Pascal Quignard: Un «Raro» Francés
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Nº 131 / Septiembre 2019 ISSN 1390-4515 Pascal Quignard: un «raro» francés Libro del mes: Tragedias portátiles de Iván Égüez REFLEXIÓN ECONOMÍA NARANJA El color de la cultura n Fernando Tinajero «¿Cuánto representa la generó el 6,1% de la economía cultura en el producto interno mundial durante el año 2005, «bruto?» y representó la bicoca de 4,3 Al observar la sorpresa que billones de dólares en el 2011. su pregunta había desperta- La cultura también puede ser do, el orador que acababa de incorporada al esfuerzo de pronunciarla se sintió más se- toda la sociedad para generar guro. Miró a su alrededor co- riqueza. Esto es lo que se mo un general que contempla llama “economía naranja”: al enemigo vencido, y agregó: una estrategia que abre la «Ya es hora de dejar atrás puerta al desarrollo de la la fantasía. La cultura no creatividad, pero ya no para puede seguir siendo un peso estar soñando, sino para el muerto en el presupuesto del desarrollo». Estado. En un libro publicado Esto sucedía en Bogotá, hace poco se demuestra con hace unos tres años, en el documentos que el desarrollo curso de un encuentro sobre de nuevas ideas creativas en gestión cultural. El orador el campo del arte y la cultura había aludido al libro que 2 Rocinante Felipe Buitrago e Iván Duque, Se trata, en realidad, de entonces funcionarios del un modo «amable» y tentador Banco Interamericano de De- de presentar la invasión del sarrollo, presentaron en 2006 capitalismo al territorio de en versión española que fue la cultura. En rigor, no se publicada por Santillana/Agui- refiere a toda la cultura (no lar, bajo el auspicio de varias toma en cuenta los valores, las entidades internacionales: la costumbres, las tradiciones, Organización Mundial para la las concepciones del mundo), Propiedad Intelectual (OMIP), sino únicamente la creación la UNCTAD, la Consultora artística, reducida a su con- Oxford Economics, y otras. dición de espectáculo y a su Concebido como un manual exclusivo valor de cambio, de atractivo diseño gráfico, lo cual significa tratar los propone la receta para dar objetos artísticos (novelas, «vitalidad» a la cultura: una obras dramáticas, musicales o receta que, según dicen los plásticas) como si fuesen sim- autores, América Latina y el ples mercancías, consolidando Caribe no pueden darse el así el mercado como única lujo de desperdiciar. Esa es instancia de validación de lo la «receta naranja». ¿Por qué humano. Esta operación no naranja? Porque «el naranja puede realizarse sin reducir, es el color de la cultura y la e incluso eliminar, el valor de espiritualidad» (¿?). uso de los objetos culturales Lo primero que llama la (la exploración de los límites atención es que una entidad de lo humano, la crítica y la bancaria internacional se incertidumbre, el cuestiona- haya detenido a diseñar una miento de la sociedad), y ha- estrategia para el desarrollo cerlo sin importar si se trata cultural. ¿No es esa una tarea de lo que Walter Benjamin que en cada país debería ser llamaba «arte aureolátrico» cumplida por el Ministerio de o del puro goce estético. Aun Cultura o la entidad equiva- más: es de temer que, desde el lente? Si a este primer interro- punto de vista «naranja», algo gante se une el hecho de que cursi y de mal gusto como el BID no consultó con ningún Tres familias pueda adquirir artista ni gestor cultural para más valor que el Hamlet de diseñar su estrategia «naran- Shakespeare o la Antígona de ja», sobran los motivos para Jean Anouilh, simplemente ponernos en alerta. porque los patrocinios comer- Rocinante 3 REFLEXIÓN ECONOMÍA NARANJA ciales de su exhibición gene- no procede previamente a la ran más ingresos. bendición solemne del local y El entusiasmo del orador las máquinas, con invitados que anunciaba la era de la especiales, trajes a la moda, «cultura naranja» como quien retórica con hipérboles infla- anuncia la llegada al Paraíso, das y champán. no estaba, sin embargo, para Claro que el orador, ante reflexiones sobre conceptos una objeción como esta, tan abstractos como valor de habría aclarado que estaba uso o mercado. Pensé que él hablando de las industrias no había leído a Bolívar Eche- culturales, e incluso podía verría, porque si lo hubiera asegurar, como algunos lo hecho quizá no habría estado hacen, que todas las activi- tan seguro de su receta mila- dades culturales pueden ser grosa. Las prácticas sociales tratadas como industrias (¿la que llamamos culturales, dice poesía…?); pero, ya que he nuestro filósofo, no forman nombrado a Benjamin, vale la parte del proceso de la pro- pena recordar sus reflexiones ducción, pero pueden ser la sobre la distancia inconmen- condición ineludible para su surable entre las obras que ejecución. Para no repetir el exigen ser reproducidas sin minucioso ejemplo que él usa, dejar de ser únicas (un filme, tomándolo de Malinowski, por ejemplo, o un libro, o digamos simplemente