirmación de las que en 1537 y 1538 pronunció D. Lope Cruzai, tam­

bién Oidor de la Cámara de Comptos y luez especial para amojonar las Bardenas Reales.

Como se acredita y desprende de la «COMPILACION DE LOS AMOJONAMIENTOS

PRACTICADOS ENTRE LAS BARDENAS REALES Y LOS TERMINOS DE LOS PUEBLOS LIMITROFES A LAS MISMAS», documento n.° , cuyo contenido se encuen­

tra certificado por la Excma. Diputación foral y Provincial de Navarra previo cotejo con las sen­

tencias originales obrantes en el Archivo de la Cámara de Comptos de Navarra, hoy en el Ar­

chivo de la Excma. Diputación.

Si bien debemos de advertir que la actual línea de mojones que sobre el terreno señala y

delimita la Bardena de los términos de los pueblos limítrofes a la misma, ha sido ratificada y

confirmada en 1859 en lo referente a (Fustiñana, Cabanillas, Buñuel y Tauste y en el año 1889

en lo que respecta a Tauste, Ejea de los Caballeros y Sádaba (Aragón) y confirmada y reno­

vada en parte por el Instituto Geográfico y Estadístico en lo referente a Sádaba (año 1922),

Ejea de los Caballeros (año 1925), aclaración de 1925, Tauste (año 1923) aclaración de 1923,

Buñuel (año 1921) aclaración de 1925, Fustiñana (año 1925), Cabanillas (año 1924), Argue- das (año 1925), Valtierra (año 1925).

Pero hoy día no podemos unir a esta demanda más que los de Fustiñana, Sádaba y

Ejea de los Caballeros (Documentos n.° ).

Señalo los Archivos del Instituto Geográfico y Estadístico del Ministerio de Instrucción

Pública Madrid, para que conforme vayan ingresando las actas de reconocimiento de la línea, límite entre los pueblos limítrofes de la Bardena se expidan y umui a los autos que esta de­ manda origine.

III

En quieta y pacífica posesión son disfrutadas en común por los pueblos y valles (y me­ diante sus vecinos) de Tudela 1, Corella 2, Arguedas 3, Valtierra 4, Fustiñana 5, Cabanillas 6,

Cortes 7, Buñuel 8 ,Cadreiía 9, Milagro 10, Villafranca 11, Marcilla 12, Funes 13, Peralta 14,

Falces 15, Caparroso 16, Santacara 17, Mélida 18, Carcastillo 19, Valle del Roncal 20 y Sala- zar 21.

Esta Comunidad de derechos, se halla ordenada y reglamentada en la actualidad, en vir­ tud de las «Ordenanzas de las Bardenas Reales de Navarra» recopiladas y aprobadas por la jun­ ta general de representaciones de los pueblos congozantes, celebrada en la ciudad de Tudela a

10 y 11 de Noviembre de 1881 y 8 de Febrero de 1882; reformadas a 15 de Julio de 1915.

Como se acredita y desprende del documento N.°

IV

No siempre tuvieron los pueblos antedichos el derecho que sobre las mencionadas Barde-

ñas ostentan en la actualidad pués este como hecho humano nace y evoluciona a través de la

Historia y en consonancia con la misma. Aunque por derecho natural el dominio de las Bardenas tenía que pertenecer a los pueblos limítrofes y vecinos a las mismas, sucesores de los primitivos pobladores, la fuerza, el falso principio de un derecho de conquista y el feudalismo medioeval después les arrebató éste, pasan­ do a los Reyes de Navarra primero, y a sus representantes los de España después, la propiedad de la mismas los cuales transformaron, concedieron a guisa de gracia y merced de la Realeza lo que por derecho natural, en propiedad absoluta y sin limitación alguna les correspondía.

Prescindiendo de los derechos que en la época preromana y gótica tuviesen los pueblos sobre las mismas, nos limitaremos a consignar el nacimiento actual del derecho que los pueblos tienen a partir de la Reconquista que es cuando documentalmente y sin atenernos a presunciones

podemos acreditar cuanto manifestemos.

Iniciada la Reconquista los caudillos navarros ya con anterioridad al Siglo IX habían so­

metido a su poder la parte Norte al menos de las Bardenas Reales, las que por derecho de la

Conquista pasaron a ser patrimonio Real.

Una vez las Bardenas propiedad de los Reyes de Navarra, éstos bien para atraer mora­

dores a /as villas conquistadas a los árabes (tal es el caso de la concesión de 1 udela, Argue-

das, Valtierra y Cadreita) o para apremiar servicios de guerra o fidelidad a la Realeza (a que

obedeció la de los valles de Roncal y Salazar y villa de Caparroso) y en situaciones apuradas

del Erario Peal para atender a gastos de guerras o fortificación de Plazas (si bien esto fué

durante las dinastías Austríaca y Borbónica los Reyes concedían disfrutes en las Bardenas Pe­

ales a cambio de entregas en metálico (á ello obedece el origen del derecho que los pueblos de

Corella, Milagro, Fustiñana, Santacara, Cortes, Marcilla, Peralta, Funes y Falces tenían en las

ya dichas Bardenas).

Y por último algunos otros pueblos lo adquirieron por costumbre ratificada por privile­

gio de los Peyes y sentencias de este antiguo Peino. (Así nació el derecho de las villas de Car-

castillo, Buñuel, Mélidii, Cabanillas y Villafranca).

Clasificados los pueblos por razón del origen de su derecho expresaremos a continuación

la fecha exacta y el documento o título en virtud del cual acreditan el nacimiento de su derecho

en las Bardenas.

Expondremos a continuación el primer grupo:

PRIMERO.-CONCESIONES DE LOS REYES PARA ATRAER POBLADORES A LAS

CIUDADES O VILLAS RECIEN CONQUISTADAS A LOS ARABES Y COMO PREMIO O

FRANQUICIA A LOS POBLADORES Y SUS SUCESORES A FIN DE ROBUSTECERLAS

Y CREAR DE ESTA FORMA FUERTE BARRERA CONTRA NUEVOS ATAQUES.

Expondremos con arreglo a un orden cronológico. ARGUEDAS.— En la Era de 1150 y (1092 año de J) en el mes de Enero los Señores

Reyes Don Sancho Ramiro y Don Alonso, Reyes de Navarra y de Aragón a los hombres poblado­ res que fueron y a los que fuesen a poblar Arguedas, donaron en toda Ia Bardena de Argüe das, el herbaje, la caza y madera que tallasen a su gusto y leña, carbón y hierba para sus ganados, y que pudiesen rozar en la sobredicha Bardena, donde les pareciese en los yermos. Así consta por

Privilegio expedido en el Castillo de Arguedas y en el mencionado mes y año. Este privilegio fue confirmado en Segovia a 28 de Mayo de 1514 por S. M. el Rey Don Fernando I de Navarra y V de Castilla Rey de Aragón y Navarra y por Sentencia pronunciada por el Real Consejo de

Navarra a 19 de Diciembre de 1553 se confirmó el mencionado privilegio con la advertencia de que cazasen excepto en tiempo de veda, y anteriormente los Reyes Don Juan y Doña Catalina por sentencia de 17 de Noviembre de 1498 y privilegio de 1494 se confirma el mencionado goce y derecho de los de Arguedas, sino en la misma igualdad y forma que lo tenían los demás go­ zantes. (Véase páginas 75 a 80 del documento n.° , del cual se desprende lodo lo ante­ riormente dicho).

TUDELA.— Al conquistar Alfonso el Batallador la ciudad de Tudela en la Era

1155 año 1117 y otorgar carta de población dió a dicha Ciudad y los pobladores en ella y a los que después viniesen a perpetuo el fuero de Sobrarbe como por privilegio especial, que pudie­ sen pacer las hierbas y beber las aguas con sus ganados granados y menudos en las Barde­ nas y en cualesquiera montes Peales concedo populatoribus in Tutella ct habitantibus in ea m onte, in circuito et jusden BARDENAS, Alniarza ct de monte de Cier/.o herba pascua.

El Rey Don Juan (1 de Navarra y II de Aragón) por privilegio dado en la ciudad de Calata- yud a 20 de Noviembre de 1461 confirmaron el mencionado privilegio, e interpretación, en el sen­ tido de que se extendiese el disfrute a todas las Bardenas Reales y en qualquiera parle de ellas; confirmado así también por sentencia dada por los Reyes D. Juan II Doña Catalina I y Consejo de este Reino a 17 de Noviembre de 1498 y Real Orden de 1531 (24 de Marzo) y Real Cédula de

9 de Febrero de 1630 (como así se desprende de las páginos 57 a 64 inclusive del documento nú­ mero ).

VALTIERRA.— Por patente original ejecuioria en la que se inserta sentencias del Real

Supremo de este Reino, expedida a 24 de Septiembre de 1563 se hace constar que por privile­ gios y sentencia y FUERO DE SOBRARBE (que fué el dado a la ciudad de Tudela) gozaban de

las Bardenas, y les fué confirmando, teniendo presente el privilegio de los Reyes Don Juan II y

Doña Catalina I de fecha 17 de Noviembre de 1498 en que aprobaban todos sus derechos en las

Bardenas y por servicio de cuatrocientos ducados de oro viejos les fué vendido el derecho y fa­

cultad de poder cazar y leñar a perpetuo en todas las Bardenas Reales, según escritura de 18 de Diciembre de 1542. Así se desprende del documento n.° . y de sus páginas 35 a 40.

