Interferencia Secreta 11 De Septiembre De 1973
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INTERFERENCIASECRETA PATRICIAVERDUGO II.{TERFERENCIASECRETA EDITORI AL ST] D AMERICANd Diseflo de portada: Patricio Andrade Dise6o interiorese imoresi6n:Andros Lrda L" edici6n:aÉiosto 1998 2' edici6n: septiembre1998 l" edici6n:septiembre 1998 t senriembreI Q98 "drririn 5' -rlicrÂn senriemhrelQ98 6" edici6n:octubre 1998 7' edici6n:octubre 1998 O 1998 Editorial SudamericanaChilena SanraIsabel l2l5 - Providencia Fono: 27 4-6089 Santiagode Chile rsBNN" 956-262-066-2 O Patncia Verdugo, 1998 lndice Presentaci6n 9 Capftulo Uno: En el comienzo,una mentira 11 Capftulo Dos: A los puestosde mando 2g Capftulo Tres: Tiempo de lealtad y de traici6n 45 Capitulo Cuatro:La conexidnque debi6 sersecfeta 7I Capftulo Cinco: Allende no se rinde 10i Presentociôn La cnanactôN que hoy tiene en sus manos es un docu- mento hist6rico de gran importancia y, por lo mismo, debe ser conocidopor todo ciudadanointeresado en el acontecerde su patria. La historia oficial se construye sobre la basede la versi6n que los vencedoresdesean legar a la posteridad. Pero esepropdsito se ve relativizadopor los esfuerzosde otros que relatanla historia de las victimas y los episo- dios que los victimarios quierenocultar. En eseesfuerzo participan historiadores,periodistas, artistas, editores y muchas otras personassensibilizadas por alg6n momen- to histdrico clave. En estecaso, un ciudadanopudo interferir y gra- bar, aI darsecuenta de la importancia de dicha interfe- Interferencia Secreta rencia, la comunicaci1n entre ios altos jefesde las Fuer- zas Armadas el martes 1 1 de septiembre de I97 3, dia del golpe militar que puso fin aI gobiernodel Presiden- te SalvadorAllende. Ahora tiene usted estagrabacidn en susmanos. Es- cucharlale permit rrâ sacarsus propias conclusiones. El contenidode las frases,el tono de las voces,el lenguaje que unos y otros utilizan develan sus personalidades, revelansus temores y sus iras, susestados de ânimo. La grabacrîn transcrita podrâ encontrarlaa partrr del capftulo cuarto, para que pueda seguirla palabra por palabra.Previo a la transcripcidn, en los tres pri- meros capitulos incorporé un relato de la gestacidndel golpe militar y de lo ocurrido en los escenariosdonde se movfa el PresidenteSalvador Allende en sus riltimas horasde vida. Al cumplirse un cuarto de siglo de estos aconteci- mientos que dieron un violento vuelcoal acontecerhis- tdrico de Chiie, tratar de reflexionar en torno a lo suce- dido esun deberciudadano. Se hace necesario hablarlo con los hijos y con los nietos.Abrir la mente y el cora- zôn parallegar al fondo de los hechos,reconociendo los sentimientospropios y tratando de comprenderlo que sentfanlos otros. Asi podremos,como pueblo, recono- cer las odiosidadesque permanecenemboscadas e inten- tar un honestorecorrido por el camino del perddn, con el compromiso de no repetir una tragediaque cost6tan- tas vidas y dolores. PatriciaVerdugo Santiagode Chile, I99B 10 Capfruro uNo E,x pr coMIENZo,UNA MENTIRA EN ra EscuEraMItrr:an, ei Puesto Tres fue el encargado de conectara los otrospuntos de Ia red de comunicacidn montada paraeI dia clave del golpe de Estado.IJn error de disefrocomplic6 el sistemay oblig6, a riltima hora,a utrlizat ese Puesto Tres como conexi6n indirecta entre Ios altos oficialesgolpistas. Fue el puestode enlace. Estâ por versesi el error de diseflofue tal o si fue el resultadode un boicot. Tal posibilidad se abre a partir del hecho cierto de que el general Augusto Pinochet, comandanteen jefedel Ejército,supo del golpe en mar- cha sôlo pocas horas antes. No estuvo en el origen del complot. Los golpistas desconfiabande é1,ya que habia sido nombradopor el PresidenteSalvador Allende, a fi' nesde agostode eseafro, Comandante en Jefe de la prin- cipal fuerzaarmada de Chile. Llevabamuy pocosdias en el cargo y su designaci6ns6lo pudo llevarsea cabo -en un momento de mâxima tensi6n- porque la informa- r3 Interferencia Secreta ciôn de InteligenciaGubernamental le dio el visto bue- no: era un general de "coîfianza" para la izquierdista Unidad Popular,la coalici6nde socialistas,comunistas y otras fterzaslaicas y cristianasque llevd a Ia presiden- cia al doctor Allende en I97 0. -Todos creiamos que Pinochet se oponia al golpe -afftma el general de la Fuerza Ârrru (Fach) Nicanor Diaz Estrada,uno de los altos oficialesconjurados. Los golpistas, encabezadosen el Ejército por el generalSergio Arellano Stark, estabanrealmente com- plicadoscon Pinochet.A pesarde los recelos,decidie- ron -a ûltima hora- correr el riesgo de contar con el ComandanteenJefe del Ejército, de modo de evitar la divisidn entre las fuerzasarmadas y el consiguientecom- bate que rbaa costar muchas vidas y podrîa hacer abor- tar el golpe. La situaci6nen el Ejército era,objetivamente, de mâxima tensidn