FICHA TÉCNICA María Candelaria (Xochimilco) (1943)
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FICHA TÉCNICA María Candelaria (Xochimilco) (1943) México Blanco y Negro Lugar dentro de las 100 mejores películas del cine mexicano: 37 Una producción de: Films Mundiales, Género: Drama rural Duración: 96 min. Sonido: Monoaural Dirección: Emilio Fernández Asistente de Dirección: Jaime L. Contreras; anotadora: Matilde Landeta Producción: Agustín J. Fink; productor asociado: Felipe Subervielle; jefe de producción: Armando Espinosa Guión: Mauricio Magdaleno y Emilio Fernández, sobre un argumento original de Emilio Fernández Fotografía: Gabriel Figueroa; operador de cámara: Domingo Carrillo; alumbrador: Daniel López Escenografía: Jorge Fernández; tramoya: Salvador Martínez; utilería: Darío Cabañas Vestuario: Armando Valdés Peza Maquillaje: Ana Guerrero Edición: Gloria Schoemann Sonido: Howard E. Randall; grabación: Jesús González Gancy (diálogo) y Manuel Esperón (música) Música: Francisco Domínguez Jefe de Repartos: Antonio Mendoza Reparto: Dolores del Río .... María Candelaria Pedro Armendáriz .... Lorenzo Rafael Alberto Galán .... pintor Margarita Cortés .... Lupe Miguel Inclán .... don Damián Beatriz Ramos .... periodista Rafael Icardo .... cura Julio Ahuet .... José Alfonso Lupe del Castillo .... huesera Lupe Inclán .... chismosa Salvador Quiroz .... juez Nieves .... modelos Elda Loza .... modelo Lupe Garnica .... modelo Arturo Soto Rangel .... doctor David Valle González .... secretario del juzgado José Torvay .... policía Enrique Zambrano .... médico Alfonso Jiménez "Kilómetro" Irma Torres Sinopsis: En 1909, María Candelaria y Lorenzo Rafael, pareja nativa de Xochimilco, desean casarse a pesar de que las circunstancias les son totalmente adversas. La gente del pueblo hostiliza a María Candelaria por ser hija de una prostituta y la pareja debe enfrentar la avaricia del tendero don Damián, quien en secreto desea a la joven. Cuando María Candelaria enferma de paludismo, Lorenzo Rafael roba quinina y un vestido en la tienda de don Damián. El robo desencadena la tragedia para la joven pareja de enamorados. Lorenzo Rafael va a la cárcel y María Candelaria es apedreada hasta morir por los lugareños, quienes suponen en falso que ella ha posado desnuda para un pintor. 1 Federación Internacional de Mujeres Universitarias Federación Mexicana de Universitarias Universidad Nacional Autónoma de México Museo de la Mujer Bolivia 17 Centro Histórico, Ciudad de México. Cine – Club de género. 31 mayo de 2011 Mtra. Delia Selene de Dios Vallejo♣♥ María Candelaria Extraordinaria la actuación en la cinta de la película “MARIA CANDELARIA”, filmada en el año 1943, dirigida por Emilio Fernández. Sin duda una de las mejores películas que marcaron la época de oro del Cine Mexicano. Basada en un hecho real del año de 1909, en los bellos canales de Xochimilco, en la Ciudad de México, se desarrolla esta dramática historia de amor entre la hermosa María Candelaria (Dolores del Río) y de Lorenzo Rafael (Pedro Armendáriz), que desean contraer matrimonio pese a las adversidades que afrontan. Las personas del pueblo acosan y detestan a María Candelaria, por ser hija de una prostituta, a quien asesinaron por llevar la vergüenza a las chinampas. El patrón y tendero del lugar (Miguel Inclán), desea a María Candelaria para él, por lo que alimenta y aprovecha el odio a la pareja para su propio beneficio. Entre tanto odio y rencor, los enamorados son ayudados por el cura local (Rafael Icardo) y por un afamado pintor (Alberto Galán), quienes no podrán detener el oscuro futuro que les aguarda, ya que el amor de ambos se ve marcado por la injusticia del pueblo sin ley, haciendo justicia por propia mano. María Candelaria fue el regalo que el “Indio” Fernández ofreció a Dolores del Río para congraciarse por los malos tratos que tuvo hacia ella durante la filmación de Flore Silvestre (1943). En varias ocasiones, el temperamento bronco del “Indio” había aflorado de manera violenta y la actriz había estado a punto de retirarse del rodaje, enojada por lo que ella consideraba un trato indigno de su categoría. Los ruegos de sus compañeros y su alto sentido del profesionalismo la habían convencido de regresar, pero su relación con el director se había tornado distante. ♣ Catedrática de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales-UNAM *Secretaria General de la Unión Nacional de Mujeres Mexicanas Asociación Civil. ♥ Se agradece el apoyo de las licenciadas: Eva Calderón, Eurídice Román de Dios, Adriana Romo Sotres, Pamela Jiménez Romo y Rosalinda Cuéllar Celis. 