CADREITA.— Gozaba de las Bardenas como así lo conceden y atestiguan los de Carcas- til!o por causa y razón del Fuero de la ciudad de Tudela (Fuero de Sobrarbe) confirmado por privilegio dado en a 17 días del mes de Noviembre del año 1498. Así consta en la pá­ gina 42, lineas 25 a 27 inclusive 81 a 83 y 87 a 90 del documento n.°

SEGUNDO GRUPO.— POP CONCESIONES HECHAS A LOS PUEBLOS PARA

PREMIAR SERVICIOS DE GUERRA O FIDELIDAD.

VALLE DEL RONCAL.— Por privilegio dado por el Rey Don Sancho García en la ciudad de Pamplona en el mes de Enero de la Era 860 (año 822) y teniendo presente que los guerreros del valle del Roncal fueron con dicho Rey y guardaron la delantera de la batalla de Oiharran contra los infieles moros enemigos de la fé católica, en cuya batalla había sido vencedor el cita­ do Rey y por un segundo privilegio dado por Don Sancho, Rey de Pamplona y de Aragón, fe­ chado en Sobrarbe en la era de 1053 año 1015 los guerreros roncaleses en tiempo del señor

Rey Fortún García, padre del señor Don Sancho vencieron y mataron en la batalla dada en el lugar de Olás a un Rey moro de Córdoba llamado Abderramán, les concedieron el goce de las

Bardenas Reales.

Ambos privilegios fueron confirmados por el Rey Don Ramiro en la era de 1127 y por el

Rey Don García de Navarra en Pamplona y en el mes de Mayo de la era 1181 (años 1089 y 1043) y con posterioridad ampliado y confirmado por Real Cédula o Privilegio expedido por la Mages- tad del Señor Rey Don Carlos el Noble a 1.° de Septiembre de 1412.

Según consta en el documento n.° páginas 70 a 73 inclusive.

VALLE DE SALAZAR.— En virtud de sentencia pronunciada por D. Enrique, Príncipe de

Viana, como Lugarteniente de los Reyes Don Juan II y Doña Citalina I dada en 19 de Diciembre de 1504, los mencionados Reyes teniendo presente «los servicios señalados a los señores Reyes antepasados, les dieron privilegio y permiso para si y sus descendientes a perpetuo para que pudiesen herbajar en las Bardenas de noche y de día, con sus ganados granados y menudos, pagando el derecho de Bardenaje».

Así se desprende del documento n.° páginas 32 a 35 inclusive.

CAPARROSO.— En virtud de Privilegio dado en la villa de a 5 de Noviembre de

1472 Doña Leonor, Princesa primogénita de Navarra, Infanta de Aragón y como Lugarteniente

General del Señor Rey Don Juan I de Navarra II de Aragón su padre, teniendo en consideración a los buenos y agradables servicios hechos a S. M. en largos dias y tiempos por los Alcaldes,

Jurados y Concejo de la villa de Caparroso, con sana voluntad y afección, los cuales estando apremiados y subyugados por los rebeldes a dicho Rey, esforzaron y trabajaron por reducirse a su servicio y obediencia. . . atendiendo a la mucha necesidad y pobreza en que se hallaban

constituidos por la diversidad de los tiempos y con las tiranías y robos hechos por los rebeldes

a fin de que pudiesen volver a poblar y reedificar. . . se sirvió conceder a los citados Alcalde ,

Jurados y C oncejo y personas singulares de él y a los Jurados y Aljama de los Judíos del mis­

mo, licencia, autoridad, permiso y facultad para hacer y tomar en las Bardenas Reales carbón,

leña, caza y fusta, así para los corrales de los ganados como para cualesquiera otras cosas a

ellos expedientes y necesarias, franca y quietamente sin pagar tributo.

Así se desprende del documento n.° páginas 51 a 53 inclusive.

TERCER GRUPO.— CONCESIONES HECHAS POR LOS REYES A LAS CIUDADES

O VILLAS A FIN DE QUE PUDIESEN GOZAR DE LAS BARDENAS REALES A CAMBIO

DE ENTREGAS O DONATIVOS EN METALICO.

A este grupo pertenecen:

CORELLA.— Su Magestad el Rey Don Felipe VI de Navarra y IV de Castilla por Real

Cédula expedida en Madrid a 9 de Febrero de 1630 y por haberle ofrecido servir la ciudad de

Corella con un donativo de seis mil ducados de plata doble concedió a la ciudad de Core/la y

sus vecinos usando de su poderío Real y absoluto para que pudiesen cazar, hacer leña seca,

verde, y carbón, rozar y sembrar las tierras y gozar libremente con sus ganados granados y

menudos de las hierbas y las aguas de las dichrs Bardenas Reales.

Así consta del documento n.° páginas 56 y 57.

MILAGRO.— Por Real Cédula expedida por S M. el Rey Don Felipe VI de Navarra y IV

de Castilla a 6 de Septiembre de 1650 y por haber servido dicha villa con veintitrés mil nove­

cientos cuatro maravedieses, 23.904; de plata concedió al Concejo Regimiento y demás vecinos perpetuamente y para siempre pudiesen gozar libremente con sus ganados mayores y menores

de las yerbas, aguas, pastos, y demas aprovechamientos de las Bardenas Reales.

Así se desprende del documento n.° páginas 46 a 49.

FUSTIÑANA.— Por Real Despacho del Real y Supremo Consejo de este Reino fecha de

6 de Diciembre de 1664 y en virtud de donativo gracioso de trescientos ducados, 300; mas otros

cuatrocientos, 400; concedió al Concejo y vecinos de Fustiñana el gozo en las Bardenas Rea­

les como las demás ciudades, villas y demás lugares comuneros que las tenían.

Así consta del documento n.° páginas 40 y 41.

SANTACARA.— Por Despachóle 21 de Noviembre de 1664 y mediante entrega al Erario

público de cien ducados, el Excmo. Sr. Virrey y Capitán General del Reino de Navarra en nom­ bre de S. M. el Rey D. Felipe VI de Navarra y IV de Castilla, concedió a la referida viila de

Santacara que sus vecinos pudiesen gozar en las Bardenas Reales con sus ganados granados y menudos en la forma que gozaban otras universidades.

Así se desprende del documento n.° . páginas 50 y 51.

CORTES.— Por Real Despacho del Real y Supremo Consejo de Navarra de 18 de Diciem­ bre de 1664 y mediante entrega al Erario Real de mil, 1.000 ducados el Excmo. Sr. Duque de San

Germán concedió que los vecinos ha hilantes y moradores de dicha villa, que eran entonces y a tiempo venido serían perpetuamente, pudiesen gozar en dichas Bardenas, con sus ganados gra­ nados y menudos, cubilar, sembrar, rozar, leñar, tañar, yesar, carbonear, cazar y corlar made­ ras, que hubiesen menester para las fábricas de sus casas y conservación de ellas y de sus corrales.

Así consta del documento n.° . páginas 73 a 75 inclusive.

MARCILLA.— En el año 1664 habiéndose juntado todos los vecinos de Marcilla en Con­ cejo pleno ofrecieron servir á S. M. con cuatro cientos, 400 ducados incluso ochenta, 80 porque

á dicha villa y vecinos se les hiciese gracia y merced perpetua de gozar de las Bardenas Re­ ales en la forma en que lo hacían las demás universidades; gracia que fué concedida por Decreto de D. Juan Laiseca Oidor del dicho Real Consejo de Navarra expedido en Despacho por patente del Real Consejo a 10 de Enero de 1665.

Así se desprende del documento n.° . páginas 26 a 28.

PERALTA.— A 5 de Abril de 1693 el Excmo. Marqués de Valero, Virrey del Reino de Na­ varra y en nombre de su Magestad, se dirigió a los Concejos y Corporaciones a fin de buscar

medios para perfeccionar sin dispendio del Real Patrimonio las fortificaciones y castillo de la ciudad de Pamplona, como antemural que era de España, dando comisión a D. Alonso Perez de

Araciel y Rada, para que pasase a las ciudades y villas, y hecha saber esta comisión a las villas de Peralta y Funes, en su Casa de Ayuntamiento a presencia de sus Alcaldes, Regidores y

vecinos, éstos respondieron que si se les concedía el goce de las Bardenas como lo tenían

las demás universidades y teniendo presente que la villa de Peralta y la de Funes hacían co­

mún Concejo ó Universidad en tal forma que no podía concederse el beneficio a uno solo sin

dispendio grande del otro ofrecieron dar y pagar a 3. M. mil, 1.000 ducados, un mes después

que las villas estuviesen en posesión de la gracia mencionada; hecha presente a S. E. estas

proposiciones las admitió y concedió el gozo a las villas de Peralta y Funes en la forma que lo

propusieron, librando el correspondiente despacho fecha 31 de Agosto de 1693.

Dicho Despacho se asentó en los libros Reales por Decreto del Tribunal de la Cámara de

Comptos al folio 211 del libro de Mercedes n ° 31.

Todo ello consta en el documento n.° . páginas 53-56. FUNES.— Lo consiguió en la misma época y en la misma forma que Peralta.

Así consta del documento n.° , páginas 67 a 70 inclusive.

FALCES.— En virtud del Real despacho de 21 de Agosto de 1693 y mediante la entrega de mil, 1.000 ducados, con que atender a las fortificaciones de la ciudad y castillo de Pamplona se concedió al Concejo y vecinos de Falces el goce de las Bardenas Reales en la misma forma que lo gozaban y tenían las ciudades de Corella, Tudela y otras de este Reino.

Como queda consignado en el documento n.° , páginas 64 a 66 inclusive.

CUARTO GRUPO.— PRIVILEGIOS, COSTUMBRES Y SENTENCIAS POR LAS

QUE ADQUIEREN ALGUNOS PUEBLOS SU DERECHO DE DISFRUTE EN LAS

BARDENAS.