en esosdias. EI 2l de agosto,cerca de trescientasesposas de oficialesse habian apostadofrente ala casadel entoncescomandante en jefe, general Car- los Prats. Excusaoficial: entregaruna carta a su mujer donde se le rogaba interceder para que el gobierno no continuara "utrlizando" a sus maridos en tareasguber- namentales.Lectura polftica: las esposasde seisgenera- les y de muchos altos oficiales obedecfaninstrucciones de sus maridos, en una primera seôal de sublevaciln. Resultado: el alto mando se fracturd de hecho, el co- mandante en jefe se quebrô emocionalmente y no fue capazde ordenar el retiro de los generalessublevados. t4 Capitill0 U na: En e/ cornienza.una nteuTirrt Asf, el Presidentele aceptdla renuncraa PratseI23 de agosto."Un general que llora no estâ capacitadopara maîdar", explicd Allende a sus asesores.Y renunciaron paralelamentetres generalesde probadavocaci6n demo- crâtica: Guillermo Pickering, director de Institutos Militares; Mario Seprilveda,comandante en jefe de la SegundaDivisi6n; y Ervaldo Rodrfguez, iefede la mi- si6n militar en \ùTashington. Asf es como lleg6 el general Pinochet a la cabeza del Ejército, con el compromisode "sofocar"esa suble- vacidn en ciernes,lo que pasabapor sacarde las filas a los generalesque hicieron actuar a susesposas. Pero el lunes 27 de agostode I97 3, un sorpresivo giro en el discursode Pinochetante el alto mando mili- ar abri6 la posibilidad de que se sumara al golpe. Ese àîa, a puertas cerradas,habl6 de estrecharfilas tanto dentro del Ejércitocomo con lasotras ramas de iasFuer- zas Armadas.Y mencion6 la posibilidad de una "inter- vencidn militar" si las circunstanciaslo hacîan necesa- rio. Nada de esto trascendi6 pfrblicamente ni fue del conocimientodel gobierno. Pero habria sido recién el sâbadoB de septiembre cuando el general Pinochet se enterd del golpe en mar- chapan el martessiguiente.El general Arellano Stark ha dicho que llegd aIa casadel general Pinochet alrede- dor de las 20.30 horasde esesâbado B de septiembre,y que al decirseio"su reaccidnfue una mezcla de sorpresa y molestia. AI tomar concienciade que s6lo se requeria 1< L) Interferencra Secreta su adhesiôna una decisi6n ya tomad^, parecil abruma- do .' Mâs arin, cuando le dijo que el general Gustavo Leigh, comandante en jefe de la Fuerza Aérea,estaba esperandosu llamado telef6nico,Pinochet "pidi6 unos minutos, asegurandoque luego lo haria. Por ahorane- cesitabareflexionar". Esa es la versi6n del generalArellano. El general Nicanor Dîaz Estrada, complotador por la Fuerza Aé- rea, dice que -esa misma noche del sâbadoB de sep- tiembre- el generalArellano le negdhaber hablado con Pinochet,argumentando un "no me atrevf". Por su par- te, el mismo generalPinochet no mencionaen sus me- morias haber habladocon Arellano esedfa. ZQuésucedid realmente? Las fuentesson poco fia- bles y los "recuerdos"se han acomodado,en los aôos siguientes,a la necesidadde perfilarsecomo "héroes" de estahistoria. Lo que sf fue cierto es que, esemismo sâbado8, el presidente Allende lleg6 a almorzar a Ia casade Miria Contreras,a quien todos llamaban "IaPayita", y se en- contrd con una sorpresa:lo esperabael generalCarlos Prats,ya despojadode su uniforme. De la privada con- versacidn,Allende sali6 con rostro preocupadoy pidi6 que se citara de urgencia a los generalesAugusto Pinochet y Orlando Urbina a la casapresidenc ial al dia siguiente,domingo P. El hechoes que el generalPinochet no secomunic6 con el general Leigh en las siguienteshoras del sâbado8 I6 Capitn/,' I'u ,: Et af ç,,11ja|7,'. ilnil \t/Lnlira y que teîîa por delanteesa reunidn de emergenciacon ei PresidenteAllende el domingo 9.Entretanto, en Val- parafso,los golpistas de la Armada -encabezadospor el almiranteJosé Toribio Merino- sereunfan el mismo sâ- bado B en la Academia ile Guerra. El almirante Carvajal les confirmd que en la Fuerza Aéreaestaba todo dispues- to, pero que el Ejército arin no confirmabasu adhesi6n. La discusidnse centrd en el peligro de una guerra civil prolongaday cruentasi el Ejército no seplegaba como un todo. La reunidn se suspendid,al atardecer,sin ponerle dîa ni hora al golpe. Pactaronjuntarse aI dîa siguiente, domingo 9, simulando una reuniôn social,en casadel almirante \ùfeberdespués de la misa en ia capilla naval. El almirante Carvajaltuvo que retirarseantes, ya que debfareunirse con los otros conspiradoresen Santia- go. Al salir, instruyd aI almirante Huidobro: el dia y la hora tenian que fijarseesa noche. PeroHuidobro, jefede la Infantefia de Marina, lle- 96 a su casasin tener dia ni hora en la mano. Y fue esa nochedel sâbado8 cuandoocurri6 un episodioclave, de aquellosque marcanel cursode la historia apaftlr de dos sereshumanos que pactandecir una mentira.2Huidobro decidi6, entonces,un movimiento audazen el tablero. lJn movimiento que desentramparaesta situaciôn de mâximo peligro. Porque