2 Dolores del Río 1904–1983 El viernes santo de 1943, onomástico de la estrella, fue la ocasión escogida por el cineasta para buscar la anhelada reconciliación. Además de necesitarla como artista, el “Indio” comenzaba a quererla como mujer. En su recuento biográfico sobre la actriz, el escritor David Ramón relata: Al llegar el turno de Emilio Fernández de darle su obsequio a Dolores, se acercó a la actriz, sacó un montón de servilletas escritas por los dos lados, prácticamente se las arrojó y le dijo: “Es su regalo de día de santo, una historia de cine. Pos a ver si le gusta, es su próxima película, se llama Xochimilco. Es de usted, es de su propiedad, si alguien quiere comprarla que se la compren a usted.” Ramón, D. (1997).1 Con todo y el generoso obsequio, Dolores tenía sus dudas: “Primero una mujer de rancho... Y ahora, ¿quiere que haga una indita? Yo... ¿descalcita?” La originalidad de tan singular regalo fue cuestionada en distintas ocasiones. En su biografía del “Indio”, Paco Ignacio Taibo I afirma que Julio Bracho acusó a Fernández de haber plagiado varias escenas de Tabú, cinta hollywoodense dirigida por el famoso cineasta alemán Friedrich W. Murnau. Por su parte, Mauricio Magdaleno, responsable de la adaptación fílmica de la historia escrita en las servilletas, afirmaba que la trama de Xochimilco -o María Candelaria, como se llamaría en definitiva- estaba más que inspirada en Janitzio (1934), cinta cuyo protagonista fue el propio “Indio”. La inspiración llegaba incluso más allá de lo argumental: las imágenes de la secuencia del linchamiento son idénticas en ambas películas. Por supuesto que Fernández siempre negó estas acusaciones. María Candelaria presenta, por primera vez en la filmografía de Emilio Fernández, el tema de la inocencia y la pureza indígenas. Para García Riera: 1 Dolores del Río. Vol. 1I: Volver al origen. México: Clío, p. 16. 3 Al idealizar a los indios, el director no los ve como parte de la población mexicana, sino como una especie de secta marcada por un sino fatal que bien merece la sublimación compensatoria al modo de los “nativos” de Hollywood. De ahí la perfección y pureza de esa María Candelaria que parece amar por igual a la Virgen, a Lorenzo Rafael, a una marranita y a la tierra.2 El indígena puro, víctima de la opresión y de las injusticias de mestizos y blancos, protagonizará otras cintas del “Indio” Fernández, particularmente La perla (1945) y Maclobia (1948). Esta última sería, a pesar de que su director lo negara, una nueva versión de María Candelaria. El escritor José de la Colina afirma que esta película es “un responso pictórico”. Pienso que esta es una observación sumamente aguda; todo el film es el gran responso a dos figuras indígenas que se mueren junto a todo lo que su raza significó o se quiso que significara. De la Colina señala: Estamos ante el relato postmortem de la pasión de unos Adán y Eva indígenas. El film lo reverencia durante una secuencia esencial: el paseo en barca de la pareja a la luz de la luna, como un viaje hacia una Isla de los Muertos. Los indios de este film asombrarían no solo a los europeos sino también a los propios mexicanos; excepcional invento de una fuerza plástica singular, atraviesa una larga y bella falsedad en la pantalla. Para Mauricio Magdaleno, la “película es falsa, muy falsa”. Recordó: Trabajamos también sin problemas todo el equipo. Agustín J. Fink era un hombre muy culto, un gran conocedor de la música clásica, un verdadero creador de cine que sabía cómo tratar un equipo y mantenerlo unido. Yo creo que fue en esta película cuando nos dimos cuenta de lo importante que era Gabriel Figueroa para el grupo. Ahora pienso que sin Gabriel el “Indio” no hubiera podido hacer lo que quiso. Gabriel era más joven que Emilio, pero sabía cómo ir imponiendo, poco a poco, sus ideas en la película. Lo hacía muy tranquilamente, con calma. Sin gritar. Algunas gentes piensan ahora que aquel grupo que formábamos tenía un gran prestigio ante los intelectuales. Y eso no es cierto; yo creo que la mayor parte de los literatos mexicanos nos veían con desprecio. Todo el mundo intelectual prefería el cine europeo. Nosotros éramos como gente de poco fiar. Esto nos molestaba algunas veces; nos sentíamos molestos. Era razonable: pensábamos que hacíamos algo importante y los cultos del país nos miraban con displicencia. Recuerdo que cuando hacíamos esta película todos los que interveníamos fuimos a casa de Diego Rivera; él estaba acompañado de escritores y de poetas. Se habló de cine y nadie creía en el cine mexicano. Emilio se indignó y salió de la casa, furioso. Él estaba seguro de estar haciendo una obra maestra. Lo curioso es que yo no compartía en esta película su entusiasmo. Yo pensaba que la historia 2 Emilio García Riera. (1993). Historia documental del cine mexicano III: 1943-1945. Guadalajara, México: Universidad de Guadalajara, p. 67. 4 de María Candelaria era falsa. Modifiqué lo que pude, muchas veces contra el criterio de Emilio. Lo que más me molestaba de María Candelaria era su folklorismo. La prevención de Magdaleno resultó cierta: el día del estreno se produjeron en el cine silbidos y comentarios fuertes en contra del mundo mexicano que la película mostraba. A juzgar por los testimonios que he podido reunir, no sólo se había conformado antes del estreno un clima adverso al film, sino que quienes manejaban su exhibición en la Ciudad de México parecían haberse confabulado contra la película.