CARCASTILLO.— Por declaración del Príncipe D. Carlos de Viana del año 1443 se con­ cedió el goce en las Bardenas Reales a dicha villa de Carcastillo la cual se halla inserta ratifi­ cándose en el Privilegio de los Reyes D. Juan y D.d Catalina, dado en San Juan de Pied de Porl a 18 de Mayo de 1493.

Así consta del documento n.° , páginas 42 a 45 inclusive.

BUÑUEL.— En virtud de sentencia obtenida por la villa mencionada en 1541 se mantiene a sus vecinos en la posesión y COSTUMBRE de pacer y gozar con sus ganados en las Bar­ denas Reales.

Así se desprende del documento n.° , páginas 83 y 84.

MELIDA.— En virtud de gracia Real concedida en nombre de los Reyes de Navarra por

Alfonso de Rodray, su Gobernador, se concedió a la villa de Mélida el término llamado de

Baill en las Bardenas, para que pudiesen sembrarlo año y vez.

Por Privilegio de los Reyes D. Juan II y D.n Catalina I, fundamentado en Sentencia de le­ cha 17 de Septiembre de 1498 se declaró que los vecinos y habitantes de lúdela, Valle de Ron­ cal, y LUGAR DE MELIDA que entonces eran y por tiempos serían estaban en usos y pose­ sión de pacer las yerbas y beber las aguas de las Bardenas con sus ganados granados y me­

nudos y manddron que gozasen las dichas yerbas y aguas.

Por Real provisión original expedida por Patente del Tribunal de la Cámara de Coniptos en 2 de Marzo de 1630 se declara, que la villa de Mélida conforme a su sentencia sentada en el

libro n.° 1.°, folio 27 insecunda tenía gozo de pacer las yerbas y beber las aguas de las Barde­

nas con sus ganados y por la información recibida constaba estar dicha villa en posesión de

mas de 40 años de cazar en los tiempos permitidos por la Ley.

Y a fin de evitar pleitos, puesto que no tenían privilegios para cazar ni hacer leña ofrecie­

ro n a <5. M. trescientos, 300 ducados porque se les ampliase su goce a estos extremos. Como

así se concedió por la referida Real provisión. Por declaración o Decreto dado por el Alcalde de Caparroso a 14 de Noviembre de 1646 se declara que los vecinos y moradores de Mélida tenían goce en las yerbas de las Bardenas

Reales, cazar y hacer lefia seca y ramas, dejando cabeza y pié y sacar fiemo.

En el año 1665 la villa de Mélida presentó a S. M. el Rey Felipe VI de Navarra y IV de

Castilla, los diferentes privilegios por los cuales se consignaban sus distintos derechos en las

Bardenas, ofreciendo la suma de cien (100) ducados porque se le concediese LA CONFIRMA­

CION DE LOS CITADOS PRIVILEGIOS y se les diese facultad a los vecinos para sacar taño de las dichas Bardenas en la forma que lo hacían los demás gozantes.

Por Decreto de 20 de Marzo de 1695 el Licd.0 Don Esteban de Marichalar, Oidor del Con­ sejo, y en virtud de las facultades legadas por el Virrey accedió a lo solicitado por la villa, lo cual fué despachado por patente Real y Supremo Consejo de Navarra a 19 de Septiembre de 1665.

Así consta del documento n.° , páginas 28 a 32 inclusive.

VILLAFRANCA.— Por Privilegio de los Reyes D. Juan II y D.a Catalina I del año 1493

que contiene declaración del señor Príncipe D. Carlos de 1493 se confirma la posesión que por

uso y costumbre tenía Villa franca de gozar en las Bardenas Reales en la misma torma que las

demás Comunidades y se declaró en él, que la villa de Villafranca Concejil y singularmente pu­

diesen si quisiesen andar y pacer con sus ganados granados y menudos en dichas Bardenas en

todo el año cumplido comenzando de los términos y límites de dicha villa entre la carrera que va

de Caparroso a Santa María del Yugo. . . exceptuando la guardería de Sancho Abarca que no

pudiesen entrar porque estaba adjudicada en cierta forma y manera a los de Mélida, los cuales

fueron confirmados por sentencia de 23 de Noviembre de 1541 y de 1.° de Abril de 1542 confir­

mado nuevamente por sentencia de 10 de Febrero de 1601 insertas en sentencia del Real y Su­

premo Consejo de este Reino de Navarra fecha 15 de Junio de 1601.

Así se desprende del documento n.° , páginas 17 a 25.

C ABANILLAS.— No se encuentran los documentos que lo acrediten, suponemos fué ad­

quirido por usos y costumbres.

Si bien estos documentos y títulos no tienen importancia para el actual derecho, s i la tie ­

nen, para determinar las bases de la partición , razón por la cual los hemos consignado,

antes de tratar el último título, que pasamos a re la ta r en el hecho siguiente y es el que marca y

señala el penúltimo período en la evolución que determina el derecho que los pueblos tienen en

las Bardenas. Así continudron las cosas disfrutando cada pueblo de las Bardenas Reales, en la extensión

y forma que sus respectivas concesiones les autorizaban, hasta principios del siglo XVIII en que

con motivo de la guerra de la Sucesión española, el primer Rey de esta Dinastía D. Felipe V de

Castilla y VII de Navarra autorizó al Virrey y Capitán General de este Reino, Marqués de la So­

lera admitiese todo género de solicitudes en concesión de mercedes A CAMBIO DE ENTREGA

DE CANTIDADES EN METALICO; en vista de lo cual los pueblos que tenían derechos adqui­

ridos en las Bardenas acordaron OFRECER NUEVE Mil. (9000) PESOS PARA QUE LES

CONCEDIESE EL USUFRUCTO PERPETUO DE DICHOS MONTES, CON EXCEPCION

DE CUALQUIERA OTROS, PERO CON LA CONDICION DE QUE EL MONARCA SE

COMPROMETIESE A NO COMUNICAR EL MISMO, A OTRA COMUNIDAD NI PERSONA

PARTICULAR.

SU MAJESTAD ACEPTO DICHA PROPOSICION CON LA CONDICION, DE QUE LA

CANTIDAD ESTIPULADA SE ELEVASE A DOCE MIL 12.000 PESOS Y IIABIENDO ACCE­

DIDO LOS PUEBLOS, Y EN SU CONSECUENCIA SU MAJESTAD EL REY D. FELIPE V,

POR REAL DESPACHO DE 14 DE ABRIL DEL AÑO 1705 ACCEDIO A LO SOLICITADO

EN LA FORMA PROPUESTA.

Transcribiremos literalmente la parte del mismo que nos interesa y el ice así: «De mi motu propio, cierta ciencia y poderío real absoluto que en esta parte quiero y uso como Rey y señor natural no reconociendo superior en lo temporal, cumpliéndose por vuestra parte con la satis­ facción de los dichos doce mil 12.000 pesos de a ocho escudos de plata con que me servís, ase­ guro y prometo por mi fé y palabra real y por los Reyes mis sucesores que ahora y en todo tiempo lo referido, y cada cosa y parte de ello, se guardará, cumplirá y ejecutará a Vos el dicho

Monasterio de la Oliva y demás ciudades, valles y villas arriba expresadas Y LA DICHA GRA­

CIA Y MERCED SERA IRREVOCABLE COMO CONTRATO HECHO ENTRE MI Y VOS, y os será firme, y estable y valedera para ahora y para siempre jamás sin que por los mis Virre­ yes, Regentes y los de mi Consejo, Alcaldes de la Corte mayor, Oidores de la Cámara de

Comptos y los que adelante los sucedieren en los dichos cargos y plazas ahora ni en tiempo al­ guno se os pueda alterar, ni novar, ir ni venir contra ello ni lo contenido en el dicho despacho porque mi intención y deliberada voluntad es esa. . .» Dada en madrid a 14 de Abril de 1705.

Yo el Rey.

Es decir, que a partir de 1705 lo que había sido gracia, merced, concesión, premio de ha­ zañas militares, fidelidad o pago de concesiones en metálico, reconocimiento de costumbres se transformó por UN CONTRATO (pues no de otra forma debe de considerarse el citado Real Despacho) DE CESION DE DERECHOS (que constituyen el dominio útil) EN VIRTUD DEL

CUAL EL DISFRUTE O USUFRUCTO DE LAS BARDENAS PASO A PERPETUO Y SIN

QUE A OTRO PUDIESE CONCEDERSE A FAVOR DE LOS PUEBLOS, previa entrega por los mismos y como precio estipulado los doce mil 12.000 pesos de a ocho 8 escudos de plata en que este había sido fijado.

Los doce mil 12.000 pesos de a ocho 8 a que se refiere la precedente Real Cédula se en­ tregaron por las 22 Comunidades expresadas de orden del Excmo. Sr. Marqués de Solera, Vi­

rrey y Capitán General de Navarra al Sr. D. Miguel de Aldecoa, quien otorgó a favor de las mis­

mas las correspondientes cartas de pagos. Presentadas estas en el Real y Supremo Consejo de

dicho Reino se mando hacer auto de su presentcición, y que, con inserción de aquellas se expi­

diese a cada una de las referidas comunidades copia literal de la calendada Real Cédula y su

sobrecarta, a fin de que les sirviese en todo tiempo para guarda y conservación de sus derechos

lo cual tuvo lugar por la Secretaría de Juan de Ayerra y .

Desde este momento la Real Cédula Contrato quedó perfeccionada y con obligación de

cumplirlo ambas partes por ser Ley del mismo, en todo lo que no se oponga a Ls Leyes

de Navarra.