que, una grabación de música), y en un pueblo no contactado aquellas otras para las cuales de la Amazonía, ningún cualquier tipo de reproducción cazador saldrá a «producir» es un proceso externo que vio- los bienes necesarios para su la su naturaleza y la desvirtúa sostenimiento si antes no se (como una miniatura de la detiene a decorar su rostro y Venus de Milo hecha en plás- su cuerpo como prescribe la tico, cuya sola existencia da tradición ritual. Esa actividad testimonio de la perversión de mágica tendiente a hacer los valores estéticos en una so- favorable la jornada de caza ciedad enajenada). Si no tiene no forma parte del proceso sentido negar la necesidad del de producción propiamente apoyo estatal para el primer dicho, pero es su condición tipo de obras, puesto que no ineludible. Y en nuestra pro- son mercancías rentables, re- pia sociedad, ninguna fábrica sulta criminal permitir y alen- empezará su producción si tar la producción del segundo 4 Rocinante tipo de obras pseudo-artísticas ción posible; se traducen en que no solo engañan al com- la vigencia u obsolescencia de prador desprevenido, sino valores. Por eso podríamos pa- pervierten el sentido estético rodiar y actualizar la pregun- de la sociedad. ta del orador aquel: ¿cuánto El Estado tiene obligaciones ha descendido en el Ecuador concretas frente a la cultura el nivel de conciencia ciuda- y no puede escabullirse endo- dana por la ausencia de las sando a la empresa privada políticas culturales que debía su tarea, bajo el amparo de haber formulado el Ministerio la «economía naranja». Y de Cultura? entre tales obligaciones, la Tiemblo al pensar que en primordial es la de asegurar muchos lugares del mundo, presupuestos adecuados para gobiernos deshumanizados la producción cultural sin y voraces adopten la «receta condicionamientos ideológi- naranja» cuya aplicación ba- cos. Tales presupuestos se nalizará los objetos culturales justifican por sí mismos, aun- y terminará por matar la cul- que nunca puedan generar tura. Rosa Luxemburgo decía rédito alguno. Los efectos del que el capitalismo desemboca quehacer cultural no se miden necesariamente en la barba- en dinero, sino en crecimiento rie: cuando reina la barbarie, espiritual de los individuos y el cadáver de la cultura yace de la sociedad en su conjunto; insepulto, como el de Poli- se perciben en el largo plazo nices, sobre una naturaleza como un aumento de concien- muerta y agotada. cia para el cual no hay medi- Rocinante 5 8 • Especial: el particular universo de Pascal Quignard 2 • ¿De dónde viene la economía naranja? Rocinante No. 131 Septiembre 2019 52 • El Mediterráneo, mar literario Contenido 45 • Jakk Cabrera busca lo inextinguible Portada: Fotografía de 1887 sobre la construcción 56 de la Torre Eifel • Entrevista con Esteban Mayorga 78 • Nuevo libro de Luis Borja Corral •ROCINANTE es una publicación de la Campaña Nacional Eugenio Espejo por el Libro y la Lectura, que es una iniciativa ciudadana que busca mejorar el comportamiento lector de los ecuatorianos. No recibe fondos públicos y se maneja mediante la autogestión y a través de la asociación con diversas entidades. Sus líneas básicas de acción son la edición y distribución masiva de libros, la capacitación a me- diadores de lectura, la difusión de la literatura nacional en el extranjero y la reflexión teórica sobre el tema de la lectura. • FOTOS: Busca- dores en internet •DIRECCIÓN GENERAL: Iván Égüez. •EDICIÓN: Andrés Cadena. •DISEÑO: Agustín Montúfar Égüez. © CORPORACIÓN EUGENIO ESPEJO POR EL LIBRO Y LA CULTURA. El Heraldo 244 y Juan de Alcántara. Teléfono: 243 2980. •DERECHOS RESERVADOS. Ese rótulo, esa nuevada Sin ese color y sin ese diseño ya van a cumplirse 20 años desde que Richard E. Caves publicara su libraco Creative Industries: Contracts be- tween Art and Commerce. En 1913 el BID y ConnectAmericas publicaron en espa- ñol el manual en cuya portada aparece un maromero con cabeza de foco ha- ciendo girar cinco pelotitas a la vez, con sendas representaciones de algunas artes: paleta, máscaras, escaleta, guitarra, y otra que pa- rece un brasier con el signo + Iván Égüez en la una copa y tres puntos [email protected] suspensivos en la otra. Se ti- Andrés Cadena tula La Economía Naranja, [email protected] una oportunidad infinita. Agustín Montúfar Égüez Ningún país puede exhibir [email protected] logros culturales con esa receta. Ni siquiera Colom- bia, cuyo Presidente fue uno de los dos vendedo- res de humo que suscri- bieron el librito mágico. ¿Por qué el fracaso? Por- que la responsabilidad de los Estados con la cul- tura no puede pasar por la transformación de las revistarocinante.com prácticas culturales en [email protected] mercancías con o sin valor agregado, sino por velar Textos de: y fortalecer los valores que Edwin Alcarás, Iván Égüez, César Chávez, son inmanentes a la humani- Juan Carlos Arteaga, Andrés Cadena, dad histórica y a las culturas Sandra Araya, Carla Badillo Coronado, nacionales.