Lo anteriormente escrito consta en el documento n.° , páginas 91 a 96 inclusive.

VI

Desde el año Í705 hasta el de 1755 continuaron usufructuando las Barden as Reales de

N avarra, el Real Monasterio de Nuestra Señora de la Oliva, en unión de las 21 municipalidades

restantes, a quien el Real despacho antedicho lo concedía, con arreglo a «usos y costumbres»

pero mediado el año 1755 envista de los abusos que se cometían por los pueblos el Patri­

monial de S. M. exigió, a los mismos, que mostrasen, los títulos en virtud de los cuales tenían

derechos en los mencionados montes, y cumplimentado SE LES CONFIRMÓ nuevamente en

su derecho CALIFICANDOSE ROR EL MISMO PA TP1MON1AL DE USUFRUCTO.

(Véase documento n.° ,) y por si fuese poco y a fin de cortar abusos que « P o r no

haber Hordenanzas establecidas para las penas condignas» el mismo Sr. Patrimonial de

S. M. propuso a los Señores del Real Consejo de Navarra, un proyecto de Ordenanzas «para

la mejor conservación de las Barden as» que como se desprende del (Documento n.° ,)

cuyo original así como la confirmación del derecho cuya partición se pide en esta demanda (se

encuentra en el archivo de Navarra=Comptos P. S.=Legajo 7S=Carpeta 5.a) constan de 18 ca­

pítulos; los cuales por Auto de 12 de Febrero de 1756 ordenaron se comunicase a los pueblos «en el término de tercero dia se Ies notificare» y «digan y respondan lo que vien les conviniere, y en su vista proveer lo que fuere de justicia» como así se hizo oidos los pueblos.

Hecho del que se desprende que, las primeras Ordenanzas de las Bardenas Peales, fue­ ron obra del Patrimonial de S. M. y del Pea! Consejo observándose en su formación una mar­ cha radicalmente distinta a la gestación de las posteriores, influyendo sobremanera en la eman­ cipación que los pueblos llevan a cabo del poder Real, y que se consolidó definitivamente en el siglo XIX.

Como se acredita y desprende del documento n.°

Vil

En régimen interior entre los entonces usufructuarios se determinaba en una reunión anual cuyo lugar fué fijado en el paraje denominado P u y G a rd a por la Ley 66 de las Cortes de

Navarra de los años 1765 y 1766.

Hecho que también debe tenerse presente así como el consignado en el anterior, para se­ guir la marcha de emancipación lenta pero firme y segura que los pueblos han llevado a cabo durante el siglo XIX, no solamente del poder Real sino de las mismas Cortes de Navarra, que influye en la misma esencia del derecho de los pueblos.

VIII

Durante el transcurso del siglo XVIII nada varió ni en cuanto al Régimen, ni en lo referente a las atribuciones del poder Real, es preciso llegara las primeras convulsiones revolucionarias del siglo XIX, para ver como los pueblos, se emancipan de toda dase de ingerencias Pe­ ales y de las Cortes, a fin de regirse por si mismos, puesto QUE SUYO Y MUY SUYO EPA el derecho de «USUEPUC70 EN LAS BAPDENAS, YA QUE LO HABIAN COMPRADO ».

En efecto, «al restablecerse el Régimen Constitucional en 1820 (Véase Yanguas) se abo­ lió el Patrimonial y el Tribunal de Comptos» y en su consecuencia los pueblos, ya libres y autó­ nomos «establecieron su gobierno sin ingerencia alguna del poder Peal», formando las Orde­ nanzas de 1820 (Documento n.° ). EMPIEZA YA A ESFUMARSE EL DERECHO

NOMINAL DEL PA TR/MON/O REAL’, QUE HOY DIA ES UN HECHO.

Las mencionadas Ordenanzas se reformaron en la Junta General del Yugo (a donde los

pueblos por si propios y sin contar, mejor dicho desoyendo la Ley 66 de 1765 y 1766 la habían

trasladado) siendo aprobadas por Decreto de la Excma. Diputación Foral y Provincial de 16 de Noviembre de 1836, las cuales se ampliaron editándose nuevamente por acuerdo de la Junta Ge­ neral del Yugo de 1 de Junio de 1840.

Como se acredita y desprende del documento n.°

IX

La liberación que de toda ingerencia llevaron a cabo los pueblos, se vió ensombrecida por un peligro, y era las guerras civiles del siglo XIX en las que los Navarros, a la vez que defendían la ley sálica, con mas amor todavía que el derecho de la masculinidad en la sucesión de la Coro­ na, lo hacían de sus derechos, libertades, fueros y franquicias, entre los que se encontraban las

Bardenas y otros montes.

Antes de firmarse el pacto de Vergara el Generalísimo Isabelino Don Baldomero Esparte­ ro les prometía que caso de deponer su actitud armada y sus lueros y libertades y franquicias les serían respetadas y así les decía como general en Jefe del Ejército de la Reina y en nom bre de su Gobierno, os aseguro, que los fueros que habéis temido perder os serán conservados, y que jamás se ha pensado en despojaros de ello. (Proclama de Hernani).

Hecha la paz como consecuencia de estas promesas se firmó la ley paccionada de 16 de

Agosto de 1841 y siendo los derechos de los pueblos en las Bardenas y en otros montes, algo esencial para la vida del país, en dicho pacto se respetó el contrato hecho por Peal Despacho de 14 de Abril de 1705 ya que en su art.° 14 dice: NO SE HARA NOVEDAD ALGUNA EN EL

GOCE Y DISFRUTE DE LOS MONTES Y PASTOS DE Andía, y Urbasa y BARDENAS,

CON ARREGLO A LAS LEYES DE NAVARRA Y PRIVILEGIOS DE LOS PUEBLOS.

De donde se desprende el respeto que a los legisladores del pasado siglo les mereció el

Real Despacho contrato que el Rey D. Felipe V. hizo con los pueblos gozantes de las Bardenas

y es mas, en aquella situación en que la fuerza podía haber borrado lo que el derecho creó no

fué así, si no que lo robusteció, supeditándolo a las ieyes de Navarra y tomando por tanto un

aspecto esencialmente foral, y con arreglo a los privilegios de los pueblos, entre los que se en­

contraban, su liberación de todo poder Real, en su derecho a las mismas.

X

Después de la mencionada confirmación del derecho de los Pueblos a las Bardenas Reales de

Navarra y su sometimiento a las leyes de Navarra y privilegios de los pueblos, nada digno de

particular a excepción de las ORDENANZAS de 25 de Noviembre 1849 (Impresas en Tudela

Imp. de F. Errazu y compañía) (Documento n.° ), las cuales fueron aclaradas en lo que a los arí.° 23, 12 y 22 en relación con el 2 y 3 hacen referencia, por acuerdo de la lunfa Ge­ neral del Yugo impresas a 2 de Agosto de 185S en las que se aconseja a los pueblos, reúnan sus títulos, y estudien los usos y costumbres, en cuanto a la forma de gozar los derechos de

Bardenas a fin, de recopilarlas de una manera completa. (Documento n.° )

Nueva aclaración se hizo a 20 de Julio de 1858 sobre enfermerías de ganados, denun­ cias, guías, traslación de ganados enfermos, la cual en su párrafo 6.° dice. En consideración a las dificultades que ofrece la reunión trienial en el sitio de la ermita del Yugo (localidad por otra parte extraña a las Bardenas), resuelve que en las sucesivas juntas se verificarán en la Venta de

San Francisco Javier de punto céntrico y ventajoso para los pueblos. (Doct.° n.° )

Aclaración de las Ordenanzas hechas en la Junta celebrada en la Venta de San Francis­ co Javier el año 1861 (Im. Tudela 22 Seo. 1861) (Documento n.° , Reglamentación de cañadas de 30 de Abril de 1862) (Documento n.° ).

Reglamentación de aprovechamiento de estiércoles: de 8 de Julio de 1864; es interesante porque sus disposiciones pasaron íntegras a las nuevas Ordenanzas, y porque en su párrafo últi­ mo dice «Por motivos de conveniencia pública, se acuerda por la junta general, del día 1 de Julio y por unanimidad, que en lo sucesivo se reúnan las comunidades en Junta general, en esta Ciudad (TUDELA) en vez de hacerlo en la Venta de Espartosa».

Por fin se hizo un PROYECTO DE NUEVAS ORDENANZAS impreso aunque sin pie de imprenta ni fechas, con grandes márgenes donde cada pueblo tubiese a bien hacer las correccio­ nes que estimase oportunas.

XI

No obstante las repetidas confirmaciones de 1756-1828 y 1841 como por la Ley de 12 Ma­ yo de 1865 se dispusiese la formación de un Inventario de todos los bienes y derechos pertene­ cientes al Real Patrimonio con objeto de proceder a su venta; los pueblos usufructuarios de las

Bardenas teniendo presente que aunque únicamente el Patrimonio Peal podía alegar sobre las m ism as un derecho nominal de dominio preferente (Alto Dominio) y quisiesen hacerlo incluir en el mencionado Inventario para proceder a su venta (si bien muy problemático era que alguien quisiere adquirirlo puesto que con ese dominio nomina! del Patrimonio Real nada práctico y po­ sitivo adquiría); una Comisión de los pueblos antes citados compuesta por los Sres. D. Fran­ cisco Sánchez Asso y D. Mariano Martínez y Francés marcharon a Madrid gestionando el re­ conocimiento del verdadero derecho de dominio que los pueblos ejercían en las Bardenas para que no fueran incluidos en el Inventario de bienes del Real Patrimonio por pertenecer practica- mente a los pueblos en conformidad con el art.° 14 de la Ley de modificación de Fueros de

16 de Agosto de 1841 en relación con la «investigación reservada que la Intendencia de la Real

Casa y Patrimonio llevó a cabo cerca de D. José Yanguas y Miranda (obrantes en el Archivo de

Navarra Diversos Espedientes n.° 31») (Documentos núms. , págs. ).

Por estas razones y considerando sin duda que el derecho que el Patrimonio Peal pu­ diera tener en las Bardenas eran algo no estimable, ni prácticamente exigible, no se incluyo

en el Inventario mencionado, y desde entonces podemos asegurar sin temor a equivocar­

nos que el Real Patrimonio renunció a ese dominio de preeminencia que recayó desde luego en

beneficio de los pueblos.

(Como se acredita y desprende del documento n.M ).

Corroborado por el hecho de que las Leyes de Patrimonio Real de 12 de Mayo de 1865

y de 26 de Junio de 1876 en que se determina y concreta que bienes son pertenecientes al Real

Patrimonio NO SE MENCIONA, NI INCLUYE PARA NADA, A LAS BARDANAS DE NAVA­

RRA, motivo por el cual los pueblos que constituyen la Comunidad de Bardenas son sus actua­

les propietarios.

La emancipación es un hecho, el Poder Peal renunció en f a v o r del pueblo lo que del

pueblo era, y que únicamente el antijurídico concepto de! feudalismo medioeval pudo arrebatarlo

momentáneamente, ya que un momento es para la Historia la evolución expresada.

XII

Continuaron así las cosas sin modificación alguna en la evolución del derecho de los

pueblos, hasta que éstos a fin de ordenar detalladamente y evitar desavenencias entre los mismos,

la Junta General integrada por representantes de sus Ayuntamientos, celebrada en la ciudad de

Tíldela los días 10 y 11 de Noviembre de 1881 y 8 de Febrero de 1882 reglamentaron el aprovecha­

miento de las Bardenas por las ORDENANZAS DE LAS BARDENAS REALES DE NAVA­

RRA, reformadas a 15 de Julio de 1915 que son las que en la actualidad rigen esta comunidad

de derechos por parte de los 21 pueblos representados por sus Ayuntamientos.

Como se acredita y desprende del documento n.°

XIII

Vemos pues cómo el derecho de los pueblos sobre las Bardenas Reales en virtud de la

eliminación del poder Ueal el año 1865 (pues a ello debe equipararse el no incluir su derecho

nominal de dominio preeminente en el Inventario de desamortización corroborado y confirmado en las leyes de Patrimonio Real de 1865 a 1876) se consolidó de hecho y de derecho en un ver­ dadero dominio en común; es decir, que lo que empezó siendo premio, gracia, reconocimiento de costumbres, se transformó en virtud de un Rea! Despacho Contrato , en usufructo perpetuo siendo en la actualidad un dominio en común (que es lo que los pueblos tuvieron antes que el falso principio del derecho de conquista, y el feudalismo medioeval, se lo arrebatase) sujeto únicamente en su desenvolvimiento a sus Ordenanzas supeditadas siempre a las leyes de Navarra.

Ese estado de comunidad de todos los pueblos en todas las Bardenas y en cada una de sus partes y términos, crea una desigualdad pues cabe traducirse y en realidad así lo es Al. DIS­

FRUTE DESORDENADO, por parte de los pueblos mas inmediatos de los mejores términos y de mas fácil aprovechamiento, dejando a los mas lejanos, el de las partes peores y mas interna­ das en ellas, razón por la cual resulta perjudicial y gravoso.

SE PRETENDE ORDENAR ESTE DERECHO en forma que cada pueblo tenga una parte determinada donde ejercitarlos y en extensión proporcionada a su capacidad gozativa y distancia que le separa de las Bardenas, es decir, a cada pueblo su parte y esta proporciona­ da a sus necesidades y vecinos. Esto es lo que está en la conciencia de todos los pueblos, menos de aquellos que abusan en perjuicio de otros.

XIV

El estado de conciencia a que hacíamos referencia en el hecho anterior dio lugar a que los pueblos reunidos en junta General a 25 de Febrero de 1922 por mayoría acordaron la división del derecho que sobre las Bardenas ostentan a fin de que cada pueblo goce de una parte deter­ minada con arreglo a sus necesidades y situación, (documento n.° ).

Los pueblos que pretenden continué el abuso a su favor y a fin de entorpecer y retrasar lo que de justicia es inevitable, y apesar de constarles que se trata de una cuestión civil (acción communi dividundo) acudieron a la Excma. Diputación Foral y Provincial de Navarra, recurrien­ do en súplica, para que la misma entendiese en este asunto dando lugar a dos peticiones distintas formulada una por Carcastillo y otra por los demás pueblos (expediente 562 del año 1922 y ex­

pediente 1939 de 1922). Ambos se refundieron y entendiendo la Excma. Diputación que procedía

el dictámen de sus Asesores antes de determinar su competencia en este asunto, ordenó que así

lo hiciesen y habiendo transcurrido los años 1922, 1923 y 1924 mas que suficiente para evacuar

un informe por muy complicado que sea los pueblos particionistas (que nunca estimaron compe­

tente a la Diputación y que únicamente aguardaron su fallo por deferencia a su alta considera­ ción) impacientados porque un asunto de importancia vital para los mismos se tratase con una pasividad y lentitud desacostumbrada, se reunieron en Castejón a 16 de Marzo de 1925 acordan­ do los siguientes extremos:

1.°— Nombrar al Letrado Sr. Montoro Sagasti (que suscribe esta demanda) para que emitiese dictámen comparativo entre las particiones de los montes de Cierzo y la de las Barde­ nas Reales de Navarra.

2.°— Conseguir por todos los medios la rápida solución de los expedientes formulados por los no particionistas; pidiendo al Asesor Sr. Beunza informase a la mayor brevedad (todo ello sin reconocer a la Excma. Diputación competencia en este asunto).

3.°— Que preparase mientras tanto la demanda judicial el Abogado suscribiente, señor

Montoro Sagasti. (Así consta del documento n.° ).

El primero de los extremos se cumplimentó a 4 de Julio de 1925; el segundo por instancia que la Comisión permanente de los particionistas constituida por los Alcaldes de I udela, Falces y Peralta; dirigió a la Excma. Diputación a 26 de Agosto de 1925 (Documento n.° )

(por pura deferencia y consideración), y una vez agoladas las gestiones directas que con el

Sr. Beunza se llevaron a cabo, a fin de que ordenase a éste el rápido informe, o caso de ser incompatible por cualquier causa, lo expusiese y dictaminase el señor Secretario de la misma

Excma. Diputación. (Documentos números ).

La mencionada Corporación ordenó a su Letrado lo emitiese con toda urgencia, comu­ nicado al mismo a 30 de Septiembre de 1925. Mas como a pesar de la orden de la Excma. Di­ putación de Navarra, su Asesor Sr.- Beunza, no se dignase contestar, y habiendo transcurrido los meses, de Septiembre, Octubre, Noviembre y Diciembre de 1925 y los quince primeros días de Enero de 1926, tiempo mas que suficiente para haber cumplimentado lo dispuesto por la

Excma. Diputación; la «Comisión permanente de Partición» se dirigió nuevamente a la Exce­ lentísima Diputación a 15 de Enero de 1926, (Documento núin. ); para que orde­ nase al Sr. Beunza, informase, o se archivase el expediente de Bases. La representación de Navarra, requirió a su Asesor, y este remitió el expediente.

Por fin, en la sesión de la Excma. Diputación de 3 de Marzo de 1926, se acordó,

INHIBIRSE DEL CONOCIMIENTO, de la partición de las Bardenas Reales de Navarra, por entender que se trata de un ASUNTO CIVIL que únicamente los pueblos propietarios, ante los

Tribunales de Justicia deben de resolver. (Documento número ). Archivándose los citados expedientes números 562 y 1939 del año 1922. Las bases o reglas que en el sentido de los particionistas demandantes han de tenerse pre­ sente para la partición son:

1.a — La división se hará entre los 21 pueblos congo/antes con arreglo al número de vecinos que cada pueblo tenga declarado oficialmente al entablarse esta demanda.

2.a — Se procurará en la división que la parte que se adjudique a cada pueblo sea la que por su proximidad y configuración más le convenga; observándose esta regla en cuanto no se oponga a la anterior a la que queda supeditada.

3.a — La partición y división se hará apreciando los terrenos en el estado de pastos o erial.

Y alternativamente, y para el caso, en que esta no fuese aprobada por el superior criterio de el juzgador, proponemos subsidiariamente, que los terrenos llamados Bardenas Reales de Na­ varra, se tasen según su valor y con arreglo a las fres clases de zonas o cultivos en que pueden dividirsen y son: monte (336.183 robadas); cultivo de secano (137.106 robadas); terreno de regadío

(585 robadas), (documento núm. ) compensando el valor de cada una de estas parles con la extensión que a cada pueblo se adjudique.

4.a — Las operaciones de partición y división en las que señale a cada pueblo el terreno sobre el que han de hacer efectivos sus derechos, se llevará a cabo precisamente por tres peritos Inge­ nieros, dos de Montes y uno Agrónomo, nombrados en la forma que determinan los artículos

(611-614) y concordantes de la Ley de Enjuiciamiento Civil.

5.a — Los Peritos al practicarla, señalarán, los caminos, cañadas, abrevaderos, y servidumbres entre las partes que se adjudiquen a cada pueblo y adoptarán las demás determinaciones que estimen convenientes al mejor régimen y aprovechamiento (entre ellas, la de fijar en la parfe de cada pueblo, el terreno que debe dedicarse a cultivo agrario y el que debe destinarse a pastos y a repoblación forestal esto siempre que V. *5. lo estimase oportuno) de las mencionadas Bardenas, supeditándose siempre y en lo que no se oponga al primer punto de esta base, a lo que en las vigentes Ordenanzas de Bardenas de 1915 se determina sobre este particular y al Reglamento de vías pecuarias de la Excma. Diputación Foral y Provincial de Navarra de 4 de Julio de 1925; croquización de cañadas de 1923 aprobadas por el dicíámen ganadero de 20 de Diciembre de

1924 aprobado por la Excma. Diputación a 4 de Junio de 1925 y las concordantes a estas.

6.a — Los peritos levantarán planos en la parte que se adjudique, o señale a cada pueblo, y las partes podrán obtener a su costa copia del mismo; (en estos planos se consignan, la parte des­ tinada a cultivo agrario, y las que deben dedicarse a pastos y a repoblación forestal). FUNDAMENTOS DE DERECHO

I

El art.° 392 del Código Civil que establece hay comunidad cuando Ia propiedad de una cosa o de un derecho pertence proindiviso a varias personas.

El art.° 400 del Código Civil. Que ningún copropietario estará obligado a permanecer en la comunidad pudiendo cada uno pedir en cualquier tiempo la división de la cosa común; en relación con el derecho romano en su ley 5.a, título 57, libro 10 del Digesto al disponer, que na­ die está obligado a permanecer en comunión o sociedad y la sentencia del Tribunal Supremo de

17 Mayo de 1907 según la cual el derecho consignado en el Código Civil nadie puede ser obli­ gado a permanecer en la comunidad es aplicable a Navarra porque no se opone a ninguna ins­ trucción foral y se halla conforme con las leyes navarras, y como precedente la Partición de los montes de Cierzo y Argenzon «caso idéntico al de esta demanda» declar da por sentencia del

Juzgado de 1.a instancia de Tudela de 16 de Julio de 1890 confirmada en lo esencial por la Ex­ celentísima Audiencia de Pamplona de 5 de lulio de 1892 y la S T. S. de 22 de Febrero de

1894.

II

Expuesto los principios en virtud de los cuales fundamentamos el derecho a pedir, cese la comunidad en las Bardenas, precisaremos los que fundamentan cada una de las bases sobre las que á nuestro parecer deberá ésta practicarse.

BASE PRIMERA.— La división se hará entre los 21 pueblos congozantes, con arreglo al número de vecinos que cada pueblo tenga declarado oficialmente, al entablarse esta demanda, por las siguientes:

RAZONES.— Tres eran las bases que podían presentarse sobre este extremo y son

(A) (B) y (C).

(A)— Por el precio que a cada uno de los pueblos le correspondiese satisfacer a fin de cu­ brir el total de los doce mil 12.000 pesos, o reales de a ocho, precio señalado por el Rey Felipe

V. como propietario de las Bardenas para ceder sus derechos. (B)— La base que hemos señalado o sea por el número de vecinos que a cada pueblo ren­

ga declarado oficial al entablarse la demanda.

(C)— Una base mixta en que se compendiase el número de vecinos con el precio entrega­

do en 1705 por cada pueblo, sumado a las entregas anteriores mas un capital equivalente a los

servicios prestados por méritos de guerra o fidelidad.

No hemos puesto la base A) o sea el precio porque para ello teniamos que referirnos al de

1705 y en ese caso seriamos injustos, al dejar de consignar lo que cada pueblo entregó con ante­

rioridad a esta fecha, si todos los pueblos hubiesen tenido una base uniforme de adquisición por

entregas en metálico, todavía esta base, podía formularse ¿pero cómo podrá capitalizarse la de

los pueblos comprendidos en el grupo 1.° del hecho 4.° de la demanda como Arguedas, Tíldela,

Valtierra y Cadreita en que se les concedió, para excitar a nuevos pobladores, fuesen a los mis­

mos apesar del peligro, de las fáciles algaradas de los enemigos fronterizos?, ¿como se iban a

capitalizar los servicios de guerreros de Roncal y Salazar y los de fidelidad de Caparroso (gru­

po 2. , del hecho 4. ) móvil de la concesión á los mismos?. Aparte estas razones y otras muchas

que en honor a la brevedad omitimos por innecesarias, la cantidad, o cantidades en metálico en­

tregadas poi los pueblos no pueden servir de base; 1.°: porque no lodos lo adquirieron por entre­

gas en metálico, 2. : porque esas entregas no lueron iguales ni siquiera proporcionadas a su población.

Tampoco podemos proponer la base C) en primer lugar por la imposibilidad de relacionar la tasación de los servicios guerreros de fidelidad o de población que sumados a la población o vecinos diese un resultado franco y claro.

Alegamos sin embargo la base A) 1.°: a tenor de lo dispuesto en el arf.° de las Ordenan­ zas de Bardenas en virtud de las cuales el derecho de pastar, sembrar, efe, etc, es decir, de to­ dos los que constituyen el derecho de las Bardenas LO PUEDEN EJERCITAR LOS VECINOS

DE LOS PUEBLOS COPARTICIPES; podía alegársenos en contra, que los pueblos aumentan, disminuyen y desaparecen, pero a ello podemos oponer, que no estamos en época en que los pueblos desaparezcan o que otros crezcan en relación desproporcionada, con los demás.

2.° Porque la verdadera justicia exige que ésta sea distributiva, es decir, a cada uno según sus necesidades y según sus méritos, Y MAS NECESIDADES QUE CUBRIR Y MAS

MALES QUE REMEDIAR TIENE UN PUEBLO DE MUCHOS VECINOS, QUE OTRO

DE POCOS.

5.° Finalm ente, porque la sentencia de la Audiencia de Pamplona de ,5 de Julio de 1892 en que para caso idéntico a éste (partición de los Montes de Cierzo apesar de haber determinado la sentencia que sobre el mismo asunto recayó ante el Juzgado de Tudela, que la 1.a base de Peti­ ción fuese, el importe de la última entrega efectuado al Poder Real, el año 1664 por cada uno ' de los pueblos copartícipes la de Id Audiencia de Pamplona antes mencionada anuló esta base) y declaró en su lugar que se verificase «CON ARREGLO AL NUMERO DE VECINOS QUE

CADA PUEBLO TENIA AL ENTABLARSE LA DEMANDA».

Razón por lo cual y con arreglo al principio de derecho A IDENTICOS CASOS IDEN­

TICAS SOLUCIONES esperamos que la partición o división de las Bardenas se haga con arre- glo a la base solicitada.

III

BASE SEGUNDA. — Se procurará en la división que la parte que se adjudique a cada pueblo sea la que por su proximidad y configuración más le convenga; observándose esta regla en cuanto no se oponga a la anterior a la que queda supeditada.

RAZONES.— Aunque la regla primordial es «á cada uno lo suyo», si con ello es posible combinar, «la de dárselo en la forma mas provechosa y cómoda», y sin perjuicio de los demás, debe de hacerse así, por ser de índole tan racional que se recomienda por si sola.

IV

BASE TERCERA. — La partición y división se hará apreciando los terrenos en el esta­

do de pastos o erial.

RAZONES.— Porque los derechos concedidos y que pueden ejercitar los vecinos son los

de pastar, sembrar, aprovechar estiércoles, cazar, extraer leña, yeso y cal. Nada se habla de

derecho a plantar árboles o viña; no porque los pueblos no pudiesen por sus títulos sino porque

las Ordenanzas convenio que entre ellos crearon para el buen régimen y aprovechamiento no lo

permiten.

Es mas; porque el pastar, sembrar, aprovechar estiércoles, cazar y extraer leña, yeso y

cal es propio de los terrenos dedicados a pastos o eriales.

Porque es esto lo que permite el Reglamento y el que planta árboles o viña se excede en

sus atribuciones; es decir, abusa y nunca el abuso ha dado derechos sino que antes al contrario

crea actos nulos sin trascendencia alguna en el derecho, ya que el principio del mismo es nulo

y LO QUE ES NULO EL TIEMPO NO LO PUEDE CONVALIDAR.

Y por si ello fuese poco la sentencia de la Excma. Audiencia de Pamplona de 5 de Julio

de 1892 (partición de los Montes de Cierzo) se señala base idéntica para caso sinónimo.

En cuanto a la base supletoria de apreciar el terreno según el cultivo o forma de expío- fación a que se encuentran sometidos, compensando el valor de cada una de estas partes, con la extensión que a cada pueblo se adjudique.

Si bien es de una complicación excesiva, no tenemos ningún inconveniente en admitirla, ya que si un pueblo por su especial situación tiene el regadío cultivado próximo a él, justo es que

se le adjudique pues nadie mejor que él o mejor dicho sus vecinos podrán cultivarlo en de­

bida forma. Lo mismo decimos en cuanto a la zona sometida al cultivo de secano, la cual se encuentra

roturada, por idéntica razón, y sobre todo teniendo en cuenta que los vecinos del pueblo más

cercano es lógico presumir hayan sido los roturadores y los que con mayor cuidado las seguirán

cultivando y mejorando; pero siempre haciendo compensaciones, supliendo la extensión que se

entregue a algunos pueblos con la mejor calidad del terreno (o estado, de yermo o roturado)

que a otros se otorgue, por ser, un elemental principio de justicia EL QUE NADIE DEBE Dh

ENRIQUECERSE TORTICERAMENTE.

Sin embargo, seguimos sosteniendo que esta base supletoria de la que en lugar principal

proponemos, se presta a graves complicaciones en el orden práctico, razón por la cual estima­

mos que únicamente para evitar aparentes injusticias, debe de admitirse, si así lo estima proce­

dente, el superior y mas elevado criterio del Juzgador.

VI

BASE CUARTA. — Las operaciones de partición y división en las que señale a cada

pueblo el terreno sobre el que han de hacer efectivos sus derechos, se llevará a cabo precisa­

mente por tres peritos Ingenieros, dos de Montes y uno Agrónomo, nombrados en la forma que

determinan los artículos (611-614) y concordantes de la Ley de Enjuiciamiento Civil.

RAZONES.— No pedimos que sea un solo perito 1.°: por la considerable extensión de te­

rreno sobre la que se ha de trabajar a fin de verificar la partición, que haría imposible a uno solo

llevar a cabo con la perfección debida una empresa de tal magnitud. 2. : Porque existe el piece-

cedente de la partición de los Montes de Cierzo y Argenzón en la que apesar de no ser mas que

25.000 Hectáreas su extensión total (la mitad de las Bardenas Reales) y no obstante haber soli­

citado Tudela que se practicase por un solo perito y éste Agrónomo, y accedido el luzgado por

sentencia de 1.a Instancia de 16 Julio 1890 habiendo apelado de ella los pueblos, por no estar

conformes en que fuese un solo sino tres, y éstos de Montes, la sentencia definitiva sobre este

particular dictada por la Audiencia de Pamplona a 5 de Julio de 1892 acordó que fuesen

tres Ingenieros y estos de Montes. 5.°: Apesar de haber determinado la sentencia de­

finitiva sobre partición de Montes de Cierzo y Argenzón que los Ingenieros encargados de veri­ ficarla fuesen tres Ingenieros de Montes, en este punto no estamos conformes con la antedicha sentencia por razones que exponemos a continuación y son: (A) y (B) íntimamente relacio­ nadas, siendo consecuencia la una de la otra.

(A)— Que desde la partición de los montes de Cierzo, anos (1890-1894) hasta el día de la fecha se ha precisado y determinado, qué facultades son de los Ingenieros de Montes, y cuales las de los Ingenieros Agrónomos, en las siguientes disposiciones; R. D. de 4 de Diciembre de 1871.— R. D. de 5 de Junio de 1924.— Gaceta de 6 de Junio.— Ley del Catastro de 2 de Abril de 1925.— Gaceta de 4 de Abril de 1925.

(B)— Por la distinta clase de aprovechamiento, que en lo que en un tiempo fué todo montes llamados Bardenas Reales de Navarra, se da en la actualidad, y es la que sigue: De las 480.748 robadas navarras extensión de las Bardenas según las HOJAS DE RIQUEZA que redacta la

Excmfi. Diputación Foral para el pago de contribuciones (Año 1925) (documento n.° ) liguran dedicadas a regadío fijo 585 robadas, a tierras de labor secano 137.106 robadas, y 336.183 robadas a montes propiamente dichos, es decir: pastos y arbolado.

Relacionando ambos puntos A y B sacaremos la consecuencia del por qué los Ingenieros encargados de la partición deben ser de Montes y Agrónomos, mancomunadamente.

El R. D. de 4 de Diciembre de 1871 dice: «La práctica de apeos y tasaciones de fincas ru­ rales que hayan de hacer fé en juicio cualquiera que fuese su extensión CON TAL QUE NO

SEAN MONTES, CORRESPONDE A LOS INGENIEROS AGRONOMOS».

Sentada esta premisa quedaba por averiguar si las Bardenas de Navarra en su estado actual son montes o no.

Para ello la moderna Ley del Catastro de 2 de Abril de 1925 en su art.° 4.° párrafo último

nos da el concepto legal de Montes al decir «se considerarán como montes todos aquellos terre­

nos cubiertos de vegetación espontánea o repoblados artificialmente dedicados a la producción de maderas, leñas, carbones, hojas, cortezas, jugos, frutos, pastos, caza, etc, etc, ya sean

montes altos, bajos, bosques, sotos, matorrales de toda especie, yermos, páramos, estepas,

dunas ó demás TERRENOS IMPROPIOS PARA EL CULTIVO AGRARIO, PERMANENTE

O PERIODICOS».

De donde se desprende que en parte las Bardenas son montes, ya que son «emparte» te­

rrenos cubiertos de vegetación espontánea, dedicados a la producción de maderas, leñas... pas­

tos, caza, etc, etc, ...cubiertos de monte alto y bajo, bosques (auque en pequeña extensión)

y matorrales de toda especie y grandes extensiones que no son mas que yermos, pára­

mos y estepas... luego las Bardenas son monte en lo que hace referencia a las 336.183 Robadas

dedicadas a pastos y bosque, donde se aprovecha la madera, leña, pastos, caza, matorrales; pero nos encontramos con que hay parte de las mismas que son TERRENO PROPIO PARA EL

CULTIVO AGRARIO PERMANENTE (585 Robadas de regadío) y 157.106 Robadas DE TE- -■ i - . . i - — . c RRENO PROPIO PARA EL CULTIVO O LAVOR DE SECANO, ES DECIR, EXPLOTACION

AGRARIA PERIODICA, por lo cual legalmente las Bardenas Peales de Navarra son montes

(en una extensión de 356.183 Robadas) y no son montes (en una extensión de 137.691 Robadas),

y por ello y con arreglo al R. D. de 4 de Diciembre de 1871 en parte corresponde a los Inge­

nieros de Montes, y en parte nó.

Pudiérase argüir, diciendo que se concediese a los Ingenieros Arónomos la partición de * i.» los terrenos dedicados al cultivo agrario permanente o periódico es decir, en lo referente a las

137.691 Robadas de cultivo agrícola.

No estimamos conveniente esto, porque no hay separación ni delimitación exacta entre lo que se aprovecha para pastos, bosques, matorrales, etc, etc, y lo que se aprovecha dedicándose a cultivo agrario, por lo cual la labor debe de encomedarse a los tres Ingenieros para que la practiquen en común.

Considerando esto, y teniendo presente que en la base 5." solicitada en esta demanda para la partición, decimos: «Los peritos al practicarla señalarán los caminos, cañadas, abreva­ deros y servidumbres entre las distintas partes que se adjudiquen a cada pueblo, etc. etc.; Mas como la designación o señalamiento de caminos, cañadas y abrevaderos es facultad propia de los Ingenieros Agrónomos ateniéndonos al art.° 4.° del R. D. de 5 de Junio de 1924 al decir

«para la clasificación , demarcación y deslinde de las vías pecuarias, el Ministerio de Fomento designará los Ingenieros Agrónomos etc. etc.» es un argumento más para el nombramiento de un Ingeniero Agrónomo cuando menos, ya que entre lc-s distintas partes que se adjudiquen a cada uno de los pueblos se han de señalar caminos, cañadas, abrevaderos y servidumbres, por ser propia facultad de los Ingenieros Agrónomos, aparte de que la tasación de fincas rurales que hayan de hacer fe en juicio, cualquiera que fuese su extensión con tal de que no sean montes, corresponde a los Ingenieros Agrónomos; quedando de esta forma armonizados con arreglo a la ley, las atribuciones e intereses de ambas ramas de la Ingeniería. Y por último, entendemos, que sean dos de Montes y un Agrónomo porque la extensión dedicada a aprovechamientos in­ cluidos dentro del concepto legal de montes lo es en más extensión (336.183 Robadas) que la dedicada a aprovechamientos incluidos dentro del concepto legal de explotación agrícola permanente o periódica (137.691 Robadas).

VII

BASE QUINTA. — Los Peritos al practicarla, señalarán, los caminos, cañadas, abre­ vaderos, y servidubres entre las partes que se adjudiquen a cada pueblo y adoptarán las de­ más determinaciones que estimen convenientes al mejor régimen y aprovechamiento (entre ellas, la de fijar en la parte de cada pueblo, el terreno que debe dedicarse a cultivo agrario y el que debe destinarse a pastos y a repoblación forestal esto siempre que V. 3. lo estimase oportu­ no) de las mencionadas Bardenas, supeditándose siempre y en lo que no se oponga al primer punto de esta base, a lo que en las vigentes Ordenanzas de Bardenas de 1915 se determina sobre este particular y al Reglamento de vías pecuarias de la Excma. Diputación Foral y Pro­ vincial de Navarra de 4 de Julio de 1925; croquización de cañadas de 1925 aprobadas por el dictámen ganadero de 20 de Diciembre de 1924 aprobado por la Excma. Diputación a 4 de Ju­ nio de 1925 y las concordantes a estas.

RAZONES.— Porque las cañadas señaladas en las Ordenanzas de Bardenas de 1915 de­ berán respetarse siempre que no se opongan al mejor aprovechamiento de la parte que se adju­ dique a cada pueblo para el ejercicio de sus derechos; y nadie mejor que los peritos comple­ mentarán éstas.

En cuanto que deben de supeditarse a lo dispuesto por la Excma. Diputación es natural y lógico porque en estas cuestiones administrativas de señalamiento y croquización de caña­ das la Excma. Diputación como entidad superior administrativa ha legislado y determinado lo que sobre este particular ha de tenerse presente.

VIII

BASE SEXTA. — Los peritos levantarán planos en la parte que se adjudique, o señale

a cada pueblo, y las partes podrán obtener a su costa copia del mismo; (en estos planos se

consignan, la parte destinada a cultivo agrario, y las que deben dedicarse a pastos y a repo­

blación forestal).

RAZONES.— Porque determinándose por los peritos la extensión de terreno que a cada

pueblo se le señala para ejercer sus derechos; no podrían ejercitarlos si no supiesen hasta dón­

de se extienden sus atribuciones y hasta dónde no pueden propasarse por pertenecer a la juris-

dicciónn de otro, y ser el único medio de que cada uno de ellos obtenga, si así le conviniese,

una copia del mismo para la defensa de sus intereses.

Es más, en todas cuantas particiones se llevan a cabo es esta una de las bases esencia­

les a las mismas. Los Ayuntamientos demandantes tienen capacidad para entablar la presente demanda por

ser la genuina representación de los vecinos y habitantes de su término municipal. A tenor de lo

dispuesto en los artículos 1, 3 y 4, 150 caso 5.° y 153 caso 4.° del Decreto-Ley de 8 de Marzo

de 1924 (Estatuto Municipal).

Doctrina consignada anteriormente en el artículo 1.° de la Ley Municipal de 2 de Octubre

de 1877 todo ello en relación con las Ordenanzas de Bardenas vigentes de 1915, por determi­

narse en estas que los Municipios, son los representantes de los vecinos de los pueblos, en el

ejercicio de sus derechos en la Comunidad de Bardenas Reales. (Documento núm.

Con el fin de armonizar el artículo 86 de la Ley Municipal con el 156 del Estatuto Munici­

pal. Una vez cumplimentados los requisitos que este señala, (en periodo de adaptación en Nava­

rra) se ha solicitado autorización para litigar por todos y cada uno de los pueblos demandantes

menores de cuatro mil habitantes; la cual ha sido concedida, por la Excma. Diputación Foral y

Provincial de Navarra, como se desprende del documento n.°

Se ha cumplimentado pues todo lo que prescribe el Estatuto Municipal Acuerdo en Pleno.

Dictámen de Letrados, y por si fuese necesario, autorización de la Excma. Diputación Foral

y Provincial.

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XI

Tratándose de una acción mixta, como es la (Communi dividundo) que ejercitamos en es­ ta demanda, corresponde al Juez con jurisdicción en el lugar donde están sitas las cosas objeto de la cuestión; entre otras sentencias por la del Tribunal Supremo de 12 Agosto de 1901 de con­ formidad con la regla 4.a del arí. 62 y art. 1.° y 2.° de las Ordenanzas de Bardenas vigentes de

1915 al decir que «las Bardenas Peales de Navarra son correspondientes al partido judicial de Tudela»< v ,í; % ^ .

Siendo en su consecuencia el juez competente V. S.

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Corresponde tramitarse esta demanda por las diligencias señaladas para el juicio declara­ tivo de mayor cuantía (Indeterminada) Artículos 483 párrafo 1.° en relación con la regla 6.a del artículo 489 de la Ley de Enjuiciamento Civil.

XIII

No es necesario el trámite previo de acto de conciliación a tenor de lo dispuesto en la re­ gla 3." del artículo 460 de la Ley de Enjuiciamento Civil.

XIV

El Litigante temerario debe de ser condenado en costas.

En su consecuencia y haciendo uso de la acción coinmuni dividundo y a reserva de cual­ quier otra que pudiera corresponderles.

SUPLICO AL JUZGADO: que habiendo por presentado este escrito, con los poderes y documentos ( ) que la justifican, y respectivas copias, y a mí por parte en nombre de quien comparezco, se sirva tener por interpuesta la presente demanda en juicio ordinario de mayor cuantía (indeterminada) contra losM. I. Ayuntamientos de las Villas de Arguedas, Buñuel, Carcastillo, Cadreita, Caparroso, Cortes, Cabanillas, Fustiñana, Mélida y Valtierra, y Valles de Roncal y Salazar, así como contra la orden Cisterciense, por sus de­ rechos inherentes al Monasterio, de «La Oliva» cabe Carcastillo, mandando emplazarles en cuanto a los Ayuntamientos precitados en las personas de sus respectivos Alcaldes Presidentes; respecto a los Valles de Roncal y Salazar, serán emplazados en sus Juntas del Valle de Roncal y Junta del Valle de Salazar con domicilio en las Villas de Roncal y Ochagavía respectivamente y en las personas de los Presidentes de las mismas; y.

A la Orden Cisterciense, por si algún derecho alegase en las Bardenas, se le emplazará en la persona del Sr. Abad Mitrado del Monasterio de San Isidoro de Dueñas (Dueñas) Palencia; para que dentro de los nueve días improrrogables (y con la ampliación del artículo 526 de la Ley de Enjuiciamiento Civil) comparezcan en los autos, personándose en forma y entregándoles las copias que acompañan; y previos los trámites legales procedentes, declarar en su día, haber lugar a la división de los montes designados con el nombre de Bardenas Reales de Navarra, cuyos terrenos son los comprendidos en el perímetro o linea poligonal que se señala y deter­ mina, en el plano levantado por la Excma. Diputación Foral y Provincial de Navarra en el año

1873, en relación, de conformidad y cumplimentando las Sentencias de amojonamiento de las

Bardenas Reales llevados a cabo en los años 1536-1538 confirmados por las sentencias y autos de 1621-1622 y los complementarios practicados mediante autos de recorrimiento, confirmación y amugacione^ complementarias, de 1743-1746 y 1747 llevados a cabo por Don Antonio Mari- chalar Oidor de la Cámara de Compíos de Navarra y Juez especial para este cometido; amojona­ mientos que han sido confirmados en 1859 por la Junta de Bardenas y por el Instituto Geográfico

Estadístico en 1889, y 1922 a 1925; y mandar que con sujeción al mismo, y de conformidad con las reglas que tengo consignadas en el hecho XV de la demanda (o las que V. S. considerase mas oportunas con arreglo a derecho se verifique la división de las mencionadas Bardenas se­

ñalándose a cada uno de los pueblos demandantes (caso de que los demandados deseasen con­ tinuar en comunidad) la parte de terreno en que les corresponde ejercitar su derecho, y ordenar que la partición o señalamiento de la porción de terreno en que sobre dichos montes ha de ejercitar su derecho cada pueblo, se haga por tres Ingenieros, dos de Montes y uno Agrónomo en la forma que determina la Ley de Enjuiciamiento Civil (artículo 611-614 y complementarios y siempre que V. S. no estimase oportuno que fuesen titulares de otra clase o en número más reducido), con fijación de mojones que señalen y determinen cada una de estas porciones o partes, y levantamiento de plano correspondiente como lo tengo solicitado mas las costas del juicio a quien se opusiese.

Por ser de justicia.

En Tudela a de Marzo de 1926. = Licdo. José J. M o ntoro S a g asti. Rubricado. =

Isidro H u a rte G arcía. Rubricado.

1.° OTROSI digo: Que a los efectos del artículo 504 párrafo 2.° de la Ley de Enjuicia­ miento Civil, señalo los siguientes archivos y oficinas para que en su día y en segundo período de prueba, se me expidan las certificaciones y documentos que habiendo solicitado, no se pueden acompañar a esta demanda y son:

A). La Intendencia de la Real Casa y patrimonio en cuanto a la certificación a que se re­ fiere los documentos n.°

B). Las oficinas del Instituto Geográfico Estadístico del Ministerio de Instrucción Pública en Madrid en cuanto a los documentos solicitados por el documento y a que hago referencia en el hecho II de esta demanda.

C). El Archivo de la Excma. Diputación Foral y Provincial de Navarra para el caso en que se encontrase documentos relacionados con este pleito no conocidos en el día de la presentación de esta demanda.

D). Los Archivos Municipales y Secretarías de todos y cada uno de los pueblos limítrofes y Comuneros de las Bardenas Reales en lo que amojonamientos haga referencia y que tengo solicitados por documentos

Al Juzgado suplico, se sirva tener por hecha esta designación a los fines procedentes en justicia. 2.° OTROSI. Que a los fines de notificación, emplazamiento y entrega de copias a los demandantes, (art. 517 de la Ley de Enjuiciamiento Civil) se servirá librar exhortos a los Juz­ gados de 1.a Instancia o Instrucción siguientes AL DE AOIZ (N avarra). Por lo que hace referen­ cia a los demandados Junta del Valle del Roncal (con domicilio en la Casa Ayuntamiento de

Roncal) y Junta del Valle de S a la za r (con domicilio en la Secretaría del M. I. Ayuntamiento de

Ochagavía en el mismo Valle de Salazar) en las personas de sus respectivos presidentes.

AL DE TAFALLA (Navarra). Respecto a los demandados M. I. Ayuntamiento de Capa- rroso en la persona de su Alcalde Presidente.

AL DE PALENCIA. De lo referente al Abad Mitrado del Monasterio de San Isidoro de

Dueñas (Dueñas) Palencia.

Y en la forma ordinaria y acostumbrada y mediante Carta Orden se sirva emplazar a los

M. 1. Ayuntamientos de este partido judicial de Tudela y son Carcastillo, Mélida, Cadreita, Val- tierra, Arguedas, Fustiflana, Cabanillas, Caparroso, Cortes y Buñuel, en las personas de sus

Alcaldes Presidentes.

AL JUZGADO SUPLICO. Se servirá tener formuladas estas peticiones a los fines proce­ dentes, por ser de justicia.

Fecha ut supra.

5.° OTROSI. Que interesa a esta parte que el pleito en su día, sea recibido a prueba.

Al Juzgado suplico se sirva tener por hecha esta designación a los fines procedentes; por ser de justicia.

Fecha ut supra.=Licdo. José I. M ontoro S a g a sti. Rubricado.= I sidro H u a r te G arcía.

Rubricado.

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